LA. tLosoFIA Y LA POLITICA

GERHARD MASUR

Aparece hoy Ia, primeraconferencia cleJ profesor Ge-rha.r'11 Masur, pertenecierrie zrla serie que dict en los salo-nes cle la escuela normal su-perior. Un nuestro prrimonirmero publicaremos las con-ferencias posteriores que sorllna continuidad cle pensa-miento y rle anlisis seyerosobre inquietantes problemascontemporneos.

INTRODUCCION

Se os ha anunciado que he de hablar en estas reuniones, de la filosofa y de la poltica.Pero es de tal nodo vasto el problema de Ia filosofa y de la poltica, que debo manifestarosexactamente, desde un principio, de qu quiero y de qu no quiero hablar. Podra conversarcon vosotros durante un ao acerca- de tal tema, sin estar cierto de lograr agotr Ia materia,pero s dc fastidiaros. Para evitar decepciones, precisa, ante todo, limitar el tema de estas con-terenclas.

No es necesario explicar, con muchas palabras, que existen ramas de la filosofa, como porejemplo la teora del conocirniento, la esttica y varias otras, cuyas relaciones con la poiticano son ni estrechas ni primordiales, y, por otra parte, que es evidente que hay vastos dominiosde la poltica, tales como la administraiin tcnica, a ls cuales sera iidculo buscar espritufilosfico. Naturalmente yo no deseo hablaros ni cie unas ni de otros; porque son las..gion..extremas de Ia teora pura y de la accin pura, qLre se oponen, a pesar de que existe un puntocn quc se tocan esas dos grandes fuerzas: filosofa y poltica de la vida humana.

Quisiera, en esta introduccin) exponer algunas relaciones entre esas dos fuerzas) y mos-trar en d.nde se separan y por dnde se unen. Aun con esta limitacin, el tema es grande, yapcnas podr indicaros los puntos principales. Permitidme empezar constatando un simplehecho muy ilustrativo.

En todos los tiempos y en todos los pases ha habiclo escritores que sin haberparticipado en las funciones pblicas, han ocupado sus horas de desc car los princi-ptos de la poitica. Otros ha habido que se excusaron de tal empresa lo, que tena,

ninguna otra persona en .el para tratar esa se pregunta,

nzo de t'El Prncipe", si le particular dar quienes go-l mismo se contesta ingen o nue aquellos en la llanu-!r:. $

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r pueden ver multitud de cosas que no seR'uSseau, el profeta de la Revolucin Fr

Rousseau nicamente para demostrar la nece; rrentes) de.ocuparse filosficamente de la pol-lne eI hombre al tratar de los asuntos del sta.il

nes: es decir, de la filosofa moral. Los tratadis

y Aristteles, Cicern l, Sneca. No ha s,doliestos dos estudios no han cesado iams de i,r_5,,n. '

Y si yo he afirmado que deseo conversar de la filosofa y de la poltica, puedo tambindecir que quiero tratar con vosotros de ]as relaciones entre la.'morar u' poltr.", pr.rtu au.una de las funciones de las ciencias morales es' determinar el sentido y'lo. li'mi., i.i" p"il,L

ft yt.que h-ay, p-o-r este aspecto, bastantes lazos importantes que mantieRen a la filosofaal ]ado de la polt1ca, l. esto se iomprende muy bien, desde qrr. ,r .. ttuUt. con desdn .1 lufilosofa, considerndola ciencia ter-ica y suprficiu, pero si entendinclola como la summa d.eta numana sablduna.

Y cmo se sita el problema correspondiente a la poltical Pzra contestar a esta pre-:gunta) ha de saberse, por anticipado, qu is la poltica y qu es el Estaclo-No eq,.e"".,,-i^'o--;poneros que ia poltica es tambin una resultant de las coias,sus negocios y_ de s es til, ni siquiera

"prnrr.he-s pre^ciso. hablar d egunto ,,,no ie" msi eut'i.o ) Qo-,,. ,'^- Iticai Segn, una dtrrr,.-,..,rrr rrrrusr entre nosotros los "la'mr.rrea,

..el Estado es la comunidad.que tiene el monopolio de emplear legtimamente 'la fterza"'1s;- r""Ulemente .r," .ii*-,l;.i0,' sociologica ,io .. absoluiame"'#;iJ';.;'.;",ffi';;" t]J;'I#',H}T: ...t1.'1it'li',Estado: ei empleo de la fuerza. El Estado obrrna "1a raz(tn de Flstado',. La. razn de Estaclotaclo prescribe al poltico lo que debe hacer encambiarrtes. La raz6n de Estado da los fines vtado, por-que el Estado es un sr vivo, y ,ro prrldecide dc la vida o dc la mnerte de sr-ri srbitope'--o peligroso, dc la fterza. La" rtzn de Esta

( i) IVI:rt rri:rr.r.lo. Dl Prindpc. I)cdicrtorir,(2).Jurrn.Jrcobo Roussetu. Cot/rttto sociil. Li:.te I; l-(l) I\4ex lf.e\er. PoIiil; il. R"ruf. 1919.

llo) quer 1o que

rar la l-iede

-la polos del Eobjetos q:to del mu.rio tambic del que

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pecelati rzo cualleyes y

proploslir cr-n ninsas relaci

Ie Estado que tr iunfa, oye bien Ia voz secreta, y ei polticg que fracasa 1" oyq m-al. S, es 7.a rsa-iJ .ir-, corl sus leyes, lo que se expresa en eI mando, en el dominio de \a razn de Es-ado(l)' 1 , rL.--1.:-' L/ realtdad ordena y el.hombre de Estacio obeciece a Ia necesidad dura y en ocasiones

or.url. No siernpre son los valores morales los que.dtngen su accin: Ia ruz6n de Estado y laiur,

^otol sori algunas veces contrarias, como Ia libertad y Ia necesidad, y como ellas se com-

;;r;;. Aqu se presenta utl nuevo aspecto de nuestro problema. Aun en el centro del Estado.l^.";.,.'solamnte 7a raz6n cie Estado como estrella que gua todo cuanto sucede, como el

oio y la narclones ete,. Es nreci

bruta como rasgo caracterstico del .bstado; zr-tEstados y los pueblos. Y si he dicho que la ra-que su espritu debe de ser el derecho.s acertada que la primera que he citado. Dicey de la fuerza. Preguntaris cmo puede rea-

hbertad y la necesidad luchan entre s. El hom-es srno el medio, e1 instrumento, y la finalidadn toda ia vida pblicar'y estamos obligados alos metidos de lleno en la accin poltica, de-

tado llegaLo al polti

r en c1ul tambiohas,

bel participar en slr solucin. Pero cmo ciistinguir la verdadera poltica de la falsal Y cmo,clecirl lo que cs Precisc-' hacerl' En irt. p.rnto se vueLve a encontrar la relacin entre la filosofa y la poltica, pero estvez cs la poltica la que necesita de ia filosofa. Porque solamente de esta relacin, de esta,tcomunicacin", puede resultar la resolucin de todas esas cuestiones.

Acerca de este problema hay dos doctrinas opuestas: Ia una separa la poltica de la mo-ralr Ia otra absorbe ntegrmente la moral en la poltica. la que expres Ma-quiavelo; es la segunda Ia de Piatn. Siguiendo-a estos d sentativosr.se puedendistinguir dos actitudes en relacin con ef problema: el que sacritica la mo-ra.I a Iapoltica, y el platonismo, que sacrifica Ja poltica a la moral (2). Ensayar eI examen dela una y de la otra.

Las rnximas de Maquiavelo dicen que no es posible encadenar a las reglas estrechas dcla moral domstica y privada, a los hombres de Estado- I-os deberes de un poltico son muyotros de ios cie un particular. Si se quisiera mantener fiel, el poltico, a los escrpulos de unanrora.-l estrecha, se perdera, y con l sus conciudadanos. Los partidarios de Maquiavelo estnacorcles en que es necesario que los indiviciuos sean contenidos por las reglas de la virtud. PeroIa scrciedad no tiene obligacin sino de colrservarse. Ella es nico juez y seror de los mediosqLre considere tiles a este fin. As hablan los discpulos del maquiavelismo; pero la ciencia yobre todo la concienciarehusandarleslarazn.Sesabe que el hombre esun animal malvado,LLna raza maldita, como dijo el gran F'ederico, y que no vale la pena de que se trabaje por 1.Con todo, no se puede renunciar ni al derecho ni a la moral. Y es cosa extraia que - hsta eimaquiavelismo considere'sabio salvar la aoariencia del derecho y de la moral, para su poltica.Para qu 1o hace, si el derecho y la moral no tienen influencia en la vida pLlical Ms tarde mirar las vedaderas causas de esta costumbre. Por ahora suspendo, po." ."u-inar eI otro'lrdo.

En el extremo opuesto se encuentra una doctrina que subordina en absoluto la poltiLrr c1 cxlrcrrlo oPucsro se encuentra una ooctnna que suDorolna en aDsoluto Ia po_tltt_ca ala filosofa, y que estiblece que la moral, o la virtud, ..11 fin d,e la poltica. Pone el'gobir.roen marlos cle los filsofos qLr.e son) al mismo tiempor los reyes. Se llama esta doctrina platonis-

? los rasgos generales. de.la polt en su li-ca.". Otra. fonna clel mismo sis da comoo sa; as fue en la Edad Media er todo

cr (Jccrclente; tal tue el gobierno cle Calvino en Ginebra.A primera vista esta doctrina parece bsolutamente verdadera- ELEstado debe hacei rei--- f'l ..nar la filusofa. Pero nada ms peligroso ni ms fzlaz en la aplicaci i el fin del Estado es

1a rcalizacin de la moral, el Estado debe ser vigilante, y puri selg, debe ser absoluto. Inter-

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(l) I'ricclrich Mciuecke- Lle itr St/.ttrisott. Miinchen, 192S(2) 1'.

-Ju'r.r. I{istoire de la Sciuce pol;/i.t/.

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lo tambiluesto qla poitia filosof;dn de lsumma

esta pre-lesano ex-mbres, deso ahora;:s la pol-omunidadta defini-:ncial delue se ll:rin de Es,ituacioneser un Es-:1 poder:necesario,I hornbre

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