Historia del Arte Arte paleocristiano y bizantino TEMA...
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Historia del Arte Arte paleocristiano y bizantino TEMA 6 - 1/5 - 1. Localización 2. Análisis formal 3. Comentario Daniel aparece desnudo, como el primer Adán en el Paraíso Terrenal, como el segundo Adán en la cruz del Calvario, y como los catecúmenos que se quitaban la ropa para recibir el bautismo. El pasaje bíblico habla de siete leones, pero el arte paleocristiano optó por reducirlos a dos, disponiéndoles simétricamente a ambos lados del profeta como había hecho con las ovejas flanqueando al Buen Pastor. Pintura al fresco realizada en rojo mineral diluido en agua. Pertenece al siglo IV, como el resto de los asuntos que decoran este importante cementerio subterráneo del arte paleocristiano, descubierto en 1921 y situado en el área norte de Roma. El joven profeta Daniel fue una figura emergente en la pintura de las catacumbas. Vivió en Babilonia durante la depor- tación de los judíos, donde fue condenado al foso de los leones por levantarse en oración a Dios. Milagrosamente salió indemne y los primeros cristianos interpretaron el suceso como el alma salvada por el mal. Así lo manifiesta el propio Libro de Daniel: “Mi Dios ha enviado su ángel, él ha cerrado las fauces de los leones y no me han hecho daño, porque he sido declarado inocente ante sus ojos”. Daniel rezando en el foso de los leones. Catacumba los Jordanes, Via Salaria Nueva, Roma.
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Historia del Arte Arte paleocristiano y bizantino TEMA 6
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1. Localización
2. Análisis formal
3. Comentario
Daniel aparece desnudo, como el primer Adán en el Paraíso Terrenal, como el segundo Adán en la cruz del Calvario, y como los catecúmenos que se quitaban la ropa para recibir el bautismo. El pasaje bíblico habla de siete leones, pero el arte paleocristiano optó por reducirlos a dos, disponiéndoles simétricamente a ambos lados del profeta como había hecho con las ovejas flanqueando al Buen Pastor.
Pintura al fresco realizada en rojo mineral diluido en agua. Pertenece al siglo IV, como el resto de los asuntos que decoran este importante cementerio subterráneo del arte paleocristiano, descubierto en 1921 y situado en el área norte de Roma.
El joven profeta Daniel fue una figura emergente en la pintura de las catacumbas. Vivió en Babilonia durante la depor-tación de los judíos, donde fue condenado al foso de los leones por levantarse en oración a Dios. Milagrosamente salió indemne y los primeros cristianos interpretaron el suceso como el alma salvada por el mal. Así lo manifiesta el propio Libro de Daniel: “Mi Dios ha enviado su ángel, él ha cerrado las fauces de los leones y no me han hecho daño, porque he sido declarado inocente ante sus ojos”.
Daniel rezando en el foso de los leones.Catacumba los Jordanes, Via Salaria Nueva, Roma.
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1. Localización
2. Análisis formal
3. Comentario
Justiniano aspiró a unificar sus posesiones mediante costosas empresas arquitectónicas. El elemento aglutinante que las caracterizó fue la cúpula. Para ello, apostó decididamente por los edificios de planta central, donde la cúpula es el cielo y la sala de oración la tierra. La tradición revela que Justiniano, al ver el templo terminado, sentenció: “Salomón, te he vencido”.
Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto proyectaron un edificio donde funden la planta basilical con la rotonda. En el centro de un rectángulo plantaron cuatro pilares para sujetar, a 55 metros del suelo, una cúpula nervada sobre pe-chinas. Y aquí reside su originalidad y grandeza: apoyar la cubierta sobre cuatro puntos en vez de sostenerla sobre un tambor circular como sucedía en el Panteón romano. Los empujes los contrarrestaron con semicúpulas y ábsides escalonados en dos de los flancos, dejando libres los costados restantes para habilitar tribunas desde donde poder presenciar el ceremonial litúrgico. La luz penetra por cuarenta ventanas perforadas en la cúpula, produciendo en el fiel un efecto de ilusión óptica que resumió el poeta Pablo Silenciario al exclamar en el sermón inaugural que la cúpula parecía estar “suspendida del cielo por una cadena de oro”.
La iglesia de Santa Sofia, en Constantinopla, es el emblema arquitectónico de la edad de oro de Justiniano y del arte bizantino. Los autores de esta etérea y audaz obra fueron dos científicos Artemio de Tralles e Isidoro de Mileto, geómetras, matemáticos e inventores de ingenios mecánicos, que iniciaron los trabajos en el año 532 y los remataron en el 537. La celeridad responde a los medios financieros que se pusieron a su alcance y al ágil sistema constructivo empleado, consistente en alternar hiladas de ladrillo con capas de mortero. Las crónicas contemporáneas indican que se utilizaron tejas porosas de la isla de Paros con el fin de aliviar el peso de la cúpula.
Cúpula, semicúpulas y ábsides escalonados de Santa Sofía.Constantinopla (actual Estambul). Turquía.
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Obra
Los iconoclastas utilizaron la cruz para reemplazar las imágenes tradicionales del ábside.
Imagen de la cruz. (717-741). Mosaico.Santa Irene, Constantinopla (actual Estambul. Turquía).
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Obra
La Deesis bizantina es la representación de Cristo como Rey del Mundo, flanqueado por María y San Juan Bautista, que interceden en favor de los creyentes.
Deesis. (C.1270). Mosaico. 595 x 408 cm. Galería Sur de Santa Sofía, Constantinopla (actual Estambul, Turquía).
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Obra
Tras la revolución iconoclasta, el arte bizantino popularizó este tema, que representa el descenso de Cristo a los Infiernos para redimir a los justos del Antiguo Testamento.
Anastasis o Resurrección de Cristo. (C.1020). Mosaico.Katholikon o iglesia principal del monasterio de Ho-sios Lukas. Aráchova, Grecia.
