HORAS SIN TEMPO Y OTROS POEMAS

BIBLIOTECA IlPCIAL OTRAS OBRAS DEL AUTOR

Teoría y Practica del Humanismo Marxista 180p Editorial Villanueva, Lima 1986

Imperialismo y deuda externa en América Latina, 130p Instituto de la Paz, Lima 1987

Deuda Externa y Revolución, I OOp IIPCIAL, Lima 1989

Kant y la Revolucion Burguesa, 130p CONCYTEC, Lima 1990

Kantismo y Mmismo, 154p UPCIAL, Lima 1993

Mito y Realidad del Cristianismo, 130p CONCkTEC, Lima 1990

La Leyenda del Sudario de Cristo, 165p. IIPCIAL, Lima 1996

Madrigales Promoteicos (poesía filosófica) 60p. IIPCIAL, Lima 1997

La Barbarie Civilizada, 120p. iiPCIAL, Lima 1998

Eurocentnsmo y Filosofía Prehispánica, 1 10p. IIPCIAL, Lima 1998

Lumbre de Intramuros y Versos Ascéticos, 6Sp. UPCIAL, Lima 1999

Humanismo de la Postmodernidad, 200p. iiPCIAL, Lima 2000

Cadencias Metafísicas (poesía filosófica) 50p. IIPCIAL, Lima 2000

Racionalidad filosofica en el Perú Antiguo, 143p. IIPCIAL, Lima 2001

Racionalidad y Metafisica para la Postmodernidad, 160p. IIF'CIAL, Lima 2001

Miseria del Culturalismo, 15Op. IIPCIAL, Lima 2002

Miseria del Cientificismo, 280p. IIPCIAL, Lima 2003.

El Ontologisrno Americanista de Orrego, 100p. ITPCIAL, Lima 2003

Gustavo Flores Quelopana: Miembro de la Sociedad Penrana de Ulosofia

Horas sin tiempo y otros poemas

Prólogo de Pedro Rofuel Gorrtilez A l\v~

Instituto de Invest igación para la Paz Cirltura e

Integración de América Latina

Carátula: Edgar Mendoza Arte : Karla Flores Digitación: Norma

Revisión Técnica: Natalia Flores

O Fondo Editorial del Instituto de Investigación para la Paz, Cultura e Integración de

América Latina (IIPCIAL)

1.' Edici6n en Castellano: Lima 2003

HOIiAS SIN TKMPO Y OTROS I'OIWS

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio de impresión, en forma idéntica

extractada o modificación en castellano o en otro idioma sin previo permiso del editor.

Queda hecho el depósito legal Reservados todos los derechos

BiBLlOTECA NACIONAL DEL PERU Printed in Pem

d~=?h,. Impreso en Perú ,,f.,@ '

PROLOGO

La presente obra poética de Gustavo Flores ,nos anonada y sobrecoge por la ingeniosa, original y hasta misteriosa, tanto en la forma y ropaje exterior, cuanto en el equilibrio entre la elegancia y la fuerza; la belleza y la sabiduría de la que ,sin proponérselo, hace derroche.

En efecto, su inspiración, ora mágica y de dificil comprensibn; ora diAfatiq scrciin y profiiiiciri, es un manantial de claridad de luna llena, de calor de sol, de fe intensa y tal vez de desconsuelo fno, congelante, tenebroso.

Gustavo se nos manifiesta como un creador de plurna generosa, portentosa, rica en giros y términos reveladores de un transfondo filosófico que subyace en cada poema, y que nos invita a releer algunos de ellos.

Con mucha razón, Don Ricardo Palma expres0: "Es arte del demonio o brujeria esto de escribir versos...". Pareciera que Gustavo hace uso de ambos en su creación poética, que trasunta un acentuado sentido antropológico, con el que abre las puertas para conocer al hombre en su más amplia riqueza, en su fortaleza y en su grandeza; pero también nos insinúa la flaqueza, la impotencia y el infortunio que acompañan a la humana naturaleza. Se revela igualmente, poseedor de dotes poco frecuentes y de mérito dual: filósofo y poeta, propios de espíritus privilegiados.

Su poesía es un verdadero concierto de sentimientos afines, pero también disimiles y opuestos, que constituyen el patrimonio psicolbgico y espiritual del hombre. Por un lado, el Amor, cantado con diferentes

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matices y términos llenos de dulzura y exquisitez, a veces plagados de ruda ironía. Pareciera que hablara, con Dante h4wr cuando éste expresa: " El hombre que no ama no vive; es un muerto que camina". También nos dice, sin escribirlo, que una vida sin amor es como una mañana sin sol, o una primavera sin flores.

" Te conocí cuando cantarinajlorecías Con el garbo de una rosa;

Tu largo y negro pelo como la noche Tu alma: benigna y humilde

Y tu plúcido amor.. . " Gustavo Flores nos regala su prollfica inspiración

poetica de contenido metafísico. Hay en sus versos expresiones sencillas y cristalinas; pero también las hay obscuras como nubarrones que se van diluyendo en su cielo inundado de estrellas al rayar el alba inspiradora. Con su peculiar estilo, nos muestra la sombra, pues sin ella, ignom'arnos el valor de la luz; nos invita a admirar el vuelo del águila por el contraste con el arrastrarse de la oruga.

La lectura de sus creaciones de tinte filosófico, seducen al aficionado. Mas, en otros, quedamos pensativos, casi perdidos en la selva intrincada de su follaje metafisico.

Nos invita a gozar con el gorjeo del ruiseñor y casi nos obliga a compararlo con el silbido de la serpiente. Usa los vocablos con un estilo muy suyo, dejando el sabor de lo dulce e inefable, pero también de lo agridulce y hasta amargo.

Nos hace paladear verdades y sentimientos de lo mas escondidos, de aquellos que anidan en los lugares más secretos del corazón. Sus poemas nos iraen a la memoria lo que nos ha dicho Amado Nervo: " Mis rimas van al alma porque del alma salen ... en el cope lírico, las perlas que

mas valen son las Iúgrinias, sienipre que del alma se exhalen. .. . ."

Si bien los versos de Gustavo no configuran las formas exteriores de la rima y la consonancia, ellos nos sumergen por momentos en una hondonada lírica, que nos tienta a verter una " lágrima metafísica" . Platón diría: su pensamiento, cuando crea, es un discurso que su alma se da a si misma; su palabra escrita se convierte en un discurso que su alma dirige a los que lean sus poemas, dejándonos sumidos en profunda reflexión. Asi dice:

"Yo no busco el rvrso en la palnhm sino lo busco en la sonora 1-ida ",- y agrega: "Lo cierto es que converso mucho con el hombre que hay dentro de mi.. " "Es trn biren amigo, conjdente Jel. .. " " j Dios lo puso y no se por qué! Por eso suefio volando Sobre el tajo de la muerte ". Otra de las musas inspiradoras de su creación

literaria es " la huesuda y fünebre muerte": " i Estad contigo en el banquete eterno? i Será tu casa el rompeolas de mis úlrimm horas? i Yyo? Voy ya juntando mis huesos a tu sombm.. ". Concede generoso tratamiento a la muerte y

confiesa su esperanza de que ella se irocará en nueva vida: " Llega aciago el paiaro negro,

para helamos el corazó~t de terror y pena. .. " " jserán las almohadas de Cristo las que reciban mi alma?" "El dla me ha cansado tanto. y pronto estaremos exrendidos bajo la Iápi do... "

"(;SerÚ Dios que paciente espera que <Icvorenros la vida eterna?". A pesar de la severa frialdad y rigor kantianos,

Gustavo nos descubre un mundo ignoto, ignorado, pero de una calidel de un fuego apasionante, que por momentos puede llegar a incendiar el alma de quienes son susceptibles de romántica sensibilidad.

" ¿Por qué tu sonrisa pregonera cruza el cansancio de mis huesos?" " il'c~r qué el aguclnflorefe dc 111 urnor me devoró incontinente el corazón?" " Poso niis dedos sobre íu piel pirrrficada,

y caes sobre la hierba cualfivta silvestre... " " Ardes cual fogata en rojo atardecer

y nre exíasio cual abeja en el dulce colmena?'. Finalmente, debemos expresar que nuestro poeta

hace gala de espontaneidad creadora: por una parte, pinta la realidad sufriente, palpitante del ser; por otra, crea imágenes y situaciones con una acicalada fantasía; su poesía es rica en temas, en musas inspiradoras: un verdadero manantial, inacabable, con hondura en la reflexión, antropologica, humanista, pródiga de sentimientos nobles, metafisicos. Su mensaje, exquisito, sin regateos, fluye cual riachuelo que persigue llegat al río tormentoso, al inmenso océano de la \ ida Canta al amor, que es vida, y concede generosa aceptacion a la muerte, con la esperanza de que ella se trocará en nueva vida

Pedro Rafael González Ali!a San Isidro, 1 1 de Mayo del 2003

I NOCTURNO

Dios, cuando con el alma me empefio en amarte, me siento ya sin amor. Es la visión fervorosa de Ia Noche, suefio puro de incontestable eternidad. Y mi alma, como tiempo increado en el caos primero vaga invidente, extemporánea, desposeída de pensamiento, puri fícando sin saberlo la garra bárbara de la fuente original. Ello no es felicidad, es agonia en el confin perfecto de la incolora Noche; Todo es distancia en el vigor de las sombras todo sobrecoge en la tenebrosa oscuridad; Es un mundo secreto que gime Iejano, compareciendo nuestra naturaleza frágil, como peregrino en el Océano increado- Solitario me hundo en tu corazón, cual herida profética de la umbría Noche.

II PROFANO

Yo no busco el verso en la palabra sino la busco en 1st sonora vida; D e los mares sinfin removidos un pensamiento crece como una flama; VenerabIe bruma de espectro y tumba o quizá fresco arroyuelo nonato; Y quedo echado en devoci6n de algo lejano soportando un sentimiento de mucho desespero; Ninguna paz conoce el corazón que ha visto que el mundo os engaña; Se siente el abismo de la Nada y el beso venenoso de la Muerte; "Por eso, bienaventurados aquellos por la tierra cubiertos7' nada más escapara a vuestro amor; Cantando la inmemorial canción de cuna huyentes vamos, al día del sueño hoy sido; Yo no busco el verso en la palabra sino en el velo de la durmiente Vida; Salvo que vos aceptes, la profanación de la Palabra.

En los itsmos azules de tu talle florece un fuego invisible; Tu cuerpo de ondina es un puerto grácil al cual llego como barco embriagado; El verano ríe en tus pliegues escuchando el gemir de un viento dulce; Elás! yo te siento ligera como el mar y me dejo llevar por la brisa de tu playa; ¿Cuáles son mis caminos? ¿si hoy devoro tus mieles y mafiana, maiiana quizá no te encuentre? Ahora sumergido en tus deliciosas laderas cabalgo equinoccios violentos; Y en las comentes de tus olas palpo las profundidades del placer; Ella que dice: Te amo! Yo que pregunto: Te sueño? Qué encontré en la dársena surcada? Misterio, abismo, y los dos nos miramos fijamente ... fijamente en las cumbres del gozo que se desvanecen.

Ascendí por tu boca a la montaña de la Vida; Loco y envuelto me sumergí por tus labios a la tarde la Muerte; ¿Qué es ésta unión de nuestras manos en la caída de un destino estrangulado? Palpo la tierra donde siento puro vértigo y pulsación; Busco el Amor? Elas! habitáculo de encanto y desesperación; Y caemos los dos envueltos y arrollados sobre nuestras propias llamas de vida; Para morir en una noche como la amapola y la rosa; Oh vientos! Somos Ia hierba rala del Ser, y tu ojo ingenuo que me murmura: ¡Dios asi nos quiere, sin ser hierba madura!

v PALABRAS SOBRE LA GUERRA

Dichosa la tierra llena de bestias porque no la destruirán; Desdichada la tierra llena de hombres porque ella se acabará.

Guerras enhebran la vida con la muerte repartiéndose el mundo en un juego de naipes; Y la dulce mujer, amante, nindre borra el cielo enrojecido como albatros de amor.

Los estandartes de la guerra cortan como rocas puntiagudas batiendo con sus rayos los amores rigurosos. iOh destino lamentable! Un niño como millares es robado de este mundo por odios erizados.

Y el negro turbillón sopla con ira Sobre un Umm Qasr, Basora, Nasiriya, Bagdad, desbordándose en marea irrefrenable en los parajes cavernosos del corazón mismo.

¿.Bombas inteligentes? ¿Guerras humanistas? ;buenas intenciones que decoran las paredes del infierno!

;Ay río de la Vida, qué bien despareces en la corriente de silenciosas barcas y en la noche oscurísima de cruces verdes! . . . Y perdona nuestras ofensas como brisa triste que sopla el olivo, asi como perdonamos a quienes nos ofenden para cantar junto al olivar la esperanza renacida.

RABIA ANGIOLIERINA

Si fuese fuego quemaría del mundo a los tiranos; Si fuese viento los arrastraría a las sombras; Si fuese agua los ahogatia; Si fuese Dios los descendería al Averno. Si fuese Papa obligaría a los ricos a proteger y enriquecer a los pobres; Si fuese gobernante: ¿Sabes que haría? A todos mandaría escribir poesías. Si fuese muerte iría donde el Maligno, si fuese vida me alejaría de él, y lo mismo hada con los sectarios. SI fuese Gustavo como soy y he sido, tomarfa a las mujeres viejas y feas y las dejaría jóvenes y bellas.

VI1 RONDA INFINITA

¿,Qué mágicos poderes posee la danza de tu cuerpo?, ¿Qué estrellas en tu rostro envían ávidos mensajes?, ¿Por qué tu sonrisa pregonera cruza el cansancio de mis huesos? ¿.Por qué aquella noche peregrina viniste maravillosa hacia mí? ¿,Por qué el agudo florete de tu amor me devoró incontinente el corazón?

;Oh, alegría del mundo! Refulgentes nos entrelazamos con locura, más ambos Ilevamos el corazón suspenso y la devoción tardía. Acaso algo más buscamos en el surco de la vida? Será lo infinito? sera la sórdida muerte? sera la angustia por la aurora "que brilla a través del bosque?" Será Dios, que paciente espera que devoremos la vida eterna?

VIII

FUEGO I;A TU0

Hoy he visto a todos sin ver a nadie. sentado pensativo en el umbral de la casa, vi pasar multitudes de volcanes dormidos, jauría de almas en crepúsculo general.

Los hombres como las nubes se van, más de un millardo deambulan al azar, sonambulicos en la flama del olvido oscurecen el mundo en egocéntrica burbuja.

"El día me ha cansado tanto", "y pronto estaremos extendidos bajo la lápida", ¿ y de nuestros afanes esperpénticos, y de nuestros amores sin trascendencia?

Memorias del instante, sin ayer ni mafiana; Fuegos fatuos de cuaresmas sin éxtasis, canto sacro de la generación prometeica, Fiesta inmanente del " Mamom absconditus".

Salud i bella noche vaporosa y tortuosa Todos duermen bajo Ia Cruz del Sur; Quizá yo me eleve al celeste azur quizá despierte inhalando polvo de cometas.

Hoy he visto a todos sin ver a nadie ...

IX URA NIA

Como hoja que cae sin nimbo fijo un verso de otoHo envía mi alma hostigado por ansias de barcas invisibles.

Solitario en mi letargo opaco irrisorio en mi angustia dura veo pasar el insecto, la fémina carne, la muerte, la vida y la flama de cabellos largos.

Hostia terrenal de "soles amontonados", ¿ qué hacéis con mis inconsolables sueíios? i quiero volar a tu argentado seno!

Como hoja que cae en alas del viento así leve rozas mi fugitiva raptora, vos teníais la noche consagrada; Y mi pesada frente lanzó al espacio incienso de ámbar para la bella Urania.

TRANSITO

Alegria ! en e1 fulgor del mundo penetramos ebrios de vida, soiiamos, amamos y sufrimos. i Oh, que frágil es el puente de la tierra! certero nudo del tiempo llega aciago el pájaro negro, para helamos el corazón de terror y pena. i Espléndida tiniebla aquí me tienes! con esperanza celeste en el pecho cógeme con tus garras de cernícalo do lo invisible para siempre.

Serán las almohadas de Cristo l a s q u e reciban mi alma? O serán los dardos fíeros del averno que crujirán mis sienes? '-C5mara sorda de luz ciega", Iugar gruñón del alba efimera, haz de mi pobre fortuna buen tributo del combate por un trozo de vida eterna.

El amor, el infinito amor, consuela nuestros dolores! Qué Dios ha adoptado el amor, con su garra profunda? Qué arrecife recóndito no es conquistado con los azules cardones de su devoción? Que tú lo desdefies, lo rechaces y no lo cuides en nada daAa su esférica flama; Déjame vivir suspendido, de hora en hora, lo largo del siglo, en capullo desconocido. El amor, el infinito amor, consuela nuestros dolores!

Dulcemente, ella se ha dormido entre mis brazos, sin murmurar su sonrisa se ha borrado, "a mi cielo ha rendido su vida"; "Me infunde suefios de rosa y eterno mayo". Ah, esa alegría embriagada de pesares, ¿ Qué será de su bella traza pasada la edad de 10s amores? ¿ Qué será de su carne mortal al correr el tiempo en postreros dias? Opaco y duro, me pierdo en noche impenetrable de profunda luz, silente y pensativo te veo dormida bajo el eterno "arco de Constantino"; Donde los laureles blancos los mirtos y claveles me envuelven en glorioso canto celeste "que grita: Os invito al Paraíso".

XIII

CON t N A GOTA TODA VIA

Eras un genio, un cerebro nada común, Vivíais de esos fieros dardos de luz, Deambulábais por contornos argentados, Tu ojo se perdía por la noche cenital, Guirnalda dc ideas flnmenbrin por tu frente, Eras falsamente desdefiado, Más lanzábates por los tibios astros siguiendo a la musa de arena, a la madre del mundo, al kter oceCinico. Qué buscábais, ardiente y quemante magnhnimo y perdido?

- y Dios te veia! Se os dijo: Está loco! no está cuerdo, hay que doparlo! Un coro ciego negaba tu hirviente delirio, Oh silencio de los pasos divinos escucha la voz del fuego mudo de la grama umbrfa y de la ribera consagrada, Dkjame franquear los aires, abrir los cerrojos del celeste azur, ver en suefío el soplo profético de antiguos soles y viejos templos; Dejadrne reposad mi pesada frente en las rodillas de la tierra,

Estoy triste y me devoran las horas profundas. Oh Dios, escuchad mi grito Oh muerte de columna negra, Oh tierra de nubosa masa, Aquí estoy con una gota todavía!

Con el alma apretada entre los astros he notado cuánto te quiero; Con la esperanza levantada por la aurora he sentido cuánto te adoro; Con el extraño enemigo que estruja el corazón he visto la noche de la pena; Con ti1 mirada baja ante mis ojos de flama he tocado la luz eternai; Y con la cancidn de tus encantos jay! de tus encantos ... me he hundido en los anillos luminosos de exquisitas agonías; Oh silencio del hablar de dioses, soy yo y conmigo ella, los que en embriaguez fuyente franqueamos un instante el Paraiso.

Poso mis dedos sobre tu piel purificada, y caes sobre la hierba cual fmta silvestre.

Ardes cual fogata en rojo atardecer, y me estasio cual abeja en el dulce colmenar.

Evoco tu salvaje mirada enamorada, y tú ambrosia me toma un dragón vencido.

Respiro los laureles de tus pechos trémulos, y escucho la gruta fatal del antiguo enigma.

Leo en la gema de tus ojos un perfumado canto, y te agitas como rayo en cielo tormentoso.

Busco entonces en el refugio de tu carne, la fragancia profunda de la tierrra.

Ahora, tu duermes como joya enterrada, tranquila te reclinas en la noche soñadora, y mi corazón te mira como tambor batiente.

Oh sexo metafisico! suspiro porque quemas, asolas, aniegas, y floreces por siempre mirado por lo Eternal.

XVI NUMEN

He soplado la luz, para recoger la cenizas de los astros. Sorbí gotas de la Nada, para palpar la ausencia infinita de la noche. Soflé en estado de vigilia, Para ver abrirse la negra puerta del Averno. Ví con ojos disecados, para contemplar las sagradas cuerdas del destino. Trasegué en caminos soledosos, para desaparecer con los sufridos hombres. Bebí la copa inefable, para murmurar en mi espíritu pensativo. Lancé dormido rayos, para sorprenderme al desvanecerse mi juventud. Hablé un día triunfante, para saber cómo la rima está hecha de arena. "Sudé gomoso en el bosque", para sentir cómo huyen las horas doradas. Removí mares profundos, para que ojos pedregosos lloraran por mí. Subí al pico de algunos corazones, para cargar con bordes curvados de lechos eternos. Miré ojos turbios, para que el reptil venenoso inrnunizara mi dolor.

Fui tentado y pequé, para disoluto atizar el horno del infierno. Cavé con la garra de mi alma, Para que Dios me vea y me perdone.

XVII CAPULLO

Te conocí cuando cantarina florecias con el garbo de una rosa; Tus ojos: un vergel de alegría tu largo y negro pelo como la noche estrellada; Tu alma: benigna y humilde cual cervato tu clemente y suave rabia; Y tu plácido amor fue el trirremo conqué crucé la orilla. Sabe el cielo! cuántos días, cuántas horas tardó mi empeAo en conquistar "el tierno capullo guardado castamente"; Pero lo desconocido presto no tardó en clavar sus colmillos perseguir el amor con saíía inclemente y presentar al duende maldiciente. Sufrido amor, de blanda Venus tomaste en recia Diana; y tus relucientes dardos que aquietaron una vez ahora abren zanjas profundas, como agua leve que desgasta la roca dura; Y yo miro tu pupila brillante como flama oculta de un sol dormido.

XVIII OJOS DE QUIMERA

Un pozo de duda son tus ojos de quimera, balsamo de amor célibe bellos, misteriosos, cual cábala.

Lumbre que labra la vanidad del sabio "cual clepsidra de piedra" cae como saeta en el corazón mustio.

Mirada poliédrica de diosa menguada, Cerrando mis ojos admiro mejor tu relicario, más el amor me doblega y caigo blando, rendido, mortuorio en el responsorio de tus candelarios.

"Mi alma porfiada no entiende la apoda": Ir irresistible a los pies de tu luz mas libando la cercanía dorada me paraliza un oscuro miedo atroz.

Y' tu risa, que m i n a liviana en mi dura espina amansa el viento de mis alas fieras, raptándome a un río profundo que labra proteico el adorado tormento.

Un pozo de duda son tus ojos de quimera ...

m LLAMO A LOS FILOSOFOS

Llamo a 10s filósofos. Ahí está Russo: Sentémonos al pie Socrático, védico y con el corazón en la mano echa puertas, tumba muros, rompe cadenas, inscribe en nuestras frentes: "No te atarás el alma"; Y nos traspasa su mirada de hombre ido que no se acalla ni en brazos de la Parca; Por ello su epitafio reza en mi: "Una idea de pura valentía vale más que volúmenes de cobardía".

Con palabras sin toga y con el calor de una rosa, María Rivara nos hace sentir telúricos, arraigados, comprometidos con la Madre Tierra que nos ha parido; Si la filosofia es mujer de altas entrañas rincón de vientre mayéutico piedra estoica de asombro y desconcierto, así nos conmociona ella: Amar la cultura propia sin querella.

Y en esta humedad del mundo por la que se arrastra el hombre, emerge Antonio Belaunde

con corazón puro y pensar profundo; Encarnizado de sabiduría lleva un panal de miel en versos y pensamientos cantados con alegría.

Con timidez y sin altivez misterioso y silencioso va montado Sixto García en raro pegaso prohijado de justicia y libertad, no tiene en el alma tigre admitido ni chacal compartido, ataja nuestro lado de fiera hambrienta y sitiada, y solo sabe obsequiar 1 a humanidad deseada.

Nicoli, Pfeiffer, Rivera, Gutierrez, Garvitch y tantos otros, hablemos de la buena semilla de la tierra, de aquella angustia que nos asalta y no se aplaca, de aquel saber enloquecido, de estaotra fe que nos conforta humanamente. Así hablaremos con el corazón cercano al son de Ia Madre Luz María que nos enseña con porfia el valor de la cultura y lengua propia, lejos del dominio del colmillo y la pezuña y abiertos a la visión que duele, pesa e inunda.

El suefio irremediable se disuelve

en la Muerte; A la muerte inesquivable

se vuelve en el suefío;

Si la vida y su loca rueda

se resuelve en ensuefios, es la muerte

cual hoja seca la que vive su suefio. ¿ Lloras?

i Qué va! ... Es el son del sueiío

que sucumbe al ensuefio.

XXI

LAS HORAS

Son las Horas un presente pequeño de un tic, tic que no es tu dueño; Si el Hoy es como un viento que sopla con rauda fugacidad de amorosas coplas; Y el-Ayer es un presente que crece hablando a gritos con la devoción que merece; Y el mañana.. .ay! tan bella como la luna niña de timida sonrisa donde ilusiones cantan una a una; ; Oh chopos del tiempo! Te veo en TrujiIlo nacer hoy en Lima morir; Tic, tic ... tic, tic ! Qué bien sonabas! Es el tiempo como mendigo harapiento bebiendo lo Eterno a sorbo lento.

En este tibio amanecer de Abril el Sol va subiendo gigante, rojo, paternal. cerca, la gente todavía duerme pulverizando en sueiíos su sed de piedra, y los caracoles salen jadeando en sus mustias conchas. Los raudos autos de la carretera cruzan y se alejan, por un instante espejea el silencio envoltura de niebla descansada, y la vida que corre en cárdenas ciudades y piadosos campos. Un perro retumba el viento con su aullido y las casas van brillando en claro día, aún duermen, como el oro del avaro pero el tiempo va cobrando monedas que no devuelve. Y yo solo, con la frente pensativa mascullo una desconocida melancolía i Murió acaso mi amada, mi can, mi juglería? i Santo Dios! Que no me acuerdo. Pero sigue subiendo el sol y s61o st, que su asperón de hierro Me va rasgando el corazón.

OTRA VEZ EL NANA

Otra vez el mañana. Tras la cortina el sueño azul de mi pecho iluso, si hoy comienza un nuevo día ¿ Por que muerde el futuro mi memoria?

Hoy recomienza el tiempo con sus afanes de plata dormidos, ¿ te recuerdo acaso? si tú famás en mí haz florecido.

; Mi infancia, mi juventud! ya están idos, pero la fruta de oro con su tábano guerrero pica y pica un amor fecundo.

Hoy huele a jazmín pero mi alma se eriza de espinas, ¿ no será el rosal profundo que descose mi existir?

Espero la suave noche donde se calma mi desvivir, alli llueve arena y la tierra es un jardín.

DICEN QUE ANDO SOLO

Dicen que ando solo, pero no es cierto dicen que soy silencioso, pero no es cierto; Lo cierto es que converso mucho con el hombre que hay dentro de mí.

A veces me acusa, me juzga y condena okas me escucha calladito y bueno, Es un buen amigo, confidente fiel i Dios lo puso y no sé por qué!

Parece dormido como el ámbar y el berilo pero es mentira, vigila y piensa sin descanso, A veces luce mustio como sombra infecunda más es un repliegue como olas del mar.

Yo he visto sus finas torres y el mar al fondo sus lejanas tierras y floridos huertos, por eso suefio, para volar bajo sus alas sobre el tajo de la Muerte.

¿ Estaré contigo en el banquete eterno? ¿Será tu casa el rompe olas de mis ultimas horas? TY sonríes soleado desde mis entrafias i y yo? Voy ya juntando mis huesos a tu sombra.

IWLA TIN INMORTAL

¿ Quién será la que corte las flores y los cardones de mi vida? Niña buena de la tierra, cómo recuerda dulce el corazón los días de mayo ... Tu perenne ternura desgranada me ensefió a soñar de puro hastío, i Más cuando yo muera, dejad la ventana abierta! como la árida boca sin aliento y la luz que se consume en su fulgor.

Estaré contento, en manos de arcano mayor, sin saber si habrá piedad para los muertos y orando que i por fin!, sea de día.

Bogar y bogar por las estrellas, En circulo de "volatín inmortal", Junto al polvo salobre de su mechinal universal; i Playa de cipreses negros, atrio de la casa de Dios viene la rosa de los lirios para correr el velo del Adiós!

XXVI

PLAZA DEL UNIVERSO

En la plaza del universo, todo anda unido en el mundo de mnteria y mente. En esta casa de Dios, el buen Wheeler postul6 el superespacio de infinitas dimensiones; asi aquí, hace mucho que se fue Sócrates y en la dimensión X recién empezó a hablar. En este triste burgo del mundo el gremio de los Einstein, Schrodinger y Heisenberg departieron sobre la desmaterialización de la dura materia, ¿ Será por ello que al loco del pueblo no le duele la piedra ni siente el Frío? Caminando atento el grave Jeans, seiialó al cosmos como un gran pensamiento, antes que una gran maquinaria. Y entre los fríos sajones, los gnósticos de Pnncenton, remarcan que todo está unido, hay un desconocido flujo entre todas las cosas, microcosmo y macrocosmo unidos

en el atrio de un campo nuevo: la oculta fuerza Psi. Señor, ;,por qué hiciste junto al universo físico el universo psíquico? ¿,Es que somos un fragmento de la Mente cósmica?

RETAMA

La Muerte devora y devora día a día su agria hiel. La retama de la vida alegre pasa de sombra en sombra, huyendo jadeante dentro de una montaiia gigante. Y yo que amo, y ella que se entrega fatigando las horas de selenio que nos sorbe la luna. Todo amor es fantasía, yo que invento el afán del día aparece la atezada Muerte, como musa huesuda que ayuda al cruce de puerta final. En esta hora del último sol sonríeme ángel del perdón, joya purpúrea de los justos empápame en sangre del calvario y así alcanzar el Eternal. ¡Espléndida tiniebla de aliento frío! ¿serán tus garras de cernícalo consumación de mi C m sacrificial? Porque nada queda como está, ardo en esperanzas en que la Muerte no será el final.

Su espíritu corría inuy deprisa, como si se le fuese la vida y lo persiguiese la muerte. Su mirada profunda, atalayaba allende y azul un designio misterioso y providente. Y sus sentimientos en fragua se veian arder en sus ojos. La maravilla de sus pensamientos, miraban la luz del amor, la oscuridad del dolor, sin altivez y con timidez. Sus preocupaciones radicales confluían en el enigma magnético de la contingencia de nuestra existencia. Otrora, su orgullosa inteligencia cerró las puertas a la trascendencia, más su alma no fue abandonada y pudo salir de la oscura carencia. Era persona de buena fe con cuitas venidas de muy lejos para concretarlas muy cerca, en sociedad y compañía era alegre silencioso y triste en soledad. Un enamorado de la ausencia,

un solitario en la muchedumbre, amigo de los solitarios de titanio, un hombre habitado por lo inefable, tal vez por la imagen de lo divino.

COLMENAR

A la sombra de un alto nogal y con el papel en la mano dudo de mí y no escribo. ;Cuánta fe Señor perdida en esta vida! Si la pequeña hormiga, la oceánica ballena hasta la inclemente hiena encuentran su oculta guarida, ¿Por qué el pináculo de tu creación retrocede cobarde en su misión? Antes el salvaje miraba tu cielo enamorado, olía el perfume de plutonio de la estrella y el canto de éter de la noche. Hoy el acuoso civilizado sólo respira el vil cálculo y cuantía, ya no lee en la gema de tus ojos la fogata de tu amor enrojecido. Todo lo sabe su idolátrica ciencia ya no hay misterio en su horizonte v pisotea el enigma de su conciencia, más debajo del robusto nogal oigo una melodía antigua. ¿Serán los muslos agitados de la Madre Tierra? ;Será el rezongo de un divino colmenar? ¿O sera la fragancia suave de esa profunda fe que asciende desde la recóndita orilla?

DOLOR ALMCA

Algo me duele en el alma como los volcanes de la tierra, es una lava que borbotea desde mi corazón lejano, y yo no sé qué espero ... Algo me quema por dentro, miro al cielo anhelando la lluvia de mercurio qite me alivie un ardor que calcina desde los huesos ... Giro los ojos locos buscando aquel lugar secreto y no lo encuentro ... Elás! soledad por doquier, y del rosáceo manzano bíblico cae perpetua la olorosa fruta agónica carnosa, visible sonora, cae, cae y cae ... no llegando jamás a confín perfecto. Ella, el fruto perfecto, sólo existe para ser amada él, el fmto doliente, ama con la fuerza primitiva del caos elemental, y junto a ellos resoplan los gemidos del mundo fantásticos, risueños y alegres. A la distancia de todos retumban los tambores de un destino fervoroso y desconocido, algo que duele en el alma y yo me desvanezco silente, pensativo a su sombra arrastrado por parajes turquesas y cavernosos.

EN UNA ESQUíNA

En una esquina perdida del mundo yo espero solo, escondido de la tortuosa dictadura de la hora, converso conmigo mismo, me visitan mis duendes y mis penas, delirios puros y elixeres infinitos; recuerdela caricia impoluta de la madre el caminar ondulante de los gatos la mano fraterna del padre; Huelo la deliciosa fragancia de la esposa los momentos duros y penosos también los alegres y jocosos; mis pensamientos se toman dulces y por momentos tristes, sombríos oigo los ríos serranos y lamentos lejanos; Yo estoy solo y laxo en una esquina del mundo, espero un cielo abierto y una tierra ubérrima, manos en guirnaldas, un océano perdido un campo consagrado y corazones renacidos; Yo espero solo y tú también, 'Serán ciertas las palabras del profeta? ¿o por nosotros ya se frota las manos el maligno? jDichosa la mosca sin alma! Más nosotros volaremos cual cometa umbrío O nos hundiremos en abismo bravío.

YA NO SOY "Ya no soy el que soy ni el que he sido", en cada paso que doy me desgajo, me parto y me

hundo, me desdoblo como gusano en cuaresma, de hombre a reptil, de reptil a hombre lobo; ya no soy el que soy cuando siento el brotar del

colmillo, y el trotar de mi pezufia; pero mi fino olfato de fiera me advierte que otros son la presa, aquellos incomibles, estotros lucen colmillos jabalis, y no faltan los que gritan cual sonoros pajarillas. En el pórtico del mundo se lee: "Horno homini lupus" parece un cartel inocuo y no lo es, voltea atrás y verás cadhveres amontonados al derecho

y al revés. He mordido y me han en una esquina del mundo, mordido arranque caníbal cabezas y brazos, maté con fiereza de tigre, carne cruda comí, he cumplido con el Sermón de la Cena: "Esto es mi cuerpo y mi sangre", la transubstanciación maravillosa nos ha de salvar, y entonces la humanidad podrh decir: Ya soy lo que nunca fui.

VIERNES SANTO

Hoy es Viernes Santo y son las tres de la tarde, atonito reparo en la hora, es la hora en que murió

Cristo. El hombre que por su bondad no parecía Hombre, el Dios que por su humanidad no parecía Dios, estaba siempre donde el prójimo lloraba y gcmla; ;llanto hunrano corría en sus ojos de Dios!.. . ¡Amor de Dios prodigaba con sus manos de hombre! ... Oh maravilla, Dios se hizo hombre, pero, elas! la Babilonia cruenta del corazón humano devolvió bien con mal, humilló al Salvador, lo flagelo y lo hizo morir como fruta colgada. Toda gran causa engendra entre nosotros neFas y grandes perfidias, pero el Dios humano nos

perdonó, resucitó y prometió la salvación, ;Oh dulce Sión! ¿.Qué sera de mí?

CALDO DRA GONITES

Oh los que de la mente no os sentí sanos, revelaré en mi verso clemente la pócima de un amigo arcano. Un buen hombre internado un día durmió profundamente sin dispensa por su cabeza impía un suefio misterioso sin ofensa.

Se halló en un subterráneo verdadero con huesos empotrados en las paredes en el centro un gran perol y un gigante fiero, que dice: siéntate sin tardanza y é l que pregunta: qud preparas con arte? - Caldo de muerto con la punta de la lanza,

lo cual beberás sin agobiarte. Esto quiere y esto hará en ancas pero además ordena sentarse; El hercúleo inclinado mi fémur arranca y coloca otro de la pared sin desviarse. Oh gloriosas estrellas de luz preRada dichoso suefio por quien la mente mla - cantó el amigo - fue alumbrado!

* Este suefío me fue comunicado por A.B.M.

hrADIE EN VERDAD TE CONOCE

Nadie en verdad te conoce. No. Pero yo te canto. El grave paleopatólogo que dice: Pon un cráneo en mi mano y tendrás su rostro. ¡Como si mis tristes huesos retuvierada levedad de mi alma!; jno es acaso mi rostro el espejo de mi anima? ¿No es la expresión grácil, la mueca dura y el gesto maduro el temporal de una batalla amarga en mis adentros? ¿son acaso mis alegrías y penas el canto de una calavera sombría? ... Nadie en verdad te conoce. y tardarán mucho tiempo en verte, siempre estás ahí, en la apetencia de tu boca y el regusto de la muerte. Pero yo te canto sin fonética obesa, ni aforismos valientes; siempre fuiste un imposible que explica los borrones de los ingenios más apacibles.

COPLAS DE UN MUERTO (A lo San Juan de la Cruz)

Lloro mi vida ya y lamento mi muerte, en tanto que sucedida por mis aiios está. jOh Dios mio! ¿Ahora que harás? cuando desde acá digo: muero ya porque no vivo?

¡Sácame de aquella muerte, otrora te decía mi Dios; No me tengas retenido con lazo tan fuerte; Ahora en la muerte todavía peno por verte, que muero porque ya no vivo!

En mí yo no muero ya, sin Dios morir no puedo sin él, sin mi quedo, este morir ¿qué será? Mil vidas se me dará, pues mi misma muerte espera, viviendo porque no vivo.

M E m N T O VITA

En una noche oscura y silente, Relucían unas luces misteriosas y dolientes, Lleváronme a la cima del Monte Camelo donde dieron muerte al Nazareno; de pronto un viento gime deja escuchar el grito judío: Ecce horno! - Ved aquí al hombre ;crucificale!, jcrucificale! ... y la brisa de bienaventurados genios se toman en rayos y lluvia, copioso llora el corazón del cielo; Es la sufrida coronación de espinas y nosotros los hombres libres de destino, caminamos también nuestro propio calvario, a golpes, heridos en la cabeza, abofeteados y escupidos sofiamos con llegar a un sábado de Gloria; Pero, ay!, el dragón infernal que jala la pezuña humana y los infantes inmaculados que sostienen nuestra fría mano. Yo quisiera recomenzar e1 tiempo y ver a Dios creando el universo desparecer en lo desconocido y recoger mis anhelos de plata dormidos.

Me atraganto de tí poro por poro en el atrio de tu piel, para comprimir la savia de tus pechos para volar por pasadizos secretos y beber en tus pétalos de sueño.

Este amor tuyo es un candil de misterio, como el dedo que te roza electrizante te circunda, aprieta y ruge, en el torbellino disuelto de tus besos.

Afluyen pulsaciones de tu cuerpo cristalino llevado por la inercia de soterradas bóvedas, descubro el pregonero gemido perdido en tus patios de luz.

Y descifro las ánforas, los cofies, ese amor tuyo lleno de arcos y murallas, de anises y aromas, olivos y viÍías que huyen de mí inútilmente.

Yo transito por tu alcoba, zurciendo mi corazón como la vida zurce el suyo con la muerte.

HABIAS DE SER TU

Habías de ser tú, pobre Emma, entrarías por mis ojos hasta el corazón, tu trémula belleza devore a pedazos, y en la negnira de la noche duerme ignoto el amor desvelado. Nos preferimos sin mengua alma mía, en la -1encia ardiente y deseo que consume, del alma venimos y al amor vamos, si al amor tendemos, amor creamos. Habías de ser tú ,alma mía.

HORAS SIN TIEMPO

El alma que al cielo mira la pregunta que guarda el arcano, aviva el soplo que lo inspira en el mortal planeta cercano. Y cuando gire en transhumanar obrar abntido por sus alas miindanales, verá su insensato trabajar en tan hondos problemas cardinales. ¿Amada mía de ojos encielados, queda lejos la sima secreta donde ocultas los enigmas clamados con la fuerza de tu devoción quieta? Jamás tus labios se abrirán sin la anuencia del Hacedor, cuyas Horas sin tiempo harhn lo que no se logra sin el Creador. Adentro del ojo de la noche, a un lado un jamllo de agua, bebo con sed en refulgente coche una Verdad de flamigera enagua. Otrora reint en defectivos silogismos, ahora ahito por la uiia del mundo, se me traban las rimas y aforismos, fijando la vista en el Ser fecundo.

Sábana que cubres el barro mortal déjame besarte calladamente, afilado límite argenteo quererte quiero en fragmentos de lirio, cabaña de ataúdes sin muertos rondarte voy a la sombra del memento, bandculla que esponjas mis sueiios lanzaré tu manzana a lo alto, rocío de un cielo yacente olvidaré el contraluz de la muerte, taberna sin vértigo del alma abrazaré la alegría hermana, ¿acaso sé qué será de mí, pobre polvo veleidoso, en esa noche sin mañana?.

CARDINAL

i Justicia, Justicia! i qué bien tu nombre suena, rompeolas revolucionario nacido en las entrañas! El proletariado se desgarró, la Internacional trono, tú lloraste aherrojado por burocracia extraña.

¡Libertad Libertad! i qué dulce canto, huracán de iniciativa y competencia de placer! El liberal se deshace en riqueza y poder, mientras millones de hambrientos se hunden cn llanto.

Hombre, a la altivez de tu espina dorsal, más que Justicia y Libertad le hace falta Compasión y Piedad, así tu corazón se elevará con amor cardinal.

Ni con el Partido ni con la Empresa, más bien con su capacidad de compasión podrá el hombre dejar de mirarse como presa, desde el hoyo profundo de su corazón.

BUCEO CIEGO

i Por qué la angustia ante el otoño frío de la seca Muerte? ¿ Si cuando nací en rosados torbellinos tú te sacudiste de mí? Amoratado, tibio y jadeante fui subiendo por maiianas espejeantes, y tú te retirabas a tu ser de piedra con tu ruda garra cárdena y violeta. i Por qué los caminitos grises semejan sombríos valles y desoladas sierras? Mi vida corre que corre por gmfiones montes y empinados cielos, te avista siempre en púrpuras sombras. ; Y yo buceo ciego el polvo de la tierra, en esta fna noche de Abril, buscando como pueda los alegres campos de los sueños!

¿Angustiado ante el misterio divino? i Cuántas veces! arrastrado a sus orillas, abatido como el polvo, torturado de vivos resplandores; i Oh Padre Supremo! la vida lleva al mar largos martirios, negros espacios y verdosos cienos; Mira los ojos perdidos, cuando acecha al alma sumida, el tormentoso rayo vivo; Arrancarme el corm6n quisiera en este verde campo todavia, donde reo de haberte buscado todo amor es fantasía; i Sólo tu mano, como muerte hiera en esta pobre vida mía! Mírame en ti castigado, de amor divino y melancolía, que rasga profundo día a día.

Hace dos afios que tenía preparado un conjunto de poemas de otro tenor, pero los perdí casi en su totalidad en un desperfecto de la computadora, lo cual ahuyentó -creo por depresión- la visita de las musas. Volví entonces a mi antigua costumbre de escribir a tinta, y paulatinamente algo fue cicatrizando en mi interior, hasta que inusitada e inesperadamente el estro volvió. De este modo, agradezco primero a mis ignotas musas por su visita.

No menos sorprendente me resulta el apoyo económico generoso y desinteresado para la publicación de esta parte no conceptual y lógica de mi producción, de quienes como la Reverenda Madre Luz Mana Alvarez Calderón, el Embajador (r) Antonio Belaunde Moreyra y el amante de las letras Julio César Rivera Dávalos estimaron digno de apoyar la presente travesía poética. A todos ellos y a los que no menciono por omisión voluntaria e involuntaria reitero mi sentido a ydecimiento.

El Autor

Prólogo .................................................................... 5 1 . Nocturno ............................................................ 9 11 . Profano .......................................................... 10

................................................. III . Dársena Surcada 1 1 IV . Hálito ................................................................. 12

...................................... V . Palabras sobre la guerra 13 VI . Rabia Angiolierina ........................................... 15

.................................................. . VI1 Ronda infinita 16 VI11 . Fuego fatuo ................................................. 17 IX . Urania ............................................................... 19 X . Tránsito ............................................................ 20 XI . Alburn ............................................................. 21

. .................................................... XII Embriaguez 22 ..................................... XIII . Con una gota todavía 23

........................ XIV Agonías exquisitas ................. 25 XV . Sexo metafisico .............................................. 26 XVI . Numen ........................................................... 27 XVIl . Capullo ....................................................... 29

.......................................... XVIII . Ojos de quimera 30 ..................................... XIX . Llamo a los filósofos 31

XX . Ensoilación .................................................... 33 XXI . Las horas ...................................................... 34 XXII . Tibio amanecer ............................................. 35

...................................... XXLU . Otra vez el mañana 36 X X N . Dicen que ando solo .................................... 37 XXV . Volatín inmortal ........................................... 38

........................................ XXVI.Plaza del universo 39 XXVII . Retama ....................................................... 41 XXVILI Fragua ...................................................... 42 .

.................................................... . XXD( Colmenar 44 XXX.Do1or Almica ................................................ 45

.......................................... . XXXI En una esquina 46 ?O(XII . Ya no soy ................................................. 47 XYXILI . Viernes Santo .......................................... 48

..................................... . XXXTV Caldo dragonites 49 XXXV . Nadie en verdad te conoce ....................... 50

............................... XXXVI . Coplas de un muerto 51 XXXVII Memento vita ........................................ 52 .

................................. XXXVITI . Me atraganto de ti 53 ....................................... . XXXIX Habías de ser tú 54

............................................. . XL Horas sin tiempo 55

XLI.Eternidad ........................................................ 56 XLII.Cardina1 .......................................................... 57 XLIII.Buceo ciego ................................................ 5 8 XLIV. .De profundis ............................................... 59 Agradecimientos ................................................... 60

NOTA

Mi amigo el Embajador Belaunde me hace notar, que en mis versos hay referencias a poesía extranjera, de la cual él ha hecho recientemente un conjunto de traducciones aún no publicadas. Muchas de esas referencias son transposiciones parciales pero alguna que otra son obvias y por eso, por consejo de él, las he encomillado, aunque es dificil que el lector peruano pueda percatarse de otro modo. Esto se refiere a Nerval, Ronsard, Chenier, Conde de Platen, Max Jacob, Evariste de Parny, etc, etc.

Esta obra se tennini, de imprimir en sistema fotomecánico con un tiraje numerado y de coleccion de 100 ejemplares el ailo 2003 -

Lima Perú.