La Banca: Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas
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Documento de Trabajo Nº37
“La Banca:
Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas”
Hugo Secondini y María Luisa Streb
Agosto de 2010
Códigos JEL: G21, G32, G34, G38
Palabras claves: Bancos, política de financiación, gobierno de la empresa, regulación
La utilización o la publicación, parcial o total, para su difusión o con fines comerciales, de documentos, fotografías, logotipos y elementos
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fin de darle aprobación. Ante el incumplimiento el CEF se reserva el derecho correspondiente.
1
“La Banca: Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas”
Hugo Luis Secondini y María Luisa Streb1
Sinopsis
La última crisis financiera internacional ha dejado en evidencia la necesidad
de desarrollar mejores técnicas que mitiguen el riesgo y aumenten la confianza en
favor de la estabilidad financiera. El tema de gobierno societario (GS) ha estado
cobrando terreno en el área de control de riesgos. El presente trabajo busca
encontrar alternativas viables para que la mejor administración de riesgos que
ofrece una empresa que cuenta con elementos de buen GS puedan ser
capturadas por el sistema financiero al momento de la evaluación crediticia y por
consiguiente tener su reflejo en la obtención de condiciones financieras más
favorables.
El trabajo presenta una revisión de la evidencia empírica que respalda la
relación positiva entre GS y desempeño de las firmas y apoya la premisa de que
en la medida que los bancos se manejen en un entorno de sólido GS enfrentarían
un menor costo de captación de fondos, y serían capaces de generar una mejor
administración de riesgos, y mayor capacidad de supervisión del GS de las
empresas que financian. Luego de analizar los aspectos regulatorios de la
actividad bancaria referidos a la evaluación y concesión de créditos y las técnicas
de credit scoring, el trabajo propone complementar los modelos tradicionales de
evaluación de riesgo crediticio con características del GS de los prestatarios en un
intento de impulsar una gestión de identificación y supervisión del riesgo crediticio
comprometida con las mejores prácticas. Asimismo, se sugiere ampliar esta
práctica a las agencias de evaluación de riesgos, sociedades de garantías y
organismos de fomento.
1Los autores agradecen a la Corporación Andina de Fomento (CAF) y al Center for International Private
Enterprise (CIPE) por patrocinar el trabajo, a Alberto R. Musalem por su seguimiento y sugerencias, como así también a Michael Penfold y Pablo Sanguinetti por sus comentarios al documento. Asimismo agradecen a Alejandra Aranda, Martín De Giovanni, Matías Pacce y Rubén Samoiloff por sus aportes en secciones del trabajo, a David Mermelstein, Pablo Souto, funcionarios de los bancos consultados y otros informantes calificados por el intercambio de ideas.
2
“La Banca: Un Vehículo para Mejorar el Gobierno Societario de las Empresas”
Hugo Luis Secondini y María Luisa Streb
Resumen Ejecutivo
La última crisis financiera internacional ha dejado en evidencia la necesidad de
desarrollar mejores técnicas que mitiguen el riesgo y aumenten la confianza en pro de
la estabilidad financiera. El tema de gobierno societario (GS) ha estado cobrando
terreno en el área de riesgo.
El presente trabajo busca encontrar alternativas viables para que la mejor
administración de riesgos que ofrece una empresa que cuenta con elementos de buen
GS puedan ser capturadas por el sistema financiero al momento de la evaluación
crediticia y por consiguiente tener su reflejo en la obtención de condiciones financieras
más favorables.
El documento se desarrolla en cinco secciones. En la primera sección se hace
una breve revisión de la evidencia empírica que respalda la relación positiva entre GS
y desempeño de las firmas, para luego avanzar en los parámetros establecidos en los
Acuerdos de Basilea. Los cambios introducidos en Basilea II han buscado mejorar los
procedimientos de evaluación de riesgos y contienen muchas recomendaciones
tendientes a mejorar el sistema de GS de los bancos. Una conclusión que se deriva de
la aplicación de los métodos de medición del riesgo sugeridos en el Pilar I es que, la
mayor precisión que pueda tener la entidad financiera al momento de evaluar el riesgo
de un crédito redundará en menores previsiones a lo largo de su propio historial de
operaciones de crédito y, por ende, mayor eficiencia en el uso de su propio patrimonio.
La propuesta que se hace a lo largo del trabajo pretende ser un complemento a las
mismas.
En la sección dos se hace una descripción de la evolución del crédito bancario al
sector privado en Argentina luego de la crisis del 2001 dado que es a través del
mercado crediticio que se busca promover la adopción de buenas prácticas de GS en
empresas y, por tanto, actuaría como condicionante a la propuesta planteada. Se
encontró que la participación del crédito bancario al sector privado con respecto al PIB
de Argentina era baja en relación a un conjunto de países, que incluía pares
latinoamericanos. Además, se observó que el crédito y las fuentes de fondeo en el
país están concentrados en el corto plazo. Al analizar la evolución del crédito
clasificado irrecuperable por tramo se puso de manifiesto una relación positiva entre
3
menores grados de irregularidad y buenas prácticas de GS por parte de las empresas.
Esta evidencia apoya la premisa del trabajo de que en la medida que los bancos se
manejen en un entorno de sólido GS enfrentarán un menor costo de captación de
fondos, y serán capaces de generar una mejor asignación de recursos y
administración de riesgos, junto con una mayor capacidad de supervisión del GS de
las empresas que financian.
En la tercera sección se analizan los aspectos regulatorios de la actividad bancaria
referidos a la evaluación y concesión de créditos por parte de las entidades
financieras. Asimismo, se revisan las principales variables consideradas por las
instancias técnicas de los bancos comerciales al momento de la toma de decisión
respecto a la concesión de un crédito. Desde el punto de vista de la regulación
bancaria se exponen aquellos tópicos en que ésta exige, si es el caso, prestar
atención a determinados aspectos financieros o societarios de la empresa
demandante de financiación.
En la cuarta sección se abordan temas vinculados a la determinación de la tasa de
interés de un préstamo y aspectos de las técnicas de credit scoring en la construcción
de matrices de análisis de carteras activas y de evaluación de créditos. Se detallan
aspectos del GS que están incorporados en forma tácita o explícita en los manuales
de procedimiento de evaluación crediticia tanto por imperativo regulatorio o por
necesidad de información requerida por los propios bancos.
En la sección cinco, se hace una revisión de la literatura referida a GS en las
empresas familiares y se analizan una serie de pautas de buen GS que deberían regir
en las empresas. Se propone complementar a los modelos tradicionales de evaluación
de riesgo crediticio en un orden creciente con aspectos cada vez más profundos de las
características del GS en un intento de impulsar una gestión de identificación y
supervisión del riesgo crediticio comprometido con las mejores prácticas. El diseño del
modelo scoring de GS no es concluyente. Por el contrario, pretende introducir criterios
como punto de partida para el debate entre las partes involucradas. Si bien la iniciativa
se orienta a todas las empresas prestatarias, se espera que el mayor impacto sea
sobre las empresas cerradas. Detrás de la propuesta, subyace la idea de conjugar
dos factores relevantes: cumplimiento voluntario de los requisitos por parte de los
prestatarios en respuesta a mejores condiciones de financiamiento, más incentivos
económicos para los bancos (medido a través de reducción del riesgo de la cartera de
créditos y aumento en el volumen de intermediación). La mejora en la imagen del
banco, consecuencia de mejor administración de riesgos de crédito, induciría a atraer
clientes de buen GS (selección favorable). Además, los bancos que adoptaren esta
4
estrategia crediticia serían premiados por el mercado con acceso a fuentes de fondos
de menores costos.
Se hacen sugerencias referidas a aspectos a ser considerados por los
participantes del sistema: bancos, agencias de desarrollo, sistemas de garantías e
instituciones afines para la incorporación de información sobre el GS de las empresas
demandantes de crédito y su consideración en el costo financiero de los préstamos a
los que éstas acceden. Estas propuestas incluyen temas relativos a esquemas de
capacitación y de difusión de los aspectos del GS que es necesario encarar entre el
universo de las PYMEs y el sistema bancario comercial, de inversión y de fomento en
general.
Como culminación del trabajo, se reserva para un futuro elaborar un proyecto
complementario para consideración del Banco Central para beneficiar a aquellos
bancos que incorporen la herramienta de análisis de las prácticas de GS en la
evaluación de riesgos crediticios de sus clientes con reducciones de los
requerimientos de capital mínimo vía la adopción de una ponderación de menor riesgo
en sus respectivas carteras.
5
Contenido
I. INTRODUCCION ........................................................... 8
I.1. Motivación y etapas del proyecto .............................................................................................. 8
I.2. Hacia una mayor estabilidad financiera ................................................................................. 11
I.3. El rol del Gobierno Societario como mitigador del riesgo crediticio ................................... 14
II. CREDITO BANCARIO AL SECTOR PRIVADO EN ARGENTINA ..................................................................... 18
II.1. Serie de stocks agregados y tipo de créditos ................................................................... 18 II.1.1. Evolución del crédito bancario al sector privado .................................................... 18 II.1.2. Crédito según plazo .................................................................................................... 19 II.1.3. Crédito por línea .......................................................................................................... 22
II.2. Tasas de interés ................................................................................................................... 22
II.3. Carteras irrecuperables y GS ............................................................................................. 24
II.1. Crédito bancario en Argentina versus otros países ........................................................ 27
III. ASPECTOS REGULATORIOS ................................ 31
III.1. Formas básicas de financiación bancaria ......................................................................... 34
III.2. Las garantías en la financiación bancaria ......................................................................... 36
III.3. Evaluación crediticia............................................................................................................. 39 III.3.1. Indicadores básicos ............................................................................................... 39 III.3.2. Análisis prospectivo ............................................................................................... 41 III.3.3. Legajo del cliente.................................................................................................... 41 III.3.4. Técnicas de Credit Scoring ................................................................................... 41
IV. MATRICES DE EVALUACION DE RIESGO ............ 43
IV.1. Aspectos de la determinación de tasas de interés sobre préstamos ........................... 43
IV.2. Credit scoring: mejor precisión en la determinación de tasas de interés ..................... 44
IV.3. Matrices de evaluación de riesgo ....................................................................................... 46 IV.3.1. Aspectos generales de una matriz de evaluación de riesgo de crédito .............. 46 IV.3.2. Elementos vinculados a GS en una matriz de riesgo crediticio ........................... 48
V. GOBIERNO SOCIETARIO EN LA EVALUACION DEL RIESGO CREDITICIO .............................................. 51
V.1. Empresas Familiares y GS.................................................................................................. 51
V.2. Pautas de GS en las empresas .......................................................................................... 55 V.2.1. Derechos de los accionistas ...................................................................................... 56 V.2.2. Órganos de gobierno .................................................................................................. 57
V.2.2.1. Directorio ................................................................................................................. 57 V.2.2.2. Alta gerencia ........................................................................................................... 58
V.2.3. Instituciones de gobierno familiar ............................................................................. 59 V.2.4. Sistemas de control .................................................................................................... 59
6
V.3. Modelo Scoring de GS ......................................................................................................... 60 V.3.1. Diseño del modelo ...................................................................................................... 60 V.3.2. Implementación del modelo ....................................................................................... 68
V.4. GS desde diferentes ámbitos.............................................................................................. 70 V.4.1. GS desde la visión de los reguladores .................................................................... 70 V.4.2. GS desde la óptica de las agencias calificadoras de crédito ............................... 72 V.4.3. GS a partir de agencias y organismos de fomento para PYMEs ........................ 72
VI. CONCLUSIONES ..................................................... 76
VII. ANEXO I ................................................................... 80
VIII. ANEXO II ................................................................ 82
IX. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ........................ 84
7
Nomenclaturas AFJPs Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones
BCRA Banco Central de la República Argentina
BNDES Banco Nacional de Desemvolvimento, Brasil
CAF Corporación Andina de Fomento
CEF Centro para la Estabilidad Financiera, Argentina
CEO Presidente ejecutivo
CNV Comisión Nacional de Valores
EAD Exposure at default o exposición al momento del incumplimiento
EBIT Earnings before interest and taxes
FMI Fondo Monetario Internacional
FODA Fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas
FONAPYME Fondo Nacional de Desarrollo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa,
Argentina
GS Gobierno societario
G-10 Grupo 10 países
ICO Instituto de Crédito Oficial, España
IRB Internal Ratings Based method o método basado en calificaciones internas
IPC índice de precios al consumidor
ITD índice de Transparencia y Difusión
LGD Loss given default o pérdida en caso de incumplimiento.
MOODY’S Moody‟s Investor Services
MYPEs Micro, pequeñas y medianas empresas
NASDAQ National Association of Securities Dealers Automated Quotation
OCDE Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos
PD Probability of default o probabilidad de incumplimiento
PEN Poder Ejecutivo de la Nación
PIB Producto Interno Bruto
PYMEs Pequeñas y medianas empresas
q de Tobin Valor de mercado/valor de reposición de los activos de la firma
RAROC Risk adjusted return on capital o retorno del capital ajustado por riesgo
ROA Return on assets o rentabilidad sobre Activos
ROE Return on equity o rentabilidad del Capital Propio
SBA Small Business Administration, Estados Unidos
SEBRAE Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas, Brasil
SEPYME Subsecretaría de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional,
Argentina
SGR Sociedades de Garantías Recíprocas
8
I. INTRODUCCION
I.1. Motivación y etapas del proyecto
El objetivo planteado en el presente trabajo ha sido el de promover en Argentina la
adopción de buenas prácticas de gobierno societario (GS) en empresas a través del
proceso de evaluación del riesgo crediticio realizado por los bancos comerciales, de
inversión y el sistema de fomento.
Los cimientos del GS se hallan en la presencia de información asimétrica, que
restringe el grado de protección de los derechos de los inversores, en especial
minoristas, acreedores y otros incumbentes. Con el término de “gobierno societario”
se hace referencia a la manera en que una empresa es administrada y regulada,
abarcando un amplio espectro de cuestiones como el rol y funcionamiento del
directorio, la transparencia de los controles internos y externos de la firma y la
divulgación de la información. Un buen GS aminora los conflictos de interés entre los
distintos participantes de una empresa, lo cual tiene un efecto positivo sobre el
desempeño de las empresas. Esta afirmación es respaldada por evidencia tanto a
nivel internacional como nacional. Eisenhofer y Levin (2005), a partir de una serie de
estudios empíricos de compañías norteamericanas en distintos períodos de tiempo y
sectores industriales, concluyeron no sólo que hay una relación positiva entre GS y
desempeño de la firma, sino que la misma se afianza en el mediano y largo plazo.
Gompers et al. (2003), en base de una extensa muestra de firmas de Estados Unidos,
llegan a igual resultado no sólo en términos de desempeño de la firma, sino de
valoración del mercado (medida por la q de Tobin)2. Foerster y Huen (2004)
encuentran para las empresas canadienses que aquellas con mejor GS tienen
retornos superiores al normal en el largo plazo. Bauer y Guenster (2003) arriban a
resultados parecidos para empresas europeas. Kappler y Love (2002), tras analizar la
relación entre un índice de GS para empresas de países emergentes con estadísticos
de valoración e indicadores de calidad de GS institucional3 de varios países,
concluyeron que no sólo hay una correlación positiva entre el nivel de buen GS
contractual4 y la valoración de la empresa, sino que la misma es mayor en países con
2
Cociente entre el valor de mercado y el valor de reposición de los activos de la firma. 3 Se refiere al marco normativo y legal.
4 Por GS contractual se entiende a los compromisos que las empresas adoptan en forma voluntaria más
allá de los requisitos legales.
9
un débil GS institucional. Black et al. (2006) a partir de una encuesta a las sociedades
cotizantes de la Bolsa de Corea comprobaron que una mejora en el GS impacta
positivamente la relación precio/valor en libros de las firmas. Dobretz et al. (2003)
llegaron a resultados parecidos para Alemania y Black (2001) para Rusia5. En CEF
(2005) se presenta evidencia empírica para Argentina a través de dos regresiones. En
una se estimó el efecto del Índice de Transparencia y Difusión (ITD) de las firmas
listadas no financieras sobre la valoración de mercado de las mismas y en la otra
sobre el desempeño de dichas empresas. Para ello se utilizaron dos indicadores, q
de Tobin y la rentabilidad de activos (ROA), respectivamente.6 Las regresiones se
hicieron para los años 2000-2003 y los dos sub-períodos 2000-2001 y 2002-2003 de
manera de captar el impacto de la crisis financiera. Los resultados de las regresiones
se reproducen en el Anexo I, donde queda en evidencia que el índice de GS no solo
tiene una incidencia positiva sino que es estadísticamente significativo para explicar
ambos indicadores, tanto para todo el período como los dos sub-períodos. Esto último
permite afirmar que el rol positivo del GS se mantiene aún en épocas de crisis.
A partir de lo anterior, se puede inferir que una adecuada evaluación del riesgo
crediticio de los prestatarios que incluya la calidad de GS permitiría a los bancos
estimar mejor su exposición al riesgo y valorarla en consecuencia. En la medida que
los bancos se manejen en un entorno de sólido GS enfrentarán un menor costo de
captación de fondos, y serán capaces de generar una mejor asignación de recursos y
administración de riesgos, junto con una mayor capacidad de supervisión del GS de
las empresas que financian.
En última instancia, promover el uso de los mecanismos de control y disciplina
sobre la firma por parte de los inversores, y crear una mayor conciencia entre los
agentes de los beneficios derivados del fortalecimiento del GS, sentarán las bases
para un mercado financiero más profundo y estable en el cual la toma de decisiones
se lleve a cabo en un marco de mayor transparencia.
Para alcanzar el objetivo del trabajo se hizo en una instancia inicial del proyecto un
relevamiento de información referente al desarrollo de herramientas similares a la
propuesta en otros países (Ucrania y Rusia)7 y de la bibliografía sobre GS en
empresas de capital cerrado, en particular, empresas familiares. Esto permitió agrupar
los conflictos de las empresas familiares como problemas de agencia de tipo II8, que
5 Ver referencias adicionales en Anzoategui y Streb (2009).
6 En tanto la q de Tobin sirve para captar la percepción del mercado sobre las perspectivas futuras de la
empresa, el ROA es una medida contable que da cuenta de un efecto directo de la calidad de GS. 7 IFC (2004), IFC (2006) e IFC (2007).
8 Ver sección V.1.
10
surgen cuando accionistas que poseen el control mayoritario de la firma toman ventaja
de su posición respecto de los accionistas minoritarios. Además se identificaron los
elementos que constituyen recomendaciones y adopción de buenas prácticas de GS
en documentos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico,
OCDE (Principios de Buen Gobierno Corporativo) y de la Corporación Andina de
Fomento, CAF (Lineamientos para un Código Andino de Gobierno Corporativo).
La información relevada fue complementada con entrevistas a bancos que se
consideraron potencialmente capacitados para la aplicación de la propuesta. Estas
entrevistas permitieron recopilar información referente a los métodos utilizados por
dichos bancos en la evaluación de riesgos crediticios y así plantear discusiones en
torno a la inclusión de consideraciones de GS para que los bancos estimen mejor su
exposición al riesgo. Una limitante que surgió de las entrevistas fue que la información
solicitada fue revelada solo parcialmente, por considerarse reservada. Esto llevó a
mantener reuniones con algunos empresarios, firmas de auditoría y expertos en
credit scoring y data mining, a efectos de corroborar hipótesis planteadas en el
proyecto.
Uno de los aspectos más llamativos que se relevaron en las entrevistas a los
bancos es que muchas empresas familiares carecen de documentación referida al
plan de sucesión y reportan ciertos aspectos en forma verbal, además de no contar
con procedimientos comerciales articulados y de auditorías internas, lo que lleva a que
el oficial de crédito, para algunos temas, descanse en la percepción que tiene del
cliente. Otro aspecto a destacar en la relación con los bancos es que se pudo detectar
la incorporación de algunos elementos de GS, aunque los mismos no fueran
clasificados como tales, en los formularios dirigidos a las empresas prestatarias.
Estos ítems fueron tenidos en cuenta a la hora de confeccionar la herramienta de
análisis de las prácticas de GS en la evaluación de riesgo crediticio desarrollada en la
sección V.
A continuación se hace una revisión de los avances alcanzados por el Comité de
Basilea y el rol del GS como mitigador del riesgo. La importancia de los Acuerdos de
Basilea radica en que han buscado mejorar los procedimientos de evaluación de
riesgos y contienen recomendaciones tendientes a mejorar el sistema de GS de los
bancos. Más aún, uno de los tres pilares pone énfasis en la transparencia de la
información provista por los bancos y su repercusión sobre la disciplina de mercado.
11
I.2. Hacia una mayor estabilidad financiera
La reciente crisis financiera internacional ha puesto de relieve una vez más la
necesidad de seguir avanzando en políticas que mitiguen el riesgo e incrementen la
confianza, de manera de contribuir a la estabilidad financiera. En este sentido, Quintyn
y Taylor (2002) ven a la regulación como un medio para garantizar la estabilidad del
sistema, prevenir situaciones monopólicas, y proteger a los agentes más pequeños de
una economía, que son los menos informados.
Ya hacia mediados de los años setenta, el desarrollo alcanzado por el sistema
financiero internacional había llevado a los presidentes de los bancos centrales del G-
109 a crear el Comité de Basilea cuya función es hacer recomendaciones sobre
prácticas bancarias y reducir las diferencias en materia de supervisión bancaria entre
países. En 1988, se hizo el primer Acuerdo de Capitales (Basilea I) que establecía
requerimientos mínimos de capital basado inicialmente en el riesgo de crédito.
Concretamente, la norma de Basilea I exigía que el capital mínimo10 debiera ser por lo
menos 8% de los activos ponderados por su riesgo. Cada país quedaba libre de
incorporar las sugerencias a sus respectivas regulaciones con los cambios que
considerase pertinentes. Tras la crisis del Tequila, se agregó a la evaluación del
riesgo a aquél surgido por pérdidas ocasionadas por variaciones en los precios de
mercado en los activos, al que se denominó riesgo de mercado (Biau, 2004).
En 1999, luego de las crisis en Asia, Rusia, Brasil y Turquía surgieron nuevos
desafíos en torno a determinar los principios básicos de supervisión bancaria y que
involucraron la necesidad de que los bancos desarrollen mejores técnicas de gestión
de riesgos, apliquen límites internos, fortalezcan previsiones y reservas, acrecienten
los controles internos. Tras un par de rondas consultivas, en el año 2004 se firmó el
Acuerdo de Basilea II. Este acuerdo, actualmente en vigencia se apoya en tres
pilares, los cuales se sintetizan en el Gráfico N°1.
9 El Grupo de los 10 está formado por Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón,
los Países Bajos, el Reino Unido, Suecia y Suiza. 10
El capital mínimo se define como la suma de dos categorías o tiers: el capital básico y el complementario. Figueroa et al. (2003) aclara que en el caso argentino el primero comprende “capital social, aportes no capitalizados, ajustes al patrimonio, reserva de utilidades y resultados no asignados”, en tanto, el segundo abarca “deuda subordinada, resultados que no cuentan en el dictamen de auditoría y previsiones por riesgo de incobrabilidad”. La segunda categoría no puede superar el 100% del capital básico (ver página 1).
12
Gráfico N°1: Pilares del Acuerdo de Basilea II
Rie
sgo O
perativ
o
Rie
sgo d
e C
rédit
o
Rie
sgo d
e M
ercado
Requerimiento de capitales mínimos
Proceso de supervisión bancaria
Pilar I
Pilar III
Pilar II
Fuente: Biau (2004).
El Pilar I del Acuerdo de Basilea II constituye el núcleo del acuerdo y se aboca al
cálculo de los requisitos mínimos de capital. En este pilar se introdujeron una serie de
novedades en relación a Basilea I. A diferencia de éste, se toma en consideración la
calidad crediticia de los que solicitan préstamos, a partir de ratings externos o internos.
Si bien, se mantiene que la exigencia de capital mínimo sea al menos 8% de los
activos ponderados por su riesgo, se incorpora el riesgo operativo al cálculo. A
continuación se hará una breve descripción de cada uno de los tres riesgos que
componen el Pilar I.
El riesgo de crédito es aquel surgido por incumplimiento o pérdida del prestatario
o entidad por la no devolución de la cantidad adeudada al banco en los plazos
acordados. El riesgo crediticio se calcula a partir de tres componentes: i) probabilidad
de incumplimiento (PD), ii) exposición al momento del incumplimiento (EAD) y iii)
pérdida en caso de incumplimiento (LGD)11.
Basilea II recomienda la aplicación de modelos con distintos niveles de
sofisticación para el cálculo del riesgo crediticio proponiendo incentivos para que las
entidades utilicen técnicas más avanzadas12. El método más sencillo es el estándar,
en el cual la PD y la LGD se calculan a partir de calificaciones de riesgo crediticio
publicadas por agencias de rating. Un método alternativo es el basado en
calificaciones internas (Internal Ratings Based – IRB). En la variante más sencilla los
11
Las siglas corresponden al inglés: probability of default (PD), exposure at default (EAD) y loss given default (LGD). Ver Mendoza y Stephanou (2005). 12
Ello se debe a que a medida que se acrecienta el grado de sofisticación, aumenta la precisión en el cálculo y, por tanto, el requerimiento de capital puede ser menor.
13
bancos solo estiman la PD para cada activo, el parámetro de riesgo más básico, el
resto de los valores son provistos por el regulador. En su versión sofisticada se les
permite a los bancos usar sus propios mecanismos de evaluación del riesgo y estimar
todos los indicadores13.
En cuanto a la medición del riesgo de mercado, el mismo sigue teniendo el
tratamiento contemplado en el Acuerdo de Basilea I. Los modelos utilizados son dos:
i) modelos estandarizados, que cubren cuatro riesgos: el de la tasa de interés, la
posición de acciones, moneda extranjera y productos básicos y ii) modelos propios,
que deben cumplir con ciertas condiciones y ser aprobados por el supervisor14.
Como se mencionó, a partir de Basilea II se tomó en cuenta el riesgo operativo,
que hasta ese entonces estaba implícito en el riesgo crediticio y de mercado. El riesgo
operativo surge a partir de fallas en los procesos internos o del personal de la entidad
o en los sistemas de información o por sucesos externos al banco e incluye el riesgo
legal. También para este riesgo existen tres métodos alternativos de cálculo de distinto
grado de sofisticación (indicador básico, estándar, avanzado)15.
Uno de los componentes centrales de todos estos métodos es el negocio crediticio
del banco y el riesgo asociado al mismo. Por ejemplo, en el método simplificado
(indicador básico), al calcular los ingresos brutos de la institución se excluyen las
previsiones efectuadas sobre las financiaciones otorgadas con el criterio implícito de
considerar que, de no haber ocurrido siniestros en materia crediticia, estas previsiones
hubieran sido un ingreso para la entidad. De este modo, se desprende que mayores
previsiones implican la obligación de constituir una mayor exigencia de capital sobre
los ingresos no percibidos. La conclusión que se deriva de la aplicación de estos
criterios es que, la mayor precisión que pueda tener la entidad financiera al momento
de evaluar el riesgo de un crédito redundará en menores previsiones a lo largo de su
propio historial de operaciones de crédito y, por ende, mayor eficiencia en el uso de su
propio patrimonio.
El Pilar II se refiere al proceso de supervisión de la gestión de los fondos propios
en función a los riesgos asumidos. Se considera que el incremento de capital no es el
único instrumento para paliar el incremento en los niveles de riesgo, sino que hay
medidas que van en igual dirección como mejorar la gestión de riesgos y los controles
internos.
13
Ver Giorgio y Rivas (2002). 14
El enfoque RiskMetrics ™ de JP Morgan es muy usado para modelar el riesgo de mercado. Su metodología y los datos diarios son de libre acceso (ver Carey and Stulz, 2005). 15
Ver Figueroa et al. (2003).
14
Concretamente, se solicita a la alta dirección del banco que se comprometa en el
control de riesgos y en la planificación futura de las necesidades de capital y lo someta
a discusión con el supervisor bancario. El banco puede elegir que metodología usar
para su autoevaluación y tomar en cuenta riesgos adicionales a los que se contemplan
en el cálculo regulatorio (riesgo de concentración y/o diversificación, el riesgo de
liquidez, otros). Los organismos supervisores nacionales deben monitorear los
métodos estadísticos empleados para calcular los parámetros contemplados en el
Pilar I. El regulador puede requerir medidas correctivas ante caídas de los niveles
mínimos de capital, restringir el pago de dividendos y exigir un aumento en el nivel de
prudencia exigido a los bancos bajo su jurisdicción.
El Pilar III está abocado a la disciplina de mercado. El acuerdo fija normas de
transparencia y establece la publicación periódica de información acerca de la
exposición a los diferentes riesgos de un banco y la suficiencia de sus fondos propios.
Con ello se busca difundir buenas prácticas bancarias, reconciliar información
financiera-contable y de gestión del riesgo entre las entidades y homogeneizar los
informes de riesgo en contenido y frecuencia de publicación (Figueroa et al., 2003).
En especial, de los tres pilares que conforman el nuevo sistema (requisitos de
capital, proceso de examen del supervisor y disciplina de mercado –transparencia)
adquiere relevancia el primero a los fines del trabajo. Sin embargo, es importante tener
presente la fuerte interrelación existente entre los mismos a los efectos de la correcta
evaluación financiera de los bancos16.
I.3. El rol del Gobierno Societario como mitigador del riesgo crediticio
El riesgo de crédito es la posible pérdida que asume un agente económico como
resultado del incumplimiento de las obligaciones contractuales que involucran a las
contrapartes con las que se relaciona. Los bancos se enfrentan a un riesgo de crédito
cuando prestan dinero a las empresas y, por tanto, ofrecen distintos tipos de interés en
16
Como sintetiza Caruana (2004), página 6: “El primer pilar busca aproximar los requisitos mínimos de capital a los verdaderos riesgos subyacentes asumidos por los bancos en la actualidad. Los bancos, si cumplen determinados requisitos, podrán hacer un uso parcial de sus propias mediciones internas de riesgos; esta norma crea incentivos económicos para que los bancos desarrollen sus mediciones de riesgos. El segundo pilar – la revisión supervisora– permite que los supervisores revisen las valoraciones que cada banco hace de sus propios riesgos, y que determinen si tales valoraciones son razonables. El tercer pilar, la disciplina del mercado, refuerza los estímulos externos a una gestión prudente. Refuerza la posibilidad de los participantes del mercado de recompensar a los bancos bien gestionados y de penalizar a los peor gestionados en la medida que aumenta la transparencia.”
15
función de la probabilidad de incumplimiento del deudor, y también exigen garantías o
imponen ciertas restricciones adicionales (limites a los dividendos o topes de
endeudamiento). En este sentido, la mejora en la calidad de las prácticas de GS en
las empresas es de vital interés para los bancos, ya que buenas prácticas de GS
aminoran los conflictos entre los agentes con interés legítimo en la firma (accionistas,
gerentes, acreedores, clientes, etc.), creados por la existencia de información
asimétrica y, por ende, reducen el riesgo del crédito.
El problema de agencia comenzó a formalizarse en la literatura en los años treinta.
Más recientemente el tema de GS ha estado cobrando terreno en el área de riesgo.
Un importante avance en este sentido ha sido el Código de Cadbury sobre GS en el
Reino Unido a principios de los noventa. Hacia fines de siglo, el debate se extendió a
los países emergentes a partir de las crisis en Asia y Rusia, las cuales se asociaron a
débiles prácticas de GS. Así surgieron las primeras recomendaciones en torno al
tema de la OCDE (1999). Durante los años que siguieron varios países regularon
sobre cuestiones de GS tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Se
destaca la Ley Sarbanes-Oxley del 2002 o Acta de Reforma de la Contabilidad Pública
de Empresas y de Protección al Inversionista de Estados Unidos y las normas de
cotización de la Bolsa de Nueva York y NASDAQ17. En Argentina, los aspectos
legales básicos del GS están enmarcados en el Régimen de Transparencia de la
Oferta Pública, Decreto PEN N° 677/0118. Sin duda, las iniciativas legales
mencionadas representan esfuerzos por controlar riesgos por malas prácticas de GS.
No obstante, como se señala en la Nota de Política Nº 5 del Centro para la Estabilidad
Financiera, CEF (2005), uno de los aspectos críticos se relaciona a la efectiva
aplicación de las leyes y normas (enforcement), una vez que se ha alcanzado el marco
institucional y legal adecuado. Asimismo, la adopción de las mismas conlleva a un
cambio cultural y a la necesidad de concientizar a los agentes involucrados sobre los
beneficios de un buen GS.
Como evidencia de la creciente atención que ha despertado el tema de GS, el
Banco Central de la República Argentina (BCRA) instituyó en el 2004 un régimen
informativo de transparencia19 con el objetivo de brindar un mejor acceso y calidad de
la información en relación a productos financieros. Esto implica que las entidades
financieras y sistemas cerrados de tarjetas de crédito deben informar en forma
mensual al BCRA las condiciones, costos, etc. de ciertos productos financieros
17
National Association of Securities Dealers Automated Quotation. 18
Ver http://infoleg.mecon.gov.ar/ 19
El régimen se incorporó como capítulo 18 del Régimen Informativo Contable Mensual a través de las Comunicaciones A- 4184, A-4191 y A-4195.
16
estándar que ofrecen a sus clientes. Esta información debe ser publicada por el
organismo regulador por medio de un sistema de consulta en una página web.
Asimismo, la Secretaría de Coordinación Técnica del Ministerio de Economía y la
Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias firmaron un convenio para
intercambiar los datos que resulten de este régimen y propagarlos a través de la
Subsecretaría de Defensa de la Competencia y Defensa del Consumidor (CEF, 2006).
Dallas y Patel (2003) mencionan que muchas entidades han desarrollado sistemas
de rating de GS, como es el caso de Standard & Poor´s con el propósito de calificar el
GS como diagnóstico complementario al tradicional análisis de riesgo crediticio. De
esta manera, se pone énfasis en estándares de transparencia y divulgación que no
han sido tenidos en cuenta hasta ahora, y que hacen a la protección de los derechos
de los accionistas. Esto permite sentar las bases para un mercado de capitales más
confiable y, por tanto, más profundo, ya que un débil GS entre las empresas desalienta
a los inversores.
Los sistemas de rating de GS permiten plasmar una serie de factores que ayudan
a determinar la calidad y el riesgo de gobernancia en las entidades. De acuerdo a
Dallas y Patel (2003), la temática sobre GS se podría separar en dos grandes grupos.
El primer grupo se refiere a factores específicos de la firma como mecanismos internos
de protección de los derechos de los accionistas, defensa contra adquisiciones
hostiles, normas de auditoría y contabilidad, gestión de riesgo y características del
directorio (independencia y remuneración). En tanto, el segundo grupo se centra en el
marco legal, la estructura de propiedad y políticas relativas a los mercados laboral y de
bienes, es decir factores externos a la firma20.
Además del sistema de rating de GS de Standard & Poor´s, existen muchas
instituciones a nivel internacional que hacen medidas cuantitativas para captar la
calidad del GS de una empresa o el grado de protección a los inversores en una
economía incorporando los factores mencionados21. En este sentido, el CEF cuenta
con índices de GS para empresas listadas no financieras y bancos de Argentina y
fondos públicos de pensiones nacionales22. En este documento se pretende
desarrollar un instrumento que hace uso de las categorías utilizadas en estos índices,
20
Ver en Dallas y Patel (2003) la lista de trabajos que los autores citan para cada uno de los dos grupos. 21
El Banco Mundial lo hace para la mayor parte de los países del mundo. En Canadá existe el Índice ROB Rating System publicado por el Globe and Mail, Report on Business. Black et al. elaboraron un índice de GS de compañías coreanas. Gill (2001) menciona que Credit Lyonnais Securities Asia construyó índices de GS en los mercados emergentes. 22
Ver CEF (2005), Anzoategui y Streb (2009), CEF (2006) y Musalem y Souto (2010), respectivamente.
17
agregando atributos que tienen en cuenta especificidades de empresas cerradas, en
particular, familiares.
La propuesta que se plantea en el presente documento parte de la creencia de que
aquellos criterios de GS que hacen más sólidas las instituciones financieras pueden
ser captados por las mismas al analizar a sus clientes. Concretamente, se pretende
incorporar una selección de factores que aparecen en los índices mencionados en el
análisis y monitoreo del riesgo crediticio de los prestatarios e incrementar, de esa
manera, la sensibilidad al riesgo. Esto facilitaría el entendimiento que los bancos
tendrían sobre el GS y sobre el cumplimiento con estándares y prácticas
internacionales, y mejoraría la administración de riesgos crediticios. Aquellas
empresas con buen GS, que sean capturadas por el sistema financiero al momento de
evaluación crediticia, debieran gozar de condiciones financieras más favorables en
respuesta a los menores riesgos crediticios involucrados. La propuesta permitiría
seguir aportando al proceso de colocar en el debate público la importancia del buen
GS a través de las entidades bancarias como elemento adicional tendiente a lograr un
sistema financiero estable y profundo.
En la sección II que sigue se analiza la evolución del crédito bancario al sector
privado en Argentina, ya que la etapa de desarrollo del sector financiero argentino
actúa como condicionante de la implementación de la propuesta planteada en este
trabajo. Además, se presenta evidencia de la relación entre el comportamiento de la
cartera irregular y el GS de las empresas prestatarias. En la sección III se avanza
sobre los aspectos regulatorios de la actividad bancaria referidos a la evaluación y
concesión de créditos por parte de las entidades financieras y se revisa las principales
variables consideradas por las instancias técnicas de los bancos comerciales al
momento de la toma de decisión respecto a la concesión de un crédito. En la sección
IV se aborda temas vinculados a la determinación de la tasa de interés de un préstamo
y aspectos de credit scoring en la construcción de matrices de análisis de carteras
activas y de evaluación de créditos. En la sección V, tras hacer una caracterización de
las empresas familiares e identificar sus falencias en términos de GS, se presenta un
modelo scoring de GS a ser incorporado en la tradicional evaluación de riesgo
crediticio. Se concluye con reflexiones finales en la sección VI.
18
II. CREDITO BANCARIO AL SECTOR PRIVADO EN ARGENTINA
En esta sección se estudia la evolución del mercado crediticio bancario al sector
privado en Argentina tras la crisis en el 2001, que es a través del cual se busca
promover la adopción de buenas prácticas de GS en empresas. La sección se
compone de varias partes. En la primera se hace una reseña del comportamiento del
crédito bancario al sector privado en Argentina durante la última década y se distingue
el crédito según plazo y por línea. Luego se analiza la evolución de las tasas de interés
y se hace mención a los créditos irrecuperables luego de la crisis, diferenciando el
comportamiento de cartera por tramo y grupo de banco, y se lo vincula con el GS de
los prestatarios. Por último, se compara la evolución del crédito privado en Argentina
con otros países.
II.1. Serie de stocks agregados y tipo de créditos
II.1.1. Evolución del crédito bancario al sector privado
Tras la crisis del 2001 las entidades financieras que operaban en el país quedaron
técnicamente quebradas por la fuga de depósitos, la devaluación del peso que
sobrevino con el abandono de la convertibilidad, la pesificación asimétrica23, el
derrumbe de los títulos públicos que tenían en sus carteras, el crecimiento de la
incobrabilidad de sus préstamos y la imposibilidad de afrontar sus deudas en el
exterior. Entre enero del 2001 y el primer semestre del 2002, los depósitos cayeron 41
por ciento, cifra equivalente a 40 mil millones de pesos, y el flujo de crédito
desapareció. Esta crisis, que golpeó fuertemente no solo en lo económico sino en lo
político y social, fue seguida de un proceso de recuperación sostenido con altas tasas
de crecimiento del producto interno bruto (PIB), que en términos reales promediaron
6,0 % entre el 2003 y 200924. El proceso de profundización del crédito en relación al
PIB fue lento y comenzó a partir del 2004, luego de que en el 2003 se registrara un
valor mínimo de 31,6 mil millones de pesos, alcanzó en el 2009 134,4 mil millones de
pesos (Gráfico N°2).
23
“En diciembre de 2001, el corralito congeló los depósitos, en dólares y en pesos… Un mes más tarde, hubo un relajamiento de las restricciones a los retiros bancarios seguido de una pesificación asimétrica: mientras que la pesificación de depósitos en dólares fueron de 1,4 pesos por dólar, las deudas en dólares fueron pesificadas al tipo de cambio de de 1. El corralón se impuso a los depósitos bancarios a plazo” (Streb, 2008, pág.22). 24
Dichas tasas promediaron 8,5% en el sub-período 2003 y 2008. El año 2009 marcó un corte en ese sentido, ya que el crecimiento fue prácticamente nulo.
19
Gráfico N° 2: Crédito al sector privado* (En millones de pesos y en porcentaje del PIB)
0
20,000
40,000
60,000
80,000
100,000
120,000
140,000
160,000
0%
5%
10%
15%
20%
25%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
En
Mill
ones
de
peso
s
En
porc
enta
je
Creditos al sector privado/PIB (eje der) Créditos al Sector Privado (eje izq)
(*) Créditos en moneda nacional y extranjera.
Fuente: BCRA e INDEC
Tras la crisis el ratio préstamos bancarios al sector privado sobre PIB fue
decreciendo hasta llegar a su menor expresión en el 2003, catorce puntos
porcentuales por debajo del valor del año 2000. La causa dominante de esta caída fue
por disminución de los préstamos bancarios al sector privado. No obstante, desde el
año 2004 el ratio creció, ante una mayor estabilidad interna y un favorable contexto
internacional.
No obstante, a partir de 2008 el crecimiento del crédito comenzó a perder impulso.
Este cambio de tendencia fue resultado de la incertidumbre tanto a nivel internacional
como nacional. La primera provocada por la crisis financiera a nivel mundial y la
segunda por shocks internos generados por políticas gubernamentales. Entre estos
factores cabe mencionar la intervención en el Instituto Nacional de Estadística y
Censos y la aceleración en la tasa de inflación.
II.1.2. Crédito según plazo
En Argentina, los préstamos que se otorgan son en su mayor parte a corto plazo,
como se puede apreciar en el Gráfico N°3. Esto se explicaría parcialmente por la
incertidumbre consecuencia de la predominancia de fondeo de corto plazo de los
bancos y las tasas esperadas de interés e inflación. Otro factor que incidiría sería por
la dificultad para monitorear los contratos entre deudores y acreedores y resolver
disputas por la vía judicial. Como resultado los acreedores se inclinan por otorgar
20
préstamos de corto plazo e ir renovándolos, de manera de tener un mejor control
sobre los deudores.
Gráfico N° 3: Montos de los préstamos por documentos
(Por plazo, sobre el total de préstamos otorgados por documento)
Fuente: Econviews (2010).
En el Gráfico N°4 se puede ver la preeminencia de los fondos provenientes de
depósitos a la vista en el caso del sistema bancario argentino.
Gráfico N°4: Estructura de financiamiento de activos de bancos
(Diciembre 2008)
Fuente: Marx (2009).
21
En cuanto a la evolución del crédito al sector privado según plazo luego de la crisis
del 2001, se observa que el crédito al sector privado a corto plazo25 fue el primero en
recuperarse y alcanzó tasas máximas de crecimiento por encima del 50% anual entre
el 2005 y 2006. A partir de allí la brecha se achicó y a mediados del 2007 se revirtió
al superar el crecimiento de préstamos de largo plazo al de corto plazo, situación que
continuó hasta mediados del 2009. Como se observa en el Gráfico N°5 las tasas de
crecimiento de ambos segmentos muestra una marcada tendencia decreciente
durante el último período.
Gráfico N°5: Crédito al sector privado según plazo (Variación anual)
-30%
-20%
-10%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
Oct
-00
Ma
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1
Ago
-01
Ene
-02
Jun-
02
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2
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07
Nov
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8
Sep
-08
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9
Jul-
09
Dic
-09
En p
orc
enta
je
Corto Plazo Largo Plazo
Fuente: BCRA
La recuperación más tardía del crédito a largo plazo puede estar asociada a
dificultad de evaluar y, por tanto, de emprender proyectos de inversión tras la crisis del
2001. La excesiva capacidad ociosa que caracterizó a la economía en ese período
permitió impulsar el crecimiento sin nuevas inversiones. A su vez, el sector real
realizaba ganancias anormales por la devaluación y demorada reacción en costos, lo
que le permitía usar fondos propios para financiarse. En diciembre del 2009, el
volumen de los créditos a corto plazo alcanzó los 87 mil millones de pesos más que
duplicando el de largo plazo. No obstante, mientras el crédito a corto plazo comenzó a
reducir su crecimiento ya desde mediados de 2006, tendencia que se acentuó a partir
de abril del 2008, el crédito a largo plazo disminuyó fuertemente su crecimiento recién
a partir de mediados de 2008 ante la incertidumbre internacional y local. Esta última
25
De acuerdo al criterio del BCRA, los créditos de corto plazo incluyen: adelantos en cuenta corriente; otros adelantos; documentos a sola firma; documentos descontados; a titulares de tarjetas de crédito y 0,5*personales. En tanto, los de largo plazo son los hipotecarios; prendarios y 0,5* personales.
22
indujo a demanda de mayor liquidez por parte de los bancos. Además, Anastasi et al.
(2008a), a partir de un estudio que hicieron sobre riesgo bancario en Argentina,
señalan que en períodos de alta incertidumbre, los bancos enfrentan dificultades para
hacer una estimación de la capacidad y voluntad de pago de sus deudores. Esto los
lleva, entre otros comportamientos, a la concentración de la cartera en clientes ya
conocidos y, por tanto, la base de empresas tomadoras de fondos deja de ampliarse.
II.1.3. Crédito por línea
Si se clasifica el crédito por línea (Gráfico N°6), se observa que tras la crisis los
préstamos personales y tarjetas de crédito son los que más han aumentado, en
contraste con los créditos hipotecarios y prendarios, que son líneas de largo plazo.
Esto reafirma lo observado en los Gráficos N° 3 y 4. La preferencia por líneas de corto
plazo se relaciona a la mayor incertidumbre en los mercados, posibilidad de
monitorear a los clientes y a la estructura de fondeo.
Gráfico N° 6: Crédito al sector privado por línea (Base Enero 2000=100)
0
1
2
3
4
5
6
Dic
-99
May
-00
Oct
-00
Ma
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1
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1
Ene
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Jun-
02
Nov
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3
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4
Jul-
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Dic
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May
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Oct
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6
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7
Jun
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Nov
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9
Jul-
09
Dic
-09
En
po
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je
Adelantos Documentos Hipotecarios
Prendarios Personales Tarjetas
Fuente: BCRA
II.2. Tasas de interés
Tras la recuperación de la economía en el 2003, las tasas de interés nominales
cayeron fuertemente luego de alcanzar elevados guarismos durante la crisis (Gráfico
N°7). Hubo un período entre el 2004 y diciembre de 2006 de relativa estabilidad en los
niveles de las tasas. Durante el mencionado período la tasa pasiva se mantuvo
alrededor del 4,26% anual y la BADLAR (depósitos a plazo fijo superiores a un millón
23
de pesos) en 4,16% anual. En cuanto a las tasas activas el CALL interbancario registró
valores de 4,46% y la PRIME 7,19%.
Gráfico N°7: Tasas de interés nominales en pesos (Tasas mensuales)
0%
2%
4%
6%
8%
10%
12%E
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7E
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8S
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8E
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9M
ay-0
9
En
porc
enta
je
Plazo Fijo PRIME BADLAR CALL
Fuente: BCRA
A partir de agosto del 2007 se observaron en Argentina aumentos significativos de
tasas de interés. Al año siguiente se registraron dos picos importantes, uno en junio
durante la etapa más conflictiva entre el campo y el gobierno, el otro en noviembre que
coincidió con la estatización de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y
Pensiones. A este contexto se sumó una fuerte incertidumbre financiera internacional.
El resultado fue que durante este período aumentara considerablemente el spread
entre la tasa activa y la pasiva, volviendo a niveles de fines del 2002 (Gráfico N°8).
24
Gráfico N°8: Spread entre tasa activa y tasa pasiva en pesos(1)
(En porcentaje)
0%
5%
10%
15%
20%
25%
Ene-
00
Jul-
00
Ene-
01
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01
Ene-
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Jul-
02
Ene-
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03
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04
Ene-
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05
Ene-
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Ene-
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Ene-
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Ene-
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Jul-
09
En p
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enta
je
(1) {[(1+activa)/(1+pasiva)] – 1}x 100
Fuente: BCRA
II.3. Carteras irrecuperables y GS
Tras la crisis el crédito clasificado como irrecuperable26 como porcentaje del crédito
total comenzó a crecer fuertemente, registrando la mayor variación en enero del 2002
con 24% mes a mes. A partir de enero del 2004 se revirtió la tendencia, decreciendo
en forma sostenida hasta representar el 6,4% del crédito total en noviembre de 2009,
debido, en parte, al aumento progresivo del crédito disponible al sector privado
(Gráfico N°9).
26
La cartera irregular comprende las categorías 3, 4, 5 y 6 de la nueva calificación de deudores del BCRA, a saber: deudores con problemas, deudores con alto riesgo de insolvencia, deudores irrecuperables y deudores irrecuperables por disposición técnica.
25
Gráfico N°9: Cartera Irrecuperables sobre Crédito Total
(En porcentajes)
0%
5%
10%
15%
20%
25%
Feb-
00
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Feb-
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6
Ago
-07
May
-08
Feb-
09
No
v-0
9
En p
orc
enta
je
Fuente: BCRA
A los efectos del presente trabajo merece mencionarse el análisis que hicieron
Bebczuk y Sangiácomo (2008) sobre el comportamiento de las carteras irrecuperables
desde distintas perspectivas. Estos autores observaron que la calidad de cartera
según tramos de deuda adopta la forma de una U invertida para el período 1999-2005
(Gráfico N°10). La irregularidad se incrementa en función del tamaño de la deuda
hasta llegar a un máximo en el nivel intermedio, entre $100 mil y $500 mil, para luego
decrecer. Es plausible asociar a los tramos intermedios con la franja de las pequeñas
y medianas empresas (PYMEs), en tanto los préstamos más pequeños a firmas
unipersonales y los de mayor tamaño a empresas grandes27. Como señalan estos
autores, el resultado para el primer estrato es algo sorprendente28, pero no así para el
último, ya que los préstamos de mayor tamaño están sometidos a procesos de
selección más estrictos y se correlacionan con empresas grandes. Este es el conjunto
de empresas que coincide con el de mejores prácticas de GS de acuerdo a los
resultados del ITD de empresas no financieras del CEF29.
27
Para ello se tuvo en cuenta la clasificación de las empresas por tamaño y sector de la Resolución General de la CNV N°506/07, que se reproduce en un pie de página de la sub-sección V.3.2. 28
Según los autores “contradice la intuición” y dan como explicación posible que estas empresas tienen fuertes incentivos en cumplir, dado el temor de que no se les renueve las líneas de crédito o de que se les exija mayores garantías o tasas, y la imposibilidad de acudir a otras fuentes de financiamiento. 29
Ver Anzoátegui y Streb (2009) y CEF (2005).
26
Gráfico N°10: Cartera Irrecuperables por tramo
(En porcentaje)
0
10
20
30
40
50
60
70
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
En p
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taje
Hasta $25 $25 a $100 $100 a $500 $500 a $5000 Más 5000
Fuente: En base a Bebczuk y Sangiácomo (2008).
Si se observa la distribución del porcentaje de deudores morosos por tramos (no
de deuda) y por grupo de bancos, se verifica que para la banca extranjera la
irregularidad cae sustancialmente al pasar de los pequeños a los grandes deudores,
que son los que, en general, se asociarían a mejores prácticas de GS. Este
comportamiento se da en menor medida en la banca privada nacional, pero no se
observa en el caso de la banca pública, donde se registraron en general los mayores
grados de irregularidad para el período 1999-200530. En este sentido, vale la pena
remarcar que en las entrevistas que se hicieron, los representantes de la banca
extranjera fueron los que resaltaron que si bien no exigían a los prestatarios, en
promedio, requisitos vinculados al GS de las empresas mucho más allá de lo que
demanda la regulación31, sí lo hacían con las grandes empresas. Bebczuk y
Sangiácomo (2008), a su vez, explican el resultado anterior al hecho de que la banca
pública no cuenta con mecanismos apropiados de selección y disciplinamiento de su
propia gerencia. Esto último guarda relación con las conclusiones obtenidos por el
CEF (2006) tras analizar el ITD de bancos, ya que la banca pública fue la que exhibió
los menores índices, lo cual es indicativo de un magro desempeño en términos de GS.
30
Si bien tras la crisis la proporción de deudores en mora de la banca extranjera se incrementó sustancialmente en relación a los otros segmentos, ello se debió a la mayor proporción de depósitos en moneda extranjera (luego pesificados) y de deuda pública “defaulteada” (ver Vicens, 2006). 31
Lo que no necesariamente implica que los bancos sistematicen dicha información bajo la denominación de GS.
27
Gráfico N°11: Cartera Irrecuperables por grupo de banco y tramo
(En porcentaje)
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
Bancos Públicos Bancos Privados Nacionales
Bancos Extranjeros
En p
orc
en
taje
Hasta $25 $25 a $100 $100 a $500 $500 a $5000 Más 5000
Fuente: En base a Bebczuk y Sangiácomo (2008).
II.1. Crédito bancario en Argentina versus otros países
En el Cuadro N°1 se presentan los niveles de crédito bancario al sector privado
con respecto al PIB de varios países. En la misma se puede apreciar que Argentina
está en una posición rezagada global y regionalmente.
28
Cuadro N°1: Crédito bancario al sector privado como porcentaje del PIB de países seleccionados
(En porcentaje)
Período 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Primer Semestre
2008 2009
Pa
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s
De
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rro
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do
s
Australia 88 98 100 103 109 118 120 116 125
Canadá 122 117 120 126 139 127 128 124 N/D
Corea del Sur 87 89 84 86 94 98 108 102 108
Estados Unidos 53 54 56 58 60 62 62
60 60
Gran Bretaña 138 143 151 159 171 187 210 192 211
Japón 106 102 98 101 99 98 107 98 104
Pa
íse
s e
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esa
rro
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BR
IC
Brasil 30 28 28 30 35 43 50 42 47
China 119 127 120 114 113 111 108 109 136
India 33 32 37 41 45 47 51 49 51
Rusia 18 21 24 26 31 38 41 36 47
Res
to d
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Am
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La
tin
a Argentina 15 11 10 11 13 14 13 11 12
Colombia 22 22 23 23 27 30 31 30 30
México 16 14 13 14 17 18 17 17 18
Chile 67 64 65 67 66 73 84 74 80
Perú 23 20 18 19 18 21 25 20 24
Venezuela 10 9 10 13 16 23 21 N/D N/D
Otr
os
pa
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De
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rro
llo
Arabia Saudita 29 28 33 37 36 40 42 N/D N/D
Indonesia 19 21 25 26 24 25 26 23 24
Sud África 58 64 66 70 78 83 80 76 80
Turquía 15 15 17 22 26 29 33 31 35
N/D: no hay datos Fuente: FMI
En el 2002, el nivel de crédito a sector privado en Argentina representaba un 15%
del PIB, la mitad de lo que registraba Brasil. Hacia el final del período considerado
dicho porcentaje había caído a 12% en Argentina, en tanto en Brasil había subido a
47%. Por otra parte, si bien la participación del crédito en el PIB de México y Turquía
era muy similar a la de Argentina en el 2002, su evolución a lo largo de los años
considerados fue más favorable, particularmente, en el caso de Turquía.
Anastasi et al. (2008b), hicieron un análisis de la dinámica del crédito tras la
ocurrencia de crisis bancarias en más de noventa países desde fines de los setenta.
En función de su relevancia para el caso argentino en el año 2001 eligieron diez y
siete eventos y compararon el nivel de crédito al sector privado con respecto al PIB de
ese conjunto de países desde el inicio de sus respectivas crisis y los cinco años
subsiguientes. Los autores muestran que solo Uruguay en el 2002 e Indonesia en
1997, presentaron un peor desempeño que la Argentina en el 2001, tras sus
correspondientes crisis.
29
El magro nivel de bancarización de Argentina en relación a otros países con un
grado de desarrollo parecido no se explica solo por la crisis sufrida en el 2001. En este
sentido, González Padilla et al. (2006) tras estudiar el financiamiento de las entidades
financieras en Argentina durante el período 1999-2005, señalan que el bajo grado de
acceso de los servicios financieros en Argentina responde a factores estructurales.
Estos autores listan una serie de factores que limitan el desarrollo financiero, entre los
cuales mencionan la volatilidad macroeconómica, descalce de monedas, imposición
tributaria a las transacciones bancarias, evasión tributaria, elevada demanda de
financiamiento por parte del sector público, barreras a la entrada a la industria, alto
nivel de informalidad en la economía y desempleo.
Grosz et al. (2008), por su parte, mencionan como factor limitante en el país el
régimen de encajes (requisitos de liquidez y efectivo mínimo). Tras compararlo con un
conjunto de países seleccionados, estos autores encuentran que en Argentina se hace
un uso más frecuente del instrumento, las modificaciones a la normativa son más
seguidas y las alícuotas más altas, convirtiéndose en un impuesto a la intermediación
bancaria.
Villarruel (2009), a su vez, en un análisis comparado entre Argentina, Brasil, Chile
y España, da cuenta que el sistema financiero argentino está muy regulado. Según la
autora los requerimientos de capital ajustado son muy altos, superando lo
recomendado por el Comité de Basilea. También señala que como las entidades
financieras del país deben cumplir muchos requerimientos informativos, exigidos por el
BCRA y otros órganos de control, los costos administrativos son elevados y no
guardan proporción con el volumen de actividad de las entidades involucradas32. Otro
aspecto que limita el financiamiento al sector privado son los altos costos de registro
de propiedades y sus largos trámites. Por último, enfatiza la necesidad de que los
tribunales sean más expeditivos a la hora de hacer respetar los contratos entre
acreedores y deudores.
Kiguel y Okseniuk (2006), no encuentran que las condiciones regulatorias sean
demasiado restrictivas. Admiten que algunos bancos cobran tasas de interés por
encima del promedio debido a gastos administrativos, pero también por un mayor
poder de mercado local. Para estos autores, los bajos niveles de intermediación son
causales de los costos del crédito y no a la inversa. Reconocen que una reducción de
ciertos impuestos (impuesto a los débitos y créditos bancarios) estimularía un mayor
nivel de crédito y, sin duda, toda política que asegure la estabilidad macroeconómica
32
Villarruel menciona que un banco con cinco sucursales enfrenta los mismos requerimientos informativos que un banco con presencia en todo el país.
30
va en igual sentido, ya que las crisis implican rupturas entre deudores y bancos, que
tardan mucho en restablecerse. Muchos factores que inciden en la profundidad
financiera y que suelen llamarse “estructurales” no son otra cosa que una suma de
procesos disruptivos continuos, que se pueden ir corrigiendo con mayor certidumbre
según estos autores.
Los factores recién enumerados deben ser tenidos en cuenta al momento de
tomar medidas de política de acceso al crédito en el país. Son difíciles de alterar en el
corto plazo, y condicionan la implementación de la propuesta de este trabajo.
31
III. ASPECTOS REGULATORIOS
Las buenas prácticas de GS han sido tomadas en general como un elemento
determinante al momento de considerar el desempeño de las empresas en el ámbito
de la oferta pública. Sin embargo, las ventajas que el buen GS puede ofrecer van más
allá del, a veces reducido, universo de la oferta pública.
En el caso de los países de América Latina, el limitado número de empresas
listadas en bolsas y mercados hace que resulte de interés arbitrar medios para que los
efectos del buen GS penetren el ámbito de las empresas cerradas en todos los
sectores y, en especial, al de las PYMEs.
Tal como ha sido expresado en la introducción, una cantidad importante de análisis
empíricos a nivel internacional y nacional han demostrado una correlación positiva
entre la calidad del GS y desempeño de las empresas y su valoración en el mercado.
En el margen, la mayor transparencia de sus órganos de dirección empresaria y
mejor control de su GS deberían tener su impacto positivo sobre la empresa al
momento de establecer las condiciones que el banco proveedor del crédito estaría
dispuesto a cobrar (por ejemplo, nivel de tasa de interés, plazos, garantías, etc.).
Haciendo referencia a un trabajo de Shleifer y Vishny (1997), un documento del
CEF33 señalaba que “existen diversas definiciones acerca del Gobierno Corporativo
de las empresas, más o menos abarcativas en cuanto a su alcance. Así el Gobierno
Corporativo se define como la manera en que los diferentes oferentes de
financiamiento a las empresas se aseguran el adecuado retorno de sus inversiones”.
Una visión desde el sistema financiero que se corresponda con esta afirmación obliga
a dar especial relevancia al concepto de GS al momento de ponderar el riesgo de
crédito que una entidad bancaria estaría dispuesta a asumir al financiar a una
empresa.
Como se comentará más adelante, en general, la batería de métodos cuantitativos
con que se nutren los sistemas de análisis de crédito de los bancos son
complementados con información de aspectos relativos al gobierno de la empresa.
Esta información es relevada, la mayoría de las veces por la simple necesidad de
cumplir con imperativos regulatorios más que con la finalidad de un análisis específico
de los temas societarios.
33
CEF (2005), página 11.
32
Asimismo, se verá como al aproximarnos a las diferentes técnicas de análisis
crediticio expresiones tales como “el buen juicio del analista” encierran una variedad
de conceptos que es importante dilucidar. En general, al final de los bloques de
información cuantitativa que componen una matriz de riesgos, aparecen espacios para
la incorporación de una valoración cualitativa de la firma que tiende a cubrir aquellos
aspectos que el análisis de las variables financieras de la propia empresa no alcanza a
abarcar. Entre estos conceptos subyace la valoración implícita de lo que se puede
denominar intuición educada que el analista le asigna a las características del GS de
la empresa.
En la experiencia cotidiana del análisis de solicitudes de crédito por parte de las
distintas instancias de decisión (analistas, oficiales, comités de crédito, comités de
riesgo, etc.) el camino que transita la solución respecto a las dudas sobre el riesgo
analizado suele traducirse en el requerimiento de mayores garantías para la
financiación solicitada o a veces en mantener la tasa de interés en el máximo nivel de
la franja de valores asignada a la línea de crédito en cuestión. En ambos casos la
solución implica un mayor costo financiero para el demandante de crédito.
La propuesta que se analizará consiste en mostrar que la información contenida en
este rubro, que usualmente es dejado al criterio del analista para una valoración
genérica de la empresa, puede ser dotada de elementos concretos de ponderación del
GS de la firma34. Esta nueva herramienta de medición permitiría discriminar con mayor
precisión el nivel de riesgo que efectivamente enfrenta la institución financiera.
La presente sección abordará los aspectos relevantes del análisis de crédito por
parte de instituciones bancarias. Además, tratará de precisar las principales
características de la evaluación de líneas de crédito a las que usualmente tienen
acceso las empresas en el sistema bancario. Como la actividad bancaria es altamente
regulada, no sorprende que en la regulación bancaria de los países de la región
subyagan criterios homogéneos en cuanto a los esquemas de supervisión y exigencias
de controles. Esto se debe al rol que cumplen los acuerdos de Basilea en la materia.
Como se mencionó en la introducción, las reglas de Basilea II sustentan uno de
sus pilares en la aplicación de criterios de buen GS a las propias entidades bancarias,
y estas normas sirven en parte para su calificación por las autoridades regulatorias35.
La propuesta que se esboza en el presente trabajo implica de alguna forma que esos
34
Oportunamente se presentarán elementos para la construcción de una matriz de valoración de GS de la firma. 35
Banco de España (2008).
33
mismos criterios de transparencia y GS que hacen más sólidas a las instituciones
financieras puedan también ser detectados por las mismas al analizar a sus clientes
tomadores de crédito.
Los criterios de determinación del costo del crédito, más allá de la metodología
utilizada por las administraciones bancarias (desde seguir al mercado o mecanismos
sofisticados de análisis de riesgo ajustado), permitirán observar la posibilidad de incluir
ponderaciones de la variable que hace al GS y discutir aspectos de esa ponderación.
En algunos casos, en las clasificaciones de deudores que el regulador impone a
las entidades financieras hay referencias expresas a la calidad de la dirección de la
empresa y su desempeño, lo que puede ser tomado como una proxy para que el GS,
eventualmente, tenga su ponderación específica con parámetros preestablecidos por
el regulador36.
El resultado final será analizado desde el punto de vista de las ventajas que para el
tomador de crédito puede suponer un análisis y evaluación financiera que tome en
cuenta parámetros de buen GS.
Por otro lado y desde la óptica del regulador, que se supone interesado en que las
buenas prácticas de GS se difundan, se aportarán elementos que puedan incentivar su
aplicación.
El problema de la asimetría de la información que surge en detrimento de los
accionistas minoritarios en las compañías abiertas es paliado en parte por los
mecanismos regulatorios implementados en el marco de actuación legal de bolsas y
mercados y por la participación de auditores, agencias de rating, sistemas de vigilancia
de las bolsas, etc. Para las compañías cerradas, que incluye a la mayoría de las
empresas familiares, la ausencia de algunos de estos mecanismos hace necesario
elaborar esquemas alternativos37. El sistema financiero bancario puede representar
una posibilidad que merece ser considerada con atención.
Las ventajas del buen GS en las empresas cerradas implican una externalidad
que puede ser capturada por distintos actores del entorno en el que se desempeñan y
facilita la tarea ex-post del sistema judicial, abogados, auditores y otros38. En este
sentido, la actuación de la autoridad regulatoria del sistema financiero es relevante y
36
BCRA, Com. “A” 4972 (2009) punto 6.5.1.3. “... (que la empresa)... cuente con una dirección calificada y honesta, muy profesional y técnica, con adecuados sistemas de control interno.” 37
En la sección V se describirán las particularidades de este tipo de empresas. 38
OCDE (2006).
34
encontrar mecanismos que faciliten la incorporación de buenas prácticas de GS al
universo de las empresas tomadoras de crédito es una oportunidad que requiere
detenerse en su análisis.
Es necesario destacar que en el presente trabajo se parte del supuesto que
implementar prácticas de buen GS dentro de las empresas tiene, para ellas un costo
de organización y monetario que puede ser de consideración. Aunque escapa al
objetivo de trabajo efectuar una medición de estos costos, se supondrá que acceder a
la financiación bancaria en términos y condiciones más favorables permitirá a los
empresarios plantearse que el esfuerzo a encarar tiene, además de las ventajas de
organización y controles de riesgos operativos de la propia empresa una retribución en
materia de reducción de costos financieros mensurable.
La evaluación costo beneficio (muchas veces en forma tácita) que efectúan los
responsables de la empresa contará ahora con un nuevo elemento (reducción del
costo financiero) que se entiende puede alentar el desarrollo de las prácticas
societarias propuestas.
Hay también una estrecha relación entre empresas con buen GS y mejor
desempeño39, por tanto, menor riesgo, que debe ser percibida por las entidades
financieras y traducirse en menores previsiones por riesgo. De este modo estas
compañías deberían ser objeto de mayor preferencia al momento de prestar. Esto
justificaría de por sí una reducción de la tasa de interés a ser cobrada o recibir otras
ventajas crediticias.
Asimismo, el eventual tomador de crédito debería exigir que sus esfuerzos de
incorporación de elementos de buen GS sean suficientemente remunerados por el
sistema financiero puesto que, en igualdad de condiciones, sería objetivamente un
mejor riesgo.
III.1. Formas básicas de financiación bancaria
“Cuando una empresa denota un alto estándar de GS, es percibida como una
empresa más confiable... (permite)... que más accionistas estén dispuestos a invertir
en la empresa o más bancos manifiesten su interés en concederles préstamos en
condiciones financieras más favorables, esto es a menor tasa o plazos más
39
Tema abordado en la introducción.
35
cómodos”40. Esta cita, tomada de un trabajo de divulgación de la CAF remite
directamente al eje del presente trabajo: para que efectivamente el mejor GS de una
empresa pueda traducirse en mejores condiciones financieras primero debe ser
percibido, tomado en cuenta en la evaluación del préstamo por parte de las entidades
financieras y en particular por los oficiales de crédito encargados del análisis de cada
operación específica.
Para analizar la proposición anterior se observarán los rubros que son parte del
análisis estándar de cualquier solicitud de asistencia financiera y se dará especial
atención a aquellos en que los conceptos referidos al GS pudieran ser introducidos
como una variable más en la ponderación.
El presente trabajo se enfocará en lo que la industria denomina como banca
minorista y banca comercial a empresas en préstamos destinados a capital de trabajo
e inversión en bienes de capital. En ellos, los procedimientos de evaluación son
procesos normalizados (normas de procedimiento específicas) y son de aplicación
universal. De este modo se intentará abarcar al mayor número posible de
financiaciones otorgadas por las entidades bancarias.
Las conclusiones a que se arriban podrían aplicarse también a la financiación de
proyectos de inversión, aunque esto no significa desconocer que, dada su naturaleza,
este tipo de financiaciones exige un análisis caso por caso y un herramental de
análisis específico (que lo diferencia, en parte, del utilizado en las líneas de aplicación
general).
A partir de las entrevistas efectuadas a los bancos se pudo determinar que no
existe un único método de análisis crediticio, que éste varía conforme se avanza en la
estructura del sistema financiero y depende en gran medida de los criterios
establecidos por las propias entidades. Si bien no existe una metodología de
evaluación crediticia mandataria por parte del regulador bancario hacia las entidades
financieras, hay parámetros mínimos que funcionan como denominador común al
sistema en su conjunto. Los mismos serán el punto de partida del análisis.
En principio, un listado de las facilidades crediticias a las que tienen acceso las
empresas en el sistema bancario puede establecerse en función de su destino:
financiar capital de trabajo (corto plazo) o financiar la inversión (mediano y largo
plazo).
40
CAF (2005), pág. 9.
36
Tratando de generalizar las formas de la financiación bancaria que usualmente son
ofrecidas a las PYMEs por el universo bancario se puede establecer el siguiente
listado:
Capital de Trabajo para financiamiento del ciclo de trabajo (Cuentas por
Cobrar, Inventario y Cuentas por Pagar).
Bienes de Capital (Compra de Equipo, Maquinaria y activos fijos en general).
Descuento de Facturas, Letras u Órdenes de Compra.
Contingencias (Garantías Bancarias, Avales, Fianzas, Cartas de Crédito, entre
otros).
Créditos para exportación e importación de bienes.
En cuanto a las modalidades de implementación de estas financiaciones se puede
encontrar una gama variada de productos bancarios tales como:
Aperturas y financiamientos de cartas de crédito,
Aceptación y financiamiento de cobranzas,
Adelantos mediante Giros o Transferencias para pago a proveedores,
Adelantos de Tesorería para uso en la cuenta corriente.
III.2. Las garantías en la financiación bancaria
Resulta importante para el objetivo del presente trabajo que se preste especial
atención a las garantías que son exigidas al momento de la financiación bancaria. Son
un costo significativo asociado a la financiación e implican en algunos casos mantener
activos afectados a los créditos durante la vida de los mismos con el consiguiente
impacto en materia de costos para la empresa.
Las garantías exigidas por las entidades bancarias para respaldar una financiación
abarcan un amplio espectro de alternativas y pueden ir desde el crédito a sola firma
(no exigencia de garantía) hasta la garantía hipotecaria sobre los bienes propios
(usualmente la más onerosa de las garantías desde el punto de vista del tomador del
crédito).
Para los bancos centrales la calificación de las garantías se establece en función
de la disponibilidad (liquidez) de las mismas una vez que se han disparado los eventos
(default) que hacen necesaria su aplicación.
37
A modo de ejemplo, el BCRA establece los criterios de clasificación que se
resumen a continuación41.
Garantías Preferidas A: Están constituidas por la cesión o caución de derechos
respecto de títulos o documentos de cualquier naturaleza que, fehacientemente
instrumentadas, aseguren que la entidad podrá disponer de los fondos en
concepto de cancelación de la obligación contraída por el cliente, sin necesidad de
requerir previamente el pago al deudor dado que la efectivización depende de
terceros solventes o de la existencia de mercados en los cuales puedan liquidarse
directamente los mencionados títulos o documentos.
Garantías Preferidas B: Están constituidas por derechos reales sobre bienes o
compromisos de terceros que, fehacientemente instrumentados, aseguren que la
entidad podrá disponer de los fondos en concepto de cancelación de la obligación
contraída por el cliente, en tanto el plazo residual de las operaciones supere el
término de 6 meses.
En el Cuadro N° 2 se enumeran las garantías que corresponden a cada caso.
41
BCRA, Com. “A” 4070 (2004).
38
Cuadro N°2: Garantías Preferidas A y B
Garantías Preferidas A
Garantías constituidas en efectivo, en pesos, o en monedas extranjeras,
Garantías constituidas en oro,
Cauciones de certificados de depósito a plazo fijo emitidos por la propia entidad financiera,
Reembolsos automáticos de operaciones de exportación,
Garantías o cauciones de títulos valores,
Avales y cartas de crédito emitidos por bancos del exterior con calificación internacional de riesgo “A” o “Warrants” sobre mercaderías fungibles que cuenten con cotización normal y habitual en los mercados locales o internacionales, de amplia difusión y fácil acceso al conocimiento público,
Garantías constituidas por la cesión de derechos de cobro de facturas a consumidores por servicios ya prestados, emitidas por empresas proveedoras de servicios al público (empresas que suministren electricidad, gas, teléfono, agua, etc.),
Garantías constituidas por la cesión de derechos de cobro respecto de cupones de tarjetas de crédito,
Títulos de crédito (cheques de pago diferido, pagarés, letras de cambio y facturas de crédito) descontados con responsabilidad para el cedente,
Garantías directas emitidas por gobiernos centrales, agencias o dependencias de gobiernos centrales de países integrantes de la OCDE que cuenten con calificación internacional de riesgo “AA” o superior,
Garantías constituidas por la cesión de derechos sobre la recaudación de tarifas y tasas en concesiones de obras públicas,
Títulos de crédito (cheques de pago diferido, pagarés, letras de cambio y facturas de crédito), descontados con responsabilidad para el cedente,
Garantías o avales otorgados por SGR, y
Seguros de crédito a la exportación.
Garantías Preferidas B
Prenda fija con registro en primer grado o con desplazamiento hacia la entidad sobre vehículos automotores y máquinas agrícolas, viales e industriales,
Garantías o avales otorgados por SGR cuando el plazo de obtención de los fondos supere los 30 días,
Seguros de crédito a la exportación, en la medida que los plazos de efectivización de los siniestros por riesgo comercial superen los 180 días,
Fideicomisos de garantía.
Fuente: BCRA.
La categorización de las garantías en preferidas A o B tiene implicancia al
momento de clasificar las operaciones de crédito y establecer las pertinentes
previsiones42 (ver el Cuadro N°3).
42
BCRA, Com. “B” 9074 (2007).
39
Cuadro N°3: Esquema de previsiones por riesgo de incobrabilidad
Categoría
Con Garantías
Preferidas
Sin Garantías
Preferidas
1.En situación normal 1% 1%
2.a) En observación y de bajo riesgo
b) En negociación o con acuerdos de refinanciación
3% 6%
5% 12%
3. Con problemas y de riesgo medio 12% 25%
4. Con alto riesgo de insolvencia y de riesgo alto 25% 50%
5. Irrecuperable 50% 100%
6. Irrecuperable con disposición técnica 100% 100%
Fuente: BCRA.
Los tipos de garantías señalados en los párrafos anteriores para operaciones de
crédito admitidas por el BCRA son también, de uso corriente en los distintos sistemas
bancarios. Con pequeñas variaciones se observan en aquellas gestiones regulatorias
que ya han implementado los criterios de Basilea II, tal es el caso de las alternativas
de mitigación de riesgo operativo que estableció el Banco de España en la
reglamentación del llamado Pilar I del referido Acuerdo43.
III.3. Evaluación crediticia
A continuación se efectúa una breve descripción de los aspectos tomados en
cuenta en el proceso de la evaluación crediticia efectuada por las instituciones
bancarias para decidir la asistencia financiera a sus clientes.
En líneas generales, estos elementos pueden resumirse en i) capacidad de
repago, ii) situación financiera, iii) situación patrimonial, iv) rentabilidad, v) mercado, vi)
garantías ofrecidas, vii) características de la empresa44 y viii) experiencia en el rubro.
Los primeros cuatro ítems son establecidos mediante la formulación de indicadores de
uso corriente en la industria financiera y que se sintetizan a continuación.
III.3.1. Indicadores básicos
El análisis crediticio exige la formulación de indicadores de liquidez, solvencia,
endeudamiento, eficiencia y rentabilidad de la empresa a ser asistida. En esta sub-
sección no se intentará analizar en detalle las técnicas utilizadas en su elaboración, ya
43
Banco de España (2008). 44
Las características de la empresa incluye organización comercial, administrativa, de la producción y conformación de cuadros directivos y gerenciales.
40
que escapa al foco del trabajo, sino simplemente mencionarlas. La elección del
herramental técnico de análisis depende de las necesidades que se plantee cada
institución bancaria, según se pudo confirmar en la entrevista a los bancos. Asimismo,
la formulación de estos indicadores implica la utilización de una serie de definiciones
respecto a la información de la empresa a ser utilizada para su confección que la
entidad financiera debe establecer en sus manuales de procedimientos operativos. A
continuación se enumeran algunos de los más usuales, agrupados conforme al tipo de
información provista respecto de la empresa.
Indicadores de Liquidez: proporcionan información sobre la capacidad que tienen
los activos líquidos de la empresa para atender las obligaciones de pago
asumidas. Los indicadores son: i) la prueba ácida ((efectivo + títulos
líquidos)/deuda de corto plazo), ii) ratio corriente (activos corrientes/ pasivos
corrientes) y iii) capital circulante (diferencia entre el total de los activos corrientes y
pasivos corrientes).
Indicadores de Solvencia y Endeudamiento: muestran los niveles de
financiación obtenida por la firma y su capacidad para hacer frente a las
obligaciones emergentes. Estos indicadores son: i) ratio de deuda/activo, ii) ratio
deuda/patrimonio, iii) cobertura de intereses (ganancias generadas por la empresa
con relación a los gastos por intereses) y iv) ratio de costos fijos (capacidad para
solventar pago de deudas).
Indicadores de Eficiencia: su análisis permite conocer la gestión de la empresa
en distintos sectores que el analista de crédito considera clave. Estos son: i)
período medio de cobro ((cuentas a cobrar/ventas)*cantidad días), ii) rotación de
Inventarios ((inventario promedio/costo de ventas)*cantidad días), iii) período
medio de pago (promedio de cuentas a pagar/compras a proveedores)*cantidad
días y iv) ventas sobre activos rotales.
Indicadores de Rentabilidad: brindan información referida a la utilidad que
produce la empresa. Su empleo permite evaluar los resultados de la misma y por
ende su viabilidad económica. Los indicadores son: i) margen bruto de utilidad
(margen bruto de ventas/ventas totales, ii) margen neto de utilidad (neto de
gastos), iii) beneficio neto antes de impuestos, iv) rentabilidad del capital propio
(ROE) y v) rentabilidad sobre activos (ROA).
La información histórica con que son elaborados estos indicadores es
proporcionada por la propia empresa demandante del crédito y tiene como fuente
41
principal sus estados financieros y de resultados (usualmente correspondientes a los
tres últimos años de actividad). Estos balances deberán ser elaborados por los
profesionales contables pertinentes y, conforme la regulación lo determine, contar con
la certificación del consejo profesional respectivo. Si la empresa cuenta con un auditor
externo, será exigido su correspondiente informe o dictamen.
III.3.2. Análisis prospectivo
La información histórica resultante de los indicadores señalados se proyecta en
diferentes escenarios. Son proyecciones de flujos de caja. En algunos casos la
elaboración de matrices de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
(Matrices FODA) permite graficar situaciones que favorecen la toma de decisiones.
III.3.3. Legajo del cliente
En las carpetas de crédito del cliente se debe agregar como parte de un “check
list” los siguientes datos básicos: i) información bancaria y comercial, ii) situación
patrimonial y financiera (estados contables), iii) información tributaria, iv) información
previsional e v) información legal (actas, asambleas etc.). Este listado, como se verá
más adelante en el análisis de casos específicos, se repite con diferentes matices en
toda la documentación que exigen los reguladores respecto a los clientes del sistema
financiero; pero también es la usualmente solicitada por las agencias de fomento a la
actividad de las PYMEs. En todo caso, hay una oportunidad de exigir mayores
especificaciones respecto al GS de las empresas y oportunamente se analizará si el
regulador financiero o las agencias gubernamentales de fomento pueden tener un rol
en este sentido.
III.3.4. Técnicas de Credit Scoring
Con los indicadores y la información resultante de los puntos anteriores las
instituciones financieras pueden establecer métodos de trabajo que van desde analizar
caso por caso siguiendo un criterio uniforme de análisis o incorporar técnicas más
elaboradas, automatizadas, tal como el credit scoring.
En general, las técnicas de credit scoring45 son de aplicación al segmento minorista
y su difusión es muy amplia en el caso de los préstamos a individuos, como pudo
45
BCRA (2006), pág. 3: “Las técnicas de credit scoring se emplean para evaluar el riesgo de crédito a nivel individual de un deudor o solicitante de crédito. Se definen como los “métodos estadísticos
42
corroborarse en las entrevistas efectuadas a los bancos46. Tal como señala el informe
del BCRA (2006), el resultado final de la aplicación del método consiste en obtener
elementos de decisión que determinen un resultado final de calificación para crédito.
En general, el criterio es utilizado para establecer un estado “pasa o no pasa” para
acceder a la financiación. Es decir, actúa como un primer filtro.
Resulta de interés mencionar estas técnicas de credit scoring ya que uno de los
componentes usuales del listado de información que alimentan los sistemas pueden
ser categorías de GS que importaría considerar al momento de la toma de decisión.
Por otra parte, la aplicación de estos métodos permite obtener un puntaje que
implique la asimilación del cliente a una categoría o segmento conforme su riesgo o a
una probabilidad de default47. Es interesante destacar que, a pesar de las
características de automaticidad de este tipo de métodos de evaluación, en los casos
de su aplicación a empresas la literatura enfatiza que no reemplazan al buen juicio del
analista de crédito en la evaluación final48. En este sentido, en las entrevistas
realizadas a los bancos se enfatizó más en la importancia de la apreciación del
analista para evaluar la voluntad y capacidad del prestatario para cumplir con sus
obligaciones, que en las técnicas automatizadas o estadísticas.
utilizados para clasificar a los solicitantes de crédito, o incluso a quienes ya son clientes de la entidad evaluadora, entre las clases de riesgo ‘bueno’ y ‘malo’” (Hand y Henley, 1997). Con la información contenida en las solicitudes de crédito y en otras fuentes, el scoring permite tomar la decisión de otorgar o no un crédito (es el caso del application scoring) o realizar el seguimiento del deudor (behavioral scoring)”. 46
Si bien el campo de aplicación del scoring pareciera ser limitado por ahora, algunos representantes de los bancos entrevistados manifestaron intenciones de ampliar el uso de la herramienta. 47
BCRA (2006). 48
Gutiérrez Girault (2007), página 1 y Falkenstein (2000), página 9.
43
IV. MATRICES DE EVALUACION DE RIESGO
IV.1. Aspectos de la determinación de tasas de interés sobre préstamos
Si bien escapa al objeto específico de este trabajo el análisis de los elementos que
participan en la determinación final del costo del financiamiento bancario, es
importante hacer un breve repaso de los mismos a efectos de poder tener una mejor
comprensión del tema.
Tal como lo señala el trabajo de Kiguel y Okseniuk (2006)49 “En la literatura
empírica, no existe una conclusión única sobre los determinantes de las tasas activas
y sobre las políticas y procedimientos que guían el proceso del pricing de los
préstamos. En general, toman en cuenta la estructura de costos, el riesgo crediticio,
los requerimientos de capital y de liquidez, el costo de oportunidad y el grado de
competencia que se refleja en los niveles de rentabilidad. Al mismo tiempo, los
objetivos de rentabilidad esperada pueden variar según el tipo de entidad y según el
momento en el tiempo, teniendo en cuenta los riesgos asumidos.” Además, la tasa de
interés activa estará afectada por los plazos de los préstamos y el tratamiento
impositivo a la intermediación financiera (tales como, los impuestos nacionales al valor
agregado, a las ganancias y a los débitos y créditos bancarios, y de otras
jurisdicciones).
Por otra parte, el mismo trabajo señala que “Las metodologías de loan-pricing van
desde esquemas sencillos de seguir a la competencia hasta complejos modelos de
retorno del capital ajustado por riesgo (RAROC).”
Lo que en general se observa en materia de tasas de interés aplicable a los
diferentes tipos de líneas de crédito es una tasa “publicada”, de acceso al público en
general y luego un rango de variación en más o en menos (a veces expresado como
un requerimiento de mayores garantías) en el entorno del valor prefijado.
De las entrevistas a los bancos, quedó de manifiesto que estos movimientos tienen
su origen en las prácticas bancarias usuales que admiten ciertos niveles de
discrecionalidad preestablecidos en manos de las diferentes instancias de decisión del
crédito. De este modo, los niveles de jefaturas y gerencias del banco pueden utilizar
49
Ver página 7.
44
facultades que le son delegadas por las instancias superiores y permiten un mejor
manejo comercial de las facilidades crediticias en su relación con las firmas
demandantes.
La utilización de estos criterios puede fundamentarse tanto en razones de
percepción de “buen riesgo” como en razones de ofertas de negocios comisionables
para el propio banco (administrar el pago de la nómina de salarios, préstamos
personales a los empleados, ofrecimiento de tarjetas de crédito, etc.).
Así, a diferencia de lo que sucede en las financiaciones realizadas en los
mercados de deuda, en las que la fijación de la tasa de interés aparece como más
cercana a la percepción de riesgo de la firma por parte de los inversores50, en el caso
de las líneas de crédito bancarias, en general, las tasas se encuentran ya establecidas
por categorías de producto (capital de trabajo, inversión en bienes de capital, etc.) y
movimientos acotados en sentido positivo o negativo en el entorno de un valor
prefijado.
IV.2. Credit scoring: mejor precisión en la determinación de tasas de interés
En la sección III se realizaron algunos comentarios relativos a la utilización de la
herramienta del credit scoring en la evaluación de las financiaciones comerciales. En
especial, se hizo referencia a los criterios de aceptación o rechazo con que son
utilizados sus resultados. Sin embargo, existe la posibilidad de que esa misma
herramienta pueda ser utilizada como una aproximación a la evaluación de la
probabilidad de default de cada crédito particular y de este modo, establecer el nivel
de tasa de interés específico. Lo que se plantea es pasar de reflejar el riesgo del
deudor promedio (una cartera de créditos) a un criterio de aplicación caso por caso51.
Cabe destacar que los insumos que se utilizan en el credit scoring son en general
información histórica cuya fuente son diferentes bases de datos (existe un activo
desarrollo de las técnicas de data mining para su aplicación en el desarrollo del
negocio de préstamos). En algunos casos esta información es utilizada para
50
También el pricing de una colocación de deuda en el mercado de capitales tiende a enmarcarse en categorías de riesgo, características del mercado en cuanto a liquidez y alternativas de inversión. No obstante, existe un proceso de evaluación y asignación de riesgo que hace que la tasa de interés resultante sea producto de una evaluación del riesgo específico de la empresa tomadora del financiamiento. 51
Mermelstein (2008).
45
establecer una aproximación al riesgo (probabilidad de default) de una cartera de
créditos52.
Como ya se mencionó, la utilización alternativa de las técnicas de credit scoring
permite el análisis de solicitudes de crédito en forma individual en las que cada
solicitud es evaluada en función de variables incluidas en una matriz predeterminada.
En general, las variables consideradas consisten en información cuantitativa que
se corresponden con determinados parámetros de la firma solicitante. En algunos
modelos se señalan las dificultades de incluir referencias en cuanto a la calidad del
gerenciamiento o información específica de la rama de la industria a la que pertenece
la firma53.
En su análisis del credit scoring Gutiérrez Girault (2007) 54 hace referencia a los
parámetros usados por el sistema implementado por Moody’s y señala que utiliza:
activos / índice de precios al consumidor (IPC); inventarios / costo de mercaderías
vendidas; pasivos / activos; crecimiento de los ingresos netos; ingresos netos / activos;
prueba ácida; ganancias retenidas / activos; crecimiento en las ventas; efectivo /
activos y ratio de cobertura del servicio de la deuda. También señalan que: i) las
variables con mayor poder predictivo son ganancias, apalancamiento, tamaño de la
empresa y liquidez y ii) si bien la teoría recomienda utilizar ratios de apalancamiento y
rentabilidad en un modelo de scoring, la experiencia sugiere usar ratios de liquidez.
Srinivasan y Kim (1987), al comparar la performance de distintos modelos para deudas
52
“En la última década y de alguna manera continuando los avances realizados en credit scoring, la investigación sobre pérdidas en las carteras se materializó en la publicación de diversos modelos, de los cuales CreditMetrics, CreditRisk+ y Portfolio Manager son los más conocidos. El objetivo principal de estos desarrollos es mejorar la administración del negocio bancario, a través de medidas de riesgo y de retorno ajustado por riesgo. Así, permiten obtener estimaciones rigurosas de las pérdidas esperada e inesperada y, en consecuencia, contar con fundamentos económicos para las necesidades de previsionamiento y capital. Los modelos de cartera agregan y cuantifican el riesgo de crédito de financiaciones de distintos clientes, unidades de negocio, zonas geográficas, etc., reflejando los beneficios de la diversificación, pero también el riesgo de experimentar grandes pérdidas por la realización adversa de algún factor sistémico, como una recesión, que impacte en todos los deudores de manera simultánea. Además de calcular las previsiones y el capital necesario para su cartera de créditos, con estos modelos los bancos pueden administrar la cartera de una manera más eficiente: calculando la contribución de cada crédito al riesgo total de la cartera; alineando el precio de cada financiación con su contribución al riesgo; mejorando el perfil de riesgo-rendimiento de la cartera; evaluando la performance, ajustada por riesgo, de clientes, líneas o unidades de negocio, etc.” BCRA (2006), página 4. 53
“Varios factores que afectan al crédito no son incluidos en RiskCalc. Esos factores incluyen información específica de la industria, datos macroeconómicos y calidad del gerenciamiento. La razón por las que no son incluidos corresponde a que es difícil medirlos en forma consistente, no hay suficientes datos para inferir una relación estadística, o que es mejor dejarlos como un cálculo independiente.” Falkenstein (2000), página 41. 54
Ver página 7.
46
de empresas (corporate) usan: activo corriente / pasivo corriente, prueba ácida,
patrimonio neto / deuda, logaritmo de los activos, ingresos netos / ventas, ingresos
netos / activos. Finalmente, el Z-score (Altman, 1968) utiliza: capital de trabajo /
activos, ganancias retenidas / activos, EBIT55 / activos, valor de mercado del
patrimonio neto / valor libros de la deuda y ventas / activos.
Lo señalado en los párrafos precedentes introduce al concepto de matrices de
riesgo que se considerará en el siguiente apartado.
IV.3. Matrices de evaluación de riesgo
IV.3.1. Aspectos generales de una matriz de evaluación de riesgo de crédito
En este apartado se abordará la forma de ordenar la información utilizada
habitualmente para la evaluación crediticia por parte de los oficiales y comités de
crédito de las instituciones financieras.
La elaboración de una matriz de riesgo que contenga la información recopilada
sobre la firma es un paso necesario para su clasificación y posterior análisis. Esto es
independiente de la utilización que pudiera realizar la entidad financiera de métodos de
scoring para la evaluación de una cartera o bien si procediera a una metodología
tradicional de evaluación caso por caso.
Un modelo de credit scoring requiere de los siguientes pasos para su
elaboración56:
“1. Identificación de tipo de indicadores relevantes.
2. Selección de variables y/o método de medición de cada tipo de indicador.
3. Ponderación de cada variable dentro del modelo.
4. Determinación de los rangos para la medición de cada variable.
5. Selección del número de grupos o scores diferentes que asignará el modelo”.
Como puede observarse, los puntos 1 a 4 señalados más arriba son de aplicación
general para cualquier mecanismo de evaluación del crédito.
55
Ganancias antes de intereses financieros e impuestos. 56
Barry et. al, 1994, citado CIAPPA (2006), página 8.
47
Un modelo de matriz de riesgo convencional debe contener las variables referidas
a los parámetros básicos de funcionamiento de la empresa a ser analizada como son:
liquidez, solvencia, eficiencia y rentabilidad.
El Cuadro N°4 es un ejemplo de un modelo propuesto para el análisis de una
cartera de crédito, al cual se le han asignado los correspondientes criterios de
ponderación, de acuerdo a la visión de su autor:
Cuadro N° 4: Modelo de matriz de análisis de cartera de créditos
Variables Definición Puntaje
Financieras 55
Liquidez 15
Ratio Activo corr./Pasivo corr. Activo corriente/Pasivo corriente 5
Test de acidez (Caja+Inv.de corto+Cuentas por cobrar)/Pasivos Corrientes
5
Calce de plazos Plazos financiación ventas/financiación insumos
5
Solvencia 10
Ratio de Deuda/Activos Pasivos/Activos 5
Pasivos de largo plazo/Capital Pasivos de largo plazo/Capital 5
Eficiencia 15
Rotación de inventario Costo de mercadería/Inventario 5
Rotación Activos Ventas/Activos 5
Evolución ventas Tasa de crecimiento anual 5
Rentabilidad 15
ROA Resultado neto/Activos 5
Rendimiento sobre ventas Resultado neto/Ventas 5
Cobertura de Intereses Resultado antes de intereses e impuestos/Intereses
5
No financieras 45
Garantías Tipo de garantías otorgadas 10
Situación Banco-Banco Central Con el banco y con el sistema financiero 10
Sector de Actividad Índices de actividad sectorial 10
Región Condiciones económicas regionales 5
Antigüedad En el banco y la actividad 5
Concepto Opinión general del oficial generador 5
Fuente: En base a Ciappa (2006).
48
Cabe destacar respecto a los criterios de ponderación, que éstos varían en función
del objetivo de quien formula la matriz. Comentarios sobre este punto pueden
encontrase en el trabajo de Miller y Rojas (2004).
Tal como puede observarse en el cuadro anterior, Ciappa establece una división
de las variables consideradas en financieras y no financieras. Esta división también
puede efectuarse entre dos grupos que se puede denominar cuantitativas (las
referidas a los indicadores de la firma comentados) y cualitativas, que hacen referencia
a otros aspectos de la empresa. En este punto se abre una vía para la inclusión de
nuevas categorías en el análisis, que son aquellas vinculadas al GS y que se indican
en el apartado que sigue.
IV.3.2. Elementos vinculados a GS en una matriz de riesgo crediticio
Como se ha señalado anteriormente, ciertos temas de información referidos a la
constitución de la propia empresa y vinculados a su GS aparecen requeridos por la
propia regulación bancaria en distintos capítulos de la misma. En algunos casos, esos
tópicos son solicitados en forma expresa y en otros, de modo implícito. En el Cuadro
N° 5 se muestran estos conceptos en lo que se refiere a los requerimientos
regulatorios efectuados por BCRA a sus regulados al momento de evaluar las carpetas
de crédito.
49
Cuadro N° 5: Documentación requerida para el otorgamiento de un crédito
Fuente: Gavilán (2008).
De este modo, se observa que existe en poder de las instituciones financieras, ya
sea por su propio interés de conocer al potencial sujeto de crédito o por obligación
regulatoria, una importante cantidad de datos que hacen a ciertos aspectos societarios
significativos de la firma y que contienen información que puede ser utilizada para
analizar aspectos vinculados al GS.
Los elementos de información que usualmente conforman una matriz de riesgo
crediticio, según se mencionó más arriba, pueden ampliarse en función de las
mayores precisiones referidas al GS que eventualmente pueda recabar el banco.
Expresa Implicita
Manifestación de Bienes y Recursos (Explotación
unipersonal y socios de las personas jurídicas) Graduación del crédito
Clasificación de deudores
Gestión Crediticia*
Flujo de fondos proyectados Graduación del crédito
Clasificación de deudores
Gestión Crediticia
Clasificación de deudores *
Antecedentes comerciales y crediticios __Gestión Crediticia
Clasificación de deudores *
Estados contables auditados Graduación del crédito
Clasificación de deudores
Gestión Crediticia
Clasificación de deudores *
Documentación societaria Reglamentación de la cuenta
corriente bancaria
Gestión Crediticia
Clasificación de deudores *
Nómina de empresas vinculadas Gestión Crediticia
__
Identificación de los titulares y apoderadosGestión Crediticia y Documentos
de identificación en vigencia
Gestión crediticia
Clasificiación de deudores*
Declaraciones juradas impositivas (Ganancias,
Ganancia Mínima Presunta, Fondo de Educación y
Promoción Cooperativa, Ingresos Brutos., etc.)
__Gestión crediticia
Clasificación de deudores *
Rentabilidad (real vs. contable) Clasificación de deudoresGestión crediticia
Clasificación de deudores *
Plan de acción de la empresa, proyectos de inversión,
declaración de inmuebles y otros.Clasificación de deudores
Gestión crediticia
Clasificación de deudores *
Otros requisitos solicitados para la evaluación
crediticia conforme a las políticas fijadas por las
entidades financieras y de su función de administración
del crédito
Política del crédito
Graduación del crédito
(*) Prevención del lavado de dinero y
de otras actividades ilícitas
Clasificación de deudores
Regulación normativa
Concepto
50
Concretamente, se propone incorporar a los modelos tradicionales de evaluación de
riesgo crediticio una selección de datos sobre prácticas de GS de las empresas
cubriendo sus principales aspectos. Esto permitiría darle al renglón de “concepto” del
modelo de matriz de análisis de cartera de créditos del Cuadro N°4 una mayor
especificidad y objetividad.
Si bien la iniciativa se orienta a todas las empresas prestatarias, se espera que el
mayor impacto sea sobre las empresas cerradas. Ello se debe a que las empresas
que cotizan en el mercado de capitales (sociedades abiertas)57 suelen gozar de
buenas prácticas de GS58, no así las no listadas, donde además de existir sociedades
abiertas, suelen predominar sociedades cerradas, muchas de ellas familiares, donde el
número de accionistas es pequeño y generalmente está a cargo de la gestión de la
compañía. Este último es el principal grupo de interés a los efectos de este trabajo.
Las menores exigencias regulatorias sobre las sociedades cerradas, sin duda, son
un factor explicativo del menor nivel de concientización sobre GS. A modo de ejemplo,
en Argentina, estas sociedades están reguladas por la Ley de Sociedades
Comerciales, que fue sancionada a principios de los setenta y, que por tanto, no
incluye muchos temas actuales vinculados a GS. Este hecho no es menor teniendo en
cuenta que el 75% de las empresas argentinas son o fueron en su origen familiares y
que casi el 70% de ellas desaparecen, mientras que las que subsisten sufren crisis
significativas durante las generaciones que suceden al fundador (LAVCA, 2008).
Cabe señalar que el universo de empresas familiares es muy amplio, incluyendo
pequeñas unidades productivas hasta familias que detentan un elevado poder político
y económico59. En la sección V se puede encontrar una revisión de la literatura
referida a GS en empresas familiares.
57
Las sociedades abiertas son empresas que tienen un número indeterminado de socios sin aparente vínculo familiar (CAF, 2006). 58
La razón por la cual este grupo, conformado principalmente por empresas grandes, gozan de buenas prácticas de GS es que deben dar cumplimiento a las exigencias impuestas por los organismos reguladores. 59
Por ejemplo, en Argentina, Arcor (Familia Pagani), Clarín (Familia Herrera de Noble) y Socma (Familia Macri) son casos ilustrativos de empresas familiares de envergadura.
51
V. GOBIERNO SOCIETARIO EN LA EVALUACION DEL RIESGO CREDITICIO
En este apartado se incluirán aspectos relevantes del GS de las empresas a los
modelos tradicionales de evaluación de riesgo crediticio, al que se denominará
modelo scoring de GS. Cabe remarcar que el diseño de este ejercicio pretende ser un
punto de partida, sujeto a debate por parte de los actores involucrados, y adaptable a
las especificidades del usuario.
Previo a la presentación del modelo scoring de GS (sub-sección V.3), se hará una
revisión de la literatura referida a GS en las empresas familiares (sub-sección V.1) y se
desarrollarán pautas de buen GS en las empresas (sub-sección V.2). Finalmente, la
sección concluye con la visión de GS desde ópticas alternativas.
V.1. Empresas Familiares y GS
Las empresas familiares son la forma de organización empresaria que predomina
en países en desarrollo y con tradición de derecho continental, como es el caso de los
países latinoamericanos (Banco Mundial y OCDE, 2000). Estas empresas se
caracterizan por una alta concentración de la propiedad en pocos accionistas y por
una difusa línea divisoria entre la propiedad y la gerencia (Lopez de Silanes, 2004).
En las empresas familiares, a las dificultades de cualquier estructura
organizacional se suman las virtudes y los riesgos propios de su basamento familiar.
El carácter familiar de las empresas no guarda relación con la dimensión ni la
complejidad de su estructura de gobierno, no obstante la impronta familiar produce en
todos los casos características afines.
Según Morck (2004), una empresa familiar es aquella cuyas familias están en el
proceso de transferir el control a sus herederos o bien ya se encuentra administrada
por sucesores de las familias que estuvieron a cargo previamente de la misma.
Lubrano (2004) define a la empresa familiar como aquella en la cual la familia tiene
algún control sobre la propiedad y el gerenciamiento o, más allá de sus tenencias
accionarias, su influencia en la empresa es significativa.
Entre los atributos comunes que se asocian con la característica familiar de las
firmas se destaca la necesidad de llevar a cabo las relaciones familiares en un ámbito
de negocios. La pertenencia familiar puede generar una identidad propia, que sirva de
incentivo hacia la búsqueda de la maximización de beneficios. Pero también conlleva
52
ciertos riesgos, como la ausencia de una clara separación entre empresa y familia, que
se agudiza en períodos de crecimiento y recambio generacional. Esto conduce a que
la interrelación entre miembros y no miembros de la familia derive en conflictos de
agencia, control y gerenciamiento. Como estos problemas generalmente reducen el
valor agregado de la empresa, un apropiado tratamiento de los mismos por medio de
mecanismos de buen GS puede resultar en un impacto positivo para la misma.
Plantear la cuestión de GS y la identificación de formas de protección de los
actores que tienen alguna incidencia en la empresa lleva a reconocer los conflictos de
agencia recién mencionados. Estos conflictos surgen cuando aquellos que son
propietarios pueden no ser los mismos individuos que controlan o toman decisiones
dentro de una empresa. Los problemas de agencia se pueden clasificar en problemas
de tipo I y II. Los primeros aparecen cuando los accionistas no pueden ejercer un buen
seguimiento de las decisiones que se toman debido al alto costo que ello implica.
Quienes toman las decisiones gozan de cierta capacidad para no relevar información
sobre el desempeño de la empresa pudiendo beneficiarse de una mayor remuneración
si ésta está sujeta a las metas alcanzadas. A su vez, el hecho de que quienes toman
las decisiones manejan fondos ajenos favorece a que éstos emprendan proyectos más
riesgosos.
El problema de agencia de tipo II aparece cuando un grupo de accionistas, que
tienen un mayor control accionario y mayores facilidades para el control del
desempeño de la empresa, toma ventaja de su posición en detrimento de los
accionistas minoritarios. Esta situación ocurre cuando los accionistas mayoritarios, que
gozan de cierto predominio en el directorio o bien ocupan posiciones en la gerencia,
anteponen el beneficio personal por sobre el de la empresa a la hora de tomar
decisiones. Dada la estructura de propiedad de las firmas familiares, donde los
accionistas mayoritarios son de la familia y ocupan posiciones decisivas en el
directorio o en la gerencia, es común encontrar problemas de agencia de tipo II. No
así los de tipo I ya que la no separación entre propietarios y gerencia favorece el
monitoreo y seguimiento de la empresa (Ali et al., 2007; Amit y Vilallonga, 2004;
Anderson y Reeb, 2002; Gilson y Gordon, 2003).
Haciendo mención a los problemas de agencia de tipo II, Anderson y Reeb (2003)
señalan que la alta concentración de la propiedad en las firmas familiares puede
facilitar la apropiación de una parte de las ganancias de los pequeños inversores bajo
la forma de dividendos especiales o paquetes de compensación excesivos. Gilson y
Gordon (2003) señala que si se paga un alto porcentaje de los beneficios como
53
dividendos, la firma puede favorecer al grupo controlante, que puede preferir invertir
fuera de la empresa, en vez de reinvertir, actuando en contra de los intereses de los
no controlantes.
Ali et al. (2007) resaltan que los accionistas mayoritarios pueden usar su influencia
en la gerencia y en el directorio para afianzar a familiares o personas de confianza en
posiciones claves de la empresa. A su vez, estos autores indican que puede suceder
que se hagan transacciones con empresas o individuos relacionados a los accionistas
mayoritarios que les permita sacar algún rédito por ello, perjudicando a la firma que
podría haber realizado una transacción más eficiente en el mercado. En línea con lo
anterior, Holan y Sanz (2006) mencionan la posibilidad de que, una familia propietaria
de otras firmas, realice transferencias entre las firmas a precios más bajos que los de
mercado, dañando a los accionistas minoritarios de la empresa que vende. Estos
autores y Kowalewsky et al. (2007), a su vez, señalan la posibilidad de que en
empresas familiares, la familia controlante haga uso de su posición en la toma de
decisiones para destinar fondos de la firma para consumo propio.
Gilson y Gordon (2003), por su parte, señalan que la familia puede actuar a su
conveniencia en detrimento de los accionistas minoritarios al momento de realizar una
venta de acciones, ya que como accionistas mayoritarios pueden vender su acción a
un precio mayor pues incluyen en él el valor del control de la empresa. No obstante,
los autores aclaran que los accionistas minoritarios no necesariamente saldrían
perjudicados ya que la realización de la transacción implicaría que el comprador
evalúa que el precio de la acción será en un futuro mayor, lo cual los favorecería.
Ali et al. (2007) remarcan que las empresas familiares, al ocupar los cargos
gerenciales y del directorio con miembros de la familia, tienen poca propensión al
tratamiento y divulgación de prácticas de buen GS. En línea con lo anterior, varios
autores señalan que las empresas familiares carecen de preparación suficiente para
planear la sucesión en el gobierno de la misma tras la muerte o retiro del fundador o
dueño mayoritario. Prefieren nombrar como heredero al hijo o un familiar cercano para
ocupar el cargo vacante en las posiciones de gerencia, excluyendo la posibilidad de
seleccionar candidatos mejor capacitados fuera de la familia. En este sentido, los
autores subrayan las limitaciones que ello conlleva ya que un familiar no
necesariamente cumple los requisitos exigidos para asumir cargos gerenciales (Amit y
Vilallonga (2004), Dreux (1990), Kowalewski et al. (2007) y Perez-González (2001)).
54
Perez-González (2001) menciona que hay argumentos a favor de la designación
de un familiar para las posiciones de gerencia, como que la unión familiar puede llevar
a una fácil cooperación y transmisión de conocimientos, o que se aminoran los costos
de una mala selección en el mercado laboral. No obstante, Amit y Vilallonga (2004), a
partir de los resultados de un estudio realizado en Estados Unidos, afirman que las
firmas familiares son valoradas cuando el fundador ocupa posiciones de gerencia o
directamente es el CEO60 de la compañía, pero no ocurre lo mismo cuando dichas
posiciones son asumidas por familiares o descendientes del mismo. En igual sentido,
Perez-González (2001) afirma que la evidencia empírica muestra que en general el
heredero tiene un peor desempeño en el manejo de la empresa relativo al fundador,
medido en términos de valor de mercado y ventas. Según Kowalewski et al. (2007) un
efecto negativo de la designación exclusiva de familiares para altas posiciones de
gerencia es el desincentivo que produce en el personal no familiar, ya que ve limitadas
sus perspectivas de hacer carrera en la empresa.
Perez-González (2001) señala que cuando un familiar asume como sucesor puede
que se siga honrando contratos implícitos con incumbentes (stakeholders) para
continuar con la tradición familiar, desestimando consecuentemente la oportunidad de
mejores contratos en el mercado.
Algunos autores afirman que las firmas familiares tienen mayores plazos de
inversión y proyecciones de negocios. Sin embargo, Dreux (1990) advierte que la
familia propietaria puede priorizar un buen pasar por sobre la expansión de la
empresa, dado el tiempo que esto último insume, perjudicando a los socios
minoritarios. Kowalewski et al. (2007) y Holan y Sanz (2006), por su parte, destacan
que las firmas familiares pueden llegar a preferir una estrategia de negocios de menor
riesgo para no hacer peligrar su control sobre la firma.
Dreux (1990) y Amit y Vilallonga (2004), al abordar la temática de financiamiento
de las empresas, encuentran que las empresas familiares suelen estar
sobrecapitalizadas, tienen mayor liquidez y menores deudas en relación al resto de las
firmas. Holan y Sanz (2006) explican que los propietarios de las firmas familiares
suelen ser más reticentes para pedir préstamos por miedo a perjudicar a la familia.
Kaikkonen et al. (2007), sustentándose en un estudio de empresas familiares
finlandesas, citan a Westhead (1997) quien revela que en las empresas familiares el
deseo de estabilidad, auto-suficiencia, y retención del control del gerenciamiento
60
CEO, del inglés chief executive officer, es el presidente ejecutivo.
55
puede llegar a superar el de expansión de la firma, con lo cual no ven tan necesario el
financiamiento externo. Romano et al. (2000) destaca otro aspecto al señalar que los
propietarios de empresas familiares evitan el financiamiento externo para no tener que
cumplir con algunos requerimientos que se exigen para conceder un crédito, como
podría ser la presencia de directores independientes en la firma. Kaikkonen et al.
(2007) señalan que muchas empresas familiares al tener prácticas informales o poca
documentación de sus operaciones ven limitadas sus posibilidades de acceso al
crédito externo. Según los mismos autores, si bien algunos estudios revelan que las
firmas familiares son bien evaluadas por su planificación a largo plazo, los resultados
empíricos sugieren que la propiedad familiar no tiene valor en el mercado del crédito
bancario. La mayor concentración de la propiedad de estas empresas les reduce la
habilidad para colocar deudas y, por tanto, son mayores las garantías que se les
exige.
Kowalewski et al. (2007) y Anderson y Reeb (2002) resaltan que el accionar de los
propietarios en las firmas familiares puede estar motivado por el hecho de que ven a la
empresa como un legado para sus familias. El deseo de mantener cierta reputación los
induce a esforzarse para logar un buen desempeño de la empresa, más si se tiene en
cuenta que cualquier quebranto se traduce en pérdida de riqueza familiar.
Finalmente, Kowalewsky et al. (2007) sintetizan algunos argumentos que de ocurrir
van en contra de la eficiencia de la firma familiar como ser: i) que la propiedad esté
concentrada, dado que no diversifica el riesgo, ii) que se priorice la elección de
familiares para la puestos gerenciales o directivos por sobre los más capaces, iii) que
la firma responda a los intereses de la familia o maximice la utilidad personal en lugar
de los beneficios de la empresa, iv) que primen objetivos de largo plazo por sobre el
valor de la acción, por tanto, del interés de los accionistas minoritarios y v) que la
familia esté atravesando un período de inestabilidad, que deteriore el desempeño de la
firma.
V.2. Pautas de GS en las empresas
En esta sub-sección se enumeran una serie de pautas que deberían regir en
empresas en general en aras de un buen GS, y que están ausentes particularmente en
las empresas cerradas y familiares. En primer lugar, se mencionan lineamientos que
hacen a los derechos de accionistas, tras lo cual se hace referencia a los órganos de
gobierno (directorio y la alta gerencia), a las instituciones de gobierno familiar y
finalmente se detallan los sistemas de control que debieran existir en una empresa.
56
V.2.1. Derechos de los accionistas
Como se mencionó en la sub-sección anterior, la existencia de un grupo de
accionistas con mayor control accionario en las empresas induce a que éstos tomen
ventaja sobre los accionistas minoritarios (problema de agencia de tipo II). Por tanto,
es importante saber si existe o no esa posibilidad. Esto se puede hacer conociendo la
participación del grupo económico, el de la familia y de otros accionistas, así como
cualquier modificación que se haga no solo a la composición accionaria, sino también
al estatuto social, que es el que determina los derechos contractuales de los
accionistas.
Por otra parte, es fundamental guardar proporcionalidad entre la participación en el
capital y el derecho de voto. En este sentido, es reconocido como principio general
“una acción un voto”, aunque a veces la pérdida de voto se vea compensada con
derechos preferenciales o dividendos (CAF, 2006a).
Asimismo, cualquier cambio que afecte los derechos de los accionistas minoritarios
por ampliación de capital o fusión debería detallarse previamente en un informe del
directorio, a disposición de los accionistas, y donde figure la opinión de un auditor
externo o comité independiente (LAVCA, 2008).
Se señaló en la sub-sección anterior que los problemas de agencia de tipo II
conducen a que la concentración de la propiedad en las empresas familiares propicie
la expropiación de accionistas minoritarios a través de paquetes de compensación
excesivos. Como se menciona en LAVCA (2008), en las sociedades cerradas
latinoamericanas la política de dividendos es muy poco transparente. Sin embargo,
debiera estar incluida si no en un informe anual de GS, en la memoria anual de la
empresa y cualquier cambio en la misma ser notificado. Los accionistas debieran tener
acceso no solo a la memoria anual, sino también a cualquier documento informativo
como el informe anual del comité de auditoría y el del auditor externo.
De igual forma, los titulares de las acciones deben tener derecho a participar y
votar en las asambleas de accionistas. Como señala CAF (2006a), la asamblea
general de accionistas es el órgano supremo de la firma, y es necesario que ello esté
reflejado en las atribuciones que le asigna el estatuto social. Las mismas van desde
dar conformidad a las cuentas anuales y la gestión del directorio, a designarlos y
aprobar la política de remuneración al mismo. Otros funciones son nombrar el auditor
externo, aprobar fusiones y ventas de activos estratégicos. Es obligación del
directorio convocar con antelación a las asambleas de accionistas de acuerdo al plazo
57
fijado en el estatuto social y que las actas que surjan de dichas asambleas sean
distribuidas a los accionistas.
V.2.2. Órganos de gobierno
V.2.2.1. Directorio
Si bien una empresa puede tener uno o varios administradores, es el directorio el
órgano de administración que mejor satisface los requerimientos de un buen GS, ya
que permite la profesionalización de la administración societaria y la colegiación en la
toma de decisiones. El tamaño óptimo del directorio dependerá de la dimensión de la
compañía. Es prudente que la composición de los miembros del directorio guarde
simetría con la estructura accionaria de la empresa.
No solo es recomendable que la sociedad esté administrada por un directorio, sino
que es deseable que el mismo tenga un rol activo. Entre las funciones del directorio
figura la de fijar la estrategia general de la empresa, aprobar los estados financieros y
la política de dividendos, asegurar adecuados sistemas de control interno y de
administración de riesgo de la firma, nombrar y monitorear el accionar de la alta
gerencia con la suficiente libertad como para cuestionar sus decisiones como así
también la de los miembros de la familia, y asegurar la sucesión de la alta gerencia.
Con el objetivo de que las decisiones del directorio reporten mayor beneficio a los
accionistas, es aconsejable que el directorio cuente con directores independientes61,
que no tengan interés personal financiero o de otra clase en la toma de decisiones,
pero sí cuenten con la suficiente capacidad de administración del negocio y una visión
objetiva del mercado. Según IFC (2008), este es un elemento determinante para la
supervivencia de las firmas familiares. También en aras de una mayor transparencia,
es importante que existan canales efectivos de transmisión de información hacia el
resto de los miembros de la firma y que las actas de directorio estén a disposición de
los accionistas.
Un tema fundamental para el buen GS, es conocer la política de remuneración de
los directores62. De acuerdo a LAVCA (2008), muchas empresas cerradas
latinoamericanas otorgan compensaciones salariales y en especie, que no son en
forma de dividendos, con el objeto de reducir su base tributaria. El nivel de
61
En casi todas las bolsas del mundo, incluida la de Argentina, es requisito la existencia de directores independientes en las empresas listadas. Ver Decreto PEN N° 677/2001 y Resolución General CNV N° 400/2002. 62
Lo mismo vale para la alta gerencia.
58
remuneración debe guardar relación no solo con los antecedentes del ejecutivo y el
tamaño de la empresa, sino con el rendimiento histórico en cuanto a la generación de
valor para los accionistas.
V.2.2.2. Alta gerencia
En muchas empresas familiares, los puestos de alta gerencia están reservados a
los miembros de la familia63, lo que puede derivar en los conflictos de agencia y
supervisión ya mencionados en la sub-sección V.1. Un tema recurrente en las
empresas familiares es el tratamiento desigual entre ejecutivos familiares y no
familiares, lo cual trae aparejado la dificultad por parte de estas firmas de atraer
ejecutivos capaces que no sean de la familia. En este sentido, IFC (2008) señala la
necesidad de que las empresas familiares fijen políticas de empleo equitativas y
tengan procesos para atraer la mejor competencia disponible, sea o no de la familia.
Esto permitiría alinear incentivos con desempeño y tener empleados motivados por el
crecimiento de la empresa.
Otra cuestión reiterada que se observa en la alta gerencia de las empresas
familiares es la falta de un plan de la sucesión de la misma. Como señala LAVCA
(2008), la mayoría de estas empresas son exitosas en la etapa del fundador, que está
involucrado en todos los aspectos de las empresas, pero solo alrededor de un 10% de
las empresas alcanzan a la tercera generación de propietarios64.
Algunas razones que se esgrime IFC (2008) para explicar la poca atención dada a
la planeación de la sucesión son: i) evitar crear fricciones entre los familiares, ii) no
admitir que el líder de la familia pueda fallecer, iii) resistencia a reconocer que la firma
pueda sobrevivir sin el fundador o bien iv) ausencia de un familiar suficientemente
capaz para reemplazarlo. Esto último se agrava si se tiene en cuenta que en muchas
empresas familiares no consideran la posibilidad de atraer ejecutivos capaces fuera
del grupo familiar, que eventualmente tomen el lugar de algún miembro de la familia.
Un plan de sucesión formal aumentaría la probabilidad de supervivencia de una
empresa familiar al pasar de una generación a otra. Si bien en muchos casos, es el
director general el que lo inicia, también puede jugar un rol importarte el directorio en
este sentido.
63
Esta afirmación es extensiva a los puestos en el directorio. 64
Ver también Lank y Neubauer (1998).
59
V.2.3. Instituciones de gobierno familiar
La creación de instituciones de gobierno familiar ayuda a una relación armoniosa
entre la familia y la empresa. Se puede identificar al menos cuatro: i) el consejo de
familia o junta supervisora familiar, ii) la asamblea de familia o foro familiar, iii) el
protocolo familiar o constitución familiar y iv) el código de buenas prácticas.
El consejo de familia es el vínculo entre la familia, la alta gerencia y el directorio.
Define la estrategia de largo plazo, cuya implementación queda a cargo del directorio.
Separa la empresa de las interferencias familiares. Elabora el plan de sucesión
familiar65.
La asamblea de familia evalúa la actuación del consejo de familia y analiza sus
propuestas. Trasmite la visión familiar y el proyecto empresarial, aunando los
objetivos familiares y empresariales. Informa acerca de la evolución de la compañía66.
El protocolo familiar es un documento donde quedan asentados la misión, visión y
principios de ética que regulan la relación familia-empresa y se establecen las normas
de funcionamiento de los órganos de gobierno familiar. También, contempla
mecanismos de resolución de conflictos y sobre cuestiones de capitulaciones
matrimoniales y la política testamentaria67.
El código de buenas prácticas explicita los principios generales de la empresa y se
hacen recomendaciones específicas sobre cada uno de ellos. Los roles, funciones y
responsabilidades quedan bien delimitados de manera de minimizar los conflictos de
interés y disminuir los costos de agencia (Vatnick, 2008).
V.2.4. Sistemas de control
Los estados contables financieros de una empresa son presentados por el
directorio ante una comisión de auditoría, y deben estar acorde a ciertas normas
internacionales de información financiera y contable.
Es imprescindible que la comisión de auditoría cuente entre sus miembros con
auditores que guarden una relación de independencia profesional con la firma que lo
contrata. En una empresa pequeña puede no existir dicha comisión, pero sí es
necesario que exista algún mecanismo de control interno efectivo, entendiéndose por
65
El consejo de familia suele crearse una vez que la familia supera los treinta miembros (IFC, 2008). 66
En las empresas familiares dirigidas por el fundador, no hay una asamblea familiar propiamente dicha sino que se hacen frecuentes reuniones familiares de carácter informal. 67
Muchas empresas familiares solo cuentan con un conjunto informal de reglas.
60
éste un proceso que busca darle a la empresa estabilidad garantizando que los
reportes financieros sean fiables, las regulaciones se cumplan y las operaciones sean
eficientes. Con respecto a éstas últimas, es recomendable además que exista un
procedimiento para la aprobación de partes relacionadas, que evite que haya
transferencias entre empresas de una misma familia que perjudique a los accionistas
minoritarios.
Además de la auditoría interna, existe una auditoría externa que evalúa en forma
independiente la información financiera de la empresa. Si bien no forma parte de los
controles internos de la firma, brinda una evaluación sobre su implementación. Los
auditores externos son requeridos por los entes reguladores cuando la empresa
negocia públicamente, por las entidades de créditos y por acuerdos de accionistas. La
reputación de un auditor adquiere relevancia para los inversionistas, ya que
proporciona una garantía de fiabilidad de la información financiera. En este sentido, es
recomendable que el auditor sea nombrado por un Comité de Auditoría independiente.
De acuerdo a LAVCA (2008), el 92% de los encuestados en la Investor Opinion
Survey consideraron que era necesario que una firma invierta en un auditor externo y
tres cuartas parte opinó que una evaluación positiva por parte de éste es sinónimo de
respaldo a la calidad de la información que la empresa brinda. Por último, la
remuneración percibida por los auditores externos debe ser pública68 y es importante
que los mismos sean renovados a partir del quinto año, de acuerdo a CAF (2006a),
con el fin de evitar vínculos entre las firmas auditadas y los auditores.
V.3. Modelo Scoring de GS
V.3.1. Diseño del modelo
En base a las pautas de GS mencionadas en la sección previa y en un intento por
impulsar una gestión de identificación y supervisión del riesgo crediticio, comprometida
con las mejores prácticas, se presenta en esta sub-sección un modelo scoring de GS
tentativo para adicionar al modelo tradicional de evaluación de riesgo crediticio
desarrollado en la sub-sección IV.3. Como se mencionó en la introducción de la
presente sección, este no es un ejercicio acabado sino que pretende introducir criterios
como punto de partida para el debate entre las partes involucradas.
En principio puede pensarse en el diseño de una matriz con un orden creciente de
complejidad en base a la calidad y profundidad de la información a ser presentada por
68
Esto incluye conocer también cualquier otra remuneración por servicios adicionales a la compañía, si los hubiere.
61
las empresas solicitantes de crédito para la evaluación de su GS. Asimismo, deberían
observarse criterios flexibles de construcción que permitan incorporar información
específica si se tratara de empresas familiares o por caso que puedan abarcar
situaciones en que tengan constituidos o no un directorio como órgano de conducción.
Un esquema tentativo de ordenamiento de la información en niveles (de I a IV en
este caso) se muestra en el Cuadro N°6. Los niveles, las categorías y las
ponderaciones que se presentan son simplemente a título ilustrativo, ya que en la
práctica tendrían que reflejar la importancia relativa que les atribuye cada banco,
según sus planes de negocios69, y no el sistema en general.
69
Debe tenerse en cuenta que hay bancos que se especializan en prestar a grandes empresas, otras a pequeñas y medianas, algunos otorgan préstamos de consumo, etc.
62
Cuadro N°6: Ilustración de un modelo scoring de GS
Nivel I Calificación
deficiente intermedia satisfactoria
Estatuto o contrato social (y sus modificaciones) o reglamentos internos: duración y objeto de la sociedad.
0 0,5 1
Conformación del grupo económico. Porcentajes de participación de la familia y de otros accionistas en la empresa titular y subsidiarias.
0 1 2
Tenencia de acciones de los directores y gerentes en la empresa. 0 1 2
Composición del Directorio. 0 1 2
Estados contables certificados y auditados según estándares internacionales.
0 0,5 1
Memoria anual. 0 1 2
Operaciones entre compañías de un mismo grupo económico. 0 1 2
Nivel II
Requisitos Nivel I
Si es una empresa familiar, ¿cuenta con instituciones de gobierno familiar (consejo, asamblea y protocolo familiar) para sortear conflictos familiares? ¿Existe un plan de sucesión gerencial?
0 1,5 3
Directorio y alta gerencia: proceso de nominación. Si es una empresa familiar, ¿se exige determinadas competencias para ocupar cargos directivos, sea o no familiar? Retribución.
0 1,5 3
Detalle de las atribuciones de la asamblea general de accionistas. 0 1 2
¿Las actas de asamblea son distribuidas a los accionistas?
¿Las actas de directorio están a disposición de los accionistas?
0
0
1
1
2
2
Nivel III
Requisitos Nivel I + II
Sistema de control interno.
Auditor externo: proceso de nominación. Remuneración.
0
0
1,5
1,5
3
3
Descripción del tipo de acciones (ordinarias, preferencias, otras).
Procedimiento para la aprobación de transacciones con partes relacionadas.
0
0
1
1
2
2
Nivel IV
Requisitos Nivel I + II + III
Directorio: ¿tiene un rol activo? ¿Está interiorizado de la situación económica, patrimonial y financiera de la empresa? ¿Hay simetría entre la composición y la estructura de capital? ¿Cuál es la política de distribución de dividendos actual y futura? ¿Es conocida por todos los accionistas?
0
0
1,5
1,5
3
3
¿Existe comité de auditoría? ¿Hay directores independientes y en qué porcentaje?
0
1,5
3
¿Hay un código de buenas prácticas? ¿Existe un informe anual de GS?
0 0,5 2
Fuente: Elaboración propia.
63
El primer nivel de información de la matriz estaría constituido por los datos básicos
de la empresa y que ya obran en poder de los bancos en función de las exigencias
regulatorias comentadas para el armado de las carpetas y legajos de crédito, aunque
los oficiales de crédito no los sistematizan bajo la denominación de GS. Esta incluye
i) estatuto o contrato social (y sus modificaciones) o reglamentos internos: duración y
objeto de la sociedad, ii) conformación del grupo económico. Porcentajes de
participación de la familia y de otros accionistas, iii) tenencia de acciones de los
directores y gerentes en la empresa, iv) composición del directorio, v) estados
contables certificados y auditados según estándares internacionales, vi) memoria
anual y vii) operaciones entre compañías de un mismo grupo económico.
De esta información, y en base a la experiencia argentina, cabe hacer algunas
aclaraciones. El primer ítem referido al estatuto social es el único que el oficial de
crédito solicita para dar cumplimiento a la regulación del Banco Central. En cuanto al
segundo concepto, se hace obligatorio presentar la documentación pertinente solo si
existe algún vínculo de los socios con la firma70. En tanto el quinto ítem, si bien
responde a las exigencias regulatorias de plasmar la capacidad de pago y estado
financiero de la empresa, la regulación no especifica que información anexar, aunque
en la práctica las firmas presentan los estados contables. Con respecto a esto último,
vale resaltar la necesidad de que los oficiales de crédito exijan que la información
presentada se alinee a los estándares contables internacionales. Los cuatro
conceptos restantes no son de carácter obligatorio71 y, de hecho, muchas empresas
omiten presentar la memoria anual. A pesar de su carácter no obligatorio, conocer la
composición del directorio es fundamental a los objetivos perseguidos en este trabajo,
dado que como se explicó en la sub-sección V.2 es el órgano de administración que
mejor satisface los requerimientos de un buen GS. En este nivel, solo se requiere una
información mínima respecto al directorio (número72, conocimientos financieros,
experiencia laboral, etc.), ya que en los niveles II y IV se incrementa el grado de
exigencia de los datos solicitados sobre el mismo. El oficial de crédito podrá acceder a
la información sobre el directorio ya sea en el estatuto de la empresa y reglamentos
internos, como en las actas de asamblea, código de GS o código de Ética.
70
Ver en sub-sección V.2.1. la importancia de esta información. 71
La no obligatoriedad da lugar a cierta indefinición, que en los hechos lleva a la auditoría del Banco Central a expedirse al respecto. Dada que esta información es brindada a voluntad de los prestatarios, a modo ilustrativo, hemos asignado una ponderación mayor a estos ítems. 72
CAF (2006a) recomienda un número impar de directores para evitar empates. El tamaño óptimo estará en función del tamaño y complejidad de la empresa. De acuerdo a Anzoategui y Streb (2009), para el período 2005-2007 la moda del número de directores para empresas listadas no financieras fue tres, el mínimo requerido por la Ley de Sociedades Comerciales para empresas de oferta pública, en tanto la media fue siete.
64
El nivel II surge de un análisis detallado de datos vinculados a la existencia de
mecanismos aprobados para la resolución de conflictos de empresas familiares a
través de instituciones familiares (consejo, asamblea y protocolo familiar)73. También
el oficial de crédito debería indagar si hay o no un plan de sucesión y sus
características, que de no existir debería examinar si hay algún tipo de plan de
contingencia. Estos temas son de suma importancia por cuanto permite al analista de
crédito tener una pauta cierta para evaluar la continuidad de la firma y de este modo la
capacidad de atender las obligaciones de la financiación bajo estudio74. Asimismo, en
este nivel se hurga sobre los criterios utilizados para la conformación del directorio y
alta gerencia, esquemas remunerativos75, etc., los cuales suelen encontrarse en los
estatutos y actas de asamblea. También en el nivel II se piden detalles de las
atribuciones que le asigna el estatuto social a la asamblea general de accionistas, las
cuales fueron enumeradas en la sub-sección V.2, y se hace hincapié en que las actas
de asamblea estén a disposición de los accionistas así como las actas del directorio
por cuestiones de transparencia en la información76.
En el nivel III el oficial de crédito debería informarse si existen mecanismos de
control interno, que en este nivel no tienen porqué ser a través de la comisión de
auditoría y de control externo77, los cuales deberían estar plasmados en reglamentos
internos y/o estados contables. Conocer el proceso de nominación y la remuneración
son dos datos fundamentales para evaluar al auditor externo78. También, debería
buscar en éstos y en las actas de asamblea información sobre el tipo de acciones
(ordinarias, preferenciales, otras)79, ya que esta última información permite conocer
hasta qué punto se guarda proporcionalidad entre el derecho de voto y la participación
en el capital. Por último, el oficial de crédito debería solicitar los procedimientos para
73
Ver sub-sección V.2.3. un detalle de las instituciones familiares. La existencia de las mismas, garantiza una cierta estructura organizacional de la empresa para afrontar conflictos familiares. De acuerdo al “Evaluador de Prácticas de Gobierno Corporativo para Empresas” de la CAF, es imprescindible cotejar si en el protocolo familiar existen políticas referidas a la provisión de créditos a integrantes de la familia y/o grupo controlante y a la inclusión en las cuentas de la empresa de los gastos no operacionales de los funcionarios de la firma. Ver http://gc.caf.com/main.asp 74
Como se expuso en la sub-sección V.2.2.2, la cuestión de la sucesión es muy resistida entre las empresas familiares y explica en buena parte por qué un 90% de las empresas no llegan a la tercera generación de propietarios. 75
Ver la fundamentación en la sub-sección V.2.2.1. 76
De hecho, las empresas en Argentina están obligadas a confeccionar estas actas por la Ley de Sociedades Comerciales (Ley N°19.550). Por tanto, dar a conocer esta información al oficial de crédito dependerá fundamentalmente de la buena predisposición de la empresa. 77
La implementación de estos mecanismos es costosa, razón por la cual recién se solicita en este nivel. En última instancia la responsabilidad del control interno de la compañía recae en el directorio. 78
Para mayor detalle ver sección V.2.4. 79
Ver Resolución General CNV 368/2001 la definición de cada uno de los tipos de acciones (ordinarias, preferenciales, de participación, no rescatables, rescatables).
65
la aprobación de partes relacionadas80 para ver si las transferencias entre empresas
de una misma familia podrían perjudicar a los accionistas minoritarios, y debería
evaluar si la información presentada es clara.
Un último grado de profundización del conocimiento del GS81 se alcanzaría
adicionando a partir de las actas de asamblea y de directorio información relativa a la
funcionalidad del directorio en la conducción efectiva de la empresa y temas
vinculados a la transparencia de su accionar82, así como aquella relativa a las políticas
que utiliza para la distribución de dividendos y que debieran aparecer en los estados
contables o memoria anual83. En cuanto a los sistemas de control interno, en este
nivel más elevado se requiere que haya un comité de auditoría con directores
independientes84. Generalmente, un detalle del mismo se encuentra en los estados
contables de la empresa, y el comité da cuentas de su accionar a través de un reporte
anual. El último ítem que el oficial de crédito debería indagar es el de la existencia de
un código de buenas prácticas, donde queden asentados los puntos detallados
precedentemente y otros, y si se hace un informe anual de evaluación sobre el
cumplimiento de dichas prácticas. Esta información suele estar disponible en las actas
de directorio o, de existir, en la página web de la empresa.
Como puede intuirse, el diseño de una matriz de estas características implica un
conocimiento acabado de los temas centrales relativos al GS y de las formas
societarias dominantes en el área de influencia del banco. Una tarea sistemática de
difusión de la problemática del GS se hace necesaria y es previa a diseñar esquemas
y programas de capacitación para los oficiales de crédito que serán, en definitiva
quienes tengan que dotar de valores a estos conceptos.
Cabe destacar asimismo, la necesidad de diseñar normas de procedimiento para
homogeneizar el modo de recabar esta información entre las firmas demandantes de
crédito y establecer los criterios para su posterior incorporación a los manuales de
análisis de crédito.
80
En el nivel I solamente se indaga sobre la existencia de los mismos. 81
Seguramente en el corto plazo pocas empresas cerradas puedan responder a sus requerimientos, pero sí las empresas listadas y las grandes empresas no listadas, de ahí que se incorpora este nivel. 82
En la sub-sección V. 2 están detalladas las funciones del directorio. 83
Como se mencionó en la sub-sección V.2 en muchas empresas latinoamericanas las políticas de distribución de dividendos son poco transparentes. 84
Para una definición sobre el criterio de independencia ver Resolución General CNV N° 400/2002.
66
Como se puede observar en el Cuadro N°6 se han definido, a modo simplificado,
tres escenarios posibles sobre la información brindada85:
i) que se presente en forma completa, cumpliendo con los requisitos que amerite
cada ítem,
ii) que sea parcial, en el sentido de que falte alguna documentación que la
respalde o que se presente en forma demasiado genérica con omisión de
algunos datos relevantes,
iii) que no se presente.
En el primer caso se le asigna la totalidad del puntaje al ítem correspondiente, en
el segundo el 50% y en el tercer caso cero.
Cada ítem va acompañado a su derecha de una ponderación a título ilustrativo
solamente, ya que quedará a criterio de los bancos adoptar una ponderación definitiva
más apropiada a su criterio. Lo mismo vale para los niveles y categorías. En el
ejemplo del Cuadro N° 6, la ponderación (y también los niveles) se han asignado
según la menor probabilidad de que dicha información se haga pública fácilmente86 y/o
a la dificultad en términos de costos de disponer87 y/o complejidad88 de la misma. En
este sentido, salvo las sociedades listadas, por lo general existe poca voluntad por
parte de las empresas para dar a conocer información “reservada”. A esto se agrega
el hecho que señala Kaikkonen et al. (2007), de que hay firmas que cuentan con muy
poca documentación de sus operaciones, situación que se ve agravada cuanta más
pequeña sea la empresa.
La situación descripta se complica más aún si se tienen en cuenta, como ya fue
mencionado en la sub-sección V.1, de que muchas empresas familiares tienen pocos
85
La separación en tres escenarios es a título indicativo. El cumplimiento o no de cada uno de los ítems estará sujeta a la idiosincrasia de cada país y su legislación, y a las características de la clientela de cada banco. Las pautas enunciadas en la sección V.2 del trabajo pueden servir de referencia general, así como los lineamientos de GS de la OECD y de la CAF (OCDE, 1999; CAF, 2006a; CAF, 2006b y CAF, web). En una primera etapa la respuesta a las preguntas estarán basadas en decisiones netamente voluntarias y, por tanto, el espíritu de las preguntas apunta a evaluar si las empresas van más allá de la norma (si la hubiere) o la práctica del resto. 86
Así por ejemplo, en el nivel I la presentación del estatuto social y los estados contables, al ser exigidos explícitamente por la regulación del BCRA, reciben una ponderación menor que el resto de los componentes de dicho nivel. 87
Presentar las actas de asamblea o de directorio (nivel II) responde más a la voluntad de las empresas de hacerlo, que a una cuestión de costos. En cambio tener sistemas de control interno exige a las firmas incurrir en ciertos costos, razón por la cual, a modo de ejemplo, se le asigna una ponderación mayor, además de ubicarlo en un nivel superior (nivel III). 88
Obtener información sobre si el rol del directorio es activo (nivel IV) es mucho más complejo que verificar en el estatuto la composición del directorio (nivel I). En el ejemplo, las ponderaciones asignadas han sido 3 y 2, respectivamente.
67
incentivos de desarrollar prácticas de GS ya que prefieren mantener en el directorio a
miembros de la familia. Cabe señalar que los requerimientos de información sobre GS
no son los mismos para todas las empresas familiares, ya que la necesidad de buen
GS es mayor a medida que la empresa crece. En la primera etapa donde el fundador
es el dueño, los temas de GS son más bien limitados y se centran básicamente en el
plan de sucesión. Cuando la firma pasa a ser una sociedad de los hijos fundadores
los temas de GS se vuelven más complejos, y pasan por armonizar conflictos
familiares y formalizar procesos comerciales, además de planear la sucesión. En la
etapa de los nietos del fundador, surgen tópicos tales como empleo de los miembros
de la familia, derechos a la participación accionaria de la familia, política de
dividendos, visión y misión de la familia (IFC, 2008).
A partir de lo anterior, se sugiere que los bancos a la hora de solicitar información
sobre GS propongan un esquema con los distintos niveles diferenciados de GS. Aquí
se indicó a modo de ejemplo un esquema de cuatro niveles89. En base al mismo y
suponiendo que la empresa es familiar90, y que brinda satisfactoriamente toda la
información requerida en los cuatro niveles, su puntaje total sería el máximo, es decir,
4591 (ver Caso A del Cuadro N°7). En tanto la segunda y tercera columna del Cuadro
N°7, “Puntaje” y “Máximo por Nivel”, indican el puntaje y grado de satisfacción logrado
en un solo nivel en particular; el puntaje “Total” y el “Acumulado del Total” suman,
respectivamente, el puntaje acumulado y el grado de satisfacción de un nivel en
particular más el/los anteriores si hubiera. A modo comparativo se presenta en el
mismo cuadro el Caso B en el que la empresa cumple con la totalidad de los requisitos
del nivel I, solo parcialmente con los de los niveles II y III, y no da respuesta a la
información requerida en el nivel IV. En este caso ilustrativo, el puntaje total
alcanzado por la empresa es de 27,5.
89
Ver Cuadro N°6. 90
Hay un ítem en el nivel II sobre instituciones de gobierno familiar y plan de sucesión gerencial, que les correspondería responder sólo a las empresas familiares. 91
Si la firma no fuera familiar, el puntaje máximo sería 42, dado que no le correspondería contestar el ítem específico para empresas familiares del nivel II.
68
Cuadro N°7: Niveles de calificación de GS
Caso A:
Nivel
Puntaje
Respuesta satisfactoria respecto al
Máximo por Nivel Acumulado del Total
I 12 100% 26,7%
II 12 100% 53,3%
III 10 100% 75,6%
IV 11 100% 100%
Total 45
Caso B:
Nivel
Puntaje
Respuesta satisfactoria respecto al
Máximo por Nivel Acumulado del Total
I 12 100,0% 26,7%
II 10 83,3% 48,9%
III 5,5 55,0% 61,1%
IV 0 0,0% 61,1%
Total 27,5 Fuente: Elaboración propia.
A título indicativo, el puntaje total logrado por cada empresa pasaría a formar parte
del ítem “concepto” del Cuadro N°4 de la sección IV. La calificación resultante de
desempeño de GS se enmarcaría dentro de la evaluación global de crédito a la hora
de calificar la empresa para préstamos92.
V.3.2. Implementación del modelo
A continuación se vuelcan sugerencias a tener en cuenta al momento de
implementar el modelo de scoring de GS en la evaluación crediticia de los bancos. A
igual que dicho modelo, lo expuesto es materia de análisis y debate por parte de las
autoridades competentes de los bancos que participen en la propuesta.
Se sugiere que la aplicación del modelo de GS en la evaluación de riesgo creditico
forme parte de un proyecto piloto dirigido a pequeñas y medianas empresas con
personería jurídica y medianas empresas y empresas grandes, listadas y no listadas,
ya sean familiares o no.93 Quedarían excluidas las empresas unipersonales.
92
Es factible que una empresa obtenga un bajo puntaje en GS pero sus variables económico-financieras sean muy buenas, y a su vez, haya otra empresa que si bien califica muy bien en GS tenga un pobre desempeño económico-financiero. 93
La clasificación por tamaño no es única. Dependerá del criterio que establezca cada banco. A modo ilustrativo se reproduce la clasificación de Resolución General CNV N° 506/07):
Clasificación de las empresas según sector ( ventas totales anuales en pesos)
Tamaño Agropecuario Industria y Minería Comercio Servicios Construcción
Pequeña Empresa 6.080.000 15.000.000 22.200.000 6.732.000 6.000.000
Mediana Empresa 36.480.000 120.000.000 177.600.000 44.880.000 48.000.000
69
Se contempla un período de prueba mínimo de 12 meses y hasta 5 años, dado
que el proyecto piloto estaría focalizado a préstamos de mediano plazo.
Se propone el esquema de los cuatro niveles diferenciados de GS. Mientras que
el primero abarcaría el conjunto de reglas mínimas, los niveles sub-siguientes
contarían con mayores exigencias, de manera de otorgar cierta flexibilidad y garantizar
la participación de las empresas acorde a su estructura.
Al cabo del período de prueba habría que cotejar las tasas de recupero de los
créditos de los cinco niveles propuestos con la de aquellos créditos que no incorporan
los nuevos elementos.
Como la adhesión a alguno de los cuatro niveles diferenciados de GS es
voluntaria, el tamaño de la muestra estaría determinado por el número de adherentes
al programa.
A las empresas que se acojan a alguno de los segmentos propuestos se les podría
otorgar incentivos, que deberán surgir de las estrategias comerciales de los bancos (a
modo de ejemplo, tasas de interés más bajas, menores garantías, bonificaciones en
otros productos o mayores plazos).
La adhesión de los prestatarios debiera ser voluntaria. Son las empresas, sus
propietarios y administradores, los que deberían percibir la ventaja de estar en un
segmento diferenciado de crédito. En ningún momento, el banco debería condicionar
la permanencia como cliente a la elección o no del segmento diferenciado del crédito.
Se trataría de estimular un papel proactivo por parte de las empresas94. Como
alternativa, debería quedar abierta la opción tradicional que el banco ha estado
manejando hasta ahora. Obviamente, que con la nueva metodología el scoring de
estas empresas se vería afectado por la falta de ponderación del componente de GS.
También la adhesión de los bancos debiera ser voluntaria95. La implementación del
modelo de GS debería surgir a partir de un diagnóstico específico del banco, producto
de su experiencia, donde la necesidad de atacar ciertas falencias (créditos
irrecuperables por fallas en GS – v.g., conflictos familiares) lleven a resaltar las
94
Para ello, las empresas recibirían un seminario explicativo sobre los efectos de la adopción de prácticas de buen GS. Los seminarios, que podrían estar a cargo del CEF, serían realizados en los bancos participantes. 95
Sin duda, se requeriría que previamente los analistas de riesgo crediticio participen de un curso de capacitación sobre buenas prácticas de GS.
70
bondades de adoptar prácticas en alineamiento con un ambiente regulatorio e
institucional que promueva buen GS.
Detrás de la propuesta, subyace la idea de conjugar dos factores relevantes:
cumplimiento voluntario de los requisitos por parte de los prestatarios más incentivos
económicos para los bancos (medido a través de reducción del riesgo96 el cual se
reflejaría en menores costos de fondeo de los bancos y aumento en el volumen de
intermediación).
La incorporación de ítems de GS en la evaluación de riesgo crediticio tendría un
efecto positivo en la reputación del banco, que integraría la vanguardia de una
propuesta de cambio cultural que ha cobrado creciente relevancia a partir de la crisis
financiera internacional, poniendo en evidencia la necesidad de nuevas y más
sofisticadas herramientas de administración de riesgos. Asimismo, la mejora en la
imagen del banco induciría a atraer clientes de buen GS (selección favorable).
Debería resultar evidente al banco que la adopción de buenas prácticas de GS
reduce el riesgo de su cartera de créditos, con los beneficios que ello implica. En la
introducción se hizo referencia a evidencia tanto a nivel internacional como nacional
que respalda la noción de que buenas prácticas de GS tienen un efecto positivo sobre
el desempeño de las empresas, aún en épocas de crisis97. Si a pesar de ello, aún
quedan dudas en este sentido, una alternativa a la propuesta planteada en este
trabajo sería hacer un análisis ex post de una cartera madura. Esto no solo requeriría
un patrocinante, sino también consentimiento por parte de los bancos de brindar la
información necesaria para llevarlo a cabo. Esto podría constituir una línea de
investigación a explorar.
V.4. GS desde diferentes ámbitos
V.4.1. GS desde la visión de los reguladores
Como ya se ha señalado en la sección IV, existen desde el punto de vista de la
regulación un interés específico en atender el riesgo inherente de las carteras de
crédito de las entidades financieras.
96
Lo que se traduciría en mayor recupero de créditos. 97
Ver también Anexo I para el caso de Argentina.
71
Al comentar los aspectos regulatorios referidos al crédito bancario y analizar los
denominadores comunes de la regulación bancaria es necesario tener en cuenta los
parámetros establecidos en lo que se denomina como Acuerdos de Basilea.
Tal como se mencionó en la introducción del trabajo, el camino emprendido para la
implementación de los criterios de Basilea, en especial lo que se conoce como Basilea
II (Pilar I) obliga a prestar cada vez más atención a la estructura de los activos de las
entidades financieras.
Sin embargo, el interés básico del regulador está enfocado en la salud de las
carteras activas de las entidades financieras. Asimismo, se ha afirmado que un
capítulo importante en el análisis de la capacidad de repago de una firma, además de
los aspectos cuantitativos, lo constituyen las condiciones de su GS. Las herramientas
de gestión de riesgo que se comentaron en la sección III, admiten la participación de
un componente de mitigación de riesgo que debería llevar la atención de los analistas
de crédito del sistema financiero en dirección a la calidad del GS de las empresas
demandantes de crédito.
Es posible además, plantearse que reflejar lo anterior de un modo explícito y
sistemático en la regulación podría dar un empuje adicional al tema de la mitigación
del riesgo de los carteras de crédito.
Queda pendiente un análisis de carteras activas con modelos de credit scoring que
incluya variables de GS. La información histórica existente en los bancos sumada a la
que podría obtenerse con una encuesta vinculada a temas de GS permitiría establecer
parámetros objetivos de correlación entre la calidad del GS de los prestatarios y
comportamiento verificado en el servicio de deudas. El resultado de un análisis como
el propuesto podría llevar a plantear que el regulador solicite menores previsiones
para aquellos bancos que cuenten con este tipo de métodos de evaluación. De igual
modo, la determinación de los márgenes de cobertura de las garantías de crédito
ofrecidas por las firmas con buen GS podría contar con un tratamiento preferencial98.
Un ordenamiento regulatorio que contemple estas propuestas resultaría en un
abaratamiento del costo impuesto por el supervisor bancario a la acción de prestar a
empresas con buen GS y, en definitiva, debería reflejarse en las tasas de interés
activas resultantes.
98
BCRA, Com. “A” 4957, punto 3.1.
72
V.4.2. GS desde la óptica de las agencias calificadoras de crédito
El tema del GS es un ítem relevante para las agencias calificadoras de crédito en
su tarea de evaluación de empresas abiertas. Para el universo de las empresas
cerradas, el espacio de actuación de estas agencias se reduce. Sin embargo, es
necesario destacar que las PYMEs pueden acceder al mercado de capitales a través
de estructuras financieras que son objeto de calificaciones de riesgo.
Lo anterior hace referencia a estructuras armadas bajo la forma de fideicomisos
(los de exportación son los más frecuentes) en que un grupo de PYMEs se organizan
para obtener financiamiento para la producción de un determinado bien y pagarlo con
el producido de la posterior comercialización del mismo. La lectura de los prospectos
de emisión y los comentarios de las agencias de calificación hacen referencia a la
solidez de las estructuras legales involucradas, a condiciones de mercado, a las
calidades de los bancos y entes asociados al fideicomiso pero en raras ocasiones
aparecen referencias al GS de las PYMEs involucradas99.
En síntesis, lo que se plantea es que los criterios de análisis de administración,
organización y control como así también las estructuras societarias que forman parte
de los reportes de calificación de riesgo para los emisores y garantes comprendan
además una visión hacia el interior de estas estructuras.
De un modo similar las bolsas y mercados que admiten la negociación de
instrumentos de pago diferido, podrían incorporar requisitos o referencias a buenas
prácticas societarias con un criterio de atenuación100 dado que se tratan de empresas
cerradas.
V.4.3. GS a partir de agencias y organismos de fomento para PYMEs
Existen, no ya dentro del ámbito de la regulación bancaria sino dentro de las
administraciones de cada país organismos específicos y bancos destinados a la
promoción de la actividad económica de las PYMEs. Estos organismos tienen un
interés específico de fomento en el desarrollo de la actividad económica (diferente en
su enfoque al del regulador bancario) y es de importancia para las consideraciones
sobre GS y su relación con menores costos financieros para las empresas.
99
Ver a modo de ejemplo: http://www.moodys.com.ar/Estructurados_Argentina. 100
En Argentina, para el caso de empresas abiertas, ver Decreto PEN N° 677/2001 y regulación concomitante de la Comisión Nacional de Valores.
73
Como se destacó en los puntos anteriores, del análisis de la regulación bancaria
surge que, si bien los indicadores básicos de análisis crediticio están presentes en
forma tácita o expresa en el texto de la regulación, no aparecen como parámetros de
ponderación mandatorio para la fijación del costo financiero que será cargado en cada
crédito.
Por otra parte, el rol de la autoridad de supervisión bancaria, está más centrado en
la salud del sistema financiero como un todo (estabilidad) y la mejor discriminación del
riesgo de crédito tiene su fundamentación en estas consideraciones más que en los
beneficios asociados al GS de las PYMEs pueda aportar a la economía en su
conjunto. A contrario sensu, los organismos gubernamentales de fomento tienen un
interés específico en el desarrollo de una mejor capacidad de gerenciamiento y buen
GS de aquellos (las PYMEs) que consideran como sustento básico de la actividad
económica.
Entre las organizaciones de promoción de la actividad de las PYMEs se pueden
mencionar el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en España, el Banco Nacional de
Desemvolvimento (BNDES) en Brasil, el Small Business Administration (SBA) en
Estados Unidos y la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (SEPYME) en
Argentina. Estas instituciones operan en forma vinculada al sistema financiero,
generalmente otorgando préstamos en condiciones concesionales o de fomento,
proporcionando subsidios a la tasa de interés u otorgando garantías. Tras analizar los
instructivos y documentación que las mencionadas organizaciones exigen a las
empresas para su participación en las operaciones101, se constató que los temas
vinculados al buen GS no han encontrado suficiente espacio de consideración en las
tareas emergentes de la actividad específica.
La OCDE ha señalado que “los bancos y las agencias de rating pueden ayudar a
implementar el buen GS demandando a las compañías no listadas que cumplan con
estas mejores prácticas como parte de su procedimiento de análisis de riesgo”102.
La afirmación anterior se vuelve todavía más relevante si se aplica a los bancos y
organismos gubernamentales de crédito y de fomento. Estas instituciones tienen, en
general, como común denominador en sus estatutos fundacionales referencias
concretas a promover el desarrollo de las PYMEs. Se ha señalado que implementar
prácticas de buen GS implica para las empresas afrontarían costos organizacionales y
101
Para mayor detalle ver Anexo II. 102
OCDE (2006), página 12.
74
monetarios, pero contraponer a esto la posibilidad de obtener menores costos
financieros para acceder al financiamiento puede inclinar la balanza en el sentido
correcto.
Establecer bonificaciones adicionales de tasa de interés para aquellas empresas
que muestren criterios concretos de utilización de prácticas de buen GS puede ser una
alternativa que en principio resultaría de fácil implementación.
La visión propuesta del sistema financiero ampliado permite además incluir
entidades tales como Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR) y fondos especiales
de los gobiernos destinados a atender ciertas necesidades de las PYMEs. Estos
organismos tienen en todos los casos una estrecha vinculación con el sistema
bancario formal y permiten deslizar hacia los mismos nuevas posibilidades de
exigencia de requisitos para la atención financiera.
Los sistemas de Garantías han tenido una amplia difusión en Latinoamérica. En
general, son instituciones que se desenvuelven tanto en el ámbito privado como el
público (también existen entidades de características mixtas) y ofrecen servicios para
favorecer el acceso de las PYMEs a las facilidades que ofrece el sistema financiero103.
Aunque escapa al interés del presente trabajo analizar el funcionamiento de los
sistemas de garantías es necesario tener en cuenta que en su asociación con las
entidades bancarias que son su complemento para la asistencia financiera a las
PYMEs ejercen un papel importante en cuanto a la selección de los clientes.
El análisis de crédito ocupa una parte significativa de su actividad y contemplar los
aspectos de GS en las empresas que presentan sus solicitudes de garantías puede
ser un punto de partida para que los conceptos de buen GS puedan alcanzar mayor
difusión104. En el caso de la República Argentina cabe destacar que el BCRA105
contempla al sistema de garantías en un apartado de su regulación, mientras que la
SEPYME es la autoridad de aplicación del régimen.
103
Un análisis exhaustivo del sistema y su expansión se encuentra en Pombo y Herrero (2003). 104
A modo de ejemplo de documentación que necesita una PYME para participar del sistema ver: http://www.garantizar.com.ar/formularios.asp. 105
BCRA, Com. “A” 4531.
75
Por tanto, el Sistema de Garantías podría aportar a este esquema reduciendo el
costo aplicado a sus garantías para las empresas que emprendan el camino de las
mejores prácticas de GS106.
Para que lo señalado en los párrafos anteriores pueda llevarse a la práctica es
menester establecer pautas y criterios uniformes de evaluación de las prácticas de GS.
Una importante tarea de difusión y capacitación de cuadros de analistas parece
recomendable en este punto.
Es necesario además, preparar a la empresa para que pueda autoevaluarse en lo
que respecta a buen GS107, existen trabajos ya desarrollados en este sentido y se
requiere mayor difusión para expandir su aplicación. Cabe tener en cuenta para este
objetivo la utilidad de una herramienta de evaluación de GS como la diseñada por la
CAF que remite a completar un modelo provisto on line mediante un sencillo
procedimiento108. El “Evaluador de Prácticas de Gobierno Corporativo”, como lo
denomina la CAF, permite a las empresas obtener un diagnóstico del grado de
cumplimiento de sus prácticas de GS en relación a los “Lineamientos para un Código
Andino de Gobierno Corporativo”.
106 En la Mesa Redonda: Gobierno Societario y Riesgo Crediticio, que organizó el CEF el 19 de abril de 2010 y que contó con la participación de la CAF, el Presidente de Garantizar, Aníbal Stella, relató la reciente iniciativa de su institución de incorporar elementos de GS entre los criterios de evaluación de las solicitudes de garantía que reciben, calificándola de pionera. 107
CAF (2005). 108
Ver http://gc.caf.com/main.asp.
76
VI. CONCLUSIONES
La reciente crisis financiera internacional ha puesto de manifiesto la necesidad de
desarrollar mejores técnicas que mitiguen el riesgo e incrementen la confianza, de
manera de contribuir a la estabilidad financiera. El tema de GS ha estado cobrando
terreno en el área de riesgo. Los bancos se enfrentan a un riesgo de crédito cuando
prestan dinero a las empresas, por tanto, la propuesta planteada en el trabajo de
incorporar elementos de GS en la evaluación de riesgo crediticio es de vital interés
para los bancos. A través de la mejora en la calidad de las prácticas de GS en las
empresas prestatarias no solo se reduce el riesgo de cartera de los bancos, sino que
también aumenta su volumen de intermediación. La propuesta, sin duda, va en línea
con Basilea II.
La envergadura del tema se acrecienta cuando se tiene en cuenta que la Argentina
no sólo ha sufrido las repercusiones de la crisis mundial mencionada, sino que en los
últimos años ha salido de una de sus mayores crisis económicas, financieras y
sociales. Hay evidencia para Argentina de que el GS juega un rol positivo sobre el
desempeño de las empresas, aún en situaciones de crisis. A su vez, el análisis del
comportamiento de las carteras irrecuperables según tramos de deuda permitió
corroborar una relación positiva entre menores grados de irregularidad y buenas
prácticas de GS por parte de las empresas.
La introducción dentro del análisis de riesgo crediticio de cuestiones del GS en
empresas es una propuesta para que el crédito sea una herramienta que propicie
buenas prácticas entre los clientes (selección favorable) con la consiguiente caída en
el riesgo crediticio. Cualquier reducción en ese sentido redundará en menores spreads
de tasa de interés y en la expansión del crédito. Este hecho es de fundamental
importancia teniendo en cuenta que Argentina es uno de los países del mundo con
menor crédito al sector privado en relación al PIB. Son varios los factores que pueden
explicar este comportamiento: inestabilidad macroeconómica y financiera, inseguridad
sobre derechos de propiedad, tasas reales de interés pasivas usualmente negativas;
alta participación del sector informal en la economía causado por excesiva presión
tributaria y creciente margen de intermediación (spreads) a partir del 2007. Sin duda,
el contexto de la etapa de desarrollo del sector financiero en Argentina es, a su vez, un
condicionante para la implementación de la propuesta planteada en el trabajo.
La regulación bancaria reciente se ha movido en la dirección de prestar atención a
los temas de GS que involucran a la dirección de las propias entidades del sistema
77
financiero. Sin embargo, esta preocupación por los temas societarios no ha tenido su
reflejo en lo que se refiere al GS de las firmas que componen las carteras activas de
esas mismas entidades.
En la práctica cotidiana del análisis de crédito convencional, los temas societarios
tienden a ser analizados en una apreciación de tipo conceptual global dejada al criterio
de los propios evaluadores. Por tanto, se hace necesario diseñar herramientas que
permitan dilucidar (y discriminar) los aspectos del GS de las firmas, en particular las
cerradas, y que a su vez aporten a los análisis de riesgo referencias concretas para la
evaluación de la calidad del GS de las empresas.
La difusión de la utilización de las técnicas de credit scoring en el análisis y
evaluación de créditos proporcionaría una herramienta importante para que los bancos
puedan medir con mayor precisión el riesgo que enfrentan en cada financiación y de
este modo poder discriminar correctamente el nivel de tasa de interés que cubra ese
riesgo. Complementar las matrices de credit scoring con información vinculada al GS
aumentaría la precisión en la medición de ese riesgo asumido.
Las técnicas de credit scoring pueden ser utilizadas, como se ha comentado de
manera prospectiva para el análisis de riesgo. Pero también pueden aplicarse, en el
caso de las financiaciones comerciales para evaluar la calidad de las carteras activas
ya existentes en las entidades. Utilizar estas técnicas de credit scoring con la
incorporación de información vinculada al GS de las firmas sería de importancia para
complementar los estudios empíricos entre la relación positiva del GS y el
comportamiento de pagos de la empresa. Para alcanzar este resultado los bancos
deberían sumar a la información ya existente en sus carpetas y legajos de crédito con
la que resulte de una encuesta a ser distribuida entre sus clientes referidos a temas de
GS.
La incorporación de elementos de buen GS tiene un costo monetario y de
organización significativo para las empresas. Que este esfuerzo pueda ser retribuido
de manera cierta en base a mejores condiciones de acceso al crédito es un paso
necesario para la mayor difusión de estas buenas prácticas.
Para el regulador bancario y en función de la salud del sistema es importante que
la menor cantidad posible de elementos de valoración de una empresa quede fuera de
una categoría global de análisis denominada “buen concepto”. Si bien es deseable que
las entidades financieras tengan libertad para elegir las herramientas de análisis
crediticio que mejor satisfagan sus necesidades, lo es también que ciertas pautas
78
mínimas del GS del sujeto de préstamo sean requeridas por los bancos. Las reglas de
conocer al cliente podrían avanzar en el sentido de analizar, entre otros aspectos,
como éste dirime sus conflictos internos, cuán transparente es en sus decisiones
societarias, cómo establece los criterios de sucesión de sus autoridades, etc.
Sin duda, en la última década se ha avanzado en materia de GS. Ello se debe a
las normas de los organismos de contralor, no solo bancario, y a la consecuente
adopción de dichas prácticas en varias entidades financieras y empresas que cotizan
y/u ofertan en el mercado de capitales, difundiendo lentamente sobre el resto del
conjunto empresarial la importancia de adoptar criterios de transparencia en la
información hacia terceros. Sin embargo, esto no ha sido suficiente y hace falta un
mayor compromiso por parte de los actores involucrados en una empresa en torno a
buenas prácticas de GS. De ahí la propuesta de sumar un modelo scoring de GS a la
evaluación de riesgo crediticio tradicional. Este modelo incluye una selección de datos
vinculados a buenas prácticas clasificados en varios niveles con distintos grados de
exigencia en cuanto a información requerida, en función de la estructura
organizacional de la empresa. No es un modelo cerrado, ya que pretende introducir
criterios como punto de partida para la discusión entre las partes involucradas y es de
carácter voluntario tanto para los prestatarios como para los bancos.
La capacitación de los analistas y oficiales de crédito en materia de GS aparece
como un tema básico. Deben estar en condiciones de entender cabalmente aquella
información adicional que se propone requerir a la firma y en algunos casos poder
brindar información y asesorar a ésta en temas de GS.
Las experiencias de manuales y cartillas de difusión de los aspectos vinculados al
GS en el universo de las PYMEs necesitan ser replicadas. Asimismo, los mecanismos
de auto evaluación de la CAF que se han citado en este documento pueden resultar
de utilidad para que la firma tenga un diagnóstico respecto a la posición en que se
encuentra en lo que se refiere a sus prácticas del GS.
Como se mencionó en el texto debiera resultar claro a los bancos que la adopción
de buenas prácticas de GS reduce el riesgo de su cartera de créditos. De no ser así,
una alternativa a la propuesta planteada en este trabajo sería hacer un análisis ex post
de una cartera madura, lo cual requeriría de un patrocinador y el consentimiento de los
bancos de otorgar la información para implementarla.
Existen en el ámbito gubernamental entidades de fomento, bancos de desarrollo,
fondos de garantías y SGRs que comparten un interés común en el desarrollo de la
79
actividad económica de PYMEs y que deberían asumir el compromiso de apoyar la
expansión de las mejores prácticas de GS. Admitir que el costo financiero de los
productos que ofrecen a las PYMEs refleje las calidades del GS de éstas representaría
un punto de partida para la difusión de estas prácticas.
Pasos a seguir en un futuro incluirían analizar la regulación bancaria para ver de
qué manera se podrían reducir los requerimientos de capital mínimo ajustado por
riesgo a aquellos bancos que incorporen un modelo scoring de GS en su evaluación
crediticia, lo que implicaría tratativas con el BCRA. La propuesta, sin duda, va en
concordancia con los objetivos de Basilea II de promover una mayor estabilidad del
sistema financiero.
80
VII. ANEXO I
Empresas listadas no financieras de Argentina:
Relación entre q Tobin - ITD
Variable dependiente: q
Regresión 1 Regresión 2 Regresión 3
Variables Explicativas
ITD 0,0059 0,0054 0,0051
(2,27)** (2,73)*** (2,1)**
Ln(Edad de la Empresa) 0,033 -0,065 -0,0078
(0,33) (-1,71)* (-0,1)
Tamaño de la Empresa 0,2215 0,2567 0,2455
(2,11)** (3,28)*** (2,62)**
Deuda sobre activos 0,4503 0,6344 0,6112
(1,72)* (3,01)*** (1,98)*
Crecimiento de las ventas 0,0008 0,0002 -0,0291
(0,74) (0,32) (-4,36)***
Emisión de ADR -0,0387 0,0036 -0,0179
(-0,42) (0,05) (-0,21)
Sector Industria 0,1298 -0,0184 0,2895
(1,59) (-0,25) (2,78)***
Sector Servicios Públicos 0,0997 -0,0471 0,0802
(0,56) (-0,53) (0,65)
Sector Producción Primaria 0,1634 -0,076 0,3224
(1,13) (-0,9) (3,25)***
Constante 0,2776 0,6843 0,391
(0,62) (3,69)*** (1,21)
R Cuadrado Ajustado 0,0448 0,3784 0,247
No. de Observaciones 54 53 50
Período 2000-I/2003-IV 2000-I/2001-IV 2002-I/2003-IV
81
Empresas listadas no financieras de Argentina:
Relación entre ROA - ITD
Variable Dependiente : ROA
Reg 1 Reg 2 Reg 3
Variables explicativas
ITD 0,0005449 0,0004813 0,0006292
(2,61)** (3,13)*** (1,79)*
Ln(Edad de la empresa) -0,0154112 -0,0209034 -0,0072887
(-2,11)** (-2,63)** (-1,03)
Tamaño de la empresa 0,0069701 0,0099801 0,0038725
(0,54) (0,327) (-0,23)
Deuda sobre activos -0,0008561 -0,0041904 0,0042438
(-0,06) (-0,27) (0,22)
Crecimiento de las ventas 0,0000042 -0,00000211 -0,0004995
(0,12) (-0,05) (-0,74)
Emisión de ADR -0,0025899 -0,0032994 -0,0009633
(-0,41) (-0,58) (-0,1)
Sector Industria 0,0015554 -0,0053865 0,008823
(0,25) (-1,04) (0,94)
Sector Servicios públicos -0,0171923 -0,0198887 -0,0135516
(-1,21) (-1,25) (-0,95)
Sector Producción primaria -0,0049964 -0,0054604 -0,0069393
(-0,63) (-0,73) (-0,66)
Constante 0,048235 0,0736632 0,0110886
(1,65) (2,37) (0,35)
R cuadrado ajustado 0,1513 0,309 0,0551
No. de observaciones 62 62 59
Estadístico F (valor p) 2,51(0,000) 4,35(0,000) 3,72(0,000)
Período 2000-I/2003-IV 2000-I/2001-IV 2002-I/2003-IV
Notas
Estadísticos t basados en errores estándar robustos
* Significativo al 10%
** Significativo al 5%
*** Significativo al 1%
Fuente: CEF (2005)
82
VIII. ANEXO II
Agencias y Organismos gubernamentales de fomento
España: Instituto de Crédito Oficial
El Instituto de Crédito Oficial (ICO) funciona en el Ministerio de Economía y Hacienda de
España y tiene por objeto fomentar actividades en función de su trascendencia social cultural e
innovadora. El ICO “apoya los proyectos de inversión de las empresas españolas, para que
sean más competitivas y contribuyan al progreso económico de nuestro país”109
.
Una de las herramientas que el ICO utiliza para lograr su cometido es otorgar
financiaciones a tasas subvencionadas, de este modo resulta interesante observar la
información que requiere a los demandantes de la financiación110
. Si bien se destaca que en
su operatoria la evaluación y análisis de riesgo estará a cargo de las entidades financieras del
sistema, en la planilla de solicitud de asistencia que las empresas deben presentar no hay
referencias a temas de GS111
.
Brasil: Banco Nacional de Desemvolvimento
El Banco Nacional de Desemvolvimento (BNDES) de Brasil tiene entre sus objetivos de
política apoyar el funcionamiento y desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas
(MYPEs). Actúa en general como un banco de segundo piso y tiene como apoyo para la
distribución de su financiamiento a una red de instituciones financieras que abarca casi todo el
sistema bancario de Brasil.
El BNDS en la mayoría de los casos relevantes para el apoyo a las PYMEs delega el
análisis crediticio en los bancos del sistema112
, en general, la documentación requerida es
similar a la usual para operaciones de crédito y no hay referencias específicas a pautas de GS
por parte de los solicitantes.
En cuanto a la acción de fomento económico y financiero a las MYPEs, también cabe
destacar en Brasil la actuación del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas
Empresas (SEBRAE) que tiene como función ofrecer una amplia base de información a través
del armado de una red de servicios consultoría, cursos y seminarios.
109
Ver http://www.ico.es. 110
Ver http://www.ico.es Línea ICO PYMEs. 111
Ver http://www.ico.es Anexo ICO, Formulario de Solicitud. 112
BNDES (2009): “punto 1.1. El agente Financiero deberá analizar la operación utilizando los procedimientos bancarios de análisis de crédito, capacidad de pago, verificará la situación jurídica, fiscal y ambiental de la beneficiaria.”
83
Estados Unidos: Small Business Administration La misión de la Small Business Administration (SBA)
113 desde su creación ha sido aportar a
la atención de las necesidades financieras de las PYMEs de los Estados Unidos. A diferencia
de los casos que se presentaron con anterioridad, el programa más importante de atención de
la SBA consiste en la provisión de garantías a la financiación bancaria tradicional. Estas
garantías facilitan a las instituciones bancarias que forman parte del sistema poder atender
crediticiamente a clientes que sin este apoyo quedarían fuera de la red de clientes.
Las garantías no cubren la totalidad del crédito (sólo el 85 % en financiaciones de hasta
150.000 dólares y el 75 % en préstamos de más de ese monto –hasta un máximo de
2.000.000 dólares,-), de este modo las entidades financieras que tienen la responsabilidad del
análisis de riesgo crediticio inicial participan en la suerte financiera de los proyectos elegidos.
En los instructivos y en la documentación que exigen para su participación en las operaciones
no hay mención a temas vinculados al GS.
Argentina: Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (SEPYME)114
Es el organismo encargado de llevar adelante las acciones de fomento al segmento de
microempresas y PYMEs establecidas en las leyes N°24.467 y 25.300. Tiene entre sus
programas vigentes el régimen de bonificación de tasas, creado en el año 2000115
que tiene
como función permitir que las PYMEs puedan acceder al crédito bancario en condiciones
financieras que favorezcan su desarrollo. A lo largo de los años el sistema fue incorporando
distintas modalidades que permitió a las entidades bancarias participantes licitar montos de
asistencia crediticia o bonificaciones de tasa de interés.
La selección y análisis de empresas objeto de financiamiento quedan en todos los casos en
manos del sistema bancario, quien asume todos los riesgos inherentes a cada operación. Hay,
por otra parte, un compromiso de información asumido por las entidades bancarias en cuanto
proporcionar datos referidos a los destinatarios del crédito. Pero más allá de la discriminación
por tamaño (calificar como PYME) y en algunos casos por sector productivo, no se incluyen
requisitos adicionales a los que el BCRA establece para los sujetos de crédito.
El Fondo Nacional de Desarrollo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa
(FONAPYME) es un fondo creado para otorgar financiamiento a proyectos de inversión a ese
segmento, instrumentado a través de un fideicomiso con aportes del Estado Nacional y el
Banco de la Nación Argentina en carácter de fiduciante. Las técnicas de evaluación de las
financiaciones realizadas por el Fondo son las mismas que tiene el sistema bancario.
113
La SBA fue creada en 1953, para una mejor comprensión de sus misiones y funciones ver http://www.sba.gov. 114
Conocida desde su creación como SEPYME. 115
Ver Decreto PEN Nº 748 de fecha 29 de agosto de 2000.
84
IX. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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