La asistencia sociosanitaria, una asignaturapendiente

2
18 LA VANGUARDIA LUNES, 14 AGOSTO 2017 Dependencia ‘low cost’ Aumentan las ayudas y servicios de bajo coste para atender a los dependientes CELESTE LÓPEZ Madrid F ina Porcel, de 84 años, granadina de naci- miento “y vocación”, añade, lleva años sin poder moverse de la cama o el sofá sin ayuda. Sus pier- nas no responden y sus pulmones tampoco (“Nunca he fumado”, aclara). Su elevado peso no ayuda en absoluto, pero es lo de siempre, “la pescadilla que se muerde la cola”, reconoce: no anda porque las piernas le duelen, come, no desgasta, engorda…y no se puede mover. Su hija, Inma, de 52 años, pidió hace cuatro años el grado de dependencia, reconocido meses después. Pero las ayudas no llega- ban. “Había una gran lista de es- pera y no quedaba más remedio que esperar”, relata Inma, que trabaja en la hostelería. Hasta que en abril del 2016 le concedieron un servicio de teleasistencia y una ayuda a domicilio de una hora diaria de lunes a viernes. Aparte, le ofrecían acudir a talleres ocu- pacionales. “¡A ella, que no anda! ¿Cómo la llevo? ¿Cuándo, si estoy trabajando?”, pregunta Inma. Fina no es un caso asilado. La situación de Sole Reynoso, de 83 años, vecina de Getafe, es muy si- milar. Sin moverse ni para com- prar (un vecino le ayuda con esas tareas) pasa el día encerrada en casa. Sus rodillas hace años que no responden. La teleasistencia y la ayuda de una mujer para lim- piar tres horas a la semana son las únicas asistencias que recibe de los servicios de atención a la de- pendencia. Unos servicios clara- mente insuficientes, pero que ha- ce dos semanas “me salvaron la vida”, reconoce. Sole se tropezó en la cocina cuando llevaba un va- so en la mano y cayó al suelo boca- bajo, clavándose los cristales en la cara. No podía levantarse, pero sí pudo dar al botón de la teleasis- tencia que lleva colgado al cuello. Sole fue trasladada al hospital de Getafe en una ambulancia a la que avisó el profesional de teleasis- tencia que desde el otro lado del teléfono comprobó que la situa- ción era complicada. “No sé cuán- to estuve en el suelo porque no me podía mover. Menos mal que po- día hablar y así comunicarme con los de la teleasistencia, que fueron muy efectivos”, relata. ¿Es suficiente el servicio de asistencia a la dependencia fijado para estas mujeres con inmovili- dad manifiesta? ¿Era esto lo que establecía la ley de Dependencia, el cuarto pilar del Estado de bien- estar? La respuesta a ambas pre- guntas es un rotundo no, tal y co- mo, una y otra vez, han manteni- do los representantes de la Asociación de Directoras y Ge- rentes de Servicios Sociales, quie- nes insisten que los servicios que se están ofreciendo a los depen- dientes en los últimos años son de baja calidad e insuficientes. Pero ese bajo coste permite sacar de la lista de espera a muchos de los que llevan años esperando una ayuda establecida por ley. El ‘low cost’ se ha instalado en la depen- dencia, asegura su presidente, Jo- sé Manuel Ramírez. Según el Observatorio de la De- pendencia correspondiente al primer semestre del 2017, que elabora la citada asociación con los datos oficiales del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, la incorporación el 1 de julio del 2015 de todas las personas con Grado I (moderado) supuso un importante incremento de la lista de espera que debía absorberse en el menor tiempo posible. Y se está haciendo, aseguran. Tras los duros años de la crisis, se retomó la atención que a 30 de junio de este año alcanza a casi 900.000 personas, siendo el número total de personas dependientes reco- nocidas de 1.217.355. La reduc- ción neta de la lista de espera en los dos años transcurridos desde la entrada de los dependientes moderados ha sido de 123.000 personas (un 28% en dos años). ¿Cómo se ha hecho? La res- La falta de presupuesto y la necesidad de reducir las listas de espera justifican el crecimiento de las ayudas más baratas La asistencia sociosanitaria, una asignatura pendiente La teleasistencia es prácticamente lo único que se ha extendido y así se reduce la lista de espera Tendencias

Transcript of La asistencia sociosanitaria, una asignaturapendiente

18 LAVANGUARDIA LUNES, 14 AGOSTO 2017

Dependencia ‘lowcost’Aumentan las ayudas y servicios de bajo coste para atender a los dependientesCELESTE LÓPEZMadrid

F ina Porcel, de 84 años,granadina de naci­miento “y vocación”,añade, lleva años sinpoder moverse de la

camaoel sofá sin ayuda. Sus pier­nas no responden y sus pulmonestampoco (“Nunca he fumado”,aclara). Su elevado peso no ayudaenabsoluto,peroes lodesiempre,“la pescadilla que se muerde lacola”, reconoce: no anda porquelas piernas le duelen, come, nodesgasta, engorda…y no se puedemover. Su hija, Inma, de 52 años,pidióhacecuatroañosel gradodedependencia, reconocido mesesdespués. Pero las ayudasno llega­ban. “Había una gran lista de es­pera y no quedaba más remedioque esperar”, relata Inma, quetrabajaen lahostelería.Hastaque

en abril del 2016 le concedieronunserviciode teleasistenciayunaayuda a domicilio de una horadiaria de lunes a viernes. Aparte,le ofrecían acudir a talleres ocu­pacionales. “¡A ella, que no anda!¿Cómo la llevo? ¿Cuándo, si estoytrabajando?”, pregunta Inma.Fina no es un caso asilado. La

situación de Sole Reynoso, de 83años, vecina de Getafe, esmuy si­milar. Sin moverse ni para com­prar (un vecino le ayuda con esastareas) pasa el día encerrada encasa. Sus rodillas hace años queno responden. La teleasistencia yla ayuda de una mujer para lim­piar tres horas a la semana son lasúnicas asistencias que recibe delos servicios de atención a la de­pendencia. Unos servicios clara­mente insuficientes, pero que ha­ce dos semanas “me salvaron lavida”, reconoce. Sole se tropezóen lacocinacuando llevabaunva­

soen lamanoycayóal sueloboca­bajo, clavándose los cristales en lacara. No podía levantarse, pero sípudo dar al botón de la teleasis­tencia que lleva colgado al cuello.Sole fue trasladada al hospital deGetafeenunaambulanciaa laque

avisó el profesional de teleasis­tencia que desde el otro lado delteléfono comprobó que la situa­cióneracomplicada. “Nosécuán­toestuveenelsueloporquenomepodía mover. Menos mal que po­día hablar y así comunicarme con

losde la teleasistencia,quefueronmuy efectivos”, relata.¿Es suficiente el servicio de

asistencia a la dependencia fijadopara estas mujeres con inmovili­dad manifiesta? ¿Era esto lo queestablecía la ley de Dependencia,el cuarto pilar del Estadodebien­estar? La respuesta a ambas pre­guntas es un rotundo no, tal y co­mo, una y otra vez, han manteni­do los representantes de laAsociación de Directoras y Ge­rentesdeServiciosSociales, quie­nes insisten que los servicios quese están ofreciendo a los depen­dientes en losúltimos años sondebaja calidad e insuficientes. Peroese bajo coste permite sacar de lalista de espera a muchos de losque llevan años esperando unaayuda establecida por ley. El ‘lowcost’ se ha instalado en la depen­dencia, asegurasupresidente, Jo­séManuel Ramírez.

SegúnelObservatoriode laDe­pendencia correspondiente alprimer semestre del 2017, queelabora la citada asociación conlos datos oficiales del MinisteriodeSanidadyServicios Sociales, laincorporación el 1 de julio del2015 de todas las personas conGrado I (moderado) supuso unimportante incremento de la listade espera que debía absorberseen el menor tiempo posible. Y seestá haciendo, aseguran. Tras losduros años de la crisis, se retomóla atención que a 30 de junio deeste año alcanza a casi 900.000personas, siendo el número totalde personas dependientes reco­nocidas de 1.217.355. La reduc­ción neta de la lista de espera enlos dos años transcurridos desdela entrada de los dependientesmoderados ha sido de 123.000personas (un 28%en dos años).¿Cómo se ha hecho? La res­

La falta de presupuesto y la necesidad de reducir las listas de espera justifican el crecimiento de las ayudasmás baratas

La asistencia sociosanitaria, una asignatura pendiente

Lateleasistenciaesprácticamente loúnicoquesehaextendidoyasí sereduce la listadeespera

Tendencias

LUNES, 14 AGOSTO 2017 T E N D E N C I A S LAVANGUARDIA 19

DEMAERRE / GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO

320.000personas conderechoa recibir presta­cionesaún seencuentranen listadeespera

Cadadía fallecenunos100de-pendientes sin recibir la prestacióno servicio al que tienenderecho

El número de personas fallecidaspendientes de recibir prestaciónasciende sólo en el primer semestredel año a 18.000

Se tardará entre cuatroy cinco años en acabarcon la lista de espera,según las previsiones

SITUACIÓN DELA DEPENDENCIAEN ESPAÑA

320.000 100 18.000 De 4 a 5 años

Lamuerte de una anciana en una residencia de Arganda (Madrid)revela la falta de personal de asistencia en los centros residenciales

Unenfermeropara343residentes

CELESTE LÓPEZMadrid

E l pasado 9 de mayo,una anciana de 93años moría en unaresidencia públicade Arganda del Rey

(Madrid) tras quedar atrapadaen su cama. Según explicaronfuentesde laConsejeríadeFami­lia y Políticas Sociales, la mujerestaba en su habitación y cuandose intentó incorporar, se lequedóatrapado el pie entre el somier ylabarradeprotección.El caso, desvelado por la cade­

naSer, fuedenunciadoa laFisca­lía por el único enfermeroqueenese momento estaba en la resi­dencia, acargode343residentes.Junto a él, diez auxiliares de en­fermería.Cuando el enfermero llegó se

encontró“unaimagentremenda.Cecilia estaba en el suelo bocaarriba. Su pierna derecha, a la al­tura del tobillo, estaba aprisiona­da de tal manera con la barra deprotección de la cama, que sushuesos se habían roto y habíanrasgado la piel. La pierna estabasemiamputada. Cecilia estabaconsciente pero en estado deshock. La cama y la barra habíanhecho una especie de torniquetecon la pierna, lo que impidió quese desangrara”, explicó en la ra­dio.Avisódeinmediatoal061,so­licitó una UVI móvil y les pidióquellamaranalosbomberospor­que la pierna estaba demasiadoencajada entre los hierros. Díasdespués, la mujer moría en elhospital. Según laComunidaddeMadrid, el accidente fue “fortui­

to” y nada tiene que ver lo ocu­rrido con la falta de personal. Dehecho, aseguran que el personalquehabíaenlaresidencia(unen­fermero, diez auxiliares y un au­xiliar de control) era más de loque estipula la normativa. Pese aesto, ha abierto una investiga­ciónpara aclarar loshechos, algoque también investiga el Defen­sor del Pueblo al que recurrió elenfermero.Sin embargo, la Federación de

Empleadas y Empleados de losServicios Públicos (FeSP) de

UGT no está en absoluto deacuerdo con la versión de la Co­munidad y denuncia que las ra­tiosactualesentreusuariosde lasresidenciasdemayoresytrabaja­dores, establecidas por la ley dedependencia, se están utilizandode forma engañosa ya que, paracumplirlas, las residencias con­tabilizan a trabajadores que noatienden directamente al depen­diente (limpiadores o cocineros)como trabajadores asistenciales,que sí atienden al usuario (gero­cultores yenfermeros).Esta práctica , señalandesde el

sindicato, provoca un deterioropeligroso del servicio que sepresta a los usuarios que puede

acabarentragedia.Estasituaciónpuede ser aún más dramática enlas residencias del sector priva­do, donde los trabajadores, “enmuchos casos tienenmiedo ade­nunciar la situación”, añaden.En el mes de mayo, UGT pre­

sentó una queja ante la Defenso­ra del Pueblo donde informabade la situación del sector y le pe­día que instara a los poderes pú­blicos a cumplir con su obliga­cióndegarantizar que los fondospúblicos con los que se contratalaprestacióndelosserviciosdeladependencia cumplan su objeti­vo, tanto en la calidad comoen laatención a losmayores. Tambiénen laestabilidad laboral.El sindi­cato aúnnohaobtenido respues­ta alguna.Gracia Álvarez Andrés, secre­

taria del Sector Salud, Sociosani­tario y Dependencia de FeSP­UGT cree que es hora de que lasadministraciones hagan cumplirla ley, sin trampasni rodeos. “Te­nemos constancia de que el catá­logodeserviciosbásiconoseestáprestando con la calidad sufi­ciente”, apunta. “Tenemos infor­mación–añadeÁlvarez­decasosen losqueunasola trabajadorasequeda al cuidado de cuarenta in­ternosdurantelasnochesodere­sidenciasque levantana lascincode la madrugada a los mayoresparaasearlosylosdejansentadoshoras, hasta que llega el desayu­no.Estosejemplosnosdebenha­cer pensar sobre el trato que da­mos a nuestro mayores y depen­dientes y qué tipo de sociedadsomos si tratamos a estas perso­nas como piezas de una cadenademontaje”.c

VICENÇ LLURBA

Las residencias demayores, en entredicho por el trágico suceso ocurrido en Arganda del Rey

UGTdenunciaquelasratiosdeusuariosysanitariosseincumplenalcontabilizarhastaaloscocineros

puesta la da el informedelObser­vatorio de la Dependencia: “Loscrecimientos que se han dado enlos dos últimos años tienen mu­cho que ver con las atencionesque podríamos denominar de ba­jo coste, como la prevención ypromoción de la autonomía enmuchos casos; la teleasistencia,con un costemedio de 25 euros almes; o las prestaciones económi­cas por cuidados en el entorno,cuyamediamensual está cercanaa los 300 euros y bajando”.Según este trabajo, más de la

mitaddel incrementode las aten­ciones desde julio del 2015 sedeben a intervenciones de bajocoste y, muy especialmente, a lateleasistencia, que en algunos te­rritorios se está configurando co­

mo única prestación. Para algu­nos casos, de forma muy peli­grosa. “La urgencia de sacarexpedientes de la lista de espera yla presiónpresupuestaria nopue­den convertir la atención a la de­pendencia en el despliegue deatenciones que deben ser consi­deradassólocomocomplementa­rias y nunca suficientes por símismas”, señala Ramírez.La realidad es, según la Asocia­

ción de Directoras y Gerentes deServicios Sociales, que apesar delincrementodepersonasasistidas,el coste por dependiente atendi­do está descendiendo y la genera­ción de empleo se ha frenado porprimera vez en el sector. “Corre­mos el peligrode crecer con aten­cionesmediocresquenosuponenauténtico apoyo a las personas,que no generan suficientes retor­nos y que no son fuente de em­pleo”, señala el informe.Perono son losúnicosque aler­

tan sobre la instalación del lowcost en la dependencia. Tambiénlo ha denunciado la AssociacióCatalana de Recursos Assisten­cials (ACRA), que ha reclamado“un aumento urgente de las tari­fas públicas para evitar el colapsode las residencias de la terceraedad, centrosdedía y servicios deayuda a domicilio, y que no se ve­an obligadas a ofrecer un serviciode baja calidad”. Actualmente,24.000personasestánen listasdeespera para acceder a una plazaresidencial en Catalunya, segúnlos datos de esta entidad corres­pondientes al pasadomarzo.La patronal explica que la deli­

cada situacióndel sector sedebena que las partidas económicas,que aporta la Conselleria de Tre­ball, Afers Socials i Famílies estáncongeladas desdehace siete años,mientras que los costes del servi­cio han aumentado un 10,62%.“Sin un aumento de las tarifastendremos que diseñar un servi­cio demínimos con lo imprescin­dible, un servicio low cost”, indi­có Cinta Pascual, presidenta deACRA.c

La financiaciónde la ley,a debate

]Laexpansiónde losservi­ciosdebajocoste, la faltadepersonal, laescasaestabili­dadde losprofesionalessanitariosydeserviciossociales, losbajossalarios...sonalgunosde losproble­massurgidospor ladefi­ciente financiaciónde la leydeDependencia.Conretra­so,elGobiernoreconoceahoraquehayunproblemafinancierodetrásde laaplicaciónde la leyquesupuestamenteenbrevesesolucionará.Talcomoanunció laministradeSanidadyServiciosSocia­les,DolorsMontserrat, elGobiernoestá“ultimando”,encolaboracióncon lascomunidades, eldocumen­tosobre la financiacióndela leydeDependencia,elaboradoporungrupodeexpertos, tal comoseacor­dóen laVIConferenciadePresidentescelebradaenenero.

Lapatronalcatalanaalertadequesinosubelatarifa, lamismadesdehace7años, sedaránservicios mínimos