La Oración Poderosa - La Santidad

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Cuando Samuel dijo “Habla, porque tu siervo oye” (v.10), revelo un corazón atento y dispuesto a obedecer a Dios. ¿Cómo respondió Samuel al llamado divino? Respondió prestamente: Heme aquí, v. 4. Podría haber buscado una excusa, aun legítima: cansancio, sueño, frío, o aun miedo a esa hora de la noche. Nada lo detuvo. Corrió a dar la nueva a Elí y se puso a su disposición. Estaba ansioso por servir. Ante el llamado guardó invariablemente la misma conducta. ¡Presto! La lección aquí es que no hay que confundir el llamado de los hombres con el de Dios. Respondió obedientemente. Habla que tu siervo oye, v. 10. Dispuesto a hacer la voluntad de Dios. Pablo, por ejemplo dijo ante su llamado por el Señor Jesús: Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,” (Hch. 26:19). "Gran rey Agripa, yo no desobedecí esa visión que Dios puso ante mí. (BLS) La respuesta al llamado debe ser incondicional, o no es respuesta. V.61 Te seguiré, Señor, pero... (Luc. 9:57–62). CONCLUSIÓN Dios quiere que seamos como Samuel con un corazón que espera oír y obedecer su Palabra. Dios nos purifique y podamos así experimentar que nuestras oraciones sean poderosas. Si realmente queremos orar con poder, si queremos el cielo abierto para nosotros, necesitamos abrirnos paso hacia una mayor santidad en nuestras vidas. Isaías 1:15-17 15 Cuando ustedes alzan sus manos hacia mí para orar, yo me niego a prestarles atención. Ya no escucharé su gran cantidad de oraciones porque ustedes tienen las manos manchadas de opresión y violencia. 16 Límpiense y purifíquense, quiten sus maldades de mi vista, dejen de hacer el mal 17 y aprendan a hacer el bien. Sean honestos con los demás, ayuden al oprimido, hagan valer los derechos de los huérfanos y defiendan a las viudas».” (PDT) LA ORACIÓN PODEROSA, LA ORACION QUE SE ABRE PASO A LA SANTIDAD INTRODUCCIÓN Salmos 66:18-20 18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. 19 Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica. 20 Bendito sea Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia. “Respétenla para que nada impida que Dios escuche sus oraciones.” (1 P 3:7) En la biblia encontramos una historia que nos motiva a buscar una vida en santidad por sus consecuencias. Es la historia del sacerdote Eli y sus hijos Ofni y Funees. LAS CONSECUENCIAS DE UNA FALTA DE SANTIDAD En el capítulo 4 de 1 de Samuel; nos relata los sucesos tristes y dolorosos que le acontecen a Eli y su familia y al pueblo de Dios. ¿Por qué paso todo esto? ¿Por qué hubo tanta mortandad dentro del pueblo de Dios? ¿Cómo Dios

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Si realmente queremos orar con poder, si queremos el cielo abierto para nosotros, necesitamos abrirnos paso hacia una mayor santidad en nuestras vidas.

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Cuando Samuel dijo “Habla, porque tu siervo oye” (v.10), revelo un corazón atento y dispuesto a obedecer a Dios.

¿Cómo respondió Samuel al llamado divino? Respondió prestamente: Heme aquí, v. 4. Podría haber buscado una excusa, aun legítima: cansancio, sueño, frío, o aun miedo a esa hora de la noche. Nada lo detuvo. Corrió a dar la nueva a Elí y se puso a su disposición. Estaba ansioso por servir. Ante el llamado guardó invariablemente la misma conducta. ¡Presto! La lección aquí es que no hay que confundir el llamado de los hombres con el de Dios. Respondió obedientemente. Habla que tu siervo oye, v. 10. Dispuesto a hacer la voluntad de Dios. Pablo, por ejemplo dijo ante su llamado por el Señor Jesús: “Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,” (Hch. 26:19). "Gran rey Agripa, yo no desobedecí esa visión que Dios puso ante mí. (BLS)La respuesta al llamado debe ser incondicional, o no es respuesta. V.61 Te seguiré, Señor, pero... (Luc. 9:57–62).

CONCLUSIÓN Dios quiere que seamos como Samuel con un corazón que

espera oír y obedecer su Palabra. Dios nos purifique y podamos así experimentar que nuestras oraciones sean poderosas.

Si realmente queremos orar con poder, si queremos el cielo abierto para nosotros, necesitamos abrirnos paso hacia una mayor santidad en nuestras vidas.

Isaías 1:15-17 “15 Cuando ustedes alzan sus manos hacia mí para orar, yo me niego a prestarles atención. Ya no escucharé su gran cantidad de oraciones porque ustedes tienen las manos manchadas de opresión y violencia. 16 Límpiense y purifíquense, quiten sus maldades de mi vista, dejen de hacer el mal 17 y aprendan a hacer el bien. Sean honestos con los demás, ayuden al oprimido, hagan valer los derechos de los huérfanos y defiendan a las viudas».” (PDT)

LA ORACIÓN PODEROSA, LA ORACION QUE SE ABRE PASO A LA SANTIDAD

INTRODUCCIÓNSalmos 66:18-20 “18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. 19 Mas ciertamente me escuchó Dios; Atendió a la voz de mi súplica. 20 Bendito sea Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.“Respétenla para que nada impida que Dios escuche sus

oraciones.” (1 P 3:7)

En la biblia encontramos una historia que nos motiva a buscar una vida en santidad por sus consecuencias. Es la historia del sacerdote Eli y sus hijos Ofni y Funees.

LAS CONSECUENCIAS DE UNA FALTA DE SANTIDAD En el capítulo 4 de 1 de Samuel; nos relata los sucesos tristes

y dolorosos que le acontecen a Eli y su familia y al pueblo de Dios.

¿Por qué paso todo esto? ¿Por qué hubo tanta mortandad dentro del pueblo de Dios? ¿Cómo Dios permitió que su propio sacerdote Eli, y sus hijos Ofni y Finees murieran? Y por último ¿Por qué el arca de Dios había sido llevada por los filisteos?

La respuesta a todas estas preguntas es que el juicio de Dios cayó sobre el propio pueblo de Dios. El Señor estaba limpiando su casa.

LA CAUSA DE LA FALTA DE SANTIDADGálatas 6:7 “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Finalmente, en la lucha contra el pecado a nivel personal,

Pablo advierte con tremenda solemnidad: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado” (v.7a). El apóstol sabe que no todos los pecados salen a la luz (1 Tim 5:24). Aquellos cuyos pecados no son descubiertos deben recordar que Dios todo lo ve; Él no puede ser ni engañado ni burlado. Tarde que temprano “todo lo que el hombre sembrare, eso también

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segará” (v.7b). ¡Dios se encargará de ello! Si vive en el pecado, “segará corrupción” (disciplina, si es un creyente).Las situaciones se vuelven intolerables que Dios tiene que aplicar este principio con acciones drásticas para proteger las bendiciones futuras de sus hijos.

1 Samuel 2:12-22 nos relata lo sinvergüenzas que eran los hijos de Eli. 1Sa 2:12 Los hijos de Elí eran hombres impíos (eran

perversos, malvados), y no tenían conocimiento de Jehová (no les importaba el Señor).

1Sa 2:17 Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová. (¡Este era un pecado muy grave ante los ojos del Señor!) , porque trataban con desprecio las ofrendas que pertenecían al Señor. (DHH)

La costumbre de los sacerdotes (13-14). Tomaban lo que no les correspondían y “lo tomaba para sí.” Las porciones que le correspondían al sacerdote Levítico 7:28-36. Lo que no le correspondía al sacerdote Levítico 17:6

La maldad de los sacerdotes: Le robaban a Dios. Tomaban más carne de lo que les correspondía. Antes de quemar la grosura, tomaban todo el trozo para sí. Amenazaban al que se oponía. sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza. (v.16)

1Sa 2:22 Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

Esta era una institución de mujeres santas de una orden estrictamente ascética, quienes renunciaban a todos los cuidados terrenales y se dedicaban al Señor,

Y Dios le envió un hombre de Dios que le recordó a Elí: “Dios honra a los que le honran y los que lo desprecian serán tenidos por poco” (1 S 2:30) Yo honro a los que me honran, y humillo a los que me

desprecian.(NVI)

Honraré al pueblo que me honra a mí, pero al que se niegue a respetarme, le va a ir mal. (PDT)

LA ORACION RENOVADA POR LA SANTIDAD 1 Samuel capitulo 2 y 3 revela que mientras Ofni y Finees

seguían sus pasiones egoístas, Dios estaba trabajando una solución.

Dios estaba preparando a un muchacho que su madre, poderosa en la oración lo había consagrado a ÉL. Ese muchacho era Samuel. 1Sa 1:11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si

te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza. (voto nazareo era para ser consagrado, dedicado para Dios. También consagrarse, dedicarse, abstenerse para un uso) Un Nazareo era "santo para Jehová" todos los días de su "nazareato" (separación). Su Nazareato de Samuel seria según este texto “todos los días de su vida” estaría dedicado para Dios.

1:“25…trajeron el niño a Elí. 26 Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. 27 Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová.”

y el niño ministraba (servía) a Jehová delante del sacerdote Elí.(1 S 2:11)

Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová (servía como un ayudante al Señor), vestido de un efod de lino. (1 S 2:18)

Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres. (1 S 2:26) (y su conducta agradaba tanto al Señor como a los hombres) El joven Samuel ministraba (servía) a Jehová en presencia

de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia. (1 S 3:1)

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Dios va a remplazar la conducta que no es santa con una conducta piadosa. Dios vio en Samuel, sin embargo, un instrumento limpio que

podía usar. “Y yo me suscitaré ( levantaré ) un sacerdote fiel, que haga

conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días.” (1 S 2:35)

“Yo mismo pondré un sacerdote fiel que me escuchará y hará lo que yo quiero.

“Luego pondré un sacerdote digno de confianza y que actúe de acuerdo con mi voluntad y criterio”

“8 Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. 9 Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar. 10 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.” (1 S 3:8-10)

Cuando Samuel dijo “Habla, porque tu siervo oye” (v.10), revelo un corazón atento y dispuesto a obedecer a Dios.

¿Cómo respondió Samuel al llamado divino? Respondió prestamente: Heme aquí, v. 4. Podría haber buscado una excusa, aun legítima: cansancio, sueño, frío, o aun miedo a esa hora de la noche. Nada lo detuvo. Corrió a dar la nueva a Elí y se puso a su disposición. Estaba ansioso por servir. Ante el llamado guardó invariablemente la misma conducta. ¡Presto! La lección aquí es que no hay que confundir el llamado de los hombres con el de Dios. Respondió obedientemente. Habla que tu siervo oye, v. 10. Dispuesto a hacer la voluntad de Dios. Pablo, por ejemplo dijo ante su llamado por el Señor Jesús: “Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,” (Hch. 26:19).

"Gran rey Agripa, yo no desobedecí esa visión que Dios puso ante mí. (BLS)La respuesta al llamado debe ser incondicional, o no es respuesta. V.61 Te seguiré, Señor, pero... (Luc. 9:57–62).

CONCLUSIÓN Dios quiere que seamos como Samuel con un corazón que

espera oír y obedecer su Palabra. Dios nos purifique y podamos así experimentar que nuestras oraciones sean poderosas.

Si realmente queremos orar con poder, si queremos el cielo abierto para nosotros, necesitamos abrirnos paso hacia una mayor santidad en nuestras vidas.

Isaías 1:15-17 “15 Cuando ustedes alzan sus manos hacia mí para orar, yo me niego a prestarles atención. Ya no escucharé su gran cantidad de oraciones porque ustedes tienen las manos manchadas de opresión y violencia. 16 Límpiense y purifíquense, quiten sus maldades de mi vista, dejen de hacer el mal 17 y aprendan a hacer el bien. Sean honestos con los demás, ayuden al oprimido, hagan valer los derechos de los huérfanos y defiendan a las viudas».” (PDT)