ISLAM HOY no. 30, enero - febrero 2014

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La determinación del comienzo de un mes depende de la observación de la luna y de una autoridad legítima La Escuela del Sheij es un proyecto de escuela privada que pretende servir y contribuir en la tarea de formación de la juventud musulmana; representar un elemento de unión y dinamización de la población musulmana y ser referente válido y claro en Europa de las altas expectativas de los musulmanes por la integración de los valores de su noble tradición islámica con los más altos valores de la cultura clásica y occidental. “Nuestro desafío es llenar los corazones y llenar las mezquitas” Entrevista a Gribran Hasnaoui El calendario musulmán y la autoridad El acercamiento a Irán: un nuevo desafío El juez de Córdoba “Ve a verle tú solo, sin tu contendiente. Si te recibe, le destituyo; y se te rechaza, no puedo afirmar que sea injusto” Siria deja entrever que, a pesar de todo, los musulmanes son fundamentales para el desarrollo de este futuro PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · ENE/ FEB 2014 · Nº 30 · AÑO V ▶5 3 ▶7 ▶6 ▶ 10 ▶ 8 y 9 Los mercados en el Islam Presentación del plan de actuación de ‘La Escuela del Shaij’ Emir Malik A. Ruiz frente al ayuntamiento de Albolote.

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Trigésima edición del periódico ISLAM HOY.

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY 1

La determinación del comienzo de un mes depende de la observación de la luna y de una autoridad legítima

La Escuela del Sheij es un proyecto de escuela privada que pretende servir y contribuir en la tarea de formación de la juventud musulmana; representar un elemento de unión y dinamización de la población musulmana y ser referente válido y claro en Europa de las altas expectativas de los musulmanes por la integración de los valores de su noble tradición islámica con los más altos valores de la cultura clásica y occidental.

“Nuestro desafío es llenar los corazones y llenar las mezquitas”

Entrevista a Gribran Hasnaoui

El calendario musulmán y la autoridad

El acercamiento a Irán:un nuevo desafío

El juez de Córdoba“Ve a verle tú solo, sin tu contendiente. Si te recibe, le destituyo; y se te rechaza, no puedo afirmar que sea injusto”

Siria deja entrever que, a pesar de todo, los musulmanes son fundamentales para el desarrollo de este futuro

PUBLICACIÓN BIMESTRAL DE LA COMUNIDAD ISLÁMICA EN ESPAÑA · www.islamhoy.com · EJEMPLAR GRATUITO · ENE/ FEB 2014 · Nº 30 · AÑO V

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Los mercados en el Islam

Presentación del plan de actuación de ‘La Escuela del Shaij’

Emir Malik A. Ruiz frente al ayuntamiento de Albolote.

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Madrasa Editorial ha publicado recientemente el libro Islam en Al-Ándalus. Los autores son Ahmad Thomson, reconocido escritor y abogado inglés y Muhammad ‘Ata’ Ur-rahim. Ambos han colabora-do anteriormente en el libro Jesús, Profeta del Islam (Kutubia Mayurqa, también disponible en la página web de Madras Editorial). La traducción del inglés ha corrido a cargo de Hayy Muhammad Faridud-dín Bermejo.

Islam en Al-Ándalus es la conti-nuación de For Christ’s Sake (Taha Publishers, 1996) cuyo tema cen-tral es la historia del cristianismo en Europa. El objetivo principal de Islam en Al-Ándalus es explorar la historia de ese periodo extraordinario en el que los musulmanes florecieron en la Península Ibérica a la que solía lla-mársele Andalus y que comprendía las actuales España y Portugal. La presencia y la luz que aportaron los musulmanes fue, en gran medida, responsable del fin de la “era oscura” de Europa y su influencia aún persiste en nuestros días de muchas maneras.

Lo que sucedió en la Península Ibérica en el periodo comprendido entre el 711 y 1609 es algo fascinante.

Gran iluminación y tremenda oscuri-dad. Sabiduría inmensa e ignorancia profunda. Uno de los significados de Andalus en árabe es “hacerse tan liso y pulido con el tiempo que se desliza entre los dedos”, y esta es la historia de lo que allí ocurrió no solo una, sino muchas veces.

Islam en Al-Ándalus es un libro de suma importancia, tanto para musul-manes como para todos aquellos inte-resados en esta época histórica, pues-to que es uno de los primeros libros sobre Al-Ándalus escrito por musul-manes y propone un paradigma dife-rente al mito de la reconquista.

El libro está disponible en www.madrasaeditorial.com

En noviembre de 2013 la Comunidad Islámica en España ha acuñado por primera vez el dírham de plata con maquinaria propia

La Wakala, entidad que se encarga de la acuñación y puesta en circulación de esta moneda, ha adquirido la ma-quinaria necesaria para la acuñación. La wakala, entidad perteneciente a la Comunidad Islámica en España, acuña las monedas bajo la autoridad de Emir Malik Abderrahman, y así está inscrito una de las caras de la moneda. La otra, es idéntica al diseño del World Islamic Mint (WIM) puesto que estas monedas siguen estos estándares internacionales y así podrán ser usadas como medio de intercambio en todo el mundo.

La acuñación de estas monedas en un taller propio representa un paso más en un largo camino emprendido en 1992 por la Comunidad Islámica en España con la acuñación de la primera moneda. El principal avance radica en dos aspectos que derivan del hecho de poseer la maquinaria necesaria para crear esta ceca. El primero, que esto permitirá abaratar los costes de acuña-ción y por lo tanto ajustar la moneda lo más posible al precio de la plata conte-nida en la misma. Lo segundo, es que

dará independencia a la Comunidad Islámica en España en cuanto al tema monetario.

Aunque aún queda un largo ca-mino por recorrer, que pasa por la acuñación del dinar de oro y el fulus, además de dar a conocer esta mone-da e incrementar la red de comercios participantes en su aceptación, es un esfuerzo necesario dados los tiempos que corren, donde una de nuestras mayores preocupaciones y problemas es la economía. El dinar de oro y el dír-ham de plata representan la libertad económica del individuo y una vuelta a las transacciones comerciales hones-tas y sin intereses.

Las monedas contienen 2’975 gramos de plata pura y estarán en circulación a principios del 2014, si Dios quiere.

Se publica el libro‘Islam en Al-Ándalus’

Se establece la cecade Granada

Redacción

Sheij Umar Vadillo y la Doctora Humaira Awais Shahid, principa-les promotores de la Causa contra la Usura, continúan trabajando en la petición que actualmente está en proceso de trámite en la Corte Federal de la Sharia en Pakistán.

La Causa contra la Usura propo-ne la eliminación progresiva pero completa del actual sistema banca-rio del país –con el banco estatal de Pakistán a la cabeza, e incluyendo a los “bancos islámicos”– como par-te de un plan para abolir la usura de forma definitiva en Pakistán.

Sheij Umar Vadillo anuncia-ba el pasado mes de diciembre de 2013 que en las próximas sema-nas comparecería como parte del equipo legal de la Causa contra la Usura ante la Corte Federal de la Sharia. Además de la eliminación de la usura proponen una alterna-tiva, la que engloban bajo el título: “Muamalat, la alternativa al siste-ma económico usurero existe”.

La Corte Federal de la Sharia ha aceptado, tras una primera

observación, la Causa contra la Usura a juicio por lo que Sheij Umar Vadillo ha anunciado que él y todo su equipo están preparando el juicio para demostrar de forma contundente que la usura, y las di-ferentes expresiones de la misma en la sociedad, no están permitidas en el Islam.

La Corte Federal de la Sharia Pakistaní considerará la Causa contra la UsuraRedacción

Internacional

El 19 de diciembre de 2013 fue-ron presentadas en Astana, capital de Kazajistán, las nuevas monedas y los nuevos estándares de 2014 para el dinar de oro y el dírham de plata del World Islamic Mint, WIM (por sus siglas en inglés).

El equipo de WIM en Astaná, jun-to con Sheij Umar Ibrahim Vadillo, presentó a Nursultan Nazarbaev, el presidente de la república centroa-siática, las mejores monedas de di-nar y dírham jamás producidas en la historia, teniendo en cuenta la ca-lidad, medidas de seguridad, un re-volucionario holograma mejorado, marcas ocultas y una nueva aleación

de pureza 990 con la resistencia de una moneda +22k.

Esa misma semana se reunieron con la mayor compañía estatal de Kazajistán, que ha emprendido un programa completo de desarrollo que incluye: monedas físicas, un sis-tema mejorado de pago electrónico, también llamado e-dinar, y un nuevo fondo cotizado de oro.

Lo que se pretende con la acome-tida de un proyecto de estas dimen-siones, y la presentación del mismo al Gobierno de Kazajistán, es crear la infraestructura necesaria y un plan de actuación para introducir el di-nar de oro y el dírham de plata en la economía cotidiana del país. Puesto que la meta final de este patrón de moneda dual es dar a la gente un instrumento de intercambio libre de inflación y monopolio.

Presentación de las monedas WIM bajo el auspicio del presidente de Kazajistán

Internacional

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Durante los días 27, 28 y 29 de diciembre de 2013, la Comunidad Islámica en España ha visitado la ciudad autónoma de Ceuta, para dar a conocer su trabajo a través de varias charlas en las que presentó su historia, presente y futuro.

Se expuso el recorrido histórico de la comunidad desde sus comienzos durante los años 70 hasta la actualidad. Se presentó el proyecto educativo de la ‘Escuela del Shaij’, a cargo de la Fundación Educativa Al Ándalus, sobre el cual recayó gran parte del debate posterior debido a la relevancia que tiene la educación en estos tiempos. ISLAM HOY, que realizó una de sus primeras presentaciones públicas,

presentó sus cinco años de trabajo y dio respuesta en la rueda de prensa a diversos medios de comunicación de la ciudad. Madrasa Editorial tuvo una buena acogida entre el público, ya que sus libros, muchos de los cuales son traducciones de textos clásicos al castellano, llevan años iluminando los intelectos y corazones de todos los españoles.

Como broche a las jornadas se presentó Wakala Dinar y se hizo una exposición de la situación económica actual, al mismo tiempo que se plantearon diferentes propuestas al desmoronamiento del sistema económico.

Es importante agradecer cordialmente a la gente de Ceuta por su calurosa acogida, a los medios de comunicación por su difusión y a todos los miembros del Centro Cultural Al Idrissi.

Jornadas de presentación de la CIE en Ceuta

Redacción

Presentación del plan de actuaciónde ‘La Escuela del Shaij’

La Fundación Educativa Al Ándalus, encargada del desarro-llo del proyecto de ‘La Escuela del Shaij’, ha presentado en no-viembre de 2013 al ayuntamien-to de Albolote (Granada) el plan de actuación para la construc-ción de esta escuela.

La Escuela del Shaij es un proyecto de educación pionero en España ya que pretende au-nar, en una institución, el más alto nivel de formación acadé-mica con el desarrollo de las buenas cualidades de carácter en los jóvenes. Esta tarea, la del desarrollo de las buenas cualida-des de carácter, es de suma im-portancia para los musulmanes ya que el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean sobre él dijo: “No he venido sino a per-feccionar las nobles cualidades de carácter”.

El plan de actuación es un requisito previo para poder ob-tener la licencia de construc-ción, lo que permitirá empezar las obras en el terreno, que en

este momento está calificado como suelo rústico. El plan de actuación debe contar con va-rios documentos, entre ellos un plan de distribución del terreno y los metros a construir. Una vez aprobado el plan de actuación por el ayuntamiento de Albolote se elabora un informe consulti-vo para la Junta de Andalucia, el cual es preceptivo pero no vin-culante, y se ha de publicar dicho

plan de forma pública para así poder recoger posibles sugeren-cias o quejas.

Una vez dados estos pasos, que se calcula que pueden tardar entre seis y siete meses, si todo va bien se procederá a presentar un plan de edificación con vistas a obtener la licencia de construc-ción. Insha Allah se espera obte-ner la licencia de construcción para octubre de 2014.

El plan de edificación de la escuela, el cual ya está siendo estudiado y redactado, cons-tará de varias fases que se irán desarrollando a medida que se obtenga la financiación necesa-ria. La primera fase, que con la ayuda de Allah estará lista para el inicio del curso 2015/16, constará con las edificaciones básicas para obtener la licencia de apertura del Ministerio de

Educación y así poder atender a niños de primero y segundo de primaria.

La Escuela del Sheij es un proyecto de escuela privada que pretende servir y contri-buir en la tarea de formación de la juventud musulmana; representar un elemento de unión y dinamización de la po-blación musulmana y ser refe-rente válido y claro en Europa de las altas expectativas de los musulmanes por la integración de los valores de su noble tradi-ción islámica con los más altos valores de la cultura clásica y occidental.

Es éste un proyecto que per-sigue llevar a la práctica, en su más elevado grado, el signifi-cado de educación. Pretende abarcar todo el periodo de for-mación que comprende desde la educación infantil hasta el bachillerato, de tal manera que nuestros hijos tengan la opor-tunidad de impregnarse ple-namente de un sistema que les permita un buen desarrollo de su autonomía individual al mis-mo tiempo que la vivencia de la dimensión universal del Din del Islam (ambos procesos for-taleciéndose recíprocamente).

Redacción

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Allah gobierna el universodesde dentro del universo

Muhyiddin ibn Al‘arabi

EDITORIAL

Dice Allah en el sagrado Corán: “cierto que Allah está con los pacientes”. La paciencia es una de las grandes pruebas para el creyente, que debe luchar contra la lengua del ego e impedir que se queje ante la gente. La paciencia en las situaciones que nos rodean y en las relaciones con los demás es una gran prueba. Pero sin duda, la gran prueba de la paciencia es con uno mismo, contra sus ins-tintos y contra sus pasiones.

El mundo tecnológico en el que vivimos nos ha hecho percibir la realidad en una sola dirección. Estamos cargados de razones y de motivos que ayudan a reafirmar nuestra posición. Sin embar-go, tenemos que educarnos con la capacidad para percibir los matices que acompañan a cada situa-ción. Capaces de ver la otra cara de la moneda y las perspectivas desde las que se puede enfocar un asunto.

El Din del Islam es el Din del buen consejo. Y si somos pacientes, el consejo es el que hace que sea-mos capaces de ver esos matices tan significativos y que pueden cambiar por completo la visión que tenemos de una realidad.

ISLAM HOY pretende ser una herramienta de reflexión y análisis que nos ayude en nuestro ca-mino como seres humanos y como musulmanes, que nos haga analizar los diferentes ángulos y que nos ponga en disposición de actuar correctamente.

Pido a Allah que nos haga ser de los pacientes y que seamos de su partido. Pido a Allah que nos dé una intención correcta, que nos dé los medios necesarios para llevar a cabo nuestra tarea en Su camino y que nos otorgue lo mejor en esta vida y en la próxima, Amín.

Assalamu aleikum

Malik A. Ruiz Director

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Subdirector:

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Producción: GARNATA MEDIA

Salman Pinart

Muhammad Mujtar MedinillaUmar Molinero Luqman Nieto

Umar Molinero

Malik A. Ruiz

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ISLAM HOY MEDIA

El editor de ISLAM HOY expresa que podrá reproducirse, distribuirse o comunicarse públicamente la presente publicación, de forma global o parcial, mediante cualquier medio, sistema o procedimiento, siendo, el que posee el ejemplar, titular de los derechos para todas aquellas actuaciones que sirvan para la difusión de su contenido, en cualquier soporte o por cualquier medio, todo ello conforme a la ley de propiedad que establece la Sharíah islámica.

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GLOSARIO ‘Alim. pl.: ‘Ulamá: Un erudito, especialmente de las ciencias del Islam.Awliya: Persona cercana a Allah.Ayat: Lit.: Signo, indicación. Versículo del Corán.Baraka: La bendición que emana de una persona o lugar determinado.Dawa: Lit.: Llamada. Acto de llamar a la gente al Islam.Dhikr: Recuerdo y, en consecuencia, invocación de Allah.Din: La transacción vital, lit. la deuda entre dos partes, en este caso entre el Creador y el creado. Dua: Pedir a Allah.Dunia: Mundo de las formas aparentes.Emir: Persona de autoridad.Faqih. pl. fuqahá: Hombre que tiene conocimiento del fiqh en virtud del cual puede emitir juicios legales.Faqir: pl.: Fuqará. Lit.: Pobre. El que sabe que está necesitado y dependiente de Allah, el Rico y Autosuficiente. Fitra: La naturaleza innata del hombre, la particularidad con la que ha sido creado, su carácter genuino, gracias al cual reconoce a su Señor.Futuwa: Cortesía espiritual que se manifiesta en el buen comportamiento.Hadiz: Transmisión de las palabras del Profeta, a quien Allah bendiga y conceda paz. Halal: Lo permitido por la Shariah. Haram: Lo prohibido por la Shariah.Hayy: Uno de los cinco pilares del Islam. La pergrinación a la Meca.Ibadat: conjunto de prácticas de la adoración.‘Id. pl.: A’yad: Celebración para los musulmanes; existen dos al año, una tras el final del Ramadán y la otra tras el final del Hayy.Ihsan: Excelencia de carácter. Adorar a Allah como si te viese.Imam: persona que lidera el salat.Iman: Creencia islámica.Káfir. pl. kuffar: El no-creyente, el que tapa la verdadera naturaleza de la existencia.Sadaqa: dar en el camino de Allah.Shahada: Atestiguar; afirmar que no hay más divinidad que Allah y que Muhammad es el Mensajero de Allah.Sharia: La forma social y legal de una gente basada en la revelación de su profeta.Sheij. pl.: Shuŷuj. Título de respeto en virtud de la edad o condición social. En el sufismo, el maestro espiritual que te guía desde el conocimiento de tu “yo” al conocimiento de tu Señor. Sunna - lit. ‘forma’; la práctica acostumbrada de una persona o grupo de personas. La Sunna es la práctica del Profeta, que Allah bendiga y le conceda paz.Sura: Capítulo del Corán.Tafsir: Comentario y explicación del Corán.Tasawwuf: Cincia del sufismo.Taqwa: tener conscienia de Allah a la hora de actuar. Temor de Allah.Ummah: Comunidad de seguidores del profeta Muhammad.Waqf.pl.: Awqaf Poner el cuerpo de una propiedad fuera de nuestro dominio para traspasarlo hasta el Día del Juicio a la Propiedad de Allah, dedicando su usufructo en beneficio de otros.Zakat: Impuesto sobre la riqueza, uno de los cinco pilares fundamentales del Islam.Zawiya: – lit. esquina. Lugar recogido en el que los sufíes se reúnen para llevar a cabo las prácticas de adoración y recuerdo de Allah.

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Nos encontramos en el ba-rrio granadino del Albaicín, y desde el momento que nos en-contramos Gibran rebosaba de energía e inquietudes. Gribran Hasnaoui nació en Francia, Paris, su padre es musulmán de origen argelino, su madre es francesa y ha abrazado el islam. Estudió ingeniería eléctrica y se fue a Dubái siguiendo su afán de descubrir. Allí cono-ció a musulmanes de todos los lugares del mundo y desde ese momento no ha dejado de via-jar y aprender las diferencias y similitudes de los musulmanes allí donde va, en busca del islam puro que le gustaría encontrar. Hace cuestión de semanas con-cluyó la primera edición de los Mokhtar Awards, un concurso de cortometrajes para musul-manes, que Gibran lanzó y con-virtió en todo un éxito a nivel nacional en Francia. Su sed de actividad y trabajo no acaba aquí, dice, todavía queda mu-cho trabajo por hacer.

Has venido a conocer Granada y has estado aquí cer-ca de una semana. ¿Qué te trae al corazón lo vivido?

¡Alhamdulillah! Granada es una ciudad maravillosa. No solo por la historia sino por la gente que vive aquí, está llena de amor por Allah. Es mi se-gunda vez aquí, la primera vez vine para hacer turismo, pero está vez he venido para descu-brir a los musulmanes.

Cuéntame un poco acerca de los musulmanes en Francia.

El Islam en Francia…, so-mos seis o siete millones de mu-sulmanes de muchos orígenes diferentes; también hay muchos conversos, jóvenes conversos, y ahora tenemos una nueva gene-ración que está en búsqueda, en búsqueda de conocimiento. Por norma general estamos bien educados, primero en los cole-gios y luego en las universida-des; pero ahora lo que nos falta, y por eso estamos en búsqueda, es un camino hacia Allah.

Es verdad que tenemos muchos líderes y opiniones diversas y que la comunidad musulmana en Francia es muy activa económicamente: hay muchas empresas, todos los jóvenes profesionales quieren comenzar su propio negocio y creo que es un momento de re-novación con la nueva genera-ción que está por venir.

¿Cómo son los jóvenes musulmanes franceses? ¿Qué quieren? ¿Qué hacen?

Los jóvenes musulmanes en Francia están en búsqueda de un camino que pueda acer-carlos a Allah. También están en búsqueda de libertad y de nuevas ideas que les permi-tan ser más libres; más libres del sistema educativo, del sis-tema del Estado, del sistema del Gobierno… Somos una generación que no confía en el sistema político y económico actual. Hay mucha gente que quiere salir de este sistema; al-gunos lo hacen emprendiendo negocios, abriéndose al mundo online. Somos jóvenes que via-jamos mucho; nuestra genera-ción no es como la de nuestros padres, que solo viajan a su país de origen y en verano; no, aho-ra los jóvenes viajan a destinos diferentes, aprenden idiomas y conocen a nuevos musul-manes allí donde van, con lo cual aprenden o comparten las mismas cosas desde diferentes puntos de vista. Es una época excitante para los musulmanes en Francia.

¿Cuál es la opinión ge-neral de la sociedad francesa acerca de los musulmanes?

Francia y el Islam… Fran-cia y los musulmanes… es una situación un poco complicada. El Gobierno, los políticos, los medios de comunicación, no es que no les guste el Islam, lo que no les gusta es Allah, no les gus-ta hablar de Dios. Puedes ser musulmán de una forma perso-nal en casa, es decir, en la calle no eres musulmán. No puedes molestar a nadie ni a ninguna estructura con tu práctica del Islam. En tu casa puedes ser musulmán, pero si llevas el Is-lam a la calle o a la sociedad, la

economía o la educación… en-tonces es problemático. Porque propone un rival, una alternati-va y competencia al Estado y al secularismo que prevalece, que es la religión del Estado francés. Es una religión basada en una iglesia sin Dios. Es complicado en nuestro país hablar de Dios. Pero alhamdulillah, en nuestro país, la gente está sedienta de Allah, sedienta de Dios. Creci-mos con una educación secular, sin Dios; pero cuando los jóve-nes llegan a los veinte, veinticin-co años, ya sean musulmanes o no, están sedientos de Dios, quieren aprender más y enton-ces el Islam se presenta de una forma perfecta para toda está gente. Los franceses están pre-parados para que se les hable de Allah, pero a los medios de co-municación y a los políticos no les gusta el tawhid, les da miedo hablar de Allah. Aun así creo que la genta está preparada.

¿Se conoce el dinar y el dírham en Francia?

Hay algunos movimientos en Francia que están intentan-do hablar del dinar y el dírham, pero la mayoría de la gente piensa que la alternativa es is-lamizar el capitalismo y usar bancos islámicos. Hay mucha gente que no entiende cuando se les habla de dinar y dírham, pero esto es porque hay mucha propaganda sobre los bancos islámicos y la gente piensa que son una alternativa real islámi-ca. Pero no lo es. El dinar y el dírham se están introduciendo poco a poco, la gente está co-menzando a hablar acerca de esto y, a raíz de la crisis, hasta los no musulmanes saben que la solución a esta crisis es una moneda de oro y de plata. Esto nos presenta una oportunidad para hablar del Islam y para ha-

cer dawa y decirle a los no mu-sulmanes: “La solución está en nuestro libro”.

¿Qué líderes hay en la so-ciedad musulmana francesa? ¿Se organizan a través de emi-res?

En Francia no existe esta noción de líderes. No estamos educados en cómo se debe es-tablecer el gobierno de una for-ma islámica. La mayoría de la gente está intentando islamizar la democracia, hablan de eco-nomía islámica, democracia islámica…, y creo que no es el camino. He encontrado mucha gente durante mis viajes que me convencieron de que no hay ne-cesidad de islamizar las cosas. Lo que ocurre es que no esta-mos educados en la forma de gobierno de los musulmanes, del Dar al Islam, y ésta es la for-mación que debemos adquirir.

Nuestros padres constru-yeron las mezquitas en Francia durante los años 70 y 80, las primeras generaciones. Nuestra generación está estableciendo escuelas. Hoy en día el desafío para los musulmanes franceses es la educación, comenzando por aprender qué es el Islam y cuáles son nuestras formas de gobierno y de economía.

¿Cuáles son los retos y de-safíos actuales más importan-tes a los que los musulmanes franceses se enfrentan?

Nuestro desafío como comunidad de musulmanes en Francia es la conexión con Allah. Tenemos muchos mu-sulmanes profesionales en di-ferentes sectores de la sociedad; sin embargo, nuestros corazo-nes están vacíos. Y en las mez-quitas…, aunque están llenas los viernes para la oración del yumuah, no sale nada de ellas, la gente está durmiendo duran-

te el jutba en nuestras mezqui-tas. Nuestro desafío es llenar los corazones y llenar las mezqui-tas. También construir escuelas donde podamos enseñar litera-tura, economía, arte, etc., que vaya en consonancia con las en-señanzas del Islam. Todos he-mos recibido una educación en universidades laicas, tenemos una educación sin Dios y el ob-jetivo es este: educar a la gente, educar los corazones, y esto es lo que debe hacer nuestra gene-ración. Queremos hacer esto y más, insha Allah.

¿Qué pasos se deberían tomar para superar estos de-safíos?

En Francia tenemos un problema y es que la gente es muy individualista. Y los mu-sulmanes al venir de diferen-tes orígenes y tendencias, hace que cada grupo tienda a pensar que tiene la verdad; su grupo de amigos, su comunidad, su mezquita… Esto también está impregnado de la visión fran-cesa post-revolucionaria de que cada uno puede pensar como le parezca, decir lo que le parezca y hacer lo que le parezca, y que todos somos iguales… Y esto no es Islam, esto no forma par-te del Islam. Es como si cada uno quisiese tirar de la cuerda por su lado, no se avanza. Todo está muy influenciado por la individualidad de la sociedad y suele dominar el “tanto tienes, tanto vales” y el pensamiento de que todo se puede comprar, incluso a las personas, y sus corazones… Esto no es Islam. No hay gente que escuche y aprenda de los que saben, de un sheij; nos hace falta esto, somos muy individualistas. Necesitamos aprender a callar-nos y aprender a escuchar para poder aprender.

“A los políticos les da miedo hablar de Allah”

Entrevista a Gibran Hasnaoui

Umar MolineroGranada

Imagen de la entrevista a Gribran Hasnaoui por ISLAM HOY.

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY6

El acercamiento a Irán: un nuevo desafío

El presidente iraní ha capi-talizado en la vorágine geopo-lítica en la que accedió a su puesto como jefe de Estado. La cumbre del P5+1, celebrada en Ginebra a finales de noviembre, situó a Irán directamente en el centro de la escena internacio-nal, los Pes (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Merkel) fueron prisioneros de esa es-tratagema diplomática. Todos estos estados han alineado sus intereses con Irán al mismo tiempo que el derramamiento de sangre en Siria cementa en una falsa narrativa del P5+1 e Irán frente a los saudíes, Turquía y las bandas de yiha-distas que causan estragos en Siria. La Cumbre de Ginebra no tuvo nada que ver con energía nuclear –el acuerdo alcanzado fue lentamente cediendo a fa-vor de Irán– y tiene mucho que ver con la aparición de nuevas alianzas y juegos geopolíticos en el Medio Oriente, con Siria como energía centrífuga.

El hecho es que si uno se aleja de esta dialéctica, en la que los estados Occidentales se alinean con Irán mientras man-tienen un discurso diferente, todo comienza a tomar un tono grisáceo. En términos pura-mente estratégicos la presencia

de ciertos grupos para-militares en Siria ha causado más daño que beneficio a los que han sido acusados de apoyarlos. Se ha aislado a Arabia Saudita a la vez que se ha ejercido presión para que continúe en sus es-fuerzos de apoyar una guerra civil sin resultados. Los Ijwaan en Estambul continúan siendo cada vez más irrelevantes y la dependencia turca del petró-leo iraní ha vuelto al centro de atención con las acusaciones de corrupción presentadas sobre la directiva de la banca estatal que supervisaba la política oro-por-petróleo. La llamada de libertad del pueblo sirio después de dé-cadas de liderazgo orwelliano ha sido acallada por el hacha de guerra. Los distintos bandos neutralizados por sus diferen-cias internas insustanciales.

Esto nos lleva a la cuestión de lo que significa este acerca-miento a Irán, dentro del con-texto geopolítico mundial, para los más de mil millones de mu-sulmanes que una vez más se encuentran acorralados en una dialéctica desde la que nos po-demos expresar pero no pode-mos actuar.

El aislamiento Supranacional de los Estados

Siria es el resultado de una vieja lógica y forma de razona-miento que sentó las bases de las estructuras económicas y políticas que ahora están cayen-do a pedazos. Es la lógica que dio origen a la idea del nacio-nalismo, de la nación-estado y

el fundamento de las relaciones internacionales como expresión de los intereses de estas entida-des políticas.

De esta forma el naciona-lismo dio libertad ideológica al gobierno de la minoría de Assad. Lógicamente, con el tiempo, este gobierno se enfren-taría a las exigencias de la mayo-ría musulmana de Siria. Arabia Saudita, igualmente producto de este nacionalismo, usaría las crueles herramientas de la in-tervención extranjera, que ella misma había experimentado, y el AKP turco utilizaría sus afi-nidades con los Ikhwan con el fin de imponer su influencia en Siria. Lógicamente Irán prefie-re apoyar un régimen asesino que ver a musulmanes libres que cortarían su punto de en-lace con Palestina. Por lo tan-to, se puede esperar que el P5 termine alineándose con una Irán chií. A pesar de su posición ideológica, la base del estado iraní es más congruente con los estados occidentales que las de los estados árabes que ellos mismos producen. Así pues, en Siria, el colapso de esta lógica es el resultado de las necesida-des de los estados para proteger sus intereses vitales, en lugar de proteger mujeres y niños.

El acercamiento a Irán, a pesar de la cautela que usan los actores involucrados para defi-nirlo, representa el fin del ideal normativo de una Comunidad Global a la que ahora se supedi-tan los particulares de intereses

nacionales. Aunque los inte-reses nacionales siempre han sido fundamentales en el juego geopolítico, las reivindicaciones anteriores con referencia a la necesidad de una justicia global ya no son capaces de producir ramificaciones reales.

América y la Unión Europea se han retirado de la función de policías morales globales ante las crisis económicas y las in-certidumbres de integración dentro de la UE. La alineación con Irán apunta hacia la nece-sidad de asegurar intereses a través de satélites aliados, cuan-do hace una década estarían garantizados por la declaración de una moral imperativa y una acción directa.

Hacia la revalorización de todos los valores

Este colapso de la lógica de los estados y de la Comunidad Global, exige que los musulma-nes se den cuenta del mundo que está surgiendo ante nues-tros ojos. En primer lugar, ya no podemos depender de estados ni de líderes de la antigua gene-ración para que nos represen-ten. No existe la Comunidad Global, sino intereses locales y los musulmanes caen con de-masiada frecuencia en el lado equivocado de estos intereses.

En segundo lugar, los mu-sulmanes debemos comenzar a fortalecernos con el fin de ser capaces de ser una unidad. Si no podemos hacer nada para detener la guerra de Siria, po-demos ayudar a los afectados

y podemos desarrollar nuestra unidad con el fin de detener una situación similar en el fu-turo. Las tendencias actuales apuntan a que Siria es la prime-ra entre muchos casos que están por llegar. Asia Central será el siguiente escenario.

Si los musulmanes se en-cuentran relegados continua-mente a un rincón dialéctico, ¿dónde están nuestros líderes, aquellos que nos representan y que deben conducirnos fuera de ese rincón? No necesitamos de estados para construir co-munidades que sean capaces de funcionar, desarrollarse y enri-quecerse a través del comercio. Tenemos que desarrollar una nueva generación de líderes de entre estas comunidades que son capaces de hablar en un idioma global, sin perder el sig-nificado del Islam. Los musul-manes deben construir unidad a través de comunidades y crear liderazgo que pueda sentar los pilares para afrontar las reglas de juego del futuro que se pre-senta ante nosotros.

Siria deja entrever que, a pesar de todo, los musulmanes son fundamentales para el desa-rrollo de este futuro. Podemos continuar sin líderes y ocupar-nos en separaciones morales internas o podemos redefinir el mundo y nuestra posición en el. Desde esta posición podemos redirigir al mundo fuera de la ideología de esta lógica ya aca-bada y reemplazarla con una guiada por el honor del Islam.

Parvez Asad SheikhBarcelona

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY 7

Dice Allah en Su libro: “El número de meses para Allah es doce, en el Libro de Allah, el día en que creó los cielos y la tierra. De ellos, cuatro son inviolables. Este es el Din recto”. Sura at-Tawba, 36.

El libro de Allah al que alude la aleya es al-Lauh al-Mahfudh (la Tabla Protegida). Allah estableció estos meses y les asignó sus nombres el día en que creó los cielos y la tierra, y todo ello lo reve-ló a Sus Profetas en los libros revelados.

Esta aleya indica la impor-tancia del calendario, tal como lo conocían los árabes, para la determinación de los actos de adoración como el ayuno, los ritos de la Peregrinación y demás. Los meses son lunares y el número de días no sobre-pasa de treinta, dependiendo del recorrido de la luna en sus fases.

Fue ‘Umar Ibn al-Jattab quien estableció que el primer mes fuera Muharram y el últi-mo Dhul-Hiŷŷa. Y los cuatro meses inviolables son Raŷab, Dhul-Qi’da, Dhul-Hiŷŷa y Muharram. La determinación del comienzo de un mes depende de la observación de la luna y está ligada a la confirmación de dicha observación por parte de una autoridad legítima.

Dice Allah en Su libro: “Y quien de vosotros presencie el mes que lo ayune”. Ver el mes significa ver el hilal (la Luna Nueva Visible) del mes. El Mensajero de Allah, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “Ayunad al verlo y dejad de ayunar al verlo, y si se os nubla, completad la cuenta de Sha’ban en treinta”. (Recogido por el Bujari).

Y así mismo está confirmado que el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, dijo: “No ayunéis hasta que no veáis el hilal y no dejéis de ayunar hasta que no lo veáis”. (Lo recogió el Bujarí).

Y transmitió at-Tirmidhi, de Abu Huraira, del Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz, que dijo: “Estad atentos al hilal de Sha´ban para Ramadán”. Dice Ibn Ŷuzai en su libro al-Qawanin al-fiqhiya: “El ayuno de Ramadán y la ruptura

del ayuno el día del Fitr, son obligatorios al ver el hilal, y si se nubla se completan treinta días”.

La visión de la Luna Nueva Creciente –hilal–, tiene varios aspectos:

El primero es que alguien vea el hilal de Ramadán, lo cual hace obligatorio que él ayune, según la mayoría de la gente de conocimiento, de manera que si rompe el ayuno tendría que recuperar y reparar. Pero, según Malik si ve él sólo el hilal de Shawwal, no deberá romper el ayuno por temor a levantar sospechas y evitar

equívocos y males mayores. Y hay quien dice que puede romper el ayuno a escondidas y en caso de hacerlo no recae sobre él reparación alguna en lo que hay entre él y Allah, pero si hay gente que lo sigue, se le castiga, si hay sospecha.

El segundo aspecto es que atestigüe su visión un solo testigo con lo cual no es obligatorio ni ayunar ni romper el ayuno.

El tercer aspecto es que atestigüen dos testigos de

confianza designados por la autoridad de forma que por ellos dos se confirma el ayuno y la ruptura del ayuno en el nublado de una manera unánime y si está despejado y hay una ciudad grande se confirma por ambos según lo más conocido.

El cuarto es que lo vea un grupo numeroso de gente, en cuyo caso se confirma aunque no sean de confianza, sin necesidad de testimonio.

El quinto es que la autoridad informe que se le ha confirmado.

El sexto es que alguien de

confianza informe que se ha confirmado para la autoridad o que lo ha visto la generalidad de la gente.

El séptimo es que la gente de un país informe de que lo ha visto la generalidad de la gente o que ha sido confirmado ante su autoridad.

El octavo es que informen dos de confianza que lo han visto.

El noveno es que uno de confianza informe que lo ha visto en un lugar donde no

haya una autoridad que lo pueda evaluar.

Y tiene cuatro ramificaciones:La primera es que si está

nublado se completan treinta días sin recurrir a lo que digan los astrónomos.

La segunda es que si lo ve la gente de un país es obligatorio para la gente de los demás países siempre que no haya una gran distancia, como es el caso del Hiŷaz y al-Andalus, y esta opinión es unánime.

De hecho, en la época de Al-Ándalus, había un sistema para conocer si se había visto el hilal de la luna en el norte de

África por medio de hogueras que se iban encendiendo con-forme se difundía la noticia confirmada de la visión del hilal, hasta llegar a la costa del estrecho, de manera que si en al-Ándalus no se había visto, pero sí se había visto al sur de Marruecos, la noticia llega-ba a la gente de al-Ándalus y viceversa.

La tercera es que si se ve el hilal de día es para la noche siguiente. Y dijeron Ibn Wahb e Ibn Habib que si se ve antes del mediodía es para la noche anterior.

Y la cuarta es que si ascien-de el hilal de Ramadán, pero no se hace manifiesto y luego se confirma al día siguien-te que se había visto, se hace obligatorio dejar de comer ese día y recuperarlo; y si se con-firma el creciente de Shawwal de día, se hace obligatorio romper el ayuno.

Todo esto pone de mani-fiesto dos cosas: una es que el inicio del mes lunar se esta-blece en función de la obser-vación del hilal y la segunda es que allá donde hay una autoridad establecida, el emir es responsable de enviar per-sonas que cumplan los requi-sitos obvios de capacidad de observar y ser de confianza en su testimonio, para que obser-ven el hilal y así lo testifiquen.

Un cálculo matemático no puede ni debe suplir la senci-llez y claridad de la sharia y la sunna. El argumento de que la umma es una, esgrimido para defender que toda la umma empiece y deje de ayunar un mismo día, no se sostiene. En primer lugar porque la umma es una por definición y en se-gundo lugar porque si algo re-presenta su unidad habría de ser el califato, y es sabido que en los tiempos en los que lo hubo y en los tiempos de ma-yor esplendor del Islam, el co-mienzo del ayuno del mes de Ramadán, al igual que su tér-mino, se establecía según la vi-sión del hilal. De hecho, en los tiempos de al-Ándalus, existía un conocimiento astronómico y matemático suficiente para establecer un calendario cal-culado y no se utilizaba. Por ello, no existe ningún argu-mento relevante para cambiar algo que está corroborado por la ley revelada y por la sunna y no se ve afectado por el paso del tiempo ni por los nuevos conocimientos que la ciencia moderna pueda aportar.

En tiempos de confusión se hace más preciso aún afe-rrase a la sencillez y humani-dad de la sharia y la sunna.

El calendario musulmány la autoridadAbdelgani MelaraGranada

El emir es responsable de enviar personas que cumplan los requisitos obvios de capacidad de observar y ser de confianza en su testimonio, para que observen el hilal y así lo testifiquen

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY8

Rasulullah, sala Allahu ‘alaihi ua sa-lam, lo primero que fundó, al llegar a Yazrib, antes de que le cambiase el nom-bre por el de Madinah al Munauarah (El lugar luminoso del Din), fue la mezqui-ta; y luego estableció la otra única ins-titución fundada por él, el suq, el ‘mer-cado’; de hecho ambas son auqaf. Con ello sentó las bases para el desarrollo de una sociedad iluminada y próspera a partir de la que se construyó el mara-villoso edificio del din de Allah, que se expandió rápidamente desde allí hasta el Atlántico y el Pacífico.

La mezquita es el lugar del salat (masŷid, ‘lugar de la saŷda’) y el suq es el lugar de las transacciones, el lugar del Zakat. Los dos pilares que Allah Ta›ala menciona juntos repetidamente en Su Noble Libro y que fueron la causa de la primera expedición llevada a cabo por Abu Bakr Siddiq contra los musulma-nes que se negaron a pagar el Zakat. Abu Bakr Siddiq: “No voy a permitir que se separe lo que Allah ‹Aza ua Ŷalla ha uni-do en Su Libro”.

Como dijo Sheij Dr. Abdalqadir as-Sufi en cierta ocasión: “Al lado del mer-cado siempre encontramos una mez-quita, pues el acto de la oración purifica las transacciones económicas”, convir-tiéndolas en actos de ibada (adoración). Ambos lugares son espacios para posibi-litar el acercamiento a Allah, y en ambos rige el principio de libertad de ocupar el espacio que uno encuentre libre, sin pri-vilegios ni reserva previa.

Es de sobra conocida la función de la mezquita; en todo caso no es el obje-tivo de este artículo analizarla. Nuestro objetivo es adentrarnos en el mercado y tratar de examinar su papel como medio de acercamiento al Creador.

Para empezar vamos a observar el principio fundamental de las transaccio-nes económicas y uno de los derechos del individuo, que el Profeta, sala Allahu ‹alaihi ua salam, declaró inviolables cuando dijo: “Son inviolables la sangre, el honor y la riqueza del musulmán”. La protección que estos tres derechos que Allah ‹Aza ua Ŷal-la ha otorgado al in-dividuo es esencial para el desarrollo in-dividual y social, y su violación acarrea el desmembramiento de la sociedad al romper el vínculo de la confianza entre los individuos.

Ahora vamos a centrarnos en lo que concierne a la riqueza, que es el terreno del mercado; para empezar vamos al ele-mento fundamental de la riqueza, que es la propiedad, ya que la riqueza está com-puesta de lo que uno posee, su propie-dad −en árabe al milk, es ‘aquello sobre lo que uno ejerce soberanía’, es decir, so-bre lo que puede decidir qué hacer con ello−. Ahora bien, los musulmanes deci-mos “al mulku lillah” (la soberanía perte-nece a Allah), lema que vemos repetido en las paredes de la Alhambra, como recuerdo para los soberanos que la ha-bitaban, de a Quién pertenece realmen-te la soberanía, siendo esta un atributo que les era otorgado temporalmente y

que debían ejercer como delegados, de acuerdo con los límites establecidos por su Real propietario, residiendo en ello su poder. Esto mismo es válido para cual-quier individuo. Es un atributo prestado cuya salvaguarda yace en su uso dentro de los límites establecidos por la Sharia, utilizando los bienes en el modo que complace a Allah, para lo que han sido creados, como un don de un Señor amo-roso y misericordioso. “Él es Quien ha hecho la tierra dócil para vosotros, ca-

minad pues por sus confines y comed de Su provisión” Sura de la Soberanía, 15. “Buscad el favor de Allah” Sura del Viernes, 10.

De modo que entendemos que la propiedad implica libertad de disposi-ción, es decir, dominio o soberanía so-bre algo; de hecho, al soberano o al rey se le llama malik. Podemos darle la vuelta a esta afirmación y decir que “quien deci-de sobre algo es su real propietario”.

Examinemos cuál es la función del mercado, cuáles son sus reglas y cuáles son las enfermedades que lo corrompen.

El mercado es el espacio de intercam-bio de bienes entre los individuos, cons-tituyendo una fuente de riqueza para es-tos y de prosperidad para la comunidad; siendo que los hombres hallan su fuerza en el grupo, puesto que se complemen-tan unos a otros en sus necesidades. Es el lugar donde se intercambian los bienes que uno produce o trae de otros luga-res por aquellos de los que uno carece y tiene necesidad. En esta transacción hay un beneficio mutuo, el pastor lleva sus rebaños y obtiene a cambio otros bie-nes necesarios. Igualmente el artesano, el comerciante, el médico, etc. Para que las transacciones sean enriquecedoras deben basarse en dos principios: la equi-dad y la libertad: “Ha elevado el cielo y

ha puesto la balanza  para que no abu-sarais al pesar y cumplierais el peso con equidad sin menoscabo”. Sura del Misericordiosos, 7-9. “¡Vosotros que creéis! No os apropiéis de los bienes de otros por medio de la falsedad, sino por medio de transacciones que os satisfagan mutuamente”. Sura de las Mujeres, 29. Es decir, debe haber equi-valencia entre los bienes dados y los ad-quiridos, y esta transacción debe ser de mutuo acuerdo y ejercida libremente.

Si no es así, vulnera el fundamento del milk. Ahora bien, para que el pastor, el artesano, etc., no tengan que ir buscando quién le va a cambiar su producto por aquello que necesita, existe una mercan-

cía en el mercado comúnmente acepta-da, que es la moneda. Esta mercancía debe cumplir unos requisitos que son:

1) El dinero –como ha sido defini-do en el fiqh (jurisprudencia islámica)− debe tener valor intrínseco. El valor no se le puede imponer desde fuera.

El dinero debe tener valor intrín-seco debido a que es la medida y al-macén del valor de las cosas. Un tipo de dinero abierto a una total mani-pulación artificial y a una valoración subjetiva no podrá cumplir estas dos funciones del dinero.

“(El dinar de oro y el dirham de plata) son el medio para medir el valor de las cosas... Son el juez para medir y determi-nar el valor de la riqueza cuando hay di-ferencias en la cantidad o cuando el valor

es desconocido” (Al Qaadi Abu Bakr Ibn Al-Árabi, Ahkam al Corán: 37, 1064).

2) El dinero no puede consistir en algo impuro, o naỳs, como heces o piel de cerdo.

3) El tipo de dinero que se use no puede ser algo perjudicial. La máxima bien conocida en Al qawaid al fiqhiyyah dice que lo que daña debe ser eliminado, es decir, un tipo de dinero que es perju-dicial, que va perdiendo valor, no puede ni debería ser utilizado como mone-da. Si el poseedor del dinero continúa perdiendo el valor de lo que posee sin ni siquiera usarlo, entonces este dinero no está siquiera manteniendo su valor. Esto es perjudicial para su riqueza y su trabajo.

4) El dinero no puede imponerse. Ningún tipo de dinero puede ser im-puesto a nadie, ya que el consentimiento mutuo es la base del comercio.

El oro y la plata, son los metales que Allah, subhanahu ua taala, ha mencio-nado en el Corán como moneda cuando menciona el dinar y el dirham, fijando estos su valor por su peso. Estos se han usado de modo prácticamente universal como moneda por sus características particulares: son incorruptibles, fácil-mente reconocibles y una pequeña can-tidad encierra un valor considerable, así

Los mercados en el IslamMuhammad Rafiq PallarésBarcelona

“Son inviolables la sangre, el honor y la riqueza del musulmán”. El Profeta Muhammad, sala Allahu ‘alaihi ua salam, declaró inviolables estos tres derechos del individuo como se mencionaen este hadith

Una de las veintidós puertas del Gran Bazar de Estambul.

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY 9

que si se hace comercio con tierras leja-nas, no hay que cargar un gran volumen para comprar muchas mercancías.

En el mercado rige el mismo prin-cipio que rige en las demás esferas de la vida del musulmán, todo está permitido excepto lo que Allah Aza ua Ŷal-la ha prohibido por ser perjudicial.

Podemos decir que las normas que se aplican son, de modo resumido: por supuesto, no cometer fraude, ni en las medidas ni en la calidad, ni vender lo que es haram. Como ya hemos dicho, no hay privilegios de lugar, el que llega primero se instala donde quiera; no hay impuestos ni tasas; no se pueden mani-pular los precios, bien por monopolio o vendiendo por debajo del precio de mercado para perjudicar a la compe-tencia; no se puede vender algo antes

de poseerlo, ni se puede vender el fruto de los árboles antes de que madure; las transacciones tienen que ser libres y de mutuo acuerdo; y no se puede forzar a alguien a comprar o vender algo que no quiera. Hay que esperar a que las mer-cancías lleguen al zoco para comprarlas, es decir, no se puede salir a buscar la ca-ravana antes de que llegue para obtener un mejor trato. En los artículos de pri-mera necesidad, el emir puede controlar y fijar los precios si ve que hay un abuso en ellos. No hay que entrometerse en una transacción que se está negocian-do; hay que evitar cualquier transacción que conlleve incertidumbre, como, por ejemplo, comprar una caja sin conocer su contenido o una mercancía de la cual no se conoce su estado; hay que pagar el salario antes de que al trabajador se le seque el sudor, es decir, inmediatamen-te; y está totalmente prohibida la usura en cualquiera de sus formas, no limitán-dose esta al mero préstamo con interés. Según la definición del cadi Abu Bakr Ibn Al-Árabi: “Usura es todo incremen-to sin obtener un contravalor”.

Estos son los principios básicos por los que se rige el mercado y que están desarrollados en la jurisprudencia de las principales escuelas de fiqh, siendo el aspecto del Din más profusamente

tratado; y estos son los límites estable-cidos por El Legislador, Aza ua Ŷal-la, para que el trato con los bienes que nos ha concedido nos beneficie y no nos perjudique, y Allah no es injusto con los hombres, sino que los hombres son in-justos consigo mismos. Hoy en día esto está a la vista de todos.

Si miramos la actividad económica actual bajo la luz del patrón revelado, veremos claramente la sabiduría que encierra y el perjuicio que acarrea apar-tarse de él.

El fraude en la cantidad o la calidad es evidente que perjudica al defraudado. Los privilegios en la ocupación suelen ser en relación al poder que se tenga, desfavoreciendo a los más débiles, que son los más necesitados del mercado. Los impuestos chocan frontalmente con

el principio de la propiedad como lo he-mos definido, y esto no solo en el mer-cado, sino en general, pues inhiben tu derecho de decidir sobre tus bienes en favor de quien los impone, pasando este

a ser el propietario de hecho. Hoy en día esto está claro, ya que si analizamos lo que pagamos, comprobamos que el mayor porcentaje del precio no va des-tinado a pagar lo que compramos, sino que se nos obliga a pagar por cosas que no queremos a través de los impuestos, como el IVA, el IRPF, el de sociedades,

el de carburantes, etc. Impuestos que se han añadido, a lo que compramos, des-de el primer paso del proceso de pro-ducción hasta que llega a nosotros. Un porcentaje que puede llegar al 90%, que en muchos casos se destina al pago de intereses de una deuda que no hemos contraído o, en el mejor de los casos, equipamientos sociales que se nos obli-ga a pagar vulnerando el principio de una transacción por mutuo consenso.

Lo único que el musulmán está obligado a pagar es el Zakat, que es el derecho de sus legítimos receptores, y no entregarlo es usurpar sus derechos. El resto es sadaqa, una donación vo-luntaria. Es precisamente a través de la sadaqa que se provee la sociedad de sus servicios públicos, como mezquitas, hospitales, escuelas, puentes, etc., que

son auqaf, instituciones destinadas a un uso especificado en su documento fun-dacional, con una aportación inicial que normalmente incluye algún elemento que produce los medios suficientes para su funcionamiento autónomo a perpe-tuidad. Al mismo tiempo producen un beneficio continuo para su fundador, ya que es un acto que incrementa su re-compensa incluso después de la muerte, una sadaqa ŷariah. Una descarga para la sociedad y para su fundador, ¿no es me-jor esto que esas instituciones que son una carga impositiva permanente para todos?

El perjuicio que causa la manipu-lación de los precios, bien por acapa-ramiento de un producto, monopolio o por hundir un producto bajando su precio por debajo del precio de mercado para luego comprarlo y más tarde fijar un precio alto, también es claro.

El principio de transacción libre de mutuo acuerdo además de ser vul-nerado, como ya hemos visto con los impuestos, también lo es por la impo-sición de una moneda, como la moneda de curso legal; y hoy en día todavía es peor, ya que ésta carece totalmente de valor, siéndole otorgado su valor por el banco central, de modo que nuestra ri-queza está a merced de sus decisiones,

convirtiéndose éste en su propietario de hecho.

La prohibición de vender algo antes de poseerlo y el fruto de las cosechas an-tes de que madure elimina del mercado todas las transacciones especulativas de la bolsa y de los mercados de futu-ros, que hacen que los productores, en muchos casos, se vean forzados a ven-der por debajo de los costes, viéndose empobrecidos por especuladores cuyo único fin es el lucro.

En el caso de la usura, es patente que la sociedad siempre se ha defen-dido contra ella, ya que al buscarse un beneficio en el alquiler del dinero, este no participa en el proceso producti-vo, empobreciendo así a la sociedad. Tenemos un ejemplo claro en la situa-ción actual de nuestro país. El banco central concede préstamos a la banca a un bajo interés con el dinero proce-dente de nuestros impuestos, y la banca privada, con este dinero, compra deuda pública a un alto interés, que tendremos que pagar con nuestros impuestos. Así que el tejido productivo carece de capi-tal y se incrementa su carga impositiva arruinándolo.

“Los que comen usura no se le-vantarán sino como se levanta en un ataque de locura el que ha sido tocado por el Shaytán. Eso es porque dicen: ‘La usura es como el comercio’. Sin em-bargo, Allah ha hecho lícito el comer-cio y ha prohibido la usura” Sura de la Vaca, 275 . “Allah hace inútil la usura pero da incremento a lo que se da con generosidad” Sura de la Vaca, 276.

Otro elemento esencial de la econo-mía en el Islam es el incentivo de hacer circular la riqueza. Si tengo un dinar y compro un cordero y el pastor compra una alfombra y este un telar, la circula-ción de esta pequeña cantidad estimu-la la producción y beneficia a todas las manos por las que pasa. Dice Aza ua Ŷal-la:

“A los que atesoran el oro y la plata y no los gastan en el camino de Allah, anúnciales un castigo doloroso:

El día en que, en el fuego de Yahannam, sean puestos al rojo (el oro y la plata) y con ellos se les queme la frente, los costados y la espalda: ‘Esto es lo que habíais atesorado en benefi-cio de vuestras almas, gustad lo que atesorabais’ Sura at-Tawba, 34-35.

La manera en que circula la riqueza en una sociedad y lo que produce mues-tra cuales son sus prioridades, algunas sociedades producen mezquitas y ma-drasas, su prioridad es utilizar la riqueza para un mayor conocimiento y acerca-miento al real propietario, Allah, con ello purificándose, ennobleciéndose y generando un bienestar real para esta vida y la otra, protegiendo a los débiles y encauzando el poder de los fuertes.

Hemos analizado cómo la riqueza está en la circulación de la moneda, si no circula no beneficia ni a su propie-tario ni a nadie, y para que esta circu-lación sea beneficiosa debe tener lugar dentro de los limites establecidos por el Creador cuyas bases son, que la moneda sea sana, que no esté corrupta, y que el mercado, que es el lugar de la transac-ción, también esté libre de aquello que lo corrompe. Impregnándose del cono-cimiento (ma’arifat) de Allah obtenido en la mezquita y transformando su ac-tividad en ‘Ibada.

Habrán triunfado los creyentes. Aquéllos que en su salat están presen-tes y se humillan. Los que de la frivoli-dad se apartan. Los que hacen efectivo el zakat. Sura de los Creyentes, 1-4.

No hay privilegios de lugar, el que llega primero se instala donde quiera; no hay impuestos ni tasas; no se pueden manipular los precios, bien por monopolio o vendiendo por debajo del preciode mercado

Plano del Grand Bazaar de Estambul.

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY10

“Allah reserva una gran re-compensa y una honrosa men-ción a aquel que restablece la verdad y la restituye a su verda-dero sitial”.

Califa Umar Ibn Al-Jatab

Cuando el juez Mohammed Ibn Bashir estaba agonizando y próximo a morir, el emir Al-Hakim I (796-822), uno de los más temidos por su fuerza y re-solución, que le había nombrado juez de la medina de Córdoba, se levantó en mitad de la noche para implorar y rogar a Allah que le proporcionase alguien que le pudiera reemplazar y nombrarlo juez de los musulmanes, cuando éste faltara. Una de sus mujeres más queridas, viéndolo en estas circunstancias, le preguntó a qué se debía esa acción en el seno de la noche. El emir contestó: “Con este juez mi alma estaba sosega-da y mi corazón completamen-te confiado en él, sin tener que preocuparme de los rumores, altercados y maleficios del pue-blo, sabiendo que era persona justificada y muy de fiar”.

Mohammed ibn Bashir era natural de Beja, hoy Portugal; había estudiado con los mejores maestros de Córdoba, llegando a ser un hombre muy instruido. En su juventud fue secretario del juez Al-Mosab Ibn Imran y de algunos altos dignatarios, pero dejó estas tareas para realizar el Hayy, la peregrinación a Meca. Los andalusíes aprovechaban este viaje al epicentro del cono-cimiento gnóstico, para una vez realizados los ritos de este rukn,

‘pilar’, del Islam, sentarse con los maestros de Oriente y el Norte de África, especialmente en Medina, El Cairo y Kairawan. Mohammed fue condiscípu-lo de Imám Malik en Medina Almunawara, asistiendo a las clases de algunos maestros de este gran sabio; siendo uno de los primeros que transmitió a Yahia ibn Yahia, el gran im-pulsor del Fiqh Maliki en Al-Ándalus, noticias directas de Malik ibn Anas. A su regreso se detuvo en Egipto para perfeccio-nar sus estudios, y cuando llegó de nuevo al Alentejo se encerró en su cortijo de Beja.

A la muerte del juez Mosab Ibn Inram, el emir hubo de sus-tituirle, consultando entre la gente de su proximidad. Elabás Abdelmalik El Meruaní le dijo: “Aunque el juez Mosab senten-ció en mi contra y esto me dis-tanció de él, reconozco que era hombre de virtudes y que sabía elegir bien a las personas. Así que Mohammed Ibn Bashir po-dría desempeñar bien esta fun-ción”. El emir hizo que le llama-sen, haciéndole romper su retiro en Beja.

En su viaje hacia Córdoba, el futuro juez, que pensaba que le obligarían a tomar la secre-taría del juzgado, se detuvo en Almodóvar del Río a fin de visitar a uno de los amigos y sirvientes de Allah. Cuando se encontraron en intimidad, Mohammed le expuso el porqué de su viaje, pero el sufí le anun-ció la muerte del Juez Mosab y que con seguridad le ofrecerían el puesto. “Aconséjame”, dijo Ibn Bashir. El wali le dijo:

−“Te haré preguntas sobre tres cosas, después no tendré in-conveniente en aconsejarte.

−¿Tienes mucha afición a co-mer manjares exquisitos, a vestir

telas preciosas y a montar ágiles cabalgaduras?

−No me preocupa lo que haya de comer para matar el hambre, ni los vestidos ni las ca-balgaduras que montar.

−¿Tienes suficiente fuerza moral para resistir la tentación de caras bonitas y otros apetitos de esa índole?

–Jamás me preocuparon, ni hago caso aunque me falten.

−¿Gustas tú de que la gente te alabe y ensalce? ¿Te disgustaría que te dejasen cesante, por ha-berte encariñado con el cargo?

–Poco me importa, hacien-do yo justicia, si me alaban o denuestan, ni me alegra el nom-bramiento ni me entristecería el cese.

−Entonces, querido her-mano, nada malo hay en que aceptes”.

Mohammed llegó al Alcázar y fue nombrado Juez de Córdoba e Imam de la Oración del Viernes. Una de las noticias aceptadas por todo el mundo en su época es que fue uno de los mejores jueces de Al-Ándalus. Era completamente incorrup-tible, no se doblegaba nadie y era resolutivo en sus decisiones. Era riguroso al aplicar la ley y, en materia de justicia, era seve-ro. No toleraba nada a la gente perversa, ni disimulaba nada por consideraciones políticas al emir ni se dejaba influenciar por los cortesanos que servían en palacio, ni por los que le rodea-ban, cualquiera que fuera su ca-tegoría, visires generales o altos funcionarios.

Una de las primeras provi-dencias que tuvo que tomar fue pronunciar sentencia contra Al Hakim I, negándole el derecho sobre unos molinos del puente de Córdoba. Y más adelante, ha-ciéndole devolver una esclava a

su legítimo dueño. Y a pesar de ello, el emir no le destituyó. Y es que esta relación que establece una dinámica de fuerza entre poder y justicia es lo que real-mente mantiene la confianza y el sosiego en las gentes, previe-ne contra la tiranía de aquel que no tiene quien le llame al orden y protege al pueblo ante las arbi-trariedades de los poderosos.

Para juzgar se sentaba en un banco de la mezquita de Abu Uthman, sin que nadie se sentara a su lado. Despachaba desde el alba hasta el mediodía para los litigios, y desde el duhr hasta el asr para la presentación de pruebas. No admitía prue-bas fuera de ese tiempo, y no consentía fuera del lugar en que daba audiencia que se le hablase de pleitos, ni siquiera en su casa. Fue sumamente escrupuloso en la aceptación del testimonio; rechazando testimonios inclu-so de amigos por ser cauto y precavido.

Su aspecto externo era lla-mativo. Se ha transmitido de persona que le conoció que solía llevar una mantilla color azafrán, zapatos de brillo refulgente y su

pelo peinado a cabellera partida, a veces se tocaba con un bonete de seda para la oración del vier-nes. Cuando los desconocidos le veían, no lo identificaban con la dignidad del cargo que ocupaba; pero cuando conocían su con-ducta y moralidad, le alzaban a la más alta consideración.

Se cuenta que un general de caballería, Musa Ibn Samaa, se quejaba de continuo al emir de que Mohammed ibn Bashir co-metía injusticia contra él. Dijo el emir: “Ve a verle tú solo, sin tu contendiente. Si te recibe, le destituyo; y se te rechaza, no puedo afirmar que sea injusto”. Salió el general de palacio y se dirigió a casa del juez. El emir envió un paje de su confianza para observar lo que acontecía y tener noticias veraces. Tardó poco en volver y dijo: “Viendo el ujier quién era el que se aproxi-maba, fue a avisar al juez, y éste hizo comunicarle al general: “Si a usted se le ofrece algo, vaya a expresarlo en la curia cuando el juez comience a dar audiencia”. Cuando el emir oyó la narración del paje se afirmó diciendo: “Ya sabía yo que Ibn Bashir es hom-bre justo, que no tiene toleran-cias ni debilidades con nadie”.

Como Mohammed Ibn Bashir, tuvo Al-Ándalus una pléyade de hombres que hicie-ron que Islam se extendiera por su sola presencia y proceder; siendo ellos en sus personas los garantes de la justicia entre las gentes. Hombres que no se inhibían, por su conocimiento, ante las injusticias y que sabían que se jugaban la vida ante los poderosos con sus decisiones. Este carácter humano es el que establecerá de nuevo el Din. ¡Oh Allah, haznos gentes de sinceri-dad y haz surgir de entre noso-tros capitanes y jueces!

Jalid NietoSevilla

El juez de CórdobaNoticias del juez Mohammed Ibn Bashircadí de Córdoba, Al-Ándalus

Puente romano de Córdoba sobre el río Guadalquivir, al fondo la Mezquita de Córdoba.

Cuando los desconocidos le veían, no lo identificaban con la dignidad del cargo que ocupaba; pero cuando conocían su conducta y moralidad, le alzaban a la más alta consideración

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El dogma del crecimiento económico

Desde que el ser humano es tal, ha necesitado de unas creencias y sistemas abstractos comunes para organizarse en grandes grupos. Precisamente eso es lo que nos diferencia de los comportamientos de otros animales con comportamien-tos sociales avanzados.

Así pues, una de las señas de identidad fundamentales de la humanidad es su obliga-toria práctica religiosa, expre-sada de múltiples y diversas formas a lo largo de la histo-ria, desde el animismo hasta el politeísmo hindú, desde la unicidad del Islam hasta el combate contra el sufrimien-to del budismo. Los ateos mi-litantes de nuestra sociedad mundial contemporánea son, por mucho que les chirríe, tan religiosos como monjes fran-ciscanos del bajo Medioevo. Obama, quien sigue siendo Premio Nobel de la Paz, es un religioso tan fundamentalista o más que aquellos que pre-tende exterminar en sus co-bardes ataques con drones.

La clave del asunto está en comprender que el capitalismo, el comunismo, el cientifismo o el humanismo son tan religio-sos como el zoroastrismo o el judaísmo, pues se basan en prin-cipios sobrehumanos (que no necesariamente sobrenaturales) e inalterables, como bien expli-ca el profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Dr. Yuval Noah Harari, a cuya Breve histo-ria de la humanidad derivamos para comprender mejor esta de-finición de “religión” que aquí no podemos desarrollar por fal-ta de espacio.

La religión capitalista sos-tiene uno de los dogmas más infumables que jamás haya propuesto credo alguno: su dios principal es el crecimiento infinito, soberano de otras dei-dades menores como la consa-bida “mano invisible” de Adam Smith. El principio creador oculto, no obstante, es la usura.

Imaginemos a un construc-tor que acaba de cobrar un mi-llón de euros por levantar un hotel y que ingresa ese dinero en una cuenta corriente. En ese mo-mento, el banco tiene un millón de euros, exactamente la misma cantidad que figura en la cuenta del constructor. Pongamos so-bre el escenario a un empresario que quiere construir una fábrica,

para lo que pide un préstamo a ese mismo banco por un millón de euros. El banco se lo conce-de y el empresario le entrega ese millón al mismo constructor, quien lo ingresa en su cuenta. Resultado: el banco dispone de un millón de euros, pero el cons-tructor tiene dos en su cuenta.

Compliquemos un poco más el asunto imaginando que surgen unas complicaciones en la obra y el constructor le pide al empresario otro millón de eu-ros adicional. Éste consigue otro crédito del banco y se lo entrega al constructor, quien lo ingresa en el banco. Así, mientras que el constructor “tiene” tres millones de euros, el banco sólo dispone, en realidad, de uno.

Según la regulación fi-nanciera de EE. UU., modelo

internacional, el banco puede repetir este proceso de crear di-nero de la nada hasta que un to-tal del 90% del dinero que tienen en él sus depositarios no exista realmente. ¿Por qué? Volviendo a nuestro burdo pero ilustrativo ejemplo, porque se espera que el negocio del empresario gene-re una nueva riqueza que cubra ese vacío. Es decir, que el 90% del dinero mundial está sostenido únicamente por la creencia en el crecimiento continuo e infinito de la riqueza. Si el crecimiento se para, los bancos dejan de ser capaces de poder respaldar el 90% del dinero que manejan. Para paliar esto en parte, el sis-tema financiero tiene un útil instrumento que le brinda el dinero fíat: la inflación. Aunque eso perjudique gravemente a los

“feligreses de base”, forzosos o no, de la religión capitalista.

Todos los estados constitu-cionales actuales, por más que se definan como laicos, creen en la religión capitalista, y aceptan otros cultos subsidiarios como el del progreso científico (esto no significa que propongamos vol-ver a la Edad Media, sino que la mentalidad cientifista pretende conocer las respuestas a todo de un modo absolutamente religio-so). Lo peor es que la inmensa mayoría de sus habitantes, que se cree libre de la “opresión” an-tigua de la religión, está, en rea-lidad, sufriendo la peor y más fuerte opresión religiosa que el mundo jamás haya conocido.

Entender que existe una Realidad Única de la que parte todo nuestro universo empírico y que el objetivo del ser humano ha de ser vivir en armonía con ella es algo que se puede com-prender de un modo simple y natural. Entender que el creci-miento económico a toda costa, aunque implique jornadas labo-rales de 14 horas y 24.000 muer-tos por hambre al día, es el fin último de la humanidad resulta mucho más costoso de entender. Sin embargo, la mayor parte de la humanidad cree y aspira a ello. He aquí un gran motivo para reflexionar.

Nasim AbdassamiParedes MurilloSevilla

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY12

El sociólogo y filosofo fran-cés Jaques Ellul dedicó una bue-na parte de su carrera intelectual a la reflexión sobre la técnica y su  impacto en el individuo y la sociedad. Su libro La sociedad tecnológica (1964) analiza las características de la tecnología moderna, el sistema artificial, que con el propósito de la efi-cacia y la racionalidad, elimina, o subordina, al mundo natural. La tecnología, observa Ellul, en lugar de estar al servicio de la humanidad, hace que los seres humanos tengan que adaptarse a ella y aceptar un cambio total.

En una magnifica entrevista para la televisión,  La traición de la tecnología, dice Ellul: “Existe el sentir extendido de que la tec-nología nos hace libres, de que nos da capacidades enormes de movimiento, de adquisición de conocimiento; −y se pregunta− ¿libres de qué?”. Ellul se sirve del ejemplo del automóvil para ex-plicar esa libertad: el coche nos permite la libertad de disfrutar de autonomía y movimiento. Cuando llegan las vacaciones, tres millones de parisinos, libre-mente, cada uno independiente-mente del otro, y haciendo uso de la autonomía que el automóvil les proporciona, salen en enor-mes caravanas de tráfico hacia las playas del Mediterráneo. “¿Es esto un medio de liberación?”, se pregunta Ellul. Y se respon-de: “Todos esos individuos no han reflexionado por un solo momento que la tecnología y el modo de vida que practican les convierte en una masa comple-tamente uniforme, predetermi-nada y condicionada”.

Las reflexiones profundas de grandes pensadores del siglo XX, como Martin Heiddeger en su La cuestión de la tecnología (Die Frage nach der Technik, 1954),

son anteriores a la explosión de los medios de comunicación y la globalización del internet, pero sus análisis visionarios se anti-cipan a las consecuencias, cada vez más graves de un mundo y de un ser humano sometidos a los imperativos de la técnica.

Otro aspecto subrayado por Jaques Ellul repetidamente en su reflexión acerca de la tecno-logía es la pérdida de la respon-

sabilidad. Los procesos técni-cos fragmentan en numerosos compartimentos la actividad humana, de tal manera que cada individuo cumple con su parte del proceso y no se hace res-ponsable de las consecuencias, los accidentes, las injusticias o el desequilibrio, directo o indirec-to, que el proceso entero genera. Ellul pone como ejemplo un accidente en una presa hidroló-gica. Si la presa revienta, ¿quién es responsable?, ¿los geólogos, los ingenieros, los obreros, los políticos o los accionistas de la compañía? La responsabilidad está diluida, fragmentada y na-die asume la carga total de los fallos técnicos. Ejemplos más

recientes han sido el trágico descarrilamiento del Talgo en Santiago de Compostela el pa-sado mes de julio o el espantoso accidente de Spanair en el aero-puerto de Barajas, en agosto del 2008. En ambos casos es difícil señalar a los responsables de las tragedias; el proceso técnico se diluye y fragmenta en multitud de pasos, decisiones y tareas par-ciales, en las que el individuo es

tan solo una pieza del engranaje. Cada uno se compromete con su tarea técnica y el resto no le interesa.

Esta no es sólo una cuestión legal en casos de accidentes y tragedias, es una materia moral, de conciencia y de salud mental. Otro ejemplo más general es la implicación pasiva de los em-pleados y ejecutivos de las en-tidades bancarias y las grandes corporaciones, amparados en la supuesta inocencia del indi-viduo que sólo pretende ganar-se su sustento como empleado y no quiere asumir la parte de responsabilidad que carga, lo admita o no, al subyugarse vo-luntariamente a participar en la

actividad bancaria, a la cual ni juzga ni quiere que sea juzgada.

Una de las características del hombre-masa, al que se refería Ortega y Gasset en su obra ma-gistral de 1929, La rebelión de las masas, consiste en la aspiración a vivir sin supeditarse a moral alguna.

Si el racionalismo europeo de los siglos de la Ilustración cuestionó la tradición, puso en

tela de juicio todas las restric-ciones y limitaciones de la mo-ral, ridiculizó la consciencia asombrada de lo sobrenatural, y cuestionó las creencias de la Antigüedad, con el desarrollo de la tecnología y su globali-zación, las tradiciones de sabi-duría son aplastadas de forma implacable. Los conocimien-tos, artes y habilidades técni-cas, pasados de generación en generación, acerca de la natu-raleza, los oficios, el clima y la tierra, así como el conocimien-to de la realidad del hombre en el mundo, la adoración y los modelos de realización huma-na son trivializados por la in-dustria del cine, desactivados

en los planes educativos en escuelas y universidades y des-baratados por la adicción a las redes sociales, las “amistades” virtuales y la información in-vertebrada de Google,   que está al alcance indiferenciado de todo el mundo.

Jaques Ellul dictamina, des-de su perspectiva cristiana, que al desaparecer el respeto por lo sagrado, la nueva fuerza domi-nante –la técnica− se ha con-vertido en “lo sagrado”. 

Todo avance técnico tie-ne su precio, y debemos pre-guntarnos antes de aceptar las promesas de felicidad que un proceso técnico o un progreso económico nos ofrecen: ¿qué precio vamos a pagar? La pre-gunta de las sociedades anti-guas era: “Si perturbo el orden natural de las cosas, ¿qué pre-cio voy a pagar por ello?”. Y esa reflexión suponía un contra-punto a las ventajas y comodi-dades inmediatas de la técnica, una evaluación prudente y un medio de evitar los excesos, la corrupción en la Tierra.

Si esa pregunta se plantea acerca de las fórmulas mate-máticas de las financiaciones con interés y las deudas banca-rias, y las aún más sofisticadas formulaciones de los “produc-tos” de inversión en esquemas financieros usureros, la res-puesta es tajante y aterrado-ra,   y bien podría resumirse en el título de un seminario celebrado en Norwich en 1988 –el cual está publicado bajo el título−: “La usura, raíz de to-das las injusticias de nuestra época”. La “industria” bancaria es la aplicación de los impera-tivos técnicos a las finanzas y al dinero: ausencia de límites morales, falta de reflexión so-bre las consecuencias, desa-parición de la responsabilidad individual y de cualquier cues-tionamiento sobre la naturale-za de unos mecanismos, técni-camente eficaces, pero injustos y corruptores en su esencia.

Abdalhasib CastiñeiraCiudad del Cabo

La sociedad tecnológicaTecnología de la liberación y esclavitud de la tecnología

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY 13

La confusión de la navidad

La puerta a una nueva vida

En la mayor parte de Europa, y del supuesto mundo Cristiano, en estas fechas del año hay algo en el aire. A menudo se le llama “el espíritu de la navidad”. Nadie parece tener una idea clara sobre lo que este “espíritu” es, pero se manifiesta de forma evidente en una serie de artificios concretos tales como arboles decorados, Santa Claus, actividades como comer y beber en exceso, ir de compras y hacerse regalos.

Curiosamente, el vivir donde vivo, en Oriente Medio, le ha-ría a uno pensar que este es un asunto remoto y extraño para mí. Desafortunadamente no lo es. Emiratos Árabes Unidos es un lugar de expatriados y una mescolanza de culturas. Cientos de nacionalidades de diferentes religiones, o no religiones, coe-xisten aquí en armonía. El pro-blema es que la navidad, en su forma occidental popular, se ha convertido en algo visiblemente más celebrado en estos últimos años.

Hago mención a la for-ma “occidental” ya que difiere sustancialmente de la forma

cristiana oriental. Los árabes cristianos orientales se postran en oración, tal y como hacen los musulmanes, y evitan muchas de las innovaciones seculares. No piensen que por ello lo estén ha-ciendo bien; la cristiandad orien-tal enfatiza el rezo a los santos y

la veneración extrema de iconos, practicas que son totalmente in-correctas no solo en Islam sino en cualquier entendimiento bien inquirido del cristianismo.

He aquí la clave de la cues-tión que estoy planteando hoy: la navidad no tiene nada que ver con la cristiandad. El tremendo error del “concepto de la navi-dad” contiene una solemne ad-vertencia para los musulmanes sobre lo que ocurre cuando pier-des tus raíces espirituales, olvidas

las enseñanzas originales, y em-piezas, o bien a copiar el absurdo de otros, o simplemente a inven-tar cosas que te vengan bien.

Ya que no hay indicaciones bíblicas sobre el nacimiento de Jesús los primeros maestros cris-tianos sugirieron varias fechas.

Incluso a día de hoy, la Iglesia apostólica armenia celebra la navidad el 6 de enero, mientras otros, como las Iglesias orienta-les ortodoxas, incluida la copta egipcia, celebran la navidad el 7 de Enero.

Es difícil estar seguro de cuándo fue la primera vez que al-guien celebró la navidad el 25 de diciembre, pero los historiadores generalmente concuerdan en que fue durante el siglo IV, más de 300 años después de la vida

de Jesús y por tanto nada que ver con las enseñanzas bíblicas. Esto indica que probablemente se tomó una fecha imaginaria por-que sobre esa fecha ya recaía una fiesta pagana, que era el solsticio de invierno en Europa. Los paga-nos pre-cristianos temían que en este momento el sol no volviera a aparecer y por tanto hacían una celebración en su honor. La his-toria romana también muestra que la tradición de celebrar el 25 de diciembre como el nacimien-to de Jesús vino a los romanos desde Persia. Mirtha, el dios per-sa de la luz y los contratos sagra-dos, nació de una roca aquel día. ¿Les suena esto muy cristiano?

¿Por qué estoy hablando so-bre esto? ¿Acaso no es suficiente mencionar las practicas históri-camente incorrectas de la cris-tiandad? Los pormenores ya no tienen importancia. Puede que esto sea así, pero a lo que quiero llegar es a lo fundamental, que es la obediencia hacia aquello que Allah nos dice. El viejo y el nuevo testamento lo afirman claramen-te, pero han sido pródigamente desobedecidos por aquellos que dicen seguir la Biblia.

En el viejo testamento, en el libro de Deuteronomio 12:30-32 dice “…no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la mane-ra que servían aquellas naciones

a sus dioses, yo también les servi-ré. No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses. Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello qui-tarás”. Y si algunos piensan que esto es simplemente un man-damiento del viejo testamento que hoy ya no rige o tiene lugar, el apóstol Pablo hace la misma mención en los pasajes 2 y 6 de los Corintios.

Esta prohibición de inventar cosas en la religión es lo que los musulmanes llamamos bida’a (innovación) en Islam. Cito la Biblia en este artículo, no el Corán, para mostrar con termi-nante claridad que esta cuestión es compartida por todas las reli-giones abrahamicas monoteístas. El evitar los hábitos, costumbres y festivales paganos/kaffirs no tiene nada que ver con el funda-mentalismo islámico tal y como los medios de comunicación oc-cidentales quieren que se crea; es una orden directa y lógica para que no nos desviemos del cami-no seguro que se nos ha dado.

Así pues, por favor estén de buen humor, sonrían y dense buenas y alegres noticias… pero no tengan una feliz navidad.

Cada nuevo musulmán, cada musulmán en general, posee en su memoria un li-bro de momentos y detalles sobre su relación con Allah. Es complicado plasmarlo con palabras, y es mucho más complicado resumirlo y ele-gir un momento sobre otro. Ésta es la historia de un ca-mino que en un momento se bifurca y de cómo a veces las personas vemos claramente en un momento lo que nunca antes pudimos ver.

Pasé mi infancia y adoles-cencia en una ciudad peque-ña, arropada por mi familia pero sintiéndome siempre diferente; siempre hubo algo que latía dentro de mí y no sabía qué era, y eso intensi-ficó el deseo de salir y ver el mundo. Me mudé muy joven a Madrid, con 18 años, donde encontré esa ansiada libertad y pude perderme entre la gen-te y los edificios. Viví alejada de cualquier inquietud espi-ritual, en la superficie de mi vida. No profundizaba más allá porque pensaba que no lo

necesitaba, a pesar de sentir siempre que faltaba algo.

Con 26 años acepté un tra-bajo en Estados Unidos; me alejé de mi zona de confort y me adentré en lo descono-cido. No puedo narrar aquí cada uno de los momentos de mi vida en los que sentí que me estaba equivocando por-que necesitaría páginas y pá-ginas, pero sí he de mencio-nar aquel punto y final que a la vez fue punto de partida en mi vida espiritual.

Era invierno, el invierno más duro en aquella zona en los últimos diez años −eso de-cía la gente−. Me vi envuelta en una situación complicada, pero eso era algo constante en mi vida en aquel momento: el miedo, los gritos, llorar…; sobre todo el miedo. Eso es lo que más recuerdo, los ner-vios y la ansiedad. A través de la ventana del coche sólo veía oscuridad; la miraba fija-mente, intentaba adivinar qué había… Un bosque, monta-ñas, la naturaleza… Supongo que era el reflejo de mi propio interior. Pero en ese momen-to algo cambió; desesperada, preguntándome cómo había llegado hasta allí, cuántas de-cisiones equivocadas había tomado y cuál de ellas me

había llevado a aquella situa-ción, como si eso importara en ese instante… En ese mo-mento recé por primera vez en mi vida. De una manera rudimentaria e infantil recé, pedí ayuda a Dios. De ma-nera espontánea, sin pensar

en mis dudas teológicas de los últimos años siquiera, lo sentí como un acto instinti-vo. Primero pedí perdón por mis errores, por mi ceguera, por vivir en la superficie y ne-gar mi alma constantemente. Y pedí que me sacara de allí, pedí otra oportunidad. Sin re-flexionar, sin temor, en medio de esa escena de desespera-ción, gritos y locura, hice esa

petición. Y esa posibilidad me tranquilizó. Pasé de la total desesperación y rechazo hacia mí misma a una calma total. Los gritos no cesaron, pero yo ya no los escuchaba. Esa no-che terminó, salí de allí y mi vida continuó, pero no pude

olvidar aquel pensamien-to nuevo para mí. No quise abandonar esa idea y comen-cé a explorarla y a pedir ayu-da a gente de mi alrededor. Y ese fue el principio de todo. Mi verdadero cambio fue pa-sar de vivir en el vacío a asu-mir que Dios está ahí y que le necesitaba.

Durante mi adolescencia y juventud había caminado por

un sendero cuyo fin era un abismo al que llegué aquella noche. Había dos opciones, precipitarme al vacío o pres-tar atención a ese otro sende-ro que se abría junto a mí en ese momento y que antes no podía ver. Mi verdadero cam-bio interior sucedió cuando entendí que no estaba sola, que había sido creada y que realmente existía un cami-no que podía tomar. Tiempo después vino la inquietud por saber cómo responder a esa llamada, cómo encontrar la manera de agradecer tan sólo levemente y en la medida de mis posibilidades la segunda oportunidad que se me brin-daba. Mis sentimientos y mi intelecto me llevaron al Islam.

Y en ese punto empezó mi historia de nuevo. A veces miro hacia atrás y me duele; no comprendo dónde estuve y cómo llegué allí, pero he lle-gado a la conclusión que cada error del pasado y cada deci-sión equivocada fue otro paso más en la dirección que estaba marcada para mí y que debía llevarme exactamente a ese momento en el que mi mente y mi corazón confluyeron en un mismo punto y pude abrir la puerta a una nueva vida. ¡Alhamdulillah!

Suleyman BusbyDubai

Minerva FraileMadrid

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY14

Hay un libro cuyo título, La revolución europea, resul-ta sorprendente cuando se lee el subtítulo: Cómo el Islam ha cambiado el viejo continente. Y sorprende aún más que quien lo escribe sea un norteame-ricano, Christopher Caldwel, que escribe en el Financial Times, en el New York Times y es redactor jefe del Wakly Standard.

No es musulmán, aunque lleve tiempo escribiendo so-bre el Islam. De hecho, que no lo conoce bien se nota, por ejemplo (aparte de porque confunde términos y mezcla elementos no islámicos como si lo fueran) en algo tan básico como que en un libro de más de 400 páginas con el Islam como tema destacado, si bien no el único, ni mencione la usura como algo que éste no tolera. Y se nota también en que se haga un lío al hablar de Islam religioso e Islam político, sin darse cuenta de que Islam es un “din” (compromiso vi-tal) que abarca todos los ámbi-tos de la vida y no es una reli-gión al uso, como las otras que menciona en su libro. Se acer-ca bastante a intuirlo al menos, cuando al intentar explicar el término “Islam moderado”, se responde que si lo de mo-derado se refiere a la política, eso sería independiente de ser o no musulmán, y si se refiere a la religión, ¿qué significa ser moderado: no tomarse en se-rio su religión?

De forma muy acertada en su diagnóstico, el escritor ob-serva que todas las religiones, salvo el Islam, en Europa han acabado por no ser tomadas en serio por sus practicantes y cita como ejemplo a diversos personajes; en particular uno holandés que se decía católi-co, pero no por religión, sino por “cultura”. Sin comenta-rios. Refiere también la actitud mayoritaria (refrendada por diversas encuestas de opinión significativas) según la cual la inmensa mayoría de los eu-ropeos ha acabado viendo el escepticismo religioso como parte de la esencia de la eu-ropeidad. Menciona incluso unas afirmaciones del general británico Dannat, cristiano de-voto, que dice: “Algo va a llenar el vacío espiritual de Europa, y ese algo podría ser el Islam”.

Caldwel no sólo no es musulmán; su libro, en rea-lidad, está escrito más como aviso para navegantes y tiene un tono de prevención y des-confianza hacia el Islam. Pero como quiere ser objetivo y no cierra los ojos a la evidencia (si bien tampoco la ve en su justa medida y nunca abandona una visión confusa, cuando no ses-gada, del Islam), deja constan-cia de algunas observaciones que son interesantes, al menos en cuanto a datos relevantes:

En primer lugar, el peso numérico del Islam en Europa ya hoy día, y todavía más en un futuro próximo. Sin con-tar los conversos (y sólo en Alemania recoge el autor un dato según el cual hay un pro-medio de 4.000 musulmanes conversos por año y otro de la periodista Francesca Paci

que habla de unos 50.000 con-versos en Italia, si bien son sólo cifras estimativas), en Europa hay en la actualidad unos 20 millones de musul-manes: además de los nativos de los Balcanes, los aportan países como Francia, que tiene 5 millones, Alemania, con 4, Gran Bretaña, con 2, etc. etc.

Algunas ciudades y distritos importantes ya cuentan con mayoría –o casi- de musulma-nes. Son, en su mayor parte, de origen extranjero (turcos en Alemania, magrebíes en Francia o España, pakistaníes en Gran Bretaña…); pero lo curioso para el analista es que, al contrario que la inmigración latina en EE UU, que en las nuevas generaciones se integra en la cultura dominante, en el caso de los musulmanes, los de segunda y todavía más los de tercera generación siguen sintiéndose tan musulmanes como sus progenitores, o si acaso más; a todos los efectos, cada nueva generación de mu-sulmanes es como si fuera pri-mera generación. Sin embargo

son ya nacidos en Europa, y en muchos casos de padres naci-dos en Europa a su vez y, según todos los sondeos, se sienten, al menos en el sentido legalis-ta, británicos, franceses, espa-ñoles, alemanes… (raramente ingleses, escoceses, catalanes, pues los nacionalismos no les dicen nada; su nación es la umma del Islam).

Pero hay otra cosa más: mientras que el índice de nata-lidad de los europeos de antes cae en picado, el de los nuevos europeos (musulmanes) se mantiene alto y poderoso. Al ritmo actual (sin que se incre-mente el flujo de inmigración), la población, por ejemplo, de británicos “no blancos” (mu-sulmanes en su mayoría) po-dría tener para el 2050 siete millones de personas; mien-tras tanto, la población “blan-ca” de Europa, con sus actuales índices de natalidad, puede caer en un siglo hasta su cuar-ta parte; además de estar muy envejecida. Números cantan, que dicen.

Y en cuanto al arraigo de la mil’la musulmana (el au-tor no menciona ese térmi-no, pero está hablando de él, aunque no lo sepa; ¿o sí lo sabe?), tal vez sin darse cuen-ta del todo, lo explica él mis-mo cuando se pregunta por la escasa respuesta que Gordon Brown, que luego llegaría a ser primer ministro británico, cosechó en su llamamiento a sus compatriotas para que fuesen más explícitos acerca de los valores y costumbres que todos los integrantes de la sociedad deberían respetar, al margen de su procedencia. Y así, dice Caldwel:

¿Cómo podía esperar Brown que los inmigrantes y sus hijos ayudasen ahora a revivir una cultura por la que los nativos y sus hijos habían hecho poco más que mofarse de ella? Sobre todo cuando había una fuente alternativa de valores que se antojaba, para muchos inmi-grantes europeos, más legítima, coherente y viva que las desa-creditadas culturas nacionales de Europa. Hablamos, por su-puesto, del Islam.

Tal vez lo que necesite Caldwel es conocer mejor el Islam y, en lugar del bati-burrillo de datos, prejuicios y confusiones que maneja, adentrarse a conocer el din del Islam y entonces se dará cuenta de que un Islam eu-ropeo, como él parece espe-rar como mal menor, se dará en efecto, pero no como él pretende porque el Islam se adapte a las estructuras polí-ticas y económicas europeas, corruptas en su propia natu-raleza y planteamiento y de-cadentes en su funcionalidad, sino porque recoja lo mejor de los pensadores, artistas y científicos de la tradición y de la actualidad europea y lo integre en el Islam. Por eso, no se trata de “europeizar” el Islam, como parece desear, sino de islamizar Europa. Y si consigue discernir con mayor claridad, liberarse de ese pre-juicio tan absurdo como pre-potente de que todo lo que no sea Occidente es el infierno (¡como si esto fuera el paraí-so!), y abrir su corazón, puede que se dé cuenta de que, más que un peligro, el Islam es la solución que llega. Y Allah sabe más.

Islam y Europa

Yahia BallesterosGranada

Reflexiones y comentarios del libro La revolución europea

Menciona incluso unas afirmaciones del general británico Dannat, cristiano devoto, que dice: “Algo va a llenar el vacío espiritual de Europa, y ese algo podría ser el Islam”

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El aprendizaje de Guillermo Meister

En el último tercio del siglo diecinueve surge un tipo de novela autobiográ-fica, centrada principal-mente en el desarrollo espi-ritual del protagonista, que recibe más tarde el nombre de novela de aprendizaje, y que es cultivada por algu-nos de los mejores escrito-res de Alemania: Novalis, Hölderlin, Jean Paul; pero es Goethe quien establece el modelo de esta clase de ficción en El aprendizaje de Guillermo Meister.

La novela de aprendizaje es por definición la histo-ria de una persona que co-mienza a vivir en un estado casi completo de ignoran-cia, busca a personas que le sean afines, experimen-ta la amistad y el amor, se enfrenta a las duras reali-dades del mundo y, con las experiencias que todo ello le aporta, madura, se en-cuentra a sí misma y descu-bre también la tarea que le corresponde realizar en la vida.

A esto se añaden tres cosas. La primera es que el protagonista alcanza una vi-sión del mundo y de sí mis-mo positivas. La segunda, que no sólo debe reflexio-nar sino también actuar. Si Guillermo no actuara, para ayudar a Mignon, a los ac-tores, a Félix, el proceso de aprendizaje no tomaría lu-gar, ni Goethe lograría su ambición de elevar lo poé-tico hasta el nivel del co-nocimiento. La tercera, que esta clase de novela pre-tende crear un nuevo tipo de lector, activo no pasivo, que se compromete a desci-frar el significado del texto. En este sentido, el proceso

de maduración del prota-gonista debe ir acompaña-do con el del lector, quien debe alcanzar la estación que aquél logra. Pero aquí, lo importante reside en que no se busca cualquier tipo de lector; la novela se escri-be para el joven noble que se prepara para una vida de servicio público libre

de toda traba estatal, como claramente indica Goethe en una observación que le hace a Ekermann el once de octubre de 1828: “Mis obras no pueden ser po-pulares. Quien lo piense y trate de que lo sean comete un error. No están escritas para la multitud, sino úni-camente para personas con el rango de individuos que desean lo mismo que yo, cuyos objetivos en la vida son similares a los míos”.

¿Cuál es el proceso de desarrollo de la persona

individual en la novela de aprendizaje? Al principio, en la primera época de su entrenamiento como actor, Guillermo Meister comien-za sobre todo por equivo-carse. Durante bastante tiempo, se pierde en ilusio-nes vanas, errores, falsas ambiciones. Una experien-cia, sin embargo, que cons-

tituye el vehículo impres-cindible para el comienzo de su aprendizaje, en el que las disonancias y conflic-tos actúan como etapas de transición para el individuo en su camino hacia la ma-durez y la armonía.

En una segunda eta-pa, aparece la importan-cia fundamental de la he-rencia genética paterna. Para comenzar, el padre de Guillermo Meister parece sólo ser un estrecho mate-rialista a quien Guillermo deja atrás, pero aquí no

se acaban la cosas; con el tiempo, Guillermo se da cuenta de que la herencia paterna no puede ser recha-zada aunque se quiera, que por naturaleza ha de repe-tirse en él. Pero aquí hay una clave. Si bien hay que aceptarla, no por ello es in-eludible ponerla en prácti-ca de la misma manera que

el padre, puede hacerse de otro modo, de una manera ennoblecida, a un nivel in-trínseco más valioso.

Esto ocurre en la terce-ra etapa, con el ingreso del protagonista en la Sociedad de la Torre, donde el im-pulso vital de la herencia paterna centrada en la po-sesión de cosas materiales se purifica y se resuelve en el descubrimiento del deber sagrado de servir noble-mente, tal y como lo practi-ca la Sociedad aludida.

Esta Sociedad es una

organización secreta de-dicada a la educación del individuo y a su mejora espiritual y moral, a través de métodos pedagógicos y principios de vida comuni-taria divergentes de los de la organización social impe-rante; se preocupa especial-mente y trata de conseguir cambios fundamentales en el sistema económico en curso. Guillermo se integra en su comunidad de pensa-miento y descubre el deber sagrado del alto servicio a los demás como lo define la Sociedad, de tal modo que recibe de los labios del fan-tasma de su padre las pa-labras que confirman que ha conseguido recibir la herencia genética paterna con éxito: “Ich bin der Geist deines Vaters…und scheide getrost, da meine Wünsche für dich mehr als ich selbst begriff, erfüllt sind” (2:66). “Soy el fantasma de tu pa-dre… y me voy conforta-do, ya que lo que deseaba para ti se ha realizado de una manera más completa de la que hubiera podido imaginar”.

En la cuarta etapa de su aprendizaje, expresada en un famoso pasaje del libro octavo, Guillermo accede a la revelación de que todo desarrollo personal y social se halla dentro del círculo más amplio de la naturaleza que nos moldea en todo lo que debemos ser.

Guillermo recibe el don de comprender, por añadi-dura, que si bien la natura-leza es la fuente y piedra de toque de todos los valores y significados, sin embar-go no puede ser conocida absolutamente, debido a su prioridad sobre la con-ciencia cognoscitiva de los individuos. Un concepto de la naturaleza que será debi-damente clarificado y sus-tanciado por Ian Dallas en su novela seminal de apren-dizaje, El libro de los extra-ños, a mediados del siglo XX, como referido a Allah, Creador y Sustentador de los mundos.

Hajj Abdalbasir ha sido profesor de literatura es-pañola y universal en la Universidad del País Vasco y Premio Café Gijón. Ha publicado tres novelas, “Ismael,” “Guerrita,” y “Bajo la noche,” dos libros de poe-mas, “Traje de luces,” y “Sueños,” y cuentos en revis-tas españolas y americanas. En la actualidad es profesor de literatura universal en el Dallas College de Ciudad del Cabo.

Abdelbassir OjembarrenaCiudad del Cabo

Esta Sociedad es una organización secreta dedicada a la educación del individuo y a su mejora espiritual y moral, a través de métodos pedagógicos y principios de vida comunitaria divergentes de los de la organización social imperante

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Safar 1435 / Enero 2014 ISLAM HOY16