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La realidad de la obra José Manuel López OsorioArquitectoExperto en rehabilitación de edificios, Granada, España

“Esperar a saber bastante para actuar con toda seguridad, es condenarse a la inacción”.

Jean Rostand

Si bien es cierto que el desarrollo del programa de estudiosprevios, la fase de reflexión y la adecuada redacción del proyectoresultan imprescindibles para llevar a buen término larehabilitación de un edificio tradicional, no podemos olvidar queel verdadero objetivo de la Guía Rehabimed es hacer real y efectivala conservación material de la arquitectura tradicionalmediterránea. La frase del científico y pensador francés Jean Rostand sugiere,inevitablemente, la necesidad de la acción como únicoinstrumento capaz de implementar el enorme desarrollo de lasaproximaciones teóricas y los debates interminables sobre criteriosde intervención que no siempre consiguen los objetivosesperados.Pensamos que la compleja y diversa realidad mediterránea exigepasar a la acción como única garantía que justifique la redacciónde este método. Será, por tanto, en la etapa de ejecución de laobra donde deberán integrarse los principios del MétodoRehabimed y donde resulta más importante, si cabe, adoptar unavisión realista, integradora y flexible del Método, ya que las fasesy etapas anteriores se someten a su verdadera prueba de fuegodurante la ejecución de los trabajos, donde es preciso absorber yasimilar la incalculable serie de imprevistos que surgen en unaobra de rehabilitación.Esta realidad se presenta aún más compleja cuando la intenciónde esta guía pretende establecer una metodología de intervenciónen el área geográfica mediterránea, que si bien presenta raíces eidentidades históricas comunes, muestra, sin embargo, unpanorama diverso y cambiante con diferencias culturales ysocioeconómicas que condicionan los procesos de intervención. La ejecución de una obra está sometida a la materialidad existentey a una serie de circunstancias técnicas, administrativas yeconómicas que producen un universo no homogéneo. No esigual llevar a cabo una intervención de rehabilitación en losedificios degradados del interior de los centros históricos europeosque en las poblaciones turísticas de las islas mediterráneas, lascallejuelas angostas de las medinas del Norte de Africa, lospoblados perdidos del Atlas Magrebí o los degradados oasis de losvalles presaharianos.

Nos encontramos ante circunstancias cambiantes en conjuntosurbanos compactos o en edificios dispersos en el mundo rural,donde las dificultades de acceso, la inexistencia de mano de obracualificada, la dificultad para encontrar materiales de construcciónapropiados o simplemente la compleja tramitación burocrática sepresentan como obstáculos difíciles de salvar durante el procesode ejecución de una obra de rehabilitación. Así mismo, no debemos olvidar que gran parte de las obras derehabilitación, ampliación o reforma que se producen en la cuencamediterránea, sobre todo en los países del sur y en el medio rural,tienen que ver con actuaciones informales donde no resultahabitual la presencia de técnicos, ni cuentan con lascorrespondientes autorizaciones administrativas. Sin embargo,estas intervenciones espontáneas, fruto de la necesidad directa delusuario, también merecen ser consideradas, ya sea por sucapacidad destructora de las formas y materiales tradicionales opor su potencial evocador de presentarnos la nueva realidadpopular que pone en crisis la habitual y directa relación entre lo“tradicional” y lo “popular”. Esta diversidad de condiciones puede perturbar la linealidad deprocesos que se establezcan sobre principios excesivamenterígidos o alejados de esta realidad constructora o deconstructoraen la arquitectura tradicional. La situación exige el diseño de unaestrategia abierta que, aún conservando una estructurasuficientemente clara y definida, permita incorporacionestransversales que no desvirtúen los objetivos iniciales del Método:

La nueva arquitectura popular combina formas y tipologías tradicionales con losnuevos materiales disponibles en la actualidad. La Pobla de Benifassà, Castellón(España).

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como la espina de un pez que manteniendo su forma estable escapaz de mostrarse flexible y adaptarse a las condiciones variablesde su entorno.Criterios de intervención y programas definidos a priori resultanhabitualmente perturbados cuando son sometidos a la realidad dela obra. La ejecución de los trabajos se muestra como el verdaderocampo de batalla donde ya no es posible la mirada hacia atrás,salvo para aprender del error y evitarlo en procesos posteriores. Unriguroso conocimiento previo del edificio y de la realidad cultural,legal, técnica y socioeconómica de cada región o país exige unmayor esfuerzo para planificar una correcta intervención. Este apartado del Método pretende, por tanto, definir una serie deconceptos básicos que pueden ayudarnos a establecer puntos departida comunes en la etapa de ejecución de una obra derehabilitación de la arquitectura tradicional mediterránea.

Las transformaciones de la arquitectura tradicional y la participación del usuario en la rehabilitación de suvivienda

A lo largo de la historia la arquitectura tradicional había sidorealizada sin la presencia de arquitectos y constituía la expresiónespontánea y natural de un pueblo que tenía la necesidad deresolver el problema de la vivienda. Edificios construidos sinproyecto mostraban su natural capacidad para transformarsecuando era preciso consolidar, reformar o ampliar según ibamodificándose el programa de necesidades.La revolución industrial y la mejora de las comunicaciones ydisponibilidad de nuevos materiales abren el abanico de

posibilidades técnicas y formales al constructor local, que continuasiendo el responsable de la construcción o reforma de laarquitectura tradicional. Sin embargo, el cambio de las condicionesde partida, con nuevos conceptos estructurales y tipológicos que yano están basados en los fundamentos de la tradición local ni en losprincipios de su organización económica y social, modificasustancialmente el resultado final y la imagen de la nuevaarquitectura popular, que sigue siendo la respuesta a las nuevascircunstancias del entorno pero que ha producido una fractura,probablemente definitiva, con los fundamentos de la tradición. El contexto actual de la arquitectura tradicional en gran parte delMediterráneo es un conflicto manifiesto entre dos conceptosradicalmente opuestos: el mundo urbano y desarrollado queencuentra valores patrimoniales en la arquitectura tradicional y larealidad del mundo rural contemporáneo que desea modernizarsu hábitat con nuevas formas y materiales como símbolo deprogreso y modernización. La realidad es que, hasta época reciente, la participación delusuario en la construcción y rehabilitación de su vivienda resultabaalgo habitual en la generación de la arquitectura tradicional.Parece necesario que esto siga siendo así y que la presencia delbeneficiario directo de la intervención, tanto en la fase deproyecto como en la ejecución de las obras, se presente como unade las claves de la arquitectura popular. No obstante, resulta frecuente que las formas, colores y materialestradicionales, que son tan apreciados desde la visióncontemporánea del mundo tradicional, no sean aceptados por elusuario habitual que desprecia lo tradicional por considerarloasociado al pasado, símbolo de un subdesarrollo que pretende

El uso del color y la reutilización de materiales caracterizan la arquitectura popular.Barrio de la Chanca, Almería (España).

Los restos musealizados de la arquitectura tradicional forman parte del actualpaisaje urbano en convivencia con la nueva arquitectura. Larache (Marruecos).

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superar, y cuyas expectativas de vivienda están más cerca de lavivienda urbana y convencional, a la que identifica con el progreso.En términos concretos esto se traduce, por ejemplo, en la pérdidade valor para la población local de los empedrados tradicionales,normalmente toscos y ejecutados con piedras de gran tamaño,que se sustituyen por piedras planas para facilitar el tránsito y elacceso del tráfico rodado. Estas valoraciones del usuario contrastan, sin duda, con la opinióndel visitante ocasional, del turista o del nuevo vecino, fruto de unproceso de turismo rural o de gentrificación en un barrio histórico.Estos nuevos usuarios se convierten, en muchos casos, en nuevosvecinos que encuentran en estos valores epidérmicos de laarquitectura las cualidades que certifican su autenticidad. Elconflicto está servido y la solución deberá encontrar la forma deatender los diferentes requerimientos, que dependerá de lascondiciones específicas del lugar, del carácter patrimonial oexclusivamente residencial del barrio o del conjunto rural y, endefinitiva, de saber identificar por qué y para quien estamosrehabilitando.La presencia del arquitecto, encargado desde el MovimientoModerno de resolver los problemas de vivienda, encuentra en laarquitectura tradicional la aparente contradicción de ordenar esteproceso. Su participación en la búsqueda de un equilibrio entre laconservación de aquellos valores a preservar dando respuesta a lasnecesidades actuales del habitante y usuario de la arquitecturatradicional, constituye un reto importante. Sin embargo, la realidad en muchas de las regiones delmediterráneo es que la presencia del arquitecto resulta limitada enlos procesos de construcción o rehabilitación de viviendas en

contextos populares, donde el propietario, con ayuda de unalbañil local, diseña, financia y ejecuta las obras sin la existencia deun proyecto previo y, en muchos casos, sin el control de laadministración. Los procesos de autoconstrucción oautorrehabilitación muestran, en este caso, el grado más alto departicipación del usuario en la producción de su vivienda. La naturalidad de estos procesos y la implicación personal en laconstrucción de su hábitat merecen nuestra atención,considerando el fenómeno como una realidad que merece servalorada, introduciendo, si cabe, algunos elementos quepotencien y ordenen el fenómeno: la presencia de un arquitectocomo profesional que contribuya a reconducir el proceso y laparticipación de la administración pública como elementocofinanciador de la obra, que aporte los recursos económicosnecesarios para la contratación de los técnicos, y en definitiva,para mejorar la calidad de la intervención. Cabe esperar la normalización de esta práctica, entendida nocomo la implantación de medidas que desvirtúen sus valoresiniciales sino como estrategia para potenciarlos, considerando laautorrehabilitación como un modelo posible en nuestroentorno mediterráneo, en contextos patrimoniales concondiciones socioeconómicas limitadas. Para llevar a cabo estanormalización resulta muy importante, una vez más, el papel deuna administración sensible que sea capaz de tener esta doblevisión. Existen ejemplos en el sur de España, donde el gobiernoregional de Andalucía ha puesto en marcha programas públicosde autoconstrucción y rehabilitación de viviendas, financiando losmateriales necesarios para la ejecución de la obra y la contrataciónde los técnicos.

En los países del sur mediterráneo una nueva puerta metálica se integra en laarquitectura popular. En la cuenca norte la puerta de madera tradicional pasa aconvertirse en objeto fosilizado de un museo al aire libre. Alto Atlas (Marruecos) /5. Alpujarra (España).

El uso combinado de la ropa tradicional y occidental muestra la realidad social enmuchas regiones del Mediterráneo. Esta convivencia resulta manifiesta también enla arquitectura (Siria).

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En las experiencias que se han llevado a cabo se presentannumerosas ventajas asociadas. El usuario gestiona directamentelas obras e incluso aporta su mano de obra, lo que produce unareducción de costos y una mayor rentabilidad social de la inversiónrealizada. Así mismo, se facilitan las futuras obras detransformación y mantenimiento, debido al conocimiento porparte del usuario de la ubicación de elementos estructurales,instalaciones, etc. Esta práctica normalmente se ha asociado a pequeñasactuaciones, sin embargo, en muchos casos, las necesidades derehabilitación exigen actuaciones globales que afectan a unnúmero importante de edificios o bien se trata de la rehabilitaciónde edificios singulares. Estas actuaciones resultan habitualmentepromovidas por la administración local o estatal y tienen comoconsecuencia inicial la contratación de una única empresaconstructora que normalmente no está vinculada al lugar de laactuación. En este caso existen experiencias desarrolladas en lasque se obliga a la empresa adjudicataria a que contrate comotrabajadores a los vecinos del barrio o población donde sedesarrollan las obras. Esta medida posee importantes beneficiossociales, ya que ofrece trabajo a la población receptora ycontribuye a su cualificación profesional. Como contrapartida, losvecinos ofrecen el cocimiento de la cultura constructiva local y suparticipación en la obra facilita las tareas de mantenimiento o

reparación posterior. Las experiencias llevadas a cabo no hanresultado sencillas debido a las dificultades para encontrarpersonal con un mínimo de preparación profesional o interéspersonal. No obstante, se trata de iniciativas que tienen unindudable interés y que merecen ser incentivadas.

Los agentes implicados en la ejecución de una obra derehabilitación

La gestión técnica y económica de cualquier obra de construcciónexige la participación activa de tres agentes principales: Elpromotor o usuario del edificio, los técnicos directores de la obray la empresa constructora encargada de la ejecución de lostrabajos. Sin embargo, las singulares características de una obrade rehabilitación nos obligan a redefinir estas figuras y aestablecer nuevas formas de relación entre ellas.

El propietario y usuario es la persona que decide rehabilitar suvivienda y que inicialmente dedica sus propios recursos. Sinembargo, es habitual que en los procesos de rehabilitación,normalmente sometidos a mayores problemas técnicos yeconómicos que la construcción convencional, y dondedeterminados valores patrimoniales no afectan exclusivamente a

La recuperación de los lavaderos públicos, obra financiada por la administraciónregional, se ha llevado a cabo con materiales y sistemas constructivos locales.Alpujarra de Granada (España).

Recuperación del empedrado granadino conservando la técnica tradicional.Albayzín de Granada (España).

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su propietario, sino que transcienden a la colectividad, aparezca lafigura de la administración como promotor de la obra,normalmente estableciendo medidas de protección y aportandorecursos económicos. La presencia de este nuevo agente resultamás evidente cuando se trata de edificios singulares oequipamientos como lavaderos públicos, pósitos, molinos, etc.,donde el uso y, en muchos casos, la propiedad pública, exigenclaramente la participación de la administración.

El equipo técnico, normalmente formado por arquitectos ytécnicos especializados, es el encargado de la redacción delproyecto, de la dirección técnica de la obra y de la gestióneconómica. Su papel es fundamental para una correctaplanificación y racionalización del proceso. No obstante, lasdiferentes circunstancias que confluyen en la rehabilitación de laarquitectura tradicional exigen un mayor esfuerzo a sus nuevosresponsables, que no pueden limitar su participación a losaspectos técnicos de la intervención, ya que se les exige unmayor compromiso y dedicación, debido a que deberánmodificar su tradicional papel de especialistas distantes y ajenospara convertirse más en un elemento mediador entre la vivienday el patrimonio, entre la normativa y la realidad, entre elparticular o la administración que los contrata y las necesidadesdel usuario de la vivienda.

La empresa constructora, será la responsable de llevar a cabo laejecución material de los trabajos y requiere también adaptarse alas características específicas de este tipo de obra. En estos casos,la presencia de pequeñas empresas locales, o simplemente unbuen albañil conocedor de los sistemas constructivos y materialeslocales, resulta la mejor de las elecciones si la escala de laintervención lo permite. Sin embargo, la pérdida de los oficiostradicionales en la mayor parte de los países de la cuencamediterránea exige la investigación aplicada para la recuperaciónde los sistemas constructivos tradicionales, por lo que resultaespecialmente importante la colaboración permanente delconstructor con el equipo técnico.

Las tres figuras descritas no siempre se presentan perfectamentedefinidas y con absoluta independencia o autonomía, lo queafecta sensiblemente al modelo de gestión de la obra,condicionando de forma sustancial el diseño de la actuación, losmecanismos de control y el resultado final de la misma. La necesaria interacción entre los diferentes agentes implicados seplantea, por tanto, como una de las cuestiones a tener en cuenta,sobre todo cuando la administración pública participa en elproceso, lo que supone, en algunos casos, el alejamiento delbeneficiario directo de la intervención. Esto exige la modificaciónde los roles establecidos, considerando una nueva posición más

Recuperación de la técnica tradicional de construcción de un muro de tapial en lacuenca norte mediterránea. La Peza, Granada (España).

La aplicación de una capa de yeso sobre la tablazón de la cubierta de madera antesdel recibido de la teja, constituye una técnica tradicional que se está recuperandoen las obras de rehabilitación. Albayzín de Granada (España).

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exigente para todos, pero sin duda con mayores beneficios finales.En otras ocasiones la dificultad radica en que se trata deactuaciones informales, fuera del control de la administración.Este será el caso de la auto rehabilitación, donde el propietario dela vivienda con la ayuda del constructor local, diseña, financia yejecuta la obra sin la presencia de técnicos, circunstancia todavíahabitual en algunas áreas de la geografía mediterránea y quemerece ser destacada.

La administración pública como elemento regulador delproceso En los países mediterráneos donde la capacidad económica y degestión de la administración pública tiene capacidad para ello, lapromoción de obras de rehabilitación de la arquitectura tradicionalresulta normalmente incentivada por el Estado.Su presencia como tutela técnica del proceso supone también la

contribución económica a la financiación total o parcial de la obra.Generalmente, esta aportación coincide con programas deprotección o salvaguarda de determinadas áreas urbanas o rurales,por lo que la administración impone condiciones específicas sobrelos criterios de intervención que deberán llevarse a cabo.El papel de la iniciativa pública debe entenderse como unelemento regulador y estabilizador del proceso, donde la entropíadel mercado o el interés privado puedan producir desequilibriosque afecten a la conservación de los valores de la arquitecturatradicional. Sin embargo, determinadas iniciativas públicas noajustadas a las singularidades locales, no siempre consiguen losresultados esperados. En algunos casos, los intereses de la administración no coincidencon las necesidades reales de los beneficiarios directos de laactuación, cuestiones a las que resulta difícil atender conreflexiones genéricas o sistematizadas que exigen una atenciónpersonalizada, difícil de llevar a cabo en actuaciones masivas derehabilitación.Desgraciadamente, muchas intervenciones públicas derevitalización de centros históricos llevadas a cabo en las últimasdécadas, han orientado sus esfuerzos a mejorar la imagen exteriorde los edificios, y con ello la imagen urbana del barrio, más que apreocuparse de resolver las verdaderas necesidades de sushabitantes. Aunque afortunadamente esta tendencia tiende adesaparecer, ha sido frecuente el desarrollo de programas derehabilitación orientados a la rehabilitación de fachadas oelementos urbanos sin acometer obras en el interior de losedificios y sin resolver, por tanto, sus problemas estructurales o dehabitabilidad. En otros casos, el inicialmente adecuado criterio derecuperar la tipología tradicional, perturbada inevitablemente pordivisiones de viviendas, ocupación de patios y galerías, oampliaciones que modifican el modelo original, ha entrado enconflicto directo con las necesidades de espacio de los actualesusuarios de las mismas.

Otra de las cuestiones puestas de manifiesto en las actuacionesllevadas a cabo por la administración pública ha sido la dificultadpara establecer el límite entre aquella arquitectura de carácterpatrimonial que posee valores a conservar y aquella otra donde laintervención pretende solucionar exclusivamente problemas dehabitabilidad básica. Normalmente encontramos tresadministraciones implicadas: la responsable de la conservación delpatrimonio, la encargada de la promoción de la vivienda pública y laresponsable de los aspectos sociales. En la arquitectura tradicionalresulta difícil definir la línea divisoria entre competencias y en quédirección deben dirigirse las prioridades de la intervención y losrecursos económicos disponibles, lo que ha ocasionado numerososconflictos en las experiencias llevadas a cabo. La presencia pública debe ser bien recibida en cualquier caso, yaque está demostrado que en contextos económicamente activos,una acotada, pero bien canalizada inversión desde el Estado, escapaz de incentivar la inversión privada. Sin embargo, encontextos más limitados la intervención finaliza cuandodesaparecen los recursos de la administración, lo que deja en susmanos el compromiso final de la actuación y el resultado de lamisma.

La formación de técnicos especializados y empresasconstructoras La intervención en la arquitectura tradicional encuentra su puntomás frágil en su desarrollo y puesta en obra, debido a la falta deuna cultura de rehabilitación y a la escasez de técnicos y mano deobra cualificada, que lógicamente repercuten en la calidad de laejecución material de los trabajos.En el caso de los técnicos resulta necesario completar su formaciónespecífica mediante cursos de especialización, orientadospreferentemente a la etapa de ejecución de la obra, donde las condicionesteóricas de la formación académica no resultan suficientes para lacomplejidad de una obra de rehabilitación. Esto resulta necesario en todos los países del Mediterráneo, peroadquiere, si cabe, más relevancia en aquellos de la cuenca sur,donde el número de arquitectos resulta insuficiente para atenderlas demandas existentes para la construcción de nuevas viviendas.En estos casos, el interés del profesional por las obras derehabilitación resulta menor y, si existe, se limita en la práctica aobras de restauración monumental, quedando excluida laarquitectura tradicional.Generalmente, cuando la administración participa en el proceso,exige unas condiciones mínimas a los técnicos que participan en larehabilitación. La creación de bolsas de profesionales para redactar ydirigir obras de rehabilitación ha tenido resultados satisfactorios ycontribuye a la especialización de la actividad profesional.En el caso de las empresas constructoras, se exige unconocimiento específico de las características singulares de laarquitectura sobre la que se pretende intervenir. Las empresas

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locales que trabajan en pequeñas poblaciones del mundo rural odesarrollan su actividad en el interior de los barrios históricos, sonlas más adecuadas debido a su conocimiento de los sistemasconstructivos, así como de las dificultades de acopio y acceso demateriales a pie de obra. Sin embargo, cuando se trata de obrascontratadas por la administración, normalmente no cuentan conlos suficientes requisitos administrativos. Resulta habitual queempresas de mayor tamaño o procedentes de otros contextoscontraten las obras e incorporen finalmente a las primeras encalidad de subcontratas con escasos márgenes de beneficios, loque sin duda revierte negativamente en la calidad de la obra. Otra figura introducida por la administración es la de empresahomologada, a la que se exigen unos requerimientos específicospara poder trabajar en obras de rehabilitación en un barrio,localidad o región. La empresa homologada garantiza unascalidades mínimas y permite elevar el nivel medio de lasintervenciones, a la vez que se le exige una normalización laboraly fiscal. Esta circunstancia, necesaria pero no siempre posible endeterminados sectores informales de la construcción, resultahabitual en pequeñas obras de reforma y está extendida a lamayor parte de los países del mediterráneo.La homologación de empresas y, en definitiva, la exigencia demejorar su capacidad técnica y de gestión económica debe llevarasociada políticas previas de formación a través de programasespecíficos para la recuperación o reciclaje de artesanos, medianteescuelas taller o centros de formación, que constituyen sin dudauna experiencia positiva que contribuye a elevar la calidad delpersonal de las empresas constructoras.

El proyecto y el contrato

El Proyecto de Ejecución y el Contrato de Obra establecen ydefinen las relaciones existentes entre el promotor, los técnicos yla empresa constructora que intervienen en la ejecución decualquier obra de edificación y encuentran característicassingulares cuando la actuación se refiere a una obra derehabilitación. El Proyecto de Ejecución deberá reflejar el contenido de lostrabajos a realizar y resulta un documento de indudable valor quedeberá ajustarse a las necesidades reales de la intervención. Si bienla definición y características de este documento han sido yadesarrollado en otros capítulos de esta guía, el proyecto merecemención en este apartado en aquellos aspectos que tienen que vercon la ejecución de la obra, ya que ésta depende en muchosaspectos de la capacidad de adaptación que tenga estedocumento para absorber los imprevistos que aparecen durante laejecución de los trabajos.No cabe duda que la mejor medida para que un proyecto puedallevarse a cabo depende del grado de aproximación a la realidad

La ejecución de pruebas de morteros para obtener la textura y el color adecuado enun revestimiento tradicional constituye una labor necesaria para obtener losresultados esperados. Granada (España).

La restauración de los edificios del barrio se realiza atendiendo a las técnicastradicionales, recuperando la tipología original adaptándola a las nuevasnecesidades del uso contemporáneo. El patio de la tradicional casa morisca se hacubierto con un cierre de vidrio lo que permite la climatización del espacio y suincorporación a la vivienda. Albayzín de Granada (España).

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de la intervención. La estrategia más eficaz consiste en hacerexhaustiva la fase de estudios previos y diagnosis realizados en eledificio con el objetivo de limitar los imprevistos durante la fase deobra. Sin embargo, esto no siempre es posible debido a ladificultad que supone la realización previa de catas, picados derevestimientos, desmontes de falsos techos etc., en un edificiodestinado a vivienda que está siendo ocupado por sus habitantes.Como consecuencia de esto no será hasta la fase de obra cuandose posea un conocimiento detallado de la totalidad de solucionestécnico-constructivas y materiales presentes en el edificio, lo quedeterminará la modificación parcial de alguna de las solucionesprevistas. El proyecto, por tanto, resultará inevitablementemodificado por lo que deberá ser lo suficientemente abierto yflexible para absorber las nuevas circunstancias.Así mismo, resulta evidente la implicación del usuario y suparticipación activa en la fase de redacción de proyecto. Enmuchas ocasiones ésta se limita a la consulta e intercambio deinformación previa, realizada durante la fase de toma de datos ydiagnóstico, y a la muestra de los primeros planos durante la fasede redacción del proyecto. Sin embargo, la dificultad de transmitirel lenguaje de la disciplina arquitectónica –normalmente asociadoa representaciones abstractas como la planta, alzado y sección deuna realidad volumétrica– impiden la asimilación del proyecto porel receptor de la obra, sobre todo en contextos populares. Resultahabitual, por tanto, que sea durante la fase de obra cuando elusuario perciba la realidad de la intervención y solicitemodificaciones del proyecto. Los requerimientos más habituales tienen que ver con el acabadofinal de la vivienda y con la elección de los materiales de

revestimiento (tipo de pavimento, azulejos, color de la fachada,etc.), circunstancia que surge habitualmente en la fase deejecución de la obra. Esta cuestión debemos considerarla de sumaimportancia, ya que permite la personalización de la vivienda encontextos populares y evita la homogenización de intervencionesglobales que afectan a un importante número de viviendas y quenormalmente son encargadas a un único equipo técnico. En estecontexto se corre el riesgo de tomar decisiones en la fase deproyecto que resulten excesivamente estandarizadas, algo quenada tienen que ver con la producción descentralizada yespontánea de la arquitectura popular, que a pesar de contar conescasa oferta de materiales y con repertorio limitado de recursostécnicos ofrecía soluciones personalizadas. Sin duda, la nuevaoferta de materiales disponibles permite las posibilidades desingularización, pero supone el riesgo de perder el carácter localque la caracterizaba y que se debe presentar como uno de losvalores a conservar.El proyecto debe considerar estas circunstancias, ofreciendodiversas posibilidades para que el usuario durante el transcurso dela obra participe en la elección de materiales y en la creación de suespacio personal, diferente al de su vecino, entendiendo estocomo una aportación positiva al resultado final. Otro de los aspectos que normalmente condiciona los posiblescambios y modificaciones que puedan realizarse durante laejecución de la obra se refiere al coste real de los trabajos. Elproyecto debe incluir el apartado de Mediciones y Presupuestos,en el que se relacionan la totalidad de los trabajos, la superficieafectada y la valoración global de la actuación. La valoracióneconómica de las diferentes partidas deberá ajustarse a la realidad,

La riqueza de matices de color y textura en los paramentos de la construccióntradicional se presenta como uno de los elementos a conservar después de surehabilitación. Rincón de Ademuz, Valencia (España).

La mezcla de materiales nuevos y tradicionales constituye una de las singularidadesde la nueva arquitectura popular. Alpujarra de Granada (España).

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lo que exige un estudio detallado de los precios de la zona y lascircunstancias reales de la ejecución de una obra de rehabilitaciónsituada en un barrio histórico o en un contexto rural, donde espreciso considerar un aumento de costos debido a la dificultad enlos accesos y en la obtención de diferentes materiales y mano deobra cualificada. El apartado de mediciones deberá ser completo,pero tendrá el suficiente grado de libertad de forma que puedanrecogerse la totalidad de situaciones de obra. Un documentopreciso pero cerrado, con partidas presupuestarias excesivamenteajustadas, se convierte en una herramienta peligrosa que más quecontribuir a ordenar y racionalizar el proceso se vuelve contra él,por lo que siempre es mejor optar por un presupuesto quedisponga de cierto margen económico.Existen experiencias desarrolladas en los países de la cuenca nortedel mediterráneo, que establecen bases de precios específicas quesirven de referencia y obligado cumplimiento para acceder aayudas económicas de programas de la administración. Estasbases de precios han sido ajustadas previamente a los precios demercado, pero no podemos olvidar que cada situación es diferentey sólo la experiencia acumulada de gestores, técnicos yconstructores podrá diseñar documentos de partida que seancapaces de adaptarse a los imprevistos de la obra. El segundo de los documentos que resulta fundamental para elcorrecto desarrollo de una obra de rehabilitación es el Contratode Obra, que establece la relación económica entre el propietarioy la empresa constructora. Este documento deberá ser conocidopor el equipo técnico que deberá asesorar al promotor. Así mismodeberá participar en la selección de la oferta más adecuada,considerando que una baja excesiva en una oferta de una obra de

rehabilitación no suele garantizar un ahorro económico al final dela misma.El contrato deberá especificar el plazo de ejecución de la obra y laforma de pago, normalmente por certificaciones asociadas aperiodos temporales o fases de obra. Otra cuestión que deberávenir reflejada en el Contrato de Obra consiste en la posibilidad derealizar una Certificación Final de Obra, en la que se ajusta elpresupuesto previsto a lo realmente ejecutado y donde se recogenlas posibles desviaciones del presupuesto inicial. Sin embargo, cuando las variaciones resulten excesivas respecto alproyecto original y exista posibilidad de ampliación depresupuesto o, simplemente, sin que se produzca éste pero loscambios técnicos hayan sido importantes, puede ser necesaria laredacción de un Proyecto Modificado. El proyecto modificadopermite redefinir el proyecto inicial e incorporar nuevasactuaciones, así como realizar una nueva valoración. Sin embargo,en muchos casos, este documento implica la paralización parcialde los trabajos, circunstancia no siempre posible cuando seinterviene en una vivienda que permanece parcialmente habitadapor sus propietarios o cuando éstos se encuentran en condicionesno siempre aceptables de realojo temporal.La Liquidación Final de Obra y el Proyecto Modificado no deberánser considerados desviaciones o errores del proyecto original, sinocircunstancias posibles, aunque no deseables, en un proyecto derehabilitación, por lo que deberán ser aceptadas e incorporadas aldesarrollo habitual de este tipo de intervenciones.Estos documentos cobran especial relevancia en obras afectadaspor las Leyes de Contrataciones Públicas que, con variantes, seaplican en los diferentes países del Mediterráneo. Normalmente,

La rehabilitación de la casa pinariega se ha realizado mostrando especial atención aluso de los materiales y técnicas locales de construcción, recuperando los elementoscaracterísticos que la identifican: el horno y la chimenea. Navapalos, Soria (España).

La restauración del Marabout Sidi Abdellah ben Alí, situado en el ksar de Tamnougalt,ha contribuido a la consolidación de los símbolos culturales y religiosos de lapoblación local. Valle del Draa (Marruecos).

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la cuestión encuentra dificultades administrativas cuando rígidascondiciones, normalmente definidas para obras de nueva planta,se aplican a intervenciones de rehabilitación, por lo que resultaespecialmente necesaria la adecuación de la normativa deredacción de proyectos y la adaptación de las Leyes deContratación a la singularidad, características y escala de las obrasde rehabilitación. Si bien lo anteriormente descrito encuentra un marcoadministrativo normalmente adecuado en la mayoría de los países,la realidad es bien distinta en cuanto a los niveles de cumplimientode esta normativa. La aplicación estricta de la regla supondría laparalización de muchas obras de rehabilitación, sobre todo encontextos donde no resulta habitual someterse a mecanismos tanreglados y donde procedimientos administrativos heredados delnorte mediterráneo se aplican sin la suficiente adaptación a lospaíses del sur. Otra circunstancia mas reciente es quenormalmente programas de intervención financiados porProgramas Europeos, Programas de Cooperación Internacional,etc. obligan al cumplimiento de una serie de requisitosadministrativos, técnicos, económicos, de seguridad etc., encontextos técnicos y sociales donde estas prácticas no eranhabituales.Independientemente de estas cuestiones administrativas, nodebemos olvidar que muchas intervenciones en arquitecturatradicional se llevan a cabo de forma informal y son escasamentesometidas al control o supervisión de la administración pública. Laexistencia de un proyecto o documento técnico redactado por unprofesional que planifique adecuadamente las obras derehabilitación, y la firma de un Contrato de Obra que establezcalas relaciones económicas entre las partes, resulta imprescindiblepara garantizar una correcta ejecución de los trabajos. El equilibrioentre lo deseable y lo posible constituye, en estos casos, la únicaestrategia útil para llevar hasta el final el proceso regulado derehabilitación de la arquitectura tradicional. Se trata, por tanto, dedefinir un modelo de gestión cambiante que deberá asumir lascondiciones de partida de los contextos socioeconómicos dondese desarrolla la actuación, estableciendo inicialmente unosmínimos de control que deberán ir aumentando progresivamentede intensidad hasta alcanzar los objetivos propuestos.

La ejecución de la obra

Las cuestiones previasCon carácter previo a la ejecución de la obra es preciso solucionaruna serie de cuestiones administrativas, que deberán estarresueltas antes del inicio de los trabajos.Normalmente, las autoridades municipales exigen un Permiso deObra, por el que autorizan la intervención una vez revisado elProyecto de Ejecución, que deberá cumplir las normativas

Viejos y nuevos materiales son utilizados en las nuevas construcciones de la región.Alpujarra de Granada (España).

Les Vigas y tablas de palmera recuperadas de una antigua construcción se acopianantes de ser utilizadas en una nueva edificación. Tafilalt (Marruecos).

Secado de adobes antes de su puesta en obra. Valle del Dades (Marruecos).

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urbanísticas. Así mismo, es preciso obtener la autorización para laocupación de la vía pública o el derecho para realizar lasacometidas de agua, electricidad y saneamiento, lo quehabitualmente supone el pago de unas tasas administrativas. En el caso de intervenciones en edificios que se encuentrensituados dentro de conjuntos urbanos o rurales afectados porleyes de protección patrimonial o ambiental, el proyecto deberá,así mismo, ser revisado por la autoridad competente. Enocasiones, los niveles de protección exigen la realización deestudios arqueológicos en el solar donde se llevan a cabo lasobras.

La elección de materiales, los aspectos ambientales y lagestión de residuosLa arquitectura tradicional no presentaba problemas de tipoambiental, ya que formaba parte, como un elemento más, delecosistema existente. Sin embargo la situación ha cambiado: porun lado la adecuación del edificio a las condiciones actuales deuso requiere la necesaria incorporación de nuevos materiales; porotro, el cambio de las circunstancias sociales y de las economíasproductivas, sobre todo en el mundo rural, dificulta laconservación del modelo tradicional.Los edificios históricos, y en especial la arquitectura del mediorural, fueron construidos con materiales que procedían de suentorno cercano sin apenas transformación. No obstante, elagotamiento de determinados recursos naturales, la desapariciónde los sistemas de explotación agraria o del mantenimiento debosques, y la creación de espacios protegidos, han limitado ladisponibilidad de estos materiales tradicionales, por lo que, enocasiones, resulta difícil encontrar los adecuados para llevar acabo una rehabilitación.Es frecuente tener dificultades para la obtención de piedra o áridoprocedentes de canteras cercanas, debido a que éstas seencuentran cerradas en la actualidad a causa de su bajarentabilidad, o bien porque se localizan en el interior de parquesnaturales, donde ya no es posible su explotación. Otras veces,determinadas especies de madera, cuyo uso era frecuente en laarquitectura tradicional, se encuentran protegidas; en algunasocasiones resulta difícil localizar algunos productos procedentesde prácticas agrícolas o ganaderas ya desaparecidas (paja, caña,excrementos de animales, etc.). Ante esta situación sólo es posible la utilización de materiales desimilares características y cuya obtención se realiza en comarcascercanas. Sin embargo, esta práctica posee un importante riesgo:la facilidad del transporte y las incomprensibles leyes del mercadopermiten, en la actualidad, la utilización de materias primasprocedentes de otros contextos geográficos que, en algunoscasos, llegan a superar las fronteras regionales o nacionales. Lautilización de materiales autóctonos descontextualizados produce

una alarmante homogenización de la construcción tradicional:piedra de pizarra de procedencia gallega utilizada en lasedificaciones supuestamente tradicionales de las montañas de lacosta mediterránea, o cerámica del Levante español en lasconstrucciones del Norte de Africa, son algunos de los ejemplosque muestran los riesgos de esta actividad. Sin embargo, en otroscasos, la incorporación resulta inevitable: en los vallespresaharianos ya no es posible utilizar vigas de palmera para laconstrucción o rehabilitación de edificios, ya que la palmera seencuentra protegida en algunas regiones. La sustitución pormadera de eucalipto resulta integrada y forma parte de la nuevaarquitectura tradicional a pesar de no tratarse de un materialautóctono.Siempre es mejor optar por un material neutro, como unrevestimiento continuo para cubrir un muro que debía ser depiedra, que utilizar un material ajeno a la construcción local,siendo preferible aceptar determinadas transformaciones entexturas y materiales con capacidad de integración, antes queutilizar materiales tradicionales de otros contextos geográficos.La mejor de las soluciones, no obstante, consiste en la reutilizaciónde los materiales procedentes del mismo edificio o de otrosedificios cercanos cuyo estado de conservación exija la renovacióncompleta de sus fábricas y por tanto su desmonte. El caso másrepresentativo lo tenemos en el Sur de Marruecos, donde unmaterial abundante como la tierra usada para construir tapias, erareutilizado cuando se planteaba la construcción de un nuevoedificio sobre sus propias ruinas. Sin embargo, la reutilizaciónsistemática de los materiales, debido a su escasez, no puedehacerse extensiva a todos los casos y resulta necesario establecerprioridades, normalmente asociadas a la rehabilitación de edificiospúblicos o especialmente representativos. La dificultad para obtener materiales de construcción apropiados,y con ello la recuperación del sistema constructivo tradicional,supone en algunos casos mayores costes económicos, siendo ésteuno de los argumentos habituales para excluir o limitar suutilización. Pero esto no es siempre así, a veces sólo exige mayoresesfuerzos en la gestión o en la previsión de su acopio y, en lamayoría de las situaciones, se trata de romper rutinas asimiladaspor el constructor. Si bien es cierto que, en un primer momento,se necesita una mayor inversión en tiempo y esfuerzo por partedel responsable de la obra o del albañil encargado de ejecutar eltrabajo, una vez reaprendido el uso de un material tradicional ésteresulta aceptado con naturalidad sin que suponga un costeadicional.Otro de los aspectos que exige la transformación de laarquitectura tradicional tiene que ver con su adaptación a losniveles de confort y habitabilidad actuales. Fundamentalmente setrata de la utilización de nuevos materiales que cumplen funcionesde aislamiento térmico, acústico e impermeabilización y,especialmente, en las instalaciones de saneamiento, fontanería y

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electricidad, así como en la implantación de tecnologías deenergías renovables. En estos casos, se debe evitar la utilización de materiales como elpolicloruro de vinilo (PVC), las espumas de poliuretano o loscompuestos con formaldehídos, que se presentan con problemasde toxicidad y tratamiento de residuos. Existen materialesalternativos, más adecuados desde el punto de vista ambiental,como el polietileno (PE), el polipropileno (PP), el caucho, el corchoo la madera. Así mismo, el uso excesivo del cemento y del acero -reconocidosemblemas universales de progreso, pero con importantes costesenergéticos en su fabricación-, suponen desajustes ambientales deconsecuencias irreparables. Las alternativas suelen ser máscostosas o menos eficaces desde el punto de vista estructural, loque obliga a profundizar en la investigación sobre modelosbasados en materiales tradicionales como la tierra, la cerámica ola madera, posiblemente en continua disputa con las normativasal uso, pero alejados de posiciones dogmáticas y simplificadorasde la realidad. En cuanto a la instalación de energías renovables, resulta difícil suintegración arquitectónica y mucho más en una edificacióntradicional. Sin embargo esto no debe impedir su desarrollo,realizando esfuerzos imaginativos o aceptando su incorporación.La utilización de nuevas tecnologías y nuevos materialesconstituye, sin duda, una realidad que debe ser aceptada para lamejora de las condiciones de habitabilidad de un edificiotradicional. No obstante, merece especial atención tener encuenta las características bioclimáticas de la arquitecturatradicional, cuyo estudio científico debería ser potenciado con elobjetivo de limitar la instalación de otras tecnologías, sobre todoen los aspectos de control térmico y lumínico del edificio. Finalmente abordaremos el aspecto de la gestión de los residuos

que se producen durante la ejecución de una obra derehabilitación, ya sean debidos a la demolición parcial del edificio,cuyos materiales no sean recuperables, o los propios que producela nueva intervención. Se deberá hacer un esfuerzo por limitar laproducción de residuos, especialmente los tóxicos, procediendo asu transporte a un vertedero homologado.Esta cuestión posee una relación directa con la reutilización de losmateriales, ya comentada, que a pesar de suponer unos costes demano de obra inicialmente superiores, permite reaprovechar losmateriales, evitar el transporte a vertedero y la producción deresiduos innecesarios. La reutilización aporta mano de obra ylimita el consumo de materias primas, eliminando los costes deproducción y el transporte de éstos, por lo que resulta, sin duda,una práctica especialmente adecuada desde el punto de vistasocial y ambiental. En definitiva, la utilización de un material, su puesta en obra y sucoste ambiental no tienen una relación directa con su precio demercado y es frecuente que éste sea considerado comodeterminante a la hora de su elección. Sin embargo, este valor nolleva incorporado los denominados costes indirectos o costes dereposición. Para el ingeniero uruguayo Eladio Dieste, esto suponeuna diferencia clara entre la economía financiera, aquella quetiene que ver con el dinero, y la economía cósmica, que implicasegún sus propias palabras, “estar de acuerdo con el ordenprofundo del mundo”. Esta cuestión supone incorporar a losprocesos de decisión la consideración de los costes energéticos,

La técnica de construcción de tapias de tierra permanece viva en la región. AntiAtlas (Marruecos).

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ambientales y sociales, así como la pérdida de los valores de lacultura tradicional y de los símbolos de identificación local. Ladesaparición de estos valores funciona según el principio deirreversibilidad y no según la lógica del coste-beneficio, de formaque una vez perdidos ya no son recuperables. Esta reflexión posee, sin embargo, distintas lecturas según seaplique a diferentes contextos económicos. En los países del nortedel mediterráneo, sus economías desarrolladas pueden y debenasumir los costes indirectos de los materiales, ya que surepercusión sobre el coste final es menor, debido a que el gastomás importante se debe a la mano de obra. Sin embargo, larealidad en el resto de países de la cuenca es bien distinta,normalmente más dependientes de materiales y tecnologíasimportados, y donde sus costes son superiores en relación a lamano de obra.

La recuperación de los sistemas constructivos tradicionales ysu puesta en obra En la arquitectura tradicional las cualidades patrimonialesresponden a singularidades específicas asociadas a una región, unvalle o una localidad, que encuentran su valor en contraste conrealidades de distinto orden. Tradicionalmente el conocimiento delsistema constructivo y el uso adecuado del material eranpatrimonio del constructor local. En gran parte de las comarcas yregiones del mediterráneo este conocimiento intangible hadesaparecido o está en proceso de desaparecer, debido a lapérdida de valor de las singularidades locales y de los oficiostradicionales. Sin embargo, las huellas permanecen en lamaterialidad existente de los edificios menos transformados, apesar de que esta evidencia no sea valorada, ni tan siquieraidentificada, por la actual población local.

Un buen observador de la arquitectura tradicional que sepaidentificar la forma característica de construir un alero, el aparejopreciso de un muro de piedra o el sistema constructivo paraejecutar un forjado de piso, será capaz de distinguir y valorar lasespecificidades locales de la construcción tradicional. Estaapreciación sólo es posible desde la experiencia global y elconocimiento sistemático de diferentes arquitecturas tradicionalesen distintos contextos geográficos. Resulta manifiesto que, unavez desaparecida la tradición constructiva local, la recuperacióndel modelo tradicional es responsabilidad del investigador iniciadoo del equipo técnico encargado de la actuación. Sin embargo, elconocimiento teórico de la técnica no es suficiente para suimplementación en los procesos de recuperación de laarquitectura tradicional, ya que es preciso su ejecución y puesta enobra, y con ello la participación del constructor. La duda sobre qué posee más valor, si la conservación de la propiamaterialidad con técnicas procedentes del campo de larestauración monumental -herencia directa del desarrollo de lacultura material-, o la recuperación real del oficio de construccióntradicional, parece resuelta a favor de la segunda. Existen ejemplosrepresentativos donde la conservación de la materialidad resultanecesaria pero, en general, el mal estado o envejecimiento de losmateriales de la arquitectura tradicional, y los altos costeseconómicos que supondría la restauración estricta de esa propiamaterialidad, nos obliga a apostar por una intervención sinprejuicios, considerando que el verdadero valor de estaarquitectura radica más en el conocimiento de una técnica y en larecuperación de un oficio que en la congelación de una estructurahistórica. Es así que deberemos aceptar el desmonte y reconstrucción de unmuro de piedra o su propia reparación con piedra de similarescaracterísticas, entendiendo esta actuación como unaregeneración natural de la propia fábrica que necesita renovarparte de sus elementos, sin que ello suponga la pérdida de suautenticidad. En este sentido resulta especialmente importante elconocimiento riguroso de las técnicas constructivas locales, con elobjetivo de evitar simplificaciones y homogenizaciones regionalesque presenten la arquitectura tradicional como un falso histórico.Para ello, necesitamos introducir un nuevo concepto: elentendimiento del edificio como un elemento cambiante, que hasufrido numerosas intervenciones a lo largo de la historia y que sepresenta como un conjunto de secuencias constructivas. En este sentido, es preciso entender nuestra actuación como partedel proceso vivo del edificio, sin miedo a que ésta se manifieste, ysin que suponga necesariamente la incorporación de nuevosmateriales o nuevos conceptos espaciales y formales. No es igualreparar un muro existente -que sigue cumpliendo la mismafunción en el edificio-, que elevarlo en altura para incorporar unanueva planta, o prolongar su longitud ocupando parte de laparcela vacía para proceder a una ampliación.

Construcción de un muro de adobe realizada por un constructor local (maalem).Valle del Dadés (Marruecos).

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Sin embargo, parece evidente que el conocimiento de la técnica yel uso del material, ya reaprendido por el constructor, no essuficiente para llevar a cabo con criterio la intervención, sino queserá preciso abordarla con la suficiente claridad conceptual. Enocasiones esto se pone de manifiesto durante la fase de obra yaque, normalmente, se trata de ligeros matices, sólo abordablesdesde la propia ejecución del trabajo: estudiar con detalle loscontactos entre fábricas cuando procedemos a la ampliación deuna construcción tradicional, conservar las diferentes alturasexistentes en los aleros de una cubierta en un edificio yatransformado, o perfilar sencillos cortes de revestimientos queexpresan secuencias temporales. Diferencias ligeras de color o detextura que dependen de las dosificaciones de los morteros o deltipo de arena o acabado elegido, y que son capaces de expresarlas transformaciones que tuvo el edificio a lo largo de su historiao manifestar cual ha sido nuestra intervención. Resulta demasiado habitual que tras una ambiciosa restauración,el edificio tradicional pierda gran parte de los matices que locaracterizaban con actuaciones de regularización que banalizan laintervención. En este sentido la presencia en obra de los técnicosy el control exhaustivo de los trabajos a realizar, por insignificantesque éstos puedan parecer, resulta esencial para la conservación deestos valores.

La organización de los trabajosLa organización de la obra, estableciendo diagramas de tiempos ycostos, resulta imprescindible en cualquier obra de edificación alobjeto de poder planificar el desarrollo y ejecución de los trabajosy cuantificar el gasto económico en cada una de sus fases operiodos. Un adecuado Programa de Obra permite prever conantelación el acopio de los diferentes materiales y disponer de losrecursos técnicos y económicos para afrontar con éxito laintervención. Sin duda, una de las cuestiones más importantes es la experienciaprevia, en este tipo de intervenciones, del constructor o empresaencargada de la obra, ya que tanto la organización de los trabajoscomo el cumplimiento de los compromisos adquiridos son suresponsabilidad.No obstante, la dificultad que presenta una obra de rehabilitación,debido a la ya comentada serie de imprevistos que surgen durantesu desarrollo, impide ajustar con precisión el contenido y entidadde los trabajos a realizar, así como las previsiones de tiempo parallevarlos a cabo. La necesidad de realizar desmontes parciales deledificio, la dependencia de materiales no disponibles en elmercado convencional, y la realización de numerosas pruebas oensayos hasta definir la correcta ejecución de algunos trabajos,dificulta el desarrollo de la obra y obliga a realizar un esfuerzo

La restauración de la Kasbah Ait Ben Moro para su uso como alojamiento turístico hasido llevada a cabo con materiales y técnicas tradicionales. Skoura (Marruecos)..

En el mundo rural del sur de Marruecos la construcción de viviendas continúarealizándose en la actualidad con muros de tierra según el sistema tradicional. Valledel Dadés (Marruecos).

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añadido para ajustarse a los plazos y presupuestos previstos en elPrograma de Obra. Normalmente, la estandarización a la que está sometida laconstrucción convencional se basa en la separación clara de losoficios que intervienen en la obra y que normalmente realizanempresas subcontratadas a tal efecto. Esta circunstancia, que dealguna manera estaba presente en las grandes obras de arquitecturamonumental, no aparece en la arquitectura tradicional, donde laescala de la intervención y el carácter local de la misma permite quela obra sea ejecutada por una única cuadrilla de albañiles, que llevaa cabo la mayor parte de los oficios. Esto tiene una consecuenciadirecta: ofrece una mayor flexibilidad para organizar los trabajos,circunstancia que sigue siendo necesaria cuando se trata de llevar acabo obras de rehabilitación. Otro de los aspectos que condicionanla organización de una obra de rehabilitación, y especialmente,cuando se trata de una construcción tradicional, tiene que ver con ladisponibilidad de los materiales necesarios, por lo que resultaimportante prever con suficiente antelación el acopio de los mismosy tener la garantía de que éstos serán suficientes para realizar latotalidad de los trabajos. Los materiales tradicionales no proceden de una fabricaciónindustrial y, en muchos casos, no son suministrados por unalmacén de construcción convencional, por lo que, en ocasiones,

resulta difícil encontrar partidas homogéneas que permitandisponer de material suficiente para llevar a cabo la totalidad deltrabajo. El ejemplo característico es una partida de ladrillos o tejascuya producción artesanal, o su procedencia de diferentesderribos, no garantizan una homogeneidad en formato, color ytextura, lo que obliga a mezclar las piezas durante su puesta enobra para no evidenciar las diferencias. En general, el factor tiempo afecta de forma considerable aldesarrollo de la obra, ya que son muchos los trabajos cuyaejecución se alarga considerablemente, ya que requierendeterminadas condiciones climatológicas o estacionales. Así, lapuesta en obra de un mortero de cal, debido a su largo periodode endurecimiento, no puede realizarse en determinadas áreasgeográficas durante el invierno extremo, debido a que el morterono es capaz de soportar las heladas. En otros casos, la fabricaciónde un adobe tradicional exige esperar a después de la siega paradisponer de paja fresca, ya que ésta resulta la ideal para aumentarsu resistencia y evitar la retracción durante el secado. Otro casohabitual es la necesidad de conseguir madera lo suficientementeseca para su puesta en obra, lo que requiere, en algunos casos,periodos de ciclo anual. Un ejemplo característico es, también, la ejecución de una fábricade tapial que, debido a su importante masa, requiere largos

La restauración de la Kasbah Ait Ben Moro para su uso como alojamiento turístico hasido llevada a cabo con materiales y técnicas tradicionales. Skoura (Marruecos)..

En el Alto Atlas marroquí la piedra sigue utilizándose para la construcción deedificaciones. Teluet (Marruecos).

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periodos de tiempo para perder su contenido en humedad,aligerar su peso y conseguir su resistencia final. Esto supone unretraso considerable en la construcción de un muro de tapia, loque normalmente entra en conflicto con las ajustadas fases de unaobra convencional. Los acabados finales de la obra también merecen nuestraatención. La sinceridad constructiva de la arquitectura tradicional,donde los materiales se presentan con poca transformación,condiciona la imagen final de la obra y supone realizar previsionesde color y acabado durante la fase inicial de los trabajos. Una vigade madera que tenga previsto recibir un tratamiento de tintado yoscurecimiento, deberá ser sometida a éste con anterioridad a supuesta en obra y decidir, en ese momento, el color definitivo. Si eltratamiento se realizara con posterioridad, los inevitablesmovimientos estacionales de la madera debido a los cambios dehumedad, manifestarían una diferencia importante de color. La singularidad de los diferentes trabajos afectaconsiderablemente a las previsiones en tiempo establecidas parasu ejecución. Un caso habitual es la elección de la textura y colorpara el mortero de revestimiento de la fachada, ya que resultanecesario la realización de numerosas pruebas o ensayos en losque se combinan diferentes áridos y aglomerantes hasta conseguirel mortero y el acabado adecuado. El prolongado tiempo desecado de un mortero tradicional y su influencia cromática enotros elementos de la edificación, requiere prever con suficienteantelación las pruebas a realizar.

Las medidas de seguridadLa instalación de medidas de seguridad, y su estrictocumplimiento, resulta uno de los aspectos sobre los que esnecesario insistir, debido a las consecuencias negativas quepueden producirse si no se atiende con la suficienteresponsabilidad. Su implantación resulta imprescindible paragarantizar la seguridad de los trabajadores, técnicos y viandantesen una obra de rehabilitación.Será necesaria la redacción de un documento técnico que, bajo ladenominación de Estudio o Plan de Seguridad, refleje todas lasmedidas de protección individual y colectiva que será preciso llevara cabo durante el transcurso de la obra. Especial atención merece en una obra de rehabilitación eladecuado apeo y apuntalamiento del edificio cuando se realizandemoliciones parciales de elementos estructurales que, en unaconstrucción tradicional, encuentran su estabilidad en sucondición de conjunto. La eliminación parcial del sistemaestructural puede modificar la forma de trabajo original yocasionar el derrumbe del resto de la estructura. Un caso conocidoes la conservación del muro de fachada de un edificio históricodonde se produce su vaciado interior. Sin pretender realizar, eneste apartado, consideraciones sobre la idoneidad conceptual deesta práctica, se trata de operación habitual en muchos cascos

La falta de adecuadas medidas de protección supone un riesgo para la seguridad delos constructores de la obra. Ouarzazate (Marruecos).

Resulta necesaria la incorporación de las medidas de seguridad para evitar accidentesen las obras de rehabilitación. Granada (España).

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históricos del mediterráneo, donde la normativa de protecciónpatrimonial se limita a este aspecto, y donde se produce unasituación de especial riesgo, debido al posible desplome de lafachada. En general, en los edificios con muros de fábrica resultaimportante identificar cuándo se trata de muros de carga osimples muretes de cerramiento o división, consideraciónimportante cuando llevemos a cabo demoliciones de alguno desus elementos. Otro de los ejemplos característicos es el desmonte parcial de unaarmadura de madera en la cubierta de un edificio. El conocimientoestructural y la forma de trabajo de cada uno de los elementosque la conforman, constituye la única garantía para llevar a cabouna intervención segura en la armadura. Las medidas de protección colectivas (andamios, barandillas, redesde protección, etc.) que se usan para garantizar la seguridad enuna obra, han sido diseñadas para su instalación en edificiosconvencionales. Esto dificulta su adaptación a los edificioshistóricos ya que poseen determinados elementos singulares(cornisas, balcones, forjados de madera, etc.). Estasconsideraciones no deben presentarse como excusas y exigen laincorporación de elementos complementarios para garantizar sucorrecta instalación.Una cuestión importante a tener en cuenta desde el punto de vistade la seguridad, es la instalación durante la ejecución de la obrade elementos que faciliten la conservación posterior del edificio,sobre todo en la limpieza y mantenimiento de cubiertas. En definitiva, el cumplimiento de las medidas de seguridad, tantolas referidas a las protecciones individuales como colectivas,constituye una práctica necesaria para el correcto desarrollo deuna obra de rehabilitación. Sin embargo, su implantación noresulta fácil en determinados contextos donde no es unacostumbre habitual. Son muchos los accidentes que se produceny que se podrían evitar, por lo que el esfuerzo por parte de lostécnicos responsables y de la administración competente resultaimprescindible para conseguir su implantación.En el ámbito mediterráneo el grado de cumplimiento de estasmedidas varía dependiendo de los diferentes países. Sin embargo, lasituación es especialmente problemática en las obras llevadas a caboen el medio rural, debido al alejamiento físico de los habitualesmecanismos de control e inspección. En estos contextos el esfuerzopor parte de los agentes implicados deberá ser mayor.

Los trabajos a realizar después la obra

Una vez finalizadas las obras de rehabilitación de un edificio espreciso proceder a la realización de una documentación gráfica yescrita que recoja de forma explícita los trabajos que han sidorealmente ejecutados. Sobre la base del proyecto inicial se debenrecoger las modificaciones llevadas a cabo, así como aquellas

incidencias o apreciaciones que tengan que ver con el desarrollode los trabajos.Este Documento Final de Obra posee un importante valor, yaque se convierte en material de referencia para futurasactuaciones. Las características técnicas y constructivas de laarquitectura tradicional suelen responder, en contextos cercanos,a las mismas circunstancias y están afectadas por patologíassimilares, de forma que la documentación y difusión de lasexperiencias realizadas, resulta un material de incalculable valorpara otras intervenciones que se realicen en el mismo barrio olocalidad.Por otro lado, la documentación detallada de las solucionesdefinitivas ejecutadas en la obra facilita las tareas demantenimiento del edificio. Unos planos realizados después de laintervención, con la ubicación exacta de las instalaciones desaneamiento y fontanería, permite su localización en futurasreparaciones, ya que se trata de unos elementos que por suspropias características de uso, suelen ser los primeros quenecesitan obras de conservación. Esto nos introduce en otra de las cuestiones que se presentanespecialmente importantes: la conservación y mantenimientoperiódico del edificio después de las obras. Los materiales con los que fue construido un edificio históricoposeen un digno envejecimiento si el edificio es sometidoperiódicamente a tareas de mantenimiento y conservación, ya queel paso del tiempo no constituye, en sí mismo, un motivo depérdida de sus cualidades estéticas o funcionales. La limpieza devegetación en canales y faldones de teja, la renovación del terradoen cubiertas planas, el encalado estacional de los paramentosexteriores o el tratamiento de protección de los elementos demadera, constituyen trabajos imprescindibles para garantizar sulongevidad. Sin ningún tipo de duda, el abandono de unaconstrucción tradicional constituye la mayor de sus patologías yprovoca inevitablemente su ruina.

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Creación de empleo gracias a la rehabilitación con vistas a una comunidad sostenible

Khaldun BsharaArquitectoDirector de la Unidad de Conservación, RIWAQ - Centre for Architectural Conservation1 , Palestina (A.N.P.)

Introducción

Según el Registro de Edificios históricos en Palestina de Riwaq,Cisjordania y la banda de Gaza, contienen más de cincuenta miledificios históricos2 . Estos edificios constituyen el tesoro nacionalde Palestina, dado su valor cultural que puede ser utilizado comoprincipal agente para dinamizar la situación económica. “Quizás,más que cualquier otro aspecto de la cultura material de Palestina,el patrimonio construido está experimentando una rápida pérdidade su carácter distintivo. Es particularmente preocupante el estadode deterioro de los edificios históricos por toda Palestina. Losedificios de valor histórico están siendo destruidos oabandonados, y permitiendo que se derrumben para serreemplazados por nuevas construcciones que no tienen ningunarelación con el patrimonio arquitectónico del pasado. Los métodosde construcción tradicional, los artesanos de la construcción, losconocimientos y las habilidades están a punto de extinguirse acausa de la jubilación o el fallecimiento de los artesanos ymaestros constructores. El resto del entorno natural también estáexperimentando cambios devastadores. El magnífico paisajerocoso y las terrazas de piedra seca, típicas del paisaje palestino,son reemplazadas por inmuebles de hormigón mal acabados."3

En circunstancias normales, los motivos para la conservación delos edificios históricos están originados por cuestiones tales comoel despertar del orgullo nacional a través del renacimiento de suencarnación física, la salvaguarda de determinados valoreshistóricos, estéticos, educativos o medioambientales, o el deseode mejorar la situación del estatus económico a través delfomento del turismo cultural relacionado con el patrimonioconstruido.Palestina, una tierra en crisis, ha tenido una actitud algo curiosaen cuanto a la conservación del patrimonio construido; el objetivoprincipal ha sido la lucha contra la ocupación de Israel y lamanifestación de la determinación palestina en cuanto a la tierray a la historia.En una situación política que se deteriora continuamente, con unatasa de desempleo de más del 50% en Cisjordania y en la bandade Gaza, Riwaq4 lanzó los proyectos "Job Creation throughRestoration Projects" (Proyectos de creación de empleo a través dela restauración) creando empleos para miles de personas, que seveían incapacitadas para llegar a sus lugares de trabajo a causa delcierre de la frontera o del toque de queda. Cada vez más, el valorde los edificios históricos a restaurar o rehabilitar podría medirseen función del nivel de desempleo, el empeoramiento de la

situación económica y las amenazas tanto de la colonización israelícomo del apartheid creado por el muro de separación.Decenas de edificios históricos en diferentes pueblos y ciudadeshan sido restaurados y rehabilitados para acoger actividadessociales y culturales que sirvan a los sectores marginalizados,creando directa e indirectamente unidades de trabajo diarias paralos desempleados. Iniciado en el 2002, cada día es más cierto quelos “Proyectos de creación de empleo a través de la restauración”han sido muy productivos y han jugado un papel tangible en larecuperación socio-económica. Por ello, esta política ha sidoadoptada por diferentes organizaciones como medio de aliviar lapobreza. “La conservación como medio y no como objetivo”aparece como el futuro eslogan local para la restauración en unmundo globalizado que considera los trabajos de conservacióncomo una actividad de lujo, que tan sólo puede ser llevada a cabouna vez que las necesidades básicas de la comunidad estén

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cubiertas. Palestina, un país devastado, está muy lejos de cubrirsus necesidades básicas.

La conservación del patrimonio cultural: una necesidadmás que un lujo

Si examinamos la realidad actual de la conservación en Palestina,podemos concluir que la conservación nunca ha constituido unaprioridad, ni en el sector público ni en el privado, y que hacealgunos años la conservación estaba considerada como unaactividad que comportaba una pérdida de tiempo, de esfuerzos,así como de recursos, y que era llevada a cabo por los intelectualesy pequeños burgueses. ¡Palestina, estando ocupada, y sin ningunasoberanía nacional ni planificación estratégica, no estabapreparada para tales lujos!El débil marco jurídico para la protección, la conservación y eldesarrollo del patrimonio cultural construido, ha contribuido a lasituación de deterioro que sufre el patrimonio cultural. Ello puedeexplicar el grave estado de este patrimonio, causado tanto por ladestrucción natural como humana de estos bienes irremplazables.Este patrimonio nunca ha sido restaurado en función de susignificado acerca del pasado o del futuro de Palestina. Lasiniciativas de conservación han sido lideradas ya sea por las fuerzaspolíticas (como en el caso de Jerusalén y Hebrón) o por lasiniciativas de inversión privadas (como las inversiones en losservicios turísticos). Tan sólo después del Acuerdo de Oslo (1993)Palestina ha sido testigo de un progreso sustancial en laconservación (proyectos a gran escala, introducción de nuevastécnicas, enfoque integral o planificado, nueva legislación delpatrimonio cultural construido, nominación de zonas para la listade patrimonio mundial, manuales de restauración, etc.).El grave estado de este patrimonio cultural implica una accióninmediata, no sólo porque se trata de un agente esencial para larecuperación de la economía palestina, sino también a causa de loque representa como parte del patrimonio material de lahumanidad. Esta consideración va más allá de las “estrechas”fronteras o significaciones nacionales.

Rehabilitación y recuperación socio-económica

El impacto de la conservación del patrimonio cultural en eldesarrollo socio-económico es cada vez más reconocido tantolocal como globalmente. Estos proyectos de rehabilitación tratande crear una dinámica de desarrollo, tanto a corto plazo (durantelas actividades de rehabilitación) como a largo plazo (después delas actividades de rehabilitación). Ello proviene en realidad delhecho de que los trabajos de rehabilitación son actividades locales,donde se interviene con técnicas y materiales locales en la mayor

parte de los procesos. De acuerdo con la experiencia palestina, lostrabajos de conservación se armonizan bien con la perspectiva dedesarrollo sostenible a causa de los siguientes aspectos:

1. El patrimonio cultural construido está hecho con materiales ytécnicas locales y con los conocimientos, habilidades y técnicaslocales y por tanto las actividades de rehabilitación hacenrenacer las artesanías relacionadas con la construcción(mediante la escultura de piedras, la carpintería…) y lasindustrias locales (como son la fabricación de tejastradicionales, la producción de cal…).

2. La rehabilitación del patrimonio cultural construido eseconómicamente factible porque la conservación ha probadode ser más económica que la nueva construcción (el coste de larestauración no sobrepasa el 50% del coste de la construcciónde un nuevo edificio). Además, la restauración de laarquitectura vernacular tiene una alta posibilidad de reciclajedurante la actividad de rehabilitación (reutilización demateriales) o en el caso de la destrucción de partes de estasestructuras, los residuos no son perjudiciales para el medioambiente. El mantenimiento del patrimonio cultural construidoes, por tanto, posible, factible y económico simplementeporque estos trabajos son domésticos.

3. El patrimonio cultural construido ha hecho prueba de teneraltas posibilidades de adaptación. Las casas históricasrehabilitadas han sido convertidas en viviendas, localescomerciales y pequeños negocios e instalaciones para elturismo y los servicios… todo ello participando en la creaciónde empleos permanentes o de posibles alternativas de ingresospara la comunidad local.

4. La rehabilitación del patrimonio cultural construido implica lacreación de empleos a corto y largo plazo. Las experienciaspalestinas han mostrado que los costes de restauración estándestinados principalmente a la mano de obra local y a losmateriales domésticos, más que a la importación detrabajadores y materiales del exterior, lo cual conlleva unarecuperación económica a través de las industrias y losproveedores locales.

De la conservación política a la creación de empleos

Entre 2002 y 2006, RIWAQ ha sido capaz de renovar más detreinta edificios históricos en diferentes pueblos y ciudades através de los “Proyectos de creación de empleo a través de larestauración”5 , para acoger actividades sociales y culturales quesirvan a los sectores marginalizados. Se han logrado más desetenta mil unidades de trabajo diarias, directas6 e indirectas7 ,para trabajadores especializados, ingenieros, así como otrosespecialistas.

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RIWAQ ha buscado la maximización del empleo mediante políticasde trabajo intensivo. El equipamiento mecánico se redujo o seprohibió, y por tanto los trabajos en la construcción dependíanampliamente del trabajo humano, la excavación, la mezcla demortero… También ha habido una cierta voluntad de utilizardentro de la construcción, y en los acabados, los materialesfabricados localmente, así como las tejas de los modelostradicionales para maximizar las unidades de trabajo diariasindirectas efectuadas al exterior de la obra. Riwaq depende de lastécnicas de construcción tradicional y en la utilización de detallestradicionales, especialmente para los trabajos de la piedra, laherrería y la carpintería, necesitando todos ellos una mayor fuerzalaboral para producir, tanto especializada como no especializada.Con la experiencia obtenida a través de los años, Riwaq ha llegadoa un punto en el que casi las dos terceras partes del coste total delos proyectos de rehabilitación se gastan en mano de obra, tantoen el emplazamiento de las obras como fuera del mismo. Unatercera parte del presupuesto está destinado a materiales, y otrossuministros, en su mayoría locales.

La creación de empleo gracias a la rehabilitación como unanueva tendencia

Debemos mencionar que el Comité de Rehabilitación de Hebrónha empezado en 2003 proyectos de limpieza y de conservaciónpreventiva en los vecindarios de la ciudad antigua de Hebrón. Laintención ha sido crear la mayor cantidad de empleos posiblespara los habitantes de Hebrón y preparar el terreno para llevar acabo la rehabilitación de los interiores de las viviendas privadas.Paralelamente, como parte de su programa de asistencia a lospalestinos de Cisjordania y la banda de Gaza, el Programa deDesarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) ha puesto en marcha elproyecto Tashghil o de Creación de empleo (2004-2006) para larehabilitación y restauración de algunos edificios históricos ensiete zonas diferentes del norte de la orilla oeste del Jordán.Finalmente, por lo que se refiere al número de empleos creados oa la importancia del desempleo, miles de familias han sidoayudadas por los programas de empleo en los que la conservaciónse convirtió en un medio de mejorar las condiciones de vida enlugar de ser un objetivo en sí mismo. Además de este resultado,decenas de edificios históricos han sido transformados en centrosactivos que constituyen al mismo tiempo posibilidades de empleoa largo plazo. Puede ser útil considerar este tipo de conservación(conservación como un medio y no como un objetivo, unanecesidad y no un lujo), con todos sus avatares8 , como uno de lostipos de conservación más prometedores para los promotores ydonantes, especialmente en las zonas en crisis por todo el mundo.Esta nueva categoría de conservación considera como prioritariaslas necesidades de las comunidades locales, antes que las de los

turistas, o incluso antes que las de las piedras (los propiosedificios). En consecuencia, el patrimonio así como suscomponentes culturales, son sostenidos por la comunidad local,mientras que la situación inversa no siempre es posible.Está claro ahora que los “proyectos de creación de empleo através de la restauración” son muy productivos, de ahí que hayansido adoptados por diferentes organizaciones como medio dealiviar la pobreza. Este tipo de trabajo ha demostrado ser tanimportante como los grandes proyectos de desarrollo deinfraestructuras, los trabajos de construcción o el turismo. Losrecursos financieros inyectados en los muros de estos edificiosproducirán seguramente un impacto positivo en la comunidad,elevando el nivel de conciencia sobre el patrimonio culturalconstruido en Palestina.

1 [email protected]

2 Los edificios históricos, según el registro Riwaq, son aquellos que han sidoconstruidos antes de la Segunda Guerra Mundial, mediante métodos vernaculareso tradicionales (muros de piedra en las dos caras, estructuras de tierra, bóvedas,etc.).

3 Extracto del folleto de Riwaq.

4 Creado en la primavera de 1991 RIWAQ: Centre for Architectural Conservationtrabaja a numerosos niveles para reducir los daños tanto de la arquitecturavernacular como de los edificios históricos y del inigualable paisaje palestino. Parallegar a esta meta RIWAQ tiene como objetivo principal la conservación yrestauración de edificios antiguos y el desarrollo, así como la promoción, de unaforma de arquitectura palestina autóctona basada en las tradiciones y técnicas deconstrucción firmemente arraigadas.

5 El significado de restauración corresponde a un sentido clásico de los términosreutilización, adaptación, conservación, consolidación, proyectos demantenimiento, entre otros, que se han implementado en estos programas.

6 Las unidades de trabajo diarias directas son las que se obtienen por la contrataciónde trabajadores para efectuar tareas de carpintería, enyesado, rejuntado, colocaciónde tejas o baldosas, así como los trabajos eléctricos y mecánicos, entre otros.

7 Las unidades de trabajo diarias indirectas son aquellas que se obtienen en el exteriorde la obra por ejemplo los trabajos de cerrajería, la carpintería, la producción detejas decorativas, etc.

8 Restaurar el patrimonio cultural construido por lo que aporta y no por sus valorespropios.

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III. La obraHerramienta 10Las realidades de la obra

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Algunas observaciones sobre la gestión de la obra

Athina PapadopoulouArquitectaArquitecta de conservación, trabaja para UNDP-UNOPS en el marco del plan general de ordenación de Nicosia, Chipre

Con la finalidad de conseguir un control económico estricto de unproyecto, y de contribuir así a la optimización del tiempo y de losrecursos, y a la obtención de los mejores resultados finales, existeun cierto número de factores a tener en cuenta.El contratista debería entregar un plan de trabajo analíticodentro de los siete primeros días siguientes al inicio del proyecto.Debería ser comentado y acordado por el arquitecto, el ingeniero,así como cualquier otro consultor del proyecto de restauración.Tendrán que celebrarse reuniones semanales en la obra,conducidas bajo la coordinación del arquitecto y con laparticipación del contratista, así como todos los consultoresimplicados. Se deberán elaborar actas de las reuniones, donde seindicarán claramente las acciones que se deberán llevar a cabo, asícomo las personas que las deberán realizar, entregando una copiaa cada participante.Después de que los trabajos de rehabilitación hayan empezado,las zonas que puedan presentar necesidades previsibles deinvestigación suplementaria por parte del arquitecto, paraformular una intervención específica, deberán ser consideradas dealta prioridad en el plan de trabajo. Si las zonas sensibles sedefinen tempranamente en el proyecto, se permitirá alcontratista trabajar en otra zona, en espera de que las decisionesde intervención sean formuladas, sin afectar negativamente a lasdimensiones temporales y económicas del proyecto.En cuanto a las autoridades públicas, la coordinación con todaslas autoridades competentes, así como con el equipo deconcepción y diseño, deberá tener lugar bajo la dirección delarquitecto director de la obra. Esta coordinación será necesaria enla etapa de diseño así como en la de construcción. Losrepresentantes de las autoridades públicas deberán participar enlas reuniones semanales en la obra.El contratista deberá tener un diario detallado de la obra,mencionando diariamente el estado del trabajo ejecutado, lafuerza de trabajo, las máquinas y herramientas utilizadas, el climao cualquier incidencia meteorológica, las visitas realizadas por elarquitecto y los ingenieros, así como cualquier otra informaciónrelevante.El contratista deberá entregar certificados regulares de pago parapoder ayudar al project manager a mantener un flujo económicoregulado del presupuesto del proyecto y en sincronización con elplan de trabajo y el grado de dificultad de las tareas.

Nicosia, Chipre

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