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LA AUTOTRADUCCIÓN: UN CASO PARA LA CRÍTICA Pilar Blanco Nuestra ya larga ocupación en el interesante mundo de la traducción nos ha llevado a diferenciar una fa- ceta poco estudiada hasta ahora por los traductólogos: acerca de la misma existen dos posiciones antitéticas: la de los que están a favor de la misma y la de los que están en contra. Esta dualidad, que en ocasiones se ha manifestado de manera extrema- da, despertó en nosotros una ne- cesidad de reflexión sobre los pros y los contras de este procedimiento, reflexión que nos ha llevado a cons- truir un pequeño habeas de teoría y opinión que quizás pueda orientar la teoría general de la traducción. De entrada nos pareció inacepta- ble la opinión de aquellos que nega- ban la posibilidad de la autotraduc- ción. Nos parecía un aserto, cuando menos, irreflexivo, pues a lo largo de nuestras investigaciones hemos ido identificando en la literatura univer- sal una amplia casuística de textos autotraducidos, partiendo del estudio de la lengua y la cultura provenzales, a las que hemos dedicado nuestros mejores esfuerzos. La consideración de esos pros y contras nos llevó a plantearnos tres preguntas: 1°) ¿Verdaderamente existe la autotraducción? 2 o ) Si existe, ¿por qué hay escri- tores e incluso críticos que la niegan o reniegan de ella? 3 o ) ¿Qué es la autotraducción? Podemos acceder, inicialmente, al tema apelando al concepto general de traducción. Es éste un concepto que todos tenemos más o menos claro y que por extensión podemos aplicar a la autotraducción, si especificamos que mientras la traducción es reali- zada por una persona ajena a la obra (lo que en la estética de la recepción llamaríamos un prolector), la auto- traducción la lleva a cabo el propio autor del original, eliminándose así la dualidad fundamental que existe en el texto traductivo. ¿Qué cualidades necesita un es- critor para convertirse en autotra- ductor? En principio, las mismas que se pueden exigir a un traductor: bi- lingüismo y biculturalidad. Estas dos cualidades son difíciles de reunir y es un material óptimo pa- ra una crítica de la traducción. Pues como decía Julien Green el bilin- güismo perfecto no existe. Un hom- bre perfectamente bilingüe es un pá- jaro muy raro, una especie de mirlo blanco. Pero antes de llegar a esa conclusión se hace esta reflexión: Por una serie de razones me inclino más a creer que ser completamente bilingüe es casi imposible. Una misma persona puede dominar varias lenguas, hasta un grado asombroso. He oído a gente pasar del francés al inglés y del inglés al alemán con una facilidad total y tal perfección de acento, de entonación, de elec- ción de palabras que suponía que era una astucia secreta. Y aquí es donde quiero llegar: un hombre puede hablar corrientemente media docena de lenguas y sólo sentirse en su casa en una sola, la de sus pensamientos íntimos. Yo mismo, según las circunstancias, pienso en una u otra lengua, pero en lo que pueda jftieronymus 107

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LA AUTOTRADUCCIÓN: UN CASO PARA LA CRÍTICAPilar Blanco

Nuestra ya larga ocupación en elinteresante mundo de la traducciónnos ha llevado a diferenciar una fa-ceta poco estudiada hasta ahora porlos traductólogos: acerca de la mismaexisten dos posiciones antitéticas: lade los que están a favor de la mismay la de los que están en contra.

Esta dualidad, que en ocasiones seha manifestado de manera extrema-da, despertó en nosotros una ne-cesidad de reflexión sobre los pros ylos contras de este procedimiento,reflexión que nos ha llevado a cons-truir un pequeño habeas de teoría yopinión que quizás pueda orientar lateoría general de la traducción.

De entrada nos pareció inacepta-ble la opinión de aquellos que nega-ban la posibilidad de la autotraduc-ción. Nos parecía un aserto, cuandomenos, irreflexivo, pues a lo largo denuestras investigaciones hemos idoidentificando en la literatura univer-sal una amplia casuística de textosautotraducidos, partiendo del estudiode la lengua y la cultura provenzales,a las que hemos dedicado nuestrosmejores esfuerzos.

La consideración de esos pros ycontras nos llevó a plantearnos trespreguntas:

1°) ¿Verdaderamente existe laautotraducción?

2o) Si existe, ¿por qué hay escri-tores e incluso críticos que la niegano reniegan de ella?

3o) ¿Qué es la autotraducción?

Podemos acceder, inicialmente, altema apelando al concepto general detraducción. Es éste un concepto quetodos tenemos más o menos claro yque por extensión podemos aplicar ala autotraducción, si especificamosque mientras la traducción es reali-zada por una persona ajena a la obra(lo que en la estética de la recepciónllamaríamos un prolector), la auto-traducción la lleva a cabo el propioautor del original, eliminándose así ladualidad fundamental que existe enel texto traductivo.

¿Qué cualidades necesita un es-critor para convertirse en autotra-ductor? En principio, las mismas quese pueden exigir a un traductor: bi-lingüismo y biculturalidad.

Estas dos cualidades son difícilesde reunir y es un material óptimo pa-ra una crítica de la traducción. Puescomo decía Julien Green el bilin-güismo perfecto no existe. Un hom-bre perfectamente bilingüe es un pá-jaro muy raro, una especie de mirloblanco. Pero antes de llegar a esaconclusión se hace esta reflexión:

Por una serie de razones me inclino más acreer que ser completamente bilingüe es casiimposible. Una misma persona puede dominarvarias lenguas, hasta un grado asombroso. Heoído a gente pasar del francés al inglés y delinglés al alemán con una facilidad total y talperfección de acento, de entonación, de elec-ción de palabras que suponía que era unaastucia secreta. Y aquí es donde quiero llegar:un hombre puede hablar corrientemente mediadocena de lenguas y sólo sentirse en su casaen una sola, la de sus pensamientos íntimos.

Yo mismo, según las circunstancias, piensoen una u otra lengua, pero en lo que pueda

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darme cuenta en momentos dramáticos, mispensamientos profundos se manifiestan eninglés.1

No es la única persona que siendobilingüe se hace parecidas reflexio-nes. Conocemos el caso de una per-sona, que habiendo salido muy niñode España y habiendo asistido al co-legio en Francia y en francés, habíaabandonado, prácticamente, su len-gua materna, y lo poco que conser-vaba, era una mezcla de las dos len-guas para poder entenderse con sumadre, entre otras cosas, porque ellanunca habló bien francés. Nos conta-ba que para él la lengua española erala lengua de sus padres, no la suya.En un momento trágico de su vida,esa dicotomía lingüística se puso demanifiesto. Así, por ejemplo, sus pen-samientos y sus oraciones a un Diosen el que decía no creer eran en es-pañol. Superada esta situación se diocuenta de que por muy francés quefueran en los documentos oficiales, élera por su forma mental español.Cuando lo conocimos tendría unos30 años, hablaba muy mal nuestralengua, hoy la habla perfectamentesin acento aunque haya alguna inter-ferencia.

La misma situación se da en otraspersonas y en condiciones normales.Nuestra reina, es cotidianamente tri-lingüe y pasa de una lengua a otracon gran facilidad, con esa facilidadque Green admiraba en las personasque dominaban varias lenguas. Sinembargo, ella misma declara: (...)aunque yo, mis multiplicaciones y miscuentas las hago en griego. Rezar, opensar en Dios, en inglés, que es lalengua en que me crié. Y todo lo de-

GreenJ.- Le langage et son double. P. 167

más... ¡como me salga espontáneo!2

Mme Curie a pesar de llegar a serplenamente bilingüe y bicultural, se-gún ha dicho su hija, sus cuentas ysus mediciones las hacía siempre enpolaco que era su lengua materna yno la de trabajo.

Pero volvamos sobre el bilingüis-mo. Según Lázaro Carre ter el bilin-güismo es la capacidad que posee unindividuo o una comunidad de poderusar normalmente dos idiomas.

Y puesto que estamos en el terre-no de las definiciones traigamos aquítambién la de Mackey autor de un li-bro sobre Bilinguisme et contact deslangues. Después de un profundo es-tudio sobre la materia llega a la con-clusion de que dar una definición delbilingüismo es harto difícil y creemosque no ha llegado a ninguna conclu-sión, o mejor dicho no ha encontradola definición universal de bilingüismopues dice que nous devons le considé-rer un phénomène entièrement relatif.Por supuesto que tampoco nosotrosvamos a dar una definición.

Esta vacilación nos va a permitirjugar con diferentes grados de bilin-güismo que ponen de manifiesto lanecesidad de practicar una dobleescritura atemporal y equiespacialque es la que practicará el autotra-ductor.

Podemos hablar de bilingüismopasivo y activo. El primero no nosinteresa, pues sí son capaces de re-conocer y comprender una lenguaoral o escrita, pero incapaces deexpresarse en ella están fuera denuestro objetivo. Por el contrario, sínos interesan los que van a parti-cipar activamente en el desarrollo deuna lengua y en la difusión de una

2 Pilar Urbano.-La reina. P.171.

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cultura, los activos.Y nos interesan los tres aspectos

de los que habla Mackey:- el aspecto psicológico como fuente

de influencia en los procesos menta-les

- el sociológico como elemento enun conflicto de culturas

- y el pedagógico como transmisiónde conocimientos e incluso de len-gua

y cómo influyen en la autotraduc-ción, sobre todo, los dos últimosconceptos el sociológico y el peda-gógico.

El bilingüe tiene que ser un serinstruido, pero no siempre interesaeste fenómeno en el caso de la auto-traducción. Se puede ser instruido yno hacer partícipe a los demás pormedio de otra lengua de esos cono-cimientos. Más tarde veremos cómoel autor bilingüe no piensa verter enuna lengua los conocimientos adqui-ridos en otra, sino lo que intenta másbien es una adaptación cultural ouna adaptación de situaciones.

Hay bilingües que llegan a ser equi-lingües porque conocen dos lenguaspor igual y emplean una u otra segúnel entorno sociológico en el que sehallen. Estas personas son las quepertenecen, por lo general a una co-munidad minoritaria, con una lenguatambién minoritaria, dentro de unamacrocomunidad. (Nuestras autono-mías o las minorías que practicanotras lenguas en el mismo país)

El bilingüismo no es el privilegiode una elite como se podía pensarhace algunos años, sino que es elresultado de una acción social: emi-gración, estudios, contactos indivi-duales, resultado del encuentro dedos personas que deciden vivir jun-tas, bajo el régimen que sea, conser-

vando cada individuo su lengua, y sitienen descendencia transmitirán lasdos lenguas indistintamente.

No hay un espacio donde seaprenda a ser bilingüe, la casa, el co-legio, la calle, son espacios pre-dispuestos al bilingüismo. Lo únicoque se necesita es la capacidad dela que nos hablaba Lázaro Carreter yuna necesidad de desarrollarla.

Mackey pone de manifiesto las di-ferencias lingüísticas existentes entredos comunidades y que van a pro-ducir unos niveles de interferenciagramaticales, culturales, semánticas,léxicas. Interferencias que vamos a irviendo en casi todos los autotraduc-tores y a pesar de que Mackey comoinvestigador e incluso de Green, quelo practica, pongan en duda el bilin-güismo perfecto. Creo que sí existen,puede que no sean muchos, pero co-mo dicen los gallegos al hablar de lasMeigas haberlos haylos. Lo que pasaes que a veces los bilingües entre-mezclan las dos lenguas cuando es-tán en un entorno que lo facilita sinque haya interferencias.

El aserto de Grammont Une per-sonne, une langue no se justifica enel bilingüismo. Una persona puedemanejar perfectamente dos lenguas:Mistral, Green, Mendoza, BecKet,Semprum etc. De lo que ya no esta-mos seguros es de si manejarán tam-bién el biculturismo.

Dentro de todos ellos tenemosejemplos que pueden refrendar nues-tra teoría.

Si hablamos de Mistral, escritorprovenzal y premio Nobel de Litera-tura, compartido con nuestro compa-triota Echegaray, nos damos perfec-ta cuenta de cómo practica este bi-culturismo y cómo lo acerca al en-torno lingüístico de la otra lengua

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que, incluso nos atreveríamos a de-cir, le es hostil y que sin embargo leva a apoyar.

Mistral presenta el entorno campe-sino en el que se ha criado y las cos-tumbres de ese entorno que estánmal vistas en el otro lado, en la otralengua. Una de las costumbres muyarraigadas en "su sociedad" es quelas mujeres se mantengan al margenen las conversaciones entre hombrese incluso alejadas, en cierto sentido,de algo tan esencial como es la comi-da en familia para no inmiscuirse enlas conversaciones de los invitados.Mistral tiene muchos amigos escrito-res en lengua francesa, uno de elloses Alphonse Daudet escritor tambiénde lengua provenzal, aunque por mo-tivos de prestigio intente que no sedescubra esa faceta de escritor quele es más íntima. ¿Sabían que LaChèvre de M. Seguin, fue antes Lacabro de moussu Seguin? Pues bien,cuando los dos amigos se reunían encasa de Mistral, la madre de esteúltimo nunca se sentaba con ellosporque la mujer provenzal sabe quees la esposa de su esposo, la madrede sus hijos, pero también la sirvientade la casa. Puede que esta posturasocialmente no sea la correcta delotro lado del reguero, el reguero quemarcaba la separación entre las doslenguas en el espacio territorial delas propiedades de los Mistral y elpueblo vecino donde la lengua y lacultura iban por otros derroteros. Enel espacio de un kilómetro y medio seenfrentaba Mistral, desde niño, condos lenguas y dos culturas diferen-tes y que él supo asimilar y trans-mitir tanto en el original de su obracomo en su autotraducción. Si Mis-tral no se hubiera valido de su propiatraducción, estamos seguros de quese hubiera quedado dentro de un

entorno de amigos y nunca hubierallegado a ser quien fue y quien con-tinúa siendo a pesar de muchos pe-sares. Su autotraducción le dio la po-sibilidad de que un gran escritor co-mo Lamartine le conociera en París yle denominara el Nuevo Hornero.Lamartine le pidió que le leyera suobra en provenzal porque estabaseguro de que tenía que "sonar" me-jor y Mistral leyó la obra entera yLamartine se dio cuenta de que aque-lla frase tan manida de traduttóre,traditore, podía ser verdad. La musi-calidad que Mistral había impreso asu obra en provenzal no tenía nadaque ver con su obra francesa, ladivina cadencia se había desvanecidode la obra francesa. Sin embargo,había mantenido una perfecta tra-ducción haciendo algunas concesio-nes no sólo culturales sino léxicas ygramaticales.

Mistral quiso ser traductor comolo somos cualquiera de nosotros, noquiso utilizar la posibilidad que teníacomo bilingüe perfecto porque detrásde su obra se escondía algo más queuna historia. Se escondía la reivin-dicación de un pueblo al que se lehabía negado la oportunidad de ha-blar y de escribir su propia lengua, lalengua de los trovadores, los poetaspor excelencia. Quería demostrar queesa lengua, todavía, era capaz deproducir maravillosas obras como lopodía hacer cualquier otra lenguasiempre que le dieran esa ocasión,por eso no quiere traducir su obralírica provenzal en su obra líricafrancesa que podía haberlo hechoperfectamente. Su maravillosa obralírica, la traduce en prosa poética,eso sí, porque no quería ser unescritor de lengua francesa, queríaser reconocido como poeta de lenguaprovenzal. He aquí un ejemplo:

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La coumunioun di sant La communion des saints

Davalavo, en beissant lis iue,Dis escolié de Sant-Trefume;Èro à l'intrado de la niue,Di Vèspro amoussavon li lume.Li Sant de pèiro dóu pourtau,Coume passavo, la signèron,E de la glèiso à soun oustauEmé lis iue l'acoumpagnèron.

Car èro bravo que-noun-saiEjouino e bello, se oàu dire:E dins la glèiso res bessaiL'avié visto parla vo rire;Mai quand l'ourgueno restountisE qui li saume se cantavon,Se cresiè d'èstre en ParadisE qui lis Ange la pourtavon!.

Li Sant de pèiro, en la vèsentSourti de-lomgo la darrieroSouto lou porge trelusèntE se gandi dins la carnero,Li Sant de pèiro amistadousAvien près la chotuno en gràcUE quand la niue, lou tèms es dous,Parlavon d'elo dins l'espàct

-La vourriéu vèire deveni,Disté sant Jan, moungeto blanco,Car lou mounde es achavaniE li couvent soun de calanco.-Sant Trefume digue: -Segur!Mai n'ai besoun, iéu, dins moun templeCarjau de lume dins l'escur,E dins lou moundefau d'eisèmple.

-Fraire, digue Sant Ounourat,Aniue, se'n-cop la luno dounoSubre li lono e dins li prat,Descendren de nôsti coulouno,Car es Toussant: en noste ounourLa santo taulo sera messo....A miejo-niue Noste-SegnourIs Aliscamps dira messo.

-Se me cresès, digue Sant Lu,ie menaren la vierginello;le pourgiren un mnatèu bluEm'uno raubo blanquinello,E coume an di, li quatre SantTau que l'aureto s'enanèron;E de la chatouno, en passant,Prenguèron l'amo e la menèron.

Mai l'endeman de bon matinLa bellofiho s'es levado...E parlo en tóuti d'un festinDis que lis Ange èron en l'èr,Qu'is Aliscamp taulo èro messo,Que sant Trefume èro lou clercE que lou Crist disié la messo.

Elle descendait, en baissant les yeux, -l'escalier deSaint- Trophime; -c'était l'entrée de la nuit, -onéteignait les cierges des Vêpres. -Les Saints depierre du portail, - comme elle passait, la bénirent,et de l'église à sa maison - avec les yeuxl'accompagnèrent

Car elle était sage ineffablement, -et jeune et belle,on peut le dire; - et dans l'église nul peut-être -nel'avait vue parler ou rire ; -mais quand l'orgueretentissait, -pendant que l'on chantait lespsaumes, -eue croyait être en Paradis, -portée parles Anges !

Les Saints de pierre, la voyant - sortir tous lesjours la dernière - sous le porche resplendissant -et s'acheminer dans la rue, - les Saints de pierrebienveillants - avaient pris en grâce la fillette ; - etquand, la nuit, le temps est doux, - ils parlaientd'elle dans l'espace.

Je voudrais la voir devenir, - disait saint Jean,nonnette blanche,-car le monde est orageux, -et lescouvents sont des asiles. » - Saint Trophime dit :« Oui sans doute ! - mais j'en ai besoin dans montemple, car dans l'obscur il faut de la lumière, - etdans le monde äfaut des exemples.

"O frères, dit saint Honnorat - cette nuit, dès queluira la lune - sur les lacunes et dans les près, -nous descendrons de nos colonnes, - car c'est laToussaint : en notre honneur - la sainte table seramise... - A minuit Notre Seigneur - dira la messeaux Aliscamps. "

"Si vous me croyez, dit saint Luc, - nous yconduirons la jeune vierge; - nous lui donnerons unmanteau bleu - avec une robe blanche. " - Et celadit, les quatre Saints, - tels que la brise, s'enallèrent;- et de la fillette, en passant, - ils prirentl'âme et l'emmenèrent.

Le lendemain de bon matin - la belle fille s'estlevée... - Et elle parle à tous d'un festin - où elles'est trouvée en songe: - eue dit que les angesétaient dans l'air, - qu'aux Aliscamps table étaitmise, - que saint Trophime était le clerc - et leChrist disait la messe. 3

' Mistral, F.- Lis isclo d'Or. P. 146

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Si tomamos un ejemplo de su pro-sa, podemos ver que pasa exacta-mente lo mismo, no hay ningunadesviación significativa y el lectorpuede seguir la lectura e incluso pue-de comprenderla.

Ya tenemos el primer motivo delporqué se hace autotraducción.

Green, escritor inglés (?), no sé si élestaría muy de acuerdo con esta de-finición, porque también se consi-deraba escritor francés y desde luego,también es autotraductor. Los textoscon los que nosotros hemos traba-jado están escritos primero en fran-cés y luego autotraducidos al inglés,con alguna interferencia entre las doslenguas, y siempre haciendo conno-taciones culturales. El que vamos apresentar dentro de un momento es-tá escrito primero en inglés.

En la autotraducción de Green nohay motivaciones políticas sino cul-turales. Green se encuentra con doslenguas, con dos maneras de ver larealidad, con dos maneras de pensar,con dos imaginaciones.

La lengua inglesa será la de laspalabras; la francesa la de las ideaso como decía Rilke el corazón y elcerebro.

El caso de Green es un caso muyparticular, mantiene entre las doslenguas un muro de hormigón quetiene que hacer transparente cadavez que quiere traducir, incluso unasola frase. Las dos lenguas perma-necen paralelas y nunca se confun-dirán. No hay un frangles.

Ha estudiado en el colegio una len-gua literaria que va a hacer suyapara que no le ocurra lo mismo que aGide, gran traductor de Shakespeare,y que, sin embargo, era incapaz dedesenvolverse en Londres.

Green conserva las dos cualida-des, difíciles cualidades de un buentraductor:

-el respeto al texto y-la inteligencia de su belleza.

Como dijimos al principio Green esese mirlo blanco del bilingüismo. Niél mismo sabe cuando aprendió sulengua materna. El francés lo apren-de de su niñera, del colegio y de lacalle, pero el inglés no sabe cuandolo aprendió. Recuerda que ya erabastante mayor cuando se da cuentade que esa lengua es verdaderamentesu lengua materna. A pesar de sertardía la dominará tan bien como lafrancesa. Cuando alguien le pregun-taba: Do you think in English or inFrench?, recordaba una anécdota quehabía oído: un niño preguntaba a sumadre si cuando pensaba, pensabacon palabras o con pensamientos. Lamadre no supo qué contestar, nisiquiera después de haber consul-tado a un amigo filósofo. Green, co-mo la madre del niño, no sabía enqué pensaba. Una lengua es, decía,un mundo cerrado de donde es difícilevadirse, el francés ve el mundo deuna manera, el inglés de otra, y sinembargo el mundo es el mismo.

Se cree francés, pero cuando seencuentra en América por primeravez a sus veintiún años, algo empiezaa cambiar en su interior. El encuen-tro casual con un escritor francésy un lapsus linguae, aparentementesin importancia para cualquiera, nopasa desapercibido para Green. Enun momento de la conversación elescritor no se acuerda cómo se diceinadequate en francés y Green hacela siguiente reflexión:

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(...) un pequeño lapsus de nuestramemoria no es un drama, pero para un hom-bre de culaira, cada palabra de su lengua ma-terna forma parte de la herencia que debepreservar en su integridad.

Algo ha pasado por la mente delescritor que decide aprender el in-glés, no como cualquier otra persona,sino para poder escribir de la mismamanera, como escribe en francés yno correr el riesgo de que en unmomento determinado su mensajepueda ser falseado por un traductorque tenga un lapsus de memoriacomo le acaba de suceder al escri-tor francés. Y sobre todo porque los

escritores tienen que salvaguardar supropia lengua, porque el país, en elque se encuentren, les despojará in-conscientemente de ella y tienen quemantenerse en guardia.

Esta es una de las muchas razo-nes por las que Green piensa que unbilingüe es un pájaro raro. Cualquierpaís puede robarle a uno las pala-bras, el uso de la lengua cotidiana-mente es lo que da flexibilidad en sumanejo.

Veamos un pequeño ejemplo de suobra:

Memories of happy daysThe coming of tango.

Just about this time, the tango came into fashionand somehow it seemed to dispel any sad thoughtsbrought on by the slaughter in distant Serbia. I knewfrom certain hushed whispers and horrified raisingof eyebrows that the tango was supposed to be anaughty dance. Decent people frowned on it and oldPope Pius the Tenth was so pained by its growingsuccess that he tried to have another danceintroduced to take its place, the prim VenetianFurlana, which on dance at a distance of two orthree feet from one's partner, preferably with afazzoletto or handkerchief in one's hand. Parisianslookeed on and grinned, their faith in tangounperturbed. In those days, my sister Retta tookpiano lessons from a black-eyed lady by the name ofMme de Las Palmas. As I remember her, this ladywore a slight moustache and smelt faintly likea zoo, but her rendering of Siding's Frühling was, toa certain extent, a sort of compesation. Anyhow shetaught my sister to play dementi correctly and to hisday I can listen to that gentleman's simple tuneswith pleasure, because they bring up so manymemories of happy days.

It is a terrible leap from Clementi to tango, butRetta was unafraid. One afternoon she came homeuñth an album which she had purchased with hermonthly allowance. On the cover was picture of agaucho with full lips and half-closed eyes dancingwith an equally exotic looking lady. My sister wentto the piano, opened her album with a firm hand andbegan to play. Her face worw a frown and the tip ofher tongue stuck out between her teeth. I don't thinkshe could have been more than fifteen, as her hairwas still down her back, and she played as only ayoung girl can play who has studied Clementi: therewas nothing languorous about her touch, it was bold

Souvenirs des jours hereuxLa découverte du tango

A peu près à l'époque de la guerre de Balkans, letango devint à la mode comme s'il allait disperserles pensées sinistres apportées par le récit desmasacres dans la lointaine Serbie. A certainschuchotements, murmures et sourcils levés, jàpprisque le gens "bien" voyaient dans le tango une danseosée. Le vieux pape Pie X était si contrarié par cesuccès foudroyant qu'il proposa à la place unedanse vénitienne très guindée, la Furlana, qu'ondansait à trois ou quatre pas de son partenaire, lefazzoleto à la main, autrement dit le mouchoir. LesParisiens sourirent, mais leur foi dans le tango n'enfut pas moins fervente.

A ce moment-là, ma soeur Retta prenait des leçonsde piano avec une Mme de Las Palmas aux yeuxnoirs. Je me souviens qu'elle avait une ombre demoustache et sentait légèrement la ménagerie, maisson interprétation du Primtemps de Sinding faisait,dans une certaine mesure, compensation... Elleapprenait, en tout cas, à ma soeur à. jouercorrectement Clementi, si bien qu'aujourd'hui encorej'écoute avec plaisir ces airs très simples qui me fontressouvenir des jours heureux.JÍ y avait un abîme entre Clementi et le tango, maisRetta n'en avait pas peur. Un après.midi elle revintà la maison avec un album où était passé tout sonargent de poche du mois. Un gaucho aux gosseslèvres et aux yeux mi-clos dansait sur la couvertureavec une dame tout aussi exotique. Ma soeur se mitau piano, ouvrit l'album d'une main ferme etcommença. En jouant, elle fronçait les sourcils et lebout de sa langue passait entre ses dents. Elle nedevait pas avoir plus de quinze ans alors, car elleportait les cheveux dans le dos et jouait à la manièredes jeunes filles qui ont étudié Clementi d'untoucher sans aucune langueur, mais ferme et

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and firm, and as straightforward as she washerself; in fact, I have never known anyone whomissed the point of tango with such utter innocence,but she was determined to learn this music, andlearn is she did.

My mother, who had no ear at all and could hardlytell a hymn from the Star Spangled Banner, wasprobably unaware of her daughter's doings andwould have cared very little had she known thatDans tes bras was being performed on our pianoinstead of the Sonatine pour lélier les doigts. Shewas far too kind and liberal-minded to suspect evilwhere no evil was, and so Retta was allowed toforge ahead unhampered and unvexed. There camea day when she finally mastered tow or three SouthAmerican pieces and I can still see her intentexpression as she played, her vigorous little handspatiently striking the keyboard, making the brasscandlesticks quiver and jingle. I don't know whatMme de Las Palmas Thought of this. Doubtless shewas not informed.

By 1913, everyone was dancing the tango in someform or other. Mothers looked on as their daughterswere instructed at Baraduc's dancing school whereMr. Washington Lopp gave a comme il faut version ofthe new step.

intrépide, aussi direct qu'elle l'était elle-même. Jecrois n'avoir jamais entendu quelqu'un passer avecautant d'innocence à côté des intentions secrètes dutango. Mais elle était bien décidée à apprendre cettemusique et elle l'apprit bel et bien.

Ma mère n'avait pas d'oreille et distinguait à peineun cantique du Star Spangled Banner, aussi ne serendait-elle pas compte de ce que jouait sáfale, maissi elle avait su que Dans tes bras était installé sur lepiano à la place de la Sonatine pour délier les doigts,cela lui aurait été égal. Elle était trop gentille et troplarge d'esprit pour voir le mal où il n'était pas; etRetta put aller avec vaillance de l'avant sans crainteet sans explications. Puis un jour elle put enfinmaîtriser deux ou trois morceaux des pampasargentines et je revois son air absorbé, ses petitesmains vigoureuses frappant avec patience le clavieret faisant trembler et tinter les bourgeois du piano.Je ne sais ce qu'en pensa Mme de Las Palmas auxyeux noirs, mais sans doute elle ignorait tout.4

En 1913, tout le monde dansait le tango à safaçon. Les mères accompagnaient leurs filles aucours Braduc pour y prendre des leçons et c' était làque Mr Washington Lopp donnait une version« comme Hfaut » de la danse à la mode.

Memories of Happy Days estáescrito primero en inglés en 1940 yes traducido al francés en 1942como Souvenirs des Jours heureux.Green había empezado a escribir unrelato en francés con el título deQuand nous habitions tous ensemble,pero al encontrarse en América se diocuenta de que no tenía ningúnsentido seguirlo en francés por lo quedecidió escribir su autobiografía eninglés. También se da cuenta de queno se parece en nada a lo que habíacomenzado a escribir en francés. (Unpunto de apoyo para aquellos queestán en contra de la autotraducción,que dicen que si el escritor escri-be en una lengua hará una cosa yalgo muy distinto si escribe en otraaunque se trate del mismo tema.)

Como hemos dicho más arriba,decide dos años más tarde publi-carlo en francés y para ello hace sutraducción. Pues bien ya en las pri-meras páginas nos damos cuenta deque en francés hay algo más de

lo que nos encontramos en inglés.En el capítulo The coming of tango ode La découverte du tango, descu-brimos que en inglés no se mencionala guerra de los Balcanes al hablar delas masacres de Serbia y que en sulugar aparece la época del tango. Sinembargo vemos cómo en los dostítulos aparece la palabra tango.

En el texto inglés, para situarnosen una época determinada y en eltexto francés, para señalar el baile ensí.

Se sabe de dónde procede el tan-go. Si son entendidos dirán que deBuenos Aires y más concretamenteporteño, y si no son muy entendi-dos, sabrán que es argentino y queGardel, su cantante más conocido,era argentino.

El relato que Green nos hace eneste capítulo, es la descripción delaprendizaje de su hermana ante elpiano y que llega, a fuerza de prac-

4 Op.Ct. p.76

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ticar y practicar, un buen día a sercapaz de dominar two or three SouthAmerican Pieces, mientras que enfrancés llega a ser capaz de dominardeux ou tríos morceaux des Pampasargentines. Creo que sobran los co-mentarios. La idea que tenemos loseuropeos del conocimiento que tienenlos americanos de la geografía esmás bien vaga y creo que Green máseuropeo que americano, a pesar desu nacionalidad, lo sabía también yhace esas connotaciones culturales.

En Christine volvemos a encontrar-nos con algo semejante en la des-cripción Fort-Hope y del cartel querecuerda la fecha de la édification in1640, at the time when the Pilgrims...à l'époque où les Pèlerins éta-blissaient à coups de mousquet leroyaume de Dieu. Si no nos hubiéra-mos topado con la nota que Greenpone en la traducción francesa nosabríamos que se trataba de los puri-tanos exiliados a causa de sus con-vicciones religiosas y no de unosperegrinos, en el sentido estricto dela palabra tal y como la entendemosen Europa.

Son sólo unos ejemplos, pero haymuchísimos más y desarmarían a loscríticos que estuvieran en contra dela autotraducción. ¿Acaso no hacenlo mismo los traductores profesiona-les?

Un autor que aparece siemprecuando mencionamos a algún escri-tor español que se autotraduzca es,sin ninguna duda, Jorge Semprún,pero nos equivocamos. Semprún nose au to traduce, no quiere hacerloporque dice que está convencido deque si se pusiera a traducir su obrale saldría otra cosa muy distinta, poreso cuando escribe la obra en francéses una traductora argentina la que lohace al español. Pero con todo esto sí

que hay autotraducción en susobras, desde luego no lo es de unamanera consciente y cuando lo hacesiempre aparece una justificación.En su libro La Montagne Blanche hayuna página entera de unas excla-maciones, vamos a llamarlo así, deunos obreros españoles que estántrabajando en el puerto de Amster-dam. Sabemos cómo es el lenguaje denuestros obreros que es el mismo delos obreros portuarios andaluces des-critos en la obra. En la conversaciónque mantienen aparecen frases comoQué cono ni qué niño muerto y queSemprún traduce Quel con ni quelenfant mort. Cualquier francés sequedará sin saber lo que el autorha querido decir por boca de sus per-sonajes, lo mismo que si dijera \Hom-bre, vamos cono no respetáis nada;Homme, allons con! Vous ne respectezrienl

Esta traducción es inaceptable des-de el punto de vista de cualquier tra-ductor, pero nadie negará como diceel propio Semprún que se trata deuna traducción literal. Hay una tra-ducción de palabras, pero en estecaso la palabra por la palabra no nosvale. Si se trata de una conversaciónentre españoles, no es necesaria taltraducción y si se trata de una con-versación entre franceses y españo-les, dudamos mucho que los fran-ceses hayan entendido algo.

Semprún justifica la hispanizaciónfonética de las palabras holandesascomo guldens por Juldas o de otraspalabras extranjeras, en cualquierpaís de Europa para hacer más habi-table un mundo que les es ajeno y lamayoría de las veces hostil. Lo mismoocurre con la palabra cono cuya tra-ducción es exacta en cuanto a la le-tra, pero en modo alguno lo es cuan-to al espíritu.

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Semprún no es autotraductor aun-que lo parezca. Él mismo nos lo hadicho, no quiere traducir sus obrasporque haría otra cosa muy distinta.

Otro español que ha escrito suobra, o la mayor parte de ella, enfrancés ha sido el recién desapa-recido Gómez-Arcos. Este autor síse au to traduce, aunque a veces leocurra lo mismo que a Semprún conla cultura.

En su libro L'Aveuglon nos cuentala historia de un niño, hijo de unemigrante marroquí en Francia y có-mo a la muerte de su progenitor veperdidas las esperanzas de poder sertratado de su enfermedad. Tiene quetrabajar para poder sobrevivir en losmás bajos menesteres, desde pedirlimosna hasta recoger los excremen-tos de los animales; pero al final con-sigue, gracias a la caridad de lasbuenas personas, la posibilidad deser operado para recuperar la vista.Al traducir la obra al español Gómez-Arcos cambia el título, no va a ser lacarencia visual la que nos anuncie laobra sino el nombre de su protago-nista: Marruecos. Podemos ver cómoen toda la obra, el autor se enfrentacon los mismos problemas que cual-quier traductor y los resuelve comoautor, no como traductor, es decir,disponiendo del texto a discreción.En las páginas finales de la obravemos cómo una prostituta, que viveal lado del tío con el que Marruecosconvive, ha tomado un enorme cariñoa ese niño cegato, al que quiere ayu-dar, pero no puede hacerlo económi-camente porque ella es tan pobrecomo él y lo único que puede hacerpor él es rezar y enseñarle a rezar.Pero no recuerda cómo se reza, lointenta, pero no lo consigue. Se haolvidado de ese Dios que cree quetambién se ha olvidado de ella y

esforzándose mucho, a su mente,llega el recuerdo de su niñez mala-gueña y la devoción de su madre a laVirgen y a su hijo, y de sus labios,brota esa oración que a todo niñoespañol nos enseñaron algún día yque la mayoría de los lectores reco-nocerá, incluso, aunque no sepanfrancés:

Mon doux P'tit Jesus,Tu es enfant comme moi,Et je t'offre mon amour,Car mon coeur t'appartient.Prend-lePrend-leR est à toiR n'est plus à moi.

No hay una oración equivalente enfrancés, es una transposición cultu-ral, que Gómez-Arcos pone en labiosde esa buena prostituta que ha lava-do, cocinado y cuidado de se pobreser abandonado de todos.

No podemos mencionar todos y ca-da uno de los problemas que hay enla autotraducción de esta obra en laque encontramos bastantes amplia-ciones y que nos llevarían a discutirsobre la problemática de la traduc-ción.

Otro autor que se traduce a "símismo" es Kundera del que hablabael dos de septiembre de 1997 en elsuplemento cultural del ABC unartículo de Ramiro Villapadierna coneste título:

Una experta descubre que Kundera cambiasustancialmente sus novelas al traducirlas. Ycomo subtítulo. Vertida por el autor, "la bro-ma", no es la misma en checo, inglés ofrancés.

El articulista nos cuenta cómo unaprofesora americana, enamorada dela obra de Kundera, se da cuenta dela falsificación de la primera obra y

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de cómo falsea la realidad de sus no-velas para el lector occidental.

El artículo es sumamente intere-sante para nosotros, porque es unmotivo serio de reflexión.

Leí la "Broma" y a Kundera por primeravez cuando era alumna de estudios soviéticosen Harvard. Me enamoré de su forma deescribir y me dispuse a leer todo cuanto sehabía traducido de su obra: es un escritorbrillante en sus composiciones de tramas, sontan intrincadas, tan bien pensadas, prácti-camente sinfónicas y hay tantos pasajes enque uno se para y dice, incluso en voz alta, "sí,es así, es verdad" y particularmente extraor-dinaria es su presentación de las mujeres.

Mas no siendo suficiente e incitada por lasfrecuentes protestas de Kundera por sus tra-ducciones al inglés y al francés, Allison, estees el nombre de la profesora, quiere leerlo ensu lengua original y, armada apenas con susconocimientos de ruso y un diccionario rusocheco, se enfrenta a la versión original de Lainsoportable levedad del ser. Se hunde, nofunciona, dado que, por ejemplo, lo que en rusoquiere decir rojo en checo quiere decir bello-convirtiendo así al bravo Ejercito Rojo en elEjército Bello- y otras trampas eslavas.

Pero tanto quiere vislumbrar el pensamientooriginal del autor que se casa con un profesorcheco, cae el muro y empieza a viajar cadaverano a los Países Checos y por fin, con elcheco bien cogido y con la determinación de,pongamos, una Clara Janes con VladimirHolán, en el curso 95-96, se toma un añosabático en Praga Altamente concienciada porlas famosas batallas de Kundera con sustraductores, que lo llevaron, tras prohibir cua-tro versiones anteriores en inglés, a retraducirél mismo una quinta, etiquetada "urbi et orbi"como la "definitiva"(Aaron Asher's,1992), mo-numental esfuerzo que Kundera ya habíarealizado con la versión francesa en 1985,Allison se sienta a leer "Zert", la versiónoriginal de "La Broma".

El escritor no responde

Pero cada dos por tres se ve levantándose abuscar la propia traducción de Kundera, yresulta que la buena profesora empieza aencontrar importantes diferencias entre esta"definitiva" y la "original" -publicada en 1967por la Unión de Escritores y republicada en1991 en Brno. En breve, termina leyendo con

las cinco versiones inglesas y las dos checas,además de la francesa, abiertas sobre lamesa: ninguna es igual. Las diferencias y lasomisiones llegan a tal punto que antes deacabar el año sabático Allison escribe lar-gamente a Kundera con toda su frustración:según su estudio la versión "definitiva" omitemás de cincuenta pasajes de la "original","entre estos, párrafos completos".

Concienzudamente la profesora divide lasomisiones en tres categorías: a) partesdesechadas por su compleja transmisión alinglés -verbigracia cuando Aleña le pide aCenek que le pegue con una rama a cambiodel huevo de pascua, tradición checa conocidacomo "Pomlazka"- ; b) partes omiüdas porrazones estilísticas, pero que afectan a lacomprensión de personajes -como el cinismodel mismo protagonista, Ludvik; c) por último,"y tal vez lo más importante" las omisiones delos pasajes que concretan la historia en lascomplejas circunstancias de la postguerra che-coslovaca, "haciéndola así más simple y coin-cidente con los estereotipos de correcciónoccidentales"

La profesora según el artículo, noobtuvo respuesta y se lamenta nohaber recibido la respuesta del "autorque es el terror de los traductores" delque dice: creo que está en su perfectoderecho a corregirse, sólo me gustaría que meexplicara el porqué"

Nadie puede discutir a un escritorque haga con su obra lo que quiera,pero si quiere que se le tome en serio,si verdaderamente quiere llegar alpúblico debería dar una explicacióncuando un especialista se la pide. Nodudamos que tenga motivos políticos,o que tenga reparos a la hora decontar ciertas costumbres de su país,pero si las cuenta, tiene que serconsciente de que un traductor tienela obligación de ser fiel al textoque traduce y que de ninguna ma-nera debe falsear esa realidad. Esuna de las primeras obligaciones deltraductor y si el autor no quiere quese conozcan ciertos aspectos de suobra, que no los escriba. Pero lo que

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los traductores no debemos consentires que se nos acuse de hacer malastraducciones porque al autor no leguste. Una de dos, o prohibe latraducción de su obra, cosa que aningún autor le interesa, o se tendráque conformar con la traducción, porsupuesto, la buena traducción que sehaga de su obra.

Kundera no tiene ningún derecho aquejarse de los traductores cuando élmismo suprime lo que le parece. Porsupuesto que, como hemos dicho an-teriormente, puede hacer con su obralo que quiera, pero también tiene laobligación de respetar a los demás.

Que Kundera no respondiera, co-mo dice el articulista, no lo podemosasegurar, pero lo que sí podemosafirmar es que le cuesta bastanteresponder.

La mayoría de nosotros conoce o almenos ha oído hablar alguna vez deCarlos Fuentes o quizás ha leídoalguno de sus libros. Con este autorocurre como con Kundera, salvandolas diferencias. Viajero empedernidoes muy difícil ponerse en contactocon él y a pesar de que hemoscoincidido varias veces, nunca hemospodido hablar con él como hubierasido nuestro deseo. No podríamosdecir si Carlos Fuentes es un auto-traductor tal y como venimos di-ciendo. Nacido en una familia aco-modada, su padre es diplomático,viaja continuamente lo que supondráuna gran ayuda para Carlos poste-riormente, pero que también supon-drá para él una falta de identidad.Cuando se instala definitivamente enMéjico con dieciséis años, no sabecuál es su identidad, no sabe cuál essu patria. Mi Patria -dirá años mástarde- es el lugar donde tengo amigosque quiero. Las diferentes culturascon las que convive por la profesión

paterna construirán el edificio lite-rario de Fuentes, que se mostrará deuna manera muy especial en Cris-tóbal Nonato. Para Fuentes la culturapura no existe. La mezcla de culturashace que el hombre y la literaturavivan. No existen las culturas aisla-das, todas están contaminadas y sino están contaminadas están conde-nadas a muerte. Cultura abierta,mutante, contaminada, significa cul-tura viva.5

Fuentes, en una conferencia pro-nunciada en el Círculo de Lectores el6 de junio de 1995 dice que unanación es una cultura. (Parece uncontrasentido)

Al hablar del aspecto de su obraque más nos interesa, podemos afir-mar que lo que él hace cuando tra-duce al inglés es integrar la culturalatinoamericana dentro de la anglo-sajona, pero no transpone todo loque expresa en su lengua materna.

Ve muy claramente que lo quequieren las gentes de los pueblos la-tinos que emigran a América delNorte es que les dejen manifestar supropia cultura. Es el deseo famélicode la América Latina, el bagaje queva en su maleta de emigrante es elpesimismo, el desempleo, la pobreza,la desgracia. Elementos todos queFuentes recoge en su obra y que seven mitigados con la expresión de supropia cultura.

No podríamos afirmar que Fuentessea un autotraductor como los de-más. Cuando traduce al inglés Cris-tóbal Nonato{1987) Christof er Unborn(1989) Fuentes hace malabarismoscon la cultura, una cultura que nosatreveríamos a decir que no le gustademasiado, o al menos una buena

5 Ortega, J. Retrato de Carlos Fuentes Círculo deLectores 1995 p.81

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parte de ella, si leen estas dos obrasse darán cuenta de lo que decimos.En la edición inglesa dice: traducidodel español por Alfred Mac Adam y elautor. Por lo tanto no podríamosdecir si es Fuentes quien hace latraducción y es supervisada porAlfred o es Alfred quien traduce ysupervisa el autor o traducen los dos.Lo que sí vemos en la obra es quele ocurre lo mismo que la profesoraAllison dice con respecto a Kundera¿Cuál es el motivo? Juzguen ustedesmismos....le pondremos ISABEL a la niña, Isabel laCatólica, Isabel la Catatónica, Isabel laCatártica, Isabel la Caótica, Isabel laCarbólica, Isabel la Retórica, Isabel laPlutónica, Isabel la Platónica, Isabel laPletórica, Isabel la Estrambótica, Isabel laEsclerótica, Isabel la Babilónica, Isabel laSupersónica, Isabel la Neurótica, Isabel laNostálgica, Isabel la Neurálgica, Isabel laZoológica, Isabel la Botánica, Isabel laMetódica, Isabel la Alcojólica, Isabel laFlemática, Isabel la Famélica, Isabel laHiperbólica, Isabel la Diabólica.6

La traducción que hace al inglés, enla página 8, es la siguiente:

"Isabella," if it's a girl we'll name herIsabella, whimpered my mother, hanging onthe mainmast of my father's caravel, suddenlyshifted into her unconscious track, it may be agirl. My queen. What shall we name the girl?Well! Does it have to be a boy? Well! We'll callher Isabella, Isabella the Catholic. Isabella theChaotic J

Tahar Ben Jelloun es un escritor,que no se auto traduce, pero que alleer una de sus obras me sugirió elproblema que a veces se le plantea aun autor con su traducción.

Tahar presenta en una de susobras Les yeux baissés a una pastoraque es trasladada a París, que apren-de a leer y que quiere conocer todo lo

6 Fruentes,C. Cristobal Nonato. P.137 Fuentes, C. Christopher Unborn. P.8

más rápidamente posible pues cree, yademás es verdad, que lleva muchoretraso. Ante este irrefrenable deseopiensa que si duerme abrazada, osobre su diccionario las palabras levan a entrar en su mente másdeprisa. Lo que logra, evidentemente,es tener una pesadilla, pues nocreemos que estuviera muy cómodacon tal almohada. Y esto es lo quecuenta.

De nuevo me encontré en el pueblo, sentadabajo un árbol guardando vacas. De repente, vivenir hacia mí palabras gigantes armadas conpalas. Caminaban contoneándose. Las que te-nían 1 en los pies avanzaban sin problemas,pero las que terminaban en s o en y teníandificultades para seguir el ritmo de la invasión.Dos líneas trazadas probablemente por una itumbada me ataron a un árbol. Me ataron yme hicieron un nudo con ae. Una Y me man-tenía la boca abierta y una I me manteníacada ojo abierto. Las palabras entraron enmasa con el material de barrido y vaciaron micabeza de todo lo que había acumuladodurante un año. Mis ojos abiertos de par enpar asisüan impotentes a esta mudanzacolectiva. El verbo coger se llevaba todo lo quehabía aprendido sobre la piedra; las r seencontraban con las e y las p; quedaban las ny las á, estas fueron encargadas de mantenerel saco en el que fueron echadas las demáspalabras de la famosa página. Hubo unapequeña guerra, breve, pero eficaz entre laspalabras francesas y bereberes... (traducciónde la pág. 80-81 Les yeux baisses. Edt duSeuííjs

Esta pastora que había aprendido aleer y que quería aprender rápida-mente nos va a servir para intro-ducir a un nuevo autotraductor. SiuKan Wen a quien le ha sucedido casilo mismo que a la pastora al quererhacer la au to traducción.

En un encuentro de profesores enla Universidad Católica de Angers co-nocimos a un nuevo autotraductorque se escapaba a la clasificación de

8 Traducción de Pilar Blanco

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los diferentes traductores que había-mos descubierto y que habíamosagrupado bajo distintas definiciones.Hemos hablado de bilingüismo, depersonas que dominaban dos len-guas y hete aquí que nos encontra-mos con un caso sumamente inte-resante.

Invitado por la Universidad, habíallegado de Perú un escritor llamadoSiu Kam Wen. La profesora que nosacogía a los dos, nos dijo en un mo-mento: Siu también se au to traduce.Hablamos. Asistimos a su conferen-cia y aprendimos a conocer un pocodel mundo lingüístico, del duro mun-do lingüístico del emigrante. Fue lle-vado a Perú por su padre con nueveaños con la idea de que estudiara yse convirtiera en algo más que unobrero. Siu comienza a asistir a cla-ses de español para chinos y vaaprendiendo rápidamente de maneraque se puede integrar en la escuelapública peruana, pero la mala fortu-na hace que tenga que abandonaresos estudios y ponerse a trabajar.Está decidido a convertirse en escri-tor y para ello tiene que dominar lalengua del país de acogida. Y lo logra.Hay que resaltar que a la vez que seintegra en la lengua y la cultura pe-ruana va olvidando su propia lengua,(justamente le ocurre lo mismo quedecía Green) y según dice él mismohoy no puede hablar en chino, o me-jor dicho, en un dialecto chino, elcantones, que es su lengua materna,porque lo hace al revés, se ríen de ély, lo que es peor no le entienden.

Es un personaje tan curioso, queincluso los periodistas dudan queexista y más bien piensan que es unautor inventado detrás del que, cier-tamente, se esconde un verdadero es-critor.

En 1981 obtiene Menciones Hon-rosas en el Cope y en el Cuento de Milpalabras de 1983.

En el periódico El Observador el30 de noviembre de 1981 se dice...

La prosa trae el relato de un improbableautor chino que es además contador san-marquino... y tres cuentos de autores porahora desconocidos Zein Zorrilla, Walter Ven-tosilla y Siu Kam Wen (quien no sabemos si enverdad existe, ya que está de moda inventarescritores orientales para encubrir autoresconocidos...")

En La Prensa el siete de febrero de1982, se dice:

Autor improbable, que no sabemos si enverdad existe.Tales fueron los calificativos que reci-bió Siu de incrédulos críticos cuandopublicó sus primeros cuentos: resul-taba difícil, al parecer, que un natu-ral de China pudiera escribir en ellenguaje de Cervantes y, lo que esmás, hacerlo con calidad. Siu KamWen (1951) nació en China (provinciade Kuantung, distrito de Chunshan).

Siu ya no está en Perú, este país sele ha quedado pequeño y se hainstalado en Honolulu y ha transcen-dido la lengua de Cervantes. Decidióaprender inglés y se puso un plazo:tres años para poder escribir. No loconsiguió y sólo a partir de los cincoaños consiguió empezar a escribir eninglés. Le costó mucho, pero hoy, mecontaba, piensa en inglés. Larga fuenuestra conversación y como eltiempo de que disponíamos era muypequeño intercambiamos nuestrasdirecciones con la promesa de seguirdialogando y así ha sido.

De regreso a su hogar nos envióuna serie de obras y la explicación desu proceso de autotraducción:

A Journey to Ithaca fue escrito primero en1991. Escogí escribirlo en inglés porque, des-pués de mis dos primeros libros, había vueltoa preocuparme excesivamente por las cuestio-

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nes del estilo y de la técnica. Como mi dominiodel inglés era todavía bastante elemental en-tonces, pensé que serviría para distraerme deesa preocupación, que tenía un efecto parali-zante sobre mi escritura.

Escribí el prímer borrador de Journey en algomás de dos meses y en los siguientes siete loreescribí (siempre en inglés) dos veces, ayu-dándome con una docena de diccionarios, (dic-cionarios de sinónimos) y manuales de orto-grafía y de gramática.

No comencé a traducirlo al español sino treso cuatro meses después. Y tan pronto como co-mencé a hacerlo me di cuenta de que la tra-ducción iba a ser más difícil de lo que habíapensado en un principio.

Primero hice una traducción literal El proce-so entero fue extremadamente penoso, pues te-nía que recurrir a los diccionarios constante-mente.

Puse entonces el original en inglés a un ladoy traté de trabajar sólo con el producto final dela traducción literal. Incluso en esta segundaetapa me encontré a mí mismo escribiendo enespañol pero pensando todavía en inglés.

A JOURNEY TO ITHACAIn the summer of 1990, my brother and Ipooled our resources and, with our parentsproviding most of the down- payment money,bought a one-story house across—that is,across the full width of Pearl Harbor—fromWaikiki, at a spot called Ewa Beach, whichwas once full of sugar-cane pantations. Wewere all enchanted with the new acquisitionand none more so than myself. The house wasa solid and a fine one; it had belonged to aretired carpenter who took four years of his lifeto tear apart the 27 -year-old strucuire andrebuild it entirely with new, sturdy redwood; itwas almost brand-new. But more importantly,it was big enough to allow me a room of myown, where I could shut myself up withoutbeing disturbed by the distracting noise of atelevision set, or of neighbours quarrelingupstairs, downstairs, next door. No one wasmore in need of a quiet, secluded place than Iwas; ever since I came to Hawaii in 1985,from far-off Peru, I had been sharing anapartment with my parents and siblings, allsix of us crammed into three tiny cubbyholes.The living room was so small that we literallybumped into one another. The heat wassmothering; concentration was impossible.9

La segunda versión de Viaje a Itaca (que escomo se llamaría a partir de ahora) ya mepareció mejor, pero todavía no estaba escritaen un español natural (sólo gramaticalmentecorrecto).

Enfin, no fue sino en noviembre de 1993,después de otras dos reescrituras y despuésde más de dos años, que finalmente tuve enmis manos la versión que hoy considero comola final. Estoy satisfecho sólo parcialmente deViaje a Itaca: está bien como una traducción,pero pudo haber sido mejor si el libro hubierasido escrito originalmente en español.

Lo más difícil fue eliminar los anglicismos ylas construcciones anglicistas del libro.

Este proceso de autotraducción. Como lollama ud., ha dejado ciertas huellas en miprosa. Por ejemplo. Noto que desde Viaje, usoa menudo la expresión tanto es así que, quenunca he usado antes en mis obras, esaexpresión es, por supuesto, el equivalente enespañol de "so much so That".

Veamos el primer párrafo de Itaca.

VIAJE A ITACAEn el verano de 1990, mi hermano y yo pu-simos juntos nuestros ahorros de años y, conun poco de ayuda de nuestros padres,compramos una casa de un piso al frente deWaikiki -eso es, con el Pearl Harbor de enmedio-, en un lugar llamado Ewa Beach, quealguna vez había sido simplemente un enormecampo de cultivo de caña de azúcar. La casaera de construcción sólida, bien hecha yprácticamente nueva (el dueño anterior, uncarpintero retirado, se había tomado cuatroaños de su vida para desbaratarla pieza apieza y entonces volverla a armar con plan-chas nuevas de madera de secuoya). Pero,sobre todo, era lo bastante espaciosa comopara permitirme un cuarto propio, donde podíaencerrarme sin ser molestado por los ruidosdel televisor que proviene de la sala o por losgritos destemplados de los vecinos peleándoseen el piso de arriba. Nadie estaba más nece-sitado de un cubículo tranquilo y aislado queyo: desde que puse los pies en el suelo de estaisla, había estado compartiendo un departa-mento de tres dormitorios con mis padres, mihermano y mis hermanas. La sala era tan pe-queña que era necesario hacer malabarespara no tropezamos. El calor era sofocante; laconcentración imposible.10

9 Sin Kam Wen.- A Journey of Itaca. P.5 1 Sin Kam Wen. -Viaje a Itaca. P.6

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Este reencuentro con un nuevocaso de autotraducción puso en solfalas teorías en las que nos habíamosapoyado anteriormente. ¿Qué clasede autotraductor es Siu? ¿Entra den-tro de los cánones definidos de bilin-güismo que nos da MacKey? ¿Damosla razón a Green al decir que elbilingüe no existe? ¿y cómo lo vamosa hacer si hemos demostrado conMistral y otros que hay bilingüismoperfecto, aunque sea raro?

Dentro del panorama literario fran-cés español nos encontramos conotro escritor que le ha pasado lomismo que a Siu y que ademáshace una seria reflexión con el pro-blema o los problemas de la traduc-ción.

Nos referimos a Martínez de laRosa o Rosita la Pastelera como lellamaban sus adversarios políticos.Por supuesto que no vamos a entraren los problemas políticos por muyinteresantes que sean, sino de suresidencia en Francia y de las obrasque escribe estando en el exilio LaConjuración de Venecia y AbenHumeya.

Nos centraremos en la última.Aben Humeya está escrita primero enfrancés y traducida al castellano porél mismo, después del éxito obtenidoen Francia.

Un excelente catedrático de lite-ratura española, D. Angel ValbuenaPrat, decía y así aparece en suHistoria de la Literatura Española,que Martínez de la Rosa hace latraducción con un cuidado que lehizo ver las diferentes condicionesde las dos lenguas, hallando másdificultades que si se tratase de laversión de una obra ajena. Com-puesto durante su destierro en Fran-cia, en el momento de la reacciónabsolutista, sintiendo el tema de las

conspiraciones y mudanzas de la for-tuna, el héroe de las Alpuj arras cobraen manos del hombre del siglo XIXun valor de actualidad.

Cuando leímos las obras nos di-mos cuenta de que efectivamentetuvo sumo cuidado en permanecerfiel no sólo a la letra sino al sentido.

En el Avant-Propos de la obra fran-cesa el autor nos relata la di-ficultadque tuvo al escribir su obra:

Je me suis vu forcé, (comme les Maures quej'ai dépeints l'étaient avant leur révolte) deparler une langue étrangère ; et sous un teljoug, il est presque impossible que l'ouvrage nese ressente souvent de la gêne qu'a y éprouvél'auteur. Pour suivre le cours d'une actiondramatique, le mouvement du dialogue, larapidité du langage, l'esprit le plus délié auraitbesoin de se servir d'ailes ; et moi, j'ai étéobligé de marcher avec des entraves !.¡ J

En la edición de 1981 el autoradvierte al lector español el porquéescribió la obra en francés y vamos aextraer unas líneas:

Me decidí, pues, en vista de estasreflexiones, a componer de intento un dramapara el teatro francés; pero ¿qué rumbo seguiren empresa tan aventurada?... la primera ideaque me ocurrió como la más natural, fue es-cribir el drama en castellano y luego traducirlo;mas, por fortuna, conocí con el tiempo que unaobra concebida en cerebro español, y vestidaal nacer en traje de Castilla, mostraría siem-pre, por más esfuerzos que se hiciesen,demasiado claro su origen.

Al cabo no me quedó más recurso quecomponer mi drama en lengua extranjera; yentonces fue cuando se presentaron de tropel

" Me vi forzado (como los moros que he descritolo eran antes de la revuelta) a hablar una lenguaextranjera; y bajo tal yugo, es casi imposible quela obra no se resienta con frecuencia de lo apuradoque se sintió el autor. Para seguir el curso de unaacción dramática, el movimiento del diálogo, larapidez del lenguaje, el espíritu más sutil tendríanecesidad de servirse de alas, y yo me veíaobligado a caminar con trabas.

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dificultades: en una obra didáctica, porejemplo, cabe practicarse, con más o menospereza, la traducción que se hace siempre enel ánimo cuando se piensa en un idioma y seexpresa uno en otro; pero en obras dramáticasno cabe hacerse así, se necesita más celeridaden la concepción de los pensamientos y máscalor en la expresión; las ideas y las palabrastienen que salir vaciadas a un tiempo en elmismo molde.

Tales son los obstáculos que he tenido quesuperar; y cuando he acabado de convencermede su gravedad ha sido al verter después miobra al castellano. Nunca he palpado más delleno la diversa índole de cada lengua, lasventajas que cada una de ellas posee, lo difícilde trasladar exactamente los pensamientos deuna a otra. ¡Cosa singular, y que, sin embargo,no es posible de explicarse!; Más me hacostado traducir mi propia obra que si Jueraajena!...

Si reflexionamos un poco, nos da-remos cuenta de que llega a la mismaconclusión que Siu: que es muydifícil au to traducirse y esta difi-cultad es una de las posiciones de lacrítica en contra de la autotra-ducción. Pero, ¿se puede decir porello que no existe?

Hasta aquí no hemos hecho otracosa que hablar de textos literariosya sean líricos o en prosa, pero laautotraducción también se presentaen otra clase de textos, en otroscampos, de los que en el pocoespacio que nos queda vamos a dar,como si fuéramos pintores, unaspequeñas pinceladas.

¿Qué sucede cuando un técnico oun científico se tiene que enfrentar,por los motivos que sean, con latraducción de su propia obra?

Generalmente los científicos sonparcos en palabras. Les interesan laspalabras que son el núcleo de lainvestigación, las demás sirven desoporte, de adorno. Y de ello nos da-mos cuenta cuando leemos sus artí-culos. La lengua origen, que suele serla lengua materna ocupa un espacio

mucho mayor, mientras que la tra-ducida es reducida a lo esencial. Elsoporte lingüístico es para ellos indi-ferente, interesa el soporte científico,la comunicación, lo demás es vacui-dad y por tanto no les incumbe.

Actualmente, y cada vez más, hayuna tendencia a que sea el propiocientífico quien se traduzca, por múl-tiples razones de las que la másimportante es la falta de confianza enlos traductores. Temen que su texto"sea falsificado" con la traducción yque sus investigaciones puedan sercomentadas con alguien y su des-cubrimiento deje de ser tal. Hay unafalta de confianza en el traductor

Estos traductores están un poco almargen de todo lo que venimos di-ciendo, aunque sean tan autotra-ductores como los literarios. La ma-yoría de ellos no son bilingües, do-minan, eso sí, el lenguaje específico,científico-técnico de cada ciencia, do-minan la terminología y con este ba-gaje intentan difundir sus investi-gaciones.

Según nos contaba, no hace mu-cho, un médico, la mayoría de lascomunicaciones o artículos que sepresentan en las revistas científicasson rechazados por falta, no tantode comprensión como de calidad lin-güística. Por lo que suelen reclamarla ayuda de amigos filólogos o tra-ductores que les aporten aquello delo que ellos carecen.

Cuando los científicos dominan losdos campos se produce la verdaderaautotraducción. Vamos a mencionarsólo un ejemplo porque la personaque se autotraduce es de todos no-sotros conocidos, aunque sólo sea denombre.

El director de los Cursos de ElEscorial, Dr. Portera, es médico,neurólogo, y también se autotraduce.

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Hace varios años, cuando todavía noera director de estos cursos, hablan-do un día de nuestras respectivasprofesiones salió este problema yme cedió gentilmente unos artículospara nuestro estudio. Esto sirve para

demostrar que también la auto-traducción se da en el campo cien-tífico además de en el campo de lashumanidades.

Éste es un ejemplo:

Mortality of PD

The information obtahled from death certi-ficates is doubtful. Ordinarily, PD is not listedbecause it is not the immediate cause of death.Studies carried out in England have shownthat PD is reported only in 30% of the deathcertificates of patients who were knownparkinsonians. Mortality of PD has remainedstable for many years and the relative risk ofdying of a parkinonian patientcompared to non-parkinsonian subjects hasbeen observed to be 1.6 to 1.0. A progressiveincrease in the age of dying has been observedin PD probably due to improved medical care,a higher number of parkinsonians of advancedage or to the emergence of a sub-group ofpatients more résistent to the disease. 12

Mortalidad de la EP.

Las cifras de mortalidad que se extraen de loscertificados de defunción son poco fiablesporque la EP no es, habitualmente, la causaprincipal o inmediata del fallecimiento. Estu-dios realizados en Inglaterra han demostradoque la EP sólo se cita en un 30% de losenfermos parkinsonianos previamente diag-nosticados.La mortalidad ha permanecido estable duran-te muchos años y el riesgo relativo de muertede los parkinsonianos, comparándolo con su-jetos testigo no parkinsonianos, es de 1,6 a 1.Se ha observado un progresivo incremento dela edad de fallecimiento de los parkinsonia-nos. Este dato se achaca a una mejor y másdisponible asistencia médica, a un incremen-to del número de ancianos diagnosticados deEP o a la existencia de un subgrupo diferen-ciado de parkinsonianos con mayor «resisten-cia» a la enfermedad...

Como conclusión diremos que laautotraducción no es nueva, hoy sepractica más, pero ya hace mu-cho tiempo que alcanzó la mayoríade edad. Descartes se autotraducía,aunque alguno pueda extrañarse. Suobra más conocida Le discours de laMéthode también está escrita en la-tín. Según el doctor Cantera, fue pri-mero escrito en latín y después tra-ducida al francés. Según ciertos filó-sofos, se escribió primero en francésy luego fue traducida por el autor allatín. No vamos a entrar en este pro-ceso haciéndonos la eterna pregunta

12 Portera Sanchez, A.- Epidemiology ofParkinson's disease. P.9

de quien fue primero si el huevo o lagallina. Lo importante es que los dosestán ahí. Lo mismo ha hecho elPadre Mariana con su Historia ge-neral de España. Y muchos más.

Después de este recorrido por laautotraducción podemos llegar a laconclusión de la existencia de estaclase de traducción que ha nacidopor varios motivos, unos literarios,otros políticos, otros por falta de con-fianza y otros...

La crítica puede juzgar a los tra-ductores que se traducen a sí mis-mos. Que nieguen su existencia osencillamente que la ignoren. Y aúnnos queda otra pregunta de las mu-

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chas que hemos venido haciendo.¿Serían capaces los críticos de

negar la autotraducción a uno delos grandes autotraductores -por des-confiar de los traductores- como fueuna personalidad tan importante co-mo Gandi, o como el gran poetaTagore, también indio?

A Tagore le piden que escriba parala metrópoli. No se niega. Se auto-traduce, pero en su autotraducciónhay un poco de Kundera y muchode Mistral. Quiere ser poeta hindú,no inglés. Y cuando estas personashablan de lo que su país, la India,necesita, Tagore le dirá a Gandi quenecesita literatura, poesía y Gandi,

conocedor de las necesidades de supueblo, y de lo inútil que resultabaescribir y traducir le contestó: Amigo,es verdad, nuestro pueblo necesitaun poema, un poema autotraducidopara que todos lo entiendan y esepoema sólo tiene una palabra: PAN.

Pilar Blanco

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