LA FEDERACION DE CHIAPAS A MÉXICO

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LA FEDERACION DE CHIAPAS A MÉXICO I I 1, Hace algo más de sesenta y dos años, el26 de julio de 1912, la H. Legislatu ra de esta entidad federa- tiva declaró dia de fiesta cívica del Estado el 14 de Septiembre. "en conmemoración -dice el de- creto- de la federación de Chiapas a México". Ocupaba enton ces la pre sidencia de la República don F ra ncisco 1. M adero y era gobernador de ::'- hiapas don Flavio Guill en. a qu ien tributamos 10)' merecido hom enaj e pronun ciando su nombre unto al del iniciado r, a pós to l y mártir de nue str a d emoc racia revolucionar ia. Ve intiún arios después. a iniciativa de ocho sena- dores de la República - don Benigno Cal y Mayor, don Gcnaro V. Vázqucz. don José Ignac io Garcia, don Dcsider io Borja , don Alcides Ca parrosa . don Ju an José Delgado, don Manuel Almanza- el C on gresll de la nión, po r decret o del 28 de no- viembre de 1 '1 33. declaró día de fiesta nacional esa m isma fecha, " pa ra conmemorar - dice el de- crelll- I;i federa lilación de .hiapas a México." Transcurridos cuurcnta arios 111; 'IS, el 28 de di- cicmbrc último. el Congreso de la Unión, a inicia- ll\'a de la l';'ullara de Diputados. aprob ó el decreto, orrgmnlmcntc propuesto por la diput ación chiapa- lleca)' tres se ñores diputados de otras ent idade s re- 59 derativas, que nos reúne hoy en esta sesión solemne y el cual, en su artículo único -todos los legislado- res presentes lo conocen, diputada s y diputados, senadoras y senadores- dispuso que para conme- morar el ISO an iversario dela federación de Chia- pas a la Repúbl ica Mexicana se efectuara este día, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, una sesión so- lemne del H. Congreso de la Unión con asistencia de los representantes de los poderes federales Eje- cutivo y Judicia l. Como se ve, señoras y señores, a lo largo de más de medio siglo, la sensibilidad histórica de nuestro país y los sentimientos patrióticos nacionales han hecho sentir la creciente emoción con que el pueblo de México aprecia el acontecimiento, ya sesqui- centenario, cuya evocación, unida a la del dia 14de septiernbre de 1824, trae juntos hast a aquí, par a ce- lebrarlo dignamente, a los tres supremo s poderes de la República. Lo mismo el decreto del 26 de julio de 1912, que el del 28 de noviembre de 1933 y el del 28 de di- ciernbre próximo pasado, se refieren al 14 de sep- tiembre de 1824 considerándolo como el día de "la federación" o de " la federalización " de Chiapasa México; esto es, que parten del supuesto , o dejan que así se entienda, de que antes de aquella fecha existían en esta parte de nuestro continente, lla- mada entonces América Septentrional, dos entida- des nacionales diferentes: México por un lado , y C hia pas por el otro, y que ambas se conjuntaron o se unieron el 14 de septiembre de 1824, interpreta- ción histórica oficial que ha persistido hasta nuestros día s. Hay, incluso, quienes tratan el asunto llamándolo "agregación de Chiapas a México" o "incorporación de Ch iapa s a México ". ¿Efectivamente la esencia de lo sucedido fue así? En la co yuntur a presente cabe esbozar nuestra duda y pregunt arnos si desde la primera hora en que vimos C:e nuevo a Chiapas en el seno de lo que se llama hoy República Mexicana, no habremos in- currido en una confusión, en la confusión de haber extendido el concepto de situaciones jurídicas -si- tuaciones cambi antes- al concepto de situaciones nacionales y permanentes. Sería también oportuno apuntar que quizás pudiera dilucidarse la materia -en las breves reflexiones de un discurso result aría audaz el intent arlo- si record amo s, para ponde- rarlas y justipreciarlas, varias circunstancias his- tóricas pertinentes al asunto, entre ellas estas cua- tro , seña ladas ya por algunos histori adores,comoel ilustre Matí as Romero ,siempre bien documentado: primera, que hay bastantes fundamentos para sostener que Chiapas y Socunusco fueron parte del Imperio Azteca hasta la llegada de los españoles; segund a, que la conquista de Soconusco y Chiapas la realizaron tenientes y delegados de Hernán Cor- tés sujetos a él; tercera, que en virtud de real cédula expedida por Carlos V en el año de 1522, a Cortés correspondía el mando de los territorios que él o sus -tenientes conquist aran , y, cuarta, que, por lo Mart ín Luis Gu zmán (México. 1887-(976) novelista y cronista clave de la cultura mexicana. confirma en este texto inédito su dedicación ferviente a la historia de México. ,' 1 :I I

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LA FEDERACIONDE CHIAPAS A MÉXICO

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Hace algo más de sesenta y dos años, el26 de juliode 1912, la H. Legislatu ra de esta entidad federa­tiva decla ró dia de fiesta cívica del Estado el 14 deSeptiembre . "en co nmemo ración -dice el de­creto - de la federación de Ch iap as a México " .Ocupaba enton ces la presidencia de la Repúblicadon Fra ncisco 1. Madero y era gobernador de::'- hiapas don Flavio Guillen. a qu ien tributamos10)' merecido hom enaj e pronunciando su nombreunto al del iniciado r, a pós to l y mártir de nue str a

democracia revolucionaria .Ve intiún arios después. a iniciativa de ocho sena­

dores de la República - do n Benigno Cal y Mayor,don Gcnaro V. Vázqucz. don José Ignac io Garcia ,don Dcsider io Borja , don Alcide s Ca parrosa . donJu an José Delgado, don Manuel Almanza- elCon gresll de la nión, po r decret o del 28 de no­viembre de 1'1 33. decla ró día de fiesta nacional esamisma fecha , " pa ra conmemo rar - dice el de­crelll - I;i federa lilación de . hiapas a México ."

Transcurridos cuurcn ta arios 111;'IS, el 28 de di­cicmbrc último. el Cong reso de la Unió n, a inicia­ll\ 'a de la l';'ullara de Diput ad os. apro b óel decreto,o rrgmnlmcntc propues to por la diput ación chia pa­lleca)' tres se ñores d iput ados de otras ent idade s re-

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der at ivas, que nos reúne hoy en esta sesión solemney el cual, en su artículo úni co -todos los legislado­res presentes lo conocen, diputadas y diputados,senadoras y senadores- dispuso que para conme­morar el ISO an iversario dela federación de Chia­pas a la Repúbl ica Mexicana se efectuara este día ,en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, una sesión so­lemne del H . Congreso de la Unión con asistenciade los representantes de los poderes feder ales Eje­cutivo y Judicia l.

Como se ve, señoras y señores, a lo largo de másde medio siglo, la sensibilida d histórica de nuestropaís y los sentimientos patrióticos nacionales hanhecho sentir la creciente emoción con que el pueblode México aprecia el acontecimiento, ya sesqui­centenario, cuya evocación , unida a la del dia 14 deseptiernbre de 1824, tr ae juntos hasta aquí, para ce­lebrarlo dignamente, a los tres supremos poderesde la República.

Lo mismo el decreto del 26 de julio de 1912, queel del 28 de noviembre de 1933 y el del 28 de di­ciern bre próximo pasado, se refieren al 14 de sep­tiembre de 1824 considerándolo como el día de "lafederación" o de " la federalización " de Chiapas aMéxico; esto es, que parten del supuesto, o dejanque así se entienda, de que antes de aquella fechaexistían en esta parte de nuestro continente, lla­mada ent onces América Septentrional, dos ent ida­des nac ionales diferentes: México por un lado , yChiapas por el otro, y que ambas se conjuntaron ose unieron el 14 de septiembre de 1824, interpreta­ción histórica oficial que ha per sistido hastanuestros días. Hay, incluso, quienes tratan elasunto llamándolo "agregación de Chiapas aMéxico" o "incorporación de Chiapas a México ".

¿Efectiva mente la esencia de lo sucedido fue así?En la coyuntura presente cabe esbozar nuestraduda y preguntarnos si desde la primera hora enque vimos C:e nuevo a Chiapas en el seno de lo quese llama hoy República Mexicana, no habremos in­currido en una confusión, en la confusión de haberextendido el concepto de situaciones jurídicas -si­tuaciones cambiantes- al concepto de situacionesnacionales y permanentes. Sería también oportunoapuntar que quizás pudiera dilucidarse la materia-en las breves reflexiones de un discurso result aríaaudaz el intentarlo- si recordamos, pa ra ponde­rarl as y justipreciarlas, varias circunstancias his­tóricas pertinentes al asunto, entre ellas estas cua ­tro , seña ladas ya por algunos historiadores, como elilustre Matías Romero , siempre bien documentado:primera, que hay bastantes fundamentos parasostener que Chiapas y Socunusco fueron parte delImperio Azteca hasta la llegad a de los españoles;segund a, que la conquista de Soconusco y Chiapasla realizaron tenientes y delegados de Hernán Cor­tés sujetos a él; tercera, que en virtud de real cédu laexpedida por Carlos V en el año de 1522, a Cortéscorrespondía el mando de los territorios que él osus -tenientes conquistaran , y, cuarta, que, por lo

Mart ín Luis Guzmán (México. 1887-( 976) novelista y cro nistaclave de la cultura mexican a. confirma en este texto inédit o sudedicación fervi ente a la historia de México .

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entera declaró su independencia de España y pro­clamó su libre y espon tánea adhesión a México.Por esta razón, cuando las tropas insurgentes -alfrente de ellas Agustín de Iturbide y Vicente Gue­rrero- llegaron en tr iunfo a la capital de lo que hoyes nuestra.República, Chiapas se cobijaba ya con labandera de las Tre Garantí as. El pronunciamientoolernne de la incorporación de Chiapas al Imperio

Mexicano y el ju ramento de defenderlo en su inde­pendencia lo con igna el acta levantada el 8 deeptiembre de 1821 en la antigua Ciudad Real, hoy

San ri tób I L Ca a , documento que suscribie­ron el muy oble Ayuntamiento de la Ciudad, elIntendente y Jefe Polltico y otra autoridades civi­I , militare y eclesiá tica .

dem á • el 2 de octubre de 1821, Chiapas alexpr r d nuevo a I Soberana Junta Provisional

ubern tiv del Imperio Mexic no u deseos dedherir e . l lrnperio, la informa ba de que e habíaep r do de I pit nía General de Guatemala y

h bla de i n do un d le do e pecial que reiteraseun vez m l' inquebn nt· ble voluntad con que

hi' p' de idíu er p rte de México.I c' er el emperador lt urbide e declai aron in-

ub i rente , p r d reto de 8 de abril de 1823. elPI n de I u I y I di po icione polfticas quepar l. obern ción del pi e h' bl n preví to enI Tr t d de órdob, firmado el 28 de agostod I 21 n el virr Ju n donojú . to fuecau de que 1 provi ncia centroamericanas,entre ell hi p • qued r n de ligadas de

é ic . Pero no ob tunte que el gobierno rnexi­no comun icó ento ne a la Junta Provisionalub rnat iva de hiapa que e dejaba a la provin­

ci en b oluta libertad para proclamarse indepen­diente o unir e a Guatemala, i tal deseaba, Chia­pa per i tió en u voluntad de no epararse de

é ico. í lo hizo ver en el plebiscito escrúpulo-amente llevado a cabo para que los chiapanecos

e pr aran cual era u verdadera inclinación, y delcual re ultó, conforme al dictamen de la comisión

crutadora, reunida el 9 de eptiembre de 1824, yegún el Acta de la Junta Provisional de Chiapas,

levantada el dla 12siguiente, que de los 172953 ha­bitantes que entonces tenía Chiapas, 96 829 vota­ron por México, 60 400 por Centroamérica y15 724 no expre aron su preferencia. Fue un plebis­cito nada común, en el cual participaron hasta losrecién nacidos, pues lo precedió un censo general yla votación e hizo por jefes de familia.

Do día de pués, el 14de septiembre, se efectuóla junta en que se haría el solemne pronuncia­miento de la adhesión de Chiapas a México. Dice elacta levantada para constanci a de cuanto entoncesocurrió, que inmediatamente después de las aren­gas que dirigieron a la concurrencia el Presidentede la Junta, el Agente Supremo del Gobierno de laNación Mexicana y el Jefe Polltico, éste a nombredel oble yuntamiento, pasó. en unión de laSuprema Junta y del señor Agente, en medio de.

menos hasta 1543, Soconusco y Chiapas dependie­ron de la audiencia de México.

Muy al propósito de la cuestión vienen, por loque ahondan en las características espirituale ynacionales chiapanecas, las palabras que el ciuda­dano presidente de la Repúbica, en u última girade trabajo por estos lugares.' recogió del ambienteque lo había rodeado , y las cuales repitió el 21 demayo al concluirse la reunión efectuada en la Ca ade la Juventud de Tuxtla Gut iérrez y comentar e elsesquicentenario de la mexicanidad chiapaneca,que Chiapas celebraría. "Pensamo -afirmó- coneste orgullo con que aquí se dice que todo en Chía­pas es México." Y no es meno e clarecedor lo queañadió ese mismo día, abundando en el a unto, 1recibirel título de profe or honorífico de la cuelade Derecho de Chiapa y aludiendo a u convicciónde que Chiapas e entregaba a fortale er 1 vida dMéxico en la frontera "con un apa ionado e píritu,con una cultura vibrante que ha ratificado ahora yque ha dicho a todo México, y al mundo , que hia­pas siempre qui o er provincia mexic na y 1 te alunísono de la patr ia mexicana enter " .

Sea de ello lo que fuere, no otra e n dbren. con la elocuencia de hecho mere ed rque la histor ia lo haya con ign do, centuri me-dia de e encia nacionali ta mexican pre enteen la invariable conducta de hi pa como p rtede México y rubr icada con el acrificio que d 1mismo hizo, inmolándo e por México, un héroecívico inmensurable, tan grande como lo m imoque el civismo heroico haya dado en nu tro p i :Belisario Domlnguez.

La Provincia de Chiapas con tituyó primitiv .mente. consumada la conqui in e pañol •una enti­dad jurídica sujeta a la audiencia de té ico, eg únlo dispuso la Instrucción Real dada en Vall dolid,

o España. el 5 de abril de 1528. Después, al crear e laCapitanía General de Guatemala. Chiapa quedóincluída en la nueva juri dicción, conforme a lacédula del 20 de noviembre de 1542. y a I perrnane­ció y se desenvolvió, paralelamente a como evolu- .cionaba la Nueva España y sin perder nunca upersonalidad juríd ica propia .

En vísperas de consumar México su independen­cia, las poblaciones de la Provincia de Chiapa •movidas por análogo sentimiento al que sacudió alpueblo de la Nueva España. declararon su ernanci­pación de la corona española. Fue primera en ha­cerlo la ciudad de Comitán, que declaró u inde­pendencia el 28 de agosto de 1821 y la proclamó o­lemnemente cuatro días después. el lo. de ep­tiernbre, dando por supuesto que la provincia deChiapas sería una parte del Imperio Mexicano . En.el grito de independencia lanzado por los comité­cos hay detalles que recuerdan el Grito de Dolores .En él desempeñó papel notable. conservado por lahistoria y la leyenda. una mujer. émula de doña Jo­sefa Ortiz de Domínguez: doña Josefina García.

El 3 de sept iembre de aquel mismo año. Chiapa

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un a gra n orquesta y numeroso pueblo y repique ge­ner al de campa nas. a la iglesia catedral , donde enacc ión de gracias se cantó un Te-Deurn: y que de re­g reso en el sa lón, el presidente manifestó" cuán satisfactorio era el buen orden y júbilo gene­ral que se advert ía en los concurrentes y espectado­res, j úbilo propio de un pueblo libre y virtuoso, quequeriendo perpetuar la memoria de tan fausto su­ceso , se esmer ó en el ornato de calles y colgaduras,especialmente en hermosear con dos hileras deár bo les y cuat ro arcos triunfales el espacio que me­dia entre la Casa de Juntas y la Sant a Iglesia, y quese leía . en car actere s de o ro , el lema siguiente: 'Vivala religión , viva la unión, viva nuestra federación ,viva la justa libertad .' Por la tarde, añade el acta, si­guiero n los regocijos públ icos y por la noche huboorq uesta en las Casas Co nsis to riales, con ilumina­ción genera l" .

Pese a sus pronunciamientos de adhesión aMéxico , Chiapas no figuró com o parte de la naciónmexican a en el Acta Co nstitutiva de la Federación,aprobada el 31 de enero de 1924 por el primerCongreso Constituyente; per o si se la consideró asíen nue st ra primera co ns titución federa l, la Co nsti­tu ción de IH24. que en su articulo V menciona a

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Chiapas como una de las entidades federativas , Y apartir de entonces, el nuevo Estado, fiel a su mexi­canidad, empezó a compartir, y ha seguido com­partiendo, las fortunas y adversidades que la histo­ria ha deparado a nuestro país.

Promulgadas las Siete Leyes Constitucionales de1836, que convertían a los Estados mexicanos endepartamentos subordinados al gobierno central,Ch iapas, contrariando sus sentimientos federalis­tas, pero respetuosa de la unidad patria, nombrósus diputados y senadores durante el tiempo que elcentralismo se mantuvo, Otro tanto hizo, en añossubsecuentes, siempre que el Poder Legislativo es­tuvo depositado en asambleas populares. Chiapasno dejó nunca de designar sus representantes.

Las luchas entre el federalismo y el centralismoagruparon aquí como federalistas a los chiapane­cos de pensamiento avanzado. Entre ellos ocupólugar prominente uno de los hijos más ilustres deesta tierra: don Joaquín Miguel Gutiérrez, quienpor su fervor patriótico se había distinguido desdelos días de la proclamación de la Independencia.Electo gobernador del Estado en 1820, sus princi­pios liberales y progresistas le atrajeron la animad­versión de las clases conservadoras, que al fin pu-

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dieron deponerlo de su cargo cuando Anton ioLópez de Santa Anna, presidente de la Repúblic a,se colocó a la cabeza del régimen centralista. Nopor eso Joaquín Miguel Gutiérrez abandonó la pe­lea, que era enconada y difícil para él. A principiosde 1838 logró fortificarse en Tuxt!a para hacerfrente a las tropas centralistas, que lo acosaban, yel día 8 de ese mes, en un combate que le fue ad­verso, cayó herido y prisionero. Sus enemigos lo fu­silaron inmediatamente y, no satisfechos aún , pro­fanaron el cadáver atándolo a la cola de un caballoy arrastrándolo por todas las calles de la población.

Señoras y señores: nos cumple rendir hoy, desdeesta tribuna, el tributo de profunda admiración de­bida al héroe epónimo de la ciudad en que nos ha­llamos: a don Joaquín Miguel Gutiérrez.

En 1847y 48, cuando el gobierno federal apenasejercía su autor idad cercenada; cuando la nación seveía desprovista de hacienda y ya casi sin ejército;

.cuando la impotencia y el dolor latían silenciososen los corazones de todos los hijos de México,Chiapas sintió y manifestó las mismas ansiedades,las mismas angustias que consternaban al resto delpaís.

El Plan de Ayut!a, principio de la batalla final

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cont ra la dictadura de Santa Anna , tuvo en Chia­pas muchos e ilustres sostenedores. Figurabanentre ellos don Marias Castellanos Solórzano, donDomingo Ruiz Me lina. don Angel Albino Corzo,grandes liberales. Tr iunfante la Revolución deAyutla, asumió el go bierno del Estado don AngelAlbino Corzo, cuya gestión, iniciada en noviembrede 1855, hubo de enfrentarse a las rebeliones quelos conservadores fomentaban por dondequieraque podían hacerlo.

El golpe de Estado de Comonfort provocó enChiapas nuevos choq ucs armudos: iniciada aquí deese modo la Guerr a de Tres Ari os, los poderes loca­les tuvieron que trasladarse a Tuxtla Gutiérrez,desde donde la legislat ura y el poder ejecutivo rati­ficaron su adhesión a la Cuns tituci ón de 1857. DonAngel Albino Corzo promulgó las Leyes de Re­forma expedidas por Beuuo Ju.ucz en el puerto drVeracruz. y. aunque con grandes esfuerzos, él yquienes lo seguían dieron al fin el triunfo a los prin­cipios liberales.

Durante la Int crvcn ci ún y el Imperio, Chiapasestuvo presente en las hatallas de Puebla contra lainvasión francesa. De aqu í valicrou. al mando delentonces coronel Pantulc ón Domingucz, tropaschiapunccas que de sp u és de recorrer más de mil ki­lómet ros penetraron en Puebla. ~iliada por el ene­migo, y part iciparon decisivamente en los comba­tes de IH6J . El genera l Gonálcl Ortega, al rendirparte oficial de aquel sitio. dedicó a los chiupune­cos las siguientes frases. que 111l1d1l1 los honran:"Permltamc usted - ded a al Ministro de la Gue­rra- hacer ante el Suprem o Gobierno. aunque pa­rezca inoportuno cl lugur. una mención muy espe­cial y altamente honorífica para el Estado de Chia­pas, tan pobre y lejano cuanto patr iota y amante dela independencia y de las glorias de México. EseEstado y su digno gob ernador fueron de los quemás se distinguieron en los servicios prestados alEjército de Oriente" .

Cuando en 1!l65 la guerra llevó a Ben ito Juárez ya su gobierno hasta Paso del Norte, Chiapas, entre­gada a sus P 0 l.:OS recursos en este otro extremo d~1

territorio nacional, se sostuvo firmemente. aru­mada por los sentimientos que la identificaban conlas mejores tradiciones de la patr ia . Bajo la direc­ción y mando del gener al Angel Albino Corzo, losliberales chiapanccos combatieron a las huestesreaccionarias e imperialistas del Padre Chanona y .de Juan Ortega hasta conseguir vencerlas.

A la caída del presidente Lerdo de Tejada el por­firismo se instauró en Chiapas. lo mismo que entoda la República; y conforme fue creciendo la pre­ponderancia de los hombres más,próx il~lOS a,l d~c­tador, y según se encontraban mas y mas a SI mis­mas la teoría y la práctica con que el grupo de los"científicos" acabó gobernando el país, Chiapaspadeció lo que todo México: "poca política ymucha administración", traducida ésta última enun caciquismo que se perpetuaba. en la entrega de

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la riqu eza genera l a intereses extranjeros y en laexplotación y aba ndo no de los sectores má s deshe­redad os.

y as í llegó C hiapas hasta 1910. con heridas y ci­ca t rices q ue eran pr olon gación de las del resto deM éxico y con los ojos puestos en iguales empeños yesp eranzas .

Alguien ha dicho que en Chi ap as "ni un solohom bre apoyó con las armas en la mano los princi­pios proclamados por el Plan de San Luis, lo queno supone -añaden - que el seño r Madero y sucausa regenerad ora no ha yan tenido fervientes sim­pat izadores en la tierra her oica de los Guti érrez ylos Co rzos". Lo cierto es que a mediados de 1911est uvo a punt o de estallar en Chiapas una graveguerra civil co n mot ivo de la elección de la nu evalegisla tura y dcl no mbr a miento del go berna do r in­ter ino . que ocuparia el puesto vaca nte a consecuen­el;. del t rrunlo de la Revoluci ón y los trat ad os deCiuda d Ju árcz. Se pu sieron enton ces frente afrente. en diversas fo rm as. la tendencia ren o va­do r;r. alimentada po r muchos chiapa nccos. y laten den cia rctarda taria . que arrastra ba a otros. ytuvo opor tunida d de ac tua r co mo fermento catali­nt d llr del co nflicto la vieja disputa. apa sionada.

entre los cristobalenses, que querían recobrar paraSan Cristóbal Las Casas la categoría de capital delEstado, y llevarse allá los poderes locales, y lostuxtlecos, partidarios de que la capital siguiesesiendo Tuxtla Gutiérrez. Hubo levantamientos endiversos pueblos, a los cuales se agitaba, incul­cándoles el descontento, y se predicaba, armaba yaprestaba para guerrear; se nombró unjefe de la re­belión, movimiento subversivo contra las autorida­des constituidas, y el cuartel general rebelde seinstaló en San Cristóbal Las Casas.

Tal cariz tomó la lucha, que hacia fines de sep­tiembre don Francisco 1. Madero; entregado a sucampaña electoral por Campeche y Tabasco, hubode intervenir desde lejos, y el presidente FranciscoLeón de la Barra decidió mandar acá un general in­teligente y enérgico -el general Eduardo Paz- conla investidura de jefe de las armas en el Estado y al­gun as tropas de refuerzo.

Pinta el encono y los peligros de aquel choquepolítico armado, que sí era de lucha entre quienesfalsamente decían apoyar los principios de la revo­lución maderista y quienes sinceramente se inspira­ban en ella, la conducta que el doctor Belisario Do­míngue z, entonces presidente municipal de Comi­tán, adoptó en su intento de poner coto a la pelea.

En nombre del sufragio efectivo, postulado porMadero , el jefe de las armas insurrectas, Juan Espi­nosa Torres, telegrafió al doctor Domínguez pi­diéndole que Comitán se sumara al movimientosubversivo . Pero lejos de aceptar la invitación, eldoct or Domínguez se comunicó con el presidentemunicipal de San Cristóbal Las Casas, a quien en­vió un telegrama que decía:

"Comitán, Septiembre 16 de 1911. Señor Presi­dente Municipal, San Cristóbal Las Casas. En be­neficio de todos los habitantes de nuestro Estado,cuya tranquilidad se encuentra alterada, ruego austed se sirva sacar dos copias del mensaje que si­gue, una para entregarla, visada por ese H . Ayun­tamiento, al señor Juan Espinosa Torres, y otrapara mandarla imprimir y repartir a los habitantesde esa culta ciudad; el original se servirá usted pre­sentarlo a esa H. Corporación para sus efectos. Poresta misma vía mando copia del mensaje al H.Ayuntamiento de Tuxtla."

El mensaje que debía imprimirse para repartirlo,decía:

"Señor Juan Espinosa Torres . Contesto su menosaje de ayer. No acepto su invitación por ser lo queme proponen una traición al gobierno legalmenteconstituido, que está cumpliendo con su deber. In­citando a la revuelta armada a los hijos de esa no­ble ciudad, está usted cometiendo un crimen que lehará cometer muchos otros, pues usted será res­ponsable ante Dios y ante la patria de toda lasangre de nuestros hermanos que se derrame en lacontienda.

"Para resolver en qué ciudad deben permanecerlos poderes, si en San Cristóbal oen Tuxtla, pro-

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pongo a usted un duelo entre usted y yo, en estostérminos: dos pistolas idénticas, la una cargada y laotra no, esto ratificado·por los padrinos de ambos.Mis padrinos colocarán las pistolas en una bolsa;en seguida, introduciendo usted la mano en ésta,cogerá la pistola que guste; yo cogeré la que quede.

"Cada uno de nosotros aplicará su pistola en lafrente del otro, y a la voz de uno de los padrinos deusted, los dos dispararemos. Infaliblemente uno delos dos debe caer muerto. Los poderes permanece­rán en Tuxtla si usted queda vivo, y en San Cris­tóbal si quedo vivo yo.

"Este pacto deben comprometerse solemne­mente a aceptarlo para siempre los ayuntamientosde ambas ciudades y de los otros municipios del Es­tado en representación de todos sus habitantes. Elduelo se verificará en esa ciudad, adonde mecomprometo a ir el día que se me fije.

"Si realmente usted persigueuna idea, y cree quepara realizarla se necesita sangre, de seguro que notendrá usted inconveniente en aceptar mi pro­puesta; de lo contrar io los habitantes de esa cultaciudad sabrán calificar la conducta de usted. Es­pero contestación. Doctor Belisario Domínguez."

El desafió no Siguió su curso porque el señor Es­pinosa Torr es no respondió al reto.

Don Belisario Dorninguez. que dos años despuésde aquello demostraría, desde el Senado de la Re­pública, hasta dónde su cspiritu se hallaba fácil yseguro en el ámbito de la heroicidad, era ya enton­ces un iluminado. un iluminado provisto de sentidocomún. Al retar a Juan Espinosa Torres estaba di·ciéndole, con hombría y sencillez; si usted cree quela disputa sobre cuál ciudad debe ser la capital delEstado vale la pena de que se derrame sangre, queesa sangre no sea la del pueblo chiapaneco; bastacon que ofrendemos 1:1 mía o la de usted. Para sal­var la vida de muchos chiapanccos, yo estoy dis­puesto a dar la mía por Tuxtla Gutiérrez; dis­póngase usted a dar 1:1 suya pm San Cristóbal LasCasas.

Señoras y sell a res: la exposición de motivos deldecreto que desde hace -lOarios declaró día de fiestanacional el 14 de septiembre ha permitido que, de­teniéndonos unos insta ntes en el curso de los acon­tecimientos, nos hayamos asom.rdo a la perspec­tiva pretérita que comunica a esta fecha todo susignificado y valor hist óricos . Pero las efemérides

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de un pueblo. si en ellas se guarda lo trascendental,no só lo an ima n lo pasado; viven también en el pre­sen te . Por eso , apartando de la historia nuestravista . debemos fijarl a un momento, fijarla interro­ga tivos . en el sentido vivo y actuante, en la substan­cia g uia do ra qu e pueda pueda encerrar la fecha queco nmem o ra mos . La respuesta a nuestra interroga­ció n acaso no s la dé el breve preliminar del decretoq ue hoy nos ha co ngregado aquí. Leámoslo , pues,a ten tos , y ad virtamos que hace de la adhesión deChia pas a México el sí m bo lo de la unidad nacio­na l. Di ce. en parte. lo que sigue:

"Consi dera ndo que la conmemoración quea ta rle a l Es tado de C hia pas. la de unirse voluntaria­mente a México . es un hecho que merece ser recor­dado co rno sím bo lo de la un idad nacional. y paratest im on iar el recon ocimiento de la patria al pue­blo chia pa ncco, los que susc ribirnos. d iputadosmiembro s de la XLIX Legislatura. de co nfo rmidadco n nuest ras facultades co ns ti tucio na les y regla­mentar ias , so meternos a la consideraci ón del Ho­noru blc C o ngreso de la U nió n el siguiente de ­' re to ...

y ¡q ué natu ral y pr op io - subraya mos noso­tro s - qu e a propósito del sesq uicentena rio de la fe­dcruci ón de C hiapas a M éxico y de nuestro federa­lismo, v co n mot ivo del ce ntena rio del rcsta bleci­mien to 'del Sena do, se evoq ue el principio de la uni­dad nucu ma l y se le exu lte ! Po rque esen cia de lo fe­dcru l es la unión, v mantener lúcid a la uni ón fede ­rat iva de las entid;,des que j untas hacen a México .es la m¡Í5 a ug us ta fun ción del Sen ado de la Re ­p úhl ica.

Pero, además de natural y pr opio -conviene de­ó rlo - , qu é o po n uno , pues en los tiempos que es ta­IIIIlS viviendo debern os pr ocl am ar un día y otro ,sa lvo qu e mantengam os nuestros oído s y nue strosojos ajenos a lo que hora tras hora se di ce, seesc ribe v se hace en nues t ro derredor , có mo , anteIIIS excesos de vio lencia y cr ueldad , y las maledicen­cias a pócrifas. y las co nd uc ta s per versas subrep ti­cias . y los de sign ios ocultos , pa gados o gr atuitos,interesa dos u oc iosos , de que tenemos noticia le­jana o pr ó xim a. es una de nuestra mayores obliga­cienes fortalecer en tod os los mexicanos, mirándo­nos co n fra nq ueza un os a o tro s, el concepto y elsen timiento de la unid ad nac ional alumbrada pornuestra inteligenc ia y movida por nue stras emocio­ncs.

rgc , sí. que ratifiquem os con nuestros actos elsen tido v la acc ió n de la verdadera unión nacional;una unida d naci onal s ince ra y limpia , que at aje enla fuente misma las asecha nzas de la desunión ; uni ­dad nacional cerrad a a cua nto perturba y con­fundc: inflex ible antc todo lo que desvía y desqui­cia: so rda a lo que de soriente, a lo que engaña, a loque fru stra. porque só lo as í conseguiremos desba­rat ar la o bra incon sciente, tan perjudicial para elpa ís como pueda serlo en este momento la carestíao la inflaci ón, de quienes no so n siquiera capaces

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de jugarse sus centavos a la carta de la patria, o deaquellos que, insensatos, recogen de la calle - ba­sura levantada por el viento- los rumores tenden­ciosos, cuando no ma lignos e inicuos, que mellan ydesgastan las posibilidades creadoras del Méxicoque estamos obligados a cuidar para que no lleguehecho astillas a poder de nuestros hijos.

Sin duda que México tiene -y perdónese la va­nagloria si la hay- un Poder Legislativo formadopor senadores y diputados alertas y serenos -eljui­cio incluye, sin la menor reserva, a los señores di­putados de la oposición-, poder que sabrá dictar,en caso de necesitarse, leyes que mantengan incólu­mes las realidades y promesas constitucionales, yaque estamos seguros de que la Constitución, defini­dora de nuestras instituciones e instrumento ju­rídico del orden y la paz, ofrece simultáneamentecauces bastantes para que dentro de la legalidad secanalicen hasta las mayores inconformidades. Y te­nemos un Poder Judicial que sabrá castigar a quíe­nes infrinjan esas leyes, y un Poder Ejecutivo quellevará a término cuanto esas leyes provean, lo quesin duda se hará inspirándose las decisiones, porencima de cualquier otra consideración, en el bien,generosa y eq uitativamente entendido, de la naciónentera .

Pero cierto y convencido de todo eso, no debeocultá rsenos tampoco que ni la ley ni la existenciade la ley bastan por sí solas, sino que hay que aplicar­la, y que para aplicarla con eficacia se requiere el con­curso de la virtud, de la virtud ciudadana, a la que eneste día, qu e bien pudiera llamarse Día de la UnidadNacion al , debemos dedicar parte de nuestro pensa­miento, porque sin virtudes públicas no es factible laverda dera unidad nacional, o sea la unidad abierta ala diversidad y a la discrepancia políticas armónica­mente coordinadas por la virtud cív ica.

y ¿podriamos pedir mejor suelo ni mejor día queéstos para invocar a la unidad nacional y a la virtudciudada na? Ambas se yerguen ahora frente a noso­tros, la una simbolizada en una fecha: 14 de sep­tiembre de 1824 ; y la otra, encarnada en la figuradel gran mexicano, nacido en esta tierra, y únicopor su incomparable personalidad, que supo yquiso dar su vida inmolándose en bien de la patria.Hablo otra vez de Belisario Domínguez.

BIBLIOGRAFIA

Bosquejo histórico de la agregación a México de Chiapas ySoconusco por Marias Romero. (Lo obtuve de la biblioteca his­tórica del señor José Antonio Pérez Porrúa).

La Federación de Chiapas a México por Flavio Guillén . (Mibiblioteca).

Rastros de Sangre. Historia de la Revolución en Chiapas porLuis Espinosa. (No. 2 del Volumen V de mi colección encua­dernada de folletos sobre la Revolución Mexicana).

Los últimos acontecimientos políticos de Chiapas por JesúsMart ínez Rojas . (No. l del Volumen LL de mi colección encua­dernada de folletos sobre la Revolución Mexicana).

Historia de Chiapas por Manuel B. Trens . (De mi biblioteca) .

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