ISLAM HOY 36, enero – febrero 2015

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Soy descendiente de conversos de origen musulmán La comunidad musulmana de Madrid está atravesando una situación dramática al carecer de un sitio donde enterrar a sus difuntos. El único cementerio musulmán del que disponía, el de Griñón, fue cerrado sin previo aviso el 18 de noviembre por el ayuntamiento de dicha localidad. El consistorio alegó en su momento que el cierre duraría hasta tres meses y que se debe a obras para la mejora de la parcela con el fin de regularizar su situación. El cementerio empezó siendo un lugar de enterramiento de los soldados musulmanes caídos en la Guerra Civil española y la propiedad del mismo es del Ministerio de Defensa. Pero el propio Ministerio desconocía este detalle, y esta confusión originó una administración caótica del lugar que se convirtió en tierra de nadie. Celebra su progresión desde que presentó su primera edición en marzo de 2009 ‘ISLAM HOY’ consolida su crecimiento de cara a 2015 El resultado de mis investigaciones prueba de forma irrefutable nuestra ascendencia musulmana Muhámmad, el respeto al nombre de nuestro Profeta Cómo la negligencia y la indiferencia sepultaron nuestros derechos Premio Cervantes: Juan Goytisolo Intelectual independiente y honesto, capaz de mirar el mundo actual libre de clichés injustos Nombres como Mahoma y similares no deben ser utilizados ni aceptados para referirse al mejor y más noble de los seres creados por Al-lah PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · ENE/FEB 2015 · Nº 36 · AÑO VI ▶2 3 y 5 ▶ 12 ▶5 ▶ 14 8 y 9 ‘Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra’ El cementerio musulmán de Griñón Una mujer descansa en el interior del cementerio de Griñón.

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Trigésima sexta edición del periódico ISLAM HOY.

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY 1

Soy descendiente de conversosde origen musulmán

La comunidad musulmana de Madrid está atravesando una situación dramática al carecer de un sitio donde enterrar a sus difuntos. El único cementerio musulmán del que disponía, el de Griñón, fue cerrado sin previo aviso el 18 de noviembre por el ayuntamiento de dicha localidad. El consistorio alegó en su momento que el cierre duraría hasta tres meses y que se debe a obras para la mejora de la parcela con el fin de regularizar su situación.

El cementerio empezó siendo un lugar de enterramiento de los soldados musulmanes caídos en la Guerra Civil española y la propiedad del mismo es del Ministerio de Defensa. Pero el propio Ministerio desconocía este detalle, y esta confusión originó una administración caótica del lugar que se convirtió en tierra de nadie.

Celebra su progresión desde que presentó su primera edición en marzo de 2009

‘ISLAM HOY’ consolidasu crecimiento de cara a 2015

El resultado de mis investigaciones prueba de forma irrefutable nuestra ascendencia musulmana

Muhámmad, el respeto al nombrede nuestro Profeta

Cómo la negligencia y la indiferencia sepultaron nuestros derechos

Premio Cervantes: Juan GoytisoloIntelectual independiente y honesto, capaz de mirar el mundo actual libre de clichés injustos

Nombres como Mahoma y similares no deben ser utilizados ni aceptados para referirse al mejor y más noble de los seres creados por Al-lah

PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · ENE/FEB 2015 · Nº 36 · AÑO VI

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▶ 3 y 5

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▶ 8 y 9

‘Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra’

El cementerio musulmán de Griñón

Una mujer descansa en el interior del cementerio de Griñón.

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY2

a hace más de una dé-cada que el Islam es noticia de portada.

Ahora bien, este discurso mediático constante se cen-tra en una imagen distorsio-nada del mundo musulmán, una representación que, cen-trada en lo blanco y negro, oculta toda la gama de colo-res que hay entremedias.

Ha nacido una nueva ini-ciativa de la necesidad de mostrar todas aquellas con-tribuciones de la comunidad musulmana que apenas se conocen. Alchemiya sale a la luz como el primer canal de televisión por internet con una forma diferente de lidiar con este asunto. En una con-versación con su fundador y director ejecutivo, Navid Akhtar, se revelan las inten-ciones de su contenido: “La civilización del Islam es el origen de grandes aporta-ciones en matemáticas, de grandiosas construcciones… Esto es lo que falta mostrar hoy. Sí que estamos preocu-pados por los muchos pro-blemas en países y regiones musulmanas y es necesario

discutirlo. Pero no hay sufi-ciente contenido que se cen-tre en todo lo positivo sobre el Islam y los musulmanes”.

Durante sus décadas de experiencia como produc-tor para televisiones británi-cas como la BBC o Channel 4, Navid Akhtar se percató de que muchos musulma-nes no cuentan con una programación variada que complemente su identidad: “Estamos saturados de una imagen negativa del Islam y lo que significa ser musul-mán hoy. Al miso tiempo, hay muy poco énfasis en la

identidad de los musulmanes contemporáneos. Una iden-tidad que está encontrando el equilibro entre sus creencias y las exigencias de una vida moderna. Estos musulmanes progresistas y creativos tie-nen muy poca cobertura en televisión”.

De esta manera, el conte-nido de Alchemiya nace de valores musulmanes con el propósito de proporcionar a su audiencia, tanto musul-mana como no musulmana, programas que van más allá de los rituales externos de una religión. Buscan crear

contenido “entretenido a la par de espiritualmente es-timulante, y que realce la vida”.

Alchemiya es un canal de televisión a la carta que, apodado el “Netflix musul-mán”, ofrecerá una variedad de géneros incluyendo de todo, desde la comedia hasta el documental, la moda y el cine. “Realmente, Alchemiya explora la creatividad y el pensamiento; ampliando los horizontes de la mente, in-daga sobre la reflexión y la búsqueda de Dios a través de la diversión y el aprendizaje”, explica Imam Ajmal Masroor, director de comunicaciones del canal.

Navid Akhtar subraya que muchos de estos programas ya existen, solo que no han en-contrado una plataforma de

difusión global: “Alchemiya trabaja con una red global de productores, consiguien-do programas de la mejor calidad, de los más diversos rincones del mundo y comi-sionando aquellos que no po-damos encontrar”.

Para su fundador, este canal de televisión es fruto de cuatro años de estudio y conversaciones con personas de medio mundo que le in-sistían: “Hazlo, haz que ocu-rra”. Por ahora, Alchemiya ya es singular en su forma de financiarse. Salieron al pú-blico con una oferta que, a modo de crowdfunding, pedía subscriptores anticipados a su lanzamiento. Ahora pre-paran otra iniciativa de fi-nanciación colectiva, esta vez con la oportunidad de inver-tir en capital. Mientras tanto, el lanzamiento de la versión beta del canal se augura para principios de 2015.

Con base en Londres, ya tiene subscriptores de paí-ses tan diversos como Japón, Australia, Canadá y Malasia. “Vamos por buen camino” afirma Akhtar. Él, y el equi-po de Alchemiya, están en-tregados trabajando en su web y produciendo y reco-lectando contenido.

Con calidad, belleza y espiritualidad como obje-tivo principal, para el CFO de Alchemiya, David Horne, esta iniciativa “Proporciona a la comunidad musulma-na una razón para celebrar, y a los no musulmanes con entretenimiento de calidad para el alma”.

SLAM HOY celebra su progresión desde que presentó su primera

edición en marzo de 2009. El recorrido hasta este co-mienzo de 2015 ha estado cargado de aprendizaje y crecimiento haciendo del periódico ISLAM HOY líder en su sector en España y en el mundo.

El periódico, completa-mente gratuito, se publica bimensualmente y en su formato físico, de más de 12.000 ejemplares, se distri-buye por toda España a tra-vés de una densa cadena de colaboradores. Las princi-pales ciudades en las que se distribuye son: Barcelona, Madrid, El País Vasco, Valencia, Murcia, Granada, Málaga, Sevilla, La Rioja, Navarra, Ceuta y Melilla además de muchos otros

lugares, cubriendo en ma-yor o menor medida, todas las capitales de provincia.

La página web (www.is-lamhoy.com) continúa su creciendo estableciéndose como referencia en el sec-tor. A pesar de sus escasos dos años de vida (fue inau-gurada en mayo de 2013) cerró el año 2014 con más de 8.000 visitas mensua-les. Desde la página web se puede acceder a la versión online en PDF del periódi-co que presentamos desde www.issuu.com y que tiene una muy buena aceptación, llegando a prácticamente todos los países del mundo. El periódico se puede leer de forma íntegra online y también se puede descargar gratuitamente.

En las redes sociales, pese a que ISLAM HOY tie-ne poco más de dos años de presencia en estos me-dios, ya roza los 10.000 seguidores combinando las diferentes plataformas.

Facebook (www.face-b o o k . c o m / p a g e s / Is l a m -Hoy/527648093929781) es la primera elección los lec-tores rozando los 5.000 se-guidores. Twitter (twitter.com/Islam_Hoy) le sigue

de cerca con más de 1.000 seguidores, y disfruta de un rápido crecimiento y gran actividad online. Google+, Issuu, Pinterest y los se-guidores por el siempre fiel “email” completan el pack.

La novedad para prin-cipios de 2015 será la pre-sentación de la aplicación ISLAM HOY que estará dis-ponible para iOS y Android. En estos momentos el

proyecto se encuentra en la etapa de desarrollo y muy pronto se desvelarán más detalles al respecto.

Desde ISLAM HOY nos gustaría agradecer a todos y a cada uno de nuestros colaboradores por su tra-bajo constante. Gran parte del éxito es debido a ellos. Y como no, agradecer tam-bién a todos nuestros lecto-res por su fiel apoyo.

‘ISLAM HOY’ consolidasu crecimiento de cara a 2015

‘Alchemiya’: usando el poder delos medios para la transformación

Redacción

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Nuria RibellesLondres, Reino Unido

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY 3

l pasado mes de no-viembre tuvo lugar en Ciudad del Cabo

la graduación y entrega de premios de la primera pro-moción de alumnas del Lady Aisha College. Este primer grupo de alumnas está for-mado por nueve alumnas, de las cuales cuatro son de origen sudafricano y cinco de nacionalidad española.

La institución es una iniciativa de Dr. Sheij Abdalqadir As-sufi, paralela al Dallas College para chi-cos, también en Ciudad del Cabo. Consiste en un curso de un año impartido por y para mujeres musulma-nas, con estudiantes desde diecisiete a veintiún años. Este curso ha consistido en cuatro trimestres repletos de contenido fundamen-tal para el desarrollo de las estudiantes como mujeres, como musulmanas y como parte activa de la comuni-dad y la sociedad de la que forman parte.

Con un total de veinti-trés asignaturas el curso no ha dado lugar al descanso. Con clases de Historia como La Matrona Romana, La Guerra de los Treinta Años y La Gran Fitna, hemos estu-diado ejemplos de mujeres y analizado su comporta-miento y como este influyó positiva o negativamente en su sociedad; con las clases de literatura y teatro como Ibsen, Colette y Mujeres en las Obras de Shakespeare hemos tenido el lado teóri-co al observar los estilos de composición de los autores, y el lado práctico al inter-pretar algunos fragmentos de las obras; con las cla-ses referentes a la belleza como Cerámica, Estética, Ganchillo y Patronaje he-mos disfrutado conectando con nuestra creatividad; con las clases referentes al ho-gar, la familia y la materni-dad como Organización del Hogar, Industria en Casa, El Parto Natural y La Pareja Colaboradora, nos lleva-mos un conocimiento que como mujeres es un privi-legio en esta época, y a su vez, imprescindible para el desarrollo de una sociedad sana. A parte, otras clases

más difíciles de clasificar pero fundamentales en este programa han sido El Siglo del Ego, Movimiento, Paseos y Melanie Klein (psicóloga contemporánea de Sigmund Freud).

Aun así, el curso ha con-sistido en mucho más que un compendio de diferentes asignaturas. La convivencia con las familias y compa-ñeras con las que residen las estudiantes, el cambio cultural, la integración en la comunidad musulma-na de Ciudad del Cabo, los eventos organizados por el College… todos estos facto-res han creado el escenario en el que poner en prácti-ca las enseñanzas recibidas en las clases y llevarlas más allá.

Quiero aprovechar esta oportunidad para agrade-cer especialmente a nues-tra directora Hajja Rahima Brandt y a Hajja Rabea Redpath. Pero también a las maestras, a las demás estu-diantes, a las familias y en general a la comunidad de Ciudad del Cabo al comple-to, porque este ha sido un proyecto en el que se ha ne-cesitado la colaboración y la unión de muchas mujeres.

Primera Graduación delLady Aisha College

El cementerio musulmánde Griñón

a comunidad musulma-na de Madrid está atra-vesando una situación

dramática al carecer de un sitio donde enterrar sus difuntos. El único cementerio musulmán del que disponía, el de Griñón, fue cerrado sin previo aviso el 18 de noviembre por el ayun-tamiento de dicha localidad. El consistorio alegó en su momen-to que el cierre duraría hasta tres meses y que se debe a obras para la mejora de la parcela con el fin de regularizar su situación.

El caso del cementerio mu-sulmán de Griñón es un ejem-plo arquetípico de cómo los intereses de la comunidad mu-sulmana se traspapelan entre la ineptitud de algunos de sus re-presentantes y la confusión de la administración.

El cementerio empezó sien-do un lugar de enterramiento de los soldados musulmanes caí-dos en la Guerra Civil española y la propiedad del mismo es del Ministerio de Defensa. Pero el propio Ministerio desconocía este detalle, y esta confusión ori-ginó una administración caóti-ca del lugar que se convirtió en tierra de nadie.

De repente, el Ministerio sale de su amnesia y descubre que el lugar le pertenece. Entonces de-cide pasárselo al Ayuntamiento del pueblo. Lo asombroso es que, durante todo este proceso, los representantes musulmanes sabían todos estos pormenores y hasta se sentaban en las mesas de toma de decisiones. Aunque, no se les ocurrió informar con claridad y suficiente antelación a sus correligionarios. Al me-nos, para avisarles del riesgo que

suponía el cierre inminente de su único cementerio en la zona.

El cierre, como la muerte, ha cogido a todo el mundo por im-proviso. Y los cadáveres no tar-daron en empezar a acumularse en las morgues. La indignación tampoco tardó en reinar entre la sociedad civil musulmana. Y una serie de asociaciones -en su mayoría de jóvenes musulma-nes- tomó la iniciativa de orga-nizar concentraciones denun-ciando la actitud impulsiva del consistorio, aquella pasiva de algunos portavoces de la comu-nidad musulmana en España, y, sobre todo, el hecho de que se haya vulnerado un derecho básico de los musulmanes en España, recogido en la consti-tución española y en los acuer-dos de cooperación del 92: el derecho a ser enterrados digna-mente y acorde a sus preceptos islámicos.

La primera concentración fue el domingo 23 de noviembre ante las puertas del Ministerio de Justicia, seguida de otras cuatro concentraciones suce-sivas a lo largo de noviembre y diciembre ante el Ayuntamiento de Griñón. Se formó una plata-forma ciudadana que coordinó estos esfuerzos consiguiendo que la alcaldía cediese y reabrie-se una parte del camposanto en dos semanas en vez de tres meses.

La reapertura, lejos de solu-cionar el problema, probó ser un mero parche. Los enterramien-tos no seguirían el rito islámico y hasta contemplan la posibili-dad de exhumar a los difuntos pasado un período de tiempo, además de suponer cada ente-rramiento un coste casi equiva-lente al de trasladar a los difun-tos a un país musulmán.

Lógicamente, estas medidas resultaron ser absolutamente insatisfactorias para la comuni-dad musulmana → (pag. 5)

Sara BotellaCiudad del Cabo, Sudáfrica

Hisham MuhammmadMadrid

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“Divide y domina: ¡sabio consejo! Une y guía: ¡mucho mejor!”.

Goethe

EDITORIAL

Las salas de cine están emitiendo estas semanas una película cuyo título en español es Invencible. La histo-ria, basada en un hecho real, tiene como hilo conduc-tor la vida de un individuo: Louie Zamperini. Louie Zamperini es un deportista de élite, hijo de inmigran-tes italianos y que se ha hecho así mismo gracias a un gran esfuerzo, debe ir a la Segunda Guerra Mundial y luchar contra los japoneses. En esta situación le suceden todo tipo de desventuras, tales como quedar náufrago durante más de cuarenta días y ser rescatado por el ene-migo, que lo mantiene en campos de concentración en situaciones calamitosas hasta que finaliza la guerra, con la consabida victoria de las fuerzas de la coalición con Estados Unidos a la cabeza.

Aparecen a lo largo de la historia varios momentos con frases épicas que nos indican el gran beneficio que tiene el esforzarse; pero, sin duda, la situación más des-tacada es cuando aparece la mayor dificultad. En el mo-mento más extremo, donde teme por su vida, justo en el límite, se consagra a Dios.

La enseñanza del Din de Al-lah, el Islam, es some-timiento a Él. Recodarlo en todo momento y situación. Los musulmanes somos la gente que ante una contrarie-dad dice: “Así Al-lah lo ha querido”, y ante situaciones beneficiosas decimos: “Gracias a Al-lah”. Volverse a Al-lah forma parte de la naturaleza del hombre, no es sólo una característica de los musulmanes. Es algo innato en el ser humano que nos diferencia de los demás seres creados. En definitiva, debemos potenciar la conciencia de la presencia de Al-lah y no solo recurrir a ello en los momentos difíciles.

Nuestro protagonista, Louie, que en la cinta le llaman “Invencible”, murió a lo largo del año 2014. Desconozco si llegó a entender que solo Al-lah es el Invencible y solo a Él debemos adorar y rendir cuentas.

Pido a Al-lah que nos haga ser gente agradecida con Él en la dificultad y en la facilidad. Pido a Al-lah que nos dé una intención correcta, que proteja a los musulmanes que son atacados por su causa y que nos otorgue lo me-jor en esta vida y en la Próxima. Amin.

Assalamu aleikum

Malik A. Ruiz Director

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Producción: GARNATA MEDIA

Salman Pinart

Muhammad Mujtar MedinillaUmar Molinero Luqman Nieto

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ISLAM HOY MEDIA

El editor de ISLAM HOY expresa que podrá reproducirse, distribuirse o comunicarse públicamente la presente publicación, de forma global o parcial, mediante cualquier medio, sistema o procedimiento, siendo, el que posee el ejemplar, titular de los derechos para todas aquellas actuaciones que sirvan para la difusión de su contenido, en cualquier soporte o por cualquier medio, todo ello conforme a la ley de propiedad que establece la Sharíah islámica.

www.islamhoy.com

GLOSARIO Asar: la oración de media tarde. Da nombre también a la azora 103 del Corán.‘Alim. pl.: ‘Ulamá: Un erudito, especialmente de las ciencias del Islam.Awliya: Persona cercana a Allah.Baraka: La bendición que emana de una persona o lugar determinado.Dawa: Lit.: Llamada. Acto de llamar a la gente al Islam.Dhikr: Recuerdo y, en consecuencia, invocación de Allah.Dhimma: obligación o contrato. En particular, tratado de protección para los no musulmanes establecidos en territorio musulmán.Din: La transacción vital, lit. la deuda entre dos partes, en este caso entre el Creador y el creado. Dua: Pedir a Allah.Dhuhr: la oración del mediodía que consta de cuatro rak‘ats.Emir: Persona de autoridad.Faqih. pl. fuqahá: Hombre que tiene conocimiento del fiqh en virtud del cual puede emitir juicios legales.Faqir: pl.: Fuqará. Lit.: Pobre. El que sabe que está necesitado y dependiente de Allah, el Rico y Autosuficiente. Faŷar: amanecer, alba. Oración del amanecer.Fiqh: la ciencia de la aplicación de la Shari’a. Al experto en fiqh se le llama faqih.Futuwa: Cortesía espiritual que se manifiesta en el buen comportamiento.Hadiz: Transmisión de las palabras del Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz. Halal: Lo permitido por la Shariah. ‘Id. pl.: A’yad: Celebración para los musulmanes; existen dos al año, una tras el final del Ramadán y la otra tras el final del Hayy.Iman: Creencia islámica.Isha: la oración de la noche.Jutba: discurso; en particular el que pronuncia de pie el Imam el viernes antes de la oración.Magrib: oración de la puesta de sol. El Magreb también designa los territorios musulmanes del noroeste de Africa y es el nombre árabe de Marruecos.Nafs: “el ser, el yo”. Normalmente designa al ser inferior, ya sea el ser que indica el mal o el ser censurador. Según Ibn al Arabi, el nafs es lo que está producido por los atributos del esclavo.Rakat: Una de las partes en las que se divide la oración.Ramadan: Noveno mes del año lunar, durante el cual se debe observar ayuno desde el amanecer hasta el ocaso.Salat. Pl.: salawat: Oración. Cada una de las cinco oraciones obligatorias del musulmán. Segundo pilar del Islam.Shahada: Atestiguar; afirmar que no hay más divinidad que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah.Sheij. pl.: Shuŷuj. Título de respeto en virtud de la edad o condición social. En el sufismo, el maestro espiritual que te guía desde el conocimiento de tu “yo” al conocimiento de tu Señor. Tasawwuf: Cincia del sufismo.Táriqa: El camino, la vía, el sendero. Es salir del lugar seguro para ir hacía la búsqueda. En esta forma se refiere a las cofradías sufíes.Ummah: Comunidad de seguidores del profeta Muhammad.Waqf.pl.: Awqaf Poner el cuerpo de una propiedad fuera de nuestro dominio para traspasarlo hasta el Día del Juicio a la Propiedad de Allah, dedicando su usufructo en beneficio de otros.Wudu: Ablución y purificación obligatoria para la oración.Yízya: impuesto de protección pagadero por los no musulmanes, como tributo, a un gobernante musulmán; tradicionalmente eran 4 dinares o 40 dirhams al año.Yumua: Oración en grupo que se realiza en la mezquita los viernes.Zakat: Impuesto sobre la riqueza, uno de los cinco pilares fundamentales del Islam.

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a primera declaración que Al-lah, sea glorifi-cado, hace en Su libro

es: “Al-hamdu lil-lahi rabbil-‘alamin” (la alabanza a Al-láh, el Señor de los mundos), pues toda alabanza viene de Él y a Él vuelve. Y este significado de la alabanza es el que eligió como nombre para Su Profeta. Y lo lla-mó Muhámmad, el muy alaba-do, el nombre que acompañaría a Su propio nombre en el doble testimonio del Islam: “Atestiguo que no hay dios sino Al-lah y atestiguo que Muhámmad es el Mensajero de Al-lah”. Palabras que los musulmanes repetimos continuamente y que están in-cluidas en la llamada a la ora-ción y en la oración misma. Por eso Al-lah dice: “¿Acaso no te hemos abierto el pecho?, ¿Y te hemos librado de la carga que pesaba sobre tu espalda y he-mos puesto tu mención en un lugar elevado?”. Refiriéndose con esto último al hecho de que el nombre del Profeta, al que Al-lah le dé Su gracia y paz, es mencionado junto al nombre de Al-lah.

Y lo llamó Áhmad, el más alabador y el más alabado, su nombre en la Otra Vida o su nombre en el Cielo, y lo llamó Hámid, el que alaba, y lo llamó

Mahmud, el alabado. Dice Al-lah en el Corán: “Y cuando dijo ‘Isa, hijo de Mariam: ¡Hijos de Israil! Yo soy el Mensajero de Al-lah para vosotros, para confirmar la Torá que había antes de mí y para anunciar a un Mensajero que ha de venir después de mí cuyo nombre es Áhmad”.

Comentando esta aleya dice Al-Qushairí: “Todos los Profetas anunciaron a nuestro Profeta, sea con él la gracia y la paz, pero Al-lah cita única-mente a ‘Isa, sobre él la paz, en este lugar, porque es el úl-timo Profeta antes de nuestro Profeta. De manera que todos los Profetas lo anunciaron, uno tras uno, hasta llegar a ‘Isa, sea con él la paz”.

Áhmad tiene una morfo-logía que implica el grado su-perlativo en el significado de la alabanza. Dijo Al-kawashí: “El significado es que todos los Profetas son alabadores de Al-lah pero él es el más alabador de todos y todos ellos son loables por sus hermosas cualidades de carácter pero él es el que más cualidades loables posee”.

Y dijo Ss-Suhailí: “En sus nombres Áhmad y Muhámmad hay una alusión al hecho de que él es el sello de la profecía porque la alabanza (decir al-hamdulillah “la alabanza a Al-lah”) está establecida por la ley revelada al terminar los asuntos y completarlos”.

De ahí la importancia de llamar al profeta Muhámmad

por su nombre de la mane-ra más correcta y respetuosa como parte del respeto que le es debido, un respeto que está por encima del que le es debido a cualquier otra criatura y que forma parte del respeto debido a Al-lah.

El nombre de Mahoma, que de una manera equivocada se toma como su adaptación al castellano, parece ser que pro-cede del francés Mahomet, que a su vez es una adaptación del turco Mehmet, que a su vez es una adaptación en lengua turca, debida en origen a una dificul-tad de pronunciación, del nom-bre Muhámmad.

No vamos a entrar en diluci-dar las circunstancias históricas y lingüísticas que influyeron en que este nombre impropio se extendiera y fuera usado, pero lo que está claro es que es inne-cesario usarlo teniendo acceso al nombre original, como es el caso de todos los musulma-nes en relación al nombre de Muhámmad. Pero además en el caso de Mahoma es más grave

por el hecho de las connotacio-nes y las ideas asociadas que este nombre tiene. Usar este nom-bre está absolutamente lejos del respeto debido al Mensajero de Al-lah.

Y sin llegar a este grado, también entraría en esta falta de respeto, que el nombre de Muhámmad sea mal pronun-ciado o mal escrito. Hay países europeos con una gran presen-cia musulmana donde los pro-pios musulmanes, contagiados por cómo lo escriben en dichos países en los documentos ofi-ciales, lo escriben de formas tales como ‘Mohamed’. La pér-dida de la doble eme, aunque parezca irrelevante o no dema-siado importante, incide en su significado, porque es en esa consonante duplicada donde radica el énfasis del significado del nombre Muhámmad como “muy” alabado. Al igual que no decimos Alá, sino Al-lah, debe-mos decir Muhámmad. Otra cosa es la dificultad que un no árabe pueda tener para pronun-ciarlo correctamente.

Todo esto lo que provoca, con o sin intención, con o sin conciencia de ello, es una men-gua del respeto debido al Profeta Muhámmad, cuyo nombre va unido al nombre de Al-lah, por lo que debemos considerar que nombres como Mahoma y simi-lares no deben ser utilizados ni aceptados en ningún caso por los musulmanes para referirse al mejor y más noble de los seres creados por Al-lah.

Abdel Ghani Melara es filó-logo y autor de una de las tra-ducciones del Corán en lengua española más reconocidas y aceptadas a nivel mundial. Ha traducido numerosas obras en-tre las que cabe mencionar: Al Muwatta, de Imam Malik; Ash-Shifa y Qawaid Al Islam, de Qadi Iyad; Mujtasar, de Al Bujari; Tanbih al Ghafilin, de Abu Laiz As Samarqandi; el Diwán, de Shaij Muhmmad Ibn Al Habib, etc., además de artículos y confe-rencias sobre distintos aspectos del Islam.

Abdel Ghani MelaraGranada

Muhámmad, el respeto al nombre de nuestro Profeta

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(pag. 3) → ya que no respe-tan los preceptos mortuorios de la jurisprudencia islámica. Y no hizo más que confirmar a los musulmanes de la zona la necesidad imperante de encon-trar una alternativa.

Sin duda, la mejor de todas las opciones disponibles es dis-poner de un cementerio mu-sulmán privado. Encontramos un precedente en el Parque Cementerio Islámico Suhail de Fuengirola, que empezó su andadura en 1996. O, si preferimos quedarnos en la Comunidad de Madrid, un buen ejemplo sería la comu-nidad judía que decidió abrir su propio cementerio en Hoyo de Manzanares, al noroeste de Madrid, donde entierran a sus difuntos acorde a los precep-tos judíos, muy similares a los islámicos.

Como siempre, surge la misma piedra que ha hecho tro-pezar a muchos otros grandes proyectos de los musulmanes en España: nuestras divisiones internas que ya hacen acto de presencia en este proyecto in-cipiente. Y, evidentemente, que

es un proyecto cuya habilita-ción no concluiría hasta pasa-dos unos años y que conllevará su gestión y mantenimiento.

Otra opción es que, con la ley en la mano y apelando a los acuerdos del 92, se ejerza pre-sión sobre la Comunidad de Madrid pidiéndole que muestre más flexibilidad y cambie la nor-mativa sanitaria para que con-temple el entierro según el rito musulmán. Una buena señal

de integración sería empezar por integrar en las normativas las idiosincrasias de sus más de 250.000 habitantes musulma-nes. Ello no será posible a me-nos que exista voluntad política por parte de la Administración y una voz decidida y coherente de la parte musulmana.

Tenemos para esto el mode-lo de Ceuta y Melilla, o el caso del cementerio musulmán de Granada donde se pueden llevar

a cabo los enterramientos según los preceptos islámicos a raíz del acuerdo de 2002 entre la Junta de Andalucía y el Consejo Islámico de Granada.

Mientras se van cristalizan-do estas soluciones a largo plazo, algunos difuntos musulmanes de la zona han de ser repatria-dos a sus países de origen, y los que son autóctonos carecen de lugar para ser enterrados digna-mente según sus convicciones. Recordemos que Madrid es la comunidad con mayor número de españoles musulmanes.

El cierre del cementerio de Griñón ha causado daño a nu-merosas familias y ha dejado en evidencia la falta de comunica-ción y coordinación existente en la comunidad musulmana. Aunque, tal y como nos enseña el Sagrado Corán, puede que detestemos algo y resulte ser bueno para nosotros. Las con-centraciones fueron sintomáti-cas de una consciencia, cada vez más palpable entre la población musulmana y entre sus jóvenes en particular, del concepto de ciudadanía y de cómo los de-rechos civiles que se consigan

hoy son también un legado que dejaremos a las generaciones venideras.

Pasada la etapa inicial de shock, es preciso aprender de los errores y a prevenir antes que mal curar. Es preciso que los representantes de los mu-sulmanes logren una solución verdadera. Aunque, cualquier solución pasa en realidad por dejar de lado las diferencias personales dentro de nuestra red deteriorada de institucio-nes musulmanas para dar pro-tagonismo a los únicos que se lo merecen de verdad: los inte-reses de los musulmanes y su bienestar espiritual.

Hicham Oulad Mhammed es un musulmán activo en el ámbito del Da’wa en lengua española, especialmente entre la juventud. Nacido en Tetuán (Marruecos), es licenciado en Estudios Árabes y Ciencias Islámicas de la Universidad de Salamanca y reside actualmen-te en Madrid. Trabaja como traductor y presenta y colabo-ra en diferentes programas de Córdoba Internacional TV.

Cementerio musulmán de Griñón.

Caligrafía en árabe: Muhammad.

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY6

uere joven negro des-armado en Ferguson en manos de la poli-cía… Protestas raciales

no cesan en los EEUU… Otro jo-ven negro muere por disparos de la policía en EEUU… Segunda jornada de protestas raciales en EEUU; decenas de detenidos… Estos y otros cientos de titula-res similares han acaparado los medios estadounidenses en las pasadas semanas. Les acompa-ña una elevada consternación nacional en casi todos los rin-cones de los EE. UU. Existe, en prácticamente todos los niveles sociales, un discurso racial de-nunciando la ausencia de justi-cia en referencia a las constantes exoneraciones de los acusados en los recientes casos de muerte de jóvenes negros desarmados. Me atrevo a decir que este dis-curso ha acaparado progresiva-mente la atención de la nación norteamericana desde 2012. En febrero de ese año, Trevon Martin, un joven negro de 17 años desarmado fue baleado por George Zimmerman, quien no era policía pero hacía las ve-ces de vigilante de su vecindario. En esa ocasión Zimmerman no fue inmediatamente arrestado sino semanas más tarde ante la presión de la opinión públi-ca. Luego de ser procesado fue encontrado no culpable, lo que generó gran indignación ante la mayoría de la comunidad negra del país. Más recientemente se retomó el discurso, principal-mente a raíz de la muerte del jo-ven negro, Michael Brown, por parte de un policía en la ciudad

de Ferguson, del estado de Missouri. Michael Brown esta-ba desarmado; al igual que en el posterior caso de Eric Garner: desarmado y también balea-do por otro policía, esta vez en Nueva York. La escalada de vio-lencia no da signos de tregua. Ahora ha alcanzado otros nive-les, aún más elevados, cuando en días recientes se reportó que un hombre mató a dos policías en venganza por la muerte de Eric Garner y se suicidó.

Resulta evidente que existe un problema de índole étnico-racial respecto a las relaciones entre los agentes del orden pú-blico y los civiles estadouniden-ses. También es cierto que existe un grave problema de violencia intra-racial, pero ello no justi-fica el que se desvíe la atención de la presente situación donde las fuerzas del orden público proyectan un alto grado de des-confianza e irónicamente hasta inseguridad, especialmente a minorías étnicas, raciales y has-ta religiosas.

Existe racismo y discrimen en los Estados Unidos. Sin em-bargo, también es cierto que hoy las minorías están mejor prepa-radas para identificarlo, enfren-tarlo, denunciarlo y combatir-lo. Desde su origen en 1909, la Asociación Nacional para

el Avance de Gente de Color (NAACP), sumada a otras importantes organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), el “Southern Poverty Law Center”, el Consejo de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR) y otras organizaciones análogas se han desarrollado con pre-sencia a nivel estatal y nacio-nal por todos los EE. UU. Estas organizaciones no-guberna-mentales hoy son, más que una conveniencia, una verdadera necesidad. Todas contribuyen significativamente en proveer educación sobre las libertades civiles, derechos humanos y to-lerancia. Igualmente, proactiva-mente ofrecen representación legal ampliando el margen de protección a las víctimas. Todos estos esfuerzos, en sus distintos flancos, protegen al ciudadano común discriminado y oprimi-do, no tan solo del omnipresen-te y poderoso aparato guberna-mental, sino también de líderes civiles, políticos y de infinidad de organizaciones racistas. Según el Southern Poverty Law Center en el año 2013 existían 939 grupos de odio activos en

los EE. UU., lo que representa un crecimiento de un 56% des-de el año 2000.

La falta de enjuiciamiento contra los policías envueltos en los recientes casos de muertes de civiles desarmados repre-senta un problema real toda vez que es percibido por muchos como actos de impunidad ín-timamente ligados a discrimen racial. Ello explica la movili-zación y masiva participación en las protestas públicas. Estos casos han dejado expuestas, entre otras cosas, faltas estruc-turales en el sistema de justi-cia. Tomemos el ejemplo de la institución del Gran Jurado. El fiscal, quien actúa como repre-sentante del Departamento de Justicia, presenta evidencias ante el llamado Gran Jurado, compuesto por ciudadanos ci-viles de la comunidad, con el fin de que ellos determinen si existe causa probable para en-juiciar al sospechoso de come-ter delito. Si así lo determinan, el sospechoso se enfrentaría a juicio presidido por un Juez; donde otro Jurado determina-ría la culpabilidad o inocencia del acusado. Sucede entonces que, en la totalidad de los casos, quienes proveen la evidencia y trabajan hombro con hombro con el fiscal son los agentes del orden público (policía local, estatal o agentes federales). Así rutinariamente los fiscales, en conjunto con la policía, pre-sentan cientos y miles de casos. Llega entonces el día en que se presenta un caso ante el Gran Jurado donde el sospechoso es uno de esos mismos policías que trabajó toda su carrera en equipo con la oficina del fiscal que ahora pretende acusarle. La invitación a conflicto de in-tereses y percepción de descon-fianza no puede ser más clara. Ante esta situación hoy se habla de propuestas de cambios pro-cesales para que se provea una especie de fiscal independiente que presente este tipo de casos libre de conflicto o apariencia

de conflicto de intereses. Muy probablemente faltas como es-tas y otras serán revisadas de forma que la justicia alcance a todos.

El problema racial en los EE. UU. tiene que ser atendi-do. En el lado positivo percibo que, aun cuando no existe un reconocimiento unánime del problema, sí existen muchos sectores públicos y privados con voluntad de trabajar para atenderlo y curarlo. Para bien también vemos que el tema racial en los EE. UU. es asunto de discusión pública; con voces diversas y en todos los niveles. Me aventuro a decir que los EE. UU. le llevan en esto mu-cha ventaja a la vasta mayoría de países desarrollados y sub-desarrollados que pretenden desconocerse de la realidad de sus problemas raciales y don-de poco o nada del susodicho tema se eleva al debate público. Lo cierto es que la situación general invita al discurso se-rio, elevado, sobrio y real del respeto y tolerancia a la diver-sidad étnica, racial y religiosa en nuestra casa, el vecindario, en nuestro país y en el todo el mundo.

Nacido en Puerto Rico, Wilfredo Amr Ruiz es Licenciado en Derecho. En 1993 ingresó en el Cuerpo de Abogados de la Marina de los Estados Unidos. En 2005 deci-de formalizar sus estudios en el Islam y se inicia como semina-rista en el Hartford Seminary en Connecticut (www.hartsem.edu) donde ingresa a su progra-ma en Islam y relaciones cris-tiano-musulmanas. Lcdo. W. Ruiz es columnista regular de los medios de comunicación El Nuevo Día, El Diario de Prensa NY, Huffington Post, HuffPost Voces, colaborador académico para State Of Formation y ana-lista político para Actualidad RT. Actualmente reside en Miami, EE. UU.

Resulta evidente que existe un problema de índole étnico-racial respecto a las relaciones entre los agentes del orden público y los civiles estadounidenses

Los asesinatos a manos de la policíay las revueltas en Estados Unidos

Wilfredo Amr RuizMiami, Estados Unidos

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Un manifestante alza las manos ante las fuerzas de seguridad.

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A: Assalamo aleikum herma-no, en ocasión del Mawlid algu-nos hermanos van a reunirse a recitar Corán, leer la biografía del Profeta, recordar sus ahadiz y después se ha preparado una comida para finalizar; ¿quieres venir?

B: Hermano no quiero ofen-derte, pero todo eso del Mawlid es una innovación.

A: ¿Puedes ser más preciso en cuanto a “es una innovación”?

B: Sí…que ni el Profeta ni los sahaba lo llevaron a cabo.

A: ¿Hermano conoces a Imam Ash-Shafi?

B: Por supuesto, es uno de los grandes sabios de los Salaf. Imam Ahmad dijo que el hadiz: “El Sabio de Quraish llenará la Tierra con su Conocimiento” se refiere a él. ¿Pero qué tiene que ver esto?

A: Solo contéstame, ¿es su opinión creíble?

B: Astaghfirullah hermano, te he dicho que es uno de los más grandes sabios de nuestros Salaf.

A: Pues dijo Imam Ash-Shafi: “Nada que goce del apoyo

y el respaldo de la Sharia puede ser una innovación en la reli-gión incluso si los Compañeros no lo llevaron a cabo, porque su abstención de practicarlo puede haberse debido a una causa par-ticular que se daba allí en aquella época (...) o quizá las noticas so-bre una práctica en particular no les había alcanzado en absoluto”.

B: No entiendo…pero si el Profeta dijo: “Toda novedad es una innovación, toda innova-ción es desvío y todo desvío está en el Fuego”.

A: Si no entiendes permíte-me explicarte. ¿Qué es una in-novación en el Islam?

B: Todo nuevo acto de ado-ración que el Profeta no hiciera.

A: No te ofendas hermano pero estas equivocado. Te expli-co: ¿Te suena el principio at-Tark la yaqtadi at-Tahrim?

B: No mucho la verdad.A: Este principio jurispru-

dencial estipula que: “la au-sencia de práctica no conlleva prohibición”.

B: ¿Y eso que sabio lo ha dicho?

A: A parte de todos los Sabios de los Salaf, el más sabio de todas las creaciones, nuestro Profeta, quien dijo: “No hay nada que Al-lah os haya ordenado sin que yo os lo haya ordenado y no hay nada que Al-lah os haya

prohibido sin que yo os lo haya prohibido”. (Imam al Beqihaqui y otros). También dijo: “Halal es aquello que Al-lah ha hecho halal en Su Libro y haram es aquello que Él ha hecho haram en Su libro y aquello que no ha mencionado (explícitamente) os lo ha permitido como favor para vosotros”. (Tirmidhi e Ibn Majah). De todo ello se deriva otro principio jurisprudencial que estipula: “Al-aslu fil-ashya›i al-ibahatu hatta yadulla al-da-lilu ̀ ala al-tahrimi” o “La base de todo es permisividad hasta que exista prueba de su prohibición”.

B: Yo he leído en varios blogs que el principio es todo lo con-trario: “la base de todo es prohi-bición hasta que haya prueba de su licitud”.

A: Por desgracia los autores de estos blogs se limitan a co-piar y pegar los textos de otras páginas sin comprobar el acier-to o desacierto de su contenido. Esto solo se aplica a: quitar vi-das (dima‘), relaciones sexuales (abda`), uso de propiedades (amwal), difamación (a`rad) y las carnes.

B: Pero me refiero a los actos de adoración.

A: Yo también. El contexto de parte de los ahadiz mencio-nados es “la permisibilidad de hacer el Hayy todos los años”. A lo que el Profeta contesta: “aque-llo que no ha mencionado (ex-plícitamente) os lo ha permitido como favor para vosotros” o “y aquello sobre lo que hay silencio está perdonado (está permiti-do), así que aceptar el perdón de Al-lah, ya que Al-lah no es olvidadizo”. (Majma Az Zawaid

1:171). Por ello todo nuevo acto o modalidad de adoración, so-bre el cual no exista prueba en contra, será permisible aunque no haya sido llevado a cabo por el Profeta. Ej. Repetir Al-Fatiha después del fajr hasta la salida del sol. Narrado de Ibn Taimiyyah en Al-Alam al-Aliyya fi Manaqib Ibn Taymiyya. Algo no llevado a cabo por el Profeta pero no prohibido por Sharia.

B: ¿Entonces que es una innovación?

A: Dijo Imam Ash-Shafi como es narrado por Ibn Hayar, ibn Taimiyyah, Imam al Beqihaqui: “Los asuntos inno-vados en la religión son de dos clases:

1. Cualquier cosa que es in-novada y contradice el Libro, la Sunna o una narración (hadiz) o el Iyma‘ (Consenso de los Sabios). Entonces esto es una in-novación de desvío.

2. Todo aquello que es in-novado y contiene un bien y no contradice ninguno de los preceptos anteriores, es una no-vedad (innovación) que no es reprehensible”.

¿Contradice el Mawlid el Corán o la Sunna? Ibn Rayab Al Hanbali: “[…] En cuanto a todo aquella novedad que tenga fun-damentos que lo respalden en la Sharia entonces no es una inno-vación desde el punto de vista de la Sharia, incluso aunque pueda serlo desde el punto de vista lingüístico”. (Hadiz 28 en su Yam’i). Dice Al-lah: “Enviamos a Musa con Nuestras señales (y orden): “Saca a la gente de la profunda oscuridad a la luz, y haz que recuerden los días de Al-lah, realmente en esto hay señales para aquellos que son pacientes, agradecidos”. (Sura de Ibrahim, 5). Hafiz Ibn Kazir y Qadi Shawkani escribieron: “con los días de Al-lah se hace referencia al día en el que Al-lah el Altísimo ha concedido una gracia y favor a la humanidad”.

Ibn Rayab Al Hanbali dice: “El Mayor Favor con el que Al-lah, subhanahu wa ta´ala, ha agra-ciado a esta Nación es el naci-miento del Profeta Muhammad cuando fue enviado a la humanidad».

Di: “Que en el favor de Al-lah y en Su misericordia se regocijen, muestren alegría, ello es mejor que cuanto re-únen”. (Sura de Yunus, 58). La misma palabra que se traduce como “regocijar” (yafrahu) po-dría sin duda traducirse como manifestar alegría, manifestar deleite, alborozar y la segunda forma verbal “farraha” es “ce-lebrar”. Según los más grandes sabios “La Misericordia de Al-lah y Su favor hacen referencia a “Muhámmad”. Dice Al-lah ta›ala: “No te Hemos enviado sino como Misericordia para todos los Mundos”. (Sura de los Profetas, 107). Dice Al-lah “Realmente Al-lah ha concedi-do un gran favor a los creyen-tes al enviarles un Mensajero”. (Sura de la Familia de Imran, 164).

En cuanto a la Sunna: Abi Qatada Ansari narró que el Mensajero de Al-lah fue pregun-tado sobre el ayuno del lunes, a lo que contesto: “Es el día en el que nací y el día en el que se me hizo descender la Revelación”. (Sahih Muslim 2807). Dice Sheij Muhammad al-Maliki al Makki en su Fatwa Hawl al-Ihtifal bi Dhikra al-Mawlid al-Nabawi al- Sharif: “El primero en observar la celebración del Mawlid fue el mismo Profeta, ayunando los lunes porque fue el día en el que nació como es narrado por el Imam Muslim en su Sahih. Esta es la prueba más auténtica y textual de la licitud de conme-morar el Noble Nacimiento del Profeta”.

Por ello jamás podría con-siderarse una innovación en Sharia sino una Nueva Costumbre de bien. Y dijo el Profeta: “Quien origine, co-mience (sanna) en el Islam una práctica (sunna) meritoria sa-cará de esta una doble recom-pensa: la primera por haberla comenzado, la segunda consti-tuida por la suma de las recom-pensas adquiridas por los que le imiten después de él, sin que eso haga disminuir en nada su pro-pia recompensa”.

Omar Hamzeh García Madrid

Diálogo sobre el Mawlid

“La base de todo es permisividad hasta que exista prueba de su prohibición”

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n el mundo moderno, suje-to a los caprichos del crédito malo y los algoritmos numé-

ricos desequilibrados, la secuencia de números Fibonacci ofrece un modelo de cordura que invita a la reflexión. También conocida como la Espiral dorada, este patrón se presenta como un modelo perfec-to y dinámico del orden visible en la creación, a la vez que sugiere no tener ni principio ni fin. La es-piral sugiere que desde el micro al macrocosmos existe una conexión fundamental e ininterrumpida, lo que implica una conexión entre la cordura de la estructura celular y las formas socio-políticas de orden global. Mientras que Aristóteles dis-puso la Proporción Áurea, la Espiral dorada describe formaciones de fe-nómenos naturales que van desde la disposición de semillas hasta las ga-laxias espirales como la Vía Láctea.

En algún momento a lo largo de esta “proporción divina” surgió lo que el gran poeta norteamerica-no, Ezra Pound, llamó “canker que corrompe todas las cosas” compro-metiendo tanto a la célula como al Estado. ¡Contra Naturam! Dijo el poeta. Lincoln lo llamó: “Un pun-to negro en el alma de la nación”. A lo que Pound hace referencia es al tema y a la condición que ha en-venenado las estructuras celulares desde el inicio de los tiempos y que ha sido contenida con éxito hasta el pasado siglo. Ahora se presenta con un método que ha prevaleci-do sobre la interacción económica humana garantizando el eventual colapso ecológico de la Tierra, con el colapso social siendo ya un fe-nómeno visible. Estamos en una época que Pound decía estar carac-teriza por la necesidad de “vender, y vender rápido”. La aceleración de la industria por la usura, en la que el mundo moderno se basa, ha dado lugar a la titulización de vastas ex-tensiones de la superficie terrestre transfiriendo incontables millones de aparente riqueza, dejando de-trás ríos envenenados y especies en peligro de extinción. Una época en la que incluso el aire está contami-nado con usura. Deuda, el contrato de retraso con la realidad, permite que los hombres se beneficien del futuro. Dice Pound: “Guarda los be-neficios resultantes de los cambios de las unidades monetarias”. Un informe del Senado de los Estados Unidos destacó que más del 60% de la subida del precio del petróleo en la década de 2.000 fue debido a las actividades de bancos de inversión especulando en el mercado de futu-ros del petróleo.

El poeta nos ofrece una mezcla malaparteña de realidad y ficción, un

tejido que entrelaza verdades históri-cas con una inteligente composición, creando con esto los épicos Cantos escritos hace más de cincuenta años. Sus escritos ofrecen ideas y conoci-miento sobre economía, historia, cul-tura y el significado del lenguaje. Su enemigo es la usura; el enemigo de la libertad. Sus aliados… nadie excep-to su mente, que declararon que la perdió en 1945, “cuando la balsa se

rompió y la aguas cayeron sobre mi”, unos cargos que no hicieron mas que auparlo a nuevas alturas. Pound co-mienza el canto XLV: “Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra, con bien cortados bloques y dispues-tos de modo que el diseño lo cobije”. Si la ausencia de diseño es la seña de identidad de las finanzas y el capi-talismo, entonces uno entiende que no hay meta final a la vista, ningún propósito a cumplir, simplemente es-peculación desenfrenada. “Con usura se difumina la línea de separación” declara el poeta, las líneas entre lo superfluo y lo elevado, entre lo feo y lo hermoso, entre la extinción y la su-pervivencia han sido cortadas.

La discriminación, como escri-be Ian Dallas, constituye la base de la cordura. La locura del liderazgo contemporáneo es evidente en su creencia fundamental en el papel-moneda y la democracia, a la vez que la gran mayoría de la población continua empobreciéndose cada vez más. El malestar social, la pobreza y la imposición de leyes draconia-nas significa que las masas se en-cuentran en una situación en la que tanto ciudadanos como terroristas

son confrontados con métodos es-tandarizados por las medidas pre-supuestarias contra el déficit. En Estados Unidos las unidades SWAT estaban solo presentes en grandes ciudades. En la actualidad toda ciudad de tamaño medio tiene una unidad presente que emplea su día a día en llevar a cabo arrestos judi-ciales con consecuencias mortales. Matt Apuzzo escribe: “Los depar-

tamentos de policía han recibido decenas de miles de ametrallado-ras, cerca de 200.000 cargadores de munición, uniformes de camuflaje, miles de visores nocturnos, cientos de silenciadores, vehículos blinda-

dos y aviones”. El resultado es que los soldados americanos que vuel-ven a casa encuentran en manos de los agentes de seguridad de los ae-ropuertos el mismo rifle de asalto

M4 que dejaron de usar hace días en Afganistán.

Pound escribe: “Con usura no hay paraíso pintado para el hom-bre en los muros de su iglesia”. Con iglesias vacías en toda Europa, que acaban convirtiéndose en bancos, y los bancos a su vez alzándose como las nuevas catedrales, el paraíso al que antes se aspiraba se ha conver-tido en un capítulo de la historia

ridiculizada. Marx escribió que el dinero ha sido dotado “de caracte-rísticas casi de naturaleza religiosa”. Sheldon Wolin escribe que bajo el Estado corporativo “una multina-cional incluye sesiones de oración para sus ejecutivos, mientras que los evangélicos se reúnen en con-gregaciones franquiciadas en las que predicadores millonarios en-salzan las virtudes del capitalismo”.

Parafraseando a Karl Polanyi, la activista estadounidense Chris Hedges, escribe: “El capitalismo convierte a los seres humanos y al medio ambiente en productos. Esto asegura la destrucción de ambos: la sociedad y el medio ambiente. El ecosistema y los seres humanos se convierten en objetos cuyo va-lor está determinado únicamente por los mercados; son explotados hasta el agotamiento o el colapso. Una sociedad que no sabe recono-cer que el mundo natural y la vida humana tienen una dimensión sa-grada, un valor intrínseco más allá del valor monetario, comete suici-dio”. La perdida de lo divino no está exenta de consecuencias. La famo-sa nota escrita por James Mossman

La enfermedad del EstadoDawud S. HurrellCiudad del Cabo, Sudáfrica

La cuestión de la deuda alcanza al mismo ADN del Estado moderno y se destapa como la causa y efecto de muchos males sociales; así como el conductor inevitable de cada Estado capitalista a formas de control cada vez más estrictas

E

Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE).

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antes de su suicidio decía: “No pue-do soportarlo más, aunque no sé lo que es”.

La imponente figura de Sheldon Wolin, profesor de Ciencias Políticas de Yale, ha llamado al fe-nómeno de nuestra sociedad libre “totalitarismo invertido”, el cual se puede comparar al mismo nivel que el totalitarismo clásico de la Alemania nazi y la Italia fascista. Su libro, Totalitarismo Invertido, exa-mina, capa a capa, los resultados sociales de las finanzas del capita-lismo avanzado tal como se reflejan en el régimen totalitario invertido más grande del mundo: su tierra natal. Lo que Wolin documenta es una fase en la organización social por la que todo Estado capitalis-

ta ha de pasar en su camino hacia formas de control más estrictas e inseguridad financiera. La corre-lación entre deuda y totalitarismo parece ser, en el siglo XXI, un teo-rema válido al evaluar las conse-cuencias sociales del capitalismo. Cuando el dinero es poder el go-bierno se convierte en la fachada formal del que gobierna, sin poder real en sí mismo, ya que se origina en otra parte. En el totalitarismo invertido creado por las finanzas-capitalistas “la economía supera a la política”, en contraposición a los totalitarismos clásicos donde la economía es un instrumento en manos del líder político. Wolin de-termina que en este sistema “el lí-der no es el arquitecto del sistema sino su producto”.

La cuestión de la deuda no es un asunto sentimental compuesto por etapas ya pasadas de Bono y Blair, ni el caso privado de las deudas personales, ni tan siquiera el pro-blema técnico de la deuda pública que concierne a los ciudadanos y su nación. El patriotismo se desvanece rápidamente cuando se comprende la realidad del Estado corporativo.

La cuestión de la deuda alcanza al mismo ADN del Estado moderno y se destapa como la causa y efecto de muchos males sociales; así como el conductor inevitable de cada Estado capitalista a formas de con-trol cada vez más estrictas. La deu-da ha sido comparada a un contra-to retardado con la realidad. Esto reestructura las ‘libertades per-sonales’ dentro de un contexto de más cordura; en algún momento se pondrá al día con nosotros, ya que el desequilibrio que promueve la li-bertad sexual sin restricciones es el mismo que permite la violación sin restricciones del ecosistema.

A medida que el Estado cor-porativo supervisa la venta al por mayor de la nación y su prosperi-

dad, en la desintegración resultante será necesaria la fusión del mono-polio corporativo con los aparatos de seguridad del Estado; lo que nos lleva al capitalismo invertido de la sociedades capitalistas. Los medios

de comunicación explicarán que ciertas restricciones y leyes draco-nianas han de implementarse para salvar nuestras sociedades libres. Para prepararnos a la protección

de nuestras libertades el Estado nos ofrecerá responsabilidades demo-cráticas: la narrativa afirma que la deuda es la razón por la que nuestra sociedad colapsa; una verdad expe-rimentada por los millones de po-bres en todo el mundo. Los recortes necesarios para hacer frente a las obligaciones de la deuda significa que el estado del bienestar se ha convertido en un recuerdo lejano. La sociedad como colectivo pagará el precio de la deuda, se mantendrá el respeto a la ley como es propio de una nación, y, aquellos que no so-porten pacientemente el remedio, serán procesados por el eficiente sistema jurídico.

La privatización de las prisio-nes es uno de los indicadores más

preocupantes del deficiente fun-cionamiento social. Los efectos de restricción de la deuda a la vez que la celda de una cárcel fueron experiencias que Pound conoció. “Ningún hombre que ha pasado un mes en una celda de la muerte cree en jaulas para bestias” dijo Pound después de haber pasado por una celda al aire libre en un campamen-to militar americano. En esta situa-ción Pound encontró entre grilletes la realidad de los estados corpora-tivos: los que violen los estrechos límites económicos escapan del marco de la civilización del dine-ro y son encarcelados; las masas a través de la deuda y los individuos excepcionales dentro de muros de hormigón.

Mientras que Carl Schmitt habló del “estado total” penetrando en todos los aspectos de la sociedad, Wolin nos habla de un Estado cor-porativo donde cada aspecto hu-mano, desde la religión, la cultura y hasta los ciudadanos se convierten en una mercancía de la que obtener beneficio. Cuando todo aspecto de la vida está sujeto a un determi-nismo económico y todos nuestros

movimientos están en sintonía con las fuerzas de mercado, entonces el Estado corporativo ha conse-guido imponer un brillante golpe de estado, creando un ser humano al que dicta sus prioridades: hacer dinero. El resultado es la creación de este hombre unidimensional que dependiente del crédito fomenta la necesidad de la industria del cré-dito. Matt Tabibi escribe acerca de los Estados Unidos mostrando una “cultura que poco a poco está dan-do paso a una ideología futurista de codicia computarizada y violencia financiera sin control”.

Si la dirección ilógica hacia el colapso ecológico no es la intención de la élite financiera, entonces po-demos encontrar un consuelo inco-modo en la explicación que Wolin hace del sistema perpetuándose en controladores del poder y los ciu-dadanos que a menudo parecen inconscientes de las profundas con-secuencias de su acción o inacción. Este determinismo económico que sustenta el subconsciente del hom-bre moderno se hace visible en el plano político donde cualquier de-safío social se aborda mediante la asignación de una cantidad en los presupuestos generales. Aun así, la destrucción de los bosques amazó-nicos se cuenta por miles de mi-llones de dólares y las propuestas para frenar el cambio climático son ignoradas por ser muy costosas. La supervivencia es un instinto que el hombre económico ha perdido. Esto no pasó desapercibido para Carl Schmitt que presenció la ex-tinción política de la república ale-mana, la cual no podía protegerse ante un adversario que usaba me-dios constitucionales para destruir la constitución. El destino fascista de su nación no estaba fuera del al-cance de los poderosos trasfondos de una civilización europea que su-cumbía a las “fuerzas de mercado”. Karl Polanyi escribió “que el fascis-mo, como el socialismo, tenía sus raíces en una sociedad de mercado que se negaba a funcionar”.

Mientras que Carl Schmitt trató de proteger lo “político” del corro-sivo efecto de la filosofía financie-ra histórica, Wolin expone que en el Estado corporativo “la política lo es todo, siempre, pero una polí-tica inalterada por lo político” con un bajo número de votantes, sim-plemente como indicador para que las masas conozcan que lo que se les presenta como política es “un espectáculo mediático necesario para que la llama holográfica de la democracia continúe encendida”. La muerte política, como tradicio-nalmente se ha entendido -ana-ciclosis- como lo definió Polibio, ha sido suplantada por las fuerzas de mercado con su propia lógica cíclica visible en los mercados de valores. El Estado corporativo se puede definir como una mezcla de plutocracia, oligarquía y de-mocracia, con un aparato de segu-ridad estatal que rinde pleitesía a la vanguardia de los intereses más importantes dentro de este Estado. La naturaleza del capitalismo fi-nanciero fomenta un tipo de régi-men que Polibio habría rechazado como extremadamente tiránico; el Estado corporativo es por defini-ción anti-democrático.

El Estado corporativo se puede definir como una mezcla de plutocracia, oligarquía y democracia, con un aparato de seguridad estatal que rinde pleitesía a la vanguardia de los intereses más importantes dentro de este Estado

Espiral dorada, caligrafía árabe.

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Tengo por seguro que quien se aparte hoy del camino trazado por mi

señor, Hayy Ibn Ashir, que Al-lah esté complacido con él, en su comportamiento externo e interno con el Altísimo y con los hombres, es de sospechosa condición y sus obras carecen de valor, pues su conducta se ajustaba al pie de la letra a las exigencias de la ley revelada, sin exceso ni defecto”. (Ibn Abbad Ar-Rundi, siglo XIV).

Jimena de la Frontera, an-tes Shimana, al final del siglo XIII era un pequeño pueblo fronterizo entre el reino de Granada y el avance caste-llano en el sur de la penínsu-la. Situada en el eje que une Algeciras con Ronda, hoy en pleno parque de Los alcorno-cales. En ese bello e inestable enclave nació Ibn Ashir. Muy joven dejó su pueblo natal y se instaló en Al-Yazira al-Jadra, Algeciras. En ese momento ya había memorizado el Corán y tenía un conocimiento básico de las ciencias elementales del Islam. Era un joven de vida virtuosa y entregado al re-cuerdo de su Señor.

En Algeciras se dedicó a la transmisión coránica, se sentó ante los hombres de conoci-miento y mantuvo la compañía de los sufís. Uno de ellos Abu Sarham Ibn Masud al-Ablah, solía visitarle cuando Ibn Ashir se retiraba en la mezquita. Abu Sarham era considerado en-tre los grandes del momento. Vivía en un estado de absolu-ta contemplación y poseído por la fuerza del amor Divino. Concedió a Ibn Ashir muchí-simas atenciones y lo puso en el círculo de sus próximos. Un día le dijo: “Hermano esta ciu-dad caerá pronto. Sal pues de ella antes de que llegue la aflic-ción”. Contó Ibn Ashir: “Así lo hice, dándole crédito y fiándo-me de la luz de su visión inte-rior”. Las cosas sucedieron en

efecto como él dijo y Algeciras cayó después de eso.

Pasó a Marruecos y antes de comenzar una nueva vida al otro lado del estrecho, hizo el viaje de los viajes, la pere-grinación a Meca. A su vuelta residió en Fez algún tiempo y luego en Mequinez donde vi-vía una de sus hermanas. De allí viajó a Salé y muy pronto a Rabat. Allí tomo la mano del Sheij de Evora Sidi Abdellah al-Yaburi. El maestro le hizo resi-dir en su zawiya teniéndolo en gran estima y llamándole “mu-chacho virtuoso y feliz”. Vivió con él hasta su muerte y des-pués volvió a Salé entrando en el círculo de confianza del Sheij Abu Zakariyya. En este tiempo buscó su sustento copiando y encuadernando el libro de ha-diz Kitab Al ´umda de Taqi al-Din Ben Surur al-Muqadasi.

Al-lah le hizo llegar sufi-ciente provisión, para com-prar un terreno donde cultivar trigo, que él mismo molía y amasaba, y para comprar una casa donde vivió hasta el final de sus días con independencia.

Es a partir de este momento que comienza a tener visitas y consideración entre las gentes de conocimiento. Su compa-ñía es muy anhelada y recibe comitivas de Fez y Mequinez y de lugares más lejanos. Y ello a pesar de sus continuos retiros en el cementerio próximo a su casa, su amor por la soledad y su repudio a la popularidad.

Se extendió su walía entre las gentes, llegando a conoci-miento del Sultán. Ejerciendo la educación en la nobleza que debe caracterizar a los prínci-pes, y estando entre sus deberes proteger a la gente de Al-lah, el Sultan Meriní Abu Inan quiso conocerle en persona en el año 756 (1.355). Lo intentó por to-dos los medios, presentándose incluso en la puerta de su casa y esperando allí pacientemente ser recibido. Pero hubo de irse sin haberlo conseguido. Vista la situación decidió enviarle una carta a través de su hijo suplicándole audiencia. Todo lo que obtuvo fue una misiva con instrucción e indicaciones para su vida. En ella después de

exhortarle a vivir de acuerdo con la ley revelada y la sunna le indicó la lectura de dos trata-dos de Al-Muhasibi: Al-Riaya y Al-Nasaih. El sultán convenci-do de la imposibilidad de con-seguir su deseo expresó: “Este es uno de los awlia de Al-lah, que Al-lah no nos permite ver”. Y contestó agradeciendo los consejos prometiendo poner el máximo empeño en seguirlos.

Tres años después de este acontecimiento murió Abu Inan, dándose las circuns-tancias de que el insigne Ibn Jaldún, contemporáneo de Ibn Ashir, quedó libre del en-carcelamiento al que le había sometido el Sultán acusado de intrigas políticas. Parte del co-nocimiento sobre sufismo que este notable intelecto transmi-tió en su Al-Muqadimah tiene mucho que ver con esta etapa de su vida en Fez. Queda ma-nifiesto que la apertura a la presencia de la santidad es un don concedido por Al-lah, a quien Él quiere.

Tuvieron en cambio acce-so a él, algunos hombres que

después fueron fundamen-tales en el conocimiento de su biografía. Entre ellos Ibn Al-Jatib de Loja, en su destie-rro de Granada, Al-Hadrami, Ibn Qunfud de Constantina y como discípulo más querido Ibn Abbad Ar-Rundi.

Dijo Al-Hadrami en un pasaje de su Al-Salsal: “A pe-sar de que sus compañeros reconocían su señorío y gran-deza, él no se tenía por supe-rior a ellos, sino que los tra-taba con toda consideración, se sentaba entre ellos donde encontraba sitio y los llama-ba por su kunya y no por su nombre. A menudo les repe-tía: ‘Oh compañeros, yo no soy sino uno de vosotros. No soy vuestro sheij, ni vuestro maestro. Tenéis que estudiar los libros de los sabios y lo que han escrito los hombres ilustres y eminentes. Que na-die me imite en aquello que no encuentre fundamento en los libros de los sabios. Yo soy un simple musulmán’”.

En contraste y verifica-ción de estas palabras, sobre su camino espiritual dijo Ibn Qunfud: “Su vía espiritual consistía en poner ante sus ojos el Ihya ulum al-din, y se-guir sus enseñanzas con serie-dad, aplicación, sinceridad y sometimiento, y él en persona era la prueba viviente de ese camino”.

Aconsejaba huir de la maledicencia y la calumnia, esforzarse por vivir en armo-nía con la Sunna y evitar las innovaciones peligrosas. Y su consejo más preciado era no ir a dormir sin antes haber examinado su conciencia con escrupulosidad.

Ibn Ashir murió en el mes de rayab de 764 (1.363) rodea-do de una aureola de santidad, que Al-lah este complacido con él. En el año 1.733 el sul-tán Alawi Abdellah Ibn Ismail construyó un mausoleo sobre su tumba y en 1.831, en tiem-pos del sultán Abderrahman, se añadió un hospital con una mezquita y dos salas de ablu-ciones con agua corriente. Así su beneficio sigue derramán-dose entre las gentes.

Jalid NietoSevilla Ibn Ashir de Jimena

El sufí que negó al Sultán estar en su presencia

Panorámica de Jimena de la Frontera, Cádiz.

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY 11

‘Fareey’

El ‘D-Day’ que cambió mi vida

Qué es fareey? Pocos, aparte de los naturales del Golfo, conocen esta

palabra tan peculiar árabe-co-loquial de la zona. Se ha reva-lorizado popularmente en los últimos años debido al éxito de los dibujos animados pro-ducidos en Dubái que se pre-sentan con este mismo título (Freej) y que abundan en las pantallas de televisión durante el mes de Ramadán.

Debo admitir que la serie me ha embaucado. Y al pare-cer, le ha ocurrido lo mismo a casi todos los que la han visto. Es imposible no simpa-tizar con los personajes. Esto se debe no solo a la calidad de la producción (singularmente alta para los estándares loca-les), sino también al enorme atractivo de los personajes principales: un grupo ficticio de señoras mayores emiratíes cuya vestimenta y comporta-miento refleja un tipo de gen-te que está desapareciendo a marchas forzadas.

“Cómo ha cambiado el Golfo” se ha convertido en un tema de conversación tan

común y predecible como “hablar del tiempo”. A todo extranjero residente en el Golfo por más de un año ya le gusta contar batallitas a los recién llegados de “qué rápido ha cambiado todo” y “cómo esos edificios de allí no esta-ban y aquel barrio entero era simplemente arena o algo vie-jo u obsoleto” (refiriéndose a algo de unas pocas décadas de antigüedad).

Y aunque suelen referirse a un cambio de infraestruc-turas y construcciones, hay un fenómeno de cambio aún más importante, y es el de la transformación de la gente. El cambio social presenciado en los Estados del Golfo en unas pocas décadas probablemente no tenga precedentes en la his-toria. A menudo se repite que este cambio es a mejor y que transforma de forma positi-va, pero a la vez escuchamos que la gente no ha perdido sus tradiciones y todavía están en contacto con sus raíces.

A decir verdad, estas dos afirmaciones se contradicen, tal y como sucede en todas las sociedades, aunque el con-traste de cambio dramático es más marcado en la memo-ria viva de los individuos del Golfo. Para ver el tipo de con-traste entre una foto de Dubái en 1950 y otra en 2014 en un

país europeo tendríamos que remontarnos siglos. Supongo que esto es algo que ya has es-cuchado miles de veces y me disculpo por repetirlo. A lo que quiero dar relevancia es a la palabra “fareey”. Entiendo que está relacionada con la palabra árabe “fareeq” que sig-nifica “un grupo de gente”. De todas formas, la mejor traduc-ción de “fareeq” sería “vecin-dario o barrio”. La serie de di-bujos dirige nuestra atención a la desaparición de los “fa-reey” originales. Muestra un tipo de gente cuya vestimenta, actitud, forma de hablar, nivel económico, gastronomía, ho-gar y forma de ganarse la vida es tan diferente de los emi-ratíes que todos nos encon-tramos y conocemos diaria-mente, que prácticamente se

podría decir que son dos razas o tipos de gente diferente.

Aun así, todavía se puede encontrar esta antigua raza. Están en las zonas menos ricas de Emiratos Árabes Unidos. Tienes que ir a buscarlos si quieres encontrarlos y defi-nitivamente debes evitar las “áreas de patrimonio” que se han creado al “estilo Singapur” como una oportunidad para hacer un par de fotos y donde hay señoras mayores cocinan-do grandes crepes (Jobs regag o Jameer) para turistas. Uno se pregunta que se solía comer con estos crepes, ya que hoy en día se ofrecen las opcio-nes de Queso Kraft o Nutella como “comida tradicional”, sin una pizca de ironía.

Cuando consigues es-caparte del “patrimonio

envasado para venta al públi-co” y te adentras en el corazón de Ras Al Khaimah o Dibba, entonces puedes ser afortuna-do y encontrar un barrio real. Y cuando esto sucede, quizás estarás encantado de encon-trar un barrio parecido al mis-mo en que tú mismo creciste; con la excepción de que el bar o ‘pub’ es una tetería y la só-lida pero descuidada iglesia, es una mezquita modesta y concurrida. Y aquí es donde la palabra “fareey” se superpo-ne a una palabra mucho más importante “fitra”, una pala-bra que llega hasta el corazón del Islam – harmonía con la naturaleza -. Cuanto más nos alejamos de la naturaleza, por nuestra adicción a los inven-tos y lo nuevo, más débil se hace nuestra creencia.

n el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. Todos

tenemos un día de esos en los que cambia nuestra vida, a ve-ces para bien y otras, desgra-ciadamente, para mal; un día de esos que cambiará el resto de nuestra vida y hará que nada nunca vuelva a ser igual. Lo más normal es que tenga-mos varios de esos días, y yo voy a contar aquí la pequeña historia de dos de esos días de mi vida, el día en que empezó a cambiar todo y el día tras el cual nada fue lo mismo aun-que todo era igual.

El primer día del resto de mi vida, ese primer día en que todo empezó a cambiar, fue el día en que me senté en clase tras apuntarme a esa extra-ña carrera llamada “Estudios Árabes e Islámicos”. Estaba nervioso, no tenía ni idea de árabe, conocía muy poco so-bre esa cultura y nada sobre

el Islam, más allá de lo que la televisión me decía que te-nía que creer. Éramos pocos en clase, no más de quince, gente extraña apuntada a una carrera impopular para es-tudiar algo que a nuestra so-ciedad parecía no importar. Había muy distintos tipos de

personas en clase, hombres y mujeres, musulmanes, cristia-nos y ateos, mujeres con “hi-jab” y sin él, personas de vein-te años y también de treinta y cuarenta. Pero teníamos algo en común: una mente abier-ta y sed de conocer algo que sabíamos que no era como la

televisión nos lo pintaba, una cultura, una religión y una forma de vida que, a pesar de ser algo ajeno a muchos de nosotros, sabíamos que me-recía la pena estudiar y en la que adentrarse de lleno. Aquel día, en aquella clase, empezó a cambiar la forma en que miro a los demás, la forma en que miro a la cultura árabe y el día en que el Islam dejó definiti-vamente de ser el motivo por el que un tal Bin Laden ma-taba infieles para convertirse poco a poco y con el paso de las asignaturas y los cursos en la forma de vida de los musulmanes y la mía propia, y agradezco cada día a Al-lah (Subhanahu wa Ta›Ala) por haberme guiado y seguir haciéndolo.

Y así empieza la historia del segundo día que cambió mi vida. Pues si el primero fue el día en que empecé a estudiar lo islámico y lo ára-be, el segundo (pero no en importancia sino en orden cronológico) fue el día en que me hice musulmán, al menos oficialmente. No fue algo ra-dical de un día para otro, sino pequeños cambios en el día a

día en los que iba cambiando mi forma de ver el Islam. Al principio yo era ateo, luego empecé a dudar porque aque-llo empezaba a no tener sen-tido, y más tarde acabé por opinar que un único dios es la única opción que lo tiene. Vas cambiando poco a poco tus hábitos, juntándote más con musulmanes, apreciando más las mismas cosas… hasta que un día, de vacaciones en Edimburgo (Reino Unido), decidí entrar en aquella gran mezquita, hacerme “oficial-mente” musulmán y ser uno más de la Umma.

Esos dos elementos, mi ca-rrera y mi religión, son funda-mentales en mi felicidad y la base sobre la que quiero vivir el resto de mi vida. Mi reli-gión es básica en mi día a día y en mi felicidad personal y mi carrera espero que sea la pieza sobre la que poder ganarme la vida, quizás y ojalá enseñan-do algún día sobre lo árabe e islámico a los demás, Insha Al-lah. Aspiro a enseñar a los demás algún día sobre litera-tura, historia o religión y dar a los demás algo que la vida ya me ha dado a mí.

Suleyman BusbyDubái, EAU

Gabriel MontoroAlicante

¿

E

Los personajes de la serie de televisión dubaití Freej.

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e llamo Buenaventura Buendía Banegas y soy descendiente de

conversos de origen musul-mán. Nací en Ojós, una de las seis villas que se integraron en la Encomienda de la Orden de Santiago del Valle de Ricote, después de la incorporación del Reino de Murcia a la corona de Castilla. Algunos historia-dores, como Mariano Gaspar Remiro, lo identifican con el Oyyoh o Iyyih, una de las ciu-dades integrantes del Pacto de Tudmir, que dio inicio al pe-riodo de dominio musulmán en la península Ibérica. En este pequeño valle, regado por el Río Segura, Ibn Hud, cuya tumba ha sido recientemente localiza-da en los restos del Castillo de la Asomada, próximo a la actual ciudad de Murcia, inició en el siglo XII la insurrección contra los almohades y allí nacieron grandes maestros del sufismo como Ibn Sabin o Muhammad Ibn Ahmad al-Riquti. 

Mi familia está asentada en el Valle de Ricote desde hace más de quinientos años, de lo que tuve conocimiento cuan-do, hace apenas tres años, ini-cié la elaboración de mi árbol genealógico. La curiosidad por conocer con detalle la vida de mis ancestros, me llevó a descu-brir su origen musulmán. Para mí, como para la mayoría de los actuales habitantes del valle, con los que mantengo lazos de parentesco de mayor o menor proximidad, el pasado musul-mán de nuestros antepasados era algo difuso. Así, después de revisar miles de actas de bautis-mo, confirmación, matrimonio y defunción, y centenares de documentos firmados ante los antiguos escribanos, he podido

reconstruir, desde las actuales generaciones, lo esencial del árbol genealógico del Valle de Ricote; a pesar de la dificultad inicial que suponía la desapa-rición de los libros de algunas de sus parroquias, una fuente inagotable de información para cualquier investigador. Muy pronto, los moros del lenguaje coloquial, o los moriscos o mu-déjares del académico, pasaron a ser mis abuelos.

Soy descendiente de Alonso Buendía, cristiano viejo, y de Juan Banegas, converso de ori-gen musulmán. La única prueba que me permite hacer la asigna-ción a una u otra confesión, es la arbitraria exclusión o inclusión en los bandos de expulsión de 1613 de los miembros de es-tos dos viejos linajes del Valle de Ricote. Pero por mi cuerpo también corre la sangre de otros muchos de mis antepasados que tuvieron que vivir aquellos te-rribles años. También descien-do de los Avilés, Luna, Carrillo, Marín, Rojo, Saorín, Ayala, Candel, Miñano, Palazón, Tomás, Turpín, Torrano, Talón, Melgarejo, Molina, Hurtado, López, España, Bermejo, etc. También de otros que llevaron apellidos extinguidos con el transcurso de los años, como los Cachopo, Alcaide, Hellín, Gaspar, Puerta, Berescute o los Manda, a los que he localizado recientemente en Bullas, mu-nicipio de la actual provincia de Murcia. Todos ellos fue-ron incluidos en los bandos de expulsión.

Durante siglos, generación tras generación, esta historia, por razones más o menos com-prensibles, fue borrada de la memoria de sus descendientes. Ser converso, durante mucho tiempo, fue más un estigma que un aval. ¿Quién podría afirmar que no es descendiente de con-versos? La historia de la huma-nidad es la historia de una cade-na de sucesivas conversiones. 

Para que su recuerdo per-dure para siempre entre sus

descendientes, el pueblo de Ojós, a través de su Ayuntamiento, ha institucionalizado como “Día de los Expulsos” el tercer domingo de octubre de todos los años, inaugurando también el “Jardín de los Expulsos”, donde se ha erigido un monolito con una lápida en la que se han inscrito los nombres de las personas de las que se tienen pruebas que fueron incluidas en los bandos de expulsión. Este jardín resulta especialmente emotivo, ya que se ha levantado sobre los terre-

nos que ocupaba el que, durante cientos de años, fue cementerio de Ojós. Probablemente allí re-posen los restos de muchas de ellas.

Desde la Asociación Cultural OXOX, la cual presido, preten-demos desarrollar actividades que queremos que sean el punto de partida para llenar, no solo, ese profundo vacío existente en la memoria de los descendientes de aquellas personas que, con su esfuerzo, laboriosidad e imagi-nación, fueron artífices y pro-tagonistas de una de las épocas de mayor prosperidad que ha vivido el Valle de Ricote y toda España, sino también contri-buir a la difusión de su forma de

vida, sus costumbres y su cultu-ra. Para ello se ha decidido crear el Centro de Estudios Moriscos del Valle de Ricote, que preten-de aunar sus esfuerzos a los de otros similares, que nos servi-rán de modelo y estímulo para intentar conseguir e igualar, como mínimo, sus brillantes resultados.

Comparto la necesidad de iniciar una profunda revisión de lo que el Dr. Ahmed Tahiri llama “doloroso capítulo de nuestra historia común”, que

borre la falsa imagen que se ha transmitido muchas veces de nuestros antepasados, basada en los argumentos de los pro-pagandistas de la expulsión, y afronte de una manera realista los efectos de las sucesivas ex-pulsiones, lejos de prejuicios de toda naturaleza. Los abun-dantes datos conseguidos por la reciente facilidad de acceso a los libros de, casi, la totalidad de las parroquias del antiguo Reino de Murcia, después de su mi-crofilmación y disponibilidad en la “web”, permiten extraer, ya, conclusiones provisionales, que van más allá de las de pioneros como Govert Westerveld sobre la permanencia de la población

de origen musulmán después de los bandos de expulsión. Personalmente, me he implica-do en el vaciado de información de esta importantísima fuente documental, equiparable a la de los grandes archivos nacio-nales. El conocimiento, casual o providencial, de los trabajos de otros investigadores alejados de los circuitos académicos, como Enrique Pérez Cañamares o Juan Romero Díaz, con los que he iniciado una intensa colabo-ración, y el intercambio recípro-

co de información, sin duda, va a contribuir, aunque sea modes-tamente, a la revisión que nos propone el Dr. Tahiri.

Para concluir, me van a permitir que comparta con us-tedes una reflexión en voz alta. Cuando hago partícipes a algu-nas personas del resultado de mis investigaciones, en las que se prueba de una manera irrefu-table nuestra ascendencia mu-sulmana, además de asombro, percibo alguna incomodidad. Pues bien, aunque a nuestros abuelos no les gustaba que así se les llamara, sin complejos, elevo la voz para decir: “Me siento or-gulloso de ser morisco”.

Que Dios nos bendiga a todos. 

El resultado de mis investigaciones prueba de forma irrefutable nuestra ascendencia musulmanaBuenaventura Buendía BanegasOjós, Murcia

M

Monolito en el Jardín de los Expulsos, Ojós, Murcia.

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY 13

El síndrome de París

l profesor Hiroki Ota, psiquiatra japonés que trabajaba en Francia en

1986, descubrió y catalogó un curioso síndrome que sufrían sus compatriotas al visitar la ciudad de París, lo llamó el sín-drome de París. El síndrome produce una aguda perturba-ción psíquica consistente en alucinaciones, desrealización, despersonalización, angustia y síntomas psicosomáticos como mareo, sudor o sobresalto car-díaco. La embajada japonesa incluso tiene una línea de te-léfono abierta las veinticua-tro horas para ayudar a los afectados.

La razón de esto la expone Byung-Chul Han en su libro En el enjambre: “Lo que dispa-ra todo esto es la fuerte dife-rencia entre la imagen ideal de Paris, que los japoneses tienen antes del viaje, y la realidad de la ciudad, que se desvía com-pletamente de la imagen ideal”.

En el enjambre es un lú-cido estudio sobre el efecto de la tecnología digital en nuestra sociedad y nuestro comportamiento, tanto indi-vidual como colectivo. El uso que hace Byung-Chul Han del síndrome de París para ilustrar el efecto del aluvión de imágenes al que estamos sometidos, nos hace pregun-tarnos si, de igual manera, no padecemos todos, en ma-yor o menor medida, este síndrome.

Estamos expuestos cons-tantemente a una idealiza-ción de lo que nuestra vida ha de ser, desde nuestra sole-dad más intrínseca a nuestras relaciones sociales. El mismo autor propone en un ensayo anterior, La sociedad del can-sancio, que vivimos en una sociedad híper positivada. Una sociedad donde lo nega-tivo no tiene cabida (hemos de entender la relación nega-tivo-positivo como energías creativas y complementarias, no como lo moralmente bue-no o malo). Es por esta obli-gatoriedad de la optimización de todos los aspectos huma-nos que nos esclavizamos a

nosotros mismos en pos de una perfección inalcanzable.

Esta perfección está dicta-da por la imagen colectiva de lo que es el éxito y vivir una vida plena. Esta imagen co-lectiva está compuesta de la idea generalizada en nuestra sociedad por la cual una vida plena es aquella en la que te-nemos suficientes recursos, tanto económicos como de otra índole, para consumir aquello que deseamos.

Cuando somos incapa-ces de consumir aquello que deseamos dado que no dis-ponemos de esos recursos, o cuando aquellos que sí dis-ponen de ellos se dan cuenta de que esto no les satisface, caemos presa del síndrome de París. Es decir, tenemos

un desafortunado encuentro con la realidad que irrumpe en nuestras idealizadas vidas.

Este desafortunado en-cuentro es lo que describe Hitchcock en su pelícu-la La ventana indiscreta. Tomaremos prestada la sín-tesis que Byung-Chul Han hace de esta película, en el libro ya mencionado, En el enjambre, aunque nos sirva para ilustrar algo ligeramen-te diferente a lo que el autor propone:

“Jeff (James Stewart), el fotógrafo atado a la silla de ruedas, está sentado detrás de la ventana y se recrea en la vida burlesca que el ve-cino ofrece a través de ella. Un día cree ser testigo de un asesinato. El sospechoso nota

como Jeff, que habita frente a él, lo observa en secreto. En ese momento él mira a Jeff. Esa terrible mirada del otro, la mirada desde lo real, destruye la mirada de atrás como encanto de los ojos. Finalmente el sospechoso, lo terrible real, irrumpe en la vivienda de Jeff. Jeff, el fo-tógrafo, intenta cegarlo con el fogonazo de la cámara, es decir, intenta desterrarlo de nuevo a la imagen, e incluso refrenarlo, pero no lo con-sigue. Jeff es arrojado por la ventana por el sospechoso, que de hecho, se desenmas-cara como el asesino”.

Ese encuentro con el sos-pechoso es el encuentro con la realidad al que todos esta-mos destinados.

Luqman NietoGranada

E

O el desafortunado encuentrocon la realidad

cabo de abrir los ojos. La luz que deja atrás el sueño entra tenue

por la ventana, poco a poco la nitidez se va adueñando de las formas y me sitúa en el espacio. Una habitación amplia. No reconozco los colores, tampoco los con-tornos. Un momento; a lo mejor sigo durmiendo.

Percibo los sonidos que llegan desde fuera y la me-lodía de un pentagrama do-méstico me invita a entrar en el cuerpo. También unas cuantas fotografías. Avanzo hacia el espejo. Silencio. El reflejo de una extraña me detiene. El tacto es tam-bién un corte. La odisea de la identidad estremece. En la cocina una voz tierna me habla; parece que soy ma-dre. El ayer es el paso de unos cuantos años que solo existen en este ahora y las células tratan de reconocer lo que los ojos no consi-guen. He muerto otra vez, y sin drama, me lanzo al salto

misterioso del encuentro. Querida, ¿dónde has estado este tiempo?

Dentro de la pregunta suspendo un instante para recordar y aparece la pre-sencia de un tiempo anes-tesiado. Sentirse cómoda en la extrañeza despierta una nueva percepción y la posibilidad de reaprender de nuevo tomando contac-to con el pulso de la vida. Ahí siento que respiro y cada bombeo del alma es el inicio de otro recorrido. El tiempo no es esa línea recta en la que he desaparecido y esta cualidad ofrece un pre-sente de nueva aceptación. Si a cada segundo se crea la oportunidad del nacimien-to, siendo este intervalo la conjunción de lo que sepa-ramos entre pasado y futuro, entonces solo el momento es real. Quizá no fue el tiempo sino el propósito lo que me lanzó al olvido dividiendo al ser de su esencia, determi-nando la acción y evadién-dome de la experiencia del destino.

La vida de otra mujer, dirigida por Sylvie Testud, es una adaptación de la no-vela literaria (La vie d´une autre, 2007) de Frédérique Deghelt Tout.

Siendo una película den-tro del género drama/come-dia bastante ligero y de te-ner una narración sencilla y trivial, la película reflexiona sobre la prueba del tiempo, la rutina pasiva, el deambu-lar a través de lo que ocurre y el abismo de la pérdida sin transformación. Una evoca-ción al tesoro escondido en las pequeñas cosas y al dis-frute del camino.

Marié (Juliette Binoche) empieza una nueva etapa, parece encontrar trabajo y se enamora de Paul (Mathiew Kassovitz). Cuando despier-ta a la mañana siguiente, han pasado diez años y el escenario se ha trasforma-do. Marié sufre de amnesia, no recuerda nada y es preci-samente esa pérdida lo que le lleva a desprenderse de una ilusión para hallarse de nuevo.

Otra vez, el final se convierte en principio y despertar, la posibilidad de transformar nuestras proyecciones.

Sarah OjembarrenaCiudad del Cabo, Sudáfrica ‘La vida de otra mujer’

A

Carátula de la película La vida de otra mujer.

Multitudes fotografiando La Gioconda en el Louvre, París.

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY14

La situación degradada e injusta en la que viven actualmente la mayoría

de los pueblos musulmanes no debe llevarnos a confundir rasgos meramente accidentales con los principios religiosos y éticos que articulan la vida de aquéllos. El Islam es también la arquitectura de Sinán, la pa-labra profética de Ibn Arabi, la poesía sufí, (...) una admirable sutileza espiritual y el ideal im-pregnador de Al-Ándalus”.

Empezaré por confesar que pocas veces me he visto tan sa-tisfecho por la entrega de un premio de la importancia del Cervantes como en esta oca-sión en que el premiado ha sido Juan Goytisolo. Este cata-lán (Barcelona, 1931), hombre inquieto y excelente escritor ha demostrado con creces su aper-tura de mente, su visión amplia y equilibrada y su capacidad para ahondar en los entresijos de nuestro momento actual como civilización. En una de sus últimas entrevistas dejaba claro, por ejemplo, hasta qué punto la cultura hispana está marcada por lo mudéjar y la in-fluencia de lo árabe y la presen-cia del Islam, así como de la lu-cha larvada y continua entre los conceptos de “cristiano nuevo” y “cristiano viejo”, que subyacen en el subconsciente de los artis-tas e intelectuales españoles, a menudo sin ellos mismos darse cuenta.

Aunque no es musulmán, su mirada hacia el mundo is-lámico siempre ha sido de respeto, cuando no declarada simpatía. Dice bastante de ello el que hace mucho que se que-dó a vivir en Marruecos. Pero, sobre todo, es un hombre capaz

de mirar por encima de clichés y de tópicos injustos, y hasta de entrar en la causa de ellos. Así, en su libro De la Ceca a la Meca, escribe cosas como esta: “En razón de la amenaza que el Islam (árabe o turco) significó para el orbe cristiano entre los siglos VIII y XVII, el mundo musulmán ocupa frente a aquél un puesto central, cualitativa-mente distinto del de las demás civilizaciones no europeas (bu-dista, brahamánica, etcétera). Ello explica, como ha visto muy bien el historiador tuneci-no Hichem Djait, la persisten-cia de una aguda y tenaz ‘sen-sibilidad antiislámica en todos los niveles del subconsciente europeo’”.

Y dice esto: “Basta en ver-dad con abrir cualquier libro de historia para comprobar el uso sistemático de una do-ble terminología: valorizadora cuando se aplica al orbe occi-dental, despreciativa de cara a los musulmanes. Por un lado, se habla de “expansión”, “voca-ción ecuménica”, “misión civili-zadora”; por otro, de “invasión”, “avalancha”, “brusca irrupción de hordas”. El mismo manual que pinta con lujo de detalles la crueldad de los sultanes oto-manos, cubre con un velo de discreción los autos de fe de la Inquisición o el terror blanco o rojo de nuestras revoluciones.

Inútilmente buscaremos la ex-presión ‘fanatismo cristiano’”.

Y en otra ocasión dijo tam-bién: “La situación degradada e injusta en la que viven actual-mente la mayoría de los pueblos musulmanes no debe llevarnos a confundir rasgos meramente accidentales con los principios religiosos y éticos que articu-lan la vida de aquéllos. El Islam es también la arquitectura de Sinán, la palabra profética de Ibn Arabi, la poesía sufí, (...) una admirable sutileza espiri-tual y el ideal impregnador de Al-Ándalus”.

De su pluma han salido múltiples obras en las que el Islam es, de una u otra forma, protagonista: Crónicas sarra-cenas, Reivindicación del conde Don Julián, Makbara, En los reinos de taifas, Las virtudes del pájaro solitario, La cuarentena, Estambul otomano, Argelia en el vendaval, El bosque de las letras, El sitio de los sitios, lo que, en un autor no musulmán es bien de agradecer; sobre todo si mira con imparcialidad y libre de los clichés y prejuicios con que lo hacen multitud de escritores e historiadores supuestamente “científicos”.

Y no son pocos los artículos que Goytisolo ha publicado en El País analizando precisamente algunos de esos injustos clichés más propios de la ignorancia y el

odio al otro que de una actitud equilibrada y transparente. Así, por citar solo dos de ellos, en el titulado “De la sibila de Delfos a la Virgen de Covadonga”, co-menta cómo investigadores recientes han encontrado sos-pechosos paralelismos entre los relatos “históricos” de la Batalla de Covadonga (Crónica de Alfonso III de Asturias, 866-910), en la que supuestamente comienza la “Reconquista” y, de alguna manera, el origen de lo que luego será España, y los de la derrota de los invasores per-sas al pie del Monte Parnaso y el templo de Apolo en Delfos que data del siglo V antes de la era cristiana. Y hasta, después, tam-bién será muy similar el conte-nido y los detalles de los inspi-radores literarios de Milosevic, Karadzic y los suyos: acá, la España sagrada y allá, la Serbia Celeste; en un caso invasores árabes y en otro turcos; derrota del Guadalete y del campo de los Mirlos; rey don Rodrigo y prín-cipe Lazar; traidor don Julián y yerno del desdichado príncipe; romancero y  pesme...  Para los portavoces de dicho relato, la moral y el pensamiento nacio-nales son producto en ambos casos de una tradición ancestral y determinan de forma impera-tiva la conducta gloriosa y uná-nime del pueblo entero. Lo que, a pesar de ser tomados como

material científico por muchos historiadores de renombre, para cualquier observador neutral le hace sospechar de que tienen más de leyenda que de historia.

El otro artículo del que quie-ro hacer referencia es el titulado “El caldo de cultivo del fanatis-mo”, en el que analiza el origen del wahabismo, su evolución histórica, socio-cultural y eco-nómica y los difíciles equilibrios en los que se ve envuelto entre su rigorismo y algunos de los movimientos que han surgido de él de una extremada e incon-trolada violencia, y la cercanía a los poderes económicos del mundo occidental con los que quiere estar bien. Su mirada neutral y no islamofóbica, pero sí preocupada por un tipo de Islam que no comprende, pue-de servirnos también a los mu-sulmanes para entender mejor nuestros propios problemas en el mundo actual. Y cerraré mi artículo con las palabras con las que Goytisolo cierra este último suyo que menciono, a propósito de una invitación que le hicie-ron para dar una charla sobre cultura islámica en Riad a la que no se decidió a ir: en un país en donde Ibn Rush (Averroes) está prohibido por ser racionalista, Ibn Arabi por místico y Las mil y una noches por “licenciosa”, me dije para mis adentros, ¿de qué clase de cultura estarían hablando?

Yahia Ballesteros es profesor de Historia y Geografía en un I.E.S. andaluz. Tiene publicadas obras de poesía, novela, teatro y ensayo y ha recibido premios como el Río Henares de Sonetos (Guadalajara), el Primer Premio del Ministerio de Educación y Ciencia de Teatro (Madrid) o el de Novela de Olula del Río (Almería). Dirige la revista in-ternacional de teatro y literatu-ra Alhucema. Páginas con obra suya: https://sites.google.com/site/emilioballesterosalmazan/

A propósito del último Premio Cervantes: Juan GoytisoloJuan Goytisolo es un intelectual independiente y honesto, capaz de mirar el mundo actual libre de clichés injustos y conocedor como pocos del alma hispana

Yahia BallesterosGranada

“El escritor y Premio Cervantes Juan Goytisolo.

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Rabi’ al Awal 1436 / Enero 2015 ISLAM HOY 15

l busto de d’Artagnan recibe la luz del sol todas las horas del

día. Su mirada de bronce vigilante sale a tu encuen-tro en cuanto penetras en la biblioteca. Tu intención es recrearte con las estam-pas de la Antigua Grecia, particularmente con las es-culturas ideales de Fidias, pero después de haber cru-zado tu mirada con la del Mosquetero, tus manos to-man de la estantería el tomo primero del libro de Dumas y te sientas a la luz de la lámpara tamizada por una pantalla de cristal verde.

No comienzas por el ca-pítulo primero, sino que tus dedos pasan las páginas, como tantas y tantas ve-ces, hasta el capítulo quin-to, cuya escritura irradia la luz de un sol diferente al que penetra por la ventana. Pasados unos minutos de lectura, los recuerdos regre-san a ti uno a uno.

Acabas de llegar a París para hacer fortuna sin más capital que los consejos de tu padre que se reducen a uno: un gentilhombre se abre camino solo gracias a su bravura y a su pundo-nor. La clave está en no te-mer las ocasiones de actuar; por el contrario, hay que buscarlas.

Tu padre te ha dado tam-bién una carta de recomen-dación para M. De Tréville, capitán de los Mosqueteros del Rey, pero te la ha ro-bado un noble indigno de este nombre que tendrá una gran influencia en tu vida, aunque no lo sabes. Una be-lleza joven y rubia, de gran-des ojos azules y lánguidos, le acompañaba. Es Milady, tu mujer fatal, aunque tam-poco lo sabes.

Tu primer día en París es único y prominente entre todos tus días de hombre de acción. En él, tienes una en-trevista con M. De Tréville. Este es un gentilhombre lle-gado como tú del fondo del Béarn sin nada. Gracias a su valentía y a su firme y leal servicio a la Corona ha su-bido la resbaladiza escalina-ta de la corte hasta lo más alto, donde el Rey le honra con su confianza. Lo funda-mental, sin embargo, no es que haya trepado por la es-cala del poder y de la rique-za, sino que, en su dominio de la intriga política, se ha mantenido honesto.

Si lo compararas con el Cardenal Richelieu, el hom-bre que disputa a Louis XIII el poder de hecho en el Reino, verías la línea indeleble que separa las dos clases de hom-bres que existen, pero es aún demasiado pronto para que te decidas por uno o por el otro. Simplemente, registras en tu mente lo que dice un grupo de mosqueteros que conver-san en la antesala de Tréville. Richelieu se ha hecho con el poder y lo mantiene con el genio, la inteligencia política y la voluntad superior de un Borgia, pero como este, no ha dudado ni duda en servir-se del asesinato, del robo, de la falsedad y de la manipula-ción de la justicia para lograr sus fines.

Tu entrevista con M. De Tréville no es sin embargo lo que hace que tu primer día en París sea único entre to-dos los días de tu vida. Tal y como establece para siempre el capítulo quinto, hay algo mucho más importante.

Al principio del capítulo, no sabes cómo, pero te las has arreglado para retar a duelo a los tres mosqueteros llamados los Inseparables, Athos, Porthos y Aramis. Tienen fama de ser grandes espadas, bravos y temera-rios. Por si esto fuera poco, tienen también toda la expe-riencia que a ti te falta.

De manera que cami-nas hacia el convento de las Carmelitas Descalzas, el lugar del duelo con Athos, diciéndote a ti mismo que tu muerte es inevitable. Con todo, lo que más te preocupa no es morir, sino el hecho de que Athos esté malherido. También quieres no llegar tarde, de modo que vuelas.

Athos ha llegado prime-ro. Su aspecto de gran se-ñor, digno y tranquilo, te agrada. Comprendes que se

ha sentado para aliviar el dolor que le causa su heri-da. Sin embargo, cuando te ve, se levanta y se adelanta hacia ti cortésmente. Tú le respondes avanzando con el sombrero en la mano, cuya pluma roza la tierra.

Tus primeras palabras son de disculpa por el honor que te hace disponiéndose a luchar contigo herido como está. También añades con naturalidad que dispones de una pomada milagrosa, pro-cedente de tu madre, que le dejará como nuevo en tres días, tras los cuales podrá en-frentarse a ti en condiciones más favorables. La respuesta que te da Athos es digna de aparecer literalmente: “Ya lo creo, señor, su proposición me agrada. Aunque no la acepto, huele a gentilhom-bre a una legua. Así habla-ban con tal valentía en los tiempos de Carlomagno, en los cuales todo caballe-ro debe buscar un modelo. Desgraciadamente no esta-mos ya en la época del gran emperador. Nos hallamos en la del Cardenal. De aquí a tres días se sabría, por muy bien que se guarde el secre-to, que vamos a batirnos y se nos impediría hacerlo”. Tu contestación también mere-ce la versión literal: “Si tiene usted prisa, señor, y quiere despacharme inmediata-mente, no se prive de ello, se lo ruego”.

Cuando aparecen por fin Porthos y Aramis, se llevan la gran sorpresa de com-probar que los tres mosque-teros, uno tras otro, van a enfrentarse en duelo con el mismo joven. Por ello, para quitarles todo embarazo, les pides excusas por no poder pagarles su deuda a los tres en caso de que Athos te mate primero. Después de esto te pones en guardia y lo mismo hace Athos.

Sin embargo, en el mo-mento en que vuestras espa-das se tocan por la punta, se produce un acontecimiento inesperado. Una escuadra de cinco miembros de la guar-dia del Cardenal Richelieu aparece por una esquina del convento. Sus órdenes son las de impedir todo duelo.

De la discusión que esta guardia entabla con los tres mosqueteros se deduce que, como señala Aramis, la cosa es imposible. El duelo tendrá lugar, a pesar de la prohibi-ción del Cardenal. La res-puesta del jefe de la guardia es igual de imperiosa: están dispuestos a imponerse por la fuerza.

Entonces toma lugar lo más cardinal y extraordina-rio de tu vida. Uno de esos

acontecimientos que deci-den la vida de un hombre. Ocurre después de que oyes las palabras que Athos diri-ge a los otros dos: “Son cin-co y nosotros solo tres; nos vencerán, de modo que ten-dremos que morir aquí”.

Estas pocas palabras bas-tan para que tomes partido. Se trata de elegir entre el Rey y M. De Tréville, por un lado, y el Cardenal, por el otro. Una elección que no tiene vuelta atrás. Entrar en la liza es ir contra la ley, arriesgar la cabeza, volver-se de golpe enemigo de un Ministro más poderoso que el mismo Rey. Este es el pa-norama que se extiende ante tus ojos, pero no dudas ni un instante.

Te vuelves hacia Athos y sus amigos y les dices: “Señores, con su permiso, quiero referirme a las pa-labras que he oído. Han di-cho ustedes que son tres, pero me parece que somos cuatro”.

- “Pero usted no es de los nuestros”, te responde Porthos.

- “Es verdad –dices–, no llevo el uniforme, pero llevo el alma. Mi corazón es mos-quetero, así lo siento, señor, y ello me empuja”.

Tus palabras dejan todo en suspenso. El jefe de la guardia lo aprovecha para interpelarte. No pondrá

obstáculo a que quieras re-tirarte y salves tu piel. Tú no te mueves. Athos estrecha tu mano: “Decididamente, es usted un buen mozo”. Con todo, los tres mosqueteros dudan si aceptar tu ayuda o no. Tu juventud les refre-na. Finalmente tú decides la cuestión:

- “Señores, pónganme a prueba, les juro por mi ho-nor que no me iré de aquí si somos vencidos”.

- “¿Cómo le llaman a us-ted, valiente?” Te pregunta Athos.

- “D’Artagnan, señor”.- “Pues bien –ordena–.

Athos, Porthos, Aramis y D’Artagnan, ¡adelante!”.

Apartas tu mirada del libro. No es la emoción. Como lector veterano, estás hecho a las emociones fuer-tes. La luz, tal vez, es dema-siado intensa.

Dr. Abdelbasir Ojembarrena ha sido profe-sor de Literatura Española y Universal en la Universidad del País Vasco. Es premio Café Gijón, ha publica-do tres novelas: Ismael, Guerrita y Bajo la Noche; y cuentos en revistas ame-ricanas y españolas. En la actualidad es profesor de Literatura Universal en el Dallas College, Ciudad del Cabo.

El capítulo quintoAbdelbassir OjembarrenaCiudad del Cabo, Sudáfrica

E

Entonces toma lugar lo más cardinal y extraordinario de tu vida. Uno de esos acontecimientos que deciden la vida de un hombre. Ocurre después de que oyes las palabras que Athos dirige a los otros dos: “Son cinco y nosotros solo tres; nos vencerán, de modo que tendremos que morir aquí”

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