La conspiración en Hamlet

6
LA CONSPIRACIÓN OCULTA Hay que dirigirse a las mujeres con severidad y hablar con ellas lo menos posible… no se puede confiar ni en la más virtuosa” San Agustín El ideal de la mujer en la época renacentista se distinguía por un ícono, dominado por la encarnación de la virgen maría, cuya semblanza sobre todo encarnaba la pureza, la honestidad y la buena voluntad; también ligada a los deberes matrimoniales, éste como uno de los pináculos de las virtudes de la mujer. El hombre, podría acceder a diversas ocupaciones, podría ser militar, príncipe, artesano, humanista, mercader o clérigo, entre otros. La mujer estaba relegada a tener menos opciones que ejercer: madres, hijas, viudas, vírgenes o prostitutas. Todo esto como resultado del trabajo de la iglesia en la edad media, esas semillas plantadas que establecieron cierto desprecio por el género femenino. Un poco más cerca de esta concepción es la que a mi parecer muestra William Shakespeare en su tragedia Hamlet con el personaje de Gertrudis. Una reina que aparentemente tiene poco que ver en la tragedia y se la puede pasar desapercibida fácilmente, pero que Shakespeare a partir de los diálogos y los trasfondos de los mismos, muestra una mujer muy inteligente y que actúa en pro de su beneficio, sin embargo, como todo ser humano es poseedora de una consciencia que la aflige, y que la hace debatirse entre su papel de esposa y madre. Me quiero basar en los diálogos de este personaje para proponer una lectura de Hamlet donde la reina Gertrudis es tan

description

Es una postura personal sobre una posible lectura de Hamlet de William Shakespeare.

Transcript of La conspiración en Hamlet

Page 1: La conspiración en Hamlet

LA CONSPIRACIÓN OCULTA

“Hay que dirigirse a las mujeres con severidad y hablar con ellas lo menos posible… no se puede confiar ni en la más virtuosa”

San Agustín

El ideal de la mujer en la época renacentista se distinguía por un ícono, dominado por la encarnación de la virgen maría, cuya semblanza sobre todo encarnaba la pureza, la honestidad y la buena voluntad; también ligada a los deberes matrimoniales, éste como uno de los pináculos de las virtudes de la mujer. El hombre, podría acceder a diversas ocupaciones, podría ser militar, príncipe, artesano, humanista, mercader o clérigo, entre otros. La mujer estaba relegada a tener menos opciones que ejercer: madres, hijas, viudas, vírgenes o prostitutas. Todo esto como resultado del trabajo de la iglesia en la edad media, esas semillas plantadas que establecieron cierto desprecio por el género femenino.

Un poco más cerca de esta concepción es la que a mi parecer muestra William Shakespeare en su tragedia Hamlet con el personaje de Gertrudis. Una reina que aparentemente tiene poco que ver en la tragedia y se la puede pasar desapercibida fácilmente, pero que Shakespeare a partir de los diálogos y los trasfondos de los mismos, muestra una mujer muy inteligente y que actúa en pro de su beneficio, sin embargo, como todo ser humano es poseedora de una consciencia que la aflige, y que la hace debatirse entre su papel de esposa y madre.

Me quiero basar en los diálogos de este personaje para proponer una lectura de Hamlet donde la reina Gertrudis es tan culpable de la muerte de su esposo, como lo es Claudio su cuñado, pero que Shakespeare lo muestra implícitamente. Por ejemplo:

La indiferencia que muestra Gertrudis con la muerte de su amado y la asimilación de su nuevo presente, es latente a comparación con la aflicción que aún posee Hamlet:

“La Reina: Mi buen Hamlet, no así tu semblante manifieste aflicción. Véase en él que eres amigo de Dinamarca, y no siempre con abatidos párpados busques entre el polvo a tu generoso padre. Tú lo sabes: la misma suerte es común a todos, y el que debe morir, pasando de la Naturaleza a la eternidad.” (ACTO I Escena II, Pág. 81)

Así mismo ya en el inicio de la tragedia se nos brindan elementos para creer que Gertrudis estaba al tanto de todo lo sucedido:

“La Sombra: Sí, ese incestuoso, ese monstruo adúltero, valiéndose de su talento diabólico, valiéndose de traidoras dádivas… supo inclinar a su deshonesto apetito la voluntad de la

Page 2: La conspiración en Hamlet

reina mi esposa, que yo creía llena de virtud. ¡Oh Hamlet, cuán grande fue su caída!...” (ACTO I Escena IV, Pág. 101)

“La Sombra: … pero de cualquier modo que dirijas la acción, no manches con delito el alama y evita ofensas a tu madre. Abandona este cuidado al cielo. Deja que las agudas puntas del remordimiento que tiene fijas en su pecho la hieran y atormenten.” (ACTO I Escena IV, Pág. 102)

Esto explica porque Hamlet en toda la obra no toma represalias contra su madre, pues, “el alma” de su padre, así se lo ha solicitado.

Más adelante también nos podemos percatar del interés que tienen los reyes por saber la causa de la “locura” de Hamlet, pero la reina de manera implícita puede temer que Hamlet sepa de su pacto con Claudio, su tío:

“La Reina: Él ha hablado mucho de vosotros, mis buenos señores, y estoy segura de que no se hallarán otras dos personas a quienes él profese mayor cariño. Si tanta es vuestra bondad que gustéis de pasar con nosotros algún tiempo para contribuir al logro de mi esperanza, vuestra asistencia será remunerada como corresponde al agradecimiento de un rey” (ACTO II Escena II, Pág. 113)

“La Reina: ¡Ah! Dado que tenga otra mayor que la muerte de su padre y nuestro acelerado casamiento” (ACTO II Escena II, Pág. 114)

Y como Gertrudis sigue deseando que el motivo de la “locura” de Hamlet sea el amor por Ofelia y no otra cosa:

“La Reina: Voy a obedeceros, y por mi parte, Ofelia, ¡cuánto desearía que tu rara hermosura fuese el dichoso origen de la demencia de Hamlet! Entonces esperaría que tus amables prendas pudiesen, para vuestra mutua felicidad, restituirle su salud perdida.” (ACTO III Escena I, Pág. 141)

En este diálogo que sostiene Hamlet y su madre luego de matar a Polonio, es una muestra de lo que Hamlet sospecha y en el aposento de la reina le dice lo siguiente:

“Hamlet: Es verdad, madre mía, acción sangrienta, y casi tan horrible como la de matar a un rey y casarse después con su hermano” (ACTO III Escena IV, Pág. 174)

La reina afligida y tocada en su consciencia la responde más adelante:

“La Reina: ¡Oh Hamlet! No digas más… Tus razones me hacen dirigir la vista a mi consciencia, y advierto allí las más negras y groseras manchas, que acaso nunca podrán borrase” (ACTO III Escena IV, Pág. 177)

Page 3: La conspiración en Hamlet

Según esta lectura de la tragedia Hamlet de Shakespeare, el papel de Gertrudis es mucho más relevante de lo que se cree. Aunque no se acepta nada a lo largo de la obra, podemos decir que desde el lenguaje, los diálogos y la profundidad de los mismos, el dramaturgo William Shakespeare deja la puerta abierta para que su obra no caiga en simplismos y categóricos sino, a la múltiple interpretación de los dilemas humanos presentes en su obra y a que tan ávido o agudo es el lector que se enfrenta a ella.

Page 4: La conspiración en Hamlet

POSTULADO DE LECTURA SOBRE LA TRAGEDIA DE WLLIAM SHAKESPEARE “HAMLET”

LA CONSPIRACIÓN OCULTA

WILL FREDY VALENCIA QUINTERO

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE PEREIRA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION

LICENCIATURA EN ESPAÑOL Y LITERATURA

LITERATURA DEL RENACIMIENTO

ARBEY ATEHORTUA

MARZO/2015