Kulfas - Dinámica de La Producción Industrial y La Sustitución de Importaciones

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DINÁMICA DE LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL Y LA SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES. REFLEXIONES HISTÓRICAS Y BALANCE DEL PERÍODO 2003-2013 AUTORES: MATÍAS KULFAS, EVELIN GOLDSTEIN Y MARTÍN BURGOS Documento de Trabajo Nº 64. Diciembre de 2014

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produccion industrial argentina

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  • DINMICA DE LA PRODUCCIN INDUSTRIAL Y LA SUSTITUCIN DE IMPORTACIONES.

    REFLEXIONES HISTRICAS Y BALANCE DEL PERODO 2003-2013

    AUTORES: MATAS KULFAS, EVELIN GOLDSTEIN Y MARTN BURGOS

    Documento de Trabajo N 64. Diciembre de 2014

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    DIRECTOR

    GUILLERMO WIERZBA

    INVESTIGADORES

    FABIN AMICO

    MARTN BURGOS ZEBALLOS

    JUAN MATAS DE LUCCHI

    JORGE GAGGERO

    VERNICA GRONDONA

    RODRIGO LPEZ

    PABLO MARESO

    ESTANISLAO MALIC

    ANDREA MEDINA

    MARA SOL RIVAS

    MARA ANDREA URTURI

    INVESTIGADORES INVITADOS

    CLAUDIO CASPARRINO

    NORBERTO E. CROVETTO

    ALEJANDRO GAGGERO

    EVELIN GOLDSTEIN

    GUILLERMO HANG

    MATAS KULFAS

    ERNESTO MATTOS

    FERNANDO PORTA

    MAGDALENA RUA

    ARIANA SACROISKY

    JUAN SANTARCNGELO

    DANIEL SCHTEINGART

    CONSEJO ACADMICO

    CECILIA CARMEN FERNNDEZ BUGNA

    ROBERTO FRENKEL

    ALFREDO T. GARCA

    FEDERICO PASTRANA

    Las opiniones vertidas en el trabajo no necesariamente coinciden con las de las entidades patrocinantes del Centro.

    Para comentarios, favor dirigirse a: [email protected].

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    INDICE

    I) Introduccin .......................................................................................................... 4

    II) Marco conceptual analtico sobre las estrategias de sustitucin de

    importaciones ........................................................................................................... 10

    II.1. Estrategias de industrializacin por sustitucin de importaciones. Marco terico y casos exitosos ....................................................................................................................................... 10 II.2. Argentina durante su etapa de industrializacin sustitutiva de importaciones .................... 20

    III) Argentina 2003-2013. La recuperacin del crecimiento industrial y la

    reaparicin del debate sobre la sustitucin de importaciones ............................. 29

    III.1. El crecimiento industrial del perodo 2003-2011 en perspectiva histrica .......................... 31 III.2. Caractersticas del desempeo industrial durante la post-convertibilidad .......................... 34 III.3. La sustitucin de importaciones en el crecimiento industrial de la post-convertibilidad ..... 52

    IV) Potencialidad sustitutivo del sector manufacturero argentino ...................... 67

    IV.1. Un diagnstico estructural de los flujos de comercio exterior de la industria argentina ..... 69 IV.2. Estimacin de la factibilidad de sustitucin de importaciones por productos de fabricacin nacional: planteo metodolgico ................................................................................................... 75 IV.3. Potencial sustitutivo: resultados agregados y evolucin reciente ...................................... 77 IV.4. Un enfoque sectorial sobre el potencial sustitutivo ............................................................ 82 IV.5. Evolucin reciente de las actividades con capacidad de sustitucin de importaciones ..... 91

    V) Reflexiones finales y perspectivas................................................................. 103

    VI) Bibliografa ....................................................................................................... 109

  • I) Introduccin

    Tras el quiebre de la Convertibilidad y la larga crisis que puso fin a dicha etapa, la

    economa argentina recuper el crecimiento econmico y su sector industrial tuvo un

    vigoroso protagonismo.

    La historia del desempeo industrial argentino nos cuenta que, tras dos fases de fuerte

    crecimiento, la primera entre las dcadas de 1930 y 1950, y la segunda desde fines de

    los aos 50 hasta mediados de la dcada de 1970, el sector ingres en una etapa de

    crisis y reestructuracin con desindustrializacin que atraves el ltimo cuarto del siglo

    XX.

    En efecto, en esos ltimos aos del siglo XX la nota dominante fue el estancamiento

    productivo del sector en trminos agregados, la tendencia declinante en el nivel de

    empleo y una reestructuracin caracterizada por la desofisticacin y commoditizacin

    del sector. Dichas tendencias se expresaron en la prdida del componente tecnolgico

    como insumo estratgico en las funciones de produccin sectoriales, la incorporacin

    de algunas ramas productivas en cadenas regionales o globales de produccin,

    relegando a la industria local a funciones de ensamblaje de componentes importados,

    y al desmantelamiento de muchas funciones de investigacin y desarrollo que se

    realizaban en el pas. En su lugar, tuvieron cierto xito algunas actividades basadas en

    recursos naturales y algunos de los sectores industriales capital intensivos que

    haban recibido polticas de promocin durante la etapa de industrializacin y

    maduraron en los aos 70 y 80, tales como la siderurgia, la petroqumica y el

    aluminio, entre otros.

    A comienzos de los aos 90, y particularmente durante la recuperacin del perodo

    1991 1994, la industria tuvo un buen desempeo pero rpidamente comenzaron a

    aparecer problemas de competitividad y debilidades en la demanda interna que

    afectaron el crecimiento. Durante el segundo lustro de los 90 se verifica el proceso

    que Kosacoff y Ramos (2000) definieran como de reestructuracin en dos fases: de la

    produccin al ensamblaje y de all a la comercializacin de productos importados. En

    efecto, con excepcin del ncleo ms dinmico del sector manufacturero, integrado

    por unas 400 firmas, el resto debi asumir el desafo de reducir sus costos medios sin

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    herramientas que le permitan mejorar la productividad en base a inversiones. Muchas

    empresas comenzaron a desarmar sus redes de proveedores locales y reemplazar

    componentes locales por insumos importados para, finalmente, convertirse ellos

    mismos en comercializadores de productos importados.

    En otras palabras, as como durante el ltimo gobierno militar el aspecto central de la

    reestructuracin fue el cierre masivo de establecimientos industriales (alrededor de

    15.000 entre 1976 y 1983), durante la convertibilidad las principales tendencias no

    pasaron por el cierre de fbricas sino por reestructuraciones defensivas que

    consistieron en el achicamiento de las funciones productivas de los establecimientos

    y su reemplazo por componentes importados.

    La larga crisis de la convertibilidad, iniciada a mediados de 1998 y finalizada sobre

    fines de 2002, trajo consigo una nueva contraccin del aparato manufacturero. Pero

    una vez superada lo peor de la crisis, comenz a aflorar una incipiente recuperacin

    productiva que se consolid y profundiz a partir de 2003.

    A partir de entonces se observaron tendencias que no se verificaban desde comienzos

    de los aos 70. La produccin manufacturera creci a una tasa significativamente alta,

    y en forma concomitante, tambin crecieron el empleo, la productividad y la creacin

    de nuevas empresas. Cabe destacar que, en el perodo precedente, el crecimiento

    productivo haba sido intermitente e incluso en etapas de variacin positiva la reaccin

    de la creacin de empleo haba sido muy limitada, predominando la tendencia a la

    destruccin de puestos de trabajo en el sector. De esta manera, los perodos de alza

    en la productividad sectorial se basaban fundamentalmente en la destruccin de

    empleos antes que en una mejora integral de las prcticas productivas sectoriales o en

    efectos positivos de una expansin de la actividad econmica y un mejor

    aprovechamiento de la divisin del trabajo.

    La produccin industrial destinada a la exportacin tuvo un auge positivo, tanto como

    la destinada al mercado interno, alterando la clsica dicotoma de perodos anteriores.

    Claro est que este fenmeno tuvo lugar arrancando desde un pico muy bajo,

    ocasionado por la crisis del perodo 1998-2002 y el quiebre que signific diciembre de

    2001. Pero no por ello dej de resultar sorprendente el buen desempeo sectorial

    agregado y la aparicin o reaparicin de algunas producciones que haban atravesado

    fuertes crisis, que en muchos casos parecan terminales.

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    Este desempeo industrial tuvo un impasse durante la crisis internacional, 2008-2009,

    para luego mostrar un bienio de fuerte crecimiento en 2010 y 2011, aunque con

    caractersticas menos virtuosas que en los aos anteriores, y frenar su fase de

    expansin a partir de 2012, en consonancia con el desmejoramiento del desempeo

    macroeconmico general.

    En el contexto descripto, reapareci en Argentina el debate acerca de las fuentes de

    desarrollo industrial y sobre el potencial impulso dado por un proceso de sustitucin de

    importaciones. En el ao 2003, un estudio del CEP (2003) indicaba que durante el ao

    2002 cerca del 40% de las importaciones industriales haban sido sustituidas por

    produccin local.

    De hecho, la sustitucin de importaciones es un tpico tradicional del anlisis sobre el

    desarrollo econmico y la industrializacin. La idea general es que las economas de

    menor desarrollo relativo pueden iniciar sus procesos de industrializacin

    sustituyendo, de manera gradual, las importaciones que realizan con produccin local.

    Autores como Amsden (2007) sealan a la sustitucin de importaciones como una

    suerte de gua hacia el desarrollo industrial.

    En la literatura sobre desarrollo econmico e industrializacin suelen aparecer debates

    que contraponen procesos de industrializacin orientados por la sustitucin de

    importaciones versus una industrializacin orientada al mercado externo. En otros

    trminos, el primero tendra un sesgo mercadointernista mientras que el segundo se

    orientara decisivamente a la exportacin. Entre los defensores de esta segunda

    versin predomina un enfoque segn el cual la introduccin de una orientacin externa

    obliga a los empresarios a mejoras permanente de competitividad, con lo cual las

    exigencias en materia de inversin, investigacin y desarrollo son mayores y, por

    ende, los resultados de mediano y largo plazo, en caso de producirse, son ms

    exitosos.

    No obstante esta apreciacin, la literatura tambin indica que difcilmente una

    economa pueda insertarse exitosamente en una estrategia industrial exportadora sin

    previamente haber iniciado su curva de aprendizaje sustituyendo importaciones, y que

    en todo caso se trata de estrategias que, al menos en sus estadios iniciales, resultan

    ms complementarias que antagnicas. Esto viene a cuenta de una crtica muy

    recurrente que ha existido respecto a las etapas de la industrializacin argentina y a su

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    pobre sesgo exportador. En sentido contrario, algunos trabajos recientes, como el de

    Amico (2011), plantean que Argentina realiz un proceso de aprendizaje y que, a

    pesar de no haber tenido polticas especficas para el desarrollo de una industria

    exportadora, se produjeron resultados muy positivos, en particular hacia fines de los

    aos 60 y comienzos de los 70. En efecto, mientras el peso del sector industrial en

    las exportaciones era virtualmente nulo a comienzos de los 60, su participacin

    alcanz al 15% a comienzos de los 70, dando el primer salto productivo exportador de

    la historia industrial argentina, aspecto que permite cuestionar la hiptesis del

    agotamiento de la fase de industrializacin que postulan algunos autores y esta idea

    de que la industria argentina posea un excesivo sesgo mercadointernista con lo cual

    los esfuerzos competitivos eran nulos o muy acotados.

    Argentina es un pas de paradojas en materia de desempeo industrial. En los aos

    80, perodo caracterizado como dcada perdida por la CEPAL para Amrica Latina y

    de muy pobre desempeo econmico en nuestro pas, Argentina comenz a exportar

    productos siderrgicos de alta tecnologa. En los aos 90, mientras se privatizaban las

    empresas pblicas, una empresa estatal provincial gan una licitacin internacional

    para producir un reactor nuclear en Egipto.

    Lo cierto es que los procesos de industrializacin requieren perodos de maduracin

    extensos y los casos exitosos tuvieron lugar en contextos de polticas industriales y

    tecnolgicas de largo alcance y con regmenes macroeconmicos de cierta estabilidad

    y sesgos positivos para la inversin productiva, caractersticas que, en el caso

    argentino, no se produjeron.

    El proceso de reindustrializacin registrado a partir de 2003 se produjo, a diferencia de

    las tradicionales fases de industrializacin, en un marco de economa abierta. Este

    aspecto introdujo tensiones competitivas que, naturalmente, limitan las posibilidades

    de sustituir importaciones. En una primera instancia, con la economa saliendo de una

    extensa recesin que en cuatro aos hizo que Argentina pierda alrededor de la cuarta

    parte de su PIB, y tras una fuerte devaluacin con elevada capacidad ociosa y

    desempleo prximo al 23%, la proteccin se dio de manera natural por la elevada

    paridad cambiaria. Pero iniciada la recuperacin, dicha barrera se comenz a reducir,

    aspecto que se intensific una vez que el mercado laboral retom a niveles ms

    cercanos al pleno empleo y desde el Estado se estimul la recuperacin del salario

    real va negociacin paritaria.

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    En este contexto, difcilmente sea sostenible una estrategia sustitutiva en trminos

    agregados, resultando ms viable un esquema de sustitucin selectiva, tanto en

    trminos sectoriales como de productos al interior de determinadas ramas. El sector

    industrial argentino exhibe un desarrollo intermedio, con ramas de elevada

    competitividad internacional y una buena presencia en mercados externos que convive

    con ramas de baja industrializacin y otras que se han ido desofisticando, perdiendo

    grados de integracin nacional. Conviven diferentes productividades entre ramas y al

    interior de la ramas. Los esfuerzos de industrializacin requieren polticas ms

    especficas y, en trminos del sector externo, tan importante como ahorrar divisas en

    algunos sectores resulta incrementar la generacin de divisas mediante aumentos

    sostenidos en las exportaciones y la posibilidad de crear nuevas ramas industriales

    exportadoras. Asimismo, el contexto internacional tambin es diferente: las economas

    operan con mayores niveles de apertura, y la institucionalidad vigente establece reglas

    y restricciones respecto a las polticas pblicas cuyos efectos, si bien suelen ser

    exagerados, deben ser tomados en consideracin a la hora de pensar e implementar

    estrategias industrializantes.

    Como se mostrar a lo largo del presente trabajo, tras un buen desempeo inicial en

    materia sustitutiva, dicha tendencia fue declinando aprecindose un comportamiento

    heterogneo entre ramas, en el que convivieron ramas con una tendencia sustitutiva

    relativamente estable con otras claramente no sustitutivas.

    No obstante ello, y bajo una metodologa especfica, se pudo constatar la existencia

    de un potencial sustitutivo que abarca a aproximadamente el 25% de las

    importaciones industriales. A esta conclusin se arriba comparando, para una

    seleccin depurada de importaciones industriales, la existencia de productores de

    esos mismos bienes que adems exportan de manera no espordica. En otras

    palabras, en dichas ramas se verifica no slo la existencia de produccin nacional sino

    tambin de ciertos indicadores positivos de competitividad.

    Las estrategias destinadas a profundizar los procesos de industrializacin en nuestro

    pas cobran especial importancia habida cuenta del peso significativo que tiene el

    sector en los desbalances de divisas. En tal sentido, desarrollar estrategias

    macroeconmicas destinadas a desplazar la restriccin externa de manera consistente

    con el sostenimiento del crecimiento a mediano y largo plazo, requiere evitar

    desequilibrios significativos en la balanza industrial (y, derivado en parte de ella, pero

    no solamente, en la balanza energtica).

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    En el actual contexto, y con mayores niveles de integracin con el mercado mundial

    que en el pasado, naturalmente este tipo de estrategias no pasan de manera exclusiva

    por una sustitucin de importaciones, y requieren un enfoque ms integral en el cual la

    sustitucin es un elemento ms, y en todo caso forma parte de una estrategia ms

    selectiva. En el presente trabajo se analiza en qu medida este tipo de enfoques

    puede ser integrado en una estrategia ms amplia de desarrollo industrial que resulte,

    asimismo, consistente con una estrategia macroeconmica (o no oponga obstculos

    para su consecucin).

    El presente trabajo est estructurado en cuatro secciones. En la segunda seccin se

    realiza un repaso conceptual de la literatura sobre industrializacin y desarrollo,

    enfatizando los matices que remiten a la sustitucin de importaciones e

    industrializacin orientada por las exportaciones. En esa misma seccin se realiza un

    breve repaso sobre la experiencia argentina, en particular durante las dos etapas

    denominada de sustitucin de importaciones, entre 1930 y mediados de los aos 70.

    La tercera seccin analiza el desempeo industrial de la post convertibilidad,

    poniendo el eje en el desempeo sectorial y estableciendo una tipologa de ramas

    productivas en funcin de su mayor propensin importadora o a la sustitucin.

    La cuarta seccin realiza un ejercicio metodolgico destinado a determinar el potencial

    sustitutivo que tiene la industria argentina, analizando las conclusiones del ejercicio y

    sugiriendo marcos de accin para delimitar y calibrar una estrategia en la materia.

    Este trabajo fue realizado por un equipo coordinado por Matas Kulfas e integrado por

    Evelin Goldstein y Martn Burgos. La redaccin de las secciones 1, 2 y 3 estuvo a

    cargo de Matas Kulfas mientras que la seccin 4 se redact en forma conjunta.

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    II) Marco conceptual analtico sobre las estrategias de sustitucin de

    importaciones

    La sustitucin de importaciones ha sido considerada como una estrategia de

    industrializacin para muchas economas de la periferia, particularmente durante

    determinadas etapas del siglo XX. En ocasiones, la implementacin de estrategias

    sustitutivas procur, de manera excluyente, atender situaciones particulares frente a

    coyunturas adversas, tanto desde el punto de vista del ciclo econmico interno como

    del impacto de alteraciones en el sector externo. Pero para muchas economas de la

    periferia, se convirti en una estrategia ms amplia tendiente a estimular la

    industrializacin de sus estructuras productivas.

    En la presente seccin se presenta, por una parte, una breve resea de los debates

    terico - conceptuales acerca de la potencialidad y factores limitantes de este tipo de

    estrategias, enfatizando en torno a algunas experiencias en pases de Amrica Latina

    y el este asitico. En segundo lugar, se presenta una breve descripcin analtica del

    proceso de sustitucin de importaciones en Argentina proceso que tuviera lugar entre

    las dcadas de 1930 y mediados de la dcada de 1970.

    II.1. Estrategias de industrializacin por sustitucin de importaciones. Marco

    terico y casos exitosos

    En la historia de los procesos de industrializacin de los pases perifricos, ha cobrado

    particular importancia el impulso dado por las fases de sustitucin de importaciones.

    En ocasiones, tales etapas tuvieron lugar de manera espontnea o por situaciones de

    mercado, tales como interrupciones en los flujos de comercio y restricciones al acceso

    a las divisas, que estimularon, de manera ms o menos explcita y con mayor o menor

    intencionalidad, una produccin domstica destinada a cubrir el faltante originado en

    esas menores importaciones. En ocasiones, dicha situacin se transform en una

    estrategia en s misma destinada a favorecer la industrializacin de la estructura

  • 11

    productiva, la bsqueda de una mayor diversificacin, el resguardo y la expansin del

    mercado interno y el empleo.

    En algunos pases de Amrica Latina1 y Asia este tipo de polticas conformaron un

    ncleo de relevancia en las estrategias de industrializacin. Con diferentes secuencias

    temporales y grados de significatividad, las estrategias sustitutivas tuvieron su perodo

    de apogeo. Posteriormente, su potencia terica perdi espacio ante lo que fue

    presentado como una estrategia superadora: la industrializacin con orientacin

    exportadora. En este marco, la principal crtica que recibi la estrategia sustitutiva se

    orient a los excesivos grados de proteccin requeridos sobre el mercado interno,

    aspecto que habra conducido a la conformacin de rentas apropiadas por los

    productores protegidos, los cuales no perciben tensiones competitivas y, por ende,

    concentran sus esfuerzo en ejercer una presin poltica para lograr el sostenimiento de

    dichas rentas basadas en la proteccin, antes que en realizar inversiones e introducir

    nuevas tecnologas que mejoren la productividad y con ello profundicen las instancias

    de industrializacin.

    En contraste con estas estrategias, la industrializacin exportadora, an en un marco

    de polticas de acompaamientos con subsidios, crditos blandos y otros instrumentos

    de apoyo a los productores manufactureros, ofrecera la ventaja de exponer, desde el

    inicio, a los productores industriales a una mayor competencia, forzando la

    incorporacin de nuevas tecnologas y dando una utilizacin ms productiva a los

    recursos de poltica industrial invertidos.

    No obstante estas consideraciones, la contraposicin entre ambos tipos de estrategia

    ha sido ampliamente discutida en la literatura del desarrollo y ha mostrado algunas

    inconsistencias. Para comenzar, este debate puede tener algn sentido en economas

    en las que el mercado interno tiene alguna relevancia. Para pases pequeos, o

    algunos casos de Ciudad estado que se observan en el este asitico, es imposible

    establecer la posibilidad de implementar estrategias de sustitucin de importaciones,

    por cuanto la escala del mercado interno establece lmites claros e imposibles de

    subsanar. Para ese tipo de pases, la estrategia exportadora es la nica alternativa a

    explorar en caso en que exista una decisin de encarar poltica de industrializacin.

    1 Han sido los grandes pases latinoamericanos, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Mxico, los que desde la dcada

    de 1930 en adelante emprendieron con ms ahnco la estrategia de industrializacin sustitutiva de importaciones, pero en los ltimos 10 aos un nmero de pases ms pequeos, Ecuador, Per, Venezuela, y los pases del Mercado Comn de Amrica Central se ha embarcado tambin con cierto entusiasmo en la ISI (Felix, 1970).

  • 12

    Por otra parte, la experiencia ha mostrado que ambas estrategias suelen ser ms

    complementarias que sustitutas, y que, en todo caso, las posibilidades de xito de una

    estrategia de industrializacin con orientacin exportadora se potencian cuando,

    previamente, hubo un proceso de aprendizaje en el mercado interno, el cual puede

    verse fortalecido con estrategias sustitutivas. Al respecto Kim (1990), en un estudio

    sobre el caso coreano, afirmaba que la poltica industrial suele comenzar con la

    sustitucin de importaciones pero resulta conveniente para el pas avanzar

    rpidamente hacia una estrategia de industrializacin con orientacin exportadora en

    tanto, de este modo, las presiones competitivas inducirn a una mayor propensin al

    cambio tecnolgico. Amico (2011) va ms all sealando, para el caso argentino, que

    a pesar de no haber tenido una estrategia explcita de industrializacin con orientacin

    exportadora, la acumulacin de experiencia en la etapa sustitutiva permiti que

    Argentina comenzara a exportar bienes industriales a comienzos de los aos 70.

    Ocampo (2009), agrega elementos para discutir este equvoco, sealando que en

    realidad la estrategia sustitutiva en Amrica Latina tuvo objetivos mucho ms amplios

    que la sustitucin de importaciones, y de hecho el autor prefiere redefinir su carcter,

    llamndola industrializacin liderada por el Estado: el concepto de se ha venido a utilizar corrientemente para referirse

    a este perodo. Esta idea fue objeto de una crtica rigurosa en el proyecto sobre

    historia econmica de Amrica Latina que, por solicitud del Banco Interamericano de

    Desarrollo, dirigi Rosemary Thorp. All qued claro que la sustitucin de

    importaciones fue apenas uno de los elementos de la estrategia de industrializacin y

    no necesariamente el ms importante en varios pases, sobre todo los ms pequeos,

    ni tuvo la misma importancia en los pases de mayor tamao en distintas etapas del

    proceso de industrializacin. Para muchos, la sustitucin de importaciones estuvo

    combinada con estrategias de exportacin e integracin econmica. Por ese motivo,

    ese proyecto sugiri que el concepto de industrializacin dirigida por el

    Estado capta mucho mejor lo que fue especfico de las polticas de desarrollo entre

    los aos cincuenta y setenta.

    De esta manera, si bien el debate ha tendido a menospreciar, en determinadas

    instancias, a las estrategias sustitutivas, la literatura sobre el desarrollo las ha

    valorizado, con sus matices y adaptaciones, en estudios ms recientes y con las

    necesarias reestructuraciones que impone un mundo que opera en condiciones ms

    abiertas que en los momentos de origen de los procesos de industrializacin de la

    periferia.

  • 13

    Ray (1998) ubica a la sustitucin de importaciones en el terreno de la poltica

    comercial, como una herramienta destinada a proteger al mercado interno para lograr

    el campo de acumulacin de experiencia y aprendizaje que favorezca la

    industrializacin, procurando la creacin de ventajas artificiales. Desde su ptica, la

    manera ms fcil de conseguirlo es dificultar la actuacin de las empresas extranjeras,

    levantando diversas barreras que impidan la importacin de bienes extranjeros y

    sustituyendo esos bienes por bienes producidos nacionalmente. Esa poltica se

    conoce con el nombre de poltica de sustitucin importaciones.

    Ray analiza los impactos sobre el mercado y las consecuencias sobre el bienestar y

    concluye que si bien el anlisis esttico puede arrojar conclusiones negativas, la

    mirada dinmica permite encontrar al menos tres aspectos que favorecen la

    implementacin de dicha estrategia, sustentados fundamentalmente en el argumento

    de la industria naciente, es decir en las desventajas con las que se inicia cualquier

    industria y los beneficios intertemporales que podr aportar en el desarrollo de la

    economa2.

    La primera se sustenta en el aprendizaje por medio de la experiencia, en tanto la

    proteccin podr fomentar la asimilacin de nuevas tcnicas de produccin, proceso

    que slo podr tener lugar mediante la produccin en gran escala y de forma

    continua3. En este sentido, el propio proceso productivo puede crear un crculo

    virtuoso de aprendizaje y aumento de la eficiencia en la produccin en el sentido de

    Arrow (1962) y todos los desarrollos posteriores denominados de aprendizaje por

    experiencia (learning by doing).

    El segundo punto a considerar en la mirada dinmica de Ray pasa por los efectos

    difusin que benefician a otras industrias: la proteccin dada a una industria de

    construcciones mecnica puede muy bien generar una demanda adicional de mano de

    obra calificada en mecnica y, con el paso del tiempo, una poblacin mejor preparada

    2 En tal sentido afirma Ray (1998): el argumento de la industria naciente es quiz el mejor argumento a favor de la

    sustitucin de importaciones. La idea es dar un respiro, es decir, garantizar a la industria el mercado interior para que aumente su competitividad internacional. El problema estriba en que el aumento de la competitividad no es un proceso espontneo, es decir, algo que ocurra sin el esfuerzo y la inversin de las propias empresas.

    3 Con respecto a los gastos que implica la proteccin, agrega Ray (1998): Naturalmente, podra decirse (y se ha dicho)

    que esos gastos son ineficientes. Por qu no importar los bienes en lugar de eso y renunciar a la formacin? Podra ser ms eficiente hacerlo. Esos argumentos pueden constituir un buen material poltico para los grupos de presin que pretenden abrir los mercados extranjeros, pero se basa en una dbil teora econmica en general. Cada una de esas decisiones ha de considerarse caso por caso, teniendo en cuenta principalmente el bienestar del pas en vas de desarrollo en cuestin. Por ejemplo, un efecto beneficioso que suele dejarse de lado en los modelos econmicos simplistas son los posibles efectos-difusin que producen esas inversiones en otros sectores de la economa.

  • 14

    para realizar de trabajos de mecnica en otras industrias. Es claro entonces que,

    siguiendo el ejemplo, la formacin de personal calificado en una industria puede

    fomentar el desarrollo de otros sectores.

    Finalmente, el tercer argumento es el de los rendimientos crecientes. En tal sentido,

    sostiene Ray que el aprendizaje por experiencia bien puede ser asimilado a un tipo de

    rendimiento creciente.

    A partir de estos elementos giran las principales fundamentaciones y argumentos a

    favor de una estrategia de sustitucin de importaciones. Naturalmente, an para

    quienes concuerdan y suscriben estos fundamentos, se presenta en lo inmediato uno

    de los principales factores de polmica, la cual gira en torno al horizonte temporal que

    debe tener dicha proteccin. Debe ser limitada en el tiempo? Los industriales

    protegidos realizarn las inversiones necesarias para aumentar de manera sostenida

    la competitividad si no pesa sobre ellos la amenaza clara y mensurable que esa

    proteccin se reducir paulatinamente y expirar algn da? Sobre este punto es que

    se presentan, probablemente parte de las dificultades ms claras.

    Amsden (2001) realiz un extenso estudio acerca de los procesos de industrializacin

    y desarrollo en los pases de la periferia. Si bien encontr numerosos casos de xito,

    result evidente que los resultados obtenidos fueron superiores en pases del este

    asitico que en Amrica Latina. Parte de esas diferencias las atribuy a la existencia

    de metas ms claras de produccin, innovacin y exportacin en pases asiticos, en

    los cuales la amplia batera de polticas promocionales, subsidios y crditos blandos

    estaban atados a la consecucin de metas mensurables. Y que el incumplimiento de

    dichas metas conllev penalidades muy claras, situacin muy diferente a la registrada

    en pases latinoamericanos.

    Ferrer (1963), en su clsico estudio sobre la economa argentina, incorpora elementos

    adicionales al estudio de las estrategias de sustitucin de importaciones, en particular

    con las clsicas situaciones de restricciones a las divisas y los problemas que impone

    la restriccin externa: La expansin de los ingresos y el progreso tcnico van

    aumentando la demanda de bienes y servicios y modificando su composicin. Como la

    reducida capacidad de importar no permite satisfacer con importaciones esa mayor y

    cambiante demanda, es la produccin interna la encargada de hacerlo. La sustitucin

    de importaciones no es, pues, un proceso esttico de produccin interna de una

    determinada cantidad de bienes anteriormente importados sino que abarca

  • 15

    dinmicamente la satisfaccin de la mayor y cambiante demanda que se va creando

    como consecuencia del desarrollo.

    De esta manera se presentan nuevos factores limitantes que deben ser abordados en

    sucesivas fases de industrializacin, ello por cuanto este proceso, si bien puede tener,

    en apariencia, un efecto de ahorro de divisas en el corto plazo, adiciona nuevas

    necesidades que complejizan el resultado de dicho efecto. As, las transformaciones

    de la estructura industrial y el creciente peso relativo de las industrias con tecnologa

    de vanguardia generan, inevitablemente, una demanda acrecentada de importaciones,

    que puede compensar y aun exceder el efecto de la sustitucin de importaciones. El

    proceso es interminable y en el dominio de su tecnologa, los cambios en la

    composicin de la demanda y el progreso tecnolgico desplazan el centro de

    gravedad de la expansin industrial hacia sectores nuevos con una mayor apertura

    externa (Ferrer, 1963).

    Con esta perspectiva, Felix (1970) plantea las limitaciones inherentes a este proceso

    de industrializacin y establece una suerte de regla de sustentabilidad a partir de la

    cual la consecucin de diferentes fases no afectaran las bases de su propia viabilidad.

    En tal sentido, para lograr la reduccin de sucesiva de los coeficientes globales de

    importaciones no alcanza con reducir el coeficiente importado en el sector que

    sustituye sino que se requiere tambin que el cambio en la composicin de la

    demanda final no genere subas en el coeficiente de importaciones que compensen la

    cada originada en el sector de sustitucin. Como sintetiza Brodersohn (1970), la

    regla general de Felix para lograr una reduccin en el coeficiente global de

    importaciones es que la sustitucin de importaciones cambie la composicin de la

    demanda final hacia bienes con una menor intensidad de importaciones que la

    existente antes de iniciar la sustitucin. En este sentido, la estrategia de sustitucin de

    importaciones es exitosa en una primera etapa debido a que es relativamente fcil,

    cuando el nivel de importaciones es elevado, encontrar bienes con alta elasticidad

    ingreso y con coeficientes de importaciones inferiores al promedio de la economa.

    Pero a medida que se pasa a etapas ms sofisticadas de industrializacin, los bienes

    con elasticidad ingreso (industrias dinmicas) tienden a tener un coeficiente de

    importaciones superior al promedio. Esto ltimo detiene la cada del coeficiente global

    de importaciones. Al mismo tiempo, esta estrategia va perdiendo sus efectos

    dinmicos y deteriorando el ritmo de crecimiento en mayor medida en pases con un

    reducido mercado interno Si un pas, contina Felix, decide seguir con la estrategia

    de sustitucin de importaciones a pesar de haber agotado sus efectos dinmicos, el

  • 16

    coeficiente global de importaciones comenzar a subir, debido a que los nuevos

    bienes que se sustituyan irn violando la regla general de cambiar la estructura de la

    demanda final hacia bienes con elevada elasticidad ingreso y coeficientes de

    importaciones inferiores al promedio industrial. La estrategia de sustitucin de

    importaciones con un coeficiente global de importaciones creciente podr continuar a

    travs de reducciones en las reservas internacionales y/o aumentos en el

    endeudamiento externo, para un nivel constante de exportaciones. Como este proceso

    no puede continuar indefinidamente, no queda otra alternativa que reducir las

    importaciones ya sea a travs de una contraccin en el nivel de actividad industrial por

    medio de rgidas medidas fiscales monetarias y/o a travs del control de

    importaciones.

    En definitiva, la sustitucin de importaciones no implica la posibilidad de lograr la

    autarqua en el abastecimiento de manufacturas, y tampoco parece un objetivo

    deseable en s mismo, ms all de la megalomana que presenta cierto costado de la

    literatura sobre procesos de industrializacin y choca con limitaciones

    macroeconmicas, sobre las que volveremos en breve.

    Por su parte, Ros (2004) hace hincapi en la particular situacin que dio impulso a la

    industrializacin latinoamericana. El colapso de los precios de los productos primarios

    condujo a agudas depreciaciones reales que, acompaadas frecuentemente de

    aranceles proteccionistas, aceleraron el proceso de sustitucin de importaciones en la

    manufactura ligera en varios pases latinoamericanos. Fue esta fase temprana de

    sustitucin espontnea de importaciones la que Prebisch observ en los aos treinta y

    que recomend acelerar, con medidas proteccionistas en el perodo de la posguerra.

    Paradjicamente, a primera vista Prebisch debera haber visto con agrado los

    menores trminos de intercambio de los productos primarios, ya que esta tendencia

    era ms benfica que perjudicial para la industrializacin de la periferia. Pero si

    reflexionamos un poco ms, veremos que Prebisch es consistente: lo que vea como

    perjudicial era la cada de los trminos de intercambio provocados por la expansin de

    la oferta de productos primarios. En definitiva, una reduccin en la demanda mundial

    de productos primarios podra cambiar y cambiara el patrn de especializacin de la

    periferia a favor de las actividades manufactureras. Esto es lo que, de una manera

    menos traumtica, puede lograr un arancel a las importaciones de manufacturas: al

    cambiar los trminos de intercambio (internos) en contra del sector intensivo en

    recursos naturales, induce una expansin del sector manufacturero.

  • 17

    Amsden (2007) considera a la sustitucin de importaciones como un experimento

    exitoso y muy pragmtico para identificar la demanda interna que gua la expansin de

    la oferta industrial. La idea era industrializar utilizando a las importaciones como gua

    acerca de qu producir La sustitucin de importaciones permiti el ahorro de divisas

    y fue dirigido por la demanda: si algo era importado, obviamente alguien pagara por

    ello as que la demanda estaba ah Pero esta contracultura se introdujo en violacin

    a la ley de ventajas comparativas que estableca que los mercados deban ser

    dirigidos por la oferta. Amsden avanza con un ejemplo de alta relevancia, como lo es

    la industria electrnica: En Asia, los ensambladores de calculadoras, computadoras y

    telfonos celulares primero compraron cientos de sus partes y componentes en el

    exterior, fundamentalmente en Japn. Luego, paso a paso, las fueron sustituyendo

    selectivamente El gobierno provey de parques tecnolgicos a los ensambladores,

    servicios de diseo de semiconductores, derrames desde laboratorios

    gubernamentales, crdito barato y acuerdos de investigacin y desarrollo.

    Inesperadamente, la sustitucin de importaciones en pases con experiencia

    manufacturera se convirti en la madre de las exportaciones de tecnologa media

    como el acero, el cemento, la petroqumica, los automviles, las partes de camiones,

    televisores y neumticos. Un producto puede comenzar a venderse en el mercado

    interno y luego, con la suficiente experiencias, en el exterior. La idea de que la

    sustitucin de importaciones y el crecimiento impulsado por las exportaciones

    entraban en contradiccin result ser falsa y demesurada.

    Por su parte, Saad-Filho (2005), en su revisin crtica de las teoras latinoamericanas

    estructuralistas y dependentistas, define a las industrializacin sustitutiva de

    importaciones como una estrategia de industrializacin basada en la sistemtica

    profundizacin de la integracin horizontal de la industria manufacturera con el

    objetivo primario de reemplazar importaciones. Agrega que diferentes pases

    implementaron esas estrategias bajo distintas modalidades y grados de intervencin

    estatal, y que estas estrategias se desarrollan en tres etapas. La primera comprende

    la produccin de bienes de consumo no durable, fundamentalmente alimentos,

    bebidas, tabaco y textiles entre otros. La profundizacin de dicha etapa comprende la

    produccin de bienes de consumo durable ms complejos, como materiales de la

    construccin, la industria automotriz, la refinacin de petrleo, productos qumicos y

    cemento. Finalmente, en algunos pases, se presenta una tercera etapa, cuando la

    estructura manufacturera se completa (desde la ptica de las teoras estructuralistas y

    dependentistas) con la produccin de bienes de capital y productos tecnolgicamente

  • 18

    ms avanzados que incluyen la maquinaria industrial, electrnica, embarcaciones

    modernas y aviones diseados con tecnologa domstica.

    El autor agrega que de todas formas, los pases de Amrica Latina no completaron

    las etapas de sustitucin importaciones, fundamentalmente por el insuficiente

    desarrollo de sus capacidades tecnolgicas, agregando que los pases de la regin

    fueron exitosos en muchos aspectos, logrando rpidas tasas de crecimiento de la

    economa, pero conviviendo con inestabilidad poltica, incompetencia administrativa

    instituciones inadecuadas, infraestructura insuficiente, falta de financiamiento y

    trabajadores calificados, reducido tamao de mercado y falta de consenso en torno a

    la estrategia de industrializacin por razones econmicas e ideolgicas. Por dicho

    motivo, la combinacin de estos factores explica por qu Brasil y Mxico avanzaron

    ms que Argentina y Per en su camino a la industrializacin, mientras que Paraguay

    y Honduras no se movieron en absoluto.

    En los aos 80, crisis de la deuda mediante, el debate sobre la industrializacin

    latinoamericana perdi fuerza en la regin, y ganaron espacio los enfoques liberales

    que tendieron a asociar las polticas de industrializacin con fenmenos distorsivos

    que inhibieron las capacidades de desarrollo, generando economas plagadas de

    rentistas en el sentido de Krueger (1973). Si bien el sendero asumido por la regin no

    fue unvoco, la mayora de los pases fue adoptando polticas de mayor apertura

    comercial y financiera y de ajuste macroeconmico de corte neoliberal.

    No obstante ello, los limitados resultados obtenidos en muchos pases de la regin

    hizo reaparecer el debate durante la ltima dcada. En tal sentido, ha resultado

    sintomtica la publicacin de Amsden (2004), nada menos que en la revista de la

    CEPAL, de un artculo titulado Prebisch renace en Asia, en el cual sealaba que

    mientras Amrica Latina haba abandonado el ideario del desarrollo originado en las

    teoras de Prebisch, en pases del este asitico se haba perseverado en tal camino,

    obteniendo resultados muy satisfactorios en trminos del desarrollo de industrias de

    alta tecnologa con elevados ndices de penetracin en el mercado mundial. Ms an,

    las brechas de desarrollo se haban reducida notablemente en dicha regin, mientras

    que Amrica Latina asisti a un ensanchamiento de dichas brechas.

    En sntesis, las estrategias de sustitucin de importaciones constituyen una adecuada

    gua para encarar procesos de industrializacin en economas perifricas,

    particularmente en los estadios iniciales. La literatura sobre el tema ha mostrado su

  • 19

    efectividad y tambin que no existe necesariamente una contraposicin entre este tipo

    de estrategias y las orientadas a la exportacin. Naturalmente, avanzar en fases

    sucesivas requiere polticas ms especficas en las cuales la lgica sustitutiva

    adquiere un carcter ms selectivo y cobra mayor importancia el desarrollo de nuevas

    capacidades tecnolgicas. Asimismo, los escenarios de mayor apertura y las

    tendencias de liberalizacin que rige la Organizacin Mundial del Comercio, limitan

    algunas de las estrategias ms tradicionales de poltica comercial otrora utilizados en

    las primeras fases de industrializacin sustitutiva de importaciones. Pero, como

    sostienen Amsden y Hikino (2000), el ladrido es peor que la mordedura, y existen

    mrgenes significativos para avanzar en estrategias de industrializacin.

  • 20

    II.2. Argentina durante su etapa de industrializacin sustitutiva de importaciones

    La industria argentina tuvo su origen a fines del siglo XIX. Si bien se suele marcar sus

    inicios en la dcada de 1930, a raz de las restricciones a las importaciones que se

    resultaron de la crisis internacional iniciada en 1930, existe suficiente evidencia

    emprica para encontrar un incipiente entramado industrial en los albores del siglo XX,

    fase en que el desempeo econmico de la Argentina estuvo signado por la

    centralidad del sector agropecuario y su fuerte insercin internacional.

    Desde los trabajos pioneros de Adolfo Dorfman hasta estudios posteriores es posible

    encontrar la aparicin de establecimientos industriales en las ramas de alimentos,

    bebidas, algunos textiles y (bastante menos) en establecimientos de mayor

    complejidad, en la metalmecnica y maquinarias en dicha etapa.

    Arceo (2005) encuentra algunos elementos para explicar esta incipiente

    industrializacin que se inicia a fines del siglo XIX y se expande en la primera dcada

    del siglo XX. Seala Arceo la inexistencia de una poltica industrial explcita pero la

    aparicin de niveles de proteccin arancelaria considerables sobre algunos sectores.

    Ello se debi, siguiendo el enfoque del mismo autor, a que las fuentes de

    financiamiento del sector pblicos estaban fundamentalmente basadas en impuestos

    sobre las importaciones. Dado que exista una poltica de comercio e inversiones

    asentada en las relaciones econmicas con el capital ingls, las importaciones

    asociadas a dichas inversiones, tales como insumos agrarios y de los servicios

    esenciales para el mismo, tales como material ferroviario, bolsas de arpillera, hierro,

    acero, etctera permanecieron desgravadas, mientras que se incrementaron los

    aranceles sobre otros productos. Ello da lugar, sostiene Arceo, a la paradoja de un

    pas sin poltica industrial pero con aranceles elevados.

    De esta manera, se gener una proteccin indirecta sobre una serie de actividades.

    Segn Fres, citado en la obra de Arceo, en 1906 el gravamen per capita en Argentina

    era de 10,2 pesos oro contra 9,40 y 7,7 en Australia y Canad respectivamente.

    Como resultado de esta suerte de poltica industrial por omisin, el sector

    manufacturero creci a una tasa del 7% anual entre 1900 y 1913 pero el consumo

    cubierto con produccin local era muy bajo: 37% en alimentos, 12% en metales y

  • 21

    mquinas y 17,5% en textiles y vestidos, ejemplos extrados de la obra de Adolfo

    Dorfman.

    No obstante ello, los niveles globales de industrializacin continuaron siendo

    reducidos. La industria creci pero desde un lugar secundario y una condicin de

    atraso. Como ejemplo de ello Arceo seala que en 1929 el PIB per capita argentino

    equivala a un 85% del australiano, pero la produccin industrial argentina era slo un

    70% de la australiana. El ejemplo es claro: dos pases de similares caractersticas en

    trminos de dotacin de factores y condiciones para la produccin agraria mostraban

    diferentes trayectorias en trminos de industrializacin a pesar de haber generado una

    menor brecha en trminos de ingresos.

    No obstante esta condicin secundaria y de atraso relativo, esta base industrial fue de

    significativa importancia para lo que vendra a partir de 1930.

    La historiografa argentina ha establecido como consenso la existencia de una etapa

    de industrializacin basada en la sustitucin de importaciones, subdividida a su vez en

    dos fases. La primera, en las dcadas de 1930, 1940 y 1950, caracterizada por la

    preeminencia en la sustitucin en ramas de la industria liviana. La segunda, en la

    dcada de 1960 y el primer lustro de la dcada de 1970, orientada a profundizar la

    sustitucin en industrias de base, la industria pesada y los insumos de uso difundido.

    La primera etapa se bas en la estructura pre-existente a la cual se adicion el

    aparato de promocin estatal y la conformacin de un ncleo de firmas estatales, y el

    ascenso de una nueva burguesa industrial nacional. En la segunda etapa, se sum un

    nuevo actor: el desembarco de nuevas firmas transnacionales a partir de la ley de

    inversin extranjera sancionada en 1959.

    Naturalmente, la divisin en etapas no est exenta de arbitrariedades y los esfuerzos

    por profundizar la sustitucin hacia las industrias pesadas comenzaron durante la

    primera fase, particularmente durante los primeros gobiernos peronistas.

    Las estimaciones de Daz Alejandro (1975) indican que a fines de la dcada de 1920,

    se produca ms del 90% del productos alimenticios y bebidas que se consuman. Ese

    alto grado de produccin interna era ms la excepcin que la regla. En el rubro de

    textiles y confecciones, las importaciones explicaban el 45% de la demanda interna.

    En los productos de la madera, papel y cartn y qumicos la demanda domstica

  • 22

    cubierta con importaciones se ubicaba en torno al 30% y el 40%, mientras que en

    metales llegaba al 65%, en caucho al 93% y en maquinaria y artefactos elctricos al

    98%.

    Argentina inici su proceso de sustitucin de importaciones con una participacin de

    los bienes importados sobre el total de la demanda interna de productos industriales

    que promediaba el 34%. A partir de entonces, la marcha descendente en el coeficiente

    de importaciones fue constante y diversificada, ubicndose en 22% a fines de los aos

    30, 15% a fines de los 40, 9% a fines de los 50 y 11% a comienzos de los 60

    (Grfico II.1).

    Grfico Nro. II.1

    Participacin de las importaciones manufactureras en la demanda interna total

    de bienes industriales

    FUENTE: elaboracin propia en base a Daz Alejandro (1975)

    Las ramas de textiles y confecciones pasaron del 45% inicial al 18% a fines de los 40

    y al 5% a comienzos de los 60. La metalmecnica mostr comportamientos

    sustitutivos muy relevantes. Metales cay del 65% inicial a un 22% a comienzos de los

    60. Maquinaria elctrica descendi del 98% inicial al 9% a comienzos de los 60.

    Vehculos y maquinaria no elctrica del 79% inicial al 25% a comienzos de los 60.

    Siguiendo a Daz Alejandro, la sustitucin de importaciones va cambiando su perfil

    sectorial, incluso dentro de la primera fase sustitutiva (que es la etapa que analiza en

    su trabajo). As, una desagregacin por ramas le permite concluir que en la dcada

    0

    5

    10

    15

    20

    25

    30

    35

    1925-29 1937-39 1946-49 1950-54 1955-59 1960-61

  • 23

    que va entre fines de los 30 y fines de los 40, el 60% de la sustitucin de

    importaciones estuvo explicada por las industrias de bienes de consumo tradicionales

    y el 40% por las industrias de bienes de capital e insumos intermedios. Dentro del

    primer subconjunto, ms de la mitad estuvo explicado por la industria textil. Pero esta

    situacin se modificara sustancialmente en la siguiente dcada. As, en la dcada que

    va entre fines de los aos 40 y fines de los aos 50, slo el 15% de la sustitucin de

    importaciones es explicado por las industrias de bienes de consumo tradicionales

    (nuevamente con un papel protagnico de los textiles). En este perodo, las industrias

    de bienes de capital e intermedios explicaron el 85% de la sustitucin de

    importaciones, con un papel muy destacado en vehculos, maquinarias y metales. Es

    la era del auge de la metalmecnica.

    Grfico Nro. II.2

    Sustitucin de importaciones: desagregacin de la sustitucin neta en ramas de

    la industria manufacturera

    (porcentaje de la sustitucin total de importaciones en las industrias manufactureras)

    FUENTE: elaboracin propia en base a Daz Alejandro (1975)

    NOTAS: el perodo aos 40 refleja la variacin registrada entre los datos relevados por el autor entre el

    trienio 1937-1939 y 1948-1950. El perodo aos 50 refleja variaciones entre el trienio 1948-1940 y 1959-

    1961.

    Las industrias livianas incluyen alimentos y bebidas, tabaco, textiles, confecciones,

    productos de la madera, imprentas y artculos de cuero. Las industrias de bienes

    capital, consumo durable e insumos intermedios incluyen papel y cartn, qumicos,

    derivados del petrleo, caucho, piedras , vidrios y cermica, metales, vehculo y

    maquinaria no elctrica y maquinaria y artefactos elctricos.

    0%

    20%

    40%

    60%

    80%

    100%

    Aos '40 Aos '50

    60,0

    15,1

    40,0

    84,9

    Industria liviana

    Bienes de capital, consumo durable e insumos intermedios

  • 24

    No obstante este desempeo, el proceso de sustitucin sigui la secuencia sealada

    por Ferrer (1963), segn la cual los requerimientos de la sustitucin no conllevan la

    reduccin de las importaciones en trminos agregados sino que introducen un cambio

    en su composicin y generan nuevas necesidades y desafos. Para graficar esta

    secuencia vale observar el Grfico Nro. II.3, en el que se describe la evolucin de las

    importaciones de 5 ramas seleccionadas que representan, para el promedio del

    perodo, un 70% del total de importaciones industriales de la Argentina. All se puede

    ver con claridad como al tiempo en que desciende en forma persistente la

    participacin de textiles y confecciones y se mantiene en niveles relativamente

    constantes la rama alimenticia, crece notablemente la participacin de las

    importaciones de maquinarias y vehculos y se incrementan los requerimientos de

    hierro y sus manufacturas y de combustibles y lubricantes (en este ltimo caso, con

    una tendencia al descenso en los aos 60, la cual se explica por los contratos

    petroleros firmados a comienzos de esa dcada).

    Grfico Nro. II.3

    Estructura de las importaciones industriales, participacin de ramas

    seleccionadas en el total importado

    FUENTE: elaboracin propia en base a Daz Alejandro (1975).

    Estos elevados requerimientos de importaciones introduce un aspecto crucial en la

    literatura econmica sobre el perodo: las cuestiones inherentes al ciclo econmico y

    0

    5

    10

    15

    20

    25

    30

    35

    40

    45

    50

    Alimentos y tabaco

    Textiles y confecciones

    Hierro y sus manufacturas

    Maquinaria y vehculos

    Combustibles y lubricantes

  • 25

    las limitaciones al crecimiento. De all surge el esquema de anlisis de ciclos de stop

    and go, entre los que cabe destacar a Ferrer (1963) y Braun y Joy (1981).

    De acuerdo a estos enfoques, la expansin del nivel de actividad, estimulada por una

    industrializacin fuertemente asentada en el mercado interno, generaba tensiones en

    el sector externo por los mayores requerimientos de importaciones. Naturalmente, la

    industrializacin sustitutiva haba permitido reducir notablemente la demanda de

    importaciones de bienes de consumo masivo en las ramas livianas, pero ello

    redundaba en un desplazamiento de la demanda hacia bienes intermedios y de

    capital, consistente con los problemas sealados por Ferrer. Ante tal situacin, se

    generaban problemas de estrangulamiento desde el sector externo que deban ser

    resuelto mediante devaluaciones, tal como las describen Braun y Joy, reflejando la

    mecnica de los planes de estabilizacin de comienzos de los aos 60. El efecto de

    esas devaluaciones no era aumentar las exportaciones sino ajustar el nivel de

    importaciones a un nivel de PIB ms bajo. En otras palabras, se trataba de ajuste

    recesivo que reduca el nivel de importaciones al nuevo nivel de la demanda interna.

    La devaluacin tena, asimismo, efectos redistributivos. El primero, y ms evidente, es

    la transferencia de recursos desde la vida urbana y el sector industrial al mundo rural y

    el sector agropecuario. Pero como seala Ferrer, la distribucin de ingreso es ms

    regresiva en el mundo rural que en el urbano, de modo tal que el resultado final de

    este proceso es el de un ajuste recesivo y con regresivos efectos distributivos.

    El escenario de los aos 60 estaba planteado en trminos de cmo lograr que el

    desempeo manufacturero fuera compatible con el funcionamiento macroeconmico

    de mediano y largo plazo, pudiendo evitar la volatilidad que llevaba a ese esquema de

    stop and go, asociado a la disponibilidad de divisas. Braun y Joy tenan escasas

    expectativas en las posibilidades competitivas del sector industrial, en trminos de

    generar saldos exportables que pudieran financiar el desarrollo manufacturero. De

    hecho, en sus conclusiones apuntan especialmente a generar polticas hacia el sector

    agropecuario de modo tal de aumentar sus exportaciones. En palabras de los autores:

    Un hecho es cierto: que las posibilidades de aumentar los ingresos en divisas en los

    aos inmediatos es infinitamente mayor en el sector agropecuario que en el

    manufacturero. Aunque esto no signifique afirmar que deberamos desalentar los

    intentos de iniciar o de expandir la exportacin de manufacturas, consideremos que la

    tarea de crear mercados de exportacin y afianzar la reputacin de sus productos

    requerir de la Argentina un tiempo considerable La conclusin principal que

  • 26

    probablemente surge de nuestra discusin es que la tasa de desarrollo de la economa

    est regida por la posicin de su balance de pagos, que en los ltimos aos no

    permiti la plena utilizacin de sus recursos. Hemos sealado la urgente necesidad de

    revisar la filosofa y las estrategias de desarrollo que se basan en la industrializacin

    con detrimento del sector agropecuario y de la promocin de sus exportaciones.

    Tambin hemos sealado que la sustitucin deseada de las importaciones podra ser

    promovida a costa de agravar las dificultades de corto plazo del balance de pagos y

    que los proyectos orientados a ese fin debieran por lo tanto justipreciarse teniendo en

    cuenta esta consideracin.

    A una reflexin similar arribaba Mallon (1970): la popularidad de planes de desarrollo

    que proyectan una disminucin en el coeficiente de importaciones discrepa con la

    experiencia general de pases en desarrollo durante la ltima dcada. Esta experiencia

    ha creado la impresin de que las posibilidades de sustitucin fcil de importaciones

    se han agotado, y de que desde ahora en adelante es necesario adoptar una nueva

    estrategia de desarrollo, dando ms importancia a la expansin de las exportaciones,

    especialmente las no tradicionales, y procurando un mayor intercambio e integracin

    econmica regional.

    Sin embargo, esta visin pesimista contrastara con la maduracin del proceso de

    inversiones de comienzos de los aos 60, es decir, en el perodo que analizaban

    Braun y Joy y sobre el cual extraan sus conclusiones.

    La gran paradoja que tuvo lugar en la historia de la industrializacin sustitutiva reside

    en la dificultades para llegar a un consenso acerca de las causas de su finalizacin.

    Un sector de la literatura hara referencia al agotamiento de un ciclo. La idea de que la

    acumulacin haba llegado al techo de sus posibilidades, complementada con el

    fundamento ortodoxo de una economa saturada de distorsiones en sus seales de

    precios, conform un ncleo de pensamiento que conjetur el final de esta etapa en

    funcin del agotamiento de los motores que lo haban impulsado. Lo que vino con

    posterioridad fue una fase de apertura econmica que dara mayor espacio a los

    mercados y a movimientos internacionales de capitales privados.

    Pero vale detenerse a analizar con mayor detenimiento la tesis del agotamiento. El

    debate de los aos 60 giraba justamente en torno a la necesidad de ampliar el

    horizonte externo mediante el crecimiento de las exportaciones. Braun y Joy

    asignaban tal tarea al agro, esperando muy poco de la industria. Sin embargo,

  • 27

    contrariando tales expectativas, las exportaciones industriales comenzaron a crecer

    decididamente a fines de los aos 60 y alcanzaron el 15% del total exportado en los

    primeros aos de los 70, todo ello partiendo de un nivel insignificante. Katz y Ablin

    (1985) relevaron la presencia de 30 proyectos industriales exportadores de plantas

    llave en mano tambin a comienzos de la dcada de 1970. Amico (2011) atribuye este

    comportamiento dinmico de las exportaciones industriales al proceso de aprendizaje

    previo.

    Ms an, contrariando el esquema cclico que bien vala para describir el

    funcionamiento de la economa argentina de los aos 50 y el primer lustro de los 60,

    entre 1964 y 1974 se produjo la que fue, probablemente, la fase ms intensa y

    prolongada de crecimiento econmico de la Argentina, promediando un 5,6%,

    fuertemente impulsado por la industria manufacturera, que creci al 7% anual. Como

    seala Basualdo (2006): a partir de 1964 maduraron las inversiones realizadas en los

    aos anteriores y comenz una etapa en la cual el PIB creci ininterrumpidamente

    durante una dcada, pero sobre la base de un ciclo corto en el que se sucedieron

    aceleraciones y desaceleraciones de la tasa de crecimiento aunque nunca cadas en

    trminos absolutos.

    Si repasamos estos indicadores en su conjunto podemos observar que en la fase

    previa al supuesto agotamiento de la industrializacin sustitutiva de importaciones se

    produjo una etapa de fuerte crecimiento, sin interrupciones y con la aparicin de un

    nuevo ncleo de productos industriales de exportacin. Antes que agotamiento, lo que

    se observ fue una determinacin poltica del gobierno militar que asume en 1976 de

    alterar las bases socioeconmicas de la Argentina, en el sentido planteado por

    Canitrot (1981), esto es de un proceso de apertura y disciplinamiento social cuyo fin

    ltimo era que, finalizada la fase represiva, el mercado cumpliera con ese rol.

    La etapa sustitutiva en Argentina mostr alcances y limitaciones. En trminos

    agregados, puede afirmarse que es una etapa en la el pas no logr reducir sus

    brechas de desarrollo respecto a los pases industrializados. Pero tampoco las

    ensanch, como s ocurri en la siguiente etapa, y queda reflejado en el Grfico Nro.

    II.4, comparando el PIB por habitante argentino con el de EE.UU..

    El balance de esta etapa es un debate inconcluso en la literatura econmica y la

    historiografa argentina. Muchos de los avances no pudieron ser apreciados o

    materializados sino en fases posteriores. Los desafos que estaban planteados a

  • 28

    mediados de los aos 70 no eran menores desde el punto de vista productivo y de las

    restricciones desde la balanza de divisas. Pero tambin se habran registrado algunos

    resultados positivos que evidenciaban que se contaba con herramientas para afrontar

    esos desafos. El alejamiento de la estrategia de industrializacin no aportara

    resultados positivos, observndose un cuadro de menor crecimiento y una notable

    desmejora en los indicadores sociales y laborales de la Argentina.

    Grfico Nro. II.5

    Producto por habitante de Argentina como proporcin del producto por

    habitante de EE.UU., 1950-2000

    Promedio mvil de 5 aos. Datos en dlares internacionales de Geary-Khamis de

    1990

    FUENTE: elaboracin propia en base a datos de Angus Maddison, Historical Statistics of the World

    Economy: 1-2008 AD.

    20%

    25%

    30%

    35%

    40%

    45%

    50%

    55%

    19

    50

    1

    95

    2

    19

    54

    1

    95

    6

    19

    58

    1

    96

    0

    19

    62

    1

    96

    4

    19

    66

    1

    96

    8

    19

    70

    1

    97

    2

    19

    74

    1

    97

    6

    19

    78

    1

    98

    0

    19

    82

    1

    98

    4

    19

    86

    1

    98

    8

    19

    90

    1

    99

    2

    19

    94

    1

    99

    6

    19

    98

    2

    00

    0

  • 29

    III) Argentina 2003-2013. La recuperacin del crecimiento industrial y la

    reaparicin del debate sobre la sustitucin de importaciones

    La larga crisis del rgimen de convertibilidad provoc una cada de cerca de una

    cuarta parte del PIB argentino. En rigor, la crisis del rgimen comenz bastante tiempo

    antes del crack financiero de fines de 2001: a mediados de 1998 la economa

    empezara su fase descendente, de la cual recin comenzara a mostrar signos de

    reversin durante el segundo semestre de 2002.

    El escenario de salida de la crisis configur un marco ms favorable para la

    recuperacin del sector manufacturero y sacarlo de la crtica situacin por la que vena

    atravesando. En particular, la fuerte devaluacin real de la moneda (el tipo de cambio

    nominal se increment un 250% con niveles de inflacin del 41% durante 2002), el

    rezago salarial ante un escenario de elevado desempleo (las tasas de desocupacin

    se ubicaron en 21,5% en mayo 2002 y 17,8% en octubre del mismo ao), el

    congelamiento inicial en las tarifas de electricidad y gas y la virtual ausencia de costo

    financiero, produjo una fuerte recomposicin de la rentabilidad empresaria en sectores

    transables, beneficiando particularmente al empresariado industrial.

    A partir de 2003 se consolid un esquema de poltica macroeconmica y de

    orientacin sectorial que condujo a una importante recuperacin del sector

    manufacturero, y al inicio de una fase de reindustrializacin con diferentes

    caractersticas, resultados positivos y tambin de nuevas y viejas limitaciones.

    La presente seccin aborda tres conjuntos de temas y problemticas. La primera

    procura ubicar al perodo 2003-2013 en dimensin histrica, de modo tal de establecer

    una caracterizacin de largo plazo acerca de la evolucin del sector manufacturero

    argentino y contextualizar en dichas tendencias el crecimiento registrado a partir de

    2003. La segunda parte de esta seccin procura realizar una breve caracterizacin del

    desempeo manufacturero entre 2003 y 2013. No se presentar una evaluacin

    exhaustiva, sobre la cual se ha producido profuso y rico material de anlisis4, sino una

    serie de hechos estilizados ms relevantes. Finalmente, la tercera parte de esta

    4 Entre los trabajos producidos sobre el desempeo manufacturero argentina a partir de 2003 cabe destacar Azpiazu y

    Schorr (2011), Tavosnanska y Herrera (2011); CIFRA (2010), Levy Yeyati y Castro (2012), Fernandez Bugna y Porta (2008).

  • 30

    seccin realiza una desagregacin sectorial al interior del sector industrial procurando

    determinar comportamientos sustitutivos en las diferentes ramas. Para ello, se

    establecen algunos criterios de anlisis y una tipologa de ramas segn su mayor o

    menor propensin sustitutiva. A partir de esta metodologa, se procede luego a

    analizar el desempeo de las ramas segn esta propensin sustitutiva.

  • 31

    III.1. El crecimiento industrial del perodo 2003-2011 en perspectiva histrica

    A lo largo de las ltimas cuatro dcadas, el sector manufacturero argentino mostr

    etapas y tendencias diferenciadas. A comienzos de los aos 70, la industria mostraba

    todava los rasgos centrales del impulso de la segunda fase de industrializacin

    sustitutiva de importaciones. Como fuera sealado en la seccin anterior, entre 1964 y

    1974 la Argentina experiment una de las fases ms prolongadas de crecimiento,

    fuertemente impulsada por el sector industrial, al tiempo que en ese perodo se

    comenz a abandonar la primarizacin que caracterizaba a nuestras exportaciones,

    ganando presencia las manufacturas, que a comienzos de esa dcada comenzaron a

    explicar cerca del 15% de las ventas externas.

    Grfico Nro. III.1

    Tasa de crecimiento promedio anual de la produccin y el empleo del sector

    industrial argentino, 1970-2011

    FUENTE: elaboracin propia en base a datos de INDEC

    A partir de 1976 se implementaron reformas econmicas que interrumpiran de

    manera drstica el proceso de industrializacin. La abrupta apertura comercial y la

    liberalizacin financiera conduciran a un proceso que llev al cierre de cerca de

    15.000 establecimientos fabriles y a 27 trimestres consecutivos de cada del empleo

    industrial. Paralelamente, se inici un intenso proceso de endeudamiento externo que

    agudiz la crisis macroeconmica y, en un contexto de empeoramiento de la situacin

    financiera regional e internacional, condicion cualquier intento de cambio de rumbo

    en los aos 80. Entre 1976 y 1983 la produccin industrial cay a un ritmo de 0,5%

    anual y el empleo se contrajo en nada menos que 5,9% anual. La situacin no mejor

    -6%

    -4%

    -2%

    0%

    2%

    4%

    6%

    8%

    10%

    1970-1975 1976-1983 1984-1990 1991-2001 2003-2011

    Produccin Empleo

  • 32

    tras la restauracin democrtica: entre 1984 y 1990 la produccin manufacturera se

    redujo a razn de 3,7% anual y el empleo en 3,5% anual.

    En los aos 90, la implementacin de un nuevo paquete de reformas de corte

    neoliberal profundiz el proceso de reestructuracin con desindustrializacin. Durante

    la vigencia del Plan de Convertibilidad (1991-2001), el sector manufacturero intensific

    su comportamiento dual caracterizado por un conjunto acotado de grandes firmas que

    pudo experimentar cierto crecimiento mientras que la mayora sobrevivi aplicando

    estrategias defensivas. En este contexto, incluso en los aos en que creci la

    produccin industrial, el empleo continu cayendo, y a lo largo del perodo se observa

    una mnima alza de la produccin (0,1% anual) con una cada del 1,9% anual en el

    empleo. Durante la Convertibilidad se profundiz la tendencia general a la

    desindustrializacin. Pero la nota dominante ya no fue el cierre de fbricas sino la

    creciente desestructuracin productiva al interior de las mismas. Muchas plantas

    comienzan a sustituir proveedores locales por importaciones e incluso terminan

    transformndose en meros importadores de los bienes que antes producan (Kosacoff

    y Ramos, 2001; Kulfas, 2009).

    En este escenario, convivieron dos sectores. Uno, constituido por empresas grandes,

    de ciertos niveles de competitividad, basados en manufacturas asentadas sobre

    recursos naturales (alimentos fundamentalmente) y las producciones de insumos de

    uso difundido que fueran objeto de las principales polticas industriales de la fase

    sustitutiva, fundamentalmente en los aos 50 y 60 (siderurgia, aluminio, petroqumica,

    etc.). Tambin cabe mencionar el peso de la industria automotriz, si bien su morfologa

    cambia sustancialmente: se producen automviles con tecnologas ms cercanas a los

    estndares internacionales pero con un menor contenido de integracin nacional. La

    industria automotriz argentina muta hacia un esquema ms asemejable al de la

    armadura o ensamblado de piezas importadas, reducindose el peso del sector

    autopartista local. En el otro extremo, unas 25.000 firmas industriales sobrevivieron en

    base a estrategias defensivas, buenas aptitudes para adaptarse a los cambios y la

    reduccin de sus costos mediante el achicamiento de su capacidad productiva.

    Tras la severa crisis econmica, financiera y social de 2001 y 2002, la industria

    comenz a experimentar una recuperacin en cierto modo inesperada. El cambio de

    tendencia es evidente: entre 2003 y 2008, la industria argentina experiment, por

    primera vez en ms de tres dcadas, un crecimiento concomitante de la produccin y

    el empleo.

  • 33

    La evidencia disponible permite observar un cambio de tendencia significativo en

    trminos histricos, que permiti viabilizar una fase de crecimiento industrial que no

    slo permiti revertir la tendencia a la desindustrializacin que se vena registrando

    desde 1976 sino que tambin mostr resultados muy positivos en materia de

    generacin de empleo, exportaciones, inversiones y recuperacin de sectores con

    mayor intensidad tecnolgica, mostrando un cambio de tendencia difcil de soslayar.

    La caracterizacin de esta nueva fase de desempeo y sus posibilidades de

    profundizacin constituyen otra esfera de anlisis sobre la cual nos abocamos en la

    siguiente seccin.

  • 34

    III.2. Caractersticas del desempeo industrial durante la post-convertibilidad

    El desempeo manufacturero a partir del ao 2003 puede ser subdividido en cuatro

    etapas. La primera abarca el perodo 2003-2008, y puede ser caracterizado como de

    recuperacin y rpido crecimiento. En dicha fase, hay en primera instancia un fuerte

    aprovechamiento de la capacidad ociosa con que se haba partido tras la crisis, la cual

    fue acompaada con inversiones tendientes a recuperar y ampliar el stock de capital.

    La evidencia emprica indica que hasta 2005, y partiendo de niveles muy bajos, el

    producto industrial crece aprovechando la capacidad instalada, pero a partir de dicho

    ao se llega al lmite tcnico de la capacidad y la produccin contina aumentando a

    ritmo acelerado, evidenciando procesos de inversiones y aumentos de productividad5.

    Durante esa primera fase, la produccin industrial aument a una tasa media anual de

    9,5%, el empleo formal al 8,7%, la productividad 3,8% y la creacin neta de nuevas

    firmas industriales al 6,2%. Como se puede observar, se trat de un perodo dorado en

    que las principales variables del sector crecieron a un ritmo muy elevado, y adems lo

    hicieron de manera alineada, ponindole un corte a la tendencia instalada de elevada

    heterogeneidad dentro del sector manufacturero y revirtiendo el tradicional divorcio

    entre produccin y empleo industrial que haba caracterizado a la etapa post-

    sustitutiva.

    La segunda fase muestra cierta desaceleracin en el proceso inversor y el freno que

    trae consigo la crisis internacional, con su consiguiente desaceleracin de la demanda

    externa y su impacto en algunas ramas productivas. En esta segunda fase, la

    produccin industrial creci a una tasa de slo 0,4% anual, el empleo formal se vio

    afectado con una contraccin de 2,2% anual, al tiempo que la productividad creci

    intensamente al 6,2% (inducido por el ajuste en las dotaciones de personal) y la

    cantidad de empresas cay un 0,3%.

    5 El sistema estadstico argentino no tienen ni ha tenido estimaciones sistemticas de los niveles de inversin en el

    sector manufacturero, razn por la cual se suele trabajar por aproximacin mediante estimadores indirectos. Una forma de aproximarse al tema radica en el anlisis que hace el Centro de Estudios para la Produccin (CEP), del Ministerio de Industria, a partir del cual han elaborado un indicador de capacidad instalada. Dicho indicador surge a partir de la comparacin entre la evolucin del grado de utilizacin de la capacidad instalada industrial que releva el INDEC con el nivel del volumen de la produccin industrial fsica que surge de la encuesta industrial de ese mismo organismo. As, por ejemplo, un incremento en los niveles de produccin en un contexto en el que el uso de la capacidad instalada se mantiene constante, es un indicador de que la capacidad instalada en el sector industrial est creciendo. Ahora bien, ese incremento puede deberse a una combinacin entre un aumento en el stock de capital (inversiones) y un aumento en la productividad. No existen datos para estimar adecuadamente y de manera precisa en cunto participa cada fenmeno.

  • 35

    Esta fase contractiva tendra una reducida duracin. Tras la salida de la crisis, se

    reinici una fase de acelerado crecimiento econmico que trajo aparejado un

    crecimiento de la produccin industrial del 13,1% anual, pero el empleo, si bien creci,

    ya no pudo acompaar el ritmo de expansin de la produccin, incrementndose a

    razn del 3% anual. Por su parte, la productividad creci al 10% anual, la tasa ms

    alta de todo el perodo, lo que denota el efecto de la mayor incorporacin de equipos

    de produccin y un mix menos intensivo en mano de obra. Finalmente, la cantidad de

    firmas industriales se mantuvo prcticamente inclume en esta etapa, creciendo slo

    0,1% anual.

    Cuadro Nro. III.1

    Tasa de crecimiento anual de la produccin, el empleo, la cantidad de empresas,

    la productividad y la capacidad instalada en el sector manufacturero argentino,

    2003-2013, desagregacin por etapas

    2003-2008 2008-2009 2009-2011 2012-2013

    Produccin 9,5% 0,4% 13,1% 2,3%

    Empleo (OEDE)* 8,7% -2,2% 3,0% 0,9%

    Cantidad de empresas 6,2% -0,3% 0,1% -0,7%

    Productividad laboral ** 3,8% 6,2% 10,0% 2,5%

    Capacidad instalada 5,0% 2,9% 4,0% 3,3%

    FUENTE: Elaboracin propia en base a datos de INDEC y Observatorio de Empleo y Dinmica Empresarial (Ministerio

    de Trabajo, Empleo y Seguridad Social).

    NOTAS * y **: existe una discrepancia significativa entre la evolucin del empleo industrial medido a travs de la

    encuesta industrial del INDEC y la serie que registra el Observatorio de Empleo y Dinmica Empresarial. La primera se

    basa en una tradicional encuesta mientras que la segunda serie analiza el universo del empleo, al basarse en los

    registros de la seguridad social. Por tal motivo, se considera que este ltimo indicador es ms fidedigno a la hora de

    analizar la evolucin del empleo registrado.

    La productividad expuesta en el cuadro es la laboral por hora trabajada (cociente entre ndice de volumen fsico de

    produccin industrial y horas trabajadas en la industria).

    Por estos motivos se pueden presentar dos tipos de discrepancias: la cantidad de trabajadores ocupados segn la

    base de OEDE es mayor a la relevada siguiendo los datos de la encuesta industrial y, derivado de ello, naturalmente, la

    cantidad de horas trabajadas es menor al utilizarse una base ms pequea de obreros ocupados. Tomando los datos

    de la encuesta industrial, la tasa de crecimiento anual del empleo industrial exhibe los siguientes resultados: 2003-

    2008: 5,9%; 2008-2009: -3,5%; 2009-2011: 2,3%; 2012-2013: 0,7%.

    Lo que se observa entonces, es que el crecimiento acelerado y los procesos ms

    significativos de inversin tuvieron lugar entre 2003 y 2008, aprecindose un

    significativo ensanchamiento de la base industrial en dicha etapa y un crecimiento

    posterior en base al aprovechamiento y mayor optimizacin de dichas inversiones.

  • 36

    Finalmente, la cuarta fase bajo anlisis muestra signos de desaceleracin y retraccin

    en el sector industrial y la reaparicin de una mayor heterogeneidad. El resumen

    indica que entre 2012 y 2013 la produccin industrial creci a slo 2,3% anual,

    mientras que el empleo se expandi al 0,9% anual. La cantidad de firmas industriales

    no slo dej de crecer sino que adems sufri una leve retraccin a un ritmo de 0,7%

    anual. Por su parte, la productividad manufacturera tuvo el peor desempeo del

    perodo, creciendo slo 2,5% anual. Pero el aspecto central de esta etapa es la

    convivencia entre sectores que continan sus procesos de expansin con otros que

    inician una fase de achicamiento o estancamiento.

    Grfico Nro. III.2

    Produccin y empleo industrial, 1996-2013

    1997=100

    FUENTE: elaboracin propia en base a datos de INDEC y Observatorio de Empleo y Dinmicas

    Empresarial (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social)

    Un anlisis de la demografa empresarial del sector manufacturero da cuenta de un

    sector que operaba con alrededor de 50.000 firmas hasta el inicio de la crisis de la

    Convertibilidad. La crisis produjo el cierre de alrededor de 9.000 firmas,

    fundamentalmente micro y pequeas empresas, llegndose al ao 2002 con algo ms

    de 41.000 empresas. A partir de entonces se inicia una etapa de recuperacin

    acelerada del sector que permite no slo recuperar el stock de empresas perdidas en

    un lapso de slo dos aos, sino que adems viabiliz una expansin que llev el

    nmero de firmas industriales a 60.000 en el ao 2008. Como sealbamos

    previamente, a partir de entonces el nmero de firmas se estanc.

    60

    80

    100

    120

    140

    160

    180

    Produccin Empleo (OEDE)

  • 37

    Grfico Nro. III.3

    Cantidad de establecimiento manufactureros, 1996-2013

    FUENTE: Elaboracin propia en base a datos de Observatorio de Empleo y Dinmica Empresarial

    (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social)

    Cuadro Nro. III.2

    Comparacin entre la cantidad de empresas industriales en el bienio 1996-97 y el

    perodo 2010-13

    Rama de actividad 1996-97 (promedio)

    2010-13 (promedio)

    Variacin (%)

    Variacin en cantidad

    empresas Contribucin a la variacin

    Alimentos 11.994 14.370 19,8% 2.376 27,0%

    Tabaco 23 29 23,9% 6 0,1%

    Productos textiles 2.671 3.003 12,4% 332 3,8%

    Confecciones 3.005 3.801 26,5% 796 9,0%

    Cuero 1.577 1.820 15,4% 243 2,8%

    Madera 2.819 3.126 10,9% 307 3,5%

    Papel 809 935 15,6% 126 1,4%

    Edicin 3.521 4.075 15,8% 555 6,3%

    Productos de petrleo 88 84 -4,8% -4 0,0%

    Productos qumicos 2.152 2.481 15,3% 329 3,7%

    Productos de caucho y plstico 2.671 3.162 18,4% 491 5,6%

    Otros minerales no metlicos 1.837 1.954 6,4% 117 1,3%

    Metales comunes 1.136 1.164 2,5% 28 0,3%

    Otros productos de metal 6.534 8.493 30,0% 1.959 22,2%

    Maquinaria y equipo 2.829 3.322 17,4% 493 5,6%

    Maquinaria de oficina 101 150 48,0% 49 0,6%

    Aparatos elctricos 1.016 1.106 8,8% 90 1,0%

    Radio y televisin 167 152 -9,1% -15 -0,2%

    Instrumentos mdicos 415 589 41,8% 174 2,0%

    Automotores 1.462 1.599 9,4% 137 1,6%

    Otros equipo de transporte 419 546 30,5% 128 1,4%

    Muebles 3.528 3.451 -2,2% -77 -0,9%

    -

    10.000

    20.000

    30.000

    40.000

    50.000

    60.000

    70.000

  • 38

    Reciclamiento de desperdicios y desechos 79 258 226,3% 179 2,0%

    TOTAL 50.848 59.664 17,3% 8.816 100,0%

    FUENTE: elaboracin propia en base a datos del Observatorio de Empleo y Dinmica Empresarial

    (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social)

    Una mirada sectorial permite apreciar la existencia de dos grandes ramas que

    sobresalen por su actividad emprendedora. En efecto, la rama alimenticia y ramas de

    la metalmecnica explican casi la mitad de la diferencia entre el stock de firmas

    industriales que se alcanz tras la fase de crecimiento, y comparada con los ltimos

    aos de crecimiento de la Convertibilidad. Otras ramas muy dinmicas en el

    crecimiento de la cantidad de firmas fueron la industria de confecciones (9%), la

    industria editorial (6,3%), productos de caucho y plstico (5,6%) y maquinaria y

    equipos (5,6%).

    Abriendo la informacin anterior a cuatro dgitos se puede tener una idea ms

    especfica acerca de las ramas que impulsaron esta actividad emprendedora,

    mostrndose en el Cuadro III.3 el detalle de las principales 15 ramas con mayor

    dinmica empresarial, las cuales concentran el 73% de las aperturas netas de nuevas

    firmas industriales.

    Cuadro Nro. III.3

    Las 15 ramas que ms empresas crearon (a 4 dgitos)

    Rama de actividad 1996-97 2010-13

    Empresas generadas

    Contribucin a la variacin

    2899 Fabricacin de productos elaborados de metal n.c.p. 3640 4572 932 10,6%

    1541 Elaboracin de productos de panadera 5047 5941 894 10,1%

    1810 Fabricacin de prendas de vestir, inclusive de cuero 2951 3782 831 9,4%

    2811 Fabricacin de productos metlicos para uso estructural y montaje estructural 1636 2370 734 8,3%

    2520 Fabricacin de productos de plstico 2153 2610 458 5,2%

    1549 Elaboracin de productos alimenticios n.c.p. 1063 1439 376 4,3%

    1544 Elaboracin de pastas alimenticias 913 1283 370 4,2%

    1729 Fabricacin de productos textiles n.c.p. 561 894 334 3,8%

    1920 Fabricacin de calzado y de sus partes 1115 1406 291 3,3%

    2222 Servicios relacionados con la impresin 624 910 286 3,2%

    2029 Fabricacin de productos de madera n.c.p.; fabricacin de artculos de corcho, paja y materiales trenzables 898 1150 252 2,9%

    1520 Elaboracin de productos lcteos 890 1091 201 2,3%

    2212 Edicin de peridicos, revistas y publicaciones peridicas 293 476 183 2,1%

    2929 Fabricacin de maquinaria de uso especial n.c.p. 511 679 168 1,9%

    2010 Aserrado y cepillado de madera 1084 1237 154 1,7%

  • 39

    FUENTE: elaboracin propia en base a datos del Observatorio de Empleo y Dinmica Empresarial

    (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social)

    Naturalmente, la mayor expansin en la cantidad de empresas se focaliza en el

    universo de micro, pequeas y medianas empresas, las cuales concentran casi el 94%

    de las aperturas netas (Cuadro Nro. III.4).

    Cuadro Nro. III.4

    Desagregacin del crecimiento en la cantidad de firmas industriales segn

    tamao de las empresas

    1996-97 2010-11 Variacin (%)

    Empresas generadas

    Contribucin a la variacin

    Grandes 1.399 1.943 38,9% 544 6,2%

    MiPyMEs 49.450 57.721 16,7% 8.272 93,8%

    TOTAL 50.848 59.664 17,3% 8.816 100,0%

    FUENTE: elaboracin propia en base a datos del Observatorio de Empleo y Dinmica Empresarial

    (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social)

    Cuadro Nro. III.5

    Desempeo sectorial: produccin industrial de las ramas industriales

    2003-2008 2008-2009 2010-2011 2012-2013

    15 Alimentos y Bebidas 9,9% 7,7% 13,1% 7,5%

    16 Productos de Tabaco 1,9% 18,4% -0,4% -1,3%

    17 Productos Textiles 4,6% -5,5% 19,3% 7,8%

    18 Confeccion de Prendas de Vestir; Terminacion y Teido de Pieles 7,3% -2,1% -0,9% 4,1%

    19 Curtido y Terminacion de Cueros, Fab. de Productos de Cuero 9,1% 5,8% 23,3% 0,5%

    20 Produc. de Madera y Fab. de Productos de Madera y Corcho 2,5% -4,4% 7,9% 0,6%

    21Papel y Productos de Papel 8,0% -1,9% 12,1% 2,9%

    22 Edicion e Impresin; Reproduccin de Grabaciones 11,5% -15,7% 2,5% -3,9%

    23 Fab. de Coque, producto de la refinacion del Petroleo 3,7% 1,2% -6,6% 0,8%

    24 Sustancias y Productos Quimicos 8,4% 11,9% 9,7% 4,2%