ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

16
“La doble moral me deja sin palabras” Durante tres días, 2, 3 y 4 de enero, “mantuvimos las ollas de la educación calientes” en el Centro de Estudios Islámicos de la Mezquita Mayor de Granada, que, como en las seis ediciones anteriores, sirvió de marco para este encuentro, en esta ocasión bajo el tema “Educación y comunidad”. Lo que más nos interesaba era la relación entre cada proyecto educativo y la comunidad en la que se desenvuelve, conscientes de que −en palabras recientes de Sheij Dr. Abdalqadir As-Sufi− “para producir seres humanos de calidad no sólo es necesario un grupo educacional, sino también un nexo social”. La divergencia en el seno de la comunidad es una misericordia para los hombres La divergencia de opinión Los diez puntos de Jürgen Todenhöfer Entrevista a Rahima Brandt, directora del Lady Aisha College Crónica de las VII Jornadas Educativas organizadas por la Fundación Educativa Al-Ándalus en Granada Las ovejas solitarias “¿Quién os va a proteger cuando venga el lobo solitario?” Una institución para jóvenes musulmanas establecida en Ciudad del Cabo, Sudáfrica PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · MAR/ABR 2015 · Nº 37 · AÑO VII ▶5 3 ▶ 10 ▶6 ▶ 13 8 y 9 Las nobles cualidades de carácter del Profeta Muhámmad como líder “La nobleza sólo puede ser transmitida en una sociedad limpia”

description

Trigésima séptima edición del periódico ISLAM HOY.

Transcript of ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Page 1: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 1

“La doble moralme deja sin palabras”

Durante tres días, 2, 3 y 4 de enero, “mantuvimos las ollas de la educación calientes” en el Centro de Estudios Islámicos de la Mezquita Mayor de Granada, que, como en las seis ediciones anteriores, sirvió de marco para este encuentro, en esta ocasión bajo el tema “Educación y comunidad”. Lo que más nos interesaba era la relación entre cada proyecto educativo y la comunidad en la que se desenvuelve, conscientes de que −en palabras recientes de Sheij Dr. Abdalqadir As-Sufi− “para producir seres humanos de calidad no sólo es necesario un grupo educacional, sino también un nexo social”.

La divergencia en el seno de lacomunidad es una misericordiapara los hombres

La divergencia de opinión

Los diez puntos de Jürgen Todenhöfer

Entrevista a Rahima Brandt, directora del Lady Aisha College Crónica de las VII Jornadas Educativas

organizadas por la Fundación Educativa Al-Ándalus en Granada

Las ovejas solitarias“¿Quién os va a protegercuando venga el lobo solitario?”

Una institución para jóvenes musulmanas establecida en Ciudad del Cabo,Sudáfrica

PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · MAR/ABR 2015 · Nº 37 · AÑO VII

▶ 5

▶ 3

▶ 10

▶ 6

▶ 13

▶ 8 y 9

Las nobles cualidades de carácter del Profeta Muhámmad como líder

“La nobleza sólo puede ser transmitida en una sociedad limpia”

Page 2: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY2

nnur es una librería y editorial fundada en Valencia a finales

del año 2009 con el objetivo de cubrir el vacío de publi-caciones dirigidas especial-mente a los hispanoparlan-tes. Ya ha publicado varios libros en castellano sobre Islam como: La oración ex-plicada a los niños o Los 40 hadices. También ha edita-do una serie de libros para el aprendizaje de la lengua árabe (árabe básico) con nuevos métodos más fáci-les y adecuados para niños y adultos de habla hispana.

Algunas escuelas de ára-be en España se centraban en una enseñanza basada en el aprendizaje con ayu-da de libros procedentes de

países árabes. Este método ha demostrado no ser del todo satisfactorio. La de-manda de libros que con-tienen una parte de traduc-ción y fonética que facilita que el alumno pueda pro-nunciar de manera correc-ta las palabras en árabe ha crecido. Este tipo de libros se afianzan en el mercado y la librería edita cada año un nuevo nivel de estu-dio, además de otros libros complementarios, como por ejemplo Mejora tu le-tra o libros sobre partes del Corán traducidas y con fonética, como Capítulo de ‘Amma’.

Es importante que los musulmanes aprendan la lengua árabe, ya que es una herramienta esencial para la profundización en el co-nocimiento del Din. La li-brería Annur pone su gra-nito de arena promoviendo y facilitando todo tipo de materiales en esta tarea.

os últimos moriscos. Pervivencias de la po-blación de origen islá-

mico en el Reino de Granada (siglos XVII-XVIII) es el tí-tulo del libro que acaban de publicar conjuntamente las universidades de Granada, Valencia y Zaragoza. El historiador Enrique Soria Mesa (catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Córdoba) demuestra en este volumen que a pesar de las órdenes regias miles de moriscos lo-graron permanecer ocultos en España, especialmente en el reino de Granada.

El proceso de expulsión de los moriscos decretado por Felipe III (1609-1614) parecía haber acabado con la presencia del Islam en España; de esta manera lo ha dejado establecido toda la historiografía especiali-zada. Este libro demuestra, sin embargo, que no fue así, que, a pesar de todo,

muchos moriscos continua-ron ocultos en la península.

Gran capacidad de recuperación

El autor se muestra sor-prendido por la enorme ca-pacidad de recuperación económica y social de los moriscos. Parte del grupo se integró perfectamente, disol-viéndose en la masa cristiana, y un buen número de ellos conservó actitudes religiosas y culturales que se pueden calificar de heterodoxas, y fue reprimido por la Inquisición en 1727. El colectivo mantu-vo parte de su identidad hasta finales del siglo XVIII.

Enrique Soria Mesa tra-ta, en distintos capítulos de este volumen, aspectos, entre otros, como “Los moriscos que se quedaron, vistos por la historiografía”, “La nueva élite”, “Estrategias familiares”, “Actividades económicas y niveles de fortuna”, “La po-sesión de oficios públicos”, “Nobles y ¿limpios? La in-vención del pasado”, “Una red protectora” y “Tras la tempes-tad. Exilio, reconstrucción y olvido”.

El autor, Enrique Soria Mesa (Granada, 1967), es doctor en Historia por la Universidad de Granada (1994) y catedrático de Historia Moderna en la

Universidad de Córdoba desde 2011; investiga acerca del poder local en la España Moderna, en especial en lo relativo al régimen señorial, las oligarquías municipales, los judeoconversos, los mo-riscos, la genealogía y el as-censo social.

Entre sus múltiples pu-blicaciones, destacan los siguientes libros: La ven-ta de señoríos en el reino de Granada bajo los Austrias, Universidad de Granada, 1995 (prólogo de Antonio Domínguez Ortiz); La bi-blioteca genealógica de don Luis de Salazar y Castro, Córdoba, Universidad de Córdoba, 1997; Señores y oligarcas. Los señoríos del reino de Granada en la Edad Moderna, Universidad de Granada, 1997; y El cambio inmóvil. Transformaciones y permanencias en una eli-te de poder (Córdoba, si-glos XVI-XIX), Excmo. Ayuntamiento de Córdoba, 2001, que obtuvo el XIV Premio de Investigación Histórica Ciudad de Córdoba “Díaz del Moral” (2000) y el I Premio de Investigación “Leocadio Martín Mingorance” de la Universidad de Córdoba (2003).

http://sl.ugr.es/07vG

Varias universidades españolas publican el libro ‘Los últimos moriscos’

La librería Annur, de Valencia, publica libros sobre Islam y la cultura

árabe en castellano RedacciónGranada

RedacciónValenciaLA

Enrique Soria Mesa demuestra que a pesar de las órdenes regias miles de moriscos lograron permanecer ocultos en España, especialmente en el reino de Granada

Page 3: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 3

pesar de que ya hace casi dos meses que tuvo lugar, este en-

cuentro ha dejado en mí una huella imborrable. Por primera vez nos reunimos los respon-sables de los diversos proyec-tos educativos vinculados a la figura de Sheij Dr. Abdalqadir As-Sufi. Un encuentro que ha revitalizado el anhelo de cada uno de nosotros por fortalecer y mejorar nuestro trabajo en el campo de la educación, pero que, principalmente, ha forta-lecido el vínculo existente entre nosotros.

Durante tres días, 2, 3 y 4 de enero, “mantuvimos las ollas de la educación calientes” en el Centro de Estudios Islámicos de la Mezquita Mayor de Granada, que, como en las seis ediciones anteriores, sirvió de marco para este encuentro, en esta oca-sión bajo el tema “Educación y comunidad”. Lo que más nos interesaba era la relación entre cada proyecto educativo y la comunidad en la que se desen-vuelve, conscientes de que -en palabras recientes de Sheij Dr. Abdalqadir As-Sufi- “para pro-ducir seres humanos de calidad no sólo es necesario un grupo educacional, sino también un nexo social”. Palabras que vie-nen a confirmar aquellas otras que le oí pronunciar en Granada hace ya casi treinta años, poco

tiempo después de mi shahada: “La nobleza no puede ser trans-mitida en una institución; esto sólo puede hacerlo una socie-dad limpia; limpia en las calles, limpia en las transacciones, en las relaciones de todo tipo, en todos los sentidos”.

Y alrededor de esta cues-tión fundamental, nos reuni-mos responsables de institu-ciones y proyectos educativos de muy diversa naturaleza: los colleges de Ciudad del Cabo, Sudáfrica: Dallas College, ins-tituto de enseñanza superior de Estudios Históricos, Políticos y Literarios, para hombres, y Lady Aisha College, institu-to de Estudios Avanzados para Jóvenes Musulmanas; The Muslim Faculty of Advanced Studies, institución radicada en Reino Unido dedicada a la formación del pensamiento, conjugando la tradición de en-señanza islámica y la tradición clásica y de pensamiento euro-pea; las madrazas coránicas de Mallorca y Fez, para mucha-chos, y de Larache, para mucha-chas; y la madraza coránica de la Mezquita Mayor de Granada y los proyectos de escuela in-ternacional de la Fundación Educativa Al-Ándalus, en Granada: escuela júnior y colegio sénior, para mucha-chos, y escuela de muchachas, que abarcarán desde la etapa Primaria hasta el Bachillerato.

Todo proyecto educativo requiere de una comunidad, de una sociedad. Pero ¿qué socie-dad ofrece la base, el marco so-cial adecuado, para los niños y jóvenes musulmanes? ¿Sirve de algo la mera inclusión de clases

de “religión islámica” en el plan de estudios de los colegios esta-tales, como parece ser el afán, y la reivindicación, de la mayoría de asociaciones y comunidades musulmanas en nuestro país? ¿De verdad creen los musul-manes que sus hijos podrán alcanzar las mejores cualidades de la nobleza aceptando sin más los parámetros de la sociedad en la que estamos inmersos y dentro de su desastroso sistema educativo?

Los sistemas educativos de prácticamente todo el orbe es-tán basados en una visión del mundo que ha abandonado la visión tradicional de la existen-cia cimentada en la Revelación divina, que contemplaba la existencia como un todo uni-ficado. El resultado es que los musulmanes viven, en general, en una contradicción manifies-ta entre esa visión materialista y mecanicista del mundo y las enseñanzas básicas del Din del Islam e incapaces de compren-der el mundo en el que viven y, aún menos, de actuar positi-vamente aplicando un conoci-miento útil.

Se hacen necesarias ini-ciativas educativas y de ense-ñanza, en manos de los mu-sulmanes, capaces de jugar, junto al resto de componen-tes de las comunidades mu-sulmanas, un papel central en la regeneración de la Europa de hoy; poner en marcha una verdadera “comunidad educativa”, los musulmanes como nuevo “pegamento” so-cial: fortalecimiento de los la-zos de cohesión comunitaria; armonía intergeneracional;

recuperación del valor de la familia como célula básica de una sociedad, restable-ciendo los lazos familiares y las relaciones sociales prima-rias; restauración de las cua-lidades de la femineidad y la masculinidad... y, de manera central, el establecimiento de nuestro modelo organizativo natural, el emirato.

Una buena escuela mu-sulmana sólo es posible si se encuentra inmersa dentro del cambio del proceso so-cial, pero es necesario resal-tar también la importancia de la función que pueden desempeñar los proyectos educativos en el afianza-miento de las comunidades musulmanas y su unidad política.

Para ello se hace ineludi-ble pasar de la posición de “supervivencia”, que al final se reviste de todas las conno-taciones negativas asociadas a lo reactivo, a una posición de verdadera integración, que, contrariamente a la idea de asimilación, y en el peor de los casos de puro asimilis-mo, significa asumir la po-sición activa, dinámica, de creación y crecimiento, de liderazgo y transformación de una identidad auténtica-mente musulmana.

Porque no se trata de cultura musulmana frente a cultura occidental. Islam no es una cultura. Nuestra cul-tura en Europa es la cultura occidental, de base greco-romana; lo que aporta el Din del Islam es la renovación de ésta, la recuperación de sus elementos esenciales, plenos de fitra, es decir, en conso-nancia con el patrón natu-ral con el que Allah nos ha creado.

Hemos de establecer en Europa, haciéndolo noso-tros, en nosotros, con nues-tro ejemplo primeramente, y como culmen de los más al-tos logros de su civilización, el valor superior de la asabi-yya, ‘estrecha y sincera her-mandad’, basada en la bendi-ta Sunna.

Desde luego, es esencial entender que “una verdade-ra compresión del Tauhid (afirmación de la unidad di-vina) –en palabras de Sheij Abdalhaqq Bewley en su discurso de clausura de es-tas jornadas– es el elemento diferenciador que ha de estar presente en el núcleo mismo de todo proyecto educativo que afrontemos”, pero junto a esto, antes de esto incluso, ha de reavivarse nuestra res-ponsabilidad como padres y educadores ante la cuestión de cómo preservar el corazón de nuestros hijos. ¿Qué es lo mejor que podemos hacer por ellos?

“El Din entero tiene que volver a empezar. Vosotros sois quienes tenéis que em-pezarlo, y este continente será donde comience. Será vuestra gente y serán vues-tros hijos, pero tenéis que te-ner adab con ellos, tenéis que tratarlos con cortesía, […] del mismo modo que se debe tratar a los mayores con cor-tesía. Tenéis que convertiros en gente de adab; si lo hacéis, estaréis a salvo”. Estas pala-bras de Sheij Dr. Abdalqadir As-Sufi resurgían en mí, con fuerza, cuando este encuen-tro llegaba a su fin. Creo que todos compartíamos un mis-mo convencimiento: al final, todo este asunto tiene que ver con la gente, no tanto con los proyectos.

“La nobleza sólo puedeser transmitida en unasociedad limpia”Crónica de las VII Jornadas Educativas organizadaspor la Fundación Educativa Al-Ándalus en Granada

Muhámmad Mujtar MedinillaGranada

A

Page 4: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY4

“Sólo he sido enviado para perfeccionar las nobles cualidades

de carácter”.

Profeta Muhámmad(que Al-lah le bendiga y le conceda paz).

EDITORIAL

Imam Al-Gazzali vivió en la segunda mitad del siglo XI y ha sido desde entonces una referencia de conoci-miento para todos los musulmanes. La secuencia más famosa de Imam Al-Gazzali es cómo siendo un repu-tado erudito en la ciudad de Bagdad abandonó su po-sición, familia, amigos y todo elemento de su vida para embarcarse en la búsqueda del mas profundo conoci-miento sufí, viajando por diversos países en soledad y en un profundo estado de reflexión.

La obra de nuestro erudito es muy extensa, pero quiero hacer referencia a un pasaje de un escrito titu-lado “Carta al discípulo”. Esta carta es una respuesta a unas preguntas que uno de sus alumnos le hace llegar respecto a cómo orientarse.

Imam Al-Gazzali escribe una extensa respuesta do-tada de erudición, referencias coránicas, vivencias del propio Al-Gazzali y un extenso conocimiento de las ciencias del Din y de su experiencia vital. Al principio del escrito le dice: “¡Hijo mío! Si conoces la tradición, no tendrás necesidad de mucha más ciencia”. Y continua diciendo: “Un día el Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, le dijo a uno de sus Compañeros: ‘Trabaja para la vida de aquí abajo en la medida en que vas a resi-dir en la Tierra, trabaja para la vida futura en la medida en que debes residir allí, trabaja para tu Señor en tanto necesites de Él y trabaja para el fuego del Infierno en la medida en que seas capaz de soportarlo’”.

La conciencia de la presencia de Al-lah es la base so-bre la que debe asentarse la vida de todo creyente; tra-bajando con la certeza de que solo a Él tendremos que rendir cuentas, apartándonos de lo prohibido y prote-giéndonos de las provocaciones. Nuestro amado Profeta Muhámmad, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, es nuestra referencia de comportamiento, nuestro modelo a seguir. El Din de Al-lah es completo y primigenio. No puede ser atacado ni alterado, y el plan de Al-lah preva-lece sobre cualquier otro plan.

Pido Al-lah que proteja a los musulmanes de todo el mundo, especialmente a los que son atacados; y pido a Al-lah que nos dé fortaleza, discernimiento y un cono-cimiento puro.

Assalamu aleikum

Malik A. Ruiz Director

[email protected]

Subdirector:

Director:

Equipo de redacción:

Diseño y maquetación:

Producción: GARNATA MEDIA

Salman Pinart

Muhammad Mujtar MedinillaUmar Molinero Luqman Nieto

Umar Molinero

Malik A. Ruiz

Comunidad Islámica en EspañaApartado de Correos: 674.18080 Granada. Españ[email protected]ósito Legal: GR 1051-2009.

ISLAM HOY MEDIA

El editor de ISLAM HOY expresa que podrá reproducirse, distribuirse o comunicarse públicamente la presente publicación, de forma global o parcial, mediante cualquier medio, sistema o procedimiento, siendo, el que posee el ejemplar, titular de los derechos para todas aquellas actuaciones que sirvan para la difusión de su contenido, en cualquier soporte o por cualquier medio, todo ello conforme a la ley de propiedad que establece la Sharíah islámica.

www.islamhoy.com

GLOSARIO Asar: la oración de media tarde. Da nombre también a la azora 103 del Corán.‘Alim. pl.: ‘Ulamá: Un erudito, especialmente de las ciencias del Islam.Awliya: Persona cercana a Allah.Baraka: La bendición que emana de una persona o lugar determinado.Dawa: Lit.: Llamada. Acto de llamar a la gente al Islam.Dhikr: Recuerdo y, en consecuencia, invocación de Allah.Dhimma: obligación o contrato. En particular, tratado de protección para los no musulmanes establecidos en territorio musulmán.Din: La transacción vital, lit. la deuda entre dos partes, en este caso entre el Creador y el creado. Dua: Pedir a Allah.Dhuhr: la oración del mediodía que consta de cuatro rak‘ats.Emir: Persona de autoridad.Faqih. pl. fuqahá: Hombre que tiene conocimiento del fiqh en virtud del cual puede emitir juicios legales.Faqir: pl.: Fuqará. Lit.: Pobre. El que sabe que está necesitado y dependiente de Allah, el Rico y Autosuficiente. Faŷar: amanecer, alba. Oración del amanecer.Fiqh: la ciencia de la aplicación de la Shari’a. Al experto en fiqh se le llama faqih.Futuwa: Cortesía espiritual que se manifiesta en el buen comportamiento.Hadiz: Transmisión de las palabras del Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz. Halal: Lo permitido por la Shariah. ‘Id. pl.: A’yad: Celebración para los musulmanes; existen dos al año, una tras el final del Ramadán y la otra tras el final del Hayy.Iman: Creencia islámica.Isha: la oración de la noche.Jutba: discurso; en particular el que pronuncia de pie el Imam el viernes antes de la oración.Magrib: oración de la puesta de sol. El Magreb también designa los territorios musulmanes del noroeste de Africa y es el nombre árabe de Marruecos.Nafs: “el ser, el yo”. Normalmente designa al ser inferior, ya sea el ser que indica el mal o el ser censurador. Según Ibn al Arabi, el nafs es lo que está producido por los atributos del esclavo.Rakat: Una de las partes en las que se divide la oración.Ramadan: Noveno mes del año lunar, durante el cual se debe observar ayuno desde el amanecer hasta el ocaso.Salat. Pl.: salawat: Oración. Cada una de las cinco oraciones obligatorias del musulmán. Segundo pilar del Islam.Shahada: Atestiguar; afirmar que no hay más divinidad que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah.Sheij. pl.: Shuŷuj. Título de respeto en virtud de la edad o condición social. En el sufismo, el maestro espiritual que te guía desde el conocimiento de tu “yo” al conocimiento de tu Señor. Tasawwuf: Cincia del sufismo.Táriqa: El camino, la vía, el sendero. Es salir del lugar seguro para ir hacía la búsqueda. En esta forma se refiere a las cofradías sufíes.Ummah: Comunidad de seguidores del profeta Muhammad.Waqf.pl.: Awqaf Poner el cuerpo de una propiedad fuera de nuestro dominio para traspasarlo hasta el Día del Juicio a la Propiedad de Allah, dedicando su usufructo en beneficio de otros.Wudu: Ablución y purificación obligatoria para la oración.Yízya: impuesto de protección pagadero por los no musulmanes, como tributo, a un gobernante musulmán; tradicionalmente eran 4 dinares o 40 dirhams al año.Yumua: Oración en grupo que se realiza en la mezquita los viernes.Zakat: Impuesto sobre la riqueza, uno de los cinco pilares fundamentales del Islam.

Page 5: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 5

egún Abu Hurairah, que Al-lah esté complacido con él, el Mensajero de

Al-lah, al que Al-lah le dé Su gracia y paz, dijo: “El Islam em-pezó siendo considerado como algo extraño y volverá a ser algo extraño (en el entendimiento que creyentes y no creyentes tienen de él). Anunciad pues buenas noticias a los (que son considerados) extraños (por creyentes y no creyentes), es de-cir, los que restablecen lo que la gente (creyentes en su mayoría) corrompió”.

De entre las, por desgracia, numerosas   muestras   de des-apego al Islam Tradicional de las Primeras Generaciones   y entendimiento “extraño”   de esta maravillosa herencia pro-fética,  se encuentra el empeño obstinado de ciertos grupos minoritarios  de monopolizar  y tratar de imponer  de manera hegemónica su entendimiento de esta “tradición” en toda su complejidad.

Sumidos en el más profundo error y al más típico estilo de la policía secreta norcoreana, pa-trullan las mezquitas, las asocia-ciones y las redes sociales tratan-do de dar caza a una de las más bellas piedras fundacionales del Din de Al-lah: la variedad.

Dijo el Imam de Medina: “Man tasawwafa wa lam ya-tafaqqa fa qad tazandaqa wa man tafaqqaha wa lam yatasawwaf fa qad tafassaqa

wa man jama`a bayn al-ithnayn fa qad tahaqqaqa” (‘Aquel que practica Tasawwuf sin apren-der la Ley Sagrada  corrompe su creencia, mientras que aquel que aprende Ley Sagrada  pero no práctica Tasawwuf se corrompe a sí mismo. Aquel que combina ambos se muestra como verda-dero”). Ali al-Qari, Sharh Ayn al-Ilm wa-Zayn al-Hilm (Cairo: Maktabat al-Thaqafa al-Dini-yya, 1989) 1:33; Ahmad Zarruq, Qawa`id al-Tasawwuf (Cairo, 1310).

Dicen los Sabios  en re-lación al desarrollo es-piritual: “Toma agua del Océano de las Realidades/Significados  Espirituales (Haqiqa) y planta un árbol sobre el firme suelo de la Ley Sagrada”. Otro modo es simple error. 

En este contexto es vi-tal memorizar un principio

jurisprudencial básico: “La di-vergencia de opinión en las ra-mas de la Jurisprudencia es una misericordia para los hombres”.

Ash-Shatibi,  en Kitabul Itisam, dijo:  “Una gran parte de los Salaf consideró que las divergencias en las ramas (de la Jurisprudencia) eran uno de los signos de la Misericordia de Al-lah”.

Hafid Al Iraqi, maestro de  Ibnu Hajar Al Asqalani, dijo:  “Es una palabra de Al Qasim Ibnu Muhammad (nieto

de Abu Bakr) que dijo:  ‘La di-vergencia en el seno de la comu-nidad es una misericordia para los hombres”’.

Al Laiz Ibnu Sad dijo: “[…]  La gente del conoci-miento es gente de flexibilidad (tawsi`ah). Los que emiten avi-sos jurídicos no paran de diver-gir, pues tal persona autorizará

una cosa mientras que otra la prohibirá, sin que una ata-que a la otra cuando conoce su posición”.

Ibn Taymiyyah, en el Resumido de las Fatawil Misriyyah, dijo:  “El Consenso de los Imames es una prueba indubitable y su divergencia es una gran misericordia.  El que no sigue a ninguno de los cua-tro Imames está completamente equivocado, porque, con res-pecto a la Shariah entera, la ver-dad no se encuentra fuera de las

cuatro (escuelas)”. Mukhtasarul Fatawil Misriyyah, El Cairo (1980), páginas 35 y 54.

Imam Abu Hanifah dijo en una versión más corta del Fiqhul Akbar:  “La  divergencia en el seno de la comunidad es un sig-no de la Misericordia divina”.

Hafid Al Bayhaqi y Badrud Din Az Zarkashi  también

dijeron: “Qutada  dijo:  ‘Umar Ibnu Abdil-Aziz  solía decir: Odiaría que los Compañeros no divergiesen entre ellos, porque si no divergiesen, no hubiera habido ninguna libertad (para nosotros)’”.

El Profeta, al que Al-lah le dé Su gracia y paz, dio ins-trucciones a un grupo de los Compañeros  el día de la Batalla de los Clanes diciendo: “Que nadie rece asr (otra narración duhur) antes de alcanzar Banu Qurayza”.

De camino, uno o más de ellos remarcaron que el asr había entrado. Algunos dije-ron: “No debemos rezar hasta que lleguemos”. Otros dijeron: “Todo lo contrario, debemos rezar, porque no era eso lo que se pretendía decir (no era ese el significado)”. Más tarde, este in-cidente fue narrado al Profeta y él no corrigió a ninguno de los dos grupos (ya que ambos en-tendimientos son aceptables).

Ibn Hayar, comentando este hadiz, dice: “Este hadiz es evidencia  de que cada uno de dos sabios con capacidad para inferir avisos jurídicos de las fuentes  y que difieren en un asunto de jurisprudencia (furu) están en lo correcto” (Wa fihi anna kulla mujtalifayni fi al-fu-ru minal-mujtahidina musib). Ibn Hajar, Fath al-Bari (Kitab al-Maghazi, ch. 31, 1989 ed. 7: 520.

En base a este principio se deriva la jurídica que dice: “La inkara fi mashail al jilaf”, ‘No existe condena/reproche (mutuo) sobre veredictos le-gales divergentes (si estos proceden de sabios capacita-dos para ello)’.

Cuestionar o poner en duda este principio jurisprudencial, así como intentar alterar el modo en el que los creyentes desarrollan su  práctica ritual diaria, es una flagrante viola-ción  de las bases (usul) de esta religión;  siendo  por defini-ción una innovación nociva; y dijo el Profeta en este sentido: “Toda innovación es desvío, y todo desvío lleva al Fuego”. Que Al-lah nos proteja de ello.

Omar HamzehMadrid

La divergencia de opinión

S

“La divergencia de opinión en las ramas de la Jurisprudencia es una misericordia para los hombres”

Page 6: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY6

ómo nació la idea del Lady Aisha College?

A decir verdad, el ori-gen de la idea nació de Sheij Dr. Abdalqadir As-Sufi, y lo que buscamos es preparar a las jóvenes para enfrentarse al mundo actual y permitir su desarrollo dentro de él sin que por eso deban re-nunciar a su auténtica esen-cia femenina, es decir, a las cualidades naturales de la mujer.

Los cambios en la so-ciedad dependen de nues-tros propios cambios; por ejemplo, algo que no puede ser relegado es el hecho de ser madre, ya que ser ma-dre implica educar y criar a la siguiente generación, y esto tiene una dimensión extraordinaria, porque si tenemos hijos sanos, ten-dremos adultos sanos, y si tenemos adultos sanos, tendremos una sociedad sa-ludable. Así que no es una

cuestión baladí, sino algo que tiene muchísima importancia.

¿Cuál es el objetivo fi-nal del Lady Aisha College y a quién está dirigido?

Está dirigido a mujeres jóvenes, una vez terminados los estudios secundarios, y tiene una duración de un año académico. El objetivo es enseñar a la nueva ge-neración a “navegar” en la vida actual, pero habiendo fortalecido su Din, partien-do del entendimiento de la sociedad moderna, del en-torno completo en el que se tienen que mover, sabiendo quiénes son y sabiendo lo que quieren, y entendien-do lo que tienen enfrente de ellas, para ser capaces de dar sentido al mundo y a su vida, porque vivimos en una época muy complicada, pero solo porque sea com-plicada no quiere decir que tengan que vivir escondi-das, sino que tienen que ser parte de ello, sin terminar perdidas.

¿Cuáles son las asigna-turas que se enseñan en este curso?

El plan de estudios es muy amplio y consta de tres gran-des secciones: la mujer como esposa y madre, la mujer en la casa y la mujer en la his-toria. El curso, además, está dividido en cuatro ciclos:

En el primer ciclo se es-tudia “La historia a través de La matrona romana” y “Aprender a llevar una casa”.

En el segundo ciclo se es-tudia “Las mujeres en la obra de Ibsen” y “Los trabajos de Melanie Klein”.

En el tercero se estudia “Las mujeres en la obra de Shakespeare” y “La Princesa de Hierro”.

Y en el cuarto, se estudia la Gran Fitna, con especial atención a la figura y el papel que desempeñó Saida Aisha, radi al-lahu anha; y, por últi-mo, se estudia “La obra de la escritora francesa Colette a través de los escritos de Julia Kristeva”.

Cuentan además con gran cantidad de temas a nivel práctico, como la pre-paración del parto natural, cerámica o crochet y algo de cocina.

Queremos que el College sea dinámico y que lo pasen bien, así que también tienen un tiempo dedicado a prepa-rar celebraciones abiertas al público o a hacer marchas a pie por el campo, y aprenden interpretación para repre-sentar algunas de las obras que estudian.

¿Por qué considera que las enseñanzas del Lady Aisha College son impor-tantes en el mundo de hoy?

Son importantes porque se podría decir que se ha roto la transmisión de mujer a mujer, porque en las fami-lias las cosas ya no se dan de la misma manera que antes. Las mujeres no acostum-bran a pasar mucho tiempo en compañía de otras mu-jeres, la vida de las mujeres jóvenes se da mucho más fuera de las casas que den-tro. Es decir, lo que tenemos es por lo general, falta de la transmisión de otras muje-res, falta de esparcimiento y diversión entre mujeres, fal-ta de una visión natural de la vida desde la perspectiva de la mujer.

En un mundo en el que la mujer aspira a tener un lugar en la vida públi-ca, ¿no significa el Lady Aisha College una vuelta atrás, al papel de la mujer relegada en la casa?

No lo creo en absolu-to. Una de las cosas que se aprenden es que nosotras tenemos un lugar en todos los aspectos de la vida. El College es una base para que la mujer pueda llegar a conseguirlo.

Pero la cuestión es: ¿cuando una mujer llega a ocupar un cargo o a tener un papel relevante en la so-ciedad, está actuando como una mujer o está actuando como un hombre? Y lo que estamos observando es que las mujeres han tenido un cambio en las últimas dé-cadas en cómo ellas miran las cosas y cómo terminan recibiendo una gran in-fluencia del punto de vista masculino. Estando entre mujeres aprendemos mu-chísimo. El peligro es que sin mujeres a tu alrededor

que te ayuden a mantener tu propio centro de gra-vedad acabas comportán-dote como un hombre y te olvidas de aportar algo realmente único especial, femenino.

¿Cuál cree que es el lugar que debe ocupar la mujer en la sociedad mu-sulmana de hoy, ya que prácticamente ha desapa-recido el marco tradicio-nal de las grandes fami-lias que formaban en gran

medida la mayor parte de la vida social de la mujer?

Creo que la mujer pue-de ocupar todos los luga-res. Obviamente, la mujer, por lo general, se ocupa de la familia. Ese es el lugar de la mujer en gran parte de la sociedad, y haría falta hacer un enorme esfuerzo para recuperar esas grandes fa-milias, que serían lo ideal.

En la sociedad moder-na se produce un desequi-librio porque la mujer ha sido manipulada y dismi-nuida en su femineidad. Se nos ha dicho: “Tienes que ser…”. “Tienes que hacer…”. Y la sociedad ha cogido una dirección equivocada. Tenemos que caminar den-tro de la sociedad, pero ne-cesitamos más mujeres que hagan preguntas difíciles.

¿Quiere decir que, ma-yormente, el papel de la mujer es hacer del mundo un lugar mejor para vivir, y que este papel genuino debería ser más apreciado y mejor considerado?

Así es, nosotras tenemos un regalo increíble como mujeres, y es que podemos poner, gracias a nuestra fe-mineidad, una especie de dulzura en las cosas. Es por eso por lo que la mujer puede plantear cosas que el hombre no puede.

Para concluir me gusta-ría añadir que el Lady Aisha College es una escuela in-ternacional establecida en Ciudad del Cabo, donde acuden jóvenes de diver-sos países. Las jóvenes ha-bitualmente son alojadas por familias musulmanas también de distintos países de procedencia que viven en Ciudad del Cabo, con lo cual, la formación no se da solamente dentro del College sino en los hogares en los que conviven, en un enriquecedor intercambio de culturas, lo cual supone también un aprendizaje útil.

Para más información sobre el Lady Aisha College: www.ladyaisha.org y en el correo: [email protected]

“Tenemos un lugar entodos los aspectos de la vida”

Entrevista a Rahima Brandt, directora del Lady Aisha College

Hayya Rahima Brandt es directora y cofundadora del Lady Aisha College, una institución para jóvenes musulmanas establecida en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El plan de estudios es ligeramente diferente al de otras instituciones, ya que además de una formación de alto nivel intelectual, se enseña a las jóvenes, áreas de la vida práctica, necesarias en el día a día y que muy frecuentemente son olvidadas o relegadas actualmente, a pesar, no cabe duda, de su gran importancia.

Imán TraviesoGranada

CEn la sociedad moderna se produce un desequilibrio porque la mujerha sido manipulada y disminuida en su femineidad. Se nos ha dicho: “Tienesque ser…”. “Tienesque hacer…”

Hayya Rahima Brandt.

Page 7: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 7

ice Spengler en su obra La decadencia de Occidente: “La historia

nos enseña que la duda de la fe conduce al saber, y la duda del saber –tras un tiempo de análisis crítico– otra vez a la fe”.

El hombre, como ser racio-nal que es, busca constantemen-te un explicación a los sucesos y fenómenos que ocurren a su alrededor. Esta búsqueda la basa en aquello que conoce a través de sus experiencias, observacio-nes e investigaciones. En base a las conclusiones que obtiene de este propósito construye su discurso existencial; a través del cual procura entender el tiempo y el espacio que le ha tocado vi-vir y encontrar su sitio en él.

La variedad de métodos que el hombre ha utilizado a lo largo de la historia va desde la expli-cación mágica de los fenóme-nos hasta la experimentación científica, con todo tipo de po-sibilidades intermedias que, sin duda, han enriquecido la expe-riencia y el saber humano.

A pesar de esto, el momen-to actual en el que nos encon-tramos ha homogeneizado el

conocimiento y la información. El conocimiento a través del sistema educativo y la infor-mación a través de los medios de comunicación. El resultado es, por lo tanto, un discurso homogéneo.

Este discurso homogéneo lo podemos asimilar a las aguas estacadas de un pantano. En estas aguas los componentes químicos serán los mismos in-dependientemente de donde tomes las muestras, quizás con ligeras variaciones sin impor-tancia que no cambian la com-posición principal.

Esto se hace patente en las conversaciones y tertulias a muy diferentes niveles culturales y lu-gares geográficos; desde las que podemos ver televisadas con pre-tendidos expertos en Nueva York a las que ocurren mientras se desayuna en el bar de la esquina. Tanto que hay ocasiones en las que uno se aburre soberanamen-te, ya que los argumentos expues-tos son repetitivos. Y esto es algo que sucede de igual manera entre la comunidad de musulmanes en general y los que no lo son.

Poner estas aguas en mo-vimiento requiere un esfuerzo

enorme. No se trata simplemente de abrir las compuertas y dejar que entre agua nueva, puesto que al poco tiempo esta adquiere ca-racterísticas similares a la origi-nal, sino de convertir el pantano en río.

La característica del río es que el agua fluye, se renueva. Y tal ha de ser nuestro pensa-miento. Hemos de hacerlo fluir, cambiar, transformarse. Decía Goethe que el hombre ha de leer todos los días algo nuevo, mirar una pintura o escuchar música. Y no solo lo decía por el natural impacto positivo que la belleza

sutil puede tener en el espíritu humano, sino por la necesidad de enriquecer las aguas de nues-tro pensamiento.

Este enriquecimiento lo bus-camos en la lectura reflexiva, en el desarrollo de la curiosidad por diversos temas que nos lleva al no-conformismo, en exponer-nos a situaciones y experiencias que nos conecten con la interio-ridad innata y en la compañía beneficiosa.

Uno de los propósitos de construir este discurso es el de descubrir nuestra individuali-dad y, en base a ello, entender nuestra libertad. Una de las ma-yores tareas a la que se enfrenta el individuo hoy en día, y en la que la mayoría fracasa, es des-cubrir su individualidad en un contexto tremendamente indivi-dualista. Cuando los componen-tes para esta tarea han sido es-tandarizados, la individualidad se convierte en superficialidad y la libertad en una idea fácilmen-te manipulable sin realidad.

Más allá de la situación exis-tencial a la que nos toque enfren-tarnos, hemos de ser conscientes de esto, y cada uno, en la medida de sus posibilidades, ponerlo en práctica. Dice Shaij Abdalqadir As Sufi en su libro Carta a un musulmán africano que el mu-sulmán es, por definición, inte-lectual. Recuperemos pues esta intelectualidad.

na de las experiencias más significativas para quienes hemos crecido

en espacios urbanos es el en-cuentro con gente a la que los musulmanes llamamos gente de fitra, aquellos que están más próximos a la forma natural y original del ser humano que con el transcurso de la civilización se ha ido desdibujando; gente que forma una unidad con su paisaje, entorno y costumbres sencillas; gente amable, hospi-talaria, naturalmente abierta y cuya mansedumbre la aleja de segundas intenciones y de la desconfianza, y con un sentido de lo comunitario fuertemente arraigado.

Por eso, una de las experien-cias más hermosas que he tenido al regresar a Chile después de vi-vir dieciséis años en España fue conocer el valle del Queuco, en el Alto Bío-Bío, por encima de la represa de Ralco, construida hace pocos años, y que ahora detiene parte del cauce del río que antaño fuera frontera entre

mapuches y españoles por más de trescientos años. Tras la lla-mada “Independencia” a prin-cipios del siglo XIX (que en realidad fue un retroceso del poder monárquico español, fundamentado en la tenencia de tierra, ante el avance del poder fundamentado en la tenencia de dinero asentado en los países anglosajones), y posteriormente a la llamada Guerra del Pacífico, a finales del siglo XIX, en la que el ejército chileno al servicio de las compañías británicas vincu-ladas a la extracción del salitre diezmó a peruanos y a bolivia-nos, ese mismo “ejército victo-rioso” fue utilizado en la llamada “Pacificación de la Araucanía”, por la que fueron despojados de sus tierras comunidades mapu-ches que aún no habían experi-mentado una penetración de sus tierras por los colonizadores.

Se hace necesario aclarar que los mapuches poblaban no sólo las tierras que quedaban al sur de la frontera del Bío-Bío, unos quinientos kilómetros al sur de Santiago, sino que, muy por el contrario, habitaban los valles centrales entre la cordillera de Los Andes y la Cordillera de la Costa hasta el río Choapa, por encima del valle del Aconcagua, trescientos kilómetros al norte

de Santiago; aunque sólo los ma-puches del sur del Bío-Bío con-servaran por antonomasia dicha denominación debido a su fiera resistencia a la dominación es-pañola, mientras que la historia de los picunches, o mapuches del norte, fue posteriormente diluida en la llamada historia criolla, “nacional” o “chilena”, la de los descendientes de españo-les y sus relatos de mestizaje en la que desaparece el mar de gente que habitaba las tierras que ellos ocuparon y dominaron junto con sus habitantes. Bajo estos relatos de mestizaje, quienes hemos nacido en los pujantes conglomerados urbanos hemos crecido con la idea de que los

mapuches constituían lo que en el lenguaje “políticamente co-rrecto” yace acuñado con los tér-minos de “pueblos originarios”, es decir, mero aporte sanguíneo de la actual población chilena pero prácticamente desapareci-dos culturalmente, pues apenas algunos ancianos recordarían si acaso algunas palabras de su lengua. Por eso fue tan grata la experiencia de conocer uno de esos valles que creía sólo existen-tes en Perú o Bolivia, en el que, además del paisaje recio y her-moso, se pueden encontrar gen-tes que hablan su lengua, y en las que el español es tan solo la segunda, hablada con un marca-do acento que además lo delata.

Se trata de los pehuenches, ‘las gentes del pehuén’ (la llamada “araucaria”, especie conífera que les brinda uno de sus principales medios de subsistencia), comu-nidades que, tras la persecución tanto por parte del ejército chi-leno como del argentino desde el otro lado de la cordillera, se refugiaron en los altos valles de montaña. En dichos terrenos agrestes subsistieron desde esos tiempos hasta que en el año 2013 recuperaron en propiedad los títulos de las tierras que hasta entonces habitaban.

La experiencia de ver dichos paisajes y su gente fue para mí semejante a la de haberme to-pado en mi propio país con gen-tes del Tíbet o de cualquier otra zona del planeta donde habitan pueblos que traslucen la otredad; habitando un espacio que les permite ser lo que son, lo que se-ría impensable si vivieran nues-tra forma de vida. Es por ello que los mapuches defienden un concepto de libertad vinculado al espacio vital, pues entienden que no les basta el mero recono-cimiento si carecen del espacio para desarrollar la forma de vida que han tenido por cientos de generaciones. No obstante, aun-que hay comunidades mapuches relacionadas a ciertos incidentes por los que salen a diario en las noticias, existen importantes grupos de ellos que viven tran-quilamente en lugares donde ni siquiera llegan las señales de te-léfono ni televisión. Que Al-lah les bendiga, les guarde y les haga llegar Su Guía.

El grato encuentrocon los pehuenchesYaqub GonzálezSantiago de Chile, Chile

U

El musulmán es,por definición, intelectual

Luqman NietoGranada

D

Mujer pehuenche preparando la semilla del pehuén.

Page 8: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY8

onocemos sobradamente mu-chos aspectos acerca de lo que el Profeta, que Al-lah le bendi-

ga y le conceda paz, hizo. Nos centra-remos pues en examinar cómo lo hizo y qué fue lo que le permitió lograr tan-tísimo y provocar tal impacto históri-co en un tiempo relativamente corto. La clave para ello radica en lo que afir-mó sobre sí mismo cuando dijo: “Sólo he sido enviado para perfeccionar las nobles cualidades de carácter”. Y reali-zó esta tarea encarnando él mismo las cualidades a las que hace referencia, y muchas de estas cualidades son im-portantes por la forma en que cumplió con su papel como líder de la primera comunidad de musulmanes y el gran éxito que tuvo al hacerlo. En primer lugar está su constante conciencia y dependencia de Al-lah, su Señor. Esto se reflejó en la consistencia de su ado-ración, en la frecuencia de su súplica y en el constante recuerdo de su Señor en toda situación. Esto significa que en toda acción su primer objetivo fue siempre el complacer a Al-lah y que todos sus actos están exentos de egoís-mo o intereses personales. Él estaba totalmente libre de todo tipo de ambi-ción personal y cualquier pensamien-to de ganancia personal.

Junto a estas cualidades de carácter, también hay otras que él encarnaba a la perfección y que son especialmente pertinentes en su papel como gober-nante. Entre ellas se encuentran su in-tegridad, su valentía, su generosidad, su paciencia, su resolución y su hu-mildad. En cuanto a su integridad, in-cluso antes del Islam era conocido en toda Meca como Al-Amín, ‘el Digno de confianza’. La gente le confiaba co-sas con la certeza de que estarían se-guras con él, y esto fue ampliamente demostrado cuando se vio obligado a huir, bajo peligro de muerte, de su ciudad natal y, sin embargo, dejó ins-trucciones claras para devolver todo lo que aún tenía a su cuidado. Nunca dijo una mentira a nadie, incluso sus ene-migos sabían que podían confiar con absoluta certeza en lo que decía. Era famoso por el hecho de que sus senti-mientos podían medirse en la expre-sión de su rostro. Con él podías estar seguro de que no había una cara ocul-ta. Esto significaba que la gente sabía que podían confiar en él y que no iba a decir una cosa delante de ti y luego hacer lo contrario a tus espaldas, una cualidad importante e inmensamente tranquilizadora en cualquier líder.

Su indudable valor le permitió li-derar siempre desde el frente, tanto en sentido literal como metafórico. Un ejemplo citado con frecuencia es lo sucedido en la Batalla de Hunayn: cuando el ejército musulmán fue de repente emboscado, los combatientes musulmanes comenzaron a retirarse, y la retirada pronto se convirtió en una

desbandada. El Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, casi en so-litario, se mantuvo firme. Frente al enemigo, en su mula blanca, rodeado de algunos fieles Compañeros, llamó a los soldados que huían, “¡Hombres!, ¿a dónde vais? ¡Venid a mí! Soy el Mensajero de Al-lah, soy el hijo de Abdal Mutalib”. Poco a poco, los hom-bres vinieron a él, y gradualmente se restableció el orden y se ganó aquel día. Este es un ejemplo, entre muchos otros, de este aspecto inspirador de su carácter. Sheij Al-Alawi Al-Maliki dice sobre la valentía del Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, en su libro Muhammad Al-Insan Al-Kamil: “Fue por esto por lo que participó en todas las muchas batallas que asistió en su vida militar; y no se conoce que retrocediese de su posición ni un solo paso, o el grosor de tan solo un dedo. Esto le hizo para sus Compañeros un líder que inspiraba la más absoluta confianza y obediencia, así que tan-to jóvenes como viejos eran prestos a atender sus señales, no sólo porque

fuese el Mensajero de Al-lah, sino por la valentía de la que eran testigos, que Al-lah le bendiga y le conceda paz…”.

Su generosidad, que Al-lah le ben-diga y le conceda paz, fue fabulosa y otro factor que inspiró a otros a se-guirle. No se sabe de nadie que fuese a pedirle algo y que volviese con las manos vacías, llegando incluso a pedir

prestado a los demás cuando él mismo no tenía. Hay demasiados ejemplos de este aspecto y no podemos hacer jus-ticia a su categoría, pero hay uno que

es relevante y que mencionaremos. Muslim narra que Anas, radi al-lahu anhu, dijo: “Al Mensajero de Al-lah, que Al-lah le bendiga y le conceda paz,

nunca se le pidió nada que no diese. A un hombre que vino le dio las ovejas entre dos montañas. El hombre regre-só a su gente y les dijo: ‘Pueblo mío, abrazad el Islam, pues Muhámmad da como aquel que no teme a la pobreza’”.

Otra de las cualidades que tenía una enorme influencia en su calibre como líder era su inagotable paciencia.

De nuevo, los numerosos ejemplos son tantos que no podemos mencionarlos todos, pero citaremos un par de ejem-plos que ilustran la importancia de su paciencia y autocontrol en su papel de liderazgo. En una ocasión, un rabino judío, deseando probar la afirmación del Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, a la profecía, deman-dó de forma grosera y ruda la entrega de un lote de dátiles antes del tiempo pactado. Umar Ibn Al-Jattab, que esta-ba presente, lo llamó enemigo de Al-lah y amenazó con matarlo. El Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, reprendió a Umar diciendo: “Él y yo necesitamos otra cosa de ti, Umar: hacia mí, que me animes a honrar mis compromisos correctamente; y, hacia él, que pida de una forma más educa-da”. El Profeta le pidió a Umar que le diese al hombre lo que le correspondía y que añadiese algo más, extra, a cau-sa de haberle asustado. Después de ser testigo de este ejemplo de paciencia y autocontrol por parte del Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, el

Las nobles cualidades de carácter del Profeta Muhámmad como líderAbdalhaqq BewleyNorwich, Reino Unido

“Sólo he sido enviado para perfeccionar las nobles cualidades de carácter”. Y realizó esta tarea encarnando él mismo las cualidades a las que hace referencia, y muchas de estas cualidades son importantes por la forma en que cumplió con su papel como líder

C

Mezquita del Profeta en Medina.

Page 9: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 9

rabino y toda su familia, excepto una persona, se convirtieron al Islam.

En un hadiz narrado por Bujari y Muslim, Anas dijo: “Estaba con el Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, y llevaba una capa grue-sa. Un beduino le tiró de su capa de una forma tan violeta que dejó una marca roja en su cuello. Luego dijo: ‘¡Muhámmad! Déjame cargar mis ca-mellos con la propiedad de Al-lah que tienes en tu posesión, pues no me de-jarías cargar de tu propiedad ni de la de tu padre’. El Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, estuvo en si-lencio por un momento y luego dijo: ‘Toda propiedad es de Al-lah y yo soy Su esclavo’. Y luego continuó: ‘¿Debo tomar represalias contra ti por lo que me has hecho?’. Y el hombre contestó:

‘No’. El Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, preguntó: ‘¿Por qué no?’. Y el beduino dijo: ‘Porque tu no devuelves una mala acción con otra igual’. El Profeta, que Al-lah le ben-diga y le conceda paz, se rió y ordenó que se cargara un camello con cebada y otro con dátiles”. La importancia de esta cualidad de carácter en cuanto a la tarea del profeta, queda clara en el Corán: “Por una misericordia de Al-lah, fuiste suave con ellos; si hubieras sido áspero, de corazón duro, se ha-brían alejado de tu alrededor” (Sura de la Familia de Imran, 159).

Esta bondad de corazón es esencial en cuanto al carácter del Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz; sin embargo, no debe confundirse de nin-guna forma como una debilidad por su parte. Cuando era necesario, tenía una firmeza y resolución que eran ab-solutamente implacables. Esto quedó claramente demostrado cuando duran-te los primeros días del Islam, su tío y guardián, Abu Talib, instigado por los nobles de Meca trató de persuadirlo

para que abandonase su tarea de llamar a la gente al Islam. Su memorable res-puesta a su tío fue: “Por Al-lah, que si ponen el sol en mi mano derecha y la luna en la izquierda a condición de que abandone mi cometido, antes de que Él lo haga victorioso o de que yo fallezca intentándolo, no abandonaría”. Esta de-terminación inquebrantable marcó su vida, y nunca vaciló en su empeño por ver el Din de Al-lah establecido comple-tamente, a pesar de la persecución atroz que sufrió y los muchos obstáculos que continuamente aparecían en su camino. Una vez que había tomado una decisión en firme se mantenía constante a pesar de la dificultad de las consecuencias.

Cuando los derechos de Al-lah y la administración de justicia estaban en juego, nunca se permitía as sí mismo el

desviarse de lo que él sabía que era lo correcto. Hay un famoso hadiz reco-pilado por Bujari y Muslim en el que Aisha, narra que los Quraish estaban

agitados debido a una mujer majzumi que había cometido un robo. Se pre-guntó: “¿Quién puede interceder ante el Mensajero de Al-lah, que Al-lah le

bendiga y le conceda paz, por ella?”. Y dijeron: “Ninguno se atrevería a hacerlo excepto Usama, al que el Mensajero de Al-lah, que Al-lah le bendiga y le con-ceda paz, ama tanto”. Así que Usama habló con él. El Mensajero de Al-lah, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, dijo: “¿Intercedes cuando hay una pena prescrita por Al-lah?”. Luego se puso en pie y dijo: “Oh mi gente, los que os pre-cedieron fueron destruidos porque si alguno de alto rango cometía robo en-tre ellos, se le perdonaba, y si era alguien de bajo rango el que cometía robo, se le infligía la pena correspondiente. Por Al-lah, si Fátima, hija de Muhámmad, robase, haría que se le cortase la mano”. Él nunca se enojaba por algo personal o por ningún asunto relacionado con este mundo, pero cuando se enfadaba por la

causa de Al-lah nada podía interponer-se en su camino.

Por último, está la cuestión de su asombrosa humildad sin precedentes. Llegó a Medina como su gobernan-te reconocido y en el momento de su muerte era, a todos los efectos, el go-bernante absoluto de toda la penínsu-la arábiga; y, sin embargo, su forma de vida nunca cambió y siguió viviendo de forma tan simple como el más humilde de aquellos a los que gobernaba. Barría su cuarto, limpiaba sus zapatos, remen-daba su ropa, iba a coger agua, ordeña-ba las cabras, comía con sus sirvientes, vistiéndoles como se vestía a sí mismo y cargaba aquello que compraba en el mercado hasta su casa. No le gustaba que se le reservase un lugar especial en las reuniones y se sentaba allí donde en-contraba un espacio vacío. Montaba un burro, visitaba a los enfermos, tomaba parte en los funerales y respondía a la invitación de todo aquel que le invitaba. Anas relata que en una ocasión una mu-jer enferma mental se acercó al Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz,

y le dijo: “Necesito que me ayudes”. Él respondió: “Siéntate en cualquier calle de la ciudad y me quedaré contigo has-ta que se cumplan tus necesidades”. En otras palabras, el Profeta, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, compartía las vidas de aquellos con los que convivía, sufriendo sus mismas dificultades y pasando hambre cuando ellos pasaban hambre. No es extraño entender por qué esta gente aceptaba felizmente su liderazgo.

Y esto nos lleva al punto final. Cuando todas estas cualidades men-cionadas se reúnen en un solo hombre, sólo hay una reacción posible. El poder de algunos gobernantes sobre sus súb-ditos lo obtienen a través del miedo. Con otros, es a través del respeto. En el caso del Profeta, que Al-lah le bendi-ga y le conceda paz, fue amor sincero. Inspiraba un tremendo amor en todos aquellos que le seguían de tal forma que lo que unía a los Compañeros y al Profeta e hizo que le obedecieran y si-guieran no fue otra cosa que el amor. Cuando los Quraish mandaron a Urwa Ibn Masud Ath-Thaqafi como emisario a los musulmanes que estaban acam-pados en Hudaybiyyah, éste volvió di-ciendo: “He visto a Cosroes en su reino, a César en su imperio y al Negus en su reino, pero nunca he visto a un pueblo que ame tanto a su líder como los mu-sulmanes aman a Muhámmad. No hay cabello que se caiga de su cabeza que no aprecien. Su gente nunca lo abandona-rá, así que pensad lo que vais a hacer”. La Primera Comunidad fue construida con este amor, y esto era lo que los man-tenía unidos. Y fue esto mismo lo que los convirtió en una fuerza imparable que se extendió por la mitad del mundo conocido en tan solo una generación. Y es esto, junto a todos los logros de los que hemos hablado, lo que hace desta-car al Profeta Muhámmad, que Al-lah le bendiga y le conceda paz, como es casi seguro, como el más grande de los go-bernantes y líder político que el mundo jamás haya visto.

“En verdad que os ha llegado un Mensajero salido de vosotros mismos; es penoso para él que sufráis algún mal, está empeñado en vosotros y con los creyentes es benévolo y compasivo. Pero si te dan la espalda, di: ¡Al-lah me basta, no hay dios sino Él, a Él me con-fío y Él es el Señor del Trono inmen-so!” (Sura at-Tawba, 128-129).

Sheij Abdalhaqq aceptó el Islam en 1968 y pasó algunos años en Marruecos estudiando las Ciencias del Din. Desde entonces se ha esfor-zado en el establecimiento del Islam, lo que le ha llevado a vivir y enseñar en lugares como Nigeria, EE. UU., Checoslovaquia, Alemania, España, el Caribe y el Reino Unido.

Es el autor de Islam, creencias y prácticas básicas y Zakat: cómo levantar un pilar caído entre mu-chas otras obras. En colaboración con su esposa, la célebre traducto-ra Aisha Bewley, ha sido responsa-ble de la traducción del Corán: The Noble Qur’an: a new rendering of its meanings in English, además de Al-Muwwata de Iman Malik y As-Shifa de Qadi Iyad.

Llegó a Medina como su gobernante reconocido y en el momento de su muerte era, a todos los efectos, el gobernante absoluto de toda la península arábiga; y, sin embargo, siguió viviendo de forma tan simple como el más humilde de aquellos a los que gobernaba

Caligrafía del nombre del Profeta en árabe, Estambul, Turquía.

Page 10: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY10

¡Por favor, ayudad a que estas diez injusticias se griten cada día en el mundo!

1. El mundo occidental llora por las dos víctimas del terro-rismo de Copenhague. Yo tam-bién. Pero, ¿quién llora por los tres jóvenes musulmanes asesi-nados en Chapel Hill? ¿O por los cinco bebés que murieron con-gelados bajo los escombros de Gaza? ¿O por las víctimas civiles de los drones que mueren casi a diario? ¿Es la sangre musulmana tan barata?

2. Si Pegida no se manifesta-se por la “liberación” de Europa del Islam, sino del judaísmo, este movimiento racista estaría ya desde hace tiempo prohibido. ¡Y con razón! ¡Cualquier tipo de racismo es lamentable!, el que está en contra de los judíos, pero también el que está contra de los musulmanes. En este momento el racismo contra los musulma-nes es predominante.

3. Desde el año 1990 han sido asesinados en Alemania veinti-nueve musulmanes a manos de extremistas radicales: la célula neonazi NSU, organización te-rrorista, asesinó a extranjeros entre 2000 y 2006; en Mölln, una pequeña ciudad, en 1992 mu-rieron tres mujeres turcas, dos de ellas niñas, tras un incendio en dos viviendas provocado por

alemanes neonazis; en Solingen, ciudad donde en 1993 murie-ron, de nuevo por un incendio provocado, cinco mujeres tur-cas; etc. Ningún alemán ha sido nunca asesinado en Alemania por terroristas musulmanes. ¡Ninguno! Debemos acabar con esta histeria del terror y doble moral.

4. Nuestras guerras sin senti-do en Afganistán, Irak y Libia con cientos de miles de civiles muer-tos han alimentado el terrorismo. Es la (falsa) respuesta a nuestra agresividad. El terrorismo es la guerra de los pobres, y la guerra contra el terrorismo es la de los ricos. La guerra lleva al terroris-mo, el terrorismo a la guerra. Y en ese círculo asesino están los que ganan fortunas: las empresas de armamento americanas, pero también las alemanas.

5. Lanzar bombas es extre-madamente estúpido. Es igual que intentar acabar con una pla-ga de avispas dando golpes con un palo en su nido. Las ideolo-gías no se pueden destruir o dis-parar, tienen que ser rebatidas.

Hay que extraerlas de su caldo de cultivo A los fans de bombardear continuamente, les digo: no hay bomba ni cohete que caiga sólo sobre los culpables.

6. El Estado Islámico y Boko Haram perjudican al Islam mu-cho más que todos los enemigos del Islam juntos. El terrorismo tiene tan poco que ver con el Islam como la violación con el amor. O Pol Pot con Karl Marx. Lo mismo pasa con el supuesto terrorista cristiano Joseph Kony, quien pretendía establecer en África un Estado de Dios basado en los diez mandamientos con niños soldado y asesinos en serie. ¿Asesinar en nombre del amor al prójimo cristiano? ¡Absurdo! También Kony utiliza la religión como máscara, como todos los terroristas.

7. Todos los políticos que vo-tan a favor de las guerras debe-rían pasar cuatro semanas en el frente. Y los hombres que están detrás del terror y que secreta-mente financian el terrorismo deberían luchar ellos mismos. Pero ellos siempre dejan que

sean otros los que se inmolen con bombas. No habría ni más guerras ni más terrorismo. La guerra y el terrorismo son sola-mente “cool” para los que no tie-nen que padecerlas.

8. Ambas partes, no obstante, creen ser los héroes. Sin embar-go, la muerte de inocentes es un crimen cobarde. Y da igual que sea Bin Laden, Bagdadi, Bush u Obama el que esté detrás de esas muertes. Sólo cuando los políticos y los terroristas se aver-güencen un día de sus guerras y atentados, en vez de considerar-se héroes y mártires, habremos alcanzado nuestro propósito: un mundo sin guerra y sin terror.

9. Para mí no existe ninguna diferencia entre los que luchan en guerras ofensivas, que van en contra del derecho internacio-nal, y los terroristas. ¡Preguntad a las madres de las víctimas inocentes! ¡En Copenhague, en París! ¡Pero también, por favor, en Afganistán, Paquistán, Irak, Somalia, Yemen y Gaza!

10. Gaza muestra que la ma-yoría de políticos no han apren-dido nada. Primero encierran a 1,8 millones de personas en una prisión al aire libre, luego los bombardean por completo y después dejan que estas personas desamparadas y encerradas se rompan corporal y mentalmen-te. Esto no es sólo la vergüenza de Netanyahu, sino también la nuestra, porque miramos sin hacer nada. El Derecho penal lo llama “homicidio por omisión”. ¡Cobardes!

Queridos amigos, estas diez injusticias no se me quitan de la cabeza. La doble moral de Occidente me deja sin palabras, porque hace posible el círculo asesino de guerra y terrorismo. Mientras yo tenga voto, les gri-taré a los que fomentan la guerra y el terrorismo: “¡Paz, por Dios, paz!”. Por favor, ¡gritad conmigo! No podemos rendirnos ante la muerte y la estupidez.

Vuestro, Jürgen Todenhöfer.

Jürgen TodenhöferMúnich, Alemania

Los diez puntos de Jürgen Todenhöferr. Jürgen Todenhöfer es un ex político, ex gerente de una empresa de comunicaciones

y activista por la paz que nació en Alemania en 1940. Es juez, y de 1970 a 1990 fue miembro de la Cámara baja del Parlamento alemán. En 1975 viajó a Chile para entrevistarse con Pinochet y negoció con éxito la liberación de 4.500 presos políticos. En 1980 se aventuró a viajar desde Paquistán al Afganistán ocupado por los soviéticos con un reportero gráfico y algunos independentistas afganos. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 publicó varios best sellers. Ha viajado durante décadas por los diferentes países islámicos escribiendo sobre ellos. Como punto central encontramos en sus libros una apuesta por la paz a través de negociaciones. Los honorarios de su trabajo son donados a los niños de Afganistán, Irak, Jerusalén, Siria y Congo. Tanto en los conflictos de Irak, Siria e Irán, Todenhöfer abogó a favor de las negociaciones por parte del Gobierno estadounidense. En 2011 fue uno de los pocos periodistas occidentales a quien el presidente Assad recibió. En diciembre de 2014 estuvo dos semanas junto a su hijo en Mosul, en el área de gobierno del así llamado Estado Islámico. Esto le convierte en el primer periodista de Occidente que tuvo acceso a las zonas ocupadas por el EI y pudo regresar de ellas sin peligro.

D

Dr. Jürgen Todenhöfer. .

Page 11: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 11

o hay nada en este mundo, ni en los otros tampoco, que

no gire. Giran los planetas. Gira la espiral ascendente de nuestro ADN. El mérito de que del Este y del Oeste, del Norte y del Sur, la gen-te, también ella, se dedique

a girar al compás del cosmos hay que reconocérselo a este hombre enterrado aquí, en el centro de Konya, una ciudad tan viva que no hay cuadra que no esté en remodelación. Este hombre fue un maestro sufí. Podrás venir a visitarlo -lo hacen miles de personas cada día, que vuelan a Konya sólo a presentarle, en persona, sus respetos-. Con dos guar-dias de seguridad, su tumba, iluminada e inmaculada, es como una gran cartuchera

cubierta en tela. En la cabe-cera, el sello del turbante del maestro.

Esto, antes, era su casa. Hoy es uno de los museos es-pirituales más atrayentes del mundo, al que la Unesco de-claró dos años atrás patrimo-nio de la humanidad. Estamos en Turquía, un país donde los cuerpos de los santos son res-petados. El Gobierno mandó imprimir millones de trípti-cos con la ubicación exacta de cada tumba importante.

Yalaluddin Rumi entró en su tumba hace 757 años. No lo parece. El Masnavi, su obra cumbre, tiene traducciones en 23 lenguas -medio planeta lo puede leer en su propio idio-ma-. Un artículo de la BBC se interrogó meses atrás por qué Rumi es el poeta oriental más leído en Estados Unidos -dos millones de copias de su traducción vendidas-. Los ex-pertos, que lo comparan con Shakespeare, coinciden en algo: Rumi vivió adelantado ocho siglos.

A cada discípulo que lle-gaba a verlo, Rumi le advertía: “Si querés encontrar a Dios, vas a tener que girar”. Su en-señanza se transformó en mé-todo. Y su método, en legado.

Oguz Büyükbas está a car-go de una hamburguesería en Nueva York. Gira desde 2006, iniciado por su maestro en Estambul. “Esto no es una danza, como la gente cree. El giro es una forma de discipli-nar el alma”, dice Oguz.

Tan hipnótico, el giro, que llama la atención de científi-cos de todo el mundo. Un año atrás, James Hanna, profesor de Ingeniería en Virginia, se propuso investigar la rotación del vestido, en ondas, perfec-ta y sincronizada, de los gi-radores. El hallazgo le mara-villó: los giradores activan la misma fuerza que la rotación del planeta y los huracanes, la fuerza Coriollis. “Uno puede

compararlo con la Tierra ro-tando y el aire de la atmósfera libre flotando a su alrededor”, explica Hanna.

Estudios de neurocientí-ficos indican que el sistema nervioso simpático y para-simpático pueden activarse como resultado de los giros derviches. “Ambos sistemas se ponen online en simultáneo”, explican los expertos en neu-roteología. Resultado: el gira-dor libera un caudal enorme de energía, al punto que logra un estado casi alucinógeno.

Nuruddin Ortolá, argen-tino, vive Traslasierra, en Córdoba, Argentina, pero viaja mucho. Es el hom-bre que más sabe de giros en Sudamérica. “El Giro Derviche es una actividad fascinante, para la cual no hay limitaciones de edad ni se re-quiere tener un estado físico en particular, sólo el anhelo de conectar con la Esencia Divina en nuestro corazón”, narra Nuruddin. “El giro ayu-da a conectar con el aquí y el ahora”.

Abdul Wakil Cicco es pe-riodista y escritor argenti-no. Pertenece a la orden sufí naqshabandi. Construyó la primera mezquita en su ciu-dad y da charlas sobre cómo ser musulmán en tiempos adversos.

Contacto: [email protected]

na bóveda plomiza, he-cha de nubes de tristeza y ceniza, amenazaba

la ciudad. Los rayos del sol esti-vales pugnaban por atravesar el manto de las nubes, que mante-nían la urbe bajo las luces y las sombras. Las calles parecían más grises de lo habitual, y los canales más sombríos. Las fachadas con sus ornamentos se ofrecían apa-gadas. Las aguas, normalmente alegres, eran de un turquesa gri-sáceo. Las lanchas surcaban los canales torpemente, y la belleza de los puentes se veía mermada. El calor molestaba a los viandan-tes; los turistas caminaban atur-didos. El bochorno veraniego me sumía a mí también en el le-targo. Yo paseaba al borde de una calle que daba a uno de los gran-des canales rumbo a la plaza San Marco, emblema de Venecia. En mi mano llevaba una botella de refresco. Un turista que descan-saba sentado en un banco me

miró. Durante unos instantes, su mirada me siguió con curioso interés. Sin darle mucha impor-tancia, proseguí mi camino y di un trago a mi bebida. Entonces, en un impulso automático, rápi-do y preciso, el hombre buscó su botella de Coca Cola, la destapó y la empinó contra sus labios. Fue un acto reflejo, un efecto de acción-reacción instantáneo.

Este suceso, en apariencia in-significante, me dio que pensar, y durante lo que quedaba de via-je, me llevó a observar cómo con cierta frecuencia, en diferentes sitios, alguien hacía algo donde otros podían verlo, y acto segui-do, otros le imitaban. Es bien co-nocido: lo que uno hace, otros lo ven y lo copian.

Los gestos, las maneras y la forma de hablar de una perso-na los modelan, en parte, los de aquellos que le rodean. El carácter se ve influenciado por la compañía. La observación repetitiva de una acción ajena conduce a imitarla. Pero no es sólo la compañía; hoy día, desde los medios de comunicación y la cultura, nos bombardean con imágenes y datos de personas

ajenas a nuestras vidas. Son aje-nas de manera directa, pero no tan lejanas de manera virtual.

La gente se ve influenciada por las celebridades. Son la re-ferencia porque en la sociedad actual se considera que han te-nido “éxito”, porque ostentan los atributos que se consideran valiosos y porque la prensa nos informa de los detalles de su vida privada.

Algunos días después del suceso, estando en Parma, ob-servé la manera de vestir de los jóvenes. Parecía que solo tu-viesen un canon de estilo, pues todos imitaban inconfundible-mente al mismo: Justin Bieber.

Los modelos, los futbolistas, los actores, los cantantes, ellos son los modelos.

No se puede concebir que una persona no tenga un ideal que le inspire o le guíe; una per-sona que reúna los tres aspectos mencionados: el éxito, buenas cualidades y de cuya vida per-sonal se tenga información.

En la antigua ciudad de Medina Al-Munawara, un día le preguntaron a Umar Ibn al Jattab por qué besaba la Piedra Negra. Él respondió: “Eres una piedra que ni daña ni beneficia, y por Al-lah, si no fuese porque he visto al Mensajero de Al-lah besarte, no te besaría”.

La forma de vivir del Islam sigue ante todo el ejemplo del Profeta.

Al-lah dice en la Azora de los Coaligados: “Ciertamente, para vosotros habrá siempre en el Mensajero de Al-lah un hermoso modelo, para quien tenga esperanza en Al-lah y en el Último Día y recuerde a Al-lah mucho”.

Su carácter y su manera de actuar están siempre vivos, gracias a que los musulmanes le imitan; especialmente los que lo reciben por transmi-sión directa, en una larga ca-dena de hombres que les une con el Profeta.

El secreto mejor guardadode Rumi

Se buscanmodelos

Abdul Wakil CiccoKonya, Turquía

Hamza CastiñeiraCiudad del Cabo, Sudáfrica

N

U

Page 12: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY12

xiste un relato acerca de algo que ocurrió en los primeros tiempos del

Islam que tiene, como muchos eventos de entonces, gran re-levancia en el mundo actual.

La historia es a menudo relatada como “Umar y la an-ciana”. Cuenta cómo el segun-do de los grandes califas del Islam, Umar Ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, una noche se disfrazó y andu-vo entre la gente para obser-var por sí mismo su situación. Encontró a una anciana en una tienda con niños alrede-dor de ella llorando. La ancia-na removía una olla, diciendo: “Callad, hijos míos, dentro de poco la comida estará cocida y podréis comer”.

Umar y sus compañeros observaron un tiempo. Los niños siguieron llorando y la mujer repitió la promesa,

pero la comida no llegaba. Finalmente, Umar se aproxi-mó a la mujer, aún sin ser reconocido en su disfraz, y le preguntó por qué no servía la comida para alimentar a los niños. La mujer le expli-có que no había comida, solo guijarros en agua hirviendo. Simplemente fingía que coci-naba con la esperanza de que los niños se cansasen de llorar, se olvidasen de su hambre y se durmiesen.

Umar, estupefacto, le pre-guntó que cómo podía ocu-rrir aquello. La mujer le dijo que no tenía ni hermano, ni

padre, ni hijo ni ningún otro proveedor. Umar dijo que ella debía haber ido al Califa (refi-riéndose a sí mismo pero sin revelar todavía su identidad) y haber pedido ayuda del te-soro público. La mujer dijo “¡Que Dios no guarde la vida de Umar y que derribe su es-tandarte, pues, por Dios, que él me ha oprimido!”.

Umar, profundamente im-pactado, le preguntó cómo es que podía pensar así. Ella dijo que era deber del gobernante estar al corriente de la condi-ción de todos sus súbditos y

cuidar de ellos. Él argumentó que el gobernante podía no sa-ber y que los súbditos debían venir y contar sus problemas. Ella no estaba de acuerdo; y, fi-nalmente, Umar se dio cuenta de que la anciana estaba en lo cierto. La situación del súb-dito puede impedirle buscar ayuda y ser tratado con jus-ticia, y el gobernante carga con una gran responsabilidad para merecer su posición, de-biendo averiguar activamente cuáles son las necesidades de la gente, haciendo todo lo que esté en su poder.

Umar fue a buscar comi-da para la mujer y los niños, la cocinó y la sirvió él mis-mo, y solo entonces se sintió liberado de la carga de la que había tomado conciencia tan claramente esa misma noche.

Umar es conocido y ad-mirado por muchos grandes logros, entre ellos el estable-cimiento en el 641 DC del Bayt Al-Mal, una institución que, entre otras funciones, proporcionaba ayuda a los pobres, los no privilegiados y los ancianos, musulmanes y no musulmanes por igual. Aun así, no se había dado cuenta antes de encontrarse con la anciana de que tenía el deber de asegurarse del bienestar de todos.

Así que, aunque es una historia excelente e instruc-tiva, podéis preguntaros cuál es la relevancia de este evento de 1400 años de anti-güedad para nosotros hoy en día. La situación que subra-ya es que quien quiera que sea que se encuentre en una situación de poder o lideraz-go debe hacer uso de ella de forma sabia y justa. Lo que vemos en el mundo es que este no suele ser el caso, y la situación es incluso peor cuando los gobernantes son musulmanes y no están si-guiendo el ejemplo de Umar Ibn Al Jattab, un líder ver-daderamente recto. Y Al-lah sabe más.

Quien quiera que sea que se encuentre en una situación de poder o liderazgo debe hacer uso de ella de forma sabiay justa

El líder recto

Suleyman BusbyDubái, EAU

ECaligrafía del nombre de Umar Ibn Al Jattab, Estambul, Turquía.

Page 13: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 13

a historia patenta que el modelo faraónico existe y se resiste a desapare-

cer. Un paradigma de Estado que sólo entiende las relacio-nes humanas a través del pris-ma del dominio y que, aunque lo haga sobre el papel, nunca reconocerá sobre el terreno de los hechos eso de que to-dos los seres humanos nacen libres e iguales. Se niega a re-conocer la humanidad de “los otros” y los tacha de simples animales. Para el faraón, los suyos son ovejas que deben ser amansadas y los otros son una jauría de lobos que deben ser despellejados.

Una cita muy reiterada, y quizás por ello desgastada, es aquella de que la religión es el opio del pueblo. Sin duda, esa afirmación se cumple cuando se instrumentaliza la religión para el control de las mentes mediante dogmas y tabúes. Pero leyendo los textos sagra-dos de algunas de las mayores religiones a nivel mundial, uno ve que su esencia busca todo lo contrario. Pretenden liberar al ser humano del yugo bajo el cual intentan someterle algunos de sus congéneres.

Una historia que está pre-sente en las tres religiones abrahámicas y que quizás des-taque por encima del resto de historias es precisamente la de Musa (Moisés) y sus diálogos con el faraón. No en vano, es la más mencionada en el Sagrado Corán.

Parece mentira que mu-chos adeptos de dichas re-ligiones hayan optado por hacer una lectura muy super-ficial de los hechos que trans-mite este relato. Lo vacían de su significado y pasan por alto el choque paradigmático que encierra: un enfrentamiento entre el modelo faraónico y el modelo profético.

La sociedad faraónica se estratifica en forma de pirá-mide. El faraón divinizado ocupa su cúspide; justo por debajo está Haman con su po-der económico multinacional y su ojo que todo lo ve. Luego está el músculo militar que vela por mantener el statu quo a la fuerza. El proyecto faraó-nico sólo puede ser estableci-do a través de la violencia y el terror. Leyendo el relato de Moisés en el Corán notamos cómo las palabras del faraón rezuman violencia y amena-zas, una actitud beligerante que se mantiene desde la per-secución de los israelitas, al principio, hasta exteriorizar-se, al final, contra los propios súbditos del faraón y la cru-cifixión de los propios magos que le adoraban.

Después encontramos en esa pirámide el escalón de la maquinaria propagandística que, con sus trucos de ilusio-nista, justifica las atrocidades del faraón a la vez que se diri-ge a los instintos más básicos de las ovejas atónitas e intenta distraerlas con grandes festi-vidades y parafernalia. Ya en su día, el faraón prefirió la fe-cha de la gran festividad egip-cia del Día de la Parafernalia (Yawm Al Zinah) para su cara a cara con Moisés y el reto de éste dirigido a los ilusionistas o magos que intentaban cau-tivar los ojos de la gente para desviarlos de la verdad. Hoy en día, esa magia cautivadora lanza sus hechizos a través de las pantallas y de palabras fal-seadas que sólo buscan ador-mecer al pueblo.

Son demasiadas las simi-litudes que existen a nivel político, económico, social e ideológico, y tantos otros do-minios donde los paralelismos serían obvios entre estos dos estados del mundo separados por cuarto milenios, que sería difícil enumerarlos en pocas páginas.

Es un modelo que se nu-tre de cualquier amenaza, la magnifica y la enfatiza para crear un clima de psicosis. Se divide la misma sociedad en guetos que oscilan entre las barriadas y las urbanizaciones cerradas. El miedo estimula

la obediencia y el consumo... ¡El miedo quema muchas calorías!

Para designar las amenazas del “otro” y justificar el negocio de exportación e importación del miedo, se usa una termi-nología que se dirige a lo más profundo del subconsciente humano y trata de despertar los temores más básicos y an-tiguos en el individuo; con ex-presiones, como “lobos solita-rios”, se nos remonta a tiempos del Paleolítico, cuando sólo se pudo superar el miedo al lobo tras llegar a un pacto con dicho depredador para convertirlo en un fiel y obediente perro.

Además, con fórmulas in-sólitas en forma de oxímoron (los lobos no son solitarios) se lanza una indirecta descarada a la población: “No sois más que unas pobres y dóciles ovejas. ¿Quién os va a proteger cuan-do venga el lobo solitario?”.

El precio de la protección frente a esa amenaza inventada es la obediencia, una obedien-cia ciega que hace que las ove-jas solitarias estén dispuestas a sacrificar bienes tangibles, como su libertad, su privaci-dad y su intimidad, a cambio de la promesa de esa quime-ra que es la seguridad. Esa es la práctica arquetípica de los

faraones, la de vender humo y prometer aquello de lo que no disponen.

Hicham Oulad Mhammed es un musulmán activo en el ámbito del Da’wa en lengua española, especialmente en-tre la juventud. Nacido en Tetuán (Marruecos), es li-cenciado en Estudios Árabes y Ciencias Islámicas por la Universidad de Salamanca y reside actualmente en Madrid. Trabaja como tra-ductor y presenta y colabora en diferentes programas de Córdoba Internacional TV.

Hisham Muhámmad Madrid

Las ovejassolitarias

L

Se usa una terminología que se dirige a lo más profundo del subconsciente humano y trata de despertar los temores más básicos y antiguos en el individuo; con expresiones, como “lobos solitarios”, se nos remonta a tiempos del Paleolítico

Page 14: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY14

swald Spengler (Alemania, 1880-1936) escribió esta extensa obra (dos to-

mos de más de quinientas páginas cada uno) a princi-pios del siglo XX; la Primera Guerra Mundial interrumpió su trabajo, que continuaría después, ampliado y con más perspectivas. Todavía, por tanto, no había ocurrido la Segunda Guerra Mundial y fenómenos como el descenso de la natalidad y el parón de-mográfico, que comienza en los años 60, 70 y, sobre todo, 80, ni asomaba la cabecita; pero él ya lo vaticinó al me-nos cincuenta años antes de que comenzara.

Hay cosas con las que no hay por qué estar de acuer-do con Spengler; pero sus análisis y su perspectiva de la historia aportan muchas luces que merece la pena te-ner en cuenta. Tiene, además, la tremenda personalidad

intelectual y grandeza de mi-ras como para advertir que las visiones ya predominan-tes entonces entre los pensa-dores: el evolucionismo y el marxismo son estrechas de miras y apenas rascan la su-perficie del devenir histórico (y natural) y del ser humano en su existencia al centrarse en aspectos apenas de cás-cara y convertirlos en leyes universales determinantes e indiscutibles, más propias de fanáticos religiosos que de científicos ecuánimes. Seguro que por eso es ninguneado por muchos intelectuales afectos a esas “religiones”.

En sus más de mil pági-nas, hay desde análisis en la evolución de los capiteles de las columnas en edificios re-presentativos hasta observa-ciones de periodos históricos, gobernantes, guerras, estilos, etc., etc.; casi siempre tan amenas como pertinentes.

Es difícil resumir en unas líneas un contenido tan den-so como el de esa extensa y detallada obra; pero, en lí-neas generales, Spengler, y en algunos aspectos me re-cordó a Ibn Jaldún cuando hablaba sobre los ciclos de

las civilizaciones, aunque no son perspectivas idénticas ni paralelas, nos dice que toda “cultura”, en el sentido de gran periodo histórico, tiene un ciclo que se repite de unas a otras: un primer periodo con predominio del cam-po y un gran sentimiento de trascendencia y espirituali-dad; después otro en que van tomando protagonismo las ciudades y mantienen con el campo una relación de sub-sidiariedad: dependen de él para los alimentos, pero ape-nas lo tienen en cuenta para su actividad cultural cada vez más compleja y alejada del campo, que queda como escindido y parado en otro tiempo; y, por fin, un último periodo de decadencia en el que el protagonismo lo van tomando las megalópolis: ciudades enormes, tecnifica-das y convertidas en un mun-do cerrado que ignora todo lo demás, incluido el campo, que acaba siendo algo tan re-moto y alejado de la técnica, que es como si no existiera.

Para los pobladores de este último periodo, irreligiosos y cada vez más confundidos en unas ciudades que van colapsando, ya la historia no va a avanzar más y los distin-tos estilos artísticos y teorías científicas no hacen sino re-petir cosas y barajar lo mis-mo, dándole vueltas una y otra vez hasta el cansancio. Los inventos técnicos, al fin, no son más que acúmulos de materiales que intentan lle-nar el vacío existencial hasta que colapsan y caen. Repasa varios de estos periodos: el antiguo, que incluye la Grecia clásica y acaba con el hundi-miento del Imperio romano; examina culturas que nos son poco conocidas, como la china o las precolombinas; y rechaza lo que los historiado-res al uso llaman Edad Media, porque él de lo que habla es de dos culturas que a partir de entonces se desarrollan de forma paralela y según el es-quema ya explicitado, si bien cada una con sus caracterís-ticas peculiares: la mágica

(como él la llama), que nace en Oriente, comienza con el cristianismo primitivo y continuará con el Islam, y la fáustica, que es la occidental y, aunque él no usa ese térmi-no, podríamos llamar “el ca-pitalismo”; claro que él hace comenzar esa “cultura” en el tiempo de las cruzadas o in-cluso antes, partiendo de las sagas nórdicas que los germa-nos llevarán consigo por toda Europa.

Según Spengler, que no se centra en aspectos económi-cos para ello, sino más bien de pensamiento que es lo de-terminante para él, junto a lo que llama “el sino” (una vez más se separa del marxismo de forma tajante), esta civili-zación fáustica entrará en su último periodo, que él llama de los césares, antes de caer del todo, no más allá del siglo XXI. Si tiene razón, le queda poco. Pero es que, al margen de Spengler y mirando los aspectos económicos, que él apenas toca, el colapso final y el desplome de esta espiral es-peculativa inventando dinero de la nada y exprimiendo más allá de lo razonable tanto el medio natural como la propia deuda acumulada, a poco que se sepa mirar, también se ve venir.

Según Spengler, una nue-va cultura tendrá que empe-zar de nuevo acercándose al campo y con una visión espi-ritual. Y el “tendrá” no lo usa en un sentido social o políti-co, lo utiliza en un sentido de fuerza mayor: porque ocurre siempre.

Yahia Ballesteros es profe-sor de Historia y Geografía en un I.E.S. andaluz. Tiene publi-cadas obras de poesía, novela, teatro y ensayo y ha recibido premios como el Río Henares de Sonetos (Guadalajara), el Primer Premio del Ministerio de Educación y Ciencia de Teatro (Madrid) o el de Novela de Olula del Río (Almería). Dirige la re-vista internacional de tea-tro y literatura Alhucema. Páginas con obra suya: https://sites.google.com/site/emilioballesterosalmazan/

La última fasede Occidente

Para Spengler, la civilización occidental está en la última fase

de su ciclo de existencia, que acabará, como le viene ocurriendo a todas las culturas, para dar paso a un nuevo ciclo que comenzará acercándose al campo y con una

fuerte espiritualidad.

Yahia BallesterosGranada

O

Oswald Spengler (1880-1936), Alemania.

Page 15: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY 15

na figura blanca sa-lió de las sombras y pareció que flotaba

hacia él. Mientras permane-cía inmóvil, respirando con dificultad, como privado de sus sentidos por la intensi-dad de su gozo, ella caminó hacia él con pasos rápidos y resueltos, y le puso los brazos alrededor del cue-llo. Ninguno de los dos dijo nada. Luego, ella echó la ca-beza hacia atrás y clavó sus ojos en los de él, con una de esas miradas que son el arma más poderosa de la mujer, porque extraen el alma del cuerpo, que queda a la merced de los capricho-sos movimientos de la pa-sión y de los deseos; porque penetra en lo más recóndi-to del ser, llevando consi-go una derrota oculta en la exaltación de la conquista. Causa el mismo efecto en el hombre del campo como en el hombre de la ciudad. Aquellos que han sentido en su pecho la gran exaltación que tal mirada produce ol-vidan el ayer y no les preo-cupa el futuro. Sólo quieren vivir bajo esa mirada para siempre. La mirada del so-metimiento de la mujer.

Él la recibió y, como libe-rado de ataduras invisibles,

cayó a los pies de ella con una exclamación de alegría, ocultó su cabeza en los plie-gues de su vestido, murmu-rando palabras de agradeci-miento y de amor. Nunca se había sentido tan orgulloso.

Los dedos de ella, per-dida en sus pensamientos, acariciaban los cabellos de él distraídamente. El hom-bre era su esclavo. Sentía por aquel hombre que era su dueño una ternura llena de compasión. ¿No acababa afirmar que ella era la luz de su vida? Sí, sería su luz y su sabiduría; sería su grandeza y su fuerza. Oculta siempre a los ojos de los hombres, ella sería sobre todo su úni-ca y permanente debilidad.

Con la sublime vanaglo-ria propia de las mujeres, planeaba ya cómo dar for-ma a un dios con la arcilla echada a sus pies. Un dios ante quien se inclinarían los demás. A ella le bastaba verlo como estaba ahora y sentir cómo se estremecía con la menor de sus cari-cias. Una sonrisa pareció iluminar los labios de la mujer; una expresión dulce de triunfo o de poder o de ternura o, quizás, de amor.

Ella le habló muy quedo. Él se puso en pie, colocan-do su brazo alrededor de los hombros de ella, conscien-te de su dominio, mientras ella descansaba la cabeza en el hombro de él, sintiéndose capaz de desafiar al mundo desde el círculo protector de

aquel brazo. Él le pertenecía con todas sus cualidades y defectos; su fuerza y su va-lor, su sencilla sabiduría, su astucia, eran de ella.

El hombre inclinó la ca-beza sobre el rostro de la mujer, que vio en los ojos de él la ensoñada intoxicación que le producía el simple contacto de conducirla por los hombros.

Luego, se sentaron sobre la hierba. Con voz tierna, hablaron de su amor y de su futuro. Ella, con algunas palabras hábiles guió los pensamientos del hombre, quien se abandonó a la co-rriente de su felicidad, apa-sionado, grave, amenazador.

Habló de su patria, de sus campos, selvas y ríos, de las altas montañas, en cuyas ci-mas moraba el genio guar-dián de su estirpe. Habló de sus antepasados.

Después, la mujer, como si fuera lo que más le inte-resara, le llevó a hablar de aquello que el hombre ama-ba más que nada; le condu-jo, acercando su cara y to-cándole ligeramente con su pelo, a hablar del mar.

El hombre le habló del incesante rumor del océa-no, que escuchaba ya de niño y cuyo significado na-die había sido nunca capaz de descifrar; de sus reflejos hechizadores; de su furia caprichosa y sin sentido; de su superficie siempre cam-biante y siempre atrayente; de sus profundidades frías y crueles, llenas de la sa-biduría de la vida destrui-da. Le contó como el mar esclavizaba a los hombres con su encanto, y entonces, a pesar de su devoción, se los tragaba, encolerizada por el temor de ellos ante su misterio.

Ella acercó más su cara a la del hombre, hasta cubrir-la con su cabello. Nunca dos personas estarían más uni-das entre sí que lo que esta-ban ellos en aquel momento. Él añadió: “Porque el mar, querida, es como el corazón de la mujer”. Entonces, ella le cerró la boca con un beso repentino y le contestó con voz tranquila: “Pero con

los hombres que no tienen miedo, dueño mío, el mar es siempre fiel”.

Guardaron silencio un largo rato. Después se le-vantaron. Con una moción simétrica de sus cuerpos enlazados, se adentraron en las sombras inmóviles como queriendo proteger en su seno la felicidad que les embargaba. La forma de sus cuerpos se fundió con el juego de la luz y la som-bra al pie de los árboles; el murmullo de las palabras tiernas que se decían se hizo cada vez más débil hasta ce-sar por completo.

La caída de la brisa fue como un suspiro de tristeza que soplaba sobre la tierra. En el profundo silencio que siguió, la tierra y el cielo se quedaron repentinamente en suspenso contemplando el amor humano y la cegue-ra humana.

¹Basado en Joseph Conrad, La locura de Almayer.

Dr. Abdelbasir Ojembarrena ha sido profesor de Literatura Española y Universal en la Universidad del País Vasco. Es premio Café Gijón, ha pu-blicado tres novelas: Ismael, Guerrita y Bajo la Noche; y cuentos en revistas america-nas y españolas. En la actuali-dad es profesor de Literatura Universal en el Dallas College, Ciudad del Cabo.

Idilio¹Abdelbassir OjembarrenaCiudad del Cabo, Sudáfrica

UÉl la recibió y, como liberado de ataduras invisibles, cayó a los pies de ella con una exclamación de alegría, ocultó su cabeza en los pliegues de su vestido, murmurando palabras de agradecimiento y de amor. Nunca se había sentido tan orgulloso

Page 16: ISLAM HOY 37, marzo – abril 2015

Yumada Al Awal 1436 / Marzo 2015 ISLAM HOY16