La Revista Agraria 148, Febrero 2013 (texto completo)

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    AO 14 N. 148FEBRERO de 2013

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    -497

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    2,330

    133

    1,833

    632

    1,927

    4,328

    408

    3,351

    2,335

    -2,000 -1,000 0 1,000 2,000 3,000 4,000 5,000

    BALANZA

    IMP

    ORTACIONES(CIF)

    EXPORTACIONES(F

    OB)

    (Millones US$)

    2012*

    2011

    2010

    2009

    tradicionales

    no tradicionales

    tradicionales

    tradicionales

    no tradicionales

    no tradicionales

    precios internacionales

    agroDATAAGROdata

    El intercambio comercial entre Per y el resto del mundo ha venidofortalecindose en los ltimos aos: en 2001, las exportaciones tota-les representaban el 13% del PBI, mientras que en 2011 representa-

    ron el 26%, segn datos del BCRP; es decir, en solo una dcada seduplic la participacin de las exportaciones en el PBI. Sin embargo,

    y de manera paralela, las importaciones han seguido una tendenciasimilar, sobre todo en un contexto de mayor apertura comercial queresponde, principalmente, a los tratados de libre comercio.

    Si bien gran parte de las exportaciones la compone el sector mine-

    ro, las exportaciones agropecuarias han tenido tambin un papelfundamental dentro de ellas, sobre todo en el sector no tradicional: dealrededor de 10 subsectores, el subsector agropecuario y el deagroindustria representaron ms del 30% de las exportaciones del

    sector no tradicional hacia enero de 2012, segn ADEX.

    La evolucin comercial ha sido satisfactoria, con mayor nfasis enEuropa. El grfico 1 presenta los principales destinos de nuestrasagroexportaciones. Estados Unidos es el primer pas destino; no

    obstante, su participacin viene reducindose con relacin al creci-miento de las exportaciones con destino a Europa en los ltimos

    aos. De manera similar, las importaciones han tenido una tendenciacreciente: el valor de las importaciones (millones US$-CIF) de pro-ductos agropecuarios, tanto tradicionales como no tradicionales, cre-ci durante los ltimos cuatro aos (ver grfico 3). En este sentido,

    Argentina ocupa el primer lugar (US$1,168 millones) como pas ori-gen de las importaciones, seguida por Estados Unidos (US$541 millo-

    nes), Bolivia (US$415 millones), etc. (ver grfico 2).A todo esto, si tanto las exportaciones como las importaciones

    agropecuarias se han incrementado, cul es el resultado final delbalance? El crecimiento de las exportaciones fue ms que suficien-

    te para contrarrestar el de las importaciones (supervit) o no fuesuficiente para contrarrestarlo (dficit)? La respuesta es: depende.Antes de calcular la balanza comercial, es til desagregar el total deexportaciones e importaciones agrarias en tradicionales y no tradi-

    cionales. Dependiendo de cul especificacin de productos se ana-lice, los resultados pueden variar.

    Por ejemplo, en el caso de los productos tradicionales (caf, ca-cao, etc.), el valor de las exportaciones tuvo una evolucin positiva

    igual al 269% en los ltimos cuatro aos (al pasar de US$632 aUS$2,335 millones), mientras que las importaciones se incrementa-

    ron en 206% respecto al ao 2009 (ver grfico 3). En trminos de labalanza comercial, el crecimiento de las exportaciones tradicionales

    agrarias contrarrest el de las importaciones, lo que gener super-vits comerciales ao a ao.

    Sin embargo, esta situacin no es replicable para el caso de losproductos no tradicionales. Para cada ao, el valor de las importacio-nes no tradicionales1 siempre fue mayor que el de las exportacionesdel mismo tipo (comparar altura de las barras). Lgicamente, ello

    origin que exista un dficit en la balanza comercial, el cual alcanzlos US$978 millones el ao pasado. Por ltimo, dicho dficit en estos

    productos probablemente est asociado a un mayor valor agregadoe insumos industriales en el proceso productivo, lo cual representa-

    ra una desventaja comparativa del Per frente al resto del mundo entrminos de especializacin productiva.

    Nota1 Cabe resaltar que ADEX no especifica los productos incluidos dentro del

    subsector agropecuario no tradicional referido a importaciones.

    Sumas y restas entre exportaciones eimportaciones agropecuarias: el balancees positivo?

    Miguel ngel Pintado

    Fuente: Minag, Sunat. Elaboracin: Cepes.

    Grfico 2. Ranking de pases origen de las importaciones agrarias(US$ millones CIF)

    Fuente: Minag, Sunat. Elaboracin: Cepes.

    Grfico 1. Ranking de pases destino de las agroexportaciones(US$ millones FOB), 2012

    *El ltimo trimestre corresponde a datos proyectados.Fuente: Adex, Sunat. Elaboracin: CEPES.

    Grfico 3. Balanza comercial de productos agropecuarios2009-2012

    USA

    25.7%

    Alemania10.1%

    Holanda9.6%

    Espaa

    6.2%

    Ecuador5.6%

    Colombia5.0%

    Argentina28.2%

    Bolivia10.0%

    Chile8.3%

    Brasil5.3%

    Canad5.3%

    USA13.1%

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    Andenes: cuando elpasado, el presente yel futuro se encuen-tran

    Luz verde a la im-

    portacin de semillastransgnicas?

    El Per sigue per-diendo la batallacontra los monopo-lios de tierras

    Clima extremo: es-tamos preparados?

    LICENCIA CREATIVE COMMONSAlgunos derechos reservados

    Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar pblicamen-te esta obra bajo las condiciones siguientes:- Debe reconocer los crditos de la obra- Debe ser usada solo para propsitos no comerciales

    - No se puede alterar, transformar o generar una obra deri-vada a partir de esta obra.

    contenidocontenido

    editorial

    L

    a decisin de la FAO de declarar 2013 como el Ao Internacional de la Quinua, nos

    lleva a varias reflexiones. Conviene insistir en lo que afirma la FAO: La riqueza de la quinua no reside solo en

    los granos de sus coloridas panojas, sino tambin en el conocimiento acumulado por los

    pueblos andinosque ha permitido preservar sus diversas variedades, mejorar su rendimiento

    y desarrollar una gastronoma en torno a este grano. El grano fue cuidadosamente

    resguardado por estos pueblosy hoy es un legado inestimable para la humanidad debido a

    sus caractersticas nicas1.

    Fue el gobierno boliviano el que tom la iniciativa ante la FAO. El Per, junto con otros

    pases, la respald. Por qu no tuvimos nosotros la iniciativa? Pareciera que en el Per

    slo tenemos ojos para las agroexportaciones costeas, que en ningn caso incluyen

    productos nativos. Los productos serranos y amaznicos tienen el mismo escaso prestigio

    social que, lamentablemente, tienen sus productores en el pas hasta que desde afueranos llaman la atencin.

    Ahora que todos son quinufilos, sera interesante tener informacin sobre: a)

    en los ltimos cinco aos, cunto ha sido el nmero y el monto de crditos entregados a los

    campesinos productores de quinua?; b) cunto ha invertido el Estado, en sus distintos

    niveles, y el sector privado en investigacin sobre la quinua?; c) cuntos programas de

    capacitacin y extensin tcnica se han hecho en beneficio de los productores de quinua

    y a cuntos productores han incluido? (se afirma que hay alrededor de 70 mil productores);

    d) con relacin a todos los alimentos que son distribuidos en los diferentes programas de

    asistencia alimentaria, qu porcentaje ocupa la quinua?; e) qu porcentaje de los

    campesinos productores de quinua son pobres? (la mayora son minifundistas); y f) ante la

    elevacin de los precios de la quinua, cuntos campesinos productores de quinua hanempeorado su dieta alimentaria al dejar de consumirla y reemplazarla por otros alimentos

    ms baratos?

    Qu pasar ahora que es casi seguro que el mercado nacional e internacional de

    la quinua crezca y que despierte el instinto de los inversionistas? Se nos ocurren dos

    escenarios. El primero, que se disee y ejecute una poltica de amplio, decidido y continuado

    apoyo a los campesinos productores de quinua para que mejoren las semillas, reciban la

    capacitacin que sea requerida, accedan a los servicios financieros y no financieros

    necesarios, y puedan comercializar exitosamente su produccin tanto en el mercado interno

    como en el externo. Los resultados seran mejor nutricin y menor pobreza. El segundo, que

    la inversin privada extrarregional (costea o extranjera) capture la produccin de la

    quinua, convierta a los campesinos en proveedores baratos, expropie sus conocimientosacumulados que la FAO resalta y exporte toda la produccin que sea posible. En esta

    opcin, el probable resultado sera peor nutricin y estancamiento de la pobreza de los

    productores campesinos. Por cul de los dos escenarios optar el gobierno? An no lo

    sabemos.

    Cuanto menos intervenga el Estado, ms cancha libre tendrn los inversionistas

    extrarregionales. Por eso, debemos destacar lo que anunci la primera dama, Nadine Heredia,

    en Nueva York, ante las Naciones Unidas: Me comprometo en este esfuerzo por promover

    el acceso de la poblacin a alimentos nutritivos, y a la difusin de la quinua como una opcin

    viable y efectiva para combatir el hambre y la desnutricin. Estaremos atentos al cumplimiento

    de su compromiso.

    Nota1 .

    Quinua: oportunidadque debemos aprovechar

    Publicacin del Centro Peruano de Estudios Sociales

    Av. Salaverry 818, Jess Mara, Lima 11/ PerTelf. (511) 4336610

    Email: [email protected]: www.larevistaagraria.org

    www.facebook.com/LaRevistaAgrariaTwitter: @RevistaAgraria

    Directora fundadoraBertha Consiglieri (1950-2007)

    DirectorFernando Eguren

    Comit editorial

    Laureano del Castillo, Javier Alvarado,Beatriz Salazar, Ricardo Marapi, Jaime

    Escobedo, Pedro Castillo, Miguel Pintado

    Correccin/DiagramacinAntonio Luya / Jos Rodrguez

    Distribucin gratuita con La Repblica elltimo mircoles de cada mes.

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    Semillas transgnicas

    moratoria amenazada? Fernando Eguren

    A lo largo de 2011, diversas organizaciones realizaron varias marchas en todo el pas, exigiendo la moratoria de 10 aos a los transgnicos, lo cualfinalmente se consigui. Ahora existen presiones para cambiar dicha moratoria.

    En las ltimas semanas se ha reaviva-do en ciertos sectores una inusita-da preocupacin por un tema que ya pa-reca temporalmente resuelto: la impor-tacin de semillas y productos transg-nicos como, por ejemplo, el maz amari-llo duro.

    Pero qu ha ocurrido para que esteasunto de inters nacional ocupe de

    nuevo un lugar en la mesa de discusio-nes?

    Tomaremos como punto de partida lapromulgacin de la Ley 29811, Ley queestablece la moratoria al ingreso y pro-duccin de organismos vivos modifica-dos (OVM) al territorio nacional por unperiodo de diez aos, publicada el 9 dediciembre de 2011, que dispone que du-rante diez aos no se pueden importarsemillas transgnicas.

    Precedida por un intenso debate en-

    tre quienes estaban a favor y quienesse manifestaban en contra de la morato-

    ria, la ley se aprob con el explcito ob-jeto (artculo 2) de fortalecer las capa-cidades nacionales, desarrollar la infra-estructura y generar las lneas de baserespecto de la biodiversidad nativa, quepermita una adecuada evaluacin de lasactividades de liberacin al ambiente deOVM.

    El argumento central de quienes apo-

    yaban la moratoria al ingreso de OVM(semillas transgnicas) era que ese in-greso pondra en riesgo la gran biodi-versidad del pas y su papel estratgicopara la alimentacin, as como las ven-tajas internacionales competitivas, osea, las variedades de plantas y anima-les que existen solo en la regin andina.Un argumento adicional era que esassemillas transgnicas estn en manosde un oligopolio global y que promue-ve la biopiratera, con el consecuente

    perjuicio de los campesinos y las po-blaciones nativas, que han sido histri-

    camente los guardianes de la biodi-versidad.

    Mientras tanto, quienes argumenta-ban en contra de la moratoria sostenanque las semillas transgnicas elevaranlos rendimientos y reduciran los cos-tos de produccin, pues seran menossensibles a pestes y enfermedades y re-queriran menos insumos qumicos.

    Pero la discusin estaba lejos de limi-tarse a la esfera biolgica y agronmica,pues en mayo de 2011, el diario El Co-mercio1informaba que los portavoces afavor de la utilizacin de las semillastransgnicas entre ellos, asesores delos ministros de Agricultura y de Econo-ma y hasta el ministro de Agricultura dela poca, Rafael Quevedo tendran in-tereses econmicos en la comercializa-cin de semillas o en la industria avcola,principal consumidora del maz amarillo.

    El mismo Alan Garca, presidente enese entonces, opin en contra de su mi-

    Fotointernet

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    nistro del Ambiente, An-tonio Brack Egg, quienrespald los pedidos paraque se establezca unamoratoria de semillastransgnicas por quinceaos. As, Garca declarque tenamos que incor-porar toda la tecnologaposible para no quedarconvertidos en una islafrente a pases [que, apro-vechando toda la tecno-loga] producen cinco ve-ces ms que nosotros, a veces en losmismos productos2.

    Se cumple la ley?En medio de esta historia hay que te-

    ner en cuenta un dato relevante: las im-

    portaciones de semillas de maz amarilloduro han aumentado de manera signifi-cativa en el Per desde los ltimos aos.(grfico 1; fuente: Sunat). El supuestoes que se trata de la importacin de se-millas convencionales, pues las trans-gnicas estn prohibidas.Pero llama a preocupacinque nuestros principalesproveedores son conoci-das empresas productorasde semillas transgnicas:Monsanto y Dow Agros-ciences (de Estados Uni-dos), Limagrain (de Fran-cia) y la suiza Syngenta,que operan desde pasescon reas masivas de cul-tivos transgnicos: Brasil,Argentina, Chile, Colombia,Bolivia y Mxico.

    A tumbarse la moratoria?Ha transcurrido ms de un ao desde

    la promulgacin de la ley que establece

    la moratoria, y ms de tres meses desdesu reglamentacin, y, sin embargo, losgrupos de inters opuestos a esta mo-ratoria continan ejerciendo presinpara desvirtuarla o modificarla y as con-vertirla en inofensiva.

    Primero fue el diario Expreso, que pu-blic un artculo titulado Moratoriatransgnica solo beneficia a agriculto-res extranjeros, en el que sostiene quela moratoria perjudica a los agricultoresnacionales, pues se les priva de una tec-nologa que es ms productiva y menosvulnerable al cambio climtico3.

    Un mes despus, sorpresiva y coin-cidentemente, la embajadora de EstadosUnidos, Rose M. Likins, envi una car-ta al ministro de Agricultura, Milton vonHesse, con fecha 18 de diciembre de2012, en la cual afirma que la moratoria

    de OVM tendr un impacto negativoen los consumidores y productores pe-ruanos. Sus razones son que los em-presarios reducirn sus importacionesde semillas, pues, por desinters o inca-pacidad, no pueden acreditar que no

    vengan mezcladas semillas transgnicasjunto con las convencionales, lo que lospodra hacer pasibles de ser multados,como estipula el reglamento de la ley(D.S. 009-2012 del Ministerio del Am-

    biente, Minam), hasta por un mximo de10 mil UIT (37 millones de soles!). Deeste modo, y segn el argumento de laembajadora, los agricultores se veranprivados de semillas importadas, conafectacin de los rendimientos del mazamarillo duro, que dejaran de aumentar(aun cuando, desde la dcada de 1990,no dejan de incrementarse, como se ilus-tra en el grfico 2).

    Adems, la embajadora llama la aten-cin del ministro de Agricultura acercade la inconsistencia de la moratoria enrelacin con protocolos y tratados inter-

    nacionales, pues medidascomo estas [] afectan el co-mercio y no se ajustan a losestndares internacionales.Finalmente, asegura queesta medida es inconsis-tente con el Acuerdo de Pro-mocin Comercial [el TLC]entre Per y Estados Uni-dos, nada menos.

    Documentos internos delMinisterio de Agricultura a los que tuvo acceso

    LRA reaccionan ante lamisiva de la embajadora y consideranque las observaciones al reglamento dela Ley 29811, hechas por ella, son vli-das, objetivas y pertinentes, y criticanal Minam por no haber propuesto anlas metas ni los indicadores para eva-

    luar el cumplimiento de la ley de mora-toria.

    Agregan, adems, un comentario in-apropiadamente catastrfico: debido a laposible reduccin de la importacin de se-millas se dejaran de cultivar 60 mil hect-

    reas de maz, equivalentes a540 mil toneladas, y se ten-dra que aumentar la importa-cin de ese cereal hasta enun 75% de la demanda nacio-nal, lo cual pondra en riesgola seguridad alimentaria delPer. Pero el grfico 1 mues-tra que, al menos hasta 2012,lejos de haberse reducido, lasimportaciones han aumenta-do.

    Esto nos lleva a dos con-clusiones posibles: a) la pri-

    mera, que ciertos sectores estn pidien-do modificar el reglamento de la Ley yque el Minam debe abocarse a desarro-llar las capacidades para hacer un con-trol de riesgos de la importacin de se-

    millas; esta parece ser la opcin plan-teada al Minag; b) la segunda, que es-tos sectores estn pidiendo liberar la im-portacin de semillas transgnicas; estaparece ser la opcin ms cercana a lopropuesto por la embajadora Likins y eldiario Expreso.

    Notas1 Diario El Comercio (1/5/2011): Asesores

    pro transgnicos en el sector Agricultura.2 Diario El Comercio (5/7/2011): Alan Gar-

    ca quiere para la agricultura la mayor tec-

    nologa posible.3 Diario Expreso (19/11/2012).

    Grfico 1. Volumen neto de importacin de maz para siembra2006-2012 en toneladas

    3,500

    3,000

    2,500

    2,000

    1,500

    1,000

    500

    02006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

    Grfico 2. Maz amarillo duro. Rendimiento por departamentos1990-2011 tm/h

    Total nacional

    La Libertad

    Lambayeque

    Lima

    San Martn

    10,000

    8,000

    6,000

    4,000

    2,000

    0

    Tone

    ladas

    1990

    1992

    1994

    1996

    1998

    2000

    2002

    2004

    2006

    2008

    2010

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    Hasta hace muy poco, no exista ningu-na entidad estatal que definiese con clari-dad qu se deba hacer y qu mecanis-mos se deban usar para concluir el sa-neamiento fsico-legal de la propiedadcomunal. Recin, en los ltimos das deenero, el Ministerio de Agricultura (Mi-nag) ha asumido la facultad de institucin

    rectora de la titulacin de la propiedadagraria nacional (D.S. 001-2013-AG). Conello, el gobierno busca fortalecer la segu-ridad jurdica de la propiedad rural del pas.

    En adelante, el Minag podr definir losobjetivos, lineamientos y contenidos delproceso de saneamiento fsico-legal y dela formalizacin de terrenos agrcolas, ascomo de la titulacin de tierras de lascomunidades campesinas y comunida-des nativas, lo que ya es un avance. Perocules son los retos que tiene por de-

    lante el Minag en el tema comunal?

    Sin cifras oficialesconfiables y actualizadas

    A pesar de la importancia que tienenlas comunidades para el desarrollo delpas, y de su presencia en todo el territo-rio nacional, no hay cifras oficiales ac-tualizadas que nos puedan dar el nme-ro exacto de cuntas existen.

    Los ltimos registros oficiales publi-cados datan de 1999. Posteriormente,gracias a datos brindados por funciona-

    rios del Organismo de Formalizacin dela Propiedad Informal (Cofopri), se sabeque hasta 2010 se reconoci la existen-cia de 6,069 comunidades campesinas1 y1,469 comunidades nativas. Sin embar-go, an existe un grupo significativo decomunidades, especialmente en la Ama-zona, que no han sido reconocidas2.

    El lento camino haciauna real titulacin

    Los primeros intentos por titular a las

    comunidades datan de finales del rgi-men militar de la dcada del setenta. Sonms de treinta y cinco aos que el go-bierno realiza esta tarea y, al parecer, notiene cundo acabar. Por ejemplo, y gra-

    Los retos del Minag paratitular la propiedad comunal

    Pedro Castillo

    cias a cifras de Cofopri, podemos sea-lar que hasta diciembre de 2010 se titula-ron 5,110 comunidades campesinas, peroan faltan titular 959 (16%). En el caso delas comunidades nativas reconocidas,1,271 cuentan con ttulo de propiedad,pero an faltan titular 198 (13%).

    Sin embargo, lo ms preocupante de

    las cifras mencionadas es que del totalde comunidades tituladas, solamente al-gunas han recibido un ttulo de propie-dad georreferenciado. Esto significa quela localizacin y extensin de sus tierrasno forma parte de ningn sistema de in-formacin geogrfica (SIG).

    En ese sentido, es necesario hacer unarevisin de todo lo avanzado hasta elmomento, para lograr un pleno sanea-miento del derecho de propiedad de lascomunidades del pas.

    PresupuestoUna de las mayores crticas con res-

    pecto a la titulacin de comunidadeses que no exista un presupuesto es-

    pecfico para esta tarea. Recordemosque el dinero que financiaba institu-ciones como el desaparecido ProyectoEspecial de Titulacin de Tierras y Ca-tastro Rural (PETT) era para sanear le-galmente los predios expropiados porla reforma agraria; es decir, las comuni-dades nunca fueron una prioridad.

    Desde el Minag se ha dicho que ges-tionarn un prstamo del Banco Inte-ramericano de Desarrollo (BID) de al-rededor de US$100 millones, para reali-zar el proceso de titulacin durante losprximos cinco aos. Parte de este di-nero tendra que destinarse al sanea-miento comunal.

    Pero este proceso debe hacerse con lamxima celeridad, debido a las actualespresiones y disputas que existen por eluso y el control de los codiciados recur-

    sos naturales que se encuentran en lastierras de las comunidades. Debemos te-ner presente que la inversin para undesarrollo rural efectivo est ntimamen-te ligada al respeto y proteccin de losderechos de propiedad de las comunida-des rurales del Per.

    Notas1 En la costa 174, en la sierra 5,085 y en la

    selva 90 comunidades.2 El Instituto del Bien Comn (IBC) indica

    que existen un total de 1,933 comunidades

    nativas. Directorio de comunidades nativasen el Per. Lima: IBC, 2012, p. 131.

    Comunidades tituladas, diciembre 2010

    Tituladas Tituladas con Tituladas sin

    total georreferenciacin georreferenciacin

    Comunidades campesinas 5,110 (100%) 1,970 (38.5%) 3,140 (61.5%)

    Comunidades nativas 1,271 (100%) 85 (6.7%) 1,186 (93.3%)

    Total 6,381 2,055 4,326Fuente: Cofopri, diciembre 2010

    Segn cifras de Cofopri, hasta diciembre de 2010 an faltaban titular 16% de comunidadescampesinas y 13% de las comunidades nativas reconocidas.

    Fotointe

    rnet

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    FEBRERO de 2013 7

    En qu se parecen Per y China? En elrenovado inters que en la actualidad tie-nen en el potencial de las terrazas agr-colas, popularmente conocidas en nues-tro pas como andenes. En 2010, la Rep-blica Popular China realiz el Primer Con-greso Mundial de Terrazas en las monta-as Ailao, donde an existe este milena-rio sistema. No es casualidad que el Persea el organizador del Segundo Congre-so Mundial en mayo del prximo ao,2014. Si una potencia econmica comoChina est interesada en la ancestral tec-nologa de los andenes, entonces suenalgico e inteligente que nosotros tam-bin le demos la debida importancia.

    La relevancia de los andenesen el siglo XXI

    En medio de una incesante moderniza-cin tecnolgica de la agricultura (inclu-so, con sorprendentes sistemas de riegocomputarizados) y de una tendencia mun-

    dial hacia la agricultura de gran escala enneolatifundios, uno se puede preguntar

    si vale la pena seguir apostando por losandenes. Estamos hablando de construc-ciones preincaicas que estuvieron aban-donadas y descuidadas durante muchossiglos, tanto por las comunidades comopor los diversos gobiernos de turno.Vale la pena recuperar los andenes?

    La respuesta es un categrico s. Elmilenario sistema de andenes se adaptaa la perfeccin a la accidentada geogra-fa que caracteriza a la sierra peruana, lle-na de quebradas y de terreno irregular.El Per no es Argentina. No somos unapampa. La tecnologa de las terrazas agr-colas es una respuesta a las condicionesgeogrficas de zonas de montaa, don-de no hay suficientes terrenos planos.Eso est demostrado, dice la ingenieraagrnoma Carmen Felipe Morales, doc-tora en ciencias del suelo y especialistaen el tema de los andenes.

    Sobre el potencial de los milenariosandenes, la tendencia mundial es com-

    binar esta antigua tecnologa con losactuales y modernos sistemas agrco-

    las por ejemplo, el riego por goteo ycon los que se vayan a inventar prxima-mente: el encuentro del pasado, el pre-sente y el futuro. La ingeniera Felipe Mo-rales manifiesta que, si bien es cierto exis-ten nuevas y sofisticadas tecnologas quepermiten cultivar en desiertos, sera unerror asumirlas para dejar de lado los an-denes. Construir an-denes requiere un es-fuerzo grande. Peroeso ya est hecho des-de hace siglos. Enton-ces, recuperarlos ymantenerlos sera unarespuesta inteligente.Necesitamos estrate-gias que combinen latecnologa prehispni-ca y las modernas, opina.

    Los andenes comorespuesta al clima

    La incertidumbre que nos genera elcambio climtico mundial se vuelve tam-

    Andenes: cuando el pasado, elpresente y el futuro se encuentran

    Ricardo Marapi

    Carmen FelipeMorales

    Fotointernet

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    bin un factor importante para la relevan-cia de los andenes, que se convierten enuna excelente respuesta de adaptacin.El ingeniero Antonio Lambruschini, unode los funcionarios especialistas en an-denes del programa Agrorural, del Mi-nisterio de Agricultura, Minag, explicaque es un hecho que los antepasadosutilizaron los andenes no solo como unmecanismo para ampliar la frontera agr-cola, sino tambin como un sistema paraadaptarse a los fenmenos del clima.

    Por ejemplo, mediante los andenes se pue-den reducir las posibilidades de cada de huai-cos y tambin la erosin de los suelos. Lam-bruschini asegura que en laderas muy empi-nadas los suelos se degradan muy rpido ypor ello necesitan des-cansar de 5 a 7 aos paravolver a producir. En

    cambio, utilizando losandenes se evita la de-gradacin del suelo porerosin. Esto nos permi-te evaluar que, efectiva-mente, nuestros antepa-sados los construyeronpensando en esto. Otro aspecto importantees que permiten un uso racional y ms efi-ciente del agua ante la posible escasez deeste recurso, destaca Lambruschini.

    Sin embargo, los efectos del cambioclimtico ya estn haciendo estragos enlas terrazas. Las recientes y sorpresivaslluvias torrenciales que se produjeron enArequipa y Cusco destruyeron, por ejem-plo, 85 metros lineales de andenes de lapoca inca, en la microcuenca de Pata-cancha, en el Parque Arqueolgico deOllantaytambo. Ms de un milln de hec-treas de andenes1 que existen en nues-tro pas estn en constante peligro.

    El cambio climtico tambin est afec-tando las fuentes de agua que alimentana las terrazas. En los ltimos aos, enefecto, han disminuido los glaciares y sehan deteriorado algunas fuentes deagua. La mayora de andenes cuentancon la posibilidad de buscar la fuente deagua que los abasteca, pero se necesitaubicar esa fuente y ver cmo llevarla hastalas terrazas andinas, explica el funcio-nario de Agrorural.

    El proyecto piloto en Matucana:una mirada integral

    Desde hace quince meses, el progra-ma Agrorural est ejecutando un proyec-to piloto de recuperacin de andenes encuatro anexos del distrito de Matucana,en la sierra de Lima, financiado por elBanco Interamericano de Desarrollo

    (BID). En dicho piloto se est utilizandoel sistema de los ncleos ejecutores paraidentificar y organizar a las familias deldistrito. Cada ncleo ejecutor est con-formado por grupos de treinta familias, y

    junto con ellas se estn realizando lostrabajos de recuperacin de andenes.

    Sin embargo, Agrorural esta contem-plando este proyecto piloto de maneraintegral, es decir, no solo la recupera-cin fsica de los andenes daados, sinotambin otras actividades previas y pa-ralelas para que los agricultores puedanaprovecharlos almximo. Esto implica,en primer lugar, ase-gurar la dotacin deagua. El ingenieroLuis Masson Meiss,quien ha estudiadoesta ancestral tecno-loga durante varias

    dcadas, es categrico respecto a la im-portancia del agua. Si no hay agua pararegarlos, es difcil que los andenes re-

    construidos puedan ser productivos.Siempre tiene que haber un abasteci-miento de agua, especialmente en la ver-tiente occidental y en la sierra central ointerandina, afirma.

    Por esta razn, Agrorural ha reparadoms de 3,500 metros de canales de rega-do en Matucana, con la finalidad demejorar la disponibilidad de agua. Igual-mente, los andenes han sido moderniza-dos con un sistema de riego por asper-sin, a fin de realizar una mejor gestindel agua de riego. Para solucionar los

    problemas de carencia de fuentes deagua, Masson recomienda la construc-cin de pequeos reservorios en zonasprximas a los andenes.

    Todos estos trabajos significan la in-tervencin de una mano de obra perma-nente, la cual es asumida por los agricul-tores de la comunidad como la retribu-cin o contraparte que ellos entregan alproyecto. El ingeniero Luis Masson in-siste mucho en que la intervencin delgobierno no sea vertical, sino que debe

    promover desde el inicio la participacinde las comunidades. Las ideas se expo-

    Muchas familias flor icul toras de Matucana yahortensias y rosas, que tienen mejores precios en el

    Luis Masson Meiss

    An tonio La m-bruschini

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    nen, no se imponen. Hay que motivar yconvencer a las comunidades, porque lascosas impuestas generalmente no llegan

    a buen trmino, advierte Masson.Un eje importante del proyecto pilotode andenes en Matucana es la comercia-lizacin, y el objetivo es vincular a losagricultores con ciertos nichos de mer-cado. Eso significa que algunos agricul-tores debieron cambiar de cultivos porotros con mayor potencial comercial. Elingeniero Lambruschini, de Agrorural,afirma que ya se pueden ver los primerosresultados de la intervencin en Matu-cana, especialmente entre los producto-res que se dedican a la floricultura. Las

    nuevas variedades de flores que se hanincorporado, como gladiolos, hortensiasy rosas, estn dando muy buenos resul-tados en el mercado. Las familias tienenun mayor ingreso porque esas varieda-des tienen mejores precios, revela Lam-bruschini. El proyecto piloto tambin tie-ne el objetivo de fortalecer la seguridadalimentaria de la comunidad, pues hanfomentado la siembra de hortalizas en losandenes; por ejemplo: lechugas, rbanosy coliflor. Gran parte es para autoconsu-

    mo, y un pequeo excedente va a losmercados locales.

    Costos-beneficiosde recuperar los andenes

    La inversin econmica que ha reali-

    zado Agrorural con el financiamiento delBID, por cada ncleo ejecutor de Matu-cana, es de aproximadamente S/.400 mildesde que se inici el proyecto, hacequince meses. Es un fondo no-reembol-sable que recibe cada ncleo ejecutor yque han utilizado en la mejora de los ca-nales de riego, de los mismos andenes,la instalacin del riego por aspersin, lacompra de semillas, el pago a los tcni-cos e investigadores residentes, etc. Elingeniero Lambruschini afirma que lamano de obra de la comunidad tambin

    se ha valorizado, y Agrorural realiza acom-paamiento y orientacin en la ejecucinde ese fondo por parte del ncleo ejecu-tor, conformado por treinta familias.

    El objetivo de Agrorural es que esta ci-fra (S/.400 mil) muy alta e inmanejablepara las comunidades campesinas sereduzca en futuros proyectos piloto quese realizaran en Moquegua y Arequipa.

    Se debe recordar que, en 1999, un es-tudio de Efran Gonzales de Olarte y Ca-rolina Trivelli2, actual ministra de Desa-

    rrollo e Inclusin, encontr que los cos-tos para recuperar solamente una hect-

    rea de andenes fluctuaban entreUS$1,993 en la provincia de Yauyos(Lima), US$2,990 en el Valle Sagrado delCusco y US$3,985 en la provincia de Ca-

    jamarca. Obviamente, esos costos sonmuy altos y representan una seria barre-ra para las comunidades campesinas.

    El mismo estudio, sin embargo, anali-z la necesidad de que una fuente exter-na asumiera los costos de la recupera-cin de los andenes, debido a los benefi-cios de asegurar la tierra y una mayorproduccin para los campesinos mspobres. De esta manera, el estudio plan-teaba la recuperacin de esta tecnologacomo un objetivo crucial de lucha contrala pobreza: ms tierra, y cultivada msintensamente, para los pobres.

    Adems, existe un gran potencial paradesarrollar el turismo vivencial en las co-

    munidades. El ingeniero Lambruschini, deAgrorural, asegura que el turismo significauna buena alternativa econmica y adicio-nal para la poblacin de Matucana. Es de-cir, que con los programas de recuperacinno solamente se gana una mayor rea decultivo, sino que tambin se produce unaserie de efectos ambientales y econmi-cos positivos, que justifican una decididainversin gubernamental.

    Es vital, entonces, que el gobierno deturno promueva con mayor fuerza losprogramas de recuperacin de las terra-zas andinas, no solo utilizando el finan-ciamiento externo del BID, sino tambindestinando el presupuesto interno paradesarrollar ms proyectos piloto en otraspartes del pas. La gastronoma peruanaya se ha interesado en una alianza estra-tgica con las comunidades para sem-brar novedosos cultivos en los andenesy convertirlos en actores protagnicosdel actual boom gastronmico3. Ya es horade que los peruanos y sus autoridadesvolteemos a mirar a la sierra peruana, y

    qu mejor que empezar por la recupera-cin de nuestros milenarios andenes.

    Notas1 El inventario nacional de andenes realizado

    en 1996 por el Instituto Nacional de RecursosNaturales (Inrena) indica que en el Per exis-ten 256,945 hectreas de andenes. Esta cifraaumenta a un milln si se incluyen los llama-dos andenes populares o terrazas de tierra.

    2 Efran Gonzales de Olarte y Carolina Trive-lli (1999). Andenes y desarrollo sustentable.

    Lima: IEP.3 Recuperar las terrazas andinas: el nuevo

    reto de la alianza cocinero-campesino. LaRevista Agraria 144, setiembre de 2012.

    zaron a sembrar nuevas variedades de flores en sus renovados andenes, por ejemplo gladiolos,ado.

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    Clima extremo: estamos preparados?Beatriz Salazar y Nelly Rivera

    Las intensas lluvias en Arequipa superaron, en un solo da, el promedio esperado para todo el mes, provocando cinco muertos y ms de S/.200millones en daos materiales.

    Durante el siglo XXI, las lluvias inten-sas sern ms frecuentes en muchas re-giones del mundo, es la reveladora con-clusin de un reciente informe del Gru-po Intergubernamental de Expertos so-bre el Cambio Climtico (IPCC, por sussiglas en ingls)1. En la regin andina yel Per, varios estudios2, tambin, ad-vierten que en las prximas dcadas ladistribucin de la lluvia sera muy irre-gular e impredecible. Un ejemplo podraser el caso de las intensas y sorpresi-vas lluvias que se presentaron en Are-quipa el pasado 8 de febrero, que en unsolo da superaron el promedio espera-

    do para todo el mes3 y causaron cincomuertos y ms de S/.200 millones en da-os materiales.

    Segn Sebastin Ziga, director re-gional del Servicio Nacional de Meteo-rologa e Hidrologa (Senamhi) en Are-quipa, aquel fenmeno estara relaciona-do con el cambio climtico. Desde hace

    aos se advierte que una de las conse-cuencias de este ltimo es la aparicinde lluvias muy intensas y de corta dura-cin, como las del 8 de febrero. Cabe des-tacar que en Arequipa se registra, en laactualidad, el descongelamiento de cas-quetes glaciales, como en el caso delnevado Coropuna, que ha perdido en losltimos cincuenta aos ms de la mitadde su masa glacial.

    Si bien en el Per los desastres pro-vocados por fenmenos del clima soncomunes, el cambio climtico agrega unfactor de incertidumbre que dificulta pla-nificar medidas de prevencin, pues la

    magnitud de fenmenos pasados no esun indicador para pronosticar su inten-sidad en el futuro. Si en la actualidadlos peruanos no respondemos adecua-damente a fenmenos predecibles, quese repiten todos los aos, estaremospreparados para una incertidumbre anmayor?

    Se necesitancoordinaciones conjuntas

    Uno de los principales problemas esque las entidades estatales de los tresniveles de gobierno, y la misma pobla-cin, estn acostumbradas a reaccionarante los desastres en lugar de asumir unacultura de prevencin para la gestin delriesgo. Por ejemplo, en Arequipa, la po-blacin se haba instalado en las torren-teras sin considerar que se trata de cau-ces secos de ros, situacin que se repiteen muchas zonas del pas4.

    Adems, la coordinacin entre el go-bierno central con los gobiernos regiona-

    les y locales es deficiente. Un ejemplo eslo sucedido con la alerta de la AutoridadNacional del Agua (ANA) a los gobier-nos regionales y municipios acerca de laexistencia de 434 zonas vulnerables a inun-daciones. La ANA dice que entreg 434fichas tcnicas sobre la necesidad de rea-lizar obras de prevencin; sin embargo,

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    en el norte del pas se ejecutaron solo dosobras de 104 fichas; en la zona centro, 31de 212; y en el sur, 39 de 118.

    La creacin, en 2011, del Sistema Na-cional de Gestin de Riesgos (Sinagerd)intent corregir esta visin al contem-plar no solamente la reaccin ante situa-ciones de desastres, sino tambin iden-tificar, reducir y evitar nuevos riesgos.Adems, el Ejecutivo ha implementadoel Programa Presupuestal Estratgico068, de Reduccin de la Vulnerabilidad yAtencin de Emergencias, que cuentacon S/.708 millones asignados para 2013.Su ejecucin est a cargo del gobiernocentral, los gobiernos regionales y loca-les, que deberan articular sus activida-des en el marco del Sinagerd.

    Sin embargo, en la prctica se continadejando en segundo plano las obras de

    prevencin y la articulacin. En las pro-vincias cusqueas de Paucartambo, Uru-bamba y La Convencin donde tam-bin se presentaron lluvias intensas, inun-daciones y huaicos en febrero no exis-ta un sistema de alerta temprana, segnreconoci el jefe del Instituto de DefensaCivil (Indeci) de Cusco, Edwin Vsquez.En Ayacucho, pese a que el Senamhi haadvertido que se avecinan intensas llu-vias, muchos alcaldes no han destinadoni un sol para paliar las emergencias cau-sadas por las lluvias. Segn el subgeren-te de Defensa Civil del Gobierno Regionalde Ayacucho, Richer Reyes, algunos al-caldes, por desconocimiento de la LeySinagerd, y otros por dejadez o desinte-rs en el tema, no tienen presupuesto para2013. Olvidan que atender emergencias deDefensa Civil no es solamente competen-cia del gobierno regional5.

    Prevenir y no solo reaccionarEn Arequipa, segn informa Felipe

    Parado especialista en gestin del ries-

    go de desastres de la ONG Predes, elgobierno regional y la municipalidad pro-vincial aplican fondos al Programa Pre-supuestal Estratgico 068, pero la mayo-ra del dinero sigue respondiendo a unalgica de reaccionar a los desastres, ydejan de lado las actividades de preven-cin y correccin de los riesgos.

    Segn Parado, la gran pregunta es cun-to dinero estn colocando los gobiernosregionales y locales en ese programa presu-puestal. El dinero que tiene presupuestado

    Arequipa, para este ao, se orienta bsica-mente al tema de las situaciones de emer-gencia, y hay poco dinero, casi nada, para eltema de prevencin del riesgo.

    El cambio climtico aadir una mayorincertidumbre a la gestin de riesgos, enparticular, los llamados eventos extremoshidrometeorolgicos. En ese sentido, esimportante evaluar el avance de las pol-ticas de nivel nacional, regional y localante el cambio climtico. Al respecto,Michael Alfaro, asesor de la presidencia

    del Gobierno Regional de Arequipa, in-dica que en el gobierno regional existeuna estrategia de cambio climtico apro-bada, pero an estn en proceso de ela-borar el plan de accin. En el gobiernoregional se instal un centro de opera-cin de emergencia con un equipamien-to suficiente; lamentablemente, no hubocontinuidad y el personal ya no est.Quiz si hubiramos tenido una mejorinterpretacin de la informacin y hubie-ra sido difundida con mayor celeridad,

    se hubiera tenido una mejor respuesta,afirma el asesor.

    En el caso de la actividad agropecua-ria, hay que resaltar que en 2012 se apro-b el Plan de Gestin de Riesgos y Adap-tacin al Cambio Climtico en el SectorAgrario (Plangracc-A), cuyo objetivo esproporcionar estrategias, lineamientos depolticas, propuestas y acciones consen-suadas con las regiones, para la adapta-cin y gestin de riesgos en el sectoragrario. El Poder Ejecutivo debe enten-

    der que la implementacin del Plangracces prioritaria y deberan hacerse todoslos esfuerzos necesarios para lograravances, ya que los agricultores, sobretodo los agricultores familiares, sern losms afectados si contina esta limitadavisin y gestin frente a los desastres.

    Notas1 IPCC (2012). Managing the risks of extre-

    me events and disasters to advance climate

    change adaptation.2

    valos, G. (2007). Projected Climate Over theCentral Andes Countries caused by GlobalWarming. Visualizing Future Climate in Latin

    America Results from the Application of theEarth Simulator. Latin America and Caribbean

    Region Sustainable Development Working Pa-per 30, The World Bank, Washington DC. CO-PASA-GTZ (2007). Elaboracin de escenariosclimticos para la Regin Arequipa. Informe

    final. CPTEC/INPE, Cachoeira Paulista, SoPaulo, Brasil. Diciembre de 2007.

    3 El promedio normal era de 35.6 milme-tros, pero el 8 de febrero se registraron 124.5milmetros.

    4 Fuse Fernndez-Dvila, Jaime; BenitesMontufar, Alfredo (2001). Estudio: Inun-daciones en la localidad de Arequipa oca-sionadas por el ingreso de las torrenteras.< h t t p : / / b v p a d . i n d e c i . g o b . p e / d o c / estudios_CS/Region_Arequipa/arequipa/arequipa_IItorrenteras.pdf>.

    5 Se avecinan intensas lluvias en la regin Aya-cucho. .

    Visite: www.observatoriocambioclimatico.org

    Las recientes imgenes sobre las torrenciales lluvias en Arequipa, demuestran el grave riesgo deinstalar viviendas en las torrenteras.

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    LEYENDA URUGUAY

    LEYENDA ECUADOR

    Aviso publicitario de Ecuador donde informan y sensibilizan a la opinin pblica sobre la

    necesidad de regular los latifundios. En la regin amaznica ecuatoriana pagan un impuesto losque tienen ms de 70 hectreas.

    El olvidado impuesto a losmonopolios de tierras

    Jaime Escobedo Snchez

    El Gobierno del Per tiene en la ac-tualidad armas jurdicas y tributariaspara enfrentar la concentracin de tie-rras en pocas manos; lo que falta esla voluntad poltica para usarlas.Mientras tanto, otros gobiernos,como el de Uruguay, pelean contra laconcentracin, aunque tengan quesortear mltiples obstculos jurdi-cos. Al comparar ambas realidades,se comprueba que lo jurdico y lo po-ltico tienen que ir de la mano; de lo

    contrario, el pas seguir perdiendola batalla contra los monopolios detierras.

    En las ltimas semanas se ha des-atado una polmica en Uruguay por-que el gobierno del presidente JosMujica anunci que defender el im-puesto a la concentracin de inmue-bles rurales1, que alcanza a todas laspersonas que posean la propiedad dems de dos mil hectreas en ese pas.Sin embargo, la Suprema Corte deJusticia de Uruguay ha decidido de-

    clarar inconstitucional dicho tributo,argumentando que violaba la autono-ma financiera y tributaria de los go-biernos locales. El presidente Mujicaha planteado la necesidad de realizarcambios constitucio-nales, pues, a su juicio,el tema del impuesto ala concentracin detierras es moralmentedefendible2.

    A semejanza de Uru-

    guay, el Per tambin

    contempla un impuesto para las per-sonas o empresas que tengan propie-dades rurales superiores a las tres milhectreas. La gran diferencia es queen Uruguay han abierto los ojos fren-te a la amenaza de la monopolizacinde tierras, mientras que aqu los su-cesivos gobiernos se hacen de la vis-ta gorda con el impues-to, a pesar de que seencuentra recogido enuna norma que est a

    punto de cumplir vein-te aos de vigencia.As es: el artculo 13

    de la actual Ley de Tie-rras (Ley 26505), de1995, contempla que laspersonas o empresascon propiedades supe-riores a las tres mil hectreas debenpagar un impuesto sobre esa propie-dad 3, pero lo cierto es que hasta lafecha nadie ha pagado un solo cen-tavo por ese concepto4.

    Han transcurrido casi veinte aos,tiempo ms que suficiente para queel Poder Ejecutivo o el Congreso dela Repblica reglamenten el impues-to contemplado en la Ley de Tierras

    y enfrenten los problemas vinculadosa la monopolizacin de la tierra. El l-timo intento aislado, por ciertofigura en el proyecto de ley 201/20115,que propona modificar el menciona-do artculo 13, para incluir un impues-to gradual (entre 1 a 5 UIT6) para aque-llas personas o empresas que acumu-

    len ms de cincuenta hectreas.El proyecto de ley 201/2011 tuvo el

    mrito de reavivar la discusin sobrela necesidad del impuesto a la tierra,pero su contenido dista mucho de en-

    carar el problema de la monopoliza-cin del recurso. Como se aprecia enel cuadro 1, la aprobacin de esteproyecto actualmente en manos dela Comisin Agraria del Congreso

    ocasionara que se pa-guen menos impuestosa medida que se vayanacumulando ms hec-treas de tierra. Porejemplo, quien cuentacon 50 hectreas paga-

    ra S/.74 (US$28) porcada una de ellas, mien-tras que alguien como el Grupo Glo-ria, que cuenta a la fecha con 80 milhectreas, pagara S/.0.23 (US$0.08)por cada hectrea. En otras palabras,el proyecto termina estimulando laacumulacin de tierras.

    Para realmente desincentivar laconcentracin de la tierra medianteun impuesto, sera conveniente quefuturos proyectos de ley considerenestablecer una tasa nica por hect-

    rea (fla t tax ), como existe en Ecua-

    (Cuadro 2)

    Impuesto a la concentracin Tasa Valor por hectrea en US$

    Uruguay Gradual Desde 9 hasta 18

    Ecuador Flat 9.72

    Elaboracin propia.

    Proyecto de ley 201/2011 (cuadro 1)

    Extensin de la tierra (ha) Monto del impuesto

    50 a 1,000 1 UIT

    1,001 a 10,000 3 UIT

    10,001 a 30,000 4 UIT

    30,001 o ms 5 UIT

    Elaboracin propia.

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    dor 7, o apelen a una tasa gradual alestilo de Uruguay, que permita co-brar ms a quienes posean ms hec-treas (ver cuadro 2).

    En otros pases tambin existen he-rramientas jurdicas sobre la adop-cin de impuestos a la concentracinde tierras. Incluso, una reciente pu-blicacin del Banco Mundial8 reco-noce que un impuesto a la tierra no

    distorsiona negativamente el compor-tamiento econmico porque no tieneefectos negativos sobre la inversino la produccin. Puesto que el im-puesto a la tierra es un costo fijo quedebe de ser pagado se use o no latierra para la produccin, no penalizala produccin y crea un incentivopara emplear la tierra de forma quedeje las mayores utilidades. En estesentido, el impuesto a la tierra des-

    Visite: http://www.observatoriotierras.info

    Las organizaciones sociales de Uruguay estn exigiendo la regulacin de los latifundios. El presidente Jos Mujica anunci que defender elimpuesto a la concentracin de inmuebles rurales, para los que posean ms de dos mil hectreas en ese pas.

    alienta que esta sea subutilizada ymateria de especulacin, sostienenlos autores.

    Es por todo ello que nos preguntamos:por qu en el Per continuamos per-diendo la batalla contra los monopo-lios de tierras?

    Notas1 Incorporado en la Ley uruguaya 18.876.2

    Mujica sugiri una reforma de la Cons-titucin para gravar la concentracin dela t ierra (portal digi tal ).

    3 A excepcin de las com unidad es cam-pesinas y nativas, que se encuentran exo-neradas del impuesto.

    4 La razn de la i neficacia del impuesto ala concentracin en el Per se debe a unmal diseo del artculo 13 de la Ley deTierras, pero nada difcil de solucionarsi nuestros gobernantes tuvieran intersen el tema. Se trata de un problema de

    plazos , porque el art cu lo 13 le delegal Poder Ejecutivo la facultad de emitirel decreto legislativo que reglamente elimpuesto, pero no precis un plazo. Estocontradice lo establecido en la Consti-tucin Poltica (art. 104), que establecela necesidad de un plazo.

    5 Presentado por el congresista VirgilioAcua.

    6 Unidad impositiva tributaria, que a lafecha equiva le a S/.3,700.

    7

    El impuesto a las tierras rurales fue crea-do en Ecuador segn la Ley Reformatoriapara la Equidad Tributaria, y entr en vi-gencia a partir de 2010. El impuesto gra-va a la propiedad o posesin de tierras desuperficie superior a 25 hectreas. En laregin amaznica y similares, grava a los

    predios con ms de 70 hectreas.8 Childress, M.; A. Milton; D. Solomon y

    R. van den Brink (2009). Agricultural landtax, land-use intensification, local deve-

    lopment, and land market reform . TheWorld Bank.

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    Desde el punto de vista econmico, elPer viene atravesando por un buenmomento, aunque persisten graves pro-blemas, como la desnutricin crnica in-fantil que, por ejemplo, llega a 54.2%en Huancavelica y 39.3% en Apurmac,que deben ser tomados en cuenta paraconvertir el crecimiento en un verdaderodesarrollo sostenido a largo plazo. Di-versos estudios2 indican que la prdidade productividad (asociada a la persis-tencia de la desnutricin crnica infan-til) supera el 10% de los ingresos queuna persona tendra a lo largo de su vida,y debido a ello se puede perder entre el 2y el 3% del PBI. Intervenir a tiempo paraevitar estas situaciones es clave para eldesarrollo futuro.

    Actualmente, desde el gobierno serealizan esfuerzos para afrontar las di-

    versas dimensiones que tienen que vercon la seguridad alimentaria y nutricio-nal, pero no se encuentran articuladosentre s y no se plantean el objetivo deafrontar de manera conjunta la proble-mtica descrita.

    Un modelo deintervencin

    Las intervenciones en seguridad ali-mentaria y nutricional deberanser enfocadas de manera inte-gral y complementaria, como sepercibe en el grfico adjunto. Sedebe actuar en el campo de lossistemas de produccin, paraaumentar la disponibilidad dealimentos, y en la generacin deingresos que faciliten el accesoa estos. De manera complemen-taria a la mayor disponibilidad ycalidad de alimentos, debe ase-gurarse que estos sean consu-midos en forma adecuada, traba-

    jando en la educacin nutricio-

    nal de la madre, actor clave en elproceso. Este enfoque promue-ve la generacin de innovacio-nes, como por ejemplo, alterna-tivas para enfrentar el cambioclimtico, alimentos con mayorcontenido nutricional, diversifi-cacin de las dietas, mejoras enel uso de semilla, seleccin par-ticipativa de variedades, entreotras.

    Esta estrategia se viene apli-cando en sistemas de produccinbasados en la papa, en el marco

    de experiencias como la del proyecto Is-sAndes3. En una investigacin se indicaque existen variedades de papa con con-tenidos de vitamina C por encima de losctricos (mandarina), una cantidad de hie-rro similar a la de la espinaca, y mayorcontenido de zinc que el de las menes-tras. Adems, se ha encontrado presen-cia de antioxidantes, lo que posibilitarauna mayor diferenciacin comercial y me-

    jores precios en el mercado.Articulado con lo anterior, a travs de

    las postas mdicas se estn realizandoacciones de educacin nutricional, com-

    plementando los programas sociales queya vienen operando en las regiones. Laevaluacin realizada indica que el con-sumo de ciertas variedades de papa pue-de cubrir entre el 20 y el 25% de las reco-mendaciones de hierro y zinc muy re-lacionados con la presencia de anemia ocon la forma escondida de la desnutri-cin necesarios para mujeres y niosmenores de 3 aos. Si a esto se le agrega

    la diversificacin del consumo con otrotipo de alimentos (hortalizas, productoscrnicos, entre otros), los impactos nu-tricionales pueden ser ms importantes.

    La necesidad de promoverla innovacin y articular

    intervencionesEn funcin de lo anterior, una conclu-

    sin es la necesidad de que el Estado for-talezca los enfoques orientados a la segu-ridad alimentaria y nutricional en diferen-tes niveles (territorial, local y nacional).Las intervenciones del Estado deben

    aprovechar el gran potencial de nuestrabiodiversidad, los actuales sistemas deproduccin de los pequeos producto-res y tambin fortalecer la educacin nu-tricional, especialmente de las madres.

    Los programas del gobierno deberanestar articulados territorialmente. Es de-cir, las intervenciones para mejorar los sis-temas de produccin con base en inno-vaciones (Mi Riego, Agrorural, PSI-Sie-rra, Foncodes) se deben articular con in-tervenciones relacionadas con la nutri-cin y la salud (Cuna Ms, Qali Warma,Dieta Andina, La mejor compra, educa-cin nutricional), y con los fondos de in-vestigacin que tambin tengan el objeti-vo de aumentar la seguridad alimentaria ynutricional. A todo lo anterior se le puedeagregar una variable importante en el casoperuano: el uso de la gastronoma parapromover dietas ms saludables y nutriti-vas. La actual formulacin de la Estrate-gia Nacional de la Seguridad Alimentariay Nutricional 2012-2021 debera conside-rar estas acciones y programas que ya se

    vienen ejecutando, con el fin de articular-los de forma ms efectiva.

    Notas1 Coordinador general del proyecto IssAndes

    en el Per.2 Desnutricin crnica infantil cero en el 2016:

    una meta alcanzable. Grupo Inversin en laInfancia, febrero de 2012.

    3 Con base en los avances del Proyecto IssAn-des (Innovacin para la Seguridad y Sobe-rana Alimentaria en los Andes) del Centro

    Internacional de la Papa (CIP), con el apo-yo de la Unin Europea:.

    En temas de desnutricin infantil y seguridad alimentaria:

    La necesidad de articular polticasMiguel Ordinola1

    EDUCACIN NUTRICIONAL

    SISTEM

    ASD

    EPRODUCCIN

    TRICIONAL

    GENERACINDEIN

    GRESOS

    Dimensiones de la Seguridad Alimentaria (FAO 2009)

    DISPONIBILIDAD ACCESO ESTABILIDAD USO

    Reduccin de la desnutricin

    Madres y nios (0-3 aos)

    Alimentacin y nutricin

    INNOVACIN

    Fuente: Adaptado de Instituto de Investigacin Nutricional (IIN)

  • 7/28/2019 La Revista Agraria 148, Febrero 2013 (texto completo)

    15/16

    FEBRERO de 2013 15

    Informe sobre el estado y

    calidad de las polticas

    pblicas sobre cambio cli-

    mtico y desarrollo en

    Amrica Latina. Sector

    agropecuario y forestal.Plataforma Climtica La-

    tinoamericana. Ryan, Da-niel. OAK Foundation/ Avi-na/ Futuro Latinoamerica-no, setiembre de 2012.El objetivo de este informe re-gional es analizar y evaluar lasituacin y la calidad de laspolticas pblicas sobre cam-bio climtico y desarrollo en Amrica Latina, en relacin conel sector agropecuario y forestal. El informe se basa, sobretodo, en los anlisis y resultados de informes nacionalesque se realizaron en diez pases de la regin: Argentina,Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Para-guay, Per y Uruguay.

    Puede descargarse de .

    Boletn Tierra y Derechos:Biocombustibles en elPer: Amenaza u oportu-nidad? Ao 2, nmero 5.Programa de Acceso a Re-cursos Naturales del Cen-tro Peruano de EstudiosSociales (Cepes). Lima:

    Cepes, diciembre de 2012.

    blicacionespublicacionespublicacionespublicacionespublicacionespub

    Ministerio de Agricultura (Minag)El D.S. 001-2013-AG (25 ene.) estable-ce el alcance de la rectora de la Polti-ca Nacional Agraria en materia de sa-neamiento fsico legal y formalizacinde la propiedad agraria.

    Por D.S. 002-2013-AG (26 ene.) seaprueba el Reglamento del Fondo dePromocin del Riego en la Sierra - MIRIEGO y se crea grupo de trabajo.

    Mediante D.S. 003-2013-AG (2 feb.)se modifica el Reglamento de Organi-zaciones de Usuarios de Agua apro-bado por D.S. 021-2012-AG.

    Ministerio de Economa y Finan-zas (MEF)Por R.Vicem. 003-2013-EF/15.01 (9feb.) se dispone publicar precios CIFde referencia para la aplicacin delderecho variable o rebaja arancelaria

    a que se refiere el D.S. 115-2001-EF alas importaciones de maz, azcar,arroz y leche entera en polvo.

    Ministerio del Ambiente (Minam)Por R.M. 026-2013-MINAM (28 ene.) seaprueba la Agenda Nacional de AccinAmbiental - AgendAmbiente 2013-2014.

    La R.M. 042-2013-MINAM (19 feb.)precisa la competencia del OEFA parala identificacin de pasivos ambienta-les de hidrocarburos.

    Autoridad Nacional del Agua(ANA)La R.Jef. 018-2013-ANA (25 ene.) regu-la el plazo y la forma en que los usua-rios debern abonar la retribucin eco-nmica por uso de agua superficial,subterrnea y por vertimiento de aguas

    Visite: www.larevistaagraria.org

    Publicacin trimestral que en esta ocasin ofrece unareflexin sobre los biocombustibles en el Per, los des-plazamientos inducidos por desarrollo y el reconocimien-to de derechos a favor de los pueblos indgenas por elTribunal Constitucional. En relacin con los biocombus-tibles, el boletn advierte el impacto en la conservacinde ecosistemas que puede tener la promocin de culti-

    vos destinados a biocombustibles, sobre todo en la re-gin selva. Este boletn es una iniciativa del Cepes, quereflexiona sobre temas de actualidad que tienen impac-to en el derecho a la tierra rural, y en otros recursosindisolublemente vinculados a ella, como el agua o losbosques.Puede descargarse de .

    Industrias extractivas, conflicto social y dinmicas

    institucionales en la regin

    andina. Bebbington, Anthony.Lima: IEP/ Cepes, 2012.Este libro parte de la conviccin de

    que la expansin de las industriasextractivas en Amrica Latina, y par-ticularmente en la regin andina yamaznica, se est dando a talescala y velocidad que est trans-formando a las sociedades, laseconomas polticas y los territo-rios en los que viene ocurriendo.La publicacin aborda una interro-gante fundamental: cmo losconflictos en torno a la extraccin de recursos naturalespueden llevar a un cambio institucional progresivo?Texto descargable desde .

    residuales tratadas, para el ao 2013.

    Organismo de Evaluacion y Fis-calizacion Ambiental (OEFA)Por Resolucin de Consejo Directivo003-2013-OEFA/CD (14 feb.) se preci-sa la competencia del OEFA en el sec-tor Pesquera.

    Organismo de Supervisin de losRecursos Forestales y de FaunaSilvestre (Osinfor)Mediante la Resolucin Presidencial005-2013-OSINFOR (5 feb.) se aprue-ba el Manual para la supervisin deautorizaciones para el manejo y apro-vechamiento de fauna silvestre ex situ.

    Por Resolucin Presidencial 006-2013-OSINFOR (5 feb.) se aprueba elManual de supervisin de concesio-nes forestales con fines maderables.

    Normas legales Normas legales Normas legales Normas legales

  • 7/28/2019 La Revista Agraria 148, Febrero 2013 (texto completo)

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    16 LA REVI STA AGRARIA / 148

    Alimentar al mundo con quinua,pero sin descuidar laalimentacin local

    Csar Laqui, investigador en temas de quinua para el proyecto Mercados Campesinos.

    Este ao, 2013, se celebra en el mundo elAo Internacional de la Quinua. La Or-ganizacin de las Naciones Unidas para laAlimentacin y la Agricultura (FAO) poriniciativa del gobierno boliviano, secunda-do por el gobierno peruano ha sido laimpulsora de este reconocimiento a nuestrograno milenario, considerando sus grandesatributos nutricionales y el papel que des-empea en la seguridad alimentaria, sobretodo de la poblacin andina. En el mundose habla de las grandes virtudes y el poten-cial de la quinua; sin embargo, existe la per-cepcin de que se est dejando de lado alos pequeos productores de subsistencia,quienes deberan ser los actores principalesy los ms beneficiados, pues se trata de po-blaciones en pobreza y extrema pobreza.

    Un primer problema que se debe teneren cuenta es la grave y constante reduc-

    cin del consumo de quinua por la pobla-cin. En el Per, la primera regin produc-tora de quinua es Puno, que concentra al-rededor del 80% de la produccin; parad-

    jicamente, los hbitos de consumo del gra-no han cambiado en los ltimos aos enesa regin. El ingeniero Wilber ChauchaJove, exjefe del Proyecto Regional Quinuadel Ministerio de Agricultura en Puno, ex-presa con preocupacin que hace quinceaos, el consumo anual de quinua por per-sona, en la regin, era de aproximadamente5 kilos. En la actualidad, solamente se con-sume medio kilo por ao, lo que significauna drstica disminucin.

    Dificultades para accedera la quinua

    Si uno visita la feria dominical o khatode la ciudad punea de Ilave uno de losprincipales centros de produccin y co-mercializacin de quinua, podr obser-var la fuerte presencia de comerciantes in-termediarios. Estos acopiadores son losque concentran la produccin local, llegan-

    do a ofrecer hasta 10 toneladas de quinuaa un precio de S/.85 la arroba1. Estamoshablando, principalmente, de la variedadblanca de la zona de Juli, cuyo precio bor-dea los S/.7.40 por kilo. Todo esto convier-te a la quinua en un alimento de lujo y pocoaccesible para el poblador local.

    La quinua es comercializada de manerainformal en las ferias dominicales, aseverael ingeniero George Cotrado Ticona, jefe de

    la agencia zonal de Agrorural en la provin-cia punea de El Collao y responsable de laimplementacin de varios proyectos de qui-nua. El ingeniero Cotrado calcula que sema-nalmente se comercializan 30 toneladas delcultivo en sus diferentes variedades.

    Los intermediarios son los encargadosde acopiar y comercializar el producto enlos diferentes mercados nacionales, llegan-do a duplicar y hasta triplicar sus precios,dependiendo de la estacionalidad del cul-tivo, revela. Los altos precios en el mer-cado se convierten entonces en la princi-pal causa para que las poblaciones localestengan un menor acceso a la quinua (ali-mento fundamental de la canasta bsicade las familias andinas).

    El impacto del climaOtra amenaza que enfrenta la quinua es

    la incertidumbre climtica. El ingeniero Ja-vier Zaira Ccalla, actual jefe del ProyectoRegional Quinua de Puno, revela que du-rante la presente campaa 2012-2013 sehan perdido, hasta la fecha, 635 hectreasde quinua debido a las inundaciones, deun total de 31 mil 258 hectreas de quinuainstaladas en la regin. Estas 635 hect-reas representan el 2.03%, esperndose un3% al finalizar las lluvias. En los ltimos

    cinco aos, las prdidas han bordeado el3% de la produccin regional de quinua.

    Este 3% valorizado al precio de mer-cado significa prdidas por ms de cin-co millones y medio de soles, que son asu-midas directamente por los pequeos pro-ductores puneos. De igual manera, lashectreas que no se han perdido, pero shan resultado afectadas, han reducido no-tablemente su rendimiento. Esto genera unamenor oferta del producto, lo que ocasio-na el aumento de los precios y, por consi-guiente, que las poblaciones locales nopuedan acceder al grano.

    Son saludables las iniciativas interna-cionales para promover la quinua. Sin em-bargo, la alimentacin del resto del mundono debe significar un descuido de la ali-mentacin local, porque eso traera seve-ras consecuencias en la nutricin de las

    poblaciones andinas. Las autoridades re-gionales y nacionales deben garantizarestrategias y polticas que involucren ybeneficien a los pequeos productores dequinua, sin arriesgar la seguridad alimen-taria local y nacional.

    Nota1 Una arroba es una unidad de volumen que

    equivale a 11.5 kg.

    Fotohttp://www.t

    iempoagrario.org

    Proyecto Mercados Campesinos

    Promoviendo la seguridad y soberana

    alimentaria en los mercados locales