IIIII~ · de hombres, una especie de seña en espera de una contraseña, un lenguaje de campa ña...
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por Miguel Donoso Pareja
tario (opuestamente al de los socialdemócratas y comunistas bolcheviques, que sedefinen actualmente como autoridades soviéticas). Es la más pura forma de socialismo antiáutoritario o antiestatal, expresadopor una libre organización de la vidasocial de los trabajadores, independientede las autoridades; una vida donde cadatrabajador, aislado o asociado, podrá contoda independencia trabajar para su propia dicha y su propio bienestar integral,según los principios de solidaridad, deamistad y de igualdad. Los trabajadoresdeben elegir por sí mismos sus propio~
consejos (soviets), que serán los ejecutoresde la voluntad y de las órdenes de esosmismos trabajadores; serán, pues, consejosejecutivos y no autoritarios. La tierra, lasfábricas, las empresas, las minas, los transportes, etcétera: las riquezas del pueblodeben pertenecer a los obreros que trabajan. Deben, pues, socializarse."
Esta larga cita era necesaria porqueresume cabalmente las ideas de CohnBendit, y trasladada a los tiempos actualesexplica su actitud frente al poder burguésy, asimismo, frente a las burocracias socialistas que, a su juicio, deben abolirse, sinconsiderar, en lo absoluto, las exigenciasde una coyuntura internacional en la quetodavía el imperialismo tiene una influencia determinante.
La conclusión a que llega en su libroes, por otra parte, definitiva y definitoria,cuando recomienda al lector: "Recházalotodo. Luego sal a la calle, desgarra todoslos anuncios, para encntrar, en fin, elsentido político de las jornadas mayo-junio. .. Después, permanece en la calle,contempla a tus comparsas y piensa: loesencial no se ha dicho todavía, hay queinventarlo. Entonces, actúa. Descubre unanueva manera de relacionarte con tu amiga, ama de otra manera, rechaza a lafamilia. No para los demás, sino con losdemás; es para ti para quien haces larevolución. Aquí y ahora."
Esta es, sin mayores problemas, la posición de Cohn-Bendit en lo que respecta alas posibilidades y finalidades revolucionarias. Su primera oposición es a las tareasde organización promoviendo la espontaneidad de las masas. La segunda -yen estosí tiene razón- es a las directivas delPartido Comunista de rr~:1cia y a la Confederación General de Trabajadores (dominada por el PC), que estuvieron siempreen una posición de defensa del ordenestablecido. Esto lo prueba con palabrasde los propios dirigentes comunistas ysindicales, como éstas de Seguy, que nodejan la menor duda acerca de la con·
* Daniel Cohn-Bendit: El izquierdismo, remedio a la enfermedad senil del comunismo.México, Grijalbo, 1970. 323 pp.
El título de este libro* es, sin duda,ingenioso, y hasta podría llegar a serconvincente, habida cuenta la burocratización y senilidad de la mayoría de lospartidos comunistas en estos tiempos. Sinembargo, la ingeniosidad del nombre resalta aún más, puesto que no es, comopodría uno suponer, una refutación -oreactualización, por lo menos- de Laenfermedad infantil del izquierdismo, sinomás bien y en parte, a ¿Qué hacer? ,textos, los dos, de Lenin, como todossabemos.
Se trata, por lo demás, de un libro dedifícil enjuiciamiento, pues mientras tienepronunciamientos excelentes algunas veces, más como descubrimiento y cuestionamiento de una nueva realidad y de unadistinta correlación de fuerzas en la luchade clases, que como una solución decambio, tiene otras en que se remite amétodos ya probados y que no han tenido éxito. Esto último nace, por cierto, dela posición anarquista de Cohn-Bendi t,quien encuentra la panacea para todos losmales de las izquierdas del mundo en losplanteamientos de la Maknovitvhna, movimiento anarquista de la revolución rusa,en la pluralidad de tendencias políticas enel curso revolucionario, la espontaneidady la oposición de que exista un partidoque organice y encabece la insurreción.
En este aspecto, lo que trata de decirnos Cohn-Bendit es que la asimilación delpoder por parte de un partido dirigente,una vez tomado éste, es lo que ha engendrado las burocracias socialistas. Por eso,y tal vez tenga razón, hace suyos losconceptos de la Maknovitvhna en el sentido de que deben ser los soviets y no elpartido los que gobiernen, transcribiendo,en apoyo a sus tesis, el manifiesto-programa de las gentes de Makhno.Leamos dos o tres partes: "Los maknovitvhna", dice, "son esos mismos trabajadores que, trabajando día a día durantetoda su vida, han enriquecido y engordado a la burguesía en general y, actualmente, a los soviets en particular". Luegoagrega: "La liberación puede obtenersederribando al gobierno de coalición monárquica, republicana y socialdemócrata,comunista y bolchevique. Para sustituirlo,deben convocarse elecciones libres de consejos de trabajadores que no constituiránun gobierno con leyes escritas y arbitrarias; pues el sistema soviético no es autori-
libros
izquierdismo.y comunIsmo
cuya umca motivación para "ser cultos"es el esnobismo y no la formación académica, se convierten en lectores de unaprosa "realista". El escritor, cuando tieneque designar determinadas áreas del cuerpo masculino o femenino, o determinadasfunciones eróticas, con frecuencia recurrea la perífrasis y la hipérbole. Está, entonces, al nivel del hombre de la calle, y,como dan testimonio las novelas cortas ylos cuentos, no ofrecen soluciones a problemas nacionales y quedan sumergidos enel relato o la descripción estériles.
Es un hecho que la frontera entre ellenguaje correcto y el proscrito se ha rotohace mucho en la conversación masculinadel mexicano-: Es de mal gusto transgrediruna norma social; pero cuando esa normaestá ya tan borrada, el desacato a laurbanidad prácticamen(e no existe. Hayun lenguaje, para hablar con los demáshombres y otro con las mujeres, los niños,los profesores y el patrón. El mexicano esen este sentido bilingüé. El escritor, por elcontrario, se dirige a todo su público conel lenguaje masculino para los demás hombres. El estilo consiste en ponerlo en bocade un peón desde la comodidad de unabutaca, en una mansión del Pedregal.
El insulto es un argot masculino, cosade hombres, una especie de seña en esperade una contraseña, un lenguaje de campaña en la lucha de los sexos, sobre la quetanto abunda la psicología del mexicano,a cuya altura tampoco se ha puesto laprosa moderna. El lanzar "palabrotas" enel café tiene algo de confabulación masónica, de proclamación de la libertad masculina. En las dases altas las "palabrotas"se pronuncian mucho, se redondean. Hayun insulto senatorial, una expresión peyorativa de señor. En las clases bajas, elinsulto es más arrastrado, se pronunciamenos, se liga más con el resto de laconversación. El insulto del burgués esinsulto con mayor intensidad, porque seaísla con solemnidad dentro de la frase.
El pueblo apenas tiene conciencia de queuna interjección juzgada como "mala palabra" es tal. Son las clases altas y lossectores cultos quienes dan al adjetivopeyorativo todo su valor, las que lo pronuncian con la carga emotiva correspondiente.
Muchas funciones tienen estos adjetivos, a veces sustantivados, en el castellanohablado de la calle. Es necesaria unaabsolución de esos términos cuando notienen sentido peyorativo, sino que sólosirven de comodín, por ejemplo: "Meestás cansando con esa lata de disco." Sien lugar de "cansando" ponemos un mexicanísimo verbo, y en lugar de "lata"otro sustantivo, tendremos dos clarosejemplos, dentro de una misma oración,de una hipérbole y un adjetivo calificativo. Si el adjetivo es peyorativo, despectivo, puede ser un instrumento, en la elaboración literaria, para ayudar a dirigir alproletariado en la lucha de clases. Si eshipérbole o el adjetivo califica "neutralmente", como tales deben dejar de ser uninstrumento del literato para conseguir unamayor demanda en el mercado de libros.
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Revista mensual de informacióny crítica, órgano de la Asociaciónde Escritores de México, A. C.Director: Wilberto Cantón5 y 6, (número doble) Homenaje a Julio Torri
Todos los escritos de este autorno reunidos en el volumen de sus obras,además, textos de Alfonso Reyes, Antonio Caso,Martín Luis Guzmán, Antonio Castro Leal,Arturo Arnáiz y Freg, José Luis Martínez,Emmanuel Carballo, Miguel Capistrán y otros
Alemania, los sindicatos cm/AFl en losEU, el PCF se ve constantemente llamado asituarse en el terreno del interés nacional ya adoptar una actitud de colaboración con
,la burguesía, cuyas finalidades fundamentales y a largo plazo resultan las mismas."
Cohn-Bendit hace, en verdad, un planteanúento que es correcto, pero, ¿quésalida propone? En definitiva, ninguna,salvo el aquí y ahora, y también "elsacrificio es contrarrevolucionario y esproducto de un humorismo estaliniano·judaico-cristiano" y hay que "poder, en fin,gozar sin estorbos". Lo interesante, después de leer el libro, sería saber, concierta concresión, qué es lo que CohnBendit quiere.
Hay otras cosas positivas en el textodel joven dirigente franco-alemán, comocuando reconoce que "toda revolución,toda transformación radical de la sociedadimplica la participación consciente y creadora de la clase obrera y del campesinado", con lo cual se sale de la conceptualización falsa de la lucha generacional parasituarse claramente dentro de una luchade clases.
También es correcto su análisis sobre elmovimiento estudiantil estableciendo queno se trató, en el caso de Francia, de unalucha específicamente universitaria ni escolar, sino de una confrontación política,desde el momento que la Universidad ylos sistemas educativos no eran -y sonsino el reflejo de toda la organización ensu conjunto, y de sus intereses. He aquíun párrafo muy significativo: "La mediocridad de la enseñanza -o la enseñanza dela mediocridad- no es un hecho universi·tario accidental; es, contrariamente, unhecho a medida de un estilo de civilización donde la cultura en sí misma seconvierte en mercadería, y en donde lamuerte de la inteligencia crítica es la mássegura garantía de las especializacionesrentables en esta Universidad-Empresa, dela cual habla el antiguo decano Capelle,camarada del señor Grappin."
En este terreno, son extraordinarios losdocumentos estudiantiles que reproduceCohn-Bendit sobre la psicología y la socio-
. logía en cuanto ciencias-instrumento delpoder para el mantenimiento y fortalecimiento de los valores medios y del conformismo.
Otro aspecto interesante de El izquierdismo, remedio a la enfermedad senil delcomunismo, es aquél en que plantea lanecesidad de negar de raíz al poder, impugnar su existencia, con lo cual propone,al mismo tiempo, una negativa constanteal diálogo, que es una forma de reconocimiento del poder, más interesado quenunca en evitar conflictos y en cederpoco· a poco, paliativamente, a las exigencias radicales, en busca siempre de unadesradicalización.
En resumen, creemos que el libro deCohn-Bendit es un texto poco orgánico ycontradictorio, con algunos aciertos, esverdaq, pero absolutamente sin ningunaproyección o camino de lucha, sujeto alplanteamiento de una acción espontánea.Es, eso sí, un libro que debe leerse, 4aunque con muchísimo cuidado.
Lo más importante del libro es, sinembargo, el hecho de descubir -o expresar, mejor- una realidad nueva y distinta.Es extraordinaria, por ejemplo, su visión'de la democracia económica y de la burocracia obrera, punto de partida de la másgrave problemática revolucionaria en lospaíses desarrollados y en algunos en víasde desarrollo. Dice: "La misma evolucióndel capitalismo que ha facilitado el crecimiento de una burocracia obrera, ha origi·nado igualmente otro sector de burócratas, los organizadores de la producción, laburocracia económica, que tiende a susti·tuir a la burguesía tradicional, de la queella no es sino una mutación. Los intere·ses de esos dos sectores burocráticos no seunificarán completamente muy en breve;la burocracia obrera se mantiene enlazadacon el proletariado y solamente constituye una fuerza en tanto que representantede los trabajaqores; pero el modelo desociedad que ofrece -propiedad estatal,planificación, dirección de la economía yde las empresas confiadas a especialistas,jerarquía social fundada en la competen·cia, adaptación del hombre a las exigencias de la industria, elevación controladadel nivel de vida en vistas de un consumodeterminado por las necesidades de laproducción, así como el paso, a manosdel Estado, de todas las actividades sociales y culturales- no difiere esencialmentedel modelo hacia el cual la burocraciaeconómica impulsa a la sociedad de nuestros días. Y como la burocracia comunistatraduce también el mismo movimiento dela burocracia obrera, encarnada en otrospa íses por formaciones socialdemócratas,tales como el partido Laborista en GranBretaña, la SPD y los sindicalistas en
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LA VIDA LITERARIA
veniencia de las organizaciones mencionadas: "La opinión pública, trastornada porlos desórdenes Y las violencias, desorientada por las posiciones equívocas y la indiferencia del Estado, ha visto en la CGT lagran fuerza serena que ha venido a resta-blecer el orden." •
En esta dimensión de crítica a lasburocratizadas Y seniles organizaciones comunistas, Cohn·Bendit está en lo justo,impugnándolas no sólo a nivel nacionalsino dentro del campo socialista en general. Tiene razón, por ejemplo, cuandodice: "El papel principal de la burocraciade los partidos comunistas consistirá endefender, en los países capitalistas, a laburocracia soviética. Por esto, cuando laburocracia soviética se encuentra en abierto conflicto can el mundo capitalista, lafunción de los burócratas comunistas será lade utilizar al proletariado para debilitar a lospaíses capitalistas. En cambio, en los periodos en que la burocracia soviética lograponerse de acuerdo con los países capitalistas, su actividad se limitará a no entorpecer el acuerdo y a frenar o desviar lasluchas del proletariado y de los explotados del mundo entero, cuando con susacciones pudiera imponer la revisión deun tal acuerdo. En los periodos de conflicto, los burócratas emplearán un lenguaje revolucionario para lanzar al proletariado a la batalla; en los periodos de acuerdoadoptarán un lenguaje burgués, nacionalista y reaccionario."
Aunque este lenguaje pudiera identifi·car a Cohn-Bendit con el trotskismo, eldirigente alemán occidental se cuida muybien de señalar que no, subrayando conclaridad su ideología que está, sin ningunaduda, dentro del anarquismo.
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