Junta de Andalucía - Secretaría General para el Territorio y la ......Subdirección General de...
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Zonas Especialmente
Protegidas de Importancia
para el Mediterráneo
Tesoro vivos del Mediterráneo
CONVENIO DE BARCELONA PARA LA PROTECCIÓN DEL MEDIO MARINO
Y DE LA REGIÓN COSTERA DEL MEDITERRÁNEO
Para más información:
MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE
Secretaría General para el Territorio y la Biodiversidad
Dirección General para la Biodiversidad
Subdirección General de Vida Silvestre
Gran Vía de San Francisco, 4 - 28005 Madrid
Tel.: 91 596 46 14 / 15 - Fax: 91 596 48 73
Edita:
MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE
Secretaría General para el Territorio y la Biodiversidad
Organismo Autónomo Parques Nacionales
NIPO: 311-04-005-7
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DESCUBRE LA VIDA CERCANA
La riqueza biológica del mar es el resultado de un frágil equilibrio
entre las especies vegetales y animales y el medio donde habitan.
Para que podamos ver delfines saltando sobre el agua o para que
los pescadores puedan capturar atunes, es necesario que haya peces
pequeños, algas, esponjas, plantas acuáticas, moluscos, crustáceos…
en definitiva que su entorno permita el funcionamiento de este
sistema vivo. Los elementos más pequeños o menos vistosos juegan
un papel primordial en el equilibrio de los ecosistemas marinos.
Para entender la vida en el Mediterráneo es necesario hablar
de la Posidonia. Estas plantas, que erróneamente confundimos
con algas, poseen unas hojas alargadas fácilmente reconocibles
por todos ya que cuando se secan se acumulan en las playas.
Aunque para algunos estos montones de hojas oscuras causen
desagrado y sensación de suciedad, su presencia juega un papel
fundamental en la salud de la playa ya que frenan el oleaje
protegiendo al litoral de la erosión, consolidan los fondos marinos
y aportan y fijan la arena.
Bajo el agua la Posidonia forma praderas, siendo el ecosistema más
importante del Mediterráneo, equivalente a los bosques terrestres.
La Posidonia es una planta con flores, hojas y frutos que vive a menos
de 50 metros de profundidad, allí donde llega la luz y puede realizar
la fotosíntesis. Las praderas de Posidonia, llamadas también algueros
o alguers, son la principal fuente de oxigenación del Mediterráneo
y constituyen el hábitat de más de cuatrocientas especies vegetales
y mil especies animales. Entre sus largas hojas verdes viven erizos,
estrellas de mar, esponjas, moluscos, anémonas, algas y muchos
peces que encuentran allí el lugar idóneo para alimentarse
y reproducirse.
MEDITERRÁNEO, ALGO MÁSQUE SOL Y PLAYA: UN MAR VIVO
El Mediterráneo, ese entorno conocido por sus aguas templadas,
sus playas de arena blanca, sus calas recortadas o sus temperaturas
cálidas, es sobre todo un espacio vivo.
En el Mediterráneo habita una gran variedad de especies animales
y vegetales que viven y se alimentan en sus aguas, que anidan y crecen
en su costa o que encuentran refugio en sus lagunas costeras.
A pesar de que la superficie del Mediterráneo representa menos
del 1% de la masa acuática del planeta, alberga cerca del 8% de
las especies marinas conocidas. A esta riqueza contribuye
su localización en una latitud templada, una costa recortada que
le envuelve y le va aportando aguas continentales con elementos
biológicos y materiales de diversa procedencia, y la coexistencia
de especies de distinto origen: atlántico tropical, templado y boreal.
Esta variedad de formas y manifestaciones de la vida y esta riqueza
de hábitats y de especies que han evolucionado y se han adaptado
a lo largo de millones de años, es lo que se conoce como biodiversidad
y es lo que hace que el Mediterráneo sea sobre todo un mar lleno de vida.
SÍNTOMAS DE LA DEGRADACIÓN
• Desaparición de humedales costeros.
• Pérdida de los sistemas dunares.
• Regresión de las praderas de Posidonia.
• Artificialización del paisaje.
• Salinización de acuíferos.
• Alteración de cauces y ramblas.
• Invasión de especies exóticas.
• Disminución de las poblaciones de peces de interés
comercial.
LA MAR EN PELIGRO
El Mediterráneo es un espacio de atracción para la población, tanto
como lugar de residencia habitual, así como uno de los principales
destinos turísticos. El aumento de la densidad de población,
la urbanización del litoral y las nuevas formas de vida asociadas
al incremento del consumo y al aumento de residuos –sobre todo
en los países de la ribera norte– están creando serios problemas
para la conservación de la riqueza natural del Mediterráneo.
Hay actuaciones que afectan directamente a los hábitats costeros
como la construcción de puertos, espigones, marinas o la rectificación
y modificación de playas.También los vertidos contaminantes,
los derrames accidentales de crudo de los barcos y las mareas negras
son otras de las fuentes de degradación más importantes
del Mediterráneo, teniendo en cuenta que este pequeño mar recibe
el 20% de los vertidos mundiales de hidrocarburos.
La sobreexplotación de los recursos pesqueros y la práctica de algunas
artes poco selectivas o agresivas para el entorno –redes de deriva
o de arrastre– es otra de las causas de la pérdida de vida en el mar.
Pero el Mediterráneo es en gran medida fruto de lo que le aportan
los cauces (ríos, ramblas, etc.) que desembocan en él. De hecho,
dos tercios de la contaminación marina tienen su origen en tierra.
Los vertidos industriales, agrarios o urbanos que las aguas
continentales transportan van poco a poco envenenando
al mar y van minando su capacidad de depurarse y regenerarse.
Algunas infraestructuras hidráulicas, como los embalses, realizadas
incluso a cientos de kilómetros del litoral, también generan cambios
en los hábitats costeros ya que reducen el caudal de los ríos. Con ello,
disminuyen los aportes materiales y biológicos del agua dulce
e impiden el movimiento de los peces migradores que utilizan
los ríos para desovar.
España, con nueve ZEPIM, es el país Mediterráneo que cuenta
en la actualidad con un mayor número de espacios que han
conseguido esta denominación. Hay cuatro espacios en Andalucía
(Isla de Alborán, Cabo de Gata-Níjar, Fondos Marinos del Levante
Almeriense y Acantilados de Maro-Cerro Gordo); dos en Cataluña
(Islas Medes y Cabo de Creus); uno en la Comunidad Valenciana
(Islas Columbretes); uno en las Islas Baleares (Archipiélago
de Cabrera); y uno en la Región de Murcia (Mar Menor y zona oriental
mediterránea de la costa de la Región de Murcia).
Hay otras cinco zonas incluidas bajo esta denominación entre
los países ribereños vecinos: Port-Cros (Francia); Kneiss, La Galite
y Zembra (Túnez) y el santuario de mamíferos marinos del mar
de Liguria compartido por Francia, Italia y Mónaco.
LISTA DE ZEPIM: TESOROS ESCOGIDOS
Los países del Mediterráneo, en el marco del Convenio de Barcelona
para la protección del medio marino y la zona costera
del Mediterráneo, firmaron en 1995 el Protocolo sobre las Zonas
Especialmente Protegidas y la Diversidad Biológica del Mediterráneo.
A partir de este documento se creó una nueva figura de protección
de carácter internacional, las ZEPIM, Zonas Especialmente Protegidas
de Importancia para el Mediterráneo.
Las ZEPIM son el resultado del compromiso de todos los países
ribereños para frenar la degradación del Mediterráneo de forma
conjunta y coordinada. Su objetivo es mejorar el estado natural
de este mar mediante el establecimiento de áreas especialmente
protegidas y también mediante la protección y conservación
de especies amenazadas o en peligro. Así mismo, existen otras redes
de zonas protegidas como por ejemplo la Red Natura 2000 de
la Unión Europea, que tiene como objetivo contribuir a garantizar
la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales
y de la fauna y flora silvestres en el territorio europeo.
Uno de los fines del Protocolo es crear una Lista de ZEPIM, esto es,
establecer un conjunto de espacios marinos y costeros protegidos
que garanticen la pervivencia de los valores y los recursos biológicos
del Mediterráneo.
Cada espacio propuesto para formar parte de esta Lista
es debidamente seleccionado y valorado entre todos los países
implicados. Para que una zona sea declarada ZEPIM debe
previamente contar con algún tipo de protección y debe contener
ecosistemas típicos de la zona mediterránea o hábitats de especies
en peligro. Además, ha de tener un interés especial en el plano
científico, estético o cultural o desempeñar una función importante
en la conservación de la diversidad biológica del Mediterráneo.
Estar incluido en la Lista de ZEPIM significa algo más que una
etiqueta de calidad, supone el firme compromiso de gestionar
correctamente estos espacios. Normalmente, al ser ya espacios
protegidos por la legislación nacional, los lugares incluidos
en la Lista cuentan con Planes de Gestión. En caso de no ser así,
se ha establecido la obligación de elaborarlos durante los tres años
siguientes a su inclusión en la Lista.
CABO DE GATA - NÍJAR
El Cabo de Gata-Níjar, abarca un espacio costero que incluye
38.000 hectáreas de tierra firme y una milla marina a lo largo
de 45 km de costa. Las caprichosas formas volcánicas construyen
un paisaje montañoso que es sorprendentemente abrupto en las
costas, alcanzando bajo las aguas profundidades de hasta 60 metros.
Las condiciones de aridez de esta costa peninsular, marcadas
por la escasez y la concentración de las precipitaciones en unos pocos
días al año, crean un entorno singular donde viven especies
endémicas únicas de esta zona de Almería.
ACANTILADOS DE MARO-CERRO GORDO
Los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, con una superficie
de 1.814,685 ha, están situados en la frontera sur de las provincias
de Málaga y Granada, ocupan una estrecha franja de 12 km de largo,
paralela a la línea de costa, y que penetra 1 milla en el interior del Mar
de Alborán.
Es un enclave de gran valor ambiental, debido a lo peculiar
de sus formaciones geológicas y a la gran biodiversidad que alberga
tanto en su espacio terrestre como en el interior de la milla marítima,
en la que hay que destacar la presencia de praderas de Posidonia.
Cuenta con 8 hábitats específicamente mediterráneos catalogados
por la Directiva 92/43/CEE, dos de ellos de interés prioritario.
Lo singular de su paisaje costero (acantilados poblados
por un incipiente bosque mediterráneo y calas recónditas),
así como la enorme diversidad e importancia de sus ecosistemas
submarinos convierten al Paraje Natural de los Acantilados
de Maro-Cerro Gordo en una zona de gran importancia
medioambiental merecedoras de la mayor protección posible.
ZEPIM EN ANDALUCÍA
FONDOS MARINOS DEL LEVANTE ALMERIENSE
Esta extensa área sumergida, en la que se incluyen los islotes de San
Juan de los Terreros e Isla Negra, contiene una de las más importantes
praderas de Posidonia de toda la costa española.
La necesidad de luz de esta planta acuática hace que la zona
protegida se ciña paralela a lo largo de 50 kilómetros de costa para
no ganar profundidad y no perder luminosidad. La conjunción
de distintos substratos rocosos -volcánicos, arenosos sedimentarios
y calizos-asociados a distinto tipo de vegetación, explican
la diversidad y riqueza de este jardín submarino donde multitud
de especies animales y vegetales habitan.
ISLA DE ALBORÁN
La isla de Alborán, a medio camino de la costa almeriense
y la de Melilla, en la zona de frontera de las aguas del Mediterráneo
y del Atlántico, es uno de los espacios más emblemáticos del Estrecho
de Gibraltar. Este trozo de tierra volcánica azotado por los vientos
y aislado en mitad de las aguas, conforma el hábitat de diversas
especies endémicas resistentes a estas duras condiciones del entorno.
El medio acuático que rodea a esta isla es un espacio marino
privilegiado y diverso ya que aquí se dan encuentro especies tanto
del Mediterráneo como del Atlántico.
ZEPIM EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
ISLAS COLUMBRETES
Las islas Columbretes forman un pequeño archipiélago situado
a unas treinta millas marinas de la costa de Castellón.
La isla principal, en forma de cráter semisumergido, manifiesta
el origen volcánico de todo el archipiélago que, rodeado de arrecifes,
se eleva sobre una plataforma marina de hasta noventa metros
de profundidad. La singularidad geológica de este enclave, unida
a su aislamiento y lejanía de la Península y a que lleva más de diez
años protegido, favorece que convivan especies endémicas junto
con un gran número de comunidades vegetales y animales que han
desaparecido o son cada vez más raras en el conjunto de las costas
españolas.
ZEPIM EN CATALUÑA
ISLAS MEDES
El pequeño archipiélago de las Medes, compuesto por siete islas
y algún islote, a una milla escasa de la costa catalana del Empordà,
es una auténtica joya biológica por la gran diversidad de especies,
tanto terrestres como marinas, que habitan en su entorno.
La proximidad a la costa permite que la materia orgánica del estuario
del río Ter sea una rica fuente que nutre los hábitats marinos de este
archipiélago. Los diferentes niveles de profundidad del agua
en el entorno de las islas, el contraste entre el substrato rocoso
y arenoso de los fondos marinos y el juego de las formaciones
kársticas con túneles, cuevas y cavidades crean un espacio único
para dar refugio, alimento y cobijo a multitud de especies marinas.
CABO DE CREUS
El Cabo de Creus es un retazo del Pirineo que se adentra en el mar.
Constituido por antiguos materiales Paleozoicos, este afloramiento
de características litológicas, hidrográficas y orográficas propias
de la alta montaña, supone un elemento de singularidad y contraste
para el entorno mediterráneo. Representa, por ello, una zona
biogeográfica de transición donde para algunas especies constituye
su límite septentrional, para otras su límite meridional y donde
conviven especies litorales y montañosas. La diversidad del medio
marino también está marcada por esa connotación montañosa donde
hay una diferencia destacada de hábitats entre la costa norte
expuesta a fuertes corrientes y la costa sur más cálida y abrigada.
ZEPIM EN LA REGIÓN DE MURCIA
MAR MENOR Y ZONA ORIENTAL MEDITERRÁNEA DE LA COSTA DE LA REGIÓN DE MURCIA
Esta amplia zona conforma un espacio natural privilegiado donde
un complejo sistema geológico de origen volcánico y sedimentario
favoreció la creación de una gran barra de arena que encierra
la mayor laguna costera española: el Mar Menor.
Esta laguna, comunicada con el Mar Mediterráneo a través de un
sistema de canales naturales llamados “golas”, es el espacio central
de un área de gran diversidad que incluye, entre otras, tres zonas
húmedas (El Carmoli, Lo Poyo y La Hita) y dos grandes salinas.
La franja mediterránea que lo completa presenta una de las más
extensas y mejor conservadas praderas de Posidonia oceanica
de la Región de Murcia. Incluye además la isla Grosa y el Farallón
y la Reserva Marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas.
ZEPIM EN LAS ISLAS BALEARES
ARCHIPIÉLAGO DE CABRERA
El Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera es el primer parque
nacional marítimo-terrestre de la Red de Parques Nacionales
españoles. Es un archipiélago único en muchas de sus características
físicas, geográficas, ecológicas y biológicas, y puede considerarse
sin ninguna duda el espacio natural protegido más importante
de las Islas Baleares. Es el único archipiélago de su tamaño
que permanece deshabitado en el Mediterráneo occidental, e incluye
el mejor puerto natural de esta zona después del de Maó, Menorca.
Incluye un conjunto de 19 islas e islotes situados a unos 9 km
del extremo sur de Mallorca, además de las aguas circundantes.
La extensión total del Parque es de 10.021 ha, de las cuáles 1.320
son tierra firme y el resto mar.
Las aguas del parque se caracterizan por su transparencia. La gran
heterogeneidad de los fondos y su buen estado de conservación
convierten a Cabrera en un sitio ideal para el estudio de la biodiversidad
marina de las aguas oligotróficas del Mediterráneo occidental y de los
factores que determinan la estructura de las comunidades. La biota
marina inventariada hasta el momento incluye 455 especies
de plantas marinas, incluyendo algunos de los herbazales de
Posidonia oceanica más importantes de Mallorca y que se desarrollan
a mayor profundidad. El Parque destaca así mismo
por sus extraordinariamente diversas comunidades de peces.
Cabrera es sin duda la localidad más importante para aves marinas
y rapaces litorales de las Islas Baleares. Finalmente el archipiélago
alberga el 80% de la población mundial de la endémica lagartija
balear (Podarcis lilfordi), unos efectivos segregados en varias
poblaciones y subespecies que ocupan distintas islas e islotes.