La autorregulación en periodismo reto impostergable

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  TU LID D Apuntes ln s u rn o s  pro vo  c i ones y d esafios  UTORREGUL CION D E L PERIODISMO RETO IMPOSTERG LE  I p er i od i sto  o  t  co n t o d o s l os demos dem ago[jos, as como t  mb i en  ... con el abogado y el attisto, el destmo de e sca pa r  t od c asificocion social precisa. Pertenece  un  es p ecie de cos ta pa ri  qu e la  sociedod juzg  siem p r e de acu e rd o con el com portamiento d e s u s m iemb ra s mo ralmente p eores  . ..  . Pocos gentes saben apr ecia r que la r espansabilida d del p eriodist e s m ucho ma yo r que l  d e l sa bia  . .. . Per Jose Luis Exeni R S0d6/ogo. e x  t de redacd6n de La Raz6n (Bolivia) en o S  S in intr od ucciones ni antecedentes vay a abo rd r elte ma p r oponiendo una hi potests de tr a b jo q ue tr t re de de m ostra r y en cu yo horizon te a bo n r e e lem en t os de analtsls y refl exi6n a 10 l ar go de es te doc ument o. S abre e sa base planteare un co n ju nto de p ropue st as e s pecffi cas y a lgunas b tisqu ed a s ne ce sa ri s de asum irse de sde el g r e i o pe riodistico. La propue sta hip oterica es la sigui ente: La a utor re gulaci6n d el p er iodismo pasa p  r 1a as unci on d e sus e fectos po de r  limites y legi t i rn id a d y p r el replanteamiento y r edefini cio n de sus r elaciones con el poder p olitico ins titucionale n democracia y e n la empres po iodistica e n e l m erc do e implica un p er manente e jercicio autocritic o y te definicion de pri ncipios eticos minimos p ero precisos  st com o el estab lecimiento de mecanismos ins t itucionales pertinentes y su fici entes d e s uimiento emonestactcn y san cion en tan- to l a untc a forma de e vitar e l control pre sto ne s e xte rn s y r e gulac i nesr estric tiv  s p r la li be rt ad de e xp re s j cn y e l de recho a la in fo r m  ci on . Esto  q ue se p ued e s e i i al  r e n t an pocas pa l  br as su pone u n des afio gigantesco e i mpli ca no so lo una s ene de di ficu ltades sino una var ie dad de compllcaciones. 1. LA AUTORREGULACION : UNA OPCION. UN CAMINO  r eguntar por la r egula c ione n e l o ficio pe riodfstico s upone la busqueda de p ri nci pies y ncrm as gener al es quede finan y gu i en su e je rcicio. f unciones y ef e ctos. E sta b  s e princi p ista puede traducir se e n in strum en r es legales y re glament  ci on es ex pli ci tas 0 en en unciados g ener al es si n c r c t e r obli gante. La au torr egulacie n en ton ce se n t anto modalidad de regu l  c ien s e i de nt i fi c  r ICONOS, Revista de Ciencias Sociales No. 5 FLACSO-Ecuador Agosto 1998 p.48-60

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La autorregulaci6n del periodismo pasa paraas uncion de sus efectos, poder, limites y legitirnidad, y par el replanteamiento y redefinicionde sus relaciones con el poder politicoinstitucionalen democracia yean la empresaporiodistica en el mercado, e implica un permanenteejercicio autocritico y te definicionde princi pios eticos minimos pero precisos,ast como el establecimiento de mecanismosinstitucionales pertinentes y suficientes deseguimiento, emonestactcn y sancion, en tantola untca forma de e vitar el control, prestonesexternas y regulaciones restrictivas parala libertad de expresjcn y el derecho a la informacion.Esto, que se puede sei'ialar en tan pocas palabras,supone un desafio gigantesco, e implicano solo una sen e de dificu ltades, sino unavar iedad de compllcaciones.

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ACTUALIDADApuntes, lnsurnos. provocaciones y desafiosAUTORREGULACIONDELPERIODISMO: RETOIMPOSTERGABLE"EI periodistoc o ~ a r t e con todos los demos demago[jos, as!como tambien (... con el abogado y el attisto,el destmo deescapar a toda casificocion social precisa. Pertenece a unaespecie de costa paria que la'sociedod' juzgasiempre deacuerdo con el comportamiento de sus miembras moralmentepeores(...).Pocos gentes saben apreciarque la respansabilidad del periodistaes mucho mayor que la del sabia(...)" .Per JoseLuis Exeni R.S0d6/ogo.exjete de redacd6n deLa Raz6n (Bolivia)enoS48Sin introducciones ni antecedentes, vaya abordar el tema proponiendo una hi-potestsdetrabajoquetrataredede-mostra r, y en cuyo horizonte abonare elemen-tos de analtsls y refl exi6n, a10 largo de estedocumento. Sabre esa base, planteare un con-junto de propuestas especfficas y algunasbtisquedasnecesariasdeasumirsedesdeelgremio periodist ico.La pr opuesta hipoterica esla siguiente: Laautor regulaci6ndel periodismopasa par 1aas uncion de sus efectos, poder, limites y legi-tirnidad, y par el replanteamiento y r edefini-ciondesus r elacionesconel poderpolitico-inst itucional en democracia yean la empresaporiodisticaen el mercado, e implica unper-manenteejer cicio autocritico yte definiciondeprinci pios eticos minimosperoprecisos,ast comoel estableci mientodemecanismosinstitucionales pertinentes ysuficientes deseguimi ento, emonestactcn y sancion, en tan-to la untcaforma de evitar el control, presto-nes externas y regulaciones restrictivas paralalibertad de expresjcny el der echo alain-formacion.Esto, que se puede sei'ialar en tan pocas pa-labras, supone un desafio gigantesco, e impli-cano solo unasen ede dificultades, sino unavar iedad de compllcaciones.1. LA AUTORREGULACION:UNA OPCION. UN CAMINOPreguntar por la regulacionenel oficioperiodfstico supone la busqueda deprinci -pies y ncrmasgenerales que definany guiensuejer cicio. funcionesy efectos. Estabaseprincipistapuedetraducirseeninstrumen-reslegalesyre glamentacionesexplicitas,0enenunci ados generalessincaracter obli-gante. La autor regulacien, entonces, en tantomodalidad de regulacien, se ident ificaraICONOS, Revista de Ciencias Sociales No. 5 FLACSO-Ecuador Agosto 1998p.48-60endos sent idcs: por su alcan-ce, no tiene erectos j ur idicos pa-ra sucumplimiento (su campode eccion es volentarto); y per suIuente, es el resultado de una au-teimposicien (no viene impuestadesde fuera del gremio).En esemarco, Ia auror regula-cion sera entendida como el con-junto de pautasprincipistasele-mentales Que definan y marquenlos hmites, el afcance ylaspost-bilidades del ejercicio periodfsti-co en sus relaciones con elEsta-do, Ia sociedad, las empresasdecomumcaclcny los periodistas.Diehas pautas son establecidaspor et propio gremio periodisticoy se r esuelven en el ejereicio co-tidiano del oCicio.Asi, mient ras 1.1 r egulacion setraduce en leyes generales 0 sec-toriales de cemomcacten y reoglamentaciones especfficas. laautorregulacionadopt a uneon-junto de modalidades y mecanis-mas, entre los Que se destacanlos cOdigos deeticaproCesional ,los consejcs y t ribunales deprensa, las defensorfas del lector, los esratu-losde redaccjcnylos manuales deesti lo,edemas de una diver sided de espacios de in-teraction de los medics can sus pabliccs.Empero, s ibienestasexperienciasauto-rregulatoriassonadoptadasyasumidas demodo creciente y tienen vital lmportancia enla preservation detalegit imidad delos me-diosdecomunicacidn, "esIrecuenre encon-trar un quiebr e en los procesos de autcrregu-leeton por su poca aplicacien practice, esr co-mo una perdida de confiabilidad de sectoresgremiales per jodist lcos burocr at izados 0simplementeajenosalasrareasdevigilan-cia sobre su propin sector" {Rey: 1997, 32).Ahora bien, hay cuat ro aspectos centralesque deben analizar se con preci sion paracomprender la necesidad delaregulacionyautor regulaciondel periodis mo. EI primeroes la asuncion del supuestc de Que los medicsde comunicacion generan erecros en las per-sonas e inst uucioues. Por el lo, la pregunt apor la influencia de los mass media es Cunda-mentalen r etecien a la enca per todtsnca. AIrespecto. pere cehabercierto acuerdo ent r elos espectahst as en el ahandono del mito dela cmnipotenciade los media y del esquemadelaagujahipodermicay laeceptacien delmodelo delosefectosIimitados(noabsolu-tos), sociales (no individuales ), de lar go pta-zo (no inmediatos) y de refuerzo (no de cam-bio). "Los efectcs de los media se desarrollandentro de lared complejadelasinteraccio-nessoeiales: deestefactorprovienentantolosIfmites delainfluencia como su or ienta-cion mas hacia el r efuerzo de las actitudes yopiniones preexistenres Que bacia sucam-bio" (Wolf: 1994, 42-43).Entodocaso, en estas oscuactones quevandesde13 satanizaciendelosmedicsdecomunicacionhastasu endiosamiemo, enlaactualidadse ha ingresadoa una et apa de-revaruactondel poder deinfluenciade losmedia", una vuelra a los efeetos -ruertes'' enteQuesedestacannjti damenteIres tenden-etas: la planetar izacien, Iigada estrechamen-te a la integracion eomunicat iva basada en elnotable incremento del intercarnbin de mror -macionesenunmercadoglobalizado yalta-mente tecnojogizado, el videopoder, en elmarco de las tr ansfor maciones en las inst itu-clones y en la eccicn polltica provocadas porla creciente dependencia de la television49 8z:ou-eno~ 50ACTUALIDAD(Ia videopoLltica); y 13 Iuncion cognoscitivade los media, en torno a la Infl uencia que enel sistema politico y en el sistema social ejer -een las imagenes de realidad y el conocimien-to (laagenda) que difunden y construyen losmedias (v ease Wolf : 1994).Un segundo tema central que detennina 1aautorregulaci6ndel trabajo peria-distico es 1a idea dela informacionco-mo contrapoder,que implica res-ponder al me noscinco preguntasclave (Soria: 1993,26): "(Quelegit imi-dad ti enela infor-maci6n para er igir-seenel contrapo-der de WlOS pade-res que han si dedemoc rattcamenteelegidos?, i;aquienrepresentee losmedias, edemasder epresentarse a sfmismos?, , quien haelegidoa los me-dias democrance-mente?, (Quien esel contrapoder delc ont rap o de r ?,i. quien controta alos contrcladores j"En Ia respuesta aestas int er r ogan-res, sobre rode dela ultima, esta laesenciadelasten-denciasytentacio-nes respecto al con-trol de la informaci6n, que puede asumir cua-trovias: elcontrol desdeel poder esrarat ypolitico, quevienecomocensura; elcontroldesde la propia empresa pertodfsttca. a modode manipulaci6n; el control desde los actoressociales, en tanto reclamoy defensa;y final"mente el autocontrol de los propios periodis-tas y sus organizaciones gremiales, sustenta-do en elhorizonte de laresponsabilidad pro-fesional , el derechc a lainfor maci6n y la au-tovigilancia. Estaultima opci6ndebieratra-ducirse en modalidades de autorregulaci6n.EI t ercer aspecto vinculado con la autorr e-gulaci6n se refiere a los limites del derecho ala informaci6n. Si bienes te tienecaracteruniversal respect o a su suj eto (todos son ntu-laresdelas facultades jurfdicasde investi-gar, difundiryrecibir informaci6n), susme-dios(sepuedeejer cer lalibertaddeexpr e-si6ny deopini6nanavesde cualquier me-dio) ysu ambitogeografico(elderecho alainformaci6n no t iene Ironteras), no ocurre 10mismo con su objetc que no es universal, sinogeneral,porquereconoceexcepciones en ladifundibilidad. El principio no puede ser masclaro: "no todo 10 tecnicamente informable esertca 0 j urfdicamenteinformable; no todo10comunicableescomunicado;notodo10queffsicament e puede incorpor arse a un soportees ya, por estesimplehecho,un mensaje in-for mativo" (Soria: 1991,345).En este reconocimiento de los lfrmtes al ob-jete del derecho a la informacion se sustentael armaz6n central de los ccdigcs y estatutosencos. con una definici6n fundamental: no serratadelimitar10 queel periodismo"debe"hacer, sino 10 que"puede" hacer. Y aqui en-t ran en escena una serie de Iimites y otros de-rechos que se contraponen (contr apesan) conel derecho alainformaci6n. Bastard senalaralgunos delosltmites rationeexistentes: elpersonae(r espeto delos intereses deotros)el republicae(pr oteger Iapropialibertad)'precaver la violencia), el genti um (salvaguar -dar las buenas r elaciones con los demas Esta-des y organizaciones internacionales), el me-renee (impedir la mentira yla injuria), e:auctoris(exigenciadehonestidad, verdad)'rectitud) y el tecrcns (res petc a los senti-mientos y reacciones del lector ) (1 ). A10 cuase anaden, clare, losderechoshumanosfun.damentales y las libertades individuales.Finalmente, el cuerto elemento esenctaque esra en la base de Ia regulaci6n y autor regulaci6n periodfstica se refiere aI fundamen-to de la legitimidad de Ia funci6n informativaAqui eI reto radica en dejar de pensar en cla-ve delibertad (individual) yactuar enclavedederecho(social); ampliar laexigenciadelibertad de expresi6n a la del derecho a la In.formaci6n. "La Iibertad deexpresi6n esunalibertadconcedidaporelpoder y, enccnse.cuencia, limitable per eI poder 0 incluso anu-lable por el ; es la libertad de un grupo reduci-do de personas:periodistas y empresar ios; yes ejer citada como una manifestaci6n indivi-dual de libertad. EI der echo a la infor maci6n,en cambio, es un derecho na-tural noconcedidomlimitable extrmseca-mente, t iene unsujeto universal (todos loshombresy muj eres, cada hombre y mujer)yes un creditosocial" (Sor ia: 1991, 343-344).Estoscuar ro as pectos : losefectos, el con-rrapoder,los lfmites y la legit imidad de la in-formacionconst ituyen entonceslos cimien-tossabre los cuales debiera construtrseIaopci6npor laautorregulaciendel periodis-mo. Suponen, sinembargo, comocondiciende necesidad, unaredefinici6nyreplantea-mi ento de las relaciones del ejercicio perle-dlstico con la pclttica, la empresa infor mati-va y los publicos. E impliean, como requisi-to de viabilidad, la tnsercton de los medias decomunicaci6ny susfuncionesenlosproce-50Sdedemocraciay economrademercado,ast comosur eubicacionenlat ens ionent reglobalizacienyfragmen taci6n, yenlainte-racci6nentr e transnacicnalizacicnylocali-eaci on.1. PERIOOISTAS YPOLmCOS:RELACIONESPELICROSASNoparece necesarioinsistir en10que yaabundanlemente se ha dicho r especto al papelfundame ntal que desempenan ende mocracialos medios de comunicacicn en general , el pe-riodismo en particula r y la informaci6n en es-pecial. Cuando sehacerefer enciaanuestrassociedades como "sociedades de infor macion"y a nuest ras democracias comoregimenes deopinion" se esta planteando, s in duda, el rol dela comcntcacion enla creaciendecomuni da-des infor madas, la r epresentaci6n de estes enel ambito publico y el aportedelosmediaen1a formacidn de agendas de discusi6n y r efor-rna y en la definicion depollticas publicas.Enese contexte, empe ro, es convenienteanalizar concuidadolas relacionesentrelalaborinfc r rnativay el sistemapoltnco-insti-tucional, asf como las vinculaciones (contien-das y compromisos, disensos y pactcs . dtvor-ctos y complicidades) entre polit icos y perio-distas. Masaunsi seimponendemodoe re-ciente esasdosvisiones-creencias ensent idodeque, por unlado, -lacomunicacioneslaconnnuactcn de la politica por ctros medics";y, pur orro, "lapoliti caeselescena r to delacomunicacicn para otros fine s".Esla clar o que se t rata de un te ma amplio y"abigarrado", potencia lmente conflictive, quemerece unestudioespecifico pa ra su com-prension. Sin embargo, para erecros de ubicarACTUALIDADel escenariodelaautcrregulacienpe riodisti-ca en este campo, es necesario al menos sene-lar las cuatro antttesis que identifica el inves-t igador chilenoJ oseJ oaquin Br unner (1996:15-18) al respecto, que son las siguientes: opo-srcionentrecompetenciaymonopolio,entrehbertad y cont rol, entremercado yEstado, yfinal mente entre es-pectacuto y reali -dad.La primera ann-tests hace referen-cia a la tentacien deconce nt r aci6n depoder, sin control,tantodelosactorespoliticos como delos medios de comu-nicacicn, en unatendencia encami-nadahacia el mane-Io oligopolico (e npocas manos )de larepresentacien y dela informacion. Lase gunda hace refe-rencia a la tensionent relaliber tadiIi-mi tada queseatri-buyen los media ylosperiodisras, ylaamenaza pe rmanen-te de control y regu-laciones desde elpode r polit ico alej er cicio de esa u-ber tad. La terceraopos icien se planteacomo "ceguera co-tecuve'': los medics,conlamiradapues-ta e n el mercado,adviertensobr elospeligrosdelaconcenrra-ci6ndel poder per los partidospoliticos, sinadmitir losr iesgosdelaconcentr aciondelapropiedad de los medics; y los politicos, con laobsesion por dominarel Estado, exi genaper-tur aytr ansparenciaenlacomunicacinn, r e-sistiendosesisrematicament eapromoverlasenlapolftica. Finalmente, lacua rtaant ttestsasume la forma de un "pactc del espectaculc"en el que los politicos t ienen la enfermiza ne-cesldad de"esta r en escena'' , es deci r, apare-cer en los medios (especialmente la televi-sion); mientras los periodist as termi-51 sz:ou-ACTUAUDAD,clones e interrelaciones entr e10estatal, 10publico y10 privado. A ese vacto sesuma lainexistenciade unespacioinstitucional quese ocupe, demodominimamenteprofesionalycoherente, delacomunicaci6n cativa para er desarrolloy delavocerteofi-cial, empezando por diferenciar ambosas-pectos y desarrollar destr eaas e inst rumentospara su implementaclen.Elsegundo tema tieneque ver con la rela-cionentre la regula-cion y autorregulacicnde! oficioperiodfsticoconeJ caracter de Iapropiedad de los me-dias de comunicaci6ny su naruralezaprado-minantemente comer-cial; es decir, la vincu-lacionentreel perio-distay1aempr esain-Ior mativa. Si bien noesta en cuesti6n el rna-nej o de losmediosdecomuntcaclcn en elmarcodelas reglasyorientaciones de laeconomra de mer cado,si debiera alertarse so-bre 10 queello signifi-ca para lanaturaleza,funcionesyuso delosmedia privados y la in-for maci6n, as! comoen el terrene de susalianzas encubiertas e intereses particulares.AI respecto, el maestroLuisRamiro Bel-t ran (l997b: 6-7), en sus palabras, al recibiren Bolivia el Premio Nacional de Periodismo1997, sintetiza con precisi6n los dos factor es-tendenctas, mas bien- que "pudieranestarincidiendoenel deterior o delaeticaperio-dtstica. Uno es lacompetencia ent rediariospor el mercado,quehaIlegadoal puntodeadj untar r egalesalasedicionesparaga narIectores: competencia de la cual se teme quevayaa ravorecer Ia exacerbaci6ndelsensa-cional ismc,de la trtviali dad y deIa especta-cularidad, yquepueda-enunpaissinmu-chos grandessucesos cotidianos - basta caeren el extr emo de fabricar noticias cuandc nolashaya. Y el otro(factor)es laconcent ra-ci6n demedios -oligop6licay, pee r, monopo-lica-, de la cual se r ecela que puede homoge-neizarlos criterios de la opi- nan hechizados conla realidad que produ-cenylIegan slncer a-mente acreer que so-10 exis te -0 mer eceexist ir- 10 que se di-funde en los medias;actitudes ambas quelimitan notablementeno solosupercepci6nde la r ealidad, si nofundamentalmente la _part icipaci6n social .tanto en la comunicaci6n como en Ia polttica.Aello se af'iade el muchas veces escandalo-so descontrolado y poco eticn tr ansite del pe- riodismo a la polttica y de la politica a los me-dias de comunicaci6n,can nocivas idasy ve-nidas, que asume1aforma de me ta-morfosis y vulgar mimetismo de politicos quesevuelven periodtstasycomunicadoresquese dedican a la polftica, usando en los dos ca-50Slosmassmediacon prop6sitos particula-resy la informaci6n con fines unlttartos. ca-soscomo estesabundan ennuestromedio yson de sobra conocidos.Finalmente, untema criticoenestarela-ci6n entre el periodismo y el sistema polit ico-institucional es la dramatics ausencia de polf-ncas y estrategtascomunicacionales quede-finan de modo explfcito grandes Hneamientosyprocedimientos, fundamentalmente desdeel gobiemo, respecto a la concepci6n y el ma-nejo de lainformaci6n,asf como en lasrela-52(f)oz:ou-ACTUAUDADEs necesaria unarelectura desde elgremio periodistico de lademocracia y de laeconomia de mercado,as! como unaredefinici6n de susrelJcionesCOne1 ambitode la politica y con laempresa decomunicaci6n ..u:Cz:ou-533.LA mCAPERIODISTlCA:ENTRELOSPRINCIPIDS YLASRESPDNSABILIDADES. ,EJ periodi smoes unejerci cio cot idiano deequilibrioentrelaericade los princi pios y la eo-cadelasresponsabilidades. Stacompleja ydiffcil busqueda de relaci6n profesional entrelas convicciones ,quegulannuestr alabor, ylas consecuencias, que deella derivan, impji-ca ponerse a prueba todos los dias, en ceda nc-ta infcrmativa. A diferencia de ot ras profesio-nes, en las que la ence aparece a veces comoun ideal difuso einalcanzable, enel periodis-mola etica debiera esrar presente -palpable,real, necesarte- en cada una delas acetones ydecisiones que componen ese circuito int egral-sujetcapresiones- que empiezaenlacalleconel registronoticioso delassi tuaciones0hechos, pasaparel ftItrode La redacci6nyproducci6n en todas sus etapas y retor-Iacturas), pero requiere otc rgarle su j usto lu-gar. La 16gica empresarialdel - nunca dejesque la ver dad estropee un buen avisaje" sue-Ie atentar notablemente cont ra los prmcipiosdel oficio.En stntesis, es necesarta una relecturadesdeel gremio periodistico de lademocr a-ciaydelaeconomiademercadc,ast comounaredefinici6n desusrelaciones e interre-laciones con el ambito dela politicay con laempresadecomunicecion. 5e trata de aban-dona r los vinculos perversos (de adversidad)conlos politicosygobernantesylosacuer-dos pecaminosos(de de sconfia nza) canlosduefiosdemedicsygerentes, ysustituir losper relaciones deindependen ciaycooper a-cton. Este replanteamlentoesta en la base co-tidiana de la autcrregulacien en general y dela ettcaperiodfsticaenpar ticular, y se enlazadirectamente can unapremisaindiscut ible: elpe r iodis mo no puedeejercerse sino en fun-ciondelasociedad, au-tennca titulardel dere-coo a la informacion.nionpublica en favor de tatereses crea-dosyquepretendaCinalmenteimponer alpais 1a voluntad politica de poderosas mine-rres. A la mercantilizaci6n de la informacionno se 1aveconbuenosojos-concluyeBel-tran- y a Ia coocentr acion de poderpot pro-piedad demultimedias se la j uzga pem icio-saparalaobj etividad, cont rar iaa La equi-dad y peligrosa para la democracia.se trata, sinduda, de dos temas centrales a13 hora de pensar en principios y normaspa-ra el periodismo. La ccmpetenciaessaluda-ble, porque auenta la compennvidad, quepuede resolver se por la via de una mejorofena per iodlsrica y una mayor caUdad. Peroel ries go esquelasaturaciendemediasge-nere no competitividad, si no una batalla cie-ga par el mercado, que puede devenir en unacreciente deformaci6ndelperiodismoy distor -si6n de la informaci6npara erectos de mayorventa (la s lentacionesdel llamado pe riodismo' fight" yde la prensaamarilla son cada vezmas evidentes ). No es 10mismobuscar informa-ci6n compet itive que no-ncias -y especialmententulares- vendibles.Debetenerse mucbocuidado, ademas,conlafuerte ir rupcten delmarketing. Hay que evt-tarqueestesecomaalperiodi smo. Esto pasapar tener claridad, ynoperder nunca de vista, elprincipiode que10queofrece el periodismo es informaci6n:los CDs,la minas, pelotas, r ompecabeaas,fel let os, jugos y muneca s Barhies son el com-ple men to, vienen par afiadidura.ydebe ta mbien cultiva rse una actitud pre-cevida respecto a la publicida d. No perder devista que el per icdis mo orrece pr indpalmen-te noucias, no avtsos. La gent e acude a un pe-r iOdicopa rainformarse, nopara consumirprcductos empaquetados. Sto nostgnificadesconocer ni des mer ecer laimpcrtancia delapublicidadpara el fi na nciamientodelosmedias(Iasubvenci6n-empr esarial 0poli ti-ca - es mas noc iva, por quecobr aca rfs imasACTUALIDAD."'''. f EIasie sunejercicio1iltJ cotidiano entrela0"I!'I 'etica de10s )J prtncipios i la las :";' .'.- - .' ... -(f)oB54na a 1a calle como unproductoya procesa-do, devuelto a la soci edad.Esa labor, condicionadapar unasenederacrores -a veces deterrmnantes-, nopuedehacerse demane ra impr ovisada; requiere. encambia, la mas cuidadosaformaci6ny aslmi-lacion de destrezas. La comprobaci6n no pue-de ser mas nttida, y se refleja en unaretactondirectamente proporcional: a mayor prnfeslo-nalidaddel periodista. mayor etica enel ofi-etc. 0at reves: a mayor mediocridad delre-pcrtero, menorresponsabiiidad en la funci6nperiodist ica.Por otrapart e, debe considerarseque1aetica periodtsticaestaestrechamentevincu-lada aunavocaci6ndeservicio delpenodis-ta. Y aqui recurr o nuevamente a las palabrasdeBeltran (1997a), que enuna entrevistare-fleja est a cualidaddemodocontundente: "elque es periodista sabequeno naci6 parahacerdineroy sabe quenaci6para ser-vir ; esto 10 obli ga, en ciertomodo, a hacer ciertotipodesacr ificio. Esunaespe-cie de modesto hercismocivil (. ..)". Estonoes dis-curso. el per iodismo no so-lo es el mejor oficio delmundo-ccmoIegusta re-petir a Garcia Marquez-,sinouno delos oficios masvulnerablesypeor sacrifi-cades. Laautorre gutacicndebiera considerar seria-mente estehecho.Asimismo, en ladefinici6n de ordenamien-tos ericos parael per iodismo, es necesarioconsiderar que, como el metodo, la etica no seaplica. sino que debe ser espiritual mente asi-milada e mtelectu almente apropiada; no serrata de aplicar la etica a laInformacion, sinoqueel pertodistaplensey actue eticamente.Esto supone unprolongado y no menos dificilpr ocesn de aprehensien y ej er cicio de prmci-pros y normas. Despues detodo, "el problemade que hacer en cada situaci6n concreta es unproblema practice-moral, no teorico-et tco"(Sanchez Vas quez: 1987, 17).Finalmente, para no equi vocarnos en los al cances dela autcrregulacicn, es fundamentalasumir quela ettca no crea la moral. Asi,mient raslamoral es"un sistema de normas ,pr incipios y valores, de acuerdo con e l cual seregulanlasrelacionesmut uasentr elosindioviduos (en este caso periodistas), 0 entre ellosyla comunidad (en este caso publicus), de talmanera que dichas normas, quetienen un ca.r act er hist6rico y social, se acaten libreyconscientemente peruna conviccion intima yno de unmodo mecaruco, exterior, (impuesto)o impersonal" (Sanchez Vasquez: 1987, 73); laetica eslateor fa deese comportamiento rnc-ral. En consecuencta, cuando hablamos de eti-ca penodistica 0 planteamus un c6digo de eti-ca paraelperiodismo estamos fundamentan-do unamoral especifica (vinculadacon la in-formaci6n) quetiene queponerseaprueba,masalia del "mododeser", enunejercicioconcreto de "modus de hacer''. La enca, por sfmtsma, no resuelve ni define el comports-miento, pero sf10 condiciona.Sob relabasedeestasreflexiones, y afinde hacerunej er ci ciomasconcretosobre losmecanisrnos de autorregu-laci6n en el caso boliviano,reattzaremos una lecturecrttico-proposltivadel C6-digo de Etica de la Federa-cionde Trabajadores de laprensa deBolivia (FTPB),aprobado en Trinidad ensu XCongreso Ordinario(10 de marzode 1991), yque junlo a los cddigos eti-cos de la Asociaci6n Na-cional de Periodistas ylaAsociaciondePeriodi stasde LaPazccnstttuyen laexperiencia vigente delpais en este campo.EI c6digo a ser desmcnuzado es importanteporque, primero. abarcaatodoslosafiliados(trabajadores de la prensa) de laFederaci6n anivel nacional;y, segundo,por 10 menoscomoenunciadc, t ieneel caracrer decumplimientoobtigatorio. Se n-ata detrece -critenos ynor-mas" de autorregulaci6n que se pueden sinre-ti zar en los siguientes principios.I. VOCACUINOE SERVICIOOELOSPERIODISTAS.A laverdad, ta justicia, el biencomun, losderechoshumanos, el perfeccicnamientohu-manoy lapaz. Y, por oposici6n, rechazo alamentira, lainjusticia, el privilegio particular,el abuso, la debilidad humana y la guerra.En este primer punto estarnos antelos He,.mados"mandatos supremos" del periodisrr,o,ACTUAUDADEI c6digo atico nodeberia limitarse adefender laslibertades de losperiodistas y losmedios, sinofundamentalmente a losderechos de lasociedadque enel codreo de Etica de IaFederaciOnde Trabajadores de 13 Prensa de Bolivia no in-cluye -y bien podrfa amplia rse a- algunos va-Jarescentralescomoel pluralismo, lademo-eracia, 1a li ber tad, la dignidad, eJ respeto a laley, la seguridad humana, la equidad, 1a igual -dad, la ciudadama y el desarrollo humano. Setratade unmas 0 menos exaustivo listado demandatesdecumplimientoobligatorio masalia del periodismo, por 10 que careee defuer za normativa alguna. lQuien se va a opo-ner, por ejemplo, al "per feccionamientohu-mana"?Quizasseanecesariosertalarqueelespeci ficoyfundamental principiaperiodfs-tieo es1a busquedadelaverdad, contodo \0queestcimplica enterminosde relatividad.II. DEFENSAINTRANSIGENTE DELASL1BERTADES DEEXPRESlliNEINFDRMACI6N.Enunciado principis-ra sintetizado enlacon-signa: guerra a todadis-posicion que anule 0censure el ejerciciodeesas libertades.Si bien no cabe dudaquelaslibertadesdeex-presion e informacion deben ser inalienables-por algoestanconsagradas en la Declara-cion Universal delos Derechos Hc manos, nodebenni pueden sustituir alderecho alain-formacion. EICOdigoEticonodebieraIimi-tarseadefenderlas Iibertades delosperio-distas ylos medios, sinofundamenralrnentelos derechos dela sociedad. Como bien sena-la el Manual de Estilodeldiario espanol ElPais, -et derecho a la informacion es sobre to-do del lector, no del periodista".III. RESPDNSABILIDAD YRESPETO.Abstenersedetodaactuacinndeshonesta,juicio calumnioso, plagio, acusacion sin prue-ba, ataqueinjustificado 0peligro paraperso-nas e instiruciones.Estamosante10queenotros codigoserr-cos, como el dela agencia denoticias EFE, sedenomina "Ialta profesional grave", y que enestecasunosenatacanprecisionlos "actosirresponsables" que podrian produci r se en elmanejo informativo. Estan ausentes Ialtascomolasinjurias, orensas y agravios, asi co-moalguns referenciaalasimplicacionesle-gales que estes podrian significar. En todo ca-so, deja establecida la limitation de no emitirsentencia alguna, desde los medics, antes quelos t ribunales 0 juzgados10 hagan. Un sospe-chose esinocentehastaquese determine 10contrario. Esnecesario, pues, abandonarlamaniade hablarde"presuntos". Lapresun-cion es siempre referencia de culpabilidad.IV. DERECHDALAINTIMIDADYVIDA PRIVADA DELASPERSDNAS.EI derechc a ta in-formacionesrasupedi-tado alaobligaeiondesalvaguardar no solo laintimidad de las perso-nas, s ino rambien suhonor, reputacicn eImagen.Este principia impli-ca, en todo caso, re-plantear y discutir [adiffcil r elaci6nyfron-teras entre10privadoy 10 publico. Queda cla-ro quesi uncomporta-miento privado tieneefectcs publicus 0afectaintereses sociales,deja de ser prtvado y essujeto de tratamien-to informat ivo. Esnecesanotambienanali-zar siuna noticia lesiona los derechos de ter-ceras personas.V. METODDS JUSTOS. HONESTOS YRAZONABLESPARA OBTENERINFORMACI6N (NOTICIAS.IMAGENES.FOTOGRAFiAS 0DOCUMENTOS).Aquf el pri ncipio no puede ser mas retanvcy estertansuj etoa situaciones especificas.iCuandounmediopara conseguir infcrma-ci6nesjusto? ,En quemomentadejadeserrazonable? , Es honesto, parejemplo, filtrarundocumento-0hasta -hurtarto''. paracon-seguir una informacion?Este pu ntaimplicaunanecesarta discu-st ony precisi6n sobre larelacion entre me-55ACTUALIDADVII. NINGUNA DISCRIMINACION:RESPETOALARAIA. COLOR. SEXO.RELIGION. OPINION PUBLICA.ORIGENNACIONAL 0SOCIALnuneaseramot ivo de traslado 0 sanci6n delredactor que la invoque''.Set rata, eotonces, deunderechoqueset raduce en la6rmula practica: renuncia conindemnizaci6n. En consecuencia, mas que unprincipia et ico, es un derecho labor al conerectcs juridicos.Esto supone, eepecrn-camente, queenlasnon-cias 0 programas infer-mat ivos no deben ser dis -criminados, porejemplo,los aymaras, los negros,las mujere s, los ateos, losdi stdentes, los ext ranje-ros,los marginales 0 losproletarios.Si bienenestecasuelprinc ipia general estabienplanteado, no setra-duce en definiciones so-brelas formasdediscri-minaci6n que se presen-tan en todas las erapas delprocesodeproducci6n demensajes. Asi, los pobrespueden ser objeto de non-etas, perc ser discriminados comosujetos.Lasmujerespuedentener derecho arecibirinformacion, pero no a difundirla. Los margt-nales pueden ser fuente de informacion, perono productores de notici as. Es decir; hay mo-dalidades yespacios dediscriminaci6nquedeb ieran defini rse con mayor precisi6n en unc6digo etico. La no propiedad delos medics,la imposfbilidad de acceso a las tecnologias yla no participaci6n en la producci6n demen-sajee, por ejemplo, es la mas brutal forma dediscriminaci6n informativa.VIII. DERECHDSDE AUTORIA.Respetar y citar a la fuente y no sacar ven-tajasdeinformaci6nno publica obtenidaenel ejercicio de las funciones periodfsticas.Estaclaroqueel plagio, porejemplo, esuna forma nada eticade ejereer eI oficio pe-r iodfsnco. Pero una forma comun -convertidaen mezquina menta-deausencia de res pe-i.Cuanao un meaiopara conseguirinformacion esjusto?i.Es honesto,per ejemplo, filtrarun documento -0hasta hurtarl o- paraconsequrr unainformacion?DE VI. CLAuSULACONCIENCIA.dies y fines. l Cu'.n injustoes "comprar"una informacion cuya difusi6n seaut i! paralasociedad? Enunsistemapolftico-instit u-cional tancerradocomoel bolivianoyconunrestringidn acceso alainformaci6npu-blica,