Identidad y Globalización (1)

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IDENTIDAD Y GLOBALIZACIÓN Por: Istvan Dely La globalización es un hecho no negociable. No es cuestión de elección. Es una necesidad objetiva de la evolución de la humanidad. "Por primera vez en la historia, es posible para todos los seres humanos ver el planeta entero, con su miríada de pueblos diversos, en una sola perspectiva... La próxima etapa en la evolución de este planeta es la 'planetización de la humanidad'." (Comunidad Internacional Bahá’í) Lo que sí está en nuestras manos elegir es: ¿Qué clase de globalización queremos construirnos? En nuestros tiempos se han presentado básicamente tres propuestas a este respecto: Proletarios de todo el mundo, unios!; Un mundo. Una pasión. Toma Coca Cola. Aparte de toda consideración histórica, política, económica y social, las dos alternativas, aunque parezcan polos opuestos, no representan sino dos caras de la misma moneda en sus efectos sobre nuestro tema de la identidad cultural: uniformización, ruptura radical con las tradiciones particulares, desertización cultural y espiritual, dominación del modelo de vida de un segmento minoritario de la humanidad sobre la mayoría, empobrecimiento y degradación que conducen a la extinción. La primera propuesta se ha derrumbado, lo que lejos de liberarnos, nos lleva a muchos a la falacia de abrazar con triunfal júbilo, aceptar con indiferencia o sobrellevar con resignación, cada cual según su gusto, la segunda, que de esta forma se torna mucho más peligrosa. Pero frente a estos modelos mecanicistas hay otro que propone la unidad orgánica del género humano: "La Tierra es un sólo país, y la humanidad, sus ciudadanos. Vosotros todos sois los frutos de un solo árbol, las hojas de la misma rama". (Bahá’u’lláh) Este modelo de un nuevo orden mundial "no ignora ni intenta suprimir la diversidad de orígenes étnicos, de climas, de historia, de idioma y tradición, de pensamiento y costumbres, que distinguen a los pueblos y naciones del mundo. Pide una lealtad más amplia, una aspiración mayor que cualquiera de las que ha sentido la humanidad. Insiste en la subordinación de los impulsos e intereses nacionales a los reclamos imperativos de un mundo unificado. Repudia por una parte el centralismo excesivo y por otra rechaza todo intento de uniformidad. Su consigna es la unidad en diversidad". (Shoghi Effendi)

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  • IDENTIDAD Y GLOBALIZACINPor: Istvan Dely

    La globalizacin es un hecho no negociable. No es cuestin de eleccin. Esuna necesidad objetiva de la evolucin de la humanidad. "Por primera vez enla historia, es posible para todos los seres humanos ver el planeta entero, consu mirada de pueblos diversos, en una sola perspectiva... La prxima etapaen la evolucin de este planeta es la 'planetizacin de la humanidad'."(ComunidadInternacionalBah)Lo que s est en nuestras manos elegir es: Qu clase de globalizacinqueremos construirnos?En nuestros tiempos se han presentado bsicamente tres propuestas a esterespecto: Proletarios de todo el mundo, unios!;Un mundo. Una pasin. Toma Coca Cola. Aparte de toda consideracin histrica, poltica, econmica y social, las dosalternativas, aunque parezcan polos opuestos, no representan sino dos carasde la misma moneda en sus efectos sobre nuestro tema de la identidadcultural: uniformizacin, ruptura radical con las tradiciones particulares,desertizacin cultural y espiritual, dominacin del modelo de vida de unsegmento minoritario de la humanidad sobre la mayora, empobrecimiento ydegradacin que conducen a la extincin.La primera propuesta se ha derrumbado, lo que lejos de liberarnos, nos llevaa muchos a la falacia de abrazar con triunfal jbilo, aceptar con indiferencia osobrellevar con resignacin, cada cual segn su gusto, la segunda, que deesta forma se torna mucho ms peligrosa.Pero frente a estos modelos mecanicistas hay otro que propone la unidadorgnica del gnero humano: "La Tierra es un slo pas, y la humanidad, sus ciudadanos. Vosotros todossoislosfrutosdeunsolorbol,lashojasdelamismarama".(Bahullh)Este modelo de un nuevo orden mundial "no ignora ni intenta suprimir ladiversidad de orgenes tnicos, de climas, de historia, de idioma y tradicin,de pensamiento y costumbres, que distinguen a los pueblos y naciones delmundo. Pide una lealtad ms amplia, una aspiracin mayor que cualquiera delas que ha sentido la humanidad. Insiste en la subordinacin de los impulsose intereses nacionales a los reclamos imperativos de un mundo unificado.Repudia por una parte el centralismo excesivo y por otra rechaza todo intentode uniformidad. Su consigna es la unidad en diversidad". (Shoghi Effendi)

  • Especficamente en el campo de la identidad cultural de los pueblos, esteconcepto no solo permite sino nos prescribe como un deber de nuestrageneracin, la 'ecologa cultural': "De manera muy parecida al papel quejuega el banco gentico en la vida biolgica de la humanidad y de sumedioambiente, la inmensa riqueza de diversidad cultural acumulada durantemiles de aos es de importancia vital para el desarrollo del gnero humanoque ahora est viviendo la llegada a su colectiva mayora de edad. Ellorepresenta un patrimonio que nos enriquece a todos y que debe sersalvaguardado para que brinde su fruto en una civilizacin global".(ComunidadInternacionalBah)De modo que las diferencias no solo no rien con la unidad sino que sonrequisito indispensable de todo organismo como lo es la humanidad, elplaneta Tierra que incluye a la humanidad, el universo que incluye al planetaTierra. "Esta diferencia, esta diversidad, es como la naturalmente creadadisimilitud y variedad de los miembros y rganos del cuerpo humano, ya quecada uno de ellos contribuye a la belleza, la eficiencia y la perfeccin deltodo. Cuando estos diferentes miembros y rganos se someten a la influenciade la soberana alma del hombre, y el poder del alma penetra lasextremidades y miembros, las venas y arterias del cuerpo, entonces ladiferencia refuerza la armona, la diversidad fortalece el amor, y lamultiplicidadeselmsgrandefactordecoordinacin".(AbdulBah)Ensanchar nuestra conciencia hacia la ciudadana mundial y al mismo tiempoestar firmemente arraigados en nuestra identidad cultural heredada no soncontradictorios sino forman una unidad dialctica: son complementarios comola raz y la copa del mismo rbol. El universalismo que buscamos no es eluniversalismo de individuos sino de identidades. Pero estas identidades, laindividual lo mismo que la colectiva, son algo orgnico: en el juego dinmicode la inmanencia y trascendencia, del cambio y la continuidad, vanadaptndose constantemente a nuevas condiciones que plantea sucrecimiento. No crecer no es posible. Morir s. Al entrar en esta Nueva Era, alconstruir conscientemente un mundo unido en diversidad, cada pueblo, cadaetnia, cada tradicin espiritual tendr que enfrentarse a la tarea delcrecimiento: podar las partes muertas, nutrir las races, permitir elmetabolismo necesario, limpiar la maleza. Adaptarse.Hay dos actitudes extremas que deben evitarse: una rechaza de plano todocambio, que se encierra, se asla, mira hacia atrs y adentro nicamente; escomo el rbol que pretendiera crecer hacia abajo, metindose en la tierra otravez. La otra pretende cortar todas sus races en aras de la modernidad y elprogreso, para parecerse lo menos posible a s mismo y lo ms posible a losinspidos e insidiosos modelos que nos venden las modas artificiales de lasmultinacionales del consumismo. Es como si el rbol pudiera mantenerse enpie y crecer sin sus races. Ambas posturas en definitiva llevan alaniquilamiento de la sana identidad, son suicidas.

  • La meta es dialctica: la preservacin de la diversidad cultural tnica en elcontexto de una armoniosa interaccin en pie de igualdad. Debemospreservar nuestra identidad cultural para entregarla al patrimonio comn detoda la humanidad, como quien entrega un regalo a un rey. Al mismo tiempotenemos derecho, por el simple hecho de haber nacido humanos, a lostesoros de las tradiciones culturales de todos los dems pueblos, decualquier poca y lugar. Esto es el significado de ser ciudadanos con plenosderechos, de nuestra aldea global, la Tierra.