La mujer dormida debe dar a Luz Capítulo I...

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¿Qué eran cuando? [...], antes ¿Antes de qué? Antes de ahora” Ayocuan La mujer dormida debe dar a Luz, (1997: 44) Capítulo I Antecedentes arqueológicos, históricos y astronómicos Haremos una revisión breve de los trabajos arqueológicos, históricos y astronómicos llevados a cabo a lo largo del tiempo en el Tetzcotzinco. Los antecedentes de investigación nos permitirá tener un punto de referencia a partir del cual podremos conocer que se ha trabajado en el sitio, como se ha hecho, que hace falta por hacer; pero sobre todo, las nuevas perspectivas extraídas por los investigadores acerca del antiguo jardín de recreo del rey poeta Nezahualcóyotl. En primer lugar vamos a mencionar los antecedentes históricos, es decir los trabajos de Fernando de Alva Ixtlixóchitl y el documento “Los títulos de Tetzcotzinco”. En segundo lugar nos concentraremos en las descripciones y los trabajos arqueológicos realizados desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad (principios del siglo XXI). Se hará un énfasis especial en la investigación pionera llevada a cabo por Vicente Reyes durante el siglo XIX ), en el recorrido de superficie de Jeffrey Parsons durante los años setenta del siglo XX y en las excavaciones de la Arqueóloga María Teresa García. Finalmente terminaremos este capítulo con una revisión de los antecedentes astronómicos, lo mencionado por las fuentes como Durán (Durán, 1967) y Torquemada (Torquemada, 1975) con respecto a la pasión de Nezahualpilli por los astros. Luego nos dentendremos un poco en las mediciones e interpretaciones de Vicente Reyes (Reyes, 1888:141), con respecto a una posible función solar de la estructura D. Concluiremos con las mediciones arqueoastronómicas de Ivan Sprajc (Sprajc, 2002: 366-372), el trabajo más completo que se ha realizado con respecto a la astronomía antigua en el sitio. 1.1 Antecedentes históricos 1.1.1 Descripciones de Fernando de Alva Ixtlixóchitl Fernando de Alva Ixtlixóchitl realiza la primera descripción conocida del Tetzcotzinco. En ella relata cual era la función del bosque, describe cada uno de los diferentes baños del cerro, así como algunos de los cuartos y escalinatas, las esculturas y la iconografía (destruidas por Zúmarraga en el siglo XVI). El autor indígena menciona además el tipo de organización social y económica detrás de la construcción del jardín.(Ixtlixochitl,1979:119) Al parecer por la misma época Fray Juan de Zúmarraga ordena destruir los “ídolos” del Tetzcotzinco. (Ibid, 1979:1l9-120) 7

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“─¿Qué eran cuando? ─[...], antes

─¿Antes de qué? ─Antes de ahora”

Ayocuan La mujer dormida debe dar a Luz, (1997: 44)

Capítulo I Antecedentes arqueológicos, históricos y astronómicos

Haremos una revisión breve de los trabajos arqueológicos, históricos y astronómicos llevados a cabo a lo largo del tiempo en el Tetzcotzinco. Los antecedentes de investigación nos permitirá tener un punto de referencia a partir del cual podremos conocer que se ha trabajado en el sitio, como se ha hecho, que hace falta por hacer; pero sobre todo, las nuevas perspectivas extraídas por los investigadores acerca del antiguo jardín de recreo del rey poeta Nezahualcóyotl. En primer lugar vamos a mencionar los antecedentes históricos, es decir los trabajos de Fernando de Alva Ixtlixóchitl y el documento “Los títulos de Tetzcotzinco”. En segundo lugar nos concentraremos en las descripciones y los trabajos arqueológicos realizados desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad (principios del siglo XXI). Se hará un énfasis especial en la investigación pionera llevada a cabo por Vicente Reyes durante el siglo XIX ), en el recorrido de superficie de Jeffrey Parsons durante los años setenta del siglo XX y en las excavaciones de la Arqueóloga María Teresa García. Finalmente terminaremos este capítulo con una revisión de los antecedentes astronómicos, lo mencionado por las fuentes como Durán (Durán, 1967) y Torquemada (Torquemada, 1975) con respecto a la pasión de Nezahualpilli por los astros. Luego nos dentendremos un poco en las mediciones e interpretaciones de Vicente Reyes (Reyes, 1888:141), con respecto a una posible función solar de la estructura D. Concluiremos con las mediciones arqueoastronómicas de Ivan Sprajc (Sprajc, 2002: 366-372), el trabajo más completo que se ha realizado con respecto a la astronomía antigua en el sitio. 1.1 Antecedentes históricos 1.1.1 Descripciones de Fernando de Alva Ixtlixóchitl Fernando de Alva Ixtlixóchitl realiza la primera descripción conocida del Tetzcotzinco. En ella relata cual era la función del bosque, describe cada uno de los diferentes baños del cerro, así como algunos de los cuartos y escalinatas, las esculturas y la iconografía (destruidas por Zúmarraga en el siglo XVI). El autor indígena menciona además el tipo de organización social y económica detrás de la construcción del jardín.(Ixtlixochitl,1979:119) Al parecer por la misma época Fray Juan de Zúmarraga ordena destruir los “ídolos” del Tetzcotzinco. (Ibid, 1979:1l9-120)

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1.1.2 Los títulos de Tetzcotzinco y la posesión del agua Los títulos de Tetzcotzinco son un antiguo documento en el cual se legítima históricamente la posesión de las aguas de la región de Tetzcotzinco al príncipe Xochipatzin y a sus descendientes. Fue compuesto en el año de 1537 en el pueblo de Santa María de Nativitas. En el texto Nezahualcóyotl le asegura a Xochipatzin y a sus descendientes que ya no tendrán que pasar problemas por el agua, ni tendrán que acarrear el líquido desde regiones muy lejanas porque los cerros de los cuales brotan los manantiales les pertenecen. (Barlow, 1971:110-125). En el documento se señala, se recalca la importancia del agua y de su posesión. 1.2 Trabajos arqueológicos La descripción de Ixtlixóchitl puede considerarse como un trabajo precursor, pues nos brinda a grandes rasgos una imagen completa de los restos materiales del Tetzcotzinco. En el siglo XIX antropólogos, viajeros y científicos realizaron descripciones y trabajos de investigación en torno a las ruinas del cerro; sin embargo a la par se realizaron saqueos en el sitio con la finalidad de buscar tesoros. Entre 1968 y 1970 Jeffrey Parssons por parte de la Universidad de Michigan realizó un recorrido de superficie en la zona y describió el sitio. La descripción de Parssons fue parte de un proyecto cuyo objetivo era la reconstrucción del patrón de asentamiento con respecto a fuentes de recursos en la región de Texcoco. Patricia Hernández del INAH liberó y consolidó el Palacio en 1991. Entre 1981 y el 2003 la maestra María Teresa García como parte del proyecto Tetzcotzinco , exploró, y consolidó el sistema de canales y algunas estructuras. (García Chávez 2002:71) En 1997 Ivan Sprajc como parte de su tesis doctoral realizó investigaciones arqueoastronómicas en el sitio. (Sprajc 2001) 1.2.1 Viajeros del siglo XIX En 1845 Brantz Mayer realizó una descripción del terraplén que unía al Metécatl con el Tetzcotzinco, describió también un acueducto hecho con arcilla cocida y con canales que permanecían en su sitio. (Nuttal, 1992:54) W. Bullock visitó y describió uno de los depósitos circulares tallados en roca y realizó algunas medidas en este. (Idem, 1992:55) 1.2.2 La visita de Edward Tylor En el año de 1861 el antropólogo inglés Sir Edward Tylor, visitó también el sitio arqueológico. El antropólogo inglés subió primero al cerro Metécatl y desde allí pudo observar el gran canal que conectaba con el Tetzcotzinco, describió los materiales con los cuales estaba hecho el canal y dio algunas dimensiones aproximadas (Schroeder, 1985: 73). En su honor el terraplén fue bautizado como canal de Tylor.

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1.2.3 Saqueos en busca de tesoros Entre 1864 y 1865 una compañía originaria de Texcoco emprendió excavaciones en el área D. El objetivo era encontrar tesoros en los antiguos edificios. Uno de los exploradores dijo que al interior del salón había muros pintados con colores vivos. (Reyes, 1888:141) 1.2.4 El trabajo pionero de Vicente Reyes La Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística desde finales de la década de los setenta y durante toda la de los 80 del siglo XIX realizó tres expediciones de reconocimiento arqueológico en el Tetzcotzinco. Las expediciones quedaron a cargo del Ingeniero Civil Vicente Reyes, aunque colaboraron en ellas Vicente Huitrado, ilustrador, y Faustino Navarro también ingeniero civil. En términos generales estas expediciones científicas realizaron una detallada descripción de los elementos arquitectónicos tallados en roca y midieron algunos muros y algunas escalinatas. Realizaron también observaciones hipsométricas y topográficas, rectificaron la existencia o desaparición de algunas pinturas murales. Elaboraron ilustraciones de los conjuntos arqueológicos y de un fragmento de escultura, tomaron algunos azimuts desde los conjuntos arqueológicos y la cima del cerro e intentaron inferir la unidad de medida empleada por los acolhuas en sus construcciones. (Ibidem, 1888:129-150) 1.2.5 El recorrido de superficie de Jeffrey Parssons Jeffrey Parssons realizó estudios del patrón de asentamientos en la región de Texcoco desde finales de los años 60 y durante los años 70 del siglo XX. Entre los muchos sitios que recorrió estuvieron el Tetzcotzinco y el cerro Metécatl. El investigador norteamericano registró en cada uno de los cerros elementos arquitectónicos visibles, materiales arqueológicos en superficie, restos de canales hidráulicos, el emplazamiento natural y su uso en épocas recientes. Reportó en la cima del Metécatl modelos arquitectónicos labrados en rocas. Clasificó finalmente al Tetzcotzinco como un recinto ceremonial en la cima del cerro. (Parsons, 1971: 123-125) Parssons realizó un pequeño plano del complejo arqueológico y dio una nomenclatura basada en las letras del abecedario a cada uno de los conjuntos arquitectónicos (Idem, 1971:124), la cual emplearemos en el siguiente trabajo. 1.2.6 El mapeo y las mediciones astronómicas de Richard Fraser Townsend Durante el verano de 1979 Richard F. Townsed realizó un mapeo de las ruinas, patrocinado por la universidad de Texas y la National Geographic Society (Townsend, 1982: 50,62). Townsed también realizó la medición astronómica de un fragmento de arquitectura que le dio como resultado 14° 24’ al este del norte.(Idem, 1982: 53) Una de sus conclusiones fue que el sitio tenía funciones astronómicas como la pirámide del templo Mayor y en que en el

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lugar los eventos religiosos y de estado se coordinaban con los ciclos estacionales y los períodos de equinoccios. (Ibidem: 53). 1.2.7 Excavación, mantenimiento la conservación de la zona. Patricia Hernández En 1992 y 1993 Patricia Hernández trabajó el Palacio (área C) realizando trabajos de liberación, consolidación, mantenimiento y conservación (García Chávez, 2002: 73). En esta área apareció una escultura cilíndrica con la efigie de la deidad acuática Tláloc. (Lesbre, 2001: 328). Durante las excavaciones se halló en la parte baja del cerro un circuito redondo próximo a escalera y patios. Este hallazgo demostró que la descripción de Ixtlixóchitl era correcta. (Idem, 2001: 324-325). 1.2.8 Los trabajos de María Teresa García En 1981 la maestra María Teresa García excavó en las áreas conocidas como: “El trono”, “El baño de la reina” y “El Baño del Rey”. Años después en 1997 comenzó la primera temporada de campo del Proyecto zona del cerro de Tetzcotzingo. Durante la primera temporada realizó un mantenimiento general del sitio y excavó el acueducto prehispánico al Este del Tetzcotzinco.(García :1997) Durante la segunda temporada llevada a cabo en 1999 trabajó el reservorio que se encontraba en la ladera Este del cerro Metécatl, excavó también el Patio de las danzas y el conjunto conocido como “Los dioses” y realizó trabajo de mantenimiento en el sitio. (García, 2000). Las temporadas de campo han proseguido hasta finales del año 2005. 1.2.9 El trabajo de Miguel Medina En la década de los noventa, Miguel Medina y un grupo interdisciplinario compuesto por arquitectos, paisajistas y fotógrafos realizaron un análisis del Tetzcotzinco desde la perspectiva de la arquitectura del paisaje. Encontraron que las estructuras se integraban dentro del paisaje desde diversas perspectivas como la visual, la espacial etcétera. Se concluyeron finalmente que el sitio se integraba a escala macro y a escala micro dentro de un esquema de cinco puntos cardinales, que los conjuntos entraban dentro de una dinámica de movimiento provocada por la conjunción de factores como los colores, el movimiento del agua y otros. (Medina, 1997) El trabajo finalizó con la elaboración de un manifiesto de arquitectura del paisaje inspirado en el manejo que del mismo los Acolhuas llevaron a cabo en el Tetzcotzinco. (Idem, 1997) 1.3 Antecedentes astronómicos Nezahualpilli, hijo de Nezahualcóyotl, y emperador de Texcoco practicó y cultivó la astronomía. Torquemada afirmaba que “… fue grande astrólogo y que se preciaba mucho de entender los movimientos de los astros celestes; y con esta inclinación que a estas cosas

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tenía hacía inquisición por todas partes de sus reinos de todos los que sabían algo de esto y los traía a su corte y comunicaba con ellos todo lo que sabía” (Torquemada, 1975: 260). Torquemada comentó además que Nezahualpilli tenía en la azotea de su palacio un cuarto de cuatro paredes no muy altas, que tenían en cada esquina un hoyo o agujero, en donde ponían un asta sobre la cual colocaban una tela azul. En ese cuarto Nezahualpilli se reunía con sus astrónomos para deliberar en torno a los astros y observarlos detenidamente. (Idem, 1975:260) Cuenta Fray Diego Durán que Nezahualpilli relató a Moctezuma que el vería en el cielo señales de la llegada de hombres de otras tierras, estos extranjeros llegarían a arrasar con templos y palacios. Luego cuando el cometa se observó en el cielo, Moctezuma mandó llamar a Nezahaulpilli y le pidió que le contara todo lo que había podido ver en el cielo. Este le relató los terribles hechos que se avecinaban y le recriminó que sus propios astrónomos no le hubieran avisado acerca del cometa y sus terribles presagios. (Durán, 1967: 469) 1.3.1 Investigaciones de carácter astronómico en el Tetzcotzinco En 1888 Reyes midió el azimut magnético de la estructura principal del área D, el dato obtenido fue de 88° N del W, con un azimut verdadero de 80°. Reyes reportó un comentario de índole etnográfico, pues según los vecinos de Tlaxiapan en aquel lugar se había adorado en la antigüedad al sol. La cita textual dice lo siguiente: “El 27 de Junio se obtuvo un azimut magnético de 88° del N al W para los muros del templo que se viene hablando, y que corresponde a un Azimut verdadero de 80° aproximadamente. El lugar de que se ha tratado se llamó Mictlantecuhtli, lo cual induce a creer que ese sitio estuvo destinado para celebrara ciertas ceremonias en honor del dios de los infiernos o más bien señor de los muertos...” (Reyes, 1888:141) El Ingeniero Reyes midió además el azimut de otro recinto “En la parte del cerro que mira al Valle hay ruinas de otro templo rectangular, de 6m 88 por 5m59, teniendo en el fondo una plataforma toda la longitud y 2m70 de la anchura. El paramento del expresado fondo , lo forma la roca misma; pero los muros laterales están hechos de piedra y lodo, miden 1m60 de espesor, y tienen una orientación magnética de 50° del N. Al W. Díjose a la Comisión que ese lugar se llama Teotlatomatzin, palabra que puede, descomponerse en teotl, dios, tlall, tierra, tonan, nuestra, madre y la partícula reverencial tzin; significando, Nuestra Madre la diosa tierra...” (Idem, 1888:144-145) El mismo autor afirma que obtuvo algunos azimuts magnéticos desde lo alto del Tetzcotzinco el 28 de Junio de 1880. Determino entonces que el azimut con respecto a la ciudad de México era de 110° N.W, a Tequexquinahuac era de 175°N.W, a Texcoco de 81° N.W y a San Miguel de 20°N.E (Ibidem:139) En 1982 Townsead realizó mediciones arqueoastronómicas en el área F, reportó un alineamiento con un azimuth de 14°24’ al este del norte (Townsend, 1982: 53). Catorce años después, es decir en 1996 Ivan Sprajc realizó una serie de mediciones en las áreas B,

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C, D, F, H y G.(Sprajc, 2002: 366-372). Presentaremos a continuación los obtenidos por Ivan Sprajc. El área B tiene azimuts que corresponden a 85°22’ ± 1°, 265°22’ ± 1° y 358°52’ ±30’, el primer azimut da la fecha del 17 de abril y el 27 de Agosto ± 3d, el segundo da la fecha de marzo 9 y Octubre 4 ± 2d, el tercer azimut se alinea con respecto al cerro Gordo. El área C tiene los azimut de 93°46’ ±1°, 273°46’ ±1 y 3° 00’ ± 2°, el primer azimut da las fechas del 16 de marzo y 27 de Septiembre, ±2 d, y el siguiente indica las fechas del 29 de marzo y septiembre 13 ± 2 d. El área D tiene los azimut 100°00’ ± 20’ y 12°00’ ± 30’, el primer azimut esta orientado con respecto a las fechas marzo 1, octubre 13 ±1 d. El área F posee los azimuts 82°45’ y 262°45’, las fechas del primer azimut son abril 10 y septiembre 3, y las del segundo son de marzo 3, Octubre 10. El área H tiene azimuts de 105°30’,285°30’ y 15°30’, todos con un margen de error de ±1°. Las fechas del primero son febrero 14 y octubre 27 ±3 d. Las del segundo Abril 29 y Agosto 13 ±3 d. Sprajc cálculo también los datos del área F para el siglo XV d.C. El primer dato indica que el azimut con respecto al cerro Tlamacas es de 65°55’ y su fecha corresponde al 21 de junio ± 3 d. El segundo dato corresponde a una alineación con respecto al cerro Pico Tres Padres, el azimut de este cerro es de 289°15’ y tiene las fechas de mayo 12 y julio 31. Sus comentarios finales fueron que desde la cima del Tetzcotzinco quedaba marcada la salida del sol en el solsticio de verano en el cerro Tlamacas y que el Pico Tres Padres marcaba las fechas separadas por 80 días.( 4 veintenas). Las fechas registradas en el área D estaban separadas por 140 días (siete veintenas), las área B, C y F, poseen intervalos significativos que todavía no han sido muy bien estudiados. (Idem, 2001: 371-372). La conclusión final de la investigación es que las orientaciones de los edificios tenían la finalidad de hacer posible el manejo de un complicado calendario. En el mismo tópico de las alineaciones observadas desde los jardines de Nezahualcóyotl Susan Toby Evans afirma que existe una línea visual que une al Tetzcotzinco con el cerro de Chapultepec. (Evans, 2000:213). Resulta necesario revisar si desde el Tetzcotzinco y en dirección a Chapultepec no existe alguna clase de evento astronómico.

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“Tú, con sauces preciosos, verdes como jade,

engalanas la ciudad. La niebla sobre nosotros se extiende,

¡Que broten flores preciosas!.” Nezahualcoyotl, Siglo XV

Capítulo II Localización, medio físico, clima, vegetación y fauna

2.1 Ubicación geográfica El Tetzcotzinco esta localizado en el Municipio de Texcoco Estado de México, este “se encuentra situada geográficamente en la parte este de Estado de México y colinda al norte con Tepetlaoxtoc, Papalotla, Chiautla, Chiconcuac; al sur con Chimalhuacán, Chicoloapan e Ixtapaluca; al oeste con Atenco; y al este con los estados de Tlaxcala y Puebla” (Centro Nacional de desarrollo Municipal, 2001) Foto 1. Vista área del Tetzcotzinco Las coordenadas del Tetzcotzinco son:

Latitud Longitud Altura sobrenivel del mar

98°49’04” 19°29’48” 2 2 560 m

La altura del Tetzcotzinco es de 2 353 msnm, el clima es templado, subhúmedo con lluvias en verano, la temperatura promedia es de 15°C y tiene 710 mm de lluvia (Montúfar 2001:132) El Tetzcotzinco forma parte de una cordillera en forma de semicírculo formada por los cerros Tepetan, Tecuilachi y Colzi de sur a norte. Sus laderas son escarpadas con una pendiente del 40 al 50 %. La geología corresponde a rocas ígneas, anfiboles, dasitas, andesitas y basaltos. El paisaje esta compuesto por conos volcánicos extintos, derrames ígneos con un alto grado de erosión. (Púlido, 1992: 11) La hidrología se compone por corrientes de agua temporales, canales de riego, manantiales y pozos profundos. Más del cuarenta por ciento del paisaje esta dominado por rocas. El Tetzcotzinco se encuentra entre la gradiente altitudinal de los 2 270 y 2 600 msnm, tiene una superficie de 40 hectáreas. (Idem, 1992:11) 2.2 Elementos orográficos que conforman el horizonte del Tetzcotzinco Las características orográficas del horizonte son elementos fundamentales para llevar a cabo el trabajo arqueoastronómico. Por esta razón este apartado estará dedicado a enumerar

2 Para efectos de las mediciones redondearemos la latitud a 19°30’ pues es el número entero más cercano.

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las principales cadenas montañosas que conforman el horizonte visual del Tetzcotzinco y del cerro Metécatl. Desde el Tetzcotzinco hacia el Sureste tenemos en primera instancia al cerro Metécatl y hacia el noreste el cerro Cocatl. Hacia el Noreste como una estribación del Metécatl esta el Cerro Tepetán, y más al Noreste se encuentran el cerro Tecuilachi, el cerro Colzi, el cerro Moyotepec y el Soltepec, en esa misma dirección tenemos la cañada el Partidor y el cerro Tlamacas. Hacia el Sureste encontramos el cerro Tláloc, los abanicos volcánicos (Tarango), el cerro Telapón, la sierra Quetzaltepec, el cerro Yellóxochitl, el cerro Tearco y el cerro Tlapanco, el cerro Cepayaco, Cuapayo y la cañada de Acholoapan, el cerro Papalotepec, las cañadas Totozancal y vaquerías, así como la cruz de trigueros, y la del Capulín., el Papayo y la fosa Río Frío. Hacia el horizonte Oeste tenemos en primera instancia pequeños cerros aislados, el cerro Chapultepec y el peñón de Marqués, hacia el suroeste tenemos la Sierra de Santa Catarina y el Cerro Ixtapalapa. Todo el horizonte Oeste es dominado por la Sierra de las Cruces y por la Sierra Nevada. Figura 1. Montañas al norte Tetzcotzinco. Carta Topográfica INEGI Figura 2. Tetzcotzinco y horizonte montañoso Este. Carta topográfica INEGI Foto 2. Paisaje montañoso desde el Tetzcotzinco 2.3 Vegetación El estudio realizado por Montúfar y García (Móntufar, 2001), se muestra que la vegetación de la zona no cambio en el transcurso de 500 años. La vegetación característica durante este período de tiempo fue el encinar, matorral xerófito, árboles frutales y ahuehuetes. La vegetación del Tetzcotzinco esta relacionada directa e indirectamente con la presencia del hombre, pues muchas de las plantas del lugar fueron introducidas en tiempos de Nezahualcóyotl como parte de su jardín botánico. Al respecto podemos decir que:

“ A pesar de que se pueden reconocer algunos elementos típicos de algunos tipos de vegetación, es necesario aclarar que Tetzcutzingo ha estado bajo fuertes y constantes influencias humanas [... ]la constante presencia del hombre en Tetzcutzingo ha venido modificando la vegetación a través de los años, propiciando al mismo tiempo el establecimiento de especies que vienen a ser atípicas o exóticas en el sitio. Se ha producido , pues, una mezcla de especies entre las cuales hay nativas típicas, , malezas autóctonas y malezas introducidas por europeos, cultivadas para distintos fines como medicinales, comestibles, de ornato y las escapadas de cultivo o naturalizadas.” (Púlido, 1992:14)

Los principales tipos de plantas que crecen en el Tetzcotzinco se asocian con otras comunidades de la Cuenca de México, razón por la cual las investigaciones

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arqueobotánicas han encontrado grandes dificultades para poder discernir si algunos de los elementos vegetales encontrados en las excavaciones fueron parte o no de los jardines de Nezahualcoyotl (Montúfar, 2001:138) . A continuación haremos una enumeración de las especies más importantes del Tetzcotzinco. Bosque de encinar compuesto principalmente por la especie Quercus deserticola, casi siempre esta acompañado por species de Alnus y Cupresuss. Están acompañados casi siempre epifitas (heno) de la especie Tillandsia. Matorral xerófilo. La especie más dominante es la Eisenhardatia polystachya (palo dulce) que ocupa casi una tercera parte del cerro y se distribuye en las laderas sur y este (Púlido, 1992:14), lo acompañan epífitas del tipo Phoradendron brachystacyum (injerto). Encontramos también los arbustos Montanoa tomentosa y (zoapatle) y Sedum Praeltum (siempre viva). Hay también Schinus molle (piru) y Opuntia streptacantha (nopal). Pastizal Hay especias de pastos comunes como Hilaria cenchroides (grana), Bouteloa simplex y Lycurus phleoides (lobero). Encontramos tambipen algunos elementos de de Opunthia Streptacantha. Esta calse de vegetación se distribuye en la ldera suroeste del cerro y en la ladera noreste muy cerca de la cima. (Idem, 1992: 14) Vegetación acuática. Cerca de los antiguos canales se descubren algunos tipos de vegetales acuáticos como Mimulus glabratus, Juncus (tulillo) y Ranunculus schaffneriana. Plantas arbóreas. Se registró Cupressus sp (Cedro), Crataegus mexicana (tejocote), Prunnus serotina aff. Capuli (Capulín). Uno de los árboles más abundantes en el Tetzcotzinco durante la época prehispánica fue el Taxodium mucronatum Ten (Ahuehuete), la abundacia de este árbol podría confirmar el uso del Teztcotzinco como jardín de recreo, además de que podría vincularse con cuestiones cosmovisionales relacionados con los árboles (Móntufar, 2001: 132-137). Plantas medicinales. A pequeña escala se encuentran actualmente algunos productos de uso medicinal que bien pudieron haber sido introducidos en la época de Nezahualcoyotl, como el Plumbago pulchella (pañete), y Loselia mexicana (espinosilla) (Púlido, 1992:15). Ver Foto 3. Vegetación del Tetzcotinco. 2.4 Fauna La fauna que existió en el lugar estuvo compuesta por el venado, coyote, ocelote, halcón, águila , zopilote y gavilán especies ya extintas en la zona. Existieron también conejo, liebre, cacomiztle, tejón, ardilla, tuza, rata de campo, víboras como el cencuante, hormigas y distintas clases de mariposas. Se desconoce hasta el momento el tipo de fauna que Nezahualcóyotl pudo haber introducido el bosque, como elementos decorativos. (Móntufar, 2001, :131)

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2.5 Ambiente y cultura El clima, la vegetación, la orografía, geología e hidrología, además de ser elementos indispensables para la vida humana, son interpretados y transformadas por las distintas culturas. Los elementos del medio físico se insertan y retroalimentan a la cosmovisión3, además de responder a concepciones religiosas y mitológicas. El Tetzcotzinco no fue la excepción ya que el sitio se encontraba inmerso dentro en un contexto ambiental compuesto por manantiales y corrientes de agua, vegetales de distintas especies, montañas e.t.c. Todos estos aspectos fueron interpretados y transformados por los Acolhuas dentro de un contexto cosmovisional-religioso. Así las corrientes de agua y los manantiales fueron canalizados por medio de un complejo sistema hidráulico. La topografía de los cerros Tetzcotzinco y Metécatl se aprovecho para la construcción de los templos, fuentes y reservorios. La roca viva fue empleada para tallar en ella diversas clases de estructuras y esculturas, los muros que fueron levantados aprovecharon las condiciones topográficos integrando salientes rocosas. (Scrhoeder, 1985:65) En algunos casos como, la fuente del cerro Metécatl, se imitaron los perfiles de los horizontes aledaños, pero el principal uso que se les dio fue el de ser marcadores naturales de eventos solares significativos, así, algunas evidencias parece indicar que los cerros y los eventos astronómicos observados en ellos, fueron puntos de referencia para la alineación y orientación de algunos templos, estructuras y manifestaciones grafico rupestre (Sprajc, 2001), (Aveni, 1997) y (Broda, 2000). La concepción de los distintos elementos naturales que entran en juego dentro del Tetzcotzinco es otro punto fundamental pues permitirá contextualizar las interpretaciones astronómicas derivadas de este trabajo. Se hablará en este capítulo de manera breve acerca de las concepciones prehispánicas del agua, la vegetación y la orografía, pues creemos estos son elementos importantes que entran en juego en el sitio. 2.6 El agua Los manantiales, nacimientos y caídas de agua, riachuelos y lagunas son y eran considerados por los grupos indígenas lugares en los cuales nacían y vivían entidades acuáticas, espíritus (La Pena, 1994: 24), deidades y seres mágicos como gigantes (Broda, 2001b :190) . Los indígenas Sto: lo de Canada (Mohs, 1994: 198), los Maoríes de Nueva Zelanda (Hirini, 1994: 220), los nahuas de Guerrero (Good, 2001: 248) y otros grupos indígenas contemporáneos consideran a los manantiales como lugares de nacimiento de los espíritus, por ello estos lugares son sagrados. Proponemos, con base en las líneas anteriores, 3 El concepto de cosmovisión será desarrollado de manera amplia y detenido e el capítulo III. Aspectos teórico-metodológicos del análisis arqueoastronómico del Tetzcotzinco

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que los canales, caídas de agua y pozas, por no hablar de los manantiales del Tetzcotzinco, fueron considerados sitios sagrados en donde nacían y vivían los espíritus. Las montañas vinculadas según la cosmovisión prehispánica con la humedad y el agua (Sahagún 1985), son otro elemento ambiental de suma importancia para la interpretación del sitio. La simple elección de dos cumbres como el Tetzcotzinco y el Metécatl para erigir las estructuras y los templos habla de su importancia. Los cerros eran considerados como el lugar de nacimiento del agua (Broda, 1991a :466), se suponía que en su interior se encontraba vasijas y recipientes colmados de líquido y que Tláloc y los tlaloques liberaban este líquido desde el interior de los montes para producir la lluvia y liberar las corrientes de agua. Las montañas de acuerdo con las concepciones religiosas de la mayor parte de los pueblos de la antigüedad son los lugares en los cuales los dioses entran en contacto con los seres humanos (Eliade, 2001:12), así mismo en muchos casos dichas montañas son consideradas como dioses o entidades divinas de origen mítico. Vale la pena preguntarse bajo esta perspectiva el significado de las edificaciones en los cerros y de las horadaciones en la piedra viva del cerro para construir pozas, templos, modelos en miniatura y esculturas. 2.7 Plantas alucinógenas Sabemos por las fuentes (De Alva Ixtlixochitl, 1979) que el lugar fue acondicionado especialmente con plantas exóticas traídas de las diferentes regiones que eran controladas por la triple alianza. Las plantas llevadas, según nuestra hipótesis, no eran flores de cualquier clase, se trataba de hierbas medicinales y, en algunos casos, alucinógenas, plantas “odoríferas y de bellos colores” (Idem, 1979:118-119). El dato resulta fundamental puesto que muchas de estasa especies botánicas eran empleadas dentro de rituales para entrar en contacto con los dioses (Viesca,2000:125) y (Díaz, 2003:25). Las plantas y flores además constituían un símbolo religioso y poético, podemos encontrarlas presentes en muchos poemas de Nezahualcoyotl (León, 2002:28-29). Por su contexto, creemos poder inferir que se refieren a la vida. Nuestra propuesta de interpretación, con base en las reflexiones anteriores, es que la vegetación introducida agregaría al lugar nuevas cualidades subjetivas y le otorgaría el carácter de sitio de contacto con el mundo de los dioses.

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Si los hechos no se ajustan a la teoría, tendrá que deshacerse de ellos.

LEY DE MAIER, siglo XX.

Capítulo III

Aspectos teórico-metodológicos del análisis arqueoastrónomico del Tetzcotzinco

3.1 Referentes teóricos En esta sección vamos explicar de manera breve las propuestas teóricas que retomaremos como referente para realizar el análisis e interpretación arqueológica de los datos astronómicos obtenidos por medio del trabajo de campo. En primer lugar revisaremos las proposiciones de la arqueología contextual y en segundo lugar haremos un pequeño esbozo del acercamiento que propone el estructuralismo a la cultura material. 3.1.1 Arqueología contextual Ian Hodder propone que las ideas están denotadas por los símbolos materiales, los cuales tienen un rol en la configuración y estructuración de la sociedad. Los significados subjetivos, “son conceptos públicos y sociales reproducidos en la práctica de la vida cotidiana” (Hodder, 1994;139). El registro arqueológico, de acuerdo con Hodder, es considerado como un texto que puede ser leído por medio de asociaciones contextuales. (Idem:1994:137). El supuesto básico consiste en afirmar que es posible llegar a entender un objeto siempre y cuando pueda ser relacionado con todos los eventos vinculados a él. “Contexto” viene del latín contextere, que significa tramar, entrelazar, conectar. Contextualizar consiste en vincular al objeto con sus múltiples dimensiones significativas (Idem:156). La contextualización dependerá del tipo de preguntas que se hagan, pues las respuestas obtenidas conducirán a las vinculaciones del objeto. El arqueólogo británico señala que los estudiosos del mundo antiguo“...para interpretar el contenido del significado del pasado a partir de la cultura material, suelen proceder a identificar varios tipos de semejanzas y diferencias relevantes, que, a su vez, forman varios tipos de asociaciones contextuales”(Idem:140) . Es decir que la interpretación arqueológica debe partir de la comparación de asociaciones y contextos. La comparación debe poner atención en las diferencias entre contextos, pero sobre todo, en las ausencias de ciertos rasgos, estructuras y asociaciones. Para este fin resulta adecuado realizar preguntas como por ejemplo si el tipo de objeto se ha encontrado en otra clase de depósitos arqueológicos, la razón por la que otros objetos no poseen las mismas características que la pieza hallada.

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La descripción de semejanzas y diferencias, de ausencias y presencias maneja varios niveles de interpretación distintos que se conectan entre sí. Las cuatro dimensiones de semejanzas y diferencias son:

Temporal Espacial De deposición Tipológica

La temporal implica una vinculación del objeto con el tiempo, el aislamiento en períodos o fases, la interrelación de acontecimientos, la incidencia del contexto histórico en el objeto. La espacial consiste en la identificación de significados y estructuras funcionales y simbólicas a partir de la disposición de los objetos en el espacio. La característica de deposición combina las dos dimensiones anteriores; los límites de la unidad de excavación en la cual se encuentran las piezas son relevantes para la interpretación de la misma. En la dimensión tipológica dos objetos son iguales porque tiene disposiciones o formas <<tipo>>Las semejanzas y diferencias tipológicas son fundamentales para definir contextos temporales y contextos espaciales. Una vez establecidas las dimensiones anteriores surge un problema ¿Cómo elegir las semejanzas y diferencias relevantes, así como las escalas de análisis más pertinentes? La respuesta consiste en la identificación de las dimensiones de variación (agrupaciones en el tiempo, espacio, la tipología y la unidad de deposición) que reflejen pautas significativas de semejanza y diferencia (Idem: 148). La significación se define según el número y calidad de las semejanzas y diferencias que coinciden con una teoría. Una garantía de esto consiste en la capacidad de los rasgos de reforzar una hipótesis sobre la variabilidad de los datos (Idem:150). Las dimensiones relevantes se definen por las pautas significativas halladas en los niveles de variabilidad (temporal, espacial etcétera). Además de la comparación y búsqueda de rasgos significativos, resulta de primera importancia en la arqueología contextual la formulación constante de preguntas, pues como hemos visto, son las preguntas las que construyen al contexto. De hecho sólo podemos entender al mundo humano por medio de pregunta sobre él (Idem, 161) 3.1.2 Acercamiento estructural Los postulados de la arqueología contextual resultan fundamentales, sin embargo además del contexto en el cual se encontraba un objeto y sus asociaciones es necesario explicar la forma que el objeto adquiere entre culturas diferentes. La referencia física del objeto no basta para poder explicar la variación de las formas (Castellón, 1998 :218) y agregaríamos para entender el concepto, la idea detrás de este, lo que nos explica esto son las preferencias (Idem, 1998: 218), las necesidades y la manera de construir la realidad de una sociedad.

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Las preferencias y la manera de construir y dialogar con la realidad tienen que ver con la capacidad humana de apropiarse del mundo por medio simbólicos y de comunicación. (Ibid: 220). El análisis estructural es una manera de aproximarse a la habilidad de representación simbólica de las culturas humanas. Va más allá de las formas intentando descubrir patrones presentes en los objetos (Ibid: 224), artefactos, símbolos y representaciones. El acercamiento estructural asume que los patrones formaban parte de las concepciones de sus creadores, por esta razón es posible acercarse de manera parcial a la ideología y al significado profundo de sus autores. (Ibid: 224) El acercamiento a los objetos, debe de tomar en cuenta que las contingencias históricas han estado presentes siempre, independientemente de los parecidos formales de los objetos. Es decir, no existe un significado único y último que descifrar, sino más bien una multiplicidad de estos, los significados forman parte de un sistema con ritmos y alcances diferentes.(Ibid: 234). La perspectiva que proponemos aplicar, con base en Hodder (Hodder, 1994) y Castellón (Castellón, 1998), es que los contenidos ideológicos pueden ser inferidos, de manera aproximada, por medio del estudio de las asociaciones contextuales (temporal, espacial, tipológica y de deposición) y por medio del análisis de la repetición de patrones, así como por el estudio de las implicaciones de las ausencias y presencias de rasgos y asociaciones. 3.2 Metodología En esta sección se describirán los pasos seguidos durante la investigación de campo para la obtención de los datos arqueoastronómicos. Explicaremos primero de manera muy general algunos de los métodos empleados en el cálculo de los eventos astronómicos, luego explicaremos paso a paso y de manera minuciosa como fueron tomados nuestros datos en campo. Nuestra finalidad con este capítulo es facilitar la comparación y revisión de este trabajo a futuros investigadores interesados en el modo en que fueron obtenidos nuestros datos. El capítulo también pretende ser una guía que brinde las herramientas básicas a todo aquel interesado en realizar mediciones de índole astronómico. Antes de proseguir con el desarrollo del de la metodología debemos de señalar que esta y las técnicas empleas para la obtención de las mediciones fueron aprendidas durante los cursos Arqueoastronomía I y II impartidos en la Escuela Nacional de Antropología e Historia por el profesor Daniel Flores Gutiérrez. 3.2.1 Norte geográfico Lo primero que debe de realizarse en toda medición arqueoastronómica es tomar como punto de referencia el norte geográfico o norte astronómico. Para ello al Azimut magnético obtenido por medio de la brújula se le debe sumar la declinación magnética local. La declinación magnética puede ser consultada en un anuario de efemérides astronómicas o en alguna tabla referente a las variaciones magnéticas del campo terrestre. Así pues la fórmula con la cual puede ser obtenido el norte astronómico es la siguiente: Ac=Acm + δm

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Donde Ac= Azimut geográfico Acm= Azimut magnético δm= Declinación magnética De aquí en adelante cuando nos refiramos al azimut (A), estaremos dando por entendido que nos referimos al geográfico, a menos que en el texto se indique lo contrario. 3.2.2 Los sistemas de referencia Los sistemas de referencia son aquellos que se toman como punto de partida para poder establecer una comparación. La latitud, el azimut geográfico del elemento que se desea medir y la altura del horizonte, son datos que forman parte del sistema de referencia terrestre es decir las coordenadas de la tierra. Para conocer con cual fenómeno celeste puede estar vinculado un elemento arqueológico es necesario transformar las coordenadas terrestres a coordenadas celestes o ecuatoriales. Acontinuación hablaremos sobre ambos tipos se sistemas. 3.2.2.1 Sistema de referencia horizontal Es el sistema de referencia terrestre, consta de cuatro puntos cardinales. Para realizar mediciones con él, se debe de utilizar el azimut, que es el ángulo medido desde el norte geográfico. Al sistema de referencia horizontal se le conoce también como sistema de referencia del observador. Además del azimut se emplean dos datos más, la altura del horizonte o altura del objeto celeste que se desea ubicar y la latitud geográfica. La altura consiste en la distancia en ángulos entre el objeto celeste que deseamos medir y un plano horizontal imaginario en el cual esta colocado el observador horizonte. En los trabajos de arqueoastronomía se suele emplear el término altura del horizonte, esta palabra se refiere al ángulo entre un plano imaginario horizontal y el punto más alto del horizonte geográfico. La latitud geográfica consiste en la distancia en ángulos que hay del Ecuador a cualquier punto de la superficie terrestre. Figura 3. Los cuatro puntos cardinales Figura 4. El Azimut en un plano Figura 5. La altura Figura 6. La latitud Figura 7. Gráfica con la mitad de la bóveda celeste. Indicaciones de azimut, altura y el Norte geográfico 3.2.2.2 Sistema de referencia ecuatorial

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Este sistema se refiere como ya hemos dicho a las coordenadas celestes. Los dos datos más importantes en él son la declinación y el ángulo horario. La declinación o latitud celeste es la distancia que existe entre el ecuador celeste y el objeto astronómico que deseamos ubicar. El ángulo horario es la distancia en grados entre el objeto celeste y el cenit. El ángulo horario es igual a cero cuando el objeto esta en el cenit. Figura 8. Declinación Figura 9. Ángulo horario Otro dato importante acerca del cual debemos hablar aquí es la eclíptica. La eclíptica es el camino que recorre el sol a lo largo de todo un año. El equinoccio verdadero ocurre cuando el sol, a lo largo de la eclíptica, cruza, a una distancia de 23°27’, el Ecuador celeste en el punto vernal de Aries. El llamado zodiaco se encuentra en la eclíptica, cada signo del zodiaco equivale a 30°, lo que multiplicado por sus doce casas nos da un total de 360° (Mosqueira, 1961: 47-49). Figura 10 La eclíptica La ascensión recta es el último dato del cual hablaremos. Consiste en la distancia en ángulos entre el círculo horario del punto vernal y círculo horario del objeto celeste (Idem, 1961: 53) 3.2.2.3 Fórmulas Para poder conocer desde la tierra la ubicación de un cuerpo celeste, debe de cambiarse el sistema de referencia empleando las ecuaciones de transformación. Las fórmulas que emplearemos para pasar de coordenadas horizontales a coordenadas celestes serán las siguientes: cos(δ) cos (h) = cos(φ)sen(a)+sen(φ)cos(a)cos(A) cos(δ)sen(h)=cos(a)sen(A) sen(δ)=sen(φ)sen(a)-cos(φ)cos(a)cos(A) (Flores e.t.a.l, 2002: 251) en donde: φ = latitud del lugar δ = la declinación h = ángulo horario A = azimut a = altura del horizonte (Idem, 2002: 251) El objetivo de la fórmula consiste en obtener la declinación celeste del objeto buscado. Una vez obtenida se le busca en la tabla correspondiente al sol o a cualquier planeta o astro en el anuario de efemérides astronómicas. La tabla deberá de indicar el día al cual corresponde la declinación. Cabe señalar que para el sol existen dos fechas puesto que el sol pasa dos veces al año por la misma parte de la bóveda celeste.

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Si, en cambio, se desea transformar de coordenadas ecuatoriales a coordenadas horizontales tenemos las siguientes fórmulas: cos(a)cosA= cos(φ)sen(δ)+sen(φ)cos(δ)cos(h) cos(a)sen(A)=cos(δ)sen(h) sen(a)=sen(φ)sen(δ)+cos(φ)cos(δ)cos(h) (Ibid: 251) en donde: φ = latitud del lugar δ = la declinación h = ángulo horario A = azimut a = altura del horizonte (Ibid: 251) 3.2.3 Descripción de los procedimientos en campo 3.2.3.1 Elaboración de los croquis Hemos decidido incluir una serie de croquis de las estructuras, los petrograbados y los modelos labrados en roca para que los arqueoastrónomos y arqueoastrónomas del futuro puedan comparar y, en su caso, rechazar o aceptar los datos obtenidos en campo. En los croquis se indican los lugares específicos desde los cuáles fueron realizadas las mediciones. Los mapas de las estructuras, de los petrograbados y de los modelos en miniatura fueron realizados con la colaboración de mi padre José Luis Domínguez Reyes, los pasantes de Arqueología Margarita Alvarez, Daniel Herrera Maldonado, Rene Escartín Ochoa y Nahum Sólis Dávila, David González Castro, Adriana Lazo, Karim Bulhausen y Esteban Mirón Marván, el Diseñador gráfico Jorge Navarro Sánchez; la bióloga Melissa Ramírez, el licenciado en letras hispánicas Luis Andrés Gutiérrez Villavicencio y los estudiantes de arqueología Laura Elena San Juan Pérez, Diego Sil, sin embargo cualquier error es exclusivamente responsabilidad mía. Los croquis fueron elaborados con cinta y brújula Brunton. La versión final fue creada por medio del programa Autocad versión 2002. Para la realización de los croquis se tomaron el azimut magnético, la distancia y la altura del horizonte desde puntos arbitrarios de las estructuras y las manifestaciones gráfico-rupestres. Cabe señalar que todos los azimuts magnéticos fueron transformados en azimuts geográficos con miras en cuestiones de índole astronómico. En uno de los casos, el patio de las danzas, empleamos una copia del plano elaborado por el Arqueólogo Gustavo Coronel, orientándolo únicamente con respecto al Norte Geográfico. Los croquis tienen algunos errores, como por ejemplo, que las medidas de algunos croquis no corresponden totalmente con las medidas reales de las estructuras, pedimos por ello una disculpa a los lectores de la tesis, y esperamos que en el futuro los croquis puedan ser realizados de manera más exacta por otros investigadores.

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3.2.3.2 Selección arqueológica de los lugares en los cuales se llevaron a cabo las mediciones Un grave problema con el cual se topa la arqueoastronomía consiste en la determinación exacta de la orientación de un edificio. “En cada estructura deben medirse todas las líneas confiables” (Sprajc, 2001: 39). En ciertos casos “el valor medio de los diversos azimuts medidos probablemente representará la orientación de ciertos elementos constructivos” (Idem, 2001:39). Las líneas más paralelas son las más confiables para realizar la medición de las orientaciones del edificio. Host Hartung, según Aveni (1997: 250) proporciona una lista de elementos arqueológicos con arquitectura que posiblemente pueden estar relacionados con eventos astronómicos. Creemos que esta lista es un excelente punto de partida para elegir los lugares en los cuales se pueden realizar mediciones arqueostronómicas. La lista es la siguiente:

“ a) Líneas trazadas con pintura o grabadas en piedra o en el estuco que suele cubrir la piedra b) Una superficie vertical o el borde de una ventana o puerta vistas desde un punto fijo. c) Orificios horizontales y verticales d) Líneas entre elementos esculpidos e) Disposiciones arquitectónicas desacostumbradas en un edificio o grupo de edificios f) Elementos artificiales o naturales en el paisaje distante g) Líneas trazadas perpendicularmente a la entrada o a la fachada de un edificio” (Idem, 1997: 250)

Zelia Nuttal, con base en una cuidadosa revisión de los códices en los cuáles aparecen representaciones de sacerdotes astrónomos que observan el cielo, señala: “...los antiguos astrónomos observaban las estrellas desde un nicho obscuro ó á través de las puertas de sus templos, los que invariablemente estaban colocados en alguna elevación” (Nuttal,1907: 519). Con base en lo señalado por esta pionera de la antropología mexicana, creemos que al momento de realizar las mediciones debemos de tomar en cuenta las entradas de los templos y los nichos, si los hubiera. Las mediciones también pueden realizarse en petroglifos, modelos labrados en roca y pocitos como lo hizo Zimbrón (Zimbrón, 2002:94) Características arqueológicas tomadas en cuenta para la selección de los lugares en los cuales fueron realizadas las mediciones Vamos a desglosar las principales características arqueológicas tomadas en cuenta para la selección de los lugares en los cuales fueron tomadas las mediciones. Para efectos de esta tesis definimos como características arqueológicas a los elementos de la cultura material como: arquitectura, manifestaciones gráfico-rupestres, modelos miniatura y esculturas que

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pueden ser identificadas como producto de las sociedades precolombinas y que pueden ser diferenciadas claramente de las intervenciones realizadas por la arqueología moderna. En el caso de la arquitectura la principal característica que tomamos en cuenta fue la presencia de muros, escalinatas con estuco adherido y entradas. Para las manifestaciones gráfico-rupestres, en cambio, nuestros indicadores más importantes fueron la presencia de la patina y el hecho de que los soportes en los cuáles se encontraran no hubieran sido movidos previamente. El criterio para la selección de los modelos en miniatura fue, al igual que en las manifestaciones gráfico-rupestres, el hecho de no haber sido movidas de su sitio, mismo criterio empleado en el caso de las esculturas. 3.2.3.3 Realización de mediciones arqueoastronómicas Es de suma importancia que al realizar medidas se tomen cuidadosas notas de cómo fueron obtenidos los datos. Por ello se deben de medir las alturas de los diferentes muros, trazar líneas diagonales sobre las plataformas anotando cuanto miden los ángulos respectivos y tomar con cuidado a los muros de contención que ya no se encuentran en su posición original. Cuando las líneas este-oeste y norte-sur no son perpendiculares, la orientación del edificio no puede ser descrita por medio de una sola medición, se toma el promedio de los azimuts norte-sur y este oeste. “... es mucho más natural relacionar los fenómenos astronómicos en el horizonte este u oeste con las líneas arquitectónicas este-oeste, que con las perpendiculares a las líneas norte-sur.”(Sprajc, 2001:40) De preferencia se deben de medir los ejes indicados por medio de elementos arquitectónicos. No todos los elementos arquitectónicos son confiables, se deben de examinar los informes de la excavación y de la restauración para poder comprobar cuales elementos si resultan originales y cuales no. Si no es posible realizar esto lo aconsejable es realizar todas las mediciones posibles. De esta manera los errores quedarán anulados por medio del promedio de varias lecturas. Cuando los elementos han sufrido un gran deterioró las lecturas se deben de basar en elementos más confiables como las esquinas. Para poder realizar mediciones precisas se debe de utilizar el teodolito o tránsito, usando como eje de referencia al sol. En el caso del uso de la brújula deberán de tomarse algunas precauciones. La brújula sirve si se toma en cuenta la declinación magnética del lugar en el que se esta realizando la medición. La declinación magnética se puede tomar con base en anuarios de instituciones, aunque esto resulta de pronto poco confiable, lo mejor será determinar la variación magnética local de los sitios en los cuales se trabajará. Para la medición de la variación magnética local se debe de elegir un punto de observación fijo desde el que se puedan medir líneas visuales largas hacia picos prominentes y largos en

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el horizonte local. En nuestro caso empleamos los datos proporcionados por el Anuario del Observatorio Astronómico Nacional (Flores, 2006) Antes de elegir el lugar en el que se llevarán a cabo las mediciones se debe de medir el mismo punto a distintos metros de distancia con la finalidad detectar anomalías locales. Si el punto esta muy alejado entonces las mediciones deben de ser prácticamente las mismas para todos lados. Desde el punto que se haya fijado se deben de medir diez líneas largas con teodolito y referencia astronómica y con brújula. Luego establecemos las diferencias entre el acimut magnético el geográfico, obtenemos un promedio. Sólo si realizamos esto podemos determinar nuestras mediciones con brújula. Siempre hay que tomar las mediciones de los elementos arquitectónicos en ambas direcciones, si no hay anomalías magnéticas, deberá de haber una diferencia de 180° Las alturas del horizonte deben de realizarse con Teodolito, aunque se puede emplear el clisímetro manual. Cuando la orientación de un edificio sea determinada por medio de diferentes líneas medidas se deberán de realizar mediciones de las alturas que se encuentran dentro de la visual del Azimut. Es muy importante elaborar un breve dibujo de los puntos más relevantes del horizonte, en este dibujo se deberán de adjuntar los datos de las alturas. Si el horizonte no puede verse a simple vista los datos de la altura del horizonte pueden ser obtenidos mediante cálculo. (Idem, 2002: 39-45) 3.2.3.4 Recopilación de los datos (Azimut y altura del horizonte) Los datos en campo fueron tomados por medio de una brújula Brunton sin tripie. Con ella se obtuvieron los azimuts magnéticos y las alturas de los horizontes. Para evitar cierta clase de problemas derivado de la inexactitud de las orientaciones con la brújula se utilizó un hilo y la cinta métrica a manera de guía. La cinta métrica y el hilo eran extendidos de forma paralela a los puntos y líneas que se tomaron, el hilo de la brújula debía de seguir la guía de la cinta métrica. Hubo sin embargo casos en los cuales esto no fue posible debido a las características del terreno, en estos casos el azimut fue tomado exclusivamente con la brújula, sin embargo se procuró tener el mayor cuidado posible. La altura fue tomada con auxilió del clisímetros incluido en la brújula Brunton. El dato se tomó a la altura de los ojos del autor de esta tesis (1.65m). La altura fue considerada como el punto del horizonte que coincidía con el hilo del clisímetro. 3.2.3.5 Técnicas empleadas para la obtención de los Azimuts En el caso de los elementos arquitectónicos las mediciones (azimuts) fueron tomadas de frente al elemento en cuestión. En el caso de las escalinatas y de las entradas se tomaron los puntos medios, y desde allí se obtuvo el azimut. Cuando se trató de muros la medición fue obtenida siguiendo la lógica del mismo, como ya se ha indicado. Toda medida tuvo siempre como punto de referencia un elemento arqueológico.

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En las esculturas con paredes rectas colocamos la brújula de manera paralela a la escultura. En el caso de la escultura zoomorfa se realizaron dos mediciones, una a todo lo largo del eje central de la escultura y el otro a través del eje principal de la cola. Los azimuts de las manifestaciones gráfico-rupestres y los modelos miniatura fueron tomadas de manera paralela a la cara frontal del objeto en cuestión y luego se le sumaron o restaron 90 grados según fue el caso. El restar o sumar 90° dependió de la dirección del modelo labrado, si la dirección general se acercaba a un intervalo entre 0 y 90° se realizó la suma, en cambio si la dirección tiende al intervalo entre 90° a 180° se resto, para intervalos superiores a 180° se sumaron 270°. Además, a diferencia de los elementos arquitectónicos, se tomó en cuenta la inclinación de la roca, esta se obtuvo colocando la brújula sobre la superficie inclinada y moviendo el clisímetro hasta obtener el ángulo de inclinación. Una vez obtenidos los datos se cálculo el momento en que sol era rasante con las mismas fórmulas que han sido explicadas en párrafos anteriores. Calculamos también el momento en que el sol era rasante con los ángulos 7° y 10° respectivamente, para ello sumamos las cantidades mencionadas al ángulo de inclinación. Por otra parte calculamos también el momento en que el sol le pega de frente a los modelos, para ello si al azimut medido se le habían sumado 90° se le restaron, y si se le habían restado se le sumaron. En este caso también se procedió a calcular con diferentes ángulos de inclinación, 7° y 10° el momento del año en que el sol daba de frente. 3.2.4 Procesamiento de los datos y algoritmos Los datos tomados en campo, azimut magnético y altura del horizonte, fueron capturados y procesados por medio del programa Microsoft Excel. Los datos fueron agrupados de acuerdo con la estructura o conjunto de petrograbados y/o modelos en miniatura en los que se obtuvieron. En la tabla aparecen datos como el lugar exacto desde el cual fue realizada la medición, el Azimut geográfico y la latitud. Las ecuaciones de transformación se programaron en Excel. Se obtuvieron la declinación y al ángulo horario de cada uno de los puntos medidos en el trabajo de campo. Los valores de declinación fueron consultados en la tabla del Anuario del Observatorio Astronómico Nacional 2006 (2006) con la finalidad de obtener las fechas solares. Debido a la gran cantidad de datos nos vimos en la necesidad de seleccionar el material correspondiente a:

Fenómenos astronómicos visibles. Eventos solares significativos. El lugar desde el cual fueron efectuadas las mediciones.

Una vez depurados los datos fueron colocados en una Tabla Excel que incluía las siguientes características:

Elemento arqueológico donde fue efectuada la medición Azimut geográfico

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Declinación en grados y minutos Fecha Estructura o conjunto correspondiente

3.2.5 Elaboración de los horizontes Se dibujaron los horizontes circundantes desde las estructuras en las cuales se obtuvieron los ángulos azimutales y la altura. Cada elemento arqueológico presentaba diferentes paisajes cuyos relieves característicos eran únicos con respecto a los demás. Así por ejemplo en el reservorio teníamos como puntos de referencia en el horizonte al Tetzcotzinco y a las laderas del propio cerro Metécatl. En cambio en el patio de las danzas (área F) o en el templo superior (área E) podíamos observar horizontes compuestos por las cadenas montañosas que delimitan la Cuenca de México. El procedimiento para realizar los dibujos de los horizontes, consistió en tomar, cada cinco grados de azimut, la altura del horizonte, estos datos fueron pasados a la hoja de cálculo excel para ser graficados. Los datos graficados fueron:

Azimut Altura

El Azimut corresponde al eje X y la altura al eje Y. La escala empleada dependió del tamaño de la muestra de azimuts. Una vez graficados los horizontes se procedió a calcular los eventos astronómicos, solares principalmente, asociados con dichos horizontes, por ello en cada gráfica fueron indicados los puntos extremos de solsticios, y los puntos medios de equinoccios. Cabe señalar que no todos los horizontes pudieron ser elaborados en su totalidad, ya que condiciones atmosféricas adversas, fundamentalmente la densa capa de contaminación que flota sobre la ciudad de México no permitieron completar algunos de los horizontes. 3.3 Definiciones conceptuales de cosmovisión ritualidad y magia 3.3.1 Definiciones de cosmovisión Por cosmovisión entendemos “el conjunto articulado de sistemas ideológicos relacionados entre sí en forma relativamente congruente, con el que un individuo o un grupo social, en un momento histórico, pretende aprehender el universo.” (López, 1996:20) La definición anterior se complementa por lo dicho por Johanna Broda ya que ella entiende la cosmovisión como “la visión estructurada en la cual los antiguos mesoamericanos combinaban de manera coherente sus nociones sobre el medio ambiente en que vivían, y sobre el cosmos en que situaban la vida del hombre” (Broda, 1991a :462)

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La cosmovisión es también un hecho histórico producto del pensamiento social que se encuentra inmerso en un proceso de larga duración. (López, 1997: 25). La visión estructurada del universo se construye en la práctica de la vida cotidiana, implica consenso más o menos homogéneo de ideas. (Portal, 1996: 68-69). Las formas de ordenar el mundo material y simbólico corresponden al tipo de experiencia colectiva y al particular modo que una sociedad tiene de apropiarse de ella. Los miembros de una sociedad no poseen los mismos conceptos, pues vivir en sociedad implica jerarquías, atravesar por antagonismos y tensiones. Existe entonces un conflicto de cosmovisión/cosmovisiones presente en todas las esferas sociales pero en distintos grados (Idem, 1996: 81).Y sin embargo, a pesar de estos conflictos entre distintas visiones del mundo en el seno de una sociedad, existe en toda ella una cierta congruencia en el modo de aprehender el universo. Es más, podemos afirmar que posiblemente esta coincidencia de visiones al interior de un grupo humano pueda ser en ciertos casos el motor de los conflictos. Luis Villoro agrega un nuevo concepto, muy vinculado con lo planteado hasta este momento, la figura del mundo. Este no es otra cosa sino la peculiar manera de concebir el lugar del hombre en el cosmos natural y social. Comienza siendo patrimonio de una minoría pero luego se generaliza hasta ser un referente incuestionable de cierta época. Cuando se establece puede provenir una impugnación del pasado, que en la mayoría de los casos es un anuncio del ocaso de una época. Una época subsiste mientras lo haga su figura del mundo. (Ibidem, 70-74) Resulta importante la definición de este concepto pues será uno de los pilares básicos para la elaboración de las interpretaciones finales de este trabajo de tesis, además de que no sirve como herramienta para entender acciones aparentemente desarticuladas como la edificación de jardines santuario con un sentido religioso y la actividad astronómica. 3.3.2 Ritualidad y magia Entendemos a la ritualidad como el conjunto de prácticas fuertemente pautadas dirigidas a la sobrenaturaleza (López, 1998:16), el objetivo de estas prácticas es la entablar un diálogo con las criaturas de la sobrenaturaleza que permita mantener el equilibrio en el mundo y que preserve la vida humana. La magia es entendida como una serie de acciones dirigidas a ganarse la voluntad de los seres sobrenaturales en el marco de una relación de igualdad (López, 2004:23) 3.4 Conceptos aplicados 3.4.1 Cosmovisión en el Teztcotzinco

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El Tezcotzinco no fue un simple jardín de recreo y de veraneo para los señores Acolhuas, fue un santuario-jardín. Al respecto Gabriel Espinosa dice que:

“Tradicionalmente se han inlcuído dentro del tema de las obras hidráulicas la creacion de “espacios recreativos” o “jardines recreativos” para el disfrute de los soberanos. “No dudo que los espacios a los que se refieren los diversos autores hayan podido ser extraodinariamente recreativos y disfrutables, pero me parece dudoso que ese haya sido el motivo principal de su cosntrucción. Creo que hay un aspecto ritual subyacente de importnacia esencial que explica el sentido de estas obras no como un mero capricho de exóticos gobernantes que recordaría a los emperadores romanos, sino un obra que incluso para aquellos que jamás han de pisarla ni conocerla tuvo un sentido mágico-religioso (y hemos insistido en el carácter cultualmente pragmático de este aspecto.” (Espinosa, 1996: 372)

Esther Pasztory nos dice al respecto que “The gardens were ornamental, practical, and symbolic”. (Pasztory, 1983: 131). Es decir, cuando hablamos de horticultura prehispánica no podemos separar el gusto de los antiguos habitantes del México antiguo por las plantas y flores de lo simbólico y religioso. La función ritual del Tetzcotzinco queda demostrada por la presencia de fragmentos de esculturas de Tláloc y de Chicomecoatl, así como de petrograbados de la deidad de la lluvia en su cima. Debemos de agregar que “The carvings of the frogs, and Tlaloc on top of the hill, indicate the asociattion of Tetzcotzingo with water and rain deities..”(Idem, 1983: 131).

3.4.2 Concepciones del universo plasmadas en la estructura del sitio En la estructura del jardín estaba plasmada la concepción de un universo dividido en varios estratos . El sitio reflejaría en si misma toda una estructura del universo “It was a microcosm of the universe, and of the history of Texcoco as personified by Nezahualcoyotl...The temples and reliefs were probably related to the four directions in significance. Umberger ... sugests that the top hill may have been the upperworld, the bottom the underworld , and he middle, with its processional paths and “cities”, te surface of the earth” (Ibidem: 132) A pesar de que la interpretación anterior sea ciertamente polémica, creemos que es bastante plausible, en tanto que la mayor parte de los asentamientos prehispánicos y del mundo antiguo eran un reflejo del universo mismo. Esta distribución vertical implicaría que las estructuras arqueológicas en la cima, áreas F, E, (Patio de las danzas) y G (los dioses), representarían el nivel celeste, las edificaciones a la altura del canal, áreas B, Baño del rey, D y H, serían la superficie de la tierra, y las áreas A y C, que se encuentran debajo del canal vendrían siendo el inframundo. El acomodo espacial de las estructuras del Tetzcotzinco parece sugerirnos la concepción de una tierra cuadripartita. Las áreas B, Baño del rey, D y H, se encuentran a la misma altura, (altura del canal), cada una de ellas se ubica en un rumbo del universo, Oeste, Sur, Este y Norte respectivamente. En la lámina 1 del códice Fejérvary-Mayer podemos observar una

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representación del universo dividido en cuatro rumbos, con sus cuatro direcciones y un centro, con los cuatro árboles por los que fluye el tiempo y con los signos calendáricos. En el caso de nuestro cerro, la cima posiblemente sería el centro y las áreas a nivel del canal, los rumbos del universo por los cuáles va descendiendo el tiempo. El cerro Metécatl posee, desde nuestra perspectiva, una configuración parecida a la del Tetzcotzinco, donde creemos que el reservorio y la fuente A, serían nivel terrestre por encontrase en la parte media del cerro y los modelos arquitectónicos labrados en roca, ubicados en la cima, corresponderían al nivel celeste. Foto 4. El Tetzcotzinco 3.4.3 Representaciones políticas El cerro del Teztcotzinco, así como el Metécatl, son testigos de varios momentos histórico- político muy concretos, la consolidación de la triple alianza y la rivalidad entre sus élites por un lado, y, por otra parte, la destrucción efectuada por los evangelizadores. El lugar plasma a la visión que de la estructura política de la Cuenca de México tenían los señores acolhuas porque, según de Alva Ixtlixóchitl, algunas de las estructuras a la altura del canal representaban a las ciudades de la triple alianza (De Alva Ixtlixochitl, 1979:118-119). Así pues, las tres fuentes del sitio representaban a tres grandes ciudades, Tenayuca, Texcoco y sus tres aliados y Tula. El uso de baños excavados en la roca era una ilustración gráfica del Altepetl (agua-montaña), nombre empleado para denominar a las ciudades (Pasztory, 1983: 131). El jardín fue además un vehículo de la competencia entre las élites de la triple alianza. Las clases dirigentes de las sociedades acolhua y mexica contendían entre ellas por medio de la apropiación de paisajes maravillosas cargados de significados, así como por medio de la adecuación y rediseño de estos lugares. (Evans, 2001:206) Mexicas y acolhuas construían jardines-santuario para demostrar su poder y su capacidad para movilizar recursos (Idem, 2001:206), aunque posiblemente también los realizarán con un objetivo político-religiosa todavía no identificada por nosotros. 3.4.4 Significación en términos religiosos El Tetzcotzinco fue una representación del mundo, del universo y un monumento geohistórico con referentes sagrados (Ibidem: 217). En él los texcocanos representaron a sus progenitores, los Toltecas y los Chichimecas, con la finalidad de legitimar su origen. El cerro posee también otra clase de connotaciones religiosas como el ser lugar de oración, pues a él asistía Nezahualcoyotl a realizar penitencia, ayuno, oraciones, a componer cantos y a realizar ofrendas de copal a distintas horas del día como serían la salida del sol, el mediodía, el atardecer y la medianoche. (Lesbre, 2001: 332). El cerro fue también el recinto al cual asistió Nezahualcoyotl para llorar la muerte de su hijo en la guerra.

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El lugar fue, por otra parte y según la tradición oral, un supuesto escenario de apariciones, pues según el mito a uno de los encargados de cuidar la recamara del rey-poeta, el caballero Iztapalotzin, se le apareció un mancebo de aspecto muy agradable y le anunció que la esposa de Nezahualcoyotl engendraría pronto a un hijo que sucedería en el trono al señor de los acolhuas. (Idem, 2001: 333). Este mito refuerza nuestra idea con respecto al carácter sagrado del cerro, pues la montaña, además de su carácter acuático en el México antiguo, se consideraba entre los pueblos de la antigüedad, una imagen del centro del mundo que posibilitaba el contacto entre los seres de la tierra y los del cielo porque en ella se vuelve posible la ruptura de los niveles del mundo (Eliade, 2003: 219). “Ésta es la Montaña Cósmica que el futuro chamán escala en sueños [...]y que visita más tarde , en sus viajes extáticos.” (Idem, 2003: 219) Montaña sagrada donde se realizaban rituales relacionados con la vegetación y la lluvia y que tenía muy mala fama entre los evangelizadores y cronistas, por ser considerado un lugar de culto idolátrico en donde antaño se realizaban supuestos sacrificios (Lesbre, 2001: 336). El jardín tenía otras funciones, entre ellas y la más importante, recrear al Tlalocan, (Ibidem: 217) la región de la niebla, la exuberancia y las aguas abundantes. Destino final de los muertos por rayo, de los ahogados y reino del dios de las lluvias, Tláloc. 3.4.4.1 Tetzcotzinco como Tlalocan Tlalocan era descrito como un lugar de bienestar, verdor y riqueza, en el crecían todo el año elotes, calabazas, jitomates y flores de cempoaxóchitl. Habitaban en el los tlaloques o ayudantes de Tláloc y era destino final de todos los que morían ahogados, golpeados por un rayo o por enfermedades relacionadas con el agua. Allí las plantas siempre estaban repletas de frutos y verdes, siempre llovía (López, 2000:182-183) y (Sahagún, 1985:207-208). Tlalocan se conceptualizaba también como el lugar del cual surgían los ríos y las lluvias que regaban la tierra, era pues un depósito de humedad (López, 2000:184) En Tlalocan surgía además el árbol de Tamoanchan, árbol cósmico que conectaba distintos niveles del mundo. En el mural de Tlalocan en Teotihuacan, puede verse representado un cerro del cual surge el agua, corrientes del líquido vital y una gran cantidad de hierbas medicinales y alucinógenas. Tláloc era el dios de la lluvia y de la abundancia, era también “señor del paraíso terrenal, oloroso y florido” (Sahagún, 1985: 316). Por otra parte existían en los patios de algunos templos jardines que recreaban y reproducían el Tlalocan. Los elementos anteriores nos permiten asociar de manera genérica a los jardines prehispánicos con el Tlalocan, porque los jardines eran lugares en los cuales crecían y se cultivaban plantas y que muy posiblemente permanecían verdes durante todas las épocas del año. En el caso particular del Tetzcotzinco podemos hablar de ciertas característica que lo vincularían con el Tlalocan. Las características que lo vincularían serían que , al igual que Tlalocan, es un lugar por el que corre el agua, es un cerro, (o junto con el Metécatl un

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conjunto de cerros) del cual parecen emerger las fuentes de agua, en el había flores y plantas medicinales y alucinógenas, flores odoríferas, según nos describe Ixtlilxóchitl (Ixtlilxóchitl, 1979). Si el paraíso de Tláloc es el lugar en el cual nacen la lluvia y las corrientes de agua, el cerro del Tetzcotzinco debe ser considerado una replica de este, pues en su masa rocosa se encuentran talladas fuentes de las cuales surgen canales que corren a todo lo largo y ancho de la colina. Richard Townsend menciona, a propósito de la representación de una máscara de Tláloc en lo alto del cerro Tetzcotzinco, que por lo menos la parte alta del cerro estaba dedicada al culto del dios de las lluvias (Townsend, 1982: 61). Para el autor norteamericano, esto junto con el hecho de que el Tetzcotzinco se halla enclavado en una montaña, muestran que el sitio era una metáfora de la mítica montaña de los mantenimientos. (Idem, 1981: 61) 3.4.5 Arquitectura, manejo del paisaje y cosmovisión En el Tetzcotzinco la cosmovisión también se plasmó en la arquitectura y el manejo del paisaje El sitio fue un proyecto arquitectónico con un esquema compositivo subordinado a un esquema general pues su traza sigue la topografía del cerro y el eje oriente-poniente. Los espacios habitacionales estaban siempre cruzados por los cinco puntos cardinales y la ruta del zenit, lo cual da como resultado un esquema tridimensional. Las escalas y las proporciones de los espacios se adecuan al paisaje tanto a nivel micro como a nivel macro; siempre se maneja el espacio desde una perspectiva tridimensional (Medina, 1997: 86-87). El movimiento de las estructuras en relación con el paisaje es originado por la trayectoria solar, la alternancia de la luz y la sombra, las tonalidades de los colores, por los canales en los cuales fluye el agua. Por otra parte en el desarrollo global y puntual de las estructuras son integradas las ciencias y las artes, lo cual da como resultado algunos elementos de barroquismo ornamental. (Idem, 1997: 86-87) “El paisaje de El Tezcotzinco mantiene en todos sus escalas cinco puntos cardinales y siete rutas; tres planos horizontales, tres planos verticales y un espacio fugado. Esta estructura está dada por el relieve del terreno; las trazas circulares, radiales o concéntricas, así como los trazo rectilíneos norte-sur, oriente poniente centro-cenit, centro-nadir y las líneas oblicuas ascendentes y descendentes.” (Ibidem, :187) Como podemos ver, el mantener las mismas escalas en todos los niveles arquitectónicas, el insertar las estructuras dentro del paisaje son producto de la cosmovisión y su materialización.

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