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Gestión Antonio Caló

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PARTE 6: FORTALECIMIENTO DE LA UOM DE CARA AL FUTURO

Reconfiguración sindical a partir de 1976

La dictadura militar recortó el poder de los sindicatos y modificó -de acuerdo a intereses corporativos- la legislación laboral del gobierno peronista del período 1973-1976 que había consolidado una fuerte estructura gremial. Al mismo tiempo los militares no innovaron sobre los dos pilares básicos del poder sindical argentino: la personería gremial que reconoce un solo gremio por actividad y las obras sociales que otorga a los sindicatos el manejo de la salud de los afiliados.

Por su parte, Alfonsín intentó sin éxito quebrar dicho modelo que no había afectado el gobierno militar, pero fracasó frente a la oposición del peronismo, solidario con los intereses del sindicalismo. El rechazo en el Senado del proyecto de la Ley Mucci y los trece paros generales realizados por la CGT de Saúl Ubaldini, le marcaron los límites del sindicalismo a Alfonsín.

Menem tampoco se planteó alterar los pilares básicos del poder sindical, pero sí flexibilizó la legislación laboral, avanzando más allá de donde había ido el gobierno militar de acuerdo a la etapa de globalización que predominó en el mundo en los años noventa. De esta forma se redujo el poder sindical, al tiempo que la UOM vivía impotente cómo se reducía su nómina de afiliados, a puntos desesperantes.

Podemos leer los realineamientos sindicales producidos en los ́ 90 a través de la lealtad, la voz y la salida. Así, en primer lugar, se fue erigiéndose un poderoso bloque representado por los voceros de la lealtad, encarnado por la CGT, quienes optarían por la adaptación pragmática a los nuevos tiempos. En segundo lugar, se constituyó el MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos), un ala disidente de la CGT oficial, encabezado por el sindicato de los Camioneros y la Unión Tranviario Automotor (UTA). Allí se ubicarían los que, cada tanto, hacían escuchar su voz, y pugnaban por revivir el modelo sindical asociado a una política sustitutiva de importaciones y un Estado proteccionista. Por último, estaban aquellos que eligieron la salida y apuntaron a la construcción de una

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central alternativa, la CTA (Central de los Trabajadores Argentinos), que aglutinaría básicamente los sectores estatales, sobre todo los docentes estatales (CTERA) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Fueron años de reorientación de la acción sindical así como de silenciosa acumulación de poder. Así, durante el gobierno de Menem, el MTA expresaría su rechazo al modelo neoliberal, pero nunca rompería lazos con la CGT ni con el gobierno peronista. Sin embargo, éste sería capaz de desarrollar una estrategia de presión, como lo muestra su participación en las movilizaciones y medidas contestatarias, protagonizadas por la CTA y la Corriente Clasista y Combativa.

La fractura con la CGT recién sobrevendría en el 2000, bajo un gobierno no peronista, momento en el cual el MTA pasaría a conocerse como la CTG “rebelde” o “disidente”. Cabe agregar que dicha ruptura (la salida) se dio también en el marco de la reforma laboral, impulsada por la Alianza, que implicaba una profundización de la precarización laboral.

Duhalde en su interregno tiene a los sindicatos como firmes aliados, pero en un escenario de recesión y alta desocupación. Durante los casi 17 meses que le tocó gobernar a Duhalde, los sindicatos no recuperaron poder, salvo el de camioneros de Hugo Moyano.

Varios factores contribuyeron a la expansión del sector liderado por Moyano, entre ellos, el fuerte crecimiento que experimentaron los servicios, en el marco de la crisis y desmantelamiento del modelo industrial. Otro factor relevante fue la cuasi-desaparición del sector ferroviario, luego de la privatización y cierre de una gran cantidad de ramales. Por último, durante la segunda mitad de los ́ 90, los sindicatos de transportes se vieron beneficiados por el desarrollo del comercio regional.

Los años que sobrevinieron a partir de la asunción de Néstor Kirchner primero y de Cristina Fernández después, habrán de desautorizar la creencia “colonial” de los técnicos que se sometieron a usos y abusos del poder financiero local e internacional y que dominan los años que van de 1955 a 2003, con muy pocas excepciones.

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Aliado táctico desde el inicio del gobierno de Néstor Kirchner, el movimiento obrero organizado constituyó junto con los movimientos sociales y los organismos de derechos humanos la principal base de apoyo social de la experiencia inaugurada en 2003. Tras una década de reformas de mercado, el Estado volvió a jugar un papel importante en la concertación de intereses sociales y económicos, restituyendo el lugar del sindicalismo como interlocutor válido ante el empresariado en la regulación de las relaciones laborales.

En un contexto de crecimiento económico con aumento del consumo y creación masiva de empleos, se recompusieron a través de las paritarias los Convenios Colectivos de Trabajo y se creó el Consejo del Salario Mínimo, instancias de negociación colectiva que mejoraron cualitativa y cuantitativamente la posición relativa de los trabajadores formales.

Con la revitalización sindical -impensada tras una década de desguace neoliberal- y un gobierno favorable a sus intereses, el movimiento obrero logró incidir en la puja distributiva obteniendo aumentos consistentes en los salarios reales.

La CGT conducida por Hugo Moyano se erigió así en una poderosa organización externa a la estructura estatal que conforma una pieza central de la coalición oficialista y reconoció, hasta ahora, el indiscutido liderazgo político de los Kirchner.

Tras el fallecimiento de Néstor Kirchner, el poder parecía atomizarse en diversos sectores que pujaban por tener relevancia. Entre ellos, Moyano aspiraba a obtener más espacios dentro del entramado político oficialista. Sin embargo, Cristina Fernández demostraría su capacidad de liderazgo y garantizaría el rumbo del modelo iniciado en 2003.

La era CalóPara comprender el alcance en el tiempo que tendrá la gestión Caló dentro del mundo metalúrgico y de los trabajadores en general, hay que recordar que se trata de un hombre que se formó bajo la doctrina peronista, un

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hombre que creció de la mano de Lorenzo, un hombre que vio a la UOM en sus mejores momentos, pero también cuando estuvo al borde de la desaparición. “El Tano” Caló es un dirigente que no se mareó con las mieles del poder, un hombre que supo administrar en los peores contextos.

Desgraciadamente Lorenzo no pudo ver resurgir a la industria argentina y a su querida UOM, sin embargo sí pudo observar cómo su trabajo tendría continuidad, a través de la figura de uno de sus hombres de más confianza: Antonio Caló.

Luego de la muerte de Lorenzo en 2002, y tras un período de gestión interina, Antonio Caló asume el cargo de Secretario General en 2004.

Quién es Antonio CalóAntonio Caló siempre fue muy cercano a Lorenzo Miguel. Tanto que su historia no puede contarse separada de la del histórico líder de la

UOM. Se conocieron a fines de los `60 porque trabajaban en la misma fábrica, una planta de Pirelli en el barrio de Mataderos. Miguel era 23 años mayor que Caló. En 1972, después de ganar la conducción de la UOM, le ofreció un cargo de asesor en el gremio. Desde entonces, cada vez que Lorenzo ganara una elección, Antonio Caló ascendía en su carrera sindical. Fue

Antonio Caló junto a Lorenzo Miguel su referente.

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jefe de Gremiales de la Capital Federal, estuvo de administrador en el Policlínico Central de los metalúrgicos, pasó después a la UOM nacional y se convirtió finalmente en secretario de Acción Social. A nadie sorprendió que tras la muerte del caudillo, Caló fuera considerado su sucesor natural.

Caló vivió la época de oro de los metalúrgicos, cuando llegaron a ser 450 mil afiliados con un fuerte poder de movilización y una innegable incidencia política. Vio después el achicamiento y la crisis que los dejó, a comienzos de 2001, en apenas 50 mil trabajadores del sector.

Al mismo tiempo, la UOM ha salido del concurso de acreedores que la tuvo a mal traer en los últimos años de los 90 y principios del nuevo siglo. “Por esos problemas no estuvimos participando casi nada en lo que fuera sindicalismo. No estuvimos, por ejemplo, en la CGT. Recién ahora nos insertamos para recuperar nuestro lugar”, afirmó su Secretario General allá por 2004.

La gestión Caló al frente de la UOMCuando asume Antonio Caló y Juan Belén la conducción del Secretariado Nacional de la UOM, la primera tarea fue recomponer las cuentas y la administración de la organización, luego de salir de la convocatoria de acreedores que casi la lleva a su desaparición.

De esta forma finalizada la compleja tarea, recién en mayo de 2008 se logra superávit al igual que el ejercicio financiero de la Obra Social de la organización sindical.

AnAntonio Caló, Carlos Tomada y Antonio Cattaneo en una de las tantas inauguraciones que hace la UOM por sus afiliados

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Ese mismo año, Antonio Caló fue reelecto al frente del secretariado nacional de esa organización hasta 2012.

Aquí comienza una nueva etapa marcada por la capacitación y la formación técnica y científica de los trabajadores. El objetivo fue formar técnicos idóneos a las necesidades de la industria moderna y científicos para generar mano de obra muy calificada para la producción metalúrgica de alto valor agregado.

Durante la crisis económica mundial de 2009, la UOM siguió haciendo obras y apostando a la capacitación.

En tres años la UOM capacitó a 40 mil trabajadores metalúrgicos de todo el país en tecnologías de punta, por medio del Consejo Sectorial de Formación Continua.

“Hemos avanzado mucho en brindarle capacitación a los metalúrgicos. Y eso es parte de nuestra tarea como dirigentes gremiales, darle a los compañeros las herramientas que le permitan superarse en su lugar de trabajo y ascender a partir de incorporar conocimientos o, en el caso de los jóvenes, encontrar su primer empleo”, señala Caló.

Y agrega: “Cada secretario general, cada Seccional que inauguró su centro de capacitación debe sentirse orgulloso por ello, cada uno con su particularidad”.

La UOM de Caló trabaja en una perspectiva de continuidad de mejora permanente por lo que el escenario inmediato garantiza estabilidad laboral, producción y empleo, lo que es sumamente importante para los trabajadores. Desarrolla tareas con las cámaras de la actividad metalúrgica, como por ejemplo la creación del Instituto de Estudios que permite tener políticas activas para proteger el desarrollo de la actividad ante la situación cíclica que vive el mundo.

Finalmente, el Secretariado Nacional de la UOM, con Caló al frente, gestionó conjuntamente con el Gobierno Nacional, en una

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medida que se define como una “reparación histórica”, el pago de indemnizaciones para los ex trabajadores de la ex empresa estatal siderúrgica SOMISA, privatizada durante los años 90.

En materia de salud, la obra social metalúrgica, líder en el sector de la Seguridad Social con servicios propios, ha puesto al servicio del afiliado y toda su familia, nuevas instalaciones de vital importancia, descentralizando la atención ambulatoria del Policlínico Central.

Los nuevos consultorios externos forman parte de un Plan General de Remodelación del Policlínico Central, que permite un mejor aprovechamiento del recurso físico y humano con el que cuenta la institución.

Más de 15 mil personas por mes utilizan los servicios que presta el Policlínico Central de la UOM, ubicado a pocas cuadras de Plaza Once, en la ciudad de Buenos Aires, tanto en lo que se refiere a la atención ambulatoria como a la gran cantidad de especialidades y prácticas médicas.

Al respecto, el titular de la UOM dijo que “estamos cumpliendo un anhelo de todos los metalúrgicos. Quiero que vean la obra terminada y transmitan a los afiliados, a los trabajadores, lo que está haciendo la comisión directiva de la Seccional Capital y el secretariado nacional de la UOM para que los compañeros tengan cada vez una mejor atención de su salud”.

“La UOM -continuó- está poniendo lo mejor de sí para que los trabajadores metalúrgicos y su familia tengan una mejor calidad de vida y una correcta atención de su salud. Hace poco tiempo tuvimos la oportunidad de inaugurar el Centro odontológico de Lugano y hoy estamos haciendo lo propio con estos consultorios externos por eso no me canso de repetir que es un orgullo ser metalúrgico y pertenecer a la UOM”, sentencia el líder.

“Vamos a continuar edificando. Tenemos pensado hacer cuatro pisos con centro de imágenes, guardia, pediatría y neonatología y al sanatorio central, que tiene más de 40 años, lo vamos a reciclar para ofrecer mejores comodidades a los beneficiarios. Sabemos que va a llevar tiempo terminarlo, alrededor de 4 o 5 años, pero una vez que lo logremos, me voy a dar por satisfecho”, detalla el Secretario General de los metalúrgicos.

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La UOM también inauguró un Centro de Excelencia Médica Odontológica y de Rehabilitación en el barrio de Villa Lugano, de la ciudad de Buenos Aires.

De esta forma Lugano, cuna de Lorenzo Miguel, y centro histórico de las grandes decisiones políticas y sindicales de la Argentina, recupera para los afiliados y sus familias, un lugar de atención de la salud asentado sobre el terreno del antiguo Centro Odontológico.

El centro dispone de 6 consultorios de odontología modernamente equipados, en el que se atienden consultas comunes en niños y adultos, hasta procedimientos de cirugía dental, periodoncia, ortodoncia, tratamientos de conducto, radiologías dentales simples y panorámicas, al tiempo que permite efectuar las nuevas técnicas de implantes dentales.

Actualmente el Secretariado Nacional está promoviendo en todo el país una campaña contra el abuso y la explotación de las agencias de trabajo, el monotributo y los trabajadores fuera de Convenio, como sistema de precarización del trabajo, un verdadero flagelo que padece la clase trabajadora. Porque la UOM entiende como puntos fundamentales de las próximas negociaciones, la mejora del Convenio y la participación de los trabajadores en la porción de riqueza.

La UOM del siglo XXI protege los intereses de los metalúrgicos, sea mediante recomposiciones salariales, condiciones dignas de trabajo o servicios para sus afiliados, como la instalación de una oficina de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) en la sede sindical, para que los afiliados metalúrgicos realicen trámites previsionales y obtengan asesoramiento sobre las prestaciones y los servicios que ofrece la ANSES. En lo social es defensora del sistema de salud solidario de las obras sociales y en el reconocimiento de los niveles de formación y capacitación de los trabajadores metalúrgicos.A diferencia de los noventas, 2012 presenta una realidad diametralmente opuesta. Hoy el sector metalúrgico reúne más de 23 mil empresas que generan más de 300 mil puestos de trabajo en forma directa; representan el 13% del PBI industrial y exportan más de 7.000 millones de dólares. La industria metalúrgica es el segundo complejo industrial más importante de la Argentina.

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No obstante, dentro de la CGT existen sectores opositores a Moyano que, en 2008, se separa de la CGT conformado la Confederación General del Trabajo de la República Argentina “Azul y Blanco”, una central sindical paralela a la CGT histórica de Argentina, liderada por el gastronómico Luis Barrionuevo, sin reconocimiento del Ministerio de Trabajo.

En estas idas y venidas en tiempos de reconfiguración dentro de la representatividad obrera, Antonio Caló es el corolario de una rica evolución donde la Unión Obrera Metalúrgica vuelve al centro de la escena política y sindical. Esta realidad le ofrece a Antonio un nuevo desafío: ser el líder de la CGT.

Enfrentamiento de Moyano con el GobiernoLegitimada por más del 54% del electorado, Cristina Kirchner es reelegida como Presidenta de los argentinos e interpreta que no puede haber condicionamientos a su conducción política; los votos de octubre de 2011 -infiere- le pertenecen, el capital político, también. Hugo Moyano, por su parte, sintiendo el enfriamiento del vértice del poder, decidió redoblar la apuesta y aumentar la serie de reclamos sectoriales (como la ley de reparto de ganancias, la presión para modificar el mínimo no imponible y la insistencia con ciertas deudas que el Estado mantiene con las obras sociales sindicales). El Secretario General de la CGT renunció a los cargos en el PJ y planteó formalmente su desafío al gobierno.

Durante la campaña previa a la reelección de Cristina, Moyano operó políticamente para acumular más espacios de poder. Este es el punto de inflexión donde Moyano se corre del nivel sindical y se sitúa en el plano político.

Las pretensiones de Moyano eran no sólo sumar poder dentro del mundo sindical, sino dentro del poder legislativo e incluso ejecutivo. Estas pretensiones se evaporaron conforme se armaban las listas definitivas que se presentaron en las elecciones que reafirmaron el liderazgo de Cristina.

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Antonio Caló el nuevo candidato de la CGTAnte la ruptura de Moyano con el Gobierno, circuló la versión de que Antonio Caló tenía ganas de ser el nuevo titular de la CGT. Sobre esta posibilidad Antonio intentó mostrarse como un conciliador: “Voy a bregar por la unidad del movimiento obrero como hizo mi compañero Lorenzo Miguel”, dijo.

Por su parte, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), continuaba con su reclamo de aumento salarial, en el marco de las paritarias de 2012. Juan Belén, Secretario Adjunto de la UOM, aseguró que el paro que realizaron en reclamo de aumento salarial “no fue contra el Gobierno” sino “contra los empresarios”, que retacean el aumento reclamado por los metalúrgicos.

“Nosotros apoyamos incondicionalmente estas políticas que desarrolla el gobierno nacional desde el 2003 hasta ahora. Nunca tuvieron tanta plenitud las leyes de justicia social como con este Gobierno”, indicó Belén tomando distancia del líder de la CGT, Hugo Moyano, quien recurrentemente cuestiona la falta de actualización del mínimo no imponible en Ganancias.

El rival de Hugo Moyano por la sucesión en la CGT, Antonio Caló, se mostró alineado a pleno con el Gobierno nacional. El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica aseguró que “defenderá a muerte el plan económico que puso en vigencia Néstor Kirchner y lleva adelante Cristina Fernández” y aclaró que “no le marearía” ser titular de la CGT.

El metalúrgico afirmó que Kirchner proveyó a los trabajadores de la “herramienta que más necesitaban”, es decir, discutir en las negociaciones paritarias y consideró, también, que los gremios industriales subsisten merced al plan económico implementado por el Gobierno.

Hugo Moyano intenta ser reelecto Secretario General de la CGT, motivo por el cual Caló sugirió que se equivocó cuando empezó a pelearse con la Presidenta Cristina Fernández y dijo que eso generó un “problema” en la CGT que derivó en el alejamiento de su sector de varios sindicalistas.

En ese sentido, Omar Viviani (taxis) y otros gremialistas dejaron el

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moyanismo, y analizaron el cambio en la relación entre Moyano y la jefa de Estado.

En estos avances y retrocesos en los deseos de Moyano de ser reelecto como titular de la central obrera, y el impulso que le otorga el Gobierno a un amplio sector de gremios alineados, encabezados por Antonio Caló, disidentes y críticos de la postura de Moyano que se alejaron del camionero, el metalúrgico reflexiona: “yo tengo un concepto de la vida, de sentido común. Si uno tiene cinco hijos y cuatro andan mal y se van, algún problema tuvo uno. Si yo tengo en la UOM once secretarios, estoy conduciendo, y se me van nueve, en algo me equivoqué”.

Al elogiar puntualmente a la administración de Cristina Fernández, prometió: “Yo voy a defender a muerte este plan económico. Hay otros compañeros que no lo quieren defender, bueno, por eso, está este problema de la división dentro de la CGT”.

El líder de la UOM señaló que “cualquier CGT debe mantener su independencia con cualquier gobierno” para encauzar los reclamos de los trabajadores y reseñó que depende de la inteligencia de cada dirigente la obtención de sus conquistas. “Unos lo consiguen peleando, haciendo paros, cortando rutas y otros lo logran dialogando; el asunto es ver el final del partido”, concluyó el candidato del oficialismo al sillón mayor de la CGT.

Fractura de la CGT en 2012El 10 de julio de 2012, los miembros del consejo directivo de la CGT que se oponen a la conducción de Hugo Moyano acordaron realizar un Comité Central Confederal el 23 de agosto y una elección el 3 de octubre. La reunión se realizó en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica y, según se informó, asistieron 13 de los 25 miembros del secretariado general. En tanto, el sector que apoya a Moyano ratificó su congreso para el jueves 12, en Ferro. Así, se oficializa la fractura de la central obrera. Si no cambia nada en las próximas horas coexistirán dos CGT: una oficialista y otra anti K.

“El 23 de agosto es el comité confederal y el 3 octubre las elecciones. Todos

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los mandatos del Consejo Directivo están prorrogados por el Ministerio de Trabajo hasta entonces”, dijo Héctor Daer, secretario adjunto de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina y Secretario de Prensa de la CGT. Además, pidió “dejar de lado mezquindades y egoísmos”. “Si hay alguien que cree que tienen que ir por otro camino, corre por su cuenta. CGT va a haber una sola”, dijo en alusión al moyanismo.

En la reunión del antimoyanismo, participaron los principales referentes de los gremios mecánicos, metalúrgicos, Obras Sanitarias, comercio, estatales, sanidad, alimentación, UTA, taxistas, docentes particulares, marítimos, construcción, ferroviarios, maquinistas, petroleros privados, aduaneros y mineros, entre otros.

Con una jugada esperada, el Gobierno se metió con todo en la interna

El titular de la UOM con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner

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sindical y dejó a la CGT fracturada de hecho. En una resolución de 17 páginas, el Ministerio de Trabajo anuló la convocatoria de Hugo Moyano a elecciones en la CGT, algo que venían reclamando los rivales del camionero. El argumento legal de la cartera laboral fue que el llamado al congreso de renovación de autoridades fue hecho por Moyano sin contar con el quórum necesario. “No se cumplieron los requisitos, queda en manos de las propias organizaciones sindicales normalizar el proceso electoral, esto es lo que hemos dictaminado”, detalló el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Pese a la resolución, Moyano bajó a su tropa la línea de que el congreso se hará “sí o sí”.

En el cuarto punto de la parte resolutiva se le requiere a la CGT que vuelva a organizar una reunión de Consejo Directivo para que ese cuerpo se pronuncie justamente sobre la nulidad “y, en su caso, resuelva la implementación de un nuevo cronograma electoral”.

Moyano argumentó que su llamado a elecciones fue “legal”. Más allá de eso, si convocase de nuevo al Consejo Directivo perdería cualquier votación ya que la mayoría de sus miembros ya no le responde.

La estrategia de pedir la nulidad del congreso por falta de quórum fue diseñada por el antimoyanista sector de “Los gordos”. Ese sector fue el que hizo la denuncia en Trabajo (la presentación fue luego acompañada por el resto de los gremios rivales del camionero).

Carlos West Ocampo, titular del sindicato de Sanidad y “Gordo”, dijo anoche a Clarín: “La resolución es clara, terminante, y nos da toda la razón. No tenían quórum y todo lo que hicieron es nulo “. Y agregó: “El Gobierno ni se mete. Sólo están pidiendo que nos volvamos a juntar y decidamos entre nosotros con el quórum correspondiente”.

De acuerdo a West Ocampo, el camionero no está en condiciones de realizar su congreso. “Si lo hacen estarán fuera de la legalidad y ya no van a ser más la CGT”.

Pero para el abogado Gustavo Ciampa, uno de los representantes

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legales del jefe de la CGT, “la resolución no es ejecutoria hasta que no esté firme”. Esto quiere decir que el camionero no tendría impedimentos legales para realizar su congreso.

Operaciones contra CalóEn los meses subsiguientes, y antes del Congreso del 3 de octubre, Antonio Caló fue el destinatario de las más diversas operaciones de prensa orquestadas por sectores opositores al metalúrgico y por medios de comunicación enfrentados al Gobierno.

De esta forma argumentos tales como su salud, hasta supuestos distanciamientos con el Gobierno, llenaron las páginas de los diarios y los espacios de los noticieros (principalmente opositores) abonando la idea de que el oficialismo bajaba al titular de la UOM como candidato firme para asumir en la CGT.

Así, Ricardo Pignanelli, secretario general del Sindicato de Mecánicos de la Industria Automotor y Afines (Smata), fue uno de los dirigentes que sonó para suceder a su par de la UOM como candidato a conducir la fracción de la CGT más afín al gobierno nacional.

Sin embargo, el propio Pignanelli se encargó reiteradas veces de recalcar que el metalúrgico era el único postulante. Al ser consultado si le gustaría competir por el lugar, se excusó: “Yo asumí en marzo y tengo una tarea grande para hacer dentro del gremio. Además, también en la Confederación de Gremios Industriales”.

Además, el dirigente mecánico confirmó que la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo participaría de las elecciones del 3 de octubre, e incluso sorprendió al reflotar la posibilidad de que una conducción tripartita asuma al frente de la nueva central.

Triunvirato y otras posibilidadesA finales de septiembre, Barrionuevo reiteró que, para sumarse a la central oficialista, quiere una conducción tripartita con un sillón para su sector. “Si no, va a ser una CGT con menos del 50% de los gremios”,

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desafió. En tanto, la candidatura de Caló volvía a tomar fuerza.

A sólo diez días del congreso del 3 de octubre que elegirá a la conducción de la CGT afín a las políticas del Gobierno, las negociaciones, amenazas, idas y vueltas estaban a la orden del día. Luego de que en las últimas horas crecieran las chances de que el metalúrgico Antonio Caló sea el único secretario general de la central, Luis Barrionuevo amenazó con abrirse de la elección.

Antonio Caló como único líder, un triunvirato o hasta una conducción cuatripartita eran las posibilidades que barajan los integrantes de la CGT más cercana al gobierno nacional.

Si bien distintos dirigentes confirmaban que hasta ese momento el líder de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) era el único candidato a dirigir la central sindical, reconocían la chance de que hubiera una tetrarquía, en referencia a los “Gordos”, los “independientes”, la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo y los ex aliados de Hugo Moyano.

En un principio, el metalúrgico era el principal candidato a la conducción, pero luego de los rumores y las operaciones de prensa, el mismo Caló -en un movimiento estratégico- se puso en duda, el objetivo era determinar quiénes apoyaban realmente su candidatura y, en caso de ser electo, asegurar su autonomía política y sindical. En tanto, continuaban barajándose múltiples posibilidades y conjeturas.

Por su parte, los dirigentes gremiales que en el último tiempo se alejaron de Moyano, que hoy en día se agrupan en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), respaldaron la candidatura de titular de la UOM para la conducción de la CGT.

Asunción de Antonio Caló en la CGT AlsinaSi bien las posibilidades de conducción no se iban a definir hasta el 3 de octubre, ya se hablaba de la CGT Alsina, por ser la calle donde se encuentra el edificio central de la UOM. La denominación de esta CGT era como premonitoria de lo que era un secreto a voces: que Antonio Caló sería indiscutidamente el nuevo Secretario General de la CGT.

De esta forma, los sectores de los Gordos, los Independientes y los

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ex moyanistas del MASA elegirían el 3 de octubre a Caló al frente de la central sindical afín al Gobierno, en tanto que dejará separado a Hugo Moyano y sus aliados; y por el otro lado a Luis Barrionuevo.

Barrionuevo no participó de las extensas negociaciones que llevaron adelante los dirigentes del antimoyanismo y tomó distancia de la conformación de la CGT alineada al Gobierno.

Antes de la reunión que se desarrolló en la sede de la UOM, Caló se manifestó en contra de constituir un triunvirato para conducir la CGT opositora a Moyano.

“Un cuerpo con tres cabezas es un monstruo, no es un cuerpo y yo siempre estuve a favor de la conducción unipersonal”, afirmó Caló. El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) aclaró que más allá de su postura, “si la decisión final es la de un cuerpo colegiado también la iba a aceptar”.En apoyo a su líder, la UOM rechazó la alternativa del triunvirato y se encolumnó detrás de Antonio Caló. “Vamos de número uno o nada”, se plantó un peso pesado de los metalúrgicos.

“El Tano” Caló, peronista por sobre todas las cosas.

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A un día de la conformación de la nueva central obrera, el metalúrgico evitó pronunciarse sobre las críticas de los sectores del sindicalismo peronista opositor al Gobierno, que advirtieron que la nueva CGT será “kirchnerismo puro”, y señaló: “El chico recién va a nacer mañana, déjenlo caminar y después vemos”.

El Congreso Ordinario de la CGT decidió finalmente respaldar el miércoles 3 de octubre la designación del líder de la UOM, Antonio Caló, al frente de la nueva central obrera en el estadio de Obras Sanitarias.

Bajo la consigna “Unidad, Solidaridad y Organización”, el máximo órgano gremial de la central obrera sesionó sin la presencia de los gremios que se alinearon con Hugo Moyano.

La lista única que se sometió a votación recibió el apoyo de 1.424 congresales, mientras que se registraron tres votos en blanco.

Caló está acompañado en la mesa de conducción por Andrés Rodríguez (UPCN), quien es el Secretario Adjunto, el taxista Omar Viviani, a cargo de la Secretaría Gremial, y Gerardo Martínez (Ucora), al frente de Relaciones Institucionales.

Tras ser consagrado, el flamante titular de la CGT Alsina se dirigió a los presentes. En un efusivo discurso, dijo que demostraron que “hay una CGT unida” y resaltó que en las negociaciones internas prevaleció “la inteligencia” por sobre “las diferencias”.

El metalúrgico reafirmó, además, la identificación que tiene este nuevo espacio con el Gobierno y enumeró algunos de los beneficios que el movimiento obrero consiguió durante la gestión del kirchnerismo. “Por qué no vamos a defender este modelo si cuando empezamos a discutir las paritarias conseguimos un 1.200% porque estábamos en el fondo del mar”, señaló.

“Asumo la responsabilidad de defender a este modelo, pero también le vamos a decir cuando estén equivocados, con todo el respeto”, añadió,

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resaltando que los guiará a la “prudencia” a la hora de elevar reclamos.

En su alocución, se comprometió a respetar las elecciones de secretarios generales que se hagan las provincias. “No vamos a hacer como se hizo últimamente”, afirmó en clara alusión a la gestión de Moyano.

A la fecha, el movimiento obrero en la Argentina cuenta con la CGT de los trabajadores de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli, ambas no reconocidas por el Ministerio de Trabajo como interlocutores válidos al igual que la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.

En cambio, la Central de los Trabajadores de los Argentinos conducida por Hugo Yasky y la nueva CGT sí son parte de la mesa de invitados para discutir política como fue el caso del Consejo del Salario Mínimo. De esta forma Caló será el titular de una CGT que reúne 91 sindicatos.

Antonio Caló además de ser el nuevo titular de la CGT y de ser nuevamente un metalúrgico el representante de los trabajadores, también renovó mandato como titular de la UOM por cuatro años más y también retuvo la titularidad de la UOM Seccional Capital.

70 años: parece ayerÁngel Perelman y Nicolás Giulliani fueron los dirigentes pioneros representantes de los trabajadores metalúrgicos en los primeros años de la década del 40, época en que nació la Unión Obrera Metalúrgica de la mano del entonces Coronel Juan Domingo Perón. Atrás quedaban los anarquistas, la Semana Trágica y las primeras agrupaciones del sector.

Luego del golpe de 1955, fue el turno de Augusto Timoteo Vandor, que tuvo la responsabilidad de organizar y defender los derechos de los metalúrgicos en un escenario de proscripción y dictadura militar. La UOM de Vandor fue determinante para el accionar de la Resistencia Peronista, en ejecutar las directivas de Perón en el exilio y en negociar -dentro de contextos muy difíciles- mejoras para los trabajadores con los gobiernos de turno.

El asesinato de Vandor inició una etapa de violencia política y lucha

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ideológica, donde la UOM defendió el ideal de Justicia Social, a través de dos de sus principales referentes: José Ignacio Rucci y Lorenzo Miguel. Ambos líderes, el primero desde la CGT y el segundo al mando de la UOM, hicieron realidad el viejo sueño de millones de personas de ver nuevamente a Perón en el país con la banda presidencial y en pleno ejercicio del poder.

Por su parte, Lorenzo a partir del golpe de Estado de 1976, sufrió la cárcel y tuvo en sus espaldas la ardua tarea de reorganizar a la UOM y al Movimiento peronista, luego de ocho años de intervención militar (1976-1984), en plena democracia.

Finalmente, ya en el Tercer Milenio, Antonio Caló -heredero de los ideales peronistas de Vandor, Rucci y Lorenzo- le otorga a la UOM la frescura y modernidad que los tiempos imponen.

Se puede resumir el estilo progresista de Caló a partir de la modernización sindical, de cara al futuro mediante la capacitación continua y la equidistancia e independencia respecto de los distintos factores de poder.

Fuertemente comprometido con los derechos de los trabajadores metalúrgicos y atento a los vaivenes políticos y económicos del país para no repetir errores del pasado y consolidar a la UOM como garante de los ideales y propósitos de Juan Perón y Evita.

Perón crea la tercera posición, siendo el movimiento sindical, la columna vertebral del justicialismo. Este juicio se apoya en dos razones fundamentales. Una de carácter histórico ya que las organizaciones sindicales han sido los cauces de la movilización popular que desde 1945 han puesto en marcha la revolución nacional en la argentina y la otra es netamente doctrinaria, ya que en la concepción justicialista de la comunidad organizada el sindicalismo asume un papel descollante.

Las organizaciones obreras tienen un gran sentido de responsabilidad de los dirigentes y la férrea organización alcanzada, es por ello que los trabajadores advirtieron que la defensa de sus intereses, solo pueden estar en sus propias manos.

La gestión Caló23

Juan Perón sostenía que: “Todos los grupos sociales son necesarios para que el estado palpite: tanto la familia, como el sindicato o el municipio, el centro de fomento o la región todos constituyen la savia que nutre a la Nación. Sin ellos, sin el juego de los intereses normales de toda vida humana, sin la libertad para que los hombres se asocien y defiendan sus derechos, sin el respeto de las autonomías locales, el Estado se convierte en una masa informe de individuos dirigidos por un gobierno macrocéfalo, absorbente y esterilizador de las ricas posibilidades de la vida social”.