La Movilización Por La Educación

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CAMILO ERNESTO VILLEGAS RONDON LA MOVILIZACION POR LA EDUCACION EN COLOMBIA, APUESTA POR LA CONSTRUCCION DE GLOBALIZACION ALTERNATIVA REVISTA DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

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Artículo realizado por el Investigador Camilo Ernesto Villegas Rondón, mediante el cual realiza una reflexión sobre el movimiento pedagógico como una alternativa a una globalización humanizadora que permita efectuar dinámicas emancipadoras del sistema neoliberal

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  • CAMILO ERNESTO VILLEGAS RONDON

    LA MOVILIZACION POR LA EDUCACION EN COLOMBIA,APUESTA POR LA CONSTRUCCION DE

    GLOBALIZACION ALTERNATIVA

    REVISTA DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

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    ISSN 1794-600X NUMERO 2enero - diciembre de 2009

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    LA MOVILIZACION POR LA EDUCACION EN COLOMBIA, APUESTA POR LA CONSTRUCCION DE GLOBALIZACION

    ALTERNATIVA*

    THE MOBILIZATION FOR EDUCATION IN COLOMBIA: A STAKE FOR THE CONSTRUCTION OF ALTERNATIVE

    GLOBALIZATION

    A MOVIMENTAO PELA EDUCAO NA COLMBIA, APOSTA PELA CONSTRUO DA GLOBALIZAO

    ALTERNATIVA

    CAMILO ERNESTO VILLEGAS RONDON**

    Universidad Colegio Mayor de CundinamarcaRecibido: 30-11-2009. Aceptado: 19-12-2009

    Es que la democratizacin de la desvergenza que se ha adueado del pas, la falta de respeto a la cosa pblica, la impunidad, se han profundizado y generalizado tanto que la Nacin ha empezado a ponerse de pie, a protestar. Los jvenes y los adolescentes tambin salen a la calle, critican, exigen seriedad y transparencia. El pueblo clama contra las pruebas de desfachatez. Las plazas pblicas se llenan de nuevo. Hay una esperanza, no importa que no sea siempre audaz, en las esquinas de las calles, en el cuerpo de cada una y de cada uno de nosotros. Es como si la mayora de la Nacin fuera asaltada por una incontenible necesidad de vomitar ante tamaa desvergenza.

    Freire, Pablo. 1993. Pedagoga de la Esperanza. 6. Sexta edicin en espaol. Mxico D.F.: Siglo Veintiuno Editores, S.A. , 2005, pp. 7-8.

    RESUMEN

    Con el artculo se presenta una mirada que en el terreno del deber ser propone el autor respecto a los movimientos sociales por la educacin en Colombia. La reflexin se agota desde el papel del maestro en la construccin de espacios de resistencia donde se cualifiquen sujetos polticos, all, se asume la pedagoga como medio de transformacin, reconfiguracin y deconstruccin de un discurso contrahegemnico cuyo norte sea el respeto de la dignidad humana, la defensa de la educacin como derecho fundamental. Plantea como posibilidad la participacin de los renovados sujetos polticos y movimientos sociales por la educacin en el agenciamiento y la elaboracin de las polticas pblicas, reflejo de una propuesta alternativa a la globalizacin como el paradigma que ha alimentado las reformas a la educacin en sacrificio de los derechos fundamentales de los marginados.

    PALABRAS CLAVE

    Derecho a la educacin, dignidad humana, globalizacin, movilizaciones del sector educativo, maestro, sujeto poltico, poltica pblica, pedagoga, Estado social de derecho.

    * Este escrito es fruto de las reflexiones realizadas por el autor en el mbito de construccin de la tesis con la que pretende optar al titulo de la Maestra en Educacin que desarrolla actualmente en la Universidad Pedaggica Nacional.

    ** Abogado de la Universidad Nacional de Colombia, Especialista en Instituciones Jurdico-penales, adelanta estudios de Maestra en Educacin en la Universidad Pedaggica Nacional. Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca.

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    ABSTRACT

    With the article presents a look at the terrain of what should be proposed by the author on social movements in education in Colombia. The reflection is exhausted from the teachers role in the construction of spaces of resistance where qualifying political subjects, there is assumed pedagogy as a means of transformation, deconstruction and reconfiguration of a counter-hegemonic discourse whose north is respect for human dignity, defense of education as a fundamental right. Posed as possible the participation of political subjects and renewed social movements in education agencies and the public policy making, reflecting an alternative to globalization as the paradigm that has fueled education reforms in the slaughter of fundamental rights of the marginalized.

    KEY WORDS

    Right to education. Dignity. Globalization. Mobilization of the education sector. Teacher. Political subjects. Public Policy. Pedagogy. Social State of Law.

    RESUMO

    Com o artigo se d uma olhada que no terreno do dever ser prope o autor a respeito dos movimentos sociais pela educao na Colmbia. A reflexo esgota-se desde o rol do mestre na construo de espaos de resistncia onde se qualifiquem sujeitos polticos, assume-se a pedagogia como meio de transformao, reconfigurao e reconstruo de um discurso contra-hegemnico cuja bussola seja o respeito pela dignidade humana, a defesa da educao como direito fundamental. Esboa como possibilidade a participao dos renovados sujeitos polticos e movimentos sociais pela educao no agenciamento e a elaborao das polticas pblicas, reflexo de uma proposta alternativa globalizao como o paradigma que tem alimentado as reformas educao em sacrifcio dos direitos fundamentais dos marginados.

    PALAVRAS CHAVE

    Direito educao. Dignidade Humana. Globalizao. Movimentaes do setor educacional. Mestre. Sujeito Poltico. Poltica Pblica. Pedagogia. Estado Social de Direito.

    INTRODUCCION

    Al referirnos a las movilizaciones y resistencia del sector educativo necesariamente debemos empezar por plantear aqu que entendemos la educacin como un derecho, comn a todos los individuos miembros del contrato, desarrollo del principio de la dignidad humana. Afirmacin que puede parecer contradictoria en una sociedad como la colombiana, regida por los parmetros del modelo que tiende hacia un Estado cada vez ms pequeo y despreocupado de sus obligaciones para con los asociados.

    La realizacin del derecho a la educacin con sus caractersticas y distintos elementos sigue siendo un privilegio en Colombia. Nos enfrentamos a un problema que consiste en la reproduccin y perpetuacin de un mensaje que cal en lo profundo del sistema, representado en la insercin de personas en el sistema productivo como masa acrtica, mano de obra barata. Sin lugar a dudas nuestro contexto, como nunca antes, se caracteriza por el inters en la educacin para la sociedad como parte del proyecto tecnolgico de la globalizacin que se soporta en el conocimiento1.

    1 Meja J, Marco Ral. Los movimientos pedaggicos en tiempos de globalizacin y contrarreforma educativa. Nodos y Nudos Volumen 2 N 18. (enero-junio de 2005): 10.

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    No se puede afirmar hoy que el derecho a la educacin sea parte de un proyecto de calidad de vida mientras los derechos fundamentales no sean objeto de proteccin del Estado en su integridad y a este le sea oponible su vulneracin por accin u omisin. Aqu uno de los pilares sobre los que debe reposar la construccin de la dignidad humana.

    LA INQUIETUD QUE SE PRETENDE TRABAJAR

    De este introito surge la pregunta por el papel del maestro, la pedagoga y los movimientos sociales por la educacin, en procura de escenarios de resistencia que posibiliten alternativas a la globalizacin como paradigma, ante la realidad social nacional y la evidente vulneracin de la dignidad humana por la va de sacrificio del derecho fundamental a la educacin como efecto de la perpetuacin de un modelo econmico, poltico y social que se reproduce como consecuencia de la normalizacin enajenacin que permite la apropiacin de un discurso hasta ahora hegemnico.

    Metodolgicamente la inquietud planteada se abordar en el desarrollo del escrito, a manera de un anlisis que tiene la pretensin de perfilarse como el ejercicio crtico de una postura que tiene relacin con el derecho, la sociologa y la pedagoga, que bien se puede enmarcar en una propuesta de construccin de un discurso contrahegemnico, respuesta a los vejmenes del statu quo.

    Los insumos de este trabajo no son otros que el anlisis documental, el que permite el acercamiento a documentos que versan sobre el contenido del derecho a la educacin y los aportes de expertos sobre el tema de las movilizaciones o los movimientos sociales por la educacin.

    DESARROLLO Y RESULTADOS DE LA PROPUESTA DE ANALISIS

    Resulta relevante para el propsito de este escrito el reconocimiento no solo del maestro sino de todos los que hacen parte de la comunidad acadmica de la importancia de ser sujetos polticos frente a la materializacin del derecho a la educacin. Ms all de la satisfaccin de los derechos humanos, especficamente el derecho a la educacin endilgable al Estado, es preocupante la poca apropiacin que tienen de este los docentes, estudiantes y ciudadanos en general sobre sus caractersticas, titulares y obligados.

    Ante la situacin del pas y en trminos de satisfaccin no solo del derecho a la educacin, sino de condiciones mnimas de vida digna, la mirada parece desesperanzadora en torno a la relevancia de la educacin como derecho fundamental que debe ejercer todo ciudadano en estricto cumplimiento del principio de igualdad.

    Las obligaciones del Estado, por mandato constitucional en lo que al derecho interno e internacional se refieren, se dejan de lado para dar paso a la perspectiva del desarrollo humano donde la educacin simplemente es un medio para formar mano de obra calificada pero barata.

    Aun en el escenario de diseo e implementacin de polticas pblicas en materia educativa se tiene como problemtica la construccin de un discurso que se apropie por la comunidad, por los sujetos que recepcionan la poltica, pues estos son los reproductores y defensores de este como camino a la verificacin de sus derechos fundamentales.

    De lo contrario, el escenario se mantiene en una percepcin netamente asistencialista de la accin estatal, sin que se reivindique la esencia ius filosofica de la educacin como concepto y derecho, del que deben ser destinatarios no solo los privilegiados, sino todo ser humano sin distingo de ningn tipo.

    La profesora Mara Cristina Martnez nos indica, a partir de una postura foucaultiana, en su interpretacin de la teora del contrato social como parte del discurso filosfico-jurdico

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    del liberalismo, cmo se justific la circulacin de dispositivos que posicionaron un saber determinado. Para nuestro caso, desde el derecho de soberana y la idea de un contrato social, se ocultan procesos de sujecin de un poder disciplinario que opera desde la normalizacin y pacificacin dirigida a la obtencin de sujetos obedientes (que se inserten en el sistema de produccin) que interioricen la normas, los valores, las rdenes sin necesidad de coercin2.

    Entonces, es fundamental la comprensin del reformismo basado en la concepcin de su carcter normal cuando el cambio social se puede normalizar. En trminos de nuestro contexto de investigacin importa la idea del sujeto inmerso en la lgica basada en la simetra entre mejora y repeticin, pues aparecen como dispositivos que permiten dicha normalizacin, el derecho, el sistema educativo y la identidad cultural3. Aqu una primera puntada sobre los campos hacia los cuales se debe dirigir la movilizacin pedaggica del siglo XXI, en la medida que se piensa no en la normalizacin sino en la constitucin de sujetos polticos desde las prcticas pedaggicas.

    El reformismo del que podemos decir que hemos sido vctimas ha garantizado la repeticin de condiciones sociales que no mejoran y que al mejorar lastimosamente no se repiten, esto se explica de repente en su carcter capitalista y a su vez anticapitalista, adems de ser un paradigma de aceptacin transnacional e internacional en detrimento de la movilizacin por la educacin.

    Cuando hablamos de eliminar las formas que atentan contra el derecho a la educacin, necesariamente se debe apuntar a la extincin de la educacin pobre para pobres, para la futura mano de obra enajenada y normalizada, educacin de pobre calidad para las masas acrticas que eligen sin conciencia sus futuros verdugos para que administren lo poco que queda de cosa pblica.

    Carecemos de una poltica de Estado que se fortalezca en el tiempo y permita la apropiacin de un deber ser como lenguaje del ser de los derechos fundamentales, para que estos se reconozcan con un criterio universal y no resulte la tarea de quienes hemos entrado en la esfera del sujeto poltico, que transforma o desea transformar la realidad, un sueo cuya legitimidad se construye a nivel de discurso en la academia pero no goza de praxis.

    Aqu es donde cabe el diagnstico de la movilizacin por la educacin que nos aporta Marco Ral Meja, pues invoca la necesidad de edificar un movimiento pedaggico que, construyendo las agendas de este tiempo, encuentre su vigencia y el proceso con el cual va a construirse lo poltico-pedaggico del nuevo milenio.

    La propuesta consiste en la deconstruccin del movimiento para reconstruirlo, pues se hace inminente un anlisis concienzudo de lo que es y ha sido para recuperar sus grandes vetas crticas; no es posible ir a lo nuevo sin recuperar la tradicin, a lo que se debe sumar un anlisis juicioso de los nuevos dispositivos de saber y conocimiento que se desarrollan para encontrar las fisuras que deja el modelo actualmente en boga y desde estas construir la crtica y propuestas4.

    La interpretacin que merece la implementacin de una poltica, que en su arraigo neoliberal asume la educacin como mercanca, es la de una que se desarrolla en detrimento de los derechos de los ciudadanos y la educacin pblica, amenaza con desaparecer lo pblico como consecuencia de la privatizacin. Esto se sustenta en que para el gobierno colombiano, la educacin pblica representa un sector susceptible de ser involucrado en el comercio de servicios, que en consonancia con la ortodoxia neoliberal se debe convertir en una mercanca, un bien transable5.

    2 Martnez Pineda, Mara Cristina. Redes Pedaggicas: La constitucin del maestro como sujeto poltico. Bogot D.C.: Editorial Magisterio, 2008, p. 75. 3 De Souza Santos, Boaventura. El milenio hurfano. Madrid: Editorial Trota, pp. 311-312.4 Meja J, Marco Ral. 2005. Op. cit. pp. 16-17.5 Estrada lvarez, Jairo. Tendencias recientes de la poltica en educacin superior. Mercantilizacin, endeudamiento y transnacionalizacin. Bogot D. C.: 7 Congreso Nacional de Profesores Universitarios de Colombia. Bogot, D. C., 15 de octubre de 2004, p. 20.

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    El discurso presente en la poltica en educacin tiene particular inters en materia de investigacin no por el hecho de ser expresin de la prctica social, s por contribuir a determinados fines, dentro de los que se destaca ejercer poder en todos los efectos.

    Contamos con un escenario propicio para empezar a meditar el lugar de las movilizaciones por la educacin, pues est en marcha la contrarreforma educativa de corte neoliberal que afecta toda la vida escolar y el derecho a la educacin en la medida que se somete a criterios de eficiencia y eficacia del mercado y la produccin que, en defensa de la cobertura, sacrifica la calidad y olvida las particularidades sociales de nuestra formacin y construye una tecnocracia escolar sin contexto.

    De lo anterior, se colige que nos encontramos en tiempos donde la educacin es un hecho tcnico, exento de intereses y administrado por tecncratas que basados en su objetividad se convierten en evaluadores y construyen una convalidacin de una cultura y forma de conocimiento hegemnico6.

    Entonces, resulta prudente reconocer la diversidad mltiple y variada que es inherente a los tambin mltiples movimientos pedaggicos, cuya virtud est relacionada con la capacidad de construccin de una coordinacin no centralizada que permita la conexin entre lo existente y las particularidades de su poca. La deconstruccin y la reconstruccin tienen como base un gran sentido de imaginacin y capacidad de creacin colectiva para aglutinar sin imponer hegemonas.

    Actualmente, emerge un nuevo discurso crtico y un tejido social que permite la construccin de sociedad desde la educacin en medio de las resistencias, sumndose a la edificacin de alternativas diseminadas en los espacios locales y en infinidad de comunidades de escuelas y aulas del pas.

    Tenemos como desafo tres tareas prioritarias en la recomposicin necesaria y urgente que caracteriza la propuesta de trabajo futuro de Marco Ral Meja. Estas consisten en la reconstruccin de la idea de derecho a la educacin que ha sufrido la privatizacin y pauperizacin como servicio en su lgica ; la construccin de una expresin poltico-pedaggica de resistencia y de alternativas que enfrenten y evidencien los caminos de reorganizacin curricular de tipo tecnocrtico ordenada por el toyotismo; as como la reconstruccin de las formas organizativas de la protesta y la impugnacin desde los escenarios culturales, educativos y pedaggicos.

    La movilizacin social por la educacin en Colombia es una necesidad en cuanto existe un horizonte de construccin de movimiento social en una perspectiva educativa, en donde la educacin se debe conformar como red de organizaciones que no renuncian a su especificidad y dirigen su horizonte hacia el posicionamiento de la educacin y la pedagoga, como asuntos pblicos y de incumbencia de toda la sociedad en contraposicin a la idea de la educacin como un servicio o un bien en funcin del mercado7.

    Los movimientos sociales cobran relevancia cuando los ciudadanos corrientes unen sus fuerzas para enfrentarse a las lites, las autoridades y los antagonistas sociales, son los movimientos sociales ubicados en la historia una invencin de la guerra moderna que estuvo de la mano con el nacimiento del Estado Nacin. La accin poltica colectiva es aquella que surge cuando se dan las oportunidades polticas para la intervencin de agentes sociales que normalmente carecen de ellas.

    6 Meja J, Marco Ral. 2005. Op. cit., p. 17.7 Ibd., p. 18.

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    Para Tarrow, la comprensin del concepto movimientos sociales est ligada a la atraccin de estos sobre la gente hacia la accin colectiva, que apoyadas por redes sociales y smbolos culturales a travs de los cuales se estructura la accin social, conducen a una interaccin sostenida con sus oponentes8.

    No todos los acontecimientos merecen ser llamados movimientos sociales, pues el trmino es reservado para aquellas secuencias de accin poltica basadas en redes sociales internas y marcos de accin colectiva que desarrollan la capacidad para mantener desafos frente a oponentes poderosos. Todas estas secuencias forman parte del universo de la accin poltica colectiva que surge dentro de las instituciones o se convierte en una revolucin9.

    Particular atencin se debe otorgar a la accin colectiva contenciosa, como aquella que acontece en el instante que se utiliza por la gente que no tiene acceso regular a las instituciones, que acta en nombre de reivindicaciones nuevas o no aceptadas y que se conduce de un modo que constituye una amenaza fundamental para otros o las autoridades, esta es la base de los movimientos sociales, y es utilizada por los organizadores con el objeto de aprovechar las oportunidades polticas, crear identidades, agrupar la gente en organizaciones y movilizarlas contra adversarios ms poderosos.

    A lo anterior, vale la pena agregar que estamos ante una verdad impuesta por los poderes legislativo y ejecutivo, en defensa de los intereses de una minora que ha detentado histricamente el poder en Colombia, en perjuicio de quienes hacen parte de los sectores populares. Por lo que se adviene como algo importante en el campo de la movilizacin por la educacin la apropiacin de herramientas pedaggicas que, adems de permitir transmitir conocimiento, posibiliten la generacin de espacios de encuentro y resistencia, en bsqueda de la realizacin de un verdadero modelo democrtico del Estado Social de Derecho, la proteccin de los derechos fundamentales y la verificacin de la dignidad humana. Todos estos tems son susceptibles de ser atendidos con la formulacin, diseo e implementacin de polticas pblicas, sobre todo en el campo de la educacin.

    La generacin de propuestas de trabajo pedaggico frente a la construccin del objeto de conocimiento propio de cada disciplina o saber debe partir de consideraciones como las de que la tortura y la brutalidad han adoptado la forma de ley y la locura la forma de razn. Se debe encontrar as en el ejercicio pedaggico el acto de leer el mundo de la palabra por medio de la medicin del mundo que vive en nosotros cuando somos construidos como sujetos ticos y polticos. Desde aqu se puede entender la estructura que adoptan las identidades como consecuencia de la lgica cultural derivada del capitalismo que a su vez reproduce relaciones asimtricas de poder y privilegio10.

    Vale la pena interrogarnos sobre la distancia entre las experiencias cotidianas y los lenguajes heredados del capitalismo, que de manera acrtica se reproduce en las aulas, aun en las pblicas, sin atender que se perpetan unos intereses de clase ajenos al comn de la poblacin que defienden la supremaca del ms fuerte por razones econmicas, sociales, culturales y polticas.

    Maestro y estudiante deben pensar si el sentido de la formacin definitivamente est en su insercin al sistema de produccin capitalista o en el sistema neoliberal en virtud de la necesaria preparacin para el mundo globalizado. Proceso que se agota acrticamente con el desafortunado resultado de reproducir en su experiencia de vida el sentido mismo de la explotacin y marginacin no solo suya sino de sus semejantes.

    8 Tarrow, Sidney. El poder en movimiento. Madrid: Alianza Editorial, 1998, p. 23.9 Ibdem. 10 Mclaren, Peter. Pedagoga identidad y poder. Los educadores frente al multiculturalismo, Rosario: Editorial Homosapiens, 1998, pp. 88-92.

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    Las condiciones actuales exigen como respuesta otro tipo de movimiento social, en nuestro caso otro movimiento por la educacin. sta es la preocupacin que debe matizar el proyecto de vida del docente y que en nuestro parecer puede consolidarse en la aplicacin de propuestas pedaggicas que permitan ver el camino de la reconstruccin de la sociedad, la re-educacin en lo humano, la evolucin haca una formacin cuyo norte sea dar respuesta a las necesidades del otro11.

    Se vuelve imperativo entonces el trabajo docente, consciente de los contextos sociales, pues estos afectan a la escuela y por ende a sus miembros; de lo contrario, tendramos un imposible, el sector educativo docente desmovilizado, aislado de la comprensin de las transformaciones que se operan en escenarios polticos, econmicos y culturales actuales, desconocindose la relevancia del dilogo de saberes12.

    Aqu la relevancia de consolidar espacios de resistencia y emancipacin, la verificacin de sus efectos en lucha contra la dominacin y la sumisin, el concepto de resistencia contiene una crtica de la dominacin y provee posibilidades tericas para la autorreflexin y lucha por la emancipacin propia y social con el grado en que la oposicin suprima de manera simultnea las contradicciones sociales, valorando la funcin crtica del concepto que se dirige hacia el rechazo de las formas de dominacin inherentes en las relaciones sociales.

    Desde la teora de la resistencia se extraen comprensiones sobre conceptos como el de poder, resistencia y agenciamiento humano, lo que debe proporcionar como consecuencia el posicionamiento de elementos centrales de la lucha por el pensamiento y el aprendizaje crticos, construyendo sujetos sociales en estricto sentido ,que desde su accin, realicen la bsqueda de una nueva moralidad, tambin una nueva visin de justicia social que posibiliten la transformacin del statu quo y la manera en que se concibe el Estado como institucin. Aqu cabe la reflexin sobre las polticas pblicas en educacin y papel del docente de derecho, as como el horizonte de la movilizacin por la educacin.

    Se debe afianzar en los docentes el trabajo terico riguroso contra el poder corporado, conectando el trabajo en el aula y la investigacin con los desafos enfrentados por los movimientos sociales, para que sean tambin el escenario de luchas pblicas en respuesta a las pedagogas de la seguridad, propias de las democracias restringidas, pues en trminos del Estado Social de Derecho no es la escuela el escenario anlogo de opresin, control, vigilancia y privatizacin, mucho menos de ejecucin de maniobras antidemocrticas13.

    Es una necesidad en nuestro contexto de trabajo abordar la lectura crtica de la sociedad, la opcin poltica y tica por los pobres, la vinculacin a los movimientos sociales, todo, en conjuncin desde lo metodolgico con la participacin, el dilogo, la concientizacin y formacin de sujetos, en atencin a las necesidades derivadas del momento actual de nuestro pas, en lo que concierne a las instituciones y el ejercicio del poder que lejos est de permitir la materializacin de un rgimen democrtico, s, una concentracin de poderes.

    La politizacin de la prctica educativa y pedagogizar la poltica es una necesidad en nuestros das, se debe llegar a la siembra en la comunidad acadmica de un sentido de emancipacin de los sectores subalternos, se debe dar lugar a la transformacin de la subjetividad, esa que termina por aniquilar el espritu14.

    11 Brcena, Fernando y Mlich Joan-Charles. La educacin como acontecimiento tico. Natalidad, narracin y hospitalidad. Barcelona: Ediciones Paids Ibrica S.A., 2000, pp. 53-54.12 Se acude al dilogo de saberes como principio de la accin cultural, pedaggica y poltica que es inherente a la educacin popular. Torres Carrillo, Alfonso. La educacin popular. Trayectoria y actualidad. Bogot, D. C.: Editorial El Bho, 2007, p. 72.13 Giroux, Henrry A. Repensando la poltica de resistencia. Notas sobre una teora crtica de la lucha educativa. Diciembre de 2003. p. 10.

    14 Torres Carrillo, Alfonso. 2007. Op. cit., p. 74.

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    Es necesario dar importancia al derecho como construccin social que permite la reproduccin de un modelo econmico, poltico y social, tambin a la incorporacin de otras categoras analticas y perspectivas como la hegemnica, los movimientos sociales y la sociedad civil. En su trabajo y desarrollo existe una multiplicidad de actores definitivos en la consolidacin de un nuevo orden, en atencin a la reivindicacin de un verdadero modelo democrtico y la defensa de lo pblico.

    El movimiento por la educacin debe plantear alternativas frente a la hegemona del modelo neoliberal y la globalizacin15 que a travs de las reformas educativas se hace presente en sus vidas y pretende que la propuesta educativa sea bancaria, los enajene en los valores de la competencia, la eficiencia y el individualismo, precisamente, porque el objetivo es sembrar el miedo, normalizar y aniquilar el sentido de libertad, el sueo de emancipacin.

    A la luz de los nuevos desafos, la movilizacin parece estar en el orden de atencin de los derechos fundamentales, los derechos econmicos, sociales y culturales, todo en el campo de reconstruccin de lo que Torres llama el gran paradigma humanista e incluyente, aquel que se alimenta de todos los enfoques que permitan que la globalizacin sea humanizante en torno a los mnimos ticos de justicia y legalidad que, en nuestro entender, son la base adems de la construccin de un orden ms justo, uno que por encima de todo tenga la realizacin de la dignidad humana.

    Se impone una prctica social en la que el dilogo de saberes sea una realidad que se identifique con la accin en los sectores populares, constituyndose en la apuesta, en la lucha dirigida a una sociedad ms justa.

    Desde la perspectiva de cambio en el mbito de la globalizacin y de las herramientas de las que se dota a la educacin es claro que se pueden generar nuevas maneras de subjetivacin y de empoderamiento; es una realidad que en su terreno se pueden derrotar los fines del neoliberalismo a propsito de la construccin de discursos contrahegemnicos que calen en la esencia de los individuos y movimientos con sentido transformador y emancipador.

    En el panorama que se analiza aqu, actualmente es neurlgico determinar la crisis del movimiento pedaggico y las movilizaciones del sector educativo. Esta tiene races en el perodo comprendido entre 1992 y 2002 y en la prdida de la amplia visin de alianza en la educacin en beneficio de la marcha de la refundacin neoliberal y globalizada de la escuela, se rompi la unidad de actores crticos, bsica para enfrentar la contrarreforma educativa16.

    El llamado es entonces a construir una globalizacin alternativa cuya consigna rece que otro mundo es posible, en la medida que se genere un escenario donde la escuela sea distinta a la definida y gestada por la reforma de la globalizacin neoliberal17.

    Consideramos que en la lgica impuesta por la necesaria reflexin sobre el papel del movimiento pedaggico en la ampliacin de sus luchas, la apuesta actual debe tener como horizonte la diferenciacin con el asalariado tradicional fundado sobre su fuerza de trabajo material, enriqueciendo la impugnacin y los proyectos de transformacin de la sociedad y llenando sus elaboraciones de nuevos contenidos.

    Es imperativo hacer nfasis en que los maestros deben recuperar la posibilidad de dilogo con los intelectuales y tecncratas como pares; lograr as reconocimiento para ocupar el lugar de la pedagoga en la lucha social y poltica en el aula, de la poltica en las didcticas, en el control y la disciplina, en el espacio escolar, en los modelos pedaggicos, en los paradigmas

    15 Ibd., p. 82.16 Meja J, Marco Ral. 2005. Op. cit., p. 10.17 Ibd., p. 19.

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    educativos, en la forma de administrar politizndose de manera afortunada el ejercicio de la profesin18.

    El gran aporte del movimiento pedaggico a la educacin colombiana, nuevamente, est constituido por la capacidad de construccin de sujetos sociales educativos que satisfagan las funciones de construccin de una movilizacin intelectual en la que la pedagoga salga de los escenarios acadmicos para ser puesta en los proyectos de vida de los maestros y sus procesos de organizacin, convirtiendo as toda la prctica social y pedaggica trabajada mediante procesos de sistematizacin. Adems, se asume la prctica convertida en saber y experiencia y estas como saber de resistencias y alternativas en un ejercicio poltico e intelectual; adems de proporcionar la capacidad de construir contrahegemona cultural.

    En estos trminos estamos ante lo que define Meja como la adquisicin de una mayora de edad que parte del movimiento pedaggico, recuperando con la movilizacin una pedagoga tanto en el campo de la educacin disciplinaria como en el campo del impacto para la construccin de un proyecto de cara al futuro del pas y el intento por constituir un mbito de representaciones, con la mirada puesta en incidir las polticas pblicas logrando desde su intervencin su replanteamiento, constituyndose el ejercicio profesional del maestro adems en un campo de accin poltica.

    A MANERA DE CONCLUSION

    El llamado ante la crisis del movimiento no es otro que su posicionamiento poltico pblico, para extrapolar los cubiletes de los intelectuales, las burocracias de los ministerios de educacin y la lgica gremial sindical. El llamado es el de consolidar una comunidad de pensamiento y accin que no permita que las polticas sean producto de concilibulos o de decisiones tecncratas construyendo lo poltico-pedaggico como un campo en disputa y no neutro19.

    Recuperar en la lgica de la construccin de sujetos polticos la necesidad de movilizacin por la educacin, la nocin de la pedagoga como campo de transformacin y, por lo tanto, de reconfiguracin es otra exigencia, pues esta tambin se ve afectada por los diferentes fenmenos cientficos y tecnolgicos constitutivos de la globalizacin, parece que all se ubica la discusin sobre el conocimiento, ciencia, mtodos, enfoques, teoras y dispositivos reestructurados desde diversos puntos de vista.

    Es pertinente prestar atencin entonces a la nueva lgica del conocimiento que aparece como una tecnologa que no puede separarse de las lgicas del mercado neoliberal, con su profundizacin de la exclusin social y de construccin de nuevos grupos de desiguales en el mbito de acceso a esos nuevos desarrollos tecnolgicos; all es donde el capitalismo globalizado segn Meja intenta adecuar los escenarios escolares con las nuevas formas de conocimiento a su servicio, pero ante todo para que cumpla sus fines de contrarreforma donde informacin, tecnologa y conocimiento se conviertan en fuerza productiva directa, constituyendo procesos de produccin que generen condiciones planetarias de competencia, productividad y explotacin.

    Sumado a lo expuesto se impone recuperar para el movimiento por la educacin su posibilidad de incidir en el manejo del Estado, en la definicin de las polticas pblicas, en la articulacin de la pedagoga con la poltica que participe en distintos escenarios donde se pueda luchar por la satisfaccin de condiciones mnimas de vida digna.

    La discusin recae sobre la posibilidad de una accin colectiva contestataria que se ajuste no solo al contexto impuesto por la globalizacin, sino a las necesidades propias del mbito

    18 Ibd., pp. 7-8.19 Ibd., p. 9.

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    colombiano, a nuestro conflicto y sus orgenes del todo ligados a la insatisfaccin de condiciones estructurales mnimas de vida digna.

    Estamos ante la exigencia de un proceso que revolucione desde la base. Se impone para los educadores el ser sujetos polticos integrales que desde su ejercicio le permitan al estudiante apropiarse de su entorno y asumir una actitud constituyente de nuevas lgicas de derecho distintas a la normalizacin de la que son objeto va educacin, legislacin, medios de comunicacin.

    Compete al docente la participacin y la representacin que se cimente en el conocimiento de su realidad nacional e internacional, en todo caso global para que as en conjunto con la comunidad en relacin de horizontalidad surja lo que se denomina una globalizacin alternativa y as de una vez por todas se dote a los sujetos de elementos polticos para que, sobre todo los ms deprimidos por el sistema, puedan verse en la mesa como pares de los tecncratas que en defensa de sus particulares intereses sostienen y reproducen el statu quo.

    Queda pendiente la reflexin sobre los porqu de la falta de logros en materia de reivindicaciones del todo justas de la movilizacin social en Colombia. Inquieta, sobremanera, observar el panorama nacional sin comprender cmo la movilizacin de sectores sociales diversos como los indgenas, los desplazados, los maestros y los estudiantes no hace mella en las esferas de poder.

    Entender por qu en nuestro contexto los movimientos sociales no logran sus cometidos es un reto futuro de investigacin, pretencioso es arrojarnos a dar una respuesta, pero consideramos pertinente pensar esto en un escenario de autoritarismo flagrante, de negacin de la oposicin poltica so pena de recibir la ms cruenta de las persecuciones.

    Cul ser el futuro, est por definirse, hemos planteado aqu una manera de entender el asunto; tambin se ha escrito en el contexto del deber ser cmo se edifica una movilizacin por la educacin en nuestros das, el papel del maestro en la generacin de nuevos discursos y subjetividades.

    Resta esperar si la polarizacin profunda hacia la que se dirige una nacin privada de sus mnimos vitales, arroja un levantamiento como consecuencia de la imposicin de un brutal orden, que en manos de las lites no para de satisfacer sus intereses, en perjuicio de la vida digna de la mayora. Creemos que definitivamente la cuestin pasa por el grado de conciencia que se genere en la base, seguimos convencidos de la importancia de la conciencia de clase y de la educacin como excelente escenario de trabajo poltico.

    BIBLIOGRAFIA

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