La ruta de la democracia en méxico. Navarrete. 2012
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ÍNDICE
Introducción……………………………………………….………….3
1. Las reformas electorales………………………………………… 71.1 La liberalización del sistema político en México; 1.2. Eldiseño de las reformas electorales; 1.2.1 La reforma de 1986;1.2.2 Las modificaciones durante 1989-1990; 1.2.3 Lareforma de 1993; 1.2.4 Reforma de 1994; 1.2.5 Reformapolítico-electoral de 1996; 1.2.6 Reforma electoral de medios2007.
2. Evolución en el sistema de representación……………….………192.1 Los gobiernos estatales en México; 2.2 La lógica delDistrito Federal; 2.3 El papel del Senado en el sistemapolítico mexicano; 2.4 La composición de la Cámara dediputados; 2.5 Congresos locales: 1990- 2000; 2.5.1 Ciudadescapitales; 2.5.2. Congresos locales durante el periodo 1990-2000; 2.5.3 Bipartidismo en las elecciones; 2.5.4. Evoluciónmunicipal; 2.5.5 Municipios más poblados.
3. La competencia por el poder en los estados: 1990- 2000……....433.1 Las ciudades capitales; 3.2 Congresos locales; 3.3Bipartidismo en las elecciones locales; 3.4 Evoluciónmunicipal; 3.5 Municipios más poblados; 3.6 Fin del sistemade partidos hegemónico; 3.7 Tareas pendientes de laalternancia en el año 2000; 3.8 ¿Transición concluida?; 3.9Voto útil; 3.10 Ir más allá de la democracia electoral, haciauna democracia más completa.
4. El papel del liderazgo partidista en México: 2000 al 2006….....814.1 Efectos del liderazgo en los partidos; 4.1.1 Los partidoscomo instrumento; 4.1.2 La elección del candidato; 4.1.3 Elpeso del dirigente nacional; 4.2 La función del liderazgo;4.2.1 Características de los líderes; 4.2.2 Atributos de losdirigentes; 4.2.3 Estímulos y recompensas; 4.3 Conflictocomo oportunidad de negociar; 4.3.1 Cómo entender elconflicto; 4.3.2 Estímulos en el conflicto; 4.3.3 La disputapor el poder; 4.3.4 La lucha por el poder en el 2012.
Conclusiones……………………………………………………….…103
Bibliografía………………………………………………………...…107
2
3
INTRODUCCIÓN
El propósito de este libro es reflexionar acerca del trayecto de la democracia en el sistema político
mexicano. El punto de partida se remonta al momento coyuntural de 1978-1979, en el cual el
sistema comenzó a realizar cambios sustanciales en la legislación electoral. Ese momento dio origen
a una serie de arreglos constituciones en décadas posteriores, que abrieron paso a la
democratización en los municipios, estados y finalmente en la presidencia de la República en el año
2000. En la parte final se presenta una reflexión sobre el periodo 2000-2012.
La delimitación de espacio y tiempo se ubica desde 1979 hasta el año 2012, con miras a la
elección presidencial de 2012 en México. Las variables de estudio ubican la actuación de diversos
actores políticos en el Congreso, la dificultad para construir mayorías efectivas y a partir del año
2000 los gobiernos divididos. Se revisa el tema del cambio político y la función del liderazgo
político.
Teóricamente la revisión del marco teórico y del estado de la cuestión se refleja en el cuerpo
de los capítulos y no necesariamente en un capítulo que se denomine marco teórico. Se han
consultado una gran cantidad de referencias para sustentar el hecho de que el sistema político
mexicano pasó de ser un sistema de partido hegemónico a un sistema de pluralismo moderado-
excluyente en tres partidos importantes. Algunos capítulos son más descriptivos que otros, pero se
justifican para ofrecer al lector una visión más amplia del proceso político en México.
En la parte final del libro se aportan categorías propias para identificar cómo ha cambiado el
liderazgo político en México y cómo incide en el cambio político. Este libro se suma a la gran
cantidad de investigaciones que surgieron después de la alternancia en México, no obstante aporta
nuevas explicaciones a viejos problemas.
La relevancia de este trabajo es que realiza un análisis que compara diferentes coyunturas
políticas, el peso de los partidos y las prácticas que diferencian el estilo de gobernar.
El trabajo está organizado por niveles de estudio, es decir, las reformas electorales, la
evolución del sistema de representación, la alternancia en el año 2000 y las implicaciones de la
consolidación democrática hasta 2012.
Cada capítulo es una investigación en sí misma, por lo cual en la parte inicial de cada
capítulo se presenta las siguiente líneas metodológicas: a. propósito, b. objetivo del capítulo, c.
pregunta, d. hipótesis, metodología y el tipo de fuentes que se consultaron.
La hipótesis general de todo el libro es que el sistema de partidos en México pasó de ser un
sistema no competitivo, concentrador del poder, a uno con posibilidades reales de competencia, en
el ámbito de gobernadores, senadores, diputados federales, Congresos locales y municipios más
importantes, primordialmente a partir de 1989 a la fecha, no obstante el diseño constitucional
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generó un sistema de pluralismo moderado en tres partidos fuertes que ejercen una hegemonía en
las decisiones públicas.
Un segundo punto de partida refiere que el año 1989 representó para el Partido Acción
Nacional (PAN), la oportunidad de por primera vez ganar una gubernatura o, más bien, se le
reconoció públicamente su triunfo en el estado de Baja California. Durante la década de 1990 el
sistema político1 fue abriendo cauces democráticos en los diferentes niveles de gobierno. En este
libro se enfatizará en los siguientes temas:
Las reformas político-electorales.
1. Análisis de indicadores en los estados y municipios.
2. Tareas pendientes de la transición.
3. El liderazgo político desde el año 2000 hasta el 2012.
Acerca de estos indicadores tomaré en cuenta los siguientes elementos:
4. Evolución de las gubernaturas, con un análisis sobre la importancia de las ciudades; y lo
que representa política y socialmente gobernar diferentes entidades del país.
5. Evolución del Senado en México, para mostrar la pluralidad.
6. La pluralidad en la Cámara de diputados para señalar la importancia en la aprobación y
negociación de los proyectos del gobierno Federal.
7. Congresos locales, para ver cuál partido obtuvo la mayoría durante los últimos veinte
años .
8. Municipios gobernados por los distintos partidos políticos, para analizar el peso político
de gobernar a los más importantes como:
9.1 Los de mayor poder adquisitivo.
9. 2 Los menos marginados.
9. 3 Los de mayor población.
1 Por sistema político nos referimos al conjunto de instituciones gubernamentales y no gubernamentales quecumplen funciones de dominación política y administración social, así como personal directivo que (en susinteracciones con los ciudadanos y los grupos) las sostiene y las utiliza. Es decir, el concepto incluye tanto alas organizaciones políticas que han permanecido en el tiempo, así como a la clase gobernante. No se limita alas funciones de la coerción, sino que incluye las de legitimación y administración social. Cfr. CamachoSolís, Manuel, “Los nudos históricos del sistema político mexicano”, en Foro Internacional, Vol. XVII, núm. 4, México, 1977, p. 613.
5
¿Cuál es la utilidad metodológica de estos indicadores? La democracia en México es un
tema de investigación muy atractivo, el cual ofrece líneas que pueden ser abordadas con mayor
exhaustividad. La postura de este libro señala que la democracia en México se encuentra en un
punto de interacción política, en la cual el tema de los efectos del presidencialismo origina nuevos
problemas en la ingeniería constitucional.
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La ruta de la democracia en México (1977-2012)
Juan Pablo Navarrete Vela2
CAPÍTULO 1
LAS REFORMAS ELECTORALES
1.1 La liberalización del sistema político en México
l objetivo de este capítulo es caracterizar la importancia de las reformas electorales. La
pregunta central refiere ¿cómo ha cambiado el régimen político-electoral? La estrategia
metodológica utiliza la comparación como soporte principal de la explicación. La hipótesis
específica se enfoca que los cambios en la legislación favorecieron el proceso de democratización
en el sistema político mexicano.
En 1965 el académico Pablo González Casanova en su obra La democracia en México3
señalaba que la democratización, era la base y requisito indispensable del desarrollo y que era
necesario revisar la ley electoral de ese momento. El autor desde luego no estaba equivocado, la
tarea pendiente era democratizar al país. En el contexto político de 1968 se presenta una primera
gran fisura en el sistema político mexicano, por lo cual a partir de ese momento se desencadenó un
proceso de “liberalización política”6 el cual comenzó con la reforma política de 1977. Ésta aunque
concedida, influyó en la apertura para reconocer a las organizaciones clandestinas como organismos
legales con posibilidad de acceso a la participación política.
La reforma sólo fue el comienzo de modificaciones significativas en años posteriores en los
niveles de competitividad. Durante el mes de diciembre de 1977 se publicó en el Diario Oficial, la
modificación de 17 artículos de la Constitución concernientes a la competencia electoral, sin
embargo, las reformas fueron parte de una estrategia de apertura gradual y controlada, desarrollada
por la élite política gobernante en ese momento. Otra explicación se enfoca en el crecimiento de
2 Doctor en Estudios Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (México). Realizó unaestancia de investigación en el Doctorado en Gobierno y Políticas Públicas en la Universidad de Costa Rica. Profesor-investigador. Postula para ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI del ConsejoNacional de Ciencia y Tecnología, México) en la promoción de 2012. Ha escrito sobre liderazgo político, partidos y elecciones. E-mail: [email protected] González Casanova, Pablo, La democracia en México, Era, México, 1965, p. 226. 6 Liberalización: La extensión de libertades civiles dentro del régimen autoritario, es la fase de apertura ytolerancia; en ella el régimen no democrático concede ciertos derechos tanto individuales como colectivos. Se considera esta fase como insuficiente para lograr la democracia. Una liberalización debe ir acompañadasiempre, simultáneamente o posterior de una democratización. Cárdenas Gracia, Jaime, Marco teórico de latransición, [texto inédito sin publicarse, s/f], p. 19-23.
E
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tensiones políticas por la pérdida de legitimidad ante la ciudadanía, resultado del periodo entre 1968
y 1976.
Entre las causas de la reforma podemos citar cuatro elementos que señala Enrique Semo:
Surgimiento de organizaciones de izquierda -actuaban en la clandestinidad-
Estallido de una crisis económica desde 1975-76,
Incapacidad del gobierno para captar demandas,
Proliferación de movimientos populares como huelgas, movimientos cívicos, movimientos
estudiantiles, etc.7
En la reforma política de 1977 los partidos políticos fueron definidos como entidades de
interés público, es decir recibirían financiamiento público del Estado. Se reformuló el sistema de
representación, así los partidos pequeños podrían acceder a más escaños en el Congreso.
Formalmente durante el periodo 1979-1982 se introduce la representación proporcional con 100
Diputados, además de los 300 de mayoría relativa que ya existían.
La nueva ley LFOPPE (Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos
Electorales) inauguraba una etapa para los partidos de oposición. De la clandestinidad a participar
de manera legal mediante las instituciones políticas.
La reforma política propuesta por el presidente José López Portillo fue un éxito; desde el
gobierno federal se plantearon varios aspectos básicos para otorgarla; José Antonio Crespo, cita los
siguientes:
Integrar a la izquierda revolucionaria al juego electoral […] garantizar al candidato oficial no
contender solo en una elección presidencial. Abrir válvulas de escape a la tensión ciudadana.
Otorgar nuevos estímulos a la oposición. Todo ello, sin poner en juego –por lo menos en el
corto plazo- el carácter hegemónico del sistema de partidos, pues pese a los avances del tal
reforma, no se cruzo el umbral de la competitividad.8
Lo expuesto por Crespo señala que la reforma fue conveniente para el gobierno. Fue una
apertura contralada y diseñada para seguir favoreciendo al partido en el gobierno. Este diseño
electoral funcionó hasta 1988, año en el cual ocurrió otra fisura del régimen político mexicano con
los resultados de la elección.
7 Semo, Enrique, “1977 La reforma política de la izquierda”, Diálogo y Debate, núm.1, Síntesis del artículo. Fuente: www.agoranet.com. [Consultado el día 3 julio del 2001]. 8 Crespo, José Antonio, “Los estudios electorales en México”, Política y Gobierno, CIDE, México, Vol. V, núm. 1, primer semestre, 1998, p. 266.
9
El proceso electoral por la presidencia en 1988 fue otro indicador del desgaste del sistema
político autoritario. A partir de las elecciones de julio de ese año, fue más notorio el desgaste del
partido en el gobierno:
1. Perdida de consenso político tanto del PRI, como del aparato de Estado;
2. El rechazo popular a las medidas de política económica implementadas por Miguel de la
Madrid, y por tanto, el rechazo a la previsible continuidad de las mismas en el gobierno de
Salinas;
3. La regionalización del voto ciudadano, con una clara presencia cardenista en el centro del
país -Michoacán, Estado de México y Distrito Federal;
4. La creciente participación ciudadana, demandaba voto y elecciones transparentes.9
El “sistema de partido hegemónico”10 categoría teórica -Giovanni Sartori- nos permite
explicar que en el sistema político mexicano se generó la existencia de un partido que controlaba el
régimen y la mayoría de los cargos públicos en el gobierno. Este sistema ya no respondía y
comenzó a ser cuestionado con mayor fuerza en la elección presidencial de 1988.
En esa elección el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue realmente puesto a prueba
en la competencia electoral. Para no perder la elección, el gobierno quien controlaba el conteo de
los votos, declaró que el sistema había fallado. A esta declaración se le denominó “la caída del
sistema”11. Después de esto se proclamó vencedor al PRI y a su candidato Carlos Salinas de Gortari.
Entre los medios periodísticos y el ámbito académico se mencionaba la manipulación de los
resultados a través de los instrumentos electorales a cargo del gobierno. En ese año el Poder
Ejecutivo era el encargado de organizar, vigilar y validar las elecciones, por lo cual el ambiente de
fraude electoral quedó en el colectivo de los medios de comunicación.
El ambiente de tensión provocó pérdida de legitimidad del candidato ganador, no obstante,
el inicio del gobierno de Carlos Salinas fue cubierto con políticas sociales e instrumentos como
políticas públicas a los sectores marginados.
9 Sotelo Salazar, Francisco, El presidencialismo en México: tendencias y perspectivas, [texto inédito, sinpublicarse, s/f] p. 34. 10 El sistema de partido hegemónico, tiene la característica, que no permite una competencia oficial por elpoder, ni una competencia de facto; permite que existan otros partidos, pero como partidos de segunda, y nose les permite competir. No solo no se produce de hecho la alternación; no puede ocurrir, dado que nisiquiera se contempla la posibilidad de rotación en el poder. Esto implica que el partido hegemónico seguiráen el poder tanto si gusta como si no. Cfr. Sartori, Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, AlianzaUniversidad, Madrid, 1987, p. 275. 11 Caída del sistema fue una expresión que se mencionó en la elección de 1988, debido a que los encargadosdel conteo de los votos, argumentaron que se les había caído el sistema de cómputo.
10
El “régimen político”12 mexicano permitió durante décadas un sistema de partidos no
competitivo, ello permitía la victoria del mismo partido, convirtiéndose en hegemónico. Los
Poderes Judicial y Legislativo fueron relegados al Ejecutivo a través de facultades constitucionales
y meta constitucionales, así éste ejercía un poder excesivo. Para una revisión de las prácticas meta
constitucionales revise el texto clásico de Jorge Carpizo, El presidencialismo mexicano.
El principio de división de Poderes quedaba escrito en la Carta Magna, pero con una
aplicación prácticamente nula; el sistema de partidos privilegiaba al PRI, así se garantizaba la
victoria en las elecciones locales, estatales y federales, incluso antes de la contienda.
Las elecciones se realizaban como lo establecía la ley electoral, pero carecían de
transparencia e igualdad. Éstas no reunían los elementos mínimos y necesarios de los sistemas
democráticos, y desde luego no reflejaban la voluntad general de los votantes.
Dentro de este esquema, los comicios formalmente competitivos, aunque en la práctica no lo
fueren, cumplieron una función fundamental para legitimar al régimen, pues sin ese tipo de
elecciones difícilmente se podía presumir su carácter democrático. Las elecciones siempre
fueron celebradas cada vez que un nuevo gobierno accedía al poder. La tradición electoral en
México es bastante antigua.13
En la tradición política la Constitución fue la norma que regulaba el comportamiento
político, pero en la práctica las facultades discrecionales e informales le daban al presidente una
capacidad de influencia por encima de la norma.
El sistema político mexicano comenzó a transformar su funcionamiento a partir de las
victorias de los partidos de oposición en algunos estados de la República. En Baja California
(1989), por primera vez le fue reconocido el triunfo al PAN, no obstante, se debe recordar que fue
producto de la práctica política denominada concertacesión (ofrecer apoyo a cambio de un
incentivo).
El gobierno federal negoció con el PAN su apoyo en la Cámara de diputados; el PRI no
podía aprobar ninguna reforma constitucional solo, entonces, pidió el apoyo, y reconocería su
triunfo en la gubernatura de Baja California y Guanajuato. “La llegada de Carlos Medina Plascencia
12 El régimen político remite la distribución y jerarquización normativa, constitucional, de los Poderespúblicos del Estado, así como a las formas jurídicas institucionales de su renovación y funcionamiento. Cfr. Salazar, Luis, “Alternancia y cambio de régimen”, en Meyenberg, Yolanda (Coord.), Dos de julio:reflexiones posteriores, FLACSO, IIS, UAM-I, México, 2001, p. 415. 13 Crespo, op. cit., p. 262.
11
como gobernador interino de Guanajuato, después de las fraudulentas elecciones de 1991, formó
parte de un arreglo ya anticipado entre Carlos Salinas y la cúpula del PAN.”14
El periodo de 1989 fue el comienzo de triunfos posteriores de los partidos oposición en otros
ámbitos político-electorales. El PRI comenzó a perder ciudades y estados importantes. La
competencia electoral se presentaba más equitativa -aunque no suficiente-, pero ya existía la
posibilidad real del reconocimiento de los triunfos de la oposición en diversas elecciones.
El proceso anterior se explica por las reformas en la legislación electoral. Desde 1977,
comienza el proceso de “democratización”15, en el cual se realizan reformas constitucionales que
impactarían en décadas posteriores.
El año 1977 fue el punto de partida para modificar gradualmente el régimen político. En
1986 se ofrece otra nueva reforma política, la cual incrementó la representación proporcional (RP) a
200 diputados. La siguiente cita textual expresa el espíritu de los cambios más sobresalientes:
En el sexenio del Presidente Carlos Salinas de Gortari, hubo tres reformas electorales, entre
ellas la de 1989, donde se adicionaron los “artículos 5, 35, fracción III, 36 fracción I, 41, 54, 60 y
73 fracción VI, base 3ª de la Constitución de 1917. La legislación secundaria se modificó a través
de la expedición del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, (Cofipe)
publicado en el Diario Oficial el 15 de agosto de 1990.”16
La competencia electoral después del cuestionado resultado en 1988 sufrió un cambio
significativo en materia de la autoridad electoral. Durante el mes de octubre de 1990 se suprimió la
Comisión Federal Electoral, (CFE) y se creó el Instituto Federal Electoral, (IFE) como organismo
público dotado de personalidad jurídica y patrimonio propio.
Este nuevo organismo se erigió como autoridad administrativa, profesional en su desempeño
público y autónomo de sus decisiones internas; sin embargo el Poder Ejecutivo (el presidente de la
República) mantenía el control del organismo mediante la Secretaría de Gobernación, pues el
secretario también era la máxima autoridad al frente del IFE.
Durante el periodo 1990 hasta 1996 ocurren diferentes reformas políticas, algunas de mayor
profundidad y otras de menor impacto en el diseño institucional. La etapa de democratización en
14 Delgado, Álvaro, Proceso, 2 octubre 2001. 15 Democratización: El reconocimiento de los triunfos electorales de la oposición, ahí donde hubieranocurrido, el establecimiento de una ley electoral imparcial y la búsqueda de mecanismos constitucionalesentre los actores políticos que son parte de la etapa de democratización. Revisar los textos de CárdenasGracia, Jaime, [texto inédito sin publicarse]. Cfr. Schmitter, Philipe; O’Donnell, Guillermo, (Coord)Transiciones desde un gobierno autoritario. Perspectivas comparadas, Paidós, Argentina, 1988, Vol. 3, p. 84. 16 Reflexiones sobre las reformas nacionales en materia electoral: 1994. [Fuente: www.ife.org.mx, consultado el día 21 marzo de 2001.]
12
México, en términos del politólogo y economista Samuel P., Huntington se reforzó con las diversas
reformas electorales (1977, 1986, 1989-90, 1993, 1994) siendo de gran avance la de 1996, la cual
posibilitó la alternancia política en años posteriores.
En 1996 el IFE logró su autonomía total respecto del gobierno federal. El Poder Ejecutivo
quedó excluido de toda organización, vigilancia y validación de las elecciones. A partir de 1996
estas facultades fueron depositadas al IFE.
El sistema político mexicano comenzó a ser parte de lo que Samuel P., Huntington llamó “la
tercera ola democrática”18, por lo cual, “la segunda mitad de los años noventa fue, sin lugar a dudas,
el escenario de importantes cambios en el sistema político mexicano. Cambios en muy diferentes
esferas de la vida política, de la lucha por el poder y el ejercicio de las responsabilidades
gubernamentales.”19
En la siguiente parte de este primer capítulo se expone brevemente los cambios más
significativos en el sistema político mexicano. Cabe destacar que no representa un análisis
exhaustivo, para ello existen textos especializados que abordan con detalle cada reforma, no
obstante, sí es pertinente contextualizar dichas modificaciones para comprender por qué el régimen
se fue transformando gradualmente.
1.2. El diseño de las reformas electorales
1.2.1 La reforma de 1986
El objetivo fundamental consistió en cerrar la ampliación de sistema de partidos, así como afianzar
el control gubernamental sobre la CFE y establecer mecanismos de acceso del partido mayoritario a
los diputados de representación proporcional.
Desde el año 1964 a 1988 el PRI nunca había contado con diputados de RP20 (Cfr. Datos
más adelante en el apartado del análisis de los diputados). Se estableció la RP en la integración de la
CFE, además se suprimió el procedimiento de registro condicionado y solamente se mantuvo el
registro definitivo. La intención fue clara, impedir la ampliación de sistema de partidos. “Se
incrementó de 100 a 200 diputados de RP en 1986, y se puso a prueba en 1988. Se estableció
además la cláusula de gobernabilidad destinada a permitir que el partido mayoritario tuviera la
18 Una ola de democratización, es un conjunto de transiciones de un régimen no democrático a otrodemocrático. Huntington P., Samuel, La tercera ola: la democratización a finales del siglo XX, Paidós, Barcelona, 1994, p. 26. 19 Larrosa Haro, Manuel, “Los procesos electorales en los estados: aspectos institucionales y la distribucióndel poder político”, en Elecciones y partidos políticos en México, 1997, UAM- I, México, 1997, p. 109. 20 Cuando señalemos RP nos estaremos refiriendo a la representación proporcional.
13
mayoría absoluta de la Cámara a pesar de que su votación descendiera por debajo del 50% sin
establecer un límite inferior.”21
El objetivo de este cambió fue asegurar al PRI el control de la Cámara de diputados. El
gobierno Federal estaba dispuesto a cambiar la lógica de competencia pero manera controlada. Los
partidos de oposición aceptaron, aunque era insuficiente para considerar en términos teóricos al
sistema político mexicano como democrático.
1.2.2 Las modificaciones durante 1989-1990
Con la creación del IFE los partidos contaron con mayor certidumbre en la realización de los
procesos electorales. Desde su creación se determinaron como principios rectores en el ejercicio de
la función electoral: legalidad, imparcialidad, objetividad y certeza, respetando los preceptos
constitucionales.
Se realizaron reformas en materia de lo contencioso electoral, se facultó al Tribunal Federal
Electoral para nulificar alguna elección, aunque dicha resolución –y esto resultaba cuestionable en
cuanto al carácter jurisdiccional de sus resoluciones así como su independencia- “podía ser revisada
por los colegios electorales mediante el voto de las 2/3 partes de sus miembros presentes. (Artículos
41, 60, 77 fracción I de la Constitución).”23
La cláusula de gobernabilidad era una medida útil y necesaria para el PRI, así aseguraba
mayoría absoluta en ambas Cámaras para realizar las reformas. Al PRI le convenía la cláusula por si
su votación caía por debajo del nivel de alcanzado en la elección de 1988.
1.2.3 La reforma de 1993
En el Congreso durante “el periodo extraordinario de sesiones, en los meses de agosto y septiembre
de 1993, aprobó reformas a seis artículos de la Constitución en materia electoral y a 252 artículos
del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, (Cofipe).”24 El aparente consenso
para aprobar el Cofipe original ya no se repitió, en esta ocasión el Partido de Revolución
Democrática (PRD) no estuvo de acuerdo, y la reforma fue aprobada por el PAN, PRI, Partido
Auténtico de la Revolución Mexicana, (PARM). El PRD mostró una postura negativa para su
aprobación.
21 Reflexiones sobre las reformas nacionales en materia electoral: 1994, op. cit., p. 144.23 Ibid. 24Becerra Chávez, Pablo Javier, “Entre el autoritarismo y la democracia: las reformas del sexenio deSalinas”, POLIS 94, UAM, México, 1994, p, 150.
14
En esta reforma se eliminó la autocalificación de las elecciones vía el Poder Legislativo,
ahora correspondería a los consejeros electorales del IFE emitir la declaración de validez. Se
estableció la mecánica y procedimientos para los topes a los gastos de campaña.
Se detalló el aspecto del financiamiento de los partidos con la prohibición expresa a los
Poderes de la Federación, estados y municipios para realizar aportaciones a los partidos. La reforma
de 1993 “derogó a nivel federal, la cláusula de gobernabilidad, entonces se reformó el artículo 54
constitucional, y se estableció un nuevo mecanismo para la asignación de los diputados de RP en
función del porcentaje de la votación efectiva alcanzada por cada partido.”25 La lógica de los
cambios se enfocaba en ganar legitimidad para la elección presidencial de 1994.
1.2.4 Reforma de 1994
En este año se efectuaron reformas a la legislación electoral secundaria. La reforma fue motivada
por la cercanía de las elecciones presidenciales de ese mismo año. El antecedente de la reforma fue
un importante pacto político, en el cual por primera vez en apariencia incluyó al PRD en su
elaboración y firma. En los cambios estuvieron de acuerdo todos los partidos en los siguientes
puntos:
Evitar el uso ilegal de fondos. Revisión de las finanzas en las campañas electorales. Se
introduce la figura de observador electoral. Se creó una fiscalía especial para los delitos
electorales. Disminución en cinco veces los fastos de campaña presidencial. Se aprobaron
lineamientos generales (mínimo código ético) aplicables a las noticias de radio y TV.26
Las reformas ofrecían mayor equidad e imparcialidad en las oportunidades para competir
por el poder. El 27 de enero de 1994 se pactó el “acuerdo para la paz la democracia y la justicia”
que permitió el inicio de una nueva reforma electoral, para mantener la paz y la estabilidad,
principalmente por el levantamiento armado en Chiapas el 1 de enero de ese mismo año; este
conflicto aceleró la reforma para legitimar al sistema.
Se presentaban así condiciones más favorables para los partidos de oposición, no obstante, el
electorado votó por el PRI, “el ciudadano asumía la responsabilidad de emitir su voto, y lo hizo
consciente, por la paz o seguridad.”27 El ciudadano no se arriesgó y votó por Ernesto Zedillo Ponce
de León, candidato del PRI. Ninguno de los partidos al declararse el PRI vencedor, impugnó la
elección, sino reconocieron el triunfo.
25 Reflexiones sobre las reformas nacionales en materia electoral: 1994, op. cit. 26 Ibid., 27 González Navarro, Manuel y Gutiérrez López, Concepción, “Los partidos políticos en México durante1994: la construcción simbólica de sus atributos”, POLIS 96, Vol. 1, UAM, México, 1996, p. 45.
15
1.2.5 Reforma político-electoral de 1996
El camino hacia la alternancia política no se puede explicar sin la reforma electoral de 1996. Ésta
fue un paso trascendental para continuar con los puentes democráticos, aunque no fue definitiva y
completa; en efecto apuntaló el camino de la democratización.
La reforma se dio de una manera pactada por todos los partidos, principalmente por las tres
fuerzas importantes (PRD, PAN, PRI). Fue un arreglo institucional consensado y negociado. Éste
garantizaba la imparcialidad, equidad e igualdad de condiciones para la competencia política. Estos
cambios actualizaron y perfeccionaron la normatividad para regular los procesos electorales en
nuestro país. Las innovaciones se orientaron tanto a nivel del ordenamiento constitucional como en
la legislación reglamentaria en materia electoral (Cofipe).
Dentro de los principales cambios e innovaciones, destacan los relativos a la composición de los
órganos de representación nacional, el fortalecimiento de un régimen de partidos cada vez
competitivo; mayor equidad en la contienda electoral; la consolidación de los atributos de
independencia del IFE. Trascendentes innovaciones en el ámbito de la justicia electoral y los
regímenes electorales a nivel local.28
A diferencia de la legislación anterior el límite máximo de representación de la primera
fuerza electoral en la conformación de la Cámara de diputados fue de 300 diputados electos por
ambos principios (MR y RP) es decir un 60% de los 500 escaños. Se estableció, el mínimo de
porcentaje de la votación para que un partido mantuviera su registro, sería del 2% (antes de 1.5%)
para acceder a los 200 escaños de RP. Se incorporó el principio de RP a la Cámara de senadores, se
elegirían 32 por este mecanismo. También se reconoció la figura de agrupaciones político-
nacionales (APN), como formas de desarrollo de la vida democrática.
Con el propósito de afirmar la autonomía e independencia del organismo, se “suprimió de
toda participación y representación del poder Ejecutivo en la conformación del IFE” 31; Ahora la
dirección Consejo General sería ocupada por un consejero presidente, electo por siete años por el
voto de las dos terceras partes de los miembros de la Cámara de diputados, a propuesta de los
propios partidos.
La reforma trajo un cambio sustancial en el sistema político del Distrito Federal.
Históricamente había sido una posición política trascendente para la presidencia de la República.
Antes de 1996, el presidente designaba y removía libremente al regente de la ciudad de México.
28 Reforma político electoral de 1996. Fuente: www.agoranet.com [consultado el día 3 marzo de 2001].31 Becerra, Ricardo, Salazar, Pedro y Woldenderg, José, La reforma electoral de 1996, FCE, México, 1997, p. 221.
16
La Asamblea de Representantes, se convirtió en Asamblea Legislativa, la cual “asumía
nuevas atribuciones, entre las que destacan las siguientes: examinar, discutir, y aprobar la ley de
ingresos del Distrito Federal; nombrar a un sustituto a jefe de gobierno en caso de falta absoluta, y
expedir las disposiciones para regir las elecciones locales.”33
La reforma estableció que los ciudadanos podrían elegir de manera libre, directa, universal y
secreta -como todas las demás entidades federativas- al jefe de gobierno. Se estableció también la
elección de los representantes de las delegacionales en el año 2000, por el voto directo de los
ciudadanos.
La apertura democrática no fue producto solamente de la reforma político-electoral de 1996,
sino producto de una apertura gradual del sistema a partir de 1977. Se fueron presentando
modificaciones en el sistema de partidos y la lógica de competencia entre los partidos políticos. La
creación del IFE35, sin duda fue una pieza clave para la democratización del sistema político
mexicano.
Juan de Dios Pineda enumera cuatro aspectos de importancia de la reforma electoral de
1996:
1. La composición de órganos de representación nacional,
2. El fortalecimiento de un régimen de partidos cada vez más competitivo,
3. La garantía de condiciones da mayor equidad en contienda electoral, y
4. La consolidación de los atributos de independencia y autonomía del IFE (1996) como
organismo depositario de autoridad electoral.37
Como prueba del proceso democratizador se realizó por primera vez la elección para jefe de
gobierno en el Distrito Federal en 1997. El PRD ganó la elección y consolidó su presencia
nuevamente en el 2000. Este partido ha gobernado la ciudad desde 1997 hasta 2012. La elección de
este año 2012 será crucial para mantener el poder en la ciudad.
1.2.6 Reforma electoral de medios 2007
La competencia política desde 1996 hasta 2006 fue organizada y vigilada mediante reglamentación
de 1996. Sin embargo, desde el año 2000 se habían mencionado ciertas limitaciones como el
33 Reforma política electoral de 1996, op. cit. 35 El órgano se rige por cinco principios rectores: 1. Certeza; 2. Legalidad; 3. Independencia; 4. Imparcialidad; 5. Objetividad. Cfr. Pineda, Juan de Dios, “Un acercamiento al Instituto Federal Electoral a partir del nuevo institucionalismo”, en Lugo Carlos, et al, (Coords.), Legalidad, Legitimidad yGobernabilidad; UAM, UNAM, IIS, México, 1999, p. 223.37 Ibid, p. 225
17
excesivo gasto en las campañas, la insuficiente reglamentación referente a la propaganda en los
medios de comunicación, entre otros.
Cuatro procesos electorales federales ocurrieron desde 1996: 1997, 2000, 2003 y 2006. En
todos ellos, las críticas de los expertos y académicos se refirieron a la falta de control y fiscalización
de los recursos públicos.
La elección presidencial de 2006, por ejemplo, se caracterizó por la excesiva utilización de
recursos, spots de televisión con descalificaciones y una lucha por el poder, que podría calificarse
como sin límites. El IFE se vio rebasado como autoridad administrativa, por tanto, los partidos
políticos predominantes en el Congreso acordaron modificaciones constitucionales y secundarias
que concluyeron en la reforma electoral de 2007.
Ante este contexto surge la siguiente pregunta ¿esta reforma fue un avance o un retroceso?
Los elementos generales se orientan hacia puntos específicos como la regulación de las campañas y
la definición sobre quién está facultado para contratar tiempo en radio y televisión, afectando la
libertad de expresión, los intereses del cuarto poder, los magnates de las televisoras.
De acuerdo a la actuación del IFE, la reforma es positiva en varios sentidos ya que se
faculta exclusivamente a los partidos políticos la promoción y difusión de las campañas electorales,
así como de sus plataformas e ideología. A los terceros involucrados, empresarios y organizaciones
les corresponde realizar donativos a los partidos, pero mediante mecanismos controlados. De esta
manera, la rendición de cuentas evita discrecionalidad en los spots de televisión y radio en contra de
cualquier candidato.
Las elecciones representan el lugar de competencia entre los partidos políticos y no de éstos
contra empresarios u otros. Las Agrupaciones Político Nacionales (APN) podrían buscar mayores
facultades para realizar alianzas y promoverlas en los medios de comunicación.
Los cambios también repercuten en las alianzas de partidos grandes con los pequeños, pues
ya no se podrá ceder porcentajes de votación, sino que mantendrán su registro a partir de obtener su
propia votación. En materia político electoral, persisten tareas pendientes, por lo menos hasta el
2012, tales como reflexionar acerca de la pertinencia de la reelección de legisladores, reducir el
número de legisladores, ampliar el periodo de gobierno municipal, así como la creación de
mecanismos de rendición de cuentas de los secretarios de Estado ante el Congreso de la Unión. Un
tema que sigue pendiente es la propuesta de gobierno de coalición.
En el siguiente capítulo expondré los cambios más significativos en la competencia
electoral. Abordaré el funcionamiento del sistema político desde el punto de vista de la
representación.
18
19
CAPÍTULO 2
EVOLUCIÓN EN EL SISTEMA DE REPRESENTACIÓN
l objetivo de este capítulo es clasificar los cambios sustanciales en el sistema de
representación. Se destaca cómo las instituciones políticas fueron democratizándose y
permitieron que existiera pluralidad entre los diversos partidos. La pregunta central refiere ¿los
cambios en el funcionamiento son suficientes para proporcionar gobernabilidad al sistema político?
La estrategia metodológica utilizada en este capítulo es la recopilación y descripción de datos sobre
elecciones en estados, municipios, el Senado y la Cámara de diputados, entre otros indicadores. La
hipótesis específica argumenta que si bien se generó un ambiente de bipartidismo en las elecciones
locales, el partido ganador sólo se alterna el gobierno con un segundo partido fuerte, pero
difícilmente la competencia integra a los tres partidos.
En las páginas anteriores, el objetivo fue señalar cómo las reformas electorales influyeron en
el mapa político en beneficio de la oposición, así logró ganar en ciudades y estados importantes. En
este capítulo trataré de mostrar cómo la evolución de la participación política de los partidos más
importantes, puede notarse en el número de cargos políticos, situación ausente en décadas pasadas
por la excesiva concentración del poder en manos de un solo partido y por las peculiaridades de un
sistema autoritario.
2.1 Los gobiernos estatales en México
La competencia electoral en el ámbito estatal durante décadas fue inexistente, la oposición no tenía
un peso importante en la toma de decisiones políticas. El partido oficial se encargaba que los
resultados le fueran favorables.
A partir de las elecciones de 1988, el PRI vio amenazado su largo dominio político de más de
60 años [...] no obstante se observa en México un proceso de gradual cambio político originado
por una crisis de legitimidad, perdió hegemonía en las elecciones de 1988. Ello dio pauta para
que la reforma política liberalizadora iniciada en la década de los 1970 se encaminara, de forma
más dinámica, hacia una dirección democrática.38
Antes de observar los datos concernientes al rubro de gobernadores, veamos cómo era la
relación de los gobernadores con el presidente de la República. La relación, era de sumisión
38 Sánchez Aurelio, Marco, “Consideraciones sobre la transición en México hacia un sistema de partidoscompetitivo”, tomo Partidos políticos y las instituciones, UAM, UNAM, IIS, México, 1999, p. 122.
E
20
conveniente, algunos de ellos estaban en ese cargo, gracias a la intervención presidencial, su
candidatura, apoyo y negociación política, era proporcionado por éste.
Los aspirantes a gobernadores que recibían el apoyo del presidente en turno, recibían para su
campaña, apoyo gubernamental del aparato burocrático al servicio del Estado. El financiamiento
para la campaña, publicidad en medios impresos, electrónicos, entre otros, era proporcionado en
parte por la capacidad meta constitucional del presidente. A cambio los gobernadores ofrecían
lealtad.
La lealtad ofrecía ventajas por ejemplo la capacidad de un gobernador para recomendar a sus
aliados o protegidos en puestos estratégicos.
Los gobernadores colocan a su gente por varias razones: a. para recompensar a sus seguidores;
b. para preparar a uno de sus aliados con el propósito de nominarlo como candidato a
gobernador (o bien un escaño en el Senado es más adecuado para ese propósito); c. apoyar a las
otras fuerzas de su estado, en gran medida con el propósito de protegerse a sí mismos en contra
del Presidente.39
En el sistema político mexicano las elecciones para gobernadores son escalonadas, es decir
en diferentes años. El diseño electoral permitía a los gobernadores influir en la designación de
candidatos a diputaciones locales, federales, senadurías, y desde luego a su sucesor en el gobierno
del estado.
Si el gobernador había sido leal al presidente, sus candidatos tenían más posibilidades de
contar con el apoyo presidencial o bien contar con un obstáculo en su trayectoria política. No se
puede perder de vista el poder real para designar y construir carrera política a sus protegidos. Joy
Langston, señala el siguiente argumento para el periodo de 1985:
El 42% de los diputados de mayoría relativa electos por el PRI (69 de 164) había participado en
los gobiernos estatales, muchos de ellos en el gabinete de los gobernadores. Los gobernadores
estuvieron en mejores condiciones para colocar a su gente en las lista de 1985. [...] Elba Esther
Gordillo, afirmó: los gobernadores eran realmente el poder tras las elecciones.40
La apertura gradual en el ámbito estatal fue un elemento central de la democratización. La
centralización de las decisiones fue cambiando al ganar la oposición los estados de la República. En
el contexto era evidente la necesidad de contar con mayor legitimidad política. Gabriel Zaid señala
lo siguiente:
39 Langston, Joy, “Los efectos de la competencia electoral en la selección de candidatos del PRI a laCámara de diputados”, Política y Gobierno, CIDE, Vol. V, núm. 2, segundo semestre, 1998, México, p. 478. 40 Ibid., p. 496.
21
En los comicios estatales –se detectaba una creciente conflictividad- una magnífica oportunidad
para abrir al régimen a la democracia, con ganancia para la oposición a bajos costos para el PRI,
pues perder algunas gubernaturas no significaba perder el poder completo, y en cambio
promovería una democratización con pequeños riesgos de caer en la inestabilidad.41
La propuesta de abrir poco a poco al régimen, tuvo varias oportunidades para su aplicación.
En 1986 se celebrarían elecciones para gobernador en el estado de Chihuahua, en las cuales el
Partido Acción Nacional había registrado un crecimiento electoral, y por lo tanto había condiciones
para que ganara, pero la respuesta del gobierno federal fue no reconocer la victoria del PAN.
Un hecho importante acerca de los candidatos de la oposición fue que la mayoría provenía
de un pasado priísta. Cuauhtémoc Cárdenas fue miembro del PRI hasta 1987 cuando se separó
definitivamente y fundó el PRD en 1989. Éste ganó para el PRD en 1997 la jefatura del Distrito
Federal.
Otro ejemplo fue el ex senador de la República Ricardo Monreal Ávila. Primero aspiró por
la candidatura para la gubernatura de Zacatecas, pero al no obtenerla, renunció al PRI y lo
postularon el (PRD y Partido del Trabajo-PT). Luego de ganar las elecciones se afilió como
miembro del PRD.
Otro caso fue Alfonso Sánchez Anaya en Tlaxcala, quien, renunció al Partido
Revolucionario Institucional, antes de iniciar el proceso de selección del candidato para gobernador
del estado. El político señaló que no existían condiciones de equidad e igualdad. Lo mismo ocurrió
con Leonel Cota Montaño, quien renunció al PRI al no obtener la candidatura a gobernador del
estado de Baja California Sur.
A partir de 1988 el PAN comenzó a jugar un papel importante como fuerza política
opositora-moderada en cooperación con el gobierno, en términos claros una relación de negociación
con el sistema.
El proceso de liberalización comenzó con reconocer las victorias electorales de la oposición.
Nunca en la historia política del país el PRI había perdido una gubernatura –lo digo en el sentido de
que nunca se había reconocido oficialmente una derrota- en el estado de Baja California. No fue
hasta la elección de 1989 cuando por primera vez se le reconoce públicamente la victoria a Ernesto
Rufo.
En la elección de 1988 el PRI ganó la mayoría relativa en la Cámara de diputados, pero no
logró alcanzar la mayoría calificada para reformar la Constitución. Si el PRI quería realizar
41 Crespo, op. cit., p. 270.
22
reformas constitucionales, necesitaba forzosamente el apoyo de algún partido político (y sería el
PAN).
El PAN negoció su apoyo al PRI en la Cámara de diputados. Su triunfo en Baja California y
su posterior reconocimiento fue el producto de la “concertacesión”42entre el PRI-PAN. Si bien
comenzó como concertacesión con el paso del tiempo los triunfos electorales se convirtieron parte
del proceso democratizador.
El PAN comenzó a generar interés en el electorado, triunfó en Chihuahua para el periodo de
1992-1998. Comenzó a ganar estados en la frontera, significativos por el tamaño de población. A
estos tres estados se le sumó el estado de Jalisco en 1995, y desde ese año hasta el 2012 el PAN ha
logrado consolidar el electorado a favor. Jalisco es un estado trascendente, por su industria y
tamaño de población (la cuarta más grande).43
A partir de 1997 el PAN empieza a consolidarse como partido alterno en otros estados. En
ese tenor gana Nuevo León, netamente industrial, con capacidad para montar proyectos de alta
envergadura, complementados con las partidas del gobierno federal. Aquí es importante notar que el
PAN se convirtió en un partido relacionado muy estrechamente con los empresarios y dicha
relación es muy evidente en este estado. El PAN mantuvo el gobierno hasta 2003 cuando fue
derrotado por el PRI. Este partido gobierna actualmente.
En 1997 el PAN gana Querétaro, también industrial, no tanto como Nuevo León, pero muy
significativo por la cercanía con el Distrito Federal, no obstante en 2003 el PRI recupera la
gubernatura y se mantiene hasta el 2012.
El Partido Acción Nacional también ganó el estado Morelos en el 2000 y se ha mantenido
dos elecciones seguidas en el poder, hasta el 2012. El PAN también ha mantenido Aguascalientes
desde 1998 a la fecha de 2012. El caso de las elecciones en Nayarit (1999), Chiapas (2000) y
Yucatán (2001) y otras recientes como Oaxaca en 2010, se han establecido alianzas con el PRD y el
PVEM.
El proceso de democratización ha generado que actualmente los 32 estados estén
gobernados por tres partidos diferentes.
La pluralidad comenzó en 1989. Antes el PRI gobernaba casi todos los estados. La primacía
del PRI se ha ido diluyendo y en el 2002 sólo gobernaba en 17 de los 32 estados, pero representaban
más del 50% de las entidades federativas. Es pertinente señalar que mantiene una presencia
electoral importante. Antes del 2000 (el PRI ganaba con cierta facilidad en las entidades federativas,
42 El gobierno federal negoció con el PAN, su apoyo en la Cámara de diputados, ya que el PRI no podíaaprobar ninguna reforma constitucional solo, entonces el gobierno federal, negoció el apoyo. 43 Fuente: INEGI, http://www.inegi.org.mx/default.aspx? [Consultado el día 23 de agosto de 2001].
23
por varias razones, una de ellas por el voto conservador de las zonas rurales). El PRI se ha
recuperado como partido, ahora como oposición. Su fuerza electoral en 2012 ubica al PRI como un
partido solido, pues gobierna 23 de los 32 estados44 y se sitúa como el partido con mayores
preferencias electorales para las elecciones presidenciales de 2012.
Por su parte, el PAN hasta 2012 gobernaba por si solo (no en coalición) siete estados (ver
cuadro núm. 1). También observamos la evolución de cada una de las entidades a partir del periodo
de 1989 hasta el 2001. El Partido Acción Nacional ganó la presidencia de la República en el 2000 y
2006, pero no posee la misma preferencia a nivel estatal.
44 Fuente: Geografía Política Municipal,http://www.fenamm.org.mx/site/index.php?option=com_content&view=article&id=187&Itemid=123&lang=es, [Consultado el día 22 de octubre de 2011].
Cuadro núm. 1 Estados gobernados por el PAN (sin coalición) parte 1
Estado Periodo Partido Nombre del
gobernador
Periodo Partido Nombre del
gobernador
Periodo
Aguascalientes 1992-1998 PRI Otto Granados - - - -
B. California 1989-1995 PAN Ernesto Ruffo
Apel
1995-1998 PAN Héctor Terán Terán -
Guanajuato 1991-1995 PAN Carlos Medina
Plascencia
1995-1999 PAN Vicente Fox 1999-2000
Jalisco 1989-1992 PRI Guillermo Cosío
Vidaurri
1992-1995 PRI Carlos Rivera
Aceves
1995-2001
Morelos 1988-1994 PRI Antonio Riva
Palacio
1994-1998 PRI Jorge Carrillo Olea 1998-2000
Nuevo León 1991-1996 PRI Sócrates Rizzo
García
1996-1997 PRI Benjamín Clariond
Reyes-Retana
-
Querétaro 1991-1997 PRI Enrique Burgos
García
- - - -
Fuente: Elaboración propia.
24
2.2 La lógica del Distrito Federal
El sistema político mexicano fue creando las condiciones necesarias para una mayor equidad
electoral, y repercutió en el aumentó en los índices de “competitividad”46 de la oposición. Esto
confirmó un descenso considerable de la capacidad del régimen para alterar e imponer los
resultados, así como para manipularlos.47
46 La competitividad es un estado concreto del juego. Así la competitividad, es una de las propiedades o delos atributos de la competencia. Cfr. Sartori, Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, AlianzaUniversidad, Madrid, 1987, p. 245. 47 Sánchez, op. cit., p. 124
Cuadro núm. 2 Estados gobernados por el PAN (sin coalición) parte 2
Estado Periodo Partido Nombre del
Gobernador
Periodo Partido Nombre del
gobernador
Periodo Partido Nombre del
gobernador
Aguascalientes - - - 1998-
2004
PAN Felipe
González
González
2004-
2010
2010
PAN
PRI
Luis Armando
Reynoso Femat
Carlos Lozano de
la Torre
B. California - - - 1998-
2001
PAN (Interino)
Alejandro
González
Alcocer
2001-
2007
2007
PAN
PAN
Eugenio Elorduy
Walther
José Guadalupe
Osuna Millán
Guanajuato 1999-
2000
PAN Ramón Martín
Huerta
2000-
2006
PAN Juan Carlos
Romero
Hicks
2006-
2012
PAN Juan Manuel Oliva
Ramírez
Jalisco 1995-
2001
PAN Alberto
Jiménez
Cárdenas
2001-
2007
PAN Francisco
Ramírez
Acuña
2007-
2013
PAN Emilio González
Márquez
Morelos 1998-
2000
PRI Jorge Antonio
García
2000-
2006
PAN Sergio
Estrada
Cajigal
2006-
2012
PAN Marco Antonio
Adame Castillo
Nuevo León - - - 1997-
2003
PAN Fernando
Canales
Clariond
2003-
2009
2009-
2015
PRI
PRI
José Natividad
González Parás
Rodrigo Medina
de la Cruz
Querétaro - - - 1997-
2003
PAN Ignacio
Loyola Vera
2003-
2009
2009-
2015
PRI
PRI
Francisco Garrido
Patrón
José Eduardo
Calzada Rovirosa
Fuente: Elaboración propia.
25
El PRD gobierna en cinco estados hasta 2012. Los ha ganado con la ayuda del PT y
Convergencia (ahora el nombre de este partido es Movimiento Ciudadano). Pese a no gobernar un
número significativo de estados, controla el Distrito Federal, entidad estratégica por la actividad
económica, política y social del país.
Las elecciones de 1997 para jefe de gobierno presentaron un cambio en el sistema de
representación, en el cual anteriormente el regente de la ciudad era designado (ver cuadro número
3) por el presidente de la República (la Constitución lo facultaba para ello). Los ciudadanos por
primera vez en la historia elegirían a su jefe de gobierno. Las elecciones de 1997 mostraron el
desgaste de un sistema de partido hegemónico en el ámbito estatal. José Antonio Crespo señala:
Los comicios federales de 1997 representaron un cambio significativo, por dos razones
fundamentales: el marco normativo donde se celebraron fue reconocido como el más
competitivo en México; la reforma de 1996 incorporó disposiciones que significaron un salto
importante hacia la imparcialidad. La reforma dispuso medidas para hacer más difícil la práctica
tradicional del fraude.53
En la primera elección en el Distrito Federal triunfó Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del
PRD aunque después renunciaría para concentrase en su campaña presidencial del año 2000. El
cargo lo asumiría Rosario Robles hasta el 2000. En esa elección el PRD lograría nuevamente ganar
la capital, pero con un umbral mucho menor de votos respecto del segundo lugar. El PAN aunque
perdió aumentó su porcentaje de votación respecto a la elección anterior.
51 Cuauhtémoc Cárdenas renunció a su cargo de jefe de gobierno para ser candidato a la presidencia por partedel PRD, en las elecciones del 2000. 52 Rosario Robles, sustituyó en el cargo a Cárdenas como jefa de gobierno hasta nuevas elecciones en el2000. 53 Crespo, op. cit., p. 273.
Cuadro núm. 3 Encargados del Distrito Federal
Periodo Partido Regente (hasta 1997 designado) o jefe de gobierno(electo por votación a partir de 1997)
1976- 1982 PRI Carlos Hank G.
1982-1998 PRI Ramón Aguirre V.
1988-1993 PRI Manuel Camacho Solís
1993-1994 PRI Manuel Aguilera Gómez
1994-1997 PRI Oscar Espinoza Villarreal
1997-1999 PRD Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano51
1999-2000 PRD Rosario Robles52
2000-2006 PRD Andrés Manuel López Obrador
2006-2012 PRD Marcelo Ebrard C.
Fuente: elaboración propia.
26
En las elecciones de 1997 por primera vez el PRI no logró conquistar la mayoría absoluta en
la Cámara baja, necesaria para preservar su tradicional hegemonía; la conformación en el Congreso
quedó de la siguiente manera para la LVII Legislatura: “PRI (164, M.R; 75, R.P; total 239); PAN
(65, M.R; 57, R.P; total 122); PRD (70, M.R; 55, R.P; total 125); PT (1, M.R; 5, R.P, total 6);
PVEM (0, M.R; 8, R.P, total, 8).”54
Los resultados evidenciaron que el gobierno (PRI) ya no podía revertir el carisma y la
identificación de los ciudadanos hacia la oposición, y tampoco revirtieron el hartazgo de los
votantes hacia su partido; aunado a esto, se incrementó la confianza de los electores en las
instituciones electorales.
En la proceso electoral del 2000 en el Distrito Federal la novedad fue la elección de los jefes
delegacionales mediante el voto secreto, libre y universal. Los resultados arrojaron que el PRD ganó
11 de las 16 Delegaciones, mientras el PAN ganó cinco, y el PRI no ganó ninguna. Los resultados
mostraron claramente el proceso democratizador a nivel estatal. Hasta 2009, el PRI seguía sin
presentar un avance significativo en las delegaciones.
Los datos muestran mayor competencia electoral en la ciudad de México. Las reglas del
juego son más equitativas y permiten a los partidos competir con mejores condiciones de ganar. El
proceso democratizador fue reforzado por las reformas electorales y permitió cambios en el sistema
de partido hegemónico, dando paso a un sistema de partido predominante, pues el PRD desde 1997
hasta el 2012 ha ganado a los demás partidos. En las siguientes dos tablas véase la composición de
los demás estados de República.
54 (M.R = Mayoría relativa; R.P = Representación proporcional).
Cuadro núm. 4 Presencia electoral en el Distrito Federal en las elecciones del año
2000, 2009 para jefe de gobierno
PARTIDO Delegaciones gobernadas,
periodo 2000-2003
Cantidad de población que
gobiernan
PAN 5 6 millones 826 mil personas
PRD 11 1 millón 764 mil personas
PRI 0 0
PARTIDO Delegaciones gobernadas,
periodo 2009-2012
Porcentaje de población
gobernada por partido político
PAN 3 18.75 % del total
PRD 12 75 % del total
PT 1 6.25 % del total
Fuente: elaboración propia.
27
Cuadro núm. 5 Estados gobernados por el PRD (incluye coaliciones) parte 1
Estado Periodo Partido Nombre del
gobernador
Periodo Partido Nombre Del
Gobernador
B. California Sur 1993-1999 PRI Guillermo
Mercado Romero
- - -
Chiapas 1988-1993
1993-1994
1994-1995
PRI
PRI
PRI
Patrocinio G.
Elmar Horlad
Javier López
1995-2000 PRI Julio César Ruiz
Nayarit 1993-1999 PRI Rigoberto Ochoa
Zaragoza
- - -
Tlaxcala 1992-1993 PRI Samuel Quiroz
de la Vega
1993-1999 PRI Antonio Álvarez
Lima
Michoacán 1992-1992 PRI Eduardo
Villaseñor Peña
1992-1995 PRI Ausencio Chávez
Hernández
Distrito Federal 1994-1997 PRI Oscar Espinoza
Villarreal
1997-1999 PRD Cuahtémoc
Cárdenas
Solórzano
Yucatán 1991-1993 PRI Dulce María
Sauri Riancho
1993-1995 PRI Federico Granja
Ricalde
Zacatecas 1991-1992 PRI Pedro de León
Sánchez
1992-1998 PRI Arturo Romo
Gutiérrez
Fuente: elaboración propia.
28
Cuadro núm. 6 Estados gobernados por el PRD (incluye coaliciones) parte 2
Estado Periodo Partido Nombre del
gobernador
Periodo Partido Nombre
del
gobernador
Periodo Partido Nombre del
gobernador
B. California
Sur
- - - 1999-
2005
PRD-PT Leonel Cota
Montaño
2005-
2011
2011-
PRD
PAN
Narciso Agúndez
Montaño
Marcos Alberto
Covarrubias Villaseñor
Chiapas 1998- 2000 PRI Roberto
Albores
Guillén
2000-
2006
PRD-PT-
PAN-
PVEM
Pablo
Salazar M.
2006-
2012
PRD Juan José Sabines
Guerrero
Nayarit - - - 1999-
2005
PRD-PT-
PAN
Antonio
Echavarría
Domínguez
2005-
2011
2011-
PRI
PRI
Ney González Sánchez
Roberto Sandoval
Castañeda
Tlaxcala - - - 1999-
2005
PRD-PT Alfonso
Sánchez
Anaya
2005-
2011
2011
PAN
PRI
Héctor Israel Ortiz
Ortiz
Mariano González
Zarur
Michoacán 1995-2001 PRI Manuel
Tinoco
2001-
2007
PRD-PT-
PVEM
Lázaro
Cárdenas
Batel
2008-
2013
PRD Leonel Godoy Rangel
Distrito
Federal
1999-2000 PRD Rosario
Robles
Berlanga
2000-
2006
PRD Andrés
Manuel
López
Obrador
2006-
2011
PRD Marcelo Ebrard C
Yucatán 1995-2001 PRI Víctor
Cervera
Pacheco
2001-
2007
PAN-
PRD-
PVEM-
PT
Patrón
Laviada
2007-
2012
PRI Ivonne Aracelly
Ortega Pacheco
Zacatecas - - - 1998-
2004
PRD-PT Ricardo
Monreal
Ávila
2004-
2010
2010-
PRD
PRI
Amalia García
Miguel Alejandro
Alonso Reyes
Fuente: elaboración propia
A continuación se describen los resultados en los procesos electorales en los estados en los
cuales ganó el PRI. El PRI ganó Tabasco (2001) con Manuel Andrade y volvió a ganar en 2007 con
Andrés Granier. Retrocedió al perder Yucatán (2001) ante Patrón Laviada, pero en 2007 volvió a
ganar con Ivonne Ortega. El PRI gobierna estados de gran importancia política, como el Estado de
México, en el cual concentra una gran cantidad de simpatizantes y militantes.
Campeche, Coahuila, Colima, Durango, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo,
San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, tienen una característica en común: el
29
PRI nunca ha perdido la elección para gobernador, el PRI posee todavía mucha fuerza en el ámbito
nacional. El PRI hasta el 2000 gobernaba 17 estados, el PAN, siete; el PRD cuatro; y como
coalición el PRD-PAN- PT-PVEM ganaron tres estados; esta pluralidad es un indicador que la
centralización estaba cada vez más debilitada. En 2012, el PRI ha aumentado la cantidad de estados
gobernados a 23. Cuadro núm. 7 Estados gobernados por el PRI (parte 1)
Estado Periodo Partido Nombre del gobernador Periodo Partido
Campeche 1991-1997 PRI Jorge Salomón Azar - -
Chihuahua 1986-1992 PRI Fernando Baeza
Meléndez
1992-1998 PAN
Coahuila 1987-1993 PRI Eliseo Mendoza 1993-1994 PRI
Colima 1985-1991 PRI Elías Zamora Verduzco 1991-1997 PRI
Durango 1986-1992 PRI José Ramírez 1992-1998 PRI
Guerrero 1987-1993 PRI José Francisco Ruiz
Massieu
1993-1995 PRI
Hidalgo 1993-1999 PRI Jesús Murillo Karam 1999-1999 PRI
México 1989-1993 PRI Ignacio Pichardo Pagaza 1993-1995 PRI
Oaxaca 1986-1992 PRI Heladio Ramírez López 1992-1998 PRI
Puebla 1987-1993 PRI Mariano Riva Palacio 1993-1999 PRI
Quintana Roo 1987-1993 PRI Miguel Borge Marín 1993-1999 PRI
San Luis Potosí 1991-1992 PRI Gonzalo Martínez Cobala 1992-1993 PRI
Sinaloa 1986-1992 PRI Francisco Labastida
Ochoa
1992-1998 PRI
Sonora 1991-1997 PRI Manlio Fabio Beltrones
Rivera
- -
Tabasco 1988-1993 PRI Salvador Castillo 1992-1994 PRI
Tamaulipas 1987-1993 PRI Américo Villarreal
Guerra
1993-1999 PRI
Veracruz 1986-1992 PRI Dante Delgado 1992-1998 PRI
Fuente: elaboración propia.
30
Cuadro núm. 8 Estados gobernados por el PRI parte 2
Estado Periodo Partido Nombre del
gobernador
Periodo Partido Nombre del gobernador
Campeche - - - 1997-2003
2003-2009
2009-
PRI
PRI
PRI
Antonio González Curí
Jorge Carlos Hurtado Valdéz
Fernando Eutimio Ortega
Bernés
Chihuahua 1998- 2004
2010-
PRI
PRI
Patricio Martínez García
César Horacio Duarte J.
Coahuila - - - 1999-2005
2005-2011
2011-
PRI
PRI
PRI
Enrique Martínez M.
Humberto Moreira Valdés
Jorge Juan Torres López
Colima - - - 1997-2003
2004-2005
2005-2009
2009-
PRI
PRI
PRI
PRI
Fernando Moreno Peña
Arnoldo Ochoa González
Jesús Silverio Cavazos Ceballos
Mario Anguiano Moreno
Durango - - - 1998-2004
2004-2010
2010-2016
PRI
PRI
PRI
Ángel Sergio Guerrero Mier
Ismael Alfredo Hernández D.
Jorge Herrera Caldera
Guerrero 1995-1999 PRI Ángel Aguirre
Rivero
1999-2005
2005-2011
2011-
PRI
PRD
PRD
René Juárez Cisneros
Carlos Zeferino Torreblanca
Ángel Heladio Aguirre Rivero
Hidalgo - - - 1999-2005
2005- 2011
2011
PRI
PRI
PRI
Miguel Ángel Núñez Soto
Miguel Ángel Osorio Chong
José Francisco Olvera Ruiz
México 95-1999 PRI César Camacho
Quiroz
1999-2005
2005-2011
2011-
PRI
PRI
PRI
Arturo Montiel Rojas
Enrique Peña Nieto
Eruviel Ávila V.
Oaxaca - - - 1998-2004
2004-2010
2010-
PRI
PRI
Convergencia /PRD
José Murat Casab
Ulises Ruiz
Gabino Cué Monteagudo
Puebla - - - 1999-2005
2005-2011
2011-
PRI
PRI
PAN
Melquíades Morales Flores
Mario Marín
Rafael Moreno Valle Rosas
Quintana Roo - - - 1999-2005
2005-2011
2011-
PRI
PRI
PRI
Joaquín Hendricks Díaz
Félix Arturo González Canto
Roberto Borge Angulo
San Luis Potosí 1993-1997 PRI Horacio Sánchez
Unzueta
1997-2003
2003-2009
2009-
PRI
PAN
PRI
Fernando Silva Nito
Jesús Marcelo de los Santos
Fernando Toranzo Fernández
Sinaloa - - - 1998-2004
2005-2010
2011
PRI
PRI
PAN
Juan S. Millán Lizarraga
Jesús Alberto Aguilar Padilla
Mario López Valdez
Sonora - - - 1997-2003
2003-2009
2009-
PRI
PRI
PAN
Armando López Nogales
Eduardo Bours
Guillermo Padrés Elías
Tabasco 1994-2000 PRI Roberto Madrazo
Pintado
2001-
2007-2012
PRI
PRI
Manuel Andrade
Andrés Rafael Granier Melo
Tamaulipas - - - 1999-2005
2005.2010
2011
PRI
PRI
PRI
Tomás Yarrigntón Rubalcaba
Eugenio Javier Hernández
Egidio Torre Cantú
Veracruz - - - 1998-2004
2004-2010
2010-
PRI
PRI
PRI
Miguel Alemán Velasco
Fidel Herrera
Javier Duarte de Ochoa
Fuente: elaboración propia.
2.3 El papel del Senado en el sistema político mexicano
El Senado de la República se ha transformado menos que la Cámara de diputados. La
representatividad política de un senador equivale a la misma de un diputado, la diferencia radica en
31
el principio de elección, es decir, representa a un estado, mientras el diputado representa a un
distrito electoral. La diferencia es instrumental, pero en la práctica los dos tienen el mismo peso en
el Congreso.
El crecimiento de la competencia electoral y “la llegada de senadores de oposición en 1988
propiciaron reformas para reforzar su carácter de órgano de gobierno. Desde 1982 hubo diferencias
en las votaciones logradas por senadores de mayoría, esto llevó a los dos candidatos de mayoría a
presentarse como fórmula de partido.”58
La evolución del sistema de representación muestra que durante el periodo de 1964 a 1982
el PRI mantuvo los 64 senadores en la Cámara alta (ver cuadro núm. 10). La posibilidad de la
oposición para acceder a espacios era casi nula. El sistema autoritario no ofrecía esa posibilidad.
El sistema de partido hegemónico no permitía la participación real de la oposición, por lo tanto,
desde 1964 a 1982 no contaron con ningún curul en la Cámara alta.
De 1988 a 1994 vemos como la situación empieza a tomar matices diferentes (para 1994 se
pasó de 64 a 128 senadores). El Senado de la República para la Legislatura de 1994, se integró por
128 senadores, 96 electos por la formula de mayoría relativa, y 32 serían asignados a la
representación de la primera minoría en cada uno de los estados, es decir al en segundo lugar en
cada estado. Los senadores son electos por seis años y son elegidos por voto libre, secreto y
directo.
58 Marvan Laborde, Ignacio, “Reflexiones sobre Federalismo y sistema político en México”, Política yGobierno, CIDE, Vol. IV, núm. 1, primer semestre, 1997, México , p. 161.
Cuadro núm. 9 senadores de 1964- 1982
1982 PAN PRI TOTAL
0 64 64
1976 PAN PRI TOTAL
0 64 64
1970 PAN PRI TOTAL
0 64 64
1964 PAN PRI TOTAL
0 64 64
Fuente: elaboración propia.
32
Para la realización de estas elecciones se efectuaron ciertas reformas. “Hasta 1993 el senado
se integraba con dos miembros de cada entidad, electos por mayoría relativa y voto directo; los
senadores se renovarían en su totalidad cada seis años.” 61 En estos comicios el Senado quedó de la
siguiente forma:
En este proceso electoral también ocurrió un cambio sustancial referente a la calificación de
los resultados; antes los facultados eran validados por la Comisión Permanente del Congreso de la
Unión, después de la reforma electoral la facultad quedó depositada en el IFE.
Las elecciones de 1997 y el 2000, mostraron un descenso en el número de senadores del
PRI, contrario a la oposición que se fue fortaleciendo. En 1997 el PAN ganó 33, el PRD, 15 y el
PRI, 77. Este último todavía mantenía más del 50% de escaños, situación que se alteró en el 2000
cuando el PAN aumentó a 46, el PRD se mantuvo con 15 y el PRI descendió a 60 senadores. La
pluralidad en el Senado es un signo de la apertura democrática.
61 Alvarado, Arturo, “Los resultados para la elección de Senadores” en, Fernández del Castillo, et al(Coord.), La voz de los votos: un análisis crítico de las elecciones de 1994, FLACSO, México, 1995, p. 270.
Cuadro núm. 10 Senadores periodo de 1991
TIPO PAN PRI PRD TOTAL
1991 6 AÑOS 1 31 0 32
3 AÑOS 0 30 2 32
TOTAL 1 61 2 64
1988 3 AÑOS 0 30 2 32
6 AÑOS 0 30 2 32
TOTAL 0 60 4 64
Fuente: elaboración propia.
Cuadro núm. 11 periodo de senadores de 1994
1994 TIPO PAN PRI PRD TOTAL
MR 0 64 0 64
PM 24 0 8 32
3 AÑOS 1 31 0 32
TOTAL 25 95 8 128
Elaboración propia.
33
Cuadro núm. 12 senadores de 1997 y 2000
PERIODO TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
2000 MR 27 32 4 0 1 0 64
PM 10 15 7 0 0 0 32
RP 9 13 4 1 4 1 32
TOTAL 46 60 15 1 5 1 128
1997 TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
MR 10 64 0 0 0 0 64
PM 24 0 7 0 0 1 32
RP 9 13 8 1 1 0 32
TOTAL 33 77 15 1 1 1 128
Fuente: elaboración propia.
A partir de 1997 el Senado juega un papel trascendental, pues el PRI ya contaba con una
oposición más real y competitiva, ahora la aprobación de leyes y proyectos del presidente, debían
ser negociados entre los principales partidos. El PRI no los podría aprobar solo. Acerca del Senado
Ignacio Marvan Laborde opina:
Si bien es cierto, con las reformas recientes el Senado ha adquirido mayor peso en
nombramientos, los ministros de la Suprema corte de Justicia, el presidente de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos y el gobernador del Banco de México, aún está lejos de contar
con el diseño constitucional adecuado que permita un cabal desempeño en la división horizontal
y vertical de poderes.64
La situación en el 2000 fue más equitativa, porque las iniciativas y proyectos debían ser
negociados. La pluralidad en el Senado funciona como contrapeso frente al Ejecutivo, situación que
favorece puentes democráticos en nuestro sistema político, aunque también puede ocasionar que no
se logren consensos y conducir a una situación de estancamiento en las relaciones Ejecutivo-
Legislativo.
El presidente debe aprender a cogobernar con el Congreso, sobre todo cuando no cuenta con
la mayoría de su partido en ambas Cámaras. Después del año 2000, el PRI fue una oposición fuerte.
Para la elección de 2006 la composición del Senado fue la siguiente:
64 Marvan, op. cit., p. 161.
34
Cuadro núm. 13 senadores 2000-2006
PERIODO TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
2000 MR 27 32 4 0 1 0 64
PM 10 15 7 0 0 0 32
RP 9 13 4 1 4 1 32
TOTAL 46 60 15 1 5 1 128
2006 TIPO PAN PRI PRD PT PVEM OTROS TOTAL
MR 32 8 16 2 2 4 64
PM 9 19 4 0 0 0 32
RP 11 6 6 2 4 3 32
TOTAL 52 33 26 4 6 7 128
Fuente: elaboración propia.
2.4 La composición de la Cámara de diputados
Alonso Lujambio señala que en el sexenio de Caros Salinas de Gortari encontramos cambios
significativos en el sistema de partidos en México, los cuales incidieron en una competencia real
entre el PRI y los partidos de oposición.
La naturaleza misma del propio sistema de partidos, el periodo ha sido testigo de una difícil,
compleja, ciertamente ambigua y todavía incompleta transición de un sistema de elecciones no
competitivas, de partido hegemónico, a uno más competitivo [...] la eternamente inacabada
transición a la democracia en México vivió en el periodo 1988-1994 un avance de innegable
importancia. Aún con claroscuros, todo cambió.65
La relación entre Ejecutivo y Congreso en sexenios anteriores a 1994, era casi de
sometimiento del segundo al primero, pues casi todos los miembros de ambas Cámaras eran de
extracción priísta, en ese sentido, el PRI no elaboraba las políticas de gobierno, sino su función era
apoyar las iniciativas elaboradas por el presidente de la República. Los diputados priístas se
encontraban con la obligación de apoyarlo y en caso de negarse, la consecuencia era una carrera
política que se enfrentaría el veto presidencial.
La relación de sumisión de parte de las Cámaras al presidente, ofrece varias explicaciones:
el presidente dominaba el funcionamiento interno del partido, nombrando a sus líderes y
controlando, ya sea mediante el veto o el nombramiento directo, la nominación de todos los
funcionarios de la burocracia, así los cargos de elección popular también eran apoyados por el
presidente. Sobre este aspecto Joy Langston señala:
Los partidos controlan a sus candidatos a través del suministro de fondos para su campaña, el
dinero federal destinado a las campañas no va directamente a los candidatos, sino, antes bien, a
65 Lujambio, Alonso, Federalismo y Congreso en el cambio político en México, UNAM, México, 1996. p. 107.
35
los comités ejecutivos nacionales. Muy pocos candidatos pueden estar condiciones de convencer
a los donadores privados de contribuir con grandes sumas a su campaña.66
Esta relación originaba que los representantes del Congreso no alzaran la voz en contra del
presidente, porque habían llegado ahí gracias a la intervención del presidente en su designación
(financiamiento o designación). Otros se beneficiaban de las partidas de dinero a través del
financiamiento de los gobernadores de los estados hacia las campañas electorales. Con base en estas
prácticas constitucionales, la conformación de la Cámara de diputados para el periodo de 1985-1988
fue la siguiente:
No debemos perder de vista cómo se repartían las candidaturas a los cargos de elección
popular. Joy Langston realiza un análisis sobre esta relación, y detalla que:
En primer lugar en el Congreso antes de 1988 eran negociadas, en realidad, entre varios grupos
de coalición, (CTM, sector obrero), la Confederación Nacional de Organizaciones Populares
(CNOP) y la Confederación Nacional Campesina (CNC, sector campesino). En segundo lugar,
los candidatos eran seleccionados tanto por su pertenencia a cierto sector (o sus lazos con un
gobernador o secretarios de Estado).68
La oposición comenzó a ganar espacios en la Cámara de diputados; en la LIII Legislatura en
1985, la oposición contó con 111 diputados (PAN, Partido Popular Socialista (PPS) Partido
Autentico de la Revolución Mexicana (PARM), Partido Socialista de los Trabajadores, entre otros.
Algunos de estos partidos jugaban la función de “partidos satélites.”69
El sistema político mexicano abrió la participación hacia la oposición de una manera gradual
y conducida desde el gobierno central, para ganar legitimidad. El sistema electoral permitió el
ensanchamiento de la participación de diversos partidos a través de la representación proporcional
66 Langston, op. cit., p. 462. 67 Elaboración propia con base en datos del CD-ROM México electoral editado por Banamex en el 2001. (MR= mayoría relativa, RP= representación proporcional). 68 Langston, Joy, op. cit., p. 472. 69 Sartori, 1987, op. cit., p. 275.
Cuadro núm. 14 diputados entre 1985-1988, LIII Legislatura67
PERIODO PRI PAN PPS PARM PST PDM PMT PRT PSM TOTAL
1985-1988 MR 289 9 0 2 0 0 0 0 0 300
RP 0 32 11 9 11 12 6 6 12 100
TOTAL 289 41 11 11 11 12 6 6 12 400
Fuente: elaboración propia.
36
y fomentó el desarrollo del principal partido de oposición en ese momento –el PAN- y el
surgimiento de nuevas corrientes políticas.
Las elecciones de 1988 nos presentan una situación distinta en el Congreso, el PRI por
primera vez no contaba con el control de los dos tercios en la Cámara de diputados, una situación
nada favorable para el presidente Carlos Salinas. Éste si requería aprobar reformas Constitucionales
debía contar con los votos suficientes, pero ahora necesitaría ayuda de otra fuerza política.
Para este periodo ya se había reformado el sistema de representación con la introducción de
100 diputados más de RP. Las elecciones de 1991 fueron de gran importancia para el PRI, pues
significaron una recuperación prácticamente en todos los estados de la República, y esta vez
alcanzaron la cantidad de 320 diputados de un total de 500. Esto provocó nuevamente la
hegemonía del PRI en el Congreso. El presidente Salinas posibilitó abrir gradualmente el sistema
político e ir cambiando el régimen político.
Esta recuperación es interesante, y podríamos señalar varios elementos del por qué: la
mejora en la imagen del PRI a partir de las reformas a la legislación electoral repercutió en la
apreciación de los ciudadanos sobre un mejor gobierno; otra razón fue el gasto del gobierno
mediante programas sociales, los cuales beneficiaron a ciertos sectores marginados de la población,
programas como Pronasol y Solidaridad, etc.
Quedó en evidencia al menos para la oposición, la necesidad de seguir con el proceso de
democratización en materia de regulaciones electorales. El padrón fue uno de los temas más
espinosos después de las elecciones.
El proceso electoral de 1994 presentó un balance de signos contradictorios, de diálogo y
confrontación, por otro lado en la legislación electoral se dieron cambios, pero no lo
Cuadro núm. 15 diputados entre 1988-1991, LIV Legislatura
PERIODO PRI PAN PPS PARM PMS PFCRN FDN TOTAL
1988-1991 MR 233 38 0 0 0 0 29 300
RP 27 63 32 25 19 34 0 166
TOTAL 260 101 32 25 19 34 29 500
Fuente: Elaboración propia.
Cuadro núm. 16 diputados entre 1991-1994, LV Legislatura
PERIODO PRI PAN PRD PPS PARM PFCRN TOTAL
1991-1994 MR 290 10 0 0 0 0 300
RP 30 79 41 12 15 23 200
TOTAL 320 89 41 12 15 23 500
Fuente: Elaboración propia.
37
suficientemente sólidos para asegurar completamente la equidad en la competencia electoral.
Alberto Begné Guerra señaló en 1994 una serie de pendientes:
En el año 1994 la transición a la democracia comprende por supuesto el ámbito electoral, pero
no se agota con él ni se puede resolver únicamente desde ese espacio. La agenda pendiente no
solo debía referirse a la materia electoral, sino a avanzar en una democracia más completa. El
periodo de 1994, mostró el agotamiento de un régimen político y, en consecuencia una nueva
reforma electoral.72
Las elecciones de 1994 presentan una situación no esperada, contaron con un alto nivel de
participación con respecto de otros comicios. Se presentaron a votar el 77% del padrón electoral.
Pero no sólo fue ese elemento, el PRI logró mantener la cantidad suficiente en el Congreso con un
total de 300 Diputados. Se presentó una situación con ventajas y desventajas, sólo cuatro partidos
iban a tener acceso a la Cámara baja (PRI, PAN, PRD y PT). Sobre los partidos pequeños Alonso
Lujambio sostuvo:
Por desgracia, el sistema electoral seguía protegiendo a los partidos pequeños, por disposición
legal podrían competir nuevamente en la próxima elección federal. Sin embargo, la pérdida de
varias prerrogativas condena a esos partidos a la debilidad permanente. Esto es muy positivo
porque la conformación de un sistema de tres partidos aclara las opciones y minimiza los costos
de información para los electores.73
En las elecciones de 1997 para jefe de gobierno de la capital del país dejaron claro, que ya
no bastaba presentar al candidato y ganar. En los comicios para la elección de los diputados
federales también ocurrió lo mismo, no fue suficiente utilizar los colores patrios, ahora debían
competir en igualdad de condiciones con otros partidos, aunado a esto se presentó un electorado
más dispuesto a reflexionar su decisión.
Los ciudadanos votaron para que en la Cámara de diputados ningún partido pudiera llevar
cabo reformas por sí mismos, sino a través de la negociación y el consenso.
72 Begné Guerra, Alberto, “La agenda pendiente”, en Alcocer V., Jorge (Coord.), Elecciones, Diálogo yReforma, Nuevo Horizonte/CEPNA, México, 1994, p. 202. 73 Lujambio, op. cit., p. 148.
Cuadro núm. 17 diputados entre 1994-1997, LVI Legislatura
PERIODO PRI PAN PRD PT TOTAL
1994-1997 MR 273 20 7 0 300
RP 27 99 64 10 200
TOTAL 300 119 71 10 500
Fuente: Elaboración propia.
38
En esta elección se observa como el PRI comenzó a decaer en sus preferencias aún con el
“voto duro”, mientras el PAN aumentaba el número de cargos de elección popular. El PRI se
enfrentó a un dilema, cambiar o resignarse a perder poco a poco el poder que estaba en sus manos
desde hace más de 70 años.
Comenzó una nueva relación entre Ejecutivo y Legislativo, aunque seguía siendo una
relación desigual a favor del primero, pero sí observamos nuevos equilibrios institucionales y
contrapesos para limitarlo en sus decisiones, aunque todavía eran insuficientes.
En 1997 el PRI nuevamente descendió en el número de escaños respecto de la Legislatura
pasada, donde contaba con 300 de los 500 diputados, lo que le permitía gobernar con cierta
facilidad y llegar a consensos con los partidos pequeños para aprobar los proyectos en la
administración del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
En el proceso electoral de 1997, el PRI obtuvo un total de 239 diputados por ambos
principios, así logró mantener mayoría, pero no así la mayoría calificada para reformar la
Constitución. Por su parte el PAN y el PRD aumentaron su presencia para ser un contrapeso real en
la Cámara de diputados
Las elecciones del año 2000, muestran elementos importantes; el PRI pasó a jugar la función
de oposición, pese haber perdido las elecciones presidenciales logró mantener una cantidad
considerable de diputados (209). La relación se presentó compleja para el presidente Vicente Fox
Quezada. Sí quería realizar cualquier reforma debería negociar con los partidos oposición. El PRI
ahora jugaba como partido opositor.
La LVIII Legislatura gozó de pluralidad y representatividad, principalmente en cinco
partidos (PRI, PAN, PRD, PVEM, y PT) los otros sólo sobrevivían porque lograban una coalición
con el PRD. A estos partidos los consideramos como partidos sin importancia política.
Cuadro núm. 18 diputados entre 1997-2000, LVII Legislatura
PERIODO PRI PAN PRD PT PVEM TOTAL
1997-2000 MR 164 65 70 1 0 300
RP 75 57 55 5 8 200
TOTAL 239 122 125 6 8 500
Fuente: Elaboración propia.
Cuadro núm. 19 diputados entre 2000- 2003, LVIII Legislatura
PERIODO PRI PAN PRD PT PVEM C. DEM PAS PSN TOTAL
2000-2003 MR 131 191 28 0 0 0 0 0 300
RP 78 67 23 9 15 3 2 3 200
TOTAL 209 208 51 9 15 3 2 3 500
Fuente: Elaboración propia.
39
El PAN de 1991 al 2000 mostró una tendencia creciente, en 1991 ganó 89 diputados
federales, en 1994, 119; en 1997, 122 y en el 2000 ganó 208; La cuestión es saber hasta dónde
puede seguir con esta tendencia creciente.
El PRD, por otro lado de 1991 a 1997 tuvo una tendencia creciente, sin embargo en el 2000
reduce sus cúrules a la mitad con respecto de la elección de 1997: en 1991 gana 41; en 1994, 71; en
1997, 125, y en el 2000 se redujo a 51. La tendencia parece recuperarse, puede atraer a sectores que
votaron por el PAN en el 2000; ya que parte de los ciudadanos en los comicios del 2 de julio del
2000, votaron en contra del PRI, y no precisamente a favor del PAN, en otras palabras fue un voto
útil.
En el siguiente cuadro se observa cómo la tendencia decreciente para el PRI le hizo perder
más de 140 distritos en relación con la elección de 1994; por su parte el PAN aumentó su fuerza
electoral. El PRD no ha sido constante, su tendencia hacia arriba o abajo ha variado en cada
elección.
La pluralidad en la Cámara de diputados es un hecho innegable, y permitió una
participación más equilibrada de las fuerzas políticas. En décadas anteriores el PRI mantenía en
control casi total de los cúrules en las dos Cámaras; las reformas electorales incidieron para que el
sistema de representación fuera cada vez más plural y menos centralizado.
Ahora bien la introducción de la “representación proporcional”76 fue un incentivo poderoso
para la creación de nuevos partidos, y que los existentes se fortalecieran en el Congreso. La
representación proporcional dio un empuje a la pluralidad, y alentó un sistema de partidos más
equilibrado y plural.
76 Robert Dahl nos dice sobre la representación proporcional que entre las democracias más antiguas, elsistema electoral más común es aquel diseñado deliberadamente para producir una correspondencia fiel entrela proporción del número total de votos atribuidos a un partido en las elecciones y la proporción de escañosque obtiene el partido en la Legislatura, [...] a este arreglo se le conoce generalmente como un sistema derepresentación proporcional. Cfr. Dahl, Robert, La democracia: una guía para los ciudadanos, Taurus, Madrid, 1998, p.151. Por su parte Giovanni Sartori señala sobre la representación proporcional lo siguiente:Los sistemas de RP, procuran transformar proporcionalmente los votos de los escaños, aun así su grado deproporcionalidad varía mucho. Cfr. Sartori, Giovanni, Ingeniería constitucional comparada: Unainvestigación de estructuras, incentivos y resultados, FCE, México, 1994, p. 20.
Cuadro núm. 20 Comparación de distrito ganados en 1994-2000
Partido Distritos ganados en 1994 Distritos ganados en el 2000 Aumento o disminución en
número de distritos
PRI 276 131 -145
PAN 17 141 +124
PRD 7 28 +21
Fuente: elaboración propia.
40
Hasta antes del periodo de 1985 la representación proporcional no existía formalmente, a
partir de esas elecciones se introducen 100 diputados, para repartir entre los partidos que no
alcanzaban mediante la mayoría relativa. Los sistemas de mayoría relativa tienden a castigar a las
minorías, es decir, margina a los segundos lugares. En México se implementó un sistema mixto de
representación, con diputados de RP y de MR. Sobre la representación proporcional Benito Nacif
apunta lo siguiente:
Se diseñó un complemento al sistema de representación basado en distritos uninominales
adoptado en México desde el siglo XIX. Las causas estructurales propiciaron la introducción de
representación proporcional y presenta una ausencia de incentivos para el desarrollo de partidos
de oposición bajo el régimen de mayoría relativas y rotación forzosa de cuadros.77
A partir de 1988 las diputaciones de representación proporcional aumentaron de 100 a 200,
mientras el número de cúrules de mayoría relativa se mantuvo igual. En principio, el partido
mayoritario quedaba excluido en la asignación de la RP, no obstante este criterio ha cambiado. El
diseño electoral78 ahora permite a los partidos pequeños vías de acceso a los cargos de elección
popular, y así representar a las minorías.
La representación proporcional fue un incentivo para los partidos que no lograban la victoria
en los distritos uninominales. Ahora bien, cuál sistema es más efectivo: representación versus
mayoría es un debate constante en un sistema político. “Los críticos del FPTP sostienen que por lo
general, no supera la prueba de la representación equitativa, y que en algunas veces fracasa
estrepitosamente.”79
No podemos de dejar de mencionar que la RP ha sido un mecanismo esencial para permitir
la representación del esfuerzo organizativo de los partidos de oposición. La RP ha tenido como
efecto, reorientar el desarrollo y participación de los partidos de oposición a largo plazo. Los
líderes de los partidos de oposición han reestructurado sus organizaciones partidistas en torno a las
77 Nacif, Benito, “La rotación de cargos legislativos y la evolución del sistema de partidos en México”Política y Gobierno, CIDE, Vol. IV, núm. 4, primer semestre, 1997, México, p. 136. 78 Los sistemas de mayoría relativa, o mejor conocidos en los países occidentales como First-Past-The-Post(FPTP). Si los sistemas de RP están destinados a satisfacer la prueba de la equidad, podríamos suponer quetodos los países democráticos los habrían adoptado. Pero algunos no lo han hecho. Han elegido, por elcontrario, mantener los arreglos constitucionales que tienden a incrementar considerablemente la proporciónde escaños obtenidos por el partido que recoge el mayor número de votos. Este sistema es utilizado en GranBretaña, y en los Estados, donde se elige a un único candidato en cada distrito. Vence el candidato conmayor número de votos. Para el caso mexicano lo podemos denominar sistema de mayoría relativa (MR). Cfr. Dahl, op. cit., p. 152. Por otro lado Sartori señala lo siguiente: Los sistemas de mayoría o mayoritariosno procuran un Parlamento que refleje las distribución de las votaciones; buscan un vencedor indiscutible. Los sistemas mayoritarios, son sistema de una sola elección. Cfr. Sartori, 1994, op.cit., p. 17. 79 Dahl, op. cit., p. 153.
41
oportunidades abiertas por el sistema de diputaciones de representación proporcional, en lugar de
los tradicionales de mayoría relativa.
El sistema de representación proporcional fomentó decididamente la práctica de candidaturas
nominales en la medida en que las hizo instrumentales para los partidos de oposición. Pero lo
más significativo en términos del desarrollo de los partidos de oposición es el hecho de que
detrás de las candidaturas nominales ha habido organizaciones nominales en los distritos.80
Una de las limitantes de la RP es que permite la existencia de partidos sin peso institucional
en las Cámaras, es decir no influyen considerablemente en la toma de decisiones. La representación
proporcional es una mecanismo útil para colocar a diputados y senadores estratégicos en las
Cámaras, por ello “a través de las listas de representación proporcional, el partido propone a figuras
nacionales que pueden manejar las comisiones,”81 generalmente son los coordinadores de las
fracciones parlamentarias de los partidos.
80 Nacif, op. cit., p. 136. 81 Langston, op. cit., p. 498.
42
43
CAPÍTULO 3
LA COMPETENCIA POR EL PODER EN LOS ESTADOS: 1990- 2000
3.1 Ciudades capitales
l propósito de este apartado es reflexionar sobre el trayecto de la democracia en el ámbito
municipal. Alicia Ziccardi apunta que “el gobierno de las ciudades, el gobierno local, está hoy
en la mira. Es en este ámbito de gobierno donde se gestiona todo lo relacionado con el uso y la
apropiación del espacio urbano, el suministro de los servicios públicos y en donde se instalan las
relaciones más próximas entre el gobierno y la ciudadanía.”82
Es interesante analizar quién gobernaba la capital de cada estado para así situar el ambiente
de diálogo y “gobernabilidad”83 en cada entidad; el gobierno estatal y local. Si bien poseen ámbitos
de competencia distintos cuentan con una relación muy estrecha.
Los poderes del gobierno estatal se establecen físicamente en la capital de la ciudad, así la
relación es amplia, aunque sean de diferentes partidos quien gobierna el estado y quien administra
la capital. “A raíz de las reformas políticas de los años ochenta, los partidos de oposición fueron
incrementando su presencia en los municipios del país. Algunas organizaciones indígenas
comenzaron a mostrar mayor interés en participar en las elecciones locales por medio de alianzas
con los partidos políticos de oposición.”84
Las elecciones para renovar el Ayuntamiento se realizan cada tres años, aunque hay casos de
excepción en el cual el periodo es diferente, -sea por renuncia, por fallecimiento, o por cierta
eventualidad-.
La información de este apartado la he agrupado en cuadros comparativos por orden
alfabético, se presentan por estado, ciudad capital, periodo de elección y partido ganador. La
delimitación de tiempo sólo llega hasta el año 2000.
En el cuadro número 21 se encuentran las siguientes ciudades capitales: Aguascalientes,
Mexicali, La Paz, Campeche, Tuxtla Gutiérrez, y Chihuahua. En Aguascalientes el gobierno de la
ciudad capital se ha alternado entre dos partidos, PRI y PAN. De 1992 a 1995 gobernó el PRI, pero
a partir del crecimiento de la simpatía del Partido Acción Nacional, en los siguientes procesos
electorales, (1995 y 1998), obtuvo la victoria, situándose como la opción predominante. 82 Ziccardi, Alicia (Coord.), La tarea de gobernar: gobiernos locales y demandas ciudadanas. IIS, UNAM, Miguel Ángel Porrúa, México, 1996, pp. 13-37. 83 La noción de gobernabilidad utilizada considera las siguientes dimensiones: 1. La eficienciaadministrativa; y 2. La capacidad de generar legitimidad y consenso. Ibid. 84 Sánchez, Consuelo, Los pueblos indígenas: del indigenismo a la autonomía, Siglo XXI, México, 1999, p. 123.
E
44
En Mexicali, capital de Baja California Norte, el PRI se mantuvo en el poder hasta 1995,
cuando perdieron frente al PAN que poco a poco comenzó a ganar adeptos entre los habitantes de
esa ciudad, así gobernó la ciudad desde 1995 hasta el 2001.
El año 1995 marcó para el PAN ganar las capitales de dos estados (Aguascalientes y Baja
California Norte), además fue el punto de partida para situarse como una fuerza política
importante.
El caso de La Paz, Baja California Sur, es diferente a los dos anteriores; el PRI gobernaba
esta ciudad hasta 1993, en este año la pierde frente al PAN, quien gobernó el periodo de 1993-1996,
no obstante en lugar de fortalecerse y mantener la ciudad en las elecciones posteriores, se debilitó, y
perdió nuevamente frente al PRI en 1996. El PAN emprendió una nueva campaña para recuperarse
en la siguiente elección, pese a sus esfuerzos no lo logró. El Partido Revolucionario Institucional
volvió a ganar para gobernar el periodo siguiente de 1999-2002.
Campeche es un caso aparte, en la historia política de esta ciudad, el PRI nunca ha perdido
la elección del Ayuntamiento de Campeche; esta ciudad es netamente priísta, y así lo muestran los
datos. En los periodos (1991; 1994; 1997; 2000) todos los ganó el PRI.
Cuadro núm. 21. Gobierno de la ciudades capitales: 1990- 2000
Estado Ciudad capital Elección Partido en el gobierno
Aguascalientes Aguascalientes 1992-1995 PRI
1995-1998 PAN
1998-2001 PAN
B. California Mexicali 1992-1995 PRI
1995-1998 PAN
1998-2001 PAN
B. California Sur La Paz 1993-1996 PAN
1996-1999 PRI
1999-2002 PRI
Campeche Campeche 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997-2000 PRI
2000-2003 PRI
Chiapas Tuxtla Gutiérrez 1991-1995 PRI
1995-1998 PRI
1998-2001 PAN
Chihuahua Chihuahua 1992-1995 PRI
Fuente: elaboración propia.
1995-1998 PRI
1998-2001 PRI
45
Tuxtla Gutiérrez, es otra ciudad que ganó el PAN (1998). El PRI consiguió gobernar esa
ciudad de 1991 a 1998, sin embargo su hegemonía fue disminuyendo, y en 1998 ya no pudo
sostener su dominio.
La ciudad de Chihuahua es un caso similar al del Ayuntamiento de Campeche, el PRI nunca
ha perdido la capital. Se efectuaron tres elecciones (1992; 1995; 1998) en cada una de ellas el PRI
ganó, y se ha mantenido dentro de las preferencias del electorado; sin embargo la presencia del
PAN se ha fortalecido y podría disputarle el lugar de primera fuerza en futuras elecciones.
En el cuadro número 22 se presentan los siguientes ejemplos: Saltillo, Colima, Durango,
Chilpancingo, Guanajuato y Pachuca. El caso de Saltillo es parecido al de La Paz, el PAN ganó la
elección en 1996, pero no pudo mantenerla y la perdió en la siguiente elección. El PRI gobernó los
periodos de 1993-1996; y de 1999-2002. El PAN logró arrebatarte de manera temporal el gobierno
de esta localidad en un periodo intermedio 1996-1999, elección excepcional pues el estado y la
ciudad han sido priístas a lo largo la historia.
En el municipio de Colima, capital del estado, vemos una situación distinta. El gobierno se
lo han alternado tres partidos políticos diferentes, esto indica un electorado que ha razonando su
Cuadro núm. 22. Gobierno de la ciudades capitales: 1990- 2000
Estado Ciudad capital Elección Partido en el gobierno
Coahuila Saltillo 1993-1996 PRI
1996-1999 PAN
1999-2002 PRI
Colima Colima 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997-2000 PRD
2000-2003 PAN
Durango Durango 1993-1996 PRI
1996-1999 PAN
1999-2002 PRI
Guerrero Chilpancingo 1993-1996 PRI
1996-1999 PRI
1999-2002 PRI
Guanajuato Guanajuato 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997-2000 PRI
2000-2003 PRD
Hidalgo Pachuca 1993-1996 PRI
Fuente: elaboración propia.
1996-1999 PRI
1999-2002 PAN
46
voto de manera estratégica. El PRI gobernó de 1991 hasta 1997; el PRD, gobernó de 1997 al 2000;
sin embargo, fue el PAN quien ganó la elección del 2000.
El PRI intentó recuperarse de su derrota en 1997, pero no logró ganar la elección en el 2000.
Por su parte el PRD, no logró repetir en el gobierno, lo que implica un electorado insatisfecho con
el desempeño de esa administración. Los ciudadanos no sólo mostraron el descontento en el
ejercicio del poder en contra del PRD, sino que ya no quisieron ser gobernados otra vez por el PRI.
La ciudad de Durango presenta la peculiaridad de La Paz y Saltillo, donde el PAN ha
ganado una elección en un periodo intermedio, pero después pierde en la siguiente elección. El PRI
ha gobernado este Ayuntamiento en los siguientes periodos: de 1993-1996, y de 1999-2002;
mientras el PAN gobernó fugazmente de 1996-1999.
Tratemos de explicar esta situación: la localidad es priísta, y un partido diferente gana una
elección, pero después los ciudadanos vuelven a votar por el partido que antes los gobernaba, la
conclusión: el partido alternativo es ineficaz, no atiende las demandas de los ciudadanos, sigue
prácticas corruptas, o simplemente los ciudadanos votaron a favor de otro partido como castigo, y
ahora sí esperan realice un buen gobierno.
El gobierno de Chilpancingo siempre ha sido de extracción priísta, igual que en las ciudades
de Campeche, y Chihuahua. El PRI ha logrado mantener simpatía en esta ciudad; Desde 1992-2002
ha gobernado el PRI.
La capital de Guanajuato presenta una situación poco normal. Desde 1991 el PAN
gobernaba el estado de Guanajuato, pero no así la capital del estado; de cuatro procesos electorales
para elegir al presidente municipal (1991 al 2000) en ninguno de ellos ha ganado el PAN; en tres
ganó el PRI (1991; 1994; 1997), y en uno el PRD (2000). Esta situación es importante porque el
PAN no ha logrado convencer a los ciudadanos de esta parte del estado para votar por ellos.
La ciudad de Pachuca es una de las localidades en la cual el PAN ha tomado fuerza
últimamente, es uno de los Ayuntamientos junto con Aguascalientes (1998), Mexicali (1998),
Tuxtla Gutiérrez (1998), Colima (2000), donde el PAN ganó de forma simultánea. El Partido
Acción Nacional gobernó Pachuca de 1999 al 2002, desplazando al PRI quien gobernó de 1990 a
1999.
En el cuadro número 23 se encuentran las siguientes ciudades: Guadalajara, Toluca,
Morelia, Cuernavaca y Tepic. En Guadalajara el PAN ha logrado posicionarse con fuerza, sobre
todo en las elecciones de (1997-2000 y 2000-2003), por su parte el PRI, gobernó hasta 1997.
47
La ciudad de Toluca es una localidad estratégica, por su industria, número de población,
entre otros temas. Históricamente había estado en manos del PRI, quien gobernó los periodos de
1990; 1993; 1996-2000; Sin embargo en las elecciones del 2 de julio del 2000, elecciones
históricas en el país, el PRI perdió la capital del estado de México frente al PAN (2000-2003). La
situación prevista fue de diálogo entre el gobierno estatal priísta y el gobierno local de filiación
panista. Sobre los municipios Alicia Ziccardi señala:
La situación es particularmente compleja cuando se trata de un municipio que es una ciudad
capital. Aquí se tensan las relaciones ya que el gobernador y el presidente municipal deben
aprender a convivir en un mismo territorio sin que las funciones y responsabilidades, de uno y
otro nivel de gobierno en la gestión del territorio, estén clara y legalmente definidas. Esto
obviamente es aún más difícil cuando el gobernador y el alcalde pertenecen a diferentes partidos
políticos.89
89 Ziccardi, op. cit., 1996, pp. 13-37.
Cuadro núm. 23. Gobierno de la ciudades capitales: 1990- 2000
Estado Ciudad capital Elección Partido en el gobierno
Jalisco Guadalajara 1992-1995 PRI
1995-1997 PRI
1997-2000 PAN
2000-2003 PAN
México Toluca 1990-1993 PRI
1993-1996 PRI
1996-2000 PRI
2000-2003 PAN
Michoacán Morelia 1992-1995 PRI
1995-1998 PAN
1998-2001 PRI
Morelos Cuernavaca 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997-2000 PAN
2000-2003 PAN
Nayarit Tepic 1990-1993 PRI
Fuente: elaboración propia.
1993-1996 PRI
1996-2000 PRI
2000-2003 PRI
48
Morelia presenta una situación similar a La paz, Saltillo y Durango, donde el PAN ha
ganado la presidencia de dichos municipios de forma temporal, pero que no ha podido sostener su
gobierno. El PRI perdió en 1995, pero se recuperó en la elección de 1998.
En Cuernavaca el gobierno municipal se alternó entre dos partidos. En dos obtuvo la
victoria el PRI, y en dos el PAN; el PRI de 1991 hasta 1997, mientras el PAN triunfó en los
procesos electorales de 1997-2000 y 2000-2003. El PAN ha ganado simpatizantes en esta región,
influido por la filiación panista del gobierno del estado. El PRI debía reorganizar sus tácticas de
campaña para recuperar el terreno perdido.
La situación de Tepic es clara de describir; el PRI nunca ha perdido la capital del estado, así
se une a las ciudades de Campeche, Chihuahua y Chilpancingo, ciudades “bastión electoral” para el
Revolucionario Institucional. Este partido triunfó cuatro elecciones: 1990; 1993; 1996; 2000.
En el cuadro número 24 están las siguientes ciudades capitales: Monterrey, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, Chetumal, y San Luis Potosí. La ciudad de Monterrey es sin duda una de las ciudades
más importantes del país, por la derrama económica para el país, -y demás indicadores económicos,
no es la intención de esta investigación describirlos-.
Al PRI se le ha restado capital político al perder este Ayuntamiento que tuvo bajo su control
hasta 1994; a partir de ese año no ha retomado la presidencia municipal de esa ciudad, por el
contrario el PAN ha establecido una fuerte vinculación con los sectores empresariales. Ganó las
elecciones de 1994; 1997; 2000. El PRI además de no contar con la ciudad capital, el gobierno del
estado de Nuevo León tampoco es priísta, sino de filiación panista, y esto representa un obstáculo
más para recuperar el dominio de antaño.
49
El Partido Acción Nacional en Oaxaca se ha consolidado pese a no contar con el apoyo del
gobierno del estado. No obstante, el PAN gobierna la capital desde 1995 hasta el 2002. Por su parte
en Puebla, el gobierno municipal lo han compartido dos partidos, PRI y PAN. El PRI estuvo a cargo
entre 1992-1995 y en el periodo 1998-2001. En la elección de 1995-1998 la perdieron frente al
PAN, pero el PRI se recuperó en la elección siguiente.
El PAN mostró la incapacidad de retener el gobierno de una ciudad esencialmente priísta.
Esto se puede explicar por varias razones: la gente votó sólo para castigar al PRI, pero al ver la
ineficacia en la administración panista decidieron volver a votar por el Revolucionario Institucional.
En el caso de Querétaro, el PRI perdió su hegemonía como partido local en 1997, último
periodo en el cual estuvo al frente de ese municipio. El PRI gobernó los periodos de 1991-1994, y
1994-1997, sin embargo los ciudadanos ya no siguieron votando igual, y cambiaron su preferencia
por el Partido Acción Nacional, quien los representó desde 1997 hasta el 2003.
En Chetumal siempre ha triunfado el PRI. Esta ciudad se suma a Campeche, Chihuahua,
Chilpancingo, y Nayarit. Los gobiernos priístas en la década de 1990 triunfaron en las elecciones de
Cuadro núm. 24. Gobierno de la ciudades capitales: 1990- 2000
Estado Ciudad capital Elección Partido en el gobierno
Nuevo León Monterrey 1991-1994 PRI
1994-1997 PAN
1997-2000 PAN
2000-2003 PAN
Oaxaca Oaxaca 1992-1995 PRI
1995-1998 PAN
1998-2001 PAN
Puebla Puebla 1992-1995 PRI
1995-1998 PAN
1998-2001 PRI
Querétaro Querétaro 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997-2000 PAN
2000-2003 PAN
Quintana Roo Chetumal 1990-1993 PRI
1993-1996 PRI
1996-1999 PRI
1999-2002 PRI
San Luis Potosí San Luis Potosí 1991-1994 PAN
Fuente: elaboración propia.
1994-1997 PRI
1997-2000 PAN
2000-2003 PAN
50
1990; 1993; 1996; 1999. El PRI está muy arraigado entre la población, y si los partidos quieren
disputarle el lugar de primera fuerza tendrán un arduo trabajo.
Veamos ahora el caso de San Luis Potosí, históricamente el PAN siempre era arrasado, pero
en 1991 por primera vez ganó, no obstante el PRI recuperó la ciudad en 1994. A pesar de un trabajo
constante en la administración, nuevamente ganó en 1997.
En el cuadro número 25 encontramos a las ciudades capitales: Culiacán, Hermosillo
Villahermosa, y Ciudad Victoria. La ciudad de Culiacán refleja una alternancia entre dos partidos
políticos, entre el PRI y PAN. El Revolucionario Institucional estuvo al frente del municipio hasta
1995; el PAN ganó en ese año, pero al igual que en ciudades como La Paz, Saltillo, Durango, no
logro mantenerla y perdió en 1998.
En Hermosillo el PRI ha decaído en las preferencias, y no ha mantenido el ritmo del partido
a nivel estatal; perdió su dominio en la capital en 1994, y no ha logrado recuperarlo, mientras el
PAN se afianzó ante el electorado pese a ser un estado priísta; el PAN ha gobernado la capital a
partir de 1997-2000 y 2000-2003.
Villahermosa la capital de Tabasco, se une a los “municipios duros”92 del PRI, es decir
concentra una gran cantidad de votantes tradicionales; esta ciudad a lo largo de la historia no ha
sido muy a fin a otras opciones políticas, sino muestra una afinidad por el PRI.
92 Municipios duros porque ahí concentra una cantidad considerable de votos, principalmente votostradicionales.
Cuadro núm. 25. Gobierno de la ciudades capitales: 1990- 2000
Estado Ciudad capital Elección Partido en el Gobierno
Sinaloa Culiacán 1992-1995 PRI
1995-1998 PAN
1998-2001 PRI
Sonora Hermosillo 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997-2000 PAN
2000-2003 PAN
Tabasco Villahermosa 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997- 2000 PRI
200020-03 PRI
Tamaulipas Cd. Victoria 1992-1995 PAN
1995-1998 PRI
Fuente: elaboración propia. 1998-2001 PRI
51
Ciudad Victoria, Tamaulipas, parecía una ciudad donde el PAN se afianzaría como una
alternativa fuerte en contra del PRI, en la elección de 1992 el PAN consiguió ganar, sin embargo
fue un gobierno fugaz, no repitieron en las dos elecciones posteriores (1995; 1998) donde el PRI
recuperó el terreno perdido.
En el cuadro comparativo número 26 localizamos las ciudades capitales: Tlaxcala, Veracruz,
Mérida, y Zacatecas. La ciudad de Tlaxcala es otro Ayuntamiento histórico a favor del PRI. En esa
región no se ha presentado un partido capaz de competirle como alternativa real al PRI, los partidos
de oposición existen, pero no con la fuerza necesaria para derrotarlo. Los tres periodos (1991, 1994
y 1998) fueron ganados por el PRI.
En el gobierno de Veracruz ha existido una situación que solamente se ha presentado en la
ciudad de Colima, la alternancia ha ocurrido entre tres partidos. De 1990 al 2000 se efectuaron
cuatro procesos electorales, en los cuales el PRI ganó los dos primeros (1991-1994 y 1994-1997), el
PRD el siguiente (1997-2000), y el PAN el (2000-20039. El estado de Veracruz siempre ha sido
priísta, nunca ha perdido la gubernatura, pero perdió la capital en 1997 y no logró recuperarla.
Mérida presenta desde el año 1990 al 2000 un gobierno panista, y es singular, pues es la
única ciudad donde el PAN presenta esta característica. Se ha mantenido como una opción diferente
pese que toda la década de 1990 el gobierno estatal estuvo gobernado por el PRI.
Observamos no sólo la preferencia de los ciudadanos, sino también la eficacia, el buen
ejercicio de gobierno, y la estabilidad en las políticas públicas en esa región, ya que difícilmente en
Cuadro núm. 26 Gobierno de la ciudades capitales: 1990- 2000
Estado Ciudad capital Elección Partido en el gobierno
Tlaxcala Tlaxcala 1991-1994 PRI
1994-1998 PRI
1998-2001 PRI
Veracruz Veracruz 1991-1994 PRI
1994-1997 PRI
1997-2000 PRD
2000-03 PAN
Yucatán Mérida 1990-1993 PAN
1993-1996 PAN
1996-2000 PAN
2000-2003 PAN
Zacatecas Zacatecas 1992-1995 PRI
1995-1998 PRI
Fuente: elaboración propia 1998-2001 PRD
52
elecciones competitivas un partido irresponsable se puede mantener tanto tiempo en el poder –
aunque sí puede ocurrir-
Ahora bien la situación es más favorable al PAN municipal, debido al triunfo del candidato
panista a la gubernatura del estado en el 2001. Se presenta una situación más favorable para el
gobierno local, pues recibiría todo el apoyo del gobernador de Yucatán.
La ciudad de Zacatecas presenta alternancia entre el PRI y PRD, el primero triunfó en los
dos primeros procesos electorales de la década de 1990, mientras el PRD ganó el último. El PRI
gobernó entre 1992 y 1998; y el PRD de 1998 al 2001. Aquí es interesante porque el PRD
gobernaba el estado y la capital de Zacatecas. Estos logros ocurrieron el mismo año (1998).
Manuel Larrosa Haro señala que el proceso de construcción de escenarios de certeza e
imparcialidad ha sido, en el ámbito de las leyes y los procedimientos electorales locales mucho más
sinuoso y accidentado que en el federal.
Es lógico que así haya sido, pues mientras en algunos estados la elaboración de consensos entre
los partidos para reformar la legislación electoral y dejar la organización de los comicios en
manos de manos imparciales fue relativamente acelerada, en otros aún se debate acerca de
intromisiones de las autoridades locales y de sospechas de alteración de los resultados en las
contiendas.93
2.5.2. Congresos locales
“La gobernabilidad como la capacidad de gobernar, es uno de los componentes centrales en el
análisis de los distintos niveles de gobierno y en consecuencia, lo es para la comprensión del
gobierno de las ciudades.”94 Por esta razón en este apartado pretendemos mostrar el ambiente de
gobernabilidad en cada estado, influido por quién contaba con la mayoría en los Congresos de cada
estado; para ello se llevará a cabo el análisis de los 31 congresos estatales y la Asamblea del Distrito
Federal. De esta manera mostraré en dónde un partido contaba con mayor libertad para gobernar y
en cuáles estados la situación fue más compleja. Agrupe los datos en cuadros comparativos en
orden alfabético, analizando estado por estado.
Gustavo Emmerich detecta cambios fundamentales en el funcionamiento del sistema
político:
En los últimos diez años hemos sido testigos protagonistas de la trasformación del sistema
político mexicano. Tal proceso es el resultado de factores que se produjeron en conjunto: a) una
larga reforma política pactada desde arriba; b) la activación desde abajo de movimientos
93 Larrosa Haro, op. cit., p. 109. 94 Ziccardi, op. cit., 1996, pp. 13-37.
53
sociales y políticos de diversa índole; y c) una mayor participación ciudadana en los procesos
electorales y otros aspectos políticos.95
En el cuadro número 27 observamos que en Aguascalientes durante el periodo de 1992 a
1998, el PRI ganó la elección para gobernador, y obtuvo la mayoría en el Congreso de 1992 a 1998,
mientras de 1998 al 2001, la mayoría la obtuvo el PAN.
En la elección de 1992-1995 el PRI contó con una mayoría abrumadora de 20 diputados
locales frente a uno del PRD y otro del PAN; en la elección siguiente 1995-1998, el PRI consiguió
11 diputados, frente a 10 de Acción Nacional. Aquí vemos como el PAN logró sumar votos y dio
como resultado la victoria en el proceso electoral de 1998-2001, para así alcanzar la mayaría con
16 diputados frente a 10 del PRI, y uno del PRD. Contrario al PAN y al PRI, el PRD, no ha logrado
avanzar con los electores, pues solo consiguió un diputado local por elección.
Cuadro núm. 27 Congresos Locales
Congreso Local Periodo de
elección
Partido con
mayoría
Diputados
PRI
Diputados PAN Diputados PRD
1992-1995 PRI 20 1 1
Aguascalientes 1995-1998 PRI 11 10 1
1998-2001 PAN 10 16 1
1992-1995 PAN 7 8 4
B. California 1995-1998 PAN 11 13 1
1998-2001 PAN 6 11 3
1990-1993 PRI 15 3 0
B. California 1996-1999 PRI 11 6 1
Sur 1999-2002 PRD-PT 6 2 PRD-PT / 12
Fuente: elaboración propia
En Baja California Norte, desde 1989 al 2001 el gobernador fue panista, y a partir de 1992 el
PAN ha obtenido la mayoría en el Congreso. La disputa en las elecciones para el congreso local
siempre ha sido una lucha bipartidista entre el PAN-PRI, el PRD ha sido relegado a ocupar la
posición de tercera fuerza.
En Baja California Sur el PRI gobernó el estado de 1993-1999, con mayoría en el Congreso
entre 1990 y 1999. En el segundo periodo aparece otro partido para a competirle el lugar de primera
fuerza. El PRD obtuvo la victoria en el estado de 1999 a 2005 y la mayoría en 1999, con 12
diputados, frente a dos del PAN, y seis del PRI.
95 Emmerich, Gustavo E., “Partidos y procesos electorales en el marco de la transformación del sistemapolítico mexicano”, Elecciones y partidos políticos en México, 1997, UAM- I, México, 1997, p. 61.
54
El estado de Campeche presentó un dominio priísta en la década de los 1990. El PRD se
mantuvo como la segunda fuerza sin alcanzarle para ganar ninguna elección. En los congresos
locales el PRI obtuvo la mayoría en la elección de 1995, con 22 diputados, el PAN tres y el PRD
tres. La elección de 1997 es una es una excepción, porque el PRI y el PRD obtuvieron 21
diputados cada quien, es decir existió un empate técnico, situación que cambió en la siguiente
elección en la cual el PRI obtuvo la mayoría con 19 diputados, contra los 12 del PAN y tres del
PRD.
Chiapas por su parte presentó dos periodos para elegir gobernador: 1994 y 2000, en el
primero como había sido históricamente triunfó el PRI, pero en el segundo se formó una coalición
entre el PAN, PRD, PT, PVEM y derrotaron al PRI. La situación en el Congreso local presentó una
hegemonía del PRI frente a los demás partidos. En cada elección el PRI obtuvo la mayoría, en 1991,
contó con 18 diputados, el PAN uno y PRD otro; en 1995, el PRI 26, el PAN cinco y el PRD seis;
en el periodo de 1998 se repitieron los resultados de la elección anterior. Respecto de la situación de
bipartidismo, de 1994 a 2000, fue entre el PRI-PRD.
En Chihuahua de 1992 a 1995, el PAN obtuvo la mayoría en el congreso con 15 diputados,
el PRI consiguió 11 cúrules, y el PRD como en otros estados solo ganó uno. En las elecciones
posteriores, (1995, y 1998) el PRI se recuperó y el PAN disminuyó su presencia, esto representó un
cambio singular de percepción en el voto de parte de los ciudadanos. En muy pocos casos la
población cambia radicalmente su voto de un partido a otro, lo más frecuente es que vote para
gobernador por un partido, y vote por otro diferente para el Congreso. En ocasiones vota por otro
diferente cuando hay elecciones para elegir al representante de la capital.
Cuadro núm. 28 Congresos Locales
Congreso Local Periodo de elección Partido con
mayoría
Diputados PRI Diputados PAN Diputados PRD
1995-1997 PRI 22 3 3
Campeche 1997-2000 PRI 21 5 21
2000-2003 PRI 19 12 3
1991-1995 PRI 18 1 1
Chiapas 1995-1998 PRI 26 5 6
1998-2001 PRI 26 5 6
1992-1995 PAN 11 15 1
Chihuahua 1995-1998 PRI 18 8 1
1998-2001 PRI 18 11 4
Fuente: elaboración propia
55
El PRI en Coahuila de 1990 a 2000 ganó la mayoría en todos los procesos electorales, con
una ventaja importante en cada elección. El PRI alcanzó en 1993, 20 diputados; en 1996, 16; en
1999, 19; mientras el segundo lugar no pasó en ninguna elección más de siete diputados. El segundo
lugar fue para el PAN, exceptuando en la elección de 1999-2002 en donde se dio un empate entre el
PAN y el PRD con cuatro diputados.
El estado de Colima es un caso similar al de Coahuila, el PRI de 1991 al 2000 ganó dos
veces la gubernatura, y siempre obtuvo la mayoría en el Congreso, sin embargo, aquí la oposición
logro más cúrules que en Coahuila.
Durango estado priísta de 1990 a 2000 sólo ha perdido un proceso electoral, el de la capital
en 1996 frente al PAN, posteriormente éste no pudo mantenerlo y se lo arrebató otra vez el PRI,
para así seguir con la hegemonía de este partido en esta localidad. El bipartidismo lo situamos entre
el PRI-PAN.
El congreso local sigue la misma línea con la mayoría del PRI en cada uno de los procesos
electorales para elegir a los diputados locales; en 1992 ganó 13 diputados; en 1995 obtuvo 13; y en
1998 sumo uno más y consiguió 14, mientras el PAN no pudo rebasar de ocho y el PRD su máximo
ha sido dos.
Cuadro núm. 29 Congresos locales
Congreso
Local
Periodo de
elección
Partido con
mayoría
Diputados
PRI
Diputados PAN Diputados PRD
1994-1997 PRI 12 6 2
Colima 1997-2000 PRI 10 7 3
2000-2003 PRI 14 8 2
1993-1996 PRI 20 6 3
Coahuila 1996-1999 PRI 16 7 2
1999-2002 PRI 19 4 4
1992-1995 PRI 13 8 1
Durango 1995-1998 PRI 13 6 1
1998-2001 PRI 14 5 2
Fuente: elaboración propia
56
Cuadro núm. 30 Congresos locales
Congreso Local Periodo de elección Partido con mayoría Diputados PRI Diputados PAN Diputados PRD
1994-1997 PRI 38 14 10
Distrito Federal 1997-2000 PRD 38 11 11
2000-2003 PAN 16 25 22
1993-1996 PRI 32 3 8
Guerrero 1996-1999 PRI 30 2 12
1999-2002 PRI 30 1 14
1994-1997 PRI 21 5 2
Guanajuato 1997-2000 PAN 10 14 4
2000-2003 PAN 9 23 3
Fuente: elaboración propia
En el caso del Distrito Federal debemos realizar una precisión ya que cuenta con una
Asamblea Legislativa, que si bien se eligen diputados locales, la Asamblea tiene sus limitaciones,
puesto que no es un Congreso normal.
El representante del Distrito Federal antes de 1997 era designado99 y removido por el
presidente de la República como cualquier otro secretario de estado. La reforma política de 1996,
cambió el nombre de regente al de jefe de gobierno, electo de manera directa por los ciudadanos y
no designado por el presidente.
Veamos ahora en caso de los diputados en esta Asamblea. En la elección de 1994-1997, el
partido con mayoría fue el PRI con 38, el segundo lugar el PAN con 14, y el PRD se rezagó con 10
diputados. La siguiente elección de 1997-2000, el partido mayoritario cambió, y fue el PRD quien
consiguió 38 cúrules, y se dio un empate en segundo lugar entre el PRI y PAN con 11.
En las elecciones del año 2000 la situación fue totalmente diferente, pues quien obtuvo la
mayoría no fue el PRD o el PRI, sino el PAN, con 25 diputados locales, el PRD le siguió con 22, y
el PRI fue relegado al tercer lugar con 16.
En las últimas tres elecciones tres partidos diferentes han contado con la mayoría en la
Asamblea Legislativa. Por otra parte el gobierno de Andrés Manuel López Obrador del PRD se
enfrentó en el 2000, con la situación de no contar con el apoyo suficiente, pues el PAN fue el
partido mayoritario con 25 diputados, el PRI 16, y el PRD contó con una presencia de 22 cúrules.
En Guerrero hasta el 2000 el PRI contaba con el control político de todo, desde el
gobernador, ciudad capital, y mayoría en el Congreso local. El Revolucionario Institucional fue la
opción número uno, aunque el PAN y el PRD avanzaron en el mapa político-electoral, todavía no
son lo suficientemente fuertes para disputarle el lugar de primera fuerza. En el Congreso ha contado
con un control casi completo, con sus más de 30 diputados en cada elección, y los 14 como
99 Cfr. Cuadro de los regentes del Distrito Federal, p. 29.
57
máximo del PRD, mientras la presencia del PAN es casi nula con tres diputados. El segundo lugar
durante esta década fue el PRD.
En Guanajuato el PAN se ha ido consolidando a través de los años, principalmente en la
década de 1990, si bien el ascenso de este partido comenzó con negociaciones con el gobierno, poco
a poco, se situó en las preferencias de los ciudadanos, y han obtenido la victoria en la gubernatura
desde 1991, y por lo menos hasta el 2006. Sin embargo no contó con la mayoría en el Congreso
local de 1991 a 1997, periodo en el cual el Revolucionario Institucional obtuvo 21 diputados para
obtener la mayoría, frente a los cinco del PAN, y dos del PRD. La situación cambió para las
elecciones de 1997, cuando ahora sí obtuvieron la mayoría, y repitieron su victoria en las elecciones
del 2000.
En los últimos años en el estado de Hidalgo ha sido muy difícil que un partido distinto al
PRI se arraigue; El gobernador siempre ha sido priísta, y el Congreso siempre ha presentado una
tesitura priísta. Veamos los datos de tres elecciones: en 1993, el PRI obtuvo 17 diputaciones, el
PAN dos y el PRD tres; en 1996, el PRI mantuvo la mayoría y 18 cúrules, mientras el PAN y PRD
obtuvieron cuatro; en el proceso electoral efectuado en 1999, la situación no cambió mucho, el PRI
nuevamente logró 18 Diputados, el PAN aumentó a siete y el PRD en coalición con el PT
consiguieron cuatro. Se observa una clara ventaja para el Revolucionario Institucional.
Jalisco es un estado de fuerte extracción panista, sobre todo a mediados de la década de los
1990. El gobernador fue del PRI hasta 1995, año que marcó el inicio del empuje del Partido Acción
Nacional, proceso en el cual obtuvo los cúrules necesarios para ser primera fuerza en el Congreso
por lo menos hasta el 2003. El Congreso ha tenido mayoría panista, sin embargo posee una mayoría
que no es abrumadora; en 1995, el PAN logró 24 escaños, el PRI 12, y el PRD sólo uno; en 1997, el
PAN siguió con la mayoría con 20 lugares, pero el PRI se acercó con 17, mientras el PRD avanzó
un al obtener dos; en los sufragios del 2000, el PAN mantuvo la ventaja con 21 espacios en el
Congreso, el PRI siguió en la lucha con 16, y el PRD alcanzó dos. La preferencia del electorado se
vio reflejada en la votación hacia Acción Nacional, en cada elección.
58
En el estado de México las previsiones en cada elección para el PRI es que pueden contar
con una cantidad considerable de votos. La gubernatura no la ha perdido nunca, y en el Congreso
habían contado con la mayoría hasta los sufragios del año 2000 donde perdieron la ventaja frente al
PAN. La situación fue la siguiente: en 1993, el Revolucionario Institucional tenía 40 escaños, el
PAN 12, y el PRD contó con nueve; en las elecciones de 1996, el PRI mantenía su dominio, pero
redujo sus diputados a 30, el PAN aumentó a 22, y el PRD también aumentó a 16; en el proceso
electoral del 2000, la situación cambió y Acción Nacional alcanzó la mayoría con 29 cúrules, el PRI
quedó como segundo lugar con 25, y el PRD se mantuvo con los mismos 16 espacios de la votación
anterior. La primacía del PAN es muy endeble, lo separan del segundo lugar sólo 4 diputados.
En Michoacán el gobierno del estado en la primera mitad de 1990 fue gobernado por el PRI,
y la segunda mitad ganó una coalición (PRD, PAS, Convergencia por la Democracia, PVEM, PSN,
frente al PRI). Toda la década de 1990 el Congreso local estuvo en manos del PRI, el PRD fue el
segundo partido más fuerte, el PAN fue relegado hasta el tercer lugar en las preferencias de los
ciudadanos. El PRI en 1992 y 1998 conquistó 18, y en 1995 ganó 16, por su parte la oposición no
pasó de nueve diputados como máximo, (PAN en 1992).
En el estado de Morelos la alternancia en la gubernatura la entablaron dos partidos, de 1990
a 2000 el PRI, y en las votaciones del año 2000, el PAN se apoderó del gobierno del estado. En el
mismo periodo el PRI también consiguió contar con la mayoría en el Congreso, en 1994 alcanzó 14
diputaciones, el PAN tres, y el PRD siete; en las elecciones de 1997, el PRI repitió 13 espacios,
pero el PRD avanzó y quedó con 11, mientras el PAN aumentó a cinco; el proceso electoral del
Cuadro núm. 31 Congresos locales
Congreso Local Periodo de
elección
Partido con
mayoría
Diputados
PRI
Diputados
PAN
Diputados PRD
1993-1996 PRI 17 2 3
Hidalgo 1996-1999 PRI 18 4 4
1999-2002 PRI 18 7 PRD-PT / 4
1995-1997 PAN 12 24 1
Jalisco 1997-2000 PAN 17 20 2
2000-2003 PAN 16 21 2
1993-1996 PRI 40 12 9
México 1996-2000 PRI 30 22 16
2000-2003 PAN 25 29 16
1992-1995 PRI 18 2 9
Michoacán 1995-1998 PRI 16 7 7
1998-2001 PRI 18 4 7
Fuente: elaboración propia
59
2000, fue provechoso para Acción Nacional, pues conquistó 15 cúrules, el PRI en segundo lugar
con 12, y el PRD descendió a tres. Cuadro núm. 32 Congresos locales
Congreso local Periodo de
elección
Partido con
mayoría
Diputados
PRI
Diputados
PAN
Diputados
PRD
1994-1997 PRI 15 3 7
Morelos 1997-2000 PRI 13 5 11
2000-2003 PAN 12 15 3
1993-1996 PRI 21 1 4
Nayarit 1996-1999 PRI 17 4 5
1999-2002 PRD 11 0 19102
1994-1997 PRI 22 17 1
Nuevo León 1997-2000 PAN 15 25 2
2000-2003 PAN 17 22 1
Fuente: elaboración propia.
Al estado de Nayarit podemos situarlo dentro las entidades en la cual el gobierno estatal ha
sido alternado entre el PRI y el PRD. De 1990 a 1999 estuvo en manos priístas; de 1999-2005, el
PAN consiguió la victoria. El Congreso estuvo bajo el control del PRI toda la década de los 1990,
la única excepción se presentó en las votaciones de 1999, en la cual el PRD en coalición con el
PAN y el PT alcanzaron aventajar con 19 escaños, mientras el PRI obtuvo sólo 11.
Nuevo León es una ciudad importante para el país, por su industria, número de empleos que
genera, por la cantidad de recursos aportados al Producto Interno Bruto cada año, etc. Podemos
situarlo como uno de los centros productivos importantes del país, concentra una gran cantidad de
operaciones financieras y empresariales. Dicho esto, durante toda su historia, fue gobernado por el
PRI; los empresarios realizaban transacciones con el gobierno, y éste daba garantías y mecanismos
para que la iniciativa privada se beneficiara con oportunidades para invertir en México.
En este estado situamos dos etapas, la primera de 1991 a 1996 gobernada por el PRI, y en la
segunda el PAN consiguió arrebatarle el gobierno al PRI. El PAN fue consolidando su presencia, y
más a nivel estatal. De 1990 a 1996, el PRI contaba con la mayoría en el Congreso. El
Revolucionario Institucional comenzó a perder fuerza, y el PAN apoyado por los empresarios, se
tornó en una opción de cambio, y así se dio a partir de 1997, año donde desbancó al PRI como
primera fuerza electoral en el estado, y en el Congreso. Las posiciones en el Congreso local fueron
las siguientes: en 1994, el PRI tenía la mayoría con 22 escaños, el PAN 17, y el PRD apenas existía
con uno; la situación se tornó a favor del PAN a partir de 1997, alcanzó 25 cúrules, el PRI
descendió a 15, y el PRD mantuvo su debilidad con dos, en las elecciones del 2000, Acción
102 En este caso los 19 diputados se consiguieron en coalición entre el PAN, PRD, PT.
60
Nacional consiguió nuevamente la mayoría con 22 diputados, el PRI quedó otra vez en segundo
lugar con 17, y el PRD no mostró ningún avance y sólo conquistó dos lugares. La presencia del
PAN es sin lugar a dudas uno de los avances más notables en el Congreso de Nuevo León. Cuadro núm. 33 Congresos locales
Congreso Local Periodo de
elección
Partido con
mayoría
Diputados
PRI
Diputados PAN Diputados PRD
1992-1995 PRI 21 3 4
Oaxaca 1995-1998 PRI 25 5 10
1998-2001 PRI 25 4 13
1992-1995 PRI 22 4 1
Puebla 1995-1998 PRI 21 15 2
1998-2001 PRI 26 8 3
1994-1997 PRI 16 5 3
Querétaro 1997-2000 PAN 10 11 1
2000-2003 PAN 8 12 2
Fuente: elaboración propia.
Oaxaca es un estado de simpatía priísta, y se puede explicar un poco por la manipulación de
los programas sociales en las comunidades más marginadas del país. La población se ha visto
beneficiada por los diferentes mecanismos para combatir la pobreza, y aunque los beneficios sean
mínimos, la gente identifica al PRI con bienestar, la gente vota por ellos, es un voto por seguridad,
por beneficios, es un voto tradicional y conservador. Ese tipo de votos los podemos situar en las
elecciones para gobernador (1992; 1998), y en las votaciones para el Congreso local entre 1992-
2000.
El PRI consiguió los espacios suficientes para ser mayoría en cada una de las elecciones en
la década de los 1990, en 1992, consiguió 21 escaños, el PAN tres y el PRD cuatro; las votaciones
de 1995, no variaron mucho, el PRI alcanzó otra vez más de 20 diputaciones, el PRD se acercó
como segundo lugar a los 10 cúrules, y el PAN fue postergado al tercer lugar con cinco; el proceso
electoral de 1998 tuvo el mismo matiz de la elección anterior, nuevamente el PRI como primer
lugar en las preferencias con 25 lugares en el Congreso local, el PRD logró 13, y el PAN no
aumentó en nada, sino disminuyó un lugar con cuatro escaños. El dominio priísta es claro; si la
oposición quiere revertir esta tendencia deberá trabajar duro.
En el estado de Puebla el partido fuerte fue el PRI, de dos elecciones para elegir gobernador
en los últimos 10 años, en las dos triunfaron. En los procesos electorales para elegir al Congreso
local en el mismo periodo, de igual manera gozó de las preferencias por parte del electorado;
veamos los datos: en 1992, el PRI logró 22 cúrules, y la oposición de PRD y PAN en conjunto
sumaron a penas cinco lugares; en 1995, la situación cambió un poco, el PRI siguió con 21 escaños,
61
pero el PAN aumentó su presencia a 15, mientras el PRD se mantuvo con dos diputados; en 1998, el
Revolucionario Institucional mantuvo su paso y nuevamente consiguió 26 espacios, el PAN no
logró retener lo que había ganado y descendió a ocho, el PRD aumentó a tres. El dominio priísta no
varió ni un ápice, por lo cual la oposición debería fortalecerse si pretendía aspirar a disputarle los
espacios de representación popular al PRI.
En Querétaro el PRI gozó del control en el Congreso hasta el periodo de 1997, a partir de
este año, el PRI perdió todas las posiciones que a lo largo de su historia había mantenido; en este
año podemos situar elecciones competitivas en donde el PAN obtiene victorias importantes. Así
Querétaro se ha convertido una región determinante de votos para Acción Nacional. De 1990 a
1997, el PRI consiguió obtener ventaja en el Congreso, pero a partir de ese año el PAN se posicionó
con un éxito relativo, pues la diferencia en número de diputaciones es mínima; en 1997, Acción
Nacional logró 11 espacios, el PRI 10, en la siguiente elección de 2000, otra vez el PAN aventajó
con 12 escaños, frente a los ocho del PRI, y los dos del PRD. En últimas elecciones Acción
Nacional cuenta a su favor con el electorado que optó por voto el cambio, y esto se reflejó en el
gobierno del estado y en el Congreso local.
Por su parte el estado de Quintana Roo es una localidad donde todavía está muy arraigado
el PRI, la oposición es muy débil, y deberá fortalecerse si quiere contender por los espacios en el
Congreso. En relación a los escaños, el PRI ha ganado cada una de las elecciones de este tipo,
exceptuando la de 1999, donde existió un empate entre PRI y PAN con 11 diputados. En las demás
elecciones el PRI mantuvo su hegemonía sobre los otros partidos.
Sobre el bipartidismo se muestra una oposición relegada siempre al segundo lugar, sitio
ocupado por el PRD. Toda la década de los 1990 estuvo presente un bipartidismo entre el PRI y el
PRD.
Cuadro núm. 34 Congresos locales
Congreso Local Periodo de elección Partido con
mayoría
Diputados PRI DiputadosPAN
Diputados PRD
1993-1996 PRI 13 2 1
Quintana R. 1996-1999 PRI 14 7 3
1999-2002 PRI 11 2 11
1994-1997 PRI 16 5 1
San Luis Potosí. 1997-2000 PRI 14 10 2
2000-2003 PRI 14 11 2
1992-1995 PRI 24 13 2
Sinaloa 1995-1998 PRI 21 13 4
1998-2001 PRI 24 11 5
Fuente: elaboración propia.
62
El gobierno de San Luis Potosí a nivel gubernatura hasta el 2000 ha sido gobernado por el
PRI, además de predominar en el Congreso local. En las tres elecciones de este tipo, triunfó el PRI,
el PAN quedo en segundo lugar, y el PRD no ha crecido lo suficiente. Como vemos en los procesos
electorales de 1997 y 2000, el PAN se acercó al PRI en el número de escaños, y fueron un
contrapeso importante.
Sinaloa forma parte de los estados en los cuales el PRI ha gobernado siempre a nivel
gobernador; en el Congreso local es la misma situación, en tres elecciones, consiguió la victoria en
todos, el PAN quedó en segundo lugar, y el PRD al igual que en San Luis Potosí no avanza, y su
participación en el Congreso es mínima.
La situación de Tabasco es clara, el PRI ha logrado mantener el dominio durante décadas.
La oposición se ha fortalecido, pero no lo suficiente. Tabasco es priísta no sólo durante los últimos
diez años, sino durante toda la historia electoral de ese estado, ha ganado todas las elecciones
realizadas, de 10 procesos electorales, que incluyen dos para gobernador, cuatro para presidente
municipal de la Villahermosa, y cuatro para elegir el Congreso, el resultado es la victoria del PRI en
dichas elecciones. Por su parte el partido segundo lugar en cada elección fue el PRD, el
bipartidismo ocurrió entre PRI-PRD.
En Tamaulipas el PRI ha contado con la mayoría en el Congreso durante toda la historia
electoral del estado, en 1992 el PRI consiguió 20 escaños, el PAN tres y el PRD uno, en las dos
elecciones posteriores se repite la ventaja, y el máximo de escaños de la oposición fue de siete
diputados.
El estado de Tlaxcala presenta una situación de alternancia en el ámbito de los
gobernadores, en un periodo triunfó el PRI, en el otro ganó el PRD en coalición con el PT, sin
embargo los partidos de oposición durante los 10 años de nuestro periodo de estudio, no han ganado
Cuadro núm. 35 Congresos locales
Congreso Local Periodo de
elección
Partido con
mayoría
Diputados
PRI
Diputados
PAN
Diputados PRD
1994-1997 PRI 21 7 3
Sonora 1997-2000 PRI 14 10 9
2000-2003 PAN 17 14 4
1994-1997 PRI 20 2 5
Tabasco 1997-2000 PRI 19 1 11
2000-2003 PRI 16 2 12
1992-1995 PRI 20 3 1
Tamaulipas 1995-1998 PRI 20 7 3
1998-2001 PRI 20 6 6
Fuente: elaboración propia.
63
en los espacios legislativos. El Congreso mantiene una preferencia importante por el
Revolucionario Institucional, y así lo demuestra la mayoría obtenida de 1992 a 2001. En Tlaxcala el
bipartidismo en el periodo 1993-1999, fue PRI-PRD; y de 1999 al 2005 ocurrió entre la coalición
del PRD y PT contra el PRI.
El estado de Veracruz zona marítima es una de las regiones con un potencial importante,
presenta una fuerte inclinación por el Revolucionario Institucional, lo cual influyó en el Congreso.
A partir de las elecciones de 1990 hasta el 2000, contaban con la presencia de mayoría en cada
elección. En este estado la relación bipartidista, ocurrió de entre el PRI-PRD, 1992-1998 y entre el
PRI-PAN, 1998-2004.
Veamos ahora los dos últimas entidades federativas; los casos de Yucatán y Zacatecas. El
primero por tradición el gobernador siempre había sido priísta, y así lo fue hasta el 2001 cuando
ganó Patrón Laviada. La cuestión del Congreso es la misma, el PRI mantuvo el control con la
mayoría en el Congreso local, en el periodo de 1992, los datos fueron los siguientes: 18 para el PRI,
siete para el PAN, y ninguno para el PRD; 1995, el PRI logró 13, el PAN aumentó y logro 12, y el
PRD no obtuvo ninguno; 1998 siguió con el dominio priísta con 15 escaños, el PAN alcanzó ocho,
y el PRD dos.
El caso de Zacatecas, lo podemos entender en dos periodos bien definidos, uno gobernado
por el PRI, y otro por el PRD. La primera mitad de los 1990 estuvo marcada por un dominio
priísta, mientras en la segunda mitad el ganador fue el PRD. Sin embargo en lo que respecta al
Congreso, en todos los procesos electorales, la victoria para obtener la mayoría, fue priísta.
Cuadro núm. 36 Congresos locales
Congreso Local Periodo de
elección
Partido con
mayoría
Diputados PRI Diputados PAN Diputados PRD
1992-1995 PRI 11 2 2
Tlaxcala 1995-1998 PRI 19 4 4
1998-2001 PRI 17 4 7
1992-1995 PRI 28 6 4
Veracruz 1995-1998 PRI 27 9 7
1998-2003 PRI 27 10 5
1993-1995 PRI 18 7 0
Yucatán 1995-1998 PRI 13 12 0
1998-2001 PRI 15 8 2
1992-1995 PRI 15 3 2
Zacatecas 1995-1998 PRI 20 6 2
1998-2001 PRI 12 6 10
Fuente: elaboración propia.
64
3.3 Bipartidismo en las elecciones locales
En el periodo de estudio (entre 1990 y el 2000), ocurrieron 96 procesos electorales para elegir la
mayoría en los Congresos estatales. En este lapso de tiempo, el partido predominante fue el PRI, de
96 elecciones, ganó el 78.12% de las elecciones con 75; sin embargo de los últimos 32 procesos
electorales que van de 1998 al 2000, uno por cada estado, el PRI sólo ganó en 18107 esto muestra
una tendencia creciente de otros partidos, más del PAN, quien ha obtenido la mayoría en este
mismo periodo en 10 estados108, mientras el PRD, sólo obtuvo mayoría en tres.109
El bipartidismo en este sentido, se concentra entre el PRI y otro partido (PAN o PRD), pero
en ningún caso se presenta otro partido diferente a los tres anteriores, por lo cual, el sistema de
partidos a nivel estatal, se enfoca en tres partidos, pero en cada elección la relación ocurre entre los
dos más fuertes.
Así de los 96 procesos electorales en el ámbito del Congreso local, observamos en 48
ocasiones un bipartidismo entre el PRI y el PAN (ver cuadro número 37); lo anterior nos muestra
que el PAN sigue siendo el partido más fuerte después del PRI, muestra además que el PRI sigue
siendo un partido consolidado, pero el PAN está muy cerca en las preferencias electorales.
Por otra parte, observamos un bipartidismo entre el PRI y PRD en 22 ocasiones, esto
muestra al PRD sin la presencia y la fuerza local del PAN. El PRD como partido de oposición desde
su creación ha sido inconstante, y los resultados en cada elección varían.
En cinco ocasiones se presenta un bipartidismo entre el PRI y una coalición: los estados son:
Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Coahuila y Tlaxcala; en estos casos la coalición ha sido
107 Congresos estatales donde tiene mayoría el PRI. (Campeche, Chiapas, Chihuahua, Colima, Coahuila, Durango, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, Zacatecas). 108 Congresos estatales donde tiene mayoría el PAN: (Aguascalientes, Baja California Norte, D. F. –Que noes Congreso, sino Asamblea Legislativa, antes se denominaba Asamblea de representantes- Guanajuato, Jalisco, México, Morelos, Nuevo León, Querétaro, Sonora). 109 Congresos estatales donde tiene la mayoría el PRD: (Baja California Sur, Nayarit, Tlaxcala).
Cuadro núm. 37 Bipartidismos
Bipartidismo Mayoría en Congresos
locales
PRI-PAN 47
PRI-PRD 22
PRI- COALICIÓN 5*
PAN-PRI 18
PAN-PRD 1
PRD-PRI 1
PRD-PAN No hay
Fuente: elaboración propia.
65
integrada por el PAN y el PRD; en últimas elecciones se han efectuado coaliciones para ir en contra
del PRI, sin embargo la unidad que demuestran los partidos se pierde después de las elecciones, y
no se repite en procesos electorales posteriores.
En total, el PRI triunfó en 75 de los 96 procesos electorales, esto da como resultado la
victoria en el 79.12% de las elecciones para elegir la mayoría en los congresos locales. El PAN y el
PRD juntos apenas suman el 20.88% de victorias.
En 19 ocasiones se presenta un bipartidismo donde el PAN es la primera fuerza; en 18 casos
se da un bipartidismo entre el PAN y el PRI, y en una sola ocasión entre el PAN y el PRD. Un dato
interesante es que las victorias del PAN se han producido entre 1998 a la 2002.
2.5.4. Evolución municipal
Antes de comenzar el análisis de este apartado, es importante conocer qué es un municipio, cómo se
integra, cómo se eligen sus autoridades y cuáles son los ejes de gobierno. La definición de
municipio refiere su carácter de entidad político-administrativa, de base territorial, que forma parte
del régimen interior de los estados y cuyo gobierno es el Ayuntamiento de elección popular directa,
integrado por un presidente municipal, síndicos y regidores. Este ámbito de gobierno es el más
cercano a los ciudadanos, en parte por su cercanía, y por ello juzgan más sus acciones de gobierno.
La Constitución señala que el municipio en México es un ente autónomo con las siguientes
características:
a) Personalidad jurídica propia.
b) Patrimonio propio.
c) No tiene vínculos de subordinación jerárquica con el gobierno del estado.
d) Administra libremente su hacienda.
e) Tiene facultades reglamentarias, ejecutivas y judiciales.
f) Su gobierno es electo popularmente.112
Alicia Ziccardi considera que más allá de distinciones y de su diversidad, el gobierno
municipal debe cumplir seis funciones básicas:
a. La promoción de un desarrollo económico sustentable
112 Cfr. Diccionario Jurídico Mexicano, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Porrúa, México, 1991.
Cuadro núm. 38 Procesos electorales para elegir el Congreso local (1990-2000)
Núm. Procesos electorales Ganados por el PRI Ganados por el PAN Ganados por el PRD
96 75 17 4
Fuente: elaboración propia.
66
b. El cuidado del medio ambiente y los recursos naturales113
c. La preservación de la identidad cultural y étnica.
d. La conservación del patrimonio histórico
e. El suministro de los servicios públicos básicos.
f. La promoción de la participación de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones, a fin
de ejercer y consolidar la democracia política y social en el ámbito local.114
La relevancia estratégica de los municipios como espacio de la democracia está siendo
generada por dos dinámicas principales: mediante el reequilibrio de los pesos institucionales
entre los órdenes de gobierno (cada vez resultan más importantes las funciones públicas
cubiertas por los Ayuntamientos) y la modernización de los procesos electorales, a su vez
impulsan la práctica y cultura ciudadanas para la evolucionan de la sociedad y gobierno
local.115
En los últimos procesos electorales podemos notar el efecto de la realizar obras y políticas
públicas que benefician o perjudican a la ciudadanía; esto se ve reflejado en los resultados
electorales; los ciudadanos castigan a los partidos ineficientes. Anteriormente, existía un
conservadurismo para votar a favor de otro partido diferente al PRI, pero en elecciones recientes, el
electorado ha cambiado su tendencia e inclinación por determinados candidatos o partidos
políticos. Ello muestra un avance en la toma de decisiones a nivel de participación.
Sin embargo, las prácticas en este ámbito de gobierno, acusan todavía síntomas de
autoritarismo, y en ocasiones problemas de corrupción al más alto nivel cuando los presidentes
municipales ganan un salario mucho más elevado que el propio presidente de México. Problemas
como deficiencias en las legislaciones electorales, y la exclusión de las organizaciones sociales y
ciudadanas en la toma de decisiones. Las decisiones en este orden de gobierno en reiteradas veces
recae en escasas instancias, y ello repercute en un centralismo del ejercicio del gobierno.
Antes de analizar los indicadores de los municipios, cabe notar que el sistema de partidos a
nivel municipal, es un sistema bipartidista, a diferencia al nivel nacional catalogado como un
sistema de tres partidos competitivos (PRI, PAN, PRD). En los municipios del país la situación es
diferente, la disputa por los puestos de elección popular es casi siempre entre dos partidos, son muy
excepcionales donde está involucrado un tercero, la lucha es entre el PRI, contra el PRD, o el PRI
113 Sobre las directrices para una gestión ambiental de nivel regional y local, véase Poder Ejecutivo Federal,Programa de Medio Ambiente 1995-2000, México, 1996, Cap. VI. 114 Ziccardi, Alicia, Cuaderno de la agenda municipal, reforma municipal, municipio y región, IIS, UNAM. Fuente: www.gobernacion.gob.mx [Consultado el día 22 de septiembre de 2002]. 115 Guillén López Tonatiuh, Los gobiernos municipales y la democracia en México, Departamento deEstudios de Administración Pública, El Colegio de la frontera Norte. Fuente: www.ife.org.mx [Consultado eldía 23 de octubre 2002].
67
en contra del PAN. Hay una característica especial en el sistema de partidos municipal, el único
partido con presencia en todo el país es el PRI. Éste cuenta por lo menos un Ayuntamiento en cada
Estado, es decir tiene presencia electoral en los 31 estados de la República, (excepto el Distrito
Federal donde no gobernaba ninguna delegación hasta el 2000).
Dentro de la reforma municipal debemos repensar sobre el tiempo de duración del mandato,
la reelección inmediata y el seguimiento de las políticas públicas. Además se deben fortalecer la
actualización de los funcionarios del Ayuntamiento.
Los beneficios y los perjuicios, van más allá de esta investigación, sin embargo, la
reelección de los presidentes municipales, es una cuestión de modernización de este ámbito de
gobierno.
El estudio de Peter Ward “Del clientelismo a la tecnocracia: recientes cambios en la
Gestión municipal en México”, señala que las ciudades gobernadas por el conservador PAN, y en
menor medida, el PRD y el PRI, han cambiando el modus operandi de su manera de gobernar.
Será interesante ver cómo responde el PRD después de ampliar su experiencia de gobierno con
municipios urbanos grandes, pues una de sus primeras experiencias (Morelia 1991-1993) sugirió
demostrar competencia administrativa y adoptar nuevas técnicas de administración pública. Otra
característica significativa del gobierno local en México, es la alternancia entre los partidos en
el poder, así se puede comenzar a relacionar el desempeño con las posibilidades de
reelección.119
La Constitución mexicana y las Constituciones estatales establecen que los cabildos
municipales deberán integrarse de manera proporcional, sobre esta cuestión Tonatiuh Guillén
señala:
En términos generales, el procedimiento fue el siguiente: dividieron el número de miembros del
Cabildo en dos franjas: una, mayoritaria (a veces con exceso), reservada para el partido ganador
de la elección; otra franja, minoritaria, para los partidos siguientes en el orden de votación. La
segunda franja es la única que se distribuye de manera proporcional. El resultado de esa
particular manera de entender la proporcionalidad se traduce en cabildos, donde la relación entre
mayoría y minorías es completamente inequitativa.120
En nuestro sistema político se han llevado a cabo reformas electorales para permitir una
mayor competencia y adecuación de los partidos a las nuevas exigencias, sí bien es cierto son
119 Ward, Peter, “Del clientelismo a la tecnocracia: cambios recientes en la gestión municipal en México”, Política y Gobierno, CIDE, Vol. 4, núm. 1, primer semestre, 1998, p. 97.120 Guillén López Tonatiuh, Los gobiernos municipales y la democracia en México, op. cit.,
68
insuficientes, sí han logrado democratizar por lo menos las elecciones federales, y así ofrecer mayor
legalidad y credibilidad; sin embargo mientras existe una ruta definida de la democracia federal, los
Ayuntamientos se aferran a seguir con prácticas que deben ser reformadas.
Ahora bien en determinados municipios, existía una pluralidad aparente, los cargos en el
Ayuntamiento se designaban a través de negociaciones internas –principalmente en el PRI- entre
los sectores y organizaciones de apoyo al partido.
En las reglas de decisión los cabildos mexicanos casi no han evolucionado, es decir no han
presentado un dinamismo. Las reglas se reducen a una: la mayoría simple. Este principio, permite al
partido mayoritario imponer sus decisiones a las minorías sin dificultad alguna, independientemente
del tipo de decisión a discusión. Deben existir contrapesos para que las decisiones sean consensadas
y no impuestas.
La mayoría simple restringe la posibilidad de que las decisiones de los cabildos tengan un
contenido efectivamente plural y, por supuesto, también limita la negociación política como
práctica necesaria para decidir, exime a la mayoría compartir decisiones con las minorías.
La negociación en una democracia es parte vital para lograr consensos. Sería importante
plantear la posibilidad de introducir mecanismos legales de mayoría calificada para la toma de
decisiones, así se negociaría y se implementaría la acción ad hoc requerida en ese momento, así
nadie impondría nada, sin el consentimiento de las demás partes.
El cuadro número 39 se muestra la distribución de los 2427 municipios121; en el año 2000.
El PRI gobernaba en 1300; el PAN en 320; el PRD en 213; el PT en 21; el PVEM en 14; gobiernos
de coalición en 107122 (en Baja California Sur en tres municipios PRD-PT; coalición PVEM-PRD
en el estado de Nuevo León; coalición alianza por el cambio en el estado de Nayarit lo integran el
PAN, PRD, PT y PRS; Alianza por México en San Luis Potosí, lo integran PRD, PAN, PT, PAS,
CD, PSN) Consejos Municipales en 10, y gobiernos de usos y costumbres en 418. Como
observamos el PRI mantenía más del 50% de los municipios del país.
121 Cedemun. Fuente: www.segob.org.mx [Consultado el 15 de enero de 2001]. 122 Ibid.,
69
Cuadro núm. 39 Filiación partidaria en los municipios
Partido Municipios
Gobernados
Presencia electoral en
los estados
1era fuerza, en núm.
de estados
2da fuerza en núm.
De estados
3era fuerza en núm. de
estados
PRI 1300 32 27 3 -
PAN 320 27 3 16 5
PRD 213 21 - 5 6
PT 21 11 - - -
PVEM 14 6 - - 1
Coaliciones 107 6 3 - -
Consejos municipales 17 4 - - -
Usos y
Costumbres
418 1 - - -
Otros 24 9 - - -
Fuente: elaboración propia con datos hasta el año 2000.
Como se observa el único partido con presencia en todos los estados es el PRI; el PAN no
gobernaba ningún municipio en Nayarit, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas y el PRD, no tiene
presencia en 11 estados: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila,
Colima, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, en donde al igual que el PAN, no
gobiernan ni un solo Municipio.
La cantidad de población es considerable, el PRI gobernaba “42 millones de personas; el
PAN casi 32 millones y el PRD ocho millones.”124 Durante décadas el PRI concentraba el gobierno
de casi el 80% de la población y en el 20% restante están incluidos los municipios regidos en los
“usos y costumbres”125
3. 5 Municipios más poblados
En este apartado es necesario realizar precisiones; para empezar existe una tipología para clasificar
a los municipios: “Municipio rural, indígena, semi urbano, urbano y metropolitano.”126 Algunas
ciudades y municipios carecen de infraestructura y equipo para prestar los servicios públicos
124 INEGI. Fuente: http://www.inegi.org.mx/default.aspx? [Consultado el día 3 de enero 2002]. 125 Los municipios de Oaxaca de usos y costumbres son 418 municipios. Fuente: CEDEMUN –SEGOB. 126 Ziccardi, Alicia, Cuaderno de la agenda de la reforma municipal, op. cit., Municipio rural: Es elmunicipio que desarrolla principalmente actividades propias del sector primario: agricultura, ganadería, pesca y minería; municipio indígena, que hace referencia a los municipios en los que su población se dedicaprincipalmente a actividades productivas rurales, en los que existen formas comunitarias de vida y degobierno y una identidad étnica y cultural particular; Municipio semiurbano: Es el municipio en el queprevalecen actividades productivas mixtas, relacionadas con los sectores de una economía en proceso detransición de lo rural a lo urbano, predominan las actividades agropecuarias, forestal y pesquera encombinación con la pequeña industria, artesanías, comercio y servicios; Municipio urbano: Este tipo demunicipio se caracteriza porque las principales actividades económicas que se realizan en su territorio sonindustriales, de comercio y servicios; Municipio metropolitano: Son aquellos municipios conurbados operiféricos a una ciudad central que forman parte de una zona metropolitana. En los mismos se localizandiferentes tipos de actividades industriales y de servicios e inclusive actividades agrícolas de subsistencia.
70
requeridos en esa localidad; otros acusan de severas deficiencias y problemas en otros niveles de
bienestar social. Es decir, se diferencian por la infraestructura y desarrollo en cada uno de ellos.
En municipios es evidente una marcada tendencia migratoria hacia las ciudades y
municipios con mayor equipamiento. En otros municipios ocurre la migración hacia los Estados
Unidos, principalmente en la frontera norte. “En el caso de México, los años noventa aceleraron
importantes cambios en la estructura de gobierno. Tanto a políticas de descentralización, y
especialmente, debido a su propia evolución, los gobiernos municipales dieron un salto cualitativo y
cuantitativo en el mapa institucional del país.”127
Veamos los resultados en los Ayuntamientos más poblados del país, como: Guadalajara
(PAN), Ecatepec (PAN), Nezahualcóyotl (PRD), Puebla (PRI), Monterrey (PAN), por citar los 5
más grandes, entre ellos concentran casi 6 millones y medio de personas (ver cuadro número 40).
Es interesante analizar estos Ayuntamientos, y ver qué partidos los han gobernado. Debemos
observar si los partidos han mantenido un dominio sobre los demás, o si se ha alternado el gobierno;
el cuadro comparativo, se realizó a partir de 1988 y se menciona además el periodo en 2012.
En Guadalajara el PRI pudo mantener su gobierno hasta 1997, pero a partir de entonces el
PAN se posicionó, ganó electorado, confianza y se ha mantenido hasta el 2000. El caso de
Ecatepec el PRI, desde 1990 mantuvo el control de este municipio, pero en la elección del año
2000 la perdió contra el PAN.
127 Guillén, op. cit.,
Cuadro núm. 40 municipios con más de 500,000 habitantes
Ayuntamiento Población Filiación partidaria Elección Filiación partidaria Gobierno actual
Guadalajara, Jal. 1,632,521 PAN 2000 PRI 2012
Ecatepec, Méx. 1,456,438 PAN 2000 PRI 2012
Nezahualcóyotl, Méx. 1,233,680 PRD 2000 PRI 2012
Puebla, Pue. 1,222,177 PRI 1998 PAN 2012
Monterrey, N.L. 1,088,041 PAN 2000 PAN 2012
Cuadro núm. 41 municipios y periodos comparados
Municipio Población Periodo Periodo Periodo Periodo Periodo Periodo actual
Guadalajara 1,632,521 1988-PRI 1992-PRI 1995-PRI 1997-PAN 2000-PAN 2012-PRI
Ecatepec 1,456,438 1990-PRI 1993-PRI 1996-PRI - 2000-PAN 2012-PRI
Nezahualcóyotl 1,233,680 1990-PRI 1993-PRI 1996-PRD - 2000-PRD 2012-PRI
Puebla 1,222,177 1989-PRI 1992-PRI 1995-PAN 1998-PRI - 2012-PAN
Monterrey 1,088,041 1988-PRI 1991-PRI 1994-PAN 1997-PAN 2000-PAN 2012-PAN
71
El municipio de Nezahualcóyotl había sido aglutinador de votos en favor del PRI, además
de ser la tercera ciudad más grande del país; fue gobernada por el Revolucionario Institucional hasta
1996, cuando este partido perdió los comicios frente al PRD, quien se posicionó con gran fuerza en
el mapa político, y hasta mantiene su fuerza, aunque el PAN ganó terreno en la elección municipal
en el 2000, no obstante en la reciente elección de 2009 ganó otra vez el PRI.
Puebla muestra un matiz un poco distinto a los tres anteriores, el PRI ganó las elecciones de
1989 y en 1992, en 1995 perdió frente al PAN, pero se recuperó en 1998. En Monterrey la
tendencia desde 1994 fue a favor del PAN.
3.6 Fin del sistema de partido hegemónico
El objetivo de este apartado se enfoca en analizar el desmantelamiento del sistema de partido
hegemónico a nivel federal. La pregunta central: ¿la democracia electoral es suficiente para el
sistema político mexicano? La estrategia metodológica analiza las fortalezas y las debilidades de la
democracia mexicana emanada del proceso electoral del 2000. La hipótesis específica sostiene que
el gobierno encabezado por el ex presidente Vicente Fox generó un sistema de ineficiencia política
y enfrentamiento con el Poder Legislativo y en la recta final de su periodo de gobierno aplicó una
estrategia de guerra sucia en contra de Andrés Manuel López Obrador, candidato del PRD a la
presidencia.
El sistema político mexicano, a partir de 1946 se comenzó a gestar como un sistema sui
generis en el poder, explicado por la creación y adaptación de un sistema de partido hegemónico el
cual, cooptó y conjuntó a los sectores importantes (obrero, campesino y popular para dar matices
de legitimidad).
El poder se concentraba en el partido oficial. La oposición era casi nula, no tenía peso y no
influía en las decisiones; el periodo de “1952-1988 es el periodo de auge del poder presidencial y
del partido hegemónico; es el momento donde el presidente en turno ejercía sus facultades meta
constitucionales a plenitud y la hegemonía del PRI no fue disputada por ninguna fuerza política.”129
El PRI favorecido por la infraestructura y maquinaria electoral, se encargaba de monopolizar
los cargos, no sólo el presidencial, sino en las gubernaturas, senadores, así como la Cámara de
diputados. El PRI controlaba y ofrecía un predominio a través del Ejecutivo.
De 1988 en adelante se presenta una situación de apertura democrática como no se había
visto en décadas anteriores; durante el periodo 1988-1994 encontramos reformas electorales que
129 Santiago Castillo, Javier, “El poder Legislativo: de la hegemonía al pluralismo,” en Diálogo y Debate, núm. 9, Gaceta Parlamentaria, julio- diciembre, México, 1999.
72
cambiaron el rumbo de un sistema de partido hegemónico a uno más abierto, si bien esas reformas
fueron insuficientes, sí representaron condiciones más favorables para la democratización.
La transición mexicana pareciera no encajar dentro de los modelos de democratización, pero
sí poseía rasgos y características interesantes. Luis Salazar ofrece la siguiente interpretación sobre la
transición:
a. Proceso gradual, complejo y desigual iniciado decenios atrás.
b. No fue un efecto instantáneo, sino un proceso largo.
c. Ha sido seguida por arreglos, negociaciones, compromisos y reformas; con defectos e
insuficiencias representaron cambios sustanciales.
d. La continuación o culminación exitosa de la transición requeriría no sólo de movilizaciones,
sino de abrir paso al marco legal constitucional para posibilitar un pluralismo electoral
competitivo, así como la consolidación de referentes partidarios corresponsables de la
gobernabilidad del país.130
El sistema electoral en 1988 presentó una manipulación de resultados, provocado porque el
PRI fue rebasado en sus expectativas, sin embargo el Congreso de la Unión se presentó más plural.
Hasta el año 2000 ocurrieron nuevos equilibrios en el Congreso (excepción 1991) la pluralidad fue
ganando terreno en ambas Cámaras, gubernaturas, municipios y Congresos locales.
En 1997 el PRD gana la capital del país y repite en las elecciones del 2000 y 2006. El
proceso electoral de 1997 mostró que el partido hegemónico estaba desmantelado a nivel estatal y el
paso siguiente sería la alternancia en la presidencia de la República. El dos de julio del año 2000 no
puede ser entendido como algo espontáneo, sino como producto de una “ruta de transición que
acabaría siendo gradualista.”131
En 1988 se inicia la decadencia del PRI y se comenzaron a construir nuevas alternativas,
aunque de manera lenta; el sistema se caracterizó por un “presidencialismo”132 acotado de cierta
manera por el Congreso y por un sistema de partidos más abierto.
130 Salazar, Luis, (Coord.), Elecciones y transición en México, Cal y Arena, México, 1998, pp. 14-15. 131 Lujambio, Alonso, Federalismo y Congreso en el cambio político en México, UNAM, México, 1996, p. 17. 132 El presidencialismo se caracteriza por Facultades constitucionales: El predominio del Ejecutivo sobre elLegislativo, Ejecutivo personifica al Estado, El poder Ejecutivo concentra en sus manos todo el poder delEstado, El Presidente se erige como una figura intocable, Facultades para nombrar y remover sin consultar alCongreso a sus secretarios de despacho, Facultades para intervenir en diversas áreas de la economía;Facultades meta constitucionales: Dependencia real de los poderes al ejecutivo, El Presidente “jefe”indiscutible del partido oficial (PRI), Controlar corporativamente a las centrales campesinas obreras ypopulares, Tener presencia indudable en la designación de los Gobernadores y de los Presidentesmunicipales en las ciudades importantes, Capacidad de otorgar concesiones agrícolas, ganaderas y turísticas, etc. Capacidad de solapar en el transcurso de su periodo presidencial, a corruptos, ladrones e incluso a
73
A partir de 1997 se crean condiciones para considerar al sistema de partidos como un
sistema de pluralismo moderado, aunque a nivel estatal conservaba algunos rasgos de sistema
predominante. La tendencia en ese año fue un sistema de pluralismo moderado con la presencia de
tres partidos electoralmente importantes. “La alternancia en ese proceso electoral dejó de ser una
mera posibilidad para convertirse, en una posibilidad efectiva”.133
A pesar de su deterioro electoral, el PRI se mantuvo como la primera fuerza a nivel estatal,
municipal, en el Senado, y en la Cámara de diputados para el periodo de 2000-2006.134
El PRI en los tres niveles de gobierno cuenta con importantes fuentes de poder provenientes
de su vinculación estructural con el Estado. Hasta el año 2000 el PRI gobernaba 17 estados y casi
la mitad de los municipios del país (1300). Esta hegemonía repercutía en la cantidad de recursos a
disposición del partido para pagar propaganda en prensa, televisión, entre otros.
La vinculación y los lazos de los priístas proveía una puerta abierta para mecanismos
oscuros tradicionales como el desvío de recursos estatales, financieros, humanos, administrativos,
así como la utilización de la estructura que durante muchas décadas estuvo al servicio del estado;
creando así situaciones más favorables para el PRI, y no así, para los demás partidos.
“La alternancia en el 2000 demuestra fehacientemente que el país contaba con todos los
requisitos jurídicos e institucionales de una democracia electoral cabal”135 pero cabe recalcar que la
“democracia electoral”136 es sólo parte de la democracia. Sobre los mecanismos institucionales
Tonatiuh Guillén acentúa:
El reto de los años siguientes corresponde a la reforma de los aparatos de gobierno. La
complejidad y magnitud del reto es enorme. Si bien las bases han quedado establecidas con la
etapa electoral, éstas no conducen automáticamente a la reforma gubernamental. Para comenzar,
es necesario construir a los actores de la segunda etapa y, en segundo término, es necesaria la
identificación precisa de sus objetivos.137
México transitó de ser un régimen no democrático a uno democrático (no confundirlo con
una democracia consolidada). Los mecanismos permiten ahora la competencia y competitividad
asesinos dentro de su gobierno, Capacidad de designar a su sucesor (este proceso se ha llamado: el tapado, dedazo, entre otros). 133 Salazar, op. cit., p. 18134 Como se verá en el capítulo final de este libro, el PRI comenzó un proceso de reacomodo político-electoral a partir de 2006, que lo ha posicionado fuertemente con miras a las elecciones de 2012. 135 Salazar, Luis. “Alternancia y cambio de régimen”, en Meyenberg, Yolanda (Coord.), Dos de julio:reflexiones posteriores, FLACSO, IIS, UAM-I, México, 2001, p. 414. 136 La democracia electoral la podemos entender como la existencia de elecciones limpias, en las cuales serespetan los resultados. 137 Guillén, op. cit.
74
(como lo señala Sartori) en el sistema de partidos; ahora todos tienen las mismas posibilidades de
ganar.
Los votos se concentran en tres partidos competitivos (PAN, PRI, PRD). Se observa difícil
la consolidación de un cuarto partido fuerte, por lo cual la categoría que explica con precisión el
caso de México es un “pluralismo moderado excluyente” como lo afirman Ricardo Espinoza y
Yolanda Meyenberg:
Tal sistema de partidos puede definirse como un sistema de pluralismo moderado excluyente.
Moderado porque un alto porcentaje de los votos se encuentra en tres fuerzas políticas;
excluyentes porque son estas mismas fuerzas políticas las que al cubrir este grueso de espacio
político. Pluralismo excluyente porque se trata de un cuadro donde, sin estar negadas las
posibilidades formales de constitución de nuevas opciones políticas, en la práctica no la permite
la lógica de la competencia ni la voluntad del electorado. Sólo cambia la primera fuerza por otra
de las dos, pero una cuarta en este sistema está condenada a no existir. 139
Los avances fueron significativos, se cambió la legislación electoral, el financiamiento más
equitativo, la competencia entre los partidos, la imparcialidad, legalidad del IFE. A partir de 1994
“la competitividad electoral parece haber llegado a México para quedarse, como factor importante
en la construcción del régimen político democrático”140
3.7 Tareas pendientes de la alternancia en el año 2000
La transición en el año 2000 debía ir más a fondo, a través de una Reforma del Estado a fin de
cambiar la estructura del sistema político, para lograr un equilibrio real de poderes. Una reforma
para modificar el origen, el ejercicio y la responsabilidad del Ejecutivo y de los otros poderes.
La opción para modificar esta relación -aunque la administración del ex presidente Vicente
Fox estuvo acotada por el Congreso- se enfocaba en pensar en una lógica de gobernabilidad. El
presidente Vicente Fox en ocasiones asumía facultades que le pertenecían al Legislativo, por lo cual
este último presentó controversias constitucionales por apropiación de facultades –situación no vista
en administraciones anteriores- por lo cual, se necesitaba reajustar el “sistema presidencial (no
presidencialista) equilibrado de poderes.”141
139 Espinoza Toledo, Ricardo y Meyenberg, Yolanda, “Un intento fallido de la reconfiguración del sistemade partidos en México”, en Meyenberg, Yolanda, (Coord.) Dos de julio: reflexiones posteriores, FLACSO, IIS, UAM-I, México, 2001, p. 361. 140 Valdés Zurita, Leonardo, “El sistema de partidos en México: las dimensiones de la competitividadelectoral”, POLIS 95, año. 3, núm. 5, UAM, México, 1995, p. 41. 141 Bucareli 8, 25 de junio 2001, p. 19.
75
La posibilidad de un régimen presidencial renovado es la opción para académicos como
“Dieter Nohlen, Alonso Lujambio y Diego Valadés.”142 Nolhen señala más factible realizar una
adecuación funcional a través de pesos institucionales, introduciendo mecanismos para hacerlo más
flexible, ágil y eficaz. Por su parte Lujambio afirma posible realizar una serie de arreglos
institucionales para lograr la estabilidad de una democracia presidencial, señala, que se debe buscar
un sistema de reformas constitucionales para lograr un adecuado control del Ejecutivo por parte del
Legislativo y cambios en costumbres políticas y constitucionales viciadas. Diego Valadés por su
parte es partidario de un sistema presidencial renovado o reformado a través de consolidar la
eficacia democrática de las instituciones.
3.8 Transición concluida
Michelangelo Bovero sobre los históricos comicios que dieron fin a 70 años de monopolio en el
poder señaló lo siguiente:
Las elecciones del 2 de julio de 2000 marcaron un hecho novedoso. Se abrió la figura de la
alternancia en el poder. Para algunos ésta representaba la consolidación de la transición política
mexicana; para otros la prueba de que la transición ya estaba acabada y que México vivía ya una
plena normalidad democrática, y que la alternancia era únicamente un producto de la misma.143
Se dio paso de un régimen autoritario a uno democrático, que permitiría establecer nuevos
procedimientos electorales pacíficos:
1. El logro de consensos;
2. El fortalecimiento de las instituciones
3. Estabilización de las instituciones democráticas
4. Un sistema de partidos consolidado, y
5. La eficacia gubernamental144
Estos temas son trascendentales para una democracia completa. La transición necesitaba
mayores cauces de consolidación. “La transición seguiría una nueva etapa en la medida de lograr la
consolidación de reformas estructurales y abordando las cuestiones de coyuntura.”145 Para reforzar
el proceso de transición faltaría un acuerdo político para conducir la nueva gobernabilidad
democrática, implicaría la distribución del poder, nuevos equilibrios y una pluralidad activa con
142 Para revisar los argumentos de estos académicos, véase Carpizo, Jorge. México: ¿sistema presidencial oparlamentario? Diálogo y Debate, núm. 9, México, pp. 7-47. 143 Bovero, Michelangelo, Colección temas de la democracia, Serie Conferencias Magistrales, IFE. 144 Reforma, 23 junio 2001. 145Ibid., 30 junio 2001.
76
corresponsabilidad por parte de todos los actores. Sin este acuerdo político la llamada Reforma del
Estado seguiría pendiente.
El gobierno de Vicente Fox representó mecanismos de improvisación político-legislativa; el
foxismo llegó a la presidencia, pero parecía un gobierno sin rumbo. Su sexenio comenzó con la
promesa de un crecimiento económico del 8%, después se retractó a 5%, luego a 3%; finalmente el
crecimiento económico en el 2001 estuvo por debajo del 3%.
La economía fue un tema complicado por la desaceleración de la economía de los Estados
Unidos después del 2001. El foxismo mostró su ineficacia en el ejercicio del poder. Ante este
panorama, surge la siguiente pregunta ¿había un proyecto de nación más allá de sacar al PRI de los
Pinos? Quedó claro que el la simpatía de Vicente Fox no fue suficiente. La transición fue electoral,
pero se necesitaba mayores incentivos para la competencia política y asegurar la imparcialidad en
las decisiones públicas. A partir del año 2000 existían condiciones de legalidad e imparcialidad en
los resultados electorales.
“El hecho de que las elecciones federales y locales de los cuatro últimos años en México,
pese a su carácter competitivo, son apenas un indicio de un proceso democrático más amplio en
curso. Las instituciones electorales, sobre todo de carácter federal se han fortalecido porque los
partidos políticos de oposición han sumado cada vez más apoyo social [...]”146 En el año 2000
todavía faltaba camino por recorrer.
3.9 Voto útil
En el proceso electoral del 2000 ocurrió lo que se denominó como “voto útil,”, es decir, el
candidato Vicente Fox del PAN pedía que votaran por él, porque era la única opción real para
derrotar al PRI. Jorge Castañeda (coordinador de campaña) pedía lo mismo en entrevistas en radio y
televisión. Los ciudadanos optaron por el “voto útil o estratégico, es decir se vota por un candidato
menos preferido con posibilidades de ganar y no por el más preferido destinado a perder.”147 La
población votó en contra del PRI, y no precisamente por la identificación con el programa
ideológico del PAN o con Vicente Fox. La intención del voto fue castigar al partido oficial.
El propósito del voto útil permitió a los ciudadanos olvidar los planos ideológicos de izquierda,
centro, derecha.
146 Muñoz Armenta, Aldo, “La debilidad de las Instituciones electorales en México y sus efectos en laconsolidación democrática”, Partidos políticos y las instituciones, UAM, UNAM, IIS, México, 1999, p. 111. 147 Dutrénit Bielous, Silvia, “La manzana de la discordia o el voto útil en las elecciones más competidas deMéxico”, en Meyenberg, Yolanda, (Coord.) op. cit., p. 343.
77
3.10 Ir más allá de la democracia electoral, hacia una democracia más completa
Nuestro país ha generado cambios, las prácticas monopólicas de antaño en lo referente a los cargos
políticos se han ido diluyendo mediante la confiabilidad del IFE. Hemos conseguido la democracia
electoral, traducida en el perfeccionamiento de los mecanismos para confiar en los resultados; ahora
bien hay una diferencia entre buscar la democracia y convertirse en una democracia consolidada;
México se encuentra en la primera opción,
Reducir la democracia a la vía electoral, convierte al individuo en una persona mecánica,
que no piensa más allá de ir a emitir su voto, es reducirlo a un homo videns como señala Sartori; en
otras palabras individuos sin reflexión, receptor de imágenes fabricadas mediante el marketing
político-democrático; este juego, lo reduce en simple consumidor y no en ciudadano. Tampoco
podemos reducir la democracia a lo que vemos en la televisión, Giovanni Sartori sostiene:
La televisión empobrece la democracia porque degrada la opinión pública, que debería ser el
sostén de los procesos democráticos, las más de las veces generan un show, ya no se venden
propuestas, sino solo una imagen, es indispensable mejorar la calidad de la información. 1.
Subinformación significa información insuficiente; y 2. Desinformación, información
distorsionada.148
El aumento en los índices de competitividad de la oposición confirman un descenso
considerable de la capacidad del régimen para alterar e imponer resultados; la autonomía total de
IFE respecto del gobierno federal fue un síntoma de la confiabilidad. Sobre este aspecto el ex
presidente Ernesto Zedillo, en una declaración en el año 2002, señaló, “la democracia no se reduce
a las elecciones aunque con el sufragio se forman los gobiernos y se participa en la construcción del
país.”149
La democracia va más allá de los procesos electorales, la democracia en nuestro sistema
político, está incompleta o a medias; la democracia consolidada posee ciertos requisitos y no se
reduce a elecciones limpias, va más allá. Requiere de un ciudadano participativo con un alto grado
de cultura política, así como una sociedad atenta y vigilante, con una competencia cívica donde el
ciudadano sea activo y capaz de organizarse. “Mientras en México se debate el tema de la
transición, en países como Inglaterra se plantea la necesidad de democratizar la democracia, que
148 Sartori, Giovanni, en Coloquio El Futuro de la democracia, Taurus, Madrid, 1999, p. 4. Sobre laimportancia del manejo y manipulación de lo que se presenta en televisión, véase, Sartori, Giovanni, HomoVidens: la sociedad teledirigida, Taurus, Madrid, 1999. Cfr. Dahlgren, P., “El espacio público y los medios¿Una nueva era?” en Veyrat-Masson, I y Dayan, D. (Comps), Espacios públicos en imágenes, Gedisa, Barcelona, 1997, pp. 245-268. Cfr. Gheude, M. “La reunión invisible”, Ibid., pp. 285-296. Cfr. Bourdieu, Pierre, “La estructura invisible y sus efectos”, en Sobre la televisión, Anagrama, Barcelona, 1997, pp. 15-97. 149 El Financiero, 13 julio 2000, p. 49.
78
mientras los neoliberales quieren reducir el Estado, los socialdemócratas históricamente han
buscado insistentemente expandirlo”.150
Los avances en materia electoral son imprescindibles para entender la apertura del sistema
político mexicano, sin ellos la transición no hubiera sido posible. Aldo Muñoz Armenta opina:
No se pretende dejar de soslayar los avances de lo –electoral- en efecto han aportado para la
construcción del proceso democrático en México, pero desafortunadamente no son los únicos
elementos para su consolidación ni evolución. La democracia está no posee sólo un valor
instrumental, y de ahí que -lo electoral- sea relevante. Sin embargo, los derechos y libertades,
no siempre están presentes en el terreno de la realidad, pese a la realización de elecciones
competitivas.151
La democracia consolidada debe de garantizar legalidad, pluralidad en cuanto a las diversas
opciones políticas alternativas, así como tolerancia. Debe mostrar capacidad de cooperación entre
los ciudadanos, y esto repercute en la confianza al sistema y a las instituciones. La democracia
consolidada conlleva autoridades políticamente responsables, que rindan cuentas, observen la ley y
sean eficaces en las decisiones.
Robert Dahl señala seis puntos para una democracia consolidada: “1. Representantes electos
de manera limpia; 2. Elecciones libres, equitativas y recurrentes; 3. Libertad de expresión; 4.
Información alternativa; 5. Autonomía asociacional; 6 Ciudadanía inclusiva.”152
México a partir del año 2000 comenzó la búsqueda de estos requisitos. La tarea de la transición
mexicana, significa no reducirla a la simple alternancia. Siendo así Luis Salazar considera:
La alternancia sin duda terminó una etapa de nuestra democratización, pero no para dar paso a
un falaz gobierno de la transición o del consenso unánime, sino al gobierno de la coalición
triunfadora. El gobierno debe responsabilizarse de su tarea como fuerza gobernante y la tarea de
la izquierda es asumir un enorme reto de reorganizarse para lograr ser una oposición racional y
efectiva. El dos de julio no puso fin al régimen político-constitucional, sino más bien a las
prácticas del sistema político autoritario.153
Entendiendo por sistema político prácticas efectivas relativas a la lucha por el ejercicio del
poder político; las formas político-jurídicas del régimen ya estaban legalmente constituidas, incluso
el gobierno daba apariencias democráticas al celebrar puntualmente las elecciones aunque solo
fuera la apariencia.
150 Giddens, Anthony, La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia, Taurus, Madrid, 1998, p. 86. 151 Muñoz, op. cit., p. 115. 152 Dahl, Robert, La democracia: una guía para los ciudadanos, Taurus, Madrid, 1999, p. 107153 Salazar, op. cit., p. 421.
79
Las elecciones del dos de julio no cambiaron las estructuras legales, más bien éstas fueron
cambiando gradualmente desde décadas atrás. Hubo un cambio en el gobierno, pero las estructuras
eran las mismas.
80
81
CAPÍTULO 4
EL PAPEL DEL LIDERAZGO PARTIDISTA EN MÉXICO: 2000 AL 2006154
n los capítulos anteriores de este libro se han abordado los temas de las reformas electorales,
la ruta de cambio en el Congreso de la Unión, así como el impacto de la democracia en el
proceso electoral del año 2000. En esta parte del libro se analiza el tipo de liderazgo de los tres
partidos fuertes en el sistema de partidos en México, PAN, PRI, y el PRD. El periodo de estudio se
ubica después de las elecciones presidenciales del año 2006, en el cual el PAN logró mantenerse en
el Poder Ejecutivo.
El objetivo de este capítulo es estudiar la función de los dirigentes nacionales en la búsqueda
del poder político. Utilizaré una tipología propia para examinar el tipo de liderazgo en estos tres
partidos. Esta propuesta se inserta en una línea de investigación poco desarrollada en la ciencia
política en México, aunque requiere de mayor estudio. El capítulo se divide en tres partes: la
preeminencia de los partidos en el sistema político; la incidencia de los líderes en la capacidad de
acción del partido y la última referente al establecimiento de estrategias político-electorales.
El eje temático es caracterizar el tipo de liderazgo administrativo, en sus tres vertientes:
fuerte, intermedio y débil. Al revisar la literatura sobre el liderazgo, encontramos que los dirigentes
partidistas promueven relaciones con tres actores fundamentales: otros partidos, gobierno e
instituciones electorales. En este trayecto las estrategias son trascendentales para situar al partido
con éxito en los procesos electorales.
¿Por qué es pertinente estudiar el liderazgo de los partidos? En la actualidad los partidos
políticos han sido estudiados en su actuación en el sistema político y su trascendencia en la toma de
decisiones en los espacios legislativos. La competencia política para acceder al poder y
específicamente por cargos públicos, también ha sido bastante estudiada, mediante trabajos sobre
campañas y candidatos. De igual forma, se ha publicado sobre “participación, estímulos y
beneficios de parte del liderazgo partidista.”155 Aunque se ha investigado acerca de los dirigentes de
los partidos, esta línea requiere mayor discusión teórica.
En la revisión de la bibliografía están presentes los siguientes factores que relacionan la
función del liderazgo y el desarrollo del partido:
154 Este capítulo forma parte del artículo publicado originalmente en la Revista Confines, InstitutoTecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, núm. 10, México, 2009, pp. 55-69.155 Alarcón Olguín, Víctor, “La teoría de los partidos políticos ante los retos del cambio de siglo”, POLIS 03, Vol. 1, México, UAM/I, México, 2003.
E
82
a. Estructura organizativa: cómo ha cambiado formalmente su estructura, a partir del
liderazgo político.
b. Objetivos y estrategias del proyecto político-electoral.
c. Proceso de relevo del liderazgo: ¿cuál es su función?
En este capítulo trataré de dar respuesta a estos aspectos. Los conceptos utilizados se
abordarán desde un esquema comparativo desde los aportes explicativos en un plano teórico-
metodológico, hasta su orientación a la realidad específica de los partidos. En cada uno tomaré en
cuenta los argumentos de los autores, las virtudes, aportes, el contenido y utilidad.
4.1 Efectos del liderazgo en los partidos
4.1.1 Los partidos como instrumento
Los partidos políticos poseen una “estructura, con reglas y prácticas políticas”156 de
funcionamiento. Éstos poseen determinadas características, formales e informales, las cuales
producen un efecto en el liderazgo. Con el avance de la democracia como forma de gobierno en la
mayoría de los países occidentales, los partidos han cobrado relevancia para la participación
ordenada, pacífica y representativa de los ciudadanos para acceder a cargos públicos y de gobierno,
a través de elecciones limpias, libres e imparciales. Éstos son un instrumento necesario para
representar y canalizar peticiones de una sociedad cada vez más exigente, por tal motivo, el estudio
sistemático del liderazgo partidista es un referente obligado para evaluar el avance y consolidación
del sistema de partidos.
El partido es una organización “duradera dotada de relaciones regulares y diversificadas”.157
Otras definiciones enfatizan el aspecto de participar por el poder político a través de la vía
institucional. Para examinar la dirigencia de los partidos, los aportes clásicos de La Palombara y
Weiner son útiles para evaluar su funcionamiento y desarrollo interno.
Los partidos en México son organizaciones con niveles de autoridad diversificadas en la
toma de decisiones. En la jerarquía también se encuentran los dirigentes, aunque esto no representa
que éstos tengan la última palabra, mas bien, son decisiones compartidas entre los órganos
colegiados de la organización. La virtud de esta perspectiva se enfoca en dos aspectos: el papel de la
estructura formal y la función de la dirigencia en la toma de decisiones. De los tres partidos la
156 Sartori, op. cit., 1992, p. 7. 157 La Palombara, y Weiner, Myron, “The Origin and Development of Political Parties”, en La Palombara, J. y Weiner, M. (eds), Political Parties and Political Development, Princeton University Press, 1966, p. 35.
83
estructura partidista más vieja es la del PRI, le sigue el PAN y luego el PRD.158 La antigüedad ha
sido directamente proporcional con el grado de institucionalización de su régimen actual.159
Las decisiones en los partidos se discuten de manera particular, cada uno ofrece
características propias. De los tres el más conflictivo es el PRD debido a su origen fundacional
diverso, luego el PRI, definido claramente por sectores, finalmente el PAN con una estructura
burocrática sólida.160
La estabilidad es una condición necesaria para la existencia del partido. Ésta se construye a
partir de la negociación con los dirigentes de los grupos internos. Ocupar la dirigencia nacional
puede generar dos procesos: monopolizar los cargos o distribuirlos. En el primero colocamos al
PRD, porque la disputa por candidaturas genera un ambiente en constante riesgo, en la segunda
categoría ubicamos al PRI y al PAN, porque la competencia sigue patrones más institucionalizados,
los cuales permiten mayor control de los incentivos.
Para entender la lógica de la participación de los miembros es útil estudiar la parte racional
del funcionamiento de los partidos. Para Anthony Downs: “el partido es un grupo que cooperan
principalmente con el fin de que alguno de sus miembros ocupe cargos en el gobierno.”161 Otros
aportes señalan que “el individuo racional se sentirá motivado a actuar colectivamente”.162
En esta concepción los partidos son vistos como medios que ofrecen alternativas de utilidad
costo-beneficio, en la cual los ciudadanos votan por la opción que represente la maximización de
bienestar con los menores recursos posibles. De acuerdo a lo anterior, en ciertos casos actúan con
racionalidad política. Utilizan estrategias para maximizar los beneficios y reducir los costos
electorales.
158 El PRI fue fundado en 1946 después de dos transformaciones de su estructura política: Partido NacionalRevolucionario y Partido de la Revolución Mexicana. El PAN se fundó en 1939 por Manuel Gómez Morín. El PRD fue fundado en 1989 en continuidad al Frente Democrático Nacional, el cual participó en laselecciones de 1988, el líder del movimiento fue Cuauhtémoc Cárdenas. Los datos fueron tomados de suportal de internet: www.pan.org.mx; www.pri.org.mx; www.prd.org.mx [Consultado el día 24 de febrero de2008]. 159 Panebianco señala dos supuestos básicos: si el partido depende de un líder fuerte la estructura es débil. Unpartido fuerte supone una mayor institucionalización, con reglamentos y estatutos bastante claros paradirimir conflictos y limitar un liderazgo personalista. La idea de un partido fuerte y un líder fuerte no pareceviable, porque la estructura organizativa no lo permite, sin embargo, la excepción es un líder con alto respetopolítico, pero no con características carismáticas. Véase Panebianco, Ángelo, Modelos de partidos, Alianza, Madrid, 1986. 160 Nos referiremos al tipo de conflicto ocasionado por la asignación de candidaturas internas o externas, asícomo a los procesos para la renovación de la dirigencia nacional. 161 Downs, Anthony, Teoría económica de la democracia, Madrid, Tecnos, Madrid, 1973, p. 26. 162 Olson, Mancur, The Logic of Collective Action: Public Goods and the Theory of Groups, Estados Unidos, Harvard University Press, 1965, p. 20.
84
Con este referente racional estudiemos dos tipos de resultados163 en las últimas tres
elecciones presidenciales: el porcentaje de participación y el margen de victoria. En el primero el
porcentaje ha descendido: 1994 fue 77.16 %; en el año 2000, 63.97 %; mientras en el 2006
representó el 58.90 %, lo cual muestra que el electorado ha tomado la decisión de abstenerse, esto
podría considerarse como racional,164 tomando en cuenta que dicha decisión proviene de evaluar las
implicaciones, aunque es difícil establecer parámetros para medir tal acción.
El segundo elemento arroja que el margen de victoria entre el ganador y el segundo lugar se
redujo considerablemente: 1994: 23.49 %; 2000: 6.56 %; 2006: 0.58 %, lo cual evidenció procesos
electorales competitivos. La diferencia entre el candidato ganador y el segundo lugar no había sido
tan cerrada en ninguna otra elección como en 2006. Hablar de 6.56 % en el año 2000 fue una
notable ventaja, no sólo en términos de legalidad, sino en la legitimidad del Presidente entrante. En
el 2006, el margen tan reducido dio lugar a que López Obrador, candidato del PRD cuestionara el
resultado, no obstante, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó el
resultado a favor del PAN.
La faceta racional evidencia que la asignación de candidaturas también fue más competida.
En el PRI el reparto de candidaturas operó mediante los sectores a través de convocatorias. En el
PAN, a través de los grupos formalmente definidos mediante convecciones; por su parte en el PRD
existió un mayor fraccionalismo para obtener candidaturas.165
La rentabilidad electoral también es fundamental para examinar el desempeño de los
dirigentes de los partidos. El PRI se ha enfocado en establecer alianzas principalmente con el
Partido Verde Ecologista; el PRD con el Partido del Trabajo y Convergencia, mientras el PAN en la
última elección fue sólo por la presidencia de la República.
Para Downs y Zafirovski, la competencia partidista es un modelo que considera la
cooperación para conseguir un fin específico. De acuerdo a lo anterior la capacidad del dirigente
muestra la efectividad o no para conciliar diversos intereses y competir para lograr un objetivo
común.
163 Existen otros indicadores e índices de acuerdo a la pertinencia del investigador. 164 En las elecciones del año 2000 y 2006 los resultados mostraron un voto diferenciado. Los electoresvotaron por un partido en específico para Presidente de la República y por otro para diputados y senadores. Si fue voto útil o voto de castigo, el punto fue que el electorado diversificó su voto de manera racional.Véase el trabajo de Reyes del Campillo, 2006. 165 Véase, Valencia Escamilla, Laura, “Selección partidaria de candidatos y perfil de las carreras políticas delos legisladores en México”, El Cotidiano, julio-agosto, Vol. 21, núm. 138, UAM-Azcapotzalco, México, 2006.
85
4.1.2 La elección del candidato
Previo a las elecciones de 2006, en el PAN existió un enfrentamiento acerca de quién sería el
candidato presidencial. El aparato y el apoyo del Presidente Vicente Fox se inclinaban a favor de
Santiago Creel, sin embargo, Felipe Calderón resultó el triunfador de un largo proceso interno.166
En el PRI los contendientes fueron Enrique Jackson, Tomas Yarrington, entre otros; Roberto
Madrazo resultó ganador, “quien desde la presidencia del CEN construyó su candidatura
apoyándose en la estructura del partido, con algunos Gobernadores y Diputados”.167 En el PRD, sin
elección interna el candidato indiscutible fue Andrés Manuel López Obrador.
En cada uno de los partidos, el apoyo del líder nacional fue trascendental para proveer
legitimidad, carisma y unidad. En el PRD, Leonel Cota dirigente cercano a López Obrador fue pieza
clave para que las fracciones unificaran objetivos electorales en torno a él. En el PRI, Mariano
Palacios Alcocer, trato de cohesionar la candidatura de Roberto Madrazo, mientras a Manuel
Espino en el PAN, le quedó la difícil tarea de trabajar la unidad en la candidatura de Felipe
Calderón, quien no había sido la primera opción del Presidente Vicente Fox.
Giovanni Sartori señala que “el fin de los partidos políticos, es buscar el poder por medio de
elecciones, de manera pacífica e institucional.”168 El objetivo de los partidos fue obtener la
presidencia de la República, sin embargo, la competencia no fue del todo institucional, ya que
diversas prácticas informales permearon las campañas electorales –guerra sucia, campaña del
miedo, entre otras- después del resultado, “el candidato del PRD no reconoció los resultados, a
diferencia de los demás, quienes si lo aceptaron.”169
El partido también comunica ideas. Se caracteriza por ser un medio de expresión entre el
gobierno y la sociedad. Cumple también un rol fundamental como mecanismo legal y legítimo para
acceder el poder, además de fungir como un vínculo entre el Estado y la sociedad. El disenso por
tanto, toma un cauce natural a través de los partidos como interlocutores. Los tres partidos poseen
órganos para dirimir conflictos y establecer nuevas estrategias políticas.
El partido también canaliza las demandas de la sociedad, es una especie de conductor y
trasmisor de ideas, aunque también toma parte y puede perseguir objetivos particulares.
166 Véase Alemán, Ricardo. “Felipe como Creel” El Universal, 27 de marzo 2006; “El yunque al Senado”, ElUniversal, 22 de marzo 2006. 167 Reyes García, Luis, “La coalición dominante del Partido Revolucionario Institucional: auge, crisis yrecomposición”, El Cotidiano, septiembre-octubre, Vol. 21, núm. 133, UAM-Azcapotzalco, México, 2005, p. 72. 168 Sartori, op. cit., 1992, p. 55. 169 Emmerich, Gustavo Ernesto, “Las elecciones de 2006 y su impacto sobre la democracia en México”, ElCotidiano, septiembre-octubre, Vol. 22, núm. 145, UAM-Azcapotzalco, México, 2007, p. 5.
86
Giovanni Sartori aporta una visión más amplia en la interacción interna y externa de la
organización. Propone institucionalizar el disenso en el partido a partir de generar reglas formales
para limitar el abuso del poder por el liderazgo. Esta cuestión es trascendente para la estabilidad,
pues considera como condición intrínseca la existencia del conflicto para la construcción del
consenso.
Los partidos no se mueven en el vacío, sino a través de un sistema legal que permite la
competencia entre actores. “La actividad de los partidos sólo resulta inteligible en el seno de ese
conjunto, en el marco de un sistema.”170 Si orientamos este argumento al liderazgo, entonces
tampoco se mueve en el vacío, sino está inmerso en intereses personales, sociales y políticos que le
dan sentido a su actuación cotidiana.
En el PAN las redes que logró Felipe Calderón fueron bastante sólidas para fortalecer la
unidad del partido, en lugar de colocarla en riesgo. En el PRI Roberto Madrazo polarizó el ambiente
interno, sobre todo con Elba Esther Gordillo. En el PRD las redes de solidaridad de López Obrador
fueron un mecanismo efectivo, aunque no suficiente para ganar la elección. “En las elecciones no
sólo se trata de ganar más apoyos, sino de no perder los que se tienen. Se deben calcular razones
táctico-políticas, sociológicas y prácticas”.171
Martínez Sospedra estudia la actuación de los partidos, en sus funciones de negociación y su
lugar en la competencia política por cargos públicos. Su aporte radica en orientar su atención en
tiempos no electorales. El autor considera como principal sostén a la sociedad civil y los partidos
compiten entre sí, para conseguir su apoyo, sin embargo, ¿todos los ciudadanos se identifican con la
sociedad civil? Los partidos no se limitan a buscar el apoyo de la sociedad civil, sino también en los
sectores no organizados y no interesados en la política, es decir, aquellos ciudadanos no
identificados con ninguna oferta política, quienes pueden otorgarle votos decisivos para ganar
determinada elección.
Durante las campañas presidenciales, la relación de los partidos con otros actores fue
imprescindible, el PAN se orientó hacia el sector duro de los empresarios, el PRI con el núcleo
básico de militantes y el PRD se enfocó en los sectores vulnerables. De los tres quien obtuvo
resultados efectivos fue el PAN, debido a los cambios acertados en su equipo de campaña.
170 Martínez Sospedra, Manuel, Introducción a los partidos políticos, Ariel, Barcelona, 1996, p. 115. 171 Verge, Tánia, “The Strategies of Spanish Political Parties Towards Social Organitations” RevistaInternacional de Sociología, Vol. LXV, núm. 48, septiembre-diciembre, 2007, p. 104.
87
4.1.3 El peso del dirigente nacional
Después de las elecciones de 2006, los tres partidos han cambiado dirigente nacional. Germán
Martínez, relevó a Manuel Espino en una elección sin contratiempos. Beatriz Paredes accedió a la
presidencia nacional del PRI en reemplazo de Mariano Palacios Alcocer. Por otra parte, el proceso
interno del PRD para elegir nuevo presidente nacional fue complicado, al final el TEPJF declaró
ganador a Jesús Ortega por encima de Alejandro Encinas. El partido como hemos dicho es un
mediador entre el gobierno y los ciudadanos, sin embargo, si al interior de la misma organización el
resultado es cuestionado, la función de mediar ante el gobierno, se deslegitima así misma, como fue
el caso del PRD.
Ramón Cotarelo en sus investigaciones destaca dos cuestiones: el funcionamiento y el
control. El problema del control se agudiza en partidos con institucionalización débil, como el PRD.
Si los partidos quieren evadir el control de su democracia interna, probablemente los dirigentes
también, no obstante, si eluden la rendición de cuentas al interior de la organización, se produce
pérdida de legitimidad y credibilidad ante sus seguidores.
La pérdida de capital político ocurrió en el PRI y el PRD, en el primero la falta de límites
como presidente del partido le restó a Roberto Madrazo respeto al interior del partido. Al segundo,
con López Obrador y las acciones de resistencia lo han colocado como un líder en descenso y en la
actualidad ya no es seguido por todas las fracciones del partido. El caso del PAN, ha ido de menos a
más. Después de un resultado cuestionado, le legitimidad ha crecido y los señalamientos se han
dirigido hacia el ejercicio gubernamental y ya no al resultado de la elección presidencial.
Cabe destacar que si bien el Presidente de la República proviene del PAN, el liderazgo del
partido sigue un patrón más independiente.172 No debemos olvidar que el objetivo central de la
política sigue siendo la gestión de lo público.173 La concepción de gobierno supone una institución
de representación y administración, lo que añade capacidad de influencia y maniobra. Esto ha sido
la gran debilidad de Felipe Calderón, representar los intereses de todos los partidos y la eficiencia
administrativa, traducida en políticas públicas a la ciudadanía.
Karl Deutsch define que “los partidos son organizaciones clave para obtener resultados
sociales y políticos.”174 El autor nos orienta a entender que los partidos sin resultados electorales
positivos, son consecuencia de la falta de estabilidad de la coalición de líderes. Su concepción
172 En su administración han ocurrido reacomodos, algunos han sido inevitables, como el fallecimiento de susecretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño, otros necesarios como con Luis Téllez, ex secretario decomunicaciones y transportes y Alonso Lujambio, secretario de educación pública en su momento. 173 Ortega, Félix, “La fragmentación de la legitimidad política”, Revista Mexicana de Ciencias Políticas ySociales, año. XLVII, núm. 194, mayo-agosto, UNAM, México, 2005, p. 14. 174 Deutsch, Karl, W., Política y gobierno: Como el pueblo decide su destino, FCE, México, 1990, p. 23.
88
incluye aspectos racionales como la obtención de resultados, la interacción de grupos con el
objetivo común de acceder al poder, en esto coincide con el trabajo de Downs.
La coalición estable permite alcanzar objetivos políticos y sociales de acuerdo al contexto. Si
el liderazgo no es capaz de agregar los diversos intereses alrededor de un plan estratégico, será un
liderazgo limitado a resolver problemas entre los grupos internos, con una presencia política-
electoral incierta.
Después de las elecciones de 2006, quien ha mantenido mayor estabilidad ha sido el PRI,
luego el PAN y en último lugar el PRD. En el primero, con la llegada de Beatriz Paredes, el partido
ha logrado posicionarse como ganador en elecciones locales y estatales. El periodo 2007- 2008175
ha representado un repunte significativo para el PRI. El liderazgo de Paredes no es cuestionado por
ningún sector. En el segundo, la estabilidad de su dirigente ha contado con sobresaltos, por ejemplo
la remoción de Santiago Creel de su cargo como coordinador parlamentario en el Senado de la
República. En el caso del PRD la coalición no ofrece aspectos de estabilidad ideológica, sino de
enfrentamiento constante.
Los logros de los dirigentes pueden ser evaluados por lo que ofrecen en campaña. El principio
de diferenciación mínima, es útil para estudiar que los partidos se acomodan al estilo exitoso de sus
oponentes, no sólo porque temen perder electores, sino porque aspiran llegar al núcleo de dos tipos
de votantes: los recién ingresados al padrón electoral y los independientes.
El PAN en las elecciones de 2006 no recurrió al discurso de voto útil aplicado en el 2000,
sino a una estrategia de enfrentamiento y debilitamiento del candidato del PRD. El PRI siguió la
línea de alianza con el Partido Verde Ecologista, con resultados poco alentadores. EL PRD mantuvo
la política de alianza con partidos pequeños, lo cual le restó escaños al momento de la distribución
de cuotas.
En las estrategias electorales, el PAN comenzó la campaña con ataques contra sus
oponentes, principalmente contra López Obrador. El PRD contestó de manera tardía en los medios
de comunicación. Por su parte el PRI a pesar de su fuerte presencia mediática no logró aumentar sus
preferencias electorales.
Una de las tareas esenciales de los partidos es atender y construir propuestas que beneficien
a los ciudadanos en general. Peter Merkl señala como prioridad la “generación de programas y
175 Los resultados durante 2007 muestran un aumento en el porcentaje total de votación de 17.04 %. De 14capitales, el PRI ganó 9. Se disputaron 1219 cargos en Ayuntamiento, el PRI ganó 722, con 59 %. Fuente:“Informe Ejecutivo de Elecciones 2007”, Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Noviembre de 2007. http://www.pri.org.mx/PriistasTrabajando/documentos/Informe_Elecciones.pdf [Consultado el día 13 deabril de 2010]. El PRI durante 2008 fue el partido más favorecido electoralmente. Véase “Saldo Electoral2008”, Consulta Mitofsky, http://72.52.156.225/Estudio.aspx?Estudio=saldo-electoral-2008-2 [Consultado eldía 13 de abril de 2010].
89
políticas de gobierno, coordinación y control de los órganos de gobierno.”176 El trabajo del autor
destaca una función retroactiva al generar proyectos que vinculan sociedad-gobierno, a través de
una comunicación institucional.
En esta primera parte he expuesto como los dirigentes son pieza clave para dialogar ante el
gobierno. El liderazgo ha sido determinante para establecer posturas, políticas y estrategias para que
el partido sea competitivo o quede relegado en sus aspiraciones por cargos públicos. En la siguiente
sección abordaré la función específica del líder.
4.2 La función del liderazgo
4.2.1 Características de los líderes
Al revisar el estado de la cuestión acerca del liderazgo, encontramos que existen varios tipos
ideales,177 sin embargo, la siguiente descripción de Katz es útil para mi esquema de análisis.
En una estructura democrática el líder está obligado a consensuar. Está sometido a continuos
procesos de intercambio social con otros grupos y con sus seguidores, con los que debe pactar y
negociar para la reducción o la eliminación del conflicto. Debe responder de sus logros ante el
electorado, partido y ante otros grupos específicos. Por el contrario, en un sistema o contexto
autoritario, el líder parte de una situación de no-equidad para el intercambio.178
La definición se refiere a líderes electos de manera libre, por tanto los tres partidos cumplen
con este requisito, pues para renovar la dirigencia emiten una convocatoria. En el caso del PRD fue
un proceso interno cuestionado, no obstante “no es de extrañar que los partidos se aparten de las
pautas democráticas para la elección interna de sus candidatos.”179
Para Katz la particularidad de grupos internos obliga –idealmente- al líder del partido a
negociar y llegar a consensos en el funcionamiento de la estructura formal. En el PAN la fuerte
institucionalización permite que las decisiones sean respetadas por los miembros. En el PRD desde
su fundación180 dependen de la personalidad formal y moral de los dirigentes, primero con Cárdenas
176 Véase Merkl Peter, “La función legitimadora del líder”, Revista de Estudios Políticos, Universidad de laRioja, España, 1981. 177 Al revisar el estado de la cuestión encontramos varios tipos ideales para explicar la relación líder-seguidor, entre las cuales destacan: Líder rutinario, innovador y promotor. (Gerth y Mills, 1975: 108-142). Liderazgo tradicional, carismático y legal. (Weber, 1994: 711-716). 178 Katz, Daniel, “Patterns of leadership”, en Knutson, J.N. (ed.), Handbook of Political Psychology, SanFrancisco, Jossey Bass, 1973, p. 203. 179 Barrat, Esteve, “Los procesos de selección de candidatos en los partidos políticos”, CuadernosConstitucionales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol, núm. 3, Universidad de Valencia, España, 1995, p. 165. 180 El PRD fue fundado el 5 de mayo de 1989 por organizaciones políticas de izquierda, quienes participaronen las elecciones de 1988 en el Frente Democrático Nacional. Entre sus fundadores se encuentranCuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Datos tomados: www.prd.org.mx
90
y después con López Obrador. Mientras tanto, en el PRI están en un proceso de búsqueda de nuevos
paradigmas de funcionamiento.181
De acuerdo a las características de Katz, la rendición de cuentas debe de ser respaldada a
través de logros. El PAN alcanzó atraer más del 35 % de los votos en la elección presidencial de
2006,182 sin embargo, el triunfo electoral no es suficiente para mantener la satisfacción de la
población.
En el PRI los logros en los estados y municipios183 han posicionado a su líder como un
referente de respeto. El liderazgo de Beatriz Paredes ha soportado escándalos de militantes priístas,
tanto de gobernadores como de ex presidentes de la República. La dirigente nacional ha optado por
mantenerse a distancia184 y no entrar en polémica, además parece seguir vigente la regla no escrita
de no tocar a los ex Presidentes.185
En el PRD los resultados en los estados y municipios han sido moderados, su principal
bastión político sigue siendo el Distrito Federal y la figura que más sobresale es Marcelo Ebrard.186
La relación entre el líder saliente Leonel Cota Montaño y Guadalupe Acosta –provisional + Jesús
Ortega –candidato ganador- no fue cordial.
Las fracciones internas se han enfrentado constantemente por sobresalir como la más fuerte.
Con los grupos externos sucede lo mismo, quienes son afines a López Obrador se han polarizado
con los de Jesús Ortega. El problema es la disputa por el control del partido.
De acuerdo a lo anterior, el PAN y el PRI se colocan como los partidos más estables
respecto de la toma de decisiones al interior, aun cuando han recibido duras críticas por los
escándalos políticos recientes. A pesar de las dificultades políticas todavía existe un respeto
institucional hacia las acciones y estrategias de sus líderes nacionales.
181 Reyes, op. cit. 182 Andrés Manuel López Obrador obtuvo 35.31%, contra 35.89% de Felipe Calderón Hinojosa. Fuente:Instituto Federal Electoral. http://www.ife.org.mx/documentos/Estadisticas2006/presidente/nac.html183 Para examinar a detalle los resultados véase, “Un ciclo duro electoral 2006-2009”, Initio Política deFondo. Fuente: http://www.initio.com.mx/2008/02/06/el-muy-duro-ciclo-electoral-2006-2009/ [Consultadoel día 9 de agosto de 2008]. 184 Escándalos recientes en torno al ex Presidente Carlos Salinas de Gortari. Dos –presuntos- aspectossobresalen: la negociación de Salinas con Ahumada por los video escándalos del PRD; después lanegociación de Salinas con el gobierno de Vicente Fox a cambio de la libertad de su hermano Raúl Salinas. De lo anterior se desprende el –presunto- complot en contra de López Obrador con los videos de CarlosAhumada. Otro hecho que envolvió al PRI, fueron las declaraciones del ex Presidente Miguel de la Madridsobre la –presunta- corrupción de los Salinas y su posterior desmentido. Véase los siguientes trabajos:“Lamenta PRI escándalos”, El siglo de Torreón, 15 de abril 2009. Véase Álvaro Delgado. “La complicidadCalderón-Salinas”, Proceso, 18 de mayo 2009. 185 Véase Larissa Adler-Lomnitz, et al, 2004. 186 Ramírez Mercado, Manuel, “La distribución del voto en las entidades federativas. Análisis sobre laselecciones presidenciales en México 1988-2006”, El Cotidiano, enero-febrero, año/vol. 21, núm. 141, UAM-Azcapotzalco, México, 2006.
91
En el PRD no existe un ambiente de cordialidad política; la consecuencia se puede orientar
en la pérdida de escaños en las elecciones intermedias de 2009. Sin embargo, el riesgo de perder
votantes potenciales también se traslada a todos los partidos, incluido el PAN. “En lo que se refiere
al partido de gobierno, implica un riesgo electoral, cuyo resultado se puede traducir en la pérdida de
votos en la siguiente cita electoral.”187
4.2.2 Atributos de los dirigentes
Shamir y House188 han estudiado atributos como la personalidad y las cualidades discursivas. La
habilidad de persuasión produce relaciones de intercambios mutuos. Los miembros buscan intereses
y la tarea del liderazgo es convencer que la lealtad es el medio para conseguir objetivos personales
y colectivos.
En el PAN el discurso político se ha orientado hacia la estabilidad económica y la
aprobación de iniciativas del Presidente Felipe Calderón. La personalidad del dirigente nacional,
Germán Martínez se enfoca hacia lo institucional. De acuerdo con ello, podemos señalar que las
prioridades ideales de todo gobierno debería seguir el siguiente esquema:
Se puede hablar de partido en el gobierno entendiendo los partidos políticos como equipos de
individuos que cooperan bajo el prisma de actores racionales y si concurren las tres condiciones
siguientes:
a. Todas las decisiones importantes del gobierno deben ser tomadas por personas elegidas por el
pueblo, a través de los partidos políticos, por individuos responsables ente ellos.
b. Las políticas deben ser decididas entre el partido del gobierno (cuando haya un gobierno
monocolor) o por negociación entre partidos, cuando exista una coalición.
c. El primer ministro (presidente) y las personas más relevantes dentro del gabinete, deben ser
seleccionadas dentro de sus partidos y ser responsables ante el pueblo de dichas
organizaciones.189
Las tareas de un partido en el gobierno implican que el liderazgo es corresponsable de las
decisiones. Está obligado a negociar con los demás dirigentes de oposición, lo cual produce un
efecto: si el partido en el gobierno no logra conciliar intereses, la consecuencia es un Ejecutivo
187 Reniu, Joshep y Bergman, Torbjörn, “Spanish Political Parties Strategies Goals and Decision-MakingDurin the Formation of Nacional Gobernments”, Política y Sociedad, vol. 40, núm. 2, UniversidadComplutense de Madrid, Madrid, 2003, p. 68. 188 Shamir, Arthur y House, R.J., “The Rhetoric of Charismatic Leadership: a Theoretical Extension, a CaseStudy, and Implications for Research”, Leadership Quarterly, 5(1), Israel, 1994. 189 Román, Paloma y Ferri, Jaime, “Executives and Coaliction Strategics”, Política y Sociedad, vol. 40, núm. 2, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2003, p. 18.
92
paralizado y estancado. Por el contrario un gobierno con minoría legislativa, puede avanzar en la
agenda política siempre y cuando asuma un gobierno compartido y se aleje de uno dividido.
Regresemos a los atributos de los dirigentes. En el PRI, la personalidad de Beatriz Paredes
sin ser carismática, sino administrativa, le ha redituado saldos positivos al partido respecto de su
relación con el gobierno federal. Ubico su actuación con un mayor control y oficio político para
controlar a los miembros del partido. Esto podría ser explicado porque cuenta con una larga carrera
político-legislativa, que además incluye un cargo como gobernadora,190 aunque Germán Martínez y
Jesús Ortega también se han desempeñado varias veces como diputados federales.
En el PRD el discurso político está dividido entre quienes aprueban una relación más
cercana con el presidente Felipe Calderón y quienes todavía apoyan a López Obrador. El actual
presidente nacional del partido, Jesús Ortega se inclina más hacia la primera. De acuerdo a lo
anterior no existe una línea definida sobre el posicionamiento en diversos temas. En la tabla 1 se
muestran las características generales del tipo de liderazgo en los tres partidos más significativos en
México.
Cuadro 42 Liderazgo administrativo en el PAN, PRI, y PRD: 2006-2009
Dirigente nacional Características del tipo de liderazgo Cargos públicos
(PRI) Beatriz Paredes Periodo 2007-2011
(PAN) GermánMartínez
Periodo 2007-2010
(PRD) GuadalupeAcosta(provisional)Periodo 2008 mayo-
noviembre
Liderazgo administrativo fuerteControl de los gruposResultados electorales positivosOficio político para dialogarPersonalidad integradora
Liderazgo administrativo intermedioControl moderado de los gruposResultados electorales competitivosConflictos entre miembrosPersonalidad dominante
Liderazgo administrativo débilEnfrentamiento de las fraccionesDesignación interina cuestionadaPersonalidad débil
Gobernadora de Tlaxcala1975-1978
Diputada Local XLVIII Legislatura Tlaxcala1975- 1978
Diputada Federal LI Legislatura 1979-1982
Diputada Federal LIII Legislatura, 1985-1988
Diputada Federal LVIII Legislatura 2000-2003
Senadora LVII Legislatura 1997-2000
Diversos cargos en el partido
Diputado Federal LVII Legislatura 1997-2000
Diputado Federal LIX Legislatura 2003-2006
Diversos cargos en el partido
Dos veces Diputado local
Diversos cargos en el partido
190 Fue gobernadora de Tlaxcala durante el periodo 1987-1992. Ha sido Diputada local por Tlaxcala y variasveces Diputada Federal, así como Senadora de la República.
93
(PRD) Jesús OrtegaPeriodo 2008-2011
Liderazgo administrativo débilDivisión de las fraccionesResultados electorales en descensoAusencia de legitimidad Personalidad débilEnfrentamiento con el líder carismático endescenso (López Obrador).
Diputado federal LI Legislatura 1979-1982
Diputado federal LIV Legislatura 1988-1991
Diputado federal LVI Legislatura 1994-1997
Senador LVIII- LIX Legislatura 2000-2006
Diversos cargos en el partido
Fuente: Elaboración propia con base en la revisión de documentos y archivos de cada partido.
Las categorías deseables –ideales- de la cuadro son elaboración propia para contrastar el
liderazgo carismático ante el liderazgo administrativo. El primero no nos ocupa en este trabajo, en
el segundo mi intención es distinguir el perfil propio de los dirigentes de los tres partidos más
fuertes en el sistema de partidos.
Para caracterizar el liderazgo administrativo consideramos los siguientes elementos:
proviene de una elección interna abierta o cerrada, en la primera participan todos los militantes de
manera libre, en la segunda se eligen mediante convecciones de delegados o consejeros.
El apoyo de los grupos o fracciones hacia el dirigente nacional cumple una función vital al
interior de la organización. La capacidad de ampliar la red de apoyo para la toma de decisiones es
crucial para un liderazgo efectivo. Un factor que describe este tipo de liderazgo, es la posibilidad de
influir en la distribución y designación de candidaturas, aunque con cierta limitación.
Para clarificar la tipología, el líder administrativo-fuerte posee características ideales como:
control partidario (estructura orgánica del partido), resultados electorales ganadores (estrategias
político-electorales) así como capacidad de negociación con diversos actores (perfil político y
personalidad). Entre mayor grado de control de tales características, mayor fortaleza de su liderazgo
administrativo.
Si bien una organización no depende necesariamente de un líder porque la estructura es más
fuerte que una persona, sí es útil desde una perspectiva funcional cuando la estructura es débil. Los
dirigentes nacionales del PAN y el PRI los ubico como administrativos y no como carismáticos,
mientras en el PRD han persistido líderes carismáticos informales (Cárdenas y López Obrador),
aunque en un proceso de descenso de su carisma. La disputa actual del PRD se presenta entre el
liderazgo carismático en descenso de López Obrador y el liderazgo administrativo-débil de Jesús
Ortega. De los tres partidos, el único con estructura débil es el PRD. Para académicos como Igor
94
Vivero el PRD debe reforzar su actuación en tres aspectos: “organizativo, ideológico-pragmático y
electoral”.191
4.2.3 Estímulos y recompensas
El proceso de estímulos mutuos es un aspecto fundamental para evaluar el éxito de los dirigentes de
los partidos.192 Los miembros siguen leales porque obtienen beneficios por su apoyo. Podemos
agregar dos explicaciones: la primera de índole democrático-estatutario, obtienen posibilidades
ideales o materiales de participar por un cargo en el partido, o bien competir en elecciones internas
para ser postulado a un escaño en el Poder Legislativo, local o federal.
La segunda es político-personal: los militantes buscan la consecución de prestigio y valores
como el reconocimiento social, objetivos propios que pueden convertirse en colectivos cuando el
candidato accede al ejercicio del gobierno y le retribuye una posición política y económica.
De acuerdo a estas dos explicaciones, el partido más sólido en este esquema es el PAN,
porque a través de su fuerte institucionalización la distribución de candidaturas y cargos se
mantiene cohesionado al interior. En el PRI con una estructura sólida, el reparto se ha vuelto más
competitivo. La disputa por la nominación de candidaturas sigue un camino institucional a través de
las convocatorias que emite el partido. En el caso del PRD después de las elecciones presidenciales
de 2006, las fracciones buscan mantenerse vigentes, la lealtad no se orienta precisamente hacia sus
líderes históricos, sino a dirigentes locales y estatales.
En el PAN el aparato propicia una relación homogénea entre los miembros y el Poder
Ejecutivo; como partido en el gobierno existe mayor oportunidad de crecimiento y reparto de
incentivos. En el PRI el capital político de incentivos se orienta principalmente hacia los estados
gobernados. En el PRD el principal bastión de reparto de cuotas es el Distrito Federal, si bien es
fuerte en otros estados,193 en la Ciudad de México, la disputa por las Delegaciones y la Asamblea
Legislativa representa mayor complejidad por el enfrentamiento de sus fracciones internas.
Un elemento más que permite examinar la efectividad del liderazgo es identificar el tipo de
estrategias electorales. En elecciones anteriores el PRD estableció lo que Yolanda Meyenberg
191 Vivero, Igor, Desafiando al sistema. La izquierda política en México, evolución organizativa, ideológica y electoral del Partido de la Revolución Democrática (1989-2005), Miguel Ángel Porrúa, México, 2006. 192 Sprott, W. J. H., “Liderazgo”, en W. J. H., Sprott, (coord.). Psicología y sociología del poder, BuenosAires, Paidós, 1975. 193 El PRD gobierna Zacatecas, Michoacán, Baja California Sur, Guerrero, Chiapas. Fuente:http://www.prd.org.mx/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=15&Itemid=169[Consultado el día 12 de marzo de 2010].
95
define como “operación franquicia”.194 En sus trabajos expone que el PRD adoptó medidas
electorales enfocadas a ganar elecciones. Durante el periodo 1996-1999 López Obrador como
dirigente nacional, ofreció espacios a candidatos con la posibilidad de obtener triunfos.
Este proceso no fue habitual en los demás partidos, pero podemos destacar ciertos casos en
2006. Demetrio Sodi salió del PRD para ser postulado por el PAN como candidato a Jefe de
Gobierno del Distrito Federal. El Senador Rodimiro Amaya, quien en su pasado había salido del
PRI hacia el PRD, regreso nuevamente al PRI para contender por la candidatura al gobierno de Baja
California. Arturo Núñez, quien efectúo una larga carrera política en el PRI fue postulado al Senado
de la República por el PRD. Diodoro Carrasco Altamirano dejó el PRI para ser postulado como
Diputado federal por el PAN. Después de 2006 en los tres partidos mayoritarios esta tendencia ha
sido casi nula.
Lo expuesto por Yolanda Meyenberg denota las características del proyecto político y las
estrategias electorales promovidas por los partidos. La estrategia refiere un proceso de negociación
con políticos de alta convocatoria, en la cual participan la dirigencia nacional y los grupos locales
del partido con quienes se debe llegar a un acuerdo para que acepten la candidatura. El partido
puede postular a un candidato externo por dos medios: a través de la negociación con grupos, con
una actitud de integración para evitar el conflicto, rupturas internas y mantener la estabilidad. Por
otro lado, el líder puede utilizar la imposición, para designar sus propios candidatos. Este tipo de
decisiones puede provocar tensiones, falta de cohesión interna y la salida de miembros hacia otras
organizaciones.
El esquema de la investigadora se fortalece reflexionando sobre los efectos de la derrota, por
ejemplo: el partido no gana la elección, pero sí consigue aumentar su presencia en la votación
general, lo cual produce un efecto positivo en la asignación de escaños vía representación
proporcional. Por lo tanto, el concepto contempla dos aspectos: la victoria o derrota en la elección y
el avance o retroceso en el porcentaje de votos.
Para Hemphill195 un liderazgo eficaz se basa en la combinación de factores como la
personalidad y capacidad para negociar. Se pueden sumar habilidades para percibir exigencias del
grupo que dirige. Beatriz Paredes cuenta con una personalidad fuerte y respeto de los miembros del
194 Meyenberg Leycegy, Yolanda, “El PRD. La pugna por un liderazgo”, en Espinoza Toledo, Ricardo, yMirón Lince, Rosa María, (coords.), Partidos políticos en México: nuevos liderazgos y relaciones internasde autoridad, México, UAM/AMED/UNAM, México, 2004. 195 Hemphill, John K., “El líder y su grupo”, en Browne, C. G y Cohn, Thomas, S. (coords.), Estudio delliderazgo, Paidós, Buenos Aires, 1958.
96
partido. Germán Martínez posee un temperamento fuerte y dominante hacia las decisiones del
partido y finalmente Jesús Ortega muestra una capacidad débil para unificar al PRD.
En términos de rentabilidad electoral, el liderazgo de Paredes ha sido el más exitoso si
consideramos que ha remontado terreno después del tercer lugar que ocupó en las elecciones
presidenciales de 2006. La dirigente ha logrado posicionar al partido como competitivo en el ámbito
local y estatal.
Para el PAN y el PRD las elecciones intermedias de 2009 serán una prueba significativa
para evaluar su desempeño. Para el primero, mantener los escaños en la Cámara de Diputados y
lograr reformas para el gobierno de Felipe Calderón, para el segundo reacomodar su liderazgo
carismático o resignarse como un partido dividido y colocarse como una fuerza política en
descenso.
Cualidades y habilidades efectivas en los líderes son necesarias para evaluar logros y
fracasos, sin embargo, como veremos en el siguiente apartado, ante un contexto adverso, la
retroalimentación del conflicto político es vital para negociar y consensar decisiones de alto
impacto.
4.3 Conflicto como oportunidad de negociar
4.3.1 Cómo entender el conflicto
El término conflicto es pertinente para explicar el comportamiento intenso entre los partidos y al
interior de los mismos. Por tanto, propongo entenderlo con aspectos positivos como el disenso
político. Sartori sostiene lo siguiente:
Las sociedades pueden ser consensuales o conflictivas, integradas o segmentadas. Pero es un
hecho que las formas democráticas están sobrepuestas, tanto en las sociedades consensuales cuanto
en sociedades conflictivas. De ello se puede recabar que el consenso social no es necesario y
también cambiando el planteamiento, que la democracia no exige consenso sino conflicto, que la
democracia es maximizada y enriquecida por el conflicto.
Orientar esta explicación al estudio de los partidos es concebir que el conflicto beneficie el
desarrollo de la vida institucional del sistema de partidos, por tanto, cuando estudiamos a los líderes
y dirigentes encontramos que éste permite adaptar el objetivo y meta de las organizaciones.
Adecuar las estrategias no sólo es pertinente, sino necesario, ya que “los partidos se han convertido
97
en organizaciones complejas que están muy lejos de aquellos actores-organizaciones homogéneos y
uniformes que hablaban como única voz y caminaban en una sola dirección.”196
El aporte de Sartori no se limita a la concepción general y negativa, sino incluye aspectos
como respetar el disenso político. El contenido encierra elementos como el consenso y el diálogo
para evitar la imposición política. Después de las elecciones presidenciales de 2006, el PAN ha
experimentado conflictos políticos con el PRD y el PRI. El enfrentamiento con el PRD se ha
concentrado en términos generales en los siguientes acontecimientos: el plantón en avenida
Reforma, las disputas por el grito del 15 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México, la
clausura del Congreso por simpatizantes de López Obrador y las diferencias en torno a la reforma
energética. El manejo del conflicto por parte del gobierno de Calderón ha sido poco efectivo, lo ha
visto más en el sentido negativo, como obstáculo para alcanzar acuerdos en lugar de propiciar
arreglos institucionales entre ambos.
En el caso del PRI, la relación no ha sido tan conflictiva, sino cercana. El partido se ha
convertido en el mayor aliado del gobierno para negociar reformas estratégicas, sin embargo, al
decir aliado no me refiero a que apruebe todo, sino está más dispuesto que el PRD.
Para Sartori el conflicto está presente en todos los sistemas sociales sean autoritarios o
democráticos, de ahí se desprende la necesidad del conflicto como un elemento cohesionador del
sistema. ¿Pero cómo puede el conflicto cohesionar? El aspecto positivo del conflicto produce
posturas opuestas, diferentes visiones y proyectos, de tal forma que ocurre un proceso de
retroalimentación continuo.
Con el conflicto surge la necesidad de llegar a acuerdos para recobrar la estabilidad, por
ende, la organización saldrá fortalecida al terminar la tensión. Si el gobierno está en constante
conflicto, también estarán en constante movimiento nuevas propuestas, estrategias para adaptarse de
manera eficaz al entorno, negociando el tipo de demandas.
Existen tres tipos ideales para resolver conflictos organizacionales: “Dominación,
compromiso e integración”197 En el primero el líder es tan fuerte que sólo es posible la imposición a
los demás, no existe la posibilidad de competencia; en el segundo el compromiso es un acuerdo
bajo concesiones recíprocas, el reparto de incentivos ocurre en el corto y largo plazo. Aquí el
conflicto arroja acuerdos para tratar de satisfacer demandas de los miembros, pero están
condicionadas por el liderazgo. Finalmente en la integración, ambas partes del conflicto ganan,
196 Oñate, Pablo, “Participación política, partidos y nuevos movimientos sociales”, Revista Mexicana deCiencias Políticas y Sociales, año. XLVII, núm. 194, mayo-agosto, UNAM, México, 2005, p. 120. 197 Crozier, Michel y Friedberg, Erhard, El actor y el sistema, las restricciones de la acción colectiva, Alianza, Madrid, 1977, p. 45.
98
aunque la distribución sea desigual en cierto momento, todos obtienen retribución, formal o
informal.
El PAN ha tratado que la relación con los dos partidos importantes sea la de compromiso,
sin embargo, no depende exclusivamente de él, sino de la disposición de los partidos de oposición.
Durante el periodo 2006-2009, el PAN ha propiciado elementos para mantener la estabilidad, una
muestra de ello fue la negociación para cambiar a los consejeros electorales del IFE, la reforma para
que el Presidente ya no vaya a entregar físicamente el informe del estado general del gobierno,
ambas reformas para evitar confrontación.
4.3.2 Estímulos en el conflicto
Michel Crozier concibe el intercambio como una relación reciproca, favorece más una de las partes,
pero nunca es absoluto. Esta descripción de intercambio representa una faceta, en la cual, todos los
miembros son vitales para el funcionamiento estable del sistema, no obstante, produce una
retribución tendencial hacia los partidos más fuertes. Existe una gama de posibilidades materiales y
no visibles que pueden ser asignados, vía institucional o de forma discrecional.
En un sistema democrático surge la tendencia hacia reglas más estrictas sobre el manejo de
incentivos en el sistema político. A continuación abordaré una concepción alternativa sobre los
intercambios:
Los actores intercambian recursos específicos para obtener resultados determinados, como el
apoyo político. Sin embargo, hay muchos casos de cooperación política que nada tienen que ver con
un intercambio de recursos. En ocasiones es difícil predecir si un conjunto de intercambios dará o
no resultado el apoyo político requerido.198
Esta perspectiva sugiere que el liderazgo –del gobierno o partidos- debe contemplar la
posibilidad de que el apoyo no proporcione los resultados esperados. Para aplicar decisiones
efectivas pueden recurrir a análisis de factibilidad cuando los intercambios son públicos y
colectivos, pero cuando éstos son privados y desiguales la discrecionalidad suele ser el parámetro.
Theodore Lowi199 ha estudiado la misma línea de investigación que Meltsner. Lowi concibe
la cohesión y el intercambio entre actores gubernamentales. En sus investigaciones destaca la
unidad, el entendimiento, los arreglos pacíficos, institucionales y no institucionales. El respeto de
las prácticas informales es pertinente para que una organización logre sus objetivos, metas y fines.
198 Meltsner, Arnold, “La factibilidad política y el análisis de políticas”, en Aguilar, Luis (coord.), Lahechura de las políticas, Miguel Ángel Porrúa, México, 2003, p. 383. 199 Lowi, Theodore T., “Políticas públicas”, en Aguilar, Luis (coord.), La hechura de las políticas, MiguelÁngel Porrúa, México, 2003.
99
Para la estabilidad de los grupos y la eficacia para resolver conflictos se necesita la
negociación, al mismo tiempo, la cohesión del grupo mayor se conserva en razón de las metas que
comparten los grupos particulares que lo constituyen, ya que ningún grupo dominante puede
contener el conflicto partiendo, subdividiendo y distribuyendo casi al infinito los intereses y
beneficios en juego.
El autor señala que el consenso y la integración de intereses, produce unidad del grupo
dirigente. Introduce el elemento de la eficacia y la negociación en la solución de problemas. La
perspectiva muestra que la imposición no es el medio para la estabilidad, sino se construye
mediante el diálogo e inclusión de diversos puntos de vista. El poder se observa de manera
distributiva-horizontal entre los grupos que interactúan en el sistema.
4.3.3 La disputa por el poder
Los miembros de los grupos internos compiten por acceder a la dirección nacional. Este proceso es
natural en la búsqueda del poder político. Esto es posible porque están inmersos en un sistema con
reglas democráticas que permiten la rotación de cargos.
La disputa por el poder requiere aplicar estrategias de rentabilidad para ganar en la
competencia política. El concepto de competencia vincula mecanismos para contender por cargos
públicos en las elecciones. Sartori la define como: “una estructura o regla del juego, así la
competencia abarca la no-competitividad. Posibilidad de varios partidos, de perseguir el mismo
objetivo.”200
Me parece pertinente introducir este concepto por dos cuestiones: se origina en el terreno
externo ante los demás partidos y entre los grupos internos. Lo enfoco en dos planos: primero el
liderazgo inserta partido en las mejores condiciones para conseguir victorias en todos los ámbitos
gubernamentales. En el segundo el liderazgo regula –idealmente- la competencia interna entre los
grupos. Si los dirigentes partidistas son capaces de insertar con éxito, los miembros se sentirán
integrados y apoyarán el proyecto en las diversas coyunturas político-electorales, por el contrario, si
existe monopolio de las decisiones y estrategias el apoyo se pierde.
Coincido con Sartori que en la competencia democrática, las estructuras y reglas legales son
necesarias porque se puede impugnar resultados y decisiones del partido. Esta intervención sólo se
concibe en el marco de reglas establecidas e inmersas en órganos electorales superiores, como el
TEPJF. A la par del concepto de competencia está el de competitividad, definido como: “Un estado
200 Sartori, op. cit., 1992, p. 206.
100
concreto del juego. Así la competitividad, es una de las propiedades o de los atributos de la
competencia.”
La competitividad está relacionada con la competencia, es decir, las situaciones específicas
de quienes aspiran por el poder político. En la competitividad ciertos actores poseen más
posibilidades por varias razones: proyecto político, acceso a los medios de comunicación, así como
la fortaleza organizativa de la estructura electoral.
La competencia asegura las mismas posibilidades ideales de ganar, pero en la
competitividad, la simpatía de los candidatos, el prestigio del equipo de campaña, los recursos
humanos y financieros, cargan la balanza más hacia uno. No debemos olvidar que factores no
visibles como la influencia, el poder económico, permiten mejores oportunidades de competir.
La competencia en el sistema de partidos en México es diversa y plural201 pero mantiene una
estructura centrada en tres partidos grandes, PAN, PRI y PRD, quienes en las dos últimas
elecciones presidenciales se han alternado el segundo lugar en las preferencias de los votantes. En el
proceso electoral del 2000, el partido ganador fue el PAN, seguido del PRI y el PRD. En el 2006
nuevamente ganó el PAN, pero el PRD quedó en segundo lugar y el PRI fue relegado hasta el
tercer lugar. Esto demuestra que los votantes han diferenciado su voto y que el diseño electoral es
competitivo aunque arroja un “pluralismo moderado-excluyente en tres partidos”.202 Si el sistema es
competitivo, la actuación de los líderes exige altos índices de efectividad y rentabilidad. Resultados
electorales positivos requieren de una combinación de diversos factores como: candidatos con
posibilidades de ganar, campañas idóneas al contexto, financiamiento, medios de comunicación,
entre otros. La capacidad de los dirigentes y de la coalición de líderes es crucial para situarlo con
posibilidades de triunfar en la elección.
El presidente del partido asume un discurso político con el cual, puede apoyar o bien
obstaculizar al (o los) candidato(s) o miembros del partido. Si el dirigente respalda y acude a los
actos de campaña, se envía un mensaje de unidad partidista. Si logra que las fracciones o grupos
sumen ayuda organizativa y burocrática, la posibilidad de ganar aumenta. Si además el líder cuenta
con características carismáticas positivas, la influencia de éste será determinante. Por el contrario, el
dirigente nacional puede interferir en actos de campaña, un ejemplo reciente es el caso de Jesús
Ortega tratando de limitar promocionales de López Obrador.203 Esto produce una imagen dividida a
los votantes, lo cual puede generar consecuencias desfavorables en la siguiente elección.
201 Según Arenas, op. cit., p. 7. El espectro ideológico se ubica de la siguiente forma: PRI-PAN como centro-derecha y PRD centro-izquierda. 202 Espinoza y Meyenberg, op. cit, p. 361203 Véase “El IFE autoriza difundir spots de López Obrador” El Universal, 19 de mayo de 2009.
101
A partir de nuestra interpretación del liderazgo, el PRI y el PAN poseen mayores ventajas
políticas y estructurales que el PRD en términos de consolidación de la estructura partidista. La
actuación de Beatriz Paredes y Germán Martínez provee al partido un discurso político definido,
apoyo técnico y operativo para sus candidatos, lo cual es débil en el PRD. En la siguiente sección
ofrezco un balance de las características propias de cada partido y su posición en el sistema de
competencia. Aun cuando asumo una delimitación espacio-temporal, existen temas pendientes en el
estudio del liderazgo que van más allá de este libro.
4.3.4 La lucha por el poder en el 2012
Las características del liderazgo de los tres partidos fuertes del sistema de partidos inciden su
desempeño electoral. Partimos del supuesto que mientras los líderes del PRI han contribuido a
posicionar a su partido, los del PAN y del PRD, respectivamente, no han podido superar el
estancamiento electoral ni los conflictos internos de sus organizaciones.
En el PAN, partido de estructura burocrática bien definida orienta la nominación del
abanderado presidencial en una lucha entre el favorito del presidente de la República en turno y el
candidato de los adversarios internos. En la actualidad, esa disputa parece seguir un ruta parecida a
la de 2006, cuando el preferido de Vicente Fox era Santiago Creel; ahora, es Ernesto Cordero quien
cuenta con el respaldo del presidente Felipe Calderón, no obstante en ambos casos el candidato del
presidente no contaba con la suficiente fuerza para ganar la nominación.
En el PRI en 2011 se perfilaban dos aspirantes: Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña
Nieto, finalmente este último fue nominado. Los resultados de las encuestas durante los últimos tres
años lo han ubicado con altas preferencias ante los ciudadanos, no obstante el escenario no está
definido de manera absoluta.
En el PAN, después de una larga lista de suspirantes, quedaron sólo tres: Josefina Vázquez
Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel. Este partido ha sido el único en establecer un proceso
interno de nominación presidencial. La recta final de este proceso arrojara un candidato que se
encuentra en segundo lugar en los sondeos y encuestas frente a Enrique Peña Nieto.
Por su parte, en el PRD la disputa quedó atrás al postular a Andrés Manuel López Obrador.
Marcelo Ebrard el otro aspirante aceptó los resultados de las encuestas que ubicaron con mayor
aceptación a López Obrador. La tarea del PRD es unificar a todas las fracciones internas, este recae
sobre el dirigente nacional Jesús Zambrano, contradictorio porque ha sido un adversario interno de
López Obrador.
102
En el PAN, Gustavo Madero se enfrenta a la dificultad de encontrar la manera de quedar
bien con el candidato del presidente, Ernesto Cordero, sin quedar mal con los otros aspirantes
presidenciales de su partido, Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel.
El PAN no ha resuelto la dualidad de ser partido del gobierno y expresión ciudadana; el
PRD no ha superado la fractura interna derivada de ser el partido de los Lópezobradoristas y querer
ser un partido con vocación de gobierno; el PRI, a su vez, viene de una historia de rupturas
ocasionadas por las formas de selección del candidato presidencial que aún no ha sido superada.
El PRI se ha recuperado en todos los ámbitos de gobierno. Humberto Moreira trató de seguir
la línea de su antecesora. (Beatriz Paredes). Pedro Joaquín Coldwell relevó en el cargo a Moreira
por presuntos delitos en la administración de los recursos cuando fue gobernador de Coahuila.
En el PRD, López Obrador ha visto disminuir su liderazgo aunque, en la actualidad, se
encuentra en un proceso de reacomodo. Cuenta con un capital político importante con miras a la
elección presidencial de 2012, pero los errores estratégicos en las elecciones del Estado de México
disminuyeron sus bonos. El PAN ha experimentado un estancamiento. La competencia por el poder
presidencial en 2012 está lejos de terminar, más bien la competencia real está por ocurrir.
103
CONCLUSIONES
A partir de 1977 el sistema político mexicano comenzó a sufrir cambios significativos en la
legislación electora, esto permitió la participación política de la oposición e influyó en el cambio del
sistema de partidos, así como en el sistema de representación política en el ámbito estatal, en el
Congreso (ambas Cámaras), así como en el terreno municipal.
La oposición comenzó gradualmente a ganar espacios y una fuerza real, para presentarse
como un contrapeso frente al gobierno. El año 1991 marcó el inicio de un sistema competitivo y el
desmantelamiento del sistema de partido hegemónico, desmoronado totalmente en las elecciones
del 2000.
El sistema de partidos pasó de ser un sistema de partido hegemónico a un sistema de
“pluralismo moderado”204 excluyente, o como lo define Alonso Lujambio “democracia
consensual”205 Los votos se concentran en tres partidos competitivos (PAN, PRI, PRD), los cuales
se disputan el lugar de primera fuerza. El sistema político mexicano ha ganado matices
democráticos, principalmente en materia electoral, pero la democracia no se reduce sólo a eso, va
más allá.
La alternancia en la presidencia de la República es un síntoma del proceso de
democratización, el cual no terminó con la derrota del PRI, continua, todavía existen tareas
pendientes, una de ellas erradicar el presidencialismo y avanzar en mecanismos que mejoren el
diseño de negociación y consenso entre los Poderes públicos.
La transición democrática en México ahora genera pendientes estructurales para su
consolidación; una de esas tareas es terminar con el sistema “presidencialista.”206” Durante décadas
este sistema ha limitado el ejercicio de las funciones de los Poderes Legislativo y Judicial; la opción
refiere cambiar la lógica del sistema mediante una Reforma política para modificar, las relaciones,
el ejercicio y la responsabilidad del Ejecutivo frente a los otros Poderes.
La Reforma del Estado implica modificar el federalismo; exige cambios estructurales para
que funcione de manera real, y no solo plasmado en un papel. El IFE demostró la posibilidad de
204 Pluralismo moderado. Se caracteriza porque no es muy amplia la distancia ideológica, la competencia sedirige más bien hacia el centro, además de que hay posibilidades de coalición. Un sistema de pluralismomoderado se caracteriza por: 1. una distancia ideológica relativamente pequeña entre partidos importantes; 2. una configuración de coalición bipolar; 3. una competencia centrípeta; 4. Estos sistemas pluralistasmoderados, están compuestos por más de dos y menos de cinco o seis partidos importantes. Cfr. Sartori,Giovanni, 1987, op. cit, p. 225205 Democracia consensual, es un sistema multipartidista en elecciones competitivas, donde el poder tieneque ser compartido. Cfr. Lujambio Alonso. El poder compartido: un ensayo sobre la democratizaciónmexicana, Océano, México, 2000. 206 Jorge Carpizo lo denominó “presidencialismo”, por otra parte Arnaldo Córdova le llamó“superpresidencialismo.”
104
respetar la legalidad e imparcialidad de los resultados electorales, sin embargo no significa que el
régimen mexicano sea una democracia consolidada. El reto ahora es “consolidar la democracia.”207
El sistema de partidos en México posee una estructura concentrada en la actuación de tres
partidos fuertes: PAN, PRI y PRD. La actuación de los dirigentes ha sido fundamental para ubicar
al partido como competitivo, principalmente a través del tipo de liderazgo ejercido durante el
periodo 2006-2009.
La eficacia de las estrategias promovidas ante los demás partidos y el gobierno han
repercutido en la fortaleza de la estructura del partido. Después del cuestionamiento electoral de
2006, el PAN se ha fortalecido y se ubica como un interlocutor constante en el Congreso de la
Unión. Al interior se evidencia cohesión y estabilidad, no sólo en términos ideológicos, sino
político-pragmáticos. Su relación con el PRI se mantiene constante, aunque no coincidente en todos
los puntos. Con el PRD una vez resuelto el problema de la elección interna para renovar dirigente
nacional, el papel de Jesús Ortega es de disposición a dialogar y limitar la actuación de López
Obrador.
La relación entre el Presidente Calderón y el Jefe de gobierno del Distrito Federal Marcelo
Ebrard se centra en el terreno institucional. Si bien hay diferencias políticas no hay enfrentamientos
relevantes. Al revisar el periodo 2000-2006, encuentro una diferencia notable respecto de la
administración de Vicente Fox como Presidente y López Obrador como jefe de gobierno, quienes se
enfrentaron políticamente en diversos temas. Con Marcelo Ebrard y Felipe Calderón no ha sido así.
El estado actual de los tres partidos respecto de su institucionalización es el siguiente: El
PRI y el PAN se presentan con una estructura consolidada dotada de relaciones regulares y estrictas
a través de sus reglamentos y estatutos. En el PRD la consolidación es una tarea pendiente y
necesaria. El partido más conflictivo es el PRD por su origen fundacional. La lucha es diversa por
acceder a cargos y candidaturas. Le sigue el PRI, quien desde la década de 1940 se definió en
sectores y éstos han permeado en el funcionamiento del partido.208 Finalmente el PAN posee una
estructura político-burocrática sólida, no sólo en el terreno organizativo, sino en el plano ideológico.
207 Consolidar la democracia significa terminar con la incertidumbre y provisionalidad que es característicade los procesos de transición, así también cuando los actores se han sentado y obedecen una serie de reglasmás o menos explicitas, que definen los canales a los que pueden recurrir para acceder a los roles delgobierno, la normalidad se convierte en una característica fundamental de la vida política; aquí la democraciaes vista como el “único juego valido en el pueblo” aunque no a todos les gusta, pero señala Di Palma:mientras más exitosos hayan sido los acuerdos durante la transición, habrá menos sobresaltos, para que latransición se consolide. Véase Cárdenas Gracia, Jaime. Texto inédito, op. cit., p. 13. 208 Las candidaturas para el Congreso antes de 1988 eran negociadas, entre varios grupos de coalición, loslíderes de las principales organizaciones pertenecientes al PRI, la Confederación de trabajadores de México(CTM, sector obrero), la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) y la ConfederaciónNacional Campesina (CNC, sector campesino). Langston, op. cit., p. 472.
105
En el PRI la mayor institucionalización permite mayor estabilidad en el reparto de
candidaturas. La dirigencia de Beatriz Paredes se presentó como un liderazgo administrativo-fuerte,
el cual la ubica como un referente imprescindible si el gobierno de Felipe Calderón aspira lograr
acuerdos en temas energéticos, fiscales y del presupuesto. La relación con los coordinadores
parlamentarios no ofrece mayor problema, tanto con Manlio Fabio Beltrones en el Senado, como
con Emilio Gamboa en la Cámara de Diputados. La estabilidad interna se presenta como efectiva.
Después que el partido quedará en tercer lugar en las elecciones presidenciales de 2006, ha
ganado terreno en el ámbito local y estatal. En relación con lo demás partidos, se presenta dispuesto
a negociar y debatir. Con el gobierno de la Ciudad de México, no existen situaciones que permitan
señalar un enfrentamiento, más bien existe un ambiente de respeto político. Tal vez el mayor
contrapeso institucional hacia la actividad gubernamental de Marcelo Ebrard, se ubique en las
acciones del Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quien mantiene un alto
carisma, obras públicas constantes como las del Jefe de gobierno del Distrito Federal. Ahora Peña
Nieto se ubica como el candidato del PRI para las elecciones presidenciales del 2012.
La dirigencia del PRD desde 2006 hasta 2009 presenta dos periodos: primero con Leonel
Cota, quien apoyó abiertamente a López Obrador en las acciones de resistencia civil. El segundo,
durante 2008 y 2009 con Jesús Ortega ya como presidente, el PRD se ha distanciado de López
Obrador, dando prioridad al reacomodo de las fracciones, principalmente de Nueva Izquierda. En
2012 el reacomodo sigue igual, el líder Jesús Zambrano nuevamente es del grupo opuesto al de
López Obrador.
En la primera etapa con Cota Montaño ubicamos un liderazgo administrativo- intermedio; en
la segunda con Jesús Ortega un liderazgo administrativo-débil. El PRD atraviesa su peor momento
en términos de simpatía y legitimidad ante la ciudadanía. En años pasados contaba con un líder
carismático-fuerte, primero con Cuauhtémoc Cárdenas y después con López Obrador, quienes por
su influencia dirigieron el rumbo del partido en el plano formal e informal. Sin embargo, en este
momento ninguno de los dos posee la fuerza suficiente para controlar a las fracciones.
Estas divergencias internas han provocado una postura incierta ante el gobierno de Felipe
Calderón y en el Congreso. El reto del PRD es unificarse o seguir como un partido en declive
ideológico, electoral y de izquierda intolerante. Los demás partidos209 asumen un papel no muy
significativo en el Congreso, por lo tanto el liderazgo de éstos lo ubico como débil.
209 La composición de diputados por partido en la LX Legislatura es la siguiente: Convergencia 18; PartidoVerde, 17; Partido del Trabajo 11; Nueva Alianza 9; Partido Social Demócrata 7; Partido Acción Nacional,206; Partido de la Revolución Democrática, 126; Partido Revolucionario Institucional, 106. Fuente: Cámarade diputados: http://sitl.diputados.gob.mx/listado_diputados_gpnp.php?tipot=TOTAL [Consultado el día 10de febrero de 2010].
106
El liderazgo partidista en el sistema de partidos en México se presenta como un factor más
del proceso de disputa por el poder político. Éste ha determinado el éxito o fracaso del partido en
los procesos electorales, a su vez también es corresponsable del estado actual de institucionalización
de la organización. El esquema de tres partidos-excluyentes seguirá mientras las condiciones en la
legislación electoral no presenten modificaciones sustanciales.
Si bien en este trabajo hemos realizado una explicación del impacto de los dirigentes
nacionales en los tres principales partidos, cabe destacar que esta línea de investigación requiere
una mayor discusión teórica y empírica de las categorías existentes. El tema del liderazgo en los
partidos se presenta como una gran oportunidad de aporte a la ciencia política. Si bien es un aporte
alternativo, debe ser estudiado con mayor rigor, para consolidar un marco de referencia pertinente y
necesaria.
La democracia mexicana ha superado el reto de transición a la democracia. A partir del año
2000 se produjo la alternancia en la presidencia, se generó un reacomodo de los partidos en el
Congreso y una pluralidad completa de la democracia en los ámbitos estatales y municipales. El
mayor reto en la actualidad (2012) se enfoca en perfeccionar nuevos instrumentos institucionales
para superar los gobiernos divididos, una propuesta interesante sería el gobierno de coalición.
107
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