LA LIBERTAD ECONÓMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

download LA LIBERTAD ECONÓMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

of 52

Transcript of LA LIBERTAD ECONÓMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    1/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    LA LIBERTAD ECONMICA ENLA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    Lic. Gustavo Hasperu *

    I.- Introduccin

    El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre losfun-damentos que la Doctrina Social de la Iglesia1 ha pro-puesto durante ms de un siglo para defender por unlado una economa libre, y reclamar por otro lado una

    intervencin estatal que restrinja esa libertad. El eco-nomista Carlos Rodrguez Braun sostiene que en estepunto la encclica Centesimus annus - a pesar de indu-dables avances en cuanto al valor de la economa libre-refleja una tensin que llega a la incoherencia, al de-

    * Lic. en Filosofa por la UCA. Profesor de Doctrina Social de laIglesia y Candidato a Master en DSI (Pontificia Universidad deSalamanca). Miembro del Consejo Consultivo del Instituto ActonArgentina.1 En adelante DSI.

    411

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    2/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    fender al mismo tiempo la libertad y su limitacin.2 Mitesis ser que no existe tal contradiccin porque losfundamentos para una y otra cosa son diferentes. Ladefensa de la libertad econmica est principalmentefundada en la dignidad humana -aparte de considera-ciones adicionales sobre la mayor eficiencia-, es decir,se trata de una argumentacin principalmente de tipomoral, fundada de modo directo en principios de antro-pologa cristiana y de derecho natural. La intervencindel Estado, en cambio, es justificada moralmente slode modo indirecto, o sea, en tanto el ejercicio de la li-bertad econmica produzca daos moralmente inacep-tables, se sostiene que el Estado debe intervenir. Esdecir, no estamos frente a dos imperativos morales delmismo rango. Debe agregarse a esto que el anlisis delfuncionamiento del mercado libre y sus efectos es ma-teria de la ciencia econmica, la cual desa-fortunadamente- no presenta unanimidad al respecto. Sibien el Magisterio deja la puerta abierta para la inter-vencin estatal y en ocasiones la alienta frente a losgraves problemas econmicos y sociales, no obstante la

    ltima palabra acerca de la conveniencia de la interven-cin no pertenece a la DSI y debiera considerarse mate-ria opinable desde el punto de vista moral.

    No es posible hablar de la libertad econmica ni dela enseanza de la Iglesia al respecto, sin referirnos alliberalismo, que precisamente defiende el derecho depropiedad privada y la economa de libre mercado. El

    2 Cfr. RODRGUEZ BRAUN, Carlos: Tensin econmica en laCentesimus annus, en Empresa y humanismo, vol II N 2/00, 2000,pp. 473-492. Uso la versin publicada enhttp://www.liberalismo.org/articulo/147/245.

    412

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    3/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    pensamiento catlico histricamente ha polemizado conel liberalismo econmico porque considera que no esadecuado el modo en que los liberales conciben delderecho de propiedad y la libertad de mercado. Concre-tamente, los liberales, segn la interpretacin del Ma-gisterio, sostienen que el derecho de propiedad es abso-luto y que la libertad en la esfera econmica no debetener ningn lmite. En un artculo escrito poco tiempodespus de la publicacin de Centesimus annus, RafaelSanz de Diego, S. J. concluye que la postura del Magis-terio sobre el liberalismo econmico ha madurado posi-tivamente de modo anlogo a lo sucedido con el libera-lismo poltico:

    "En su oposicin al liberalismo filosfico, guiaba a laIglesia el deseo evidente de rescatar el lugar que Diosdeba ocupar en la sociedad, negado de hecho por unliberalismo que reduca a la Iglesia a la sacrista y po-na en la libertad ilimitada del hombre la fuente delderecho y la moral. La Iglesia hizo bien en oponerse aeste liberalismo. Pero, en el fragor de la reyerta, nosupo distinguir y conden en bloque al liberalismo po-

    ltico. Y dentro de este bloque haba valores como lalibertad y formas vlidas como el sistema democrti-co. Tuvo que pasar mucho tiempo en perjuicio de laIglesia, de la sociedad y de los hombres hasta quese distingui entre lo condenable y lo aceptable del li-beralismo poltico. Creo que ha pasado algo parecidocon el liberalismo econmico."3

    3SANZ DE DIEGO, Rafael Mara: Evolucin de la DSI ante lapropiedad y ante el capitalismo-colectivismo, en Una nueva vozpara nuestra poca -CD-ROM-, Universidad Pontificia Comillas,Madrid, 2001, p. 21, nota a pie de pgina n 113.

    413

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    4/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Con respeto al derecho de propiedad privada, el autorafirma que la DSI ha pasado de una contundente defen-sa del mismo con fundamento principalmente en el de-recho natural (Len XIII), y paulatinamente fue subra-yando cada vez ms su funcin social, hasta que en elConcilio Vaticano II se produce un giro copernicano(sic) -con fundamento principalmente teolgico- al an-teponer el principio delDestino universal de los bienesa la propiedad privada, que si bien contina siendo underecho, est ahora claramente subordinado a ese prin-cipio. Pablo VI y Juan Pablo II sacan las consecuenciasde este nuevo planteo.

    Sobre el sistema capitalista, el jesuita sostiene que laDSI ha evolucionado desde una actitud condenatoriacon Len XIII y Po XI principalmente, hasta la acepta-cin -con lmites- de sus elementos fundamentales enCentesimus annus:

    "Los elementos econmicos del capitalismo son, casipor vez primera4 en la historia de la DSI, aceptados,aunque cada uno con una apostilla, que lo que preten-de es no absolutizarlos:

    La libertad econmica se aprueba, pero se aade quees parte de la libertad humana total y debe estar abier-ta a la verdad y limitada por consideraciones jurdicasy morales. La empresa es una comunidad de personas, no slouna sociedad de capitales.El mercado libre se ha demostrado til para producir

    y distribuir bienes. Pero ni todos los bienes entran en

    4Aclaracin del autor en nota a pie de pgina: "El casi se refiere ala defensa de la iniciativa privada de MM y al aprecio de la liber-tad en GS."

    414

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    5/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    el mercado, ni debe esclavizar al hombre, sino que

    debe estar controlado por la sociedad y por un Estadodemocrtico, esto es, controlado a su vez por la socie-dad. La propiedad privada, como ya hemos indicado enla primera parte, debe estar subordinada al DestinoUniversal de los Bienes.El Beneficio empresarial es lcito e indicio de que se

    gestionan adecuadamente los recursos de la empresa,pero no es el nico ndice que debe valorar la vida deuna empresa."5

    Sanz de Diego destaca adems que el Papa distinguelos elementos econmicos del capitalismo del tipo decultura que frecuentemente acompaa a ese sistema. Lo

    criticable es precisamente ese aspecto tico-cultural:"Si los elementos econmicos del capitalismo clsicohan sido substancialmente aceptados por CA, ponien-do as fin a una larga historia de malentendidos entrela DSI y la economa, no puede decirse lo mismo delsistema tico-cultural que, con frecuencia, va unido aellos, aunque puede darse y se da en otros sistemas. Al

    hablar de 'sistema tico-cultural', el Papa se refiere aun conjunto de valores ('tico'), que se plasman enunas formas de vida: 'cultural'. En concreto se puedenentresacar de CA cuatro brochazos que lo configuran: El consumismo, o la tendencia a tener por encima deser, a apoyar la existencia en valoresmeramente utilitarios.

    5SANZ DE DIEGO, Rafael Mara: Evolucin de la DSI..., op. cit.,p. 18.

    415

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    6/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    El economicismo, que, aunque pretenda oponerse al

    marxismo, coincide de fondo con l en su visin mate-rial de la vida. La absolutizacin de la libertad econmica, que pre-tende sustraerla a la solidaridad, a la justicia y a laverdad. La alienacin o prdida del sentido de la existencia,que no causa slo el marxismo."6

    Considero que esta ltima distincin entre sistema eco-nmico y sistema tico-cultural es muy importante por-que ofrece una base para eliminar objeciones frecuentesa la economa de mercado. Y no slo eso, sino que aldistinguir permite apreciar mejor la naturaleza de losproblemas y as plantear vas de accin ms adecuadas

    para su solucin.Sin embargo, con respecto a la propiedad privada,creo que es demasiado considerar las enseanzas delConcilio en Gaudium et spes como un giro copernicanorespecto de la tradicin anterior. Tratar de mostrar eneste artculo que ya desde Len XIII la propiedad pri-vada se considera al servicio del destino universal de

    los bienes, es decir, en beneficio de todos y no slo delos propietarios de los medios de produccin. No niego,por supuesto, que haya una cuestin de acentos, maticeso mayor explicitacin de los principios.

    Tambin tratar de mostrar que la DSI nunca hacondenado al sistema capitalista en lo que tiene deesencial; ms bien siempre ha enseado que es moral-

    mente aceptable. Las condenas se refieren a ciertosdesarrollos concretos de ese sistema, y frente a esos

    6SANZ DE DIEGO, Rafael Mara: Evolucin de la DSI..., op. cit.,p. 19.

    416

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    7/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    problemas jams se condena el derecho de propiedad,el sistema de empresa o el rgimen de salariado, aunques se dice que se deben poner lmites. Y en cuanto aesto ltimo Centesimus annus no es una excepcin,puesto que acepta un sistema de economa libre pero enel cual el Estado tiene una funcin muy importante quecumplir; funcin que no se limita a defender los dere-chos de propiedad y a velar por el cumplimiento de losacuerdos libremente establecidos entre las personas.Veremos que en Centesimus annus hay lugar para unaamplia intervencin7 del Estado en el mercado.

    La DSI siempre ha defendido un sistema econmicobasado en la propiedad y la iniciativa privada; no es unanovedad de Centesimus annus.8 Lo que no significa queesta encclica no presente novedades, como la mencio-nada distincin entre sistema econmico y tico-cultural, y una actualizada visin de la economa mo-derna.

    7 Para evitar ambigedades, llamar intervencin del Estado a todaaccin gubernamental que, en el mbito econmico, vaya ms allde la defensa de los derechos de propiedad y la prohibicin del

    fraude, y por lo tanto, limite coactivamente la libertad en el uso delos propios bienes o la libertad de contrato. Segn esto, prohibir elrobo, la estafa o el dao de la propiedad ajena no es intervencin,pero prohibir la contratacin de personal por una remuneracinmenor a un monto estipulado o impedir la entrada al mercado deun competidor s lo es.8 Puede verse a modo de ejemplo: ABAD BUIL, Jos Mara: Juiciocrtico sobre el capitalismo, BAC, Madrid, 1977, en Una nueva

    voz para nuestra poca -CD-ROM-, Universidad Pontificia Comi-llas, Madrid, 2001. Tambin BELAUNDE, Csar H.: DoctrinaEconmico-Social, Buenos Aires, Claretiana,1980, cap. IV, pp.90- 135. Ambos textos fueron escritos antes de las tres grandesencclicas sociales de Juan Pablo II.

    417

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    8/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Para fundamentar el desarrollo de estas ideas co-menzar por un recorrido a travs de los principalesdocumentos de la DSI.II.- Libertad econmica y derecho de propiedad en

    la DSI

    Rerum Novarum (1891)

    Len XIII comienza denunciando con energa la gravesituacin de los obreros y afirma "que es preciso auxi-liar, pronta y oportunamente, a los hombres de la nfi-ma clase, pues la mayora de ellos se resuelve indigna-mente en una miserable y calamitosa situacin. Ladenuncia se completa destacando "que unos cuantoshombres opulentos y riqusimos han puesto sobre loshombros de la innumerable multitud de proletarios unyugo casi de esclavos."9

    Pero para superar esa situacin no acepta la aboli-cin de la propiedad privada porque sta se funda en laley natural. Estn equivocados "quienes, resucitando

    viejas utopas, conceden ciertamente al hombre el usode la tierra y de los frutos tan diversos de los campos;pero le niegan totalmente el dominio exclusivo del sue-lo donde haya edificado, o de la hacienda que haya cul-tivado. Y no se dan cuenta de que en esta forma defrau-dan al hombre de las cosas adquiridas con su trabajo.Porque un campo trabajado por la mano y la maa de

    un cultivador, ya no es el campo de antes: de silvestre,se hace fructfero; y de infecundo, feraz. De otra parte,las mejoras de tal modo se adaptan e identifican con

    9RN, 2.

    418

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    9/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    aquel terreno, que la mayor parte de ellas son insepara-bles del mismo. Y si esto es as, sera justo que alguiendisfrutara aquello que no ha trabajado, y entrara a gozarsus frutos? Como los efectos siguen a su causa, as elfruto del trabajo en justicia pertenece a quienes trabaja-ron."10

    Adems de estas cuestiones de justicia, el Papa sos-tiene que la supresin de la propiedad privada acarrea-ra todo tipo de desrdenes sociales.

    "Por lo tanto, cuando se plantea el problema de mejo-rar la condicin de las clases inferiores, se ha de tenercomo fundamental el principio de que la propiedadprivada ha de reputarse inviolable."11

    Siguiendo a Santo Toms, Len XIII distingue entre lapropiedad y el uso de la misma, y ensea que el hombredebe tener los bienes externos como comunes de talsuerte que fcilmente los comunique a los dems cuan-do los necesiten.

    "Nadie, es verdad, viene obligado a auxiliar a los de-

    ms con lo que para s necesitare o para los suyos,aunque fuere para el conveniente o debido decoropropio; ... pero, una vez satisfecha la necesidad y laconveniencia, es un deber el socorrer a los necesitadoscon lo superfluo..."

    No obstante el Papa es muy claro respecto a los lmites

    que debe tener la ley positiva:

    10RN, 8.11 RN, 12.

    419

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    10/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    "Exceptuados los casos de verdadera y extrema nece-

    sidad, aqu ya no se trata de obligaciones de justicia,sino de caridad cristiana, cuyo cumplimiento no sepuede -ciertamente- exigir jurdicamente. Mas, porencima de las leyes y de los juicios de los hombres es-tn la ley y el juicio de Cristo..."12

    La obligacin moral para un cristiano va mucho ms

    all de la obligacin jurdica. La fuerza de las leyesdebe emplearse en algunos casos, por ejemplo "si lospatronos oprimieren a los obreros con cargas injustas omediante contratos contrarios a la personalidad y digni-dad humana; si con un trabajo excesivo o no ajustado alas condiciones de sexo y edad, se daare a la salud delos mismos trabajadores." Pero las leyes deben tener

    "[l]mites que estn determinados por la misma causa ofin a que se deben las leyes: esto es, que las leyes nodeben ir ms all de lo que requiere el remedio del malo el modo de evitar el peligro."13 Todo ello sin olvidarlo ms importante:

    "Lo ms fundamental es que el gobierno debe asegu-

    rar, mediante prudentes leyes, la propiedad particu-lar."14

    En relacin con el salario y otras condiciones laborales,Len XIII a fin evitar que la autoridad se entrometademasiado -puesto que las circunstancias son muy dis-tintas- recomienda que se deje esta cuestin a las corpo-

    raciones "o intentar otro camino en el que se salven,

    12RN, 19.13RN, 29.14RN, 30.

    420

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    11/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    con arreglo a la justicia, los derechos de los obreros,limitndose el Estado tan solo a acudir, cuando el casolo exija, con su amparo y su auxilio."15

    Puede notarse que Len XIII al tiempo que defiendela propiedad privada, coherentemente se preocupa porestablecer lmites a la intervencin estatal: el Estado ylas leyes no pueden exigir lo que va ms all de la justi-cia aunque la caridad cristiana exija mucho ms.

    Quadragesimo Anno (1931)

    Po XI recuerda que el derecho de propiedad, tal comoha enseado Len XIII, ha sido conferido al hombrepor la naturaleza o por el Creador "tanto para que losindividuos puedan atender a sus necesidades propias y alas de su familia, cuanto para que, por medio de estainstitucin, los bienes que el Creador destin a toda lafamilia humana sirvan efectivamente para tal fin, todolo cual no puede obtenerse, en modo alguno, a no serobservando un orden firme y determinado."16 La pro-

    piedad privada est subordinada al destino universal delos bienes, y a su vez, el cumplimiento de esa finalidadrequiere el derecho de propiedad.

    Aunque los propietarios estn moralmente obligadosa usar sus bienes de un modo honesto y conforme a lavoluntad del Creador, el destino universal de los bienesno es argumento para exigir el buen uso de los bienes

    propios por medio de la ley:

    15RN, 36.16QA, 45.

    421

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    12/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    "La justicia llamada conmutativa manda, es verdad,

    respetar santamente la divisin de la propiedad y noinvadir el derecho ajeno excediendo los lmites delpropio dominio; pero que los dueos no hagan uso delo propio sino honestamente, esto no atae ya a dichajusticia, sino a otras virtudes, el cumplimiento de lascuales 'no hay derecho de exigirlo por ley'. Afirmansin razn, por consiguiente, algunos que tanto vale

    propiedad como uso honesto de la misma, distandotodava mucho ms de ser verdadero que el derechode propiedad perezca o se pierda por el abuso o por elsimple no uso."17

    Esto no significa que el Estado no tenga que intervenir:

    "[L]a autoridad pblica debe decretar puntualmente,examinada la verdadera necesidad del bien comn yteniendo siempre presente la ley tanto natural comodivina, qu es lcito y qu no a los poseedores en eluso de sus bienes. (...) Ahora bien, est claro que alEstado no le es lcito desempear este cometido deuna manera arbitraria, pues es necesario que el dere-cho natural de poseer en privado y de transmitir los

    bienes por herencia permanezca siempre intacto e in-violable, no pudiendo quitarlo el Estado..."18

    Por fin llegamos a la cuestin de la libre competencia:el Papa la acepta como justa y beneficiosa dentro deciertos lmites. Pero el mercado no puede ser el nicoregulador del orden econmico:

    17QA, 47.18QA, 39.

    422

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    13/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    "Igual que la unidad del cuerpo social no puede basar-

    se en la lucha de 'clases', tampoco el recto orden eco-nmico puede dejarse a la libre concurrencia de lasfuerzas. Pues de este principio, como de una fuenteenvenenada, han manado todos los errores de la eco-noma 'individualista', que, suprimiendo, por olvido opor ignorancia, el carcter social y moral de la eco-noma, estim que sta deba ser considerada y tratada

    independientemente de la autoridad del Estado, ya quetena su principio regulador en el mercado o libre con-currencia de los competidores, y por el cual podra re-girse mucho mejor que por la intervencin de cual-quier entendimiento creado. Mas la libre concurrencia,aun cuando dentro de ciertos lmites es justa y benefi-ciosa, no puede en modo alguno regir la economa,como qued demostrado hasta la saciedad por la expe-

    riencia, una vez que entraron en juego los principiosdel funesto individualismo."19

    El resultado del espritu individualista en economa,segn el Papa, ha sido que "la libre concurrencia se hadestruido a s misma; la dictadura econmica se haadueado del mercado libre; por consiguiente, al deseo

    de lucro ha sucedido la desenfrenada ambicin de pode-ro; la economa toda se ha hecho horrendamente dura,cruel, atroz."20 Estas afirmaciones realizadas en 1931,parecen indicar que en el perodo previo a la crisis rei-naba el ms absoluto laissez-faire, cosa que no es hist-ricamente cierta.21

    19QA, 88.20 QA, 105-109.21 Cfr. MISES, Ludwig von: La causa de la crisis econmica,conferencia pronunciada el 23 de febrero de 1931, en Checoslova-quia, ante una asamblea de industriales alemanes. En MISES,

    423

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    14/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Mater et Magistra (1961)

    Para Juan XXIII la economa debe ser obra principal-mente de la iniciativa privada, pero el Estado debe tam-bin intervenir "a fin de garantizar, como es debido,una produccin creciente que promueva el progresosocial y redunde en beneficio de todos los ciudada-nos."22 Es ms, dadas las circunstancias, "a los gober-nantes, cuya misin es garantizar el bien comn, se lespide con insistencia que ejerzan en el campo econmicouna accin multiforme mucho ms amplia y ms orde-nada que antes y ajusten de modo adecuado a este pro-psito las instituciones, los cargos pblicos, los mediosy los mtodos de actuacin." Al mismo tiempo, el Papaadvierte que "la intervencin de las autoridades pbli-cas en el campo econmico, por dilatada y profunda

    que sea, no slo no debe coartar la libre iniciativa de losparticulares, sino que, por el contrario, ha de garantizarla expansin de esa libre iniciativa..."23 No parece fcilque una intervencin dilatada y profunda del Estadogarantice la expansin de la libre iniciativa ...

    Cuando falta la iniciativa privada surge la tirana y elestancamiento econmico, "[p]ero cuando en la econo-

    Ludwig von: On the Manipulation of Money and Credit, FreeMarket Books, New York, 1978.22MM, 51-52.23MM, 54-55.

    424

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    15/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    ma falta totalmente, o es defectuosa, la debida inter-vencin del Estado, los pueblos caen inmediatamenteen desrdenes irreparables y surgen al punto abusos deldbil por parte del fuerte moralmente despreocupa-do."24

    El Papa reafirma "...el derecho de propiedad privada,aun en lo tocante a bienes de produccin, tiene un valorpermanente, ya que es un derecho contenido en la mis-ma naturaleza, la cual nos ensea la prioridad del hom-bre individual sobre la sociedad civil y, por consiguien-te, la necesaria subordinacin teleolgica de la sociedadcivil al hombre." Adems, muestra la conexin intrn-seca entre el mencionado derecho y la libertad de ini-ciativa, pues "en vano se reconocera al ciudadano elderecho de actuar con libertad en el campo econmicosi no le fuese dada al mismo tiempo la facultad de ele-gir y emplear libremente las cosas indispensables parael ejercicio de dicho derecho." Y por otra parte, la pro-piedad es garanta y estmulo para el ejercicio de lalibertad: "la historia y la experiencia demuestran que enlos regmenes polticos que no reconocen a los particu-

    lares la propiedad, incluida la de los bienes de produc-cin, se viola o suprime totalmente el ejercicio de lalibertad humana en las cosas ms fundamentales."25

    Por ltimo, entre las atribuciones del Estado no seexcluye que pueda poseer bines de produccin "cuandostos llevan consigo tal poder econmico, que no esposible dejarlo en manos de personas privadas sin pe-

    24MM, 57-58.25MM, 109.

    425

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    16/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    ligro del bien comn (QA, 114)."26 Otra vez el peligrode dao al bien comn justifica la intervencin estatal.

    En sntesis, Juan XXIII sostiene que la propiedad yla libertad son derechos naturales; pero dado que almismo tiempo parece adherir a la opinin -contingentedesde el punto de vista de la fe y la moral cristiana- deque el mercado es insuficiente para garantizar el pro-greso para todos, y que a veces es peligroso que losparticulares posean ciertos medios de produccin, en-tonces afirma que el Estado debe intervenir.

    Gaudium et Spes (1965)

    El Concilio desarrolla el principio del destino universalde los bienes:

    "Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene parauso de todos los hombres y pueblos. ... Sean las quesean las formas de la propiedad, adaptadas a las insti-tuciones legtimas de los pueblos segn las circuns-tancias diversas y variables, jams debe perderse devista este destino universal de los bienes."27

    Se recuerda la doctrina de Santo Toms sobre el uso delos bienes y el derecho a tomar de otro lo necesario encasos extremos. El documento dice que en los pasesms desarrollados las instituciones de seguridad socialpueden contribuir al destino universal de los bienes,pero advierte al mismo tiempo sobre el peligro de unaactitud pasiva de los ciudadanos que pueden caer en la

    irresponsabilidad y el egosmo.La propiedad privada "contribuye a la expresin de

    26MM, 116.27GS 69.

    426

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    17/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    la persona y le ofrece ocasin de ejercer su funcinresponsable en la sociedad y en la economa. Es porello muy importante fomentar el acceso de todos, indi-viduos y comunidades, a algn dominio sobre los bie-nes externos". Adems la propiedad, asegura una zonade autonoma personal y familiar, y puede considerarsecomo una ampliacin de la libertad humana y "al esti-mular el ejercicio de la tarea y de la responsabilidad,constituye una de las condiciones de las libertades civi-les."28

    Populorum Progressio (1967)

    Sin clara distincin entre la obligacin moral y lo jur-dicamente exigible, Pablo VI toca el tema de la expro-piacin y el uso de la renta disponible:

    "El bien comn, pues, exige algunas veces la expro-piacin, cuando algunos fundos o por razn de suextensin, o por su explotacin deficiente o nula, oporque son causa de miseria para los habitantes, o porel dao considerable producido a los intereses de laregin son un obstculo para la prosperidad colecti-

    va. Al afirmarla con toda claridad, el Concilio recuer-da tambin, con no menor claridad, que la renta dis-ponible no queda a merced del libre capricho de loshombres y que las especulaciones egostas han deprohibirse. Por consiguiente, no es lcito en modo al-guno que ciudadanos, provistos de rentas abundantes,provenientes de recursos y trabajos nacionales, lastransfieran en su mayor parte al extranjero, atendiendonicamente al provecho propio individual, sin consi-

    28GS 71.

    427

    http://../Documents%20and%20Settings/Administrador/Configuraci%E3%AE%A0local/Archivos%20temporales%20de%20Internet/Glosario%20de%20terminos.dochttp://../Documents%20and%20Settings/Administrador/Configuraci%E3%AE%A0local/Archivos%20temporales%20de%20Internet/Glosario%20de%20terminos.doc
  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    18/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    deracin alguna para su patria, a la cual con tal modo

    de obrar producen un dao evidente."29

    El Papa describe un tipo de capitalismo que en su opi-nin ha generado sufrimientos, injusticias y luchas fra-tricidas. As lo describe:

    "[U]n sistema en el que el provecho se consideraba

    como el motor esencial del progreso econmico, laconcurrencia como ley suprema en la economa, lapropiedad privada de los medios de produccin comoun derecho absoluto, sin lmites y obligaciones socia-les que le correspondieran."30

    Aqu seran oportunas las distinciones de Juan Pablo II

    entre sistema econmico y cultura. Por otra parte, eljuicio histrico con respecto a la causas de tantos su-frimientos es ms que discutible.

    Para lograr el objetivo del desarrollo, Pablo VI des-cribe las tareas de los poderes pblicos:

    "[E]scoger y ver el modo de imponer los objetivos que

    hay que proponerse, las metas que hay que fijar, losmedios para llegar a ellas, estimulando al mismotiempo todas las fuerzas agrupadas a esta accin co-mn. Pero han de tener cuidado de asociar a esta em-presa las iniciativas privadas y los cuerpos interme-dios. Evitarn as el riesgo de una colectivizacin in-tegral o de una planificacin arbitraria que, al negar la

    29PP, 24. Aunque no se aclara explcitamente, no creo que puedaconcluirse que el Papa habla de una expropiacin sin indemniza-cin alguna. Adems hace referencia a GS, que en el nmero 71menciona explcitamente la indemnizacin.30PP, 26.

    428

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    19/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    libertad, excluira el ejercicio de los derechos funda-

    mentales de la persona humana."31

    La libertad de iniciativa es sostenida por Pablo VI co-mo un derecho humano, y la accin del Estado -ciertamente muy vasta- es reclamada porque piensa quela sola iniciativa privada no alcanza y podra ampliaran ms la riqueza de los ricos y la miseria de los po-

    bres. Esta ltima opinin es ciertamente contingentedesde el punto de vista de la moral cristiana. Un fielcatlico podra tener buenas razones para pensar que las"especulaciones egostas" o la transferencia de rentas alextranjero no se explican slo por la bsqueda del pro-vecho individual, sino por deficiencias jurdicas y pun-tualmente por la falta de definicin y respeto por elderecho de propiedad, y por tanto que el remedio noest en que el Estado intervenga para prohibir las con-secuencias sino que debe ms bien atacar las causas.

    Octogesima Adveniens (1971)

    Pablo VI subraya la incompatibilidad entre el cristia-nismo y la ideologa liberal "que cree exaltar la libertadindividual sustrayndola a toda limitacin, estimuln-dola con la bsqueda exclusiva del inters y del poder,y considerando las solidaridades sociales como conse-cuencias ms o menos automticas de iniciativas indi-viduales y no ya como fin y motivo primario del valorde la organizacin social."32 Reconoce luego que esta

    31PP, 33.32OA, 26.

    429

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    20/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    ideologa se ha renovado, pero se pregunta si los cris-tianos que se comprometen en esa lnea no tienden aidealizar el liberalismo. De cualquier manera, el Papano recurre a expresiones condenatorias sino que apela ala madurez de los cristianos exhortndolos a realizar"un atento discernimiento."33 Es una sugerencia plena-mente oportuna porque los cristianos no podemos de-fender la libertad entendida de cualquier manera, nipodemos ser indiferentes a los motivos para defenderuna autntica libertad.

    Laborem Exercens (1981)

    En su primera gran encclica social, Juan Pablo II aclarala diferencia entre el derecho de propiedad tal como loentiende el capitalismo y la DSI: "la diferencia consisteen el modo de entender el derecho mismo de propiedad.La tradicin cristiana no ha sostenido nunca este dere-

    cho como absoluto e intocable. Al contrario, siempre loha entendido en el contexto ms amplio del derechocomn de todos a usar los bienes de la entera creacin:el derecho a la propiedad privada como subordinado alderecho, al uso comn, al destino universal de los bie-nes." Desde la perspectiva de la primaca del trabajo yde la subjetividad del hombre en la vida social "sigue

    siendo inaceptable la postura del 'rgido' capitalismo,que defiende el derecho exclusivo a la propiedad priva-da de los medios de produccin, como un 'dogma' into-

    33OA, 35.

    430

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    21/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    cable en la vida econmica. El principio del respeto deltrabajo, exige que este derecho se someta a una revisinconstructiva en la teora y en la prctica."34

    Para lograr el objetivo de asegurar empleo a todos,la encclica apela a la accin del Estado, pero aclaraque "no puede significar una centralizacin llevada acabo unilateralmente por los poderes pblicos. Se trataen cambio de una coordinacin, justa y racional, encuyo marco debe ser garantizada la iniciativa de laspersonas, de los grupos libres, de los centros y comple-jos locales de trabajo, teniendo en cuenta lo que se hadicho anteriormente acerca del carcter subjetivo deltrabajo humano."35 Una vez ms se insiste en garantizarla iniciativa de las personas y los grupos libres, y serecurre al Estado para que realice una coordinacin sinla cual el Papa no cree que pueda lograrse el pleno em-pleo. Aqu tambin cabe pensar que un fiel catlicopuede tener buenas razones para creer que el desempleono se debe a la falta de intervencin estatal sino msbien a un exceso de la misma. En todo caso, se trata deuna opinin que no se opone en lo ms mnimo a la fe y

    a la moral cristiana.

    Sollicitudo Rei Socialis (1987)

    Merece considerarse con cierto detalle el nmero 15 dela encclica que Juan Pablo II escribi con ocasin del

    vigsimo aniversario de Populorum progressio:

    34LE, 14.35LE, 18.

    431

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    22/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    "Es menester indicar que en el mundo actual, entre

    otros derechos, es reprimido a menudo el derecho deiniciativa econmica. No obstante eso, se trata de underecho importante no slo para el individuo en parti-cular, sino adems para el bien comn. La experiencianos demuestra que la negacin de tal derecho o su li-mitacin en nombre de una pretendida 'igualdad' detodos en la sociedad, reduce o, sin ms, destruye de

    hecho el espritu de iniciativa, es decir, la subjetividadcreativa del ciudadano. En consecuencia, surge, de es-te modo, no slo una verdadera igualdad, sino una 'ni-velacin descendente'. En lugar de la iniciativa crea-dora nace la pasividad, la dependencia y la sumisinal aparato burocrtico que, como nico rgano que'dispone' y 'decide' -aunque no sea 'poseedor'- de la to-talidad de los bienes y medios de produccin, pone a

    todos en una posicin de dependencia casi absoluta,similar a la tradicional dependencia del obrero-proletario en el sistema capitalista. Esto provoca unsentido de frustracin o desesperacin y predispone ala despreocupacin de la vida nacional, empujando amuchos a la emigracin y favoreciendo, a la vez, unaforma de emigracin 'psicolgica'. Llegados a este

    punto conviene aadir que en el mundo actual se danotras muchas formas de pobreza. En efecto, ciertas ca-rencias o privaciones merecen tal vez este nombre. Lanegacin o limitacin de los derechos humanos -como, por ejemplo, el derecho a la libertad religiosa,el derecho a participar en la construccin de la socie-dad, la libertad de asociacin o de formar sindicatos ode tomar iniciativas en materia econmica, no empo-

    brecen tal vez a la persona humana igual o ms que laprivacin de los bienes materiales? Y un desarrolloque no tenga en cuenta la plena afirmacin de estos

    432

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    23/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    derechos es verdaderamente desarrollo humano?."36

    Ntese que el Papa afirma que la negacin o limitacinde los derechos humanos empobrece a la persona igualo ms que la carencia de bienes materiales. Y entre losderechos vuelve a mencionar el de tomar iniciativas enmateria econmica. A la hora de poner lmites a la li-bertad econmica con el fin de lograr un objetivo so-cialmente valorado no debera olvidarse esta enseanza.

    Ms adelante Juan Pablo II critica al capitalismo li-beral y al colectivismo marxista y se pregunta: "de qumanera o en qu medida estos dos sistemas son suscep-tibles de transformaciones y capaces de ponerse al da,de modo que favorezcan o promuevan un desarrolloverdadero e integral del hombre y de los pueblos en lasociedad actual?"37 A la luz de lo dicho ms arriba de-beran quedar pocas dudas acerca de cul de los dossistemas tiene mayores posibilidades de trasformarse enel sentido indicado por el Papa.

    Centesimus Annus (1991)

    Conviene prestar especial atencin al siguiente pasajedel documento que conmemora el centenario de Rerumnovarum, donde se describe un sistema -que ciertamen-te el Papa parece aprobar- adoptado por algunos pasesdespus de la II Guerra Mundial, en el que se asegura la

    libertad de mercado pero sometida al control pblicopara asegurar el destino universal de los bienes:

    36 SRS, 15.37 SRS, 21.

    433

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    24/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    "En algunos pases y bajo ciertos aspectos, despus delas destrucciones de la guerra, se asiste a un esfuerzopositivo por reconstruir una sociedad democrtica ins-pirada en la justicia social, que priva al comunismo desu potencial revolucionario, constituido por muche-dumbres explotadas y oprimidas. Estas iniciativas tra-tan, en general, de mantener los mecanismos de libre

    mercado, asegurando, mediante la estabilidad moneta-ria y la seguridad de las relaciones sociales, las condi-ciones para un crecimiento econmico estable y sano,dentro del cual los hombres, gracias a su trabajo, pue-dan construirse un futuro mejor para s y para sushijos. Al mismo tiempo, se trata de evitar que los me-canismos de mercado sean el nico punto de referen-cia de la vida social y tienden a someterlos a un con-

    trol pblico que haga valer el principio del destinocomn de los bienes de la tierra. Una cierta abundan-cia de ofertas de trabajo, un slido sistema de seguri-dad social y de capacitacin profesional, la libertad deasociacin y la accin incisiva del sindicato, la previ-sin social en caso de desempleo, los instrumentos departicipacin democrtica en la vida social, dentro de

    este contexto, deberan preservar el trabajo de la con-dicin de 'mercanca' y garantizar la posibilidad derealizarlo dignamente."38

    Es evidente que Juan Pablo II admite la posibilidad deuna intervencin bastante amplia del Estado en la eco-noma.

    El hombre ha sido creado para la libertad, ensea elPontfice, por lo tanto no es lcito ni posible en la prc-

    38CA 19.

    434

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    25/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    tica organizar la sociedad reduciendo de manera arbi-traria o eliminando el mbito donde se ejerce legtima-mente la libertad. No debe olvidarse tampoco que elhombre est herido por el pecado, y que puede trascen-der su inters inmediato pero permanece vinculado a l.Se siguen de aqu algunas consecuencias para la orga-nizacin de la sociedad:

    "El orden social ser tanto ms slido cuanto ms ten-ga en cuenta este hecho y no oponga el inters indivi-dual al de la sociedad en su conjunto, sino que busquems bien los modos de su fructuosa coordinacin. Dehecho, donde el inters individual es suprimido vio-lentamente, queda sustituido por un oneroso y opresi-vo sistema de control burocrtico que esteriliza toda

    iniciativa y creatividad. Cuando los hombres se creenen posesin del secreto de una organizacin socialperfecta que haga imposible el mal piensan tambinque pueden usar todos los medios, incluso la violenciao la mentira, para realizarla."39

    En lo que se refiere a la produccin de riqueza el Papa

    tiene una visin actualizada de la economa moderna.Ya no es la fecundidad de la tierra el factor principal deriqueza sino que "[e]n nuestro tiempo es cada vez msimportante el papel del trabajo humano en cuanto factorproductivo de las riquezas inmateriales y materia-les..."40 Por tal motivo, puede decirse que en nuestrotiempo existe un tipo de propiedad "que tiene una im-

    portancia no inferior a la de la tierra: es la propiedaddel conocimiento, de la tcnica y del saber. En este tipo

    39CA, 25.40CA, 31.

    435

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    26/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    de propiedad, mucho ms que en los recursos naturales,se funda la riqueza de las naciones industrializadas...As se hace cada vez ms evidente y determinante elpapel del trabajo humano disciplinado y creativo y el delas capacidades de iniciativa y de espritu emprendedor,como parte esencial del mismo trabajo." La raz de loque la moderna economa de empresa tiene de positivoes el respeto por el derecho a la libertad en el campoeconmico. El factor decisivo de la produccin es hoyla capacidad de conocimiento del ser humano "que sepone de manifiesto mediante el saber cientfico y sucapacidad de organizacin solidaria, as como la deintuir y satisfacer las necesidades de los dems."41

    Ms adelante Juan Pablo II afirma que la absolutiza-cin de lo econmico no es causada principalmente porun sistema econmico sino que debe buscarse la causaen "el hecho de que todo el sistema sociocultural, alignorar la dimensin tica y religiosa, se ha debilitado,limitndose nicamente a la produccin de bienes yservicios."42 Sobre esta importante distincin volvere-mos ms adelante.

    En el nmero 42 se afronta con toda claridad la pre-gunta de si despus del fracaso del comunismo el capi-talismo es el modelo a proponer. Responde el Papa:

    "Si por 'capitalismo' se entiende un sistema econmicoque reconoce el papel fundamental y positivo de laempresa, del mercado, de la propiedad privada y de laconsiguiente responsabilidad para con los medios deproduccin, de la libre creatividad humana en el sec-tor de la economa, la respuesta ciertamente es positi-

    41CA, 32.42CA, 39.

    436

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    27/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    va, aunque quiz sera ms apropiado hablar de 'eco-

    noma de empresa', 'economa de mercado', o simple-mente de 'economa libre'. Pero si por 'capitalismo' seentiende un sistema en el cual la libertad, en el mbitoeconmico, no est encuadrada en un slido contextojurdico que la ponga al servicio de la libertad humanaintegral y la considere como una particular dimensinde la misma, cuyo centro es tico y religioso, entonces

    la respuesta es absolutamente negativa."43

    Quisiera sealar aqu que ningn partidario del capita-lismo tiene dificultades en aceptar la necesidad de un"slido contexto jurdico", es ms, se trata de una con-dicin indispensable para el desarrollo de la economalibre. Pero las discusiones comenzarn seguramente

    cuando haya que definir el contenido de ese slidomarco jurdico. No parece que solidez sea un conceptoque implique necesariamente altas dosis de interven-cin estatal.44

    Debemos considerar finalmente la prolija caracteri-zacin que realiza Juan Pablo II sobre el papel del Es-tado en la economa. Pueden distinguirse tres niveles

    que van desde lo esencial a lo meramente complemen-tario. Un primer nivel esencial: garantizar la libertadindividual y la propiedad, as como un sistema moneta-rio estable y servicios pblicos eficientes "de maneraque quien trabaja y produce pueda gozar de los frutosde su trabajo y, por tanto, se sienta estimulado a reali-zarlo eficiente y honestamente." En segundo lugar,

    "vigilar y encauzar el ejercicio de los derechos huma-nos en el sector econmico; pero en este campo la pri-

    43CA, 42.44Ver nota a pie de pgina n 7 de este trabajo.

    437

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    28/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    mera responsabilidad no es del Estado, sino de cadapersona y de los diversos grupos y asociaciones en quese articula la sociedad." En este nivel, el Papa concedeun amplio campo de accin al poder poltico y enfatizaque no es verdad que "el Estado no tenga ninguna com-petencia en ese mbito, como han afirmado quienespropugnan la ausencia de reglas en la esfera econmi-ca." Esta ltima expresin es desafortunada porquenadie defiende que en el mbito econmico no hayareglas. An quien sostuviera que el Estado no debe ac-tuar en este 'segundo nivel', definitivamente reclamarareglas propias del 'primer nivel'. Existe por ltimo untercer nivel segn el cual "el Estado puede ejercer fun-ciones de suplencia en situaciones excepcionales, cuan-do sectores sociales o sistemas de empresas, demasiadodbiles o en vas de formacin, sean inadecuados parasu cometido." Es decir, en lnea con toda la DSI ante-rior no se prohiben las empresas estatales, pero el Papaadvierte que estas intervenciones slo se justifican porrazones urgentes y que "en la medida de lo posible de-ben ser limitadas temporalmente, para no privar esta-

    blemente de sus competencias a dichos sectores socia-les y sistemas de empresas y para no ampliar excesiva-mente el mbito de intervencin estatal de manera per-judicial para la libertad tanto econmica como civil."45

    Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (2004)

    El Compendio de la Doctrina social de la Iglesia publi-cado en el ao 2004 por el Pontificio Consejo Justicia y

    45CA, 48.

    438

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    29/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Paz, expone el Magisterio social desde Len XIII hastaJuan Pablo II de modo integral y sistemtico, lo cualfacilita el anlisis. Uno de los prrafos ms claros en loque respecta a la tesis que sostengo en este trabajo es elsiguiente:

    "La doctrina social de la Iglesia considera la libertadde la persona en campo econmico un valor funda-

    mental y un derecho inalienable que hay que promo-ver y tutelar." (...) "... la libre y responsable iniciativaen campo econmico puede definirse tambin comoun acto que revela la humanidad del hombre en cuantosujeto creativo y relacional. La iniciativa econmicadebe gozar, por tanto, de un amplio espacio. El Estadotiene la obligacin moral de imponer vnculos restric-

    tivos slo en orden a las incompatibilidades entre lapersecucin del bien comn y el tipo de actividadeconmica puesta en marcha, o sus modalidades dedesarrollo."46

    Una vez ms se afirma que debe haber libertad econ-mica exigencia de la dignidad humana-, y que el Esta-do debe intervenir slo si la actividad que se realiza esincompatible con el bien comn consecuencialismo-.Segn esto, parece que sera posible que el Estado notuviera que intervenir: si la actividad econmica se de-sarrolla espontneamente favoreciendo el bien co-mn.47 Sin embargo, el mismo Compendio dice quemercado y Estado deben ser complementarios, y por lo

    46CDSI, 336.47Se presupone que el Estado sostiene un marco jurdico que pro-tege la vida, la libertad y la propiedad de las personas, pero esto noes intervencin. Cfr. Nota n 7.

    439

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    30/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    tanto, parece que necesariamente debera intervenirpara hacer posible el bien comn. Veamos las razones:

    "El libre mercado puede proporcionar efectos benfi-cos a la colectividad solamente en presencia de unaorganizacin del Estado que defina y oriente la direc-cin del desarrollo econmico, que haga respetar re-glas justas y transparentes, que intervenga tambin di-

    rectamente, durante el tiempo estrictamente necesario,en los casos en que el mercado no alcanza a obtenerlos resultados de eficiencia deseados y cuando se tratade poner por obra el principio redistributivo. En efec-to, en algunos mbitos, el mercado no es capaz, apo-yndose en sus propios mecanismos, de garantizar unadistribucin equitativa de algunos bienes y serviciosesenciales para el desarrollo humano de los ciudada-nos: en este caso, la complementariedad entre Estadoy mercado es ms necesaria que nunca."48

    Por qu debe intervenir el Estado? Porque el mercadonecesita una orientacin hacia el desarrollo econmico,porque no siempre alcanza la eficiencia deseada y por-que no es capaz de distribuir equitativamente algunosbienes. En la medida en que estas afirmaciones seandiscutibles y en el campo econmico de hecho se dis-cuten- tambin ser discutible que el Estado deba res-tringir la libertad econmica.

    III.- Balance de estas enseanzas

    48CDSI, 353. Este es el nico lugar en el que el Compendio men-ciona el "principio redistributivo".

    440

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    31/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    En general los especialistas coinciden en que Centesi-mus annus ha introducido importantes novedades enmateria econmica. As lo describe Camacho:

    "A diferencia de todos los documentos anteriores, in-cluidos los del propio Juan Pablo II, capitalismo y co-lectivismo se contemplan ahora [en CA] no slo comoun sistema econmico, sino como un conjunto com-

    pacto de tres sistemas: sistema econmico, sistemapoltico, y sistema tico-cultural. ...""En pocas palabras, cabe decir que 'Centesimus annus'analiza y critica el sistema econmico del capitalismo-la economa de mercado- as como su sistema polti-co -la democracia pluralista-. Las deficiencias de unoy otro no radican ni en el mercado ni en la democraciaen cuanto tales, sino en el sistema de valores (o siste-ma tico-cultural) que inspira a ambos."49

    Rocco Buttiglione considera que esta encclica repre-senta un renacimiento en la DSI porque "[l]a Iglesiacatlica se ha dado cuenta de nuestras nuevas circuns-tancias y polticas, y esos cambios han facilitado que laIglesia vislumbre la libertad, especficamente la libertadeconmica, como un imperativo moral."50 De este mo-do, el juicio de la Iglesia sobre el mercado libre esesencialmente moral porque "Dios cre a cada persona

    49 CAMACHO, Ildefonso: Iglesia y nuevo orden econmico, IV

    Simposio Internacional de Teologa, Mxico, 1997, en Una nuevavoz para nuestra poca -CD-ROM-, Universidad Pontificia Comi-llas, Madrid, 2001, p. 15.50BUTTIGLIONE, Rocco, El mandato moral de la libertad, (tra-duccin de Gabriel Zanotti), en:http://www.acton.org/es/publicac/mandato.html .

    441

    http://www.acton.org/es/publicac/mandato.htmlhttp://www.acton.org/es/publicac/mandato.html
  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    32/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    para que elija libremente la verdad, y un orden econ-mico es parte del orden de la libertad humana."51

    Otro aspecto interesante destacado por el filsofoitaliano tiene que ver con la distribucin y la produc-cin de riqueza:

    "Tradicionalmente la Iglesia se interes fundamental-mente en la distribucin de la riqueza ms que en su

    creacin. Esto es comprensible ya que si se entiende lacreacin de la riqueza como una tarea de Dios y de lanaturaleza, entonces el buen terrateniente es quien dis-tribuye libremente las riquezas de la tierra que le fue-ron libremente otorgadas. Pero en el siglo XX, la ri-queza del empresario depende de sus inversiones; elempresario siempre debe comprar mejores maquina-

    rias y producir reservas para los aos adversos. Elempresario es ms rico que el viejo terrateniente; sinembargo, su bienestar est siempre en riesgo: cadaao puede perder algo; cada ciclo de produccin po-dra convertirlo en pobre. El empresario tiene por ellouna actitud diferente y debe trabajar de modo diferen-te al del viejo terrateniente, ya que vive en un mundodonde el recurso econmico central es la inteligencia

    humana y la virtud, la sntesis de lo que podra llamar-se 'laboriosidad'."52

    A propsito de la distincin entre poltica, economa ycultura, Buttiglione considera que "una sociedad libre,poltica y econmicamente, exige cierto mbito de va-lores no generados por esa sociedad, y por eso deben

    51 BUTTIGLIONE, Rocco, El mandato moral de la libertad, op.cit.52 BUTTIGLIONE, Rocco, El mandato moral de la libertad, op.cit.

    442

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    33/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    ser generados por alguna otra cosa. La Iglesia se ofrecea s misma como el agente responsable en la enseanzade estos valores en el milenio que llega."53

    Michael Noval coincide con Buttiglione en que aho-ra el gran desafo para los cristianos se da en el planode la cultura:

    "El Papa Juan Pablo II considera en la actualidad unaestructura social tripartita, compuesta por un sistemapoltico libre, una economa libre y una cultura de lalibertad. Afirma en efecto que el gran debate de estesiglo finaliz en favor de la democracia; y que el grandebate econmico finaliz en favor del capitalismocomprendido en forma correcta. Insiste en que nos es-pera una lucha formidable respecto a la cultura de la

    libertad. Si tenemos la poltica y la economa ms omenos bien orientada, cmo deberamos darle formaa nuestra cultura? Estas son las preguntas subyacentesque plantea Centesimus annus para el siglo prxi-mo."54

    La DSI ha ganado ciertamente en claridad en cuanto ala defensa de la libertad econmica, pero es exageradodecir que este principio constituye una novedad de Cen-tesimun annus, como ya hemos visto. La visin actuali-zada de economa que presenta este documento es decapital importancia, porque si la capacidad de conoci-miento y la creatividad de los hombres son fuentes pri-mordiales de riqueza, entonces para luchar contra la

    53 BUTTIGLIONE, Rocco, El mandato moral de la libertad, op.cit.54NOVAK, Michael: Libertad con justicia. El pensamiento socialcatlico y las instituciones liberales, Emec Editores, Buenos Ai-res, 1992, p. 337.

    443

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    34/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    pobreza, es indispensable un sistema econmico -ytambin poltico y cultural- que fomente ese conoci-miento y libere esa creatividad, es decir, un sistema delibertad.

    Como pudimos ver, la DSI no cree que ese sistemade libertad sea incompatible con la intervencin estatal-y Centesimus annus no es la excepcin en este punto-,ms an, todo parece indicar que alguna intervencin esconsiderada necesaria para garantizar el buen funcio-namiento de una economa libre. Pero el fundamento deesta ltima tesis ya no es la antropologa cristiana, sinoel anlisis social y econmico, y este campo de investi-gacin goza de autonoma con respecto a la autoridaddel Magisterio.

    Con respecto a esto, creo que sera muy til una pro-funda investigacin para determinar qu tipo de anlisiseconmico subyace en la DSI. Esa investigacin podraarrojar luz acerca de las verdaderas razones de los te-mores y reservas que la economa de libre mercado haproducido en el pensamiento catlico. William Luckeysostiene que los orgenes intelectuales de la enseanza

    social catlica sobre economa se apoyan en el pensa-miento de la escuela histrica alemana.55 A la influen-cia de esta escuela se debera que el Magisterio acepta-ra un estereotipo negativo del capitalismo, y que adop-tara una visin no del todo adecuada de la economacomo ciencia. Ms all de lo acertado o no de esta tesis,es claro que nos encontramos en un terreno -el del an-

    55 Cfr. LUCKEY, William: The intellectual origins of moderncatholic social teaching on economics. An extension of a theme ofJess Huerta de Soto, Austrian Scholar Conference, Auburn Uni-versity, March 23-25, 2000, enhttp://www.mises.org/journals/scholar/lucky6.pdf.

    444

    http://www.mises.org/journals/scholar/lucky6.pdfhttp://www.mises.org/journals/scholar/lucky6.pdf
  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    35/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    lisis econmico- que goza de autonoma con respecto ala Revelacin cristiana. Es compresible que el Magiste-rio deba recurrir al auxilio del anlisis econmico parapoder emitir un juicio tico sobre la realidad, pero no estarea del Magisterio determinar cul es la teora eco-nmica correcta. Por lo tanto, la crtica a estos elemen-tos contingentes de la enseanza social de la Iglesia noafecta en absoluto la verdad de la Revelacin cristianani la validez de los principios de la ley moral natural.Los principios y valores de la DSI pueden ser compati-bles con diversos enfoques sobre la economa comociencia y con diversas propuestas de poltica econmi-ca. Aun cuando el Magisterio parezca servirse de untipo particular de anlisis econmico nunca claramen-te explicitado-, es evidente que el fiel catlico, en casode tener buenas razones, puede disentir en ese camposiempre que no contradiga las verdades de la fe y lamoral cristiana incluida la ley moral natural.56IV.- El valor de la libertad

    Afortunadamente algunos economistas actuales se dan

    cuenta que la principal razn para defender la economade mercado no es la eficiencia sino el valor de la liber-tad:

    56Un muy buen ejemplo de esto lo constituye el trabajo de GabrielZanotti. El autor ha demostrado que la teora austraca del proceso

    de mercado (Mises, Hayek, Kirzner) no se contradice con los prin-cipios del derecho natural en los que se funda la DSI. Zanotti sos-tiene que dicha teora al igual que cualquier otra teora econmi-ca- no se deduce de la DSI, pero es compatible con la misma. Cfr.:ZANOTTI, Gabriel: Economa de mercado y Doctrina social de laIglesia, Buenos Aires, 2005.

    445

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    36/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Estar genricamente en contra de los mercados sera

    casi tan raro como estar genricamente en contra delas conversaciones entre los individuos (aun cuandoalgunas sean detestables y causen problemas a otros oincluso a los mismos que conversan). La libertad paraintercambiar palabras, bienes o regalos no necesitauna justificacin defensiva basada en sus efectos favo-rables, aunque distantes; forma parte del modo en que

    los seres humanos viven en sociedad y se interrelacio-nan (a menos que se les impida por ley o por decreto).La contribucin del mecanismo del mercado al creci-miento econmico es importante, por supuesto, peroslo una vez que se reconoce la importancia directa dela libertad para intercambiar palabras, bienes o rega-los.57

    Al mismo tiempo, -lamentablemente- algunos telogos

    todava ven en el mercado slo un mecanismo de dudo-sa eficiencia, y en el sistema capitalista slo ven ele-mentos incompatibles con los valores cristianos.58

    57 SEN, Amartya: Desarrollo y libertad, Planeta, Buenos Aires,2000, p. 22. En la misma lnea se expresa John Hicks, recordando

    que la visin de los clsicos no coincida con la de la mayora delos economistas contemporneos: Los principios liberales o con-trarios a la interferencia de los economistas clsicos (smithianos oricardianos) no eran, para empezar, principios econmicos; eranuna aplicacin a la economa de los principios cuyo campo deaplicacin se pensaba que era mucho ms amplio. La tesis de quela libertad econmica contribua a la eficiencia econmica no erams que un argumento secundario... Lo que cuestiono es si tene-

    mos alguna justificacin para olvidar, tanto como hemos hecho lamayora de nosotros, la otra cara del argumento. Citado por SEN,Amartya: op. cit., p. 46, de HICKS, John: Wealth and Welfare,Basil Blackwell Oxford, 1981, p. 138.58 Cfr. ESPEJA, Jess: El neoliberalismo desde la moral socialcristiana, Ciencia Tomista 128/1 (Enero-Abril 2001) p. 137-163,

    446

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    37/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Segn William Luckey el principal obstculo paraaceptar la libertad que es necesaria y debida al hombreen las esferas econmica y poltica, es la incapacidad demuchos cristianos -incluidos los acadmicos- de tratarcon la existencia del mal en la sociedad.59 Pero la nece-sidad de luchar contra el mal no puede ser argumentopara no aceptar la libertad que la dignidad de la personaexige:

    "Si el hombre, haciendo su trabajo 'refleja la mismaaccin del Creador del universo', entonces l tambinnecesita la libertad, como Dios tambin es libre. Porlo tanto, esto excluye demasiada supervisin guber-namental ms all de ciertos lmites bien definidos. Siel hombre va a ser libre para realizar su acto creativo,

    lo que generalmente sucede en una sociedad sern lasacciones de innumerables hombres realizando sumisma funcin a imitacin del Creador." A pesar delos inconvenientes, la libertad "es el precio del flore-cimiento humano."60

    A continuacin el autor cita a Santo Toms para quien

    la ley positiva no tiene por funcin prohibir todos losvicios, sino principalmente aquellas cosas que daan alos dems y sin cuya prohibicin la sociedad no podraconservarse.61 Por supuesto que la moral -y en especial

    en Una nueva voz para nuestra poca -CD-ROM-, UniversidadPontificia Comillas, Madrid, 2001.59

    Cfr. LUCKEY, William: Catholic reflections on the basis of thepluralist structure of society, en Journal of Markets and Morality,Vol. 5, n. 1 (2002), p. 95.60LUCKEY, William: Catholic reflections, op. cit., pp.107-108.61Summa Theologiae, I-II, Q. 96 a. 2 c.: "La ley humana es puestapara la multitud de los hombres, en la cual la mayor parte es de

    447

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    38/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    la moral cristiana- nos exige mucho ms que esto, perola coaccin jurdica no podr lograr aquello que slopuede ser resultado del buen uso de la libertad. La mo-ral cristiana exige, por otra parte, que el derecho positi-vo tenga lmites en virtud de la eminente dignidad de lapersona. Una vez ms se vuelve relevante la distincinentre mercado y cultura:

    "Cualquiera sea el mrito de las crticas al capitalismoy a los mercados libres propuestas por mis amigos dela derecha y la izquierda, es imperativo que no olvi-demos la importante distincin entre mercado y cultu-ra. Como cualquier institucin, el mercado refleja laconducta de sus participantes. Y la conducta de susparticipantes refleja el estado cado del hombre que se

    manifiesta en la cultura. Si una institucin est funda-da sobre principios cristianos y en la visin cristianadel hombre, como intento sugerir que el capitalismo ylos mercados libres estn, no se sigue necesariamenteque las personas que actan a travs de una tal institu-cin siempre se comportarn de una manera cristiana.Ese es ltimamente un problema de eleccin indivi-dual, y los seres libres tienen la capacidad (y el hom-bre cado tienen la disposicin) para el juicio equivo-cado. Como cristianos, de todos modos, es nuestrodeber pedir la gracia para vivir una vida de virtud, con

    hombres que no son perfectos en la virtud. Por lo tanto, con la ley

    humana no se prohiben todos los vicios de los cuales se abstienenlos virtuosos, sino slo los ms graves de los cuales la mayor partede la multitud se puede abstener y especialmente aquellos queperjudican a otros, sin cuya prohibicin la sociedad humana nopodran conservarse, as con la ley humana se prohiben los homi-cidios, robos y cosas semejantes." (Traduccin propia).

    448

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    39/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    respeto por la dignidad y la libertad de nuestros her-

    manos y hermanas en todas partes."62Novak sostiene que debemos explorar las ideas econ-micas que se han desarrollado ltimamente para descu-brir aliados potenciales en la batalla por mantener lasvirtudes cristianas en el centro de nuestra existenciapersonal y social. La nueva economa ha hecho en este

    sentido contribuciones importantes: ha centrado suatencin en la importancia primordial del capitalhumano (Becker); b) ha destacado el valor moral de laincitativa personal y el emprendimiento; c) se concen-tr en la accin humana y el sujeto humano (Mises); yd) destac el rol central de la eleccin personal ypbli-ca (Buchanam).63

    El economista Jess Huerta de Soto va an ms ally sostiene que "la propia evolucin de la ciencia socialha demostrado que es tericamente imposible hacersecon la informacin necesaria respecto a los beneficios ya los costes derivados de cada accin humana. Esteteorema de la economa moderna tiene su fundamentoen la propia e innata capacidad creativa del ser humano,que continuamente est descubriendo empresarialmentenuevos fines y medios y dando lugar, por tanto, a unflujo de nueva informacin o conocimiento que haceimposible predecir cules sern las futuras consecuen-cias especficas de las diferentes acciones humanas y /o decisiones polticas que se tomen en cada momento."

    62 NOVAK, Michael: Human dignity, personal liberty: themesfrom Abraham Kuyper and Leo XIII, en Journal of Markets andMorality, Vol. 5, n. 1 (2002), p. 60.63 Cfr. NOVAK, Michael: Human dignity, personal liberty, op.cit., pp. 77- 78.

    449

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    40/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Esto contribuye a un resurgir de la tica y del anlisisde la justicia en los estudios sociales, puesto que "elfracaso terico e histrico del consecuencialismo cienti-ficista ha vuelto a dar un papel protagonista a las nor-mas de comportamiento basadas en principios ticos detipo dogmtico, cuyo importantsimo papel como insus-tituibles 'pilotos automticos' del comportamiento y dela libertad humanos comienza de nuevo a ser plenamen-te apreciado, no slo a nivel cientfico, sino, sobre todo,a nivel popular."64

    El mismo autor reconoce, a su vez, que la mismaeconoma de mercado requiere de una fundamentacintica, puesto que las consideraciones de 'eficiencia' tpi-cas de los anlisis econmicos "nunca bastarn, por ssolas, para convencer a todos los que antepongan lasconsideraciones de justicia a aquellas relativas a lasdistintas ideas de 'eficiencia'."65

    Por otra parte, Huerta de Soto tiene una visin muypositiva acerca de la ltima evolucin de la DSI conrespecto al enfoque econmico:

    "[L]a encclica Centesimus annus pone de manifiestocomo la concepcin de la ciencia econmica por partede su redactor se ha modernizado enormemente dandoun importante salto cualitativo desde el punto de vistacientfico, que ha dejado caduca en gran medida la an-tigua doctrina social de la Iglesia Catlica, y que su-pera incluso a importantes sectores de la propia cien-

    64 HUERTA DE SOTO, Jess: Socialismo, corrupcin tica yeconoma de mercado, Cap. VIII de Nuevos estudios de economapoltica, Unin Editorial, Madrid, 2002, p. 194- 195.65 HUERTA DE SOTO, Jess: Socialismo, corrupcin tica yeconoma de mercado, op. cit., p. 196.

    450

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    41/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    cia econmica que hasta ahora han seguido anclados

    en el mecanicismo del paradigma neoclsico-walrasiano, y que no han sido capaces de dar entradaen sus 'modelos' al carcter eminentemente creativo ydinmico de la funcin empresarial. Por primera vezen la historia pues, y gracias a la positiva influencia dela Escuela Austraca de Economa, la doctrina socialde la Iglesia Catlica se ha puesto por delante del pa-

    radigma dominante de la propia ciencia econmicaque hasta ahora ha venido ignorando al ser humanocreativo y sigue anclado en una concepcin estticadel mercado y de la sociedad."66

    Parece que se vislumbran caminos por los cuales latica y la economa pueden encontrarse. Los cristianos,al defender la libertad econmica por su valor moral,debemos esforzarnos por mostrar -terica y prctica-mente- que una economa libre no tiene mejor sustentoque una cultura modelada segn los ideales del cristia-nismo.

    V.- Algunas conclusiones e interrogantesLos argumentos que utiliza la DSI para defender la li-bertad econmica son principalmente de tipo moral,fundados en la dignidad humana y por tanto, absolutos;desde Len XIII que afirmaba el carcter natural delderecho de propiedad privada, hasta Juan Pablo II que

    incluye la libertad de iniciativa en materia econmica

    66 HUERTA DE SOTO, Jess: Socialismo, corrupcin tica yeconoma de mercado, op. cit., p. 208. Estos comentarios se apo-yan en los nmeros 31- 33 de CA.

    451

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    42/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    entre los derechos fundamentales de la persona. Secun-dariamente, encontramos tambin argumentos ms bienconsecuencialistas que justifican la propiedad y la liber-tad en vista de la utilidad o eficiencia econmica.

    En cambio, los argumentos para limitar la libertadson principalmente consecuencialistas, basados en losefectos negativos que producira una economa de mer-cado sin intervencin estatal: excluidos del mercado,desigualdad de la riqueza, abuso de los poderosos, etc.Son argumentos de tipo moral solo indirectamente y demodo condicional: si la libertad econmica produceefectos moralmente inaceptables entonces debe limitar-se, o 'si la ausencia de planificacin estatal dificulta ohace imposible el desarrollo, entonces el Estado debeintervenir, regular y planificar.'

    La cuestin de los efectos de la libertad econmica yde su eventual limitacin son materia propia del anlisiseconmico. Afirmaciones tales como la libertad demercado produce pobreza y marginacin, o la eco-noma socialista es ineficiente, no son verdades evi-dentes ni patrimonio del sentido comn. Ahora bien,

    resulta que en la ciencia econmica no hay consensoacerca de estas cuestiones, aunque s algn consensodominante. No parece que sea tarea del Magisterio di-rimir acerca de cuestiones opinables en economa. Delo cual se sigue que si bien el Magisterio de la Iglesiaparece avalar un tipo de economa libre donde el Estadova mucho ms all de la defensa de la propiedad y la

    libertad,67

    esto ltimo sera materia opinable y si elcristiano tiene buenas razones para creer que un papelms limitado del Estado sera ms conveniente, princi-

    67Cfr. por ejemplo, CA, 19 y 48.

    452

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    43/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    palmente para los ms pobres, no slo puede sentirselibre para defender tal sistema sino que tiene la obliga-cin moral de hacerlo.

    Podemos admitir con Carlos Rodrguez Braun quehay cierta tensin en la enseanza social de la Iglesiaentre la libertad de mercado y su limitacin por va es-tatal, pero no hay contradiccin si se tiene en cuentaque los fundamentos para una y otra cosa son distintos.Sera incoherente afirmar que la dignidad humana exigeel respeto por la libertad econmica y al mismo tiempodemanda suprimirla. Pero como hemos visto, este no esel caso.

    En sintona con toda la tradicin anterior CA sostie-ne que el derecho de propiedad tiene lmites por el des-tino universal de los bienes y que la libertad en el mbi-to econmico no puede ser absoluta. Considero que anivel moral es clara la obligacin de ejercer la libertadeconmica de manera solidaria y, por lo tanto, de usarlos bienes propios de modo que no slo beneficien alpropietario sino tambin a otros. Pero hemos visto queno toda obligacin moral debe convertirse en obliga-

    cin jurdica. No est bien que otro decida el bien queyo debo hacer. Claro que esto implica aceptar la posibi-lidad de que yo no haga el bien. Una economa de mer-cado tiende a ser orientada por las preferencias de losconsumidores. Si stos tienen gustos o deseos moral-mente discutibles, habr empresarios que podrn ganardinero respondiendo a esas demandas cuestionables

    desde un punto de vista tico. Pero an as la dignidadhumana exige que esos consumidores tengan libertadde coaccin para seguir sus preferencias siempre que nose afecten legtimos derechos de terceros.

    453

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    44/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Willian Luckey se pregunta hasta qu punto los ar-gumentos de John Courtney Murray en defensa de lalibertad religiosa basados en la dignidad humana -quetuvieron influencia decisiva en la Declaracin Dignita-tis humanae- pueden extenderse al campo econmico.68La pregunta es interesante porque el propio Murray, nosiendo economista y apoyndose en la DSI, era partida-rio de un tipo de intervencin estatal en el mbito eco-nmico mucho ms amplia que la admitida en la esferareligiosa. Lucky analiza dos artculos de Murray de losaos 1953 y 1961 respectivamente en los cuales el je-suita habla de la intervencin del Estado en el mercado.En el primer artculo, Leo XIII: Two concepts of go-verment, sostiene de acuerdo al principio de subsidia-riedad que la intervencin del Estado debe implemen-tarse para remediar serios males debidos al uso irres-ponsable o al abuso de la libertad y como ltimo recur-so. Dice que la tarea propia del gobierno "no es la in-tervencin sino la promocin, proteccin y defensa deuna vida econmica verdaderamente libre, auto-gobernada y ordenada."69 El segundo artculo, Natural

    Law and Public Consensus, sostiene que "la tendencianatural de una economa individual es hacia una orga-nizacin oligrquica y hacia una independencia de todocontrol poltico, por no decir popular. La decisin por

    68Cfr. LUCKEY, William: Does John Courtney Murray defenseof freedom extend to economics? An austrian perspective, enJournal of Markets and Morality, Vol. 5, n. 2 (2002), pp. 425- 438.69 Citado por LUCKEY, William: Does John Courtney Murraydefense of freedom extend to economics?, op. cit., p. 432.

    454

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    45/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    una democracia econmica no es una decisin econ-mica. Es poltica."70

    El carcter ms estatista del segundo texto se debe,segn Luckey, a que Murray acept una visin del mer-cado ms en lnea con un enfoque keynesiano-galbraithiano. La conclusin de Luckey es la siguiente:

    "... parece que la crtica de Murray a una economa li-bre se basa no en su esencia sino en sus accidentes. Alelogiar una vida econmica libre, autogobernada y or-denada ..., l est diciendo que la economa libre esbuenaper se, pero que tiene propensin a la acumula-cin de poder per accidens, requiriendo ajuste y re-medio gubernamental." Siendo as las cosas, "Si al-guien pudiera haber mostrado a Murray, que muri en

    1968, la idea que de las concentraciones de podereconmico eran en realidad temporarias y beneficio-sas (como en los monopolios naturales), o apoyadaspor el gobierno (como en las compaas elctricas oen mi compaa de cable local), Murray podra habersido persuadido de que su aceptacin del modelo in-tervencionista berliano71 era un error. Los accidentesno cambian la esencia de una cosa sino que solamente

    la modifican."72Podra pensarse en un paralelismo entre la libertad reli-giosa y la libertad econmica a la hora de distinguir la

    70 Citado por LUCKEY, William: Does John Courtney Murray

    defense of freedom extend to economics?, op. cit., p. 431.71De Adolph Berle, abogado y profesor de derecho en Columbiaque particip de la administracin de Roosvelt, y en cuyas ideassobre la economa se apoy Murray.72 LUCKEY, William: Does John Courtney Murray defense offreedom extend to economics?, op. cit., pp. 432- 433.

    455

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    46/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    moral y el derecho. Si leemos cuidadosamenteDignita-tis humanae, se dice que el hombre no tiene libertadmoral en materia religiosa: debe buscar la verdad ydebe adherir a ella una vez descubierta. Adems -y noes un dato menor- dicha verdad existe. Pero no se lereconoce al Estado la potestad jurdica de obligar enesa materia: la dignidad humana exige libertad de coac-cin jurdica. Esto implica por parte de la Iglesia laaceptacin de que quienes difunden el error en materiareligiosa o la simple indiferencia tengan el derecho -civil, no moral- a hacerlo. De la misma manera, anadmitiendo que no hay libertad moral para hacer cual-quier uso de los bienes y para emprender cualquier tipode actividad econmica, no se sigue que no pueda haberlibertad de coaccin legal.

    Hay tambin en Dignitatis humanae un argumentoconsecuencialista -que ciertamente no es el principal-:

    "[U]n rgimen de libertad religiosa contribuye no po-co a favorecer aquel estado de cosas en que los hom-bres puedan ser invitados fcilmente a la fe cristiana, aabrazarla por su propia determinacin y a profesarla

    activamente en toda la ordenacin de la vida."73

    Del mismo modo, un sistema econmicamente mslibre no favorecera la responsabilidad y la solidari-dad? No estimulara la incitativa y el aprendizaje? Nopermitira que todos nos aprovechemos de las cualida-des de todos? No contribuira a crear la prosperidad

    indispensable para vencer la pobreza? Por qu nocreer, incluso, que la caridad privada se incrementara

    73DH, 10.

    456

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    47/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    dado que an existiendo el Estado benefactor resultaindispensable para el socorro de miles de seres huma-nos?

    Si aceptamos el valor moral -fundado en la mismadignidad de la persona- de la libertad de coaccin en elmbito de la economa, entonces seremos extremada-mente cuidadosos a la hora de limitarla en razn de lasdifcilmente justificables consecuencias negativas delejercicio de la libertad. Por otra parte, hasta que puntopueden evaluarse las posibles consecuencias negativasno deseadas de la intervencin? Quienes ante cualquierproblema social reclaman ms intervencin guberna-mental, no presuponen, de modo un tanto acrtico, quela accin del Estado slo producir beneficios y ningnperjuicio?

    Un argumento frecuente para justificar la interven-cin estatal en el mercado es que la distribucin delingreso que se produce es injusta. Pero esa opinin notiende a olvidar que la riqueza es creada por el trabajohumano? La expresin 'la riqueza est muy mal reparti-da' sugiere que despus de producirse alguien decide

    como se distribuye. Pero es evidente que no todos pro-ducimos la misma riqueza econmica y que las riquezasno son distribuidas por un grupo de personas. No quierodecir que cada cual tiene lo que se merece. Hay muchosprivilegios, prebendas, regulaciones indebidas, "protec-ciones" para los ms pobres que los perjudican princi-palmente a ellos, "ayudas" a los mismos pobres que no

    les facilitan superar la situacin. Al contrario de lo quehabitualmente se sostiene, no parece fcil atribuir lallamada "falla" (desempleo, recesin, marginacin) almercado libre, cuando lo que en realidad existe es mer-

    457

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    48/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    cado intervenido. Es evidente acaso que la responsablede los males es la libertad y no la intervencin?

    Cuanto ms se permita que el Estado intervenga yacte a discrecin en la economa, ms rentables sernpara los grupos de inters -empresarios y sindicalistas,por ejemplo- las energas invertidas en obtener benefi-cios sectoriales en forma de protecciones, prebendas,monopolios, y regulaciones especiales que terminanperjudicando a los consumidores. El problema aqu esel poder poltico y no el llamado poder econmico. Sila libertad y la propiedad estuvieran realmente garanti-zadas qu podran imponernos las grandes empresas?Podra el hipottico 'rey del calzado' imponernos comoun dictador el tipo de zapato que a l se le ocurra?

    Los gobiernos monopolizan la moneda y manipulanel crdito, se endeudan por montos exorbitantes quehipotecan el futuro de generaciones, cobran impuestosque van desde un tercio a ms de la mitad de la riquezaproducida por los trabajadores, y ponen todo tipo detrabas a la libre empresa, a la contratacin laboral y alos intercambios comerciales: no parece una situacin

    compatible con el respeto a la dignidad humana. Y envista de este panorama, una vez ms, parece muy difciljustificar que el responsable de los problemas socialeses el mercado demasiado libre.

    En suma, los cristianos debemos defender de modoirrenunciable la dignidad y la libertad de las personas,incluida la libertad de iniciativa econmica. Podemos

    pensar adems que es conveniente algn grado de res-triccin a la libertad econmica para el mejor desarrollode todos. Pero la justificacin de la intervencin estatalno podr realizarse slo en base a la antropologa cris-tiana y el derecho natural; estar fundada en nuestra

    458

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    49/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    interpretacin acerca de los efectos que produce unsistema econmico libre y acerca de los efectos quepuede tener la accin coactiva del gobierno. Siendoestas ltimas cuestiones opinables desde el punto devista de la Fe y la moral cristianas, y muy discutidas enlas ciencias sociales, no debera asombrarnos que loscristianos tengamos al respecto diferencias notables.

    459

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    50/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    Bibliografa

    Documentos del Magisterio

    [GS] Concilio Vaticano II: Constitucin Pastoral Gau-dium et spes, 1965.

    [DH] Concilio Vaticano II. Declaracin Dignitatishumanae, 1965.

    [CA] Juan Pablo II: Encclica Centesimus annus, 1991.[LE] Juan Pablo II: EncclicaLaborem exercens, 1981.[SRS] Juan Pablo II: Encclica Sollicitudo rei socialis,

    1987.[MM] Juan XXIII: EncclicaMater et Magistra, 1961.[RN] Len XIII: EnclciaRerum Novarum, 1981.[PP] Pablo VI: Encclica Populorum progressio, 1967.[OA] Pablo VI: Exhortacin apostlica Octogesima

    adveniens, 1971.[QA] Po XI: Encclica Quadragesimo anno, 1931.[CDSI] Pontificio Consejos Justicia y Paz: Compendio

    de la Doctrina Social de la Iglesia, 2004.

    Bibliografa general

    ABAD BUIL, Jos Mara: Juicio crtico sobre el capi-talismo, BAC, Madrid, 1977, en Una nueva vozpara nuestra poca -CD-ROM-, UniversidadPontificia Comillas, Madrid, 2001.

    BELAUNDE, Csar H.: Doctrina Econmico-Social,Buenos Aires, Claretiana,1980.BUTTIGLIONE, Rocco,El mandato moral de la liber-

    tad, (traduccin de Gabriel Zanotti), enhttp://www.acton.org/es/publicac/mandato.html.

    460

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    51/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    CAMACHO, Ildefonso: Iglesia y nuevo orden econ-mico, IV Simposio Internacional de Teologa,Mxico, 1997, en Una nueva voz para nuestrapoca -CD-ROM-, Universidad Pontificia Comi-llas, Madrid, 2001.

    ESPEJA, Jess: El neoliberalismo desde la moral so-cial cristiana, Ciencia Tomista 128/1 (Enero-Abril 2001) p. 137-163, en Una nueva voz paranuestra poca -CD-ROM-, Universidad PontificiaComillas, Madrid, 2001.

    HUERTA DE SOTO, Jess: Socialismo, corrupcintica y economa de mercado, Cap. VIII de Nue-vos estudios de economa poltica, Unin Edito-rial, Madrid, 2002, enhttp://www.jesushuertadesoto.com/pdf_nuevosestudios

    LUCKEY, William: Catholic reflections on the basis ofthe pluralist structure of society, en Journal ofMarkets and Morality, Vol. 5, n. 1 (2002), pp. 95-111.

    ________________,: Does John Courtney Murray de-

    fense of freedom extend to economics? An aus-trian perspective, enJournal of Markets and Mo-rality, Vol. 5, n. 2 (2002), pp. 425- 438.

    ________________,: The intellectual origins of moderncatholic social teaching on economics. An exten-

    sion of a theme of Jess Huerta de Soto, AustrianScholars Conference, Auburn University, March

    23-25, 2000, enhttp://www.mises.org/journals/scholar/lucky6.pdfMISES. Ludwig von:La causa de la crisis econmica,

    conferencia pronunciada el 23 de febrero de1931, en Checoslovaquia, ante una asamblea de

    461

  • 7/30/2019 LA LIBERTAD ECONMICA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

    52/52

    Revista Libertas XIII: 44 (Mayo 2006)Instituto Universitario ESEADE

    www.eseade.edu.ar

    industriales alemanes. En MISES, Ludwig von:On the Manipulation of Money and Credit, FreeMarket Books, New York, 1978.

    NOVAK, Michael: Human dignity, personal liberty:themes from Abraham Kuyper and Leo XIII, enJournal of Markets and Morality, Vol. 5, n. 1(2002), pp. 59- 85.

    ________________,: Libertad con justicia. El pensa-miento social catlico y las instituciones libera-

    les, Emec Editores, Buenos Aires, 1992.RODRIGUEZ BRAUN, Carlos: Tensin econmica en

    la Centesimus annus, en Empresa y humanismo,vol. II N 2/00, 2000, pp. 473-492. Uso la versinpublicada enhttp://www.liberalismo.org/articulo/147/245.

    SANZ DE DIEGO, Rafael Mara: Evolucin de la DSIante la propiedad y ante el capitalismo-

    colectivismo, en Una nueva voz para nuestrapoca -CD-ROM-, Universidad Pontificia Comi-llas, Madrid, 2001.

    SEN, Amartya: Desarrollo y libertad, Planeta, Buenos

    Aires, 2000.ZANOTTI, Gabriel: Economa de mercado y Doctrinasocial de la Iglesia, Buenos Aires, 2005.