Intervención cognitiva conductual para la depresión y ...
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Artículo de revisión
Intervención Cognitiva Conductual En El Abordaje Terapéutico En La Depresión
Como Factor De Riesgo En El Suicidio De Adolescentes
*Eduardo Ernesto Corcuera Mejía
*Nataly Iglesias Osorio
Asesorado por: Martha Juliana Villegas
Resumen:
El presente artículo de revisión tiene como objetivo sistematizar 25 investigaciones
y artículos en donde se hablará sobre la intervención cognitivo conductual en el abordaje
terapéutico de la depresión, al mismo tiempo se pretendió establecer la relación entre
depresión y conducta suicida en adolescentes, para lograr este objetivo se recurrió a
modelos explicativos desde el enfoque cognitivo conductual con autores de primer orden
como Skinner, Freemann, Beck entre otros, los cuales hablan sobre la depresión, suicidio y
las respectivas intervenciones, en donde se llegó a la conclusión que las intervenciones
cognitivo conductuales para el abordaje terapéutico en la depresión, como factor de riesgo
en el suicidio de adolescentes son el incremento de la autoestima, de la tolerancia a la
frustración, de la autonomía, modificación cognitiva, la terapia de la conducta, programa de
actividades agradables, entrenamiento en habilidades sociales, valoración de domino y
placer, asignación gradual de tareas, detección del pensamiento, solución de problemas,
reorganización cognitiva, distorsiones cognitivas del procesamiento de la información, la
triada cognitiva.
Palabras claves: intervención cognitivo conductual, depresión, suicidio, adolescentes.
Abstract:
This review article aimed to systematize 25 research and articles in which he talked about
cognitive behavioral intervention in the therapeutic approach to depression, while it sought
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to establish the relationship between depression and suicidal behavior in adolescents, to
achieve this goal He resorted to explanatory models from the cognitive behavioral approach
to first order as authors; Skinner, Freemann, Beck and others who talk about depression,
suicide and respective interventions, where it was concluded that cognitive behavioral
intervention for therapeutic approach to depression as a risk factor in adolescent suicide
are; increased self-esteem, frustration tolerance, autonomy, cognitive modification,
behavior therapy, program enjoyable activities, social skills training, assessment of domino
and pleasure, gradual assignments, detection of thought , problem solving, cognitive
restructuring.
Keywords: condutal cognitive intervention, depression, suicide, teens.
Intervención Cognitiva Conductual En El Abordaje Terapéutico En La Depresión Como
Factor De Riesgo En El Suicidio De Adolescentes.
El presente artículo de revisión tiene como objetivo dar a conocer la intervención
cognitivo conductual en el abordaje terapéutico en la depresión como factor de riesgo en el
suicidio de adolescentes, lo cual se realizó a través de una revisión sistemática de 25
artículos para los antecedentes los cuales estaban constituidos así: 5 artículos de revisión y
20 productos de diferentes investigaciones, también se revisaron las propuestas teóricas de
varios autores primarios frente al tema, como por ejemplo Beck, Skinner, Freemann,
quienes permiten dar una mirada a la depresión como factor de riesgo del suicidio y los
respectivos tratamientos desde el enfoque cognitivo conductual para estos casos. El
presente artículo de revisión pretende dar a conocer a los profesionales del área la
intervención cognitiva conductual en abordaje terapéutico en la depresión como factor de
riesgo suicida en los adolescentes y así convertir este artículo en un instrumento más para la
comunidad terapéutica, de tal manera que se puedan emplear estas intervenciones y así
impactar positivamente sobre la salud mental de los adolescentes, bien sea a nivel
preventivo, como en intervención psicoterapéutica propiamente dicha.
Para abordar el tema del suicidio en adolescentes es necesario remitirse a los datos
del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Forensis, 2014) en donde expone que
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anualmente hay un millón de personas a nivel mundial falleciendo por suicidio esto
equivale a una muerte cada 40 segundos. El suicidio representa 1,4% de las muertes a nivel
mundial y se clasifica entre las 20 causas de muerte. El instituto de medicina legal y
ciencias forenses plantea, que en América acontecen aproximadamente cada año 65.000
fallecimientos por suicidio, y aunque América Latina tenga tasas de suicidio menores al
promedio mundial (Norteamérica tiene una tasa media), su incremento e incidencia social
no se debe pasar por alto, lo que involucra aspectos preventivos acerca de comportamientos
como la depresión que apuntalan la conducta suicida, tales como la ideación e intentos de
suicidio, aspectos de los que se tienen pocos datos veraces en gran medida porque se
presentan altos niveles de subregistro (Marthe, Tello, & Moreno, forensis, 2014. p.86).
Para efectos de este artículo es pertinente entender que el suicidio está clasificado
por el CIE 10 como una conducta en la que se realizan lesiones autoinflijidas, la cual es
iniciada por la persona, de carácter intencional y se realiza de manera consiente. El suicidio
es un acto individual con un propósito claro que comprende desde la ideación suicida, la
elaboración de un plan, la obtención de los medios para hacerlo, hasta la posible
consumación del acto. No necesariamente se establece un orden al respecto, ya que es
necesario considerar el riesgo en cada uno de los casos.
Según el artículo Centres for diasease control and prevention (2014), el suicidio es
una problemática que se ha venido incrementando, anualmente en un 60%, de manera
importante en las últimas décadas en todo el mundo, especialmente desde el año 1960
comenzaron a hacerse notorias las cifras de suicidio, convirtiendo al suicidio en la tercer
causa de muerte más predominante entre los jóvenes de 15 a 24 años de edad. Por otro lado
tenemos los aportes de la página Kids Heald (Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de revisión: agosto de 2015), a través de su artículo denominado; el suicidio en
adolescentes, en el que se plantea que hay por lo menos 25 intentos de suicidio por cada
adolescente, también se reporta que las niñas intentan suicidarse dos veces más que los
niños, pero los niños fallecen de suicidio cuatro veces más que las niñas.
Según Páez, G (2012) en Colombia se encuentra una tasa de 4,9 suicidios por cada
100 mil habitantes por año, y que los suicidios en los adolescentes colombianos tiene un
porcentaje del 31.55%. Dicho autor, plantea que dentro de las cifras más altas de suicidio
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en Colombia se encuentra: Quindío con el 9.42% de suicidios en adolescentes siendo la
cifra más alta del eje cafetero, Risaralda con el 7.65% de suicidios y Caldas con el 7.95%
de suicidios en adolescentes.
El suicidio se está convirtiendo en una problemática social, la cual no sólo afecta a
la salud mental de los adolescentes, quienes están viviendo una etapa crítica debido a sus
cambios cognitivos, fisiológicos y conductuales, sino que también afecta a los sistemas:
familiares, educativos, sociales y de la salud, por esta razón se necesita una intervención de
profesionales del área, así como investigaciones sobre el tema que permitan dar a conocer
métodos y técnicas efectivas para la prevención, diagnóstico, evaluación y tratamiento la
depresión como factor de riesgo suicida en adolescentes.
La ideación suicida y el intento de suicidio son proporcionales cuando los
escenarios de interacción del adolescente elevan sus factores de riesgo y dificultan la
experimentación de un espacio seguro de desarrollo (Pacheco, Lizana, & Celhay, 2010) ya
que a menudo el riesgo suicida depende en gran medida de la funcionalidad de las
estructuras familiares, y de factores psicológicos, medioambientales y comunitarios
(Moya, 2007). Los factores de riesgo asociados al intento de suicidio en los adolescentes
pueden elevarse en entornos socio-familiares peligrosos, desprotectores o conflictivos
(Zelaya de Migliorisi, Piris de Almirón, & Migliorisi, 2012) con indicadores de conflictos e
inestabilidad económica en los que prima un control y manejo inapropiado de la norma
(Florenzano, y otros, 2011), y un apoyo precario entre los integrantes de la familia),
(Bonilla, & Valencia, 2010).
Según el DSM IV (1995), la depresión afecta las esferas psíquicas, somáticas y
conductual del individuo siendo caracterizada por la pérdida del interés o del placer en las
actividades que venía realizando la persona, presenta síntomas como abatimiento del
humor, aflicción, pesimismo, desesperanza y se clasifica como un factor de riesgo
predominante para la conducta suicida. Torrez, Y (2010), plantea a través de su
investigación denominada análisis especial sobre depresión e indicadores de suicidio, que
el 79% de los adolescentes entre los 12 y 19 años ha sufrido alguna vez de depresión (p.49).
Otros autores como, Sanchez, J, Villareal, M, Musitu, G (2013) aportan que la depresión es
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la variable más relacionada con el suicidio y se debe considerar como una condición previa
a la ideación suicida (p.280).
De esta manera se hace necesario indagar sobre la intervención cognitiva conductual
en el abordaje terapéutico en la depresión como factor de riesgo en el suicidio de
adolescentes, se toma el enfoque cognitivo conductual ya que “constituyen hoy en día una
de las oportunidades más potentes a la hora de intervenir psicológicamente sobre
numerosos trastornos “mentales”. Algunas terapias están suficientemente contrastadas con
respecto a su eficiencia en determinados problemas (p.ej., la restructuración cognitiva en
algunos tipos de depresión), haciendo que difícilmente se cuestione hoy en día los
beneficios que proporciona a los pacientes que sufren esos trastornos”. (Lega, V. Caballo,
1997. p. 9).
Recopilación de investigaciones sobre factores predictores de la ideación y
conducta suicida
A continuación se mostraran algunas investigaciones y autores que se tuvieron en
cuenta por sus contribuciones sobre los factores de riesgo de suicidio en los adolescentes, y
la relación que existe entre la depresión y suicidio.
Hernández, E Y Cervantes, W (2008) en su artículo denominado El suicidio en
adolescentes un problema en crecimiento plantean que el suicidio en los adolescentes es
un problema en crecimiento ya para el 2006 en Colombia 6 de cada 100.000 adolescentes
se estaban suicidando, (p.149). Los autores en su artículo plantean que detectar los factores
de riesgo sobre el suicidio a tiempo, permite tomar una mejor elección frente al abordaje
terapéutico, por lo tanto los autores identificaron las causas del intento de suicidio en los
adolescentes teniendo en cuenta diferentes aspectos como: conflictos familiares, depresión,
inconformismo de género, problemas en el colegio, enfermedades terminarles e infecciosas
y consumo de sustancias psicoactivas. Los autores plantean que el mejor tratamiento frente
a la ideación y conducta suicida es realizar una intervención temprana de los trastornos
mentales, la depresión, abuso de sustancias psicoactivas, control del estrés y control de
comportamientos agresivos.
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En la revista chilena de Neuropsiquiatría (2013), Estudio comparativo de dos
escalas de depresión en relación al intento de suicidio en adolescentes no consultantes,
en el que se comparan las escalas de Depresión de Beck (BDI) y el Cuestionario de
Depresión, en el cual el 90% de quienes consuman el acto del suicidio, presentaban
desordenes psiquiátricos, principalmente trastornos del estado de ánimo especialmente
depresión. (Silva & Valdivia. p. 11).
En el articulo denominado los aspectos psicosociales del comportamiento suicida
en adolescentes por medio de un análisis documental, concluyen que a dicho flagelo se
asocian problemas psicopatológicos vinculados a trastornos del estado de ánimo y del
comportamiento, así como también escasos canales de comunicación prosociales, y en
habilidades para la vida, una escasa empatía social; además de riesgos vinculados al grupo
de pares, el consumo de sustancias psicoactivas, duelos inconclusos y problemas con
figuras de autoridad padres, cuidadores y maestros, motivo por el cual tanto la ideación
suicida, como el parasuicidio y el intento suicida, deben comprenderse a partir de la
interrelación entre múltiples elementos que incrementan conjuntamente el riesgo autolítico.
(Andrade, A, 2012. p. 703).
En la investigación denominada Causas y factores asociados con el intento de
suicidio en adolescentes en la Provincia Sancti Spíritus, tuvo como objetivo realizar un
estudio de caso y caso-control en los adolescentes que tuvieron un intento suicida con el fin
de indagar sobre los factores que se asocian con el intento suicida, en donde se concluyó
que los factores predeterminantes para el intento o conducta suicida son: problemas
familiares, los cuales se generan en adolescentes de 15 a 19 años de edad, los problemas
escolares, entre adolescentes de 10 a 14 años y en la relación de pareja, que también se
evidencia entre los 15 y 19 años de edad, a su vez dicha investigación plantea que dentro de
las conductas que se evidenciaron en estos adolescentes se encuentra: presencia de
desesperanza y comunicación de la ideación suicida, sentimientos de soledad, depresión y
relación disfuncional con los padres. (Cortés A, Aguilar V, Medina S, Toledo, &
Echemendía, 2010. p. 18).
En el artículo Aproximación a las tentativas de suicidio en adolescentes, este tenía
como objetivo realizar una revisión sobre las tentativas de suicidio en donde se observaría:
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los factores epidemiológicos, el contexto familiar y social y el funcionamiento mental de
los adolescentes para poder realizar propuestas de tratamiento frente a la conducta e
ideación suicida. Dicho artículo concluyó que es necesario en primera instancia identificar
las personas con ideación y conductas suicidas, posterior a ello se debe evaluar la situación
de riesgo, lo cual se realiza por medio de indagar por el funcionamiento mental de los
adolescentes, el contexto familiar, el estado cognitivo y emocional de los adolescentes con
ideación y conducta suicida, así como situaciones de estrés, crisis, trastorno psiquiátricos,
síndrome depresivo (Jara S, Serrano, Paz S, & Urizar, 2001. p. 121).
En la investigación denominada: suicidiabiliad en adolescentes, una comparación
con población adulta, tuvo como objetivo determinar las diferencias entre adolescentes y
adultos con ideas o actitudes suicidas que acuden a una clínica privada de Bucaramanga,
Colombia. Para llevar a cabo dicha investigación se tomó la muestra con pacientes que
asistieron a atención psiquiátrica a quienes se les realizó una entrevista semiestructurada la
cual evaluaba factores de riesgo y protección frente al suicidio, esta investigación concluyó,
que las mujeres adolescentes tienen mayor riesgo de suicidio, frente a los adultos pero en
los adultos se encontraron, con más frecuencia trastornos mentales severos. Los
adolescentes presentaron como características principales, problemas familiares, o de
pareja, de impulsividad, de religiosidad. En cuanto al diagnóstico, en la investigación se
observó en los adolescentes una frecuencia alta de trastorno adaptativo, mientras que en los
adultos se encontró el trastorno depresivo mayor, también se concluyó en esta
investigación, que las mujeres adolescentes intentan suicidarse con mayor frecuencia que
las mujeres adultas, los autores también exponen que en los hombres el suicidio es
realizado con mayor frecuencia que en las mujeres (Rueda, J. Martínez, V, Castro R &
Camacho, 2010. p. 683)
(Moral, J & Sirvent, R. 2011) expusieron en su artículo Desórdenes afectivos, crisis
de identidad e ideación suicida en adolescentes el análisis de los desajustes
comportamentales, trastornos depresivos y ansiógenos, quejas somáticas, problemas de
relación, conducta agresiva, búsquedas de atención y problemas de pensamiento en
estudiantes de Secundaria del Principado de Asturias (España). En dicha investigación se
concluyó que síntomas depresivos, problemas académicos y la triada cognitiva
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caracterizada por la cólera, la resistencia pasiva y la conducta oposicionista se manifiesta en
individuos con ideación y conducta suicida. (pp. 33-56)
(Pardo, A. Sandoval D, & Umbarila, Z. 2004) realizaron un artículo de revisión al
que llamaron Adolescencia y depresión, el cual tenía como objetivo revisar los principales
factores de riesgo asociados al problema de la depresión en jóvenes donde se concluyó que
dentro de las consecuencias del trastorno depresivo mayor se encuentra la alta tasa de
suicidios, las autoras expresan que los adolescentes que sufren de depresión tienen una gran
probabilidad de desarrollar trastorno psiquiátricos durante su adultez, lo que indica que hay
una duración mayor en los episodios depresivos y una mayor historia de intento de suicidio,
por otro lado las autoras exponen que la depresión se asocia a la adolescencia porque en
esta etapa del desarrollo suelen presentarse molestias relacionadas con el estado de ánimo
además de los cambios en la personalidad (p. 20).
En la investigación realizada por Gómez Restrepo et al., (2013) denominado
Evaluación del riesgo de suicidio en la guía de práctica clínica para diagnóstico y
manejo de la depresión en Colombia tenía como objetivo determinar los signos y síntomas
que indican un mayor riesgo suicida y factores que aumentan el riesgo de suicidio en
pacientes diagnosticados con depresión; dicha investigación concluye afirmando que la
depresión es un indicador de riesgo frente a la ideación y conducta suicida lo cual se
confirmó a través de estudios realizados en donde se habla que las tasas de incidencia del
suicidio son mayores en pacientes que presentan algún episodio de depresión, los autores
plantean la importancia de realizar intervenciones pertinentes que contribuyan en mejorar la
depresión con el objetivo de disminuir la tasa de suicidios y a la vez indagar en pacientes
depresivos sobre la ideación y conducta suicida, lo cual será un beneficio para la familia,
sociedad y régimen de salud.
En la investigación realizada por (Coffin, C. Álvarez, Z. & Marín, C. 2011)
denominada depresión e ideación suicida en estudiantes de la fesi: un estudio piloto su
objetivo fue determinar la relación entre la depresión y la ideación suicida en los
estudiantes de la fesi dicha investigación concluyó que hay una prevalencia entre el nivel de
depresión y los niveles de ideación suicida especialmente en niveles de depresión mayor,
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por lo tanto se determinó que la depresión Mayor tiene como un síntoma fuerte la ideación
y conducta suicida (p. 346)
En la línea de investigaciones se encuentra ideación suicida, depresión y
autoestima en adolescentes escolares de santa marta, esta investigación fue realizada por
(Ceballos-Ospino et al., 2015), dicha investigación tuvo como objetivo establecer la
relación existente entre depresión, autoestima e ideación suicida en estudiantes
adolescentes, para efecto de esta investigación se utilizó el Inventario de Depresión de
Beck, la Escala de Autoestima de Rosenberg, la Escala de Ideación Suicida de Beck y de un
cuestionario socio demográfico, dicha investigación hallo en sus resultados que existe una
correlación significativa entre la depresión y la ideación suicida, indicando que entre mayor
sea el nivel de depresión en un sujeto mayor será la presencia de riesgo suicida (p. 15) El
comportamiento suicida y su relación con el autoconcepto y la depresión en los
adolescentes, es un artículo de revisión realizado por (Reyes, E. 2008). En donde recopilo
y analizo diferentes investigaciones en las que se concluye que el suicidio tiene una
relación significativa con la depresión a través de estudios donde se comparaban
adolescentes con depresión y con adolescentes que no presentaban depresión y se observó
que los adolescentes con depresión presentaban un alto nivel de ideación suicida y en
algunos casos conductas suicidas.
Recopilación de investigaciones y artículos sobre intervenciones cognitivo
conductuales efectivas.
A continuación se expondrán artículos e investigaciones, los cuales fueron
retomados por su pertinencia en cuanto a la eficacia y descripción de la intervención
cognitivo conductual en la depresión, conductas de autolesión y conducta suicida.
(Rodríguez, A. Rodríguez, M. 2013), realizaron una investigación a la que
denominaron; programa de intervención en mujeres internas en la reclusión de mujeres
de Bucaramanga con ideación suicida dicha investigación tenía como objetivo evaluar las
conductas e ideaciones suicidas en esta población, pretendía diseñar un programa de
prevención y realizar una intervención individual con esta población, desde el enfoque
cognitivo conductual. Esta investigación fue aplicada a 280 internas en las que se
identificaron ideación y conducta suicida, lo cual se detectó tras la aplicación de la escala
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de ideación suicida de Beck, estas mujeres reclusas fueron convocadas a un programa
denominado preservación de la vida, el cual se ejecutaba en el instituto penitenciario y a su
vez se remitieron a psicólogos quienes las atendieron, a través de 6 a 8 intervenciones de 45
minutos cada una, las autoras concluyeron con esta investigación, que es relevante
profundizar en terapia individual puesto que la terapia grupal no es suficiente para abordar
conductas como: depresión, ansiedad, consumo de sustancias psicoactivas, los cuales son
factores de riesgo asociados a la conducta e ideación suicida, a su vez las autoras proponen
que dentro de la terapia individual se debe enfatizar en mejorar las relaciones sociales, auto
aceptación, el manejo de adecuada percepciones frente a los conflictos y al mismo tiempo
se debe tener en cuenta los factores ambientales, sociales, familiares y personales, ya que
estos factores incidieron en los resultados obtenidos en la investigación con las mujeres
reclusas que presentaban ideación suicida (p. 13).
(Rosselló, Duarté, V. Bernal & Zuluaga. 2011) en una investigación a la que
denominaron ideación suicida y respuesta a la terapia cognitivo conductual en
adolescentes puertorriqueños con depresión mayor, dicha investigación constaba de tres
hipótesis las cuales eran: 1. la TCC reduce positivamente la severidad de la ideación
suicida, 2. Las variables predictores de la ideación suicida son síntomas de depresión y
desesperanza, 3. El tratamiento de la depresión tiene un impacto en la ideación suicida (p.
323). Para efectos de esta investigación se tuvieron en cuenta 121 adolescentes con
trastorno de depresión mayor con una edad promedio de 15 años a quienes se le aplico la
Terapia Cognitiva Conductual basada en el modelo de (Muñoz y Miranda de 1986),
utilizando las estrategias de “Reestructuración de pensamientos desadaptativos,
identificación de sentimientos y emociones, adquisición de destrezas para la solución de
problemas y para una comunicación más efectiva, fortalecimiento de redes de apoyo y la
participación en actividades agradables” (p. 237). Dicha investigación concluyó en que la
terapia cognitivo conductual para la depresión reduce la ideación suicida a un 10% de los
adolescentes que participaron y un 65% en el que no se notaron cambios significativos, lo
cual era generado por que el 10% de los adolescentes que presentaban cambios en donde se
mostraron más comprometidos con el tratamiento al igual el compromiso por parte de las
familias.
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En la investigación llamada la desesperanza aprendida y sus predictores en
jóvenes: análisis desde el modelo de Beck. Realizada por (González, J, Hernández, A
2012) tenía como objetivo abordar la ideación suicida desde el modelo de la perspectiva de
la escala de desesperanza de Beck en una población de 393 sujetos que oscilaban entre 15 a
25 años de edad, para llevar a cabo dicha investigación se utilizó el método cualitativo.
Para efectos de la investigación los autores aplicaron la escala de desesperanza de Beck la
versión española adaptada por Aguliar, Hidalgo, Cano y Cols la cual considera dos niveles
de riesgo sobre el suicidio un alto y otro bajo. Esta investigación concluyó que dentro de las
terapias a trabajar para la ideación y conducta suicida es el adecuado manejo de emociones,
trabajar sobre motivación de los jóvenes, propiciar estímulos positivos frente a la vida y
futuro (p. 326). Conducta suicida: consideraciones prácticas para la implementación de
la terapia cognitiva fue un artículo de revisión realizado por (Toro. 2013), el cual expuso
sobre conducta suicida integrando elementos como “ideas, intentos y actos auto infligidos
de muerte”, deduce que esto es generado Por: “cogniciones negativas autorreferentes (triada
cognitiva), un procesamiento de información selectivo, rígido y generalizado, con sesgos
confirmatorios y estilos de afrontamiento pobres” (p. 93). Dicha investigación plantea que
esta problemática se puede tratar con Terapia Cognitiva ya que este enfoque ha demostrado
ser efectivo frente a temáticas como, la modificación de las cogniciones negativas y estilos
disfuncionales de afrontamiento, sin embargo Toro, (2013) plantea que “existen
dificultades en la demostración empírica de la efectividad de estas psicoterapias” por lo
tanto, el autor recomienda que se realicen unas mejoras en cuanto a la metodología y la
efectividad del tratamiento. El autor expone la importancia de realizar próximas
investigaciones basadas en procedimientos lineales jerárquicos, donde se trate con
rigurosidad sus resultados para fortalecer las psicoterapias, sobre todo el aspecto del
enganche terapéutico, es decir, lo que está relacionado con la asistencia, compromiso,
seguimiento de reglas y la relación terapéutica.
En la investigación llamada desarrollo y evaluación de una teoría cognitivo
conductual para adolescentes que se autolesionan, realizada por (Marín, M. 2008 ), tenía
como objetivos evaluar la efectividad de una terapia cognitivo conductual para la autolesión
en adolescentes, para efectos de esta investigación se utilizó una metodología cuasi
experimental, en la que se aplicó a 20 estudiantes que presentaron conductas de autolesión
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en el último mes, en esta investigación se indagaron sobre los predictores de la autolesión y
se le aplicaron terapias cognitivo conductuales como: terapia conductual dialéctica (TCD),
Terapia cognitiva asistida con manual (MACT), la cual demostró mejores resultados que la
TDC, también se lleva a cabo la terapia de solución de problemas (TSP) y otras terapias
cognitivo conductuales como: psicoterapia cognitivo conductual breve, auto ayuda
bibliográfica, entrenamiento en habilidades para regular emociones, psicoeducación y
análisis conductual. Esta investigación concluyo que las terapias cognitivo conductuales
realizadas a los adolescentes que se autolesionaban fue efectiva ya que disminuyó la
frecuencia y severidad de la conducta de autolesión. (p. 126)
(Ortiz, A. 2013). en su investigación llamada Aplicación de la terapia cognitiva de
Beck para el tratamiento de depresión en un grupo de adolescentes de 12 a 15 años del
Instituto Técnico Superior Gran Colombia de la ciudad de quito de octubre del 2011 a
enero del 2012 tuvo como objetivo responder a la pregunta sobre cómo el modelo
Cognitivo Conductual de Aaron Beck ayudó a resolver trastornos emocionales de un grupo
de adolescentes de 12 a 15 años del Instituto Técnico Superior Gran Colombia de la ciudad
de Quito, de octubre a enero del 2011, en un lapso temporal de 4 meses”. (p .4).
En dicha investigación se aplicó el cuestionario de Depresión de Beck y se tuvo en
cuenta los criterios de diagnóstico para la depresión según el DSM IV, también se tomaron
en cuenta las áreas cognitiva, emotiva y conductual de los adolescentes. En esta
investigación, la autora utilizó tres tipos de intervenciones: 1 cognitiva, 2 conductual y 3
grupal. Esta investigación concluyó que los pensamientos erróneos referentes a la triada
cognitiva, conflictos de comunicación, sentimiento de abandono por los padres, influencia
del medio y toma de decisiones equivocadas, son factores que influyen en la depresión de
los adolescentes; por otro lado Ortiz Amores, (2013) expuso que el tratamiento cognitivo
realizado a los adolescentes con depresión les brindo habilidades para mejorar sus
conflictos, se realizó con éxito la modificación de pensamientos y creencias disfuncionales
generando así una reducción del 90% en la depresión que presentaban los adolescentes.
Otra investigación que muestra la efectividad de la terapia cognitivo conductual es
la realizada por (Villalobos, S. Murcia, D. González, Y et al 2008), la cual se denominó la
efectividad de la terapia cognitiva conductual en cuatro mujeres cuyas edades oscilan
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entre los 30 y 50 años. Dicha investigación tenía como objetivo reportar los resultados de
la implementación de la Terapia Cognitiva de la Depresión de acuerdo a lo postulado por
(Beck, Rush, Shaw, & Emery, 1983) en la que se pretendía implementar estrategias de
intervención durante 12 a 15 secciones desde el modelo cognitivo conductual. Esta
investigación concluyo que la terapia cognitivo condutal para la depresión en estas mujeres
fue pertinente ya que permite centrarse en el aquí y el ahora, además permite tener un plan
establecido con sus metas y objetivos claros, a su vez el análisis de las distorsiones
cognitivas permiten que se estructuren técnicas que modifique las percepciones erróneas
reduciendo los sentimientos negativos, las autoras también aportaron que es necesario que
los terapeutas trabajen en equipo para las respectivas intervenciones y establezcan nuevas
estrategias y técnicas para la eficacia de la intervención, a su vez resaltaron la importancia
que existe en la empatía y claridad en cuanto a objetivos terapéuticos con los pacientes para
que la intervención sea efectiva (p. 9).
En el artículo de revisión Tratamiento multimodal de niños y adolescentes con
depresión realizada por (Ulloa, F. Peña, O. & Nogales, I. 2011) concluyo que la terapia
cognitivo conductual es efectiva al aplicarla con niños y adolescentes puesto que según el
estudio esta terapia reduce la gravedad de los síntomas a través del incremento de la
autoestima, de la tolerancia a la frustración, de la autonomía y de la capacidad de disfrutar
actividades de la vida diaria, las autoras también exponen que es necesario un seguimiento
en los pacientes con depresión para evitar las conductas de suicidio (p. 405). En la
investigación realizada por (Méndez et al., 2002) denominado tratamiento psicológico de
la depresión infantil y adolescentes ¿evidencia o promesa? Buscaba realizar un meta
análisis para la eficacia del tratamiento para la depresión infantil y en adolescentes, dicha
investigación se aplicó a 863 participantes a quienes se les realizo la terapia cognitiva
conductual y terapia sistémica, dicha investigación concluyo que el tratamiento cognitivo
conductual proporciona una mejoría en la depresión de los niños y adolescentes incluyendo
un ligero aumento de la autoestima y que la terapia cognitiva conductual fue más efectiva
que la terapia sistémica generando una respuesta más rápida, clínicamente mayor y una
recuperación más alta en la depresión de los niños y adolescentes (p. 577).
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(Korman & Sarudiansky, 2011) realizaron un artículo al que llamaron modelos
teóricos y clínicos para la conceptualización y tratamiento de la depresión este tenía
como objetivo señalar las investigaciones sobre tratamientos para la depresión los cuales
fueran científicamente válidos y se encontraran disponibles en la actualidad, este articulo
concluyo que dentro de las terapia cognitiva conductual efectiva para el tratamiento de la
depresión se encuentra, la modificación cognitiva propuesta por Beck, la terapia de la
conducta planteada por Lewinsohn y Dobson en la que se realizan tres modalidades, 1,
programa de actividades agradables, 2. Entrenamiento en habilidades sociales, 3. Curso
para el afrontamiento de la depresión y la terapia cognitiva de Beck (p. 131). En la
investigación denominada tratamiento cognitivo conductual de la depresión, un análisis
de caso, realizada por (Hernández, M 2010), la cual tenía como objetivo, reducir la
depresión en una madre con un hijo en condición de discapacidad a través de la terapia
cognitivo conductual, para efectos de esta terapia se realizaron registros cognitivos
conductuales, restructuración cognitiva, técnicas de relajación, identificación de
pensamientos dañinos y agradables, desarrollo en habilidades sociales, dicha investigación
concluyo que la terapia cognitivo conductual disminuye las manifestaciones presentes de la
depresión y que por lo tanto es efectiva antes este trastorno (p 48).
Tratamiento cognitivo-conductual en depresión mayor, distimia e ideación
autolítica persistente fue un articulo realizado por (Rosique, S. Y Sanz, T 2013). El cual
tuvo como objetivo describir la efectividad de las técnicas procedentes de la terapia
cognitivo-conductual para un caso de depresión mayor, distimia e ideación auto lítica
persistente, en una mujer de 66 años, esta intervención cognitiva conductual se desarrolló
durante tres meses, en la que se aplicó técnicas como, aumento de refuerzos y actividades,
modificación del diálogo interno, detención de pensamientos, restructuración cognitiva,
resolución de problemas, esto concluye que la reestructuración cognitiva permite cambiar
pensamientos negativos y de culpa, por otro lado el entrenamiento en solución de
problemas permite adquirir habilidades para solucionar su malestar emocional (p. 22)
Depresión y suicidio desde el modelo cognitivo conductual.
El modelo cognitivo explica la depresión desde tres conceptos específicos, los
cuales son: en primer lugar la triada cognitiva que hace referencia a unos patrones
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cognitivos en donde se evidencia una percepción negativa de sí mismo, del mundo y su
futuro, el individuo tiende a subestimarse en base a sus defectos pensando que carece de
atributos para lograr la felicidad, por otro lado el individuo interpreta sus experiencias de
manera negativa, siente que el mundo le hace demandas que él no puede llevar y le presenta
obstáculos para lograr su felicidad, al mismo tiempo el individuo tiene una visión
anticipada de pena, frustración y sufrimiento sobre su futuro.
Otro concepto especifico que explica el modelo cognitivo sobre la depresión son los
esquemas en donde se explica que el individuo atiende selectivamente a unos estímulos
luego los combina y conceptualiza formando así unos patrones cognitivos estables, los
cuales son las bases para localizar, diferenciar y codificar los estímulos que se le presentan
al individuo, en el caso de la depresión las conceptualizaciones de los pacientes se
distorsionan ajustándose a esquemas inadecuados o idiosincráticos haciendo que el paciente
pierda el control sobre el proceso del pensamiento y presenta incapacidad para acudir a
esquemas adecuados, en las personas con depresión su pensamiento está cada vez más
dominado por las interpretaciones negativas generando dificultad para encontrar estímulos
externos, emprender actividades mentales voluntarias, por lo tanto la organización
cognitiva de una persona con depresión es independiente a la estimulación externa
generando que el individuo no responda a los cambios que proporciona el entorno.
El tercer concepto explicativo del modelo cognitivo son los errores cognitivos, éstos
hacen referencia a aquellas creencias que tiene la persona con depresión sobre la validez de
sus pensamientos negativos entre los que se encuentran la inferencia arbitraria, esto es el
proceso de adelantarse ante una determinada conclusión; otro error cognitivo es la
abstracción selectiva, que consiste en centrarse sólo en un detalle extraído fuera del
contexto y conceptualiza toda la situación en base al elemento extraído evitando otras
características relevantes de la situación. La generalización excesiva, ésta hace referencia a
elaborar una conclusión a partir de diversos hechos aislados; por otro lado se encuentra el
error cognitivo denominado maximización y minimización, este se presenta al evaluar la
significación y magnitud de la situación. La personalización, es la tendencia que tiene la
persona para atribuirse a sí mismo fenómenos externos, otro error cognitivo es el
16
pensamiento absolutista este indica que la persona clasifica las experiencia según dos
categorías opuestas.
El modelo cognitivo plantea que la depresión se origina a través de experiencias
tempranas que generan bases para formar conceptos negativos de sí mismo el futuro y el
mundo, Terapia cognitiva aplicada a la conducta (Freemann y Reineck, 1995), plantean
que el suicidio y la depresión se conciben como sinónimos o problemas correlativos,
conclusión que se deriva de los resultados de diversas investigaciones en las que se observa
que las personas suicidas sufrían de depresión, los autores plantean que el suicidio tiene
factores socio culturales influidos por factores físicos, bioquímicos, pero en un primer lugar
es un estado mental, por lo tanto para comprender y para tratar el problema del suicidio se
debe trabajar primeramente en el estado mental de las personas teniendo en cuenta también
los pensamientos suicidas y depresivos son muy personales; por otro lado se considera
desde el enfoque cognitivo conductual que la tendencia al suicidio se genera por la
sensibilidad a muchas reacciones, entre las cuales están la pérdida, abandono y la
desesperanza.
Depresión y suicidio desde los modelos explicativos.
(Skinner 1978). Explica a través de su teoría del refuerzo operante que la depresión
es la ausencia o bajos niveles de refuerzos positivos, la cual puede aumentar a través de la
escases de habilidades sociales pertinentes para conseguir recompensas. Desde la teoría del
estilo atributivo planteada por (Abramson, Seligman y Teasdale 1978) se plantea que la
depresión se presenta ante el fracaso que tiene un individuo para alcanzar sus objetivos a lo
que se le incluye una combinación de causas internas, estables y globales; los autores
plantean que la depresión es consecuencia de interactuar con las críticas negativas de los
padres, lo que genera en el adolescente una autocrítica excesiva propiciando así la
depresión.
(Seligman 1975), explica la depresión desde la indefensión aprendida, planteando
que la depresión se genera por que las personas aprenden que las situaciones de la vida
están fuera de su control y por lo tanto las consecuencias no son placenteras si no
desagradables, lo que indica que el castigo es un elemento difícil de eludir y es el generador
de las conductas depresivas, generando en las personas sentimientos de desesperación, un
17
descenso en la autoestima, y aumento de la disforia. (Lewinsohn 1977). Expresa que la
depresión es generada por que las personas evitan y escapan de los refuerzos positivos y
tiene el escape como su reforzador y por lo tanto no logran escapar del castigo, el autor
plantea que la depresión es una “baja tasa de refuerzo positivo contingente con la
respuesta”.
Aaron Beck 1976, explica la depresión desde la teoría denominada esquema
depresógeno, en donde se plantea que existen unas cogniciones productoras de la depresión
lo que indica que cuando las personas tienen una visión pesimista de sí mismos, del mundo
y del futuro e interpretan diariamente sus experiencias en sentido negativo se genera la
depresión, el autor plantea que las distorsiones cognitivas en adolescentes es generadora de
una baja autoestima, desesperanza e incapacidad para recordar eventos positivos, hacen
comparaciones con los demás, se retroalimentan negativamente y desarrollan un auto
esquema negativo lo que los lleva a la depresión la cual presenta un riesgo de suicidio.
Desde la teoría de los sistemas familiares se entiende que la depresión en los adolescentes
es generada por que ellos provienen de familias con estas mismas conductas u otros
trastornos mentales, en donde los adolescentes aprenden y reflejan las conductas de sus
padres otro factor para la depresión en adolescentes es el continuo rechazo por parte de los
padres. Relaciones familiares y ajustes en la adolescencia (Fernandez, M. 2005. p. 65).
Tratamientos para la depresión y conducta suicida.
Teóricos como (Freedman y Reineche 1995), (Hernandez, J. 1997) (M, 1997, Beck,
A 1979), plantean que tratamientos para la depresión como factor de riesgo para la
conducta suicida desde el modelo cognitivo conductual son Auto supervisión, esta hace
referencia a que los propios adolescentes registren sus propios pensamientos y
sentimientos, esta actividad es considerada como un medio de evaluación y una forma de
terapia ya que la supervisión de los pensamientos positivos pueda hacer que los
adolescentes aumenten su sensibilidad a través de los hechos positivos. El entrenamiento de
autoevaluación, es otro de los tratamiento desde el enfoque cognitivo conductual para la
depresión éste busca cambiar la forma de autoevaluación de los adolescentes para que sea
más positiva, según (Hernandez, J. 1997) este tratamiento consiste en hacer una
18
comparación entre la conducta con los criterios internos de la persona, en donde se le
enseña a los adolescentes a evaluarse positivamente.
Restructuración cognitiva: esta intervención implica buscar oposición sobre los
pensamientos negativos y los supuestos en los que se basan los pensamientos negativos,
buscando las pruebas de las creencias negativas de los adolescentes buscando
interpretaciones alternativas, y unos resultados esta se hace a través más positivos.
Entrenamiento en habilidades sociales: esta se realiza a través de procedimientos en donde
se le enseña a los adolescentes el desarrollo de habilidades sociales incluyendo técnicas
como el modelado, juego de rol, refuerzo positivo y retroinformación. Plan de actividades,
esta trata de hacer que el individuo realice tareas que sean placenteras y que tengan un
refuerzo positivo para lograr este plan de actividades hay que tener en cuenta el entorno
social del adolescente, la familia y el nivel económico.
Otros de los tratamientos son: relajación, se usa para el control de la ansiedad en
pacientes con depresión, la cual permite la relajación muscular, para lograr esta terapia se
usa la imitación de posturas, la imaginación de los adolescentes. El estilo atributivo es otro
tratamiento para la depresión, este consiste en dar situaciones hipotéticas asociadas a la
conducta de los adolescentes con el objetivo de que ellos expliquen los hechos y de esta
manera ofrecer explicaciones alternativas para una adaptación de la situación. Por otro lado
se tiene la solución de problemas, esta terapia se utiliza puesto que los sujetos deprimidos
encuentran impotencia ante la resolución de sus conflictos, esta terapia consiste en tomar
conciencia de su problema y análisis, luego se debe llevar al paciente a que realice una
soluciones alternativas, posterior a ello deben analizar las consecuencias de esas soluciones
y por ultimo elegir la alternativa más adaptativa.
Discusión.
El presente artículo indago a través de una revisión sistemática sobre la intervención
cognitiva conductual en el abordaje terapéutico de la depresión como factor de riesgo en el
suicidio de adolescentes, para efectos de la discusión tendremos en cuenta que es la
intervención cognitiva conductual y su efectividad en el tratamiento de la depresión,
posterior a ello se hablara de la relación que se encontró entre la depresión y la conducta
suicida y por último se explicaran el abordaje terapéutico efectivo para la intervención de
19
esta problemática teniendo en cuenta los antecedentes y el marco teórico del presente
artículo.
La intervención cognitivo conductual es el tratamiento sobre la desadaptación en
áreas físicas, conductual, emocional, cognitiva, esta es de naturaleza educativa y se
proporciona en un tiempo más corto a comparación de otras intervenciones terapéuticas, la
terapia cognitivo conductual tiene como finalidad que “se flexibilicen los modos
patológicos del procesamiento de la información ya que no padecemos por las situaciones
en sí, si no por las interpretaciones rígidas que de ellas hacemos” (Bunge, E, Gomar, M,
Mandil, J 2009, pg 10). La intervención cognitiva conductual permite trabajar en el aquí y
el ahora y contribuye a mejorar las percepciones sobre los problemas, ésta permite que se
cambien los pensamientos y las conductas de las personas.
Todos los artículos e investigaciones sistematizados en el presente artículo hablan
de la eficacia de la intervención cognitivo conductual para el abordaje terapéutico de la
depresión, ideación y conducta suicida, planteado que la intervención cognitivo conductual
disminuye la frecuencia de la depresión, conducta suicida y de autolesión (Marín, M
2008), Según el artículo de Ortiz Amores, (2013)la terapia cognitivo conductual muestra
eficacia en la respectiva intervención en un 90% sobre todo en jóvenes menores de 18 años.
Dicha efectividad se genera puesto que esta intervención cognitivo conductual permite
modificar pensamientos y conductas a través de metas terapéuticas y la interacción de las
tareas realizadas por el paciente y a su vez este modelo de intervención es el más
documentado y el que mayor número de publicaciones tiene sobre la efectividad en
conductas suicidas y depresión (Alonso, L 2012). Aunque para su efectividad en los
adolescentes según los artículos documentados deben cumplir con unos requisitos tales
como: el compromiso de parte de los tutores y los adolescentes en la respectiva
intervención, asignación de tareas y apoyo (Rosselló et al., 2011) se deben realizar terapias
grupales e individuales realizando un énfasis en la terapia individual puesto que en esta área
es donde se puede explorar más sobre la depresión e ideación suicida en los pacientes,
teniendo en cuenta que cada paciente es único (Rodríguez, A, Rodríguez, M 2010).
Lo anterior está relacionado con autores de primer orden como Freemann y Reineck
(1995) quienes plantean que la intervención cognitivo conductual es las más efectiva y la
20
que ha ganado mayor importancia como un enfoque para comprender la depresión y las
conductas e ideaciones suicidas, los autores también expresan que la efectividad de la
intervención en estos casos no sólo es por la actitud del paciente, sino también la del
terapeuta, quien debe realizar una adecuada evaluación para conceptualizar los problemas
del paciente, debe realizar hipótesis sobre la conducta depresiva e ideación suicida,
posterior a ello el terapeuta tiene que establecer que reforzadores sostienen dichos
pensamientos en los adolescentes, para determinar la intervención y estrategias que se debe
realizar con el paciente. Beck, A (1978), plantea que las técnicas que el terapeuta elige en
la intervención deben ser trasmitidas, explicadas y enseñadas al paciente con el objetivo de
que este incorpore las técnicas en su diario vivir.
En cuanto a la teoría del modelo de la intervención cognitiva conductual se entiende
que la depresión es un factor de riesgo para la conducta suicida, debido a la interpretación
errónea que los pacientes hacen sobre si mismo, el mundo y su futuro, dicha interpretación
hace que los pacientes tengan sentimientos de desesperanza ya que presentan una falta de
apoyos alternativos o mecanismos de manejo de las creencias irracionales, generando así un
deseo consiente de escapar y deseo de muerte, considerando el suicidio como una solución
(Freedmann, Reinech, 1995).
Por otro lado las conclusiones de los artículos e investigaciones sistematizados en el
presente artículo, revelan que el 90% de los factores de riesgo de la conducta e ideación
suicida son los trastornos del ánimo entre ellos la depresión, los autores de dichas
investigaciones y artículos esbozan que entre mayor sea el grado de depresión mayor es el
factor de riesgo sobre la conducta suicida. (Silva, Valdivia, 2013), en otras investigaciones
como la de Moral Jiménez & Sirvent Ruiz, (2011)se expresa que la depresión afecta la
triada cognitiva y forma una conducta oposicionista lo cual son características de las
personas con ideación y conducta suicida y esto está relacionado con la teoría de Beck, A
quien plantea que la depresión se presenta cuando hay una visión pesimista de sí mismos,
del mundo y del futuro e interpretan diariamente sus experiencias en sentido negativo, la
depresión para Beck es consecuencia de distorsiones cognitivas, desesperanza e
incapacidad para recordar eventos positivos.
21
Pardo Angarita et al., (2004) plantean que la adolescencia es un estado evolutivo en
el que se puede presentar el riesgo de tener conductas de depresión e ideación o conductas
suicidas, puesto que en esta etapa del desarrollo se presenta el malestar emocional
consecuencia de los cambios a nivel cognitivo, emocional, físicos y de adaptación y si se
evidencian de problemas familiares, comunicación disfuncional con los padres, crítica por
parte de ellos, humillación en las aulas de clase entre otros, se puede generar conductas
depresivas e ideación suicida, esto esta relacionado con la Teoría de Beck puesto que él
plantea que la depresión surge como consecuencia de una retroalimentación negativa
generando un auto esquema negativo, por otro lado la teoría de los sistemas familiares
contribuye a lo anteriormente comentado, puesto que ésta propone que la depresión en los
adolescentes es generada por que ellos provienen de familias disfuncionales o con estas
mismas conductas u otros trastornos mentales, en donde los adolescentes aprenden y
reflejan las conductas de sus padres.
Autores como Gómez Restrepo et al., (2013) plantean la importancia de realizar
intervenciones pertinentes que contribuyan en mejorar la depresión con el objetivo de
disminuir la tasa de suicidios, lo cual será un beneficio para la familia, sociedad y régimen
de salud. Para realizar un abordaje terapéutico efectivo en la depresión, como factor de
riesgo a la conducta suicida, las investigaciones y artículos documentados plantearon la
importancia que en primera instancia se identifiquen las personas con ideación y conductas
suicidas, esto se puede realizar mediante los signos expuesto en el DSM IV, y al mismo
tiempo se puede corroborar a través de la aplicación de cuestionarios como Inventario de
Depresión de Beck, la Escala de Autoestima de Rosenberg, la Escala de Ideación Suicida
de Beck y de un cuestionario socio demográfico.
Posterior a la identificación de la depresión es pertinente evaluar la situación de
riesgo, lo cual a través de la indagación sobre funcionamiento mental de los adolescentes,
es decir, evaluar la triada cognitiva, esquemas, distorsiones cognitivas, el área emocional,
trastornos psiquiátricos, habilidades sociales, autoestima, luego se debe analizar el contexto
familiar lo cual se realiza no sólo con la entrevista al pacientes sino a las familias de los
adolescentes con depresión, y se debe tener en cuenta los factores externos como
situaciones de estrés, crisis, sociabilidad (Jara Segura et al., 2001).
22
Lo anterior tiene correlación con la teoría cognitiva conductual, en donde autores
como Beck, Freeman, Reinicke plantean la importancia de realizar dentro de la
intervención para la depresión e ideación suicida auto informes, entrevista a la familia y
personas significativas en la vida del pacientes, se realice una entrevista clínica con el
paciente depresivo, se realicen pruebas objetivas que permitan medir el grado de depresión
y riesgo suicida, permitiendo así que el terapeuta descubra las ideas irracionales, esquemas
y reforzadores de dichas ideas y conductas.
De acuerdo a la teoría, artículos e investigaciones recopiladas para el presente
artículo se puede entender que dentro de las intervenciones efectivas para el abordaje de la
depresión se encuentran el análisis de las distorsiones cognitivas con el objetivo de
estructurar técnicas que modifique las percepciones erróneas, reduciendo los sentimientos
negativos (Villalobos, S, Murcia, D, González, Y et al 2008), también se debe tener en
cuenta el incremento de la autoestima, de la tolerancia a la frustración, de la autonomía y la
capacidad de disfrutar actividades de la vida diaria (Ulloa-Flores et al., 2011), otra de las
intervenciones efectivas en el tratamiento de la depresión es la modificación cognitiva
propuesta por Beck, la terapia de la conducta planteada por Lewinsohn y Dobson en la que
se realizan tres modalidades, 1. Programa de actividades agradables, 2. Entrenamiento en
habilidades sociales, 3. Curso para el afrontamiento de la depresión y la Terapia Cognitiva
de Beck Korman, G y Sarudiansk Y, M (2011) Alonso, L, plantea que dentro su
investigación fueron efectivas las intervenciones de, valoración de domino y placer,
asignación gradual de tareas, entrenamiento en habilidades sociales y asertividad, detección
del pensamiento, solución de problemas, reorganización cognitiva, distorsiones cognitivas
del procesamiento de la información, la triada cognitiva.
Conclusiones.
El suicidio es una acción que se ha incrementado desde el año 1960 en un 60%
convirtiéndose en una problemática social, familiar y de la salud, por esta razón se debe
trabajar sobre los factores de riesgo que existen para esta conducta, entre los que se
encuentra la depresión con un 90% según las investigaciones. La depresión es un trastorno
del humor, en la que se evidencian síntomas como tristeza, desesperanza, apatía, anhedonia,
irritabilidad, sensación subjetiva de malestar y se pueden presentar también síntomas de
23
tipo cognitivo, emocional y físico. Podría hablarse, por tanto, de una afectación global del
funcionamiento personal, razón por la cual se debe intervenir a través de terapias efectivas
que contribuyan a disminuir dicha conducta.
Desde el modelo cognitivo conductual la depresión es generada por la interpretación
errónea que los pacientes hacen sobre sí mismos, el mundo y su futuro; dicha interpretación
hace que los pacientes tengan sentimientos de desesperanza, ya que presentan una falta de
apoyo alternativo o mecanismos de manejo de distorsiones cognitivas, generando así un
deseo consiente de escapar y deseo de muerte, considerando el suicidio como una solución,
al mismo tiempo la etiología de la depresión desde el enfoque cognitivo conductual se
explica como la falta de refuerzos positivos, dificultad en las habilidades sociales,
consecuencias de interactuar con críticas negativas por parte de los padres y el aprendizaje
que tiene las personas sobre las situaciones de la vida como experiencias fuera de control.
Dentro de las terapias efectivas para disminuir la depresión e incluso la conducta e
ideación suicida se encuentra la terapia cognitivo conductual, la cual tiene el 90% de
efectividad en el tratamiento para estos casos con adolescentes, ya que esta terapia trabaja
en la modificación de pensamientos y conductas a través de metas terapéuticas y la
interacción de las tareas realizadas por el paciente, por otro lado se entiende que la
intervención cognitivo conductual es la más efectiva y la que ha ganado mayor importancia
como un enfoque para comprender la depresión, las conductas e ideaciones suicidas.
La intervención cognitiva conductual que se establece para el abordaje terapéutico
de la depresión como factor de riesgo para la conducta depresiva según las investigaciones
y teóricos de la terapia cognitiva conductual son: el incremento de la autoestima, de la
tolerancia a la frustración, de la autonomía, modificación cognitiva, la terapia de la
conducta, programa de actividades agradables, entrenamiento en habilidades sociales,
valoración de domino y placer, asignación gradual de tareas, detección del pensamiento,
solución de problemas, reorganización cognitiva, distorsiones cognitivas del procesamiento
de la información, la triada cognitiva.
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