Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

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Universidad de los Andes Escuela de Psicología Psicología Educacional I Habilidades sociales y resolución de conflictos escolares 16 de Mayo de 2009, Santiago

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Universidad de los AndesEscuela de PsicologíaPsicología Educacional I

Habilidades sociales y resolución de conflictos escolares

16 de Mayo de 2009, Santiago

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Índice

1. Introducción…………………………………………………………………………3

1.1. Presentación del tema y su proyección…………………….……………….3

1.2. Elección del tema a tratar………………………………………….…….….3

1.3. Definiciones generales y específicas……………………………….…….…3

1.4. Definición general elaborada...………………………………………….…..8

2. Desarrollo…………………………………………………………...……………...10

2.1. Presentación de teorías planteadas durante los años….…………..……….10

2.2. Variables intervinientes…………………………………………….……...14

2.3. Actualidad y contexto...……………………………………………………19

2.4. Relaciones con un sistema educacional….……………………….……….28

2.5. Investigaciones actuales…………………………………………………...37

3. Conclusión…………………………………………………………………………..46

3.1. Síntesis…………………………………………………………………….46

3.2. Reflexión…………………………………………………………………..46

4. Referencias bibliográficas…………………………………………………………50

5. Anexos………………………………………………………………………………51

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1. Introducción

1.1. Presentación del tema y su proyección

Este trabajo pretende dar conocimiento de la información teórica y actual

referente a las habilidades sociales y a los conflictos presentados en el contexto escolar.

Se abordará de una forma integrada y ecológica, tomando en cuenta variables y factores

que influyen en ambos ámbitos, ya que, la falta de habilidades sociales desencadenan

diferentes tipos de conflictos.

1.2. Elección del tema a tratar

Este tema quiso ser abordado, dado que, hoy la labor de los padres, en cuanto ha

educar a sus hijos, descansa de sobremanera en la formación que entregan los colegios

y/o escuelas. Si bien la familia desempeña un rol crucial en el proceso del desarrollo del

individuo, la sociedad actual ha desplazado tal tarea a las instituciones educativas. Es

por ello que la institución escolar no sólo debe aportar al desarrollo de las habilidades

cognitivas y académicas, sino que constituye una instancia en la cual los grupos de

pares ejercen una gran influencia en la socialización, hablando en términos del

desarrollo de las habilidades sociales y la resolución de conflictos entre ellos, es decir,

desarrollado un segundo hogar que entrega educación para la vida y el buen convivir

social.

1.3. Definiciones generales y específicas

En el mundo actual los conflictos son una realidad constatable, e inherente a

cualquier tipo de organización e interacción. De este modo es totalmente esperable que

se den en la institución escolar. Dada la inmensa variedad de fenómenos sociales que

pueden denominarse bajo el término “conflicto”, no hay un consenso sobre una

definición única, general y suficiente. Pero la bibliografía en relación, establece

definiciones bastante similares, pues asocian a éste situaciones y términos compartidos.

Pero es difusa en cuanto a la aplicabilidad contextual de tales definiciones, pues las

referencias establecen variados contextos en los cuales es posible identificarlo y

abordarlo. A pesar de ello, y de las muchas referencias existentes, se han seleccionado

las más relevantes y representativas visiones de conflicto, incluyendo las posturas

clásicas y las más transgresoras y actualizadas.

Una visión de conflicto bastante amplia y actualizada, y que abarca la idea

general básica que posee el conflicto, es la propuesta por Robbins, quién habla de

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conflictos en términos de un proceso que se desencadena cuando una parte percibe que

otra parte ha afectado, o está por afectar negativamente a la primera, en algo que a ésta

le resulta de su interés. Esta definición enfatiza la necesidad de la existencia de dos

partes –sean personas o no-, y depende de su percepción, es decir es algo subjetivo y de

causas variadas (Malbrán, 2006).

Por otro lado, es importante mencionar que la posición tradicionalista considera

el conflicto como negativo, pero esto ocurre porque no se tienen al respecto los

suficientes conocimientos y personas para enfrentarlo. De hecho, versiones mas

actualizadas, cada vez consideran más el conflicto como una oportunidad, que como un

problema. Por lo mismo, Davis y Newstrom (2002) suponen que no todos los problemas

derivan en conflictos, y aunque todo conflicto es potencialmente un problema, es

también una oportunidad. Bajo esta misma perspectiva estos autores señalan que los

conflictos pueden ser funcionales o disfuncionales. Los primeros corresponden a

conflictos que resultan beneficiosos para la organización, aumentando el rendimiento o

consolidando al grupo. Y el segundo tipo de conflicto posee carácter destructivo, y no

posee beneficios para ninguna de las partes involucradas. Disuelve vínculos, retarda la

eficiencia y reduce la comunicación (Malbrán, 2006).

En oposición a la visión que plantean Davis y Newstrom, se encuentra Martínez

de Murguía, quien considera que el conflicto implica la interrelación de dos partes

antagónicas cuyos intereses y aspiraciones se encuentran en contraste de modo

ocasional o permanente. Este enfoque más bien negativo de conflicto tendría su origen

en la diferencia de necesidades o deseos en ambiciones incompatibles, que inducen a las

partes a enfrentarse, en el intento de lograr su objeto. Bajo esta misma línea se

encuentra Marc Ross, en establecer como conflicto a las acciones de dos o más partes

que tienden por el control de materiales escasos o recursos simbólicos. Pero a diferencia

de Martínez de Murguía, lo constituye en un argumento mucho más confrontacional y

precisado por recursos concretos (Martínez de Murguía, 1999).

Con terminología similar, pero abordando una perspectiva más social y abstracta

en relación a los recursos, conflicto es una situación en que dos o más personas entran

en oposición o desacuerdo porque sus intereses, necesidades, deseos o valores son

incompatibles o son percibidos como tal. Juegan en estas situaciones un papel muy

importante las emociones, la percepción y los sentimientos, y donde la relación

interpersonal puede verse robustecida o deteriorada (Torrego, 2007).

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Para finalizar, Baruch (1996) propone conflicto como una ocasión crítica de

crecimiento en que se ve interrelacionados el fortalecimiento de la capacidad humana

para afrontar dificultades de toda clase, y la experiencia de expresar interés y

consideración por otros, implicando la integración de la autonomía personal y la

preocupación por otros. Como se puede distinguir, esta perspectiva integrativa considera

los aspectos psicológico, personal y contextual de conflicto, pero bajo una mirada

mucho más humanista.

En relación a la resolución de los conflictos, también encontramos variada

descripción al respecto, pero sobre todo, se encuentran términos comunes, tales como

mediación, negociación, participación, acuerdo, asistencia, etc. Pero todas recalcan la

necesidad de las partes de afrontar los conflictos por si mismas y requiriendo la

asistencia, mediación, o ayuda solo como una guía, la cual no debe juzgar, decidir,

tomar partido, ni manipular. El mediador no decide por las partes ni les dice que hacer,

sino que ayuda a que se escuchen y puedan llegar a un acuerdo parcial o total. En este

tema, Brett sugiere varios términos que pueden ayudar a comprender la resolución,

señala que ante un conflicto, a veces se puede resolver de manera competitiva, actuando

como si no hubiera nadie más en el mundo y buscando satisfacer sólo nuestro interés,

echándole siempre la culpa al otro. La otra manera de actuar, es de manera colaborativa,

y aquí se piensa no en sólo resolver y satisfacer nuestros intereses, sino también los de

la otra parte. Y finalmente señala que la clave en el asunto es la comunicación, la cual

resulta fundamental para abordar el problema, pues efectivamente ésta permite ajustar

los diferentes puntos de vista, integrarlos, y hallar una solución que beneficie a ambas

partes (Ury, Brett & Goldberg, 1995).

Los autores Davis y Newstrom (2002) establecieron que la posición ideal por

parte de los involucrados, cualquiera sea el ámbito de solicitud, corresponde a la

colaboración, pues en esta disposición, las partes aceptan el conflicto como real y están

dispuestas a buscar soluciones creativas con el fin de obtener el mejor resultado. Sin

dejar de preocuparse por las necesidades propias, se preocupan de las de la otra persona

y ven el conflicto como potencialmente beneficioso, estando dispuestas a cooperar

durante su resolución para la obtención de un objetivo en común (Malbrán, 2006).

Entonces, ante todo, la posición respecto del conflicto, como abordarlo, y las

medidas que optemos para su resolución deben ir en pos de la consecución de objetivos

en común, pero beneficiando los intereses personales y sin pasar a llevar al otro.

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Específicamente en el ámbito escolar, varios autores otorgan particulares

aportes. Thomas y Killmann proponen que hay que analizar las conductas en el

conflicto usando parámetros de asertividad y cooperación, siendo importante tener una

orientación hacia la tolerancia y la colaboración. Kreidler se basa en valores, creencias y

actitudes de autoevaluación donde deben presentarse características como cooperación,

comunicación, tolerancia, expresión emotiva y positiva e inclinación a resolver los

conflictos, características que tienen que expresarse en medidas para la resolución, y

que deben venir de parte de la autoridad de la escuela, de parte del estudiante, o

expresarse a través de la convivencia (Lowe, 1997).

Las estrategias de resolución de conflictos escolares están en directa relación con

la percepción que tengamos de los otros y del conflicto. Bajo eso, Moore propone

diferentes precisiones en cuanto a la forma de responder a estos disturbios. De partida

afirma que es posible realizar un rechazo del conflicto, que significa hacer de cuenta

que el conflicto no existe, evitando enfrentarlo, es evadir, ignorar o negar la situación de

conflicto. Otra forma de responder es a través de negociación informal, la cual busca la

solución del problema a través de una conversación informal entre las partes

involucradas. La tercera medida es una posible mediación, que implica una resolución

con la participación de un tercero imparcial. Algo similar resulta el arbitraje, medida

que corresponde a un proceso privado de resolución, en donde los afectados recurren a

un tercero y depositan en él las medidas de resolución. Y por último están las

estrategias resolutivas de cooperación, que quiere decir estrategias integradoras que

buscan una solución que satisfaga e integre las necesidades de ambas partes

(MINEDUC, 2000).

El tema de las habilidades sociales es un tópico que se viene trazando hace ya

decenas de décadas, pero que no ha dejado de perder su importancia, pues su

vinculación a los distintos aspectos de la vida del hombre ha resultado clave. Muchos

hablan de socialización, enculturación o incluso personalización, lo cierto es que las

habilidades sociales resultan fundamentales a la hora de explicar muchos de los

comportamientos humanos. Al respecto la bibliografía también es amplia y

enriquecedora, pero se han destacado algunas de las concepciones más relevantes.

De acuerdo a la definición de Ladd y Mize, el concepto de habilidades sociales

se refiere a las habilidades cognitivas y destrezas conductuales integradas en un curso

de acciones dirigidas a metas interpersonales y culturalmente aceptadas, todo para un

adecuado desarrollo social. Su adquisición constituye un aprendizaje continuo de

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patrones complejos, que incluye aspectos cognitivos, afectivos, sociales y morales que

se van adquiriendo a través de un proceso de maduración y aprendizaje, en permanente

interacción con el medio social. Acerca de eso hay muchas versiones aportadas por

distintos autores de la bibliografía al respecto. Por ejemplo, el modelo del Aprendizaje

Social sostiene que el desarrollo social responde a la interacción múltiple de factores

ambientales, individuales y conductuales. Bandura (1977), por otro lado, señala la

importancia de factores cognitivos, pues el aprendizaje requiere de agentes tales como

la percepción, atención, memoria, reproducción motora o motivación, los cuales

suponen procesos cognitivos complejos. Hidalgo & Abarca hablan también de una

propensión por parte del genotipo, no así de una predestinación, esto determinado por la

evidencia de las grandes diferencias individuales. Es mediante la interacción ambiente-

genotipo donde se sugiere la posibilidad de que factores ambientales afecten a los niños

diferencialmente como función de esa predisposición genética. Y sobre esta base

genética y predisponente en su interacción, el niño va desarrollando sus habilidades

sociales a través del aprendizaje. Es importante señalar que también existen una serie de

factores ambientales que también son predisponentes, tales como ciertos sistemas

familiares, las condiciones socio-económicas y culturales, etc. (Hidalgo & Abarca,

2000).

Bajo la visión de López, habilidades sociales es un concepto visto como una

competencia social, es decir las considera bajo un punto de vista de logro y obtención,

que agrupadas determinan un conjunto de comportamientos aprendidos y adquiridos.

Para la autora, las habilidades sociales se pueden considerar entonces como un conjunto

de conductas sociales dirigidas hacia un objetivo y que pueden aprenderse y que el

individuo es capaz de controlar (López, 1998).

Terry Faw define habilidades sociales como un conjunto de conductas

manifestadas en las relaciones con otras personas. Estas habilidades dotan a quien las

posee de una mayor capacidad para lograr los objetivos que pretende, manteniendo su

identidad personal y autovalía, sin dañara los demás (Faw, 1981).

Bárbara Powel destaca su carácter cooperativo, y las define como una serie de

conductas y gestos que expresan sentimientos, actitudes, deseos y derechos del

individuo, pero siempre de una manera adecuada y de modo que resuelven

satisfactoriamente los problemas con los demás (Powel, 2003).

Habilidades Sociales se refiere a las conductas precisas y obligatorias para

interactuar y relacionarse con los demás de forma efectiva y satisfactoria. Además se

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agrega que son capacidades o destrezas sociales específicas y necesarias, requeridas

para ejecutar competentemente una tarea interpersonal (Arón & Milicic, 1996).

Como es posible observar, existen muchas definiciones para explicar el concepto

de habilidades sociales. Pero todas contienen el denominador común de ser un conjunto

de comportamientos efectivos en las relaciones interpersonales. Además de resaltar el

carácter de aprendizaje que poseen, se destaca el hecho de que facilitan la relación con

los otros, la exigencia de los derechos propios sin negar los de los demás, y que facilitan

la comunicación emocional y la resolución de problemas.

Específicamente en la incorporación al sistema escolar, el niño se ve permitido y

obligado a desarrollar ciertas habilidades sociales más complejas y extendidas, ya que

éste debe adaptarse a otras exigencias sociales como diferentes contextos, reglas nuevas

y la necesidad de un espectro mas amplio de comportamiento social. Es un período

crítico respecto a las habilidades sociales ya que puede presentar serias dificultades

antes no tan claramente detectadas. Si bien esta etapa puede resultar critica, en

definitiva el desarrollo de las habilidades sociales es un proceso de aprendizaje

permanente durante toda la vida, y está determinado por la interacción del sistema

interpersonal, el cual debe ir adaptándose a las diferentes tareas y funciones que cada

persona debe cumplir, para adaptarse y enfrentar las problemáticas propias de cada

etapa de la vida (Hidalgo & Abarca, 2000).

Pero ocurre un tema particular, y es que las competencias sociales y las

habilidades de interacción social en la infancia y la adolescencia, en general no se

trabajan ni se enseñan de forma activa, deliberada y metódica dentro del contexto

escolar. La competencia social se olvida y se relega, o no se enseña sistemáticamente.

La escuela todavía sigue focalizando su atención en los aspectos intelectuales más

relacionados con el éxito académico, olvidando o relegando la enseñanza persistente de

comportamientos de bienestar interpersonal y personal (Escudero, 1980).

1.4. Definición general elaborada

A partir de todo lo anteriormente dicho y tomando las definiciones que se tienen

de los distintos conceptos en conjunto, es posible trazar una definición general, de

carácter global, integrativo, actualizada y depurada.

Incorporando todos los temas es posible establecer como conflicto a una

situación real y natural de oportunidad, que exige la interrelación de dos o más partes

(ya sean personas, grupos, entidades, etc.) en donde existe una incompatibilidad o

divergencia de intereses en un ámbito material, moral, jurídico, social, o cualquiera sea

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éste. Su resolución debe pasar por aceptar el conflicto y estar dispuesto a determinar

soluciones para buscar el mejor resultado para ambos, estando dispuestos a claudicar y

dominar las necesidades propias y ajenas. Se habla así de una negociación colaborativa

en que las partes involucradas puedan satisfacer sus necesidades, es decir, que todos

ganen.

Para llegar a esto, antes hay que conocer bien cuales son los intereses de la otra

persona y sus razones de demanda. Así es como se genera un diálogo, una conversación

en donde los involucrados que tienen el conflicto empiezan a negociar, por lo que se

requiere de un buen autocontrol emocional para concretar tal negociación, y sobre todo

de la comunicación, base específica y efectiva de las llamadas habilidades sociales.

Estas habilidades sociales demuestran capacidades o habilidades personales para

una correcta interacción social, que determina una consecución eficaz de objetivos a

seguir en el ámbito de las relaciones y la resolución de problemas. Estas destrezas se

constituyen a partir del aprendizaje a través de los medios familiar, social, comunitario,

personal, etc., y gracias a ellas es posible abordar los conflictos desde una perspectiva

positiva considerando los intereses de la otra parte, sin dejar de lado los nuestros,

estableciendo un marco de colaboración y reciprocidad, pero sobre todo de

comunicación.

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2. Desarrollo

2.1. Presentación de teorías planteadas durante los años

Una de las primeras teorías que empezó a indagar el tema de los conflictos

escolares, la convivencia escolar y las habilidades sociales fue la teoría de resiliencia y

riesgo. Esta aborda el tema tratando de explicar por qué algunas personas responden

mejor al estrés y la adversidad que otras. Esta teoría postula que hay factores internos y

externos que protegen contra el estrés social o el riesgo a la pobreza, la ansiedad o el

abuso (Mangrulkar,L., Whitman,C. y Posner,M., 2001).

Si un niño cuenta con factores protectores fuertes, podrá resistir las conductas

poco saludables que a menudo resultan de estos elementos de estrés o de riesgo. Los

factores de protección interna incluyen la autoestima y el control interno, mientras que

los factores externos son principalmente el apoyo social de la familia y la comunidad,

tales como modelos positivos o servicios de salud (Luthar y Zigler, 1991; Rutter, 1987).

De acuerdo a Bernard (1991), las características que distinguen a los jóvenes

adaptables son la capacidad social, las habilidades de resolución de conflictos,

autonomía y tener un sentido de propósito. Aunque el medio social de estos individuos

está marcado por el riesgo, también tienen “cualidades protectoras, incluyendo personas

que se preocupan y les apoyan, grandes expectativas y oportunidades de participación y

compromiso” (Meyer y Farrell, 1998, pág. 472).

Los programas de prevención pueden estar dirigidos a una amplia gama de estos

determinantes etiológicos. Comprender la relación del niño con el medio ambiente es la

base de lo que a menudo se llama un enfoque amplio de prevención. Tal enfoque

emplea estrategias que aumentan al máximo la resiliencia y minimizan el riesgo,

involucrando no sólo al joven, sino también a la familia y la comunidad, a los

proveedores y otros profesionales en el servicio de salud (Mangrulkar, et al .2001).

Esta teoría de resiliencia y riesgo provee una parte importante del enfoque de

habilidades para la vida:

Las habilidades socio-cognitivas, la aptitud social y las habilidades de resolución

de conflictos sirven como mediadores de conductas, tanto positivas como negativas. En

otras palabras, los programas de habilidades para la vida diseñados para prevenir

conductas problemáticas específicas (por ejemplo, actividad sexual de alto riesgo,

rechazo social) o promover conductas positivas específicas (por ejemplo, relaciones

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sanas con los pares, adaptación positiva en la escuela) no se ocupan simplemente de la

conducta directamente.

Más bien, acrecientan las aptitudes o habilidades que han demostrado ser

mediadoras de las conductas (Mangrulkar, et al .2001).

Es aparente que no hay una relación directa entre los factores de riesgo y los

resultados conductuales. “Descubrimientos recientes en la epidemiología conductual

indican que los problemas sociales y psíquicos y las conductas de alto riesgo a menudo

ocurren en forma concurrente como un patrón organizado de conductas adolescentes de

riesgo.” (Greenberg y cols., 1999). Aquellos programas que enseñan habilidades

emocionales y sociales tuvieron efectos positivos en bastantes áreas, tales como la

disminución de la agresividad en los muchachos, disminución de suspensiones y

expulsiones, disminución del uso de drogas y la delincuencia, mejora en las

calificaciones y aumento de los lazos positivos con la escuela y la familia (Hawkins y

cols., 1992).

Luego se presenta la Teoría de la conducta problemática. Esta teoría, fue

desarrollada por Richard Jessor, reconoce que la conducta adolescente (incluyendo

conductas de riesgo) no surge de una sola fuente, sino que es el producto de complejas

interacciones entre los individuos y su entorno. La teoría de la conducta problemática se

ocupa de las relaciones entre tres categorías de variables psicológicas:

1) el sistema de la personalidad;

2) el sistema del medio ambiente percibido

3) el sistema conductual.

El sistema de la personalidad incluye “valores, expectativas, creencias, actitudes

y orientación hacia uno mismo y hacia la sociedad.” El sistema del medio ambiente

percibido tiene relación con la percepción de la actitud de amigos y parientes hacia las

conductas. Y, similar a Bandura, el sistema conductual generalmente se describe como

el conjunto de ciertas conductas socialmente inaceptables (el uso de alcohol, tabaco y

otras drogas, conducta sexual de personas menores de cierta edad, delincuencia, etc.)

(Mangrulkar,L., Whitman,C. y Posner,M., 2001).

Cada sistema psicosocial contiene variables que actúan como instigadores o

controles de conductas problemáticas. La fuerza de estas variables resulta en una

predisposición: la posibilidad de que ocurra una conducta problemática (Jessor,

Donovan y Costa, 1991).

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Los instigadores debilitantes o controles de fortalecimiento ayudan a disminuir

“la predisposición general de un niño hacia las conductas problemáticas” (es decir, la

posibilidad de que el niño se involucre en conductas problemáticas o poco saludables).

En sus primeros trabajos, Jessor ayudó a promover el desarrollo de enfoques de

habilidades para la vida que incluían estrategias en los tres sistemas. En años más

recientes, Jessor y la teoría de la conducta problemática han descrito otros dos sistemas

de influencia, el ambiente social (que incluye factores como la pobreza y la estructura

familiar) y la biología /genética (incluyendo variables tales como el historial de

alcoholismo en la familia y la alta inteligencia (Jessor, 1992).

La biología genética (al igual que la mayor parte de la investigación en genética)

puede ser útil para identificar niños con una propensión genética hacia ciertas conductas

de riesgo (como el alcoholismo), pero su uso en la prevención todavía es limitado. El

dominio del ambiente social identifica otras variables (conductas tales como un

desempeño escolar insuficiente) que se correlacionan con conductas de riesgo (tales

como el uso de alcohol y otras drogas). Si estas variables cambian, afectarán a otras

(Mangrulkar, et al .2001).

Esto no toma en cuenta el trabajo de los eslabones causales entre las variables.

Así, desarrollar conductas como la clarificación de valores (para entender mejor los

propios valores y creencias) y el pensamiento crítico (para reconocer claramente y

analizar los valores del ambiente social) puede influenciar la conducta (Mangrulkar, et

al .2001).

Además, estas conductas pueden ser aún más efectivas en coordinación con

programas que afectan otras variables, tales como programas de reducción de la

pobreza, servicios clínicos de salud o prevención de la deserción escolar (Mangrulkar, et

al .2001).

No cabe duda que al mencionar la palabra educación, se hace necesario aludir a

la entidad educativa y a sus distintos elementos que están involucrados en el proceso de

enseñanza aprendizaje tales como estudiantes, familia y el ambiente social que lo rodea

(Navarro, 2003).

La escuela según Levinger (1994), ofrece al estudiante la oportunidad de

adquirir técnicas, conocimientos, actitudes y hábitos que promuevan el máximo

aprovechamiento de sus capacidades y contribuye a neutralizar los efectos nocivos de

un ambiente familiar y social desfavorables. Un estudio sobre el clima escolar:

percepción del estudiante, De Giraldo y Mera (2000) concluyen que si las normas son

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flexibles y adaptables, tienen una mayor aceptación, contribuyen a la socialización, a la

autodeterminación y a la adquisición de responsabilidad por parte del estudiante,

favoreciendo así la convivencia en el colegio y por tanto el desarrollo de la

personalidad; por el contrario si éstas son rígidas, repercuten negativamente, generando

rebeldía, inconformidad, sentimientos de inferioridad o facilitando la actuación de la

persona en forma diferente a lo que quisiera expresar (Navarro, 2003).

Mientras que las relaciones entre los compañeros de grupo son sólo uno de los

muchos tipos de relaciones sociales que un alumno debe aprender, no es de sorprenderse

saber que los estudios que analizan el estilo en que los padres educan a sus hijos nos

permitan tener algunos indicios que ayudan entender el desarrollo de capacidades

sociales dentro de un grupo social de niños (Navarro, 2003).

En cuanto al rol de los padres en el desarrollo de la competencia social, Moore

(1997) describe que los padres se interesan por las interacciones más tempranas de sus

hijos con sus compañeros, pero con el paso del tiempo, se preocupan más por la

habilidad de sus hijos a llevare bien con sus compañeros de juego, asimismo Moore

(1997) postula que en la crianza de un niño, como en toda tarea, nada funciona siempre.

Sin duda el modo autoritario de crianza funciona mejor que los otros estilos paternos

(pasivo y autoritativo) en lo que es facilitar el desarrollo de la competencia social del

niño tanto en casa como en su grupo social. Los altos niveles de afecto, combinados con

niveles moderados de control paterno, ayudan a que los padres sean agentes

responsables en la crianza de sus hijos y que los niños se vuelvan miembros maduros y

competentes de la sociedad. Probablemente, los niños de padres autoritativos, es decir,

aquellos cuyos padres intentan evitar las formas de castigo más extremas (ridiculización

y/o comparación social negativa) al criarlos, puedan disfrutar de éxito dentro de su

grupo social (Navarro, 2003).

A su vez Hartup (1992) sugiere que las relaciones entre iguales contribuye en

gran medida no sólo al desarrollo cognitivo y social sino, además, a la eficacia con la

cual funcionamos como adultos, asimismo postula que el mejor predictor infantil de la

adaptación adulta no es el cociente de inteligencia (CI), ni las calificaciones de la

escuela, ni la conducta en clase, sino la habilidad con que el niño se lleve con otros. Los

niños que generalmente son rechazados, agresivos, problemáticos, incapaces de

mantener una relación cercana con otros niños y que no pueden establecer un lugar para

ellos mismos en la cultura de sus iguales, están en condiciones de alto riesgo (Hartup,

1992).

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Algunos de los posibles riesgos serian: salud mental pobre, abandono escolar,

bajo rendimiento y otras dificultades escolares, historial laboral pobre y otros (Katz y

McClellan, 1991). Dadas las consecuencias a lo largo de la vida, las relaciones deberían

considerarse como la primera de las cuatro asignaturas básicas de la educación, es decir,

aunada a la lectura, escritura y aritmética. En virtud de que el desarrollo social comienza

en los primeros años, es apropiado que todos los programas para la niñez incluyan

evaluaciones periódicas, formales e informales, del progreso de los niños en la

adquisición de habilidades sociales (Katz y McClellan, 1991).

El ser humano por el hecho de vivir en sociedad está constantemente influido

por las personas que lo rodean. El niño aprende de estas personas a través de las

informaciones que de ellas recibe. Las primeras son aquellas de lo que se le permite y

de lo que no se le permite hacer. Es así como el niño va recibiendo la información de lo

que es permisible, aceptable o deseable dentro de la familia, grupo o comunidad en que

se desenvuelve.

Por otro lado el niño a través de esta interacción con otras personas aprende a

buscar soluciones a los conflictos propios de la convivencia humana. Para ello es

fundamental que tome conciencia que en el intercambio con otros niños va aprendiendo

cómo son las cosas, personas, cómo es él y las posibles relaciones que pueden existir

entre él y los otros (Lavanchy, 1994).

Todo grupo humano reglamenta sus relaciones a partir de los valores que ha

hecho propios; por ejemplo nuestra sociedad básicamente cristiana fundamenta sus

valores en los principios cristianos

Debemos ayudar a los niños a que en sus relaciones diarias vayan tomando

conciencia de que las normas rigen la convivencia responden a y están avaladas por

valores (Lavanchy, 1994).

Pensamos que las siguientes manifestaciones representan aprendizajes en ese

sentido: 1) Identifica normas establecidas: el niño reconoce una norma cuando se le

repite, indicando este hecho o él repite la norma cuando se le pregunta qué debe hacer

en la circunstancia precisa. 2) Identifica valores básicos de su comunidad: el niño repite

lo esperado en cuanto a razones de sus acciones (Lavanchy, 1994).

2.2. Variables intervinientes

Es debido analizar cada sistema en el que se desenvuelven las habilidades sociales

de los niños y su capacidad para resolver conflictos.

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En primer lugar está el niño, el que debe ser descrito en sus cuatro aspectos más

importantes para conocer con que individuo se está tratando.

El desarrollo de un niño que inicia sus años de escolaridad es lento pero constante.

Tienen un crecimiento continuo, mayor control de sus cuerpos y una constante in

quietud de exploración de sus capacidades. Sumado a esto, están las diferencias que se

presentan entre sexos, culturas, nutrición, salud y factores genéticos.

1) A estas alturas, el desarrollo motor de los niños los capacita en muchas

habilidades como la escritura, dibujar, vestirse, peinarse, saltar, correr, etc. Se

vuelven individuos con iniciativa y competencia. Las diferencias entre sexos son

mínimas.

2) Durante los primeros años de colegio, el desarrollo cognitivo de los niños les

permite resolver problemas con sus pares, poseen un pensamiento más lógico y

menos egocéntrico. En esta etapa se incluyen los problemas matemáticos.

3) EL desarrollo moral de los niños está regido por relaciones de restricción, en

primera instancia dominadas por adultos con autoridad para ellos, y

posteriormente por ideas propias, lo que se conoce como relaciones de

cooperación en donde los niños intercambian perspectivas en un contexto de

respeto mutuo. Los profesores deben respetar y escuchar la opinión de sus

alumnos y apoyarlos o corregirlos en un clima de clase en el que se fomenten los

valores de las personas.

Todos estos aspectos del niño lo guían por un buen crecimiento, a convertirse paso a

paso en adulto, lo tiene como consecuencia el pensar y comportarse como tal (Morrison,

2005).

En segunda posición está la familia, como primera educadora de sus hijos tiene un

rol fundamental en la formación de adultos adaptados a la sociedad en la que viven. De

este círculo surge en el niño la capacidad de interdependencia e intercambio, una unión

entre el niño y su entorno próximo y directo, como distante e indirecto. La familia es

tanto la cuna de las relaciones sociales como las buenas costumbres, hábitos

beneficiosos para sí mismo como para su mundo; aparte de eso es el principal educador

de las virtudes que cuentan los futuros alumnos ( Fernández,2001)

Los padre son considerados los lideres de una familia, estos funcionan como

modelos a imitar y a los cuales se les respeta. Estos son los encargados de enseñar a sus

hijos a tolerar, a ser responsables y vivir con sus pares y a resolver conflictos de una

manera positiva, que este al servicio de su desarrollo. Sin embargo a lo largo del tiempo

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también han surgido cambios dentro de la conformación familiar; el mayor de estos

ejemplos lo constituye el doble rol que debe desempeñar la mujer dentro del matrimonio

y futura familia, por un lado como madre y por otro lado como trabajadores fuera del

hogar. Otro cambio producido por el paso de las generaciones es el nivel de estrés que

demanda la vida hoy en día. Estos niveles sumamente elevados de estrés, afectan tanto

al niño, como a sus padres lo que a su vez crea un nuevo círculo de estrés como familia,

el que influye en los límites presentes dentro del sistema familiar, el tiempo que sus

miembros comparten, la confusión de roles, miembros que presenten diferentes

adicciones y el aumento considerable de divorcios o madres solteras (Fernández, 2001).

Sin embargo, es posible mencionar ciertas cualidades que son necesarias para iniciar

un método de educación eficaz en los niños dentro de la familia como: crear un

ambiente motivado por el amor, formar la capacidad del entendimiento y comprensión

necesaria para solucionar conflictos, fortalecer la voluntad, desarrollar la afectividad,

tener en cuenta un programa de vida e inculcar los valores humanos fundamentales

(Enkvist, 2006).

En un tercer y último lugar, pero no menos importante, se encuentras los profesores;

personas que deben ser capaces de ver a los niños de forma diferente y darse cuenta de

que son capaces de aprender un determinado contenido a una edad especifica. El ser un

mejor profesional implica que la educación que sea capaz de practicar contribuirá a una

enseñanza de calidad. Esta profesionalidad tiene 4 dimensiones integradas e igualmente

importantes.

La dimensión personal incluye las características personales como

comportamiento ético y moral y cualidades valóricas altas; cualidades emocional

(altruismo, preocupación, confiabilidad, tolerancia, afabilidad y amabilidad, etc.)

y salud física (bienestar y energía) como también mental (visión positiva de la

vida).

La dimensión educativa tiene relación con el programa de estudios que ha

seguido el profesional ya sea licenciatura, diplomado, magíster, entre otros.

Dimensión personal se refiere a la práctica, experiencia y capacitación que posea

el individuo. Conocer a los niños y a su familia, planificar, reflexionar, evaluar,

enseñar, pensar, colaborar con niños y apoderados y buscar continuamente un

perfeccionamiento profesional.

Dimensión pública quiere decir que un individuo es capaz de desenvolverse en

actos como la mediación entre los entes de una escuela, comunicar al publico lo

16

Page 17: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

que significa ser educador y ayudar a las familias para que consigan el éxito en

conjunto; y por último actuar de la mejor manera con el fin de representar a los

niños y a sus padres (Enkvist, 2001).

El profesor es un comunicador y un modelo, según Thomas Gordon (1918-2002),

los profesores deben usar este medio como principal ayuda para construir buenas

relaciones con el niño, de tal manera que incentiven la responsabilidad, orientación,

autodeterminación, autocontrol y autoevaluación.

1. Identificar el problema: el profesor debe ser capaz de identificar quien o quienes

están en conflicto y a la vez definir cuál es el problema de una manera no

acusatoria. El profesor también puede ser el portador de problemas lo importante

es que sepa identificarlo y abarcarlo.

2. Escucha activa: un buen profesional es quien da tiempo, dedicación y atención al

alumno que está hablando, así es posible fortificar la comunicación dentro del

aula y hacer que los niños ayuden a enmendar un problema generando posibles

soluciones con estos.

3. Reflexión sobre los mensajes: es un método en donde la persona que habla

medita sobre sus verdaderos sentimientos en relación a una situación o evento.

El objetivo de un educador es especializarse en su profesión, ayudar a hacer frente al

reto de educar a los niños, dialogar y aconsejar a padres y apoderados sobre el cuidado y

enseñanza de sus hijos y contribuir a la mejoría progresiva de los sistemas educativos

(Morrison, 2005).

Además de estos 3 sistemas que afectan en la educación de los niños, diversos

estudios identifican otras variables que influyen en la formación de los menores, estos

son:

1. Impacto de la televisión: la televisión actualmente se ha vuelto la principal fuente

de recreación de los niños. Añadido a esto, es sabido que la enseñanza hoy en día es

distinto a de tiempos pasados; las escuelas cada vez mandan menos tareas a sus alumnos

por los que estos tienen mayor tiempo de ocio, transformando a este medio de

comunicación el principal educador de los niños. Es importante mencionar que los

contenidos televisivos en ésta época carecen de contenidos educativos y exceden en

violencia, programas de entretenimiento irracional y altos índices de imágenes

relacionadas con el sexo (Enkvist, 2006).

17

Page 18: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

2. Violencia en la escuela: producto de una enseñanza descuidada dentro del hogar,

un porcentaje importante de niños presentan conductas antisociales, carecen de la moral

necesaria para respetar a los demás, y hacerse responsables por sus actos; intimidan a

sus compañeros amenazándolos y abusando de la introversión que presentan algunos, o

de las deficiencias físicas que presentan otros (Enkvist, 2006).

3. Era de la tecnología: el uso de variadas tecnologías ha tenido un abrupto

crecimiento en la sociedad juvenil. Los beneficios de esta nueva era son muchos, sin

embargo también existen consecuencias negativas ya que el uso de internet abre las

puerta hacia la información y conexión pero también se las abre a contenido no apto

para escolares y diversos contactos de mala influencia (Enkvist, 2006).

4. Contexto social: La sociedad actual y su estructura social con grandes bolsas de

pobreza y desempleo favorecen contextos sociales donde es más propicio un ambiente

de agresividad, delincuencia y actitudes antisociales. Se ha visto que la violencia no

afecta a todos por igual: son los niños, las mujeres y los marginados aquellos que más

sufren sus secuelas Existe una responsabilidad social de mejorar la calidad de los niños

y jóvenes que se encuentran en situación de riesgo y desamparo. Esta responsabilidad ha

de ser compartida por diferentes instituciones sociales, siendo la escuela una de ellas

(Fernández, 1999).

5. Colegios: Factores internos de la propia institución también favorecen la

agresividad, puesto que el propio estamento escuela presupone un formato y unos

principios básicos de socialización. Esta socialización se efectúa basada en un principio

de equidad, y esta equidad intenta igualar las discrepancias y diferencias dentro de la

sociedad. A la vez la escuela se fundamenta en una jerarquización y organización

interna que en sí misma alberga distensión y conflicto. Sin entrar en la polémica del

formato de escuela que se da en nuestra sociedad, consideramos que los rasgos más

significativos que comportan un germen de agresividad son:

a) La crisis de valores de la propia escuela, donde la dificultad de aunar referentes

comunes por parte de los profesores y comunidad educativa, además de la necesidad de

aclarar dudas críticas tales como ¿para qué la escuela, ¿Qué finalidades persigue la

escolarización obligatoria?, ¿Qué valores son esenciales e imprescindibles para toda

persona? y ¿Cuál es el papel que debe cumplir la educación en el gran entramado

social?, provocan una disparidad de respuestas y puntos de vista diferentes.

18

Page 19: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

b) Las discrepancias entre las formas de distribución de espacios, de organización

de tiempos, de pautas de comportamiento los contenidos basados en objetivos de

creatividad y experimentación, incoherentes con su contexto de aula.

c) El énfasis en los rendimientos del alumno con respecto a un listón de nivel con

poca atención individualizada a cada caso concreto y, en última instancia, con la

necesidad de incluir su progreso académico dentro de los marcos de la norma. Esto

produce fracaso escolar, lo que representa fracaso social para el adolescente.

d) La discrepancia de valores culturales distintos a los estipulados por la institución

escolar en grupos étnicos o religiosos específicos. Los roles del profesor y del alumno,

que suponen un grado o nivel superior y otro inferior, creando una asimetría con

problemas de comunicación real.

Las dimensiones de la escuela y el elevado número de alumnos que impide una

atención individualizada al sumergirse en una masificación donde el individuo no llega

a crear vínculos afectivos y personales con adultos del centro. Aquí incluimos la alta

ratio de las clases en las que el profesor se siente impotente ante el exceso de

necesidades que demanda su labor (Fernández, 1999).

La integración de inmigrantes a la cultura, sistemas de educación diferenciada y el

contexto cultural son situaciones que no siempre se presentan en el desarrollo de un

niño, más bien son hechos no normativos, es decir, tienen una presencia casual y

azarosa, pero al momento de existir puede influir directamente en la educación escolar

de un niño (Enkvist, 2006).

Para el siguiente resumen se analizará brevemente la relación entre profesor-

profesor y alumno- alumno, para en la siguiente continuar con profesor-alumno

(Fernández, 1999).

a) Relación profesor-profesor

La cohesión interna del claustro de profesores, su vinculación personal y respeto

profesional es primordial para una tarea educadora. Existen diferentes puntos dentro de

las relaciones entre los profesores que pueden afectar el clima educacional, entre estos

existen:

• Grupos enfrentados.

• Falta de consenso sobre estilos de enseñanza y normas de convivencia.

• Dificultades de trabajo en equipo.

19

Page 20: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

• Falta de respeto de la valía personal de otros profesores, falta de apoyo de otros

compañeros.

• Poca implicación en la toma de decisiones.

La relación profesor-profesor ejerce una fuerza y motivación primordial

investigar sobre el clima escolar. Uno de los aspectos más importantes es «el respeto

entre compañeros». La posibilidad de crearse bandos de poder, de crítica destructiva y

no asertiva, ocasiona en muchos casos un deterioro en las relaciones interpersonales

profesionales. Son los profesores los primeros modelos ante los alumnos en el centro

escolar, el clima de relaciones entre estos repercute directamente en la percepción que

los alumnos tienen de la convivencia. Mejorar las relaciones interpersonales y

profesionales entre el profesorado redunda en un clima de compromiso y confianza que

favorece las decisiones colectivas, el compartir sentimientos y dudas, y en actuaciones

coherentes ante el alumnado (Fernández, 1999).

b) Relación alumno-alumno

Es creciente el interés que la díada relacional entre iguales despierta en los

pedagogos y psicólogos de la educación. Para el adolescente en situación de riesgo, uno

de los núcleos fundamentales alrededor de los que gira su percepción de la realidad con

sus iguales son el grupo en que se convierte el campo de experiencias sociales y los ojos

a través de los cuales contempla el mundo. Los factores más importantes dentro del

clima educacional son los siguientes:

• Grupos de presión. Grupos dominantes.

• Falta de respeto y solidaridad entre alumnos.

• Agresiones cotidianas. Victimización entre alumnos (Fernández, 1999).

c) Relación profesor-alumno

El rol de profesor y alumnos ha de tener en cuenta su diferencia. Los alumnos por

ley se ven obligados a presentarse en el colegio. Actualmente la edad obligatoria para

todos los niños/as de Chile es de dieciocho años. Nuestros muchachos son educados y

socializados a través de nuestro sistema educativo además de su familia. No hay otra

alternativa. Existe una gran diferencia de poder entre ambos roles. El alumno

hipotéticamente juega el papel de sumisión. El profesor es un adulto, dirige la acción

educativa, representa autoridad y es experto en aquello que enseña.

Sin embargo, las condiciones de instrucción y de desarrollo curricular están

cambiando a pasos agigantados. La cuestión es: ¿Estamos preparados para los nuevos

roles y formas de proceder que se han de favorecer en la escuela? Si en décadas

20

Page 21: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

precedentes se esperaba que los alumnos se adaptaran al profesor en grado mayor que

este se adapta a los alumnos, actualmente el mensaje ha cambiado rotundamente. Es el

profesor el que ha de adaptarse al tipo de alumnado con quien convive. Los dos roles

básicos del comportamiento del profesor son los de instructor y de mantenedor o

cuidador del orden.

1) Como instructor: determina qué deben aprender los alumnos, estimula el aprender,

asesora e impulsa la planificación de contenidos. Evalúa y analiza necesidades de

aprendizaje.

2) Como mantenedor del orden: supervisa la dinámica de la clase, predice posibles

conflictos e interviene preventivamente, mantiene las normas de aula y dirige las

actividades para que no surjan des- ganas o falta de implicación.

El profesor se compromete en la nueva ley de educación a animar, impulsar, e

instruir el proceso educativo de los alumnos. Esto implica un cambio sustancial en el

que el alumno y sus necesidades se convierten en el centro de atención y la relación

profesor-alumno varía en cuanto a la calidad de su vinculación. El profesor actúa según

cada circunstancia particular lo demande.

Su «saber hacer» a menudo se ve interrumpido por la dinámica de aula, las relaciones

entre los alumnos y la motivación de estos. A manera de resumen, algunos de los

problemas que conlleva esta díada se pueden enumerar en los siguientes aspectos:

1. Con respecto al alumnado:

a) Falta de motivación o interés por el área o por aprender.

b) Fracaso escolar asociado a baja autoestima y falta de motivación.

c) Alumnos disruptivos que impiden el aprendizaje de los demás.

d) Falta de comunicación sobre temas personales del alumnado.

2. Con respecto al profesorado:

a) Modelado de poder por parte del profesor.

b) Contenidos y metodologías poco atractivas.

c) Poca sensibilidad hacia el entramado relacional de los alumnos, poca inclusión

de los sentimientos dentro del currículum. (Currículum oculto)

e) Dificultad en el control de grupos, de comunicación y autoridad (Fernández,

1999).

Otras variables a considerar son el género y el lugar donde se llevan a cabo

los malos tratos

21

Page 22: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Refiriéndose a la primera variable, los alumnos que suelen pelearse,

amenazar a otros, robar cosas, poner motes, insultar, acosar sexualmente, etc. son

de sexo masculino, tan solo en un tipo concreto de conducta violenta sobresalen las

chicas y es en la forma de excluir a los otros difundiendo rumores inciertos,

hablando mal de los otros, ignorando, etc. Por lo tanto, como afirman muchos

autores, las formas de agresión directa suelen ser típicas de los chicos, mientras que

las formas de agresiones indirectas y psicológicas suelen ser más común en las

chicas (Cerezo, 1997; Oweus, 1998).

En lo referente al lugar donde suelen cometerse los actos de violencia, el

patio es el lugar donde suelen producirse las peleas, las agresiones físicas directas,

aunque este tipo de conductas también tienen una fuerte presencia en la clase. Por

otro lado, el baño es el lugar idóneo para esconder cosas y los alrededores del

centro para amenazar con armas. Sin embargo, el lugar donde suelen cometerse con

mayor frecuencia insultos, acosar sexualmente a algún compañero/a, romper o

robar cosas es en el aula, resultando curioso que el lugar donde se supone que debe

haber mayor vigilancia es donde se de una mayor variedad de situaciones

conflictivas (Etxeberría, Esteve y Jordán, 2001).

2.3. Actualidad y contexto

Hoy en día es necesario conocer a fondo el sistema en el que la educación se

desenvuelve, de tal manera que las habilidades interpersonales de los niños y la forma

en que estos llegan a buen puerto tras la resolución de un conflicto sea la más adecuada

para su posterior adaptación a la sociedad (Enkvist , 2006).

La educación de hoy tiene un par de consideraciones importantes:

1) La enseñanza se basa en principios que especifican que los profesores deben

conocer lo que saben sus alumnos y lo que estos pueden hacer.

2) Tanto docentes como sostenedores se basan en los resultados que impone el

estado para un periodo determinado según un grupo etáreo específico.

3) Evaluar el aprendizaje de los menores para determinar sus logros y sus

limitaciones en cada uno de los centros educativos (Morrison, 2005).

Además de estas consideraciones, existen estudios que han planteado una serie de

cambios en el sistema de educación que hacen más efectivo el aprendizaje de los

alumnos dentro del aula.

Cambiar las prácticas de enseñanza, pasando de un sistema solitario y

monótono, a uno grupal y más interactivo; de tal modo de fomentar la

22

Page 23: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

socialización en la sala de clases. De esta forma es posible planificar y crear

estrategias en grupos de pares con la intención de fomentar el aprendizaje.

Incluir en el aula todas aquellas asignaturas o talleres que ejerciten por

completo cada uno de los aspectos de los niños, asegurando una ayuda a los

niños en el aprendizaje y recreación educativa.

Considerar que la base real de la educación es el pensamiento; ya que

actualmente el pensamiento, las habilidades sociales y la capacidad para

solucionar problemas tienen menos importancia que las matemáticas, ortografía

o las leyes físicas.

Implantar clase a clase el aprendizaje cooperativo en lugar de situaciones que

fomenten la competencia entre los niños, ya que el primero estimula el trabajo

entre pares, la responsabilidad y mejora los conocimientos de los niños sobre el

tema.

Crear maneras de ayudar a los alumnos a utilizar las herramientas aprendidas en

la escuela y aplicarlas en contextos que liguen a los niños con su futuro, la vida

adulta y laboral.

Conocer y satisfacer las necesidades de los niños en cada una de las etapas del

desarrollo, lo que implica una ambiente seguro, afectivo y activo (Morrison,

2005).

Sin embargo entregar un adecuado y oportuno apoyo familiar a los niños, lo que

también incluye que padres y apoderados conozcan el lugar donde son matriculados sus

hijos, a sus profesores y sostenedores, el programa de enseñanza, entre otros, enriquece

sustantivamente el proceso de aprendizaje de los alumnos en la etapa escolar en

conjunto (Morrison, 2005).

A lo largo del tiempo, se han buscado diversos programas que busquen evaluar que

se cumplan los aspectos mencionados. Hammond (1973) y Midkiff (1987) plantearon 2

propuestas individuales que indicarían las características básicas que debe presentar una

evaluación de un programa educativo; estas se resumen principalmente en 5 preguntas

que evalúan distintas dimensiones relacionadas con el ámbito educativo, estas son:

1. ¿A quién evaluar?: se refiere al objeto de evaluación, pueden sr alumnos,

profesores, sostenedores, etc.

2. ¿Para qué evaluar?: con qué fin se realizará la evaluación.

23

Page 24: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

3. ¿Qué aspectos del programa se evaluarán?: alude a las características que

formaran parte de la evaluación.

4. ¿Qué evaluar del alumno?: evaluar alguna conducta, alguna habilidad, algún

logro, etc.

5. ¿Cuándo evaluar?: periodo de tiempo en que se realizará la evaluación y las

consecuencias que tendrá el realizarlo en ese momento.

Generalmente el objetivo principal de estos estudios radica directa o indirectamente

con los alumnos, y su meta es incrementar el rendimiento académico, habilidades

personales, sociales y conductuales de estos. Si la evaluación es enfocada en la familia,

que es la responsable de la educación de sus hijos y de delegar esta función a sus

educadores; a los educadores, contextos educativos (ubicación de la escuela, calidad de

sus enseñadores, oportunidades ofrecidas para los alumnos, infraestructura, etc.), o

referido al sistema de educación; siempre repercutirá con mayor o menor grado de

influencia en los niños en formación (Fernández-Ballesteros, 2001).

Es por lo anteriormente señalado que para Chile la convivencia escolar democrática

es un contenido relevante del actual sistema educativo. De acuerdo a la definición

establecida en La Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) la finalidad de la

educación es el desarrollo de las personas, capacitándolas para convivir y participar en

forma responsable y activa en la comunidad. En concordancia con esta finalidad, la

Comisión Nacional de Modernización de la Educación que elaboró el informe base de la

reforma educativa (1994), coincidió en un conjunto de finalidades fundamentales, de

carácter ético valórico, que deben orientar el currículum. Entre otras finalidades

fundamentales, el informe señala que el programa común de formación debe ofrecer la

posibilidad de desarrollar el sentido de convivencia democrática de los y las estudiantes.

Teniendo en consideración lo propuesto por la Comisión Nacional de

Modernización de la Educación y lo establecido en el artículo 2º de la Ley Orgánica

Constitucional de Enseñanza, se estableció como principio orientador para formular los

Objetivos Fundamentales Transversales que: La educación chilena busca estimular el

desarrollo pleno de todas las personas, promover su encuentro respetando su

diversidad, y, sobre esta base, formarlas tanto dentro de valores que revisten de sentido

ético a la existencia personal, como en la disposición para participar y aportar,

conforme a su edad y madurez, en una convivencia regida por la verdad, la justicia y la

paz.

24

Page 25: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

De esta manera, en el Marco Curricular de Enseñanza Básica, en el de Enseñanza

Media y en el de Educación de Adultos, se han incluido varios Objetivos Fundamentales

Transversales que se relacionan en forma directa con este tema. De acuerdo al diseño

curricular, los programas de estudio tanto de la Enseñanza Básica como de la Enseñanza

Media, en sus diferentes modalidades, han incluido a través de los sectores de

aprendizaje actividades destinadas a la comprensión de contenidos, al desarrollo de

habilidades y a la promoción de valores relacionadas con la convivencia escolar

democrática (Miranda, 2007).

En el primer ciclo básico los contenidos, habilidades y valores relativos a la

convivencia se desarrollan de manera transversal a través de todos los sectores de

aprendizaje.

Los contenidos que se trabajan durante este Ciclo, se refieren principalmente al

conocimiento e identificación de la diversidad de la naturaleza y de la sociedad; al

conocimiento y utilización de textos argumentativos en situaciones de creciente

formalidad y complejidad, al conocimiento, elaboración y aplicación de textos

normativos en distintas situaciones sociales y a la aplicación de normas a la vida

cotidiana (Miranda, 2007).

Las habilidades que se espera desarrollen progresivamente niños y niñas, se

refieren principalmente a aprender a escuchar, a establecer diálogos basados en el

respeto a las y los otros, a desarrollar competencias argumentativas, a expresar ideas y

emitir juicios basados en el análisis de la información y a analizar y resolver problemas

identificando procedimientos. Para el desarrollo de estas habilidades, se entregan

orientaciones didácticas en todos los sectores de aprendizaje, sin embargo, es en los

sectores de Educación Matemática y de Lenguaje y Comunicación, donde se concentran

las mayores oportunidades para su desarrollo (Miranda, 2007).

Las actitudes y valores que se promueven en este ciclo, en relación a la

convivencia, se refieren principalmente a la apreciación y valoración de la diversidad de

expresiones culturales, sociales y personales, el respeto a las ideas y creencias de los y

las otras, el desarrollo de la capacidad y voluntad para autorregular su conducta en

función del bien común y la sana convivencia (Miranda, 2007).

Como es de su conocimiento, durante el Primer Ciclo de Enseñanza Básica, las

actividades y contenidos de los sectores de aprendizaje se han organizado en relación al

desarrollo de un tema común por cada semestre. Así, en el Nivel Básico 1, el primer

25

Page 26: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

semestre está dedicado a la exploración, el segundo a la interacción, el tercero a la

diversidad, y el cuarto, al manejo de información. En consecuencia, en el tercer

semestre es donde tienen mayor presencia los contenidos, habilidades y actitudes para la

convivencia, en todos los sectores de aprendizaje (Miranda, 2007).

Por tanto, el programa ofrece oportunidades variadas, en cuanto a contenidos,

actividades genéricas y ejemplos de actividades que dan cuenta de una alta integración

curricular del tema y que intencionan el ejercicio y desarrollo gradual de habilidades,

conocimientos y actitudes asociadas a una mejor convivencia (Miranda, 2007).

En el ciclo básico los objetivos son, respetar y valorar las ideas y creencias

distintas de las propias y reconocer el dialogo como fuente permanente de

humanización, de superación de diferencias y de aproximación a la verdad (Ámbito

Formación Ética).

Ejercitar la habilidad de expresar y comunicar las opiniones, ideas, sentimientos

y convicciones propias, con claridad y eficacia (Ámbito Crecimiento y Autoafirmación

personal).

Desarrollar la capacidad de resolver problemas, la creatividad y las capacidades

de autoaprendizaje (Ámbito Crecimiento y Autoafirmación personal).

Participar responsablemente en las actividades de la comunidad y prepararse

para ejercer en plenitud los derechos y cumplir los deberes personales que reconoce y

demanda la vida social de carácter democrático (Ámbito Persona y su entorno).

Por ultimo en la educación media los objetivos transversales son, las habilidades

comunicativas, que se vinculan con la capacidad de exponer ideas, opiniones,

convicciones, sentimientos y experiencias de manera coherente y fundamentada,

haciendo uso de diversas y variadas formas de expresión (Ámbito Desarrollo del

pensamiento).

Las de resolución de problemas, que se ligan tanto con habilidades que capacitan

para el uso de herramientas y procedimientos basados en rutinas, como con la

aplicación de principios, leyes generales, conceptos y criterios; estas habilidades deben

facilitar el abordar, de manera reflexiva y metódica y con una disposición critica y

autocrítica, tanto situaciones en el ámbito escolar como las vinculadas con la vida

cotidiana a nivel familiar, social y laboral (Ámbito Desarrollo del pensamiento).

Participar solidaria y responsablemente en las actividades y proyectos del

establecimiento, en la familia y en la comunidad (Ámbito Persona y su entorno).

26

Page 27: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Valorar la vida en sociedad como una dimensión esencial del crecimiento de la

persona y capacitarse para ejercer plenamente los derechos y deberes personales que

demanda la vida social de carácter democrático (Ámbito Persona y su entorno).

Apreciar la importancia de desarrollar relaciones entre hombres y mujeres que

potencien su participación equitativa en la vida económica, familiar, social y cultural

(Ámbito Persona y su entorno) (Miranda, 2007).

2.4. Relaciones con un sistema educacional

Una de las principales preocupaciones de los educadores en las instituciones

escolares ha sido, y aún continúan siéndolo, las cuestiones relacionadas con la

indisciplina escolar. Por eso, el profesorado ha dedicado mucho esfuerzo y energía para

velar por el cumplimiento de unas normas, por el mantenimiento del orden, por hacerse

respetar, etc. En definitiva, los profesores tratan de gozar de la autoridad suficiente para

poder garantizar un buen funcionamiento del aula, poder controlar el comportamiento

de sus alumnos y conseguir que éstos les obedezcan, preferiblemente de modo sumiso,

“sin rechistar”. Probablemente nos equivoquemos, como proclama Puig Rovira (1997)

al desear que nuestras aulas sean una balsa de aceite y todo se encuentre bajo control,

pues la ausencia de conflicto puede ser señal de estancamiento e incluso regresión, ya

que todo cambio implica necesariamente pasar por una situación de conflictividad

(Triones, 2000).

En la escuela, las interacciones son con alumnos, adultos y el profesorado.

Éstos últimos, son los encargados de transmitir una serie de valores y estrategias

para resolver conflictos, es decir, dan las herramientas para crear habilidades

sociales dentro del alumnado (Triones, 2000).

Es importante tener en cuenta que los conflictos dan la oportunidad de

crecer, permitiendo que se aprecien diferentes puntos de vistas, creando

capacidades de dialogar y madurar, pero sólo si se solucionan adecuadamente

(Triones, 2000)

En situaciones de fracaso en las relaciones interpersonales, por lo general

existe un agresor, una víctima y en ciertas ocasiones, espectadores. Para explicar

esto se han planteado dos hipótesis: la primera, a una carencia en las habilidades

sociales, por no poder ponerse en el lugar del otro, o sea, carecer de empatía

emocional. Y la segunda se debería a un déficit en el estilo atribucional; alumnos

que agraden, justifican que son provocados por las víctimas (Triones, 2000).

27

Page 28: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Para poder resolver esto una de las estrategias a adoptar es el modelo de

sensibilización-formación y acción, que se basa en educar críticamente, promover

el cambio, y transformar las desigualdades sociales. Se pretende despertar la

curiosidad para una posterior reflexión de los alumnos, generando una serie de

sentimientos hacia las relaciones entre iguales (Triones, 2000).

El proporcionar herramientas para analizar problemas y situaciones es

necesaria como también lo es la acción, es decir, actuar en consecuencia al

problema que se enfrenta. En síntesis, son tres los pasos a seguir para poder

manejar y aprender habilidades sociales: sensibilización, formación y acción

(Triones, 2000).

Alguna de las cosas que no están demás saber son: que hay que compartir,

jugar limpio, no pegarle a la gente, no coger lo que no es de uno, expresar las

molestias cuando algo nos desagrada, y por sobre todo, tener mucha paciencia y

ganas para poder afrontar los retos que se presentan. Aquí la motivación juega un

rol fundamental, ya que es el impulso que nos lleva a actuar y a realizar ciertos

objetivos dentro de las aulas y también dentro la vida misma (Triones, 2000).

El caso que más despierta interés en las aulas es el Bullying que

desgraciadamente llega a ser conocido en las aulas demasiado tarde, es decir,

cuando los comportamientos de agresividad y victimización están arraigados con

resultados trágicos (Cowie, 2006).

Para abordar los conflictos de deben tener en cuenta tres objetivos

fundamentales: el primero es facilitar el análisis de las características socio-

afectivas del grupo de pares. El segundo sería ayudar a los profesores a detectar

contextos de abuso entre escolares (Cowie, 2006).

Dentro de las aulas es trascendental tratar el fenómeno del Bullying, ya que

es un fenómeno grupal y necesario su estudio mediante el análisis de las relaciones

sociales entre los escolares. Los estudios confirman que los escolares agresores

tienen mayor ascendencia social y que por eso son considerados mejores por parte

de sus compañeros, mientras que los alumnos víctimas se les atribuye aspectos que

favorecen en parte su situación de indefensión, ya que se les aísla de situaciones de

actividades y juegos (Cerezo, 2001b; Cerezo, Calvo y Sánchez, 2004).

Estudios recientes confirman que en la practica de los centros escolares es

preocupante e inquietante que los adultos en general sigan poco informados

(Cerezo, 2005).

28

Page 29: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Pues tanto agresores como víctimas se preocupan de que estos hechos no

lleguen a ser conocidos, ya que hay una amenaza por parte de los mismos

compañeros de clase. La evaluación del Bullying presenta dos perspectivas; una

individual, la cual alude a los aspectos personales de los sujetos implicados,

aspectos académicos, nivel de indefensión/agresión, valoración del entorno familiar

y del entorno social. Y también está la perspectiva grupal, la cual recaba

información sobre la detección de alumnos directamente implicados, análisis

sociométrico del grupo, valoración del grupo hacia los alumnos implicados, lugares

habituales de agresión y la percepción de gravedad y/o seguridad en el centro

(Cerezo, 2005).

Existen diversas estrategias para poder lidiar con la violencia en las aulas,

con tácticas donde destaquen las relaciones personales, y el respeto mutuo. En

donde la cooperación y el respeto se tornan fundamentales para un desarrollo

óptimo e integrado dentro de las escuelas (Cerezo, 2005).

El abuso de poder, acoso y exclusión social, también conocido como

Bullying, es una de las causas de que haya opresión, miedo, temor y violencia

dentro de los centros educativos, ya que, tanto los oprimidos como los abusadores

probablemente sufren o sufrirán daños emocionales en algún momento de sus

vidas. Lo que los lleva a actuar de manera inesperada e indeseable. Y en el caso de

los subordinados, terminan por hacer natural lo que no debe ser así. Por lo general

estos niños, que son subordinados, tienen baja autoestima, y resentimiento futuro

(Cowie, 2006).

Es aquí donde los colegios juegan un rol fundamental, ya que, pueden

generar una atmósfera de cuidado y cariño, como desafío primordial, fomentando

la solidaridad, los buenos tratos y el respeto mutuo entre los alumnos (Cowie,

2006).

Para poder contrarrestar el maltrato, se ha propuesto una participación

directa con los alumnos, haciéndolos participes de una situación de bullying, donde

deberán haber: víctimas, agresores, asistentes, reforzadores, observadores y

defensores. Durante el proceso de prevención, los pares cumplen un papel

importante, ya que la amistad entre estos, los lleva a defender lo que quieren y a

evitar la violencia, creando conceptos de optimismo y esperanza, lo que puede ser

de gran ayuda para que las relaciones mejoren (Lera, 2003).

29

Page 30: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

La ayuda entre iguales aporta a la promoción de valores, dándoles a los

jóvenes la oportunidad de aprender habilidades de comunicación, que formaran

parte directa de las habilidades sociales, de compartir información y de pensar,

sacando experiencia de sus propias emociones (Lera, 2003).

Existen cuatro tipos de ayuda entre iguales, éstas son: La hora del círculo;

donde un profesor lidera y dinamiza a los alumnos, logrando que compartan sus

sentimientos y preocupaciones. Luego están Los compañeros amigos; que consiste

en que alumnos mayores o de la misma edad, entrenen habilidades interpersonales.

En tercer lugar se encuentra la Mediación y Resolución de conflictos donde se

entrena a los alumnos para ayudar a resolver conflictos entre dos compañeros. En

cuarto lugar está la denominada escucha activa, que tiene por objeto desarrollar la

capacidad de que entre los mismos alumnos se escuchen y puedan ayudarse entre sí

en situaciones de malestar. Y por último se encuentra la tutorización de iguales,

que ofrece ser modelos para ser guías de conductas, con la ayuda de un tutor

previamente (Lera, 2003).

El objetivo de lo mencionado anteriormente es que los padres también se

involucren en el proceso educativo de sus hijos y que perciban a la institución

como cuidadora y procuradora del bienestar de sus estudiantes (Lera, 2003).

En las escuelas prácticamente se han olvidado de la dimensión socio-

afectiva, dándole énfasis solamente a áreas cognitivas. Por esto, este estudio se ha

propuesto dos programas de prevención: el “Programa de educación social” y

“Afectiva en el aula y Aprender a ser personas y a convivir” (Lera, 2003).

Las emociones y sentimientos están presentes toda nuestra vida, por eso la

importancia que tienen en el ámbito social y su estrecha relación con las

habilidades sociales, para mediar amistades y relaciones de compañerismo en el

área escolar; estas relaciones tienen un impacto directo en las relaciones

interpersonales (Navarro, 2003).

La finalidad de la educación es el pleno desarrollo de la personalidad, es un

proceso de aprendizaje individual y autónomo, que está presente en la dimensión

social (Navarro, 2003).

Se han observado altos índices de fracaso escolar, estrés, abandono de las

actividades, aburrimiento e indisciplina. Estos hechos producen estados negativos,

lo que está estrechamente ligado con el déficit en la madurez y el equilibrio socio-

emocional. Es reconocido que las relaciones sociales pueden ser una fuente de

30

Page 31: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

conflictos, no sólo en el ámbito escolar, sino en todos los ámbitos de la vida

(Navarro, 2003).

En los centros educativos donde los alumnos presentan comportamientos

violentos, tienen como base, sentimientos de insatisfacción e inadaptación socio-

emocional en alumnos que, por distintos motivos, no se integran en el trabajo

académico (Navarro, 2003).

Una forma de crear habilidades sociales para solucionar estos

comportamientos, es la llamada: para la convivencia, que incluye una educación

integral moral, social y emocional. Lo que permitiría conseguir objetivos de mejora

en las relaciones sociales, madurez personal, educación tanto moral como

emocional (Navarro, 2003).

La intervención psicoeducativa que se dirige a promover programas de

tipo socio-emocional y moral se caracteriza por ser una educación integrada

complementaria, con actividades diseñadas para ser aplicadas por el profesor,

trabajar objetivos de educación psicoafectiva, entre otras (Navarro, 2003).

Por otra parte existen ciertos procedimientos potentes, basados en la

intervención psicoeducativa tales como: la discusión en clases, el role-taking

(situación en la que los alumnos que tienen que representar un problema o una

situación), la clarificación de valores y el cambio de autoimagen (Navarro, 2003).

En síntesis, este programa pretende ahondar en la definición de las normas

de convivencia, luego trabajar con la asertividad, negociación, educación

emocional y solución de problemas interpersonales. Y por último se busca obtener

de estos dos puntos anteriores, el poder lograr un entorno cooperativo (Navarro,

2003).

Mediación en el ámbito educativo

Existen dos variables para aplicar dentro del ámbito educativo: la primera es

según la forma en que se produce la mediación, la cual puede ser espontánea,

directa o institucionalizada y según quien ejerce la mediación: los pares, los

docentes, directivos o supervisores, entre otros (Camacho, 2005).

Los momentos para utilizar la mediación están dados para resolver posibles

conflictos, para profundizar, dentro del ámbito educacional. Y la mediación de

preferencia debe ser evitado en casos de excesivo contenido emocional, cuando el

hecho es grave, o cuando el hecho afecta a más personas (Camacho, 2005).

31

Page 32: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Esta iniciativa permite fortalecer, transformar, renovar y cooperar,

proporcionando una educación integral en las aulas y en los establecimientos

educativos (Camacho, 2005).

Funcionamiento del servicio de mediación educativa

Todo aquel que se le presente un caso o situación conflictiva, de cualquier

nivel, se puede acercar y acceder al servicio de mediación, por lo que es totalmente

voluntario, pero las decisiones también pueden ser sugeridas. También es necesario

tener en cuenta que para poder incorporarse al proceso mediación, es fundamental

aceptar normas muy sencillas como por ejemplo: saber escuchar, no interrumpir, no

hablar, la confiabilidad y la cooperación (Camacho, 2005).

Los mediadores se van formando por un equipo externo al establecimiento,

preparando un grupo de profesores, padres, alumnos y personal que pueda ayudar

con esta mediación (Camacho, 2005).

Para poner en marcha la mediación se requiere aprobación de al menos la

mitad del claustro de profesores, aprobación del consejo escolar, designación de un

responsable del proyecto, presentación de proyectos a la familia, provocar en los

alumnos entusiasmo, establecer horarios para su desarrollo y habilitar espacios para

las reuniones, dentro de los aspectos primordiales. El equipo de mediación debe

conocer y activar el proceso con su equipo: promocionando y dando a conocer el

programa a través de la tutoría, folletos, carteles, etc. (Camacho, 2005).

Pasos para implantar un programa de mediación escolar

Se requiere valorar el apoyo que tiene la iniciativa en el centro; nombrando

un coordinador(a) del proyecto, diseñando un plan de implementación con una

duración mínima de tres años, capacitando a los alumnos que serán usuarios

potenciales del servicio de mediación. Creando servicio de mediación, selección de

los alumnos que actuarán como mediadores y capacitando a los alumnos

mediadores, entre otros, para un óptimo funcionamiento de la mediación

(Camacho, 2005).

Es importante que se elabore un diseño de la agenda de mediaciones, que

realizarán las parejas de alumnos mediadores, facilitando encuentros entre estos

(mediadores), permitiendo que haya una implicación de la comunidad educativa

para que sea realmente efectiva (Es necesario que se haga un seguimiento y

evaluación del programa). Por último, pero no menos importante, se debe hacer una

32

Page 33: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

extensión del programa de profesores, padres, alumnos y personal no docente

(Camacho, 2005).

El rendimiento académico: concepto, investigación y desarrollo

En lo que concierne a lo académico, habilidad y esfuerzo no son lo mismo,

ya que muchas veces el esfuerzo no garantiza el éxito y es ahí donde las

habilidades comienzan a cobrar más importancia, donde el percibirse como hábil,

es fundamental (Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, 2006).

Según Covington (1984), se derivan tres tipos de estudiantes: primero se

encuentran los Alumnos orientados al dominio; tienen éxito escolar, alta

motivación de logro y confianza en sí mismo. En segundo lugar se encontrarían los

Alumnos que aceptan el fracaso; son derrotistas y su imagen personal es

deteriorada, por ende renuncian al esfuerzo. Y en tercer lugar están los Alumnos

que evitan el fracaso; carecen de un sentido firme de actitud y de autoestima. Éstos

últimos se protegen del fracaso, por ejemplo, tratando de participar lo mínimo en

clases, se retrasan en las tareas y/o hacen trampas en los exámenes (Departamento

de Psicología Evolutiva y de la Educación, 2006).

Las situaciones de fracaso muchas veces generan en los estudiantes dudas

en sus capacidades, lo que hace que eviten tomar riesgos y utilizan estrategias

como las excusas o manipulación, para desviar la atención de su falta de habilidad.

Por otro lado, la motivación surge como un factor primordial en el ámbito

escolar, ya que es el que impulsa a todo el mundo a dirigirse hacia una acción. Este

proceso involucra áreas cognitivas como también afectivas. Estas variables actúan

en interacción a fin de complementarse y hacer eficiente la motivación, proceso

que va de la mano de otro, esencial dentro del ámbito escolar: el aprendizaje

(Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, 2006).

La escuela brinda al estudiante la oportunidad de adquirir técnicas,

conocimientos, actitudes y hábitos que promuevan al máximo el aprovechamiento

de sus capacidades y contribuye a neutralizar los efectos nocivos de un ambiente

familiar y social desfavorables (Departamento de Psicología Evolutiva y de la

Educación, 2006).

Los niños alrededor de los seis años de edad, al alcanzar un mínimo de

habilidad social, tienen una alta probabilidad de estar en riesgo durante su vida.

Para evitar esto, las relaciones entre iguales contribuye en gran medida no sólo al

33

Page 34: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

desarrollo cognitivo y social sino, además, a la eficacia con la cual funcionamos

como adultos. Asimismo se postula que el mejor predictor infantil de la adaptación

adulta no es el cociente de inteligencia (CI), ni las calificaciones de la escuela, ni la

conducta en clase, sino la habilidad con que el niño se lleve con otros

(Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, 2006).

En virtud de que el desarrollo social comienza en los primeros años, es

apropiado que todos los programas para la niñez incluyan evaluaciones periódicas,

formales e informales, del progreso de los niños en la adquisición de habilidades

sociales (Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, 2006).

Habilidades sociales en la Adolescencia: un programa de intervención

En últimos momentos es importante describir lo que es una conducta

socialmente habilidosa, la cual tiene tres componentes: dimensión conductual,

variables cognitivas y contexto ambiental (La asertividad tiene un rol fundamental

también en este ámbito). Esta interacción resulta satisfactoria dependiendo de si los

alumnos se sienten valorados y respetados. Por una parte, serán poco asertivas las

personas consideradas tímidas, que se sienten pisadas y no respetadas y por otro

lado, lo serán también, las personas que se situarían en el otro polo opuesto; es

decir, la persona agresiva, que pisa a los demás y no se fija en las necesidades del

otro. Es fundamental detectar cuanto antes el déficit en habilidades sociales, por las

consecuencias que puede conllevar el mantenimiento y posterior agravamiento de

las mismas a nivel social, el sufrimiento, angustia y malestar que puede producir a

nivel personal emocional en el individuo (Departamento de Psicología Evolutiva y

de la Educación, 2006).

Programa de intervención en habilidades sociales para adolescentes

Los objetivos que incluye la intervención del programa de Peers son los

siguientes: iniciar interacciones, responder a las interacciones de los otros y

mantener dichas interacciones. Las técnicas utilizadas incluyen: refuerzo social y

economía de fichas. En cuanto a las habilidades sociales, que Michelson y sus

colaboradores plantean, consideran relevante para trabajar en su programa de

intervención los cumplidos, las quejas, dar una negativa o decir no y pedir

favores, entre otras (Kreidler, 2000).

En lo que al programa de intervención en habilidades sociales respecta, se

considera que, al igual que en todos los programas, debiera ser flexible y estar

abierto a modificaciones marcadas por las necesidades y el ritmo de los sujetos. Por

34

Page 35: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

tanto, el número de sesiones que a priori se considera que debería ser de 14, lo cual

puede estar sujeto a modificación, ampliándose o reduciéndose sobre la marcha

(Kreidler, 2000).

Para este programa de generación de habilidades sociales se consideran

ciertos puntos esenciales que serán tratados en estas sesiones. La primera sesión

trata sobre una introducción; transmitiendo a los alumnos la importancia de dichas

habilidades. En la segunda sesión se dará una lección sobre la asertividad. En la

sesión tres, se pretende iniciar y mantener conversaciones. En la cuarta sesión se

enseña a hacer y recibir cumplidos. En la quinta sesión se aprende a hacer y recibir

críticas. En la sexta sesión se preguntan dudas que se tengan respecto a la

intervención en habilidades sociales. En la séptima sesión se enseña a tomar la

iniciativa. En la octava sesión se explica un tema determinado. En la novena se

pretende que se pueda invitar a salir a una persona del sexo opuesto. En la décima

sesión se incita a hablar de uno mismo o de sus problemas (Kreidler, 2000).

En la onceava sesión se enseña a dar una negativa o a decir que no. La

sesión doce y trece, tratan sobre las habilidades sociales no verbales. Y por último,

para finalizar, existe un repaso general de los conceptos previamente aprendidos en

las sesiones (Kreidler, 2000).

La resolución creativa de los conflictos

A continuación se presentaran valiosas dinámicas y técnicas, para que el docente

mejore la relación entre sus alumnos, y para brindarles una formación en la convivencia

pacifica. Las dinámicas y técnicas están divididas según las temáticas, por Ej:

ayudando a los estudiantes a superar la rabia, la frustración etc. (Kreidler, 2000).

En primer lugar se definen las 5 cualidades que presenta una aula pacifica, ya

que este es el objetivo que todo docente pretende lograr en la interacción con sus

alumnos y en la interacción entre sus alumnos, a través de la resolución creativa de los

conflictos:

1- Cooperación: Los niños aprenden a trabajar juntos y a confiar entre ellos

2- Comunicación: Los niños aprenden a observar, comunicarse y escuchar con

precisión y de manera sensible

3- Tolerancia: Los niños aprenden a respetar las diferencias de las personas,

entendiendo los prejuicios y como funcionan. .

4- La expresión emocional positiva: Los niños expresan sus sentimientos, tales

como el enojo y la frustración, de manera no agresiva.

35

Page 36: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

5- La resolución de conflictos: Los niños aprenden a responder de manera

creativa ante los conflictos en un contexto educativo que brinda apoyo y

afecto (Kreidler, 2000).

La Resolución Creativa de Conflictos no intenta eliminar los conflictos del aula,

eso no es posible ni deseable. En cambio, apunta a reducir los conflictos y a ayudarle a

usted y a sus estudiantes a enfrentarse de manera más eficaz y constructiva con las

diferencias que ocurran (Kreidler, 2000).

2.5. Investigaciones actuales

Las investigaciones presentadas dan a conocer tanto el conflicto escolar como

también la influencia de las habilidades sociales en la convivencia y el rendimiento

académico.

La primera investigación observa un conflicto fuera de lo común en un contexto

escolar: Un alumno de quinto año es aplazado trimestralmente. La situación es la

siguiente: un alumno al que llamaremos Felipe desatiende a las clases, no entrega los

trabajos prácticos en las fechas acordadas (ni grupales ni individuales), se ausenta

durante la evaluación y durante el recuperativo. El día de cierre de trimestres, la

profesora no tiene ninguna calificación numérica, excepto un uno, conceptual que

refleja que ha desatendido a las clases y no ha cumplido con los objetivos mínimos. El

día de la entrega de notas, Felipe también está ausente. La profesora se ve en la

obligación de pasar la nota, aún sin hablar con él (Percia, 1994).

A la semana siguiente, mientras la profesora está dando clase en otro curso, un

grupo de compañeros de Felipe amenaza a la profesora respecto a que revise la

calificación trimestral. La profesora responde que no es el momento de hablar de eso. Se

produce una situación violenta y de descontrol. Los alumnos, se masifican y comienzan

a gritar. No hay autoridades. La docente logra hacerlos salir del aula y retomar la clase

con el otro grupo. Pero finalmente, arrojan un papel por la ventana con un mensaje: "si

no le sacas el uno a Felipe, la vas a pasar mal" (Percia, 1994).

Cabe destacarse que Felipe no estaba dentro del grupo masificado, y que la

petición tenía el tono de una broma pesada, entre chicos de un quinto año. Sin embargo,

la nota anónima enviada por escrito, hizo que la situación pasara a mayores (Percia,

1994).

Naturalmente, Felipe fue el primer sospechoso. Sin embargo, había razones para

considerar que la irracional demanda no había sido iniciativa de él, sino por el contrario

36

Page 37: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

una actitud inmadura de parte del grupo que, impulsado por la impunidad que otorga el

anonimato, no supo medir consecuencias (Percia, 1994).

El conflicto descrito, resulta complejo ya que en el se observan dos

problemáticas superpuestas. Por un lado, el alumno que fracasa, tanto respecto a su

rendimiento como respecto a su comunicación con el docente y con el resto del grupo, y

por el otro, el del grupo de clase que utiliza la situación como desencadenante para dar

espacio a una situación violenta a través de recursos intimidatorios dirigidos al docente.

(Percia, 1994).

Abordaremos pues el análisis de estos dos conflictos, así como también las

relaciones que se establecen entre ambos.

La clase, es un grupo y por lo tanto, es de vital importancia para el pedagogo

contemplarla desde la perspectiva de la psicología colectiva. "Una clase es en efecto,

una pequeña sociedad en la que los alumnos piensan, sienten y actúan de distinto modo

que cuando se hallan aislados" (Durkheim, 1911, citado en Filloux, citado en Percia,

2000:91), en efecto, la clase en forma grupal se expresa amparándose en el anonimato.

Esta actitud, puede ser analizada a través de dos diversos niveles de lectura.

Aparentemente, un primer nivel, el grupo buscaría agredir al profesor para lo cual

utilizarían como factor desencadenante la situación académica de Felipe. En un segundo

nivel, la actitud del grupo era una agresión encubierta al propio defendido que terminó,

a fin de cuentas siendo el principal perjudicado por el acontecimiento (Percia, 1994).

Por otro lado el principal problema del fracaso escolar de Felipe no fue ni la falta

de estudio, ni la falta de compromiso. Ni siquiera otro tipo de problemas intelectuales o

afectivos. El problema esencial fue la carencia de comunicación. Comunicación con la

profesora, por estar ausente de las clases, ausente en las instancias de evaluación y

ausente incluso en el reclamo y finalmente ausente también respecto a la relación

respecto a sus pares ya que se vio innecesariamente involucrado en una situación que

perjudicándolo directamente, no había iniciado ni promovido, pero sin embargo, lo tenía

por principal protagonista (Percia, 2000).

Ahora bien, cómo abordar el conflicto: "Para poder intervenir en situaciones de

grupo quizá sea necesario pensar el ideal de transparencia de la comunicación". La frase

nos sugiere una clave para abordar el problema. Efectivamente, la comunicación es lo

que permite ajustar los diferentes puntos de vista, integrarlos, y hallar una solución

(Percia, 1994).

37

Page 38: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

En el caso del conflicto grupal que estamos analizando, deberíamos

preguntarnos cual es mensaje que esperaba transmitir el grupo con la agresión puesta en

evidencia hacia la profesora, tomando como excusa la situación académica de un

compañero. El grupo, actuando como un teléfono descompuesto, hacía ecos de un

reclamo cuyo principal interesado parecía evadir.

También, cabe preguntarse cuál era para el grupo el principal objeto de agresión,

si el docente o Felipe, ya que, naturalmente, hay diferentes formas de decodificar el

mensaje (Percia, 2000).

"La complicidad es un componente del diálogo" (Percia, 2000).

Es interesante observar que el la descripción del conflicto hay un componente

lúdico que no debe ser minimizado. En efecto, cuando los alumnos fueron invitados al

diálogo, se defendieron diciendo que era una broma. Y posiblemente lo era, teniendo en

cuenta los códigos que se habían puesto de moda en cierto sector de la escuela. Sin

embargo, se trataba de un juego que trasgredía normas de convivencia oportunamente

acordadas, y por sobre todo, pasaba por alto la problemática del principal involucrado.

Para poder abordar el conflicto de manera grupal se debe invitar al grupo a

reflexionar sobre lo sucedido. ¿Por qué eligieron el anonimato para expresar lo que

sucedida? Si se trataba de una broma, ¿por qué la broma tomó forma de amenaza? ¿Por

qué nadie consideró las consecuencias que tal acción podrían ocasionarle al compañero?

Los relatos, se superpondrán seguramente. En nuestra opinión, lo importante sería

generan un clima distendido pero que no se pierda el centro de la problemática abordada

(Percia, 2000).

Finalmente, diremos que también hemos planteado que, pese a las posibilidades

preventivas, una buena propuesta para resolver el conflicto, una vez que éste se ha

presentado, sería la propuesta de una instancia de mediación, que le permitiera al grupo

analizar la problemática desde diferentes perspectivas.

Las dificultades personales e individuales de Felipe para satisfacer los requisitos

necesarios para aprobar la materia, no hubiesen llamado excesivamente la atención en el

curso. De hecho, es bastante recurrente, que esto suceda con alumnos que cursan quinto

año, en el último trayecto de la secundaria. La evasión del estudiante a dialogar con la

docente, la pasividad ante la cual sus propios compañeros, inician una demanda violenta

e intimidatorio, confluyen en una actitud indiferente (Percia, 2000).

A menudo, este tipo de conflictos, parecen afectar más a los docentes que a los

alumnos. Invitado al diálogo, Felipe se excusa respecto a su incumplimiento alegando

38

Page 39: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

alguna situación familiar, cuando nunca antes había mencionado problema alguno. Sin

embargo, lo que más le preocupa, en diálogo con la docente que lo ha aplazado, es

explicar que no ha tenido participación alguna en la "amenaza" instrumentada por el

resto del grupo.

Es difícil abordar preventivamente este tipo de fracasos escolares, puesto que la

falta de interés y motivación por parte de un alumno que se siente ya, fuera del

secundario es notablemente ambivalente. En primer lugar, Felipe aparece indiferente

frente al proceso de enseñanza aprendizaje y su reacción es más por el conflicto social

que por su situación académica. Sin embargo, ambos están relacionados, porque su

pasividad hacia el estudio puede verse paralelamente también en relación a su vínculo

con sus compañeros. Y en segundo lugar, el fracaso en alguna materia, indirectamente,

prolonga la dependencia con la institución escolar que habrán de abandonar en breve

para poder asumir el desafío de los estudios superiores.

Por otro lado, para abordar el conflicto del alumno es importante que tanto los

docentes como los alumnos se encuentren contenidos dentro de la institución. En efecto,

a menudo los docentes parecen más preocuparse por los fracasos escolares de los

alumnos que los alumnos mismos. De este modo, deberían existir siempre espacios para

el diálogo que pudiesen generar espacio para la reflexión que se anticipe a este tipo de

conflictos.

Esto aplica también a diferentes tipos de conflictos que se pueden dar en un

contexto escolar. La violencia entre estudiantes es mucho más común y se puede aplicar

este mismo sistema para prevenir el conflicto (Percia, 1994).

La segunda investigación1 es un estudio sobre el desarrollo de habilidades

sociales y su influencia en el éxito académico. Para la realización de este estudio el

autor tomó investigaciones previas de otros varios autores, por lo que, se expondrá el

trabajo en su totalidad de forma sintetizada.

Actualmente la evaluación del desarrollo de habilidades sociales en los

estudiantes y su probable nexo con su futuro desempeño académico queda relegada a un

segundo plano. Sin embargo, las limitaciones en el desarrollo de las relaciones sociales

generan riesgos diversos, como abandono escolar, bajo rendimiento y otras dificultades

escolares. Dadas las consecuencias a lo largo de la vida, las relaciones sociales deberían

considerarse como la primera de las cuatro asignaturas básicas de la educación, es decir,

sumada a la lectura, escritura y aritmética (Navarro, 2005).

Resumen

39

Page 40: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Aproximarse al rendimiento académico como objeto de estudio plantea entender

su complejidad y las formas de abordar su comprensión como un fenómeno

multifactorial. El presente artículo presenta la perspectiva de diferentes autores

dedicados a la investigación sobre el rendimiento académico y plantea, como una

alternativa de estudio, el desarrollo de las habilidades y/o competencias sociales como

una de las variables que probablemente podrían predecirlo (Navarro, 2005).

Introducción

Probablemente una de las dimensiones más importantes en el proceso de

enseñanza aprendizaje lo constituye el rendimiento académico del alumno. Cuando se

trata de evaluar el rendimiento académico y cómo mejorarlo, se analizan en mayor ó

menor grado los factores que pueden influir en él, generalmente se consideran entre

otros, factores socioeconómicos , la amplitud de los programas de estudio, las

metodologías de enseñanza utilizadas, la dificultad de emplear una enseñanza

personalizada, los conceptos previos que tienen los alumnos, así como el nivel de

pensamiento formal de los mismos (Benitez, Gimenez y Osicka, 2000), sin embargo y

en contraste, Jiménez (2000) refiere que se puede tener una buena capacidad intelectual

y una buenas aptitudes y sin embargo no estar obteniendo un rendimiento adecuado,

ante la disyuntiva y con la perspectiva de que el rendimiento académico es un fenómeno

multifactorial es por lo cual se exponen las siguientes líneas (Navarro, 2005).

La complejidad del rendimiento académico inicia desde su conceptualización, en

ocasiones se le denomina como aptitud escolar, desempeño académico ó rendimiento

escolar, pero generalmente las diferencias de concepto sólo se explican por cuestiones

semánticas ya que se utilizan como sinónimos, para el presente se considerará la

definición de Pizarro (1985), la cual refiere al rendimiento académico como una medida

de las capacidades respondientes o indicativas que manifiestan, en forma estimativa, lo

que una persona ha aprendido como consecuencia de un proceso de instrucción o

formación.

Estudio e investigación

En su estudio denominado algunos factores del rendimiento: las expectativas y el

género, Cominetti y Ruiz (2007) refieren que se necesita conocer qué variables inciden

ó explican el nivel de distribución de los aprendizajes, los resultados de su investigación

plantean que: las expectativas de familia, docentes y los mismos alumnos con relación a

los logros en el aprendizaje reviste especial interés porque pone al descubierto el efecto

de un conjunto de prejuicios, actitudes y conductas que pueden resultar beneficiosos ó

40

Page 41: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

desventajosos en la tarea escolar y sus resultados, asimismo que: el rendimiento de los

alumnos es mejor, cuando los maestros manifiestan que el nivel de desempeño y de

comportamientos escolares del grupo es adecuado.

Existen investigaciones que pretenden calcular algunos índices de fiabilidad y

validez del criterio de rendimiento académico más utilizado: las calificaciones escolares

(Navarro, 2005).

En el estudio análisis de las calificaciones escolares como criterio de

rendimiento académico , Cascón (2000) atribuye la importancia del tema a dos razones

principales: uno de los problemas sociales, y no sólo académicos, que están ocupando a

los responsables políticos, profesionales de la educación, padres y madres de alumnos; y

a la ciudadanía, en general, es la consecución de un sistema educativo efectivo y eficaz

que proporcione a los alumnos el marco idóneo donde desarrollar sus potencialidades;

por otro lado, el indicador del nivel educativo adquirido, en este estado y en la práctica

totalidad de los países desarrollados y en vías de desarrollo, ha sido, sigue y

probablemente seguirán siendo las calificaciones escolares. A su vez, éstas son reflejo

de las evaluaciones y/o exámenes donde el alumno ha de demostrar sus conocimientos

sobre las distintas áreas ó materias, que el sistema considera necesarias y suficientes

para su desarrollo como miembro activo de la sociedad.

Por otra parte Cascón (2000) en su investigación sobre predictores del

rendimiento académico concluye que el factor psicopedagógico que más peso tiene en

la predicción del rendimiento académico es la inteligencia y por tanto, parece razonable

hacer uso de instrumentos de inteligencia estandarizados (test) con el propósito de

detectar posibles grupos de riesgo de fracaso escolar.

En éste sentido al mencionar la variable inteligencia en relación con el

rendimiento académico cabe destacar un estudio reciente de Pizarro y Crespo (2000)

sobre inteligencias múltiples y aprendizajes escolares, en donde expresan que: la

inteligencia humana no es una realidad fácilmente identificable, es un constructo

utilizado para estimar , explicar ó evaluar algunas diferencias conductuales entre las

personas: éxitos / fracasos académicos, modos de relacionarse con los demás,

proyecciones de proyectos de vida, desarrollo de talentos, notas educativas, resultados

de test cognitivos, etc. Los científicos, empero, no han podido ponerse muy de acuerdo

respecto a qué denominar una conducta inteligente.

41

Page 42: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Resulta importante considerar otro tipo de variables, al margen de las

calificaciones y el nivel de inteligencia de los estudiantes, que aparentemente inciden en

el rendimiento académico y que valdría la pena mencionar.

Al investigar sobre los insumos escolares en la educación secundaria y su efecto

sobre el rendimiento académico de los estudiantes, Piñeros y Rodríguez (1998) postulan

que: la riqueza del contexto del estudiante (medida como nivel socioeconómico) tiene

efectos positivos sobre el rendimiento académico del mismo. Este resultado confirma

que la riqueza sociocultural del contexto (correlacionada con el nivel socioeconómico,

mas no limitada a él) incide positivamente sobre el desempeño escolar de los

estudiantes. Ello recalca la importancia de la responsabilidad compartida entre la

familia, la comunidad y la escuela en el proceso educativo.

Las competencias sociales y el rendimiento académico

Al hacer mención a la educación, necesariamente hay que referirse a la entidad

educativa y a los diferentes elementos que están involucrados en el proceso de

enseñanza aprendizaje como los estudiantes, la familia y el ambiente social que lo

rodea. La escuela según Levinger (1994), brinda al estudiante la oportunidad de adquirir

técnicas, conocimientos, actitudes y hábitos que promuevan el máximo

aprovechamiento de sus capacidades y contribuye a neutralizar los efectos nocivos de

un ambiente familiar y social desfavorables. En su estudio sobre el clima social escolar:

percepción del estudiante, De Giraldo y Mera (2000) refieren que si las normas son

flexibles y adaptables, tienen una mayor aceptación, contribuyen a la socialización, a la

autodeterminación y a la adquisición de responsabilidad por parte del estudiante,

favoreciendo así la convivencia en el colegio y por tanto el desarrollo de la

personalidad; por el contrario si éstas son rígidas, repercuten negativamente, generando

rebeldía, inconformidad, sentimientos de inferioridad o facilitando la actuación de la

persona en forma diferente a lo que quisiera expresar.

Mientras que las relaciones entre los compañeros de grupo son sólo uno de los

muchos tipos de relaciones sociales que un alumno debe aprender, no es de sorprenderse

saber que los estudios que analizan el estilo en que los padres educan a sus hijos nos

permitan tener algunos indicios que ayudan entender el desarrollo de capacidades

sociales dentro de un grupo social de niños.

Sobre el papel de los padres en el desarrollo de la competencia social, Moore

(1997) refiere que los padres se interesan por las interacciones más tempranas de sus

hijos con sus compañeros, pero con el paso del tiempo, se preocupan más por la

42

Page 43: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

habilidad de sus hijos a llevarse bien con sus compañeros de juego, asimismo Moore

postula que en la crianza de un niño, como en toda tarea, nada funciona siempre, se

puede decir con seguridad, sin embargo, que el modo autoritario de crianza funciona

mejor que los otros estilos paternos (pasivo y autoritario) en lo que es facilitar el

desarrollo de la competencia social del niño tanto en casa como en su grupo social. Los

altos niveles de afecto, combinados con niveles moderados de control paterno, ayudan a

que los padres sean agentes responsables en la crianza de sus hijos y que los niños se

vuelvan miembros maduros y competentes de la sociedad. Probablemente, los niños de

padres autoritarios, es decir, aquellos cuyos padres intentan evitar las formas de castigo

más extremas (ridiculización y/o comparación social negativa) al criarlos, puedan

disfrutar de éxito dentro de su grupo social.

De acuerdo con McClellan y Katz (1996) durante las últimas dos décadas se han

acumulado un convincente cuerpo de evidencia que indica que los niños alrededor de

los seis años de edad al alcanzar un mínimo de habilidad social, tienen una alta

probabilidad de estar en riesgo durante su vida.

Hartup (1992) sugiere que las relaciones entre iguales contribuye en gran medida

no sólo al desarrollo cognitivo y social sino, además, a la eficacia con la cual

funcionamos como adultos, asimismo postula que el mejor predictor infantil de la

adaptación adulta no es el cociente de inteligencia (CI), ni las calificaciones de la

escuela, ni la conducta en clase, sino la habilidad con que el niño se lleve con otros. Los

niños que generalmente son rechazados, agresivos, problemáticos, incapaces de

mantener una relación cercana con otros niños y que no pueden establecer un lugar para

ellos mismos en la cultura de sus iguales, están en condiciones de alto riesgo.

Conclusión

Las limitaciones en el desarrollo de las relaciones sociales genera riesgos

diversos, algunos de ellos son conceptualizados por Katz y McClellan (1991) como:

salud mental pobre, abandono escolar, bajo rendimiento y otras dificultades escolares,

historial laboral precario y otros. Dadas las consecuencias a lo largo de la vida, las

relaciones sociales deberían considerarse como la primera de las cuatro asignaturas

básicas de la educación, es decir, aunada a la lectura, escritura y aritmética. En virtud de

que el desarrollo social comienza en los primeros años, Katz y McClellan consideran

que es apropiado que todos los programas para la niñez incluyan evaluaciones

periódicas, formales e informales, del progreso de los niños en la adquisición de

habilidades sociales (Jiménez, 2000).

43

Page 44: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Generalmente en las instituciones educativas se practican exámenes de ingreso,

de manera específica en las escuelas preparatorias y en las universidades en México se

contempla la evaluación de las habilidades matemáticas y de razonamiento verbal entre

algunos de sus indicadores predictivos de rendimiento académico, sin embargo, la

evaluación del desarrollo de habilidades sociales en los estudiantes y su probable nexo

con su futuro desempeño académico queda relegado a un segundo plano y la más de las

veces olvidado por dichos centros de estudio (Navarro, 2005).

Finalmente cabría la reflexión en torno a la importancia de vincular el desarrollo

de las habilidades sociales y el éxito académico, así como de generar investigación para

comprender dicho fenómeno (Cascon, 2000).

3. Conclusión

3.1. Síntesis

Habilidades sociales y la resolución de conflictos son dos conceptos que poseen

una gran vinculación a los distintos aspectos de la vida del ser humano. Se habla de

socialización, enculturación, empatìa, independencia o incluso personalización, pero en

cierta forma son dos características fundamentales a la hora de explicar muchos de los

comportamientos humanos. En el mundo actual los conflictos son una realidad

constatable, e inherente a cualquier tipo de organización e interacción y se define como

una situación real y natural de oportunidad, que exige la interrelación de dos o más

partes en donde existe una incompatibilidad o divergencia de intereses sobre algún

tema. De este modo es totalmente esperable que se den en la institución escolar. Por su

parte, las habilidades sociales son un ámbito de la personalidad humana que forma parte

importante hoy en día de los planes de acción de los sistemas educativos ya que

involucra capacidades o habilidades personales utilizadas para una correcta interacción

social, determinando una consecuencia eficaz de objetivos a seguir en el ámbito de las

relaciones interpersonales y la resolución de problemas.

Existen diversos autores que se refirieron a estos temas en forma separada. Se

presenta como una de las más importantes en cuanto a la resolución de conflictos, la

Teoría de la conducta problemática. Esta teoría, fue desarrollada por Richard Jessor,

reconoce que la conducta adolescente (incluyendo conductas de riesgo) no surge de una

sola fuente, sino que es el producto de complejas interacciones entre los individuos y su

44

Page 45: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

entorno. La teoría de la conducta problemática se ocupa de las relaciones entre tres

categorías de variables psicológicas: el sistema de la personalidad; el sistema del medio

ambiente percibido y el sistema conductual.

En cuanto a los planteamientos diversos de las habilidades sociales, destaca la

escuela según Levinger (1994), ofrece al estudiante la oportunidad de adquirir técnicas,

conocimientos, actitudes y hábitos que promuevan el máximo aprovechamiento de sus

capacidades y contribuye a neutralizar los efectos nocivos de un ambiente familiar y

social desfavorables. A su vez Hartup (1992) sugiere que las relaciones entre iguales

contribuye en gran medida no sólo al desarrollo cognitivo y social sino, además, a la

eficacia con la cual funcionamos como adultos.

Analizando las causas de la aparición de habilidades sociales o de la agresividad,

se debe tener en cuenta aquellos factores de riesgo que los estudios sobre violencia y

capacidades cognitivas de la sociedad apuntan como aspectos importantes para el

desarrollo del individuo. Existen factores exógenos al colegio, los cuales se mantienen

lejanos a la acción directa y controlada dentro de la institución escolar. Estos son el

contexto social, las características familiares, los medios de comunicación, la estadía e

influencias de inmigrantes y el uso masivo de nuevas tecnologías. Mientras que los

factores endógenos, que se encuentran dentro del colegio, los cuales se pueden y deben

tratar, al prevenir situaciones conflictivas o potenciar relaciones interpersonales.

Es importante aludir también a los conceptos de calidad educativa y los diversos

programas que a diario se crean para mejorarla. Cuantiosos estudios evalúan a distintos

participes de la enseñanza de los menores, con el único fin de reconstruir sobre los

cimientos que se encuentran deficientes provocando una reacción benéfica en todos los

entes. Debido a esto, se ha llegado a la conclusión de implantar en los colegios un

programa de estudios más amplio y completo, de tal manera que no solo se abarque el

ámbito académico, sino también velar por la formación personal de nuestros futuros

profesionales, trabajando su lado artístico, el aspecto valórico para crear día a día

personas cada vez mas virtuosas. También se enseñará a desarrollar al máximo el

potencial de las habilidades interpersonales de los individuos y por ultimo promocionar

la mediación como un sistema de resolución de conflictos más eficiente y que cada vez

se interiorice con mayor fuerza en las personas, para finalmente depender menos de

terceras personas, resolviendo de una manera conciliadora y efectiva nuestros

problemas como seres humanos.

45

Page 46: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

3.2. Reflexión

Para esta reflexión se tomará como referente de análisis una noticia nacional

publicada por el diario El Mercurio2, el día 13 de mayo de 2009, sobre violencia escolar

y, a la vez, el contenido teórico de nuestro trabajo. El hecho de violencia ocurrió en

Antofagasta, en el Liceo A-26 entre dos alumnos de primero medio, uno de ellos quedo

semiinconsciente luego de la agresión.

Al leer la noticia pudimos constatar como actúan las variables influyentes en los

actos de violencia escolar. El primero de estos fue el de los medios de comunicación, ya

que, los compañeros de curso grabaron la riña y la subieron a Youtube; este video, en

tanto, ha sido visitado y visto por un centenar de personas, incluyendo otros escolares

que podrían repetir lo visto por Internet.

En Antofagasta, dado los reiterados hechos de violencia se obligo a las

autoridades de los colegios públicos a aplicar el programa de intervención en cincuenta

y dos colegios, del cual solo se han concretado cinco. Vale destacar que este programa

es una propuesta del Gobierno de Educación, la cual es parte del currículum

educacional, por lo que su incumplimiento, es una grave falta de parte de las

instituciones. Ante el hecho de violencia el presidente comunal del Colegio de

Profesores, señala que si bien el currículum contiene como objetivos transversales el

desarrollo de habilidades sociales, y la prevención de la violencia, son los docentes los

que no manejan una cultura anti-violencia y son ellos mismos los que piden

capacitación.

La falta de capacitación se ejemplifica en la argumentación que la directora,

Salma Resk, le dio al hecho violento. Ella atribuyo el incidente a un problema de

convivencia, dado que uno de los estudiantes involucrado en la riña era repitente. La

falta de habilidades sociales de la directora dan cuenta de la carencia de asertividad

puntualmente, por lo cual, ella demostró gran énfasis en el rendimiento, y no tomando

en cuenta las características individuales del sujeto, preenjuiciándolo por su bajo

rendimiento académico. También el actuar de los padres del adolescente agredido

denota una falta de conocimiento respecto a la violencia escolar.

El tema referente a la violencia escolar se ha volcado a un problema social,

debido a que, no hay en Chile políticas de educación, que por una parte prevengan la

violencia en los establecimientos, y por otra desarrollen las habilidades sociales para

una mejor convivencia. Dicha convivencia debe tomar las relaciones entre profesores,

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Page 47: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

alumnos y entre profesor-alumno, para crear un ambiente propicio para que luego sea el

hogar, el sustento y base de todas los valores enseñados en el aula.

Es difícil que el cambio cultural hacia la convivencia pacifica en las aulas se

lleve a cabo de un momento a otro. Tenemos que ser concientes que este es un proceso,

que naturalmente requiere tiempo y dedicación, por sobre todo, de quienes mas influyen

en el tema, como lo son los programas educativos y los valores que estos entregan para

fomentar un mejor ambiente tanto en el aula, como en los momentos recreativos y en el

clima familiar. Creemos firmemente que la educación en Chile puede hacer un cambio

en el país.

47

Page 48: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

4. Referencias bibliográficas

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51

Page 52: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

5. Anexos

1. Estudio sobre el desarrollo de habilidades sociales ¿Determinan el éxito

académico? (Dr. Rubén Edel Navarro).

Estudio sobre el desarrollo de habilidades sociales

¿Determinan el éxito académico?

Dr. Rubén Edel Navarro

Doctor en Investigación Psicológica

Actualmente la evaluación del desarrollo de habilidades sociales en los estudiantes y su

probable nexo con su futuro desempeño académico queda relegado a un segundo plano.

Sin embargo, las limitaciones en el desarrollo de las relaciones sociales generan riesgos

diversos, como abandono escolar, bajo rendimiento y otras dificultades escolares. Dadas

las consecuencias a lo largo de la vida, las relaciones sociales deberían considerarse

como la primera de las cuatro asignaturas básicas de la educación, es decir, aunada a la

lectura, escritura y aritmética.

RESUMEN

Aproximarse al rendimiento académico como objeto de estudio plantea entender su

complejidad y las formas de abordar su comprensión como un fenómeno multifactorial.

El presente artículo presenta la perspectiva de diferentes autores dedicados a la

investigación sobre el rendimiento académico y plantea, como una alternativa de

estudio, el desarrollo de las habilidades y/o competencias sociales como una de las

variables que probablemente podrían predecirlo.

INTRODUCCIÓN

Probablemente una de las dimensiones más importantes en el proceso de enseñanza

aprendizaje lo constituye el rendimiento académico del alumno. Cuando se trata de

evaluar el rendimiento académico y cómo mejorarlo, se analizan en mayor ó menor

grado los factores que pueden influir en él, generalmente se consideran entre otros,

factores socioeconómicos , la amplitud de los programas de estudio, las metodologías de

enseñanza utilizadas, la dificultad de emplear una enseñanza personalizada, los

conceptos previos que tienen los alumnos, así como el nivel de pensamiento formal de

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Page 53: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

los mismos (Benitez, Gimenez y Osicka, 2000), sin embargo y en contraste, Jiménez

(2000) refiere que " se puede tener una buena capacidad intelectual y una buenas

aptitudes y sin embargo no estar obteniendo un rendimiento adecuado ", ante la

disyuntiva y con la perspectiva de que el rendimiento académico es un fenómeno

multifactorial es por lo cual se exponen las siguientes líneas.

La complejidad del rendimiento académico inicia desde su conceptualización, en

ocasiones se le denomina como aptitud escolar, desempeño académico ó rendimiento

escolar, pero generalmente las diferencias de concepto sólo se explican por cuestiones

semánticas ya que se utilizan como sinónimos, para el presente se considerará la

definición de Pizarro (1985), la cual refiere al rendimiento académico como una medida

de las capacidades respondientes o indicativas que manifiestan, en forma estimativa, lo

que una persona ha aprendido como consecuencia de un proceso de instrucción o

formación.

LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL RENDIMIENTO ACADÉMICO.

En su estudio denominado " algunos factores del rendimiento: las expectativas y el

género ", Cominetti y Ruiz (1997) refieren que se necesita conocer qué variables

inciden ó explican el nivel de distribución de los aprendizajes, los resultados de su

investigación plantean que:

“Las expectativas de familia, docentes y los mismos alumnos con relación a los logros

en el aprendizaje reviste especial interés porque pone al descubierto el efecto de un

conjunto de prejuicios, actitudes y conductas que pueden resultar beneficiosos ó

desventajosos en la tarea escolar y sus resultados ", asimismo que: " el rendimiento de

los alumnos es mejor, cuando los maestros manifiestan que el nivel de desempeño y de

comportamientos escolares del grupo es adecuado " ( p.p. 4-5).

Existen investigaciones que pretenden calcular algunos índices de fiabilidad y validez

del criterio de rendimiento académico más utilizado: las calificaciones escolares.

En el estudio " análisis de las calificaciones escolares como criterio de rendimiento

académico ", Cascón (2000) atribuye la importancia del tema a dos razones principales:

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Page 54: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

" 1) uno de los problemas sociales, y no sólo académicos, que están ocupando a los

responsables políticos, profesionales de la educación, padres y madres de alumnos; y a

la ciudadanía, en general, es la consecución de un sistema educativo efectivo y eficaz

que proporcione a los alumnos el marco idóneo donde desarrollar sus potencialidades;

2) por otro lado, el indicador del nivel educativo adquirido, en este estado y en la

práctica totalidad de los países desarrollados y en vías de desarrollo, ha sido, sigue y

probablemente seguirán siendo las calificaciones escolares. A su vez, éstas son reflejo

de las evaluaciones y/o exámenes donde el alumno ha de demostrar sus conocimientos

sobre las distintas áreas ó materias, que el sistema considera necesarias y suficientes

para su desarrollo como miembro activo de la sociedad " (p.p.. 1-2).

Por otra parte Cascón (2000) en su investigación sobre " predictores del rendimiento

académico " concluye que " el factor psicopedagógico que más peso tiene en la

predicción del rendimiento académico es la inteligencia y por tanto, parece razonable

hacer uso de instrumentos de inteligencia estandarizados (test) con el propósito de

detectar posibles grupos de riesgo de fracaso escolar”.

En éste sentido al mencionar la variable inteligencia en relación con el rendimiento

académico cabe destacar un estudio reciente de Pizarro y Crespo (2000) sobre

inteligencias múltiples y aprendizajes escolares, en donde expresan que:

“la inteligencia humana no es una realidad fácilmente identificable, es un constructo

utilizado para estimar, explicar ó evaluar algunas diferencias conductuales entre las

personas: éxitos / fracasos académicos, modos de relacionarse con los demás,

proyecciones de proyectos de vida, desarrollo de talentos, notas educativas, resultados

de test cognitivos, etc. Los científicos, empero, no han podido ponerse muy de acuerdo

respecto a qué denominar una conducta inteligente (p.p. 1-8)

Resulta importante considerar otro tipo de variables, al margen de las calificaciones y el

nivel de inteligencia de los estudiantes, que aparentemente inciden en el rendimiento

académico y que valdría la pena mencionar.

Al investigar sobre " los insumos escolares en la educación secundaria y su efecto sobre

el rendimiento académico de los estudiantes ", Piñeros y Rodríguez (1998) postulan

que: “la riqueza del contexto del estudiante (medida como nivel socioeconómico) tiene

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Page 55: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

efectos positivos sobre el rendimiento académico del mismo. Este resultado confirma

que la riqueza sociocultural del contexto (correlacionada con el nivel socioeconómico,

mas no limitada a él) incide positivamente sobre el desempeño escolar de los

estudiantes. Ello recalca la importancia de la responsabilidad compartida entre la

familia, la comunidad y la escuela en el proceso educativo " (p.p. 34).

LAS COMPETENCIAS SOCIALES Y EL RENDIMIENTO ACADÉMICO.

Al hacer mención a la educación, necesariamente hay que referirse a la entidad

educativa y a los diferentes elementos que están involucrados en el proceso de

enseñanza aprendizaje como los estudiantes, la familia y el ambiente social que lo

rodea. La escuela según Levinger (1994), brinda al estudiante la oportunidad de adquirir

técnicas, conocimientos, actitudes y hábitos que promuevan el máximo

aprovechamiento de sus capacidades y contribuye a neutralizar los efectos nocivos de

un ambiente familiar y social desfavorables. En su estudio sobre el " clima social

escolar: percepción del estudiante ", De Giraldo y Mera (2000) refieren que si las

normas son flexibles y adaptables, tienen una mayor aceptación, contribuyen a la

socialización, a la autodeterminación y a la adquisición de responsabilidad por parte del

estudiante, favoreciendo así la convivencia en el colegio y por tanto el desarrollo de la

personalidad; por el contrario si éstas son rígidas, repercuten negativamente, generando

rebeldía, inconformidad, sentimientos de inferioridad o facilitando la actuación de la

persona en forma diferente a lo que quisiera expresar.

Mientras que las relaciones entre los compañeros de grupo son sólo uno de los muchos

tipos de relaciones sociales que un alumno debe aprender, no es de sorprenderse saber

que los estudios que analizan el estilo en que los padres educan a sus hijos nos permitan

tener algunos indicios que ayudan entender el desarrollo de capacidades sociales dentro

de un grupo social de niños.

Sobre el papel de los padres en el desarrollo de la competencia social, Moore (1997)

refiere que los padres se interesan por las interacciones más tempranas de sus hijos con

sus compañeros, pero con el paso del tiempo, se preocupan más por la habilidad de sus

hijos a llevarse bien con sus compañeros de juego, asimismo Moore postula que en la

crianza de un niño, como en toda tarea, nada funciona siempre, se puede decir con

seguridad, sin embargo, que el modo autoritario de crianza funciona mejor que los otros

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Page 56: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

estilos paternos (pasivo y autoritario) en lo que es facilitar el desarrollo de la

competencia social del niño tanto en casa como en su grupo social. Los altos niveles de

afecto, combinados con niveles moderados de control paterno, ayudan a que los padres

sean agentes responsables en la crianza de sus hijos y que los niños se vuelvan

miembros maduros y competentes de la sociedad. Probablemente, los niños de padres

autoritarios, es decir, aquellos cuyos padres intentan evitar las formas de castigo más

extremas (ridiculización y/o comparación social negativa) al criarlos, puedan disfrutar

de éxito dentro de su grupo social.

De acuerdo con McClellan y Katz (1996) durante las últimas dos décadas se han

acumulado un convincente cuerpo de evidencia que indica que los niños alrededor de

los seis años de edad al alcanzar un mínimo de habilidad social, tienen una alta

probabilidad de estar en riesgo durante su vida.

Hartup (1992) sugiere que las relaciones entre iguales contribuye en gran medida no

sólo al desarrollo cognitivo y social sino, además, a la eficacia con la cual funcionamos

como adultos, asimismo postula que el mejor predictor infantil de la adaptación adulta

no es el cociente de inteligencia (CI), ni las calificaciones de la escuela, ni la conducta

en clase, sino la habilidad con que el niño se lleve con otros. Los niños que

generalmente son rechazados, agresivos, problemáticos, incapaces de mantener una

relación cercana con otros niños y que no pueden establecer un lugar para ellos mismos

en la cultura de sus iguales, están en condiciones de alto riesgo.

CONCLUSIÓN

Las limitaciones en el desarrollo de las relaciones sociales genera riesgos diversos,

algunos de ellos son conceptualizados por Katz y McClellan (1991) como : salud mental

pobre, abandono escolar, bajo rendimiento y otras dificultades escolares, historial

laboral precario y otros. Dadas las consecuencias a lo largo de la vida, las relaciones

sociales deberían considerarse como la primera de las cuatro asignaturas básicas de la

educación, es decir, aunada a la lectura, escritura y aritmética. En virtud de que el

desarrollo social comienza en los primeros años, Katz y McClellan consideran que es

apropiado que todos los programas para la niñez incluyan evaluaciones periódicas,

formales e informales, del progreso de los niños en la adquisición de habilidades

sociales.

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Page 57: Habilidades sociales y resolucion de conflictos escolares

Generalmente en las instituciones educativas se practican exámenes de ingreso, de

manera específica en las escuelas preparatorias y en las universidades en México se

contempla la evaluación de las habilidades matemáticas y de razonamiento verbal entre

algunos de sus indicadores predictivos de rendimiento académico, sin embargo, la

evaluación del desarrollo de habilidades sociales en los estudiantes y su probable nexo

con su futuro desempeño académico queda relegado a un segundo plano y la más de las

veces olvidado por dichos centros de estudio.

Finalmente cabría la reflexión en torno a la importancia de vincular el desarrollo de las

habilidades sociales y el éxito académico, así como de generar investigación para

comprender dicho fenómeno.

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