Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

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www.OBS-edu.com Finanzas Personales para no Financieros Titulación: Autor: Rafael Hurtado

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Finanzas Personales para no Financieros

Titulación:

Autor: Rafael Hurtado

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IntroducciónPlanificando tu futuroGestionando tus ahorrosGestionando tus riesgosConclusiones. 12 consejos practicosBibliografía

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Índice

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Woody Allen en una de sus frases dijo que “me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.” Precisamente las finanzas personales tratan de futuro, o más bien de planificarlo, al menos el financiero.

Las finanzas personales ven a la familia o al individuo como una pequeña empresa y toda empresa necesita saber lo que tiene, lo que debe, lo que ingresa y lo que gasta y, por supuesto, planificarse para lograr un futuro más próspero.

Las familias también deben conocer cuál es su situación de partida (activos, deudas, ingresos y gastos) y conocer sus objetivos, para de esta forma diseñar un plan que logre alcanzarlos.

Además, las finanzas personales no sólo son planificación, sino que implica ejecutar dicha planificación invirtiendo los ahorros en productos determinados (fondos, depósitos, acciones, etc.).

Por último, las finanzas personales son también el manejo de riesgos familiares. No sólo se trata de lograr objetivos, también hay que evitar sorpresas desagradables.

A través de unos consejos prácticos y sencillos cualquier familia e individuo podrá mejorar su planificación financiera y el manejo de sus ahorros y riesgos.

Muchos consejos, como diversificar, son clásicos (cuantas veces hemos oído la popular frase de no poner todos los huevos en la misma cesta). En cambio, otras recomendaciones, como las orientadas a controlar las pérdidas, gestionar mejor los riesgos de una familia, adaptar el ahorro e inversión al ciclo económico o la importancia del cálculo del perfil de riesgo no son tan conocidas.

A muchas familias planificar su futuro financiero les resulta difícil. La pereza o simplemente el tratar temas que no se consideran sencillos (las finanzas siempre parecen complejas para los no financieros) hacen que habitualmente las decisiones de ahorro se dilaten en el tiempo y esto es un error ya que, como se demuestra en este informe, cuanto antes comencemos nuestra planificación y ahorro más posibilidades de éxito tendremos.

El documento pretende aportar sencillez al mismo tiempo que rigurosidad en el manejo de las finanzas personales. En el mismo, el lector podrá encontrar sencillos consejos que, de ser tomados en cuenta, sin duda mejorarán nuestro futuro financiero a la vez que reducirán los riesgos asumidos.

El presente informe está divido en cuatro partes, además de una introducción y una pequeña bibliografía, que se exponen a continuación.

Introducción

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Introducción y Definición

PARTE 1. PLANIFICANDO TU FUTURO

PARTE 2. GESTIONANDO TUS AHORROS

PARTE 3. GESTIONANDO TUS RIESGOS

PARTE 4. CONCLUSIONES. CONSEJOS PRÁCTICOS

Bibliografía

Definición- ¿Qué son las finanzas personales?

Llamamos finanzas personales a la gestión financiera de una familia o una persona. Al igual que las empresas se planifican (hacen planes de negocio, presupuestos, etc.) las familias o personas también pueden (y deben) seguir una planificación con el propósito de:

• Disminuir los riesgos financieros (por ejemplo disminuir la deuda).

• Alcanzar ciertos objetivos (educación de los hijos, una nueva casa, jubilación…).

• Tener liquidez para imprevistos.

• Aumentar la renta disponible eliminando gastos superfluos.

Las finanzas personales hoy en día no son un capricho de la gente adinerada, ni algo que sólo sea útil para personas con altos recursos, sino, muy al contrario, todos nosotros debemos tratar de planificarnos, en especial si tenemos unos recursos limitados. Cuanto más limitados sean dichos recursos más debemos optimizarlos.

Gracias a las finanzas personales podemos planificarnos financieramente y podemos tomar mejores decisiones de inversión y ahorro.

Además de la planificación financiera, a través de las finanzas personales podemos saber qué productos de ahorro e inversión se adaptan mejor a nuestras necesidades, tanto de rentabilidad, como de riesgo y liquidez.

Introducción

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Finanzas Personalespara no Financieros

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3. Activo

El activo son los bienes que posee una familia. Ejemplo de activo son una vivienda, dinero en la cuenta corriente, acciones de empresas cotizadas o no y fondos de inversión.

Cuando se analiza el activo de una familia hay que ver la liquidez del mismo. No es lo mismo poseer un activo valorado en un millón de euros en inmuebles que tener ese millón de euros en una cuenta corriente. Para una mayor seguridad es necesario que las familias guarden algo de liquidez y que no todo su activo esté invertido en activos con relativa iliquidez (como los inmuebles).

4. Pasivo (o pasivo exigible)

El pasivo son las deudas que tiene una familia. Pueden ser hipotecas, anticipos concedidos por la empresa donde uno de los miembros de la familia trabaja, préstamos personales u otro tipo de dudas (como por ejemplo préstamos de familiares).

El pasivo es, por tanto, todo aquello que la familia debe pagar en el futuro y que constituye una deuda exigible.

El pasivo hay que compararlo con lo que una familia posee (el activo). En general si la deuda es un 50% o superior al activo podemos decir que la familia está altamente endeudada, lo cual incrementa el riesgo asumido por la misma.

5. Patrimonio neto

El patrimonio neto es la diferencia entre lo que la familia tiene (activo) y lo que debe (pasivo). Cuanto mayor sea el patrimonio neto mayor será la solvencia de la familia.

Los ingresos y gastos son lo que podíamos denominar como la cuenta de pérdidas y ganancias de una familia. Es decir, cuánto ingresa y cuánto gasta. Esta variable va a delimitar el ahorro que ésta pueda tener. Si ingresa más que gasta esto se denomina exceso de recursos, en caso contrario es déficit de recursos.

El activo, el pasivo y el patrimonio neto son equivalentes al balance de una empresa y nos informan de la solvencia de una familia. El balance nos dice lo que tenemos (activo), lo que debemos (pasivo) y aquello que tenemos de patrimonio descontado las deudas (patrimonio neto).

A continuación vamos a ver dos ejemplos de cálculo de balance y cuenta de pérdidas y ganancias de una persona.

Ejemplo 1

Imaginemos que un ahorrador tiene un patrimonio constituido por los siguientes activos:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

Adicionalmente, el citado ahorrador tiene una hipoteca con un saldo vivo de 400.000 euros, más un préstamos personal de 20.000 euros

Por favor, calcule el balance del ahorrador

Respuesta:

El balance del ahorrador se pude calcular de la siguiente forma:

TOTAL ACTIVO: 1.050.000 euros

Los 1.050.000 euros de activo se desglosan en:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

TOTAL PASIVO EXIGIBLE: 420.000 euros

El pasivo exigible se desglosa en:

400.000 euros de hipoteca

20.000 euros de préstamo personal

TOTAL PATRIMONIO NETO: 630.000 euros

El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo exigible. Es decir, sería el patrimonio del ahorrador deducido sus deudas

Ejemplo 2

Imaginemos que un ahorrador tiene los siguientes gastos e ingresos:

Ingresos mensuales:

3.200 euros de salario

520 euros alquiler de un apartamento

Gastos mensuales:

1.300 euros de alquiler

700 euros de comida y otros suministros

900 euros en otros conceptos

Por favor, calcule la cuenta de resultados del ahorrador

Respuesta:

El ahorrador tiene un exceso de recursos anuales de 9.840 euros y, por tanto, podrá acumular anualmente esta cifra.

Los recursos de 9.840 euros provienen de restar el total de ingresos anuales al total de gastos anuales.

El total de ingresos mensuales es de 3.720 euros, lo que equivale a 44.640 euros anuales.

El total de gastos mensuales es de 2.900 euros, lo que equivale a 34.800 euros anuales.

El primer paso para planificarse debe ser la realización de una cuenta de pérdidas y ganancias y un balance. Es imposible una correcta planificación sin saber lo que se tiene, lo que se debe, lo que se ingresa y lo que se gasta.

Después de la realización del balance y la cuenta de pérdidas y ganancias, cualquier familia debería ser capaz de responder a las siguientes preguntas:

• ¿Qué ingresos tengo mensualmente o anualmente?

• ¿Son mis ingresos muy estables o tienen algún grado de inestabilidad?

• ¿Qué gastos tengo mensualmente o anualmente?

• De mis gastos, ¿cuáles podría eliminar en caso de ser necesario?

• ¿Consigo ahorrar? En caso afirmativo, ¿Cuánto ahorro mensualmente o anualmente?

• ¿Qué patrimonio tengo?

• En caso de tener una emergencia, ¿con qué liquidez cuento?

• ¿Qué deudas tengo?

• ¿Son elevadas esas deudas respecto a mi activo?

• ¿Cuánto es mi patrimonio después de restarle mis deudas?

Definir mis objetivos

Una vez que tengo calculado lo que gasto e ingreso, lo que tengo y lo que debo, el siguiente paso para la planificación financiera es marcar mis objetivos. ¿Qué es lo que deseo? Es la pregunta que debe hacerse toda familia.

A continuación se muestra un conjunto de objetivos que son comunes en muchas familias:

• Acumulación de capital (disponer de unos ahorros determinados).

• Necesidades familiares (vivienda, educación, ocio, etc.).

• Obtención de rentas (jubilación, vivir de las rentas, etc.).

• Compras de bienes duraderos.

• Emergencias o gastos extraordinarios.

• Protección de riesgos personales.

• Protección ante desempleo.

• Protección ante enfermedad, discapacidad…

Los objetivos deben ser alcanzables. En planificación financiera es necesario, en primer lugar, comparar los recursos de que se disponen para cumplir los objetivos. Una vez comprobado que los recursos disponibles son suficientes para poder cumplir los objetivos, es necesario diseñar un plan de ahorro o inversión, además de diseñar medidas de protección ante imprevistos (mediante seguros) y también estimar cuál debe ser el riesgo que asuma los ahorros e inversiones de la unidad familiar. Para ello es necesario estimar el perfil de riesgo.

En la siguiente figura (esquema 1) se resumen los pasos a seguir en el proceso de planificación financiera:

¿Cómo empezar a planificarse?

Si una empresa que desea hacer un plan de negocio debe, en primer lugar, conocer sus ingresos y gastos, y sus activos y pasivos. En una familia ocurre exactamente lo mismo. Si una familia quiere planificarse, en primer lugar deberá conocerse.

Antes de fijar ningún objetivo ni de hacer planes a medio plazo, las familias deben pararse a pensar en cinco variables básicas de la planificación:

1. Ingresos

Suelen estar compuestos por la nómina (o pensión), ingresos de actividades profesionales (por ejemplo, la facturación de un autónomo, ingresos por alquileres (en el caso de que la familia disponga de inmuebles alquilados), ingresos por intereses (en el caso de que la familia tenga depósitos bancarios, cuentas corrientes o cualquier otra inversión que pague cupones o intereses). También puede haber ingresos provenientes del cobro de dividendos.

Lo habitual en una familia es que los ingresos provengan del trabajo o de transferencias de los Estados (como es el caso de una pensión). Las rentas provenientes de patrimonio (viviendas alquiladas, acciones…) suelen ser más escasas.

Es importante analizar la estabilidad de los ingresos. Familias con ingresos inestables, donde en ocasionen ingresan mucho dinero y en otras ocasiones poco, deben ser muy precavidos con los riesgos. En general este tipo de familia debe tener bajos niveles de deuda y tender, en la medida de lo posible, a no tener gastos obligatorios.

2. Gastos

Los gastos de una familia pueden ser muy variados. Todas las familias gastan en alimentación, electricidad, higiene personal… Además de estos gastos comunes hay otros que pueden ser propios de un tipo de familia pero no de otras, por ejemplo, gasto en educación de los hijos, gastos de una vivienda para vacaciones, gastos por tener un coche, gastos por disponer de servicios de televisión de pago, etc.

En los gastos es importante analizar cuáles son fijos (es decir, permanentes) y cuáles son variables (es decir, que se podrían eliminar si acaece una situación adversa como la pérdida de empleo o una recesión). Obviamente, cuanto menores gastos fijos tenga una familia menos riesgo asume. Si los gastos son variables y ocurre algo negativo e inesperado (por ejemplo, una situación de desempleo) es menos arriesgado tener gastos que se puedan reducir frente a gastos que sean difícilmente eliminables. Por ejemplo, si una familia tiene un apartamento para ir de vacaciones, esto le generará gastos fijos (luz, agua, impuestos, etc. además seguramente del pago de una hipoteca), sin embargo si va de vacaciones a una casa alquilada, dicho alquiler es un gasto variable que puede ser eliminado fácilmente.

Planificando tu futuro

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3. Activo

El activo son los bienes que posee una familia. Ejemplo de activo son una vivienda, dinero en la cuenta corriente, acciones de empresas cotizadas o no y fondos de inversión.

Cuando se analiza el activo de una familia hay que ver la liquidez del mismo. No es lo mismo poseer un activo valorado en un millón de euros en inmuebles que tener ese millón de euros en una cuenta corriente. Para una mayor seguridad es necesario que las familias guarden algo de liquidez y que no todo su activo esté invertido en activos con relativa iliquidez (como los inmuebles).

4. Pasivo (o pasivo exigible)

El pasivo son las deudas que tiene una familia. Pueden ser hipotecas, anticipos concedidos por la empresa donde uno de los miembros de la familia trabaja, préstamos personales u otro tipo de dudas (como por ejemplo préstamos de familiares).

El pasivo es, por tanto, todo aquello que la familia debe pagar en el futuro y que constituye una deuda exigible.

El pasivo hay que compararlo con lo que una familia posee (el activo). En general si la deuda es un 50% o superior al activo podemos decir que la familia está altamente endeudada, lo cual incrementa el riesgo asumido por la misma.

5. Patrimonio neto

El patrimonio neto es la diferencia entre lo que la familia tiene (activo) y lo que debe (pasivo). Cuanto mayor sea el patrimonio neto mayor será la solvencia de la familia.

Los ingresos y gastos son lo que podíamos denominar como la cuenta de pérdidas y ganancias de una familia. Es decir, cuánto ingresa y cuánto gasta. Esta variable va a delimitar el ahorro que ésta pueda tener. Si ingresa más que gasta esto se denomina exceso de recursos, en caso contrario es déficit de recursos.

El activo, el pasivo y el patrimonio neto son equivalentes al balance de una empresa y nos informan de la solvencia de una familia. El balance nos dice lo que tenemos (activo), lo que debemos (pasivo) y aquello que tenemos de patrimonio descontado las deudas (patrimonio neto).

A continuación vamos a ver dos ejemplos de cálculo de balance y cuenta de pérdidas y ganancias de una persona.

Ejemplo 1

Imaginemos que un ahorrador tiene un patrimonio constituido por los siguientes activos:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

Adicionalmente, el citado ahorrador tiene una hipoteca con un saldo vivo de 400.000 euros, más un préstamos personal de 20.000 euros

Por favor, calcule el balance del ahorrador

Respuesta:

El balance del ahorrador se pude calcular de la siguiente forma:

TOTAL ACTIVO: 1.050.000 euros

Los 1.050.000 euros de activo se desglosan en:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

TOTAL PASIVO EXIGIBLE: 420.000 euros

El pasivo exigible se desglosa en:

400.000 euros de hipoteca

20.000 euros de préstamo personal

TOTAL PATRIMONIO NETO: 630.000 euros

El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo exigible. Es decir, sería el patrimonio del ahorrador deducido sus deudas

Ejemplo 2

Imaginemos que un ahorrador tiene los siguientes gastos e ingresos:

Ingresos mensuales:

3.200 euros de salario

520 euros alquiler de un apartamento

Gastos mensuales:

1.300 euros de alquiler

700 euros de comida y otros suministros

900 euros en otros conceptos

Por favor, calcule la cuenta de resultados del ahorrador

Respuesta:

El ahorrador tiene un exceso de recursos anuales de 9.840 euros y, por tanto, podrá acumular anualmente esta cifra.

Los recursos de 9.840 euros provienen de restar el total de ingresos anuales al total de gastos anuales.

El total de ingresos mensuales es de 3.720 euros, lo que equivale a 44.640 euros anuales.

El total de gastos mensuales es de 2.900 euros, lo que equivale a 34.800 euros anuales.

El primer paso para planificarse debe ser la realización de una cuenta de pérdidas y ganancias y un balance. Es imposible una correcta planificación sin saber lo que se tiene, lo que se debe, lo que se ingresa y lo que se gasta.

Después de la realización del balance y la cuenta de pérdidas y ganancias, cualquier familia debería ser capaz de responder a las siguientes preguntas:

• ¿Qué ingresos tengo mensualmente o anualmente?

• ¿Son mis ingresos muy estables o tienen algún grado de inestabilidad?

• ¿Qué gastos tengo mensualmente o anualmente?

• De mis gastos, ¿cuáles podría eliminar en caso de ser necesario?

• ¿Consigo ahorrar? En caso afirmativo, ¿Cuánto ahorro mensualmente o anualmente?

• ¿Qué patrimonio tengo?

• En caso de tener una emergencia, ¿con qué liquidez cuento?

• ¿Qué deudas tengo?

• ¿Son elevadas esas deudas respecto a mi activo?

• ¿Cuánto es mi patrimonio después de restarle mis deudas?

Definir mis objetivos

Una vez que tengo calculado lo que gasto e ingreso, lo que tengo y lo que debo, el siguiente paso para la planificación financiera es marcar mis objetivos. ¿Qué es lo que deseo? Es la pregunta que debe hacerse toda familia.

A continuación se muestra un conjunto de objetivos que son comunes en muchas familias:

• Acumulación de capital (disponer de unos ahorros determinados).

• Necesidades familiares (vivienda, educación, ocio, etc.).

• Obtención de rentas (jubilación, vivir de las rentas, etc.).

• Compras de bienes duraderos.

• Emergencias o gastos extraordinarios.

• Protección de riesgos personales.

• Protección ante desempleo.

• Protección ante enfermedad, discapacidad…

Los objetivos deben ser alcanzables. En planificación financiera es necesario, en primer lugar, comparar los recursos de que se disponen para cumplir los objetivos. Una vez comprobado que los recursos disponibles son suficientes para poder cumplir los objetivos, es necesario diseñar un plan de ahorro o inversión, además de diseñar medidas de protección ante imprevistos (mediante seguros) y también estimar cuál debe ser el riesgo que asuma los ahorros e inversiones de la unidad familiar. Para ello es necesario estimar el perfil de riesgo.

En la siguiente figura (esquema 1) se resumen los pasos a seguir en el proceso de planificación financiera:

¿Cómo empezar a planificarse?

Si una empresa que desea hacer un plan de negocio debe, en primer lugar, conocer sus ingresos y gastos, y sus activos y pasivos. En una familia ocurre exactamente lo mismo. Si una familia quiere planificarse, en primer lugar deberá conocerse.

Antes de fijar ningún objetivo ni de hacer planes a medio plazo, las familias deben pararse a pensar en cinco variables básicas de la planificación:

1. Ingresos

Suelen estar compuestos por la nómina (o pensión), ingresos de actividades profesionales (por ejemplo, la facturación de un autónomo, ingresos por alquileres (en el caso de que la familia disponga de inmuebles alquilados), ingresos por intereses (en el caso de que la familia tenga depósitos bancarios, cuentas corrientes o cualquier otra inversión que pague cupones o intereses). También puede haber ingresos provenientes del cobro de dividendos.

Lo habitual en una familia es que los ingresos provengan del trabajo o de transferencias de los Estados (como es el caso de una pensión). Las rentas provenientes de patrimonio (viviendas alquiladas, acciones…) suelen ser más escasas.

Es importante analizar la estabilidad de los ingresos. Familias con ingresos inestables, donde en ocasionen ingresan mucho dinero y en otras ocasiones poco, deben ser muy precavidos con los riesgos. En general este tipo de familia debe tener bajos niveles de deuda y tender, en la medida de lo posible, a no tener gastos obligatorios.

2. Gastos

Los gastos de una familia pueden ser muy variados. Todas las familias gastan en alimentación, electricidad, higiene personal… Además de estos gastos comunes hay otros que pueden ser propios de un tipo de familia pero no de otras, por ejemplo, gasto en educación de los hijos, gastos de una vivienda para vacaciones, gastos por tener un coche, gastos por disponer de servicios de televisión de pago, etc.

En los gastos es importante analizar cuáles son fijos (es decir, permanentes) y cuáles son variables (es decir, que se podrían eliminar si acaece una situación adversa como la pérdida de empleo o una recesión). Obviamente, cuanto menores gastos fijos tenga una familia menos riesgo asume. Si los gastos son variables y ocurre algo negativo e inesperado (por ejemplo, una situación de desempleo) es menos arriesgado tener gastos que se puedan reducir frente a gastos que sean difícilmente eliminables. Por ejemplo, si una familia tiene un apartamento para ir de vacaciones, esto le generará gastos fijos (luz, agua, impuestos, etc. además seguramente del pago de una hipoteca), sin embargo si va de vacaciones a una casa alquilada, dicho alquiler es un gasto variable que puede ser eliminado fácilmente.

Planificando tu futuro

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Finanzas Personalespara no Financieros

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3. Activo

El activo son los bienes que posee una familia. Ejemplo de activo son una vivienda, dinero en la cuenta corriente, acciones de empresas cotizadas o no y fondos de inversión.

Cuando se analiza el activo de una familia hay que ver la liquidez del mismo. No es lo mismo poseer un activo valorado en un millón de euros en inmuebles que tener ese millón de euros en una cuenta corriente. Para una mayor seguridad es necesario que las familias guarden algo de liquidez y que no todo su activo esté invertido en activos con relativa iliquidez (como los inmuebles).

4. Pasivo (o pasivo exigible)

El pasivo son las deudas que tiene una familia. Pueden ser hipotecas, anticipos concedidos por la empresa donde uno de los miembros de la familia trabaja, préstamos personales u otro tipo de dudas (como por ejemplo préstamos de familiares).

El pasivo es, por tanto, todo aquello que la familia debe pagar en el futuro y que constituye una deuda exigible.

El pasivo hay que compararlo con lo que una familia posee (el activo). En general si la deuda es un 50% o superior al activo podemos decir que la familia está altamente endeudada, lo cual incrementa el riesgo asumido por la misma.

5. Patrimonio neto

El patrimonio neto es la diferencia entre lo que la familia tiene (activo) y lo que debe (pasivo). Cuanto mayor sea el patrimonio neto mayor será la solvencia de la familia.

Los ingresos y gastos son lo que podíamos denominar como la cuenta de pérdidas y ganancias de una familia. Es decir, cuánto ingresa y cuánto gasta. Esta variable va a delimitar el ahorro que ésta pueda tener. Si ingresa más que gasta esto se denomina exceso de recursos, en caso contrario es déficit de recursos.

El activo, el pasivo y el patrimonio neto son equivalentes al balance de una empresa y nos informan de la solvencia de una familia. El balance nos dice lo que tenemos (activo), lo que debemos (pasivo) y aquello que tenemos de patrimonio descontado las deudas (patrimonio neto).

A continuación vamos a ver dos ejemplos de cálculo de balance y cuenta de pérdidas y ganancias de una persona.

Ejemplo 1

Imaginemos que un ahorrador tiene un patrimonio constituido por los siguientes activos:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

Adicionalmente, el citado ahorrador tiene una hipoteca con un saldo vivo de 400.000 euros, más un préstamos personal de 20.000 euros

Por favor, calcule el balance del ahorrador

Respuesta:

El balance del ahorrador se pude calcular de la siguiente forma:

TOTAL ACTIVO: 1.050.000 euros

Los 1.050.000 euros de activo se desglosan en:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

TOTAL PASIVO EXIGIBLE: 420.000 euros

El pasivo exigible se desglosa en:

400.000 euros de hipoteca

20.000 euros de préstamo personal

TOTAL PATRIMONIO NETO: 630.000 euros

El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo exigible. Es decir, sería el patrimonio del ahorrador deducido sus deudas

Ejemplo 2

Imaginemos que un ahorrador tiene los siguientes gastos e ingresos:

Ingresos mensuales:

3.200 euros de salario

520 euros alquiler de un apartamento

Gastos mensuales:

1.300 euros de alquiler

700 euros de comida y otros suministros

900 euros en otros conceptos

Por favor, calcule la cuenta de resultados del ahorrador

Respuesta:

El ahorrador tiene un exceso de recursos anuales de 9.840 euros y, por tanto, podrá acumular anualmente esta cifra.

Los recursos de 9.840 euros provienen de restar el total de ingresos anuales al total de gastos anuales.

El total de ingresos mensuales es de 3.720 euros, lo que equivale a 44.640 euros anuales.

El total de gastos mensuales es de 2.900 euros, lo que equivale a 34.800 euros anuales.

El primer paso para planificarse debe ser la realización de una cuenta de pérdidas y ganancias y un balance. Es imposible una correcta planificación sin saber lo que se tiene, lo que se debe, lo que se ingresa y lo que se gasta.

Después de la realización del balance y la cuenta de pérdidas y ganancias, cualquier familia debería ser capaz de responder a las siguientes preguntas:

• ¿Qué ingresos tengo mensualmente o anualmente?

• ¿Son mis ingresos muy estables o tienen algún grado de inestabilidad?

• ¿Qué gastos tengo mensualmente o anualmente?

• De mis gastos, ¿cuáles podría eliminar en caso de ser necesario?

• ¿Consigo ahorrar? En caso afirmativo, ¿Cuánto ahorro mensualmente o anualmente?

• ¿Qué patrimonio tengo?

• En caso de tener una emergencia, ¿con qué liquidez cuento?

• ¿Qué deudas tengo?

• ¿Son elevadas esas deudas respecto a mi activo?

• ¿Cuánto es mi patrimonio después de restarle mis deudas?

Definir mis objetivos

Una vez que tengo calculado lo que gasto e ingreso, lo que tengo y lo que debo, el siguiente paso para la planificación financiera es marcar mis objetivos. ¿Qué es lo que deseo? Es la pregunta que debe hacerse toda familia.

A continuación se muestra un conjunto de objetivos que son comunes en muchas familias:

• Acumulación de capital (disponer de unos ahorros determinados).

• Necesidades familiares (vivienda, educación, ocio, etc.).

• Obtención de rentas (jubilación, vivir de las rentas, etc.).

• Compras de bienes duraderos.

• Emergencias o gastos extraordinarios.

• Protección de riesgos personales.

• Protección ante desempleo.

• Protección ante enfermedad, discapacidad…

Los objetivos deben ser alcanzables. En planificación financiera es necesario, en primer lugar, comparar los recursos de que se disponen para cumplir los objetivos. Una vez comprobado que los recursos disponibles son suficientes para poder cumplir los objetivos, es necesario diseñar un plan de ahorro o inversión, además de diseñar medidas de protección ante imprevistos (mediante seguros) y también estimar cuál debe ser el riesgo que asuma los ahorros e inversiones de la unidad familiar. Para ello es necesario estimar el perfil de riesgo.

En la siguiente figura (esquema 1) se resumen los pasos a seguir en el proceso de planificación financiera:

¿Cómo empezar a planificarse?

Si una empresa que desea hacer un plan de negocio debe, en primer lugar, conocer sus ingresos y gastos, y sus activos y pasivos. En una familia ocurre exactamente lo mismo. Si una familia quiere planificarse, en primer lugar deberá conocerse.

Antes de fijar ningún objetivo ni de hacer planes a medio plazo, las familias deben pararse a pensar en cinco variables básicas de la planificación:

1. Ingresos

Suelen estar compuestos por la nómina (o pensión), ingresos de actividades profesionales (por ejemplo, la facturación de un autónomo, ingresos por alquileres (en el caso de que la familia disponga de inmuebles alquilados), ingresos por intereses (en el caso de que la familia tenga depósitos bancarios, cuentas corrientes o cualquier otra inversión que pague cupones o intereses). También puede haber ingresos provenientes del cobro de dividendos.

Lo habitual en una familia es que los ingresos provengan del trabajo o de transferencias de los Estados (como es el caso de una pensión). Las rentas provenientes de patrimonio (viviendas alquiladas, acciones…) suelen ser más escasas.

Es importante analizar la estabilidad de los ingresos. Familias con ingresos inestables, donde en ocasionen ingresan mucho dinero y en otras ocasiones poco, deben ser muy precavidos con los riesgos. En general este tipo de familia debe tener bajos niveles de deuda y tender, en la medida de lo posible, a no tener gastos obligatorios.

2. Gastos

Los gastos de una familia pueden ser muy variados. Todas las familias gastan en alimentación, electricidad, higiene personal… Además de estos gastos comunes hay otros que pueden ser propios de un tipo de familia pero no de otras, por ejemplo, gasto en educación de los hijos, gastos de una vivienda para vacaciones, gastos por tener un coche, gastos por disponer de servicios de televisión de pago, etc.

En los gastos es importante analizar cuáles son fijos (es decir, permanentes) y cuáles son variables (es decir, que se podrían eliminar si acaece una situación adversa como la pérdida de empleo o una recesión). Obviamente, cuanto menores gastos fijos tenga una familia menos riesgo asume. Si los gastos son variables y ocurre algo negativo e inesperado (por ejemplo, una situación de desempleo) es menos arriesgado tener gastos que se puedan reducir frente a gastos que sean difícilmente eliminables. Por ejemplo, si una familia tiene un apartamento para ir de vacaciones, esto le generará gastos fijos (luz, agua, impuestos, etc. además seguramente del pago de una hipoteca), sin embargo si va de vacaciones a una casa alquilada, dicho alquiler es un gasto variable que puede ser eliminado fácilmente.

Planificando tu futuro

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3. Activo

El activo son los bienes que posee una familia. Ejemplo de activo son una vivienda, dinero en la cuenta corriente, acciones de empresas cotizadas o no y fondos de inversión.

Cuando se analiza el activo de una familia hay que ver la liquidez del mismo. No es lo mismo poseer un activo valorado en un millón de euros en inmuebles que tener ese millón de euros en una cuenta corriente. Para una mayor seguridad es necesario que las familias guarden algo de liquidez y que no todo su activo esté invertido en activos con relativa iliquidez (como los inmuebles).

4. Pasivo (o pasivo exigible)

El pasivo son las deudas que tiene una familia. Pueden ser hipotecas, anticipos concedidos por la empresa donde uno de los miembros de la familia trabaja, préstamos personales u otro tipo de dudas (como por ejemplo préstamos de familiares).

El pasivo es, por tanto, todo aquello que la familia debe pagar en el futuro y que constituye una deuda exigible.

El pasivo hay que compararlo con lo que una familia posee (el activo). En general si la deuda es un 50% o superior al activo podemos decir que la familia está altamente endeudada, lo cual incrementa el riesgo asumido por la misma.

5. Patrimonio neto

El patrimonio neto es la diferencia entre lo que la familia tiene (activo) y lo que debe (pasivo). Cuanto mayor sea el patrimonio neto mayor será la solvencia de la familia.

Los ingresos y gastos son lo que podíamos denominar como la cuenta de pérdidas y ganancias de una familia. Es decir, cuánto ingresa y cuánto gasta. Esta variable va a delimitar el ahorro que ésta pueda tener. Si ingresa más que gasta esto se denomina exceso de recursos, en caso contrario es déficit de recursos.

El activo, el pasivo y el patrimonio neto son equivalentes al balance de una empresa y nos informan de la solvencia de una familia. El balance nos dice lo que tenemos (activo), lo que debemos (pasivo) y aquello que tenemos de patrimonio descontado las deudas (patrimonio neto).

A continuación vamos a ver dos ejemplos de cálculo de balance y cuenta de pérdidas y ganancias de una persona.

Ejemplo 1

Imaginemos que un ahorrador tiene un patrimonio constituido por los siguientes activos:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

Adicionalmente, el citado ahorrador tiene una hipoteca con un saldo vivo de 400.000 euros, más un préstamos personal de 20.000 euros

Por favor, calcule el balance del ahorrador

Respuesta:

El balance del ahorrador se pude calcular de la siguiente forma:

TOTAL ACTIVO: 1.050.000 euros

Los 1.050.000 euros de activo se desglosan en:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

TOTAL PASIVO EXIGIBLE: 420.000 euros

El pasivo exigible se desglosa en:

400.000 euros de hipoteca

20.000 euros de préstamo personal

TOTAL PATRIMONIO NETO: 630.000 euros

El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo exigible. Es decir, sería el patrimonio del ahorrador deducido sus deudas

Ejemplo 2

Imaginemos que un ahorrador tiene los siguientes gastos e ingresos:

Ingresos mensuales:

3.200 euros de salario

520 euros alquiler de un apartamento

Gastos mensuales:

1.300 euros de alquiler

700 euros de comida y otros suministros

900 euros en otros conceptos

Por favor, calcule la cuenta de resultados del ahorrador

Respuesta:

El ahorrador tiene un exceso de recursos anuales de 9.840 euros y, por tanto, podrá acumular anualmente esta cifra.

Los recursos de 9.840 euros provienen de restar el total de ingresos anuales al total de gastos anuales.

El total de ingresos mensuales es de 3.720 euros, lo que equivale a 44.640 euros anuales.

El total de gastos mensuales es de 2.900 euros, lo que equivale a 34.800 euros anuales.

El primer paso para planificarse debe ser la realización de una cuenta de pérdidas y ganancias y un balance. Es imposible una correcta planificación sin saber lo que se tiene, lo que se debe, lo que se ingresa y lo que se gasta.

Después de la realización del balance y la cuenta de pérdidas y ganancias, cualquier familia debería ser capaz de responder a las siguientes preguntas:

• ¿Qué ingresos tengo mensualmente o anualmente?

• ¿Son mis ingresos muy estables o tienen algún grado de inestabilidad?

• ¿Qué gastos tengo mensualmente o anualmente?

• De mis gastos, ¿cuáles podría eliminar en caso de ser necesario?

• ¿Consigo ahorrar? En caso afirmativo, ¿Cuánto ahorro mensualmente o anualmente?

• ¿Qué patrimonio tengo?

• En caso de tener una emergencia, ¿con qué liquidez cuento?

• ¿Qué deudas tengo?

• ¿Son elevadas esas deudas respecto a mi activo?

• ¿Cuánto es mi patrimonio después de restarle mis deudas?

Definir mis objetivos

Una vez que tengo calculado lo que gasto e ingreso, lo que tengo y lo que debo, el siguiente paso para la planificación financiera es marcar mis objetivos. ¿Qué es lo que deseo? Es la pregunta que debe hacerse toda familia.

A continuación se muestra un conjunto de objetivos que son comunes en muchas familias:

• Acumulación de capital (disponer de unos ahorros determinados).

• Necesidades familiares (vivienda, educación, ocio, etc.).

• Obtención de rentas (jubilación, vivir de las rentas, etc.).

• Compras de bienes duraderos.

• Emergencias o gastos extraordinarios.

• Protección de riesgos personales.

• Protección ante desempleo.

• Protección ante enfermedad, discapacidad…

Los objetivos deben ser alcanzables. En planificación financiera es necesario, en primer lugar, comparar los recursos de que se disponen para cumplir los objetivos. Una vez comprobado que los recursos disponibles son suficientes para poder cumplir los objetivos, es necesario diseñar un plan de ahorro o inversión, además de diseñar medidas de protección ante imprevistos (mediante seguros) y también estimar cuál debe ser el riesgo que asuma los ahorros e inversiones de la unidad familiar. Para ello es necesario estimar el perfil de riesgo.

En la siguiente figura (esquema 1) se resumen los pasos a seguir en el proceso de planificación financiera:

¿Cómo empezar a planificarse?

Si una empresa que desea hacer un plan de negocio debe, en primer lugar, conocer sus ingresos y gastos, y sus activos y pasivos. En una familia ocurre exactamente lo mismo. Si una familia quiere planificarse, en primer lugar deberá conocerse.

Antes de fijar ningún objetivo ni de hacer planes a medio plazo, las familias deben pararse a pensar en cinco variables básicas de la planificación:

1. Ingresos

Suelen estar compuestos por la nómina (o pensión), ingresos de actividades profesionales (por ejemplo, la facturación de un autónomo, ingresos por alquileres (en el caso de que la familia disponga de inmuebles alquilados), ingresos por intereses (en el caso de que la familia tenga depósitos bancarios, cuentas corrientes o cualquier otra inversión que pague cupones o intereses). También puede haber ingresos provenientes del cobro de dividendos.

Lo habitual en una familia es que los ingresos provengan del trabajo o de transferencias de los Estados (como es el caso de una pensión). Las rentas provenientes de patrimonio (viviendas alquiladas, acciones…) suelen ser más escasas.

Es importante analizar la estabilidad de los ingresos. Familias con ingresos inestables, donde en ocasionen ingresan mucho dinero y en otras ocasiones poco, deben ser muy precavidos con los riesgos. En general este tipo de familia debe tener bajos niveles de deuda y tender, en la medida de lo posible, a no tener gastos obligatorios.

2. Gastos

Los gastos de una familia pueden ser muy variados. Todas las familias gastan en alimentación, electricidad, higiene personal… Además de estos gastos comunes hay otros que pueden ser propios de un tipo de familia pero no de otras, por ejemplo, gasto en educación de los hijos, gastos de una vivienda para vacaciones, gastos por tener un coche, gastos por disponer de servicios de televisión de pago, etc.

En los gastos es importante analizar cuáles son fijos (es decir, permanentes) y cuáles son variables (es decir, que se podrían eliminar si acaece una situación adversa como la pérdida de empleo o una recesión). Obviamente, cuanto menores gastos fijos tenga una familia menos riesgo asume. Si los gastos son variables y ocurre algo negativo e inesperado (por ejemplo, una situación de desempleo) es menos arriesgado tener gastos que se puedan reducir frente a gastos que sean difícilmente eliminables. Por ejemplo, si una familia tiene un apartamento para ir de vacaciones, esto le generará gastos fijos (luz, agua, impuestos, etc. además seguramente del pago de una hipoteca), sin embargo si va de vacaciones a una casa alquilada, dicho alquiler es un gasto variable que puede ser eliminado fácilmente.

Planificando tu futuro

9

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 11: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

3. Activo

El activo son los bienes que posee una familia. Ejemplo de activo son una vivienda, dinero en la cuenta corriente, acciones de empresas cotizadas o no y fondos de inversión.

Cuando se analiza el activo de una familia hay que ver la liquidez del mismo. No es lo mismo poseer un activo valorado en un millón de euros en inmuebles que tener ese millón de euros en una cuenta corriente. Para una mayor seguridad es necesario que las familias guarden algo de liquidez y que no todo su activo esté invertido en activos con relativa iliquidez (como los inmuebles).

4. Pasivo (o pasivo exigible)

El pasivo son las deudas que tiene una familia. Pueden ser hipotecas, anticipos concedidos por la empresa donde uno de los miembros de la familia trabaja, préstamos personales u otro tipo de dudas (como por ejemplo préstamos de familiares).

El pasivo es, por tanto, todo aquello que la familia debe pagar en el futuro y que constituye una deuda exigible.

El pasivo hay que compararlo con lo que una familia posee (el activo). En general si la deuda es un 50% o superior al activo podemos decir que la familia está altamente endeudada, lo cual incrementa el riesgo asumido por la misma.

5. Patrimonio neto

El patrimonio neto es la diferencia entre lo que la familia tiene (activo) y lo que debe (pasivo). Cuanto mayor sea el patrimonio neto mayor será la solvencia de la familia.

Los ingresos y gastos son lo que podíamos denominar como la cuenta de pérdidas y ganancias de una familia. Es decir, cuánto ingresa y cuánto gasta. Esta variable va a delimitar el ahorro que ésta pueda tener. Si ingresa más que gasta esto se denomina exceso de recursos, en caso contrario es déficit de recursos.

El activo, el pasivo y el patrimonio neto son equivalentes al balance de una empresa y nos informan de la solvencia de una familia. El balance nos dice lo que tenemos (activo), lo que debemos (pasivo) y aquello que tenemos de patrimonio descontado las deudas (patrimonio neto).

A continuación vamos a ver dos ejemplos de cálculo de balance y cuenta de pérdidas y ganancias de una persona.

Ejemplo 1

Imaginemos que un ahorrador tiene un patrimonio constituido por los siguientes activos:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

Adicionalmente, el citado ahorrador tiene una hipoteca con un saldo vivo de 400.000 euros, más un préstamos personal de 20.000 euros

Por favor, calcule el balance del ahorrador

Respuesta:

El balance del ahorrador se pude calcular de la siguiente forma:

TOTAL ACTIVO: 1.050.000 euros

Los 1.050.000 euros de activo se desglosan en:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

TOTAL PASIVO EXIGIBLE: 420.000 euros

El pasivo exigible se desglosa en:

400.000 euros de hipoteca

20.000 euros de préstamo personal

TOTAL PATRIMONIO NETO: 630.000 euros

El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo exigible. Es decir, sería el patrimonio del ahorrador deducido sus deudas

Ejemplo 2

Imaginemos que un ahorrador tiene los siguientes gastos e ingresos:

Ingresos mensuales:

3.200 euros de salario

520 euros alquiler de un apartamento

Gastos mensuales:

1.300 euros de alquiler

700 euros de comida y otros suministros

900 euros en otros conceptos

Por favor, calcule la cuenta de resultados del ahorrador

Respuesta:

El ahorrador tiene un exceso de recursos anuales de 9.840 euros y, por tanto, podrá acumular anualmente esta cifra.

Los recursos de 9.840 euros provienen de restar el total de ingresos anuales al total de gastos anuales.

El total de ingresos mensuales es de 3.720 euros, lo que equivale a 44.640 euros anuales.

El total de gastos mensuales es de 2.900 euros, lo que equivale a 34.800 euros anuales.

El primer paso para planificarse debe ser la realización de una cuenta de pérdidas y ganancias y un balance. Es imposible una correcta planificación sin saber lo que se tiene, lo que se debe, lo que se ingresa y lo que se gasta.

Después de la realización del balance y la cuenta de pérdidas y ganancias, cualquier familia debería ser capaz de responder a las siguientes preguntas:

• ¿Qué ingresos tengo mensualmente o anualmente?

• ¿Son mis ingresos muy estables o tienen algún grado de inestabilidad?

• ¿Qué gastos tengo mensualmente o anualmente?

• De mis gastos, ¿cuáles podría eliminar en caso de ser necesario?

• ¿Consigo ahorrar? En caso afirmativo, ¿Cuánto ahorro mensualmente o anualmente?

• ¿Qué patrimonio tengo?

• En caso de tener una emergencia, ¿con qué liquidez cuento?

• ¿Qué deudas tengo?

• ¿Son elevadas esas deudas respecto a mi activo?

• ¿Cuánto es mi patrimonio después de restarle mis deudas?

Definir mis objetivos

Una vez que tengo calculado lo que gasto e ingreso, lo que tengo y lo que debo, el siguiente paso para la planificación financiera es marcar mis objetivos. ¿Qué es lo que deseo? Es la pregunta que debe hacerse toda familia.

A continuación se muestra un conjunto de objetivos que son comunes en muchas familias:

• Acumulación de capital (disponer de unos ahorros determinados).

• Necesidades familiares (vivienda, educación, ocio, etc.).

• Obtención de rentas (jubilación, vivir de las rentas, etc.).

• Compras de bienes duraderos.

• Emergencias o gastos extraordinarios.

• Protección de riesgos personales.

• Protección ante desempleo.

• Protección ante enfermedad, discapacidad…

Los objetivos deben ser alcanzables. En planificación financiera es necesario, en primer lugar, comparar los recursos de que se disponen para cumplir los objetivos. Una vez comprobado que los recursos disponibles son suficientes para poder cumplir los objetivos, es necesario diseñar un plan de ahorro o inversión, además de diseñar medidas de protección ante imprevistos (mediante seguros) y también estimar cuál debe ser el riesgo que asuma los ahorros e inversiones de la unidad familiar. Para ello es necesario estimar el perfil de riesgo.

En la siguiente figura (esquema 1) se resumen los pasos a seguir en el proceso de planificación financiera:

¿Cómo empezar a planificarse?

Si una empresa que desea hacer un plan de negocio debe, en primer lugar, conocer sus ingresos y gastos, y sus activos y pasivos. En una familia ocurre exactamente lo mismo. Si una familia quiere planificarse, en primer lugar deberá conocerse.

Antes de fijar ningún objetivo ni de hacer planes a medio plazo, las familias deben pararse a pensar en cinco variables básicas de la planificación:

1. Ingresos

Suelen estar compuestos por la nómina (o pensión), ingresos de actividades profesionales (por ejemplo, la facturación de un autónomo, ingresos por alquileres (en el caso de que la familia disponga de inmuebles alquilados), ingresos por intereses (en el caso de que la familia tenga depósitos bancarios, cuentas corrientes o cualquier otra inversión que pague cupones o intereses). También puede haber ingresos provenientes del cobro de dividendos.

Lo habitual en una familia es que los ingresos provengan del trabajo o de transferencias de los Estados (como es el caso de una pensión). Las rentas provenientes de patrimonio (viviendas alquiladas, acciones…) suelen ser más escasas.

Es importante analizar la estabilidad de los ingresos. Familias con ingresos inestables, donde en ocasionen ingresan mucho dinero y en otras ocasiones poco, deben ser muy precavidos con los riesgos. En general este tipo de familia debe tener bajos niveles de deuda y tender, en la medida de lo posible, a no tener gastos obligatorios.

2. Gastos

Los gastos de una familia pueden ser muy variados. Todas las familias gastan en alimentación, electricidad, higiene personal… Además de estos gastos comunes hay otros que pueden ser propios de un tipo de familia pero no de otras, por ejemplo, gasto en educación de los hijos, gastos de una vivienda para vacaciones, gastos por tener un coche, gastos por disponer de servicios de televisión de pago, etc.

En los gastos es importante analizar cuáles son fijos (es decir, permanentes) y cuáles son variables (es decir, que se podrían eliminar si acaece una situación adversa como la pérdida de empleo o una recesión). Obviamente, cuanto menores gastos fijos tenga una familia menos riesgo asume. Si los gastos son variables y ocurre algo negativo e inesperado (por ejemplo, una situación de desempleo) es menos arriesgado tener gastos que se puedan reducir frente a gastos que sean difícilmente eliminables. Por ejemplo, si una familia tiene un apartamento para ir de vacaciones, esto le generará gastos fijos (luz, agua, impuestos, etc. además seguramente del pago de una hipoteca), sin embargo si va de vacaciones a una casa alquilada, dicho alquiler es un gasto variable que puede ser eliminado fácilmente.

Planificando tu futuro

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Page 12: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

3. Activo

El activo son los bienes que posee una familia. Ejemplo de activo son una vivienda, dinero en la cuenta corriente, acciones de empresas cotizadas o no y fondos de inversión.

Cuando se analiza el activo de una familia hay que ver la liquidez del mismo. No es lo mismo poseer un activo valorado en un millón de euros en inmuebles que tener ese millón de euros en una cuenta corriente. Para una mayor seguridad es necesario que las familias guarden algo de liquidez y que no todo su activo esté invertido en activos con relativa iliquidez (como los inmuebles).

4. Pasivo (o pasivo exigible)

El pasivo son las deudas que tiene una familia. Pueden ser hipotecas, anticipos concedidos por la empresa donde uno de los miembros de la familia trabaja, préstamos personales u otro tipo de dudas (como por ejemplo préstamos de familiares).

El pasivo es, por tanto, todo aquello que la familia debe pagar en el futuro y que constituye una deuda exigible.

El pasivo hay que compararlo con lo que una familia posee (el activo). En general si la deuda es un 50% o superior al activo podemos decir que la familia está altamente endeudada, lo cual incrementa el riesgo asumido por la misma.

5. Patrimonio neto

El patrimonio neto es la diferencia entre lo que la familia tiene (activo) y lo que debe (pasivo). Cuanto mayor sea el patrimonio neto mayor será la solvencia de la familia.

Los ingresos y gastos son lo que podíamos denominar como la cuenta de pérdidas y ganancias de una familia. Es decir, cuánto ingresa y cuánto gasta. Esta variable va a delimitar el ahorro que ésta pueda tener. Si ingresa más que gasta esto se denomina exceso de recursos, en caso contrario es déficit de recursos.

El activo, el pasivo y el patrimonio neto son equivalentes al balance de una empresa y nos informan de la solvencia de una familia. El balance nos dice lo que tenemos (activo), lo que debemos (pasivo) y aquello que tenemos de patrimonio descontado las deudas (patrimonio neto).

A continuación vamos a ver dos ejemplos de cálculo de balance y cuenta de pérdidas y ganancias de una persona.

Ejemplo 1

Imaginemos que un ahorrador tiene un patrimonio constituido por los siguientes activos:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

Adicionalmente, el citado ahorrador tiene una hipoteca con un saldo vivo de 400.000 euros, más un préstamos personal de 20.000 euros

Por favor, calcule el balance del ahorrador

Respuesta:

El balance del ahorrador se pude calcular de la siguiente forma:

TOTAL ACTIVO: 1.050.000 euros

Los 1.050.000 euros de activo se desglosan en:

250.000 euros en fondos de inversión

50.0000 euros en cuenta corriente

750.000 en una vivienda en propiedad

TOTAL PASIVO EXIGIBLE: 420.000 euros

El pasivo exigible se desglosa en:

400.000 euros de hipoteca

20.000 euros de préstamo personal

TOTAL PATRIMONIO NETO: 630.000 euros

El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo exigible. Es decir, sería el patrimonio del ahorrador deducido sus deudas

Ejemplo 2

Imaginemos que un ahorrador tiene los siguientes gastos e ingresos:

Ingresos mensuales:

3.200 euros de salario

520 euros alquiler de un apartamento

Gastos mensuales:

1.300 euros de alquiler

700 euros de comida y otros suministros

900 euros en otros conceptos

Por favor, calcule la cuenta de resultados del ahorrador

Respuesta:

El ahorrador tiene un exceso de recursos anuales de 9.840 euros y, por tanto, podrá acumular anualmente esta cifra.

Los recursos de 9.840 euros provienen de restar el total de ingresos anuales al total de gastos anuales.

El total de ingresos mensuales es de 3.720 euros, lo que equivale a 44.640 euros anuales.

El total de gastos mensuales es de 2.900 euros, lo que equivale a 34.800 euros anuales.

El primer paso para planificarse debe ser la realización de una cuenta de pérdidas y ganancias y un balance. Es imposible una correcta planificación sin saber lo que se tiene, lo que se debe, lo que se ingresa y lo que se gasta.

Después de la realización del balance y la cuenta de pérdidas y ganancias, cualquier familia debería ser capaz de responder a las siguientes preguntas:

• ¿Qué ingresos tengo mensualmente o anualmente?

• ¿Son mis ingresos muy estables o tienen algún grado de inestabilidad?

• ¿Qué gastos tengo mensualmente o anualmente?

• De mis gastos, ¿cuáles podría eliminar en caso de ser necesario?

• ¿Consigo ahorrar? En caso afirmativo, ¿Cuánto ahorro mensualmente o anualmente?

• ¿Qué patrimonio tengo?

• En caso de tener una emergencia, ¿con qué liquidez cuento?

• ¿Qué deudas tengo?

• ¿Son elevadas esas deudas respecto a mi activo?

• ¿Cuánto es mi patrimonio después de restarle mis deudas?

Definir mis objetivos

Una vez que tengo calculado lo que gasto e ingreso, lo que tengo y lo que debo, el siguiente paso para la planificación financiera es marcar mis objetivos. ¿Qué es lo que deseo? Es la pregunta que debe hacerse toda familia.

A continuación se muestra un conjunto de objetivos que son comunes en muchas familias:

• Acumulación de capital (disponer de unos ahorros determinados).

• Necesidades familiares (vivienda, educación, ocio, etc.).

• Obtención de rentas (jubilación, vivir de las rentas, etc.).

• Compras de bienes duraderos.

• Emergencias o gastos extraordinarios.

• Protección de riesgos personales.

• Protección ante desempleo.

• Protección ante enfermedad, discapacidad…

Los objetivos deben ser alcanzables. En planificación financiera es necesario, en primer lugar, comparar los recursos de que se disponen para cumplir los objetivos. Una vez comprobado que los recursos disponibles son suficientes para poder cumplir los objetivos, es necesario diseñar un plan de ahorro o inversión, además de diseñar medidas de protección ante imprevistos (mediante seguros) y también estimar cuál debe ser el riesgo que asuma los ahorros e inversiones de la unidad familiar. Para ello es necesario estimar el perfil de riesgo.

En la siguiente figura (esquema 1) se resumen los pasos a seguir en el proceso de planificación financiera:

¿Cómo empezar a planificarse?

Si una empresa que desea hacer un plan de negocio debe, en primer lugar, conocer sus ingresos y gastos, y sus activos y pasivos. En una familia ocurre exactamente lo mismo. Si una familia quiere planificarse, en primer lugar deberá conocerse.

Antes de fijar ningún objetivo ni de hacer planes a medio plazo, las familias deben pararse a pensar en cinco variables básicas de la planificación:

1. Ingresos

Suelen estar compuestos por la nómina (o pensión), ingresos de actividades profesionales (por ejemplo, la facturación de un autónomo, ingresos por alquileres (en el caso de que la familia disponga de inmuebles alquilados), ingresos por intereses (en el caso de que la familia tenga depósitos bancarios, cuentas corrientes o cualquier otra inversión que pague cupones o intereses). También puede haber ingresos provenientes del cobro de dividendos.

Lo habitual en una familia es que los ingresos provengan del trabajo o de transferencias de los Estados (como es el caso de una pensión). Las rentas provenientes de patrimonio (viviendas alquiladas, acciones…) suelen ser más escasas.

Es importante analizar la estabilidad de los ingresos. Familias con ingresos inestables, donde en ocasionen ingresan mucho dinero y en otras ocasiones poco, deben ser muy precavidos con los riesgos. En general este tipo de familia debe tener bajos niveles de deuda y tender, en la medida de lo posible, a no tener gastos obligatorios.

2. Gastos

Los gastos de una familia pueden ser muy variados. Todas las familias gastan en alimentación, electricidad, higiene personal… Además de estos gastos comunes hay otros que pueden ser propios de un tipo de familia pero no de otras, por ejemplo, gasto en educación de los hijos, gastos de una vivienda para vacaciones, gastos por tener un coche, gastos por disponer de servicios de televisión de pago, etc.

En los gastos es importante analizar cuáles son fijos (es decir, permanentes) y cuáles son variables (es decir, que se podrían eliminar si acaece una situación adversa como la pérdida de empleo o una recesión). Obviamente, cuanto menores gastos fijos tenga una familia menos riesgo asume. Si los gastos son variables y ocurre algo negativo e inesperado (por ejemplo, una situación de desempleo) es menos arriesgado tener gastos que se puedan reducir frente a gastos que sean difícilmente eliminables. Por ejemplo, si una familia tiene un apartamento para ir de vacaciones, esto le generará gastos fijos (luz, agua, impuestos, etc. además seguramente del pago de una hipoteca), sin embargo si va de vacaciones a una casa alquilada, dicho alquiler es un gasto variable que puede ser eliminado fácilmente.

Planificando tu futuro

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Fuente: elaboración propia

¿Sé lo que tengo?Balance: Activos y Pasivos

Cuenta de Rdos.: Ingresos y GastosFutura evolución de los mismos

¿Puedo conseguirlo?Comparar objetivos con recursos

¿Cómo lo hago?Definir mi ahorro y la gestión del mismo

Plan Financiero Personal

¿Sé lo que quiero?Adquisición de viviendaEducación de los hijosAhorro para jubilación

Gráfico 1.Pasos de la

planificación financiera .

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 13: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

Paso en la planificación financiera

PASO 1: Definir, cuantificar y priorizar objetivos.

Se deben definir los objetivos, priorizarlos y cuantificarlos económicamente.

PASO 2: Analizar recursos.

Es necesario analizar los siguientes puntos.

• Balance de situación de la unidad familiar: Activos y Pasivos.

• Cuenta de resultados de la unidad familiar: Ingresos y Gastos.

• Proyección de los dos puntos anteriores.

• Rentabilidad estimada de los ahorros e inversiones.

• Impacto de los impuestos en la rentabilidad de los ahorros, inversiones e ingresos.

PASO 3: Comparar objetivos y recursos.

Hay que analizar si los objetivos son viables dado los recursos de los que se dispone. En caso de no ser viable habrá que reformular los objetivos.

También es importante simular diferentes escenarios (por ejemplo, una situación de desempleo). Hay que hacer algo similar a un test de stress.

PASO 4: Diseñar estrategia (Diversificación).

• Definición del perfil de riesgo.

• Elección de los productos de ahorro o inversión más adecuados.

• Elección de distribución de activos .

• Selección de los vehículos de inversión óptimos.

En la estrategia de inversión es muy importante destacar que la diversificación es absolutamente fundamental, ya que ayuda a minimizar los riesgos.

PASO 5: Seguimiento y revisión.

• Cambio en las circunstancias personales.

• Liberación de objetivos cumplidos.

• Aparición de nuevos objetivos.

• Análisis de desviaciones.

Planificando tu futuro

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Page 14: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

Ejemplo 3

Imaginemos que una familia nos informa de lo siguiente:

Los ingresos netos de la familia son 60.000 euros y los gastos son de 48.000 euros al año.

Su patrimonio es de 200.000 euros invertidos en depósitos bancarios y se estima que la rentabilidad de dichos depósitos será en los próximos 20 años del 2,5% anual.

Se calcula que los ingresos y gastos de la familia se incrementarán en un 2% anualmente.

El objetivo de la familia es logar ahorrar en 10 años 400.000 euros de cara a que los dos cabezas de familia puedan tener una jubilación holgada.

Con los datos facilitados, ¿es viable dicho objetivo?

Respuesta:

Con los datos que nos facilita el caso, y con las estimaciones de crecimiento de gasto, ingresos y rentabilidad de las inversiones, en 10 años el patrimonio de esta familia sería de 381.000 euros, y por tanto no sería un objetivo alcanzable.

La familia o bien tendría que redefinir el objetivo (por ejemplo, jubilándose en 12 años en vez de en 10 años) o bien cambiar la estrategia (por ejemplo, invirtiendo en activos más rentables o disminuyendo los gastos para poder ahorrar más).

En el ejemplo anterior no hemos tenido en cuenta la inflación, ya que la familia deseaba alcanzar un objetivo monetario definido en términos nominales, es decir, de dinero, y no en términos reales, es decir, de la capacidad de compra de dicho dinero. En el caso de fijar objetivos en términos reales es muy importante tener en cuenta la inflación.

Si queremos mantener o incluso incrementar nuestros activos en términos reales, entonces la inflación será el gran enemigo a batir. Nuestros ahorros o inversiones deberán tener más rentabilidad que la inflación si queremos que nuestros activos ganen poder adquisitivo.

Planificando tu futuro

13

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 15: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

Los siguientes aspectos deben tenerse en cuenta a la hora de realizar la planificación financiera:

• La inflación.

A largo plazo la inflación es un “enemigo” ya que erosiona el patrimonio en términos reales. En planificación financiera debemos fijar objetivos en términos reales, no nominales.

• La rentabilidad y el riesgo.

La rentabilidad y riesgo es un trade-off, es decir, a menos riesgo menor rentabilidad y viceversa.

• El interés compuesto.

El interés compuesto juega a favor de empezar a ahorrar lo antes posible. Un joven que comience a ahorrar tiene a su favor que irá a acumulando intereses.

• Los impuestos.

Obviamente la minimización de impuestos es algo importante en la planificación. En general lo que se intenta es posponer lo máximo posible el pago de impuestos mediante vehículos de acumulación de rentas como los fondos de inversión.

Los consejos prácticos a la hora de planificar las finanzas de una familia son:

• Empezar a invertir pronto.

Cuando se comienza a invertir cuando se es joven, el tiempo juega a favor. Los intereses compuestos hacen que las inversiones que se realizan pronto, den mayores frutos que las que se realizan tarde.

• Invertir periódicamente.

El ahorro debe ser sistemático y programado. Vale de poco ahorrar de forma desordenada. Mensualmente se debe destinar un presupuesto al ahorro familiar.

• Plantéate la posibilidad de buscar un asesor financiero.

El asesor financiero puede ser muy adecuado para familias que requieran consejos o que deseen tener un plan financiero elaborado de forma detallada. En caso de elegir un asesor financiero asegúrate de que sus conejos son realmente independientes y no interesados en función de lo que tú hagas o dejes de hacer con tus inversiones.

Planificando tu futuro

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¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Page 16: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Gestionando tus ahorros

15

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 17: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Gestionando tus ahorros

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Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Page 18: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

Gestionando tus ahorros

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La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 19: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Gestionando tus ahorros

18

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Page 20: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Gestionando tus ahorros

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Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 21: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Gestionando tus ahorros

18

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Page 22: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Gestionando tus ahorros

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2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 23: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

Gestionando tus ahorros

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inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Page 24: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

Gestionando tus ahorros

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¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

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La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Gestionando tus ahorros

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Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Page 26: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

Gestionando tus ahorros

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¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 27: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

SegurosExisten diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Respecto a los productos financieros es importante destacar que los fondos de inversión hoy en día se han convertido en el vehículo principal para canalizar los ahorros e inversiones de todo tipo de inversores y ahorradores, tanto de los más conservadores como de los más arriesgados.

En el siguiente gráfico (número 1) se muestra el crecimiento de los fondos de inversión.

Gestionando tus ahorros

24

Fuente: Elaboración propia

Fuente: International Investment Fund Association

Factores tendentes a favorecer activos con

principal garantizado y generadores de rentas

Horizonte cortoAltas o impredecibles

Baja protección de inflaciónBaja tolerancia

Factores tendentes a favorecer activos con

potencial de crecimiento de principal pero mayor riesgo

Horizonte largoBajas o impredecibles

Alta protección de inflaciónAlta tolerancia

Horizonte de inversión esperadoNecesidades de rentaProtección de la inflación deseadaTolerancia al riesgo

Tabla 1.Factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado.

0

5

10

15

20

25

30

1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011 2013*

Gráfico 1.Activos totales de los fondos de inversión. Billones de dólares 1993-2013.

Rest of the world

Asia-Pacific

Europe

United States

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La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

Gestionando tus ahorros

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¿Cuáles son las principales ventajas de los fondos de inversión?

Las ventajas habitualmente de los fondos de inversión son las siguientes:

Acceso a economías de escala

Mediante un pequeño importe, un inversor o ahorrador podrá beneficiarse de una cartera con gran volumen de inversión, por lo cual podrá acceder a mercados e instrumentos financieros que de otra manera no podría hacerlo.

Por ejemplo, un ahorrador que disponga de 100.000 euros no podrá tener una cartera diversificada de bonos europeos, ya que muchas veces el nominal de un bono tiene un importe que ronda esa cifra. Sin embargo, podrá hacer una aportación a un fondo de inversión que a su vez tenga una cartera de 50, 100 o 200 bonos europeos, consiguiendo de esta manera disponer y beneficiarse de los rendimientos de una cartera amplia, conseguida gracias a la suma de multitud de pequeñas o mediadas inversiones realizadas por los partícipes del fondo.

Gestión profesional

Los fondos de inversiones están gestionados por gestoras de fondos que tienen en su plantilla a profesionales que utilizan técnicas de gestión profesionales. Esto es especialmente relevante en el control de riesgos, donde la gestión profesional puede aportar un alto valor añadido.

Diversificación

A través de fondos de inversión es posible que se participe con un patrimonio medio o bajo y se pueda adquirir activos de muy diversa índole (renta variable de pequeñas empresas, bonos corporativos, bonos convertibles, etc.) y de diferentes países o regiones. Es muy frecuente que los partícipes no sólo tengan inversión en un único fondo, sino en diferentes fondos, formando lo que se conoce como una cartera de fondos.

Además, a través de los fondos de inversión es cómodo y rápido hacer una distribución de activos, es decir, invertir, por ejemplo, un 5% de una cartera en renta variable japonesa, un 10% en bonos gubernamentales de Estados Unidos, un 8% en renta variable de países emergentes, etc. A través de fondos de inversión es fácil tener carteras muy diversificadas y que esa diversificación cambie en función de las perspectivas de los mercados y el perfil de riesgo del cliente. Es por ello que la gestión a través de carteras de fondos de inversión se ha convertido en algo tremendamente popular.

Transparencia

Los fondos ofrecen una alta transparencia. Se conoce diariamente su valor. Adicionalmente la información sobre su cartera, política de gestión, comisiones, etc. son perfectamente conocibles por cualquier inversor o potencial inversor.

Periodo recomendado de inversión

Los fondos tienen un periodo recomendado de inversión. A mayor riesgo que asuma el fondo mayor será el periodo recomendado. Hay que asegurarse que el periodo recomendado coincide con el horizonte temporal del inversor.

¿Debo contratar a un asesor personal para gestionar mis ahorros?

Esta es una buena pregunta. En principio cualquier persona con conocimientos financieros limitados debería contar con asesoramiento. Este asesoramiento lo puede prestar una entidad financiera (por ejemplo, un banco), un intermediario financiero como un bróker (por ejemplo, una sociedad de valores o una casa de bolsa) o un asesor financiero independiente.

Adicionalmente, y desde hace poco años, está surgiendo un nuevo asesor financiero on-line conocido como robo-advisor. Los robo-advisor teniendo en cuenta el perfil de cliente de los ahorradores e inversores recomendarán una determinada cartera de activos. Es similar a un asesor independiente pero con menores costes para el usuario, ya que el asesoramiento es online.

El robo-advisor más importe en España es Feelcapital, cuya web es la siguiente: https://www.feelcapital.com/

En caso de utilizar un asesor para planificar tus inversiones, se deberá tener en cuenta los siguientes puntos:

• El asesor deberá contar con medios materiales y humanos adecuados

• El asesor deberá tener capacidades suficientes para realizar recomendaciones

• Las recomendaciones del asesor deben ser, en la medida de lo posible, “independientes” y no vinculadas a la obtención de una determinada remuneración dependiente de qué producto se recomiende. La remuneración que reciba el asesor debe ser en base al volumen asesorado y/o a los resultados obtenidos, no al producto recomendado.

• En la mayoría de países lo asesores debe estar bajo una determinada regulación.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Liquidez

Los fondos ofrecen liquidez habitualmente diaria, lo cual les confiere un destacado valor añadido.

Fiscalidad

Los fondos de inversión suelen gozar de una fiscalidad positiva. Por ejemplo, en España se permite el traspaso entre fondo sin tributación, lo que produce un diferimiento en el pago de impuestos.

Los fondos de inversión tienen clarísimas ventajas y es por ello que su volumen ha crecido de forma decidida en los últimos lustros. No obstante, hay que recordar que los fondos de inversiones tienen comisiones y que no están exentos de la posibilidad de errores de gestión.

¿Qué debo analizar antes de invertir a través de un fondo de inversión?

Antes de adquirir un fondo de inversión se deben analizar varios temas resumidos a continuación:

La gestora

La gestora es la encargada de administrar el fondo de inversión, y por tanto decide sus inversiones. Es importante que cuente con capacidades y experiencia suficiente.

Las comisiones

Los fondos tienen comisiones, algunas de las cuales se cobran en función del patrimonio gestionado mientras que otras pueden cobrarse en función de los resultados. Es importante asegurarse que las comisiones son adecuadas y alinean los intereses de gestor y cliente (inversor).

El universo de inversión

El universo de inversión se refiere a los activos donde puede invertir un fondo (acciones, bonos, divisas, etc.). Es importante que el universo de inversión coincide con el perfil del cliente.

El estilo de inversión

Cada fondo tiene o puede tener un estilo determinado. Por ejemplo, un fondo que invierte en renta variable europea puede tener un estilo de inversión tendente a comprar pequeñas compañías que estén infravaloradas. Otro fondo, por ejemplo, puede tener un estilo de inversión que se basa en adquirir grandes compañías con beneficios crecientes.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 29: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

¿Cuáles son las principales ventajas de los fondos de inversión?

Las ventajas habitualmente de los fondos de inversión son las siguientes:

Acceso a economías de escala

Mediante un pequeño importe, un inversor o ahorrador podrá beneficiarse de una cartera con gran volumen de inversión, por lo cual podrá acceder a mercados e instrumentos financieros que de otra manera no podría hacerlo.

Por ejemplo, un ahorrador que disponga de 100.000 euros no podrá tener una cartera diversificada de bonos europeos, ya que muchas veces el nominal de un bono tiene un importe que ronda esa cifra. Sin embargo, podrá hacer una aportación a un fondo de inversión que a su vez tenga una cartera de 50, 100 o 200 bonos europeos, consiguiendo de esta manera disponer y beneficiarse de los rendimientos de una cartera amplia, conseguida gracias a la suma de multitud de pequeñas o mediadas inversiones realizadas por los partícipes del fondo.

Gestión profesional

Los fondos de inversiones están gestionados por gestoras de fondos que tienen en su plantilla a profesionales que utilizan técnicas de gestión profesionales. Esto es especialmente relevante en el control de riesgos, donde la gestión profesional puede aportar un alto valor añadido.

Diversificación

A través de fondos de inversión es posible que se participe con un patrimonio medio o bajo y se pueda adquirir activos de muy diversa índole (renta variable de pequeñas empresas, bonos corporativos, bonos convertibles, etc.) y de diferentes países o regiones. Es muy frecuente que los partícipes no sólo tengan inversión en un único fondo, sino en diferentes fondos, formando lo que se conoce como una cartera de fondos.

Además, a través de los fondos de inversión es cómodo y rápido hacer una distribución de activos, es decir, invertir, por ejemplo, un 5% de una cartera en renta variable japonesa, un 10% en bonos gubernamentales de Estados Unidos, un 8% en renta variable de países emergentes, etc. A través de fondos de inversión es fácil tener carteras muy diversificadas y que esa diversificación cambie en función de las perspectivas de los mercados y el perfil de riesgo del cliente. Es por ello que la gestión a través de carteras de fondos de inversión se ha convertido en algo tremendamente popular.

Transparencia

Los fondos ofrecen una alta transparencia. Se conoce diariamente su valor. Adicionalmente la información sobre su cartera, política de gestión, comisiones, etc. son perfectamente conocibles por cualquier inversor o potencial inversor.

Periodo recomendado de inversión

Los fondos tienen un periodo recomendado de inversión. A mayor riesgo que asuma el fondo mayor será el periodo recomendado. Hay que asegurarse que el periodo recomendado coincide con el horizonte temporal del inversor.

¿Debo contratar a un asesor personal para gestionar mis ahorros?

Esta es una buena pregunta. En principio cualquier persona con conocimientos financieros limitados debería contar con asesoramiento. Este asesoramiento lo puede prestar una entidad financiera (por ejemplo, un banco), un intermediario financiero como un bróker (por ejemplo, una sociedad de valores o una casa de bolsa) o un asesor financiero independiente.

Adicionalmente, y desde hace poco años, está surgiendo un nuevo asesor financiero on-line conocido como robo-advisor. Los robo-advisor teniendo en cuenta el perfil de cliente de los ahorradores e inversores recomendarán una determinada cartera de activos. Es similar a un asesor independiente pero con menores costes para el usuario, ya que el asesoramiento es online.

El robo-advisor más importe en España es Feelcapital, cuya web es la siguiente: https://www.feelcapital.com/

En caso de utilizar un asesor para planificar tus inversiones, se deberá tener en cuenta los siguientes puntos:

• El asesor deberá contar con medios materiales y humanos adecuados

• El asesor deberá tener capacidades suficientes para realizar recomendaciones

• Las recomendaciones del asesor deben ser, en la medida de lo posible, “independientes” y no vinculadas a la obtención de una determinada remuneración dependiente de qué producto se recomiende. La remuneración que reciba el asesor debe ser en base al volumen asesorado y/o a los resultados obtenidos, no al producto recomendado.

• En la mayoría de países lo asesores debe estar bajo una determinada regulación.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Liquidez

Los fondos ofrecen liquidez habitualmente diaria, lo cual les confiere un destacado valor añadido.

Fiscalidad

Los fondos de inversión suelen gozar de una fiscalidad positiva. Por ejemplo, en España se permite el traspaso entre fondo sin tributación, lo que produce un diferimiento en el pago de impuestos.

Los fondos de inversión tienen clarísimas ventajas y es por ello que su volumen ha crecido de forma decidida en los últimos lustros. No obstante, hay que recordar que los fondos de inversiones tienen comisiones y que no están exentos de la posibilidad de errores de gestión.

¿Qué debo analizar antes de invertir a través de un fondo de inversión?

Antes de adquirir un fondo de inversión se deben analizar varios temas resumidos a continuación:

La gestora

La gestora es la encargada de administrar el fondo de inversión, y por tanto decide sus inversiones. Es importante que cuente con capacidades y experiencia suficiente.

Las comisiones

Los fondos tienen comisiones, algunas de las cuales se cobran en función del patrimonio gestionado mientras que otras pueden cobrarse en función de los resultados. Es importante asegurarse que las comisiones son adecuadas y alinean los intereses de gestor y cliente (inversor).

El universo de inversión

El universo de inversión se refiere a los activos donde puede invertir un fondo (acciones, bonos, divisas, etc.). Es importante que el universo de inversión coincide con el perfil del cliente.

El estilo de inversión

Cada fondo tiene o puede tener un estilo determinado. Por ejemplo, un fondo que invierte en renta variable europea puede tener un estilo de inversión tendente a comprar pequeñas compañías que estén infravaloradas. Otro fondo, por ejemplo, puede tener un estilo de inversión que se basa en adquirir grandes compañías con beneficios crecientes.

Gestionando tus ahorros

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Page 30: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

¿Cuáles son las principales ventajas de los fondos de inversión?

Las ventajas habitualmente de los fondos de inversión son las siguientes:

Acceso a economías de escala

Mediante un pequeño importe, un inversor o ahorrador podrá beneficiarse de una cartera con gran volumen de inversión, por lo cual podrá acceder a mercados e instrumentos financieros que de otra manera no podría hacerlo.

Por ejemplo, un ahorrador que disponga de 100.000 euros no podrá tener una cartera diversificada de bonos europeos, ya que muchas veces el nominal de un bono tiene un importe que ronda esa cifra. Sin embargo, podrá hacer una aportación a un fondo de inversión que a su vez tenga una cartera de 50, 100 o 200 bonos europeos, consiguiendo de esta manera disponer y beneficiarse de los rendimientos de una cartera amplia, conseguida gracias a la suma de multitud de pequeñas o mediadas inversiones realizadas por los partícipes del fondo.

Gestión profesional

Los fondos de inversiones están gestionados por gestoras de fondos que tienen en su plantilla a profesionales que utilizan técnicas de gestión profesionales. Esto es especialmente relevante en el control de riesgos, donde la gestión profesional puede aportar un alto valor añadido.

Diversificación

A través de fondos de inversión es posible que se participe con un patrimonio medio o bajo y se pueda adquirir activos de muy diversa índole (renta variable de pequeñas empresas, bonos corporativos, bonos convertibles, etc.) y de diferentes países o regiones. Es muy frecuente que los partícipes no sólo tengan inversión en un único fondo, sino en diferentes fondos, formando lo que se conoce como una cartera de fondos.

Además, a través de los fondos de inversión es cómodo y rápido hacer una distribución de activos, es decir, invertir, por ejemplo, un 5% de una cartera en renta variable japonesa, un 10% en bonos gubernamentales de Estados Unidos, un 8% en renta variable de países emergentes, etc. A través de fondos de inversión es fácil tener carteras muy diversificadas y que esa diversificación cambie en función de las perspectivas de los mercados y el perfil de riesgo del cliente. Es por ello que la gestión a través de carteras de fondos de inversión se ha convertido en algo tremendamente popular.

Transparencia

Los fondos ofrecen una alta transparencia. Se conoce diariamente su valor. Adicionalmente la información sobre su cartera, política de gestión, comisiones, etc. son perfectamente conocibles por cualquier inversor o potencial inversor.

Gestionando tus ahorros

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Periodo recomendado de inversión

Los fondos tienen un periodo recomendado de inversión. A mayor riesgo que asuma el fondo mayor será el periodo recomendado. Hay que asegurarse que el periodo recomendado coincide con el horizonte temporal del inversor.

¿Debo contratar a un asesor personal para gestionar mis ahorros?

Esta es una buena pregunta. En principio cualquier persona con conocimientos financieros limitados debería contar con asesoramiento. Este asesoramiento lo puede prestar una entidad financiera (por ejemplo, un banco), un intermediario financiero como un bróker (por ejemplo, una sociedad de valores o una casa de bolsa) o un asesor financiero independiente.

Adicionalmente, y desde hace poco años, está surgiendo un nuevo asesor financiero on-line conocido como robo-advisor. Los robo-advisor teniendo en cuenta el perfil de cliente de los ahorradores e inversores recomendarán una determinada cartera de activos. Es similar a un asesor independiente pero con menores costes para el usuario, ya que el asesoramiento es online.

El robo-advisor más importe en España es Feelcapital, cuya web es la siguiente: https://www.feelcapital.com/

En caso de utilizar un asesor para planificar tus inversiones, se deberá tener en cuenta los siguientes puntos:

• El asesor deberá contar con medios materiales y humanos adecuados

• El asesor deberá tener capacidades suficientes para realizar recomendaciones

• Las recomendaciones del asesor deben ser, en la medida de lo posible, “independientes” y no vinculadas a la obtención de una determinada remuneración dependiente de qué producto se recomiende. La remuneración que reciba el asesor debe ser en base al volumen asesorado y/o a los resultados obtenidos, no al producto recomendado.

• En la mayoría de países lo asesores debe estar bajo una determinada regulación.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Liquidez

Los fondos ofrecen liquidez habitualmente diaria, lo cual les confiere un destacado valor añadido.

Fiscalidad

Los fondos de inversión suelen gozar de una fiscalidad positiva. Por ejemplo, en España se permite el traspaso entre fondo sin tributación, lo que produce un diferimiento en el pago de impuestos.

Los fondos de inversión tienen clarísimas ventajas y es por ello que su volumen ha crecido de forma decidida en los últimos lustros. No obstante, hay que recordar que los fondos de inversiones tienen comisiones y que no están exentos de la posibilidad de errores de gestión.

¿Qué debo analizar antes de invertir a través de un fondo de inversión?

Antes de adquirir un fondo de inversión se deben analizar varios temas resumidos a continuación:

La gestora

La gestora es la encargada de administrar el fondo de inversión, y por tanto decide sus inversiones. Es importante que cuente con capacidades y experiencia suficiente.

Las comisiones

Los fondos tienen comisiones, algunas de las cuales se cobran en función del patrimonio gestionado mientras que otras pueden cobrarse en función de los resultados. Es importante asegurarse que las comisiones son adecuadas y alinean los intereses de gestor y cliente (inversor).

El universo de inversión

El universo de inversión se refiere a los activos donde puede invertir un fondo (acciones, bonos, divisas, etc.). Es importante que el universo de inversión coincide con el perfil del cliente.

El estilo de inversión

Cada fondo tiene o puede tener un estilo determinado. Por ejemplo, un fondo que invierte en renta variable europea puede tener un estilo de inversión tendente a comprar pequeñas compañías que estén infravaloradas. Otro fondo, por ejemplo, puede tener un estilo de inversión que se basa en adquirir grandes compañías con beneficios crecientes.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 31: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

¿Qué tipos de riesgo existen?

Los riesgos que tiene una familia o individuos los podemos dividir en dos grandes bloques: riesgos personales y riesgos económicos.

Los riesgos personales no tienen nada que ver con la economía y son, por ejemplo, el fallecimiento de un miembro de una familia o el incendio de la vivienda. Tradicionalmente, los riesgos personales se han mitigado mediante el uso de seguros. También pueden ser reducidos mediante la asunción de menores riesgos por parte del individuo o de la familia. A continuación se habla de ello.

Los riesgos económicos son fruto de los ciclos y situaciones económicas. Ejemplo de ellos son recesiones, caídas de las bolsas, devaluaciones. Para mitigar estos riesgos no hay más remedio que tomar las medidas que a continuación se describen.

¿Cómo una familia o individuo puede reducir sus riesgos?

Los riesgos de una familia pueden ser reducidos de las siguientes formas

Contratación de seguros

Los seguros reducen los riesgos personales tales como fallecimiento.

Limitar la deuda

La deuda es tal vez el peor enemigo cuando el ciclo económico es adverso o simplemente ocurre un acontecimiento inesperado. La adquisición de inmuebles, aunque sea la vivienda principal, se debe hacer un nivel de deuda limitado (no más del 60-70% sobre el valor del activo).

Una familia en ningún caso debería tener más de un 50% de deuda del valor total de todos sus activos. En caso contrario estaría asumiendo un riesgo muy elevado.

Ahorra sistemáticamente

Se disciplinado y logra ahorrar de manera sistemática. Haz una lista con tus gastos y analiza cuáles puedes eliminar. Cuantifica tus gastos. Existen múltiples programas para PC y páginas webs que le ayudarán a ello, entre ellos son:

https://www.fintonic.com

http://wallo.com

Una familia debe gastar menos que ingresar, a no ser que sus miembros se encuentren en situación de jubilación y, por tanto, necesiten ir gastándose su patrimonio para poder mantener un cierto nivel de vida.

Ten ingresos y gastos en la misma moneda

Algunas familias han recurrido a préstamos en divisas distintas a los que están sus ingresos. Por ejemplo, en España algunas familias han adquirido viviendas mediante hipotecas en yenes. Esto supone un alto riesgo, ya que en caso de que el yen se revalorice frente al euro, la familia tendrá que hacer frente a mayores cuotas de la hipoteca.

Mantén un “colchón de liquidez”

La liquidez es importante para hacer frente a los imprevistos. Cada familia debe mantener un cierto nivel de liquidez.

En la medida de lo posible trata de hacer tus gastos variables y no fijos

Los gastos fijos, como por ejemplo los derivados de poseer una vivienda, incrementan el riesgo. Procura que tus gastos sean fácilmente reducibles en caso de ser necesario.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Gestionando tus riesgos

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Page 32: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

¿Qué tipos de riesgo existen?

Los riesgos que tiene una familia o individuos los podemos dividir en dos grandes bloques: riesgos personales y riesgos económicos.

Los riesgos personales no tienen nada que ver con la economía y son, por ejemplo, el fallecimiento de un miembro de una familia o el incendio de la vivienda. Tradicionalmente, los riesgos personales se han mitigado mediante el uso de seguros. También pueden ser reducidos mediante la asunción de menores riesgos por parte del individuo o de la familia. A continuación se habla de ello.

Los riesgos económicos son fruto de los ciclos y situaciones económicas. Ejemplo de ellos son recesiones, caídas de las bolsas, devaluaciones. Para mitigar estos riesgos no hay más remedio que tomar las medidas que a continuación se describen.

¿Cómo una familia o individuo puede reducir sus riesgos?

Los riesgos de una familia pueden ser reducidos de las siguientes formas

Contratación de seguros

Los seguros reducen los riesgos personales tales como fallecimiento.

Limitar la deuda

La deuda es tal vez el peor enemigo cuando el ciclo económico es adverso o simplemente ocurre un acontecimiento inesperado. La adquisición de inmuebles, aunque sea la vivienda principal, se debe hacer un nivel de deuda limitado (no más del 60-70% sobre el valor del activo).

Una familia en ningún caso debería tener más de un 50% de deuda del valor total de todos sus activos. En caso contrario estaría asumiendo un riesgo muy elevado.

Ahorra sistemáticamente

Se disciplinado y logra ahorrar de manera sistemática. Haz una lista con tus gastos y analiza cuáles puedes eliminar. Cuantifica tus gastos. Existen múltiples programas para PC y páginas webs que le ayudarán a ello, entre ellos son:

https://www.fintonic.com

http://wallo.com

Una familia debe gastar menos que ingresar, a no ser que sus miembros se encuentren en situación de jubilación y, por tanto, necesiten ir gastándose su patrimonio para poder mantener un cierto nivel de vida.

Gestionando tus ahorros

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Ten ingresos y gastos en la misma moneda

Algunas familias han recurrido a préstamos en divisas distintas a los que están sus ingresos. Por ejemplo, en España algunas familias han adquirido viviendas mediante hipotecas en yenes. Esto supone un alto riesgo, ya que en caso de que el yen se revalorice frente al euro, la familia tendrá que hacer frente a mayores cuotas de la hipoteca.

Mantén un “colchón de liquidez”

La liquidez es importante para hacer frente a los imprevistos. Cada familia debe mantener un cierto nivel de liquidez.

En la medida de lo posible trata de hacer tus gastos variables y no fijos

Los gastos fijos, como por ejemplo los derivados de poseer una vivienda, incrementan el riesgo. Procura que tus gastos sean fácilmente reducibles en caso de ser necesario.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 33: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

Consejo 1. Ahorra sistemáticamente

El ahorro es la mejor manera de planificar tus finanzas. No hay finanzas saneadas si no se consigue un cierto nivel de ahorro.

Consejo 2. Invierte tus ahorros sistemáticamente

Los ahorros que se generan deben ser canalizados a productos de inversión (depósitos, fondos de inversión…) de forma sistemática. De esta forma se conseguirá que empiecen a “producir” rendimiento lo antes posible.

Consejo 3. No seas perezoso. ¡Comienza a ahorrar ya!

Cuanto antes se comience a ahorrar más dinero acumularás, además, un cierto capital es mucho más fácilmente conseguible si comienzas a ahorrar más joven.

Por ejemplo, una persona que tiene 40 años, ahorrando 5.000 euros al año y obteniendo una tasa de interés de sus ahorros del 3% en su jubilación (65 años) tendrá 182.296 euros. En cambio alguien que con 50 años ahorre con el mismo fin 9.000 euros al año, tendrá en su jubilación 167.390 euros.

Una persona con 25 años, tan sólo ahorrando 2.500 euros al año, y dado una tasa de interés del 3% tendría a los 65 años un capital de 188.503 euros

Consejo 4. Averigua tu perfil de riesgo antes de elegir ningún producto de ahorro o inversión

Conocer el perfil de riesgo es un paso previo e imprescindible para poder invertir tus ahorros. Es recomendable realizar algún test para conocer dicho perfil, donde se tenga en cuenta aspectos como la edad, condiciones económicas, aspectos psicológicos ante la asunción de riesgos, etc.

Consejo 5. Elije el producto que se adapte a tu perfil de riesgo y necesidades

Una vez que conozcamos nuestro perfil de riesgo es importante elegir los productos o producto que mejor se adapte. Es importante entender que a más riesgo más rentabilidad tendrá (o debería tener) el producto. No sólo el riesgo del producto tiene que encajar con nuestro perfil. También es importante conocer la liquidez y el horizonte temporal de aquellos en donde invertimos.

Consejo 6. Diversifica tus inversiones

La diversificación es una manera de reducir riesgos. No poner todos los ahorros en una sola inversión es algo básico para minimizar los riesgos excesivos. En este sentido, los fondos de inversión pueden ser un instrumento excelente de diversificación, ya que un fondo de inversión es en el fondo una cartera de activos.

Consejo 7. Controla tus deudas

Las excesivas deudas son la principal razón de la “quiebra” de algunas familias. La deuda no debería ser nunca superior al 50% de los activos de una familia. Tampoco se debe tomar endeudamiento para destinarlo a consumo (por ejemplo, irse de vacaciones). La deuda, de tenerse, debe ser usada para invertir (por ejemplo, comprado una vivienda).

Consejo 8. Controla tus pérdidas cuando gestiones tu ahorro

Una cartera nunca debería tener pérdidas muy abultas, porque son muy difíciles de recuperar. Si tu cartera cae un 25%, es necesario que suba un 33,33% para recuperar la pérdida. Si tu cartera cae un 50%, necesita un 100% de revalorización. En cambio si la caída es de un 75% la revalorización necesaria para recuperar pérdidas es de un 300%.

Consejo 9. Mantén un cierto nivel de liquidez para emergencias

Las emergencias (una avería en el coche, enfermedad, deterioro de electrodomésticos, etc.) pueden surgir, por lo que es necesario tener cierto nivel de liquidez para poder asumir dichos imprevistos.

Consejo 10. En tu nivel de ahorro y en tus inversiones ten en cuenta el entorno económico

Para cualquier decisión de ahorro o inversión hay que tener en cuenta el entorno macroeconómico (tipos de interés, crecimiento económico, etc.). En épocas de recesión económica, ante la incertidumbre que ello genera, es normal incrementar el volumen de ahorro. En épocas de expansión económica ocurre lo contrario.

Nuestras expectativas de revalorización de nuestros ahorros, van a venir en buena parte marcados por los tipos de interés, especialmente si nuestras inversiones están principalmente en depósitos, bonos o fondos que inviertan en bonos. Ante unos tipos bajos (como actualmente en Europa ocurre) tal vez sea necesario ahorrar más, ya que para llegar a acumular un determinado capital se necesita mayor esfuerzo debido a las menores tasas de interés.

Consejo 11. Ten en cuenta tus riesgos

Además, tú y tu familia sois una pequeña empresa, y las empresas cubren sus riesgos, además analizan sus activos y pasivos y sus ingresos y gastos.

Pequeños consejos como mantener tus deudas en la misma divisa que tus ingresos y tus activos proveen de un extra de seguridad a la familia. Adicionalmente, la utilización de seguros para la protección de riesgo personales (fallecimiento, desempleo, catástrofes naturales, etc.) es una buena decisión.

Consejo 12. Si eliges un asesor, que sea bueno

Un buen asesor puede ayudarte a planificar mejor tu futuro. Como cuando eliges cualquier otro servicio, asegúrate que la bondad de aquel que te asesora. Los consejos del asesor deber ser independientes. Además el asesor debe contar con experiencia, medios y capacidades suficientes como para hacer algo tan delicado como planificar tu futuro, donde vivirás el resto de tu vida.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Conclusiones. 12 consejos prácticos

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Page 34: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

Consejo 1. Ahorra sistemáticamente

El ahorro es la mejor manera de planificar tus finanzas. No hay finanzas saneadas si no se consigue un cierto nivel de ahorro.

Consejo 2. Invierte tus ahorros sistemáticamente

Los ahorros que se generan deben ser canalizados a productos de inversión (depósitos, fondos de inversión…) de forma sistemática. De esta forma se conseguirá que empiecen a “producir” rendimiento lo antes posible.

Consejo 3. No seas perezoso. ¡Comienza a ahorrar ya!

Cuanto antes se comience a ahorrar más dinero acumularás, además, un cierto capital es mucho más fácilmente conseguible si comienzas a ahorrar más joven.

Por ejemplo, una persona que tiene 40 años, ahorrando 5.000 euros al año y obteniendo una tasa de interés de sus ahorros del 3% en su jubilación (65 años) tendrá 182.296 euros. En cambio alguien que con 50 años ahorre con el mismo fin 9.000 euros al año, tendrá en su jubilación 167.390 euros.

Una persona con 25 años, tan sólo ahorrando 2.500 euros al año, y dado una tasa de interés del 3% tendría a los 65 años un capital de 188.503 euros

Consejo 4. Averigua tu perfil de riesgo antes de elegir ningún producto de ahorro o inversión

Conocer el perfil de riesgo es un paso previo e imprescindible para poder invertir tus ahorros. Es recomendable realizar algún test para conocer dicho perfil, donde se tenga en cuenta aspectos como la edad, condiciones económicas, aspectos psicológicos ante la asunción de riesgos, etc.

Consejo 5. Elije el producto que se adapte a tu perfil de riesgo y necesidades

Una vez que conozcamos nuestro perfil de riesgo es importante elegir los productos o producto que mejor se adapte. Es importante entender que a más riesgo más rentabilidad tendrá (o debería tener) el producto. No sólo el riesgo del producto tiene que encajar con nuestro perfil. También es importante conocer la liquidez y el horizonte temporal de aquellos en donde invertimos.

Consejo 6. Diversifica tus inversiones

La diversificación es una manera de reducir riesgos. No poner todos los ahorros en una sola inversión es algo básico para minimizar los riesgos excesivos. En este sentido, los fondos de inversión pueden ser un instrumento excelente de diversificación, ya que un fondo de inversión es en el fondo una cartera de activos.

Consejo 7. Controla tus deudas

Las excesivas deudas son la principal razón de la “quiebra” de algunas familias. La deuda no debería ser nunca superior al 50% de los activos de una familia. Tampoco se debe tomar endeudamiento para destinarlo a consumo (por ejemplo, irse de vacaciones). La deuda, de tenerse, debe ser usada para invertir (por ejemplo, comprado una vivienda).

Conclusiones. 12 consejos prácticos

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Consejo 8. Controla tus pérdidas cuando gestiones tu ahorro

Una cartera nunca debería tener pérdidas muy abultas, porque son muy difíciles de recuperar. Si tu cartera cae un 25%, es necesario que suba un 33,33% para recuperar la pérdida. Si tu cartera cae un 50%, necesita un 100% de revalorización. En cambio si la caída es de un 75% la revalorización necesaria para recuperar pérdidas es de un 300%.

Consejo 9. Mantén un cierto nivel de liquidez para emergencias

Las emergencias (una avería en el coche, enfermedad, deterioro de electrodomésticos, etc.) pueden surgir, por lo que es necesario tener cierto nivel de liquidez para poder asumir dichos imprevistos.

Consejo 10. En tu nivel de ahorro y en tus inversiones ten en cuenta el entorno económico

Para cualquier decisión de ahorro o inversión hay que tener en cuenta el entorno macroeconómico (tipos de interés, crecimiento económico, etc.). En épocas de recesión económica, ante la incertidumbre que ello genera, es normal incrementar el volumen de ahorro. En épocas de expansión económica ocurre lo contrario.

Nuestras expectativas de revalorización de nuestros ahorros, van a venir en buena parte marcados por los tipos de interés, especialmente si nuestras inversiones están principalmente en depósitos, bonos o fondos que inviertan en bonos. Ante unos tipos bajos (como actualmente en Europa ocurre) tal vez sea necesario ahorrar más, ya que para llegar a acumular un determinado capital se necesita mayor esfuerzo debido a las menores tasas de interés.

Consejo 11. Ten en cuenta tus riesgos

Además, tú y tu familia sois una pequeña empresa, y las empresas cubren sus riesgos, además analizan sus activos y pasivos y sus ingresos y gastos.

Pequeños consejos como mantener tus deudas en la misma divisa que tus ingresos y tus activos proveen de un extra de seguridad a la familia. Adicionalmente, la utilización de seguros para la protección de riesgo personales (fallecimiento, desempleo, catástrofes naturales, etc.) es una buena decisión.

Consejo 12. Si eliges un asesor, que sea bueno

Un buen asesor puede ayudarte a planificar mejor tu futuro. Como cuando eliges cualquier otro servicio, asegúrate que la bondad de aquel que te asesora. Los consejos del asesor deber ser independientes. Además el asesor debe contar con experiencia, medios y capacidades suficientes como para hacer algo tan delicado como planificar tu futuro, donde vivirás el resto de tu vida.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

Seguros

Existen diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Finanzas Personalespara no Financieros

Page 35: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

SegurosExisten diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Bibliografía

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• ELBAUM, Marcelo. Hombre rico, hombre pobre. Zenith, 2012

• FAUSTINO, Ángel. Invertir tus ahorros y multiplicar tu dinero. Planeta, 2015

• PITAL, Luis. Ten peor coche que tu vecino. LID, 2012

• TEMLAR, Richard. Las reglas del dinero. Pearson, 2007

• KIYOSAKI, Robert T. Padre rico padre pobre. Santillana, 2012

Page 36: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

SegurosExisten diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.

Page 37: Informe OBS Business school: Finanzas personales 2016

www.obs-edu.com

La liquidez es deseable ya que, como se ha dicho anteriormente, pueden existir necesidades inmediatas.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal muy elevado.

Los impuestos adquieren un papel secundario ya que el inversor no suele estar en las escalas más altas de la renta.

2. Fase de consolidación

Esta fase suele empezar entre los 45 y 54 años. En esta etapa la gestión de la deuda da paso a la acumulación de activos, los ingresos anuales son altos y la riqueza neta crece rápidamente.

La capacidad de tolerar pérdidas del principal de la inversión es aún elevada, aunque no tanto como en la fase de acumulación.

Durante esta fase sigue habiendo poca necesidad de generar rentas periódicas, porque los ingresos por salario son suficientes para cubrir las necesidades de gasto. Se busca protección de la inflación, es decir, rentabilidad en términos reales.

En este periodo la liquidez es poco importante.

Los inversores que se encuentran en esta fase tienen un horizonte temporal aún largo.

Las consideraciones fiscales son de extrema importancia

El inversor que se encuentra en esta fase posiblemente acumule suficiente experiencia en los mercados como para formarse preferencias personales.

3. Fase de gasto

Esta fase comienza con la jubilación. Los ingresos disminuyen y se hace necesario vivir de las inversiones realizadas en el pasado.

El inversor se vuelve menos tolerante al riesgo. Hay menor capacidad de aceptar pérdidas del principal de la inversión dado que el horizonte de inversión es menor..

La cartera debe generar suficiente renta como para abarcar los gastos que no están cubiertos por otras fuentes de ingresos como la pensión de jubilación.

Los activos en cartera deben ser más líquidos a medida que se acorta el horizonte de inversión.

La necesidad de protegerse de los impuestos es en general menor que en la fase de consolidación, aunque depende del nivel de renta de cada individuo.

¿Qué es el perfil de riesgo y para qué sirve?

Antes de comenzar a describir productos concretos o inversiones específicas es imprescindible explicar la importancia y estimación del perfil de riesgo. Llamamos perfil de riesgo a la capacidad o el deseo de un individuo o familiar de asumir volatilidad y/o pérdidas en el patrimonio que posee.

Los ahorros de una familia o persona deben ser invertidos en diferentes activos en función del perfil de riesgo. Familias con un perfil de riesgo conservador, es decir, que no deseen tener grandes variaciones en el valor de sus ahorros, deben invertir en activos conservadores, como depósitos bancarios o cuentas corrientes (más adelante se explicarán los diferentes tipos de productos). Una persona joven y con altos ingresos, tal vez tenga un perfil de riesgo elevado, es decir, sea muy tolerante a las variaciones de valor de sus activos. Este ahorrador podría invertir gran parte de sus ahorros en acciones o fondos de inversión que invierten a su vez en acciones.

Por tanto, el perfil de riesgo del cliente va a determinar por completo cómo gestionamos nuestros ahorros.

¿De qué depende el perfil de riesgo?

El perfil de riesgo depende de muchos factores, los cuales, podemos agrupar en dos grandes categorías: condicionantes psicológicos y condicionantes económicos. Dichos condicionantes, a su vez están divididos en multitud de factores que describimos a continuación.

1. Condicionantes psicológicos

a. Tolerancia ante las pérdidas a corto plazo

Hay individuos que por razones de índole personal tienen baja tolerancia a las pérdidas. En términos coloquiales se suele decir que duermen mal si el valor de sus activos cae. Otros en cambio, tienen alta tolerancia a la volatilidad. En función de la tolerancia ante las pérdidas a corto plazo nuestro perfil de riesgo será diferente.

b. Expectativas de rentabilidad a largo plazo

Si tenemos altas expectativas de rentabilidad a largo plazo con un determinado activo, toleraremos mejor la volatilidad que pueda acaecer a corto plazo. Es decir, cuanto mayores expectativas de rentabilidad, mayor tolerancia al riesgo.

2. Condicionante económicos y personales

a. Horizonte temporal de los objetivos financieros

A mayor horizonte temporal de inversión, mayor riesgo podremos asumir. Esta es la razón por la cual personas de avanzada edad no deberían asumir altos riesgos.

b. Cuantía de los objetivos financieros respecto al total de patrimonio

Si tenemos mucho patrimonio y objetivos bajos (por ejemplo, tenemos 350.000 euros y deseamos tener al menos 200.000 euros en 5 años) podremos asumir mayor riesgo en la gestión de nuestros ahorros.

c. Flexibilidad en tiempo y de los objetivos

Si por ejemplo deseo poder ahorrar 100.000 euros, pero no me importa si es en 5 años o en 8, entonces mi perfil de riesgo es más elevado, ya que podría asumir mayor volatilidad en mi patrimonio.

d. Situación “ahorradora” o “desahorradora”

Las familias que consiguen ahorrar son más proclives a aceptar mayor variabilidad en sus ahorros en inversiones. Sin embargo, aquellas familias o personas en la situación contraria (desahorradora) son habitualmente mucho más conservadoras con la gestión de sus activos. Este es el caso frecuente de las personas jubiladas.

e. Perspectivas de estabilidad económica

Cuando la economía no está en situación de crisis y la familia o individuo no teme por su trabajo y/o ingresos, entonces el riesgo que se puede asumir es más elevado.

¿Depende de mi edad el perfil de riesgo?

La edad no es el único baremo para determinar el perfil de una persona o familia, no obstante, sí tiene una gran influencia. Como se ha comentado anteriormente, en general, a más edad menos riesgo se debe asumir en la gestión de los ahorros.

Cada individuo y familia es diferente pero generalizando, podemos distinguir cuatro etapas o fases en el ahorro y gasto de cualquier individuo.

1. Fase de acumulación

Esta fase abarca desde el principio de la edad adulta hasta la media edad. En esta fase se acumulan activos para satisfacer necesidades inmediatas (coche, casa, muebles...) También puede haber objetivos a largo plazo como la educación de los hijos o la jubilación.

Por lo que la riqueza neta del individuo suele ser pequeña. La gestión de las deudas adquiere una importancia considerable.

En esta fase, la tolerancia al riesgo es elevada, el inversor puede afrontar pérdidas del principal de la inversión.

Durante este periodo no hay necesidad de obtener una renta estable porque los gastos se financian con el salario. Se requieren rentabilidades reales con protección de la inflación.

Deutsche Bank define los cinco perfiles anteriormente citados de la siguiente manera:

Descripción del perfil Muy Conservador

• El inversor Muy Conservador tiene como principales objetivos la protección y la estabilidad patrimonial, por lo que admite una exposición mínima al riesgo.

• El capital lo invierte principalmente en el mercado monetario, Letras del Tesoro, depósitos, bonos a corto plazo y otros activos sin exposición a bolsa ni riesgos similares. En general busca inversiones con probabilidad muy baja de obtener rentabilidad negativa.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil es muy parecida a la de las Letras del Tesoro.

Descripción del perfil Conservador

• El inversor Conservador tiene como principal objetivo la estabilidad patrimonial pero también busca protección frente a la inflación, por lo que admite una exposición baja al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 15% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para intentar superar a la inflación, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente, aunque con una frecuencia, duración y dimensión relativamente bajas. Muy ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa ligeramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Moderado

• El inversor Moderado tiene como principal objetivo el equilibrio entre la estabilidad y el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición intermedia al riesgo.

• El capital está invertido principalmente en activos de renta fija y suele destinar en torno a un 35% del dinero a bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de que la rentabilidad de la cartera pueda ser negativa temporalmente con una frecuencia, duración y dimensión media. Ocasionalmente la rentabilidad negativa puede ser superior a lo normal en dimensión y duración, aunque en general se recupera posteriormente. El inversor Moderado da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa moderadamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

2. Espero que mi disponibilidad de ahorro en el futuro sea::

a. Sin cambios respecto a mi situación actual.

b. Sean los mismos de hoy o crezcan muy poco.

c. Crezcan más que la inflación.

d. Crezcan rápidamente.

3. Tengo ahorros para gastos inesperados e importantes:

a. No.

b. No, pero me gustaría..

c. Sí, pero menos de los que me gustaría.

d. Sí, estoy cómodo con estas inversiones.

4. Arriesgaría a perder hasta el total de esta porción de mi inversión a cambio de tener la posibilidad de duplicarla:

a. 0%.

b. 10%.

c. 25%.

d. 50% o más.

5. He invertido en acciones o fondos de inversión:

a. No, me resulta incómodo estas inversiones.

b. Sí, pero me resulta incómodo estas inversiones.

c. No, pero me gustaría.

d. Sí, Estoy cómodo con estas inversiones.

6. Mi objetivo más importante en la inversión es:

a. Mantener el capital inicial.

b. Recibir algún crecimiento en el capital y retirar o recibir alguna parte de la inversión.

c. Crecer en el capital invertido más que la inflación pero retirar o recibir alguna parte menor de la inversión.

d. Crecer en el capital invertido lo más rápido posible. No tengo planes de retirar mi inversión ni recibir parte de ella.

¿Qué productos de ahorro e inversión tengo a mi alcance para gestionar mis ahorros?

En primer lugar, cualquier persona tiene a su disposición productos de inversión y ahorro. Existen numerosos tipos de productos de inversión y su adecuada selección es fundamental para intentar conseguir la rentabilidad esperada. Podemos distinguir entre la inversión directa, los depósitos, fondos de inversión, ETF y la inversión inmobiliaria. A continuación se describen los principales productos y activos de inversión.

Inversión directa

Se trata de la compra y venta de acciones y bonos individuales. Las acciones suelen acarrear un mayor riesgo que los títulos de renta fija, tanto los corporativos como los de los gobiernos. La compra directa supone que le inversor debe seleccionar por sí mismo el título individual que quiere comprar, su cantidad y gestionarlo (comprar y vender).

Depósitos

Es uno de los productos bancarios más tradicionales. El cliente deposita una cantidad de dinero en el banco a cambio de recibir un interés. Existen depósitos de distinto tipo, siendo el más popular el depósito a plazo, en el que el cliente irá percibiendo periódicamente un interés más, al finalizar el periodo del depósito contratado, la inversión inicial.

Los depósitos han sido tradicionalmente el producto de ahorro por excelencia en países como España por ser considerados seguros y ofrecer altas rentabilidades. Esta realidad ha cambiado y en el entorno actual de tipos de interés bajos, los bancos cada vez bonifican menos los depósitos de los clientes.

Fondos de inversión

El inversor compra una participación en un fondo que es gestionado por un profesional. Existen numerosos tipos de fondos de inversión (de renta variable, fija, mixtos, que invierten en títulos nacionales, internacionales…) y el participe (que es el ahorrador) debe elegirlos según se adapten a su perfil inversor, en otras palabras, a su tolerancia al riesgo.

Las ventajas de los fondos de inversión incluyen su gestión profesional, la mayor diversificación de sus carteras frente a la inversión directa o su mejor tratamiento tributario en España.

Dentro de los fondos de inversión existe un subtipo llamado ETF y su característica principal es que está cotizado y, por tanto, se compra y se vende en bolsa como cualquier acción cotizada.

Inversión inmobiliaria

En países como España ha sido tradicional que las familias comprasen su vivienda habitual, e incluso una vez pagada ésta adquirieran una segunda vivienda para vacaciones o para ser alquilada. La inversión inmobiliaria puede tener ventaja de diversa índole (fiscales, normalmente supone un “ahorro forzoso” por lo que obliga a ahorrar y suele ser una protección contra periodos

¿Qué producto es adecuado para mi perfil de riesgo?

En general los perfiles más conservadores y/o con menos conocimientos financieros debe escoger productos financieros sencillos. Los fondos de inversión o los depósitos son adecuados para este tipo de perfiles.

Aquellas familias o ahorradores con más conocimientos financieros pueden optar por la inversión directa en acciones o bonos.

La inversión inmobiliaria puede ser válida para muchos perfiles de riesgo, pero recordando siempre su iliquidez y que su posesión obliga a asumir una serie de gastos recurrentes.

En el siguiente esquema podemos ver los tipos de productos que mejor se adaptan a cada perfil.

Productos para perfiles conservadores

Los depósitos bancarios, que ofrecen un tipo de interés fijo, o los fondos que invierten en activos muy conservadores, son los productos más habituales para este tipo de perfiles.

Es usual que mantengan un importante porcentaje de su patrimonio en liquidez (por ejemplo, en cuenta corriente y que utilicen este tipo de productos de previsión).

Los inmuebles también pueden formar parte de las carteras de los perfiles conservadores, siempre y cuando, para su adquisición se utilice poca deuda.

Productos para perfiles moderados

Los perfiles moderados son los que pueden invertir en mayor número de activos. Sus carteras suelen estar compuestas por renta fija y renta variable, normalmente a través de fondos de inversión, aunque en ocasiones también compran activos de forma directa.

Los fondos de inversión que adquieren pueden ser de renta fija, renta variable, mixtos (que incluyen bonos y acciones) y por supuesto fondos que adquieren activos a nivel internacional.

Los depósitos bancarios pueden formar parte de la cartera de estos inversores, aunque no suponen el activo más importante, como sí ocurre en el perfil conservador.

Los activos inmobiliarios adquiridos parcialmente mediante deuda puede ser parte del patrimonio de este tipo de perfiles.

Los productos de previsión también son importantes para este colectivo.

Productos para perfiles arriesgados

Los perfiles arriesgados suelen tener la mayor parte de sus activos invertidos en renta variable y también en inmuebles. Los depósitos bancarios no forman parte de la cartera de estos inversores, o tienen una exposición limitada.

4. Fase de donación

Sólo se llega a esta fase si el individuo tiene una elevada riqueza y avanzada edad. Ocurre cuando el inversor quiere proveer asistencia financiera a terceros (hijos, nietos o fundaciones).

La curva de riqueza estándar refleja la relación entre ciclo vital y liquidez de un individuo típico.

¿En qué perfiles se puede catalogar a una familia o persona?

Habitualmente a las familias o personas se las clasifica en tres o cuatro perfiles de riesgo. Las clasificaciones más habituales suelen ser las siguientes:

Si son tres perfiles de riesgo:

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cuatro perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil arriesgado.

Si son cinco perfiles de riesgo:

Perfil muy conservador.

Perfil conservador.

Perfil moderado.

Perfil dinámico.

Perfil arriesgado.

Descripción del perfil Dinámico

• El inversor Dinámico tiene como principal objetivo el crecimiento patrimonial, por lo que admite una exposición significativa al riesgo.

• Alrededor de un 60% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar al crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser frecuente a corto plazo y que en determinados periodos puede ser coyunturalmente significativa y duradera. El inversor Dinámico da menos importancia a las oscilaciones de la rentabilidad en el corto plazo y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta esperada a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa claramente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Descripción del perfil Arriesgado

• El inversor Arriesgado busca maximizar la rentabilidad para obtener un importante crecimiento patrimonial, por lo que admite una decidida exposición al riesgo.

• Alrededor de un 90% del capital suele estar invertido en bolsa y otros activos de riesgo similar. Para optar a obtener un importante crecimiento patrimonial, admite la posibilidad de obtener rentabilidad negativa, que puede ser muy frecuente en el corto plazo y que en determinados periodos puede ser significativa y duradera. El inversor Arriesgado está acostumbrado a las oscilaciones de la bolsa y sitúa su horizonte de inversión en el largo plazo.

• La rentabilidad anual bruta a largo plazo esperada por un inversor con este perfil se sitúa significativamente por encima de la de los Bonos del Estado a 10 años.

Fuente: https://www.deutsche-bank.es/pbc/data/es/9131.html

¿Cómo puedo calcular mi perfil de riesgo?

Habitualmente el perfil de riesgo se calcula mediante cuestionarios. Las entidades financieras y asesores utilizan los citados cuestionarios para determinar el perfil de riesgo y en base a dicho perfil invertir los ahorros de una forma más o menos conservadora.

El diario Expansión en su página web tiene un sencillo test para poder calcular el perfil de riesgo de un ahorrador.

1. Pienso usar mi inversión:

a. En menos de 3 años.

b. Entre 3 y 5 años.

c. Entre 6 y 10 años.

d. No antes de 10 años.

Calificación

a. = 1 punto.

b. = 2 puntos.

c. = 3 puntos.

d. = 4 puntos.

Inversor conservador = Menos de 12 puntos.

Inversor moderado = Entre 13 y 20 puntos.

Inversor arriesgado = Entre 21 y 24 puntos

Fuente: http://www.expansion.com/ahorro/2015/05/19/5551d29b268e3e014c8b4583.html

¿Qué limitaciones me puedo encontrar a la hora de gestionar mis ahorros?

Las principales limitaciones de inversión tienen relación con los siguientes aspectos:

1. Liquidez

El grado de liquidez que debe tener una cartera, limita, de manera notable, el tipo de activos que pueden ser adquiridos.

2. Horizonte de inversión

El horizonte de inversión delimita el tipo de cartera del cliente. Normalmente con mayores horizontes de inversión es posible la inversión en activos con más volatilidad, pero también más retorno esperado.

3. Consideraciones fiscales

Las consideraciones fiscales son muy relevantes ya que diferentes clientes pueden tener distintos condicionantes fiscales que aconsejen un tipo de gestión u otra.

4. Características únicas del cliente. Preferencias o necesidades específicas.

Ciertos clientes tienen limitaciones específicas como, por ejemplo, generar anualmente unas rentas determinadas. Otros clientes no pueden invertir en determinados tipos de activos.

inflacionistas, etc.).No obstante, hay que tener en cuenta que los activos inmobiliarios suelen presentar un alto nivel de iliquidez, además el poseer un inmueble obliga a su poseedor a incurrir en una serie de gastos fijos y recurrentes.

En segundo lugar están los productos de previsión. Uno de los principales objetivos a la hora de analizar las finanzas personales de una persona suele ser el ahorro con fines de previsión. El fin más común de previsión es poder complementar la pensión y disponer de dinero suficiente durante la jubilación.

En algunos países, como en España, el Estado garantiza una pensión para las personas que hayan cotizado a la Seguridad Social durante un número determinado de años una vez se jubilen. A pesar de esta pensión, se suele hablar de la necesidad de ahorrar para complementar la cantidad obtenida del estado, bien porque la persona prevé que necesitará más cantidad, bien por miedo a que un cambio en el sistema de pensiones del país elimine esos pagos.

Los principales productos de previsión son los siguientes:

Planes de pensiones

Los planes de pensiones suelen ser los vehículos de ahorro a largo plazo por excelencia. Al igual que en los fondos de inversión sus principales ventajas incluyen una gestión profesional, una mayor diversificación que la inversión directa y un mejor tratamiento fiscal. Los planes de pensiones tienen como objetivo la inversión a largo plazo y, por ello, se incentiva que el partícipe deje su dinero en el producto durante años.

Existen numerosos tipos de planes de pensiones y su elección debe depender del perfil inversor del partícipe y del tiempo estimado que prevea mantener esa inversión. Es decir, para una persona joven se recomienda que opte por planes de pensiones de renta variable puesto que irá obteniendo, teóricamente, más rentabilidad aunque asumiendo más riesgo, si bien, para una persona cercana a necesitar ese dinero lo recomendable sería que fuese más conservador y optase por planes de renta fija o, incluso, garantizados.

La necesidad de comenzar a ahorrar pronto para la jubilación es una realidad en la que en los últimos años se está haciendo una importante labor de educación a la sociedad. El ahorrar mensualmente una cantidad para pensar en el futuro es clave y, cuanto antes se empiece, más se podrá ir acumulando.

SegurosExisten diferentes tipos de seguros, tanto para cubrir contingencias tales como un fallecimiento como para constituir un capital del que poder disfrutar posteriormente.

Un caso a destacar dentro de los seguros es el Unit Linked. Se trata de un producto con gran tradición en algunos países pero relativamente nuevo en otros como España. Se trata de seguros de vida cuyo subyacente puede ser fondos, acciones, bonos, etc. La rentabilidad del producto dependerá de la evolución del subyacente.

Tradicionalmente, este colectivo adquiría acciones de forma directa (comprándolas en bolsa) aunque actualmente la tendencia es a comprar fondos de inversión que su objetivo de inversión sea invertir en acciones.

Adicionalmente al esquema anterior, los productos financieros podemos dividirlos en dos grandes grupos: los que generan renta y protegen el principal (por ejemplo, depósitos, bonos o fondos de inversión que inviertan en bonos) y los productos que generar potencial de crecimiento (revalorización) con mayor riesgo (por ejemplo, las acciones).

En el siguiente cuadro se resumen los factores a tener en cuenta a la hora de invertir en activos generadores de renta y/o capital garantizado frente a las inversiones que buscan un mayor potencial de revalorización.