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Informe del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad sobre Derechos Humanos en México

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"Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos en Mxico"Audiencia temtica ante la Comi-sin Interamericana de Derechos Humanos.Movimiento por la Paz con Justicia y Digni-dad. CENCOS & SERAPAZ, #MPJD Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. MovimientoPorLaPaz.mxtwitter:@MxHastalaMadre@MXLaPazMX@MPJDdoc@TerminalMXmail:[email protected]:[email protected]) Introduccin al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad B) Contexto de Seguridad Ciudadana en Mxico,Situacion General Desaparecidos / AsesinadosDesplazadosComunidades IndgenasC) Derechos de las Vctimas y reparacin Inte-gral.D) Las Caravanas del Consuelo y la Situacin de Seguridad Ciudadana y los Derechos Humanos I) #CaravanaNorteII) #CaravanaSurE) Petitorios! Al Poder Ejecutivo! Al Poder Judicial! Al Poder LegislativoF) AnexosFichas de Casos del Movimiento Por la Paz...miren a sus hijos y piensen, si fueran asesinados o desaparecidos, mutilados, decapitados, destroza-dos, esclavizados, como lo han sido nuestros hijos. Qu seran ustedescapaces de hacerpara recupe-rarlos y buscar justicia? Y esas respuestas convirtanlas en acciones. Araceli RodriguezDialogos Por la Paz II, Castillo de ChapultepecA) Introduccin: El Movimiento por la Paz Con Justicia y Dignidad y la Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos en MxicoEl Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad nace el 28 de Marzo del 2011 despus del asesinato de Juan Francisco Sicilia, hijo del poeta Javier Sicilia, y sus siete amigos Julio, Luis, Gabriel, Jess, Alvaro y Socorro el 27 de marzo de 2011, en Temixco, Morelos. Este crimen desbord la indignacin acumulada en miles de ciudadanos, que decidieron movilizarse a nivel nacional cansados de la violencia generalizada en el pas. La cohesin de este movi-miento reside en la innegable situacin de emergencia nacional que atraviesa Mxico, eviden-ciada por la sistemtica violacin a los derechos humanos, y en el nivel de impunidad de los victimarios, calculada en 98.5%. Esta grave situacin ha sido sealada de manera reiterada por el poeta y los representantes del Movimiento en diversas ocasiones, incluyendo los Dilo-gos por la Paz, reuniones sin precedente histrico entre el Ejecutivo y la sociedad civil, ade-ms de un encuentro con el poder Legislativo. En estos eventos, la exi-gencia del Movimiento ha sido que el Estado cambie su estrategia de seguridad por una con visin de Seguridad Humana y Ciudadana, adems de cumplir los seis puntos del Pacto Nacional expuestos como plataforma del Movimiento el 8 de Mayo en la Marcha Nacional en con-tra de la violencia. El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha realizado dos Ca-ravanas; una al norte en el mes de junio 2011 y otra al Sur en septiem-bre, con el objetivo de recorrer el territorio y hacer contacto con las vc-timas. A raz de ello, se ha convertido en un movimiento de movimien-tos de vctimas y organizaciones de la sociedad civil en todo el pas que buscamos unir nuestras fuerzas con el fin de detener esta masacre en contra de la poblacin civil,y de exigir al Estado Mexicano la justicia que nos ha sido negada por las autoridades as como la reparacin de los daos a las familias cuya vida ha sido tras-tornada. La fortaleza de este movimiento radica en que las y los integrantes son en su mayo-ra vctimas, que a partir de su encuentro se han empoderado y se han unido en torno a una causa comn: verdad y justicia con dignidad.El objetivo de este documento es presentar una visin sistmica del panorama de Derechos Humanos en Mxico generada por las polticas de Estado y la falta de capacidad de este para atender las denominadas bajas colaterales, las vctimas y familiares que forman parte del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. En referencia a la situacin desesperante que cada da debilita ms las instituciones sociales de la nacin, este ha declarado que es proba-blemente el ltimo movimiento por la paz de Mxico y busca activamente abrir canales de atencin integral para las vctimas que contemple justicia en todas sus vertientes, no slo a nivel individual, sino colectivo.En parti-cular el contexto nacional e internacional del 2011 est demostrando fallas y ruptu-ras en el sistema democrtico capitalista que ha llevado a la generacin del fen-meno de Indignados a nivel global, aque-llos que sienten que sus instituciones y gobiernos no representan sus intereses. Esta crisis del modelo se ha visto exa-cerbado en Mxico por las presiones que las polticas de seguridad estn gene-rando sobre el mismo, al desgastar cada vez ms las instituciones civiles y de Estado a todos los niveles. El sacar el ejrcito a las calles ha vulnerado, por ejemplo, a las fuerzas armadas, institu-ciones que han sido tradicionalmente respetada por su lealtad a la patria y por su labor en respuestas a catstrofes na-turales bajo el plan DN3. Las estadsticas Pgina 2 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. ElobjetivodelaSeguridad Humanaessalvaguardarel centrovitaldetodos losse-reshumanosdeamenazas crticasqueescapanasu control,entendiendopor centros vitaleslos derechos humanos,capacidadesb-sicas ynecesidadesabsolu-tas,quetodaslaspersonas e instituciones tienen la obli-gacin deproporcionar, pro-tegeryrespetar,porque estnrelacionadasconla supervivencia,elsustentoy ladignidad.Aspues,un conceptodeseguridadcen-tradoenlaspersonasylas comunidadesynoenlos Estados- Programa de las Naciones Unidos Para el Desarrollo http://www.undp.org.ar/Seis Puntos del Pacto Nacional por la PazExigimos esclarecer asesinatos y desapariciones y nombrar a las vctimasExigimos poner fin a la estrategia de guerra y asumir un enfoque de segu-ridad ciudadanaExigimos combatir la corrupcin y la impunidadExigimos combatir la raz econmica y las ganancias del crimenExigimos la atencin de emergencia a la juventud y acciones efectivas de recuperacin del tejido socialExigimos democracia participativano slo sealan un incremento alarmante en violaciones a Derechos Humanos por estas fuer-zas del Estado, sino que tambin ha habido un altsimo nmero de deserciones entre ellos, 44,200 elementos del 2007 al 2011. Paralelamente con este fenmeno, se ha presenciado el surgimiento de nuevos grupos paramilitares que atentan contra la seguridad de la ciudadana. Preocupados por la situacin que est viviendo nuestro pas en materia de violencia en contra de la poblacin por parte de la delincuencia organizada y de las fuerzas estatales que la com-baten, nos dirigimos a ustedes para presentar algunos de los aspectos queconstituyen viola-ciones a los derechos humanos de acuerdo a la Convencin Americana sobre Derechos Hu-manos (CADH).A raz de esta guerra, en Mxico se han registrado ms de 50 mil personas muertas y 10 mil desaparecidas a lo largo y ancho del pas.A estas cifras, se deben sumar aquellos casos que no son registrados por los medios de comunicacin, ni tampoco por la autoridad, debido a que no todas las personas denuncian por temor o por estar amenazadas. Las muertes y desapari-ciones, lejos de disminuir como lo pensaba el Gobierno Federal, est creciendo da con da velozmente a ritmos exponenciales y alarmantes. Si bien el mayor nmero de muertes y desapariciones se deben a la accin del crimen organi-zado, tambin se han documentado un nmero importante de casos donde ha habido la ac-cin directa del Estado principalmente por responsabilidad de los cuerpos policiales y milita-res. Por otro lado, el Estado Mexicano ha incurrido tambin en violaciones a los derechos hu-manos de las vctimas que denuncian los hechos ante las instancias de procuracin de justi-cia, sobre lo cual tratarn los prrafos subsiguientes.Es importante sealar que las personas ms vulnerables son las vctimas de escasos recur-sos, particularmente las nias y nios, jvenes, mujeres, y personas de comunidades indge-nas. Sus derechos son violados al momento de querer ejercer acceso a la justicia y exigir la investigacin seria al Estado de los hechos, as como la sancin a los responsables.B) Contexto de Seguridad Ciudadana en Mxico1. Seguridad con nfasis en el fortalecimiento del tejido social.Ante la emergencia nacional, hoy ms que nunca resulta necesario tomar medidas urgentes para detener esta guerra con su escalada de violencia yregenerar el tejido social y comunita-rio.Este momento histrico adverso y profundamente violento es resultado de estructuras econ-micas y sociales que generan desigualdad y exclusin. Aqu impera la muerte, muerte lenta causada por la miseria, la pobreza, el desempleo, la falta de oportunidades para el desarrollo pleno de nuestras vidas, y por la destruccin del ambiente. Se trata de una violencia sistmica donde los ms afectados provienen de los sectores excluidos, marginados y vulnerabilizados de esta sociedad: mujeres, jvenes, nios, migrantes, pueblos indgenas.Esta guerra es fruto del monopolio que est configurando el narcotrfico en nuestro pas a travs de sus interconexiones transnacionales de territorios e imponiendo sus reglas de ac-cin al Estado-Nacin, lo que implica la prdida de la capacidad gubernamental para decidir el rumbo de las polticas econmicas y responder a los grupos menos favorecidos, creando, a la vez, territorios-sin-gobierno, en donde las bandas se disputan el dominio del trasiego de la droga desde Sudamrica y Centroamrica hasta aqu paraenviarlas a Estados Unidos.As, la guerra contra el narcotrfico es una manifestacin de polticas y acuerdos internaciona-les que sitan a Mxico como el campo de batalla donde a los pobres de este pas y Cen-troamrica les toca pagar una alta cuota de vidas humanas para que las drogas lleguen a su destino y consoliden grandes negocios.Frente a este escenario, el Estado ha optado por una estrategia militar para enfrentar al cri-men organizado y la protesta social, privilegiando un proceso de militarizacin intensivo y ex- Pgina 3 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. tensivo de la seguridad pblica. Esta estrategia, y la diversificacin de la accin criminal, han impactado directamente la vida social de numerosas poblaciones, presas del secuestro, desa-pariciones; asesinatos; personas y familias desplazadas; y reclutamiento forzado de jvenes, en comunidades urbanas y rurales que quedan bajo control econmico, social y poltico de los grupos violentos. No podemos dejar a un lado que adems, tenemos un sistema de procuracin e imparticin de justicia incapaz de investigar y sancionar a quienes cometen los delitos y la violacin de derechos: el 98.5% de los delitos quedan impunes. Esta impunidad se explica por la enorme corrupcin e infiltracin por el narcotrfico en todos los niveles del Estado: federal, estatal y municipal. Segn datos que se han hecho pblicos por expertos, ms del 70% de los gobier-nos municipales se encuentran bajo presin del crimen organizado, por amenaza, o por co-rrupcin de los funcionarios.Todo ello ha provocado en la vida cotidiana de las personas y las colectividades, un profundo proceso de fragmentacin del tejido social.Para el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, el tema de seguridad ciudadana con-lleva a revisar tres problemticas que estn ntimamente relacionadas:1) una estrategia oficial centrada en sus componentes militares y policacos, que viola y pone en riesgo el cumplimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los mexicanos y mexicanas;2) la impunidad y corrupcin de instituciones del Estado y muchos de sus actores polticos.3) la ruptura del tejido social que estn padeciendo amplios sectores de la poblacin mexica-na, particularmente las juventudes, como consecuencia de la delincuencia organizada;Hemos constatado la gravedad de las situaciones violentas y el incremento de la vulnerabili-dad que ha producido en muchos lugares donde la estrategia de seguridad del gobierno fe-deral se ha venido implementado con mayor fuerza, colocando en una alarmante situacin de riesgo a la poblacin mexicana, particularmente a algunos grupos sociales, como juventudes, infancia, mujeres, familias, migrantes, pueblos y comunidades indias.El Movimiento ha planteado desde el 8 de mayo la urgencia de cambiar la estrategia actual de seguridad por una estrategia de seguridad humana y ciudadana, que desde una visin integral permita no slo la contencin de la violencia, sino la lucha contra las condiciones econmicas,sociales y polticas que la generan.El Movimiento considera que la Seguridad debe tener como objetivo la Seguridad Humana, es decir, la seguridad centrada en las personas y las comunidades, y no en los Estados, que sal-vaguarda el centro vital de todos los seres humanos de amenazas crticas que escapan a su control, entendiendo por centros vitales los derechos humanos, capacidades bsicas y nece-sidades absolutas, que todas las personas e instituciones tienen la obligacin de proporcionar, proteger y respetar, porque estn relacionadas con la supervivencia, el sustento y la dignidad.Al hablar del engarce entre seguridad humana y ciudadana, el Movimiento plantea la necesi-dad de apuntalar por un lado el desarrollo social sostenible, y fortalecer por otro, la gobernabi-lidad democrtica y la vigencia plena de los derechos humanos. Por ello a travs de un dec-logo propuso una serie de medidas, normas y acciones para avanzar desde ahora hacia la desmilitarizacin de la seguridad pblica, fortalecer el marco de derechos humanos y la pro-teccin debida a defensores y periodistas, reformar el sistema de procuracin e imparticin de justicia para eliminar la impunidad, detener el feminicidio y la violencia contra las mujeres, y transparentar a la sociedad la informacin sobre los compromisos que ha contrado el pas en materia de seguridad con el gobierno de los Estados Unidos, mediante la Iniciativa Mrida. Nos preocupa que el gobierno federal no haya retomado el dilogo con las defensoras y de-fensores de derechos humanos en la Secretara de Gobernacin, para concretar por fin un Mecanismo de Proteccin a Defensoras y Defensores de Derechos Humanos. Se trata en suma de reorientar una estrategia de seguridad que ha propiciado un altsimo costo social, y que no ha demostrado avances reales para garantizar proteccin a la ciudadana. Pgina 4 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. Aunque pareciera que la reforma a la Ley de Seguridad Nacional, que prioriza la seguridad del Estado en menoscabo de la seguridad de los ciudadanos, y pretende sentar la base para la regulacin de la violacin flagrante a la Constitucin, est en un impasse legislativo, lo que se hace evidente hasta el momento es que con Ley o sin ella, el gobierno federal, con la compli-cidad de gobiernos estatales ineficientes y omisos, siguen mancillando los artculos 21 y 129 que establecen sin equvocos que la seguridad pblica es una tarea de las autoridades civiles, y que en los tiempos de paz ninguna autoridad militar puede ejercer ms funciones que las que tengan exacta conexin con la disciplina militar. Por ello, exigimos nuevamente el respeto pleno de la constitucionalidad, y que no se sigan dando por la puerta trasera de los Operativos Conjuntos, de clara ilegalidad, ms facultades a los militares, ya que slo se demuestra con ello el fracaso de la autoridad civil, a quien le corresponde resguardar con eficiencia y hones-tidad la seguridad de las personas y las comunidades, ocasionando con ello una ruptura del histrico equilibro entre las autoridades civiles y las militares, en detrimento de las primeras. Esta estrategia del gobierno federal a las fuerzas militares se evidencia con el incumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pues en ellas se esta-blecen medidas de reparacin en la desaparicin forzada, la violacin sexual y la tortura, deli-tos de lesa humanidad cometidos en su contra por integrantes de las fuerzas armadas. Sin embargo, no ha habido ni medidas de reparacin, ni avances en las polticas pblicas para garantizar la no repeticin.El dao a este pas de la estrategia que defienden a capa y espada, es acaso irreparable. Uno de los fenmenos que ha creado esta visin militarizante es la operacin de grupos paramilita-res de limpieza social, al menos tolerados cuando no directamente promovidos por autorida-des federales, estatales y municipales. Por ello, insistimos en la urgente reconsideracin del paradigma punitivo y en avanzar hacia la seguridad con una perspectiva de derechos huma-nos enfatizando el fortalecimiento del tejido social y el combate frontal a la corrupcin e impu-nidad. Un segundo punto entonces fundamental para el Movimiento es el de ataque a la Corrupcin e Impunidad. De manera especial se propone la creacin de una Fiscala Nacional contra la Corrupcin, autnoma del poder ejecutivo y con los atributos necesarios para romper con la complicidad e impunidad que existe en las instituciones, que permita impulsar polticas para el desmantelamiento de las estructuras financieras de alto impacto, especialmente las que se dedican a la extorsin y al narco negocio, que permita igualmente el desmantelamiento de las estructuras, que desde los poderes formales y fcticos protegen y participan en actividades criminales.Es necesaria la armonizacin del marco legal nacional con las convenciones internacionales contra la corrupcin y el lavado de dinero, as como una institucionalidad intergubernamental para garantizar transparencia, investigacin y sancin efectiva a estos delitos. Refrendamos que combatir la corrupcin e impunidad, base del deterioro y del colapso institucional, exige una reforma estructural al sistema de justicia, que incluya la autonoma y la independencia del Ministerio Pblico, as como la urgente implementacin, desde una perspectiva derecho hu-manista, de la reforma penal oral y adversarial, as como la depuracin de los cuerpos de se-guridad, no slo de las instancias policiacas sino tambin de las fuerzas armadas.El tercer campo de propuestas del Movimiento se refiere a la reconstruccin del tejido social, con nfasis en las juventudes. Se requiere construir una propuesta de polticas pblicas de carcter extraordinario para atender la profunda gravedad y multidimensionalidad de la pro-blemtica que viven, pues a partir de lo que acontece en la realidad del pas, y del anlisis de las polticas y programas gubernamentales actualmente existentes que hace el Movimiento, stos no responden en su enfoque y diseo a esta condicin de emergencia.Por ello el Movimiento propone y defiende un Plan Nacional de Emergencia para la recons-truccin del tejido social. Dicho plan debe elaborarse desde una perspectiva integral que in-cluya a los diversos mbitos de la vida econmica, social y cultural, tales como la educacin, el empleo, la salud, el acceso a la justicia y la participacin social, as como una poltica parti-cularmente dirigida a los grupos y comunidades en mayor riesgo: nias y nios, mujeres, fami-lias, jvenes y migrantes. Pgina 5 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. Este ejercicio requiere un diagnstico que permita identificar con claridad amenazas y riesgos, as como las acciones necesarias para los diversos grupos poblacionales desde una visin integral y territorial, y un marco normativo que genere condiciones de respuesta en esta lgi-ca, como puede ser una Ley para la situacin de emergencia nacional que ahora vivimos. Particularmente nos preocupa la situacin de millones de jvenes que encuentran mltiples obstculos para educarse, desarrollarse y vivir dignamente, al desconocer sus derechos y hacerlos vctimas incluso de la criminalizacin y discriminacin por parte del Estado, que son tambin vctimas de la delincuencia organizada. Un eje que ellos han colocado con firmeza, es la necesidad de impulsar un Acuerdo Nacional para la ampliacin de la matrcula en la educacin media superior y superior, as como el inmediato incremento del presupuesto para ello.Otro sector especialmente vulnerable en este contexto son los pueblos y comunidades indge-nas. Es necesario aplicar las medidas que garanticen el respeto a sus derechos colectivos, con el fin de salvaguardar su territorio e integridad comunitaria, tanto a nivel general, como en los casos especficos que en ella fueron presentados en este proceso: Ostula, Chern, Wiriku-ta, Acteal y la Voz del Amate, Chiapas. La paz con justicia y dignidad no es una consigna hueca, para llenarla con polticas pblicas, fundamentadas en planes de compensacin social impuestos desde fuera, que no resuelven los problemas de inequidad social y pobreza, ya fracasados. Es una visin integral de reconstruccin del pas, y por ello la lucha social y pac-fica de este Movimiento, se refuerza y fortalece cada da.2. Saldos de la poltica de la Seguridad Nacional contra el Narcotrfico.El saldo que ha dejado la estrategia de seguridad nacional del gobierno federal es devastador: miles de personas asesinadas, secuestradas, desaparecidas y desplazadas, cuyas vctimas se han acercado al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad reclamando verdad y justi-cia.Frente a este escenario y particularmente en lo que se refiere a las desapariciones y a los desplazamientos forzosos, el Estado Mexicano no ha sabido cmo actuar; y no ha adecuado estrategias, instituciones, o protocolos para garantizar que esto se detenga y se encuentren a las personas, lo cual deja en absoluta indefensin a las vctimas. El Estado Mexicano no in-vestiga las desapariciones argumentando que no est tipificada como un delito, cuando se sabe que son secuestros y asesinatos; los casos de personas desplazadas por la violencia, son absolutamente invisibles para el Estado. 2a. Personas DesaparecidasLas desapariciones en nuestro pas se han multiplicado en los ltimos 5 aos, siendo los Es-tados del norte los de mayor incidencia. En este contexto, en diciembre de 2009, familias de personas desaparecidas en Coahuila que haban empezado a agruparse, dieron origen a las Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC), que en el ltimo mes decidieron ampliarse a todo el Pas debido a que este fenmeno se est presentando ya en todos los Estados.Las familias que integran FUUNDEM sostienen que ninguna autoridad estuvo en condiciones de prevenir o auxiliar en el momento de la desaparicin; que todas las familias han sufrido las omisiones de las autoridades policiales y del Ministerio Pblico, en las primeras horas poste-riores a la desaparicin (o no se integraron las averiguaciones previas, o no se hizo una bs-queda inmediata de las persona desaparecida); y que ninguna persona ha aparecido.Este movimiento de familiares se ha caracterizado por lograr una interlocucin constante y en ascenso desde los primeros momentos con las autoridades locales: el Fiscal General; el Go-bernador; el Secretario de Gobierno; y a nivel federal con: el Presidente de la Repblica; el Secretario de Gobernacin; y la Procuradora General de la Repblica.El 29 de julio pasado, el Secretario de Gobernacin tuvo un encuentro con alrededor de 300 familiares de personas desaparecidas, tanto de Coahuila como de otras partes del pas. En ese encuentro FUUNDEM formaliz siete demandas: Pgina 6 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 1. Programa nacional de bsqueda inmediata; 2. Elaboracin de un registro nacional de vctimas; 3. Atraccin federal de todos los casos de desaparicin de personas; 4. Creacin de una Fiscala Especial para Personas Desaparecidas; 5. Implementacin de protocolos nacionales de investigacin de las desapariciones; 6. Creacin de un programa general de apoyo a familiares de personas desaparecidas; 7. Que el Gobierno de Mxico asuma las recomendaciones del informe preliminar del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarios de la ONU.A pesar de los dilogos entre el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, en los queFUUNDEM particip, ninguna de las siete demandas ha sido cumplida. De hecho, el pasado 15 de octubre del 2011 en un encuentro con la Procuradora General y sesenta representantes de FUUNDEM, la funcionaria declar que ella desconoca sobre la demanda de la creacin de una Fiscala Especial, a pesar de los ms de diez encuentros con la Secretara de Goberna-cin, en donde nos aseguraron de que los canales de comunicacin entre esas secretaras de Estado, eran constantes.En todos los casos existen diversos grados de complicidad de autoridades con los grupos de la delincuencia organizada: desde la abierta colusin con la entrega a estos grupos de las personas que llegan a detener, hasta las omisiones estructurales en los primeros momentos tras las desapariciones. FUUNDEM ha documentado casos de desaparicin forzada, a manos de la Marina y Armada de Mxico, del Ejrcito Mexicano y de corporaciones policiales de todos los niveles.La reiterada justificacin de las instituciones del gobierno mexicano, al sealar a las vctimas de la violencia como daos colaterales o criminalizarlos, pretendiendo con esto eximir su res-ponsabilidad en materia de Derechos Humanos, solo ha implicado favorecer el incremento de la violencia y la impunidad. La seguridad tiene que ver con la certeza del ejercicio y vigencia de los derechos humanos de las personas y pueblos, sin embargo el contexto en el que se estn dando las Desapariciones Forzadas o Involuntarias de personas, la recurrencia, patrones, los perfiles de la vctimas, y la aquiescencia de las autoridades, nos permite afirmar que el Estado mexicano est incum-pliendo su obligacin de garantizar los derechos humanos, y est vulnerando los derechos a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal, a las garantas judiciales, a la libre cir-culacin y a la proteccin judicial.2b. Personas DesplazadasAunado a las miles de muertes y desapariciones provocadas por la guerra contra la delin-cuencia organizada, se ha presentado un fenmeno sobre el cual no existen datos oficiales y apenas algunos estudios realizados por organizaciones internacionales o de estimacin esta-dstica, para analizar el problema de las personas que se han visto obligadas a desplazarse de sus lugares de origen, huyendo de la violencia y muerte provocada por la llamada guerra contra el narcotrfico que hoy se libra en gran parte del territorio nacional.Para la Oficina de Coordinacin de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, la defini-cin de este fenmeno se describe claramente en el documento Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, de la siguiente manera: "personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a escapar o huir de su hogar de residencia habitual, en particu-lar como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catstrofes naturales o provoca-das por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente recono-cida". Pgina 7 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. A pesar de que ha sido documentado que muchos mexicanos han cruzado la frontera con Estados Unidos huyendo de la violencia relacionada con los crteles de la droga, convirtin-dose de facto en refugiados1, este apartado se enfoca exclusivamente en aquellas personas ycomunidades que han sido desplazadas dentro del territorio mexicano a causa de esta ola de violencia.Hay varias razones por las cuales el desplazamiento forzado interno de mexicanos ha sido casi invisible.Primero, existe un vaco legal e institucional con respecto al desplazamiento interno en Mxico, a pesar de que el pas experiment desplazamiento en el Estado de Chia-pas a raz del levantamiento Zapatista de 1994.2Mxico no ha sancionado una Ley de Des-plazamiento Interno que incorpore los Principios Rectores del Desplazamiento Interno al sis-tema legal nacional,3 ni tiene a nivel federal ninguna institucin o punto focal que sea respon-sable de proteger a los desplazados internos. Por tanto, existe en Mxico un desconocimiento generalizado acerca del marco legal internacional de proteccin a los desplazados internos y acerca de la condicin de desplazamiento como una situacin de especial vulnerabilidad le-galmente definida.En otros trminos, hay una barrera normativa y conceptual que ha impedi-do que el desplazamiento sea identificado y documentado. En otras palabras, en el Estado no existen instituciones capacitadas para responder a casos de desplazamiento forzado, y en la misma medida, las vctimas no se reconocen como tales.Segundo, el desplazamiento interno a causa de esta violencia se ha producido en forma si-multnea a varios patrones de movimientos migratorios.Esto, sumado a la laguna normativa y conceptual mencionada, ha hecho que simplemente se asimile al desplazamiento forzado con la migracin voluntaria. Tercero, incluso si esta laguna normativa no existiese, metodol-gicamente es difcil distinguir la migracin voluntaria del desplazamiento forzado. Tercero, los medios de comunicacin han brindado mayor atencin a otros abusos y atrocida-des cometidas por los crteles de la droga, incluyendo los asesinatos en masa de transmi-grantes centro y sudamericanos en el Estado de Tamaulipas. Quinto, las instituciones del Es-tado han tenido la tendencia a minimizar o ignorar el desplazamiento como una incmoda consecuencia de una situacin de violencia que es por s misma una gran piedra en el zapato para el actual rgimen. 2b.1 Patrones de desplazamiento forzado internoHa habido dos patrones principales de desplazamiento forzado interno en Mxico como con-secuencia de la violencia de los crteles.El primer tipo es el desplazamiento de un grupo numeroso de personasun desplazamiento masivocausado por un incidente intenso de violencia o por una amenaza directa dirigida a un grupo de personas. Estos desplazamientos masivos han recibido atencin meditica y alguna respuesta por parte de autoridades locales, Pgina 8 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 1 La cuestin del estatus legal de las personas que buscan asilo bajo la Convencin de 1951 sobre el refugio como consecuencia de la violencia criminal no est completamente definida.ACNUR ha indicado en su Nota de Orientacin sobre las Solicitudes de la Condicin de Refugiado Relacionadas con las Vctimas de Pandillas Organizadas que [] la interpretacin de los motivos de la Convencin de 1951 debe ser global y lo suficientemente flexible como para abarcar a grupos emergentes y responder a nuevos riesgos de persecucin.2 Este informe no abarca el desplazamiento interno causado por la rebelin Zapatista de 1994 en el Estado de Chiapas, donde todava hay cerca de 8,000 personas desplazadas. Tampoco se ocupa del desplazamiento en los Estados sureos de Oaxaca y Guerrero, de donde recien-temente han huido personas a raz de la violencia entre comunidades divididas en facciones religiosas y de grupos polticos, as como la causada por la contienda de los grupos paramili-tares por el control poltico y territorial. Para obtener informacin sobre estas situaciones, vase www.internal-displacement.org/countries/mexico.Sobre Chiapas, vase Zebada, Emilio, El Desplazamiento Interno en Mxico.3 En las Amricas, Colombia, Guatemala, Per, y los Estados Unidos han adoptado leyes para incorporar los Principios Rectores en la Legislacin Nacional.En Mxico hubo una iniciativa para adoptar una Ley sobre el Desplazamiento Interno en 1998, pero esta fracas en el Se-nado. puesto que han derivado en pueblos fantasma en zonas de Tamaulipas, Chihuahua, Michoa-cn y Veracruz.El segundo tipo es el desplazamiento de personas o familias en forma indivi-dual o gota a gota, en el cual las personas huyen del riesgo que la presencia de grupos ar-mados en su lugar de residencia significa para ellos/as, o de una amenaza especfica dirigida a una persona o a su familia.Estos desplazamientos han sido virtualmente invisibles en el debate nacional.Desplazamientos masivosDesplazamiento masivo en TamaulipasEn 2010, la violencia de los crteles de la droga golpe con especial dureza al Estado de Ta-maulipas, el cual confronta enormes problemas de seguridad a raz del enfrentamiento de dos crteles de la drogael de los Zetas y el del Golfopor el control de las rutas del narcotrfi-co. Segn algunas fuentes, la violencia se ha extendido a 11 municipios de Tamaulipas as como a los Estados vecinos.4 Los municipios ms afectados son Guerrero, Mier, Miguel Ale-mn, Camargo y Daz Ordaz. Segn varias fuentes, los crteles de la droga controlan ms del 90 por ciento de Tamaulipas.5 Unas 1.800 viviendas construidas por el INFONAVIT, la agencia estatal de vivienda social, en tres municipios de Tamaulipas, han sido abandonadas.6Durante 2010, el control de los crteles en Ciudad Mier aument significativamente: los gru-pos mantuvieron tiroteos abiertos en las calles, incendiaron viviendas, negocios y dependen-cias gubernamentales, incluida la comisara de polica.Segn los habitantes de esta locali-dad, antes de huir no salan de sus casas despus de las cinco de la tarde y dorman en el suelo por temor a verse atrapados por el fuego cruzado.7 Los crteles tambin se han apro-piado de viviendas y han instalado retenes en carreteras.8Como consecuencia de la violencia, las personas que contaban con los medios necesarios empezaron a abandonar Ciudad Mier a comienzos de 2010, ya sea cruzando la frontera entre Mxico y Estados Unidos a las ciudades vecinas de Zapata, Roma y McAllen en Texas, o diri-gindose a otros Estados dentro de Mxico.El grado de conmocin aument a comienzos de noviembre de 2010 a raz de una amenaza abierta contra todos los habitantes de Ciudad Mier emitida por los Zetas, que anunciaron que mataran a toda persona que permaneciera en la ciudad. Esta amenaza caus la huida de unas 400 personas que no haban podido abandonar la ciu-dad durante el ao, a la vecina Ciudad Miguel Alemn, donde buscaron refugio en el saln comunal. Diversas organizaciones benficas y la administracin local suministraron alimentos y atencin sanitaria a los desplazados internos. Pgina 9 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 4 La Jornada, 12 de noviembre de 2010, La guerra Golfo-zetas, en 11 municipios tamaulipe-cos; nueve son fronterizos con EU, disponible en www.jornada.unam.mx/2010/11/12/index.php?section=politica&article=007n1pol andwww.jornada.unam.mx/2010/11/12/index.php?section=politica&article=009n2pol5 Wall Street Journal, 19 de noviembre de 2010, http://online.wsj.com/article/SB129021166074559235.html.Un estudio preparado para un Comit del Senado, titulado Gobiernos Municipales y Crimen Organizado mostr que 195 municipalidades en Mxico estn bajo el control absoluto de los crteles de la droga, y otras 1,536 estn infiltradas por las organizaciones criminales.Citado en Mexicos Drug Traffick-ing Organizations: Source and Scope of the Rising Violence, US Congressional Research Service, Enero, 2011. 6 El Maana, 29 de octubre de 2010, disponible enhttp://www.elmananarey.com/diario/noticia/tamaulipas/noticias/abandonan_casas_del_infonavit_en_municipios_fronterizos/9263907 Revista Proceso, 14 de noviembre de 2010, Tamaulipas: Vientos de Barbarie.8 Reforma, 14 de noviembre de 2010, Envan 3 mil militares al norte de Tamaulipas.Segn funcionarios estatales y otras fuentes, los desplazados ya habran regresado a Ciudad Mier,9 pero no se ha documentado si han podido reanudar sus vidas en su lugar de residencia. De todas formas, la situacin en Mier es precaria. Todos los nios que habitaban en una casa hogar para hurfanos en Ciudad Mier han sido trasladados indefinidamente al vecino munici-pio de Reynosa.10Se dice que el alcalde de Ciudad Mier vive al otro lado de la frontera, en Estados Unidos; las escuelas han cerrado y, segn lderes comunitarios locales, hay una au-sencia total de instituciones estatales en lo que actualmente se conoce como una ciudad fantasma.11 Desplazamiento masivo en MichoacnEl Estado de Michoacn tambin ha sido uno de los Estados ms afectados por la violencia de los crteles de la droga.Desde Diciembre de 2006, un total de 1751 personas han perdido la vida en relacin con esta violencia en Michoacn.A fines de Mayo de este ao, un violento enfrentamiento en la zona llamada tierra caliente de Michoacn, entre el Crtel de La Familia con una faccin del mismo autodenominada Caballeros Templarios, provoc la muerte de varias decenas de personas y el desplazamiento de hasta 2,000 personas.12Familias resi-dentes de las reas rurales o rancheras donde los enfrentamientos armados tuvieron lugar (Pizndaro, Vicente Guerrero, Purpero y Paredes Dos) abandonaron sus lugares de residen-cia por miedo a ser alcanzados por la violencia.13

Se report que los desplazados huyeron hacia los cascos urbanos de Buenavista, Tomatln, yApatzign, donde fueron temporalmente alojados por las autoridades y por la Iglesia local en escuelas y en casas parroquiales.El Director de la Defensa Civil report que se proveyeron mantas, colchonetas, y algo de comida, pero no hubo una evaluacin detallada de las necesi-dades de los desplazados y de las brechas de proteccin.La entrada del ejrcito en la zona unos das despus puso fin a los enfrentamientos.Se re-port que los desplazados fueron regresando a sus rancheras de origen conforme la violencia termin.Eventos de alta intensidad como este, y los desplazamientos masivos que siguen, evidencian la necesidad de crear sistemas de alerta temprana y sistemas de respuesta y proteccin a nivel federal.De lo contrario, como ocurri tanto Tamaulipas como en Michoacn, la respues-ta es improvisada por las autoridades locales y depende de la buena voluntad de stas y de otras organizaciones, notablemente la Iglesia. Desplazamientos individuales o invisiblesEl segundo patrn de desplazamiento es mucho menos visible pero mucho ms significativo en trminos de cifras totales (la cuestin de las cifras se aborda en la seccin 3).Este des-plazamiento se est produciendo en forma constante pero, como se dijo antes, es comnmen-te confundido con la migracin y es difcil de documentar.Para documentar esta forma de desplazamiento es necesario utilizar indicadores o fuentes alternas de informacin (proxies), o hacer seguimientos o estudios utilizando metodologas comnmente aplicadas por demgra- Pgina 10 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 9 Milenio, 17 de noviembre de 2010, disponible en http://www.milenio.com/node/58000510 El Universal, 23 de noviembre de 2010, www.eluniversal.com.mx/notas/725519.html11 Jornada, 11 de noviembre de, 2010, disponible en www.jornada.unam.mx/2010/11/11/index.php?section=politica&article=005n1pol12 AFP, Mxico: Combates de Narcos Provocan xodo de 2000 personas en Michoacn, dis-ponible en http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5h18jAloEDKDFry6vohRuq3PqZaxw?docId=CNG.c6798cc20bc910b68b5a96063d46bf4d.3113 Zcalo, http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/reportan-exodo-por-enfrentamientos-en-michoacanfos y socilogos.Debido a la relativa complejidad para llevar a cabo estos estudios, (adems del vaco conceptual antes mencionado), hasta el momento no se ha documentado esta forma de desplazamiento en forma sistemtica en los estados ms afectados por la violencia en la repblica.Sin embargo, existen algunas fuentes de informacin alternas confiables que muestran la magnitud de esta forma de desplazamiento en algunos Estados y localidades.El censo na-cional realizado por el Instituto Nacional de Estadstica y Geografa (INEGI) es quiz la fuente de informacin ms sistemtica y confiable. La edicin de 2010 del censo incluy una pregun-ta especfica para identificar el nmero de viviendas abandonadas, y mostr que en los esta-dos ms afectados por la violencia existen miles de viviendas abandonadas.Por ejemplo, Tamaulipas y Chihuahuaestados fronterizos fuertemente afectados por el enfrentamiento continuo entre los Zetas y el Crtel del Golfo el primero, y el Crtel de Sinaloa y el Crtel de Jurez el segundoregistraron respectivamente 211,000 y 230,000 viviendas abandonadas.A pesar de que el censo no provee informacin sobre la razn por la cual las personas han abandonado sus viviendas, el propio INEGI ha declarado que la violencia generalizada en los estados fronterizos del norte podra ser la causa.14

Adicionalmente, un estudio realizado por la Universidad Autnoma de Ciudad Jurez (UACJ) el nico de este tipomostr la magnitud de esta forma de desplazamiento en la ciudad fronteriza del mismo nombre.A travs de una encuesta administrada a una muestra estadsti-camente representativa de familias en Ciudad Jurez y sus alrededores, el estudio de la UACJ mostr que unas 230,000 personas habran abandonado esta zona huyendo de la violencia desde 2007.Los resultados indicaron que la mitad de los desplazados habran permanecido en Mxico como desplazados internos, y que la otra mitad habra cruzado a los Estados Uni-dos.Los encuestados tambin indicaron que sus parientes o amigos que abandonaron la ciudad se habran ido sobre todo a los Estados de Coahuila, Durango, y Veracruz, o a otras localidades en el mismo estado de Chihuahua.Su situacin y condiciones de vida en tanto desplazados internos son desconocidas pues ninguna agencia o institucin ha hecho segui-miento al desplazamiento forzado dentro del pas. Otras fuentes locales en Jurez tambin muestran la evidencia de este xodo. Segn el Insti-tuto Municipal de Planeacin, en Jurez hay unos 116.000 hogares vacos.15 Segn la Cma-ra de Comercio, durante los ltimos tres aos alrededor de 11.000 negocios han cerrado sus puertas.16 El Secretario de Educacin revel que unos 11.000 alumnos no se han reincorpora-do a la escuela (en el Estado de Chihuahua). 2b.2 Cifras totales de desplazamientoComo se indic antes, el desplazamiento forzado interno en Mxico no ha sido documentado en forma sistemtica.En consecuencia, es casi imposible obtener una cifra global del despla-zamiento causado por la violencia de los crteles de la droga en Mxico. Sin embargo, si se agrega la cifra arrojada por el estudio de la UACJ del desplazamiento en Jurez y sus alrede-dores a las cifras de los desplazamientos masivos de Tamaulipas y Michoacn, se tiene que unas 117,000 personas habran sido desplazadas internamente desde 2007.17Es evidente que el patrn de desplazamiento individual o invisible sera responsable de la gran mayora Pgina 11 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 14 Proceso, Por inseguridad, abandonadas 18.5% de viviendas en la frontera: INEGI disponi-ble en http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/pdfExclusiva/8882315 Instituto Municipal de Planeacin, http://nortedigital.mx/noticias/local/3607/.16 www.eluniversal.com.mx/notas/704901.html17 En lo que concierne a las personas que atravesaron la frontera Mxico-Estados Unidos huyendo de la violencia, no existen cifras consolidadas.3,231 Mexicanos solicitaron asilo en Estados Unidos en 2010.Sin embargo, esta cifra total no especifica la causa de la solicitud, ni tampoco da cuenta, obviamente, de las personas que cruzaron la frontera en forma ilegal huyendo de la violencia.Para las cifras de solicitudes de asilo, ver US Department of Justice,Immigration Courts Asylum Statistics, disponibles en http://www.justice.gov/eoir/efoia/FY10AsyStats.pdfdel desplazamiento total, mientras que eventos aislados de desplazamientos masivosque son los ms visiblesseran responsables de una porcin mucho menor del desplazamiento total.Esto dicho, y a pesar de que es importante establecer la magnitud del fenmeno de desplazamiento, tambin hay que notar que la cuestin de las cifras no puede ni debe conver-tirse en el centro del debate.Lo fundamental es la proteccin de los desplazados; esto se aborda en la seccin que sigue. 2b.3 Obligacin de proteger derechos y acciones a futuroDebido a la falta de informacin sobre los desplazados internos por la violencia de los crteles de las droga, no se sabe con exactitud qu problemas de proteccin18 enfrenta esta poblacin. Es claro que no todas las personas que se han desplazado son personas vulnerables desde una perspectiva de proteccin humanitaria: muchos de los que se han ido de las zonas de violencia son dueos de negocios pequeos y medianos y profesionales independientes de clase media-alta que restablecieron sus medios de subsistencia, en muchos casos al otro lado de la frontera, en ocasiones obteniendo visas de inversionistas.De hecho, se va visto que la gente que tiene alguna forma de capital ya sea econmico, social, o intelectual ha abandonado su lugar de residencia como medida precautoria.La relacin comnmente observada en situaciones de violencia entre situacin econmica y re-sistencia a la violencia, segn la cual la gente que puede huye de la violencia ms tempra-notiene una menor resistencia a niveles de violencia que aquellos que no tienen los me-diosha sido claramente evidenciada en la zona de Jurez, donde existe informacin dispo-nible. Sin embargo, muchas de las personas que han sido forzadas a irse son personas vulnerables sin esas formas de capitalgente que viva en zonas casi completamente controladas por el crimen, como El Porvenir y Prxedis G. Guerrero alrededor de Jurez. Se cree que estos desplazados se han mantenido a s mismos o se han servido de la familia extendida como red de apoyo principal.19Pero no se sabe ms sobre su situacin.Recabar informacin sobre la situacin de los desplazados es, por tanto, un rea que debera ser prioritaria para el Estado.Una cuestin de proteccin que s es evidente tiene que ver con los derechos de propiedad. Teniendo en cuenta la gran cantidad de viviendas que han sido abandonadas por los despla-zados, es claro que es necesario ejecutar programas para proteger la propiedad dejada atrs por ellos.20En El Porvenir y Prxedis G. Guerrero, en Valle de Jurez, poco queda ya de la mayora de las viviendas, aparte de la estructura bsica de cemento: todas las puertas, venta-nas y aseos han sido destruidos o robados. Algunas personas dicen haber tenido que pagar a guardias de seguridad con su propio dinero para proteger sus hogares.21 Pero ms all de Jurez, en el caso de los desplazamientos individuales, es fundamental mirar estos movimien-tos migratorios desde la perspectiva del desplazamiento forzado. Es obligacin de las agen-cias estatales deben hacer todo lo posible para documentar la magnitud de este fenmeno. Pgina 12 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 18 El trmino proteccin se utiliza ac en el sentido de acceso a derechos en situaciones de conflicto armado que requieren una respuesta humanitaria, siguiendo la definicin interna-cional de proteccin: todas las actividades enderezadas a garantizar el pleno respeto de los derechos de las personas conforme a la letra y el espritu de las normas internacionales apli-cables, i.e., el derecho internacional de los derechos humanos, el derecho internacional hu-manitario, y el derecho de refugio. 19 Entrevistas con Rodolfo Rubio, Colegio de la Frontera Norte; Wilebaldo Martnez y Socorro Velsquez, Universidad Autnoma de Ciudad Jurez, 17 de noviembre de 2010.20 Al respecto, ver los Principios de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y la Restitucin de la Propiedad de los Refugiados y Desplazados Internos (The Pinheiro Principles), disponibles en http://www.unhcr.org.ua/img/uploads/docs/PinheiroPrinciples.pdf21 Entrevista con Gustavo de la Rosa, Visitador de la Comisin Estatal de Derechos Humanos, Ciudad Jurez, 18 de noviembre de 2010. En el caso de los desplazamientos masivos descritos en la seccin 2, las autoridades estata-les y federales deben asegurar que se brinde proteccin y apoyo humanitario a las personas desplazadas, de modo que puedan disfrutar de todos sus derechos, conforme establecen los Principios Rectores. Esto incluye la creacin de sistemas de alerta temprana y de sistemas de respuesta a nivel Federal.Adicionalmente, es necesario trabajar activamente para buscar soluciones duraderas al desplazamiento,22 ya sea a travs de su retorno, integracin en el lugar de desplazamiento, o reubicacin en un tercer lugar.En el caso de desplazamientos prolongados, se debe garantizar, por ejemplo, la matriculacin de los nios en las escuelas locales, la existencia de oportunidades laborales para los adultos, y el acceso a los servicios pblicos.En el marco normativo del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la falta de actua-cin y omisin del Estado mexicano para atender esta violacin a los derechos humanos, al igual que todos aquellos derechos sociales que de este fenmeno se desprenden, incrementa el agravio de la poblacin desplazada al ver violentados sus derecho al goce y disfrute de los siguientes preceptos contenidos en la Convencin Americana sobre Derechos Humanos: De-recho al Reconocimiento de la Personalidad Jurdica; Derecho a la Integridad Personal; Pro-teccin de la Honra y de la Dignidad; Proteccin a la Familia; Derechos del Nio; y Derecho a la Propiedad Privada.2c. La inseguridad y el abandono de comunidades indgenas.A continuacin exponemos la situacin de tres comunidades indgenas que han tenido que recurrir a la autoproteccin frente a la inseguridad en la que viven, provocada por la violencia del crimen organizado y la nula respuesta de las autoridades.Ostula, MichoacnManifiesto de Ostula y pronunciamiento sobre el derecho a la autodefensa indgena.Nosotras y Nosotros del pueblo Nahua, Nosotras y Nosotros del pueblo Wixrika, Nosotras y Nosotros del pueblo de los Purhepechas, Nosotras y Nosotros del Pueblo Binniz, Nosotras y Nosotros del pueblo Hahuu, Nosotras y Nosotros del pueblo Coca, Nosotras y Nosotros del pueblo Tzeltal, Nosotras y nosotros del pueblo u Sabi, Nosotras y Nosotros del pueblo Ra-rmuri.Reunidos en la XXV Asamblea plenaria del Congreso Nacional Indgena Regin Centro-Pac-fico, realizada en el territorio indgena de la costa Nahua de Michoacn, hemos reflexionado durante estos das con relacin al despojo y defensa de los territorios indgenas y la explota-cin de nuestros pueblos y comunidades, tambin hemos compartido la palabra sobre nues-tras culturas, leyes autogobierno, y el ejercicio de la autonoma en los hechos.Despus de analizar la situacin que hoy existe en la mayora de nuestros pueblos, naciones, comunidades y tribus, hemos resuelto emitir al Congreso Nacional Indgena, a la Otra Cam-paa nacional e internacional y a la gente honesta, digna y rebelde de nuestra sociedad na-cional e internacional el presente manifiesto:1. Damos a conocer que actualmente nuestros pueblos somos vctimas de despojos violentos de nuestros territorios y recursos naturales, en donde se ha asesinado, desaparecido y encar-celado a cientos de hermanas y hermanos indgenas, tanto en nuestro pas como en el conti-nente. Los malos gobiernos capitalistas neoliberales han practicado, en complicidad con las empresas transnacionales y nacionales, las polticas de desprecio, discriminacin, destruccin y muerte que han impedido el ejercicio de nuestro derecho a la autonoma y libre determina-cin. Pgina 13 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 22 Al respecto, ver el Marco de Soluciones Duraderas al Desplazamiento adoptado por el Comit Inter-Agencial de Naciones Unidas, disponible en http://www.brookings.edu/~/media/Files/rc/reports/2007/09displacementends/2007_durablesolutions_Spanish.pdf2. En el marco de los tratados de libre comercio, las reformas constitucionales y legales pro-movidas por los malos gobiernos a travs de sus legisladores de todos los partidos polticos, han aprobado la modificacin de leyes y de nuestra Constitucin de 1917, poniendo en el mercado nuestras tierras, territorios, recursos naturales, as como conocimientos y saberes indgenas. Desconocemos como pueblos indgenas este conjunto de reformas que ponen en riesgo la integridad de nuestros pueblos y la vida misma de los seres humanos. Reafirmamos nuestro reconocimiento a los Acuerdos de San Andrs, como la Ley Suprema y Constitucin de los Pueblos Indgenas de Mxico.3. La intromisin de los malos gobiernos y las empresas en nuestras comunidades y pueblos, se ha dado a travs de sus programas gubernamentales que las dependencias, funcionarios, partidos polticos y empresarios a travs de mentiras, corrupcin engaos y traiciones han venido imponiendo sin consultar a nuestras comunidades. El PROCEDE, PROCECOM, la SEMARNAT, Secretara de Turismo, SEDESOL, INEGI, Procuradura Agraria, el CDI, La im-puesta Secretara de Pueblos Indgenas de Michoacn, entre otras, han promovido y solapado la imposicin y el engao que los malos gobiernos y las empresas realizan en nuestros territo-rios y especficamente en la costa de Michoacn en donde se impulsan el proyecto de desa-rrollo integral turstico y el proyecto carretero Coahuayana Lzaro Crdenas, que buscan de-sincorporar del rgimen comunal y ejidal las tierras de las comunidades indgenas y campesi-nas de la regin.-4. Lo anterior es una manera en que los malos gobiernos cooptan, confunden, controlan y someten a muchas de nuestras comunidades, generando divisionismo y confrontaciones que han permitido a los malos gobiernos facilitar la represin, el asesinato y la crcel.5. Hemos agotado todas las vas legales y jurdicas para la defensa y reconocimiento de nues-tras tierras y territorios y slo hemos recibido negativas, moratorias, amenazas y represin por parte del Estado, como es el caso de esta comunidad de Santa Mara Ostula. El camino que sigue es continuar ejerciendo nuestro derecho histrico a la Autonoma y libre determinacin. Insistimos en que la tierra, que es nuestra madre, NO SE VENDE, CON LA VIDA SE DE-FIENDE.6. Exigimos el respeto a los acuerdos y decisin asumidos por las hermanas y hermanos co-muneras y comuneros indgenas de la comunidad nahua de Ostula, aprobados en su asam-blea general, que han acordado la recuperacin por la va de los hechos de las tierras que les pertenecen. Responsabilizamos a los malos gobiernos federal y estatal de cualquier accin represiva que se ejerza en contra de nuestras hermanas y hermanos indgenas Nahuas de Ostula. Exhortamos a todas y todos pueblos, naciones y tribus participantes en nuestro Con-greso Nacional Indgena y adherentes a La Otra Campaa, a estar alertas y en permanente comunicacin.7. Manifestamos nuestra disposicin a continuar participando en la Jornada Nacional e Inter-nacional por la libertad inmediata e incondicional de los 12 presos polticos de San Salvador, Atenco, Estado de Mxico. Manifestamos nuestro extremo repudio al etnocidio expresado en la violencia y la represin de que han sido vctimas las hermanas y hermanos indgenas de la zona amaznica de Per, implementado por el mal gobierno de Alan Garca. De la misma manera manifestamos nuestra indignacin por la violenta represin en contra de los hermanos oaxaqueos que fueron desalojados del plantn que mantenan frente a las instalaciones de la empresa minera en San Jos del Progreso y La Magdalena, Ocotln de Morelos en Oaxaca, manifestamos nuestra solidaridad con las hermanas y hermanos de Bachajn Chiapas que actualmente enfrentan una lucha frontal contra el gobierno federal y del estado por mantener ycuidar sus territorios, recursos naturales y gobiernos autnomos. Denunciamos que los her-manos nahuas Pasiano Antonia Agustina, presidente del comisariado, Jos Antonio Dorantes, Ramn Navarro y Octaviano Martnez todos ellos de la comunidad de Chimalaco, quienes se dirigan a esta reunin y fueron detenidos de manera arbitraria en el municipio de Axtla, San Luis Potos el viernes pasado.8. En contra de la sentencia emitida por el Tribunal Superior Agrario de fecha 26 de Agosto del 2008, en la cual se niega la propiedad del territorio ancestral que desde tiempos inmemoriales han defendido los Wixaritari de Bancos de San Hiplito, Municipio de Mezquital Durango. Ya que significa una grave violacin de los derechos fundamentales del pueblo Wixrika, por par- Pgina 14 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. te del Estado mexicano. Apoyamos la decisin de Santa Catarina Cuexcomatitln-Tuapurie, Municipio de Mezquitic Jalisco, de rechazar el proyecto carretero Amatitn-Bolaos-Huejuquil-la y emprender proyectos autnomos anticapitalistas educativas y el uso y disfrute de los re-cursos naturales. Asimismo exigimos cese el intento de imposicin de un supuesto desarrollo que destruye el territorio. Apoyamos la decisin de San Sebastin Teponahuaxtl n municipios de Mezquitic y Bolaos, Jalisco de luchar en contra de la contaminacin del ro Camotln y las concesiones del agua que se han hecho en las comunidades del sur de San Sebastin y Tux-pan, en los alrededores de Mesa de Tirador, realizados por el municipio de la Yesca Nayarit y particulares invasores. Saludamos el triunfo de la comunidad en la anulacin de invasiones catastrales mediante recientes movilizaciones y exigimos respeto a su territorio por parte de invasores mestizos.Saludamos el esfuerzo de nuestras hermanas y hermanos participantes del CNI regin No-roeste, que se encuentran avanzando en la organizacin y lucha por la defensa de sus territo-rios en la V reunin plenaria que realizarn el 15 y 16 de agosto en la comunidad indgena rarmuri de San Ignacio Arareco, Municipio de Bocoyna, Chihuahua.Dado en la Comunidad de Santa Mara de Ostula, Aquila, Michoacn, Mxico, a 14 de junio de 2009Chern MichoacnAdems de la tala de rboles que ha afectado cerca de 20 mil hectreas del territorio dela comunidad de Chern, sus pobladores han sufrido desde 2008 secuestros, desapariciones y muertes por defender y denunciar este fenmeno ante las autoridades, las cuales no les han dado respuesta, ni en lo que se refiere a la tala, ni en lo relativo a la justicia. Al no recibir apoyo de las autoridades, los indgenas purpechas decidieron rechazar las elec-ciones constitucionales; elegir a sus representantes por usos y costumbres; y expulsar a los talamontes, que ellos saben estn encubiertos por el crimen organizado.Para garantizar su seguridad, desde el 15 de abril de este ao cerraron el pueblo con barrica-das, controlaron los accesos a la comunidad e instituyeron rondas comunitarias de vigilancia, por lo que se permite la circulacin de personas y vehculos por su territorio entre 8 de la ma-ana y 8 de la noche, pero se controla quin entra y sale. Los comuneros externan que tuvie-ron que autoprotegerse, que es una autodefensa ante el silencio del gobierno. Chern no se doblega, no cierra sus ojos ante el tirano, y los hechos histricos que ha vivido lo confirman, a lo largo de cada uno de estos movimientos, se ha forjado un espritu de lucha autntico y que dibuja horizontes hacia la consolidacin de una comunidad diferente.WirikutaWirikuta es nuestro templo, de ah depende nuestra vida, nuestra cultura y cosmovisin, si Wirikuta es destruida por los trascabos, la contaminacin y las explosiones mineras, nosotros morimos.Asesinan de igual forma a nuestros hermanos purpechas de Chern cuando talan sus bos-ques, as destruyen a nuestros hermanos nahuas de Santa Mara Ostula cuando los despojan de sus tierras y los asesinan por defender su hogar. Hoy Santa Mara Ostula esta rodeada y amanecieron amenazadas de muerte decenas de familias y hoy, nadie hace nada por ellos.Los pueblos indgenas defendemos la vida como lo que es, algo sagrado y nos responden con violencia en nombre de los negocios. El crimen organizando tambin es un gran negocio que toma en cuenta en la economa mundial y tambin ha llegado hasta nuestros territorios, en todas partes se ha comprobado que su gran poder ha hecho crecer la corrupcin de quienes debera cuidarnos, deben buscarse nuevas formas de terminar con esto, los pueblos indge-nas somos capaces de mantener la paz y el orden de nuestras tierras como lo han demostra-do nuestros hermanos de la montaa de Guerrero. Pgina 15 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. Son muchas las amenazas a nuestros pueblos y a la sociedad mexicana toda, no pueden seguirse monopolizando desde el poder las soluciones todos podemos y debemos aportar, la democracia necesita ms participacin de todos. El derecho a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado es constante violentado,as ha pasado en Wirikuta en donde a pesar ser reconocido por UNESCO como uno de los 14 sitios sagrados, en el mundo que debe pro-tegerseque es un rea natural y cultural protegida, de nada ha servido para detener las am-biciones de mineras trasnacionales y la entrega corrupta de nuestro gobierno a ellos.No pueden seguir as las cosas, Wirikuta es un patrimonio ancestral de nuestro pueblo, pero tambin de la humanidad y de nuestro pas, al ser uno de los pocos centros ceremoniales vivos de la herencia india de Mxico, tal como lo reconocieron en el pacto Hauxa Manak, el Ciudado Presidente, los gobernadores constitucionales de los Estados de Jalisco, Zacatecas, Durango y Nayarit y el Diputado Marcos Matias Alonso y el Senador Andres Galvan Rivas, el 28 de abril de 2008 en la localidad de Pueblo Nuevo, Durango.Son 140 mil hectreas que deben ser respetadas y su futuro debera de ser el de un ejemplo mundial de cuidado ecolgico, restauracin ambiental y respeto y no como pretenden, un campo minero muerto.23C) Derechos de las VctimasEl Movimiento hace suya la definicin de vctima establecida en la Declaracin Sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Vctimas de Delitos y del Abuso de Poder de la ONU, en la cual se seala que: Se entiende por vctimas a las personas que, individual o colectivamente, ha-yan sufrido daos, inclusive lesiones fsicas o mentales, sufrimiento emocio-nal, prdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos fundamenta-les, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislacin pe-nal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de po-der (vctimas del delito), y aquellas que no lleguen a constituir violaciones del derecho penal nacional, pero violen normas internacionalmente reconocidas relativas a los derechos humanos (vctimas de abuso de poder).Como lo seala esta Declaracin, las vctimas son tambin los familiares o personas a cargo que tienen una relacin inmediata con la vctima directa, as como a las personas que han sufrido daos al intervenir para asistir a la vctima en peligro o para prevenir la victimizacin. Cabe sealar que a partir de las reformas de 1993 y del ao 2000 al artculo 20 de la Consti-tucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos, los derechos de las vctimas fueron ele-vados a rango constitucional. De acuerdo con la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexicanos y los instrumentos internacionales de derechos humanos, las vctimas deben ser tratadas con humanidad y res-peto de su dignidad y sus derechos humanos, sin distincin alguna de raza, color, sexo, edad, idioma, religin, nacionalidad, opinin poltica o de otra ndole, creencias o prcticas cultura-les, situacin econmica, nacimiento o situacin familiar, origen tnico o social, o impedimento fsico.A partir de la comisin del delito, las vctimas tienen derecho a atencin mdica y psicol-gica de urgencia y a solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias para la proteccin y restitucin de sus derechos.El Estado debe adoptar medidas para proteger su intimidad, y garantizar su seguridad, ascomo la de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo acto de intimida-cin y represalia. En particular, para las vctimas de violencia, los estndares inter- Pgina 16 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 23 alabras de la comunldad de WlrlkuLa en el prlmer dllogo con el L[ecuuvo lederal el 23 de [unlo de 2011, en el Casullo de ChapulLepec.nacionales sealan que el Estado debe velar por que gocen de una considera-cin y atencin especiales para que los procedimientos jurdicos y administra-tivos destinados a hacer justicia y conceder una reparacin, no den lugar a un nuevo trauma. En materia de garantas judiciales y debido proceso, las vctimas deben recibir asesora jurdica y ser informadas de los derechos que en su favor establece la Constitucin, as como del desarrollo del procedimiento penal cuando lo soliciten. Adems, pueden coad-yuvar con el ministerio pblico, intervenir en el juicio y presentar todos los datos o elementos de prueba con los que cuente, tanto en la investigacin como en el proceso. Las vctimas podrn impugnar ante autoridad judicial las omisiones del ministerio pblico en la in-vestigacin de los delitos, as como las resoluciones de reserva, no ejercicio, desisti-miento de la accin penal o suspensin del procedimiento cuando no est satisfecha la reparacin del dao.Respecto a la reparacin del dao, el Estado debe establecer mecanismos judiciales y administrativos expeditos, justos, poco costosos y accesibles. De acuerdo a la Declara-cin anteriormente citada, tanto los delincuentes que cometan un delito, como los fun-cionarios pblicos responsables de violaciones a los derechos humanos, debern repa-rar los daos a las vctimas:Los delincuentes o terceros responsables resarcirn equitativamente, cuando proceda, a las vctimas, sus familiares o las personas a su cargo. Ese resarcimiento comprender la devolu-cin de los bienes o el pago por los daos o prdidas sufridos, el reembolso de los gastos realizados como consecuencia de la victimizacin, la prestacin de servicios y la restitucin de derechos. Cuando funcionarios pblicos u otros agentes que acten a ttulo oficial o cuasioficial hayan violado la legislacin penal nacional, las vctimas sern re-sarcidas por el Estado cuyos funcionarios o agentes hayan sido responsables de los daos causados. En los casos en que ya no exista el gobierno bajo cuya autoridad se produjo la accin u omisin victimizadora, el Estado o gobierno sucesor deber proveer al resarcimiento de las vctimas.Asimismo, en el caso de las violaciones a los derechos humanos, el Estado deber garantizar medidas de satisfaccin y de no repeticin de hechos similares. 1. Violaciones a los derechos de las vctimas de violencia.De acuerdo a lo referido por parte de las vctimas de personas desaparecidas, asesinadas y secuestradas en relacin con la actuacin del Estado a partir del momento de denunciar los hechos ante las autoridades, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad considera que el Estado no ha cumplido con su Obligacin de respetar los derechos humanos (art.1 CADH) y ha incurrido en violaciones a los siguientes derechos: Derecho al Reconoci-miento de la Personalidad Jurdica (Artculo 3. CADH); Derecho a la Vida (Artculo 4. CADH); Derecho a la Integridad Personal (Artculo 5. CADH); Derecho a la Honra y la Dig-nidad (Artculo 11. CADH); y Derecho a la Proteccin Judicial (Artculo 25. CADH).Es de destacar que las denuncias de las vctimas van en absoluta coincidencia con lo seala-do por la Comisin Nacional de los Derechos Humanos en la Recomendacin General 14 sobre los derechos de las vctimas de delitos (marzo 2007), la Recomendacin General 16 sobre el plazo para resolver una averiguacin previa (mayo 2009) y la Recomenda-cin General 17 sobre los casos de agresiones a periodistas y la impunidad prevale-ciente (agosto 2009), as como con las Recomendaciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en los casos: Gonzlez y otras (Campo Algodonero) y Radilla Pacheco.A continuacin analizaremos las violaciones a los derechos humanos denunciadas al Movi-miento por la Paz con Justicia y Dignidad por parte de las vctimas de personas asesinadas, Pgina 17 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. desaparecidas, y secuestradas, en el momento de acudir ante las autoridades a denunciar los hechos. 1a. Obligacin de Respetar los Derechos y Derecho a la Vida (Artculos 1 y 4, CADH) La obligacin de respetar y garantizar los derechos humanos, bajo el principio de igualdad y no discriminacin, implica entre otras cosas, que el Estado debe investigar seriamen-te con los medios a su alcance las violaciones que se hayan cometido dentro del mbito de su jurisdiccin a fin de identificar a los responsables, de impo-nerles las sanciones pertinentes y de asegurar a la vctima una adecuada reparacin24 Asimismo, en el marco de la obligacin de proteger el derecho a la vida, la Corte Europea de Derechos Humanos ha desarrollado la teora de la obligacin procesal del Estado de efectuar una investigacin oficial efectiva. En este sentido, ha establecido que el derecho a la vida se vulnera si la investigacin sobre un homicidio no ha sido efectiva, imparcial ni profun-dizada25. La Corte Interamericana tambin ha aplicado esta teora en diversos casos.26En la totalidad de los casos presentados al Movimiento por parte de las vctimas, stas refie-ren que las autoridades a las que han acudido a pedir justicia no estn investigando sus denuncias y que son ellas las que realizan las bsquedas y aportan elementos de prue-ba que entregan al ministerio pblico a fin de que avance la indagatoria, con todo el riesgo que esto implica. En su sentencia de fondo emitida en el caso Velsquez Rodrguez Vs. Honduras, la Corte IDH estableci que, conforme al deber de garanta: el Estado est [] obligado a investi-gar toda situacin en la que se hayan violado los derechos humanos protegidos por la Convencin. Si el aparato del Estado acta de modo que tal violacin quede im-pune y no se restablezca, en cuanto sea posible, a la vctima en la plenitud de sus derechos, puede afirmarse que ha incumplido el deber de garantizar su libre y pleno ejercicio a las personas sujetas a su jurisdiccin.27 El deber de garantizar los derechos humanos implica tambin organizar todo el aparato gu-bernamental y, en general, todas las estructuras a travs de las cuales se manifiesta el ejerci-cio del poder pblico, de manera tal que sean capaces de asegurar jurdicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos. En el caso de las personas desaparecidas que a la fecha se calcula en 10 mil personas (sin que sta sea una cifra oficial), las diversas organiza-ciones de vctimas y de defensa de los derechos humanos han solicitado en reiteradas oca-siones que se cree una Fiscala Especializada para Personas Desaparecidas, y que desarrolle Protocolos especficos para investigar estos hechos que se han con-vertido en una prctica sistemtica de la delincuencia organizada en nuestro pas. La desa-paricin no est tipificada como un delito, y por ello las autoridades esperan 72 horas a partir de la presentacin de la denuncia para iniciar una bsqueda y no una investigacin, negando la realidad de que, como se ha visto a lo largo de estos ltimos aos, la mayora de las personas desaparecidas han sido Pgina 18 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 24 CLA, CorLe luP. Caso Conzlez y oLras (Campo Algodonero") vs. Mexlco senLencla de 16 de no-vlembre de 2009 (excepcln prellmlnar, fondo, reparaclones y cosLas) hup://www.corLeldh.or.cr/docs/casos/aruculos/serlec_203_esp.pdf25 CnuP, 8ecomendacln Ceneral 1626 CLA, CorLe luP. Caso Campo Algodonero27 CLA, CorLe luP. Caso Campo Algodoneroasesinadas o secuestradas. Como lo ha referido la Corte Interamericana de Derechos Humanos, las primeras horas son fundamentales para la investigacin. 1b. Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurdica (Artculo 3. CADH) La Corte IDH ha establecido que este derecho representa un parmetro para determinar si una persona es titular o no de los derechos de que se trate y si los puede ejercer, por lo que la violacin de aquel reconocimiento hace al individuo vulnerable frente al Estado o particula-res Ms all de que la persona desaparecida no pueda continuar gozando y ejerciendo otros, y eventualmente todos los derechos de los cuales tambin es titular, su desaparicin implica no slo una de las ms graves formas de sustraccin de una persona de todo mbito del ordenamiento jurdico, sino tambin negar su existencia misma y dejarla en una suerte de limbo o situacin de indeterminacin jurdica ante la sociedad y el Estado28La desaparicin de personas asalariadas que tenan a su cargo la manutencin de su familia ygozaban de los derechos al seguro social, a crditos para vivienda o a alguna otra ayuda gu-bernamental que beneficiaba a toda la familia, coloca en un estado grave de indefensin a las y los dependientes econmicos que en la mayora de los casos no pueden realizar estos pa-gos o bien no pueden hacerlo porque no tienen la personalidad jurdica para ello. En estos casos, el Estado no toma en cuenta que la persona no puede cubrir con sus obligaciones de pagar los seguros, la vivienda, u otros deberes a los cuales estaba sujeta, en virtud de que est desaparecida y que los familiares se encuentran en absoluta desproteccin econmica, en particular las nias y los nios.1c. Derecho a la Integridad Personal (Artculo 5. CADH) La Corte IDH seala que la falta de investigaciones tendientes a hallar la verdad, juzgar y, en su caso, sancionar a los responsables agrava la experiencia de impotencia, desamparo e indefensin de las familias29 Adems, en el caso de desapariciones, la Corte ha llegado a considerar que la privacin continua de la verdad acerca del destino de un desaparecido cons-tituye una forma de trato cruel e inhumano para los familiares cercanos.30En el caso del seor Rosendo Radilla, la Corte observa que, segn el informe sobre la afecta-cin psicosocial de los familiares, su desaparicin ha tenido un impacto traumtico y diferen-ciado en la familia como colectivo, debido a la obligada reestructuracin de roles de cada una de los miembros, con las evidentes afectaciones al proyecto de vida de cada uno.31Adems del estado de crisis emocional en que se encuentran los familiares de personas de-saparecidas, asesinadas o secuestradas, stas han sealado al Movimiento que su estado se ha agravado ante la negativa de las autoridades a proporcionarles informacin acerca de los avances en las investigaciones. Generalmente, las y los ministerios pblicos piden a las vcti-mas no solicitar informacin y esperar a que stas se la proporcionen, lo cual en la mayora de los casos no sucede. De los cerca de 700 casos que el Movimiento ha documentado, las fami-lias no saben quines son los responsables, y en el caso de las desapariciones, ni siquiera saben cul es el paradero de su familiar. Pgina 19 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 28 CLA, CorLe luP. Caso 8adllla acheco !"#$LsLados unldos Mexlcanos. SenLencla de 23 de novlembre de 2009. (Lxcepclones rellmlnares, londo, 8eparaclones y CosLas)hLLp://www.corLeldh.or.cr/docs/casos/arLlculos/serlec_209_esp.pdf29 CLA, CorLe luP. Caso Campo Algodonero30 CLA, CorLe luP Caso 8adllla acheco31 CLA, CorLe luP Caso 8adllla acheco1d. Derecho deGarantas Judiciales y Proteccin Judicial (Artculos 8 y 25, CADH)La Corte IDH seala que el derecho a la verdad se encuentra subsumido en el derecho de la vctima o de sus familiares a obtener de los rganos competentes del Estado el esclarecimien-to de los hechos y las responsabilidades correspondientes, a travs de la investigacin y el juzgamiento que previenen los artculos 8 y 25 de la Convencin; el Estado est en la obli-gacin de proveer recursos judiciales efectivos a las vctimas (artculo 25), que deben ser sustanciados de conformidad con las reglas del debido proceso legal (artculo 8.1), dentro de la obligacin general de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos (artculo 1.1). La Corte IDH ha sealado que una demora prolongada en la investigacin puede llegar a consti-tuir, por s misma, una violacin de las garantas judiciales.32En su Recomendacin General 16, la CNDH refiere que del anlisis de las quejas recibidas por dicho organismo, se identificaron las siguientes acciones y omisiones en las reas de pro-curacin de justicia del pas, que ocasionan una dilacin en la procuracin de justicia, un en-torpecimiento en la investigacin de los delitos, y son contrarias al respeto a los derechos hu-manos de las vctimas del delito:33 Los periodos pronunciados de inactividad en las investigaciones; La falta de acciones para garantizar la seguridad de las vctimas y testigos; La prctica de diligencias que no son reportadas dentro de la indagatoria; La emisin de citatorios que son notificados cuando ya han vencido el extravo de cons-tancias que integran el expediente; Las deficiencias en la investigacin realizada por la polica judicial, ministerial o cientfica, que la mayora de las veces se concreta a consultar la indagatoria y no acuden al lugar de los hechos; La falta de preservacin de la escena del delito; y El retraso injustificado en los dictmenes periciales.El sistema de justicia es un tema muy ajeno para las personas, las cuales slo tienen contacto con ste cuando son vctimas de un delito. Muchas de las personas vctimas que se han acer-cado al Movimiento no reconocen con claridad cul es la institucin ante la cual presentaron su denuncia, ni cules son sus derechos en materia de garantas judiciales. De lo referido por las vctimas, se desprende adems que las y los agentes del Ministerio P-blico que reciben las denuncias no les proporcionan asesora jurdica, ni les informan sobre sus derechos de conocer del desarrollo del procedimiento penal, de coadyuvar en la investi-gacin, de presentar datos o elementos de prueba con los que cuente, de intervenir en el jui-cio, de recibir atencin mdica y psicolgica de urgencia, y de que les sea reparado el dao, como lo establece el artculo 20 de la Constitucin Poltica de los Estados Unidos Mexi-canos. Contrario a lo anterior, las vctimas refieren tambin que las autoridades ministeriales les dan un trato de tercero ajeno al problema, y las consideran una molestia cuando solici-tan informacin sobre el desarrollo de la investigacin. En los casos de personas desapa-recidas, el Ministerio Pblico elabora un acta circunstanciada de hechos y no Pgina 20 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 32 CLA, CorLe luP Caso 8adllla acheco33 CnuP, 8ecomendacln Ceneral 16inicia una averiguacin previa, sin informar de esto a las vctimas, las cuales creen que con su denuncia se iniciar no slo la bsqueda de la persona, sino tambin la investigacin. Las vctimas han denunciado la dilacin en el trmite de las averiguaciones previas, sobre lo cual la CNDH tambin se ha pronunciado y ha sealado que en un porcentaje superior al 90% las indagatorias se envan al archivo o a la reserva por no estar acredita-dos los elementos constitutivos del delito.34El derecho de las vctimas a recibir atencin mdica y psicolgica de urgencia es vulnerado con frecuencia por parte de las autoridades debido a factores como la falta de capacita-cin de los servidores pblicos para atender situaciones especficas y saber cul es el tratamiento que se debe brindar; la falta de infraestructura; la insufi-ciencia de recursos humanos; y la falta de coordinacin entre instancias de seguridad social para brindar servicios teraputicos. Seala la CNDH que no obs-tante que la gama de reacciones fsicas o emocionales de las vctimas es muy amplio, el mi-nisterio pblico les brinda un trato similar sin que importe que hubieran sufrido menoscabo en su patrimonio, la prdida de un ser querido o cualquier otro evento que altere su percepcin de seguridad y bienestar.35

Resulta muy grave la afirmacin de la Comisin Nacional de los Derechos Humanos con la cual este Movimiento est en total acuerdo respecto a que la atencin que se otorga a las vctimas u ofendidos por el delito, cuando acuden al Ministerio Pblico a denunciar, suele ocasionar una victimizacin institucional considerada an ms negativa, porque es el propio sistema el que agravia a quin se dirige a l pidiendo justicia.36En el tema de reparacin del dao, es claro que si no existe una investigacin seria y si sta se prolonga indefinidamente en el tiempo, las vctimas no reciben la reparacin deldao a la que tienen derecho.1e. Proteccin de la Honra y de la Dignidad (Artculo 11, CADH)Una de las principales denuncias de las personas vctimas de delitos ante el Movimiento es que en el momento de denunciar los hechos, la autoridad ministerial tienen una actitud ofensiva, de desprecio y de burla hacia stas, y en ocasiones les reali-zan preguntas y observaciones prejuiciosas de manera que las intimidan para seguir denunciando los hechos. En el caso de las personas desaparecidas, respaldadas en que esta accin no configura un delito, las autoridades no llevan a cabo ninguna diligencia hasta que no transcurran 72 horas, tiempo en que stas consideran, la persona puede regresar a su hogar. Las res-puestas frecuentes de la autoridad para no iniciar la investigacin son: espere a que regrese, seguramente se fue con su novia o debe estar en algn lugar divirtindose, tenga paciencia. Pgina 21 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 34 CnuP, 8ecomendacln Ceneral 1635 CnuP, 8ecomendacln Ceneral 1436 CnuP, 8ecomendacln Ceneral 14D) Las Caravanas del Consuelo y la Situacin de Seguridad Ciudadana y los Derechos Humanos 1. La Comisin de DocumentacinLa Comisin de Documentacin del MPJD naci de manera informal con grupo generoso de estudiantes caravaneros que se dedic a recopilar en cuadernos las historias de las vctimas yfamiliares que se acercaban a denunciar entre lgrimas sus casos. Otro grupo intent orde-narlas para dar a conocer una parte importante de la historia de Mxico: aquello que les es comn, lo que expresan. Ya consolidada, la Comisin comenz a trabajar como tal a principios de la #CaravanaSur de Septiembre del 2011 y cuenta actualmente con 8 Defensores de Dere-chos Humanos. Lleva operando menos de un mes con oficinas y actualmente es la comisin encargada de sistematizar y monitorear las violaciones a derechos humanos causados por las polticas de Estado en la lucha en contra del crimen organizado y el narcotrfico. La Comisin tiene como objetivo recabar informacin de casos relacionados con el clima ge-neralizado de violencia en el pas, con el fin de plasmar y presentar la informacin jurdica de violaciones a derechos humanos y as facilitar la bsqueda de la justicia y la reparacin del dao. Adems, se busca conservar la memoria histrica y la verdad del suceso, al establecer Pgina 22 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. un registro que permita demostrar que dichas violaciones a derechos humanos se han conver-tido en una poltica de Estado.Por ello, nos dimos a la tarea de crear una ficha de documentacin para el movimiento, que cuenta con los datos bsicos para presentar una denuncia penal, una queja ante Comisiones de derechos humanos o una denuncia pblica del caso en cuestin. Cabe sealar en este ltimo rubro, que por la naturaleza del movimiento por la paz, la informacin, aunque confi-dencial, ha sido requerida bajo la autorizacin expresa de las vctimas, tanto para actividades artsticas y culturales, protestas civiles pacficas y actos de denuncia pblica.El objetivo primordial de las entrevistas que les realizamos alas vctimas tiene es que el de-nunciante narre de manera completa y detallada los hechos ocurridos, con apoyo y gua de un monitor capacitado y mediante un lenguaje de derechos humanos. La informacin de dicha relatora se plasma en una ficha impresa o electrnica, que responda a los siguientes cuestio-namientos:Hora, lugar y fecha de la entrevista.Datos bsicos de la vctima (confidenciales).Descripcin de los hechos.Quin o quines? (no slo referir al sujeto o sujetos sino dar datos concretos acerca de stos: altura, vestimenta, rasgos fsicos)Cmo y qu pas? (no hay que perder de vista que para explicar cmo, debemos ser sumamente descriptivos sin perder objetividad).Datos bsicos del denunciante y datos de contacto, con el objetivo de otorgarle acompaamiento.Anlisis jurdico del caso para su seguimiento.El proceso para recabar la informacin en las caravanas y en los diversos eventos del movi-miento, ha sido bsicamente el mismo: una cantidad variada de monitores que cuentan con los materiales necesarios que se instalan cerca de los templetes o del grueso de los integran-tes de la organizacin, nunca solos o separados del contingente, ya que por la naturaleza de la informacin que recabamos tenemos reglas bsicas de seguridad para que no se vulnere nuestra integridad o la informacin confidencial que poseemos.Ya recabada la informacin, un equipo capacitado en anlisis de informacin jurdica y presen-tacin estadstica, se encarga de clasificar, graficar, encontrar constantes y compartir la infor- Pgina 23 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. MisinRecibir y sistematizar la documentacin de casos de violaciones a Derechos Humanos de manera humana bajo el compromiso de confidencialidad para encontrar e ilustrar patrones de violencia generados por polticas de Estado, ya sea por comisin, omisin o aquiescencia. Empoderar a las vctimas y generar redes de Defensores de Derechos Humanos. Apoyar en la creacin de una Memoria histrica respecto a la tragedia nacional y la es-piral de violencia que sufre la nacin mexicana. Apoyar en el desarrollo de litigio estratgico en casos de Derechos HumanosVisin Convertirnos en una forjadora de redes nacionales y trasnacionales de individuos, ONGs, instituciones acadmicas y de sociedad civil en general, que logren revertir las polticas de Estado que generan violaciones sistmicas y sistematizadas de Derechos Humanos.macin con las distintas comisiones de nuestro movimiento, siempre respetando la confiden-cialidad de los datos y documentos que se nos entregan, pidiendo los permisos necesarios a los denunciantes o a las vctimas en cada caso. Las grficas y datos que se presentan a continuacin son los resultados de los casos registra-dos por el movimiento durante ambas Caravanas del Consuelo que recorrieron el pas durante el 2011, un total de 512 que excluye otras denuncias que se han registrado durante otros eventos y cuya inclusin aproximara a los 700 casos. Forman parte de un primer informe bi-mestral de la Comisin de Documentacin. Pgina 24 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. La Caravana del Consuelo Norte parti de Cuernavaca el 4 de junio hacia Ciudad Jurez para firmar el Pacto Nacional Ciudadano por la Paz con Justicia y Dignidad, a partir de los 6 puntos propuestos por el Pacto Ciudadano del 8 de Mayo del 2001 que se ley en el Zcalo de la Ciudad de Mxico.Esta Caravana parti de Morelos hacia el Distrito Federal, Morelia, Michoacn; San Luis Potos, S.L.P.; Zacatecas, Zac.,; Durango, Dgo; Saltillo, Coah.; Monterrey, Nuevo Len;Torren, Coah.; Chihuahua y Ciudad Jurez, Chih.A lo largo de esta Caravana del Consuelo, los participantes fueron narrando y denun-ciando las historias a partir de las cuales han perdido a algunos de sus seres queri-dos incluso cuando no han querido presentar una denuncia pblica Pgina 25 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 1) CaravanaNorte: Aos en que se dieron las Bajas Humanas. El nmero de ac-tos reportados comienzan a crecer de manera precipitada a partir del 2007, lo cual es congruente con las fechas en las cuales el ejrcito fue enviado a las calles por la presente administracin. Pgina 26 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. 0204060801993 1998 2000 2002 2004 2007 2009 2011Nmero de violaciones en Caravana Norte reportadas por aoAoNmero de crmenes denunciados en Caravana del Consuelo Norte199319951998199920002001200220032004200620072008200920102011Sin determinarTotal1 0.30%3 1%3 1%1 0.30%1 0.30%10 3%3 1%5 2%2 0.70%2 0.70%13 4%37 13%58 20%79 27%49 17%24 8%291 100%81%11%8%Aos en que se dieron bajas denunciadasSin fecha declarada 1993-2006 2007-junio2011Aos en que se dieron las bajas humanas denunciadasDistribucin de las vctimas Distribucin de las vctimasSin fecha declarada 8% 241993-2006 11% 312007-junio2011 81% 238Total 100% 2912) CaravanaNorte: Edades y Sexo de las Vctimas Estas bajas humanas fueron realizadas desde 1993 hastajunio de 2011 y llama la atencin que el 81% de las bajas humanas se efectuaron desde 2007 hasta junio de 2011,fecha del paso de la Caravana3) CaravanaNorte: Ocupacin De las Vctimas El grupo ms numeroso est constitudo por los estudiantes, seguido por trabajadores (empleados y trabajadores en maquila), profesio-nistas, policas, comerciantes, activistas sociales y finalmente, empresarios. La ocupacin de las vctimas denunciadas es de una gran variedad e incluye a todos los sectores eco-nmicos. Pgina 27 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. Edadesdelasbajashumanas denunciadas a la Caravana del Consuelo Norte Distribucindelasvcti-masdenunciadasala CaravanadelConsuelo NorteDe 24 das de nacido a 19 aos 35% 40De 20 a 29 aos 40% 46De 30 a 39 aos 12% 14De 40 a 49 aos 6% 7De 50 a 59 aos 5% 6De 60 a 76 aos 2% 2Total 100% (116)*00.10.20.30.4Edades de las bajas humanas denunciadas a la Caravana del ConsueloDe 24 das de nacido a 19 aosDe 20 a 29 aosDe 30 a 39 aosDe 40 a 49 aosDe 50 a 59 aosDe 60 a 76 aos33%67%Distribucin por GeneroHombres Mujeres*Nota: no se tuvo el dato de la edad en el caso de 175 vctimas0 0.05 0.10 0.15 0.20 0.25 0.30Ocupacin de las VctimasPorcentaje4) CaravanaNorte:Tipo de Bajas Casi la mitad de las vctimas denunciadas en la Caravana del consuelo fueron asesinadas y 42%, desaparecidas, algunas han sido secuestradas y las menos, detenidas de manera ilegal. Nota:No se tuvo el dato para cinco de las vctimas denunciadas. Pgina 28 Comisin de Documentacin y Atencin a Vctimas Movimiento por la Pazcon Justicia y Dignidad. Ocupacin de las vctimasDistribucin de las vctimasEstudiantes (y dos menores en un albergue)Empleados, trabajadoresen maquilas y operadores de trai-lersPolicas (Federal, Agente Federal, Estatal, Municipal, Mi-nisterial, Seguridad Pblica, Teniente Infantera)Profesionistas (maestros, periodistas, ingenier