La cruz

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La cruz

Juan 8,31.32

“Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: Si ustedes se mantienen fieles a mi

palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará

libres”.

Los discípulos de Jesús, y todos aquellos que quieran comenzar a madurar y a ser cada vez más profundos,

espirituales, hombres y mujeres que quieran amar como Dios ama a su creación, necesitan tener bien

claro, que para seguir al resucitado, tienen que partir del calvario o sea, pasar por el paso de la cruz sin rehuirla, sin despreciarla y esto implica querer ser

mansos y humildes en todo y para todo. A ti que lees ahora mismo ésta hoja, te decimos: no seas iluso/a: al

mundo no se la ayuda sin la cruz. Es decir, sólo al estilo de Jesús podrás ayudar de verdad a la creación,

sólo decidiendo a cada instante ser como Jesús, es que de verdad amarás sin esperar nada a cambio, y entonces sí, le darás a este mundo la esperanza que

tanto necesita.

La cruz no es un vestido o unos zapatos que La cruz no es un vestido o unos zapatos que nos vienen a la medida, no. La cruz jamás va nos vienen a la medida, no. La cruz jamás va a la medida de tus exigencias o de tu “gusto”. a la medida de tus exigencias o de tu “gusto”.

¿Sabes? La cruz, desgarra, magulla, araña, ¿Sabes? La cruz, desgarra, magulla, araña, arranca la piel, aplasta, doblega, porque la arranca la piel, aplasta, doblega, porque la

cruz desinstala del egoísmo a quien de verdad cruz desinstala del egoísmo a quien de verdad quiere ser como Jesús. No hay duda, la cruz, quiere ser como Jesús. No hay duda, la cruz, no debe acomodarse a tus planes. A Jesús no no debe acomodarse a tus planes. A Jesús no

le iba bien su cruz: o ¿Crees que no le dolió en le iba bien su cruz: o ¿Crees que no le dolió en extremo, la traición de sus apóstoles, la huída extremo, la traición de sus apóstoles, la huída de sus amigos, las burlas de los soldados, el de sus amigos, las burlas de los soldados, el

grito feroz del pueblo al que Él había curado?grito feroz del pueblo al que Él había curado?

A Jesús le dolió hasta el extremo

enseñarte a vivir

honestamente.

Y Él lo que pretende es que tú aprendas de Él, y tomes con amor la cruz, solidarizándote con este mundo que sufre

horrible a manos de nosotros mismos los hombres, esa cruz que te viene en los momentos menos oportunos como la

enfermedad, o mientras tienes “tantas cosas que hacer”, y que destruye tus proyectos; esa es la cruz que si tú quieres

puede transformarte en un ser humano dulce, tierno, cariñoso, bondadoso, solidario.

Esa cruz que nunca hubieras esperado (aquél golpe Esa cruz que nunca hubieras esperado (aquél golpe cobarde de un amigo, aquella frase que te pegó como cobarde de un amigo, aquella frase que te pegó como

latigazo, aquella calumnia que te ha dejado sin respiro, latigazo, aquella calumnia que te ha dejado sin respiro, sin rostro..) es la tuya. Esa cruz que nunca hubieras sin rostro..) es la tuya. Esa cruz que nunca hubieras

elegido (“esto no debió sucederme a mi”), es “tu” cruz. elegido (“esto no debió sucederme a mi”), es “tu” cruz. Esa cruz que parece injusta (“esto no debería hacérmelo Esa cruz que parece injusta (“esto no debería hacérmelo nunca” “por qué me pasa esto a mi”), es la justa para ti nunca” “por qué me pasa esto a mi”), es la justa para ti

y justamente pide de ti solidaridad pues muchos y justamente pide de ti solidaridad pues muchos hermanos tuyos en este momento están sin fe, a punto hermanos tuyos en este momento están sin fe, a punto

de suicidarse, de destruir su matrimonio, matando de suicidarse, de destruir su matrimonio, matando animalitos cruelmente, acabando con los bosques y animalitos cruelmente, acabando con los bosques y

mares. mares.

Pues esa cruz que parece excesiva, insoportable, desproporcionada a

tus débiles fuerzas y que dices: “es demasiado, no puedo más”, pide de ti ¡¡¡Solidaridad!!! ¡Asúmela!

¡Acéptala!, y aférrate al crucificado pues si lo haces así, como Él, tú también resucitarás a una nueva

vida, más fraterna, más libre interiormente, más feliz, más como

Jesús el Señor y quizá quienes te ven a diario, comiencen a

despertar de su ceguera espiritual: tu cruz habrá dado su fruto ¡Ya

tienes el amor y la fuerza de Dios, sólo necesitas querer aceptar con amor lo que te duele y que sucede en tu vida y responder a ello, como

Jesús lo haría!

Tienes que convencerte. La cruz que no te va bien, es precisamente la tuya. Si una cruz se te presenta

como antipática, desagradable, excesiva, ruda, insoportable, no dudes, en cargar con ella con

mansedumbre, con humildad. Te pertenece. ¡Es tuya! Y aún, cuando “no la entiendas” la fe, te

invita a dejarte conducir de la mano de Alguien que sí sabe lo que hace. Porque fe, quiere decir

simplemente……

¡Saber que Él sabe!