La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

37
LA ECONOMfA «MORAL» DE LA . EN LA INGLATERRA DEL SIGLO X ~~ IL TIT UD Al que acapare el trigo ei pueblo 10 maId " mas 1 b d'" ecira: a en rcion recaera sobre quien 10 venda: Pl'overbios XI, 26 I Hemos sido ptevenidos e I '1' - entre otros- contra el uso' . n os.u trmos anos -por George Rude s ier a en es te' a rt icul o ex ten~ mpyc ls ~ d el t er ~i no «po pul acho» . Qu i. especialm.enteen 10 ' q _er a a vertencn al terrnino «motin» I 1 ue atane a los ti db' ' n g a te rt a. d el s ig lo XVIII. mo rnes e su sistencias en la Esta simple palabra de.ci I de d es cr ib ir se como una e ~I?,CO etras pu~de. ocultar algo susceptible D d Vlslonesnasm6di d I hi . e a.cuer. 0 con esta ~ -. --_ ct :' ..__ . _< :: a' . e . a rstoria popular apreCla . ,-.. ...., ... . pueblo como agente hi t' . cion, rara vez puede considerarse al Francesa. Antes de este s O~l~ ~on' anterioridad a la Revoluci6n * . ". per 00 a chusma se introduce, de manera P «The Mo~alEeono f ast and Prese 0 my 0 the English Crc d i h . and. Frel>ent S:eietyn. ~o (£ebrero .1971), pp; 76-V:136 n (b eEl!l"hhteenthqentury», en una in Vel>ti.. ' orp us Ch risti Colle e .. 0 . .opyng t mundial. Past cinco alios PO t f 8C16 l: ! comenzada en 1963 g , xford): Este articulo se basa versl6n fu e pr as ex~encias de trabajo en un Y retrasad~ durante l os u lt im os de H isto ri a d.eesl nta a. e n u na eo n£ er en ci a a n ue ya u Ol ve rs ld ad . U na primera ~rIl de l%6..T~ U 01 v er si da d d el E st ad o d ~g aN l~ ad a p or e l D ep ar ta me nt o ~!. d e in ve st ig ac i~ ~ q ue ~ !~ ad ee er a l a F unda u·~r J°l~ en Buffalo, en '-"'QQ a n. Y'Jda.·E1 .ttat 8 j m'•• ¥ aI co lm T ho ma sM J n J u N 6e ld un a reciente llUntos. . . a 0 otlg1Oa1ha sid '. 55 eeson y Mr. E. E. ( a br lJ . 1 ,s4;tO]otmellte en eastellan~ er:.VRlsad,O ampli~do en varios 4 . . . ~Vtsta de Occtdente, n,? 13 3 :LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 63 ocasional y espasm6dica, en la tram a hist6rica, en epocas de distur- bios sodales repenti nos. ~stas irrupciones son compulsives, mas que autoconscientes ° autoactivadas: son simples respuestas a estfmulos ec ono mi co s. E s s uf ici ent e me nci onar una m al a c ose cha 0 u na di smi - nucion en el comercio, para que todas las exigencias de una explica- c io n h is to ri ca q ue de n s a ti sf ec ha s . D es gr ac ia da me nt e, a un e nt re a qu el lo s p ec os h is t or i a do re s i ng le se s que han conttibuido a nuestro conocirni ento de estes movimientos populares, se cuentan varies partidarios de la imagen espasm6dica. No han reflexionado, sino de manera superficial, sabre los mate- riales que eUos mismos han descubierto, ASl, Beloff cementa con respecto a l os m ot in es d e s ub si st en ci as (food riots) de principios del siglo XVIII: « es te r es en ti mi en to , c ua nd o el desemp1eo y los altos pre- cios s e c om bi na ba n p ar a crear co ndi ci one s i ns opo rt ab1e s, se descar- gab a e n a taqu es c ont ra com er ci ant es de ce re a les y mol in er os , ataques que muchas veces deben de haber degenerado en simples excusas para el crimen».' Sin embargo, registraremos imitilmente sus paginas en busca de la evidencia que nos permita detectar la frecuencia de esta «degeneracion». Wearmouth, en su util cr oni ca de los d istu rbios , se permite e nu nc ia r u na c at eg cr la e xp li ca to ri a: la «miserias f Ashton. en su estudio sobre los motines de subsistencias entre los mineroa, formula el crgumento propio del paternalista: «la turbulencia de IC)s mineros debe, por supuesto, set explicada por alga mas elemental que la politica: era la reaccion instintiva de la virilidad ante el ham- bre».' Los disturbios fueron «rebeliones del est6mago», y puecle sugerirse que esto, en cierto m odo, es una ex pl ica ci 6n reccnfortanre. La linea de analisis e s: h amb re :el emen ta1- ins ti nt iv a. C ha rl es Wi ls on continua la tradicion: «Al~~~--esp~s~6ciic~~~n el precio de los ali, mentos incitaron al motina los barqueros del Tyne en 1709 y a 10$ mineros del estafio a saquear graneros en Falmouth en 1727». Un espasmo condujo a otto: e1 resultado f ue e l « pi ll aj e» .' 1. M. Beloff, P ub li c O rd er a nd P op ul ar D is tu rb an ces, 1 66 0.17 14 , Oxford. 1938, p. 75. 2. R . F . W ea rm outh, Me tho di sm an d th e Com mon Pe opl e of th e Ei gh tetm tb Century, Lo ndres, 19 45 , esp, caps. 1 y 2. 3. T. S. Ashton Y J. Sykes, The Coal Industry of the Eighteenth Century. Manchester, 1929, p. 1 31 . . 4. C ha rle s W il son, E ng la nd 's A pp re nt ic es hi p, 1 60 3- 17 63 , L on dr es, 1 96 '. . p. 3 45 . E s c ie rto q ue lo s m ag is tr ad os de Falmouth in fo rrnaro n al du que de Newcastle (16 noviernbre 1727) de que «los revoltosos mineros del estafi1-'lOII hablan «irrumpido y s aq ue ad o v ar ia s d es pe ns as y g ran eros de cereal». Su Ul~

Transcript of La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

Page 1: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 1/37

 

LA ECONOM fA «MORAL» DE LA .

E N L A INGLATERRA DEL S IG LO X ~~ IL TIT UD

Al que acapare el trigo ei pueblo 1 0 maId "mas 1 b d'" ecira:

a en rcion recaera sobre quien 1 0 venda:

Pl'overbios XI, 26

I

Hemos sido ptevenidos e I '1' -entre otros- contra el uso' . n os.u trmos anos -por George Rude

siera en este' art iculo exten~mpycls~ del ter~ino «populacho». Qui.

especialm.enteen 10 ' q _er a a vertencn al terrnino «motin»

I 1 ue atane a los ti db' 'ng aterta. del siglo XVIII. mo rnes e su sistencias en la

Esta simple palabra de.ci Ide describirse como una e ~I?,CO etras pu~de. ocultar algo susceptible

D d Vlslonesnasm6di d I hi .e a.cuer. 0 con esta ~ -. --_ ct :' . . __ ._<::a'.e. a rstoria popularapreCla . ,-.. ...., ... .pueblo como agente hi t' . cion, rara vez puede considerarse al

Francesa. Antes d e este s O~l~ ~on' anterioridad a la Revoluci6n

* . " . per 0 0 a chusma se introduce, de manera

P «The Mo~alEeono fast and Prese t· 0 my 0 the English Crc d i h .

a n d . Frel>ent S:eietyn.~ o (£ebrero .1971), pp; 7 6 - V : 1 3 6 n( b e El!l"hhteenthqentury»,en una inVel>ti.. ' orpus Christi Colle e ..0 . .opyng t mund ia l . Pastcinco alios PO t f 8C16 l: ! comenzada en 1963

g, xford): Este articulo se basa

vers l6n fu e pr as ex~encias de trabajo en unY retrasad~ durante los ult imosde Historia d . e e s lnta a. en unaeon£erencia a nueya uOlversldad. Una primera

~rIl d e l%6..T~ U01versidad del Estado d~gaNl~ada por el Departamento

~!. de invest igac i~~ que ~!~adeeer a l a Funda u · ~ rJ°l~en Buffalo, en'-"'QQ a n. Y'Jda.·E1 .t t a t 8

jm'••¥aIcolm ThomasMJ n J u

N6eld una reciente

l lU n t o s . . . a 0 otlg1Oa1ha sid '. 55 • eeson y Mr. E. E.( a br lJ . 1 ,s4;tO]otmellte en eastellan~ er:.VRlsad,O ampli~do en varios

4 . . . ~Vtsta de Occtdente, n,? 13 3

:LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 63

ocasional y espasm6dica, en la tram a hist6rica, en epocas de distur-

bios sodales repentinos. ~stas irrupciones son compulsives, mas que

autoconscientes ° autoactivadas: son simples respuestas a estfmulos

economicos. Es suficiente mencionar una mala cosecha 0 una dismi-

nucion en el comercio, para que todas las exigencias de una explica-

cion historica queden satisfechas .

Desgraciadamente, aun entre aquellos pecos his tori adores ingleses

que han conttibuido a nuestro conocirniento de estes movimientos

populares, se cuentan varies partidarios de la imagen espasm6dica.No han reflexionado, sino de manera superficial, sabre los mate-

riales que eUos mismos han descubierto, ASl, Beloff cementa con

re spec to a los motines de subsistencias (food riots) de principios del

sigloXVIII: «este resentimiento, cuando el desemp1eo y los altos pre-

cios se combinaban para crear condiciones insoportab1es, se descar-gabaen ataques contra comerciantes de cere ales y molineros, ataques

que muchas veces deben de haber degenerado en simples excusas para

el crimen».' Sin embargo, registraremos imitilmente sus paginas en

busca de la evidencia que nos permita detectar la frecuencia de esta

«degeneracion» . Wearmouth, en su util cronica de los d is tu rbios , se

permite enunciar una categcrla explicatoria: la «miserias f Ashton.

en su estudio sobre los motines de subsistencias entre los mineroa,

formula el crgumento propio del paternali sta: «la turbulencia de IC)s

mineros debe, por supuesto, set explicada por alga mas elementalque la politica: era la reaccion instintiva de la virilidad ante el ham-

bre».' Los disturbios fueron «rebeliones del est6mago», y puecle

sugerirse que es to , en cierto modo, es una explicaci6n reccnfortanre.La linea de analisis es: hambre:elementa1-instintiva. Charles Wilson

continua la tradicion: «Al~~~--esp~s~6ciic~~~n el precio de los ali,mentos incitaron al motina los barqueros del Tyne en 1709 y a 10$

mineros del estafio a saquear graneros en Falmouth en 1727». Un

espasmo condujo a ot to: e1 resultado fue el «pillaje».'

1. M. Beloff, Public Order and Popular Disturbances, 1660.1714, Oxford.1938, p. 7 5 .2. R. F . Wearmouth, Methodism and the Common People of the Eightetmtb

Century, Londres, 1945 , esp, caps. 1 y 2.3 . T . S . Ashton Y J. Sykes, The Coal Industry of the Eighteenth Century.

Manchester, 1929, p. 1 31 . .4. Charles Wil son, England's Apprenticeship, 1603-1763, Londres, 196 '.

. p. 345. Es c ie rto que los magis trados de Falmou th in fo rrnaron al duque deNewcastle (16 noviernbre 1727) de que «los revoltosos mineros del estafi1- 'lOII

hablan «irrumpido y saqueado varias despensas y graneros de cereal». Su Ul~

Page 2: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 2/37

 

I I " . '64

TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENcrA DE CLASE

tl

!

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTlTUD 65

Durante decadas, la historia social sistematica hgada con respecto a l a h is to ri a economic h 1 a quedado reza-

d a, asta e moment 1e? ~ue se .a po r hecho que una especial izacion en la 0 act~ac ip l in a c o n fi er e , automaticamente igu al n iv 1 d " segunda d i s -D d' ' e e pencia ,a la p .no no pue e quejarss por 1 0 tanto de 1 . nmera.

ciones hayan t~ndido a 'tergiversar y ~uanti~;ar a~e~;i::~~s investi?a_

se han entendldo de manera imperfecta El d d que solo'di . ecano e la Iespasmo ca es po r supuesto R t escue a

., . ' , os ow, cuyo tosco «graf d Itension social» fue presentado en 1948 or m- i 5 a lCO e a

Con este grafico, no necesitamos mas quePu~i;r~~~~~;ezd ~e acue~do

'Y uno de altos precios alimentidos ar a en ce e esemp eo

de hacer ungrafico del curso de los ~ist b~ontra~nos en condid~nesuna verdad autoevidente (1 ur lOS socialss . Esto connene

de igual manera que un « r :figente protes~a cuando tiene hambre);

el comienzo de la madur zg co Ide ladtensl0n sexual» mo.strarfa que

e sexua pue e carr 1 .yor frecuencia en dichaactividad Lb' .~aclonarse Con u na r n a -

si no se usa con discrecion u d e a 0 JeClon e.s que .este grafico,en el pun to exacto en que ~~ ede ~ar por conclul~a la Investigation

o cultural; cuan do estL h esba~ qUle(reverdadero Interes sociologico1 a am nenra 0 con ap tit 1 ) ,o que hace la gente?, C como es modifi del 0 sexua , c que estumbre, la cultura y la r 0 ? c~ a su conducts por la cos-esdmulo primario d'e 1 ~z ~ Y (habiendo convenido en que el

d a «mlserla» esta pr t ) 'b'ucta de las gentes a f'. esen e , ccont!! uye la con-d i . una uncion mas c 1 . 1

me iatizada, que _ or mu . omp eja, y cu turalmenteestadistico- no pue~ t cho que se cueza en el horno del analisis

(" Sonmuchos, entr: ~e rotraerse de. nueyo al estimulo?

J pables de un craso reduOcs?tr~s, los hlstorladores del desarrollo cul-

i 1 iid d . CIOl11smoeconomi li .!p. ell. a es de motivation .'.ond . co que e i rmna las com-I d . 1 ' con ucta y funcion. rd' .!.a vertir 0 en el trabaJ'o 'd 1 ' e UCCIOl11smoue de

e sus co ega' 1 '. s marxlstas, es haria protestar,

]I

Ellado debil que comparten estas explicaciones es una imagen abre-

... ada del hombre economico, Lo que es quiza un mot ive de sorpresa

es el clima intelectual-esquizoide, que permi te a esta historiograffa

cuantitativa ccexistir {en los mismos sitios y a veces en las mismasmentes} con una antropologfa social que deriva de Durkheim, Weber

o Malinowski. Conocemos muy bien todo 1 0 relacionado con el deli-

cado te jido de las norm as sodales y las reciprocidades que regulan

la vida de los islefios de Trobriand, y las energias psiquicas involu-

cradas en el contenido de los cultos de Melanesia; pero, en algunmomento, esta criatura social infinitamente compleja, el hombre

melanesio, se convierte (en nuestras historias) en el minero ingles

del siglo xvm que golpea sus manos espasmodicamente sobre su

estomago y responde a estfmulos economicos elementales.

A esta vision e spa smod ica opondre mi propio punto de vista.6

Es posible detectar en casi toda accion de masas del siglo:XYIII.algLlna

ngc;iQgJ~g!!il:niz.al1!~.Con el concepto de legitimizacion quiero decir

el que los hombres y las mujeres que constituian el tropel creian es-

tar defendiendo derechos 0 costumbres tradicionales; y, en general ,

que estaban apoyados por el amplio consenso de la comunidad. En

ocasiones este consenso popular era confirm ado por una cierta tole-

rancia por parte de las autoridades, pero en la mayorfa de los casos ,

el consenso era tan marcado y energico que anulaba las motivaciones

de temor 0 respeto.

E1 motin de subsistencias en .1a Inglaterra del sigloXVIII. fue

una forma muy compleja de accion popular directa, disdplinada y

con claros objetivos. Hasta que punto estos objetivos fueron ale an-zados -esto es, hasta que punta el motfn de subsistencias fue una

forma deaccion coronada por el .exito- es una cuestion muy in-

trincada para abordarla dentro de los limites de un articulo; pero

puede al menosplantearse en vez de negarla y abandonarla sin

examen, como de costumbre, y esto no puede hacerse hasta que sean

identificados los objetivos propios de la muchedumbre. Es cierto,

por supuesto, que los motinesde subsistencias eran provocados por

precios que subfan vertiginosamente, por practicas incorrectas de los /

comerciantes, 0 por hambre. Perc estos agravios operaban derrtr o "

forme concluye con .capaceal un comentano que ..acci s < 1 ue s unoe - historiadores moder . .sugtere que no fueron mucho mas

lost'::in~Y::~d6sde 1051mlneros: «Ia caus~odee~s~~~p~endellla raci~nalidad de Ia

es p robab Ieme~t:rf a escasez de grano en el co rid :ope os, segun pretendlandie ron 0 10vendier~lsa, . pues Ia mayorfa de losqu .do, ' llperoesta sugerencia

5 W W R . n a un cuarro desup.e·Cl·O. ·.PReOse . e.varon el grano 10. . . ostow B 'r h Ec A », SP .36 42

1948, esp, pp, 122~125F.n~s C o no m y i n the Nineteenth ... 2.precios .cosechas y dis tu'rb' re los . mas interesantesest eli Century, Ox fo r d ,Fluctu.ations andSo.m S l~sl PMopulareses.t.IIn··.·E.·.·.. HUb bOSque relacl0nanTS" eocta 0 osawm E .• . £uhton, Economic Flu .c t ti v~!mts» ,LabouringM enLo L « conomic

ua Ions in En gl .4 nd , 1700~ 1800 ' 1 " \ . . ,nures , 1964, yr vJUord,1959.

6 . He encon trado dela max ima utilidad el estudio pionero de R. .B. Rose.«Eighteenth' Century Price Riots and, Public Policy in England», In.terna,tionalReview of Social HIstory, VI (1961), y G. Rude, The Crowd tn H,story,

Nueva York. 1964.

Page 3: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 3/37

 

66 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

de un .con,s:nso popular en ~u~nto. a que practicas eran legftimas y

cua les i legf timas en la comerC1ahZaC16~,en la elaboraci6n del pan, etc.

Est? es.taba a s~ ve z bas ado en ~na Idea tr~di~ional de las norrnas y

obllgaciones sociales, de las funciones economic as propias de los dis-

tintos sectores dentro de la comunidad que, tomadas en conjunto

puede deci rse que constituian la «economia "moral" de los pobres»:

Un atropello a estos supuestos rnorales, tanto como Ia privaci6n en

si, consti tu ia la ocasion habitual para la acci6n directa .

Aunque e s ta « ec o n or n ia moral» no pu ed e ser descrita como «po-

liti ca» en ningtin sentido progresista, tampoco puede, no obstantedefinirse como apolitica, puesto que supone nociones del bien pu~

blico categorica y apasionadamente sostenidas, que, ciertamente , en-

contraban a lg ii n a po y o en la trad icion paternalista de las autoridades:

nociones de las que el pueblo, a su vez, se hacia eco tan estl'epitosa:

mente que las autoridades eran, en cierta rnedida, sus pri sioneros. De

aqui que esta economfa moral tifiese con caracter muy general el

gobierno y el pensamiento del siglo XVIII, en ve z de i n te rf er ir t in ic a -

mente en momentos de disturbios. La palabra «motin» es mu y cortapara abarcar todo esto,

II

As!.~om.ohabl~mos del nexo del dinero en efectivo surgido de la

revolncicn industrial.. existe un sentido en el que podemos hablar

del nexo. d~I pan en el siglo XVIII. El conflicto entre campo y ciudad

£~e medlattzado POl' el precio del pan -.Elconfl icto entre tradiciona-hsmoy Ia nu ' c; 11 'd

. eva economlapo rtica paso a epender de las Leyes

Cereahstas. E 1 conflic toecon6mico de clases en l a I n g la te r ra del si -

glo ~rx encontr6su expresi6n caracteristica en el problema de lossalanos' en Ia In 1 t . d 1'1' ." ' .. . g a ;1'ra e sigo XVIII, la gente trabajadora eralncltadaala accion mas perentoriamentepor el alza de precios,

Esta concle~Cla de consumido r altamente sensible coexist i6 con la

gsranEerade_meJoras .agrtcolas del dntur6n. cereal ista del Este y del

ur, sos anos que llevaron 1 . It . '·1 .. • .' . . . • aagnFutura lng esaa una nueva Clma

~n cua~to a cahdad,estanjalonados de motines -0 como los con-empor>lneos a veces los describ· .. . .d . . . .mie tosde r ' b· · .. .. . .·,cm,.:e~ln~urrecclOnes» 0 «levant a-

nos e os~o r~s»+-- 1709,,17'4'~Y'il7~6J,U:75717 66.17 67 17731782,y, sobretodo 1795 .18 P",,;";" , ,.1 . .. " . . '

, y , ,O Q 180~..Est.a ludustna capitalists

F e

L LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

boyante f lotaba sobre un mercado irascible, que podia en cualquier

momento desatarse en bandas de merodeadores, que recorrian el

campo con cachiporras, 0 surgian en la plaza del mercado para «fijar

el precio» de las provisiones a un nivel popular. Las fortunas de las

clases capital is tas mas fuertes descansaban, en ultimo termino, sobre

la venta de cereales, carne, lana; y los dos primeros art iculos debian

ser vendidos, con poca intervencion de los intermediar ios, a los mi-

llones de personas que componian la legion de los consumidores.

De aqui que las friccicnes del mercado nos lleven a una zona crucial

de Ia vida nacional.

En el siglo XVIII 1a clase trabajadora no vivia solo de pan, pero

(como muestran los presupuestos reunidos por Eden y David Davies)

muchos de ellos subsistfan casi exclusivamente por el pan. Este pan

no era todo de trigc, si bien e1 pan de trigo fue ganando terreno

cont inuamente sobre otras variedades hasta principios de la decada

de 1790. Durante los afios sesenta, Charles Smith calculo que de Ia

supuesta poblaci6n de alrededor de 6 millones de Inglaterra y Gales,

3.750.000 comian pan de trigo, 888.000 1 0 consurnian de centeno,

739.000 de cebada y 623.000 de avena? Hacia 1790 podemos calcu-

lar que por 1 0 menos dos tercios de la poblaci6n consumian trigo."

El esquema de consumo refleja, en parte, grades comparatives de

pobreza, y en parte, condiciones ecologicas. Distri tos con suelos po-

bres y distritos de tierras altas (como los Peninos) donde el trigo no

maduraba eran los bastiones del consumo de otros cereales, Aun,

en los afios noventa, los trabajadores de las minas de estafio de

Cornualles subsistian en su mayor parte gracias al pan de cebada.

Se consurnia mucha harina de avena en Lancashire y Yorkshire, y

no s610 por parte de los pobres. Los inforrnes de Northumberland

son contradictories, pero pateceria que Newcastley muchas aldeas

mineras de los alrededores se habfan pasado por entonces al trigo,

mientras que el campo y ciudades mas pequefias se alimentaban de

pan de avena, de centeno, un pan mezcla de v ar ie s c er ea le s 9 0 una

mezcla de cebada y Iegumbres secas."

7. C. Smith, Three Tract s on the Corn-Trade and Corn-Laws , Londres,1766 2, pp. 140 , 182-185. . .

8. Fi tzjohn Brand, A Determination of the Average Depress ion of Wheatin War below that of the Preceding Peace ... , Londres, 1800 , pp. 62 : 63, 9 . 6. .

9. Para «mas l in» (un pan hecho de varias cereales), vease SIr WIlhamAshley, The Bread of our Forefathers , Oxford, 1928, pp. 16-19.

10 . C. Smith, op cit., p. 19 4 (para 1765) . Pero el alcalde de Newcast le

67

Page 4: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 4/37

 

68 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

A 1 0 largo del siglo, nuevamente el pan blanco fue ganando te -

rreno a variedades mas OSCUl'asde harina integral. Esto se debi6 en

parte a una cuestion de valores de status, de posicion relativa, que se

asociaron al pan blanco, pero en modo alguno fue exclusivamente

pot eso. EI problema es mas complejo, y pueden mencionarse rapida-mente varies de sus aspectos.

Era productive para los panaderos y molineros vender pan blanco

o harinas finas, pues el beneficia que podia obtenerse de estas ventas

eta, en general, mayor. (Ironicamenre, esto fue en parte consecuen-

cia de la proteccion paternalista al consumidor, pues el Assize ofBread -regulaci6n 0 «Reglamento sabre el Precio del Pan», de

acuerdo con el precio del grano- intentaba evitar que los panaderos

obtuvieran sus ganancias del pan de los pobres; par 1 0 tanto, iba en

interes del panadero el hacer la menor cantidad posible para «usa

domestico», y esta pequefia cantidad hacerla de pesima calidad.) 11 En

las ciudades, que estaban alerta contra el peligro de la adulteracion,

el pan negro era sospechoso, pues podia ocultar facilmente aditivos

toxicos, En las tiltimas decadas del siglo muchos molineros adapta-

ron sus maquinarias y sus tamices en tal forma que, de hecho, no

servian para preparar la harina para Ia hogaza domestica de tipo in-

termedio, produciendo solo las mejores cal idades para el pan blanco

y los desperdicios, el salvado, para un pan negro que un observador

considet6«tan rancio , repulsivo y pernicioso como para panel' en

peligro la CO!lstitud6n ffsica»,12Los intentos realizados par las autori-

dades, en epocas de escasez, para imponer la manufacture de cali-

dades de harina mas bastas (0, como en 1795, el usa general de la

h.ogaza. «domestlcas), encontrarontnuchas dificultades y can frecuen-CIa reslstencla,· tanto po r parte de los molineros como de los pana-deros.P

inf~t;ndba (4 mayo 17%) que el pan de centeno era «muy usado por losiIa.aja ores ernpleados en la Industria delCarb6n» yun informador de, exham Abbey deda q?e cebada, cebaday legumbres'secas, 0 alubias «es el~mco pan de los tra~aJadorespobres y. de losctiados de los 'agricultores eP8~s.33~A.~~chosagIlcu1tores)~,conenteno 0 «maslin» en las cludades: PRO,

P 1~....NatLhaniel.Fors.ter.,An.En. q .Uiry. into . . th . .. C au se of the High Price ofrouzsions, ondres, 1767, pp. 144.147. .•

. 12R· J.~. Gil:ddlerI,b s e~ v at io n s o n . th e P e rn ic io u s C on se q ue n ce s o f Forestall-

tng, e gr atm g. a n . n gr om ng , Londtes .••800 p. 88

1 . 3 . El problema fue discutido c~n ludde~ e' [G b d] P allC on sid er atio ns o n th e. S ca rc ity a nd Hig.b P .r ic as . ~ B ro d.

e .rna .or d D , B w n d'"V/ ea -corn an rea ,

&

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTlTUD

A finales de siglo, los sentimientos de status estaban profunda-

mente arraigados dondequiera que prevaleciese el p,an de tngo y .est.

fuese amenazado pot la posibilidad de mezclas mas ~astas. Se l~Sl-

mia que los trabajadores acostumbra.d?s al 'pa~ de. :ngo n~ podian

en verdad trabajar -sufrfan de debilidad, indigestion, 0 nauseas-

si les Iorzaban a carnbiar al pan hecho con mezclas mas b,astas ' .Aun

frente a los atroces precios de 1795 y 1800-1801, la resistencia de

gran parte de los trabajadores resulto ~nven~ible.14 Lo.s diputad~s del

gremio en Calne informaron al Consejo Privado (Pr IVYCouncils

en

1796 que gente «que merece confianza» estaba usando las mezclas

de cebada y trigo requeridas par las autoridades, y que los artesanos

y obreros pobres con familias numerosas

han usado en general solamente pan de cebada. E1 resto, que

suman quiza alrededor de un tercio de los artesanos pobres, Y

otros con fami lias mas pequefias (diciendo que ellos no podian

obtener mas que pan) han comido, como antes de la escasez, sola-

mente pan de panaderia hecho de trigo llamado de segunda,

EI alguacil de Reigate informaba en terminos similares:

En cuanto a los trabajadores pobres que apenas tienen otro

sustento que el pan Y que pot la costumbre del vecindario siernpre

han comido pan hecho solamente con trigo, entre elIos, no he

impuesto ni expresado el deseo de que consumiesen pan de mezcIa,

Cambridge, 1795, esp , pp. 25·27. Vease tarnbien lord John Sheffield, Remarks011 the D eficiency o f G ra in occa sioned b y the b ad H arvest of 1799, Londres,1800, esp. pp. 105-106, para la evidencia de que (1795) <~n~hay pan domestieo hecho en Londres». Un corresponsal de Homton descrlbla en 1766 el pandomestico como «una infame mezcla de salvado rnolido y cernid?, al cual seafiade la peor clase de harina inclasificable»: H ist. M SS . C om m., C ity o f E xe te r,serie LXXIII, p. 255. Sobre esta compleja cuesti6n, vease adernas S. y B.Webb «The Assizeof Bread», E conom ic J o ur n al XIV (1904), esp. pp. 203-206.'14: R. N. Salaman, The History and Socia l In flue;zce of the P~tato,

Cambridge, 1949, esp, tip, 493-517. La resistencia se extend~adesde las.regionesconsumidorasde trigo del sur y del centro a las consumidoras de avena delnortej iun corresponsal de Stockport en 1795 obse;v6.que <mn.amuy generosasuscripcion ha sido hecha con el proposito de ~lstrlbUlr hanna d~ ave?a uotras provisiones entre los pobres a precios reducidos, - E~ta.medida, sientodecirlo, da poca satisfacci6n al pueblo, que tod~vfa clama e insiste en obtenerpan de rtrlgo»: PRO, WO 1.1094. Vense tambien J. 1. y \B.Hammond, Th eV i ll 4 ge Labourer , Londres, ed. 1966, pp. 119-123.

69

Page 5: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 5/37

 

70 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

par miedo a que no esten suficientemente aliment dcan su trabajo, a os para poder

Los pecos trabajadores que hablan probado an he h dclas, «se encontraron debiles afiebrados e l' P C 0 e m e z .

. d ' ,ncapaces para traba]con un cierto gra 0 de vigor» Cuando en d i b d arbi 'd'" icrem re e 1800 el

go ierno presento un ecreto (popularment id 'dIP N e conoci 0 como el D

cret? e an egro 0 «Decreto del Veneno») que proh 'b' 1e-molineros elaborar otra harina que no fuera d tri . 1 ra a as

respuesta popular fue inrnediata, En Horsham (S~ss:~~~ integral, l a

Un ?r~p~ de mujeres ... fue al molino de viento de Gdonde, injuriando al molinero par haberles dado hari odsen,se apoderaron del Henzo del tamiz ar~na morena,preparando Ia harina d d can el que el molinero estabaPan y 10 cortaron en e . :cue~ a con las normas del Decreta del

con'ttatar a sf todos 1 : 1!~na;~s; a~e~Iazando al mismo tiempoen el futuro de igu 1 SilOS sirmares que intentase usar

a manera La amaze dicabalgata en sayas ofrecio d . , onica ingente de esta

de una guinea, en 'la taberna ~:~:a~ ;~:e.colegas licor, par valor

Como resultado de semeja t . dmenos de dos meses, n es actitu es, el decreto fue revocado en

Cuando los predos eran altos m' d I .seman ales de la familia d 'b .as e a rnitad de los ingresos

1 . e un tra ajador podf b'exc USlvamente en pan 15 C C6 b a muy len gastarse

a lo,shogares de los tr~bajad:~s~a;: ~n estos. cereales desde ~atierra

aqui el grano: es cosechado t'l1 d sl,le VIsta parece sencillo, Heen el molino, coddo y cotnid r~ a 0, evado al mercado, molido

hay toda una irradiaci6n d 0'..".nle . .en cada etapa de este proceso

Ia extorSi?ll, puntos algidos eal~~~:deJ1dades, de oportunidades para

dlan surgir. Y apenas se d. or de loscuales los rnotines po-

esquematica, el modelop~ue el. proseguir sin esbozar, de manera

comercializaci6n -,-el ideal e~na/s:a del proceso de elaboraci6n y

en la ley, el panfleto 0 el . P ~to~ICOt radicional al que se apelabachocab 1 b' movimiento de prot t

an as em ilrazosas realidades del . e~ a- y contra el quecomercio y del consumo.

La15. Wase especialment 1·· .

h ouT e rs i n Hu s band Be. ospresupuestos en. D . D .Poor, Londres, 1797. 'f b~~'795, y en Si r Freder ick Elvles, .The Case of179.3-1801»,Welsh H' t a R len, D.]. V. Jones «Th C en, T ~e St~ te o f the

IS. eo., II, n .O 4 (1965) 'a·Ie ornRlots II) Wales, . ,p . .347. . .,

t i L

LA ECONOMiA MORAL DE LA MULTITUD 71

E 1 modelo paternalista exlst ia en un cuerpo desgastado de ley

estatuida, as f como en el derecho consuetudinario y las cos t umbres .

Era el modelo que, muy frecuentemente, informaba las acciones del

gobierno en tiempos de emergencia hasta los afios setenta; yal cual

muchos magistrados locales continuaron apelando. Segun este mo -

delo, la comercializacion debla ser , en 1 0 posible, directa, del agricul-

tor al consumidor. Los agricultores habian de t raer su cereal a granel

al mercado local; no debian venderlo mientras estuviera en las mieses,

y tampoco retenerlo con la esperanza de subir los precios. Los mer-

cados tenian que estar controlados; no se podian hacer vent as antes

de horas determinadas, que se anunciarian a toque de campana; los

pobres deberian tener la oportunidad de comprar ellos primero grano,

harina de flor 0 harina, en pequefios paquetes cuyo peso y medida

estuviesen debidamente supervisados, A una hora determinada, cuan-

do sus necesidades estuvieran cubiertas, habia de sonar una segunda

campana, y los cornerciantes al por mayor (con la oportuna licencia)

podian hacer sus compras. Los traficantes estaban cereados de trabas

y restricciones, inscritas en los mohosos pergaminos de las leyes

contra el acaparamiento, regateo y monopolio, codificadas durante el

reinado de Eduardo VI. No debian comprar (y los agricultores no

debian vender) por muestreo. No debian comprar el cereal en la

mies ni adquirirlo para revender (den t ro del plazo de tres meses), en

el mismo mercado, con ganancias, 0 en mercados cercanos, etc. Cierta-

mente durante la mayor parte del siglo XVIII el intermediario siguio

siendo 1egalmente sospechoso, y sus transacciones, en teoria, fueron

severamente acotadas."De 1a supervision de los mere ados pas amos a la proteccion del

consumidor. Los molineros y -en mayor esca1a- los panaderos eran

considerados servidores de la comunidad que trabajaban, no para

16 . El mejo r estudio general de los mercado s de grano del siglo XVIII esto dav ia R. B. Westerfield, M id dle me n in E ng lis h B us in es s, 1 66 0- 17 60 , NewHavep, 1915, cap. 2 Vease tarnbien N. S. B. Grass, The Eoo lation of theE ng lI sh C or n M a rk et fr om th e T we lfth to th e E ig hte en th C en tu ry , Cambridge,Mass., 1915; D. G. Barnes, A H istory of the English Corn Laws, Londres,1~30; C. R. Fay, The C orn Law s an d Social En glan d, Cambridge, 1932; E.Llps~n, E c on omi c H is to ry o f E n gl an d, Londres, 1956 6 , II, pp. 419-448 1; L. W;Moffitt , Eng land on the Eve of the Indu strial Revolutio n, Londres, 1925.cap. 3; G. E. Fusse ll y C. Goodmen, «Traffic in Farm Produce in EighteenthCentury England», AgriCt l lt t tral History, XII, n.? 2 (1938) ; Janet Blackman,

(<<Th.Food Supply of an Indust rial Town (Schcff ield)» , Bus ines s Hi s tory , V1963).

Page 6: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 6/37

 

72 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

lucrarse, sino para lograr una ganancia razonable. Muchos de 1

pobres compraban su grano en el mercado directamente ( 1 b o snian com 1 d 1 . 0 0 ° te o

• 0 un sup e~ento e salario 0 espigando), 10 llevaban 1

mohn~ para set molido, en cuyo caso el molinero podia cobra- imaquila acostumbrada, y ellos cocer despues su propio pan En L a

dres y en las grandes ciudades donde esto habra dejad'd o f 'n~rmt ;ad~ muchodtiempo, el beneficio 0 ganancia del p~na~e;~rer:ca cu a 0 (.e acuer 0 con e1 Assize of Bread en e1 t

;~~~~e c~~o t~~g~~l~Oe la hogaza eran fijados 'con re1a~~~

a t ; ~ ~ c :Este modelo POl' sup t 1 . .realidad d 1 . '1 ues 0, se a eja en muchos puntos de las

es .e sig 0 XVIII. Lo mas sorprendente es observar hasta ue

p~~~o fu~c1ona1ba en parte todavia . POl' ello , Aikin puede as f : f e s -en 11 ' en 79 5 a ordenada regu1aci6n del mercado de Preston:

los m erc ad os s ern an 1 · 1

. a es ... estan extremadamente bien re ulado

~~:~l~v~:arl e1 aea?aramiento y el regateo. S610 a la ge;te de~

nueve de 1ae:~mJte comprar a primera hera, de las ocho a las. anana, a las nueve pueden camptat los derna .

n in gu na rn ercan ,.. d . as, perola una en punta cia sin rad: er

lpuede retirarse del meteado hasta

, exceptua a e pescado ... 18

En el m is mo a fio , en e1 Sudoest ( d 1tradidonalismo) las torid d e otra e as zonas conocidas par su

, au 01'1 a es municipal dE'controlar a los «revended b. es exeter intentaron

del mereado desde las oc~~sd ~honer~s y detallistas». excluyendolose a manana hasta medlOdia, hora en

17. S. y B. Webb «Th A .. f18. J.Aikin, A bescr/tio~slze a Bread», Economic n . , XIV (1904).r~und Manchester, Londres P 1 7 9 5 of the Country from thirty to forty MilesblC\rcgulado mercadosefiotialdei~·1286. Uno de los mejores archivos de unnom rados durante todo el siglo B·g.lVIII es el de Manchester. Aqui fueroncarne, para pesos y medidasde vrg; antes de mercado para el pescado y Ia

Bread, a~ f como catadores de c~~~~~Para ca~nes bIancas, para el Assize of

~~rP;:s~lento y. regatens, hasta los aficisi~56·ef para irnpedir «monopolio,alga m' I ' medld(a escasos, carnes. invendibles t ~efon frect;e?tes las multaslos aiio~s1~~6raS a~mque. contin1l6), can un ;es~~'" ~ supe

drvls16n~u.e despuds

sonara 1 . e ImpUSleronmultas por vend glmlento e la vigilancia enfue mult~lampa2na dhel.mercado en 1734, 1737

erc~;g4a8s(degrano a?t~s de que

o en 0 c elines «por vende . •. y • cuando WIlham Wyatra~que venderfa a cualquier Hora del D,antes de que sonara la campana decla-;jUIMerao,rhapersona»), y o tr a ve z en 1766

aThPeeCs.arelLSefiordel Feudoo ~e cual-

tc ester, ed J P E ker . • ourt eel Rec d 1 / h Mpassim. Para la re~l~ci6n dcl'~c:pr, Ma~hester, 1888-1889, vo1~~V I I . ~III aI xota 46. aramlentoen Manchester .. ' ' , ' ,

. ' Vt:asemus adelante

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 73

que 1a campana del ayuntamiento sonaba. EI Assize of Bread estaba

ai in vigente durante el siglo XVIII en Londres y en muchas ciudades

de mercado.l" En e 1 caso de la venta pot muestreo podemos obse rva r

el peligro de asumir prematutamente la disoluci6n de las restr icciones

consagradas POt la costumbre.

Se supone con frecuencia que la venta de grano pot muestreo

estaba generalizada a mediados del siglo x vrr, c ua nd o Best describe

la practica en el este de Yorkshire /0 y con seguridad en 1725, cuando

Defoe tedact6 su famoso informe sobre el comercio cerealis ta ." Perc ,mientras muchos grandes agricultores vendian sin duda por muestreo

en la mayor fa de los condado s , pOl' aquellas fechas, los antiguos mer-

cados de puestos eran corrientes todavia y sobrevivian aiin en los

a1rededores de Londres. En 1718 el autor de un panfleto describla

la decadencia de los mere ados rurales como un hecho que habia te-

nido lugar en afios recientes:

Se pueden ver pocas cosas aparte de jugueterias y puestos debaratijas y chucherla s ... Los impuestos casi han desaparecido;

y donde -segun memoria de muchos de los habi tantes- solian

venir antes a 1a ciudad en un dia, den, doscientas , quizs i t res-

dent as cargas de grano, y en algunos municipios cuatrocientas,

ahara crece la hierba en el emplazamiento del mercado .

Los agricultores (se lamentaba) habian llegado a esquivar el mercado

y a operar can corredores y otros «cont rabandistas» a las puertas de

aquel. Otros agricultores traian todavia al mere ado una iinica carga

«para hacer un simulacra de mercado, y para que 1es fijaran el pre-cio», pero el verdadero negocio se hada en «paquetes de grano en

una bolsa 0 en un pafiuelo que son llamados muestras».Zl

Esta era, en efecto, la tendencia; pero muchos pequefios agricul-

tores continuaron vendiendo su grana en los puestos del mercado,

como antes, y el viejo modelo quedo en la mente de los hombres

19, S. y B. Webb, op , cit., passim, y J. Burnett , «The Baking Industryin the Nineteenth Century», Bussines History, V (1963) , pp. 98-99.

20. Rural Economy in Yorkshire in 1641 (Surtees Society, XXXIII), 1857,pp. 99-105.

21. Tbe Complete Engl ish Tradesman, Londres, 1727, II, parte 2.22. Anon., An Essay to Prove that Regrators , Engrossers , Forestal lers ,

Hawkers, and Jobbers of Corn, Cattle, and other Marketable Goods areDest ruct ive o f Trade, Oppressors to the Poor, and a Common Nuisance to theKingdom in General, Londres, 1718, pp . 13, 18·20.

Page 7: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 7/37

 

74 TRADICION, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

como fuente de resentimiento. Una y otra vez fueron impugnados

los nuevos lJrocedimientos de comercializacion. En 1710, una petici6n

a favor de la gente pobre de Stony Stratford (Buckinghamshire) se

lament a de que los agricultores y comerciantes estaban «comprando y

vendiendo en los corrales y en las puertas de sus Graneros, de tal

manera que ahora lospobres habitantes no podemos conseguir una

molienda en proporcion razonable a nuestro dinero, 1 0 cual es una

gran calamidad». En 1733 varies municipios apelaron a la Camara de

lo s Comun e s en contra de ta l practica . Halsemexe (Surrey) se lamen-

taba de molineros y harineros que acaparaban el comercio; «comprs,

ban secretamente grandes cantidades de cereales de acuerdo con pe -

quefias muestras, y se negaban a comprar el que habla sido expuesto

en el mercado publico». Esta practica sugiere la existencia de una

ocultacion y perdida de diafanidad en los ptocedimientos de comer-cializacion.

Con el transcurso del siglo no cesaron las quejas, aunque ten-

dieron a trasladarse hacia el Notte y el Oeste. Con ocasion de la

escasez de 1756, eI Consejo Privado, ade rna s de pone r en movi -

miento las viejas leyes contta el acaparamiento , promuIgo una pro-

clama ordenando a «todos los agricultores, bajo severas penas, traer

sus cereaIes al mercado publico, y no venderIo a rnueatreo en sus

propios lares». Pero a las autoridades no Ies agradaba sentirse derna-

siado presionados en este asunto, en 1766 (ot to afio de escasez) lo s

magistrados de Surrey inquirieron si comprar por muestreo era, en

efecto, un deIito punibIe, y recibieron una respuesta prodigiosamente

evasiva: eI secretario de Su Majestad no esta autot izado, en razon de

su cargo, para interpretar las Ieyes.

Dos carta s dan alguna idea del desarrollo de nuevas practicas en

el Oeste. Un corresponsal que esctibla a lord Shelbourne en 1776acusab

aa los comerciantes y moIineros •de Chippenham de «com-plot»:

~l mismo, man~6 comprar unaarroba de trigo al mercado,

y aunque h ab fn a ll f muchas cargas, y era inmediatamente despuesde haber .s~nado Ia campana del mercado, dondequiera que suagente sOhcltase, la respuesta era.«Esta vendido». De forma que

aunq~e .. . para evitar el castigo de Ia ley, 10 traen al mercado, e lnegoclOse hace antes, y el mercado es s6Io una.farsa '"

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

. 'n a un motfn: en junio de 1757,. dian dar ocaslO ,(Estas practicas po 1 b1 cion se sublevo en Oxford y en pecos

se inforrno de qu: « al~di~ luna carga de trigo que se sospechaba

minutos se apro'p16 y traida a1 mercado solamente parahabra sido vendida por muestra id t es de 1772 de un corres-

. ias» ) La segun a car a , dsalvar las apanenc as. d ib n pra'c t ic a d i f er e nt e de tasa e

D h try escri e u a f"ponsal en o:c es e , 1 d agricul tores se reunian para ijarmercado: sostiene que os gran es

los precios antes de ir a1 mercado ,

h mbres no venderan menos de cuarentay muchos de soob 0 d n cornprar. Por esto el molinero,b 1: l ,~ q e los po res no pue e , le oid 1us Je s, u . d 1 . It da el precio que este e pi eyeque 110 es enermgo e agricu or,

pobre tiene que aceptarlo,

. 1 obres continuaron lamentandose delLos paternalistas ~ .oss P de rnercado que nosotros, en vision

desarrol lo de estas practica 0 inevi tables y «naturales».". t demos a aceptar com .

retrospectiva, en h inevitable no era necesana-Pero 10 que puede parecer a o~a comobable Un panfleto caracteris-

1 i 1 0 XVIII materia apro. d d dmente, en e s g ba id' d contra 1a supuesta liberta e ca atico (de 1768) clama a in igna .0. sus co sa s : esto serla liber-

. I h 1 0 que quisiera con ,gncu tor pnra acer .. .

tad «natural», perc no «civil»:

la I ibertad de un ciudadanoNo puede decirse, e~tonces, que s.e,a d. lguna comunidad; esd vive bajo la proteccion e a

~as eb~; : l~u~ibertad de un saivaje; oie~~i~~n~~~i:~t~o~~r q~: ~:

aproveche de ella, no merece a prSociedad proporciona.

1 d s «u na parte mater ial de suLa asis tencia del agricul to~ a mer.c~ 1)0 e rd a r sus mercandas 0 ven-obligacion; no se le debena perrmnr oua

derlas en o tr o I ng ar» .24 1 dos tuvieron tan poca funcionPero despues de 1760, os merca

. . 1 t 3635 litros. (N . de t.)* Medida inglesa de and~s, equ rva en e a de 'una abundante Iiteratura en23 . Pueden encontrarse e)emplo)s, de~j~~ Anon [Ralph Countevil le] , Th e

Gen tl eman 's Maga zi n e, XXVI (1756 , p. .' Anon' [C. 1.], A Letter to aC ries o f the P ub lic , Londres., 1758, ~ 25; t o t h~ L aw s aga in s t F o r es ta l le r s,M em be r o f P a rl ia m en t proposing Am

1e 7 5 7 mens 5-8; M use um R ustic um et C om -

I n gr o ss e rs , a n d R e g ra te r s, Londres, . ,pp. ~n.merciale , IV (1765), p. 1~9j ~ o rs tt eh r,1 ;i c~ t~ /W h ea t M a lt . .. , Londres, 1768,

24 . Anon., An Enqu iry i nto e ,pp. 119-123.

75

Page 8: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 8/37

 

76 TRADICION, REVUELTA Y CONSCIENCIADE CLASE

en la mayor parte de las tierras del StU' Y en 1 Midldichos distritos, las quejas contra la Vent as I ands que, enfa POl' mUestreorecuentes, ~ pesar de que a finales de '1 son menos

de que los pobres no pUcliesen com ra/1geO, s: protes~aba todavia

algunos lugares del Norte el asunto e;a dis~in~~enas cantI.d~?es.25E ntrabajadores de Leeds en 1795 se quej d I' Una petlclon de los

y molineros y un grupo de gente q a e « os agentes de cereales1 hari u e nosotros I lamam

y os arineros que tienen el grano os regatonespueden retenerlo y venderlo al pr . en sus ~anos de manera que

«Los agricultores no llevan mas gl~~~Oqr

e

qUledran, 0 no venderlo».en sus bolsil los como muestra 1 0 a

lmherca 0 que el que llevan

b T '" 0 cua ace quejars h 1po res». anto fue el tiernpo que tarde . e ~uc 0 a asverse un proceso que muy d en abrirse camino y resol-

, , a menu 0 se do .antes. ' cumenta y a c ie n a fio s

Se ha seguido este ejemplo '1ridad del detalle, la variedad d~~ra I ustrar Ia densidad y particula-

que el resentimiento popular ~: costumbres locales y el r1!rnbo

viejas practicas de rnerca.] 0 L' P? ia dtom~r cuando cambiaban las. , a rnisrns ens1d d I .. el i

existe en el area de comerdaliz " a , a mIsma 'versidad,delo paternalista faltaba acton, escasamente definida. EI mo -

Assize of Bread si bien' lor fsup~esto, en muchos otros puntos EI1 d ' ue e ectrvn para cent I I .os _pana eros, se limitaba a refIe'a 1 .' 1'0 ar as ganancias dehanna y no podia deriing n '.' Lte 'prec~~ell cur~odeI trigo 0 Ia

Los moIineros eran ahara u e~ ~ne~a Infl~lr sobrelos p r e d o s ~n sf.empresarios acaudalados' ert ordsh1re y el valle de Tamesisa ' , y a veces comer . d '51 == grandes fabric antes d .. ;6Iantes e grano 0 malta,

cfreahstas principales, los mercad harInb · Fuera de los distritosa guno ser abastecidos sin las as. ur enos no podian en modo

des hubieran quedado anulad:p~aclOnes de agentes cuyas activ ida-

Ia legislaci6n c?ntra los.~£f.\para~or~s.haberse impuesto estrictamentecHasta que punto r - _ . ? , - - - . ._ - - .

econocleron las id25 V' '. aut01'1ades que su modelo. ease, por ej D' (.

t.n 1795 que «mucho" .aVles tnlra, p. 92)S .'.tnlades a los pobtes i agrlClltores rehusan ve~dere [lntord6 desde CornuallesY desde Essex en H i o o cua causa gtandes mUrm c~ a a] en pequefias can.en los sitios ordinarios '! r «en algunos lugates n~~clones»:, PR O, HO 42.34,neros Y agentes) cenad -onde compradores ¥vended e efectu.an.ventas exceptopara el vecindario». taluntos . .. . el beneficia del Mores (prmclpalmente rnoli .

por 2~s c1asesmas b~jas»~spKgctHO Son,mencionad~~cado se hapetdiclo casi1640,; l].!sher, «The D~velo 42.54., '. • '. «con gran indignaci6n

, 'on. Hw. Review, V (193~~;j1)~f the Lot ldon FoodMarket, 1540.

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTlTUD

se alejaba de la realidad? La respuesta varia segun las autoridades

implicadas y con el correr del siglo. Pero puede darse una respuesta

general: los paternalistas, en su practice normal, aceptaban en gran

parte el cambia, pero volvian a este modelo en cuanto surgfa alguns

situaci6n de ernergencia. En esto eran, en cierta medida, pris ioneros

del pueblo, que adoptaba partes del modelo como su derecho y pa-

trimonio. Existe inc1uso la impresion de que, en realidad, se acogia

bien esta ambigiiedad. En distritos con motines, en epoca de esca-

sez, daba a los magistrados cierta capacidad de maniobra, y prestabacierta aprobaci6n a sus intentos de reducir los precios empleando la

persuasion. Cuando el Consejo Privado autoriz6 (como sucedio en

1709, 1740, 1756 y 1766) la emisidn de proc1amas en letra gotica

ilegible amenazando con terribles castigos a acaparadcres, buhoneros,

trajineros, revendedores, mercachif les , etc., ayud6 a los magistrados

a inculcar el t emor de Dios entre los molineros y comerciantes loca-

les . Es cierto que Ia legislacion contra el acaparamiento fue revocada

en 1752, pero el Acta de revocaci6n no fue bien redact ada , y durante

la gran escasez que siguio, en 1795, lord Kenyon, el justicia mayor,

tomo la responsabilidad de anunciar que el acaparamiento continuaba

siendo un delito procesable segiin el derecho consuetudinario; «a

pesar de que el decreto de Eduardo VI fue revocado (si 10 fue acer-

tada 0 desacertadamente no soy yo quien deba decidirlo) aiin sigue

siendo un deli to de derecho consuetudinario, coetaneo a la consti tu-

cion». Elreguero de procesos que puede observarse a 10 largo del

siglo -normalmente par deli tos insignificantes y s610 en afios de

escasez- no se agot6: per el contrario, en 1795 y 1800-1801 huboquiza mas procesos que en cualquier otro periodo de los veinticineo

afios anteriores," Pero esta bien claro que estaban dest inados a pro-

ducir un efecto simbolico, con objeto de hacer vel' a los pobres que

las autoridades actuaban en vigilancia de sus intereses.

De aqui que el modelo paternalista tuviera una existencia ideal ,

pero tambien una existencia real fragmentaria. En afios de buenas

coseehas y precios moderados, las autoridades 10 dejaban caer en el

27. Gi rd ler (op . c i t. , pp. 212-260) da una li sta de var ias sentencias en 1795y 1800. En varies condados se establecieron asociaciones privadas para juzgara los acaparadores: Rev. J. Malham, T he s ca rc it y o f G r ai n c on si de re d, Salisbury,1800, pp . 3544. El acaparamiento, etc ., siguieron siendo del itos de derechocormin hasta 1844: W. Holdsworth , H is to ry o f E ng lis h Law, Londres, ed,19}8, XI, p. 472. Vease tam* m~s adelante nota 46.

77

Page 9: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 9/37

 

78TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA D

E CLASE

olvido. Pero si los precios subfan y los p b

tiscos se 1 0 reavivaba, a1menos para crear 0 test se m?sttaban levan-un e ecto slmb61ico.

III

Pocas victorias intelectuales han sido a 11que los exponentes de la nueva economf m s .atto adoras que la

t~ria de tegulaci6n del comerdo interno d: politlca gana.ron en ma-

rladores esta victoria les parece en f cerea1es. A ciertos histo-mente pueden ocultar su malesrar e ecto, tan absoluta, que difkil-

EI modele de la nueva economfa co~, respecto al part ido denotado.

por el de Adam Smith a p d po rtica puede tomarse rnuy bien

d e l as n ac io ne s no so'l' .. esar e quedquepa considerar a L a r iq u ez a, 0 como pun to e p id .

una gran terminal central en 1 . arti a, sino tamblen como

glo XVII I , muchas lfneas im r a que convergen, a mediados del si-

como la lucida obra de Ch;r~e~a~:~t~e #iscusi6n (algunas de ellas,

1758-1759, apuntaban espe 'f' ,racts on the Com Tradela . CI lcamente adem 1 1 . . 'Clon~s paternalistas de mercado) El d boer as vleJasr!!gu.

y 1772, que culmina con 1 '. e ate ptoducido entre 1767acaparamiento, sefiaM Una .atre~ocacl6n de la legislad6n contra elcu - VIC Otlaen esta ' l'atro anos antes de ser publicad •i b' area, para e l a is s ez [ a ir e ,Esto significaba rna' .a a 0 ra de Adam Smith

n . di s unantlmode1o .egatlva recta a 1a desinte tadora q~e un nuevo modelo: una

Tudor. «Sea revocado todo d~cr . . ~O~tlca de «prevision» de los

~:ales -escribi6 Arbuthnot en 1~~3 r ~clo~ado con las leyes de ce-

. rna el agua, Y encontrara su . -is de}emos que el cereal corra~b:rta~ del cornercio de cereales:7e1». L~, «ilimitada, incontenidaml:h. La nuevaeconomla su ue tamblen 1a exigencia de Adam

t?()rla delcom(!tcio del c ponla una «~e.!.Il1or~Mzadon» de la I

Clan, arnpliamentedeb~tid~:ll§~~1!lO de tan!o .alcance com~T~d~;~'ga_1

Can el termino «desrnoraliZ'aCl" las restrlcclone.s contra 1a usura 30:on» no se "., . I

quetla sugerir que SmithB e 28. ]. Arbuthnot (<<Un a .

tw ee n th e P re se nt P . gtlcultor») An Iff .177.1, p, 88 . nee o f P ro visio ds lin d tlUI? in to th e C on ne ctio nr-: 29. L a «disgresi6n' . e IU o. f FlIrms, Londres\,. ,C reale s» , d e A dam S c,on respecto alC ome . d .r: . . .' ,

Nat ions, lllJth, esta en e1libro~ . e Granos Y II las Leyes de. 3 0 , R. BTa' ' cap, 5 de The Wealth 01

CaPilalitm, Lo~d r e s ~~6 dlScute el problema en R e I ", • pero no ea esencjal.· •. '. tg tonllnd the R ise of

PllrII su . tesis;

LA ECONOMiA MORAL DE LA MULTlTUD 79

a

y sus colegas eran inmorales 31 0 no estaban interesados en el bien

publico,32 Significaba, mas bien, que se limpiaba a la nueva econo-

mfa polit ics de imperativos morales intrusos. Los antiguos panfletis-

tas eran, en primer lugar, moralistas y solo en segundo economistas.

En la nueva teoria economic a no entraban cuestiones sobre politiea

moral de la cornercializacion, a menos que fuera· C O m ( ) -preambulo

y motivo de peroracion,

En la practica, el nuevo modelo.funcionaba del siguiente modo.

La operacion natural dco_laofertay Ia demanda en el mercado librellevaria al maximo i a satisfaecion de todos los sectores y estableceria

el bien cormin. El mercado no estaba nunca mejor regula d o que

cuando se le dejaba autorregularse. En el curso de tin afio normal,

el precio del grano se ajustaria a traves ...pellDecanismQckLmercaq,?,

Inmediatamente despues de la cosecha, los pequefios agricultores y

todos aquellos que tenian que pagar salaries por la recoleccion y

rentas de la fiesta de San Miguel (correspondiente a los meses de octu-

bre, noviembre y diciembre), trillarian su grano y 1 0 traerfan almerca-

do, 0 permitirian la salida de 10 que habian contratado deantemano

para ser vendido. Desde septiembre a Navidades se podian esperar

precios bajos, Los agricultores de tipo medio retendrfan sus cereales ,

can la esperanza de que subieran los precios en el mercado, hasta

el comienzo de la primavera; mientras que los agricultores mas

opulentos y los pertenecientes a la gentry agricultora retendrfan part~

de su grano por mas tiernpo todavia -de mayo a agosto- con la,

expectativa de llegar al mercado cuando los precios alcanzaran su'.

punta maximo. De esta manera se racionaban adecuadamente las \reserves de cereales de la nacion, a traves del mecanismo del precio,

durante cincuenta y dos semanas, sin ninguna intervencion del Es-

tado. En la medida en que los intermediaries intervenfan y compro-

menan por adelantado e1 grano de los agricultores, realizaban, mas

31. La sugerencia fue hecha, sin embargo, por alguno de los oponentes deSmith. Un panfletista, que pretendla conocerle bien, sostenfa que Adam Smithle habla dicho que «la Religion Crist iana degrada la mente hurnana», yqueIa«Sodornia era una cosa en 51 indiferente». No sorprende que sostuviera puntosde vis ta inhumanos sobre el cornercio de granos : Anon., Tbou ghts of a n O ldM an of Independen t M in d thou gh D ependent F ortu ne on the Presen t H ighP ri ce s o f C o rn , Londres , 1800, p . 4 .

32. A nivel de intencion no. veo raz6n para discrepar del. profesor A. W.Ceats,«The Classical Economis ts and the Labourer», en E. L. Jenes y G . E.Mingay, eds.,· L an d, L ab o ur a n d P o pu la ti on , Londres, 1967.. Pero la intenciones una mala medida del interes ideoldgico y de las consecuencias hist6ricas.

Page 10: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 10/37

 

80 TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSClENCIADE CLASE

eficienternente aiin, este servicio de racionami t E1 . d 1 en o . n afios de

sez e precio e grana podia subir hasta altur li esca·era providencial, pues (ademas de suponer as,Pe Ig~osas; pero esto

por tador ) era otra nueva forma eficaz d ~n tncen t ivo para e l im -

1 . . e raClonar sin Ia I das existencias serlan consurnidas en los ' . cua , to as- 1 nueve prrrneros me d Iano y en ostres meses restantes Ia escasez . , ses etica hambre. se convertma en auten.

Las tinicas vias por las que se podf

aut~rregulable , eran la interferencia del Est:d~om~er est~. e .conomfa

lat. J Habfa que dejar fIui! libremente el } deldPreJulclO popu -superabundancia a las zonas de esc a pcerea

1es e las areas de

e l i . sez, or 0 tanto i:ano representaba un papel necesarl .' e tnterme-

prejuicios contra los acaparador:cesrlo, prod~ctlvo y loable. Los

po r Smith como superstic iones a iSu te:on rec azados tajantemente

ferenda con elmodelo. natural degc~m:1V~1que ~abrujeri~. LBin~~r.

locales 0 desalentar a 1 .; r rcio podfa producir hambres

ci6n. Si se obligaba a v~~t: !r~~u teres en e l: a um e nt o de su produc-

en epocas de escasez p d ' ematu:as 0 se restr ingian los precios

S· l' ,orlan consumirs- I'1 os agrlcultores retenf con exceso as existencias

bl an su grano m h . .emente perjudicados al c 1 ~c 0 tiempo, saldrian proba-

aplicarse a los demas 1 ble os ~recI0s. La misma logica puede, eu pa es a eros d 1 bl .

neros, Comerclantes y pan d S e pue 0; molmeros hari-co . . a eros us com . ,mpeUtlVOS.Como mucho ,} .' df . er~lOs respectivos eran

de los precios en period ,so a po Ian dlstorslonar el nivel naturaljuicio '1. os cortos y a menud

en u tirna instancia. A fi~ales .. 0 para su propio per-

comen~aron a dispararse, el temedio. dbe siglo, cuando los precios

regulaC16n d el comercio . ~e us co , no en una vuel ta a lade los . , sino en rnejoras t 1cercam1entos, y el cultivo d .a es ~omo el incremento

No debeda ser necesari dis, ~ terrenos baldloS•

dnatural y autorregulableqOu···e l I S . c.·blltlrCjueelmodelQde u.na econ.orniae ta d >. • a ora pr . .d . ···1 ..... as, es una superstici6n del ... OV1.encIBlllente pa.ra el bien

Sustentaba el dIe rnismo orden 1mae 0 paternalisfa. . .. .. que as teoriasque

ens una SUper t··6· . . ,a pesar de'qu . . ' .'d o 1. ,. S lCI n que algunos hi .. .. .. e,CUtlosamenfe, es

$.1 . os ultlmos en abandonar En lS~ot1adotes·de la economia han

. .Clertos aspectos, el modelo de

~. Smith 0.pinaba que las d -LiI lie I>\leden compatarse e as Iban ala pat- «Ien I'e!lfe. se siente tan int! t~as partes a las leye~ co~ Ieyr concernientes alant :' fa Vida"~i~ a su fe1ici~da e

l· 10 . que se ref iere c b in entes a Ia r;Iigi6n.

SUS Pte}WCIQS . .. .. en a Vida futura, qUe'elenb~ su subs ls tenciago lerna debe ceder

LA ECONOMfA MORAL DE LA MULTITUD

Smith se adapta rnejor a las realidades del siglo XVIII que el paterna-

lista, y era superior en simetria y envergadura de construccion in-

telectual. Pero no deber iamos pasar por al to el aparente aire de vali-

dez empirica que tiene el modelo. Mientras que e 1 primero invoca

una norma moral -10 que deben ser las obligaciones redprocas de

los hombres~l segundo parece decir: «este es el modo en que

las cosas actiian, 0 actuar ian si el Estado no interfiriese». Y sin ern-

bargo, si se consideran esas partes de La riqueza de las naciones,

impresionan menos como ensayo de investigacion empirica que como

un soberbio ensayo de logica valido en sf mismo.

Cuando consideramos la organizacion real del comercio de ceo

reales en el siglo XVIII no disponemos de v er if ic ac io n e rn p fr ic a para

ninguno de los dos modelos. Ha habido poca inves t igacion detallada

sobre l a co r ne r c ia l iza c io n ; 34 ningiin estudio impor tan te de una f igura

clave: el molinero." Aun la primera letra del al£abeto de Smith ~el

supuesto de que .los al tos precios eran una forma efect iva de raciona-

mien to- queda nada mas que como una mera afirrnacion. Es noto-

rio que la demand a de grano, 0 pan, es mu y poco flexible. Cuando

el pan es care, los pobres -como le recordaron a un observador de

alta posici6n- no se pasan a los pasteles. Segiin algunos observa-

dores, cuando los precios subian los trabajadores podrian comer In

misma cantidad de pan, pero era por que eliminaban ot ros productos

de su presupuesto; podian incluso comer mas pan para compensar In

perd ida de otros ar t i culos , De un chelin , en un afio normal , sei s

peniques se destinarian a pan, seis a «carne de mala calidad y mu-

chos productos de huerta»; pero en un afio de precios altos, todo elchelln se gastaria en pan."

34 . V eas e, sin embargo, A. Everitt, «The Marketing of Agr icultur alProduce», en Joan Thi rsk, ed. , The A graria n H isto ry o f E ng la nd a nd W alesyo1. IV; .1500-1640, Cambri?ge, 1967, y D. Baker, «The Marketing of Cor~In the F irst Half of the EIghteenth-Century: North-east Kent» , A gr ic , H is t.Rev., XVIII (1970) .

35. Hay alguns informacion util en R. Bennett y J. Elton History 0 1Corn Mi ll ing , Liverpool, 1898, 4 vols. '

3.6. Emanuel Collins, Ly ing De tec ted , Bristol, 1758 , pp. 66 -67 . Estoparececonfi rmado par los presupues tos de Davies y Eden (vease nota 15 ) y per losobservadores del siglo XIX: vease E. P. Thompson y E. Yeo, eds. , Th~UnknownMayhelfJ' Londres, 1,971, ap, II. E. H. Phelps Brown y S. V. Hopkins, «SevenCentune.s of the Prices of Consumables compared with Builders' Wage rates»,Economlca, XXII (1956 ) , pp. 297-298 , conceden que s610 un 20 par 10 0 delpresupuesto total dornestico se gastaba en alimentos harinosos, aunque lospresupuestos de Davies y de Eden (tornados en afios de precios a ltos) rnues-

81

Page 11: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 11/37

 

82TRADlcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA D

E CLASE

~e cualquier manera, es bien sabido ue 1 .~reclOs .del grano no pueden ser explicad~s os ~10vlmientos d e los

e precio, de oferta y demanda' y la r' POl' sImples mecanislUos

e~portaci6n cerealista, distorsio~aba adn Im~ Plagada para alentar alaaire y el ag 1 'mas as ccsas ]

. . ua, e grano era un articulo d' . unto canelordmanamente sensible a l' d .. e primera necesidadEn 1796 A cua quier eftclencia e 1 ' extra·

. £' rthur Young calcu16 que el def' n e abastecimientotrigo u.e menor del 25 por ciento' p ~C1t to~al de la cosechad~proporclonando, por tanto se' ' er,o e precio subi6 en un .

cola un beneficio de 2 0 ~l'll gun dsusl.cbalculos, a la comunidad 8 1 1 ,maIn L ones e 1 ras ' ' agr.cult~ res ~ escrito :es tradic ionalistas se lam:n~;b que den un ana nor.

comerclanteb ac tuaban p 1 £ an e que los agri~unto de vista fue reba tid or . a uerza de l «monopolio. .eiado absurdo 0, en eSCrlto tras escrit », sucientas m il per para ser tratado seriamente ' rvam ~,como «dema.. sonas l» 38 El ., os., ;mas de d

51 este agricultor a .... . asunto a tratar sin e b os-polista», sino si 1 ~quel comerciante podia ac~uar m argo, no erajunto eran os l11tereses de producci6n d com~ un «lnono·

capaces, en una larga y . y e comerclO en 8U can.- contl11uada sucesi' d .tr on e Clrcuns._an un termino med io d

( D O s el Consumo de e 53 pOr ciento Est .ueron suprimidos pan permaneci6 establ 0 suglere nuevamente u

~ l ! n ~ : v ; r ~ f i c . a i 6 ~ d elamaf:~~' hE s . PfSibl~' : u e :oe~tt'~nd~tfcu~oSb ~1i~~~tJ~i~::en;t:~lf~~~ ~~~i~1m~~~'~~:t~~bia ~b~~d!n~?:~e P~e~r~uh~u~e~sc~ilii;t:.:37. A nn al; 01 J2?A..54. 5, «ese gran substituto d~tp en el merca.do

-tttntdo en 1699 grtculture XXVI ( an», zanahonas.Preeio Ires d e . que una d:fi' . 1796) , pp 47 0(;)1 Chtwlt' s D Clmos: Sir C. Whi~nCJa de un declmo ' 4f3. Davenant habia

h obra d e v l ' M . " f J , / / , tondres, 1771r

t T he P oliliea l a ~d C cosech~ subfa el/Set., X X x i (~e;64)«1'he Bread Crl p .. 224. EI P to b lem~ lnm e !c la l W o rk s

m' • Y ]. D G ISIS InBritain 1795 es ta tratado enfIII(:e Yhi : ~e Eightee~th 0 C ! : : ; «Agricul tu~al PI - 1796)~ , Economica,

de caPle sobre un tuJ:y», fl. E H?ctuat lons and the

L k£lun el cua ll~ Prec ios alt6sU,to m~ncionado ~. m tst'd XXII (1962 ) .

... ~ p ~ pequeiios . p, eJ., Farmer ' Menu 0 en apologfasftte 'iiiif' til "b _ arJ' ~lmiente Y hagr1cultores en an - sd agazine II 1801

d e ~..p l C l l < : 1 1 5 n .,..ara su . os e e " ,. IIHlOis en los teo~etica p rindp lJroglo ~onsumo' scasr; necesitaban

~~e~~~~:%~~o dde~a~POC~ :O d~~~~~~ a t i l i ~ ~ d S~ o h ~. I "Un A r: ercado antes d ' e requerir fa mas

" ,xZ l: :ll • C01l!C t ' m i : ' : I i [ , I to J : 1•Three Lett e que tales explica.P T - . r ~p~, ve ~ X ; rtces 0 1 Pr o : r_sto a Memb

~ / ; : : : ! - ; t : : 'C I f f ld higbti!~hnSheffieid:oO k Lon~ret 1 16 ~h e H o us e o fOirtI-TrlfdeB r 0 / P ro vi si on s L os et vf Jt tO I1 Son If, P C ' 18-19.

, rlstol. 1816 .. . ' ndres 1800 e Om Bill, . .P. 10-11.' , P. 33; ]. S.

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

tanc ia s £avorables, de aprovechar su dominio sobre un articulo de

primera neces idad y elevar el precio para el consumidor, de igual

manera que las naciones desarrolladas e industrializadas de hoy han

podido aumentar el prec io de cie rtos articu los manufacturados con

destino a las naciones rnenos desarrolladas.

Al avanzar el siglo, los procedimientos de mercado se volvieron

menos claros, pues el grano pasaba a traves de una red mas compleja

de intermediaries. Los agricultores ya no vendian en un mercado

competitive y libre (que en un sentido local y regional, constituia la

meta del modele paternalista y no la del modele del l ai ss ez f ai re ),

sino a comerc iante s 0 molineros que estaban en mejor situac ion para

retener las existendas y mantener altos los precios en el mercado,

En las ultimas decadas del siglo, al c recer la poblacion, el consumo

presiono continuamente sobre la producci6n, y los productores pu-

dieron dorninar, en forma mas general, un mercado de ventas, Las

condiciones de. las epocas de guerra, que en realidad no inhibieron

demasiado la importacion de grana durante los periodos de escasez,

sin embargo acentuaron en esos afios las tensiones psicologicas." La

que importaba para fijar el precio posterior a la cosecha era la

expectativa del rendimiento de esta, y en las ultimas decades del

siglo hay evidencia de l desarrollo de grupos de presion de agriculto-

res, que conocfan muy bien los efectos psicologicos involucrados en

el nive l de los precios posteriores a la cosecha, y fomentaban asidua-

mente expectativas de escasez ." Notoriamente, en afios de escasez,

los agricultores ostentaban una £az sonriente ," mientras que en afios

de cosechas .abundantes el premio inconsiderado de la Senora Natu-raleza provocaba gritos de «jdesastre!» en los agricultores. Y por

muy abundante que pudiera aparecer la cosecha ante los ojos del

ciudadano, en cada caso iba acompafiada de comentarios sobre el

mildiu, las lnundaciones, las espigas atizonadas que se convert ian en

polvo cuando comenzaba la tri lla, etc.

39 . Olson , E co no mic s o f th e W ar tim e S ho rta ge , cap. 3; W. F. Galpin,T he G ra in S up ply o f E ng la nd du rin g the N apo leo nic P erio d, Nueva York,1925 .

40 . Vease, p. ej., Anon. [«Un Molinero de malta del Oeste»], Considers-tio ns o n the prese nt High P ric es o f P ro vis io ns , a nd th e N ec es sitie s o f L ife ,L on dre s, 1 76 4, p. 10 .

41 . «Espero =-escrfbfa un terrateniente de York sh i re en 1708'- que 1aescasez de. grana que probablemente conrinuara bastantes aDOS, hara la. agri-cul tura muy rentable para nosotros, roturando y mejorando toda nuestra nuevat ierra», citado por Beloff, op, cit., .p, 57 .

83

Page 12: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 12/37

 

84 TRADICI6N, REVUEL'l'A Y CONSCIENCIA DE' , CLASE

I) E 1 mod elo d e libre m ercad o su pone u na sec ia dd '1 ' u enC lil e p -a g ran es agricu to tes qu e traen s u g ra no al d d equ enos

, f d . 1 merca 0 uran te I -Ipero am es e sr g 0 al sucede r se 108 a lt o _ . e ana;" " 8 p reclo s u n ano t!U ? ,may or nu mero d e pequefios agricu lto res od ran ras o tro ,[ vrs io nes has ta qu e el m ercad o subiera ,P

f" re te ne r s us p ro -

I d d II a sans a cc lo n s uy a (D ~i e to 0, para e o s no era u n asunto d . l' . . e spuc s! s ino d e in ten so , d e v ital interes: s u g a ne c ~m er cl a1 1 za c lo n r u ti na ri a,

.f • an an cra an ua p d' di en gran m ed id a, d el precio al qu e tres 0 ia epende r ,i d f 11 0 cuatro mon tone d. po Ian egar a v end ers e .) Si ten ian ue s e grana

b an ea rio ru ra l fa cilit o a l a gric ult 1 q b p ag~ r ren tas , el d esarro llo, d o r a 0 tenC l0n d e p , 42

motm e s ep tiem bre u octubre resulto d esen d res tam os . E 1porque no se p r o d u d a la caid a d e lo s ca :n ad o m uy , a m en ud oc os ec ha a pa re nte me nte a bu nd an te 1 1 ~ re~ lo s d espu es d e u na

c io n c on sc ie nt e e ntr e el prod t '. Y t 0 I nd lc ab a u na c on fro nta _rioso. u c 01 re uc tan te y e l c on sum id o r fu.

. Traem os a colacion e s to s c ome n ta ri osSmith, s ino s im plem ente par . di 1 ' no para refuter a Ad am

. , a In rear os pu n to d d hp recau cion has ta qu enu e t '. s on e ay qu e tener

Is ros conoclmlentos 'I'pecto a m od elo d e l ai ss ez f a' h s e amp len , C on res -d d tre no ay q u e d e ' .emos t ra 0 empfricam en t . " err S lUo q ue no se ha

qu e existe cierra evid en .e , qu e es tn trll1 se ca me nt e im pro ba ble yC Ia en co ntra N h '

m en te qu e «lo s com erciantes . ba n d _D s an reco rd a d o recien te-

q ue l os C Om er cia nt es d e grano 1 ~~ e~ ~ ,hlU ber oen e 1 siglo XVIII», y

be~m ercad o».43 E stas m an ip ulacio nes n a .er g an ad o «m an ip ulan dole n r ar ,a m en t,e d e m an et a t 'f s e re gls tra n' o ca sio na lm en te s iu l an ranca co fue ,

e to r y C omerejan te d e ran ' d ' . m o ue ano tad o par u n agri-s u d iario , en 1802: g os e W hlttles fo rd (C ambrid ges hire), en

Y o C Om pte C e nt en oh ac e Darb b a.p od r1 a h ab erI o v en did oce Mes es a c in cu e nt a c he Iin es la

po re s c on sig uie ro n s Uh arin ' b a 122 chelin es Iaarrob a. L osques e l c el em fn . L a P ar ro qu i/ ~e ~ :n ,c fn ~ ~n o, a ~ chelines 6 peni -

go a l fe r en c la q ue fu e 1 chelln

., 42 . Elhechoes obPitt '" 011 the Causes ojervado ~n Anon., A. LetteA n o n . [«Una Sociedad d the I;IzghPriceoj Pro . ~ to the Rt, Hon, Wi ll iam

f:~zSromerville,Londrese~~cultoresPractic:os~t~sL~ereford, 1795,p. 9;e ndustrialRevolutlon' p. 49. Cfr.L. S.'Pres/ fer to the Rt. Hon.

and 4iiar~tsW.· J ; Gr~inger 'y ~f~. J9~6, PP.346..348. nell, COuntry Bankingp, 262 ' in the EIghteenth C . lllOtt, «AFresh L k

. entury», Be o n. H is « Rev 0°2 • a t ,Wheat Prices., , ser.,XX (1967),

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 85

9 peniques po r ce lemin. Fu e una bend id 6n para lo s Pobres y

b u e no p a ra rni, Compre 320 arrobas."

L a g an an cia en es ta tran saccio n fu e s up erio r a m il I ib ras ,

I V

Si se pu ed en recons tru ir claro s m od elo s alternativo s tras la po -l it ic a d e t r ad i c io n a li s ta s y e co no mis ta s p olitic os , c po dria h ac ers e 1 0

mismo con la econom ia «moral» d e la mu ltitu d ?E sto es rnenos

s en cillo . N o ~e nf re nta mo s c on , u n c om ple jo d e an alis is r ac io n~ l,p re -

juicio y m od elo s trad icio nales d e res pu es ta a la es ca sez. T am po co es

p os ib le, en u n m om en ta d ad o, id en tificar c1 aram en te" 'a lo s g ru po s

qu e res pald ab an las teorias d e la m ultitu d. E sto s ab area n a seres

c ap ac es d e e xp re sa rs e a rt ic u la d am e nt e y seres incapaces d e ello , e

in clu y en h om bre s c an e du ca cio n y e lo cu en cia , D es pu es d e 1750, to do

afio d e escasez fu e acompafiado d e u n t or r en te d e e sc rito s y c ar t a s

a la pren sa d e valo r d es igu al. E ra u na qu eja co rm in a tod os lo s p ro -

tagon is tas d el lib re com ercio d e granos la d e qu e la gentry i lusa

agregaba com bu stib le a las llam as d el d eseon ten to d el popu lacho .

H ay cierta v erd ad en es to . L am ultitu dd ed ujo , BU sel . ' l t imiepto

d e leg itim id ad , en realid ad , d el m od elo p atern alis ta . A m ucho s cab a-

lleros aun le s molestabanIos intermediaries, a quienes consideraban

co mo intru so s. A lll d on d e lo s' s en ores d e lo s £ eu do s co ns erv ab an aiin

d e re ch os d e mercado, s e s en d a n m oles to s p or la perdidaIa traves d ela v en ta p or m ues treo , etc .) d e tales im pu es to s. S i eran p ro pietario s

a gr ic ult ore s, q ue p re se nc ia ba n c om o s e v en dia la h arin a 0 Ia c arne a

p re cio s d es pro po rc io na da me nt e a lt os e n r ela cio n a 1 0 qu e ello s reci-

blan d e lo s tratantes, le s molestaban aun m as las ganancias d e estos

v u lg ar es c om e rc ia nt es . E l autor d el ensayo d e 1718 nos p resen ta u n

tltu loqu e es u n resu men d e su tema: U n e nsa yo para d em o str ar q ue

los ' R ega to nes, M on op olistas , A ca pa rad ores , T ra jin ero s e In term e-

diarlos d e G ra no s, G an ad o y otros b ie n es c om er ci al es . .. so n Destruc-

teres del C om ercio, Opresores de los P obres y u n P erju iclo C om un

p a ra -e l. R e in e e n G en er al. T od os lo s cornerciantes (ajnenos qu e

f u er an s im p le s b oy e ro s 0 carreteros qu e transportasen provisiones d e

44. E. M. Hampson, T he T re at me nt o f P ov er ty i n C am b rid ge s" fn re , 1 .5 97 -1834, 'Cambridge, 1934, p. 211.

Page 13: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 13/37

 

86TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENC

IA DE CLASE

un sitio a ctro) Ie parecen a este escritor u .

vader, «un grupo de hombres viles y per' .g. e no deja de set obserte rminos de condena que los campesinos ll1Cl~SO~»,y, en los clasico~

tan con respecto al butgues, dice: arralga as a la tierra adop.

son ~na clase de gente vagabunda 1 1consrso ..... evan todus s

'"' , y sus '" eXlstenclas no pasan d ,~s pertenenciasmon,tar, un buen caballo una lista d e .set un sImple traje de

cantldad prodigiosa de d~svel'guenza ~. fenas y mercados, Y una

C?mOel vagan de un Iugar a otro1 1

len~n la mares de Cain y

Clones no au torizadas entre e l com~ ~van 0,a c?bo unas trans 'ac.honesto consumidor,45 rClante bien lntencionado y el

Esm hastilidad hacia el com 'maoi d . . erclante se db'gl~tra as rutales, cuya inactividad s h ' a a aun entre muchos

cuan .0disturbios populates arra b e acta n~tat, en algunos casos

les dlsglls_taban los ataques con:: ar z~:a~ balO su jutisdicci6n, N~

granos Cllaqueto'_ EI autoj de un a ,os lSldentes 0 los agentes de

~n ~gente de cereaIes, se quejaba ~~r~to de Bristol, que es claramente

d~s e; p~az,de «~u populacho gue imp~~:7ente en 1758, ante lo s jue-

v - W ' ano antenor, la exportaci6n de ?es», e 1 cua] habfa impedi.

d e p ~ ; :'c~e «muchas solicitudes infr~~~euaes dhe!°hsvalles del Severn. le rtament 1 osas ec as . J

contra los. e, crece a convicci6n de a vanes ueces

distrala Ia :~~~a:~dores no eta mal acogido p~~e yn alboroto popularvagas am Clan puesta en agriculto a gunas autoridades'

. .. enazas d 1 Q res Y renti t· ,? a n a los pobres f . . u a rt er S eSS iOJ 1a l * Contra 1 s as, mlentras que

lntereses. Las vie' a Idea de que las autoridades as acaparadores da-

(omerciante en 1~~61eyes Contra lo s acaparad se ocupaban de sus, ores, se lamentaba un

45 Adam S . httLit' cmi t observ6 .

",I cOmercio del cas i sesenta ailos de '

e ~ r e r S rebntable, haf:~Oge~~oci a50s des~~:~e iue/710dio popular . ..lnlis t~.• ~ a andona a un e . ~ caracter Y for"' Oleos a50s. en que

Mttl'lreliranJde J 11conde Fit zwil lf rupo Infer ior de com~un.aadversos a tomar

,'on el cua l l~s h 'i.0.mercio. tern:r~ escdribfa: «los come~~·antes». Veinticincoa neche Susce ·bI50s .. e traficar co lantes en grano se

;: !lOPUl;achoigno tJ~~e~ a tsnta in jUrianyun alttIculo comercial

mas 11us~ Iades»' .' Sin confianza en 1 . ea umnia, para serHt lWil t d$ , F ry~5;'G!e ro un exam.e :l :t ;li l! ia~ a Por tla~lr03tecci6!l de aquellos

"Or ,urneys !lOd! as IQrtund ' septlembre 1800

J~ l i k - l t r m mformati\l'O' de IJ~~P ~ i b ~. : ~ duda ~!l e~i~~mi~iasl'ales. como Io~-.ues lIamados «Qcla Iterarla.

\larter Sessions».

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

se publican en todos los periodicos y estan pegadas en todos los

rincones par orden de los jueces, ~ara intimidar a los monopolistas,

contra los cuales se propagan muchas rumores. Se ensef ia al pueblo

a abr igar una muy alta opinion y un respeto hacia estas leyes . . .

Ciertamente, acusaba a los jueces de alentar «la extraordinaria

pretension de que la fuerza y el espfritu de l populacho son necesa-

rios para poner en vigor las leyes», Pero si rea1mente se ponian en

marcha las leyes, se aplicaban, sin excepc ion, contra pequefios delin-

cuentes -picaros locales 0 placeros que se embolsaban pequefios be.

nefic ios en transacc iones sin importanda- mientras que no afectaban

a los grandes comerciantes y molineros,"

Asi, tomando un ejemplo tardio, un juez de paz anticuado y

malhumorado de Middlesex, J. S. Girdler, inic io una campafia gene-

ral de procesos con tra esos transgresores en 1796 y 1800, con oct a-

villas ofreciendo recompensa por in formacion, cartas a la prensa , etc.

Se impusieron condenas en varies Quartet Sessions,* pero la canti-

dad ganada por los espeeuladores no sumaba mas que diez 0 quince

chelines, Podemos adivinar a que tipo de culpables afectaban los

procesos del [uez por e1 estilo literario de una carta anonima que

recibio:

Savemos que eres enemigo de Agricultores, Molineros, Arineros

y Panaderos y de nuestro Comercio si no avria sido por ml y porotro til hijo de perra uvieras s ido asesinado hace mucho por ofrecer

46. Contrariamente a la suposicion cormin , la legislacidn sobre acapara-miento no habia caido en desuso en la primera mitad del s iglo XVIII. Los juicioseran poco frecuentes, pero suf ic ientes para suger ir que teni an a1gl in efecto enregula r e l pequefio comercio en e l mercado abierto. En Manchest er (vease nota18) mul tas par acaparamiento 0 regat eo fueron impuestas a veces anual rnente , aveces cada dos 0 tres afio s, desde 1731 a 1759 (siete multas), Los productosimplicados inclulan rnantequilla, queso, leche, ostras, pescado, carne, zanahorias,guisantes, pata tas, nabos , pepinos , manzanas, a lubias, uvas, pasas de Cor into,cerezas, pichones, aves de corral , pero muy rararnente avena y t rigo, Despuesde 1760 las mu ltas son menos frecuen tes pero incluyen 1766 (trigo y rnante-qu illa), 1780 (avena y anguilas), 1785 (carne) y 1796, 1797 y 1799 (en todos,patatas), Simb61icamente, e1 mimero de agentes de Court Leet nombradosanualmente para impedir el acapararniento subi6 de 3 0 4 (1730·1795) a 7en 1795, 15 en 1796 , 16 en 1797. Ademas los ttansgresores fueron juzgadosocasionalmente (como en 17.57) en Quarte r Sessions. Vease Barwaker, CourtL e et R e co r ds (citado en nota 18), vols. VII, VIII y IX, y Cons tab l es ' Accoun t s(nota 49), II, p. 94.* Tribunales de [ueces de paz de los condados, de jurisdicci6n civil y

limitada, que actuaban trimestralmente. (N. de l t.)

87

Page 14: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 14/37

 

88 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIADE CLASE

tus eondenadas reeompensas y perseguit Nldi uestro Com . D

re rna rga y arruine ni no biviras para vel" ercio iosotra cosecha '" [ s i c ]

A tradiciona1istas compasivos como Girdl .d . d er se Unteron ci d d

nos e vana as ranges, Para la mayorfa de lId' IU a a·. as on lnenses c 1 .

persona que tuviera alga que ver con el com .' d ua qUIet

a pan, resultaba suspecta de todo tipo d elelO. e granos, harina

urbanos de presion eran por supuesto e: eX~O{SlOnes.Los grupos

mediados de siglo y presi~naban en pro d pecia me.nte poderosos a

a Ia exportacidn, 0 de la prohibici6n de ~od~ee:ermlna7~n las ~rimasde escasez, Pero Londres y las ciudades rande por~aclOn e.n epocasreservas de resentimiento y algun dIg s abrigaban lnmensas.. d ., as e as acusaClOne ' . IV1nleron e ese medio ambiente U . d s mas vro entasafios 1750, publico alegatos de . u: cierto octor Manning, en los ).

con alumbre tiza blanco d E qfi ell PI1~ era adulterado no solo

bien con cal' mue~ta y alba eald

sp ~ a _ . y 1ann? de frejoles, sino tam.

de que los mo1ineros mezc1~n e. 1 as se?sacional fue su afirmaci6n

molidos»: «los osarios d 1 a en a harina «balsas de huesos vie]as. di . e as tnuertos son h dIn. rnun rcias a la cornida d I' urga os, para agregarpanfl ti J e as VIVOS» 0 com b

e ista, « a epoca actual esta 'e d" a comenra a otrode la anterior». conn nose vorazmente lo s huesos

Las acusaciones de Mannin fde la eredibilidad (Un 'to glueron mucho. m::lsalla de los limiteslId . crt ICOca cuM que' h ba esca a e sus alega tos s h b'· Sl se u iera usado cal en

I:ndres que en la indusiri:d:JIera

uti1iza~? mas en los hornos dere, que se usaba en pro£usio a construcc10n.}47 Ademas de alum.

mas. comun de adulteraci6n era n para. blanquear el pan, la manera

randIclay estropeada con harinaprobabl~Bmente una mezcla de harinaten a a cr . nueva. Perolbl .

. . ~er que se Prllcticab d· 1.· . a po aCI6n urbanaesta creenCla contribuy6a· an a u teraclones atin mas nocivas

chester, en 1757 donduna

~e1ea, la «Shudehill Fight M' Ymezelaba C aI' e se crela que uno d 1 »en an-induso ES; 'e ere} d Rabichuelas, !:Iuesos Bl

eos tolinos atacados

molino 1 1 reo .e Caballo» en sus h '. anqu.ea or, Paja Picada,a presenCla de aduIterantes ;pnas,. mientras que en otro

p 19rosos cerca de las tolvas

47 . . &nllllue1 C ol!" . .'17.58, I. pp, 11-31. p~r;:~nOP.cit., PP.16-37. P

Brt'~: ~e$, 1 7 : ) 7 , .esp. ~~ti::'~r Fr igh tf ~ l~~ : kJha:: '. S~horoCJ Lo?dres,

COl fCe l 'l Ii n . h ' E ! : i ejemplO, Johns . .. ..' til a T re atz se o ng t e a i ep ract lc e s o f B 4 k e r : n £ ! ; n t n . Impartial Relation f. to

J . res, s.f., cl740? . 0 l'acts

<2

LA ECONOMIA MORAL DE LA MUL TITUD

(descubierta por la muchedumbre) produjo la quema de cribas y

cedazos, y la destrucci6n de las piedras de molino y las ruedas."Habia otras areas igualmente sensibles, donde las quejas de la

mu1titud eran alimentadas por. las de los tradicionalistas 0 por las de

profesionales urbanos. Ciertamente, se puede sugerir que si los

motines 0 la £ijaci6n de precios por la muehedumbre actuaban de

acuerdo a un modele teorico consistente, este modelo era una recons-

t rucci6n selectiva del modele paternal ista, que tomaba de el todas

aquellas caracterist icas que mas favorecian a los pobres y que ofredanuna perspectiva de grano barato. Sin embargo, eta menos generaliza-

dar que el punta de vista de los paternalistas. Los datos conservados

en relaci6n con los pobres muestranun mayor particularismo: son

este mol inero, aquel cornerciante, esos agricultores que ret ienen el

cereal, los que provocan la indignaci6n y la accion. Sin embargo, este

particularis11l0 estaba animadopor nOc:io!les,ge_!l~nl:(i1l-4~derechos

q,gisenbsrevelan de forma mas clara unicamente cuando ex~'i~rnamos

l~.~~cll~g~mbre en accion; porque, en un sentido, la economia mo-

ral d~lamultitud .rompic decisivamentecon la de lospaternalistas ,

p~e;to que la etica popular sancionaba .la accion di~e~ta de la rnu-

c~dumbie" t r-tient ras que los valores de orden, que apuntalaban el11!()_cl~19,_pllternaUstae oponian a ella categoricame.n.te.

La economfa de los pobres era todavla local y regional, derivada

de una economla de subsistencia. El grana debia de ser consumido

en la region en la cual se cultivaba, especialmente en epocas de

escasez. La exportacion en epccas de escasez suscito un profundo

disgusto durante varias centurias. Un magistrado escribio 10 siguienteen 1631, sabre un motfn debido aIa exportaci6n, en Suffolk: «ver

como les es arrebatado su pan y enviado a extrafios ha convertido

la impaciencia de los pobres en furia y desesperacion desenfrenadas».

En un informe muy grafico sobre un motin en el mismo condado

setenta y ocho afios despues (1709), un comerciante describio c6mo

«el Populacho se alzo, el cree que eran unos cientos, y dijo que el

grana no debia de ser sacado fuera de la ciudad»: «de entre el Popu-

lacho algunos tenian alabardas, otros palos y otros cachiporras . .. » .

Viajando hacia Norwich, en varies lugares de la ruta:

49 . J. P.Earwaker, T he C o ns ta ble s' A cc ou nt s o f th e M a no r o f M a nc he st er ,Manchester , 1891, III , pp. 359·361; F. Nicholson y E. Axon, «The Hat fieldFamily of Manchester, and the Food Riots of 1757 and 1812», Trans. Lanes.andChesh . Antlq, Soc., XXVIII (1910.1911), pp. 8.3-90.

89

Page 15: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 15/37

 

90TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA

DE CLASE

el Populacho, sabiendo que "'I ibd ii CIa a cruzar d)0 que n? deberla pasar por Ia Ciudad carga 0 con grano, le

y un TrafIcante de grano I ',porque era un Canali

otro,~Tiradlo del cabal lo, ~t!os ~~ros dft ltaron: Tiradle Piedra: ;

babels dado; que el '" Ie s pregunt~ea ~,y aseguraos de que le

ese modo inhu~lano para el per'uicioq~ les hada sublevarse deellos segulan gtltando que era ut! C II e ellos y del pais, percgrano a Francia '" ana a y que iba a llevarse el

Exceptuando Westminster las mont -

t~~asto reo, los hombres nunda estaba i~as,; l o s grandes distritos

a ril estaba dispersa par eI campo' 1n eJ?s e grano. La industria

ban a su trabajo junto a los c . os mlOeros del carbon marcha-

domesticos dejaban sus tela res ampos de cereaIes; los trabajadores

~a sensibi lidad no estaba confinad t~ileres para recoger Ia cosecha

bero. Las areas de exportacion as. 0t las exportaciones al extran~

les, pue s en elIas se exportaba m~~~lna es eran especialmente sensi-

en ?,ocas de escasez, los tra£icant~s p J t real en afios normales, pero

en ondres, que, en consecuencia 0 an esperar un precio de gang~

hulleros -de Kingswood d 1 F agravaba la escasez loca l 50 Los

~otoeste_ eran especial~enete oresr of Dean, de Shropshi;e del

t lem~os . .Notoriamente los miner proJ~nsos _a la accion en aqdel los

una lras~lble conciencia deconsu oS'de estano de Cornual les posei 'an

~ZCUrtir a 1a fuerza. «Nosotros ~~ Ores, Yludna decidida inclinaci6nque trae u n motln en Pd· vimos a emonio Y t odo 1 0 de

en 1773 a stow» ibi ., con una admiraci6n mId' : escn 10 un sefior de Bodmin

a Isltnulada:

AIgunas personas han idgrana S t ' . 1 a muy lejo 1y prim~;o ~tt:ntos u oehocientos miner~s ~nI a e:portaci~n dePOt vel . reeteron a los agentes de, estano se ullleron,les darl ,ntlcuatro gaIones de t tigo p e grano diez y siete chelines

Ian nada. ell' , ero como les diPUertas de Ia b d os lnmediatalnente rom ' I)eran que noniprecio 0 ega y se I1evaron t odo 1 pIeron y abrieron las

, 0 que habfa all ] s in dinero

E1 resentimiento maPOt las exportaci s grande fue provocad .consideraba al ones. a1 exte rio r, POl' las q 0 a medtados de siglo

extl'anjero COmouna petsonaue

se pa?aron pl'imas. Se

.50, D. G D I que reclbfa cereal a pre-17.54)0 Ed' b' . saac «A St d

• un urgo Univ' Ph u Y of. Popular D-, , . D. thesis 1953 lsturbance in Brit'

, • ,cap_ 1. . am, 1714-

LA ECONOMfA MORAL DE LA MULTITUD 91

cios a v ec es p or d eb ajo de los del m er ca do in gle s, con la a yud a de

subvenciones extraidas de los impuestos ingleses. De aqui que el

r en c or m a xim o recayese a. veces sabre el exportador, que era vis to

como el hombre que busca ganancias privadas -y deshonestas- a

expensas de sus compatriotas. A un agente de North Yorkshire, a

quien die ron un chapuzon en el rio en 1 74 0, le dijeron que «no era

mejor que un rebelde». En 1783 se coloc6 un cartel en la cruz del

mereado en Carlisle, que comenzaba asi :

Peter Clemeseson y Moses Luthart esto es para daros una

Advertencia de que debeis Abandoner vuestro Comerdo ilega l

o Morir y Maldi ta sea vuestra cornpra de grana para matar de

hambre a los Pobres Habitantes de la Ciudad y Suburbios de

Carl isle para mandarIo a Francia y recibir la Prima Dada par laLey par llevar eI Grano fuera del Pais, pero par el Senor Dios

Todopoderoso nosotros as daremos Ia Prima a Expensas de Vue s -

tras Vidas, Malditos Canalias . ..

«Y si Alguna Taverna en Carlisle (continuaba el cartel) Te per-

mite a ti 0 a Luthart guardar '" en sus casas el Grano s uf rir an p er

ello.» Este sent imiento renaci6 en los i il timos afios del siglo, especial-

mente en 1795 , cuando c ir cu l ab an r um or es pot e1 pals sobre expor-

tac iones secretas a Francia, POl' otra parte, los a fio s 1 79 5 y 1800

conocieron de nuevo el renacer de una conciencia regional, tan vlvida

como 1a de den afios antes. Las carreteras fueron bloqueadas para

impedir las expor taciones de 1aparroquia. Se detuvo a los carros y los

descargaron en las ciudades por donde pasaban. E1 movimiento de

grana "en convoyes nocturnos asumioIas proporciones de una opera·

cion militar:

Los carros erujen profundarnente bajo sus pesadas cargas,

Mientras siguen su oscuro curso por los carninos;

Una rueda tras otra, en una temerosa procesion lenta,

Can media cosecha, a sus destinos van ...La expedici6n secreta, como la nocheQue cubre sus intenciones , aiin relniye la luz

Mientras que e l pobre labrador, cuando deja su lecho,Ve el inmenso granero tan vado como su cobertizo/"

51. S, J. Pratt, S ym pa th y a nd O th er P oe ms , Londres, 1807, pp, 222-223.

Page 16: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 16/37

 

92TRADIcr6N REVUE

, LTA Y CONSCIENCIA DECLASE

Se amenazo con destruir los canaler. SpUertos, Los mineros de la min d rbo e asaltaron barcos en losfda e car on de N 1or west, nmenazaron con cerrar 1 ,00 c, cerca de Haver-N · 1 b e estuarin en .1 as ga arras de los rfos Severn ' un punto angosto,La indignaci6n podia infl y Wbye se libraron del ataque 52

bli . , amarse tam ien 'cuyas 0 hgaclOnes con un In d contra un comerciante. erca 0 foran' ,nistros regulares de Ia comunid d 1 1 ~o tnterrumplan los sumi,tabernero r1caudalado pr6xl'nlo aT' ocai. n 1795, un agricultor y1 G ,a rverton se q , , 1M' ,a uerra 'de asambleas desord d ' uejo a Inlsterio de

ena as «que am 'o quemar su cas a porque reeibe M ' enazan con ti rar abajotores y Lecheros, para enviarla cona~r;U1Ila dd~ sus ~eeinos Agricul-pasa POl' su puerta a . L d arro e camino vecina l que, , .. . on res» En Ch dl ' h '

mlsmo afio, la muchedumbre d t " 1 u elg (Devon), en elq dei _J es rozo a maq i 'd.ue ejo ae suministrar harina aI' u narra e un molinerosido contratado POl' el D . a comunIdad local porque habra

da para hacer galletas p~~aarltoamebntoe AvituaIlamiento de la Arma-s d s arcos: esto ", (dida _0 en una frase reveladora) «la Ide~ d onglno Ice, el intere-ano a Ia Comunidad» Tr . _ e que e echo [ Stc] mucho1 d in ' einta anos ante don enses necesit6 de la rot. ' , s un grupo e comereiantesd p eccion d 1 " ,e queso situados a 1 0 largo d 1 'T e ejercito para sus dep6sitos

, e 1'10 rend:

Los depositos ., en peli rpropie~ad de ningU~ mono ~l~z;~r los, tnineros amotinados no sonde traflcantes de queso y Pb 1 or, SlUOde un numeroso cuerpo

cion del qUeso,para tr;nsp~rt:~tta~ntlle necesarios para la recep-para Londres, 0 au, y que desde allf se flete

Estos ugravios se relaeionan con 1 '~ecto a la letirada de mercanda d 1 a queja, ya observada, con res-

o de Londres los comerciante:. e cmerca~o pu~Iico, Al irse alejan-

;ercados provlnciales , podian ofr~ceoncur:lr mas frecuentemente a

es 1 0 cual provocaba en los as ri r preclOS y comprar en cantida-

al tener ~ue atender los peque~~~ul~%~s un sentimiento de mo1estia

es negoClO para el agricuItor -e p ibf o s de ,los pobres, «Ahora no

grana POl'bushel al POl'menor a es:~rl ia DavIes en 1795- vender

nos lugares determinados y com f 0 aquel pobre; excepto en algu

~ ?onte 1.ospobres ca~biabano s~v~r,a s~s propios trabajadores,>:

anna a htstoria era muy paredda: . eman a de grano porIa de

d 52. E, P. Thompson Th M-'-'e ., 196&, pp, 70-73 . ' e W<tng0 / t he E ng li sh Work'

I n g C l as s, Penguin

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

Ni el molinero ni el harinero venderan al trabajador una can-

tidad menor a un saco de harina POl' debajo del precio al pormenor a que se vende en las tiendas, y el bolsi llo del pobre pocas

veces podra permitirle comprar todo un saco de una sola vez,

De aqui que el trabajador se viese empujado a la pequefia tienda al

por menor, donde los preeios eran aumentados.P Los viejos mer-

cados decayeron, 0, donde se mantuvieron, cambiaron sus funciones.

Si un cliente intentaba comprar un solo queso 0 un pedazo de toeino-escribia Girdler en 1800- «esta seguro de que le contestan con

un insulto, y le comunican que todo el lote ha sido comprado par

algiin contratista londinense».

Como expresiva de estos agravios -que algunas veces ocasio-

naron un motfn- podemos tomar una carta an6nima dejada en

1795 a la puerta del alcalde de Salisbury:

Caballeros de la Corporaci6n yo les ruego pongan fin a esta

practice de la que se hace usa en nuestros Mercados pOl' Rooky otros trajinantes al darles la Libertad de Entrometerse en el

Mercado en todo de tal manera que los Habitantes no pueden

comprar un solo Articulo sin i r a parar para el la a1 Comerciantey Pagar precios Extorsionantes que ellos creen apropiados y aiin

avasal lar a la Gente como si esta no mereciera ser tenida en con-siderad6n. Pero pronto les llegara su Fin, tan pronto como los

Soldados hayan salida de la ciudad.

Se pidio a la corporacion ordenara a los trajinantes que salieran delmercado hasta que la gente del pueblo hubiera sido atendida, ~< yno

perrnitais a los Carniceros mandar la carne fuera en reses enteras

sino obligadlos a cortarla en el Mercado y atender a la Ciudad prime-

1 '0».La carta informs al alcalde de que mas de trescientos ciudadanos

han «[urado positivamente ser fieles los unos a los otros para la

Destrucei6n de los Trajinantes».

Donde los trabajadores podfan comprar cereales en pequefias

cantidades podian surgi r graves problemas sabre pesos y medidas,

«Somes exhortados en el Evangelic de San Lucas: Dad y se os dara,

53 , «El primer principio que deja sentado un panadero, cuando viene auna parroquia, ~s hacer a todos los pobres deudores suyos; luego haee el pandel peso y calidad que le place ...», Gen tl eman 's Maga zi ne , XXV I (1 75 6),p,557.

93

Page 17: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 17/37

 

94 TRADICI6N, REVUELTA Y coNSCIENCIA DE CLASE

buena medida, aptetada, remecida, desbotdan 'en vuestro seno.» Esto no era d . d te sera la que os echaransegufan todos los agricultores y' es_g~aclaamente, 1a practica qu e

U d come.cClantes en la In 1tante. n ecreto de Cat10s IIhabia inclu g aterra prates·derecho de sacudir Ia medida de harina: so ~ado a los pobres el

pobre que una pe rd i da en Ia medida cdfa s.Va~l?SOera ~I grana d elpasar un dfa sin hogaza EI' Pd signifies- Ia dlferencia d ef 1 d ,. . mlsmo ecreto intent'a ta e exito, imponer Ia medid d W' h 0, con una totalcional. Una gran diversidad d a did inc ester , como patron na -

d 1 1 . e me 1 as que vari b '1tro e os Imites de un mismo condado d a an l~Cuso d en .otro, daba abundantes oporr id d e un mercado cmdadano a

· u rn a es para p -antiguas medidas eran gener 1 m equenas ganancias. Las

a ente mayores 1mayores- que la de W' h -a gunas veces mucho

· rnc ester' avec dagrtcultores 0 comerciantes p " es eran apoya as po r los

te s , Un obsetvador comen:a ~ro mr a ~enudo 1 0 eran POl'los clien-

(la medida de Winchester) ue lo as c as:s mas bajas la detestaban

comerciantes '" los instigab' POl' 1 10p~queno de su contenido, y los11 . an a e 0 s iend o su i ,

aque a 1l1cettidumbte 'u Interes mantener todaL . con respecto a los PI'os llltentos de cambl'a 1 did esos y as medidas».S4

resi , r a me 1 a encont heSlstencIa , v ocasionalm t d i raton muc as veces.' en e, ieron Iugar ' U

un minero de Clee Hill (Shto h'. a monnes. na carta dedeclataba: ps Ire) a un «Companeto de Infottunio»

E I Parlamento para nuestr Iivihambre va a reducir nue t a a 1VIOpara ayudal'nos a morir de

Somos all'ededor de Diezs~~~ ~;~idas y Pesos al Nivel mas bajo,momento,.Y queremos q p,. onas conJuradas y l istas en todo

fi Ie . ue tomeis las A Chser ie es los unos a los at N rmas y afarotes y jureisque Perder y no vamos a tos. "d' 0 tenemos mas que una Vida

mOrtr e hambre '"

Unas cartas a agricultotes de Northiam ( S . ' ) d 'ussex a vernan.

Caballeros todo 1 0 dadvertencia a todos vos~~~s ,eseo es que tomeis esto como unay tomeis Ia antiguamedld para que dejeis los pequefios bushels

a nuevamente p .54 A ./ '.' ". .o.que 51 no 10 haceis

· nna s of A . 1Commerciale IV {1l'ICU ture, XXVI (1796) 32,

considerable:' frente ? t 6 )b P;,}98. La diferend/~ntre7'bM;:srm Rust icum ettenia 16, el de CarlisI us e de Winchester de 8 us e s podfa ser muy(o r . Im Pr ov em en t o f '1 I 24l ~de Chester, 32: vease Jg~onesh' el de StamfordJUnIa de 1693. us an ry. a nd T ra de , Londres '1727ug t~n, A C o ll ec ti on

, n. XLVI, 2.3. de

LA ECONOMiA MORAL DE LA MULTITUD

habra una gran cornpaf i ia que quemara la pequef ia medida c ua ndo

vosotros esteis en la cama y dormidos y vuestros graneros y almiares

y a vosotros tambien con elios , . .

Un colabarador de los A nn als o f A gr ic ultu re de Hampshire ex-

plic6 en 1795 que los pobres «han concebido err6neamente la idea

de que el precio del grana ha aumentado por la ultima reform a del

bushel de nueve galones ala medida de Winchester , habiendo pasado

esto en un memento en que sub ian los precios en el mercado, por10 cual se pago igual cantidad de dinero por ocho galones que

la que se solia pagar pot nueve», «Conf ieso», continua,

que tengo una predilecci6n i ndudable par la medida de nuevegalones, porque es la m ed id a mas aproximada a un bushel de

harina ; y po r consiguiente, el pobre es eapaz de juzgar que es

10 que debe pagar po r un bushel de harina, 1 0 eual, en Ia medidapresente requiere mas aritmetica de la que el puede conocer,

Aun asi, las nociones aritrneticas del pobre podian no haber sido tan

erroneas, Los cambios en las medidas, como los cambios en la moneda

decimal, tendian par arte de magi a a desfavorecer al consumidor.

Si los pobres compraban (a fines de siglo) menos cantidad de

grana en el mercado publico, esto indicaba tambien el ascenso hacia

una condicion de mayor importancia del molinero. EI molinero ocupo,

durante muchos siglos, un lugar en el folklore popular tan pronto

envidiable como 10 contrario, Par un lado, era considerado como unlibertino fabulosamente afortunado, cuyas proezas se perpett ian aiin

quiz a en el sentido verndculo de la palabra «moler», Qu iza 10 ade-

cuado del molino de pueblo, oculto en un lugar apart a do del rio,

al cual las mujeres y doncellas del pueblo traian su grana para mo-

lerlo; quiza tarnbien su poder sobre los medics de subsistencia; quiza

su condicion social en el pueblo, que le convertia en un buen parti-

do; todo pudo haber contribuido a la leyenda:

Una joven moza vigorosa tan vigorosa y alegreFue ,,1 molino un d ia '" Traigo un celemin de grana para moler

Solo puedo quedarme un momento

Ven sientate, dulce y hermosa querida mlaNo puedo moler tu grano, me 1 0 temo,

95

Page 18: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 18/37

 

96TRADlcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA

DE CLASE

~is piedras estan altas y el agua baiao puedo molet pues el molino no ~nda

Entonces ella Se sentc s bH bl d 0 re un sacoaaron e esro y aquello

Hablaron de amor d

Ella pronto descubtro ~u;u:l e:o~~~a~~i:rfa

Par otro Iado, la reputaci6n del l'

'<jAmar!», exclama Nellie D rna inero ~ra menos envidiabl(Oy6 alguien alguna vez cos~an en. W uth er zn g H eig hts : « i A m a : ;amar al molineto que viene parec

l1da? PodIa tambien hablar d'

Si creemos todo 10 que h un.adveza ,afioa comprar nuestro grano>,ehi t . d 1 a si 0 escrrm sobre '1 ;..-SOrIa e molinero ha c bi d e en estes a50s 1

de Chaucer. Pero mientr::1

ia 0 poco desde el «euento de Reev~s»a

sado de Costumbres tipi que el pequefio molinero rural era £leu>m d camente medieval ". -ente gran es para recolectar i: es -reClplentes excesiva_

~n las caias de las piedras, et~~~~es~o e~ especie, harina oculta1mportante, era acusado d' upbcado, el molinero rnadesfalcos: e agtegar nuevos y mucho mas osado:

:ntes robaba can discrecion

era ahara es un ladr6n escandaloso.

. En un extremo aiin tenemos el N

1mpuestos de acuerdo a su p , pequeno molino rural exigiendo

~ob.rado en harina (siempre r~~I~<lcOstu~bre,EI impuesto podia seranna mas fina que esta' 1 a meJor de las harinas y de 1

P ., en e centro d 1·1 ' aorc ion no variaba con las fl· . e a to va»), y como Ia pro-par~ el molineto si los preciosU~;:~1011ese precios, era una ventaja

molInos que exiglan impuestos (au:I~s. :Ired~dot de los pequefios

con~u~ado par pagos en dinero) 1 . o~ e. : 1 Impuesto habra sidohabla tntentos espasm6dicos d . asr1n!Ustlclasse multiplicaban y

ros se dedicaton can mayor i~te~~~ ~161' Desde. que los 1ll0Ii~e-grana par su propia cuenta para 10 a a comercio, y a moler el

par~ los pequefiosdientes (con un s:/an~eros, tenian poco tiempoaqu; tardanzas sinHn; y de a Ut t . 0.0 as de grano espigado)· de

:~~~lta (~ c~ente, _podiaser ~1 pr:~~~~~ 'due, cuando Ia harina' erad. '". u a queJas de que algunos m Ii e otro grana de calidade precio grana danado y q 1 ' 0 tneros compraban a mit d

ue 0 mezclaban Con eId agrano e sus

LA ECONOMfA MORAL DE LA MULTITUD 97

)

elientes .) Al transcurrir e l s iglo, el paso de muchos molinos a fines

industriales coloco a los pequefios molinos de trigo supervivientes en

una posicion mas ventajosa. Y en 1796 estas injusticias se hicieron

sentir con suficiente £uerza como para permitir a sir Francis Bassett

presentar la Miller 's Toll Bill (Ley de Impuestos del Molinero), que

intentaba regular mas estrictamente sus practicas de pesos y me-

d i da s .

Sin embargo, estos molineros eran, por supuesto, la gentecilladel siglo XVIII. Los grandes molineros del valle del Tamesis y de las

grandes ciudades respondian a un tipo diferente de empresarios que

comerciaban ampliamente en harina y malta. A los molineros no

les afectaba la Tasa del Pan (Assize of Bread), y podian hacer reper,

cutir inmediatamente sabre el consurnidor cualquier alza en el precio

del grano. Inglaterra tenfa tambien, en el siglo XVIII, sus banalites

menos conocidas, incluyendo esos vestigios extraordinarios, los moli-

nos can derechos sefioriales (sake-mills), que ejercfan un monopolio

absolute en el molino de grano (y venta de harina) en centres fabri-

les importantes, entre elias Manchester, Bradford y Leeds. En 1a

mayoria de los casas los feudatarios que posefan los derechos sefio-

dales por la utilizacion del molino (rnaquila), los vendian a arrenda-

ban a especuladores privados, Mas tormentosa atin fue la historia

de los Molinos-Escuela en Manchester, cuyos derechos sefioriales

eran destinados a dotaci6n caritativa para mantener la escuela secun-

dada. Dos arrendatarios de estos derechos, poco populates , inspi-

raron en 1737 los versos del doctor Byrom:

Huesos y Piel, eran dos molineros flacos,Que mataban de hambre a la ciudad, 0 andaban cerca de ello;Pero sepan, Piel y Hl/eSDS,

que Carne y Sangre no pueden soportarlo

Cuando, en 1757, los nuevos arrendatarios quisieron prohibit la irn-

portaci6n de harina a la ciudad en desarrollo, mientras que al rnismo

tiempo manejaban sus molinos (se a1egaba) can extorsion y demora,

la carne y la sangre no pudieron realmente soportarlo por mas tiem-

po. En la famosa «pelea de la colina Shud» (Shud -h i ll F ight ) de ese

afio, par 10menos cuatro hombres fueron muertos a tiros de mosque-

te, perc finalmente los derechos sobre molienda fueron abolidos.

E incluso en donde no obtenian este tipo de derechos, un molino

Page 19: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 19/37

 

I1fld!a if~II;1lnH'llt(; dmllillar a IUlIl pnI lu .losa t:umllllidad, y p o d I a

ptnV1l,' ,l r !a furia pOl'lliar pOl' 1 11 1lH lm C llt n rc pt'm in t) ( 'I I el precio de

la hal'ina n u n d ett'rio rn ! .:vid t:! l! t' d c MI tillhlnd. Lo s IIwlil l ()S fueton

d hl:lIlt'() \ 'i~ih!t Y l an g ih !t ~ .h · a l ;. , tu t l ns dt~ I t I~ f I ln t im: s ul 'bal1os lUllS

sl:rius d d;;igio , Los mlllinn'> d t ~ A lhi nn c'n cl lHIt~lm'h~Blackfriars

(los prinl<~rqs molinns d e VilPI !!' d t' Lon tires I cmn 1~ ! llwnHld t) s p o r

u n : ;i ll d ic ll t) rU;I;;j. f'iI.Hltn.:.pk\l;:,in tmbargo, t:lilllldu Sc ljut:rnawn

en 1 7t ) 1 , 105 hHHli!lCflSt:S bibwn y (;llIltawn halad as d c j\lbilo en

las callcs , E I p rimer molino a vapo r d e Birm ingham !~now Hill) n o

In pnsd mejor, pllCS fu e b l n n t : 1 I tit; u n ;Wl(llie flHlNivil en 1795,P ucd e p are ce r (I prilll(!ra \'i~ ta m u y curinso qu e tanlo l os CO i ne r.

d ames como l os mo li n tt n s ctHuimHlr.l!l fil4llfando e ntre lo s o hk tiv ()s

d e los fllO tines d e fines d e li.iglo, cUllndo en n t udms IlllllttlS d e las

Midlands y d el Sllr (y S(:~:lIramt:ntt! en llH:rtS 111'hanas) la e la se o hre ra

lie hab ia n c os tt ll u hr ad o II comprar pan en las p an ad t :1 'i ~l s 1 I 1; IS qu e

grano o hurina en lo s ftlcrcad os . N o sahcrnos ba~tl lntc como para

hacer u n g r; if ic () d el c am bio C o n C X ~ 't ;t it ll d. 'I S cg ll ram cf lt e s e siguio

cC lcicnd o el p an en las casas en grau med id a. PC 'ro ann d(llldt~ c l c am .

bio fu e COTnplcto, no se d ebt! subcs timm: la c:nmpk~iidad tit! lu s it ua -

cion n i los objctivos d e I I I mul t i tud , Hubo , po r SUP lICS IO , f ll lH . :h is imos

pcquefios m <:tin es I rc nre a la s pannderf l ls , y mudHIS veces 1 :1 IlHllritlld

«£ijaba el pred !)> ) d el p an . P erc el pannd ero (cu yo tmbajo en ticm-

pa s d e al tos precios puede habel' s id e mu y poco envid inbJ, : ) eta el

unko que , entre t odos lo s qu e brcgaban co n la s n cc es ld nd cs d e I n gente( te r ra t en ie n te s , a g ri cu l to 1 " es , n r ri er o ll y moliner()s) , se hnllaba en COil-

tacto d iatio co n el con su mid ot, y s e e nc () f1 tl 'a b a m~ s P l' ot (: gi d n llll(~

cualquiera d e los d emas pa r In v is ib le ins ig nia d el patern ulis ll1o , E lAss ize o f Bread lim it6 clam y p ub lic a m en te s us b en cficio s lcgfrirnos

(tend iend o tambicl1 d e es te mod o a d ejar el comercio d e panu derltl

en m an os d e n um cro so s co merc ia ntes pequeoos co n PCltO c ap it al) p ro .

tegiend o las as f, has ta cierto pun ta, d e In c61era popu lar, I ndusoC ha rle s S rm th , e 1 h a bit e xp on en te d ellib re cOlDercio, pens abll qu e 1(1

con tin uaci6n d el A ss ize era O PO ttu na: «E n P ueblos Y c iu d ad es g ra n-

d es s iempre sera necesario es tab lecer el Ass ize, para convcncer al

pu eblo d e qu e el pteclo que exigen lo s P anad eros no es mas que 1 0q ue c re en t az on ab le lo s M ag is tr ad o s» .

E l e£ecto p s ico16gico d el Ass ize fu e, PO t ello , cons id erable . E lpanad ero no pod ia tenet espetanzn d e au men tat su s beneficio s pOI'

encim a d e 1 £1cantid nd calcu lad a en e1 A ss ize m as qu e con p equ efias

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

d 1 . 1·· -como el pan d e peso escaslgunas e as cu a cs . _ ,1.,'

es tra ta gem as , a. 1 I hnri baratas y d af ia da s- c- e st ab an s u je taI ' , mezc ace u rJl1 as " , '" l' III

ad u t eracion , ,( , " I ' , I' nstantrineus rep resa tas (c a muif , 'S legales 0 a reciru r ,'. , da rectI 'lC aC lonc " , ' 'I vcccs qu e aten . e1' a su s pr

1 El d ero ciertamcn tc, ten ia • 1 1titu d v E 1)3n[1 . " • 1 • trerno d e teno r que a i s tar u. .0 mu

I iones ptiblicus au n a ex . " Ip ia s re actoncs . • , , . 1 .1 ), ' le Kettering se 'lUCJO n

£ . ' , C iand o Hanna 1 am ( . 1 'Ititu d a su avo I , 1 , I. . 'j'J )'111 eI panudero « evnnto

'1 b ln escasez nc peso oe 1, , dalgu aci es so re , 1 1 " . 1 ". Cj l1C merccla SCI ' uzota :I, pues

populacho contra e a" 'I Y1c 1 : 0 , . lnd d e es te tipo» , Mu chas co rpo

h ab ra s u fi ci cn te s h cc te s1'(,Cl

aIH~)~l .~~;n"1"111 es pec nic ulo d e I n superv' 1 0 largo c c SIp o, lICK!( •• " 1 '1 T ri

raciones , a .. r l " ., d ,1 cnstigo d e lo s tru ns gres ores .. ~ « , u ssi611 d e p es os y mcc I( ,IS, Y estal t IW1'1 ocu pad o en las canesOverd o» d e Ben Johnson es ta Ja oc , ,

R ·1'·lg. Conven t ry 0 Lond re s :ae 11 , ,,,.

9

. . , I , . cervecerlas y bu]n a todos los s6 t , anoA k~ gre ,. cn tr n e n lOd. ls l :I s l . . "1 ' , . 1 ( • . pan en S\I (h:d o cornzon1 1· 11C8'I '\S 1()~ 'aZ,s , . ., 'II

mic e as tortas '" ,." 1.' 1 I. arnbriento las nnn as a sI ' 1 ihres " I)" n a J. '" ., •a las to rtas a ()S I ( " ,. .

n ifio s ,.,

• " ." 1 lOS n u n mngisrrad o d e LondreDen tro d e e st a t t. ac hc lO n cncolltt,)1 , . ' .\ ' 111 motln en Seven Dial

ll . r an do 0 1 eSCeU(\l"1l1 de u rr m, , 1en 1795, qu e, eg, bn vu d 1 ' 1 " ( 1 ( . 1 < ' \III'l panad eria acu sac a1 1 itu d esrnnn Y'l c erno '" . ' ,. ,d ond e a mu .. ti tu c . '." • , . ,' s e npod ero d e l as me rc u nc ra

1 ' ' ( escaso mtcrvmo, •.. 1 f ,v end er p an t c pes ) ,. , , . , tn ind o lns realmcnte ( C .icrcd el p an ad er o, £ les lS la s hogazns Y, encoll

1

':1. •.

1 I, il v 1 entre In inti tunc , , 1tes d e peso, as cn s tn )tI_ o e . ,', . S clien tes , se qu eja c

Sin d ud a lo s panad ,cro s, qt~ e cor~O~:~~l: C ~ ~ : ' ) Sy d iriglan a In m ua v eces d e ru im poten cin p a ra l c du .c 11'1 ' I" ,'I )csnnes d e vaci

I ' ,I nercu d o l C granos. «i. . r:titu d hacia el mo mo o ell '1 ' '.1 '. Snow Hill Birmingham

I I ·f 'rh e mo mero (C ,~ , .. ,m uchas pam " er as » rete ~ 95 . v in ieron en gmnd cs gru pos con trrefiriendose a l a t , 1 C l U C ! d e 17

1, .' «,. , In tnUltitlld degfa dal'amente

Pew en mnc lOS C,\SOS , .1 An os otros ... ». .. 1 1',1 'l.libcrad :u nen te n lo s pt1naoeros ,s u s p ro pi os blnnc(~s, e ll{1. ' .tH, ( ) f c., u sa d e cad a u no ( k~ l o s P a na d e

en 1740 en NorWich l ,~}~cn te ~ t l e .1 ~ Sll P ucl'ta con es tas pnlilbrasres d e la C iu d ad , y fill) llna ot~ l el '" E ll , ,1 m i smo aDO en W i

' S " ( " '1 ·"lines In h.astra », . I"."Trigo a DICZ Y ,CiS ,}... '·1 1'r l 'gC) a cuatl 'O pel1

. 1 C "'·rchn tes n VC llc cr .beach oblign ron a «os ;o rnc

1'1 ,'" tam bien a lo s P anad ero s

1 b hel 110 so lo a e as, smoqU eS e us ,.. . .' P celes d el Pan»,d o nd e e lI os r eg u la ba n IllS Peso s y J: tra tand o con u n m od

Pero It es ta altu rtl cs ta claro qu e es tam os

Page 20: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 20/37

 

100TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

1 0 de accion mucho mas complejo que el que puede explicarse sa t is -

factoriamente por un encuentro cara a cara entre el populacho y

mol ineros determinados, comerciantes 0 panaderos. Es necesario

dibujar una imagen mas amplia de las acciones de la multitud.

v

S e ha sugerido que el terrr.dno «motfn» represent a un instrumento

de anaIisis basto, torpe, para muchos de los agravios y ci rcuns tsn ,

cias determinados. Es tambien un termino impreciso para describir

los movimientos populares. Si buscamos la formula caracteris tica de

1a accion directa, deberiamos tornar, no las disputas en las panads ,

rlas en las afueras de Londres, ni aun las gran des re£riegas provocs,

das por el descontento contra los grandes molineros, sino los «levan-

tamientos pC'pulares» (muy especialmente los de 1740, 1756, 1766,

1795 y 1800) en los cuales los mineros del carbon y del estafio, los

tejedores y operarios de calceterfa fueron quienes se destacaron. Lo

extraordinario en estas «insurrecciones» es, en primer lugar, S1:!. ... .9ls.

~i.Ql_i~?y, en segundo lu~ho de que exhiben ..up m.od~k. de

conducta cuyo origen debemos bus c ar unos cientos de afios atras;

que-m~~-bien crece en comp1ejidad en e 1 siglo XVIII; que se repite,

aparentemellte de l):1_aU~t!J..~.s12.9.1!~J~a,n diferentes puntos del pals

y despues del t ranscurso de mucbo s arras tranquilos. La a cc io n c en -

tral en este modelo no es el saqueo de graneros ni el robo de granoo harina sino el acto de «#i~t.elprec1.o».

La ext raordinario de este rnodelo es que reproduce, a veces can

gran precision, las medidas de emergencia, en epocas de escasez, cuya

funcion, entre los arras 1580y 1630, fue cod i fi cada en el Book of

Orders. Estas medidas de emergencia .se emplearon en epocas de

escasez en los ult imos afios del reinado de Isabel I, y fueron pue s -

tas en vigor, en forma un tanto revisada, durante el reinado de

Cados I, en 1630. Durante el reinado de Isabel I se exigfa a losmagistrados la asistencia a losmercados locales,

y donde encuentrequees insufidente Ia cantidad trafda para

abastecer y atender a dichos mercados y especialmente a las clases

mas pobres, se dirigira a las casas de los Agricultores y otros

dedicados a Ia labranza y vera que dep6sitos y provisiones de granoha re tenido tanto trillado como no trillado '"

101A ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

1 ricultores mandar «cantidades con-Pod Ian entonces ordenar a as ag d id s «y esto a precio razona-

1 ado para ser yen mas, blvenientes» a mere '.. 1 e 0 autoridad para «esta ecer un

ble». Los a:guacile~ a~q~lr~:rot~d~ ~lase de grano». La reina y su

cierto .preCl? por u s e lo s altos precios se debian en parte a los

Consejo opinaban que 1 I'CI'a"de los cultivadores de grano,li n parte a a «avar " d d .

monopo istas, y : . £ h ninguna ganancia mo era a, sinoquienes «no estan satis ec ~~ co; mantener altos los precios con la

que buscan y pr~v~ctan me ~~s de la clase mas pobre», Las ordenes.. anifiesta opreSlOn e . ,consigutente m .. . lid ad que perdone a mngundeben ser impuestas «sin nmguna parcia

hombre».55 . el Book of Orders otorgaba a los magistrados .e lEn esencia, pues, ib 1 locales) de inspeccionar las exis-d (Ida de ttl una es oca e d

po er con a ayu, ran eros . de ordenar el envfo etencias de cereales en camaras Y

dg . on~r con severidad todas las

ciertas cantidades a1mercabdoj l~ e !mp acaparamiento No se podiaJ 1 . 1 ., re icencias y .

normas de a egis acton so ad ublico, «salvo a algunos pobresvender grano fuera del mere a p . que viven que no pueden

J 1 ros de la parroquia en ,artesanos, 0 .orna e 1 C' d d de Mercado». Las Ordenan-

llegar convement~:~:~:n :~pl:~t :m:snte a los alguaciles para fijar

zas de 1630 no db' tir a1 mercado y asegurarse de que1 r cia nero les or ena an asis ne p e , }' b de los Granos necesarios '" con tanta co .«se pro vela a los po res d i r obtenida por la Persua-

.. 10 Precios como pu iera se . d 1vernencia en.s '1'1 EI poder de fijar el precio esion mas energica de los a guaci es»ci ncia a mitad de cami-grano 0 la harina quedaba, en casos., e ~merge ,

no ent re la imposicion y la persuasion.

1 funci iento del Book of Orders en55. Hay algun infor .me sobfreEe l' hnp~~~mRelief , Cambridge, 1900; Gras,

E. M. Leonard, Early H !story a n~ IS III p. 440.450; B. E. Supple, Com.op. cit ., pp, 236·242; LlPSO,?,op . CI., 1(;06-1642, Cambridge, 1964, p. 1 1 . 7 .m erc ia l C risis a nd C han ge 111 EFgla!ld , . to en O ff ic ia l P ap er s o f N at ha ni elHay documentos que i lustran su unclOn.amlen . ser XXVI 1915), pp. 130-157.B ac on o f S tif/k ey , N or fo lk (Cam(d;; ~aclety, ~iII ~irca 2}' el Consejo Privado

56. Par un Acta de 1534 . lorg~no en' caso de' emergencia, En unatenia poder para tasar los preclOs.de gr132.133) opina que, despues de 1550,mas bien confusa nota, ,Gras (OP'It

t., p)' uier caso no fue olvidado; una pr?,"

dicho poder no se uso nunca... n cua q. (Seli man Collection, Columbiaclama de 1603 apare~e para f ilar l f60jrC~lBook ~f Orders de 1630 co?c1uyeUniv . Lib ., Proclamations, Jam~s l' d .J de grana y otros propietarios decon la advertencia de que, «51 .os uenos t 5 6rdenes» Su Majestad «daraViveres ... no cumplen voluntariamente eSbies» ' e l Co~sejo Privado in tent6Orden de que sean fijados Precios razona

l' en 1709 Liverpool Papers,

1 . . medio de una proc arna , di tidcontrolar 05 precios por f 1 195 1 asunto fue activamente ISCU1 0Brit, Mus., add. MS. 38353, o. , y e

Page 21: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 21/37

 

102TRADICION, REVUELTA Y CO~SCmNCrA DE CLASE

Esta Iegislacion de emergencia se fue dguerras civi les," Perc la memoria popular esmo~ofando durante las

ciedad analfabeta, e s extraordinatiamente '1 espec; me~e en una so -

que hay una tradicion directa que se ext::~~' dOc~ u~a cabe de

Orders de 1630 a los movimientos de los t b 7 d es e de Book o f

cion en el este y oeste de Inglaterra durant~a e;J~ ~res e la confee.

sona con letras tambien tiene recuerd g 0 XVIII. (La p e r -

Book of Orders fue vuelto a publicar ~:t~Ur Rrtfundos: el propio

nuevamente en 1758, can un discurs~ r t o . lc la mente, en 1662, y

se referla a Ia actual «perversa alianza p;r~e ~~l~ar .p~ra el lector queLas ordenanzas mismas eran a ucir a escasez».)

siones de los pobres: en parte una respuesta a las p r e -

E1 Grano es tan caro

Que no dudo que much . ,os rnoriran de hambre este afio.

AS l decfa una copla fijada a la d d . .de Wye (Kent) en 1630: entra a e Ia iglesia en Ia parroquia

Si no os ocupais de esto

~lgunos de vosotros vats a pasarlo maluestras almas nos son caras .

AnDenuedstrocuerpo tenemos aigUn euidado.tes e levantarnos

Menos cantidad sera suficiente

VM~sotrosque estais establecidos'"

irad de no deshonrarVuestras profesiones ...

en 1757; vease Smith Three T t

~l etssize of Bread). ~tros pode~:~deo~athe Corn Trade, pp. 35. Y (aparte

para lamereado~e Oxford (controlado sa de pr~cI0S.subsistieron. En 1681Oxford manteqU111a,ueso, aves earn/or la Umversldad) se Hiaron preciosel Assize~fr~it»'dCollectat;,ea, 2." ser., 61foc:d\8~~S, avena y alubias: «They en 1762 se e es~p!reClOnMiddlesexen 1'692 ( U pp. 127-128. Parece quenable (POl' 2 ~~0t1ZII1 los cerveceros a subir el pPS?\fP' cit., II, p. 501)precio en medi g.. ,c. 14); Rero cuando . reC10 e una forma raze-Suffo lk que elo pemque el cuatttllo, Si r John ep . i L 62 se ~t~puso elevar el

a el lo s subditos»~uC:k~da;n~fpuede c0n,siderarseiazo~~bl!7rlb~6al conde deT he B re win g I nd us t. 'E lHome OffIce Papers.1773 I m se somererdn

'57. G D R ry In ng and, 1700-1830 C ' . ,pp. 9-14; P, MathiasBeon. Hist. R e v . a m l ~ Y ' «Industrial Laisser.[ldirea:~rldge, 19?9, p. 360. .'

P r ob lem s and P O l l c y 'd s~r., r'I Q946), esp. PP.10~1~~hMCYf Cromwe~»lurtng t e PUff tan Revolution 10 dr' . James, SOCa

, . n es, 1930, pp. 264-271.

LA ECONOMfA MORAL DE LA MUL'l'ITUD 103

Ciento rreinta afios despues (1768) se clavaron nuevamente hojas

incendiarias en las puertas de las iglesias (asi como en las ensefias de

las posadas) de parroquias dentro del mismo contorno de Scray, en

Kent, incitando a los pobres a sublevarse. Pueden observarse mu-

chas continuidades semejantes, aunque sin duda el modelo de acci6n

direct a se extendi6 a nuevos distritos en el siglo XVIII. En much as

ocasiones, en las antiguas regiones fabriles del Este y el Oeste, la

multitud sostuvo que, puesto que las autoridades se negaban a im-

poner «las leyes», tenian que imponerlas por sf mismos. En 1693, en

Banbury y Chipping Norton la multitud «saco el grano a la fuerza

de los carros, cuando se 1 0 l levaban los acaparadores, diciendo que

estaban resueltos a ejecutar las leyes, ya que los magistrados no se

ocupaban de hacerlo», Durante los des6rdenes que se extendieron por

el Oeste en 1766 el sheriff de Gloucestershire, un pafiero, no pudo

oeultar su respeto por los amotinados, los cuales

fu eron . .. a una casade 1abranza y atentamente expresaron sudeseo de que se trillara y llevara al mercado el trigo y se vendiera

en cinco chelines por bushel, prometido 10cua1y habiendoles dado

algunas provisiones sin solicitarlas, se marcharon sin 1a meno r

violencia u ofensa.

Si seguimos otros pasajes del relate del sheriff podemos encon-

trar la mayor parte de las caracteris ticas que presentan estas acciones:

El Viernes pasado, a1 toque de trompeta, se puso en pie una

muchedumbr e compuesta toda ella de la gente mas baja , comotejedores, menestrales, Iabradores, aprendices y chicos, etc.

«Se dirigieron a un molino harinero que esta cerca del pueblo

abrieron los costales de Harina y 1arepartieron y se la llevaron y des-

truyeron el grano, etc .» Tres dias despues envi6 otro informe:

Visitaron a Agricul to res , Molineros, Panaderos y t i endas de

buhoneros, vendiendo grano, harina, pan, queso, mantequilla y toci-no a suspropios precios. En general devolvieron el producto (es

decir, e1dinero) a los propietarios 0 en ausencia de elIas dejaron el

dinero; y se compor taron con gran regu1aridad y decencia donde no

encontraron oposicion, con desenfreno y violencia donde Ia encon-traron; pero saquearon muy poco, para evitar 1 0 cual no permitenahora a las Mujeres y a los muchachos que 1esacompafien,

Page 22: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 22/37

 

104 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE LA ECONOMfA MORAL DE LA MULTITUD 1

Despues de visiter los molinos y rnercados en los alrededores d

Gloucester, Stroud y Cirencester, se dividieron en grupos de c' e

cuenta y cien y visitaron las aldeas y £incas pidiendo que se llevara Ill}grano al mercado a precios justos, y entrando a In fuerza en 1 e

graneros '.Un grupo grande visito al sheriff en persona, soltaron s~:porras rmentras les hablaba de sus deli tos, escucharon con pacienc'

«gritaron alegrernente Dios Salve al Rey» y despues recogieron 'Sla,

porras y volvieron a la buena labor cle fijar eI precio, El movimie~~

to t~vo en part: el canicter de huelga general de todo cl distl.'i tote~t11: «los arnotinados entra~~n en nuestros talleres . .. y fotzarotl . a

salir a todos los hombres, quisreran 0 no unirse a ellos»,

Fue este un m ov im ie nt o e xtr ao rd in aria rn en re d is cip lin ad o Y a

gran escala, Pero el relate nos Ileva a observar caracterlstlcas que se

encuentran repetidamente. Asf, e l rnovimiento de In multi tud desde e.l~ercaclo hacia los molinos y de alli (como en cl Book of Orders) a las

fincas, clonde se inspeccionaban las existencias y se ordenaba a los

agricultores enviar el grano al rnercado al precio dictado per Ia

multitud: todo esto se encuentrn habitualmente. Ello ibn a veces

acompafiado de 1a t radicional ronda de visi t as a las residencias de

las personas Imponanres, para pedir contr ibuciones, forzadas 0 V"o-

luntarias. En Norwich, en 1740, la multitud, despues de obligar a In

baja de precios en la ciudad, y de apoderarse, en el rio, de una barcsa-

za cargada de trigo y centeno, pidi6 contribuciones a los rices de laciudad:

El mattes por la Mafiana temprano, se reunieron nuevamera ee ,al t~q~~ de los Cuemos; y despues de una breve Confabulacicim,se dividieron en grupos y salieron del Pueblo por diferentes Puer-

tas, I levando delante ~e ellos un largo carte l que proponia visitnr

a !os Caballeros y Agrtcultores de las aldeas vecinas, para exigirlesDl~ero, Cerveza Fuerte, e tc . En muchos Iugares, donde la Gene-

rosidad de la Gente no respondfa a sus Expectaciones, se dice quemostraron su resentimiento pisoteando el Grano de los Campos _.,

Las multi tudes, en su deambular con el proposito de inspeccionarsem t . d •os raron muy actrvas urante este afio, especialmcnte en Durham

iorth~mberland, el West Riding y varias zonas del norte de Gales.

b Os. manl£estantes en contra de la exportacion que salieron de Dew-s-

ury.(abril de 1740), iban encabezadospor ~n tamborilero y «alga

parecldo a una ensefia 0 bandera»; realizaron un recorrido regular

de los molinos locales, destruyendo maquinaria, cortando sacos

Ilevandose grano y harina. En 1766, la mult itud que recorda el va

del Tamesis en acto de inspeccionar, se bautizo a s1 misma con

nombre de «los Reguladores»; un agricultor aterrorizado les permit

dormir en la paja de su corral y «pudo oir desde su Aposento q

hablaban entre S 1 sobre a quien habian asustado mas, y donde habl

tenido mejor fortuna». El modelo se continua en la decada de 179

en Ellsmere (Shropshire) Ia multitud detuvo el grana que era conduc

do a los molinos y amenaz6 individualmente a Iosagricultores: enBosque de Dean los mineros visi taron los molinos y las viviendas

los agricultores, exigiendo dinero «a las personas que encontraban

la carretera»; en el oeste de Cornualles los rnineros del estafio vi

taron las fincas con un dogal en una mano y en la otra u n acuer

escrito de llevar el grano a precios reducidos a l m e rc ad o . Lo notab

es la moderac ion , mas que el desorden. Y no cabe 1a menor dud a

que estas acdones eran aprobadas por u n consenso popular abrum

dol'; se siente 1a profunda convicci6n de que los precios deben

reguladosen epocas de escasez, y de que los explotadores se excluy

a S 1 mismos de la sociedad. En ocasiones, la mult itud intentaba p

persuasion 0 1'01' fuerza atraerse a un magistrado, jefe de la polic

de 1a parroquia, 0 a algun otto representante de la autoridad, pa

presidir la t ax at io n popu la ir e. En 1766 en Drayton (Oxon.) miembr

de un tropel fueron a casa de John Liford «y le preguntaron sl

Jefe de Pclicia; a l contestar "sl" Cheer le dijo que debla acompafiarl

a la Cruz v recibir e1 dinero de tres sacos de harina que habl

tomado de 'una tal Betty Smith y que vended an a cinco chelinesbushel»; 1a misma muchedumbre se agenci6 al jefe de policla

Abingdon para el mismo servicio. EI jefe de polida de Handboroug

(tambien en Oxfordshire) fue requerido de rnanera similar, en 179

1amultitud Hj6 un precio -y un precio sustancial- de 40 chelin

el sate de un carro de harina que habia sido interceptado, y le fue

tregado el dinero correspondiente a no menos de quince sacos. En

isla de Ely, en el mismo afio, «el populacho insi stio en comprar car

a 4 peniques Ia libra, y pidieron al Sr. Gardner, un Magistrado, q

supervisara la venta, como habia hecho el Alcalde en Cambridge

Sabado 1'01' 1a neche». Y tambien en 1795 hubo un cierto mime

de ocasiones en que la milicia 0 las tropas regulates supervisar

ventas forzadas, algunas veces a punta de bayoneta, mientras

o£iciales miraban resueltamente hacia otro 1ado. Una operacion com

Page 23: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 23/37

 

106 TRADICI6N, REVUELTA Y,CONSCIENCIA DE CLASE

d de soldados y muchedumbre forzo al alcalde de Chichester a

acceder a fijar el predo del pan. En Wells miembros del 122 regi.

miento empezaron

par abuchear a los que elios denomi~ab.an acapara~o~es 0 trafi-cantes de mantequilla a quienes persigureron en distintas partes

del pueblo -se apod~raron de 1a mantequilla- la reunieron toda

-Ie pusieron centine1as- y despues la echaron, y la mezc1aron

en una cuba -y despues la vendieron al por menor, pesandola ellbalanzas y vendiendola al precio de 8.penique~ l~ libra . .. aunq~eel precio normal que le daban los intermediaries era algo mas

de 10 peniques.

Seria absurdo sugerir que, cuando se abria brecha tan grande en

los muros del respeto, no aprovechasen muchos la oportunidad para

llevarse mereand as sin pagar. Perc existen abundantes testimonios

de 10 contrario, y algunos son impresionantes. Esta el caso ?e los

encajeros de Honiton que, en 1766, qui taron el grano a los agriculto-

res 10vendieron en el mercado a precio popular y devolvieron a los

agricultores, no s610 el dinero, s ino tarnhien los sacos; la muchedum-

bre de Oldham, en 1800, que raclono a cada comprador ados cele-

mines por cabeza, y las muchas ocasiones en que se detenian los

carros en la carretera, se vendia su contenido y se confiaba el dinero

a1 carretero.58

Mas aiin, en aquellos casos en que se tomaban las mercancfas

sin pagarlas, 0 en que se cometisn actos de violencia, seria prudenteaveriguar si e1 caso presenta a1guna circunstancia part icular agra-

vante. Se hace la distincion en el informe de una accion llevada a

cabo en Portsea (Hants. ) en 1795. Los panaderos y carniceros fueron

1 6 5 primeros a quienes ofreci6 la multi tud los precios por ella fijados:

«a los que se amoldaron a estas exigencias se les pag6 con exactitud»,

pero los que se negaron vieron sus tiendas desvaIijadas, «sin recibi r

mas dinero que el que quiso dejar el popu1acho». Los canteros de

Port Isaac (Cornualles), en e1mismo afio, se apoderaron de 1a cebada

almacenada para 1a exportaci6n, pagando un precio razonablemente

alto de 11 peniques el bushel, advirtiendo al mismo tiempo al pro-

pietario que «si pretendia transportal' el Remanente vendrlan y 10

58 . R . B . Rose , op . c lt ., p, 435; Edw i n Bu t te rwo r th , Hi s tor ica l Ske tch eso f O ld ham , O l d h am , 1 8 5 6, pp, 137-139,144-145.

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 1

tomarfan sin compensacion alguna», Con frecuencia aparecen mo

vaciones de eastigo 0 venganza. El gran motin de Newcastle

1740, en que los mineros y los bate1eros irrumpieron en e1 ayunt

miento destruyeron los libros, se repartieron el contenido de las are

municipales y arrojaron barro y piedra a los concejales, se produ

tan solo a eonsecuencia de dos provocaciones: primero, tras romper

un aeuerdo entre los dirigentes de los mineros y los comerciantes (

que actuo un conceja1 como arbitro) , acuerdo que £ijaba los precios d

grano; segundo, cuando representantes de la autoridad, aterrori~adodispararon contra 1a mult itud desde las escaleras del ayuntanuento

En 1766, en Gloucestershi re, se dispararon tiros contra la mult itu

desde una cnsa, 1 0 cual -escribe e1 sheriff-

les mo1est6 tanto que entraron por la fuerza en la casa, y destruy

ron todos los muebles, ventanas, e tc ., y quitaron parte de las tej

despues reconocieron que se arrepentian mueho de este acto p

que 110 era el duefio de la casa (que estaba fuera) el que ha

disparado contra ellos.

En 1795 los mineros del estafio organizaron un ataque contra

comerciante de Penryn (Cornualles) que habia sido cont ratado pa

enviarles eebada, pero que les habfa mandado grano estropeado y

germinacion. Cuando se atacaba a los molinos, y se estropeaba

maquinaria, era a menudo como consecuencia de una advertenc

prolongada que no habfa sido escuehada, 0 como castigo a algu

practica escandalosa. .

Realmente, si deseamos poner en duda la vision no lineal yepasmodica del motin de subsistencias, no tenemos mas que apunt

hacia este tema continuado de la intimidacion popular, en el q

hombres y mnjeres a punto de morir de inanicion atacaban no o

tante molinos y graneros, no para robar el alimento, sino para c

tigar a los propietarios, Repetidamente, el grano 0 la harina er

derramados !I 1 0 largo de carreteras y setos, arrojado a1 rio , estrope

da la maquinaria y abiertos los diques del molino. Ante ejemplos

un comportamiento tal , las autoridades reaccionaban tanto con ind

nacion como con asombro. Era un comportamiento (en su opinio

sintomatico del estado de animo «frenet ico» y destemplado de u

gente cuyo cerebra estaba excitado por el hambre. En 1795, tanto

justicia mayor como Arthur Young, dirigieron discursos a los pobr

en los que se destaeaba que la destruccion del grano no era e1 me

Page 24: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 24/37

 

108 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE 109A ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

medio de mejorar el suministro de pan. Hannah More ailadi6 una

«Homilia de Medio Penique». Un versificador an6nimo de 1800 nos

da un ejemplo bastante mas vivo de estas amonestaciones a las clases

bajas:

VI

Las iniciadoras de los motines eran, con frecuencia, las muje-

res. Sabemos que en 1693 una gran cantidad de mujeres se dirigie-

ron al mercado de Northampton, con «cuchillos escondidos en sus

corpifios para forzar la venta del grano segun su propia evaluacion»,

En un motfn contra exportaci6n en 1737, en Poole (Dorset), se in-

forma que «los Grupos se componen de rnuchas Muje res, y los Hom-

bres las apoyan, y Juran que si alguien se atreve a moles tar a algu-

na de las Mujeres en sus Acciones, elias pueden levantar un Gran

Numero de Hombres y destruir tanto Barcos como Cargamentos». El

populacho fue alzada en Stockton (Durham) en 1740 pot una «Sefio-

ra con un palo y una corneta». En Haverfordwest (Pembroke), en

1795, un anticuado juez de paz que intento, can ayuda de un subal-

terno luchur con los mineros del carbon , se quej6 de que «las muje-

res incitaban a los Hombres a la pelea, y eran perfectas furias.

Recibf algunos golpes de alguna de elI as sobre mis Espaldas ... ».

Un peri6dico de Birmingham describia los motines de Snow Hill

como obra de «una chusma, incitada por furiosas mujeres», En doce-

nas de casos ocurre 1 0 mismo: las mujeres apedreando a un comer-

dante poco popular con sus propias patatas, 0 combinando astuta-

mente la furia can el calculo de que eran algo mas inmunes que

los hombres a las represa lias de la s autoridades; «las muje res dijeron

a los hombres del vulgo» , dijo el magistrado de Haverfordwest refi-

riendose a los soldados, «que ellas sabian que las tenian en sus Cora-zones y que no .les harlan ningiin dafio».

Estas mujeres parecen haber pertenecido a una prehistoria de su

sexo anterior a la cafda, y no haber tenido conciencia de que debian

haber esperado unos doscientos afiospara su liberaci6n. (Southey

podia escribir, como lugar cormin, en 1807: «Las mujeres estan mas

dispuestas a amotinarse: tienen menos temor a la ley, en parte por

ignorancia, y en parte porque abusan del privilegio de. su se~o, y por

consiguiente en todo tumulto publico sobresalen en violencia y fero-

cidad.») 59 Eran tambien, par supuesto, las mas involucradas en la

5 9. L etters fro m E nglan d, Londres, 1814, II, p. 47. Las. rnujeres tenlanot ros recursos ademas de la fe rocidad : un coronel de Vohmtarios se l .amenta~ade que «el Diablo en forma de Muieres esta ahor~ .usando toda su mflue?Clapara inducir a 1a tropa a romper su lealtad a sus Oficiales»: Lt-Col. J. Entwisle,Rochdale, 5 agosto 1795, PRO, WO 1.101)6.

Cuando pas as las horas can tus Amigos del campo,

Y tomas, can la abundancia que quieras , el vasa desbordante

Cuando todo se vuelve tranquilo, si oyes par casualidad

«Que son los Acaparadores los que encarecen tanto el grano;Que necesitan y consegui ran pan: ya han comido bastante

Arroz y Sopa , y e ng ru d os p or el estilo:1 0 t o rn a ra n sin ped i r lo : y se es forzaran pot Ia fuerza y la violencia

En vengarse de estos ladrones de granos»:

John jura que luchara mient ras le quede aliento,

«E s mejor set colgado que morir de hambre:

Quemara el granero del Sefior Hoardi im, eso hara,

Sofocara al viejo Filch Bag, y d es tru ird s u molino».

Y cuando preparen la Pu n y la HoreaY todos los Miles de la guerra n is tic a . ..

Hablales de los males que acompafian los actos ilegales,

Acciones que, comenzadas en la ira, terrninan en dolor,

Que quemar pajares, y destruir molinos,

N o p ro d u ci ra grano ni Ilenara los est6magos.

,Pe ro eran realmente tan ignorantes los pobres? Uno sospecha

que los molineros y comerciantes que estaban o jo a vi zo r con respecto

a Ia gente y al t iempo procuraban elevar al maximo sus beneficios,

conoc lan mejor las circunstancias que los poetastros sentados en sus

escritorios. Pues los pobres tenian sus propias fuentes de informa-

cion. Trabajaban en los p u e rt o s, T r an s po r ta b an las barcazas a 10

largo de los canales. Condudan los carros y manejaban las barreras

de peaje , Ttabajaban en los graneros y mol inos . .. Con frecuencia

conodan los hechos locales m ucho m ejo r que 1a gentry; en rnuchas

acciones fueron derechos a las provisiones de g ra no e sc on d id a s euya

existencia habisn negado, de buena fe, los jueces de paz. Si es cierto

que los ru m or es ib an muehas veces mas a l I a de todo limite, tenfan

siempre al menos 5U rafz en una ligera base de realidad. Los pobres

sabian que 1a iinica forma de someter a los rices era retorcerles elbrazo.

Page 25: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 25/37

 

110 TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE LA ECONOMiA MORAL DE LA MULTrTUD 111

co rnpra y v en ta cara a cara, las m as sens ibles a la tras cen d encia d el

precio , las m as experim entad as en d etec tar el p es o e sc as o 0 l a c al id a d

inferior. Es probable qu e con mucha frecuencia las m ujeres precip i.

taran los movim ien tos espontd n eo s , p ero o tros tip os d e accion es se

preparaban con mas cu id ad o. A lgu nas veces s e clav aban carteles en las

puertas d e i gl es ia s 0 posadas. E n 1740 «fue pregonad o en Ketring

u n Partid o d e Fii tbol d e Q u in ien to s Hombres d e u n lu gar, p ete la

in tencion era Des tru ir los M olin os d e la S enora B etey Jesm ain e» .

A fin ales d e s iglo , es pos ib1e qu e se hiciera mas corriente la distri-

bu cion d e av isos es critos a m ana. P rovenien te d e Wakefie ld (Y o rk-

s hire ), 1 79 5:

P ara a vis ar

A to da s la s Mujeres domiciliadas en Wakefie ld qu es e d esea

se reunan en la Ig les ia N u ev a _.. e l p r6xim o Viernes a las N ueve '"para fijar el precio d el trigo . ..

s u co nform id ad had a m uy d ific il cu alqu ier pros ecu ci6 n su bs igu ien te)

co rrfa el p eligro d e perd er tod as su s m ercancias . C uand o fu e in ter-

cep tad o u n carro con s aco s d e trigo y harin a en Hand borou gh (O xon .),

en 1795, u n as m u jeres se s u bieron al carro y tiraron los sacos a los

lad os d e Ia carre tera , «A lgu nas d e las pers onas aIH reu nid as d ijeron

qu e d arian C uaren ta C helines por el Saco d e Harina , y qu e pagarian

eso , y no d arlan m as , y qu e s i eso no era bas tan te , 1 0 to ma ria n p or

la fu erza.» E l prop ie tario (u n yeoman) 'I, 1 0 a ce pt o f in alm en te : « Si

tiene qu e ser ese el precio , qu e 10 sea». E l procedimiento d e forzar la

negociacio n pu ed e v erse con igu al clarid ad en la d eclaracion d e

Thom as Sm ith, u n p anad ero , qu e fu e a Had s to ck (E ssex) con pan en

su s alforjas (1795). Fu e d eten id o en la calle d e la ald e a pot u n gru po

d e c ua re nt a 0 mas mu jeres y n ifio s , Una d e las mu jeres (esposa d e

u n trabajad or) d etu vo su caballo

Po r deseo d e los hab itan tes d e Halifax

qu e se reu n iran con ellas alll,

y habiendole preguntado si habfa rebajado el precio d el P an , e1

Ie d ijo qu e no ten ia 6rd enes d e lo s M olin eros d e rebajarlo , y ella

d ijo en tonces «Por D ios qu e si no 10 rebajas no d e ja ra s n in gt in

Pan en es te Pu eb lo» .. .

D e S tr at to n ( C orn u alle s), 1801:

A to do s lo s H om bre s trabajadores y Comerciantes en Ia Cen-te?a d e S tra tto n qu e estan dispuestos a salvar a su s Mujeres c

Hijos .d e la T ~rrible . con dic i6n d e ser llevados a la Muerte po r

~ am b:e p ar el lD se ns tb le y a ca pa rad or A gricu lto r . . . Reunlos t o d o s

l~medla tamente y rnarchad en . tern e ra s o O rd en d e Batalla a V i-

viendas d e lo s a gr ic ult ot es usureros, y Obligad los a V end er eIG ran o en el M ercad o, a u nprecio ju sto y razonab1e ... 60

L~ ac cio n e sp on ta ne a e n p equ efia escala podfa derivarse de u na

al oo r. d e abu cheo 0 griteno r i tua l frente a la tien d a d el vendedora PO t menor, d e Ia in tercepd on d e carros d e g ran o 0 harina a1 pasarPOl ' un cen tro popu lo s o d 1 . 1 .tu d am . ,0 e . a S Imp e congregacion d e una mul t i -n - : e~ azan~ e. C on gran rap ld ez se d esarro Ilaba u n a situacion d e

a~ gO ClaC l~ : e rO Pi~ tatio d e las p rov is io nes sabia rnuy bien qu e s i

a ce pt a a v o u n ta rla me nt e el precio impu es to por la mu ltitu d (y

60. Kettering· PRO S1' 36 50p ar a . tO n g re ~ ar a i as m a ;a s, v ea s~ R para orros ejem plo s d el u so del fri tbolE n gh sh SOC I e ty ,1700.1850» Warwick i t · · Maplcholmnson ,! P op u la r R e cr ea ti on s i n

DIV. , . thesis, 1970 , pp, 89'-90.

varias person as en tre la mu ltitu d o frecieron en ton ces 9 p eniqu es

po t un pan d e 4 lib ra s, m ie ntra s qu e el pedia 19 p en iqu es . E nto n-

ces «ju raron qu e s i no se 1 0 d aba a 9 peniqu es la Hogaza s e 1 0 qui ta-

d an , y an tes d e qu e pu diera d ar o tra respu es ta, varias Pers onas qu e

es taban a su alred ed o r sacaron varias Hozazas d e s u s C es tas . . . ».

Solo al Ilegar a es te pu n to acep to Sm ith" vend er a 9 pen iqu es la

hogaza . L a negociacion fu e bien en ten did a po r am bas p artes , y lo svend ed ores al p or m enor, qu e ten ian qu e con tar con su s c1 ien tes

tan to en los afios bu enos com o en los r nalo s , cap it u laban c on f re cu e n-

cia an te las primeras sefiales d e tu rbu len cia por parte d e la mu ltitu d.

E n d is tu rb ios a g ran escala , u n a vez for rnado el m ic le o d el rn ot in ,

el res to d e l a m u che d umbr e era a menudo levan tad o a toqu e d e trom-

peta y t am b or es . «E l lu n es pas ad o -comenzaba u na carta d e u n rna-

gis trad o d e Shropsh ire en 1756-, lo s mineros d e Bros eley s e reu-

nieron al son d e las tro rnp etas , y se d irigieron al M ercad o d e Wen-

lock .. . » E l p u n to critico era la reu n ion d e u n m icleo d eterm inad o ,

N o so lo se explica el d es tacad o papel d e los m ineros p er s u «viri-

lid ad » y por el heche d e es tar particu larm en te expu es tos a la exp lo-

>I ' Hacendado a labrador acomodado. (N. del t.)

Page 26: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 26/37

 

112 TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

taci6n del consumidor, sino tambien par su mimero y por la natural

discipline de una comunidad minera, «EI jueves por la mafiana

-declar6 John Todd, un minero de la min a de carbon Heaton,

Gateshead (1740)-, en el momento en que empezaba la ronda de

neche», sus compafieros de rnina, «en mimero de 60 u 80 detuvieron

la bomba de agua de la m in a y se propuso venir a Newcastle para

fijar los precios del grano ». Cuando vinieron des de la mina de

carb6n Nook a Haver fo rdwes t en 1795 (el magistrado relata que su

ayudante dijo: «Doctor, aq u f vienen los m inero s . . . yo lev ante la vista

y vi una gran multitud de hombres, mujeres y nifios con porras deroble que bajaban por la calle gritando"todos a una, todos a una?»),

los rn inero s exp l ica ron mas tarde que habian venido a peticion de los

pobres de 1 .1 ciudad, que no tenfan el animo necesario para fijar el

precio por su cuenta.

La ~Q~1?g.~~~!cS!J:~e.J~.lIl~~lti.t!:ldn cuanto a profesiones nos pro-

porciona pocas sorpresas. Era (parece) bastante representativa de

las ocupaciones de las «clases mas bajas» en las zonas de motines.

En Witney (Oxon.) encont ramos informes contra un tejedor de man-

tas, un sastre, la rnujer de un vendedor de bebidas alcoh6licas y un

criado; en Saffron Walden (Essex) acusaciones contra dos cabestre-

ros, un zapatero, un albafiil, un carpmtero, un aserrador, un traba-

jador en estambre, y nueve labradores; en varias aldeas de Devon-

shire (Sampford Peverell, Burlescomb, Culmstock) encontramos con

que se acusa a un hilandero, dos tejedores, un cardador de lana, un

zapatero, unbordador ydiez trabajadores; en el suceso de Handbo.

rough se hablc en una informacion de un carpintero, un cantero, un

aserrador y siete labradores. Habia menos acusaciones en relacion a

Ia supuesta instigacidn por parte de personas con una posicion supe-

rior en la vida de las que Rude y otros han observado en Francia,

a pesar de que se sugeria con frecuencia que los trabajadores eran

aientados 1'0r sus superiores a adoptar un tono hosti l hacia agricul-

tores eintermediarios, Un observador del sudoeste sostenia en 1801

que los motinesestaban «ciertamente dirigidos por cornerciantes in-

feriores, cardadores, y disidentes, que se mantenian apartados pero,

per su lenguaje e inmediata influencia, gobernaban a las clases bajas».

Ocasionalmente, se adujo que personas ' que empleaban muchos tra-

bajadores habian animado a . sus propios obreros a actuar,

Otra di ferencia Irnportante, en cornparacion con Francia, era la

re1ativa inactividad de los Iabradores de Inglaterra en contraste con

LA ECONOMIA MURAL [)E LA MULTITUD 113

,)

laactividad de los oignerons y el pequefio campesinado frances.

Muchos productores de cereal, por supuesto, continuaron con la cos-

tumbre de vender grano barato a sus propios jornaleros, Pero esto

se aplicaba 5 6 1 0 a los jornaleros regulares, con contratos anuales, y a

ciertos distritos. Por otra parte, los trabajadores rurales sf que

participaban en los motines cuando otto grupo (como los mineros)

formaba el micleo original, 0 cuando una cierta actividad los reu-

nia en mimero suficiente. Cuando un grupo grande de trabajadores

recordo el valle del Tamesis en 1766, la acd6n habia comenzado

entre cuadrillas que trabajaban en la barrera de portazgo de una

carretera, quienes dijeron «con una sola voz: Vamos todos a una a

Newsbury en una corpora don para Poner mas Barato el Pan». Una

vez en el pueblo, lograron mas apoyos, d es f iland o p or la plaza y

dando tres v I to r e s . En el East Anglia en 1795 se creo un micleo simi-

lar entre los bankers (cuadrill as «empleadas para limpiar Zanjas de

Drenaje y (;11 la presa»). Los bankers estaban tambien menos sujetos

a Ia identif icacion inmediata y al castigo, 0 a las venganzas del pater-

nalismo rural que los trabajadores de la tierra, puesto que eran, «en

su mayor parte, extranjeros de diferentes comareas los cuales no

son tan Hcilmente apaciguados como los que viven en el Ingar».

En realidad el motfn de subsistencias no precisaba de un alto

grad?A~· organizadon.Necesitabaunconsenso de apoyo en Ia comu-

ni'ciad, y un modelo de accion heredado, con sus propios objetivos y

restricciones, La persistencia de esta forma de accion suscita una

cuesti6n interesante: ,hasta que punto tuvo, en cualquier sentido,

exito? ,Hubiera continuado durante tantos afios -realmente den-

tos de afios- si hubiera fracasado decididarnente en lograr sus obje-

tivos, y no hubiera dejado tras sf mas que unos pocos molinos des-

truidos y victimas en las horcas? Es una pregunta espedalmente difi·

cil de contestar; pero que debe ser planteada.

VII

A corto plazo, parece probable que el motin y Ia fijacion de pre-

cios frustraron sus propios objetivos. Los agricultores eran a veces

intimidados hasta tal punto que se negaban despues, durante varias

semanas, a llevar sus productos al mercado. Es probable que la inter-

dicci6n del movimiento del grana dentro de la region no hiciera mas

Page 27: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 27/37

 

11 4 TRADIcr6N, REVUEL'fA Y CONSCIENCIA DE CLASE

qu e agravar la es casez en o tras . A unqu e pu e~ en encon tra rse .ejem .

p lo s en qu e el m o tin parece p rod u c ir u na caid a d e lo s precios, y

e je mp lo s t am bie n d e 1 0 con trario , e inc lu so o tro s en lo s qu e pa rece

hab er p oca d iferen cia en el m ov im ien to d e ~ re do s en m ercad os d on de

hu bo y no hu bo mo tfn , n ingu no d e es o s e jernp lo s -s ean ca lcu lad os

p o r a g re g ad 6 n 0 per te rm ino m ed io - tiene p o r qu e reve lar necesa-

riam en te el e fecto qu e la expectacion d el m otfn p rod ucia s obre la

s it u ac i6 n t ot al d e l m e rc ad o ."

P od em os to rna r u na analogia d e la g uerra . L os beneficio s reales

inmedia tos d e 1 a gu erra rara v ez s on s ig nific ativ os , n i para vence-d ote s n i p ara v en cid os , p ero lo s b en efic io s qu e pueden o bt en er se d e

la amenaza d e gu erra pu ed en ser cons id erab les y , s in em bargo , la

amenaza d e gu erra no com port a terro r a lgu no si no se llega nu nca )

a Ia sancion d e la gu erra . S i el mercad o fu e u n cam po d e batalla A ~la guerradeclaseaen la misma rnedida en qu e llegaron a serlo la

£ a b f l c a y la mina d uran te la revoluc ion in du st ria l, e nto nc es la arne-

n az a d el mo tf n a fe ct ar ia a la s itu aci6 n to ta l d e mercado, no sola-

m ente en afio s d e esca sez, s ino tam bien en afios d e cosecha m ed ia,

y no s o lam en te en poblad os d es tacad os po r su su scep tib ilid ad a l

m otin , s ino tam bien en a Id e as d ond e la s au to rid ad es d eseaban per-

severer u n a tradicion d e paz. Po r m uy meticu lo sam en te qu e cuanti -

f iqu em os lo s d ato s d ispon ib les , no pu ed en es to s m os tra rno s a qu e

n iv el h ah ria n s ub id o lo s p re cio s s i s e h ub ie ra e lim ln ad o t ota lm en te la

amenaza d e m ot in ,

L as au to rid ad es d e zo nas p ro pen sas al m otin d orn in ab an a m en u-

d o lo s d is tu rb io s d e m an er a e qu ilib ra da y co rn pete nte . E sto n os p er-

m ite a veces o lv id ar qu e el rno tfn era u na calam id ad qu e p rod uc fa II

c on f re cu e nc ia u n a p ro fu n d a d is lo ca cio n d e la s r ela cio ne s s o cia le s d e l a

co mu nid ad , cu yo s e £ecto s p od ian p erd urar d uran te a fio s, L os m ag is .

trad os p ro vin cia les s e e nco ntrab an m uc has v ece s en u n extrem ad o

ais lam ien to .L as tropas , s i es qu e s e las llam aba, pod lan ta rd ar d os ,

tres 0m as d ias en lle gar, y la m ultitu d 1 0 sab ia m uy bien . E I sheriff

d e .G lou ces tershire , en lo s p rim ero s d ias d el «levan tam ien to » d e

~1. Indudablemente, investigaciones pormenorizadns de movimientos deprecios a corto plazo en relaci6n con los motines que var ies investigadoresdesarrollan ahora con ayuda de compuradoraa n~datn a afinar In cuestion;per? las variables son muchas, y l a evidencia' con respecto a algunas (ant icl-pacl6~ ?e modn, . persuasion eiercida sobre arrendatarios, comerciantes, etc.,S~SC~lpclonesaritat ivas, aplicaci6n de precios para pobres, etc.) es a menudodiflcll de encontrar y de cuanti£icar.

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 115

1766 , no pu do s ino acu dir al m ercad o d e S trou d con su s «hom bres

d e jabalina». U n rnag is trad o d e Su ffo lk , en 1709 , se abs tu vo d e en -

carcelar a lo s dirigentes d e la much e d umb r e porque «el Populacho

amen az6 con d es tru ir tan to su cas a com o e l C alabo zo s i cas tig aba a

cu alqu iera d e s us com pafiero s», O tro m agis trad o qu e, en 1740, d i-rig io u n harap ien to y nad a marcial p os se c omm it atu s a trave s d el

Y ork shire d el no rte ha s ta D urham , hac ien do p ris ione ro s po r el ca-

m ino , qu ed 6 d esa len tad o al ve l' a lo s ciu dad an os d e Du rham d ars e lavuelta y libera r a d os d e lo s p res o s a la p u erta d e la carcel. (T ales

re scates eran no rm ale s .) Un expo rtad or d e grano , d e Flin t, tu vo u na

exp erien cia au n m as d es ag rad ab le en e l m is mo afio : lo s am otin ad os

en traron en su ca sa, se bebie ron la cerveza y el v i no d e su bod ega ,

y permanecieron

con u na E sp ad a Desnuda apuntando al pecho d e mi Nuera '"

T ienen m uchas Arm as d e F uego , P icas y Espadas. C in co d e e lI oscon P icas d ec laran qu e cu atro son s uficien te s para l levar mi s

Cuatro Cuartos y el otto mi c ab e za e n triunfo c on e lI os . ..

L a cu es ti6 n d el o rd en n o era n i m ucho m en os s en ciU a. L a in su ficien -

ci a d e las fuerzas civi les s e c o rn b in a ba c o n . Ia . .r ep u g na n ci a a em p le ar

la fu erz a m ilitar. L os fu ncio nad os m is mo s tenian la s uficiente hu ma-

n id ad y es tab an aco rra lad os p ora mb ig lied ad es s uf icien tes , en cu an to

a s u s p od ere s en ca so d e d is tu rb io s c iv iles , com o para m os tra r u na

marcad a falta d e en tu siasm o par s er ern p lead os en es te «S erv icio

O d io so », S i lo s m ag is trad os lo cale s llam ab an a la s tto pas , 0 autori -z ab an .el u s a d e arm as d e fu ego , ten ian qu e s egu ir v iv ien d o en eld is trito d es pu es d e la m archa d e las trop as , incu rriend o en el od io d e

la p ob lac io n lo cal, qu iza recib ie nd o ca rta s am en azad oras 0 s i endo

v ictim as d e ru ptu ras d e ven tanas e in clu so d e incend io s . L as tropas

alo jad as en u n p u eblo se had an rap id am en te impopu lares in clu so

en tre aqu eU os qu e a l p rin cip io las ha bian U am ad o. C on e xtrafia reg u-

larid ad las p eticiones para recib ir ay ud a d e tropas son s egu id as , en

lo s d ocu men to s d el M in is terio d el In terio r a d el M in is terio d e la

G u erra, tras u n in te rv ale d e cin co 0 s ei s s em a na s, p or p et ic io ne s p ar a

s u retirad a. U na .les tim os a s iip lic a d e lo s ha bit an tes d e S un derlan d,

encabezad a po r su recto r, ped ia, en 1800, la retirad a d el 68 regi-

mien to :

Page 28: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 28/37

 

- - -116 TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

Su principal objetivo es el robo. Vadas personas hal)

golpeadas y despojadas de sus relojes, y siempre se ha hecho dSido

, . I b lela.rnanera mas vio enta y ruta.

A un joven Ie fracturaron el craneo, a otto Ie cortaron el1abio Surior. Los habi tantes de Wantage, Farringdon y Abingdon pidiepe-

"'On

en nombre de Dios ... que se lleven de este lugar Ia secci6n d

Regimiento de Lord Landaff a si no el Asesinato sera forzosatne el

Ia consecuencia, pues un grupo de Villanos como este no ~e

entrada nunca en este pueblo. a

u~magistrado local, que apoyaba . es ta peticion, afiadla que el «sal_

vaje comportamiento de los soldados ... exaspera a Ia poblaci6n ha t

1 0 indecible. El trato normal de los campesinos en ferias y me s ados se ha deteriorado mucho». l"ca_

EI motfn era una ca1amidad. El «orden» que podia segui r - t1 ' d f l"ase moun, p~ ia ser una calamidad aiin mayor. De aquf la ansied d

de las aU,tondades par anticiparse al suceso 0 abortarlo con rapid:z

en sus pnmeras fases, par medio de su presencia personal par e""h'. , ...... or-

t~c.lOnes y C?nCeSlones.~n una carta de 176.3 e1 alcalde de Penryn

st.t~ado par iracundos mineros del estafio, escribe que el pueblo fu~

v~sltado POt tresdentos «de aquelIos bandidos can los cuales nvrmos forz d 1 ' Os

. . a os a pat amen tar y llegar a un acuerdo par el cual les

pert;l1t1mos que obtuvieran el grana a un tercio menos de 10 que

::~la costado a !os propietarios». Tales acuerdos, mas 0 menos for-

shir~'

s f : ~ ·ot~entes. ,Un experimentado magistrado de Wan.vick-

de 1766: ic ar Newdlgate, anoto en su diario del 27 de septiernbre

A las once cabalgue N .pales del pueblo me t a . uneatan '" yean las personas princi-

Bedword, que viniero~ rev~£te con los mineros y el populacho de1 0 que querfan promett,vocl.efrandoy armadas can palos, pidieron. • satlsacer todas s ., 'bI

SI se apaciguaban ytirab . · 1 · . .us petrciones razona es

prsdo; despues fu i con :.iio:u: ~:,;s 10 cual hicieron =-. en e1

habla acaparado y permiu 5 . 6 as. las casas en que crei e ra sea los duefios de vender el qa a enttar para registrar y persuadir

ueso que se encontrase . ,.

Entonces los mineros abandonaro

que sir Richard Newdigate y otro~. ~~ °l·.rdenh•t, pueblo, despueia de

S es ubleran dado cada uno

LA ECONOMiA MORAL DE LA MULTITUD 117

media guinea. Habfan actuado en efecto de acuerdo con el Book of

Orders.Este tipo de negociacion en los comienzos del motin, solia ga-

rantizar concesiones a la multi tud. Pero debemos tambien observar

los es£uerzos de los magistrados y terratenientes para prevenir el

motin. Asi, un magistrado de Shropshire en 1756 describe como

los mineros «dicen que si los agricultores no traen su grana a los

mercados, iran elias a sus casas para tri lla rlo elias mismos»:

Yo he enviado orden a mis arrendatarios para que cada uno

lleve cierta eantidad de grano al mercado los Sabados como unico

medio de prevenir mayores dafios.

En el mismo afio puede verse a los rnagi s trados de Devon realizando

e sf u er zo s s im il ar es . S e h ab ia n producido motines en Ot tery, el grana

de los agricultores habia sido arreba tado y vendido a 5 chelines un

bushel y varies molinos habfan sido atacados. Sir George Y onge

envio a su criado a fijar un pasquin admonitorio y eonci liador en el

mercado :

EI populacho se congreg6, insulto a mi Criado e intimido al

Pregonero ... al leer el pasquin declararon que no servia, no nece-

sitaban molestarse los Caballeros porque B l l D S fijarian el precio

a 4 chel ines 9 peniques en el proximo Dla de Mercado: en vista

de esto fui ayer al Pueblo y dije tanto a Ia Gente Cornun comoa los de mejor clase, que si Ia situacion no permanecfa tranquilahabrfa de llamar al ejercito , ..

El y dos miembros de la gentry de la vecindad enviaron su propio

grana a los mercados locales:

He ordenado que el mio se venda a 5 chelines 3 peniquesy 5 chelines 6 peniques par bushel a la gente mas pobre, puestoque hemos decidido mantenerlo algo por encima delprecio dictado

por el populacho. Consultare con los molineros para saber sl puedendarnos algo de Harina .•.

E1 alcalde de Exeter contest6 a Yonge que las autoridades de la

ciudad habian orden ado que se vendiera el grano a 5 chel ines6 peni -

ques: «Todo qued6 tranquilo en cuanto los agricultores bajaron el

precio ... », Medidas similares se tomaban todavia en Devon en

1801, «ciertos caballeros entre los mas respetables de la vecindad de

Page 29: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 29/37

 

118 TRADlcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

Exeter ... ordenaron ... a sus Arrendatarios llevar el Grano

Mercado bajo pena de no renovarles los arrendamientos», En 1 )9~1l

y 1800-1801, ordenes como estas de los terratenientes tradicionalh~t .5

a sus arrendatarios eran frecuentes en otros condados. EI conde : ; 8Warwick (un archipaternalista y un defensor de Ia legisIaci6n COtt

te

acaparadores con el maximo rigor) recorrio en persona sus propiedl'a

des dando ordenes como estas a sus arrendatarios. a-

Presiones tales en prevencion de un motin, pueden haber sid

mas eficaces de 10 que se ha supuesto en cuanto a lIevar grano rl

mercado, frenal' 1a subida de precios e impedir cierto t ipo de IUe):"aMas nun, una predisposicion al motfn era ciertamente efectiva cO:tn,0

advertencia a los rices de que debfan poner en buenas condiciol1.eo

la organizacion de la beneficencia parroquial y de la caridad, gtan~

y ~~n subvencionado para los pobres. En enero de 1757, Ia cOt'Po_racion de Reading acord6:

Que se organizara una suscripcion para reunir dinero Para

eompra~ P.~n que sera distribuido entre los Pobres '" a un precioque sera fijado muy por debajo del precio actual del Pan '"

la corporacion misrna dono 21 libras. Tales medidas se adoptaban

con mucha f.rec~~ncia, por iniciativa unas veces de una corporaci6n.

ot,ras de un individur, de la gentry, algunas de un tribunal municipal

tnme?tral , o tras de las autoridades parroquiales , 0de los patronos,

especlal~ente de aquellos que empleaban un rnimero consider ahIe

de t rabaJado,res (como los mineros del plomo) en distritos aislados,

,1;a5 m~dldas tomadas en 1795 fueron especialmente amplias va-rind s, Y lbl.en ?ocumentadas. Iban desde .suscripdones d i rec tas ~arare ucir e precto del pan (las pa '. . b

d i rroqulas envra an a veces sus propiosagentes lrectamcnte a los p tnd ,uer os a camprar grana importado) pa-

~~~:l:~~~O~tu~:~~io~ados. para los pobres, hasta el sis;eIT1a

profundamente en 1a histo~ia de4~a~emyeedi:aspnbos addent1raria r:n.asnuestra inteneion 62 1 £ . s e 0 res. e 0 que es

, pero os e ectos eran en ocasiones curiosos Las

.. Sistc;ma de ayuda a los pobres ado d .. .de! ~:kshlre y quese mantuvoen ra pta 0 en .1795 POl' los magistradosprmc;PlQs del,siglo XIX. (N, de l t,) g nparte de Inglaterra induso hast:a

{)", . fupecullmente utiles son las res d .o! :f!t.r~C'ultll,.e, .xXIV y XXV (179.5) pyegtas • e lo~ corresponsaIes en AnnalsAssn:e of Bread .., op. cit., pp. 208-209' 'J Lase tlUllbH~nS. y B. Webb, «Thew . M. Stem. op. cit" pp. 181.186. • . ,y B. Hammond, op,· c i t" cap, VI;

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 119

suscripciones, aunque tranquilizaban una zona, podian provocar un

motin en otra adyacente a1 despertar un agudo sentimiento de desi-

gualdad. En 1740, un acuer~o concertado en Nc:,:castle para red,ucir

los precios entre los cornerciantes y una delegacicn de una rnani fes-

tac ion de rn ineros (actuando concejales como mediadores ) , produjo

el que la ciudad se viera inundada por «gente del campo» de las

aldeas de los alrededores; se intento sin exito limitar la vent a a per-

sonas con un certi£icado escrito de un «Ajustador, un Encargado del

Deposito del Carbon, un Medidor 0 un. Capillero». La participacion

de soidados en motines encaminados a £ijar el precio fue explicada

por el duque de Richmond como producida POl' una desigualdad si-

milar: alegaban los soldados que «rnientras la Gente del Campo es

socorrida pOl' sus Parroquias y Subscripciones, los Soldados no reci-

ben ningiin Beneficio similar». Ademas, tales suscripciones, aunque

su intenci6n era «sobornar» al motln (real 0 potencial) , podian a me-

nudo producir el efecto de elevar el precio del pan para los que no

participaban del beneficia de la suscripcidn." Puede observarse este

proceso en Devon del sur, donde las autoridades actuaban todavfa en

1801 dentro de la tradicion de 1757. Una multitud se manifesto en

Exeter, en el mercado, pidiendo trigo a 10 chelines el bushel:

.\

Los Cabal leros y los Agricultores se reunieron y el Pueblo

espero su decision ... fueron informados de que no se aceptarla

ningtin Precio que ellos propusieran 0 fijaran, y principalrnente

porque el principio de Fijar un Freda encontra ria su oposicion.

Los AgricuItores despues aeordaron el de 12 chelines y que cada

Habitante 1 0 obtuviera en proporci6n a su Familia . ..Los Argumentos de los deseontentos en Exmouth son ,muy con-

tundentes. «Dadnos cualquier cantidad que permitan las Existen-

cias Disponibles, y a un precio pOl' el eual podamos obtener1a, y

estaremos ·satisfeehos; no aeeptaremos ninguna Subscripci?n de laGentry porque aumenta el precio, y supone una pr ivacion para

ellos.»

Lo que importa aqui no es solamente que los precios,en~.~~(!ntos

de escasez, estuvieran determinados 1'01' rnuchos otrostadores ade-

63. Un punto que debe set considerado en . todo analisis cuantificado: elprecio que quedaba e n el mercado despues de un motln podJa subir, aunque, aconsecuencia del motin 0 de Ia amenaza de motfn , el pobre podia recib ir granoa precios subvencionados.

Page 30: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 30/37

 

120 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

mas de las simples fuerzas de mercado: cualquiera con un conoci-

miento, inc1uso pequefio, de las muy difamadas fuentes «literatins»

tiene que ser consdente de ello. Es mas importante observar todo el

contexto socioeconomico dentro del cua l operaba el mercado, y la

16gica de Ia presion pOPllla.r. Otro ejernplo, esta ve z de un mercado

libre de motines hasta el momento, puede mostrarnos esta logica en

accion, El relate proviene de un agricultor acomodado, John Toogood

en Sherborne (Dorset). El afio 1757 comenzo con una «queja ge-

neral» contra los altos precios, y frecuentes informes de motines enotros lug.ares:

El 30 de abril, siendo Dfa de Mercado, muchos de nuestrosodosos e insolentes Hombres y Mujeres Pobres sereunieron y ~

empezaron un Motln en la Plaza del Mercado, fueron al Molino

de Oborn y trajeron muchos Sacos de Harina y dividieron el Botinaquf en Triunfo.

El Iunes siguiente se encontro en la abadia una carta an6nima did-

gida al hermano de Toogood (que acababa de vender 10 b~shels

de trigo a 14 c~elines 10 peniques -«verdaderamente un precio

alto»- a un ~oltnero): «~efior, si no traeis vuestro Trigo al Merca-

do, y 10 vendels a un precio razonable, seran destruidos vuestros gra-neros ... »

Puesto que los motines son una Co s a muy nueva en Sherborne ...

y p~~sto que las Parroquias vecinas parecfan estar a punta de

participar en =.Deporte, pense que no habla Tiempo que perder ,y que era.co?vemente apla star este Mal de Rafz, para 1 0 cua1toma-mas las sigutentes Medidas.

Habier:do convocado una Reunion en el: Hospicio se acordo

~ue .~l senor Jeffrey y yo hicieramos un Informe d~ todas las

d:m1

las del P~eb10 mas necesitadas, hecho esto, reunimos alre-

d dOMre 100 libras por Subscripciones y antes del Siguiente Drae ercado nuestro juez de T' h bi . .hi . ' . e az y otros a itantes principalesp~clero~.unJ IP~oces16na traves de todo el Pueblo y publicaronr me 10 e regonero del Pueblo el siguiente Aviso:«Que se entregara a las.·Familias Pabres d t·p· bI

C tid ddT' - . e es e : ue 0 una

S:~~n:s ha:ta I:I~os~~~~1:?t~re~6ad:~ ~a~enirniento todas las

~~i~a~~~;:Si~~rs~~:n~;~~U€S de este .av~oepu~~~~r!t7If;:;a yc~~l~ora 0 <omettera cualquler monn 0 Des-

LA ECONOMfA MORAL DE LA MULTITUD 121

orden en este Pueblo, sera el culpable condenado a Prision en e1

acto».

Despues contrataron la compra de .trigo a 10 chelines y 12. peniques

el bushel suministrandolo a la «Lista de Pobres» a 8 chelines hasta

la cosecha. (60 bushels a la semana en este perfodo supondrian un

subsidio de entre 100 y 200 libras.) «Per estos medios restauramos

la Paz, y desilusionamos a muchos S~jetos vagos y desorden ados de

las Parroquias Vecinas, que aparecieron en el Mercado con losSacos v ac fo s , e sp e ra n d o haber obtenido Grano sin Dinero.» John

Toogood, escribiendo este relato para guia de sus hijos, concluia

con el consejo:

Si circunstancias como estas concurren en e1 futuro en vuestra

Vida y alguno de vosotros esta dedicado a los Negocios de 1a

Agriculture, no dejeis que os tiente un oj o Codicioso a se r los

primeros en aumentar e 1 Precio del Grano, sino dejad mejor que

vuestra Conducta muestre alguna Compasion y Caridad hacia la

Condici6n del Pobre ...

Es dentro de un contexto como este donde puede descubrirse la

funcion del rnotin . Este pudo ser contraproducente a corto plazo,

aunque no se haya demostrado todavia ..Perc, repetimos, el motin era

una calamidad social, que debfa evitarse a cualquier coste. Pod ia

consistir este en Iograr un termino medio entre \I!l.J?F~clo .«econo-

mico» muy al to en el mercado y unprecio «moralvt radicionel deter-

minadopar la mul titud. Este termino podia alcanzarsepor .la .inter-

venciQnde lospaternalistas, per la automoderaci6n de agricul tores

y comerciantes, 0 conquistando una parte de la multitud por media

de la caridad y los subsidios. Como cantaba alegremente Hannah

More, en el persona]e del sentencioso Jack Anvil a l intentar disuadir

este a Tom Hood de unirse a1motin:

Asf, trabajare todo e1 d la , y el Domingo buscareen Ia Iglesia como soportar todas las necesidades de Ia semana.Las gentes de bien, tarnbien, nos proporcionaran provisiones,

Haran suscripciones -y renunciarsn a sus bizcochos y pasteles,

D erry do wn

Page 31: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 31/37

 

122 TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

S~, derry down y [tra-lara-laral Sin embargo, siendo como era el ca-

racter de las gentes de bien, era mas probable que un rnotin ruid

1.. os o

en a parroquia ~ec1na e?grasara las ruedas de la caridad, que la ima-

gen de Jack Anv il a r ro d i ll a d o en la iglesia . Como 1 0 e xp re s ar on s u c in -

tamente las coplas colocadas fuera de las puertas de la iglesia en

Kent en 1630:

Cuanto antes nos 1evantemos

Menos sufriremos.

VIII

. l : ! ( ! t I lOS estado examinando un modelo de protests social que se

deriva de un consen so con respecto a 1a economia moral del bienes-

tar publico en tiempos de escasez. Normalmente no es uti! examinarlo

can relaci6n a_ intenciones pol iticas claras y articuladas, a pesar de

que esta s surgieran a veces p o r c o in c id e n ci a casual. Pueden encon-

trarse a menudo frases de rebeli6n, normalmente destinadas (sospe-

cho) ~ helar la sangre de los rices con su efecto teatral. Se decia que

los ~1neros de Newc~st1~, animados por el exito de la toma del ayun-

t~~lent~, «eran partidarios de poner en practica los antiguos prin-

cipios mveladores»; al menos desgarraron los retratos de Carlos II

y Jacobo II e hicieron pedazos sus marcos. En cont raste, los barque-

ros ?e Henley (Ox~n.) gritaron «Viva el Pretendiente», en 1743, y

alguien en Woodbndge (Suffolk) clav6 un aviso en el mercado en

17~6.' que el magistrado l~cal consider6 «particularmente descarado y

sedlCIOSOy de alta y delicada significaci6n»: «Deseamos -deda-

que m~estro exilado Rey pueda venir 0enviar algunos funcionarios».

Es posible que esa misma intenci6n amenazante tuvieranen el Sudoes-

te, en ~753, ~asamenazas de que «los Franceses estaran aqui pronto».

. Mas .habItuales son las amenazas generales de «nive1aci6n», e

rmprecaciones contra los ricos. En Witney (1767) una carta ase-

gura~a a lo~ alguaciles de la ciudad que la gente no permitirta a «estes

malditos pillos resollantes y cebados que Maten de Hambre a los

Pobres de Maners tan Endemoniada para que ellos puedan dedicarse

a. l a caza, las carreras de caballos, etc., y para mantener a sus fami-

lias en el Orgullo y la extravagancia». Una carta dirigida al Gold

C~oss de Snow ~ill en Birmingham (1766), firm ada por «Kidder-

minster y Stourbridge», se acerca mas al tipo de 1a copla

LA ECONOMiA MORAL DE LA MULTITUD123

.., tenemos un Ejercito de mas de tres mil todos dispuestos a luchar

y maldito sea si no hacemos polvo e 1 ejercito del Rey

Si resulta que el Rey y el Parlamento no 10 remedian

Convertiremos Inglaterra en BasuraY si incluso as! no abaratan las casasMaldito sea si no quemamos el Parlamento y 10 arreglamos todo ...

En 1772, una carta de Colchester, dirigida a todos los agricultores,

molineros, carniceros, tenderos y comerciantes de granos, advertia

a todos los «Malditos Plllos» que tuvieran cuidado,

porque estamos en noviembre y tenemos unas doscientas 0 tres-

cientas bombas lis tas para los Molineros y para todos, y no habra

ni rey ni parlamento, s6lo una marana de p6lvora po r toda la

nad6n.

Se advirti6 a los caballeros de Fareham (Hants.), en 1766, que se

prepararan «para una guerra del Populacho 0 Civil» que «arranca-

rf a a Jorge de su trono y derrumbaria las casas de los pillos y de s -

truirla los si tiales de los Legisladores». «Es mejor Soportar un Yugo

Extranjero que ser maltratados de esta forma», escribia un aldeano

de cerca de Hereford a1afio siguiente. Y cases similares se encuentran

en casi todos los 1ugares de Inglaterra. Es, principalmente, ret6rica,

aunque una retorica que deshace 1a retorica de los historiadores

respecto a la deferencia y selidaridad social en 1a Inglaterra de

Jorge III.Unicamente en 1795 y 1800-1801, cuando es frecuente encontrar

un mat iz jacobino en estas cartas y volantes, tenemos 1a impresi6n

de que existe una corriente subterranea de motivadones .poHticas

!lt ti911~das. Un tajante ejemplo de elias es cierta copla dlrigida a «los

que hacen los caIdos y los Amasadores» que alarm6 a un magistrado

de Maldon (Essex):

Quereis que se alimenten los pobres de bazofia y granos

y bajo 1aguillotina querrlamoa ver vuestrascabezasporque creo que es una vergiienza atender a los pobres as!y creo quealgunas de vuestrascabezas seran un buen espectaculo.

Cientos y cientos de cartas como estas circularon en estos afios, De

Uley (Glos.) «no el Rey sino una Const it\~ci6n abajo abajo abajo .o hcaed altos gorrosy ergullosos sombreros por siempre abajo abajo . .. . »,

Page 32: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 32/37

 

124TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

En L~e.s _(Sussex) despues de haber sido ejecutados varies h b

de la milicia por su participaci6n en la fijacion de preci f o~ resdo un cartel: «jA las Armas, soldados!». os, ue co oca-

Levantaos y vengad vuestra causa

Contra esos malditos bestias, Pitt y Jorge,

Porque ya que no pueden mandaros a Francia

A .ser asesi?ados como Cerdos, 0 atravesados par una Lanza

SOlSrequerldos urgentemente para que volvais rapidament~

y os maten como Cuervos, 0 colgados por turno ...

En Ramsbury (Wilts.), en 1800, se Hj6 un cartel en un arbol:

Terminad con vuestro Lujurioso Gobierno tanto espiri tual como )

Ctemporal0 os Morireis de Hambrc. Os han quitado el pan Quesoarne etc etc t ' ,. "." e c., etc., etc., y hasta vuestras vidas as han

f~lI1tdado miles en sus Expediciones que Ia Familia Borb6nica de-len a su propia call . 1 .in lese h . sa y vo vamos nuestra Vista, los verdaderosf 1 ; : 5 , aCI~nosotros devolvamos a algunos a Hanover de donde

saieron. AbaJo con vuestra Consti tuci6n. Erigid una republica 0

vdorotrQosy'dvuestros hijos pasareis hambre el Resto de vuestrosas. uen as Hermanos I' .c

b . , rec inareis vuestras cabezas y morireisajo estos Devoradores d H b deibai 1 . e om res Y ejareis a vuestros hijos

JO e peso del Goblerno de Pillos que os esta devorando.

Dios Salve a los Pobres y abajo Jorge III.

Pero estos afios de cri i b '1 ' (

aparte. Estamos lIe a~d~ aellfc.as1800-1801~ ?ecesitarfan un es~udioha id E g _ . IIIde una tradlclOn, y la nueva apenas

Ps:r~~ o'bn esl tos anos, la forma alternativa de presion economics

- esion so re os salarios- se hace mas' h bi ,algo mas que ret6tica baio. I . . . vigorosa; ay tam lenclandestina jurament·· )1 e lengua)e sediciose. .organfzacidn obrera

unidos»). En 1812 I os, as. sombrfo~ ,united Englishmen (<<Ingleses

det1_coll.({Tu¥~iBp.fsE~01~n1e~ tfa41<:10na~escle ~ubsistel1cias c?inci-

solamente Hjanlos precios sind os ttaba~~dore~ de East Anglia no

rno y el fin del socorroS' eenh;ue tarnbien exigen un salario.mini -

la revuelta de trabajadores P .. .. .d i 7 and. Se acercan estos motmes a, muy erente, de 18.30. La antigua forma

*.. Movimiento que tenla POl' ob'eto d .aparlC16nen Inglaterra a f ines de lsil ~strutrmaquinaria, que hizo subandas, se Uamaron ludds, (N. del t.) ..., y CUYOs componentes, formados en

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTI' I'UD 125

de accion subsiste en los afios 1840 e incluso mas tarde, con rakes

especialmente profundas en el Sudoeste. Pero en las nuevas zonas de

la revoluci6n industr ial evoluciona gradualmente hacia otras formas

de acci6n. La ruptura en los precios del trigo despues de las guerras

facilito la transici6n. En las ciudades del Norte, la lucha contra los

agiotistas de grano dio paso a la lucha contra las Leyes Cerealistas

Hay otra raz6n por la cuallos afios 1795 y 1800-1801 nos sinian

en un terreno historico distinto. Las formas de acci6n que hemos

examinado ...dependen de un conjunto particular de. relaciones socia-les, un equil ibrio especial entre la autoridad paternalista y la muche-

dumbre , Este equilibrio se disloco con las guerras por dos motivos.

En'primer lcgar, el antijacobinismo de la gentry produjo un nuevo

temor hacia cualquier forma de act ividad popular; los magistrados

estaban dispuestos aver sefiales de sedicion en las acciones encami-

nadas a la fijacion de precios, incluso cuando no exist ia tal sedici6n;

el temor a la invasion levant6 a los Voluntarios, dando de esta

forma a los poderes civiles medics mucho mas inmediatos para en-

frentarse a la muchedumbre, no parlamentando y con concesiones,

sino con la represion," En segundo lugar, esta represion resultaba

legitimizada, en opinion de las autoridades centrales y de muchas

locales, por el triunfo de una nueva ideologia de economfa poli tica.

EI secretario del Interior, duque de Portland, sirvio como dipu-

tado temporal de este triunfo celestial. Hizo gala, en 1800-1801, de

una' firmeza completamente nueva, no solamente en su manera de

tratar los desordenes, sino en anular y reconvenir a las autoridades

locales que tcdavia apoyaban el viejo paternal ismo. En septiembrede 1800 tuvo lugar en Oxford un episodio significative. Por un cierto

asunto relacionado con la determinaci6ndel precio de la mantequilla

en el mercado, la caballerfa hizo su aparicion en la ciudad (a peticion

-se descubri6- del subsecretario). EI secretario del Ayuntamiento,

por indicacion del alcalde y los magistrados, escribi6 al secretario

de Ia Guerra, expresando su «sorpresa porque un cuerpo del ejercito

de soldados de caballeria haya aparecido esta manana temprano»:

Tengo elplacer de informarle que Ia pob1aci6n de Oxford noha mostrado hasta eI momento ninguna disposid6n aI motfn, excepto

que el haber t raido al mercado aIgunas cestasde mantequilla y

. 64. J. R. Western, «The Volunteer Movement as an Anti -Revolut ionarvForce, 1793-1801», Eng. tu«. Rev. LXXI (1956).

Page 33: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 33/37

 

1 2 6 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

haberlas vendido a un chelin la libra y dado cuenta del dinero

al propietario de la mantequilla pueda responder a tal descrip-

cion . ..

«No obstante la extrema tensi6n de los tiempos», las autoridades de

la ciudad eran de «l a decidida opinion» de que no h ab ia « In ga r en

esta ciudad para la presencia del Ejercito regular» especialmente por-

que los magistrados estaban desplegando la mayor actividad para

reprimir « 1 0 que ellos creen ser una de las causas principales de lacarestia , los delitos de acaparamiento, monopol io y reventa ... »

La carta del secretario del Ayuntamiento fue enviada al duque de

Portland, :Ie quien recibio una grave reprimenda:

Su Excelencia . .. desea que informe al Alcalde y Magistrados,

que, puesto que su s i tuaclon ofieial Ie permite apreeiar de maneta

muy especial el a1cance del dana publico que se s e gu i ra i ne vi ta -

blemente de la continuacion de los sucesos tumuituosos que han

tenido lugar en varias partes del Reino como consecuencia de la

actual escasez de provisiones, se considera mas inmediatamente obli-

gado a ejercer su propio juicio y discrecion en ordenar que se

tomen las medidasadecuadas para la eliminacion inmediata y efec-

tiva de tan peligrosas acciones. Porque Iamentando mucho Su E x -

ce1encia la causa de estos Motines, nada es mas eierto que estos

no pueden producir otro efecto que el de aumentar el mal mas

alla de todo posible calculo. Su Excelencia, por tanto, no puede

permitirsepasar en silencio la parte de su carta que afi rma ·«que

la poblacion de Oxford no ha mostrado hosta el momento ningunadisposicion al motin, excepto que el haber traldo al mercada

algunas cestas de mantequilla, y haberlas vendido a un chelfn la

l ibra , y dado cuenta del dinero al propietario de la mantequilla,pueda responder a tal desc ripc icn», Lejos de considerar esta cir-

cunstancia desde el punto de vista trivial en que aparece en su

carta (incluso suponiendo que no este conectada con ot ras de natu-

raleza similar y aiin mas peligrosas, que esperamos no sea el casal .Su Excelencia 10 ve desdeel punto de vista de un ataque violenta

e injustificado a la propiedad, prefiado de las mas fatales conse-

cuencias para la Ciudad de Oxford y sus habitantes de cualquierc la se ; . 10 cual , Su Excelenciada po r .supuesto que el Alcalde y

Magistrados debian habet pensado que era su obligado deber suoprimir y castigar mediante el inmediato apresamiento y condenade los transgresores. .

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 1 2 7

A 1 0 l argo de 1800 y 1801 el duque de Portland se ocupo de i rnpo-

ner las mismas doctrinas. E1 remedio contra los des6rdenes era el

ejercito 0 los voluntaries: incluso las generosas suscripciones para

consegui r grana b ar ato d eb fa n ser desaconsejadas, porque agotaban

las existencias; la persuasion ejercida sabre agricultores 0 comercian-

tes para reducir los precios era delito contra la economia politica.

En abril de 1801 escribia a1 conde Mount Edgcumbe,

Su Sefior ia debe excusar l a l ib er ta d que me tome de no dejar

pasar desapercibido el acuerdo al cual, segiin meneiona, han llegado

voluntariamente los Agricultores de Cornualles para proveer a los

Mercado de Grano y otros Articulos de Provision a Precios redu-

cidos '"

EI duque habla recibido informacion de que los agricultores habian

sido objeto de presiones por parte de las autoridades del condado:

mi experiencia ... me obliga a deeir que toda empresa de este

tipo no puede ser justificada POt la naturaleza de las cosas y tiene

inevitablemente, y pronto , que aumentar y agravar Ia desgracia

que pretende aliviar, y me atrevere incluso a afirmar que cuanto

mas general se haga mas perjudiciales seran las consecueneias quea la fuerza Ia acompafiaran , porque necesariamente impide el Em-pleo de Capital en Ia Agricultura ...

La «naturaleza de las co sa s» que en otros momentos habia heche

imperativa, en epocas de escasez por 1 0 menos, una s ol id a ri da d s im -

b6lica entre las autoridades y los pobres, dictaba ahora la solidaridadentre las autoridades y «el Empleo de Capital». Es, quizas, adecuado

que el ideologo que sintetizo un antijacobinismo histerico con la

nueva economia poli tica fuese quien firmase la sentencia de muerte

~e aquel paternalismo que, en sus mas sustanciosos pasajes de ret6-

r i ca, habia celebrado. «EI Pobre Trabajador», exclam6 Burke: «deje-

mos que la compasion se muest re en la acci6n»,

perc que nadie se lamente por su condic ion . No es un aliviopara sus miseras citcunstancias; es solo un insuIto para su mfsero

entendimiento ... Paciencia , trabajo, sobriedad, frugalidad y reli-gion le deben set recomendados; todo 10 d emas es un fraude

total.tS

65. E. Burke, Thoughts and Details on Scarcity, originally presented to the

Page 34: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 34/37

 

128 TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

Contra un tone como este, el cartel de Ramsbury era Ia unica tes-

puesta posible.

IX

Espero que de este relato haya sur?i~o un cuadro algo d.ifetentedel acostumbrado. He intentado describir, no un espasm~ ID\701ul1_

tario, sino un modelo de comportamiento del cual no terna P°:t- qUe

avergonzarse un islefio de Trobriand. .Es dWcll reirnaginar los supuestos morales de otra COnflgU:taci6n

social.No nos esfacil concebir que pudo haber una epoca, d.entto deuna comunidad menor y mas integrada, en que parecfa «antmatutah Yque un hombre se beneficiara de las necesidades de otro, y cuando sedaba por supuesto que, en momentos de escasez, los pre~ios de estas«necesidades» debian perrnanecr al nivel acostumbrado, incluso aun-

que pudiera haber menos. . .«La economia del municipio medieval -escrlb16 R. H. Taw-

ney- era tal que el consumo ostentaba, en cierta medida, la tnismaprimacia en la mentalidad publica, como arbitro indiscutido del es-fuerzo econ6mico,que el siglo XIX atribuia a los beneficios»." Estossupuestos se encontraban, naturalmente, fuertemente amenaza~os InU-

cho antes del siglo XVIII. Pero en nuestras historias se abreviara condemasiada frecuencialas grandes transiciones. Abandonamos el aca-paramiento y .la doctrina del preeio justa .en el sigloxVII ye~pe-zamoslahistoria de la eCQnomlade libre mercado efl.el XIX. Pero

la muerte de la antigu.a.~<:o.nolI1if1l I 1 ( ) l : a . I . q~a.pa.~.t.~.c:i~i~~to 1:arde .J .

tanto en consuniarse comoJa'muertedeJ? intervend6n paternalistaen la industria y el comercio. El consumid~r d~fendi6 sus vIera'S no-eiones de derechotan'tenazmente como (quizas el mismo hombreen otro papel) defendi6 susituaci6n profesional como artesano ,

Estas nocionesde derecho estaban claramente articuladas y lIeva-ron durante mucho tiempo el imprimatur de Ia Iglesia. E1 Book of

Rt . Hon. Wil liam Pit t in . .. November, 1795. Londres , 1800, p. 4. Indudable-ment~, :ste panfletq tuvo influenda sobre Pitt y Portland, y puede habercontribuido a las mas duras dispcsiciones de 1800.

66. R. H. Tawney, Religion and the Rise of Cepltal is t« , Londres, 1926,p.33.

LA ECONOMiA MORAL DE LA MULTITUD

Orders de 1630 consideraba el precepto moral y el ejemplo co

una parte integral de las medidas de emergencia:

que rodas las buenas Medidas y Persuasiones sean utilizadaslos justiclas en sus distintas Divisiones, y por AdmonicionExhortaciones en Sermonesen las Iglesias ... que los Pobresprovistos de Grano a Precios convenientesy caritativos. Y adede esto, que las clasesmas ricas sean seriamente rnovidas pocaridad cristiana,a hacer que su grana sea vendido al Precio codel Mercado a las clasesmaspobres: Una acci6n piadosa, que

sin duda recompensadapot Dios Todopoderoso.

Par 10menos uno de estes sermones, predicado en Bodmin y Fo(Cornualles) (antes de reunirse el Quarter Session), en 1630, poreverendo Charles Fitz-Geffrey, era todavia conocido per los lectodel siglo XVIII. Los acaparadores de trigo eran denunciados como

esos que odian al Hombre, opuestosal bien Cormin, como smundo se hubiera hecho s610para elios,que se apropiarlan dtierra, y de sus frutos, exclusivamentepara eIlos .,. comoCodornicesengordan con Cicuta, que es un veneno para otrasturas, asi elios se alirnentan de In escasez ...

Son «enemigos de Dios y del Hombre, opuestos tanto a la Grcomo a la Naturaleza». POl' 10que respecta al cornerciante, queporta grano en momentos de escasez, «el saber del lucro Ie es dua pesar de haberlo sacado hurgando en el charco de Ia mas sucia pfesi6n de Europa ... ».67

Al avanzar el siglo XVII enmudeci6 este tipo de exhortacion, ecialmente entre los puritanos, En Baxter, una parte del precepto

ral se diluye en una parte de casufstica y otra de prudencia comcial: «debe ejercerse la caridad asf comoIa justicia», si bien los pductos podian ser retenidos en espera de la subida de precios, eno debia hacerse «en perjuicio de la naci6n, como si . . , el retenerfuera la causa de Ia escasez»." Las antiguas ensefianzas moralesdividieron, progresivamente, entre la gentry paternalist a por un Iay la plebe rebelde por otro. Hay un epitafio en la Iglesia de

67 . C. Fltz-Geffrey, God's Blessing. upon the Providers af Corne;God's Curse upon the Hoarders, Londres , 1631; repr: 1648, .pp. 7, 8 , 1~. ..

6 8. Taw ney , op. cit., p. 2 2 2. Ve as e tarnbien C . H i ll , SocIety and Purltanin Pre-Revolutionary England, L o nd r es , 1 96 4, esp, pp. 277·278 .

Page 35: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 35/37

 

1 30 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

neleigh (Warwicks.) dedicado a Humphrey How, portero de l a d y

Leigh que murio en 1688:

Aqul Yace un Fiel Amigo del PobreQue reparti6 Abundantes Limosnas de Ia Despensa de su sefio r

No Lloreis Fabre gente aunque haya Muerto Vuestro Servidor

E1 Sefior en persona Os Dara Pan a DiarioSi e1 Mercado Sube no Protesteis Arnargamente Contra Sus Prec ios

El Precio es Siempre el Mismo a las Puertas de Stone Leigh.

Los antiguos preceptos resonaron a todo 1 0 largo del siglo XVIII y

ocasionalmente podian todavia ofrse desde el prilpito:

La Exaccion de cualquier tipo es vii; pero en 10 que se refiere

al granoes del tipo mas vil, Recae con mas peso sabre los Pobres,es robarles par que 10 son .., es asesinar abiertamente a aquellos

que encuentran medio muertos y saquear el Barco naufragado ...

estos son los Asesinos acusados par e 1 Hijo de Siracb, cuando

dijo: El Pan del Pobre es su vida: aquel que se 1 0 robare es pot

ello tin Hombre Sanguinario '" Con justicia puede llamarse a tales

opresores Hombres Sanguinarios; yean seguridad que de la Sangre

de aquellos que mueren par su culpa se les tamara cuenta.

Se encontraban con mas frecuenda en folle tos 0periodicos:

Mantener alto e 1 Precio del Sosten mismo de In vida en unaVenta tan extravagante, que el Pobre '" no puede cornprarlo es

la mayor iniquidad de que cualquier hombre puede set culpable;no es menos que el Asesinato, no, e1 mas Cruel Asesinato.

A veces en hojas sueltas impresas y baladas:

Idos ahara hombres rices de corazon duroLlorad y gritad en vuestra desgracia, )

Vuestro oro corrupto se levantara contra vosotrosY sera Testigo contra vuestras almas ... '

y ft~entemente en cartas aeonirnas. «No haglHs del dinero vues-

tro dI0S"" se advertfa a los cabaUetosde Newbury en 1772:

sino pensad en los pobres, vosotros grandes hombres pensais i t a l

LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD 1

cielo 0 al infierno, pensad en el sermon que se predic6 el 15marzo porque malditos seamos si no os obligamos pensais rnat

de hambre a los pobres vosotros malditos hijos de puta ...

«jMujer Avariciosa!», decfan los mineros de estafio dirigiendose

una acaparadora de trigo de Cornualles, en 1795: «estamos .. , de

didos a reunirnos y marchar inmediatamente hasta llegar a tu fdo

o tu Dios J tu Moises, [?] a qui en consideras como tal y des truir

y 1 0 m ism o tu C asa .. . »,

Hoy no dames importancia a los mecanismos extorsionantesuna economia de mercado no tegulado porque a la m ay o ri a de no

otros nos causan solo inconvenientes y perjuicios de poco bulto.

el siglo XVIII no eta este el caso. Las escaseces eran verdaderas es

seces. Los precios altos s i gn i fi ca ban v i en t re s hinchados y nif ios e

fermos euyo alimen to consis tia en un pan basta hecho con hari

rancia, No se ha p u blic ad o t od a via n in giin testimonio que mues t

algo parecido a la clasica c ri se d es subsistences francesa en Ia Ingl

terra del siglo XVIII: es verdad que la mortalidad de 1795 no

aproximo a la de Francia en el mismo a fio , p ero h ub o 1 0 que I a c la

acomodada describio como una desgracia «verdaderamente penosa»

la sub i da de p re ci os , e s cr ib io uno, «les ha d espojad o d e las Rop

que cubrlan sus hombres, les ha arrancado los zapatos y las medi

de los pies, y arrebatado Ia comida de la boca». EI levantamiento

de los mineros del estafio en Cornualles fue precedido de escen

angustiosas: los hombres se desmayaban en el trabajo y tenian q

set llevados a sus casas pot sus compafieros, que no estaban

mucho mejor estado. La eseasez fue acompafiada por una epidemde «Fiebre Amaril la», muy probablemente la icteric ia que acompaf

a la inanici6n. En un afio como este, el «buhonero» de Wordsworth

dearnbulaba entre las cabanas y vio

Las desgracias de aquella estaci6n;

Muchos ricos se hundlan, como en un suefio, entre los pobres,Y muchos pobres dejaron de vivir

Y sus lugares no les reconocieron . ..

Ahora bien, si el mercado era el punto en el que los trabajadore

sentian c~n mayor frecuencia que estaban expuestos a la explotacion

era tambien el lugar -espedalmente en distritos rurales 0 en d

tri tos fabriles dispersos-s- donde podian llegar a organizarsecon m

Page 36: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 36/37

 

13 2 TRADICI6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE LA ECONOMIA MORAL DE LA MULTITUD

faci l idad . La comercial izacion (0 la « co m pr a» ) se hace progt-e;~ si, . 1 . d d . d . 1 d E l:Va·mente mas impersona en una SOCIea In ustna ma ura, n If\ I

glaterra 0 l a Francia del siglo XVIII (en regiones del sur de It'llia n-

de Haiti, 0 de la India rural, 0 del Africa de hoy) e 1 mercac{~Ll?> ~

manecio como nexo social tanto como ec~nomico. ?ra el lugar don~:

se llevaban a cabo cientos de transacciones sociales y persoll'll

donde se comunicaban las noticias, circulaban ell'umor yIa mlJ.:t-~s~

radon y se discutia de politica (cuando se hacfa) en Iaspo.8&Q_gs :

bodegas que l'~deaban Ia ~Iaza del m~rcad~. Era el lugar dOll.d~ Ia

gente, per razon de su numeroysenna por un momentoql.I~ erafuerte.6 9 - . _ - - -

- Las confrontaciones en el mercado, en una sociedad «preil ldus.

trial», son, por supuesto, mas universales que cualquier expel' iencia

nacional , y los preceptos mol 'a les elementales del «precio razon.able»

son igualmente universales. Se puede sugerir, en verdad, la sup ervi -

vencia en Inglaterra de una I m ag in e ri a p a ga n s que alcanza niveles

mas oscuros que el simbolismo cris tiano. Pocos rituales folkI6l:' icos

han sobrevivido con tanto vigor hasta fines del siglo XVIII como toda

la parafernalia hogarefia durante la cosecha, con sus encantos ~ sus

cenas, sus ferias y festivales; incluso en areas fabriles el ana tl:'ans.

curria todavia al ritmo de las estaciones y no al de los bancos. La

escasez representa s iempre para tales comunidades un profunda

impacro psiquico que, cuando va acornpafiado d.el conodmiento de

injusticias, y l a sospecha de que la escasez es manipulada, el choque

se convierte en furia.

Impresiona, al abrirse el nuevo siglo, el creciente simbolisrrr-o de

Ia sangre, y su asimilaci6n a Ia demand a de pan. En Nottingham.en 1812, las mujeres marcharon con una hogaza colocada en 10 alto

de un palo listada de rojo y atada con un crespon negro, represen-

tando el «hambre sangrienta, engalanada d.e arpil lera». En Yeovil

(Somerset) ,. en 1816, aparecio una carta anonima, «Sangre y Sangre

y Sangre.itiene que haber una Revolucion General ... », fitmada con

un t05CO corazon sangrante. En los motines de East Anglia en e1mismo afio, frases como «Tomaremos sangre antes de cena'r». En

Plymouth, «una Rogaza que ha sido b a ii ed a e n s an g re , can un COl:'3-

zona su lado, fue encontrada en las calles». En los gran des m

de Merthyr, de 1831, se sacrifice un ternero y una hogaza ernp

en .su sangre, clavada en el asta de una bandera, sirvio como

rn a de Ia revuelta.

Esta furia en relacion Call el grana es una culminacion

de la epoca de los adelantos agrfcolas, En Ia decada de 17

gentry misma estaba algo perpleja. Paralizados a veces por un

de alimentos nutritivos, los rnagistrados, de vez en cuando, a

naban su industriosa compilacion de archivos para los disdpul

sir Lewis Namier, y miraban desdc las alturas de sus parquescampos de cere ales donde sus labriegos pasaban harnbre. (Mas

magistrado cscribi6al Home Office, en coyuntura tan crltica

cribiendo las medidas que tomaria contra los amotinados

estuviera confinado en su casa por Ia gota.) E1 condado 110

seguro durante la cosecha, escribio el sefior lugarteniente de

bridgeshire, «sin algunos soldados, pues habfa oido que el

tenia la intenci6n de llevarse el trigo sin pedirlo cuando est

maduro». Consideraba esto como «verdaderamente un asunto

serio» y «en este campo abierto, muy £aeil de que se haga,

menos a hurtadillass.P

«No pondras freno al buey que trilla el grano.» El avar

la nueva economfa politica de libre mercado supuso tambien

moronamiento de la antigua economia moral de aprovisionami

Despues de las guerras 1 0 iinico que quedaba de ella era Ia ca

y el Speenhamland. La economia «moral» de Ia muchedumhre

mas tiernpo en morir: es recogida en los prirneros molinosharine

cooperatives, por algunos de los socialistas seguidores de Owsubsistio durante afios en algtin fondo de las entrafias de la So

Cooperative Mayorista (Cooperative Wholesale Society). lJn~f.P

de_su final desaparicion es que hayamos podido aceptar d

tanto tiempo un cuadro abreviado y «economista». del mot

subsistencias, como respuesta directa, espasmodica e Irracion

hambre: un cuadro que es en slmismcunproducto ..de la eco

69 Sid M' .At' '1 .1 ne~ i n tz , . «lntert ;a l, Market. Systems as Mechanisms of Social.r lcuE~onl' . n te rme~l a te SOCIe tI e s,Soc ia l Mob i li ty and Communi ca t ion .Arne-

f}~aAmeri~~nOgcciit(\e~~o' 1959,y del mismo autor «Peasant Markets», Scienti., , PI'. 112·122.

70. En 179'5, cuando entregaba a los pobres pan negro subvencionasu propia parroquia, el parroco Woodforde no dej6 de cumplir con lac i6n de su propia cena: 6 de matzo, «... para cenar Un Par de Pollos hy Cabeza de Cerdo, muy buena 501''1 de Guisantes, un excelente filete dhervido, un prodigiosamente bueno, grande V muy gordo Pavo asado, Mnes , Tar ta de crerna», etc .: James Woodforde, Diary o f a C ou ntr y P ar sJ . Beresford, World's Class ics, Londres, 196.3, PI '. 483, 485.

Page 37: La economía moral de la multitud, E. P. Thompson

5/9/2018 La economía moral de la multitud, E. P. Thompson - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-economia-moral-de-la-multitud-e-p-thompson 37/37

 

1 . 3 4 TRADIcr6N, REVUELTA Y CONSCIENCIA DE CLASE

poHticaque redujo las reciprocidades humanas al nexo salariaJ. Masgenerosa, pero tambien mas autoritaria, fue la afirmaci6n del s h e r i f f

de Gloucestershire en 1766. Las masas de aquel ana, escribio, habfancometido muehos aetos de violencia,

algunos de desenfreno y excesos: y en algunas ocasiones algunosactos de valor, prudencia, justicia y consecuencia con aquello quepretendfan obtener. '