INTRODUCCIÓN POSTMODERNA

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CONTEMPORÁNEA

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INTRODUCCINUCityscapes" y uMindscapes'!Hablar de cIUdad posrmoderna en Italia puede parecer un dis-curso acadmIco y lepno. Algunas realidades urbanas comoNueva York, Los ngeles, Tokyo, o en menor medidaLondres, generalmente consideradas como las expres:mes ylos smbolos de la nueva fase de la hIstona de la CIUdad, pue-den parecer ajenas y poco aprovechables respecto a nuestrasituacin. Algunas arquItecturas o escenas urbanas partICU-larmente "diferenres" .. de los shoppmgs malls a los theme parks,son conSIderadas lD1genes de ciudades verdicas e Inquie-tanres pero especficas y lejanas o, a menudo, nada ms que"amerIcanadas"Las Imgenes postmodernas de esras metrpolis corren el nes-go de ser tratadas como apuntes de un carn de vIaje o foto-gramas de pelculas ya vistas, tal vez Interesantes y estunu-lantes, pero carentes de inters 1l1mediato. Tambin el hechode conSIderarlas como una antICIpaCIn -para bIen o paramal- de un probable futuro prXImo encuentra a menudoamplias reSIstenCIas en nombre de su profunda y esenCIal diver-SIdad respecto a la escena Italiana.Amnca parece, cuando se habla de CIUdad, lejana y difereme.Ya se trare de la Amnca metropolitana de los rascaCIelos moder-nos, postmodernos o tardomodernos, ya de aqulla de las peque-as CIUdades de las mam streers, SIempre Iguales, o de las grandesaglomeraCIOnes de las edge artes y de las galaxIas perifncas, larealidad urbana estadounIdense se cousldera, en general, muyespecfica y distante de la europea. El palsa)e urbano Italiano,en espeCIal, parece radicalmente diferente del norteamencanoy hasta del ingls, que es el palsa)e europeo que con mayor rapI-dez tIende a homologarse con el estadoufildense.El distanClamlento de la expeneoCla urbana de estos pasesparece posible con mayor razn, al enfrentarse a la llamada ClLl-dad postmoderna, sobre todo SI la postmodernldad hacereferencia a las formas fSIcas arquitectnicas y urbansticas dela CIudad antes que a su vida y a su cultura SI, en otros trmi-tnos, se asume como ente no de JUIcio el hardware urbano ,msque su software.En Italia, la oleada postmoderna es consIderada leJana, tam-bin porque el postmoderno constrUIdo es ms escasO que enotras partes. Los motlvos son muchos y slo en parte atribui-bles a un supuesto gusto antl-postmoderno de los arqUltectositalianos. Si esto es CIerto, lo es slo en parte, y es a su vez resul-tado de otros EacIotes entre los cuales cobra importancia la reSlS-renCla a los cambIOS de nuestras CIudades.Tambin en Italia, la arqUltecrura contempornea relevan-re es, en general, escasa. La lucha contra la novedad es cons-tante V resulta difcil convencer a un concejal de urbanIsmo oa una comIsin ediliCIa entera para aceptar camblOs radicalesen el panorama urbano consolidado. Intentad Imagmarlo:Moore que propone algo SImilar a Piazza d'Italia al ayuntarlllentode Roma o Johnson que discute el remate chippendale de su ras-caCIelos AT&T con la comIsin ediliCIa de Turn. Hay que pre-guntarse SI 1mblese SIdo posible un Beaubourg Pom Pldou enItalia, puesto que slo la propuesta de urilizar en la cubIerta deun auditorio un marerial "nuevo" -por no estar contempladoen las cItculares mmlstenales- ha podido bloquear el proyec-to y colocar al arquitecto, en este caso a Piano, en el centro devlOlentas polmIcas.Tambin el mIedo, al fi1enOS declarado, de que lo "nuevo"no sea comprendido y que los cmdadanos puedan disentIt yretItar su consenso, contribuye a reafirmar la extendida pos-tura conservadora en matena de formas de la cmdad por par-te de los admmlstradores, apoyados, ms alla de las apanen-CIas, por una buena parte del mundo de los proyectlstas. ComoltIn1a opcin de reSIstenCIa en contra de todo cambIO quedasIempre un posible recurso al referndum por medio del cuallos cmdadanos estn dispuestos a rechazar las torres de Boflllen BolonIa o cualquier otra cosa que parezca perturbar el atys-cape consolidado.El motIVO puede ser tambin, como constantemente se sos-tIene, el carcter valioso y delicado de la cmdad Italiana queno soportara traumas provocados por InserCIones deInasIadoatrevIdas. An esta argumentacin puede conSIderarse leg-tIma aunque haya que preguntarse cmo la CIudad francesa-yen especIal la cmdad ms cmdad de las cmdades france-sas, Pars- ha logrado acoger, s1l1letales cnslS de rechazo, losgrandes monumentos arquitectnicos y urbanstIcos de lamoderfildad y de la postmoderfildad, y los ha 1l1sertado, car-gndolos de slgniflcados, en el gran texto del espaclO cons-tnudo de la capItal.A menudo se nene la Impresin de que todo el camblO arqlll-tectnICO se reduce en Italia al discurso sobre el can1blO, queel discurso arqUItectnICo prevalece sobre la prctica y que laarqllltecmra de papel gana a la de pIedra, realizando as, de unaforma perversa, la profeca de Hugo. La Srrada Novlsslma dela Bienal de Veneoa corre el nesgo de ser, por lo pronto, SI noel nICO, al menos el ms Importante monumento post modernodel atyscape Italiano.Un factor ulterior de --resistenCIa a lo postmoderno se sitaen la convlCcin extendida de que la calidad de la VIda cotI-diana en Italia no necesita de un doble ImaginarlO para ca m-pensar las desiluslOnes y que la relacin de la gente con la rea-lidad, clUdad mclUida, no es capaz de produclf por reaccinuna demanda de sueo y de evasin sufiCIente para trastocarel eltyseape.En esta argumentacin, para nada nueva, hay un elementoImportante y fundamentado, constItUido por la relacin dife-rente que de 10 cotIdiano nuestra cultura tIene con el Juego. AdiferenCIa de los pases de habla alemana, y en menor medidade Estados UOldos, Italia, hasta hace pocos aos, no ha teOldoparques de diversin urbanos permanentes comparables alPrates de Viena o a Coney Island. El "Paese del balocchj" dePinocho es el OlCO espaclO fSICO urbano permanente con elque los Italianos tIenen CIerta familiandad. El esfuerzo est din-gldo al mXImo a dilatar el lotStr en el tIempo -lDventando. puentes y festlvldades- ms que en el espaclO. Probablementeporque la clUdad italiana est todava demaSIado empapada deespntu barroco para tener neceSIdad de un espaclO de ficcinestructurado y separado de 10 cotIdiano.Tambin el mundo de 10sshoPPtng nzalls, tpICO de la metr-polis postmoderna, parece leJano, puesto que los pocos eJem-plos realizados en Italia se sItan en su mayor parte en la pen-ferIa y no han causado Impacto en el ImagInario colectivo.Adems, su pblico parece estar an mayontanamente formadopor jvenes.Las grandes galeras Italianas -monumentales acorazadosen proceso de desguace, las ltlmas de la glonosa tradicin eu-ropea- no dan seales de revIvIr los grandes esplendoresumbertlanos '. La de Roma est deSIerta y blindada para eVI-tar la posible creacin de dormitorios nocturnos que InqUIe-taran a los cercanos palaclOs del poder; la Galera U mberto Ide Npoles ha sldo finalmente rehabilitada, graCIas a los cam-peonatos mundiales de ftbol y a la reunin del G 7, pero esslo un esplndido cascarn sm VIda; la de Miln reSIste, colo-cada en el polgono de oro de la clUdad ms nca de Italia, peroest volVIendo. a pesar suyo, a su carcter ongmano de callecubIerta, calle entre las calles, en apnetos por 10 tanto, comotodas las otras calles Italianas, por la transformacin de la redcomerCIal y el CIerre de los restaurantes y los bares de prestI-glO que depn lugar a tIendas con alta facturacin y productosde consumo maSIVO.Las calles hlstncas todava parecen salir ganando en Italiasobre los grandes shopptng nzalls urbanos, aunque la contmuacompetencIa contra un enemigo inVIsible, pero siempre pre-parado para entrar en Juego, las obliga cada vez ms, sobre todoa las ll1s famosas, a actuar contlnualllente sobre su imagen,buscando asumlf por antICIpado, graoas aluces,decorados ysOOldos, el aspecto que un mall competIdor podra asumu.No obstante, en Italia tambin se adVIerte un camblO en el, clima de las clUdades, y sobre todo en la relacin que las per-sonas tienen con ellas. Esta sensacin no se explica solamentepor el desarrollo de algunas tendenCIas que, aunque con valo-res todava redUCIdos, observan el creCllUlento de los shopPingma!!s y de las reas urbanas temtIcas en este pas) Junto a un. 111cremento de la proyectacin de programas de evasin y lacreoente demanda de arqUitecturas defenSIvas.Un sntoma de la bomologacin 1l1ternaclOnal es el elly mar-ketmg, que comienza a afirmarse tambin en Italia aunque sloen algunos casos se presenta explcitamente como tal, mien-tras que se Implementa cada vez ms con etiquetas diferentesy ms tradiCIOnales.Ni slqUiera se trata de un efecto de los pnmeros edificlOsque entran, de alguna Illanera, en los cnones, por su natura-leza flexibles y hasta 111determ111ados, del postmoderno.El verdadero problema es que no sIempre las cosas son C01110sostena Baudelare, qluen escriba que: "la forme d'une villechange plus vlte que le coeur d'un mortal" " es decll', que laforma fSICa de la c!Udad cambla ms rpIdamente que el almade su gente. Por el contrarlO, el alma parece estar camblandomucho ms rp,damente que el espaclO constrllldo de la C!U-dad.Las argui tectutas postmodernas son en general pocas en lospases como Esrados UOldos, Canad, Gran Bretaa, AlemaOla,Japn, o Brasil, donde su difusin ha sIdo relatIvamente mayor.El Impacto del ambIente construIdo postmodemo tanto sobreel citysi."ape como sobre el Imaginano colectivo, COIDO se verms adelante, es por lo general mayor de lo que la conSIstenCla cuantitativa de las nuevas formas pueda hacernos pensar.Son ms bIen las nuevas culturas. los sueos, los deseos y losmiedos de su gente, la variedad de las nuevas tribus urbanas,la nueva demanda de cmdad, las que connotan a la cmdad post-moderna. Es en ellntenOr de eSIe segmentado y a menudo coo-tradictono escenariO donde la nueva Cludad fSIca adqUIere rele-vanCia y nuevos Significados.Las arqUItecturas postmodernas no son la CIudad postlTIO-cierna: en sta. aqullas constituyen Importantes emergenciasy seales y se pueden conSIderar como su preCIpItado y met-fora. Son slo un aspecto de la postmOderOldad.Si el cttyscape, el panorama fSICO de la cmdad, es todavaslo en parte postmodemo, su nundscape, el panorama del almay de las culturas de la cmdad, ya est profundamente mar-cado por el nuevo estadio. Por este motIVO, el Impacto delpostmoderno sobre el gentus toa de la Ciudad es eVIdente paratodos, y se puede lOlnediatamente respirar el nuevo cliIna enla metrpolis contempornea lOdependiente de las formasarqUItectnIcas.En el panorama fSICO de la cmdad Italiana, en su cztyscape,el postmoderno es todava raro. Sin embargo, la CIudad est yams presente de lo que se cree en nuestros deseos y en nuestasalmas. La postmoderoIdad ya est marcando el nundscape de laCludad aunque de ll1anera fragn1entada y lacerada a travs delos sueos, los mIedos, los gustos V los consumos de la gente.La c!Udad nueva toma forma aun antes que en las arqUltectu-ras, en las culIuras, en los valores, en los estilos de VIda. Conlos pIes estamos wdava en la escena fSIca de la cmdad habI-tual, y con la cabeza, en la cmdad meditlca de la hIpetreali-dad y del ImaglOaflo.La Cludad nueva italiana tIende, aunque lentao1ente por laVISCOSIdad de las normas y de las praXIS consolidadas, a trans-formarse en un patcbwork de estilos y de IdentIdades baJO elempuje de una nueva demanda SOCIal en la que aparecen nue-vos elelnentos COIDO belleza, seguridad, SIgnificacin, variedad,que se agregan a los tradiclOnales. El deseo se vlOcula a la nece-SIdad como cntetlO de legIt11nacin de una demanda decmdad que se desmembra por la vanedad de sUjetos que se pre-sentan con lntenclOoes, lenguajes y proyectos nuevos en las esce-na urbana. Comienza a emerger en el proyecto una atencinnueva y mayor con respecto a la gente, que pide ser conSIde-rada por lo que es y no pedaggIcamente por lo que tendraque ser.La Ciudad nueva postmoderna empIeza as a ton1ar forn1atambin en Italia. De te fabula narratUJc