La Organización Nacional II (1862-1880)

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La Organización Nacional -segunda etapa- 1862-1880 PRESIDENCIA DE BARTOLOMÉ MITRE (1862-1868) Luego de la Batalla de Pavón quedó acéfalo el gobierno de la nación al renunciar las autoridades ejecutivas y legislativas residentes en Paraná. Mitre asumió entonces el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires y convocó a los representantes de todas las provincias a una asamblea para elegir autoridades nacionales y resolver sobre el lugar de residencia y financiamiento del ejecutivo. El 5 de octubre de 1862 la asamblea de electores eligió por unanimidad a Bartolomé Mitre presidente y a Marcos Paz vicepresidente de la nación. Los aspectos más importantes por resolver durante su gobierno fueron alcanzar la unidad nacional controlando los alzamientos del interior que se oponían al centralismo, la guerra de la Triple Alianza y resolver la residencia de las autoridades nacionales fijando una capital nacional. El Proyecto de Federalización de Buenos Aires y la Ley de Compromiso Mitre era aún gobernador de Buenos Aires a cargo del ejecutivo nacional cuando elevó al Congreso un proyecto por medio del cual se federalizaba toda la provincia de Buenos Aires dotando así al gobierno nacional de recursos financieros y de territorio propio. El Congreso se expidió favorablemente sobre la cuestión pero la legislatura porteña lo rechazó. El acuerdo con los porteños sólo fue posible a partir de la llamada "ley de compromiso" que permitía al gobierno nacional residir en Buenos Aires durante cinco años, expirado el plazo, se discutiría nuevamente el tema. La "cuestión de la capital" originó la división de los liberales porteños y la formación de dos nuevos partidos políticos. El nacionalista liderado por Mitre, que sostenía la federalización de Buenos Aires y el autonomista, cuyo jefe era Adolfo Alsina y que defendía la integridad y autonomía, de la provincia. Los nacionalistas recibieron de los alsinistas el mote de "cocidos" ya que entre sus filas estaban quienes "se dejaron cocer en las calderas de Urquiza", por oposición, quienes no abandonaron la causa porteña fueron los "crudos". Alzamientos Federales en el Interior Contra el gobierno de Mitre se sublevó en 1862 desde La Rioja, Ángel Vicente Peñaloza, "el Chacho", quien contaba con apoyo en las zonas rurales del interior. Esto le permitió extender su influencia a Catamarca, San Juan, San Luis y Córdoba. Denunció la nueva política centralista porteña y los asesinatos cometidos en su nombre. Inicialmente Mitre llegó a un acuerdo con Peñaloza pero este consideró a Mitre un traidor ya que continuó persiguiendo a sus seguidores, por lo que reinició la guerra.

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La Organización Nacional-segunda etapa-

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PRESIDENCIA DE BARTOLOMÉ MITRE (1862-1868)

Luego de la Batalla de Pavón quedó acéfalo el gobierno de la nación al renunciar las autoridades ejecutivas y legislativas residentes en Paraná. Mitre asumió entonces el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires y convocó a los representantes de todas las provincias a una asamblea para elegir autoridades nacionales y resolver sobre el lugar de residencia y financiamiento del ejecutivo.El 5 de octubre de 1862 la asamblea de electores eligió por unanimidad a Bartolomé Mitre presidente y a Marcos Paz vicepresidente de la nación.Los aspectos más importantes por resolver durante su gobierno fueron alcanzar la unidad nacional controlando los alzamientos del interior que se oponían al centralismo, la guerra de la Triple Alianza y resolver la residencia de las autoridades nacionales fijando una capital nacional.

El Proyecto de Federalización de Buenos Aires y la Ley de CompromisoMitre era aún gobernador de Buenos Aires a cargo del ejecutivo nacional cuando elevó al Congreso un proyecto por medio del cual se federalizaba toda la provincia de Buenos Aires dotando así al gobierno nacional de recursos financieros y de territorio propio. El Congreso se expidió favorablemente sobre la cuestión pero la legislatura porteña lo rechazó.El acuerdo con los porteños sólo fue posible a partir de la llamada "ley de compromiso" que permitía al gobierno nacional residir en Buenos Aires durante cinco años, expirado el plazo, se discutiría nuevamente el tema.La "cuestión de la capital" originó la división de los liberales porteños y la formación de dos nuevos partidos políticos. El nacionalista liderado por Mitre, que sostenía la federalización de Buenos Aires y el autonomista, cuyo jefe era Adolfo Alsina y que defendía la integridad y autonomía, de la provincia. Los nacionalistas recibieron de los alsinistas el mote de "cocidos" ya que entre sus filas estaban quienes "se dejaron cocer en las calderas de Urquiza", por oposición, quienes no abandonaron la causa porteña fueron los "crudos".

Alzamientos Federales en el InteriorContra el gobierno de Mitre se sublevó en 1862 desde La Rioja, Ángel Vicente Peñaloza, "el Chacho", quien contaba con apoyo en las zonas rurales del interior. Esto le permitió extender su influencia a Catamarca, San Juan, San Luis y Córdoba. Denunció la nueva política centralista porteña y los asesinatos cometidos en su nombre. Inicialmente Mitre llegó a un acuerdo con Peñaloza pero este consideró a Mitre un traidor ya que continuó persiguiendo a sus seguidores, por lo que reinició la guerra.Para derrotarlo se organizaron fuerzas militares con colaboración de los gobernadores de Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y San Juan. Mitre le dio a Sarmiento, gobernador de San Juan, la dirección de esta guerra. Peñaloza resistió con sus montoneras hasta noviembre de 1863, fecha en que fue tomado prisionero y muerto en Olta (La Rioja).Entre 1864 y 1866 hubo en las provincias del interior distintos alzamientos contra las autoridades nacionales y contra los reclutamientos forzosos para obtener soldados en la impopular guerra del Paraguay. En 1866 estalló en Mendoza la "rebelión de los colorados" liderados por Juan Saa y en 1867 el sanjuanino Juan de Dios Videla entró en San Juan, la rebelión continuó y Saa tomó San Luis mientras el riojano Aurelio Zalazar avanzó sobre La Rioja. Felipe Varela, hombre del Chacho, regresó de su exilio en Chile y organizó a las fuerzas contrarias al gobierno nacional. Antonio Taboada, caudillo santiagueño aliado de Mitre enfrentó a Varela y lo venció en abril de 1867 en Pozo de Vargas. Este huyó primero a Bolivia y luego a Chile donde murió en 1870.

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Obra de Gobierno durante la Presidencia de MitreDesde el ministerio del interior se impulsaron las obras de comunicaciones, correos y telégrafos, inmigración y colonización. En 1862 se inició la construcción del ferrocarril del Sud y el Central Argentino hacia Córdoba y Rosario.En 1863 se sancionó la Ley de Aduana que concedía franquicias al comercio con Europa y que elevó las rentas nacionales de siete a catorce millones de pesos oro.Se organizó la Suprema Corte de Justicia Federal.En cuestiones de instrucción pública se fundaron colegios nacionales en Catamarca, Salta, Tucumán, San Juan, Mendoza y en Buenos Aires. En el Colegio Nacional de Buenos Aires, antiguo San Carlos, de la Unión del Sud y de Ciencias Morales se designó en 1863 primer rector al científico Amadeo Jacques.Se firmó el 21 de septiembre de 1863 un tratado con España mediante el cual se reconocía la independencia de la República Argentina.En cuanto a las relaciones exteriores Mitre inició una política de no intervención en los asuntos latinoamericanos. Mantuvo al país al margen de distintos conflictos como el de Perú y España cuando este no reconoció la independencia peruana, el de la intervención francesa a México o la reincorporación de la República Dominicana a España.

La guerra de la Triple Alianza contra ParaguayParaguay luego de la muerte de su presidente, Carlos Antonio López, queda en manos del mariscal Francisco Solano López, su hijo - se ha transformado en el fenómeno más singular de América latina. Rodeado por poderosos vecinos, con fronteras no determinadas todavía, su situación especial obliga a una política de fortalecimiento interno y de militarización rigurosa.Gobernado férreamente, pero con orden, muy pronto alcanza un progreso extraordinario, al punto de motivar elogios en Europa. Ya en 1859 Paraguay contaba con un ferrocarril que era el primero de Sudamérica: 300 kilómetros de Asunción a Villa Rica. Su telégrafo tiene una extensión similar - Asunción a Paso de la Patria - y el pequeño territorio es asiento de importantes factorías. Entre otras fábricas, se destacan las de papel y jabón; posee astilleros, marina mercante propia, compuesta de 11 vapores, y, sobre todo semialtos hornos procedentes de Prusia.A diferencia de Buenos Aires, no importa productos alimenticios ni tiene deuda externa. Este milagro latinoamericano no cae bien a sus vecinos. La intervención brasileña en la Banda Oriental - consentida por Buenos Aires - es criticada por López, que ve en ella una futura amenaza. Inicia una laboriosa gestión diplomática exigiendo explicaciones, sin olvidar de mantener vivos sus contactos con Urquiza, su amigo. Intuye la marcha de la crisis y se prepara para la guerra.Buenos Aires no condena la arbitrariedad brasileña ni hace respetar las obligaciones del tratado de 1828, y Paraguay queda solo. Los diarios porteños satirizan al gobernador paraguayo. Alberdi, Guido y Spano, Olegario Andrade, entre otros, denuncian el peligro y se ponen del lado de Asunción.En 1865 se forma la triple alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) contra Paraguay. La crisis existente se había deteriorado progresivamente con la ocupación brasileña de las ciudades orientales de Melo y Paysandú. El Mariscal López, que forzaba a expedirse a Buenos Aires buscando la rebelión mesopotámica contra Mitre, declaró la guerra al Brasil. Mitre, con astucia, dejaba hacer. López solicitó pasar por una franja de territorio argentino obligado por la geografía: fue el motivo para que Mitre se resolviera por la guerra con Asunción. A esta altura, Uruguay, en distintas manos, integró la Triple Alianza. En forzoso discurso Mitre adelantó: “en tres días en los cuarteles, en tres semanas en el campo de batalla y en tres meses en la Asunción”. La noticia conmocionó a la opinión pública local, que no vio con buenos ojos el ataque al Paraguay. La correlación de fuerzas, por otra parte, desató en la misma Europa una serie de críticas y casi todos sus países expresaron su simpatía por el gobierno de Asunción. Brasil contaba con 8.000.000 de habitantes y una renta de 20.000.000 de pesos fuertes. La Argentina, 1.200.000 habitantes y una renta de 8 millones. Uruguay, 350,000 habitantes y una renta de 2.918.000 pesos. Nada haría Paraguay con sus 600.000 habitantes y su renta de 1.200.000 pesos.

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El desarrollo de los acontecimientos bélicos de este año tuvo como escenario a la Argentina y al Brasil, ya que la ofensiva paraguaya ganó suficiente terreno, llegando a ocupar Corrientes. Muy pronto el peso de los aliados se hizo sentir y, pese de la heroicidad mostrada, el ejercito paraguayo frenó su ímpetu tras ser derrotado en Yatay y Uruguayana. Antes de terminar el año las fuerzas del mariscal López se aprestaban a luchar en su propio territorio acosadas por un enemigo que actuaba sin piedad. La lucha repercute en Buenos Aires, la que no obstante la conflagración, proseguía su vida progresista.

La Sucesión PresidencialCuando finalizaba el período presidencial de Mitre surgieron distintas candidaturas a la presidencia. El autonomismo porteño postuló a Adolfo Alsina, los federales del interior a Justo José de Urquiza, el partido nacionalista a Rufino de Elizalde (ministro de Relaciones Exteriores de Mitre) y la oficialidad del ejército y algunos gobernadores presentaron a Sarmiento.Mitre anunció su prescindencia en la cuestión pero envió una carta a Juan María Gutiérrez que fue publicada en el periódico La Nación Argentina donde le objetaba todas las candidaturas menos la de Sarmiento. Esta carta se conoce como el testamento político de Mitre.Alsina sin ningún apoyo en el interior retiró su candidatura y se unió a Sarmiento para vencer a los nacionalistas. Se integró así la fórmula Sarmiento - Alsina que triunfó en las elecciones el 12 de abril de 1868.

PRESIDENCIA DE DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO (1868-1874)

Asumió el mando el 12 de octubre de 1868, volvió al país desde Norteamérica donde se había desempeñado como embajador.

Obra de GobiernoSe realizó en 1869 el primer censo nacional. Puso de relieve los aspectos de la estructura social que necesitaban ser modificados. El censo descubrió un país de grandes extensiones territoriales pero deshabitadas o en poder de los indios y un índice altísimo de analfabetos que alcanzaba el 71%.El programa de reformas generales llevado adelante por Sarmiento, Mitre y Avellaneda se ocupó de estos problemas.Durante la presidencia de Sarmiento se realizó una vigorosa actividad entorno al tema educativo. Creó las primeras escuelas normales, el Colegio Militar (1870), la Escuela Naval (1872), el Observatorio Astronómico (1872), la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (1870) y alrededor de ochocientas escuelas primarias. Durante su gobierno la población escolar se elevó de treinta mil a cien mil alumnos.Proyectó la ley sobre la creación de bibliotecas públicas y abrió las primeras escuelas públicas y creó también las primeras escuelas para sordomudos.Se dio impulso a la inmigración que se asentó preferentemente en el litoral donde se fundaron numerosas colonias agrícolas.En 1871 se inauguró la primera Exposición Nacional en Córdoba donde se exhibían los productos agrícolas, ganaderos e industriales de nuestro país. Mejoró las condiciones sanitarias y de higiene especialmente en la ciudad de Buenos Aires para evitar una nueva epidemia de fiebre amarilla como la que se desató en 1871. Dispuso la creación de un nuevo cementerio en la Chacarita.Durante su gestión se aprobó el Código Civil creado por Vélez Sarsfield, ministro del Interior.Al finalizar la guerra del Paraguay su ministro de relaciones exteriores, Mariano Varela, gestionó los acuerdos de paz finales. Para ello se llevaron a cabo reuniones en Buenos Aires durante 1869, allí Varela expuso que "la victoria no da derechos" a los vencedores.Ante esta posición, en 1870 Brasil negoció separadamente con Paraguay y esto caldeo los ánimos en Buenos Aires. La Argentina envió una nota al Brasil formulando reclamos por su actitud. Ante la posibilidad de un enfrentamiento bélico con el Imperio, Sarmiento envió a

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Bartolomé Mitre a Río de Janeiro en misión de paz y amistad en 1872. En esa oportunidad se firmó un acuerdo que puso fin a las diferencias en noviembre del mismo año.

La prensa y la políticaDurante el gobierno de Sarmiento se multiplicaron los diarios y publicaciones de todo tipo. En 1867, apareció "La Capital" de Rosario. En 1869 surgió 'La Prensa" y, en 1870, "La Nación" Los diarios, expresión de facciones políticas, se caracterizaban habitualmente por su subido tono crítico. La caricatura se volvió mordaz y la sátira un arma temible. Por ser aún poco frecuente la venta callejera, los diarios dependían económicamente de las suscripciones, de la fortuna de sus dueños o del favor oficial. Los apremios financieros, en última instancia, se solucionaban mediante una drástica modificación de las posiciones políticas del diario.Según una investigación de Ernesto Quesada realizada en 1883, en 1877 circulaban en la Argentina 148 periódicos, lo que arrojaba una proporción de uno cada 15.700 habitantes. Con ese, promedio de lectores, la Argentina ocupaba el cuarto lugar en el mundo. Los diarios principales eran "El Nacional", dirigido por Dalmacio Vélez Sarsfield, donde solía escribir Sarmiento, antes, durante y después de ser presidente. Además, "La Prensa", dirigido por José C. Paz; "La Tribuna", de Héctor Varela; "La Nación", fundado por Mitre y "El Siglo", que dirigía Federico de la Barra. En 1869, Lucio V. Mansilla lanzó un nuevo diario: "El Pueblo Argentino".

Sarmiento y la EducaciónPara Sarmiento la educación era fundamental, tanto para asegurar la cohesión de la comunidad nacional para el progreso económico y político. Mediante la Ley de Subvenciones de 1871 procuró garantizar los fondos para la creación de nuevas escuelas y la compra de materiales y libros. En 1872 ya funcionaban en el país 1.644 escuelas primarias, con 97.500 estudiantes.La Escuela Normal de Paraná fue el modelo para los institutos de formación de maestros el "normalismo" se convirtió en sinónimo de excelencia. Sarmiento también promovió la difusión del libro.La Escuela Normal de Paraná fue puesta bajo la supervisión del estadounidense George Steams y el Observatorio Astronómico Argentino, en Córdoba, bajo la dirección de Benjamín Gould.El primer responsable de la Academia de Ciencias fue el alemán Germán Burmeister. Los instructores extranjeros también se destacaron en los institutos de educación militar. La dirección del Colegio Militar, creado en 1869, fue confiada al militar húngaro Juan Czetz, quien había servido en la guerra contra el indio.

El Atentado a Urquiza Su aceptación de la Guerra del Paraguay y su tibia política con los gobiernos nacionales le granjearon a Urquiza muchos enemigos en las filas federales.Su acercamiento a Sarmiento en 1870 colmo la medida. El 11 de abril de 1870, fue asesinado por una partida que se supuso estaba vinculada a López Jordán.

Alzamiento de López JordánMitre contaba en el interior con el apoyo de los Taboada, caudillos santiagueños. Para neutralizar este poder inició un acercamiento político a Urquiza que culminó con una visita al palacio San José en 1869.Esta actitud de Urquiza, gobernador en Entre Ríos, no agradó a sus partidarios que iniciaron una campaña en su contra liderada por Ricardo López Jordán.El 11 de abril de 1870 Urquiza fue asesinado en su palacio y la legislatura lo reemplazó por su enemigo, López Jordán.Ante estos hechos, el gobierno nacional envió una intervención militar pero López Jordán se dispuso a resistir.  Se enviaron más tropas a Entre Ríos a las órdenes del general Conesa, que derrotó a López Jordán.  Este se alzó en armas en reiteradas oportunidades más pero fue vencido definitivamente en 1873.

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La Revolución de 1874Al finalizar la presidencia de Sarmiento se presentaron como candidatos a la sucesión presidencial, Mitre por el partido nacionalista, Alsina por el autonomista y Nicolás Avellaneda por el recientemente constituido Partido Autonomista Nacional (P.A.N). Inspirado en 1871 por una liga de gobernadores interesados en sostener un hombre del interior para la candidatura presidencial.En las elecciones resultó triunfador Avellaneda. Esto molestó a los nacionalistas que impugnaron las elecciones por fraudulentas. Mitre manifestó su disconformidad y lideró un alzamiento que se extendió también al interior. Los principales focos fueron en el sur de la provincia de Buenos Aires, San Luis, Córdoba y Mendoza pero fueron sofocados durante ese mismo año.

PRESIDENCIA DE NICOLAS AVELLANEDA (1874-1880)

La revolución de 1874La sucesión presidencial de Sarmiento enfrentó a dos grandes líderes políticos porteños, que aspiraban a primera magistratura: Bartolomé Mitre y Adolfo Alsina. Sin embargo, la mayor parte de los gobernadores apoyó a un candidato del interior, el tucumano Nicolás Avellaneda, quien además logró un acuerdo con Alsina. El 14 de abril de 1874 se realizaron las elecciones, que fueron ganadas por Avellaneda. Mitre denunció fraude electoral y se aprestó para resistir por las armas. La revolución estalló el 24 de setiembre, pero fue completamente derrotada luego de las batallas de La Verde, librada el 6 de noviembre, y Santa Rosa, llevada a cabo el 8 de diciembre luego de ello Mitre se rindió al ejército.

La Crisis Económica de 1873 - 1875Se inició en Europa, especialmente en Austria y Alemania originada por la especulación financiera en la Bolsa de Viena, también afectó a Estados Unidos y Argentina no escapó a este fenómeno.Al caer en el mercado internacional el precio de los productos que exportábamos, esto originó la carencia del oro necesario para cumplir con obligaciones externas (pago de empréstitos), por lo tanto se redujo el crédito y aumentaron las tasas de interés. La crisis del ' 73 afectó especialmente a los sectores económicos dedicados al comercio y a las finanzas del estado.Estas circunstancias abrieron el debate entorno a la crisis y a la mejor manera de contrarrestarla. Se dio en distintos ámbitos como la prensa, las publicaciones humorísticas de la época como El Mosquito y en los debates parlamentarios de 1875 y 1876 en torno a la Ley de Aduana de orientación proteccionista.Vicente Fidel López aprovechó la oportunidad para criticar la política librecambista que guiaba al país desde 1810 subordinado a Inglaterra e imposibilitando el desarrollo de una industria local, particularmente en el interior.Entre los partidarios del proteccionismo figuraban Vicente F. López, Pellegrini, Dardo Rocha y Miguel Cané que se opusieron al entonces ministro de Hacienda de Avellaneda, Norberto de la Riestra a quien se acusaba de estar vinculado a intereses comerciales británicos. El proteccionismo contó con el apoyo de los sectores productores de lana y los industriales y artesanos locales que vieron en él una posible solución a sus males.

Crisis económica: la solución es obra del esfuerzo nacionalEl nuevo presidente debió abocarse a resolver una apremiante crisis económica que no tenía precedentes en el país. Los problemas internos habían deteriorado la economía nacional, los títulos argentinos disminuyeron su valor a cifras alarmantes, en tanto que el presupuesto nacional exhibía un déficit de 13.000.000 sobre un total de 16.000.000 de pesos de oro de entradas.El sistema de vales como forma de, pago de los salarios se acentuó durante el gobierno de Avellaneda.

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El trabajador cobraba con vales que debía canjear por productos de la empresa donde se desempeñaba. La administración disminuyó sus gastos. En 1876, se redujo el presupuesto de 18 a 22 millones de pesos y, en un 15%, el sueldo de los empleados públicos, empezando por el del propio presidente.Las erogaciones de la deuda externa constituían una carga casi imposible de solventar, a tal punto, que se aconsejó al presidente la transitoria postergación del pago. Avellaneda expresó su pensamiento ante el Congreso diciendo que "la República puede estar dividida hondamente... pero no tiene sino un honor y un crédito, como sólo tiene un nombre y una bandera ante los pueblos extraños...". Merced a las fuertes economías, la deuda pública fue pagada puntualmente.

El repunte económico: el fruto de las exportacionesEl incremento de la explotación cerealera produjo un excedente de trigo, iniciándose la exportación hacia Europa. Igualmente otros frutos, provenientes en su mayoría de las colonias agrícolas, tuvieron salida al exterior por primera vez. Un acontecimiento que habría de variar fundamentalmente la fisonomía agropecuaria argentina fue la exportación de los primeros lotes de carne enfriada. En 1876, llegó a Buenos Aires el transporte Le Frigorifique, con un sistema que mantenía la carne a 0 ºC.Un año después arribó otro barco, Le Paraguay, equipado según una nueva técnica que conservaba la carne a - 30 ºC, lo cual aseguraba mejor resultado de conservación. El invento fue perfeccionado y aprovechado por los ingleses planteándose una nueva perspectiva: la iniciación de un flamante y grandioso mercado de carne congelada por muchos años base fundamental de la economía argentina.Con esta nueva perspectiva, el intercambio comercial argentino acusó los primeros saldos favorables para el país.En materia ferroviaria se continuó el ritmo iniciado en las presidencias anteriores. Córdoba y Tucumán quedaron unidas a través de ese medio.

El comienzo de la inmigraciónSe creó el Departamento general de Inmigración, anotándose la entrada de casi 250.000 inmigrantes amparados en una nueva ley dictada al efecto.El gran crecimiento demográfico y la mejora de los trasportes favorecieron el desplazamiento masivo de la población europea, aunque los motivos principales fueron las guerras, las oleadas represivas y las crisis económicas. Muchos contingentes migratorios se trasladaron dentro del viejo mundo, pero otros tantos buscaron su destino en Australia, Estados Unidos y la Argentina Los inmigrantes venían atraídos por las múltiples oportunidades de trabajo, los altos salarios y las garantías legales que les ofrecía nuestro país. En menor medida, por las políticas de colonización, de una eficacia relativa. Entre 1871 y 1880 ingresaron al país 85.000 personas, aunque la gran época de la inmigración aún estaba por llegar.

El desarrollo del paísNo eran sólo políticas las razones de la disputa entre el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires. También se trataba de quién controlaría el más importante centro económico y financiero del país. El Banco de la Provincia de Buenos Aires era mucho más sólido que cualquier otro banco del país y la Aduana seguía constituyendo la más importante fuente de ingresos. Favorecido por la presencia del puerto y la expansión de la red ferroviaria que lo comunicaba con el resto del país, el municipio porteño era el eje vital del comercio de importación y exportación, empresa a la que sumaban su trabajo los miles de inmigrantes que llegaban anualmente a sus muelles.

Las intervenciones provincialesDurante el gobierno de Avellaneda no escasearon las alteraciones del orden público en las provincias ni los conflictos entre el Poder Ejecutivo Nacional y las autoridades del Interior.Estos conflictos se tradujeron en diversas intervenciones a las provincias. Todas ellas estuvieron envueltas en la carrera hacia las elecciones de 1880. La intervención de Jujuy,

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realizada en 1878 enfrentó una vez más a Mitre con Avellaneda y le costó a Domingo Faustino Sarmiento el cargo de ministro del Interior.

La conquista del desiertoMientras el ejército estaba ocupado en la guerra del Paraguay y luchaba contra los últimos caudillos, una federación de tribus desplegó ataques de envergadura. Adolfo Alsina, ministro de Guerra de Avellaneda, respondió con una exitosa ofensiva en 1876. Para consolidar la nueva frontera, levantó fortines, intercomunicados por telégrafo, y excavó una zanja para evitar el arreo del ganado robado. A esta zanja se la denominó Zanja Alsina.Luego de la muerte de Alsina en diciembre de 1877, Julio A. Roca se hizo cargo de la cartera de Guerra. El nuevo ministro era un implacable crítico de la estrategia defensiva frente al indio sustentada hasta entonces por su antecesor. Inmediatamente planeó una gran ofensiva que se inició en abril de 1879 y traspasó la famosa "zanja de Alsina". Las tropas de Roca, muy superiores al enemigo que enfrentaban, contaban con los modernos fusiles rémington, se trasladaban en tren y se comunicaban por telégrafo. También formaron parte de la expedición topógrafos, ingenieros, periodistas y fotógrafos. En mayo de 1879, Roca había llegado a la isla de Chocle-Choel, en el Río Negro. La expedición de Roca fué planificada hasta en los menores detalles. En aras de una mayor movilidad se eliminó la artillería, pero se armó a la tropa con fusiles rémington cuyo rápido mecanismo de recarga alejaba la posibilidad de un encuentro a corta distancia. Los equipos logísticos, en especial los sanitarios, fueron abundantes, en función de lograr el mínimo de bajas.Tras la Campaña al Desierto, Julio Argentino Roca culminó su carrera política al postularse a la presidencia de la República.

El gobierno se muda a BelgranoEn 1878, la "Cuestión Capital" se asoció estrechamente con la lucha por la sucesión presidencial.La Liga de Gobernadores, que aglutinaba a las provincias y era respaldada por el presidente Avellaneda, apoyó la candidatura, del general Julio Argentino Roca. Contra ella se presentó la candidatura de Carlos Tejedor, gobernador de Buenos Aires. En abril de 1880, Roca consiguió los votos necesarios en el colegio electoral y fue proclamado presidente de la República, mientras Tejedor organizaba la resistencia armada. En junio estalló la revolución, que terminó con la completa derrota de Tejedor y de Buenos Aires a manos de Roca y el gobierno nacional.La municipalidad de Belgrano, era entonces un pueblo aledaño al municipio porteño, se convirtió en la sede del Gobierno nacional el 2 de junio de 1880. Era necesario salir de la ciudad para anunciar a los pueblos que el gobernador de Buenos Aires se había rebelado" afirmó el presidente Avellaneda, en referencia al levantamiento de Carlos Tejedor.La Capital FederalLa federalización de Buenos Aires ya no enfrentó obstáculos serios después de ser derrotado Carlos Tejedor y disuelta la Legislatura bonaerense. El 21 de setiembre de 1880, el Congreso aprobó la ley, que poco después fue ratificada por la nueva Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Una época de fuertes conflictos llegaba a su fin, dejando como resultado un Estado nacional consolidado. Al decir del historiador Tulio Halperin Donghi, " la República Argentina es al fin una, porque ese Estado nacional, lanzado desde Buenos Aires a la conquista del país, en diecinueve años ha coronado esa conquista con la de la propia Buenos Aires".El 11 de setiembre de 1880, su fórmula se impuso en el colegio electoral, aunque, según sus opositores, bajo presión de Nicolás Avellaneda y el Ejército.Francisco Bernabé Madero integró como candidato a vicepresidente la fórmula encabezada por Roca. De los 228 electores, 155 votaron por ella y 70, por la fórmula Carlos Tejedor-Saturnino M. Laspiur. Tres electores se abstuvieron. El 12 de octubre, Roca asumió la primera magistratura.

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Bartolomé Mitre(1821 - 1906)

Bartolomé Mitre, el gran historiador, polémico político e impulsor de la organización nacional, nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1821. Era hijo de Don Ambrosio Mitre y Doña Josefa Martínez. El matrimonio se estableció en Carmen de Patagones y allí nacerían los hermanos de Bartolomé, Emilio y Federico. Sus primeros estudios los realizó entre Buenos Aires y Carmen de Patagones.A los 14 años, Mitre comienza a trabajar en una de las estancias de Rosas, "El rincón de López", regenteada por Gervasio Rosas, hermano del

restaurador. El joven Mitre no logra adaptarse a la férrea disciplina de la estancia y es devuelto por Rosas a su padre con estas palabras: "Dígale a Don Ambrosio que aquí le devuelvo a este caballerito, que no sirve ni servirá para nada, porque cuando encuentra una sombrilla se baja del caballo y se pone a leer". Un año después ya había escrito su primera colección de poesías. Mitre tenía 17 años. Frente a las persecuciones del rosismo, emigra junto a su familia a Montevideo. Allí conocerá a Delfina de Vedia, una bella uruguayita que se convertirá en su esposa y compañera."Delfina se presentó a mis ojos como un ángel descendido de los cielos", escribirá por entonces. Se casaron el 11 de enero de 1841 y tuvieron cuatro hijos: Delfina, Josefina, Bartolomé y Emilio.En Montevideo inició su carrera militar en el arma de artillería sin abandonar su pasión por las letras expresada a través de sus notas en los periódicos El iniciador y El Nacional entre los años 1838 y 1839.

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En 1842, se incorporó a las filas antirrosistas del general Paz y participó en la campaña de Entre Ríos hasta que, derrotadas sus fuerzas en Arroyo Grande, debió regresar a Montevideo.En la capital uruguaya tomó contacto con los intelectuales antirrosistas emigrados, como José Mármol, Florencio Varela, Rivera Indarte y Esteban Echeverría y participó activamente en la defensa de Montevideo, sitiada por Oribe. Su destacada actuación le valió el ascenso a Teniente Coronel en 1846. Pero ese mismo año decidió abandonar el Uruguay, disgustado con la política de Rivera. Se trasladó a Bolivia donde el presidente Ballivián lo puso al frente del Colegio Militar. Allí también ejerció el periodismo, junto a Wenceslao Paunero y Domingo de Oro, y fundó el diario antirrosista La Epoca.Un golpe de estado derrocó al presidente Ballivián y Mitre debió trasladarse primero al Perú y finalmente a Chile, donde residirá hasta 1851.En ese año, se trasladó a Montevideo y, al enterarse del pronunciamiento de Urquiza, se incorporó al Ejército Grande como jefe de artillería. Tras el triunfo de Caseros, en 1852, fundó Los Debates, diario desde el que fijaría su postura en defensa de los intereses porteños frente al proyecto de Urquiza. Esto le valió el cierre del periódico y un nuevo exilio en Montevideo. Pero pronto podrá regresar a Buenos Aires. El 11 de septiembre de 1852 los sectores porteños opuestos a la nacionalización de las rentas aduaneras y la hegemonía de Urquiza, organizan un movimiento que tiene en Mitre y Valentín Alsina a sus principales referentes. La "revolución" del 11 de septiembre produjo la separación de la provincia de Buenos Aires del resto del país, con Valentín Alsina como gobernador y Mitre como ministro de Gobierno y encargado de las relaciones exteriores.Posteriormente, en 1855, sería electo presidente de la legislatura bonaerense, y fundaría el instituto Histórico y geográfico.En 1857, publicó la primera edición de su Historia del General Belgrano, obra exhaustiva, producto de una profunda investigación.Mientras tanto, Buenos Aires gozaba de cierto bienestar económico; su economía se iba dibujando alrededor de un puerto que exportaba cereales y ganado e importaba de Europa todo lo demás, desde manufacturas hasta ideas políticas. Así, mientras la Confederación languidecía, Buenos Aires progresaba con un ritmo acelerado. Una moneda fuerte, aceptada en todo el territorio provincial, otorgaba garantías a los capitales extranjeros. La exportación lanera figuraba entre las primeras del mundo.Hacia 1857, se inaugura el Ferrocarril del Oeste, primer tren del país. Unía la Estación del Parque -hoy Plaza Libertad- y el actual barrio de Flores.La Ciudad dejaba el mote de "gran aldea" para transformarse, lenta pero inexorablemente, en la "París del Plata".Como militar participará con el grado de General en los dos combates contra Urquiza: la derrota de Cepeda en 1859 y la victoria definitiva de Pavón, el 17 de septiembre de 1861. Mitre que había sido electo gobernador de Buenos Aires en 1860, se transformó tras el triunfo de Pavón en el único hombre en condiciones de encauzar los destinos del país recientemente unificado.En mayo de 1862, se reunió un nuevo congreso nacional que legitimó la situación de Mitre confirmándolo como encargado del Poder Ejecutivo Nacional. Se convocó a elecciones nacionales y triunfó la fórmula Bartolomé Mitre y Marcos Paz.Los nuevos mandatarios asumieron en octubre de 1862 y pronto tropezaron con el primer obstáculo.El problema de la federalización de la provincia y de la residencia de las autoridades nacionales, pudo resolverse transitoriamente a través de la Ley de Compromiso, por la cual los miembros del poder ejecutivo podrían residir en Buenos Aires hasta tanto se fijase la capital definitiva de la república.En el transcurso del debate de la ley, quedaron claramente manifiestas las dos tendencias del liberalismo porteño; los nacionalistas o mitristas, llamados "cocidos" continuadores de la política de Pavón y los autonomistas, liderados por Adolfo Alsina, llamados "crudos", pretendían conservar los privilegios de Buenos Aires, particularmente las rentas aduaneras. Estos nuevos partidos representaban en realidad a la misma clase social y tenían como objetivo casi exclusivo la toma del poder para usufructuar el aparato estatal.En este período se produjo una creciente centralización del poder político donde el uso de la fuerza fue determinante.

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El gobierno nacional se fue imponiendo a través de la violencia organizada por sobre otros poderes como los de las provincias, centralizando funciones como la recaudación impositiva, la emisión monetaria, la educación y la represión.La verdadera institucionalización de un ejército nacional ocurrió a través de las distintas formas de enfrentamiento asumió ese ejército nacional. El ejército implicó, además, un enorme gasto público que llegó a representar en algunos años más del 50 % del presupuesto.Mitre encargó a un grupo de juristas encabezados por Dalmacio Velez Sarsfield la redacción del Código Civil y la adaptación del Código de Comercio al ámbito nacional.Se organizaron la Corte Suprema de Justicia y los tribunales inferiores.Como elemento de unificación ideológica se crearon los 14 colegios nacionales y sus respectivos profesorados, uno para cada provincia.Era imposible llevar adelante la política centralizadora sin terminar con el caos fiscal y la anarquía monetaria: en algunas provincias se superponían impuestos y circulaban tres y hasta cuatro monedas diferentes.La creación de un aparato recaudador nacional fue condición necesaria para financiar las reformas que requería la concreción del programa liberal mitrista.Durante su mandato, Mitre fue urdiendo una política de alianzas con los sectores conservadores del interior buscando subordinar a las provincias a los intereses porteños. Esta política provocó levantamientos armados como el de los montoneros acaudillados por el riojano Ángel Vicente Peñaloza, "El Chacho", en 1863, que culminarán en violentas acciones represivas por parte del ejército nacional.En 1865, estalló la Guerra del Paraguay (o Guerra de la Triple Alianza) y Mitre fue designado General en Jefe de las Fuerzas Aliadas de Argentina, Uruguay y Brasil.Mitre había hecho un pronóstico demasiado optimista sobre la guerra: "En 24 horas en los cuarteles, en 15 días en campaña, en tres meses en la Asunción." Pero lo cierto es que la guerra duró casi cinco años. La victoria le costó al país más de 500 millones de pesos y 50.000 muertos. Del millón trescientos mil habitantes que tenía el Paraguay, sólo sobrevivieron 300.000, la mayoría mujeres y niños.La impopularidad de la Guerra de la Triple Alianza -llamada de la Triple Infamia por Alberdi- sumada a los tradicionales conflictos generados por la hegemonía porteña, provocó levantamientos en Mendoza, San Juan, La Rioja y San Luis. El caudillo catamarqueño Felipe Varela lanzó una proclama llamando a la rebelión diciendo:"Ser porteño es ser ciudadano exclusivista y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos. Ésta es la política del gobierno de Mitre. Soldados Federales, nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la amistad con el Paraguay, y la unión con las demás repúblicas americanas."A pesar de que contaba con un importante apoyo popular, Varela fue derrotado por las fuerzas nacionales en 1867. Como decía la zamba de Vargas, nada podían hacer las lanzas contra los modernos fusiles de Buenos Aires.En 1868, culminó su período presidencial y se declaró prescindente en cuanto a apoyar a un candidato a sucesor, dejándole de esta manera el campo libre a Domingo Faustino Sarmiento, quien asumirá ese año la primera magistratura. Mitre, por su parte, fue electo senador por Buenos Aires. En 1869 compró el diario La Nación Argentina, fundado por Juan María Gutiérrez en 1862, y lo convirtió en La Nación, cuyo primer número salió a la calle el 4 de enero de 1870, mientras se libraban los últimos combates de la Guerra del Paraguay, con una tirada de mil ejemplares.En 1871, como muchos porteños, cayó enfermo de fiebre amarilla. Tras su recuperación el presidente Sarmiento le encomendó una misión diplomática en Brasil para terminar de definir los límites modificados tras la Guerra del Paraguay.En 1874, se presentó nuevamente como candidato a la presidencia. Ante el triunfo del tucumano Nicolás Avellaneda, denunció fraude y se sublevó contra las autoridades electas pero fue derrotado por las tropas leales, dirigidas por el coronel Julio A. Roca. Fue detenido y trasladado al Cabildo de Luján. Durante sus cuatro meses de prisión escribió el prólogo para su Historia de San Martín y de la independencia sudamericana.Tras dedicarse a sus investigaciones y a la labor periodística, en 1890, volvió a la acción. La desastrosa administración de Juárez Celman, con su estela de negociados y corrupción, fomentó la unión de la oposición en un gran frente conocido como la Unión Cívica, bajo la conducción de Bartolomé Mitre y Leandro N. Alem.

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El 26 de julio de 1890, la Unión Cívica decidió pasar a la acción. Estalló la "Revolución del Parque". Mitre decidió ausentarse del país, dejándole todo el peso de la conducción del movimiento a Alem, quien, a pesar de contar con cierto a poyo militar, fue derrotado. Este hecho y las negociaciones posteriores concretadas por Roca y Mitre, que desembocaron en la renuncia de Juárez Celman y la asunción de Carlos Pellegrini, fueron vistas por Alem como una traición a los postulados de la Revolución del ’90. Esto condujo a la ruptura de la Unión Cívica en dos nuevos partidos: la Unión Cívica Nacional, encabezada por Mitre, y la Unión Cívica Radical, encabezada por Alem.Mitre influyó decisivamente a través de su prestigio político y de su diario en los gobiernos que se sucedieron entre 1890 y 1906, el año de su muerte. Nada se hacía en las filas conservadoras sin consultar a "Don Bartolo", que se reservaba la última palabra.En 1894, fue electo nuevamente senador nacional y participó activamente en los debates sin dejar de lado la escritura. Publicó por esos años su Estudio bibliográfico-lingüístico de las obras del Padre Luis de Valdivieso sobre el araucano.En 1901, al cumplir 80 años fue objeto de grandes homenajes y festejos. Pasó sus últimos años dedicado a la dirección de La Nación y a la traducción de La divina comedia de Dante Alighieri. Falleció a los 84 años el 19 de enero de 1906. Una multitud acompañó sus restos hasta la Recoleta.

Domingo Faustino Sarmiento(1811-1888)

El 15 de febrero de 1811, nació en el Carrascal uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento. Los primeros "maestros" de Domingo fueron su padre José Clemente Sarmiento y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento, quienes le enseñaron a leer a los cuatro años. En 1816, ingresó a una de las llamadas "Escuelas de la Patria", fundadas por los gobiernos de la Revolución, donde tuvo como educadores a los hermanos Ignacio y José Rodríguez, éstos sí maestros profesionales.

Cuando terminó la primaria, su madre, Doña Paula Albarracín, quiso que estudiara para sacerdote en Córdoba, pero Domingo se negó y tramitó una beca para estudiar en Buenos Aires. No la consiguió y tuvo que quedarse en San Juan donde fue testigo de las guerras civiles que asolaban la provincia. Marchó al exilio en San Francisco del Monte, San Luis, junto a su tío, José de Oro. Allí fundaron una escuela que será el primer contacto de Sarmiento con la educación.Poco después, regresó a San Juan y comenzó a trabajar en la tienda de su tía. "La Historia de Grecia la estudié de memoria, y la de Roma enseguida…; y esto mientras vendía yerba y azúcar, y ponía mala cara a los que me venían a sacar de aquel mundo que yo había descubierto para vivir en él. Por las mañanas, después de barrida la tienda, yo estaba leyendo, y una señora pasaba para la Iglesia y volvía de ella, y sus ojos tropezaban siempre, día a día, mes a mes, con este niño inmóvil insensible a toda perturbación, sus ojos fijos sobre un libro, por lo que, meneando la cabeza, decía en su casa: ‘¡Este mocito no debe ser bueno! ¡Si fueran buenos los libros no los leería con tanto ahínco!’"En 1827, se produjo un hecho que marcará su vida: la invasión a San Juan de los montoneros de Facundo Quiroga.Decidió oponerse a Quiroga incorporándose al ejército unitario del General Paz. Con el grado de teniente, participó en varias batallas. Pero Facundo parecía por entonces imparable: tomó San Juan y Sarmiento decidió, en 1831, exiliarse en Chile. Se empleó como maestro en una escuela de la localidad de Los Andes. Sus ideas innovadoras provocaron la preocupación del gobernador. Molesto, se mudó a Pocura y fundó su propia escuela. Allí se

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enamoró de una alumna con quien tendrá su primera hija, Ana Faustina.En 1836, pudo regresar a San Juan y fundar su primer periódico, El Zonda. Pero al gobierno sanjuanino no le cayeron nada bien las críticas de Sarmiento y decidió, como una forma de censurarlo, aplicarle al diario un impuesto exorbitante que nadie podía pagar y que provocó el cierre de la publicación en 1840. Volvió a Chile y comenzó a tener éxito como periodista y como consejero educativo de los sucesivos gobiernos."¿Que es pues un periódico? Una mezquina hoja de papel, llena de retazos, obra sin capítulos, sin prólogo, atestada de bagatelas del momento. Se vende una casa. Se compra un criado. Se ha perdido un perro, y otras mil frioleras, que al día siguiente a nadie interesan. ¿Qué es un periódico? Examinadlo mejor. ¿Qué más contiene? Noticias de países desconocidos, lejanos, cuyos sucesos no pueden interesarnos. (...) Trozos de literatura, retazos de novelas. Decretos de gobierno. (...) Un periódico es el hombre. El ciudadano, la civilización, el cielo, la tierra, lo pasado, lo presente, los crímenes, las grandes acciones, la buena o la mala administración, las necesidades del individuo, la misión del gobierno, la historia contemporánea, la historia de todos los tiempos, el siglo presente, la humanidad en general, la medida de la civilización de un pueblo." D. F. Sarmiento, El Zonda Nº 4.En Chile, Sarmiento pudo iniciar una etapa más tranquila en su vida. Se casó con Benita, viuda de Don Castro y Calvo, adoptó a su hijo Dominguito y publicó su obra más importante: Facundo, Civilización y Barbarie. Eligió el periodismo como trinchera para luchar contra Rosas. Fundó dos nuevos periódicos: La Tribuna y La Crónica, desde los que atacó duramente a Don Juan Manuel.Entre 1845 y 1847, por encargo del gobierno chileno, visitó Uruguay, Brasil, Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU, Canadá y Cuba. En cada uno de estos países, se interesó por el sistema educativo, el nivel de la enseñanza y las comunicaciones. Todas estas impresiones las volcó en su libro Viajes por Europa, África y América. A fines de 1845 conoció en Montevideo a Esteban Echeverría, uno de los fundadores de la generación del ’37 y como él, opositor a Rosas y exiliado. Estando en Francia, en 1846, tuvo un raro privilegio: conocer personalmente al general San Martín en su casa de Grand Bourg y mantener una larga entrevista con el libertador.De regreso a Chile, incrementó su actividad periodística contra Rosas, lo que motivó que el gobernador de Buenos Aires solicitara dos veces la extradición de Sarmiento para juzgarlo por calumnias, cosa a la que el gobierno chileno se negó.Sarmiento pensaba que el gran problema de la Argentina era el atraso que él sintetizaba con la frase "civilización y la barbarie". Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. Este dilema, según él, solo podía resolverse por el triunfo de la "civilización" sobre la "barbarie". Decía: "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia". En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes". Lamentablemente el progreso no llegó para todos y muchos "salvajes y bárbaros" pagaron con su vida o su libertad el "delito" de haber nacido indios o de ser gauchos y no tener un empleo fijo.La obra literaria de Sarmiento estuvo marcada por su actuación política desde que escribió en 1845: "¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! (...) Facundo no ha muerto ¡Vive aún! ; está vivo en las tradiciones populares, en la política y las revoluciones argentinas; en Rosas, su heredero, su complemento. (...) Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él, (...) tirano sin rival hoy en la tierra". Estos párrafos del Facundo nos muestran el estilo de Sarmiento. Facundo, a quien odia y admira a la vez, es la excusa para hablar del gaucho, del caudillo, del desierto interminable, en fin, de la Argentina de entonces, de todos los elementos que representan para él el atraso y con los que hay que terminar por las buenas o las malas.Sarmiento desde Chile alternó su actividad periodística con la literaria y educativa. En su libro Viajes (1849) se reflejan mucho más que las impresiones de un viajero atento y observador; allí se ocupó de lo que lo maravilla de los países que visita y que quisiera ver

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en su tierra. Pone el acento en el progreso industrial, el avance de las comunicaciones y de la educación.En su libro Argirópolis (1850) dedicado a Urquiza, expresó un proyecto para crear una confederación en la cuenca del Plata, compuesta por las actuales Argentina, Uruguay y Paraguay, cuya capital estaría en la Isla Martín García. El modelo de organización era la Constitución norteamericana y proponía fomentar la inmigración, la agricultura y la inversión de capitales extranjeros.Mantuvo fuertes polémicas con políticos y escritores de su tiempo, como Juan Bautista Alberdi, con quien no coincidía en apoyar a Urquiza. Esta polémica se expresó a través de sus libros. Alberdi escribió Complicidad de la prensa en las guerras civiles de la República Argentina y Cartas Quillotanas y Sarmiento le respondió con Las ciento y una y Época preconstitucional y Comentarios a la Constitución de la Nación Argentina.En 1862 el general Mitre asumió la presidencia y se propuso unificar al país. En estas circunstancias asumió Sarmiento la gobernación de San Juan. A poco de asumir dictó una Ley Orgánica de Educación Pública que imponía la enseñanza primaria obligatoria y creaba escuelas para los diferentes niveles de educación, entre ellas una con capacidad para mil alumnos, el Colegio Preparatorio, más tarde llamado Colegio Nacional de San Juan, y la Escuela de Señoritas, destinada a la formación de maestrasEn sólo dos años Sarmiento cambió la fisonomía de su provincia. Abrió caminos, ensanchó calles, construyó nuevos edificios públicos, hospitales, fomentó la agricultura y apoyó la fundación de empresas mineras. Y como para no aburrirse, volvió a editar el diario El Zonda.En 1863 se produjo en la zona el levantamiento del Chacho Peñaloza y Sarmiento decretó el estado de sitio y como coronel que era, asumió personalmente la guerra contra el caudillo riojano hasta derrotarlo. El ministro del interior de Mitre, Guillermo Rawson, criticó la actitud de Sarmiento de decretar el estado de sitio por considerar que era una decisión exclusiva del poder ejecutivo nacional. Sarmiento, según su estilo, renunció. Corría el año 1864.A pedido del presidente Mitre, en 1864 viajó a los EE.UU. como ministro plenipotenciario de la Argentina. De paso por Perú, donde se hallaba reunido el Congreso Americano, condenó el ataque español contra Perú, a pesar de las advertencias de Mitre para que no lo hiciera.Sarmiento llegó a Nueva York en mayo de 1865. Acababa de asumir la presidencia Andrew Johnson en reemplazo de Abraham Lincoln, asesinado por un fanático racista. Sarmiento quedó muy impresionado y escribió Vida de Lincoln. Frecuentó los círculos académicos norteamericanos y fue distinguido con los doctorados "Honoris Causa" de las Universidades de Michigan y Brown.Mientras Sarmiento seguía en los Estados Unidos, se aproximaban las elecciones y un grupo de políticos los postuló para la candidatura presidencial. Los comicios se realizaron en abril de 1868 y el 16 de agosto, mientras estaba de viaje hacia Buenos Aires, el Congreso lo consagró presidente de los argentinos. Asumió el 12 de octubre de ese año.Cuando Sarmiento asumió la presidencia todavía se combatía en el Paraguay. La guerra iba a llevarse la vida de su querido hijo Dominguito. Sarmiento ya no volvería a ser el mismo. Un profundo dolor lo acompañaría hasta su muerte.Durante su presidencia siguió impulsando la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas y los institutos militares: Liceo Naval y Colegio Militar.Sarmiento había aprendido en los EE.UU. la importancia de las comunicaciones en un país extenso como el nuestro. Durante su gobierno se tendieron 5.000 kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y se preocupó particularmente por la extensión de las líneas férreas. Pensaba que, como en los EE.UU., el tren debía ser el principal impulsor del mercado interno, uniendo a las distintas regiones entre sí y fomentando el comercio nacional. Pero éstos no eran los planes de las compañías británicas inglesas, cuyo único interés era traer los productos del interior al puerto de Buenos Aires para poder exportarlos a Londres. En lugar de un modelo ferroviario en forma de telaraña, o sea interconectado, se construyó uno en forma de abanico, sin conexiones entre las regiones y dirigido al puerto. Este es un claro ejemplo de las limitaciones que tenían los gobernantes argentinos frente a las imposiciones del capital inglés. La red ferroviaria paso de 573 kilómetros a 1331 al final de su presidencia.En 1869 se concretó el primer censo nacional. Los argentinos eran por entonces 1.836.490,

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de los cuales el 31% habitaba en la provincia de Buenos Aires y el 71% era analfabeto. Según el censo, el 5% eran indígenas y el 8% europeos. El 75% de las familias vivía en la pobreza, en ranchos de barro y paja. Los profesionales sólo representaban el 1% de la población. La población era escasa, estaba mal educada y, como la riqueza, estaba mal distribuida. Sarmiento fomentó la llegada al país de inmigrantes ingleses y de la Europa del Norte y desalentó la de los de la Europa del Sur. Pensaba que la llegada de sajones fomentaría en el país el desarrollo industrial y la cultura. En realidad los sajones preferían emigrar hacia los EE.UU. donde había puestos de trabajo en las industrias. La argentina de entonces era un país rural que sólo podía convocar, lógicamente a campesinos sin tierras. Y, para tristeza de Sarmiento, la mayoría de los inmigrantes, muchos de nuestros abuelos, serán campesinos italianos, españoles, rusos y franceses.Entre las múltiples obras de Sarmiento hay que mencionar la organización de la contaduría nacional y el Boletín Oficial que permitieron a la población en general, conocer las cuentas oficiales y los actos de gobierno. Creó el primer servicio de tranvías a caballo, diseñó los Jardines Zoológico y Botánico. Al terminar su presidencia 100.000 niños cursaban la escuela primaria.Al finalizar su mandato apoyo la candidatura del tucumano Nicolás Avellaneda.El 22 de agosto de 1873 Sarmiento sufrió un atentado mientras se dirigía hacía la casa de Vélez Sarsfield. Cuando transitaba por la actual esquina de Corrientes y Maipú, una explosión sacudió al coche en el que viajaba. El sanjuanino no lo escuchó porque ya padecía una profunda sordera. Los autores fueron dos anarquistas italianos, los hermanos Francisco y Pedro Guerri que confesaron haber sido contratados por hombres de López Jordán. El atentado falló porque a Francisco Guerri se le reventó el trabuco en la mano. Sarmiento salió ileso del atentado y se enteró porque se lo contaron después.Al finalizar su mandato en 1874, Sarmiento se retiró de la presidencia pero no de la política. En 1875 asumió el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y continuó ejerciendo el periodismo desde La Tribuna. Poco después fue electo senador por San Juan.En esa época vivía con su hermana, su hija y sus nietos en la calle Cuyo, actual Sarmiento 1251.En 1879 asumió como ministro del Interior de Avellaneda, pero por diferencias políticas con el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, renunció al mes de haber asumido.Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En la época en que Sarmiento fomentaba la educación popular, el índice de analfabetos era altísimo. En el campo había muy pocas escuelas porque la mayoría de los estancieros no tenían ningún interés en que los peones y sus hijos dejaran de ser ignorantes. Cuanto menos educación tuvieran más fácil sería explotarlos.Pero Sarmiento trataba de hacerles entender que una educación dirigida según las ideas y los valores de los sectores dominantes, lejos de poner en peligro sus intereses, los reproducía y confirmaba. "Para tener paz en la República Argentina, para que los montoneros no se levanten, para que no haya vagos, es necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales... para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela."De todas formas le costó muchísimo convencer a los poderosos de que les convenía la educación popular y recién en 1882, logró la sanción de su viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420.Una de sus últimas actuaciones públicas data de 1885. El presidente Roca prohibió a los militares emitir opiniones políticas. Sarmiento, que no podía estar sin expresar su pensamiento, decidió pedir la baja del ejército, y opinar libremente a través de las páginas de su diario El Censor.En el invierno de 1888 se trasladó al clima cálido del Paraguay junto a Aurelia Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfiled, autor del Código Civil. Aurelia fue la compañera de Sarmiento durante los últimos años de su vida. Murió el 11 de septiembre de ese año, en Paraguay, como su hijo Dominguito.Pocos años antes había dejado escrito una especie de testamento político: "Nacido en la pobreza, criado en la lucha por la existencia, más que mía de mi patria, endurecido a todas las fatigas, acometiendo todo lo que creí bueno, y coronada la perseverancia con el éxito, he recorrido todo lo que hay de civilizado en la tierra y toda la escala de los honores humanos, en la modesta proporción de mi país y de mi tiempo; he sido favorecido con la

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estimación de muchos de los grandes hombres de la Tierra; he escrito algo bueno entre mucho indiferente; y sin fortuna que nunca codicié, porque ere bagaje pesado para la incesante pugna, espero una buena muerte corporal, pues la que me vendrá en política es la que yo esperé y no deseé mejor que dejar por herencia millones en mejores condiciones intelectuales, tranquilizado nuestro país, aseguradas las instituciones y surcado de vías férreas el territorio, como cubierto de vapores los ríos, para que todos participen del festín de la vida, de que yo gocé sólo a hurtadillas".

Nicolás Avellaneda(1837-1885)

Nicolás Avellaneda, el gran promotor de la inmigración, la universidad pública y la federalización de Buenos Aires, nació en Tucumán el 3 de octubre de 1837.Avellaneda acababa de cumplir cuatro años cuando su padre, Marco Avellaneda, fue degollado por un lugarteniente de Rosas. Su madre, Doña Dolores Silva y Zavaleta, tomó la decisión de trasladarse con su familia a Bolivia.Ya adolescente, cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Córdoba

sin llegar a graduarse. De regreso a su provincia fundó el periódico el Eco del Norte y a fines de 1857 se trasladó a Buenos Aires. A poco de llegar comenzó a trabajar como periodista en El Nacional y a colaborar con El Comercio del Plata, fundado en Montevideo por Florencio Varela durante la época de Rosas.En Buenos Aires pudo completar sus estudios de derecho e iniciarse en el ejercicio de su profesión. Conoció a Sarmiento, con quien mantuvo una estrecha amistad. El sanjuanino lo ayudó a acceder a la cátedra universitaria como destacado profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, desde donde iniciará su carrera política. En 1865 publicó una de sus obras más importantes: Estudio sobre las leyes de tierras públicas, donde examina la legislación argentina al respecto y propone, basándose en el ejemplo norteamericano, la entrega de propiedades a los verdaderos productores, abreviando trámites y eliminando obstáculos. Plantea que la distribución de la tierra garantiza el asentamiento de población estable y contribuye al aumento del caudal demográfico. "La propiedad territorial fácil y barata -decía en el Estudio- debe ser la enseña de leyes venideras, para vencer en su nombre y con su obra el desierto, cambiando el aspecto bárbaro de nuestras campañas".Fue electo diputado a la Legislatura de Buenos Aires y al poco tiempo debió abandonar la banca para ocupar el cargo de ministro de Gobierno de la Provincia, durante la gobernación de Alsina, cuando todavía no había cumplido 29 años.En 1868, Sarmiento fue electo presidente y designó a Nicolás Avellaneda en la cartera más importante en la estrategia del sanjuanino: el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública. Desde allí llevará adelante los ambiciosos proyectos educativos de Sarmiento: centenares de escuelas primarias, decenas de escuelas normales y colegios nacionales en todo el país.En 1874, al finalizar la presidencia de Sarmiento, fue electo presidente de la República. Mitre, el candidato derrotado, denunció fraude y se levantó en armas contra el triunfo de Avellaneda. A los pocos meses fue derrotado en el combate de La Verde por las fuerzas del General Roca. Mitre fue condenado a prisión por un tribunal militar, pero fue indultado por el presidente Avellaneda quien además, como muestra de su voluntad de pacificación incorporó al Gabinete a Rufino de Elizalde y José María Gutiérrez, dos reconocidos mitristas. Siguiendo la consigna de Alberdi "gobernar es poblar", Avellaneda promovió en 1876 la sanción de la Ley de Inmigración conocida como Ley Avellaneda, que aparecía como una

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promesa interesante de tierras y trabajo para los campesinos europeos. En pocos años, duplicó el flujo inmigratorio. Avellaneda enfrentó los efectos perdurables de la grave crisis económica que se había desatado a fines de la presidencia de Sarmiento, con medidas extremas como la disminución del presupuesto, suspensión de la convertibilidad del papel moneda a oro, la rebaja de sueldos y los despidos de empleados públicos.Decía en 1877 "Los tenedores de bonos argentinos deben, a la verdad, reposar tranquilos. La República puede estar dividida hondamente en partidos internos; pero no tiene sino un honor y un crédito, como sólo tiene un nombre y una bandera ante los pueblos extraños. Hay dos millones de argentinos que economizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros."En diciembre de 1876 llegó al país el primer barco frigorífico, Le Frigorifique, equipado con dos cámaras que mantenían una temperatura de 0 grados centígrados. En 1877 llegó Le Paraguay, sus cámaras enfriaban hasta 30° bajo cero. Esto modificaba notablemente el panorama de las exportaciones argentinas e incrementaba el valor del ganado. El periódico El Mosquito satirizaba así la llegada del frigorífico:"Yo me quedo asombrado cuando pienso en todas las ventajas que se pueden sacar del invento del frigorífico. Las mujeres podrán construir cada una en su casa un retrete frigorífico, sea sencillo o sea adornado como un elegante tocador, y si tienen la constancia de no salir de él, sino para ir a las tiendas, recibir visitar y comer, conservarán una juventud eterna, y a los 80 parecerán mozas de 25 años. El sistema frigorífico aplicado a la política, producirá también efectos benéficos; las revoluciones serán más raras, si encierran a los autores de revoluciones en calabozos frigoríficos, porque la baja temperatura de su prisión calmará sin duda su ardor revolucionario."La restricción de las compras al exterior como producto de la crisis, estimuló un tímido desarrollo de la industria local. En 1877 se fundó el Club Industrial, por iniciativa de Carlos Pellegrini, Vicente Fidel López, José Hernández y Roque Sáenz Peña. El club logró que se establecieran tarifas proteccionistas para algunos productos, fortaleciendo la industria harinera, la vitivinícola, la del vestido y otras producciones.En ese mismo año, se produjo la primera huelga de nuestra historia protagonizada por el primer gremio organizado: la Sociedad Tipográfica Bonaerense, fundada en 1857. La huelga fue dirigida por dos inmigrantes, un francés, Gauthier, y un español, Álvarez, que traían su experiencia sindical europea. La huelga fue exitosa y logró el establecimiento de la jornada de diez horas en invierno y doce en verano, una importante conquista para la época. El periódico El Nacional, dirigido por Dalmacio Vélez Sarsfield, calificó a la huelga como "recurso vicioso, inusitado e injustificado".El gobierno de Avellaneda, a través del ministro de Guerra, Adolfo Alsina impulsó una campaña al desierto para extender la línea de frontera hacia el Sur de la Provincia de Buenos Aires. El plan de Alsina era levantar poblados y fortines, tender líneas telegráficas y cavar un gran foso, conocido como la "zanja de Alsina", con el fin de evitar que los indios se llevaran consigo el ganado capturado. Antes de concretar su proyecto, Alsina murió. Fue reemplazado por el joven general Julio A. Roca, quien aplicará un plan de aniquilamiento de las comunidades indígenas a través de una guerra ofensiva y sistemática. El éxito obtenido en la llamada “conquista del desierto”, llevada a cabo entre 1878 y 1879, prestigió frente a la clase dirigente la figura de Roca y significó la apropiación por parte del estado nacional de millones de hectáreas que serán distribuidas entre una minoría de familias vinculadas al poder.Al finalizar su presidencia, Avellaneda envió al parlamento un proyecto de federalización de la ciudad de Buenos Aires, con la intención de poner fin a la histórica disputa por la residencia de las autoridades nacionales, que estaban de hecho sometidas a la autoridad y jurisdicción del gobernador de la provincia de Buenos Aires. El proyecto provocó la reacción del gobernador, Carlos Tejedor, quien se sublevó contra las autoridades nacionales en tanto se llevaban a cabo las elecciones presidenciales que dieron el triunfo a la fórmula Roca-Madero, partidarios de la federalización.El presidente Avellaneda abandonó la ciudad e instaló el gobierno en el vecino pueblo de Belgrano. Buenos Aires fue sitiada y Tejedor, derrotado por las tropas leales a Avellaneda comandadas por Roca. Finalmente en agosto de 1880 la legislatura nacional declaró

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disuelta al cuerpo legislativo bonaerense y sancionó la Ley de federalización de la ciudad de Buenos Aires.Al concluir su mandato presidencial, en 1880, Avellaneda fue electo senador por Tucumán. Desde allí proyectó y logró la sanción de la Ley Universitaria, que les garantizó la autonomía a las universidades nacionales. Poco después fue electo rector de la Universidad de Buenos Aires.En junio de 1885, se embarcó hacia Europa junto a su esposa, Carmen Nóbrega, en busca de un tratamiento médico para la nefritis que lo afectaba. Murió en altamar, de regreso de su viaje, el 24 de noviembre de 1885, a los 48 años.