La comunicación entre el autoritarismo y las nuevas tecnologías

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controversia José Ricardo Eliaschev - IACOM entre el ai y las nueví El tema central de este número de CHASQUI es "Democracia y Comunicación". En esta sección de Controversia, el periodista argentino José Ricar- do Eliaschev, de larga trayectoria en diversas publi- caciones latinoamericanas, parte de la posiciónque el fenómeno de la innovación tecnológica es abru- madoramente positivo, democratiza de hecho los procesos sociales del conocimiento y que sus su- puestos técnicos y culturales básicos deben ser aprehendidos con la mayor prisa por las naciones atrasadas. Considera que para ello, es necesario trabajar con las transnacionales, y no contra ellas. Por su parte, William //. Melody, profesor de INTRODUCCIÓN WSf 1 primer recelo ya ha caducado, es ••• anacrónico. Se produce ahora la segunda sospecha. El recelo inicial hacia los significados y consecuencia de la re- volución tecnológica comunicaeíonal de- rivada de un cúmulo de limitaciones y torpezas que ya han sido superadas. Desde una idea restringida del progreso se alegaba que todo lo revolucionario y democratizante que suponían las diver- sas innovaciones tecnológicas produci- das dentro de los diversos sistemas de comunicaciones de masas no era sino una suerte de perversa vuelta del desti- no, truculenta maniobra de las corpora- ciones transnacionales repleta de conte- nidos negativos. Se ocultaba siempre y de manera sistemática el objetivo papel de universalización del conocimiento y de la información cumplido por innova- ciones tecnológicas que al ampliar el es- pectro de alcance de las emisiones tradi- cionales no han hecho otra cosa que de- mocratizar la mecánica previa, caracte- rizada no sólo por escasos emisores, sino además por escasos receptores. Pero la negación masiva e indiscriminada del "progreso" tecnológico (en un entreco- millado que pretende hacerse eco del sesgo peyorativo con el cual se contem- pla la innovación en el punto de vista aludido) ya no es siquiera concebible. Se admite, entonces, a regañadientes el impacto modernizador de las nuevas tecnologías, pero se evita celosamente puntualizar la influencia explosiva que las mismas tienen en materia de una ma- yor pluraMzacáón de voces, una muy su- perior posibilidad de establecer vías de comunicación y un espectacular creci- miento de los espacios sociales que aho- ra pueden acceder a la información. Se evita explicitar, en una palabra, el im- pacto democratizante que logran las nuevas tecnologías comunicacionales. En una primera fase, cierto marxismo primitivo veía en aquella innovación tec- nológica el intento de oscuras fuerzas transnacionales por apoderarse del mun- do. En una segunda fase, la misma pers- pectiva de izquierda ya no confronta tan sistemáticamente el proceso innovador y democratizante y se une a ciertos planteos tecnocráticos en la común ad- misión de su necesidad. Pero en esta segunda fase es posible encontrar un fe- nómeno nuevo, "moderno" en cierto sentido, y cuyas raíces son en cierto mo- do premarxistas. De regreso a los exce- sos maximalistas del pasado reciente, no pocos estudiosos de la comunicación de masas que supieron creer que -realmen- te- el Pato Donald era portaestandarte de una diabólica conjura imperialista contra las frescas e impolutas naciones del Tercer Mundo se estacionan ahora en posturas aparentemente diferencia- das. El recelo, abierto o subrepticio, ha- cia el nuevo mundo que abre la innova- ción tecnológica no asume en este senti- do una connotación ideológica. Los convencidos de los males de la conspira- ción transnacional que hace 15 años exorcizaban los demonios del Supermán capitalista—imperialista, ahora miran con desilusión las destilaciones de ex- periencias supuestamente alternativas, como aquellas que se han dado en países del socialismo real o en las naciones del Tercer Mundo. El despecho es, por con- siguiente, multidireccional: es la moder- nidad, capitalista y comunista, la que es- matando al hombre. Afirma, al res- pecto, el argentino Héctor Schmucler: "la razón tecnológica se difunde en el mundo como valor universal. Su acepta- ción indiscriminada encubre el verdade- ro proceso de homogeneizacíón de es- tructuras a nivel del planeta (sic). Nue- vas formas de dependencia cultural pro- gresan bajo la apariencia del desarrollo y avance de la inteligencia. Es sintomá- tico que en los países no capitalistas de Europa oriental se asuman las tecnolo- gías acríticamente" (1). Los nuevos cuestionamientos beben de diversas fuentes, pero se percibe en ellos sobre todo un fuerte aire de preo- cupación ecológica y existencial, la mis- ma que se respira en ámbitos europeo- occidentales y norteamericanos angus- tiados por la deteriorada calidad de la 52 controversia'

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Los nuevos cuestionamientos beben de diversas fuentes, pero se percibe en ellos sobre todo un fuerte aire de preo- cupación ecológica y existencial, la mis- ma que se respira en ámbitos europeo- occidentales y norteamericanos angus- tiados por la deteriorada calidad de la INTRODUCCIÓN 52 controversia' José Ricardo Eliaschev - 1, INTRODUCCIÓN Uno piensa que el cambio más sig- "controversia 53 -William H. Melody

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controversia

José Ricardo Eliaschev -

IACOMentre el ai

y las nuevíEl tema central de este número de CHASQUI

es "Democracia y Comunicación". En esta secciónde Controversia, el periodista argentino José Ricar-do Eliaschev, de larga trayectoria en diversas publi-caciones latinoamericanas, parte de la posición queel fenómeno de la innovación tecnológica es abru-madoramente positivo, democratiza de hecho losprocesos sociales del conocimiento y que sus su-puestos técnicos y culturales básicos deben seraprehendidos con la mayor prisa por las nacionesatrasadas. Considera que para ello, es necesariotrabajar con las transnacionales, y no contra ellas.

Por su parte, William //. Melody, profesor de

INTRODUCCIÓN

WSf 1 primer recelo ya ha caducado, es••• anacrónico. Se produce ahora la

segunda sospecha. El recelo inicial hacialos significados y consecuencia de la re-volución tecnológica comunicaeíonal de-rivada de un cúmulo de limitaciones ytorpezas que ya han sido superadas.Desde una idea restringida del progresose alegaba que todo lo revolucionario ydemocratizante que suponían las diver-sas innovaciones tecnológicas produci-das dentro de los diversos sistemas decomunicaciones de masas no era sinouna suerte de perversa vuelta del desti-no, truculenta maniobra de las corpora-ciones transnacionales repleta de conte-nidos negativos. Se ocultaba siempre yde manera sistemática el objetivo papelde universalización del conocimiento yde la información cumplido por innova-ciones tecnológicas que al ampliar el es-pectro de alcance de las emisiones tradi-cionales no han hecho otra cosa que de-mocratizar la mecánica previa, caracte-rizada no sólo por escasos emisores, sinoademás por escasos receptores. Pero lanegación masiva e indiscriminada del"progreso" tecnológico (en un entreco-millado que pretende hacerse eco delsesgo peyorativo con el cual se contem-pla la innovación en el punto de vistaaludido) ya no es siquiera concebible.Se admite, entonces, a regañadientes el

impacto modernizador de las nuevastecnologías, pero se evita celosamentepuntualizar la influencia explosiva quelas mismas tienen en materia de una ma-yor pluraMzacáón de voces, una muy su-perior posibilidad de establecer vías decomunicación y un espectacular creci-miento de los espacios sociales que aho-ra pueden acceder a la información. Seevita explicitar, en una palabra, el im-pacto democratizante que logran lasnuevas tecnologías comunicacionales.En una primera fase, cierto marxismoprimitivo veía en aquella innovación tec-nológica el intento de oscuras fuerzastransnacionales por apoderarse del mun-do. En una segunda fase, la misma pers-pectiva de izquierda ya no confronta tansistemáticamente el proceso innovadory democratizante y se une a ciertosplanteos tecnocráticos en la común ad-misión de su necesidad. Pero en estasegunda fase es posible encontrar un fe-nómeno nuevo, "moderno" en ciertosentido, y cuyas raíces son en cierto mo-do premarxistas. De regreso a los exce-sos maximalistas del pasado reciente, nopocos estudiosos de la comunicación demasas que supieron creer que -realmen-te- el Pato Donald era portaestandartede una diabólica conjura imperialistacontra las frescas e impolutas nacionesdel Tercer Mundo se estacionan ahoraen posturas aparentemente diferencia-das. El recelo, abierto o subrepticio, ha-

cia el nuevo mundo que abre la innova-ción tecnológica no asume en este senti-do una connotación ideológica. Losconvencidos de los males de la conspira-ción transnacional que hace 15 añosexorcizaban los demonios del Supermáncapitalista—imperialista, ahora mirancon desilusión las destilaciones de ex-periencias supuestamente alternativas,como aquellas que se han dado en paísesdel socialismo real o en las naciones delTercer Mundo. El despecho es, por con-siguiente, multidireccional: es la moder-nidad, capitalista y comunista, la que es-tá matando al hombre. Afirma, al res-pecto, el argentino Héctor Schmucler:"la razón tecnológica se difunde en elmundo como valor universal. Su acepta-ción indiscriminada encubre el verdade-ro proceso de homogeneizacíón de es-tructuras a nivel del planeta (sic). Nue-vas formas de dependencia cultural pro-gresan bajo la apariencia del desarrolloy avance de la inteligencia. Es sintomá-tico que en los países no capitalistas deEuropa oriental se asuman las tecnolo-gías acríticamente" (1).

Los nuevos cuestionamientos bebende diversas fuentes, pero se percibe enellos sobre todo un fuerte aire de preo-cupación ecológica y existencial, la mis-ma que se respira en ámbitos europeo-occidentales y norteamericanos angus-tiados por la deteriorada calidad de la

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fICACION:•ritarismoecnologiasComunicación de la Universidad Simón Fraser, Ca-nadá, en un tono mucho menos polémico y dejan-do a un lado importantes consideraciones, que ha-brían sido de gran interés para los lectores deCHASQUI, plantea que los cambios de los últimosaños se han producido básicamente en las caracte-rísticas comerciales de la información, por lo quees necesario buscar nuevos tipos de información,no explorados en el pasado por no ser lucrativos.

En ambos ensayos el aspecto de la democrati-zación de la Comunicación juega un papel impor-tante, aunque los dos expertos abordan el temadesde diferentes puntos de vista.

-William H. Melody

1, INTRODUCCIÓN

El funcionamiento de la sociedaddepende de la información, y de su efi-ciente y efectiva comunicación entre susmiembros. En el sentido más amplio,Jas instituciones económicas, políticas,culturales y sociales en cualquier socie-dad están definidas en términos de lascaracterísticas de la información quecomparten. En el sentido económicomás estricto, se ha reconocido general-mente que el recurso primordial que de-termina la eficiencia económica de cual-quier economía, industria, proceso pro-ductivo o familia, es la información ysu efectiva comunicación. Las caracte-rísticas de la información definen el es-tado del conocimiento.

En la actualidad, industrias enterasy amplios sectores de economías tecno-lógicamente avanzadas están dedicadas ala información —su búsqueda, su crea-ción, elaboración, almacenamiento, cla-sificación, síntesis, selección, montaje,interpretación, acopio, compra, venta ytransmisión de la misma. Algunos auto-res creen que la sociedad está avanzandomás allá de un capitalismo industrial ha-cía una sociedad basada en la informa-ción (1). De hecho, una investigacióndetallada mostraría ciertamente que lassociedades siempre han estado basadasen la información. Las tradiciones ora-

les de las tribus más primitivas eran ricasen información. Los cambios de los úl-timos años se han producido básicamen-te en las características comerciales de lainformación.

En primer lugar, la tecnología paragenerar, procesar, y transmitir informa-ción a costos unitarios drásticamente re-ducidos ha producido saltos cuantitati-vos en la capacidad para suministrar in-formación. En segundo lugar, se ha des-cubierto que muchos tipos de informa-ción proporcionados a través de sistemascomerciales formales, tienen un alto va-lor comercial de intercambio. Actual-mente resulta productivo buscar muchosnuevos tipos de información, no explo-rados en el pasado por no ser lucrativos.Información que antes estaba fuera delmercado y que no era considerada comoactividad económica, ha sido introduci-da en el mercado. Por ejemplo, en Nor-teamérica, los usuarios del teléfono de-ben pagar ahora una tarifa directa porlos servicios informativos del operador ycada vez más por los servicios de las bi-bliotecas públicas. En tercer lugar, elconcepto de información se ha extendi-do hasta convertirse en algo que virtual-mente abarca todo, incluso lo que solíallamarse servicios burocráticos y admi-nistrativos.

Uno piensa que el cambio más sig-

nificativo entre la sociedad tecnológica-mente avanzada de hoy y la tradiciónoral de la ciudad —estado griego— aúnpracticada por algunas culturas nativasen la actualidad —no radica en el rol dela información en la sociedad, sino enla forma en que han sido institucionali-zados los procesos de información. Laforma dominante de creación e inter-cambio de la información ha pasado deldiscurso oral, que fluía más allá de lasbarreras de los arreglos comerciales for-males, a la instítucionalización de la in-formación generadora de organizacio-nes, a la mercantilización de la informa-ción y a su venta a través de los merca-dos.

2. TECNOLOGÍA DE TELECOMUNI-CACIONES Y SERVICIOS DE INFOR-MACIÓN

El rápido surgimiento de los merca-dos de información se hace posible me-diante la interacción de adelantos en lastecnologías de las telecomunicaciones ycomputación. Los avances en la indus-tria de la computación han hecho retro-ceder el límite intensivo del mercado alreducir los costos para la producción demás y más tipos de datos. Los avancesen telecomunicaciones han rebasado ellímite geográfico extensivo hasta abar-car mercados globales. Sin embargo, esimportante distinguir las implicaciones

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Eliaschev

vida de Occidente. Ya no entusiasma,en esta perspectiva, el sendero luminosocubierto de avances materiales que pare-ciera prometer el encadenamiento de in-novaciones tecnológicas. Preocupa, encambio, la soberanía cultural, los intere-ses regionales, todos aquellos aspectossusceptibles de ser vulnerados por la pe-netración transnacional.

Ejes centrales que aparecen en estoscuestionamientos son el carácter centra-lizador y concentracionario de los fenó-menos de innovación tecnológica. Re-sulta asombrosa la verificación de la pi-rueta dialéctica a la que ha sido necesa-rio recurrir para describir como exclusi-vamente "concentracionario" el fenó-meno desarrollado por los medios de co-municación masiva de Occidente. Lassociedades occidentales más avanzadas,y tras de ellas las más atrasadas, se hanbeneficiado enormente de una innova-ción tecnológica que —invariablemente—tiende a abaratar costos y, por consi-guiente, a unlversalizar el acceso de sec-tores sociales cada vez más amplios a lainformación, el entretenimiento y laeducación. Este fenómeno de democra-tización objetiva alcanzada por los me-dios de comunicación no significa la de-

saparición de los grandes núcleos indus-trial—comerciales que fabrican en seriematerial para ser consumido por los me-dios, pero la propia realidad demuestraque sí algo ha sucedido en esas nacionesa la cuales la innovación benefició pri-mero ha sido, pqr el contrario, un au-mento de oportunidades y posibilidades,no una disminución. Y esto tiene un so-lo nombre: democratización. Además,agrega Schmucler, "desde la realidad la-tinoamericana, la explosión tecnológicasólo ofrece la perspectiva de una mayordependencia y dominación", una afir-mación que por lo tajante y excluyen teno puede sino ser sospechosa. ¿Es po-sible desconocer tan radicalmente lasnumerosas alternativas de interacción ycreatividad propia que abre la innova-ción tecnológica en el campo de las co-municaciones masivas? De acuerdo aesta apocalíptica visión, pareciera quesí. Una opinión clásica, en este sentido,es la que emite la mexicana Fátima Fer-nández Christlieb: "Los mercados delTercer Mundo se ven invadidos por laversión popular de la telemática, por es-pejitos y joyería de fantasía que, estavez funcionan como bancos de datos ycomputadoras portátiles de innegableutilidad, pero que ocultan su cara béli-

ca, que no se presentan como productosde las mismas firmas que producen saté-lites militares o espías agrícolas. La te-lemática se perfila como industria estra-tégica del capitalismo de los ochenta enmedio de aplausos y bienvenidas a la'modernización y el progreso' " (2).

Espejitos y joyería de fantasía

un cuando, al pasar, se habla de la"innegable utilidad" de las com-

putadoras portátiles, el conceptoarrojado al histórico vaciadero de lasgrandes estafas universales. La "utili-dad" en ningún caso es explicitada: ha-brá de permanecer como significado me-nor, y subordinado, a la idea hegemóni-ca, aquella que Fernández Christlieb in-dividualiza como "la astuta lógica delcapital financiero montado en tecnolo-gías cada vez más sofisticadas" (3).

La cruzada contra la innovacióntecnológica en el ámbito de las comuni-caciones suele valerse de conceptos li-geramente paranoides que encuentransu raíz o denominador común en la ideamatriz de una conspiración.

Este concepto conspirativo es báá-

Melody

económicas de las nuevas tecnologías enlos medios que forman la infra-estructu-ra en la cual la información se genera,procesa y viaja, y los servicios de infor-mación en sí, es decir, el contenido pro-porcionado a través de los medios.

En sentido económico estricto, lossistemas de medios de las computadoras,los satélites, cables, terminales, etc., noson diferentes, en cuanto proceso deproducción, a ningún otro proceso deproducción o manufactura. El equipoes elaborado y vendido en el mercado aligual que cualquier otra maquinaria.Los beneficios económicos directos sonlos tradicionales: ganancias, empleo, ac-ciones comerciales y oportunidades parael crecimiento futuro. Lo que hace im-portantes a los sistemas de medios, esque los servicios de información debenser proporcionados a través de ellos.Por lo tanto, la eficiencia del sistema esun factor significativo que influye en laeficiencia de los servicios de informa-ción producidos por ellos. Una accióncon un sistema eficiente de medios pue-de tener ventajas mayores que haránavanzar prácticamente todos los servi-cios de información.

Las implicaciones directas de la

nueva información para la sociedad esta-rán determinadas básicamente por losservicios de información proporcionadosa través de los sistemas de medios. Sonestos servicios los que proporcionan ti-pos de mf oimación que hasta ahora noestaban a nuestro alcance. Pero el dise-ño y la estructura de los sistemas de te-lecomunicaciones establecidos determi-narán los tipos específicos de informa-ción, quién puede enviarlos y quién pue-de recibirlos.

3. LA INFORMACIÓN COMO RECUR-SO

La información es considerada a ve-ces como algo equivalente a un recursonatural, en otras palabras, un filón dehechos imparciales y objetivos que de-ben ser seleccionados mediante una bús-queda diligente. Por ejemplo, esta vi-sión sustenta conceptos como el de "li-bertad de prensa" en las democraciasOccidentales. Aunque hasta la prensaindependiente tiene prejuicios que in-fluencian la orientación de sus investiga-ciones, la información recabada y cómoésta es interpretada, existe una clasifica-ción de la información que puede seranalizada provechosamente como si

tuviese las características de un recur-so primario.

El acervo de conocimientos en unasociedad, las habilidades y educación delas masas, la información real detalladaen lo que respecta a los aspectos econó-mico, social, político, cultural y religio-so de la sociedad, representan un recur-so primario. El valor de este cúmulo de I

"Actualmente resulta productivobuscar muchos nuevos tipos

de información,K no explorados en

el pasado porno ser lucrativos"

conocimientos para la sociedad dependede cuan penetrante sea su expansión enesa sociedad, y de las instituciones en-cargadas de mantener, abastecer y ex-pandir el conjunto de conocimientos, esdecir, su sistema de educación y entre-namiento y la investigación que generanuevos conocimientos. Los beneficioseconómicos se manifiestan en una me-jor productividad, participación y toma

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camente insensato y, mirado desde elprisma de lo que suele llamarse "laciencia del materialismo histórico", an-ti—científico. Es la propia dinámicadel crecimiento de la producción lo quedetermina que las corporaciones trans-nacionales modifiquen permanentemen-te la estructura del mercado, ensanchán-dolo sin cesar. A la IBM ya no le intere-

"El recelo, abierto o subrepticio,hacia el nuevo mundo

que abre la innovación tecnológicano asume en este sentido

una connotación ideológica"

sa seguir fabricando computadoras de15.000 dólares, cuando empresas comoApple o Commodore ponen en ventamodelos de 100 dólares. ¿Qué sucede?Que, al margen de la retórica inflamadade ideólogos y ecologistas, la sociedadreciba una cantidad cada vez mayor ymejor de medios técnicos para conocer,divertirse y educarse. Se prefiere, encambio, atribuir siempre perversos desig-

nios a las transnacionales.

Así, el capital financiero se muevecon una lógica "astuta", adjetivo suges-tivo y ambiguo, que podría describir demodo elogioso un modus operandi, peroque a la vez connota contenidos clara-mente peyorativos. Pero, en último aná-lisis, tanto en la drástica negación deSchmucler, como en la peyorativa carac-terización de Fernández Christlieb, esevidente la intención de vaciar de conte-nido y significación a los productos dela innovación tecnológica. En este senti-do, la "astucia" del capital financiero ra-dicaría en su diabólica capacidad de sus-citar el consumo masivo de "espejitos yjoyería de fantasía". En definitiva, pesea la admisión de la "innegable utilidad"de lo descrito, estamos en presencia deuna estafa. Así como, según cuenta laleyenda, a principios de los años Sesentauna empresa checoslovaca le vendió ba-rredoras de nieve a Cuba, las transnacio-nales venden espejitos y joyería de fan-tasía a las vandalizadas naciones del Ter-cer Mundo.

Pero un análisis menos apresurado ymás preciso proporciona una imagen di-ferente.

Los Frutos de la Estafa

satélite de comunicaciones hapermitido, en primer lugar, favo-

recer importantes cambios en la percep-ción de los acontecimientos. El acerca-miento determinado por una criaturaelectrónica que destruye fronteras y li-mitaciones geo—temporales ha suscita-do, asimismo, una simultaneidad en lageneración y recepción de los hechosque torna virtualmente imposible el ma-nejo clandestino o subrepticio de lafuerza militar. La masiva generalizaciónde la información que resulta del uso delsatélite no es, en si misma, sinónimo demayor profundidad o superior concien-cia, pero en todo caso aporta la posibili-dad fáctíca de saber lo que sucede en to-do el planeta de manera virtualmente si-multánea.

Si en las sociedades modernas elpoder político puede ser —tal como seha demostrado— efectivamente cuestio-nado gracias al papel dinamizador y ob-jetivamente subversivo de la informa-ción, no es errróneo concluir que el im-pacto de las nuevas tecnologías se hacesentir sobre todo en situaciones de to-talitarismo o censura periodística, cuan-

de decisiones en todos los renglones dela economía.

En la nueva era de la información,gran parte de aquéllo que ha pasado aser importante es la información espe-cializada que se busca para proporcionarconocimiento "confidencial" sobre laconducta de los compradores de los pro-ductos de una compañía, los proveedo-res de otros recursos de una empresa, loscompetidores, reguladores gubernamen-tales, etc. Esencialmente, en los merca-dos económicos imperfectos esta infor-mación confidencial para consumo pri-vado fortalece la posición comercial yde negociación de las compañías o de lasagencias gubernamentales que tienen ac-ceso a ella.

Casi a diario surgen más servicios deinformación especializada para el consu-mo privado de una clientela restringida.Estos servicios van desde investigacionesdé los detalles de mercados internacio-

nales para un grupo de compañías multi-nacionales, hasta evaluaciones confiden-ciales del poder de negociación de undeterminado cliente, competidor, sindi-cato de trabajo, partido político o go-

bierno para una negociación específica.

4. LA INFORMACIÓN COMO PRO-DUCTO DE CONSUMO

Las características de la informa-ción como producto final de consumovarían según el tipo de información de-seado, los usuarios y los fines con que seva a utilizar. Quizás la mayor expansiónpotencial del mercado de la informaciónen desarrollo es el de los datos especiali-zados. Estos pueden facüitar la toma dedecisiones —como la selección al com-prar—, permitir un mayor rendimientoen la realización de ciertas actividades-como la banca-, y proporcionar nuevasformas de entretenimiento, corno losjuegos de video. La combinación debancos de datos especializados, progra-mas de computadora y sistemas de tele-comunicación avanzados permiten ac-ceso individual a información especiali-zada para consumo privado a través delmercado. El incentivo económico parala promoción y expansión de tales siste-mas es inmenso, dada la drástica reduc-ción de costos al añadir suscriptores asistemas ya establecidos.

Las nuevas tecnologías hacen tam-

bién posible -y a la vez económica- lacreación de bancos de datos especiali-zados en información personal detalladasobre individuos para usuarios selectos,tales como las agencias que proporcio-nan datos para la concesión de créditos,o las agencias gubernamentales. En mu-chas instancias el valor comercial de es-ta información es mayor si el acceso a lamisma es "restringido. Esto ha hechosurgir la inquietud de que las nuevas

"Los avances entelecomunicaciones

han rebasado el límite geográficoextensivo hasta

abarcar mercados globales"

condiciones del mercado para la infor-mación lo hagan rentable y eficiente pa-ra invasiones de la privacidad personal.

5. ALGUNAS IMPLICACIONES PARAEL DESARROLLO DEL MERCADO

Los mercados de información pue-den ser clasificados en dos categorías ge-nerales: (a) aquellos en los que se alcan-za máximo valor comercial mediante la

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do regímenes antidemocráticos se venincapaces de hacer frente al papel movi-lizador de los medios de comunicación.El régimen de Anastasio Somoza de Ni-caragua hubiera sido barrido de todasmaneras por las luchas populares enca-bezadas por los sandinistas, pero el fríoasesinato del camarógrafo norteameri-cano Bill Stewart en 1979, filmado ytransmitido vía satélite a todo el mundominutos después de producido signifi-có un golpe letal para la dictadura. Enéstas, como en un número enorme deinstancias, la información potenciadapor las nuevas tecnologías jugó un papelrevolucionario y democratizante, míre-se por donde se lo mire.

Un muy pequeño (pero significati-vo ejemplo) ilustra este punto. En unode sus últimos accesos de pasión, el pre-sidente Ronald Reagan ordenó que elportaaviones Nimitz, una ciudad mili-tar que flota en el Mediterráneo movi-da por energía nuclear, se acercase todolo posible a las costas de Libia. La ca-dena de televisión ABC, alertada por lainformación surgida de transmisionesvía satélite anunció que daría a cono-cer la información. La Casa Blanca in-tervino por conducto del propio Rea-

gan, quien pidió a la ABC que no divul-gara esa información, por considerarlaperjudicial a los intereses de los EstadosUnidos. La ABC hizo caso omiso y lainformación salió al aire. Un episodiomenor, apenas comentado en el paísdonde ocurrió, pero revelador del tipode posibilidades que abre un tipo espe-cífico de innovación. Escuchemos aSchmucler: "El actual dominio tecnoló-gico de las comunicaciones permite a lastransnacionales controladas por los Esta-dos Unidos acentuar su hegemonía en elmundo, en el momento en que ese paísefectúa una retirada geográfica de mu-chos lugares y una.relativa toma de dis-tancia política en la escena internacio-nal" (4).

Con la firme presencia competitivaen el mercado de la corporación europeaArianespace, él lanzamiento de satélitesde comunicaciones ha dejado de ser unnegocio controlado por las dos superpo-tencias y esto queda palmariamente de-mostrado por el hecho de que Brasil ylas naciones árabes contrataron los servi-cios de esta empresa para poner en órbi-ta' sus propios artefactos geoestaciona-rios. ¿Se consolida el famoso "esquemade dominación" cuando, por ejemplo,

los brasileños o los iraquíes pueden dis-poner de medios electrónicos propios decomunicación vía satélite, no controla-dos ni por Washington ni por Moscú?La disponibilidad, masiva, automática,de la información, permitida por el saté-lite de comunicaciones, ¿impone necesa-riamente un modelo de desarrollo cadavez más centralizado?

"A la IB Al ya no le interesaseguir fabricando

computadoras de 15.000 dólares,cuando empresas como Apple

o Commodore ponen en ventamodelos de 100 dólares"

La realidad pareciera ser muy dife-rente, ya que precisamente es la disemi-nación permitida por el satélite la herra-mienta de un conocimiento mayor ymejor, pero también lo que favorece unadescentralización efectiva y, sobre todo,una posibilidad muchísimo mayor deponer en jaque a las aventuras totalita-rias o las agresiones imperialistas. EuNicaragua o en Afganistán, en Mozam-

máxima dispersión de la información;y (b) aquellos en los que el máximo va-lor comercial es alcanzado mediante larestricción de la información a usuariosespecializados, quienes valoran su esca-sez y tratan de establecer un monopoliode información específica. La primeraestá representada básicamente por la in-formación que se proporciona al públicopara el consumo masivo y su mejor ilus-tración es el entretenimiento de la tele-visión. La segunda está representadapor la generación de información espe-cializada, la cual proporciona un valio-so diferencial de conocimientos relacio-nados con intereses opuestos, y está ilus-trada por avalúos confidenciales de lospuntos fuertes y débiles de negociadoresadversarios.

La categoría de máxima dispersiónse-caracteriza por los costos extremada-mente bajos para reproducir la informa-ción. Con precios cada vez más elevadospara la generación de información origi-nal, y los costos reducidos para su repro-ducción partiendo de niveles que yaeran bajos anteriormente, aumentan losincentivos económicos para expandir elmercado de la información existente enbusca de un alcance global. En la prác-tica esto significa por ejemplo, que ha

aumentado el incentivo económico parainundar a más países con viejos progra-mas americanos de televisión. Para lospaíses que no tienen una sólida produc-ción doméstica, ha aumentado conside-rablemente el costo diferencial para pro-ducir material original en vez de com-prar "enlatados" norteamericanos.

La segunda categoría, los mercados

"Una nación con un sistemaeficiente de medios

puede tener ventajas mayoresque harán avanzar

prácticamente todoslos servicios de información "

que se basan en la creación de un mono-polio de cierta información, está menosinfluenciada por los bajos costos para lareproducción, aunque adquisidores conintereses similares pueden economizar alcompartir ciertas compras de informa-ción. La producción de información seconvierte más bien en un punto focalpara intereses rivales que tratan de obte-ner una ventaja competitiva, imponien-

do un costo a todos los intereses compe-titivos y adversarios, si esperan mante-ner sus posiciones relativas en el merca-do. Se brinda una oportunidad paracomprar una ventaja en términos de in-formación. Se crea un impedimento deentrada para aquéllos que no puedencompetir en el juego de la información.

6. TEMAS DE POLÍTICA INSTITUCIONAL

Una mayor extensión del mercadopara abarcar información hará surgir alargo plazo importantes problemas depolítica institucional. Podemos esperarque mucha de la información que antesera de acceso público, abierta al cuestio-namiento o adquirible a costo nominal,sea absorbida por el sistema de mercadode la información. La nueva informa-ción puede ser mejor que la vieja, peroesta última ya no estará disponible fueradel sistema de mercado. Esto, por su-puesto, hace surgir cuestiones relevantesa largo plazo sobre la importancia de loscostos de información para los pobres,quienes quizás no tengan acceso a la in-formación necesaria para colocar sus li-mitados ingresos de una forma más efi-ciente.

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bique o en Polonia, todo sería más sen-cillo para las superpotencias sí el mundocareciera de los recursos tecnológicosque, como el satélite de comunicacio-nes, ponen en manos del hombre más in-formación que nunca.

En otro nivel, la televisión por cableha permitido en los Estados Unidos laaparición de cadenas que transmiten decosta a costa sin publicidad, lo cual escomercialmente viable gracias al pago deuna suscripción individual por el servi-cio. El cable, por cierto, es un desmen-tido terminante a todas la apocalípticase intelecíualizadas visiones sobre unatecnología supuestamente "centraliza-dora". Al contrario, la tecnología de laTV por cable permite más y mejor quenunca la especialización, la diversifica-ción, tanto regional como temática, ybrinda la oportunidad real de emitirprogramaciones que puedan ser confec-cionadas en función de intereses diver-sos. A diferencia de la "lluvia" de men-sajes que produce una emisión igual paratodo el mundo, a la misma hora y en elmismo lugar, la TV por cable permite lapluralidad efectivamente. Permite tam-bién, hay que decirlo, más placer, deri-vado esto de las superiores posibilidades

brindadas por un medio de calidad téc-nica mayor y alternativas temáticas infi-nitamente más ricas.

En los Estados Unidos, la disemina-ción de los sistemas de TV por cable hasignificado una alternativa evidente aloligopolio relativo que ejercían las trescadenas, las que de todos modos teníanante si la opción de las estaciones inde-pendientes y el sistema de televisión pú-blica, ambos por métodos convenciona-les de transmisión. La explosión co-mercial del cable y la TV pagada implicaun aspecto más del fenómeno de demo-cratización ya citado en este trabajo. Ysi la palabra democratización pudieraparecer excesiva a algunos, en todo casopuede asegurarse que el surgimiento yconsolidación de la TV por cable no per-tenece al ámbito de la "concentración"que —supuestamente— engendrarían lasnuevas tecnologías. Lo que sucede esexactamente al revés. La idea de la"concentración" es una mera, y raquíti-ca, racionalización de nostálgicos y tota-litarios.

En el espacio de lo familiar, dentrodel contexto del hogar, el videocassettey el videodisco son instancias tecnológi-

cas importantes y perfectamente válidas.Por de pronto, estas máquinas anulan latiranía centralizadora de las programa-ciones de los canales, devolviendo alusuario la capacidad de determinar quédía y a qué hora hora verá determinadoprograma. Emerge, así, una opción con-creta al fantasma uniformizante delGran Emisor sometiendo a la muche-dumbre silenciosa estupidizada ante la"caja idiota". Este es un proceso com-plejo, de potencialidades muy superioresa las hasta ahora apenas entrevistas.Puede pensarse, por ejemplo, en la recu-peración de la capacidad crítica genera-da por una nueva actitud del televidenteante la programación, actitud más autó-noma, más libre, menos sometida.

También debe mencionarse el signi-ficado cultural de una tecnología queasegura la conservación del mensaje y,por consiguiente, permite todas las ree-valuaciones deseadas. Esto aniquila elimpacto por enceguecimiento y favorecenuevas visiones, camino que sólo puedesignificar una agudización de la capaci-dad crítica. Una vez más, también haymás placer, derivado de las posibilidadesaquí descritas. En el caso específico

Incluso en los Estados Unidos seempiezan a sentir los efectos. Duranteuna generación, el servicio telefónico hasido prácticamente universal en la partecontinental del país. Pero ahora lascompañías telefónicas están en procesode convertir el sistema telefónico públi-co en un sistema masivo de telecomuni-caciones para procesar información. Es-to aumentará en forma significativa elprecio a pagar por el acceso al sistemapara utilizar cualquier servicio inclusiveel servicio telefónico básico. Es de espe-rar que grandes sectores de los grupos debajos ingresos se vean forzados a desco-nectarse del sistema, perdiendo así tan-to los servicios nuevos como los viejos.Si ésta es la tendencia en Estados Uni-dos, el número de personas excluidasdel sistema se verá multiplicado variasveces en países menos prósperos. Seacentuará más la división de clases en lasociedad. Las élites y los acaudaladosde todos los países se verán llevados ha-cia una comunidad internacional de in-tereses, alejados del desarrollo internoparticipativo.

Las características de los mercadosde información crean problemas especia-les asociados a la transferencia tecnoló-

gica a los países en vías de desarrollo detecnologías de computación y telecomu-nicaciones. Los incentivos del mercadoconsisten en vender nuevas tecnologíasde medios a los países en desarrollo paraestablecer la infraestructura de comuni-cación de servicios informativos a niveldoméstico e internacional. Esto aumen-tará la dependencia tecnológica (2).

Dada la base de información esta-

"Quizás la mayor expansiónpotencial del mercado

de la información en desarrolloes el de los datos especializados"

blecida en los países tecnológicamenteavanzados y su liderazgo en la creaciónde nuevos servicios de información, losflujos de la misma son pronosticables.La información final para el consumi-dor, como los programas de televisión,dominará el flujo que va de los paísesdesarrollados hacia los que están en de-sarrollo. Los mercados de informaciónespecializada, generadores de valor co-mo resultado del monopolio de la infor-

mación, generaran un flujo dominantede información sobre los países en desa-rrollo, que irá hacia los países industria-lizados y las compañías multinacionales.De hecho, estas tendencias ya han sidodocumentadas (3). Estas condicionesen el mercado de información facilita-rán la penetración en los mercados delos países en desarrollo de la amplia ga-ma de bienes económicos y servicios porparte de aquellas organizaciones que tie-nen acceso a la información especializa-da. Por supuesto, esto colocará a lascompañías y agencias de estos países enuna desventaja competitiva cada vez ma-yor, debido a un deficiencia de informa-ción sobre las condiciones en sus pro-pios países.

De allí que las características eco-nómicas de los mercados de informacióntienden a aumentar, y no a disminuir, ladependencia de los países en desarrollocon respecto a los países desarrollados.En su detallado análisis sobre el desarro-llo económico canadiense, Harold Innisexplicaba que el desarrollo regional amenudo sólo sirve a los intereses de losgrandes centros de poder, porque explo-ta los recursos naturales o básicos de laregión. Esto crea desequilibrio y un de-

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Page 7: La comunicación entre el autoritarismo y las nuevas tecnologías

del videodisco (tecnología exclusiva-mente consagrada a la reproducción deprogramas, el usuario no puede grabar),estamos ante una herramienta de divul-gación cultural y entrenamiento profe-sional de posibilidades audiovisualesenormes.

En el campo de los materiales y lasherramientas, la fibra óptica significamayor calidad, más conservación, mayo-res posibilidades y mejores resultados enlas transmisiones. Del mismo modo,cuando la televisión de alta definición(High Definition TV) alcance difusióncomercial, se dispondrá de una tecnolo-gía de mayor calidad para permitir unarecepción equivalente al tipo de imagendel cine de 35 mm.

El teletexto y el vidsotexto sonconductos a través de los cuales no sóloel usuario dispone de mayor informa-ción y un cuadro más completo, y máspráctico, de la realidad. Las posibilida-des interactivas, además,abren posibili-dades enormes, que muy poco tienenque ver con el fantasma centralizante yconcentracionario, esa suerte de Fahren-heit 451 con el que se ensueñan los crí-ticos de la tecnología.

La aparición de centenares de esta-ciones de TV de baja potencia en losEstados Unidos permitirá a corto plazola emergencia de alternativas al menúproporcionado hoy día por las grandescadenas comerciales, la televisión públi-ca, las estaciones 'independientes y loscanales y cadenas de TV por cable, ra-tificando que, en lugar de reducir, la

"A diferencia de la 'lluvia'de mensajes que produce

una emisión igual paratodo el mundo,

a la misma hora y enel mismo lugar,

la TV por cable permitela pluralidad efectivamente'

innovación tecnológica ensancha las po-sibilidades, amplía las opciones, generamás recursos. En una palabra, democra-tiza.

La computadora personal sistemati-za de modo racional información y per-mite un manejo del tiempo más eficien-te. Como reductora y simplificadora, la

computadora personal abre espacios, enlugar de cerrarlos y, al igual que el robotindustrial, permite plantearse a los sereshumanos una nueva dimensión de sutiempo libre. Utilizada en las escuelas,abre nuevos horizontes, desarrolla inteli-gencias, permite una visión más comple-ta, abre instancias antes inexistentes.

Los Argumentos cuestionantes

E n el ámbito de las comunicacionesy la microelectrónica se escuchan

habiíualmente un conjunto de cuestio-namientos y formulaciones críticas quetienden a invalidar o condicionar severa-mente la incorporación de las innovacio-nes tecnológicas. Lo que sigue es unsucinto muestreo de los alegatos máscomunes, seguidos de una breve discu-sión:

a) se suscita en los seres humanosnecesidades artificiales. ¿Para qué quie-ren videograbadoras de cassette los cam-pesinos hambrientos del Nordeste brasi-leño? La idea es conocida y es vieja. Elcine, la radio y la televisión también ge-neraban necesidades artificiales, al igualque todo otro medio de información,educación y entretenimiento derivado

sarrollo distorsionado en la región, ade-más de dependencia de los centros depoder (4). En este sentido, el mercadotiende a tratar la información especiali-zada sobre diferentes países como si fue-ra un recurso natural.

NOTAS1.- Bell, Caniel, The Comine of Post Indus-trial Society: A Venture in Social Forecasting.New York: Basic Books, 1973; Porat, M.,"Global Implications of Information Socie-ty", Journal of Communication, 28 (1), 1978.

2.- Melody, W.H. "Communication Technol-ogy: Planing or Promotion?", en D.J. Wedem-yer, ed. Papers and Proceedíngs, Pacific Tele-communications Conference, PTC—82 (Hono-lulú: Pacific Telecommunications Council,1982); y "SateUites: Pyramids an Tinkertoys"In Search (Ottawa: Departament of Commu-nication, 1979).

3.- Pipe, G. Russel, "National Policies, Inter-national Debates," Journal or Communica-tion, Otoño 1979, y "Transnational Informa-tion Flows", Intermedia 7 (6), 1979.

4.- Melody, W.H., Salter, L., y Heyer, P.(Eds.), Culture, Communication and Depen-dency. New Jersey: Ablex Publishing Co.,1980;

WILLIAM H. MELODY US A fCanadá,profesor y ex-presidente del Departa-mento de Comunicación de la Univer-sidad Simón Fraser, Burnaby, Colum-bio Británica, Canadá. Presidente de laSección Tecnología de la Comunica-ción, IAMCR. Editor de: Communica-tions Technology and Social Poliey{1973} y Culture, Communication andDependency (1981). Autor de Chil-

drea's Televisión: The Eeonomics ofExplotation (1973) y aproximadamen-te 50 estudios y artículos relacionadoscon tecnología de la comunicación,medio ambiente y planes de acciónaplicados a países desarrollados y envías de desarrollo.Dirección: Prof. William H. MelodySimón Fraser UniversityBumaby, Biitish Columpia : ;;Canadá

58 controversia"

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de la innovación tecnológica. En reali-dad, si el hombre siguiera morando enel perdido Paraíso no necesitaría de nin-guna criatura electrónica en su vida.

b) se acentúa la alienación caracte-rística de la vida moderna, al proporcio-narle a la gente artefactos que profundi-zan su aislamiento de la sociedad y suinmersión en una existencia individualis-ta. Este argumento juega con elementosreales, pero es básicamente un sofisma.Hace 100 años los seres humanos se co-nectaban muchísimo menos entre sí, sa-bían muchísimo menos de lo que otroshacían, o pensaban, o sentían, vivían -endefinitiva- vidas mucho más alienadasque la que puede vivir hoy día un anóni-mo integrante de cualquier muchedum-bre metropolitana. La alienación y el en-simismamiento no son, en todo caso,productos de la innovación tecnológica,sino consecuencias mucho más comple-jas de raíces también más intrincadas.

c) se agrava la pérdida de contactohumano, al aumentar el papel jugadopor los artefactos electrónicos en la vi-

"En el caso especificodel videodisco, estamos ante

una herramienta de divulgacióncultural y entrenamiento

profesional de posibilidadesaudiovisuales enormes"

da de la gente. Está es una afirmaciónpeligrosa, porque remite -inevitablemen-te- a una comparación. ¿Había "antes"mayor contacto humano? ¿Era el mun-do de hace dos siglos más propicio al co-nocimiento de los otros? La falsedadderiva de la extrapolación. Sin duda,hay millones de seres hoy incapaces deamar y capaces, sí, de pasar ocho horaspor día ante el televisor. Pero, ¿los ha-bitantes de París en el siglo XI eran aca-so unas criaturas angelicales que se la pa-saban el día entero queriéndose los unosa los otros y comunicándose entre si sincesar?

d) la explosión informática abre laspuertas a un descontrol absoluto en lacapacidad del Estado (totalitario o libe-ral) para saber todo lo que quiere sobrela vida de la gente, liquidándose así todaposibilidad de privacidad y libertad per-sonal. Una vez más la ambigüedad y, talvez, el sofisma. Sin duda: la computa-dora, manejada por los servicios de segu-ridad, la policía y las Fuerzas Armadas,es una herramienta formidable para re-ducir ios espacios humanos de libertad.

Pero, una vez más, ¿con relación a quése hace la comparación? En pleno sigloXX, Stalin y Hit ler fueron dictadoresomnímodos de regímenes totalitariostotalmente exentos de control o super-visión. Holocaustos y matanzas masivasfueron consumadas, arbitrariedades ypersecuciones monstruosas fueron lleva-das a cabo. En ninguno de estos casosse requirió de la computadora, máquinaque tampoco usó el campucheano PolFot para efectuar la prolija carnicería de3 millones de sus compatriotas, en nom-bre -eso sí- del hombre nuevo.

Corrió todo adelanto humano, lacomputadora ha sido etiquetada y sata-nizada con los contenidos que se le quie-ren adosar en nombre de interpretacio-nes políticas circunstanciales. La verdades que el totalitarismo, las dictaduras ytodos los regímenes de opresión humanahan sido ocurrencia permanente ennuestro planeta desde que la historia hasido registrada, e incluso antes. La com-putadora es tan aliada del totalitarismocomo lo es el motor de vapor.

e) los costos de las nuevas criaturaselectrónicas son prohibitivos para las in-mensas mayorías sociales y, en conse-cuencia, se trata de innovaciones sóloaccesibles para oligarquías económicas ypolíticas. Esta es una verdad repleta dementiras. ¿Por qué? Porque toda inno-vación tecnológica cuesta mucho dineroen sus comienzos y la propia dinámicacapitalista tiende inevitablemente a re-ducir el precio del producto a medidaque el mercado crece y los propios pro-gresos industriales permiten superiorescondiciones de productividad y costosmenores. Los hechos son conocidos: laexplosión informática ha determinadouna baja espectacular en el precio de lascomputadoras. En los años Ochenta lamicrocomputadora personal será tan ac-cesible por su precio como lo fue el ra-dio de transistor al comenzar la décadade los Sesenta. A fines de siglo, todaslas criaturas electrónicas por ahora con-finadas a las clases medias tendrán difu-sión masiva en virtud del abaratamientoasombroso de sus precios de venta al pú-blico.

La Manía Anti—Tecnológica

I o caben dudas de que el auge delas nuevas tecnologías marca, si-

multáneamente, una profundización dela brecha existente en materia de cono-cimientos y capacidades industriales.Son las corporaciones transnacionales

que han desarrollado estas tecnologíaslas que retienen una supremacía enormeen ese ámbito, un poder ante el cual losEstados nacionales poco o nada puedenhacer. Un ejemplo claro de esta situa-ción se encuentra en el enorme esfuerzorealizado en los últimos años por laUnión Soviética para acceder a la tecno-logía norteamericana, japonesa y euro-pea en ámbitos tan diversos como la mi-croelectrónica, la informática, las comu-nicaciones vía satélite, todo lo relaciona-do con la ciencia moderna de la guerra ylas disciplinas complementarias. En tér-minos de adquisición de tecnología, co-mo puede verse, no se trata de querer si-no de poder, y sí ésto es válido para unasuperpotencia como la URSS, ¿cómono habría de serlo para países de meno-res recursos?

Las transnacionales son una reali-dad, al margen de las opiniones que setenga de ellas. La innovación que ellasgeneran y luego comercializan a escala

"La aparición de centenaresde estaciones de TV

de baja potencia en los EE. U U.permitirá a corto plazo

la emergencia de alternativasal menú proporcionado hoy día

por las grandescadenas comerciales"

planetaria no puede ser confiscada porel momento y representa un cúmulo deevolución humana ante el cual es nece-sario adoptar criterios prácticos y, sobretodo, inmediatos. Aproximarse a lasíransnacionales para trabajar con ellasno necesariamente quiere decir delegarel control de la soberanía nacional.Tampoco presupone abandonar lospropios esfuerzos de asignación de re-cursos, investigación y desarrollo en pla-nes nacionales surgidos de las necesida-des de cada país. Pero la experiencia,espejo sin alma en el cual se reflejannuestros actos, demuestra que una con-frontación masiva con las transnaciona-les significa hoy día en el mejor de loscasos agravar el propio atraso e hipote-car las posibilidades futuras de desarro-llo y crecimiento. Las corporacionestransnacionales, naturalmente, son em-presas de enorme poder económico ycuentan normalmente con el pleno avalpolítico (y a veces militar) de las nacio-nes industriales en donde tienen sus ca-sa.? matrices. No son. por lo tanto, com-

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panías de beneficencia pública y mante-ner negocios con ellas es duro, muchasveces casi imposible. Pero no hay alter-nativas: ei proceso de transferencia detecnología no es mecánico ni inmediatoy mucho tiene que ver con el desenvol-vimiento global de una sociedad dada.En ese transcurso, la realidad estará pla-gada, para los países dependientes, decompromisos y concesiones parciales.En este campo el maximalismo ideoló-gico es particularmente gratificante paralas almas adolescentes, pero no resuelveningún problema.

La manía anti-tecnológica parecehaber cundido en algunos círculos inte-lectuales del Tercer Mundo como eco le-jano de cierto ecologismo brotado en lospaíses centrales de Occidente (el ecolo-gismo no tiene posibilidades políticas dedesarrollarse en la Unión Soviética y lospaíses de su bloque). En esa manía pa-recen agitarse significados contradicto-rios, que van de un pregonado libertaris-rno existencia! a un muy reaccionario ylúgubre reclamo melancólico por ese pa-sado fantaseado como idílico, bucólicoy más simple. Hay, también, articula-ciones aparentemente complejas de unamuy simple y casi obscena negación de

ia realidad. Este es el rostro de la res-puesta geométrica al humanismo bur-gués, con su carga de optimismo y fe enla ciencia y en el progreso. Pero si esehumanismo burgués generó sus propiosextremos totalitarios y tecnocráticos, es-ta contrapartida avanza con entusiasmoen el sendero de un irracíonalismo queno puede ser otra cosa que el esqueletoconceptual de nuevas erupciones autori-tarias.

NOTAS

JOSÉ RICARDO ELIASCHEV, argen-tino, reside en México donde es colum-n/sta de Cuadernos de Comunicación,Fórum, Unomásuno, Vague. Fue pro-fesor en la Escuela de ComunicaciónSocial de la Universidad Centroide Ve-nezuela. Autor del libro "USA, Rea-gan, Los años Ochenta". (Folios Edi-ciones, México 1981 j y coautor de"Sadismo en la Enseñanza" /MonteAvila Editores, Venezuela, 1980¡.Dirección: Avenida San Jerónimo 762.México DF. CP. 10.200. México.