La esfinge de Guiza. - index - Memoria y significado:...

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La esfinge de Guiza. La esfinge de Guiza. La esfinge de Guiza. La esfinge de Guiza. DELIA RIPOLL FERRANDO. GRADO DE HISTORIA DEL ARTE. 3 CURSO. PATRIMONIO.

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La esfinge de Guiza.La esfinge de Guiza.La esfinge de Guiza.La esfinge de Guiza.

DELIA RIPOLL FERRANDO. GRADO DE HISTORIA DEL ARTE. 3 CURSO. PATRIMONIO.

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Cuerpo de león cabeza humana al que conocemos con el término de Esfinge es una

de las manifestaciones artísticas más importantes del arte egipcio. El término de Esfinge

se remonta a la época griega, y los antiguos egipcios lo conocían con el nombre de

Shesep-ankh que se traduce como imagen viviente. La esfinge simboliza la fuerza y el

poder, por lo que al faraón se le representará de esta forma, ya que las esfinges portaban

sus atributos, como el pañuelo nemes (típico del poder), e incluso la barba postiza.

No desde inicios de la cultura egipcia, se atribuyeron las esfinges en relación con el

faraón, sino que en un principio también se relacionaron con los jefes tribales. Los

egipcios imaginaron a este animal como una especie de guardián y por esta razón se lo

representa en muchos de los artefactos de la vida popular egipcia y de los edificios

civiles, así como muebles, templos… Se han encontrado muchas representaciones en

época del Imperio Nuevo donde aparece el león acompañado por el faraón y

domesticado por él.

Las esfinges se consideran seres masculinos ya que representan al monarca, aunque

será a partir del Imperio Nuevo cuando se realicen esfinges femeninas que representan a

las reinas. La forma que adoptan estos seres se muestra mediante una posición tumbada

con las patas delanteras extendidas. La primera manifestación que se tiene en cuenta de

una esfinge con forma de león y cabeza humana se data hacia el III milenio a.C, situada

en el complejo funerario de Didufri , el cual era el hijo y el sucesor del faraón Keops,

pero esta esfinge pertenecía a la princesa Hetepheres II. Será a partir de los inicios de la

etapa del Imperio Nuevo cuando se realicen esfinges más desarrolladas donde la

carcacterística más importante es suavizar los rasgos del animal.

La etapa más importante de representación de este tipo de manifestaciones es

durante la dinastía XVIII. Más tarde, durante etapa greco romana, la iconografía de la

esfinge se va a enriquecer con la esfinge griega, la cual era femenina y casi siempre

llevaba alas, pero hay que decir que la esfinge griega tenía un significado distinto que la

egipcia: para los griegos la esfinge era considerada un monstruo que llevaba al mal.

Como hemos dicho anteriormente, las esfinges representaron la fuerza y la sabiduría

del rey o faraón, y entre ellas cabe destacar la gran Esfinge de Gizeh, erigida en tiempos

de la IV dinastía, durante la época más gloriosa del imperio, aunque aún su datación no

es clara. A pesar de que no existen documentos

para corroborar a quien pudiera perteneces la

esfinge, muchos expertos e in

asocian con el faraón Kefré

encuentra en el mismo recinto que la esfinge.

Se encuentra situada en la meseta de G

cerca de la cantera donde se sacó

la pirámide de Keops. La esfinge está

por dos tipos de roca, una de

más duro, y otra de color más claro y blanda que formó

medida de 20 metros de alto y unos 75 metros de largo. La cabeza fue esculpida sobre la

roca directamente pero el resto de cuerpo surgió dándole forma a un montículo que ya

existía anteriormente. Se encuentra orientada hacia el sol naciente y a p

ella se realizó un templo funerario dedicado al faraón Kefré

La zona donde estaban si

con la esfinge, fue denominada el

sobretodo, de la dinastía XVIII, muchos reyes se transladaban a este recinto para rendir

culto y homenaje al guardiá

Con el paso del tiempo, la esfinge fue cubierta por las arenas del desierto, menos la

zona de la cabeza la cual ha sido retratada por

expediciones. Viajeros, poetas, escritores, artistas… llegaron a crear un mundo de

imaginación entorno a la gran escultura y de descubrir cual fue su función en el antiguo

Egipto.

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. A pesar de que no existen documentos

ra corroborar a quien pudiera perteneces la

esfinge, muchos expertos e investigadores la

asocian con el faraón Kefrén, cuya pirámide se

encuentra en el mismo recinto que la esfinge.

uentra situada en la meseta de Gizeh,

donde se sacó la piedra para

rámide de Keops. La esfinge está formada

por dos tipos de roca, una de color oscuro con la que se talló la cabeza y el material es

, y otra de color más claro y blanda que formó el cuerpo del león. Tiene una

de 20 metros de alto y unos 75 metros de largo. La cabeza fue esculpida sobre la

roca directamente pero el resto de cuerpo surgió dándole forma a un montículo que ya

Se encuentra orientada hacia el sol naciente y a poca distancia de

nerario dedicado al faraón Kefrén.

La zona donde estaban situadas las pirámides de Keops, Kefrén y Micerino junto

la esfinge, fue denominada el Valle de las gacelas por el hecho de que a comienzos

inastía XVIII, muchos reyes se transladaban a este recinto para rendir

guardián del desierto.

Con el paso del tiempo, la esfinge fue cubierta por las arenas del desierto, menos la

zona de la cabeza la cual ha sido retratada por muchos viajeros que realizaban las

expediciones. Viajeros, poetas, escritores, artistas… llegaron a crear un mundo de

imaginación entorno a la gran escultura y de descubrir cual fue su función en el antiguo

color oscuro con la que se talló la cabeza y el material es

el cuerpo del león. Tiene una

de 20 metros de alto y unos 75 metros de largo. La cabeza fue esculpida sobre la

roca directamente pero el resto de cuerpo surgió dándole forma a un montículo que ya

oca distancia de

icerino junto

por el hecho de que a comienzos,

inastía XVIII, muchos reyes se transladaban a este recinto para rendir

Con el paso del tiempo, la esfinge fue cubierta por las arenas del desierto, menos la

muchos viajeros que realizaban las

expediciones. Viajeros, poetas, escritores, artistas… llegaron a crear un mundo de

imaginación entorno a la gran escultura y de descubrir cual fue su función en el antiguo

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Grabado extraído de la obra de Norden voyage d’Egypte et the nubie, e impreso por Pierre Didot, París, 1795.

Durante la etapa del Renacimiento, aumentó el número de viajeros. Los dibujos que

realizaban eran inexactos. El primer tratado científico sobre las pirámides fue

Pyramidographia, obra de John Greaves de 1646. Durante los siglos XVII y XVIII

muchos viajeros llegaron a Egipto movidos por la curiosidad y el interés más que por

otros motivos. Entre estos viajeros cabe destacar a Pietro Della Valle quién describió las

pirámides de Guiza y los monumentos que están a su alrededor.

En el año 1798, en tiempos de la expedición de Napoleón, solo el cuello de la

esfinge sobresalía de la arena, y en 1816 Giovanni Battista Caviglia intentó retirar parte

de la arena. En 1853, Auguste Mariette, el cual fue el fundador del Servicio de

Antigüedades, comienza a retirar la arena de nuevo logrando retirar parte de ella. Entre

los años 1925 y 1936 se realizó una pequeña restauración de la esfinge a cargo de Émile

Baraize con la intención de sostener estratos que estaban a punto de desprenderse. Otra

restauración, pero que esta vez tuvo poco éxito, fue la iniciada en 1980 ya que en los

años 90 se tuvo que retirar el mortero utilizado. La última restauración de la esfinge se

inició en 2007 y concluyó en 2010.

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Napoleón contemplando la esfinge, óleo realizado por Jean- León Gérôme, 1867-1868.

Los investigadores y viajeros tardaron mucho tiempo en representar la esfinge y

aquellos que no podían viajar a Egipto tuvieron que basarse en su imaginación y en los

escritos de otros viajeros. Sobretodo, eran representaciones femeninas, basándose en las

esfinges griegas, y en el siglo XVIII con la expedición de Napoleón se realizaron

retratos más fieles. Un dato interesante que debemos tener en cuenta es que muchos de

los viajeros no hacían los dibujos en el mismo lugar sino posteriormente,

representándola de memoria.

Algunos de estos retratos son los siguientes:

André Thévet, 1556.

Para este autor la esfinge era “la cabeza de un coloso, a

semejanza de Isis, hija de Ínaco, entonces tan amada por

Júpiter”.

Johanees Helferich, 1579.

La imagina como una mujer que tiene el pelo liso y el tocado a

modo de nemes.

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Balthasar de Monconys, 1647.

La dibuja con una especie de red en el pelo.

François de la Boullayele-Gouz, 1650.

Se representa con el pelo en forma redondeada y una

especie de collar que formarían los pliegues de la roca.

Athanasius Kircher, 1674.

Nos recuerda a un busto griego que sobresale de la

arena, fruto de su imaginación.

Cornelis de Brujin, 1698.

Es una de las primeras representaciones más o menos

fiables de la gran escultura.

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Frederick Norden, 1738.

Es el primero que representa la esfinge con la nariz rota.

Sabemos por un escrito del historiador egipcio Al-Maqrizi

que en el siglo XV ya la esfinge no tenia nariz, a pesar de

que los otros dibujos que hemos visto si que se la representa

con ella.

Louis-Fraçois Casas, 1799.

La vuelve a representar con la nariz entera.

La gran esfinge fue declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad en el

año 1979, presentando dos grandes heridas, la nariz y la barba, la cual se encuentra en

Londres y cuyo gobierno no quiere devolver a las tierras egipcias, presentamos aquí un

problema dentro del propio patrimonio. ¿Debería el gobierno devolver la parte de

escultura que falta a Egipto?

La piedra de la esfinge es de tan baja calidad que poco a poco se ha ido deteriorando

y erosionado. El deterioro de los bloques es perceptible a simple vista. La erosión ha

hecho que la roca tome una forma redondeada, cosa que según West y Schoch es debido

a la erosión que forma el agua. Como la erosión es diversa en la escultura, no es

suficiente para datar su antigüedad. La esfinge sufre lo que se conoce como el desgaste

de la arena mojada, que se produce cuando la arena queda encajada entre arena

empapada transfiriéndose la humedad a la piedra caliza.

En 1978, un equipo de arqueólogos del Stanford Research Institute, taladró agujeros

en el suelo del templo de la Esfinge, en los que descubrieron varios fragmentos de

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arcilla y cerámica del Reino Antiguo; incluso se han encontrado herramientas que

pertenecen a la dinastía XVIII. Además, a partir de las investigaciones emprendidas en

la esfinge, se desarrolló la idea de que existían salas en el interior de la esfinge, aunque

esto ya fue anunciado por Plinio el cual fue el primero en mencionar que existían tres

túneles que conectaban la esfinge con la gran pirámide.

Acceso a un pasadizo situado en la parte trasera de la esfinge.

En 1987, con las investigaciones llevadas a cabo por la Universidad de Waseda de

Japón, fue posible descubrir cuatro túneles más.

La noción de patrimonio no ha sido la misma en todas las épocas, sino que esta

visión ha ido cambiando, sobretodo, a partir de la revolución francesa donde la idea de

patrimonio se extiende y se le da un carácter universal.

La esfinge ha estado sometida durante varias décadas al estudio de investigadores

pero todavía aun es un desafío para la egiptología. Este monumento es un buen ejemplo

de cómo va evolucionando una obra desde que comenzó su etapa de construcción hasta

la actualidad, evolucionando a su vez la idea de patrimonio y los diferentes procesos de

restauración en ella.

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El patrimonio no es un simple edificio, o escultura o un lugar, sino que se trata de

nuestra herencia del pasado y de lo que dejaremos a las generaciones venideras. El

patrimonio es una fuente de nuestra vida. Se muestra a través del patrimonio un

intercambio de valores humanos en un periodo de tiempo dentro de un área cultural,

aportando así un testimonio de una tradición cultural o de una civilización que aún

existe o que ha desaparecido. La protección, autenticidad y control de nuestros bienes

son consideraciones importantes que tenemos que tener en cuenta.

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BIBLIOGRAFÍA.

RAMÓN FERNÁNDEZ, F. (2012), El patrimonio cultural: régimen legislativo y su protección. Valencia, Tirant lo Blanch.

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LANGE, K. (1989), Pirámides, esfinges, faraones: los maravillosos secretos de una gran civilización. Barcelona, Destino. 6ª Ed.