Imagen Paterna de Pablo en 1Cor 4,15

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Pablo como padre de comunidades

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UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCAMinisterio Apostlico: don y conflictoCarlos Norberto Gmez Jimnez

Imagen paterna de Pablo en 1Cor 4,15

1. Introduccin2. Pablo, el apstol padre3. Pablo, un padre que sabe lo que sus hijos necesitan4. Pablo, modelo de padre para los apstoles de hoy5. Conclusin

1. Introduccin

Las dos cartas que se nos han conservado de Pablo a la comunidad cristiana de Corinto son, en su origen, dos clsicos escritos de circunstancias. Fueron motivadas por problemas y situaciones concretas de aquella comunidad, problemas que el apstol hubo de resolver sobre la marcha[footnoteRef:1]. Siendo esto as, es fcil comprender la variedad de temticas que se tratan en la carta, tan variadas como los conflictos que hay en la comunidad y a los que Pablo busca responder. [1: Cfr. M. Salvador Garca, Primera carta a los Corintios, en: S. Guijarro Oporto M. Salvador Garca (eds.), Comentario al Nuevo Testamento, Salamanca 1995, 2 ed., 449.]

Con una mirada general podemos ver lo que le preocupa al apstol. Tras la introduccin a 1Cor, en la que ha identificado a sus destinatarios como parte de la Iglesia de Dios (1Cor 1,2), a quienes Dios les ha otorgado la gracia (1Cor1,4) y ha llamado a la comunin en su hijo Jesucristo (1Cor1,9), Pablo aborda el problema de la divisin que se ha creado en Corinto por aquellos que han olvidado que la autntica sabidura no es la humana sino la que se manifiesta en el misterio de la cruz de Cristo (1Cor 1,10-4,21). Los desrdenes de tipo sexual presentes en la comunidad tambin sern ocasin para que el apstol les recuerde que en Cristo son creatura nueva y que sus cuerpos son templo del Espritu Santo (1Cor 5-6). Con relacin al matrimonio y la virginidad, lo importante para Pablo ser que los cristianos comprendan que han de aspirar a la santidad independientemente del estado en que se encuentren (1Cor7,140). La cuestin de la carne sacrificada a los dolos ser ocasin para que llame a los de Corinto a no escandalizar a sus hermanos, antes bien, a poner el amor por encima de todo (1Cor 8-10; 12-14). Las divisiones que se dan en las asambleas litrgicas sern el marco en el que Pablo recuerde a la comunidad las exigencias que brotan del misterio que se celebra en la mesa y que est en ntima sintona con lo que el Seor hizo en la ltima cena (1Cor11,134). Finalmente, la no aceptacin de la resurreccin de Cristo por algunos miembros de la comunidad llevar al apstol a afirmar que en ella se sostiene, no solo la fe, sino tambin la certeza del destino de gloria al que estn llamados en Cristo resucitado (1Cor15,1-58).Son muchos los problemas que aquejan a esta Iglesia en la que Pablo ha anunciado el evangelio durante ao y medio (Hech 18,1-18), y a la que ha visto crecer hasta convertirse en una comunidad numerosa y floreciente. Esta circunstancia nos puede llevar a comprender no solo la urgencia sino tambin la dureza con la que l, gran defensor de los valores del evangelio, buscar hacer entrar en razn a los de Corinto. Sin embargo, es justo decir que, aunque Pablo no anduvo con miramientos en las amonestaciones, la dureza no apag en l la capacidad de ser un hombre carioso y acogedor, delicado y atento. Un ejemplo de esta ternura apostlica se puede ver en el versculo que nos ocupa, el mismo que trasluce los fuertes lazos que le unen a la comunidad, lazos que van ms all del amor carnal y que significan el amor supremo que en Cristo ha de haber entre los cristianos: Pues, aunque hayis tenido diez mil pedagogos en Cristo, no habis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendr en Cristo Jess. (1Cor 4,15)

2. Pablo, el apstol padre

En el NT el trmino padre () aparece 414 veces, 40 de las cuales en Pablo. Sin embargo, lo peculiar de su referencia en 1Cor 4,15 es el uso que le da el apstol para expresar su paternidad espiritual por la que afirma haber engendrado () a los de Corinto en Cristo Jess por medio del evangelio ( ).

Pablo es padre de la comunidad por la proclamacin del mensaje de salvacin[footnoteRef:2]. Esta situacin nos coloca ante una forma diferente de comprender su paternidad y el vnculo que por ella se ha creado con los de Corinto. El apstol no es padre a la manera humana. El que haya engendrado a esta Iglesia nos habla de una procreacin espiritual como fruto de su labor pastoral, del cumplimiento de su misin[footnoteRef:3]. Es por ello que la vida que tienen la han recibido, no en l, ni tampoco en Cefas o Apolo (1Cor 1,12), sino en Cristo Jess por medio del evangelio. Para Pablo es importante dejar claro que la vida de los cristianos se fundamenta solo en Cristo ( ). Con esto, el apstol quiere expresar la ntima unin que existe entre Cristo y el hombre. Una unin que no significa que el Seor mora msticamente en ellos, sino que da cuenta de su nueva condicin espiritual, ajena totalmente a la mundanidad de la que han sido rescatados[footnoteRef:4]. [2: Cfr. O.Michel, , en: H. Balz G. Schneider (eds.), Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento, Salamanca 2005, vol. II, 839.] [3: Cfr. A.Kretzer, , en: H. Balz G. Schneider (eds.), Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento, Salamanca 2005, vol. I, 733.] [4: Cfr. W.Elliger, , en: H. Balz G. Schneider (eds.), Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento, Salamanca 2005, vol. I, 1371.]

Sin embargo, la comunidad no puede comprender la profundidad del amor del apstol padre y su inters por que no se vean arrastrados a la muerte por el abandono del evangelio que les ha predicado. Los cristianos de Corinto estn ciegos creyendo que ya han alcanzado la plenitud de la sabidura y que se bastan por s solos (1Cor 4,8), pero no saben que an son los nios a quienes Pablo dio a beber leche y no alimento slido, porque no eran espirituales sino carnales dominados por la envidia y la discordia (1Cor 3,1-4).

Es por ello que el apstol sabe que no puede callar y, asumiendo la experiencia del sufrimiento, del cansancio, del trabajo duro y fatigoso, del desprecio (1Cor 4,9-13), busca que los corintios recapaciten el recuperen la unidad perdida. En este contexto se comprende el cambio de tono del apstol y por qu su palabra se hace de pronto requerimiento amoroso, splica paternal, recuerdo emotivo de que son sus hijos en la fe por los que mantiene, a pesar de la distancia, una constante preocupacin[footnoteRef:5]. [5: Cfr. M. Salvador Garca, Primera carta a los Corintios, 458.]

Pero atencin, la ternura del apstol no est reida con su bsqueda del bien de los suyos ni con los mtodos con los que l crea necesario usar para corregir a los necios. Su propsito no es avergonzar a los de Corinto sino amonestarlos como a hijos muy queridos (1Cor 4,14). Esta actitud forma parte del cumplimiento fiel y alegre de su ministerio, por el que continuamente anuncia el evangelio con el nico fin de salvar a toda costa a algunos (1Cor9,22). Exigencia y amor, condescendencia y severidad, son los polos en los que se mueve Pablo. El que aplique una u otra forma de paternal ternura depender de lo que los mismos corintios prefieran: Qu prefers, que vaya a vosotros con palo o con amor y espritu de mansedumbre? (1Cor 4,21).

3. Pablo, un padre que sabe lo que sus hijos necesitan

Quiz es fcil para un padre dar a sus hijos lo que quieren, basta con escuchar y atender sus requerimientos sin tener en cuenta si con ello se pone en juego su vida o no. Sin embargo, lo difcil est en ofrecer y lograr que los hijos asuman lo que en verdad necesitan. Pablo es un padre que sabe que no se puede dar el lujo de engrer vanamente a sus hijos, es por ello que los invita con ruegos a hacerse imitadores suyos (1Cor 4,16). El comprende los vicios en que estn sumergidos los cristianos de Corinto y lo duro que les va a ser aceptar la cruz de Cristo (1Cor 1,17-19), en la que l mismo vive (1Cor 2,2), como nico camino para alcanzar la consolidacin de su fe y la plena comunin con Cristo.

Si Pablo los hubiese abandonado a sus intereses, los de Corinto se hubieran entregado a las divisiones y luchas de poder. De hecho, el apstol les escribe porque ha recibido noticias de los de Cloe que se han formado grupos que declaran ser de Pablo, de Apolo o de Cefas (1Cor 1,12). Esto es algo que l no puede aprobar, pues si todos han sido bautizados en Cristo no pueden vivir como si l estuviese dividido (1Cor 1,13). Es por ello que los conjura por el nombre de Cristo a que no haya divisiones, sino que vivan unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio (1Cor1,10).

Si Pablo los hubiera dejado cebarse en sus propios criterios, ellos hubiesen credo, como de hecho pas, que ya no necesitaban de nadie, ni de los apstoles (1Cor 4,8). Su sabidura humana les aseguraba que bastaba contar con el prestigio de la palabrera, la fuerza y la autosuficiencia para ser perfectos conocedores de los misterios de Dios. El apstol no puede soportar esto, por ello denuncia la necedad que los est llevando a la perdicin anuncindoles el evangelio de la cruz por el que alcanzarn la salvacin (1Cor 1,18). Su necedad les impide ver que la verdadera sabidura es la que brota de Cristo crucificado, fuerza y sabidura de Dios (1Cor1,24). l buscar que comprendan que la necedad divina es ms sabia que la sabidura de los hombres (1Cor 1,25), de que todo lo hemos recibido de Dios en Cristo Jess que es para todos justicia, santificacin y redencin (1Cor 1,30). Slo la aceptacin de esta sabidura es la que les permitir comprender los misterios de Dios en su vida (1Cor 2,14-16).

Finalmente, si Pablo no les hubiera hablado como a carnales, ellos hubiesen credo que su vida y apetencias eran propias de espirituales (1Cor 3,1-4). Pero el apstol no puede esconderles la verdad, aun a riesgo de ser rechazado. Su carnalidad les lleva a buscar el camino fcil de la gloria sin saber que es el camino del juicio y la condenacin (1Cor 3,15). Por ello les invita a construir su vida sobre el cimiento que es Cristo, el nico en quien recibirn recompensa al final (1Cor 3,14). Sin embargo, aqu est lo difcil para los de Corinto, pues la vida de los espirituales, de los que tienen la sabidura de Dios, pasa por los sufrimientos propios del seguimiento de Cristo (1Cor 4,10-13), una circunstancia dura que los de la comunidad quiz no estn dispuestos a asumir.

4. Pablo, modelo de padre para los apstoles de hoy

Sera difcil comprender la preocupacin paternal de Pablo por sus queridos hijos de Corinto sin asumir que l ha comprendido perfectamente el sentido de su consagracin como apstol (1Cor 1,1). Puede parecer una vana pretensin paulina considerarse padre de alguien, aunque slo sea espiritualmente. Sin embargo, este prejuicio se diluye si se toma en consideracin que el apstol no engendra en su carnalidad sino en Cristo de quien l mismo ha recibido la vida (Gal 2,20). Es esta certeza la que lo empuja, como llamado por designio de Dios, a llevar en su cuerpo el morir de Jess, a entregarse a la muerte por causa de Jess a fin de que la vida se manifieste en aquellos a quienes sirve con su predicacin y testimonio apostlico (2Cor4,10-12). El no busca dominar sobre la fe de nadie sino contribuir a la salvacin y pleno gozo de todos (2Cor 1,24).

Para Pablo, Cristo es el fundamento de su apostolado y de la nueva vida a la que es llamado cuando se encontr con l (1Cor 15,8). Jess entr en su historia y lo convirti de perseguidor en apstol, su vida ya no poda ser como antes. l es el testigo que ha conocido la muerte en la carne y la vida que brota de la gracia, por ello sabe lo que sus hijos estn perdiendo dejndose llevar por la carne, y sufre hasta el punto de escribirles con emocin e impotencia a fin de que, reconsiderando su situacin, los de Corinto, vuelvan al camino de la vida. Sus palabras no se dirigen a quienes no han recibido la fe, sino a quienes reconoce como nacidos en Cristo. Es por esto que, desde la introduccin, no deja de recordarles lo que son: santificados en Cristo, llamados a ser santos; poseedores de la gracia, enriquecidos en toda palabra y conocimiento; cristianos consolidados en el testimonio de Cristo, a quienes no les falta ningn don de la gracia y que solo les toca esperar la Revelacin final; una iglesia llamada por Dios a la comunin con su hijo Jesucristo (1Cor 1,1-9). Pablo les recuerda todo esto porque es lo que han estado viviendo antes de dejarse llevar por la carnalidad. Como padre le toca, ahora, hacer que sus hijos no lo olviden y retornen a la senda de la buena conducta (1Cor4,17).

Os ruego, pues, que seis mis imitadores dice Pablo (1Cor 1,16). Al orlo, asumo que su invitacin no se reduce slo a los creyentes, sino que se dirige tambin a quienes les presiden en las comunidades. Es por ello que propongo la actitud paternal, en su fondo y en su forma, como modelo para los apstoles de hoy, entre los que tambin me incluyo. En su fondo, porque los que hemos sido llamados a pastorear el pueblo de Dios hemos de comprender que no es nuestro pueblo, ni nuestro proyecto, ni es nuestra salvacin la que se ofrece, sino que todo es propiedad del Seor. En este sentido nuestra misin ha de estar profundamente referenciada a Cristo y ha de ser vivida en los sentimientos propios de aquel que nos ha llamado. La gloria no ha de ser para nosotros, sino para l (1Cor 1,30). Comprendido esto, nuestra actitud paternal estar firmemente afincada en la certeza de que la vida que hemos de procurar a los que servimos es aquella que brota de Cristo.

Si el fondo est claro, la forma nos llevar a exteriorizar con palabras y actitudes concretas la preocupacin de Dios por todos sus hijos; o como dira Pablo, la preocupacin por todas las iglesias (2Cor 11,28). Tener los sentimientos de Cristo y vivirlos en el da a da aquilatar nuestra condicin de padres en la fe, para quienes el sacrificio, el sufrimiento, las penalidades y rechazos, es el camino por el que engendraremos hijos en Cristo por el evangelio. Al final de todo, nuestra recompensa no estar en aquello que logremos para nosotros mismos, sino en ver con alegra cmo nuestro llevar en la carne la muerte del Seor ha sido causa para que otros encuentren vida en las suyas (2Cor 4,12).

5. Conclusin

Aunque, para muchos, el apstol Pablo no sea ms que una figura del pasado, para los creyentes su testimonio sigue teniendo actualidad. Tras recorrer brevemente la imagen paterna que l transmite en su trato con los cristianos de Corinto he cado en la cuenta de que existe una diferencia grande entre un maestro de la retrica que habla bien porque sabe hacerlo, y otro que lo hace guiado por la fuerza de lo que siente. Sin duda alguna, el genio paulino, quiz no est en su palabrera cuanto en su capacidad para decir llana y sinceramente lo que piensa; y todo ello, buscando slo hacer el bien a los que lo escuchan.

Pablo es el apstol padre porque se ha sentido llamado a continuar la misin de Cristo de llevar a la vida a quienes estn muertos por el pecado. En este sentido, su actuar y preocupacin es paternal, tiene fruto porque sabe que, si no predica y testifica, la vida de la gracia no alumbrar los corazones de quienes por designio de Dios han sido llamados en Cristo a la salvacin (Ef1,314).

Al final de la carta en la que el apstol se ha esforzado por llamar a sus hijos al orden, un sencillo pero carioso os amo a todos en Cristo Jess cierra los ltimos versculos en los que Pablo hace gala de la cercana e intimidad que le une a la comunidad. l los conoce, en sus luces y sombras, y sabe que son capaces de dar mucho ms, por eso en sus recomendaciones en orden a la colecta, a la visita de Timoteo, entre otros, manifiesta la plena confianza en su perseverancia y actuar conforme al amor (1Cor 16,13). Pablo se ha mostrado padre desde el principio hasta el trmino de su carta y no es que su severidad haya cedido, sino que su amor por ellos, su cario en Cristo en ningn momento ha dejado de guiar sus palabras.