La sintaxis, Hernanz y Brucart.

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++r"4 ""il- I gr\",-rr^,X (lq{+) )^ct »mLild,4, €aLt. T T ,l Capítulo 1 LA SINTAXIS 1.0. IurnopuccróN Las lenguas I son mecanismos comp§os que relacionan secuencias de sonidos con significados. La tarea del lingiiista consiste en analizarlas con el fin de descubrir principios generales que expliquen su funcionamiento. No se trata de un objetivo sencillb: a primera vista, las lenguas aparecen plagadas de irregularidades. Basta hojear cualquier tratado gramatical para encontrar largas listas de excepciones que se apartan de los paradigmas re- gulares. Tomemos a modo de ejemplo dos casos que atañen a Ia conjugación del español: no resulta infrecuente entre niños en período de aprendizaje e incluso entre adultos el uso de formas como .Ile§as*s a andi, en lugár de tlegaste a anduve. En ambos casos, el error tiene su origen en la ten- dencia del hablante2 a regularizar la lengua. En español, la segunda per- sona del singular de cualquier tiempo verbal de indicativo o subjuntivo se caracteriza por la desinencia -s, con la única excepcién del pretérito inde- finido (llamado también pretérito perfecto sfunpte). De ahl que por analo- gía se tienda a colocar esa marca. Del mismo modo, todos los verbos de la primera conjugación, con la sola exclusién de andar, presentaR formas de pretérito indefinido con acento en la desinencia (los denominados per. fectos débiles): amé, tomé, etc. Por lo tanto, el perfccto tterte anduve, cuya sflaba tónica corresponde a la raiz, representa una excepción dentro del paradigma. 1. 'Ios lingüistas han acuñado el tecnicismo lengua natural para distinguir los sistemas ver- bales usados por el hombre de cualquier otro lenguaje artilicial (como el de la lógica o el de las matemátices) o no humano (como el de las abejas), . 2. El término hablante suele ter¡er dos acepciones distintas en lingüística. En sentido es- tricto, designa al emiso¡ de un enunciado lingülstico. Pero de forma mucho más habitual se ut! liza para nombrar a todo usuario de una lengua, tanto en su función de emisor como en la de oyente. Para evitar ambigüedades, se ha propuesto utilizar para este último significado el tér" mino compuesto hablante-oyenie. No obstante, a lo largo de este libro, usaremos hablante en ambos sentidos, dado que el contexto perrnite aclarar en cada caso el sehtido del vocablo.

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Capítulo 1: "La sintaxis", Editorial Crítica, Barcelona.

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Capítulo 1

LA SINTAXIS

1.0. IurnopuccróN

Las lenguas I son mecanismos comp§os que relacionan secuencias desonidos con significados. La tarea del lingiiista consiste en analizarlas conel fin de descubrir principios generales que expliquen su funcionamiento.No se trata de un objetivo sencillb: a primera vista, las lenguas aparecenplagadas de irregularidades. Basta hojear cualquier tratado gramatical paraencontrar largas listas de excepciones que se apartan de los paradigmas re-gulares.

Tomemos a modo de ejemplo dos casos que atañen a Ia conjugacióndel español: no resulta infrecuente entre niños en período de aprendizajee incluso entre adultos el uso de formas como .Ile§as*s a andi, en lugárde tlegaste a anduve. En ambos casos, el error tiene su origen en la ten-dencia del hablante2 a regularizar la lengua. En español, la segunda per-sona del singular de cualquier tiempo verbal de indicativo o subjuntivo secaracteriza por la desinencia -s, con la única excepcién del pretérito inde-finido (llamado también pretérito perfecto sfunpte). De ahl que por analo-gía se tienda a colocar esa marca. Del mismo modo, todos los verbos dela primera conjugación, con la sola exclusién de andar, presentaR formasde pretérito indefinido con acento en la desinencia (los denominados per.fectos débiles): amé, tomé, etc. Por lo tanto, el perfccto tterte anduve,cuya sflaba tónica corresponde a la raiz, representa una excepción dentrodel paradigma.

1. 'Ios lingüistas han acuñado el tecnicismo lengua natural para distinguir los sistemas ver-bales usados por el hombre de cualquier otro lenguaje artilicial (como el de la lógica o el delas matemátices) o no humano (como el de las abejas),

. 2. El término hablante suele ter¡er dos acepciones distintas en lingüística. En sentido es-tricto, designa al emiso¡ de un enunciado lingülstico. Pero de forma mucho más habitual se ut!liza para nombrar a todo usuario de una lengua, tanto en su función de emisor como en la deoyente. Para evitar ambigüedades, se ha propuesto utilizar para este último significado el tér"mino compuesto hablante-oyenie. No obstante, a lo largo de este libro, usaremos hablante enambos sentidos, dado que el contexto perrnite aclarar en cada caso el sehtido del vocablo.

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12 LA srNTAxrs "'

En casos como los anteriores, la norma lingüística3 se aparta de la re-gularidad. El hablante, si no quiere incurrir en una infracción de las nor-mas del español, habrá de memorizar excepciones como las que acabamosde citar. No obstante, lo que cafacteriza ál usuario de una lengua es suconocimiento de las reglas generales. De alguien que emita enunciadosadel tipo de Llegastes tarde o Ayer andé muchá se poárá decir que no hablaun español corecto, pero sería absurdo afirmar de él que no habla es-pañol.

sobre la lengua actúan múltiples factores que contribuyen a hacerl a apa-recer como un rnecanismo altamenle irregular y heterogéneo. Sin embargo,el lingüista ha de buscar los principios más generales lue rigen su orgini-zaciótt interna. Eso no quie.re decir que debá desenteri"rr"-po.

"omfl"tode_ todas las excepcio-nes. si aspira a efectuar una descripción exhauitiva,habrá_de incluir aquellos aspectos irregulares que tengan una base lingtiis-tica. Pero deberá dedicar prioritaria atención- a los áspectos regular-es yconstantes, que son los que mejor definen el conocimienio de la lengua porel hablante.

1.1. EL os¡rro DE EsruDro pe Le rncüÍsrrce

Para abordar el análisis de crralquier disciplina, es necesario definir pre-viamente ccn claridad el objeto de estudio. uno de los supuestos básicos delos que parte el lingüista consiste en distinguir entre el sisiema de principiosque configuran la lengua y el uso que el hablante hace de ese siitema. Esevidente que ambas nociones están íntimamente relacionadas, pero convie-ne diferenciarlas porque existen ciertos márgenes de desajuste entre ellas.Llamaremos competencla al conocimiento qüe el hablante tiene de su len-gua y por actuacién entenderemos el conjunto de enunciados producidospor el mismo.5 La competencia del hablanti equivale al conocimiento de la

13LA SINTAXIS

gramática de su lengua. Podemos caracterizar la gramática como un s{s-tema de reglas que generan el conjunto de oraciones de una lengua. unagramática de este tipo se denomina generativa,6 porque cualq-uier ora-ción resulta de aplicar en un determinado orden alguuas de las ieglas delsistema.

En su uso cotidiano de la lengua, el hablante demuestra que ha interio-nzado la§ reglas de la gramática. se trata de un conocimiento inconsciente,que no ha precisado de instrucción previa. Durante el perlodo de adquisi-ción, el niño abstrae las reglas de la gramática a partii de los enunciádosemitidos en su entoroo y sin necesidad de recibif inforrnación gramaticalexplícita. cuando en la escuela inicia sus primeros cursos de grairátiea, yahace tiernpo quo se ha convertido en un usuario más de su lenlua. si acaso,deberá ser instruido en algunos aspectos que afectan sobre todó a la norma:conjugación de verbos irregulares (haya por haiga, cwpe en yez de cab$,uso de los pronombres de tercera persona (le di un libro , no la di un libro),ordenación de los pronombres átonos (se me cayó par me se cayé), concor-dancias erró¡eas (habra muchos libros en lugar de habían *rihot libros),etc. En cambio, no habrá que dedicar ningún esfuerzo para corregir erroresque_afecten a las reglas más generales de la gramática.

Interiorizar las reglas de la gramática resulta el procedimiento más eco-nómico y-simpie de aprender una lengua. De este üLodo, cualquier hablanteque domine el vocabulario preciso estará en disposición de émitir y com-prender oraciones que no haya oído previamenti, dado que éstas habránde- ajustarse a las reglas gramaticales ya adquiriilas. conocer una lengua es,sobre todo, conocer su gramática.

a Podría aducirse gue los sistemas habitualmente utilizados en la enseñanza desegundas_lenguas permiten poner en duda la anterior afi¡mación. En este campo,los métodos que ofrecen un mejor rendimiento suelen relegar a un plano muy secun-dario.el estudio de Ia gramática. No obstante, la ausenciá en los programas de taltipo de orientación (por Io menos en los primeros niveles) no signidca !u" se r"nur-cie al aprendizaje basado en la elaboración de reglas por parte ael prcrpio estudiante.Por el contrario: tales procedimientos buscan un páralólismo caii pirfecto con elproceso de adquisición de la lengua por el niño, a quien se le suminisiran únicamen-

te¡cia frente al enfoque saussuriano de la lengua como entidad social, abstracta y convencio-nal. Naturalmente, la distinta caracterización de estos co[ceptos deriva del diferente enfoqueep.istemológico que adoptan_ ambos auto¡es: para chomsky, la lingüística forma pane da lapsicología del conocimiento (y, en último término, de la biología); en cambio, sausiure la con-sidéra una rama de la psicologla social.

6. Generar y generativo se utilizan aquí en un sentido técnico que no equivale exactamefl-te a «producir», sino a «describir por medio de reglasr. No se trata, por Io tÁnto, de conceptosligados únicamente a la emisión, sino que afectan por igual al hablánte y al oyente.

?, L^ ror¡na e§ el conjunto de criterios que establecen los patrones de corrección en el usode la lengua. En su determinación pueden influir factores hisióricos, sociales, etimológicos ode autoridad. Se denominan_gramáticas normativas o prescriptivas las que tienen como objetola fijació:r de la norma lingüística. En españot, se suele aceptar como norma lingúística la quedicta la Real Academia Española a ravés de st Gramdtica.

-En camtio, las gramiticas descrip.

tivasintentanreflejarelusodeloshablantes,sinemitirjüciosdevalorsobre"sucorrección.'4. Usaremos el término enunciado para indicar cualquier secuencia fónica comprendida

entre dos pausas máxirnas, El enunciado es la unidad básica del habla.5'

. La dicotomía competencia-actuación (competence-performance) aparece propuesta po¡

vez pjle.ra_qn chomsky (1965, p-. 6) y presenta cierto pirarllismo .on lá que sáuss'ure (Úto,cap. IV) habla establecido entre.lengua y habla (langui-parole). La diferencia principal'entreambas radica en el carácter individual, creativo y uioiogiio que chomsky atribuye a lá compe-

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14 LA STNTAXIS .

te enunciados lingüísticos,.sin información explícita sobre las reglas de su gramática.Lo sual, como ya se ha dicho, no implica que el niño aprendisu lengua sin haceruso de reglas.T I

_ - El üngüista pr€tende formular de modo exprícito er conocimiento que er

hablante tiene de su rengua. o dicho de otro modo: su objetivo consiste enconstruir un sistema de reglas que funcione como modelot d" Iu gramáticadel hablante. Esta tarea podría parecer sencilla, dado que ,"'trátu única-Telte de reproducir del mod-o_más fier posible la gramáiica adquirida porel {1osin aparente esfuerzo-. por desgracia, esta irápresión estáiejos dé larealidad: los intentos realizados hasta Iá fecha por los estudiosos dei lengua_je todavfa no han conseguido dar como fruto la elaboración de una solagramática que recoja en su totalidad el conocimiento que cualquier hablantemuestra en el uso de su lengua.

a cuando se estudian con detenimiento, las renguas naturares apárecen como sis-temas de eqorrne complejidad fo"TI. y, sin embargo, cualquier niño es capaz desuperar la dificultad que supone elaborar la gramátila de su lengua a partir de lamuestra_fragmenraria (y, en,buena parte, defórmada) de enunciaáos a á que tieneasceso. Para N. chomsky, eI único modo de explicar la rapid,ez y homogeneidad dela adquisición det lenguá¡e consiste en suponer que en r" i"r*i,iu !."ttj"a ¿"t .",humano están contenidos, cqmo característica común de toda la !rp""i", .i"rto,nringlgio_s universales que delimitan-la forma de laí gramáticas, de modo que Ia ta-rea del niño resulta más accesible. Naturalmente, estJ enfoque pr"rrpon" la existen_

:,: Íe. TITI{T ttngüísticos que se cumplen en todas tas tángüas naiu.ur.r, "

p"ru,oe las obvra"fi dlterencias que éstas presentan entre sí. Los principios formales decarácter general limitarían é.l.margen^oe variación de las gramiti.urtrrtiJ"res. És-tas serlan, según la concepciói de chomsky, muestras dJun único Érquumu general(la gramática universal).e O

. 7'. Pol lo demás, Ios psicolingüistas han most¡ado que no.son totarmente equiparables losdos tipos de aprendizaje a causa de las diferentes condiciones

"n qr" r" utráiiun-Joiuu.

"-pr"-sas (distinto grado de maduració¡ cerebral, interferencia ¿"1 sirte-" *ai"*.-upi"n¿ioo p."-viamente_sobre el de la segunda lengua, etcétera).

8' Un modelo es un dispositivo formal que imita el funcionamiento y la estructura de unsistema complejo. En este cas9,

la gramática-que construye er lingüista

"rpiru "r"r-r, modeloexplícito de la gramática interiorizada del habiante-

9.. La hipótesis der-innatismo apilece expuesta en chomsky (196g, 1975, r9g0, r98r). cf.también Lightfoot (-fu) r.Ne_ymeyer (19$). para un resumen de ra controversia suscitadap_or.esta teorfa, cf. Hieno (1976, 1980). para un panorama de los estudios sobre adquisiciondel le.nguaje, cf. Lenneberg y. Lenneberg (1975), wexrer y curicover «rsgo¡, H;"Jn y Lighr-foot (1981), Baker v Mccarthv fsll¡ v wgner v Greitman (1982). pa;a;i;;rü;; matemá-rico de las lenguas naturáres, cf. Gross (1972), óross y Leoiin qísaz¡ y rrof.ro'ñ y urtman(Le7e).

15LA SINTAXIS

Por el momento, el afán de los lingüistas ha de centrarse en el análisisde los aspectos que todavía no han recibido un tratamiento formal satisfac-torio para irlos integrando progresivamente en el modelo gramatical. Esteprocedimiento lleva implícita la idea del refinamiento continuo de la gramá-tica propuesta por el lingüista. En este aspecto, la lingüística procede almodo de las ciencias empíricas (como la física o la química), elaborandohipótesis de trabajo que sólo serán sustituidas cuando se disponga de otrasmás generales y refinadas.

Como escribe Bach (1974, p.2), «para comprender cualquier fenómenoes necesario tomar cierto número de decisiones arbitrarias que separen as-pectos susceptibles de ser estudiados en relativo aislamiento». Una de lasopciones que ejerce el gramático es la de centrar su estudio en la competen-cia, en lugar de dedicarse exclusivamente a la acüuación. Además de aspec-tos puramente teóricos, en la eleccién influye el carácter híbrido y heterogé-neo del habla.

Del análisis de los enunciados lingüísticos se deduce que en su producciónactúan variables de índole muy diversa. En principio, cabrfa esperar quecada enunciado emitido en una lengua correspondiera a alguna de las oracio-nes generadas por su gramática. No obstante, eso no es así. Los actos deenunciación se llevan a cabo en condiciones en las que a menudo se produ-cen desajustes entre la competencia y la actuación. Piénsese, por ejemplo, enlos frecuentes lapsus cometidcis por el hablante, producto de cambios en laestrategia de codificación del mensaje (por ejemplo, yo me parece que no tie-nes razón), de la incapacidad de recordar partes del mismo cuando se le hadado una estructura intrincada o de cualesquiera otros motivos derivados delas limitaciones físicas y psíquicas del hablante. Los estudios experimentalesconfirman esta caracterización del habla. En palabras de Lorenzo (1977, p.34), el resultado de grabar una conversación «es una secuencia de frases en-trecortadas, a veces superpuestas, de repeticiones..., de preguntas y res-puestas incompletas, de alusiones implícitas a una situación y a un contexto...». Tales enunciados cumplen de forma adecuada su función comunicativa(son aceptables), a pesar de que violen algunas de las reglas de la gramática.

Como contrapartida, también existen oraciones gramaticales que resul-tan inaceptables en términos comunicativos. Por eso,.la probabilidad de quese emitan es prácticamente nula. Observemos las oraciones de (1-2):

(1) a. Luis tiene raz6n.b. María cree que Luis tiene razón.c. Antonio dice que María cree que Luis tiene razón.

(2) a. Luis y Marfa irán al concierto.b. Luis, María y Antonio irán al concierto.c. Luis, María, Antonio y Miguel irán al concigrto.

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16 LA srNTAxIs-'

Todas las lenguas cuentan con mecanismos que permiten obtener unida-des complejas a partir de la agregación de unidádes idénticas más simples.Los procedimientos de incrustacién (o subordinación) y coordinación refle_jados en (1-2) permiten, por

-ejgmplo, arargar indefinidamente la longitudde una oración. Esta característica, denominada recursividad, convierte eninfinito el conjunto de oraciones de una lengua, pues a partir de una oracióncualquiera siempre será posibre obtener otia más Iarga a través de ra coor-dinación o de la subordinación.

Ahora bien: la capaci{ad humana de procesamiento o computacién dedatos es finita, por Io que er hablante tenderá a eütar el uso de oracionesque' pgr su-longitud y complejidad, puedan plaitear dificultades de com-prensién o de codificación. Así, la emisión dé un enunciado que

"o;t"n!uveinte miernbros coordinados o el mismo nrimero de oraciones incrustadases-absolutamerte improbable. uno de los objetivos de la teoría ¿" r" a"toa-cién se¡á medir el grado.de complejidad a pártir del cual un enunciado seconvierte en inaceptable.l, Es probaule que eLumbral que delimite tal me-dida varle según el soporte físico del ménsaje. una oración q* t ugu uroreiterado de Ia incrustación puede resurtar incomprensibr; p;; er oyentecuando se emite oralmente. sin embargo, si se le suministra el misrno enun-ciado por escrito y se re da el tiempo nácesario, la misma p"rronu ,..a .upu"de interpretarlo de manera correcta. se trata; por lo tanio, de limitacionesque no provienen de la competencia ringüísticá del habranie, ,irro o" otro,factores ajenos a la gramáticá.

o En otros casos, las restricciones en er uso de Ia rengua proceden de criteriossociales o culturales. Comparemos Ios enunsiados de (3):

(3) a. Luis y María irán mañana al cine.b. María y Luis irán mañana al cine.

Dado que el significado de ambos es idéntico, podemos formular un principioque recoja el fenómeno: los miembros de una coordinación.* ñ;;;intercam-biar,su order¡ sin que se altere el significado del enunciado..rurtuoi* n"jando apar-te algunos casos probremáticos sobre los que no nos detetrdr"rno, ,quirri"stra regrafunciona adecuadamente en la mayoría di las-ocasiones. por fo t.ntir, ..üá esperarque los enunciados de (4) fueran igualmente equivalentes:

(4) a. Tú y yo iremos mañana al cine.b. Yo y tú iremos mañana al cine.

. No obsta¡rte, es probabre.que para muchos hablantes (4b) resurte un enunciadoincorrecto. Quien Io pronuncié s"-a..iergu a ser calificado de maleducado o descor_

10' Para la teoría de la actuación, c{. Marcus (19g0) y Berwick y weinberg (19g4).

-.fl 7 LA SINTAXIS

,, ,, ,

l7

tés por el auditorio. A pesar de ello, no puede decirse que (4b) incumpla regla algu-na de la $amática. Ni tan siquiera conculca la norma lingüística: las gramáticas nor-mativas no mencionan este fenómeno. Simplemente, (4b) altera una convención so-cial de urbanidad segrin la cual el pronombre referido al hablante, cuando concurrecon cualquier otro nombre o pronombre, debe ir colocado en rlltima posición. O

Podemos denominar G al conjunto de oraciones gramaticales generadaspor la gramática de una lengua L y A al conjunto de enunciados aceptablespara L. La relación que existe entre ambos es la que se refleja en el diagra-ma de (5):

El área rayada representa la intersección de ambos conjuntos, es decir,el conjunto de las oraciones que constituyen enunciados aceptables de L.El área de G que no forma parts de la intersección con A incluye todas laoraciones que, por cualquier motivo, no mantienen correspondencia conninguno de los enunciados aceptables de L. Por último, existen enunciadosaceptables que no corresponden a ninguna de las oraciones de L. De ellose deduce que los dominios de G y de A no son totalmente equivalentes.

El dominio que trata el lingüista es el de G. Por eso, en su estudio haceabstracción de los desajustes que existen entre competencia y actuación: nihabrá de buscar reglas que expliquen la inadecuación de ciertas oraciones[como ( b)] ni su gramática deberá incluir la descripción de oraciones agra-maticales 11 como *yo me parece qae no tienes razón.

a Otra de las «decisiones arbitrarias».del lingüista consiste eu concebir la gramá-tica de una lengua como un mecanismo homogéneo, constante y rlnico para toda sucomunidad lingüística. En rigor, tal enfoque es contrario a la realidad. Las lenguassuelen presentarse fragmentadas en dialectos entre los que se pueden dar diferenciasmuy notables. Precisamente, uno de los objetivos de la norrna lingüística es el detomar una variedad dialectal como básica, a fin de fijar el uso de la lengua. Pero

11. Aunque en sentido estricto toda oración es gramatical por definición, los lingüistassuelen utilizar el térmi¡o oración agramatical para designar cualquier secuencia no producidapor las reglas de la gramática. En lo sucesivo, marcaremos mn un asterisco (*) cualquier se-cuencia agramatical. Esta convención, introducida por el generativismo, es de uso común ac-tualmente en lingüística. Del mismo modo, tos signos de interrogación señalarán grados suce-sivos de inaceptabilidad de un enunciado.

(s)

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I18 LA srNTAxrs-

incluso entre hablantes de un mismo dialecto se registran variantes individuales deorigen social o profesional. Si.el gramático atendieia a todas estas diferencias, suobjetivo de construir la gramática de una lengua no sería viable. De hecho, los mis_mos conceptos de dialecto.o lengua representan grados sucesivos de abstracción, sinlos cuales sería imposible la elaboración de prinCipios lingüísticos supraindividuales.Todas las disciplinas cientÍficas han de adoptar criterios-de este tipo, dado que elobjetivo rlltimo de cualquier ciencia es enunciar teorlas generales qire'expliquén fe.nómenos apar€ntemente inconexos.l2 por supuesto, el relurso a esü chsé dé ideari-zaciones no significa que se niegue la utilidaá del estudio sistemático de la variaciónlingiÍstica. Por el contrario, la dialectología y la sociolingüística pueden aportar da-tos de indudable valor_a la. teoría del lenguaje. pero, Jn su taiea de co¡struir elmodelo gramatical, el lingüista ha de concébii la lengua como un objeto homogé-neo. O

L.2. Los conaroNENrEs DE La oRe¡lÁnc¿

como ya se ha explicado, la gramática que construye el ringüista intentasgl ul yodelo de la que ha adquirido el hablante. paia evaluár su adecua,ción habrá que atender a la producción del conjunto de reglas de que secompone' una gramática se¡á descriptivamente adecuada si óonsigue gene-rar todo el conjunto deoraciones gramaticales de la lengua que inienta des-cribir-. Para poder acceder mejor a su estudio, se considJra que la gramáticaestá formada por una serie de componentes o niveres relativimenté autóno-mos, cada uno dq.los cuales contiene un conjunto de regras. como. indicaRlecua (199?, g.,'i¿), <<el establecimiento de niveles no es"más lue una tic-ción metodológica a Ia que recurre el lingüista para realizar cieniíficamentela descripción de una-lenguarr, Por eso nó debá extranar que algünos fenó_meno§ apaÍezca,o a caballo entre dos o más componentes o que ús fronterasentre los distintos niveles resulten en ocasiones booor"s. Lá gram¿t¡"a ñesun sistema altamente integrado, en el que no es posible désvincular porcompleto sus paftes.

12' La historia de la ffsica aporta algunos ejemplos paradigmáticos en la búsqueda de re-yes generales que unifiquen dorninios aparentemenie diversos.-Uno de bs ;ás lü;ativos esla reducción de todas las fuerzas que aciúan en el universo a tres tipos básicos: el campo gra-vitatorio, el electromagaético y el atómico fuerte. En la actuaüdad, ie intenta elaborar hipóte-sis que unifiquen estas tres fuerzas en un rinico campo.

13. El término gramática es uno de los que se ,.,iun con mayor ambigüedad en lingüfstica.Fn la gramática generaüva designa tanto el sistema de reglas qr. .onJtituy. la competencialingüística del hablante como el modelo que de la misma elibora el lingüstal En ambos ."sos,la gramática engloba todo er conjunto de regras de cualquier lengua. sln

"*¡*so, ;n la tradi-ción anteriol al generativismo, el término giamática se usaba t"l*uie" f"r" a"s"iliir ta u*onde los componentes sintáctico y morfológióo de una lengua, con exclusión de la fonología yde la semántica. A lo largo de ra obra, el término se utiiíza en a r""riá" *¿. "*pii..

LA SINTAXIS 19

El diseño interno de la gramática depende en buena parte de los supues'

tos teóricos que adopte el lingüista. Durante siglos, en una tradición que se

inicia en el siglo r a.C. con DjonigdgJragig,la-@-¿._e$§-htd4Dte. El objetivo de la descripción gramatical era la clasifica-

;¿ñEá]rr pulabras en categorías y el establecimiento de paradigmas que

reflejaran el carnbio de forma de las mismas. De ahí la importancia que se

otorgaba a los fenómenos de flexión (declinación y conjugacién, principal-

menie). usando un término acuñado con posterioridad, podría decirse que

se trataba de gramáticas con orientación morfolégica. Enf,g3g¡¡g!!!¿g!, sin

sñta;A;;ón resPecto a los demás c§Ilmg9$9ldg,-l.g, fqgÉ'Ji.-q?,

q;*Componente léxico

(6)

_l[."",o.j§acticol

Componente fonológico Componente semántico

El componente léxico (también denominado vocabulario, diccionsrio olexicón) tiene como misión el almacenamiento de las unidades significativas

básicas de la gramática. Estas unidades se combinan por medio de las reglas

del componente sintáctlco para dar lugar a la representación sin&ictica (RS)

de la oracién. El componente fonolégico se encarga de convertir la RS en

una representación fonética (R$ que describe los sonidos de la oración. Porsu parte, el componente semántico está formado por reglas que, a partir de

la información contenida en la RS, obtienen la interpretación semántica(IS), que refleja el contenido significativo de la oración.

Naturalmente, el diseño gramatical reflejado en (6) no está exento deproblemas. Tal vez el más importante sea la au§encia de uno de los compo-nentes clásicos de la grarnática: el morfológico'

O Tradicionalmente,§ry¡p§giq se ha considerado dividida en dos partes: fle-

¡ión y form-ació¡de-pahb¡g§. La flexién trata de las diferentes formas de realizaciónde una iátaÚrá: la pieza léxica alro se realizará como afto, alta, altos o altas, envirtud de la relacién de concordancia que mantenga con el substantivo que la acom-pañe en la oración. Lo mismo ocurre en los casos de conjugación y declinación: se

adoptará una u otra de las formas del paradigma en función de las relaciones sintác-ticas que se establezcan en la oración. Se trata del fenómeno morfológico más regu-

embargo, la mayorla de los lingüistas toman l* orac,it8comsL-uoidad-bá§i§a

¿e la erarnátiia. Desde esta Perspec,i""' 4{:+Eiii?l? !?it-¡il,"', l? ii*l!'

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20 LA SINTAXI§.LA SINTAXIS 2L

rar: Ia flexión suele obedecer ¡egla§" ba§tante generares. Así, en españor, dada unaforma en singular siempre será p=osible .oorirr.ir. su plural.por el contrario, Ios procedimientos de immaciónde parabras (derivación y com-posición) se caracterizan pof §u defectividai- E-n la derivación, ü nueva forma seobtiene medianre Ia adición de cie.tas ma.c ^i w*)a la palabra que §e roma comoprimitiva' En Ia composición, se un"n áor o-.iis-parabras'p";;;ü;;;otra que sedenomina compuesta' uno de ro*rlior la-u

"otuno del español es Ia forma -ero,que colocada tras ciertos substantivos i";ñ a parabras como camionero, coche_ro' caballero' rerojero, etc' sin ".,bu.g;, .;;;; examinamos más detenidamente elrendimiento de esta r"gl",

"n.ootrarfi;;;;"-;;" cantidad a. ,r*tuoiinos que ooad¡riten la incorporacion de tat tfij.;;;;;;r;;ro, *tu,rismero, *gruero o *(bi)cicle-tero' wÍ citar sólo casos de sustantios ;¡"ril;; a vehícuros de transporte. En otrasocasiones, esta mis¡na reglg ¡e aplica-a ;;;;;;;".r" son equivalentes. En españot,la forr¡a romplemen*¡ia"t ^aiiiii iir"i'ri dardr. De la primera deriva er ad-jetivo derantero, pero no-existe

"" Á;;i;-;';r"*"ro, sino trasero(obtenida a panirde la preposición r¡as). _I:.Tf*. "";;r.ill";;ficar por medio de una regla generalel significado de Ios ierivados en -ero. En rii¡onrro, cochero o rorretro pare""estar Pre§ente un contenido «persona qr" *rd¿ xr, en donde x es el substantivosobre el que se forma el derivado. p.il;;;;ón no se da en verero o maletero.

ffffi :ff :* *T;.1y_T:-1"'r.' ul'ii"iir.iiJ,u o ge nérico .oo,o .q,. manti ene

;;;,:;;;;;;:,";;:",üJ:H:::ff :¿:':T|T';;:,:,:,:;í::,r,:!r::il{i;iEI mismo tipo de problemas se pre§enta en Ia composición: los diccionarios regis_tran las formas oguoiiere y aguo*irl, p"ru io-;igronielo ni *aguavino. O

fJ"ll,j:,:,::Tf,,:T1;::: *_r, nexión y de ra formación de parabras

3i:'i*"",1,19::::::r:I;.;ili;^."ñ;'"iil;xJ:Tfitli:,%*'#:#1'lyi:f":Xii::i1Í;r:r:É;ñ,A'jl'J5;:I;-í:3:H.",3H:terio, la flexión es un procediiri"nio q'u" l;ü'-"'"""'

r70¿)' rggun este crl-se hayan aplicado las reotac "ror ^^-^i-^-- I.P',"d: actuar después de que;: jxf,xyl':i::,ii:,::9'::::i,"_.d;;,,;'t#d;;ff il:'#':,T,t:,T",Ío*#i:"::'*:::Ég:'"r'.ül-"ü;"üffi ;:'r',1#;,:"¿:lf :i":1il,:i,fl:T"ll*,I_"1'll j:,e,{".";a¿t";.,ü;#:l',Í.,HLl'li?.31;:tf iü,",|'"tf if

r?e;3"t'.9"gur",4¡*ft.*odE,.d-sivació..r*illil11

'+iut&q§Luo-sar4srsr-s-¡.rrj;.I-*o¿ffi ,ü:i;#'il,ff::H#ir,rff :q.an-.co-mo"[esulrado.el_jncreme;i".j.ülidal'de_nalabrai rre ,,,,, ra¡c,,-

Dp*ghi"sus.sp."hay¿. ras. de_J¡ne..lg.qgua.

a según este criterio, en el lexicón habrán de aparecer como independientes desus correspondientes formas primitivas todas las palabras derivadas y compuestas,Apare¡temente, ésta no es una solución totalmente satisfactoria, prresto que cual,quier hablante del español es capaz de reconocer una cierta relación enfre camióny camionero, si ambas formas aparecen en el diccionarfo sin conexién ninguna, laintuíción del hablante no queda adecuadamente reflejaáa. un modo de solucionarel problema consiste en añadir al componente léxico un conjunto de reglas de forma.ción de palabras que, con una formulación lo más general posible, viniulen las uni-dades léxicas derivadas y compuestas con sus correspoodientes formas primitivas,como de modo informal se expresa en (8):

(7) a.creÍble -- increíbleb. visible -- invisiblec. sano insanod. difícil ** *indifícil

(8) El prefijo in- unido a un adjetivo x da como resultado un adjetivo cuyosignificado es «no X».

En ocasiones, el mecanismo de (8) pondrá en relación palabras reales con formasinexistentes en el léxico de la lengua. Eso ocurre en (zd), donde se obtendrla unaforma derivada*indificil. Del mismo modo, si se formulara (8) de modo que pudieraser aplicado también a la inversa, se crearían palabras prirnitivas qoe no áxisten:insípido e incógnito llevarfan a *sípido y *cógnito, No obsiante, no reiulta totalmen-te indeseable que mecanismos como el de (8) permitan un cierto grado de desviasióncon re§pecto a las piezas léxicas presentes en el diccionario. El léxico constituye elsistema más abierto de la gramática. En él se producen de forma continua incórpo-raciones y exclusiones (de ahí la existencia de neolagismos y arcaísmos), El propiohablante puede crear en un momento dado una nueva forma por razones a-e tipoexpresivo. La palabra tijerería no está registrada en los diccionarios, pero si a il-guien se le ocurriera algún día el improbable negocio de montar una iienda en laque se vendieran exclusivamente tijeras, es muy probable que hubiera de recurriral-uso de tal deriva¿fo para denominarla. Las reglas de formación de palabras prevénadecuadamente esa posibilidad.É O

Lqt Eni4aCqq gq{lpnidas eJ_ql,l_eéic§r]_Jsqihas*elnosrb;§"-de-pjs?*q§.lgx&cqq. Cada-¡Jfla..dÉ-e11as*ha*dg*inclujrjdormacióLacerca-¿e*tnaái.áqueflosaspectosqu&Ja,"ca¡aCtre"gZan: su representación fonológica básica y su signi-ficado, así como cualquier otra propiedad que nd pueda expresarse a travésde las reglas generales de los demás componentes de la gramática. Entre lainformación que habrá de estar presente en el lexicón para la pieza léxicagg &Há-Sgrel-pg*jcrylpla*sue--Butesss"@

15. Frente a la opción de dispersar el ámbito de aplicación de las reglas morfológicas,otras propuestas (p. ej., la de Jensen y stong Jensen, 19g4) defienden la localización de todala morfología en el lexiión.

14' De hecho, ra fkxión puede considerafse una parte más del.componente fonológico de(6)' Este úrtimo contiene no*r" rffi;; ,;;i,üáí:rino tr*oi¿n r.r'roi¿ii.-urlb" ur,i qu"el nivel final de representación de esteiompon"o,'" se'denomine re¡rresentación fonética de raiti"llll;i"

la gramática generativa ". ;;i;-;:1;'br.L^" un. frontera nítida entre fonorogla

Page 7: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

).,LA SINTAiIS

ffi#á1tiT:ü:lá:'*:;,1,#:Yl,r3ll;qj,1f LdrqelrgrqnqeseP'sp"qlipió¡l,"piea;iiU'ábi;;;.t,;il;ü:

"ill"u'st son t¡ansitivos, si rigen

' si todos estos datos no.figuraran en er lexicón, las,reglas de los demás compo-nente§ producirfan secuenciat agrumrticaür.-üi"*¡..pro senc,ro bastará para ,us-trar este punto. Consideremos las o...i*.r'Ai'fil,

(9) a. Este libro tieps nueve capftulos.b. Este libro ññta oe ,r"r." .áii,uror.c. *Este libro tiene de nueve ""piiu-to.l"'d. *Este libro ca!§&r ou.r"

""piiuior.-'supongamos que en las,piezas léxicas correspondien tes a constar y a tenerse expre-sa' sin más especificació1, que se trata de rórmas pertenecientes.a la categoría ver-áo' si una gramática aet "sianoiaffi;#;á. la adecuación descriptiva, es ob-vio que sus reglas habrán oé g"n".uit"i ;r;;;;. gramaticares de (9). por Io tanto,habrá de contener una regla +Fdil'iffiu.qu. el verbo ,riipiÁuir segui_do por la secuencia nueve capítulos,

"on.i I¡ri" oui.n., (9;i"p#"í."iir.u ..gruaplicada al verbo cowmrdakad. ;;ir;d'ñd), Del mismo modo, para generar(eb) debemos incluir en i: fa1l;F ffiEt'a ü" permita eue, rras ei verbo, apa_rezca la preposición de v ra misma sectencia-nuei,".capruros.sin embargo, de nuevotal mecanismo daría uná oración

"g;;;';;;;:^"se apricara ar verbo rcner, como

,{!:1lñ"ff;*:filgf#XT::,t**il5*o a todos ro, u",uo, i., españo,,

[:ffii*ex;lli'*i:xli:,"ir1*u:.:yii1:li:::"iilfi ::ffi ;ilHiltj:marcar-,p.!! eI Iexicón

ffi no Presenta "tt" ."rr.í"Jr,ñ-.1 ¡"ffi ffi".il'

rusruu-I?'Fr§pou§iÓn de' Comoaat-ve¡üsJÉ!§itiy"-¿;r*jir.r."*"

^ n. ,,-)j! 9:{:* tan sólo que se tratar). Ppr--[q*tegto,.Ia. e§.dg importancia

.rEcr"a.§_gg.Ja§,.dggɧ-sogpqgeqf e§.,rig-!.qgra_

En el lexicén Jaghlén_h^n ds*teaeLcabida.todosJos modismos, -l_ocucio-ns§-Jl-ca¿.er.crel"^suatquisrupidaá rZ*i.a ;üC;ñ, §ffii|"ü no estéeu"',fu$"c"{q&'dgt"deJu*Brrri§*qui-rá-.ddren:cabezadeturco;sociedadanónima; coger el toro por-lo-s.iuárnár; a,rlo revuelto, ganancia de pescado-re§; etc' La presencia en el dicciona¡l Jr

""rt" tipo de unidades.ou'ea¿ce alcarácter idiosincrásico a" su int".pr"ir.iár,á hablante habrá de memorizarsu sentido específico ri qui"." ur'u.i;;;;'p".opiedad. supongamos que talaprendizaje no se llevara a cabo. er i"i

"r$, una expresión como socied,adanónima debería ser interpret"*;;;;;;.reación sin nombre>,, no como«agrupación de accionistas con fines ¿e luc?o,..pl pri*;;;;tá pr"a" ,",

LA srNTAxrs 23

deducido sin dificultad a partir de los significados del sustantivo sociedad y

del adjetivo anónima. El segundo, por el contrario, ha de ser aprendido es'

pecíficamente por el hablante. Por lo tanto, el lexicén habrá de recoger e§te

¡ltimo como un caso de unidad compleja.

Otra característica llamativa del esquema (6) es la de incorporar un Qom-

ponente_s9-núlttico. A primera vista, parece obvio que el modelo gramatical

feUe incluir el estudio del significado, puesto que éste es uno de los elemen-

tos fundamentales de toda lengua natural. Sin embargo, l¿,.t¡rczudq*gons-truir--ug¿Jemfutic¿gopieza-coa. problema§.,ta¡"¡otahles."que-algunos-lin-

u¡is1¿s-t¡an optado-p.ar.-gonsiderar"inviahlalal,e,mpresa. Uno de los más im-

iortunt"r lingüistas norteamericanos de este siglo, L, FJegpgfiqld, manifes-

iaba en 1913: <.La definición de los significados es el punto más débil en el

estudio de ia lengua y seguirá siéndolo hasta que el conocimiento humanoavance mucho más allá de su estado presente» (Bloomfield, 1933, p. 162).

a Sin duda, lA,.p.omplejidad delestudio de.la semántica se-debe:en luenq.parfqaque, a través,deslla-l4",len$¡a entra,eü coritacto con las.dernás-disciplinas.d'l nuR-do fí§ico y mental.det ser humano (también la fonología lo hace con campos como

la acústica y la anatomfa, pero su grado de independencia es mayor). Como suele

ocurrir en toda disciplina conflictiva, el,primer.problema. con"que"se,.enfrent¿la.se-márr$sa.p.§#Idg"dsÍin¡rg*u-cgs*p.p.dq*§Iüdio. De hecho, el propio concepto de sig'nificado tiene un contenido ambiguo. Supongamos que un periódico titula de la si-

guiente forma una informacién deportiva: No.¿S-«hoSó ningú&-nq4a.dar de-l*selec-ci.ótt*«;Afufu, Cualquier hablaote está eu disposicién de interpretar sin equívocosel contenido de la oración anterior. Sin embargo, un enunciado como éste puede

usarse en situaciones muy diversas. Uno de los contextos posibles es el siguiente: elbarco en que viajaba la seleccién española de natación se fue a pique en pleno océa-

no, p€ro todos los miembros de la misma lograron salvarse. Tampoco cabe descartareste otro: la selección española de natación ha tenido una participaciói desastrosa

en los campeonatos de Europa y, con ironía no desprovista de crueldad, el periodis-ta critica la falta de profesionalidad de los nadadores e indica que lo único positivode su actuación fue que no se ahogaron. @"emite*utre qu4-c=iad.0-ee$eit§*plle§*§pJspl@!sis"mp. a

Podemos distinguir entre CQ§*eliH*ig$S*ffith$-delsluseBlg.dq-súc-Sificq"d_gt el csotenido expresado por la oración independientemente decualquier contexto (denominado.slgsiüq+dg..a[esignd-grymali§4-gJiteral)y e! que se deduce de ella una ve2 considerados todos los factores que ro-dean su emisión (tiedligedo,-Sgrr$§letiyp§-pragugiático). En este último caso

intervienen consideraciones mucho más complejas: las creencias, actitudesy conocimientos del oyente y del hablante, los principios comunicativos querigen la conversación, el contexto lingüístico y extralingüístico en que apare-ce un enunciado, etcétera.

Page 8: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

24 LA SINTAXTS

;"#-X*:1:" X XH*,;::t.".,,r:la oración. Alsunos irr.ila oración. Algunos inveítigaJü;'ü-rá.djrr::clon oe sus reglas a las fronteras denut"t-na¡- pro"puirto".o-r.rr,,,,rño,¡ñ-r¿!- *I¿eslrecbez de los límites oracio-

;[',1l,',:;]ñ:1:1:,Í.;:f jTí {:::?:{i;i. J,,H:L Li,i!!l",lli"li,illl:;,[:Iingüísticos que intervienr - --rv r-¡¡¡l,vLv Pdr§ce caPa? de recoger los factores extra-

reass¡¡q¡p-o¡_du*¿,r,oju*h#ff YMU*,#I1,l1n;1;;,i;¡;;;;;;;'.Estaü¡-rea C.q.lTe_§ponde máS pfO friñ:;:¡*vr¿ 2Y!:t.6r,4tcaao.qnunctativo, ESta .gf.,e"leqp,*fi.,snj";;1#:i':*,:T: :]?.1::y:":,,ca, tl tiária ¿áár."J. ,'J'rudiar ra:g:'gt*ffi ffif,#,*fry:lfli:#:r;;:;;;;;í;:":,ffi i:::.t¿",fi [*i,,:,"iÍ#Itr#'i,THffitxtd*m#üTJi*i;x:il::[ü:":H';iIH:,:';;la mayoría de tingtiistas r; fb;;;;".";:'[.*lHH:",:#-T

o racion é s. s, áuj " üñ, ;?üffiil}rftH1 st s n ilt c a d o-*s r-a re s t i s.a! de )as

do literal de la "rr"i¿"

a ñaF+i, r^r -: .er una descripción del conteni_

ff J',T?j.*"f ?'j".jt:,f :f::l''dilffi '¿':J",':X',"'."J,Í:',:::::::;#:*ixil,*::,:g:*,:r*.i;;m;?i:;::,TJ:'"Tilff ':il'il1',s:1",:T,:;x*ru:lCl':üit:TtliryL:Hl,*fl',fi lfr Jj;-H*il:';fi ?.*a1;::{r".1i:;diüi,q.áffi xl3:'.T:il'flf,l"j

f,fl*f o"ot+ "sp, *iumearqs--o..ps

illl*"i*1":;i!;ituf,;ñá#ll-itH;lir,láóñr"o"fi,;;;. *t#,¿i"flffiiii;i:1ffitr.;r,§1xplgpggq¡ans§). Además. a 1 r,,,*IHl- ^ -'-:,-^ .plgpssiqi'f s§) . eG7-*Mvü ( rur pslerJXas"_adt¿ff bios y al gunastógicos : I a ne sación -,

j"t'.,'j-1lf:^ loT-ut, "i"t'ü-t " Ñi ñ'A-.üeradoresli,",r¿J:-::,-"X,::iii;;*liifi,*::9lr:".:Ji"H1?,ii:,:$:3;Jtr

LA SINTAXIS

1.3. La srNrex¡s, coMpoNENTE cENTRAL nB ta cRe¡vrÁr¡c¿,

guir entre las dos secuencias de (10):

(10) Parece que los niños están cansados.*Parecen que los niños están cansados.

LalunciénpruLardial*deJ-a"sintaxis-*s"*so*.bramulegggg^ugr¿-f§$&al-sraqiones. cuaiquiei t rurárt.-0"iffiñT?t" distin_

25

.'){

a.b.

por Io tanto,a

ferencial7 ent¡e los vrwo y upsrÉtoores, Ias re]aciones de corre-

*u,"itoi*'nüü'ó::iffiXTi J; i:"?il,?Tl, todos b' ;p".* ;ue ror-

La primera corresponde a una oración grarnatical. por lo tanto, Ias re-glas sintácticas deberán ser capaces de formár tal secuencia "p,'ti;;;;"d;una de las formas léxicas que en eila aparecen. En cambio, rioll no cons-tituye una combinacién correcta en'ra misma lengua, po, iá lrue ru sintaxisdel español habrá de ocuparse de que unu secueniia .roo ésta no sea gene-rada por la gramática.

. ftí, pugs, dp.dmÉLgbjg"tiyo-delasintaxis._cp¡3i¡te*a*§ppesar.,el.c,onjun-to- dq_qracioues gramaric,ales_de una le¡gi.ra del" conjunió-iómpl"mqntario42s$lep-chs__agrapr-a.tisares. La necesidaá á" ,.itrirlii

"l pilJi de las re_' glas sintácticas para que qélo-g9tq"{p-q*La.§*qr0"§in+e§*dmudu!ps áe una ten-gua es Io que convierte a la sintaxis

"" un"disciptirí;üpGF; i"rJ;ü-mente interesante. Imaginemos por un momento que cuatquier combina-ción de unidades léxicas diera lugar a una oración gramaticá.-En tur .uro,la sintaxis sería el más simple delos componentes ¿i:r" g."-eiiü]. Bastaríauna regla clmo la recogida en (11) pa.a gen"ru, to¿as i'as oái*"r,

(11) Para obtener una oración, combínonse de modo aleatorio un nú-mero indefinido de formas léxicas.

Pgse a su sirnplicidad, (1r) resurta un mecanismo tan potente que es ca-paz de generar todas ras oraciones gramaticares del espanol. Na¡uiarmente,su gran defecto es que produce igualmente el conjunio innnito áL §ecu€n-cia¡ agramaticales de esia lengua.-por e[o no debe"extr"il;;; uno ¿e tosobjetivos más tenazmente perieguidos por los ringüisias t ayu siao u conse-cución de gramáticas más rlstriciiuas, q.r" se limitln , g"n"rur-lu, oracionesgramaticales de una lengua sin producir ninguna de lai secuencias agrama-ticales- Para tograrlo, es imprescindibre planiearse

" ;;;á;;iá*u y .u-

racterísticas de las oracio¡gs agr.allticaíes para doscribir en qJJáoao vio-lan'las reglas de la gramática del hablante. hr" ", "r

o,otiro á;i;; en mu-

18. El vocablo sintaxis procede del griego ouwri!6, <<ordenamiento>,.

_ 16:.. Este aspecto, sin embargo, ha originado una lar

,4¡***tg¡*¡*E+;q¡,gr¡¡'l,, ^!.r^.,

Son correferenres ¿os uniaaaei ilti""ilí il..1"'Ü'i:"'¿ffi:'.a,:,f ;r

¿,,¡. po, ei"onüil ",.ffil ::iTH: ,::*1'};i'"iTJ,"ili3l.; e: E;:ffiilTí*i# :,',?l; tr ffi,;.La correferencia entie dc

mo subíndice- -'rs unidade¡ se suele representar gráficamente colocándoles un mis-

Page 9: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

26 LA SINTAXIS

chos estudios de sintaxis aparezca'. casi tantas secuencias precedidas de un'asterisco como oraciones giamaticales. El examen a" ras pii*erus ." tu ,"-velado como un método de gran utilidad a la hora de formular las reglassintácticas do cualquier lengua.

1.4. Le NoctóN DE «EsTRUCTURa». EL eNÁlrsls sl¡¡rÁc,rrco

. Ll r39g@ de la que parte la sintaxis es la de que las oraciones estándolag.§ qq $Fe-sstruc$lr¡-rrtte$e-gse--ss,g9-pglprin.iñs_deiü*qüúlinea[dAd. Eso equivale , gf¡ inar-eri*(r§$[l9g,,¡iJptes-uniíeqrsri,táati* t".;ffi;ífrrJentes).SiIaoraciénfueraunanre'ayuxiápóñióffis,ilvinc,,loqu".un-tendrfan entre sí todas las unidadei léxicas que ta forman sería idéático. Ental caso-, el análisis" podría representarre poi medio de diagramas arbóreoscomo el siguiente: le

el

LA srNTAxIs 27

Otra prueba que suele dar resultados satisfactorios consiste en utilizar

pleja-"r"p.qg[l_d.el--4p.sa:rg]!p*q.9-xppnsión de..o.tr.a,má§"¡in0.ple. porla-"que puede

ffijrf"tJtgigg. De este_ **9,_ el constituyente -lq

mthica clúsi9a puede serléemplazado por Mahler (Mahler tiene un público minoritario); un público

m¡no ritada^P§r*slids.d (L* mlts icq *ldsica -fien*.cnMad) ; üe ne un púb t i c ominoritario por deleita (La música clásica deleita); música cldsica por escul-

wra (La escultura tiene un público minoritario), y público minqritario pardefecto (La música cldsica tiene un defecto). N&t¡Xaleente-el c.riteüo,"de*ex-p4nsi§,L.IpJg$.é,e,StLgC$eplicarqq*p44entido-iurerso : -esto*eq -para."obtenercgqsJlil¡Jgnfsseás-§emplei,s.s..a.parfiLde."sfr9.§$é§.sjmpJes. Asl, en (12) es

posible suüÉilt¡fu¿át cc por su expansión mds elogiada por la crítica (La mú-iica Mica tiene un público minoritario).§g§!§fast§,lo_ hgb-ilgf*s¿gge*el*p_rg{imi_e}lg.se'V"tj$ce .co.mo un. modo de"(ilucidar si

una qqc.gg4gj.4""cp-mp,.!gia*t-o-r-"ma .ug" pqustituy"enÍq u¡itario, por lo que suelenbuscársé sustitutos más simples que la cadena original. Como puede verse,al aplicar 1g_p.¡pS§Ajg-lgsilpggs!§n no se tiene en cuenta el contenido se-

máqtico de la oración, que siempre queda modificado, sino .Lq_l*g-reg-qeJ¿viabilidad sintáctica de la construcción resultante..-i::fr|IÉÑ-** -De

la representación arbérea de (12) se deduce que lat$t§&ojas-léxicasCoq&§ cp,nsfituy.e4tes,m4§.pá . De no ser así, re-sultarla imposible articular las relaciones entre el lexicón y la sintaxis. Porsu parte, el criterio de expansión muestra que ciertas categorías simplespueden reemplazar secuencias más complejas formadas por varias piezas lé-xicas. Parece lógico, por lo tanto, pensar que estas últimas también constituyen unidades sintácticas en el an¡ílisis. En consecuencia, la representaciónde (12) debe ser sustituida por la de (13), en donde hemos asignado letrasarbitrarias a los constituyentes complejos:

La novedad rnás importante que presenta (13) con respecto a (12) es ladeqgncebir-laesfruatulale_lqqlasióacqmoUUSo.IliuUl-o_de^cp,ustitnrcf lgsdispu-eSlA§-fis*Diyf,Jp&ieJáqr¡icosditerestes. De este modo, *U9.dan*rscogi-das de forma-satisfactonaJas-¡elasionssinternas"-que-mantienasadasqosti-

ión d§..o-tra, más" ¡inr.ple. por la_"que puede

(12)

con.pública que con tiene, etc. Toda esta infoímación d"á; J;,"ftejarseen (12\. El-pro-b-lemaimdamextal de tal diasrem¡ A( ñrré ññ ré^^da ra ^*i-

(13) Andtisis d"Wffirffiiivlt\L-r..u!-¡lu:".*v_rsrt;Wlaf"rlg_EL*Ue*^a,,#§gg1lg_.eJi§-

:ti:".::ldütf:§Jituye¡r1-eaistsr{seiissen{rel"-;ilü;(-ir:-üglrgtElw

AnálisisdrFffi

T "r'música clásica tiene un priblico minoritario

sin embargo, hay pruebas de que (r2) no representa adecuadamente ra es-tructura de esa oración. por ejemplo, s¿gldiagrama no sq -srlgrgstá rg4s l;gtaflo a ,n¿§r.ca q¡re.a-mque fiene está más unido a a¿priblr"g_minoritqrio que a un; que un mantiene una relación más estrecha

plsssl*i9as.,. " '".r-¿-.-;;@No resulta difícil mostrar que talesunidades existen. un procedimiento

que puede ayudar a elro es efectuar preguntas susceptibles di ser contesta-das con fragmentos de (12). Así, ra m,*1co ckisica

", ,nu r..po"rtu posible

a la pregunta «¿Podría decirme una actividad que tenga "n

piiuri.o,"inori-tario?»; tiene un público.minoritario puede ser lá contes-tacionl.a ,.¿,rouria ae-cirme alguna caracterfstica de la música clásica?», etc. En camUio] no encon-traremos ninguna pregunta a la que pueda replicarse crásica tiene o ti"n" ,n.

T "i' i "i'Art

I

La'

19: Rocuérdese que la categoría a la que pertenece cada pieza léxica está especificada enel lexicón.

Page 10: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

D

2g LA SrNTAxis

tuyente gqn-los=dcmás' Eg-gg¿stqnp-s*-tares,¿e,la"c-iq.ng§-§g.-penen de manifies-top,ps-lpgdjq."deJesómeo"*-eorno-¿-or_,ia_sai;i;a;;d,;;;;;sdercuatalgunas de las unidades de la oración adoptan obrigatoriamente rasgos deflexión idénticos.

o En la anrerior oración, la concordancia se manifiesta en tres ámbitos distintos:entre las unidades que componen ras secuencias ta músic; ;i;siri-fi-i"uil¡ro minra-ritario ext§te concordancia de género y número, mientr¿s que er verbo y ra músicachísica cons¿erdan en númerolsta circunst.ancia ,p"rr"" iiltil"iiá *"ru*"or"accidental: a priori la estructu¡a que a[í r" r.lr"r.o,u no ofrece una expricación depor qué cldsica ha de concordar Án música y ,o .on público, por ejempro. podríadecirse que el motivo reside en la adyacencia gue mandenen entre sí ras unidactesque fruestran concordancia. pero no es dific, á.*ort.a, q* üi i"r".ün no se daen una oracién comp la de (14):

(14) Este verano pienso leer er rurF_áLlire'ilnJii;"*rndade por et pr.ofesor.

En (la)' el participio recomendado ha de mantener concordanc ia con ribro,no conliteratura. Por Io tanio, .$Je+$us*e"uds..i.o¡iüaariu no.se rigen por criterips.de

ii*gnlidsd-,.,ci.r"rede estruEüiril; Ü'düieoa rene¡aao "igó, ;lrae rodasles-"sspg:lsles*s39.^qsqqig[ert*cgn-c.9¡da-qciáf or-ro.onrtity"r-FtñáL;;;;áffianálisisr la música crdsici.)lei*Á;-ii ptttiro minoritario,en D, y ra existente entreel verbo y le rnrkba clásica, en o (de

"rt".u.o particular de concordancia tratare-mos con más detaile en el próximo capíturo). Naturarmente, sólo se habla de concor_dancia cuando la relación,iesurta ourigatoria pr." qr" ra oración esté bien formada.Así, la coincidencia de nrfmero qu"

"l*irt" "o'1i:¡ "oo" er verbo y er constituyenteun público minorita¡io nor"pre*"nt" un caso de concordancia, puesto que es posible

lbtengL oraciones gramaticales * r* q"" i"ii¿entioa¿ no se dé: Lai tragedias decorneilte tienen un púbtico minoritario; Lr;^¡;;;idr;; iirT^""n2?ríipor. O

. Offqrchede la lecssig4d,.dp-

prqBonllupaestructura jerárquica com-plsia-p.glqJas",q"rasjonE§."r,-o;r.edñsiü-l*rsüd"formació.n**ejntptrpgaÉ*asen español. Nótese Ia diferenciá entie raslraciones o" lis_Ii"-"=*

(15) 1 El piloto sabía que los frenos fallaban.b. rlsabÍn el piloto que los-frenos fallaban?

Adernás de Ia disparidad en la.entonación, la! i4ls¡¡ggatiyas pe.ca¡q9J.9¡i7-4npsr-In-desplazamiento delyprbo. a ra izquieñT§úñ"ü; ;""fJ"uo qu"cuatquier oración resultara ae rá agrufa;ión ".ár;;l;ñ;;üiicas ois-puestas en un solo nivel _del modo-ejemplificado "n

(tár--. Éñ;i*del español ha aprendido que, para to.-ur?u oración interrogaiira, aeu"desplazar el verbo ar frenü oe ra oracián. La primera airicuiñ'con quetropezaría en (15) sería ra de decidirse por,.,no;; i;;il;;;üár-qu" uou_recen' Imaginemos que la regla de forinación de interrogativas especifica

LA sINTAxrs 29

que es el primer verbo el que debe ser trasladado. En ese caso, la regladará lugar a (15b). Pero, como muestra (16), tal supuesto no puede genera-lizarse, ya que es el segundo verbo el que se traslada en esta ocasión:

(16) a. El piloto que ganó la carrera sabía que los frenos fallaban.b, ¿Sabía el piloto quelanó la carrera que los frenos fallaban?c. *¿Gané el piloto que Ia carrera sabía que los frenos fallaban?

cualquier intento de formular esta regla en términos estrictamente li.neales serla vano, puesto que siempre resultará posible añadir más oracio-nes incrustadas delante de sabía, Por el contrario, si el mecanismo hace usode información estructural similar a la reflejada en (13), desaparecen todoslos problemas que impedían su formulaciOn: has-¡Aiá*esne*iflqar-"q¡¡§"§§*elyffbA".dg*l.q*gr1sión p¡-ingipgf,(esto es: la represenrada por el nudb O queocupa la posición jerárquica más alta en el árbol) -e]_qup*d-e-b.s.-sSfJ"eSpla"a-dq elÉ.:fg-qlq¡"d¡. Una prueba adicional de que ésta es la regla que apiendeel niño la constituye Ia total ausencia de enunciados como el de-(16c) entre

a Es posible que el lector atento haya advertido la paradoja que se encierra en laargumentación presentada en este epígrafe, De la simple comparacién de los esque-mas de (12) y (13) parece deducirse que este último análisis contiene un,grado decomplejidad mucho mayor que el primero: no sólo obliga a admitir una noóión máscompleja de constituyenten sino que además iequiere el desarrollo de procg{imien-tos de segmentación mucho más refinados que los utilizados en (12). pero, por otrolado, hemos mostrado que, pára formular una regla tan usual como la de formaciónde interrogativas, resulta tnucho rnás sencillo utilizar el anr6lisls de estructura jerár-quica que el de estructura linea!. Más aún: ya se ha observado que es absolutamenteimposible expresar tal regla en este último modelo.

No obstante, el primer supuesto en que se basa el anterior dilema es erróneo:pese a su aparente complejidad, el análisis de estructura jerárquica es más fácil deadquirir que el de estructura üneal. sabemos que el niño aprende la gramática desu lengua abstrayendo sus reglas a partir, de los enunciados que recibe del exterior(y contando posiblemente co¡ cierto bagaje innato que le faciúta la tarea). suponga-rnos que Ia gramática se adaprara al modelo de (12). Las reglas que habría que cens-truir serían del tipo de (17), en donde la flecha representa la función nse réescribe,(equivalente a «está compuesto de») y el símbolo ^ indica yuxtaposición lineal:

(17) O -+ Arr^N^Adj^V^Arr^N^Adj

Co¡-(17) no sólo será posible generar La música cltisica tiene un público minoritario,sino también todas las oraciones que se adaptan a la misma páuta. léxica. pero elnúmero de pautas léxicas de una lengua es infinito, ya que los procedimientos derecursividad permiten alargar indefinidamente una oración. por lo tanto, en un mo-delo como éste es necesario adquirir un número infinito de reglas, empresa inalcan-

ñ

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30 LA srNrAúi

zable para cualquier ser humano. Se podría talyT objerar que, por más que elnúmero de pautas léxicas de una lengua sea infinito, iu ,uriJua'1""i, .".rrin-gida a una serie de moderos que se repiten: tal es el caso ", rrllá r" ,ecuenciaArt^N^Adj, que aparece dos veces en dicha regla. Nótese, oo áurtu*", que taridea supone aeeptar de forma imprícita ra noción á".oou*uyloi"ñi;ñ que ca-racteriza al anáüsis de estructura jerárquica.En cambio, la tarea de construir una gramática a partir der modero de (13) esperfectamente hacedera. Veamos et conjuñto de re.glas necer"rio ñ;;.;rar (13),sin olvidar que hemos rotulado provisiónaheot" lá, ."*tiiry"r't*

"Jáiru¡o, .onletras arbítrarias:

(18) i.ü.

iü.iv.v.

vi.

0 *+ A^BA -r Art^C.B +V^DC -r N^AdjD -+ Art^EE - N^Adj

La düerencia obvia entre (12) y (fg) es la de que, en este último sistema, Iasreglas son más simples, pero.e§o ouirgá a multiplicar su núr4ero. Ahora bien: esposible que las reglas necesarias para !"n.r", (r) se utili;;-ñm;;;" pur" .rougran cantidad de estructuras, de modo que el número total de ,{ru, a" iu gramáticano-¡es,lte muy erevado' De.hecho, ".ti id"u queda abonad" pJr l" pr"pia rista de(18),.donde es posibte r9!¡rctr las.seis regtas a ian sólo cuatro,'á;j; ;;;t y E sonconstituyentes idénticos (se reescriben de-la misma forma) y, é".oorJÁ"ucia, tam-bién lo son A,y D" por¡lo tanto, pese a las aparienci"í

"i "rAi"ir-á"-".r*"rurujerárquica es el único quepuede representar deiorma adecuada "t

.omfonrnt" sin_táctico de la gramática. ",.1

\i-]

(19) a. Las llamas lo asustan.b. No le gustaba ser su huésped.

(20) a. pedro habtó a los estudiántes d%&Eiif§1isjr.b. Los padres dsUksieJ_Bslro ñffiñffiilL¿or.

B$e#u{ . e,(19), la ambigüedad prorj"o". as tkg(.,m+sa-eAsqpsa en qombu , y .,¡aa¡rtfe¡S*¡árhiyar;;r;;;*or) yhuésped («individuo gue acoge en su casa a otro, o uindiviáuo aóogiao encasa de otro»). Para dar cuenta de esios casos, basral ilá;. ;i lexicónrecoja los dos sentidos de cada una de estas'palabrr;6; ilu ü,'o ao,voces independientes o como una sola

"ntrádu .on XÁ

-ridifi"raog.

nes de (19) y (20):

LA SINTAXIS 3I

De ahí que el fenómeno reciba el nombre de }ggp¡lmie-(q-egbigtiedad)Iéxisa.*En

cambio, la función de distinguir entre 1a§-d-o.§-tgle5pf.e.t¿ciones de-(20)

no puede^encomendarse.al.lexicón,.pue§t9*quaan"ellas no está.presente nin-

nir-á_fpfSr¿ téxiea-Arqbjgua. El rlnico modo de explicar el doble significado

tr1ZO¡ consiste en atribuir el fenómeno a factores estrictamente sintácticos.

Así, la homonimia de (20) desaparece si se efectúa un cierto cambio en el

orden de sus elementos:

(21) a. Pedro habló de lineiiística a los estudiantes.b. Bgglto y ls§-Pggtes"Cf^JÚaría están enemistados.

De la simple comparación entre (21.) y (20) se deduce el motivo de ladoble lectura semántica de estas últimas secuencias. En (20a), la secuencia

de lingüística puede vincularse al veibo habló, como inequívocamente suce-

de en (21a), o a los estudiantes. En (20b), uno de los miembros de la coor-dinación puede ser los padres de Muría o solamente Marla, mientras que(21b) sólo permite la primera opción. Así, pues, l-a homonimia radica En

estoscasosgn!qpasibj[dad-dp-etasf¡rarr¡saisblesegn§nÁesiáa*ds*consti-tuyentes en el anál§is d§-!lo.taqi§,S. De ahí el nombre de,.hn¡gAnipin-§§fg¡c'

- Ittpl que se otorga a este fenómeno. Una gramática del español que preten-da ier descriptivamente adecuada habrá de indicar que secuencias corno las

de (20) correspondeu a dos oraciones distintas, cada una con una interpre-tación semántica diferente. Una forma satisfactoria de cumplir tal requisitoconsiste en asignar dos análisissint s depstas-se-cuenciar. Naturalmente, @Lqdu§fu-§rifpJia§§structu-rebr &,i,gruquía"iado*q¡¡e la-concatenacrén*de*dclueils§.1éxisatue§*idén-

tica*n¿mbasJs*u¡as.La argumentación precedente permite concluir que la noción de estruc-

tura tiená una importancia fundamental en la formulación de las reglas gra-maticales y en la explicación de ciertos fenómenos sintácticos complejos,como el de la homonimia estructural. Por lo tanto, lg-gr.mtei§*gg-§élo{eLeráJsqercrjqfusjaLa,rasiags.§-$ame.fkaleSS!9,-uqq.-Le-nSua, con-exsiu-

+Ol_-{g-Jp-.&[.l"as_le.euqncia;-agrema]iq?§¡--si¡.9-que además-habráde.otor-gatltp-SpSstip-sió.n SptrsclqTtJ,p-q-opra.4.3s{a. or4cÉ-ItLgg-@Sus*§Lugdenr_ecog!d,49".!4q ¡-e.[qgjqr,p_g*ierlr,qui-cs§*9ntr§=s]_f gqnslit¡y,Entes.

1.5. L¿s cerr,coRfas srNrÁctc¿s

.Es obvio que Lo to;as los cons . Paraclasificarlos en di§tintas categorías se puede recurrir a sus propiedades dis-tribucionales. Penonqinategr_os,.d¡§lrilqsién.al gp&iusta*ds*sp¡rte$p§-§infés-

Page 12: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

32 LA §TNTAXIS

ri§,o*.en-que-puede*apareccr-una-misx0a-unid"ad.. En (zz) se recogen algunosde los contextos coffespondientes a la pieza Éxica ití:

- --'

@) ?. Aquel edificio allo fue construido sin licencia.b. Aquel edificio es a-lto.c. Aquel edificio b ffiece gg§,.

. . si se intenta cambiar arrc por otrapiezaréxica cuarquiera, ro más proba-ble es que el resultado sea agramatical'. pero en algunos

"uroslu-rurtitución::IÍ p.Tbl:;-si 1o en todoi, por lo menos en alguno de los contextos de@)*.Asf ,4orrrákadsritsJasqplErisle-e,Jilss.rresággJrjloi;w¿qliqg-lJsip{arssp**n-e4jgrdp¡-p-+-ry"e-'es,ir*ffi fi fiafffi ffiíut6oupo*",eg*tqsLs'Cs lp§.{res. ta prueba sólo será significaii;a"ilrrd;;" haya es-tudiado uu número de contbxtos suficientemente arto. Asimismo, deben te-'-Micciones-semánticas .derivadaq del-co¡tixio..elegido.Una secuencia como Aq,\el.eüftcio laptaresgnetdlico no resulta aceptableporque en tar situación er adjetiro, hadé tener ug-cerácter .'.arprativo,del§uecarere;4etdlico. rer93i, ta|"matiz se añade, la oración ..ruiiá-jii"ctamenreacepta-ble: Aquel,difr'cio.re parece ae^rsíoao meuilico. ro, Jonü*tos muyespecíficos, por lo taato, imponen condiciones tan estrictas a las piezas lé-:IT:1"- *ligul a dividir lai categorfas sintácticas en subcrases: sustanrivosammados e inanimado§, verbos de entendimiento y de voruntad, etc.. C-Upgdg.d9.p^¡nidades^comparten r.rn nJá".o suficjpntgnner¡Is.Jeprssenta_

tiyo*d§-contrirto§**cmnsideá"qurpsftsagssn" ".ra

nris¡rá_ütüñ a: éste esel caso_ dg rojo, horribre,.metdico y arto. e, "r

r"i[¿il"-.Já=í# o" ".ru,piezas léxicas deberá quedar caractánzadapor un rurgo óut"joria com,ln.

{l. En general, los criterios basados en ra distribución de las unidades léricas suqrencoincidir con la crasificación tradiciou J" u, át"goriu, il;il;;;.ñ, de defi_niciones nocionales. De..ahí que se siga fruUluoáo d-e categorfas comáipr&Og.(N),ve-rpk(&".djc*elsd,il*treBasici¿7¡8.ñ""¡.áü";;ñ;;;""ffi ,"lre.rl_tado es divergente. n*al*.etqi$Sa-f*_dtSior,""l,.lpr"uoi.iiyprlJsl.-dñ,iyos y erarrÍoileJstsm+*teleüisiisld ruñG-"Ip,r,ró ds-yists-os r*.dhdbndffii{di§*sg.o,-e.lgt-qpp^rqa.qrpnr"ae.B,¡.hes#-puy_r-iñ.ñ?i:&w*'=*uffi

*'¡

(23) a. euerfa comprar la mesa.b. Querfa csmprar una mesa.c. Querla comprar tu mesa,d. Quería comprar esta mesa.

Además, estas unidades :ll_mutualnente

incompatibles [aunque la secuencia (24a)ftre gramatical en el castellano medieval]: '(24) a. *Queía comprar la ru mesa.

b, *Quería comprar una esta mesa.

LA SINTAXIS JJ

De todo ello nu*de-cgnsluirse-gue-Jos-a4iefiv.o*deemia¿tivos..y.Jos artículosJor-lga¡-.uoa..cla$Lsintáciica*uqiücada Ja--de",loq. detsr.mkürq§.n-especircadores delnombre.

otx?.-qaFgorfa que presenta lÍmites-difusos-esLa.de.¡d.verbio. Bajo esta denomi-nacióo, Ia gramática tradicional incluye unidades con distribuciones complementa-rias, como muy y deprisa:

(25) a. Lo hizo d.e¡risa.b. *Lo hizo mu¡Lc. Lo hizo muy deprisa.

Como rnuestrá (25), ambas unidades no son intercarnb,iables, por lo que parece con-veniente diferenciar su valorcategorial Una posibiüdad serla ilasincar ltforwa muycomo especiücador del adjetivo, áe ta preposición o del adverbio: muy ripido, iniyhael.a .ly deyecha, muy bicn. como tal, formaría parte de una clase de lnventarioreducido eri español: tan, bastante, más,.etc. por su parte, deprisa sería un adverbioen sentido estricto, con mucha mayor independencia estrucrural, como se pone demanifiesto en (25a). O

El intento, reciente-mág- notab.le- de.fomlukr*una- teo¡ía¡¡nüeadArleJ¿scgtsgpr.fg§"1éJrea*v.sinfásrisa§,Q§-§LdÉnominada"flnáusis.ds-t*iis§*§qrre

GL que a*anca de las propuestas de chomsky (1970), ¿isarroiiláás poste-

{*rmeqte por Jackendót gnn y Chomsky (rgsl).'§eetiúElal--d^J^c-algggdasl-é^xrsas,was§¡slltteruhuMii-rp.s$la"4*b-emsirc¡su-deda-§-{gssos_eeresarieh§_háil§et0tiJ).Á.si,&nombresgria I.+f, -Vl; el verbo, [-N, +V]; etadjetivo, ¡Tñ,TV¡, ylapreposi-ción, f-N, -Vl. lor su parte, *¿*leUlg#p§_fldietive§*lei.sr0[inati]¿o,compo¡gs[4s"laslaue-Jsxicá-B"apm$m;ldñt i,.áüguur"erelp¡ -adre*b.rps {eltino_{9.p uy.o b.aawte. Eslps pm$d$ rL_giuss*#ter,- pp,§g,f.f!!fl_&-?919p*o-r-r¡ía léxica, por.,lo.que. nap*{i-áp-arp-cp¡-¡ün$.*ggpü_d"Lqs,Sq._t*ggrf{§*§rarq{,es.¡gskrnllqg*CI92})htbroiruest"ari*ii..tilái"rresto de lg!- 9 p.qin.¡§gig.r.en (estoes, que no precisan de la presencia de un comptemenio). báiJté m9d9,gupd*f.-ap"reAEj*{e¡-^1p¡_§iqrrltlgdsl-"{s ¿4qi-U-gq,"_ó¡-e¡tre amb_as snigee_rfñ:

(26) a. Lo colocó sobre la mesab. Lo colocó e-nql¡lq.c. Lo colocó ansln-4_d-e*fa¡r¡rlsa.

§i

(27) a.b.

&ab,

Page 13: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

34 LA SINTAXIS

una de las ventajas del análisis de la x es que permite ordenar el reper-torio universal de categorías léxicas a partir de ias posibilidades de combina-ción de los rasgos primitivos, siguiendo un procódimiento similar al pro-puestl por Jakobson, lyt y Halle (1952) para la fonología. Al igual quesucede en esta última disciplina, la libertad de elección de categJ.ías iorparte de las lenguas naturales parece estar limitada por mecanisrios de im-plicación. Por ejemplo, una lengua puede tener nombres y carecer de pre-posiciones, pero no al contrario.

n f loJl89$fÍn, &"mtud§,Jas*ategn¡14¡Jéxicas-Urayn'eu quq fucio_nrucomogslgg (la oración tiene un estatuto especial, como se estudiará en el próxi-mocaPltulo).@MÁsisafliakcms. En. (28) se represextun toi

"úatro iipoi +-¿sms_d.é_ :.illgsrr* ;-"i

español: wgs¡gl, ygrb&I, egj§*g y pppgsigipgsl.zo

(28)

a. sN (oÑl-nN

/ --

b. SV foVl

-,4-.'Esp V

TN

1,,sAdj

I

clásicala música

zñ-VSNlthabla ruso

d. SP lo P)

-d-Esp PI -^-lpsN

más hacia el centro

. - 20.. . El.todos los ejemplos anteriores hemos considerado que'er seguoo" o"oo i. proyec.

ción del urlcleo corresponde al stntagma. En ciertos casos de recursivi¿i¿ riotí.ti*, sin emÚar-s-o' t¡a de almilirsg un número mayor de proyecciones (o, lo que es equivalerte, la repeticiónde alguna dc ellas). Sobre este problema volveremos en el capftulo S.'segrfn Ia convención aluso' utilizaremos el triángulo en los diagramas arbóreos pura rep."seotaiconstituyentes gom-p§os cuya estructura intema no interesa detallar.

LA §INTAXIS 35

O A estas cuatro proyecsiones debería añadirse el SAú, en el caso de que ésteoo se interpretase como una variedad del SP: -i:--'*j"-

(2e)

SAdv (o eTl¡

En los ejemplos anteriores, g4e.púsle."q*+p3-r§§.e,*gpmpañgdo.dg.-e,spesi-

[..+9"9:1.:pfngfa4en_to. Dadas las similitudes estructurales existentes éntrelas proyecciones de los núcleos léxicos, se pueden formular dos esquemasgenerales que las engloben en un único tipo brásico (en dondeJles,uua.va-riable.qup;ep-re.pgnta.a cualquiera.de-las categorfas^léxicas N, Adj, V, P [yAdv]; E;p;4_9J-9ppe§ficador; C.ompl._depigna lo;.gprnplerr.entqs del núcteó,ylasba¡sf is*igdisg.t."qivele§*s*se§-iy-gqde.g¡pJección):

=(30) a. I -.+(Esp) Xb. X--+X(Compl)

frg¡slq+§{[+td*#) suponen una restricción muy fuerte sobre Ia forma delos constituyentes y pglpjlgq.jute -tur.?s"§t¡ttqüsqs§g+orealizacian . De he-cho, a partir de (30) puede deducirse un esqüerna tüffi'ñ-ñauitracto decarácter general (donde z indica un nivel de proyección cualquiera del nú-cleo, f es el núcleo de todos los constituyentes en los que n>0 y los puntossuspensivos representan complementos o especificadores opcionalesi:

(31) Xn + ...Xn-l...

En virtud de (31), la presencia de una proyección implica la de su nú-cleo. La misma relación se da también en sentido inverso, ya que se suponeimplícitamente la existencia de un principio de maximariáao que obliga alas categorías léxicas a formar expansiones máximas. por ese motivo en(21?r u) los constituyentes ckisica y rwo aparecen etiquetados como sAdjy SN, respectivamente, a pesar de no contar con ningún tipo de comple-mento o especificador. Para señalar su opcionalidad estructural, tales cate-gorías se han colocado entre paréntedis en las reglas de (30).

ffi

Adv SPL'+.*cersa de la gente

ltan a

Page 14: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

36 LA SINTAXIS

a La prgposición presenta en este aspecto un comportamiento distinto del de fo-das lái'ótiá3 categorías Iéxicas mayores: a diferencia de éstas, {rg*pg-g.99*f9{m4¡ prg-y§g§tgrrsc-rp$it¡e,qsiq ll" presencia de.-_u_u.-cs¡r.rpt"9m_eufo. esta fáiiióiifariáaá qtieoareflejada eo (32);

Luis tenía [sr.r fiebre].El coche estaba [seaj averiadoj.María [sv estoinudó].Lo habían hecho [seau mal].

*Fue [sr hacia].

Lu.l¡¡g§illig{-g$:¡.Stgrul atribuye este fenómeiro a las caracterlsticas estructura-Ies del coustiiuyente SP. Mietrtras que SN, SAdj, SV y SAdv ejemplifican tipos de§atpCo-rí3§*Eg$§as de núcleJq. (sintagrnas eadocéntricos), el SP",y.la orqción se ttatanComo_.c$9-gg{§ exocén-tricas, ga¡e4tes de núcleo y, en consecuencia, no susceptiblesde ser reemplazadas por ninguno de süs constituyentes léxicos. E-LgA¡[biq, eL análi-sis.dg..,la. § _g,oncibe todas" l3s pr-pye"qqipgs_§_§h!&!i9p§_§-olfo_ gnlppénfriqas, como sededuce de las reglas de (3-0). Para supeiar la difibultad planteada por el sp, estateoría establece una {istinción" básica. entre los principios estructurales y Ioq requ-$l-,1og li{cos de cada categoría. Segrin tal enfoque, 14 categoría p tiene como própie-dad léxiga- la obligatoriedad de ir acompañada de otro sintagma (en términos mástécnicos se dice ciue ! ggbcgtegoriz_a.u.n cgf,np!.qmerrtp). La violación de este requisitoléxico convierte a (32e) en agramatical. Es interesante anotar que esta solución coin-cide- con la adoptada en ei estructuralismo para los casos de sv con veibóTiansitivo.En iáles construiciones, tampoco es posible q"g*pi*ui tooo e¡ siirtagmq por su qli-Cleo:

(32) a.

b.c.

d.e,

(33) a. Luis [sv tiene mucha prisa].u. *Lqlq..[qvji9]pl.

Delaagramaticalidaddg,,(3lb)*gg-.gueds.g"9rglús§-cus-ql.sLsse_eag§-t_o.q_93sosBLsQsstilCypile_§Ip_cjnm§9, pues eso obligaría a escindirlo en dos categorlai decaraeterlsticas estructurales opue§ta§, lo*&ue-pquivuldrra. a¡rpga¡,Ja_-exjsré.nsr*, d.elvsrls-!gm".o"*q[idad léxica. Son, por tanto, á"tiroi ¿" tipo r¿iiily nlátructuratfos qr¡-e ,lpoo"n lá presencia de rin complemento en el SV de (33b). si se aceptala yjficaciól de preposición y adverbio en una sola categoía, el paralelismo entreel sv y el sP resulta aún más estricto, ya que esta riltima proyección podrfa aparecerevetrtualmente representada tan sólo por su núcleo, como ocurre ep (32d).-por lotanto, las ieglas de (30) representan la éstrustura de cualquier construcción sintácti-ca (incluida la oración, como se mostrará en el cap. 2). a

!Jng-,de Jos conceptos miís tradigiqnales-en_e-l-estudio-gramatical es el de

$¡p¡lÉg. Algunas teorías üngüísticas consideran que las funciones (sujeto,o*biglg_qlr-ecto, etc.) son conceptos primitivos de la sintaxis. En otros enfo-ques, por el contrario, se las trata como nociones relacionales derivadas dela estructura de las oraciones. Eg*gj,g*gb,{p,.§§$§Bbi¡emos_Ias__funciqqgscqrno-gl-§stttlqd.o, {e la relación. estrcJ0s,"§o¡s.tiü¡yenres*que.integran una

LA srNTAxrs g¡

oración: en realidad, algunos de los conceptos que hemos utilizado hastaahora, como el de p¡pggifigedpr y el de ggp"l§"{qp¡lo son de patsraleza fun-c¡qual. Eo-.la.rrayo,rla^de.-lar-ocasiones,,la-fuaiiOn-no"es uná característicaintúIrseca de las piezas léxicas. De una secuencia como /a fitosofía de Kantes posible afirmar que constituye un sN en cualquier constiucción sintácticade la que entre a formar parte. En cambio, carece de sentido preguntar sise trata de un suieto o de un complemento directo. para podeicontestar atal interrogante habría gue conocer el contexto oracional-en que tal sintag-ma aparece..Asl, esa secuencia ejerce en (34a) la función de sujeto, mien-ras que en (34b) desempeña la de objeto directo:

J,.l',(34) a. La filqsqfíedeKaut resulta apasionanre.

b. El profesor expücaba lashsofía d**rór{,un modo de establecer formalmente la diferencia entre las distintas fun-

ciones consiste en definirlas como el resultado de la relación que se estable-ce enlre la categoría que representa a cada una de ellas (en los dos casosanteriores, un sN) y la primera proyección que domina a aquélla.zlDe estemodo, el st¿letq_-$efl-$á.m1agtgtZadg,c.p_no.,el Oudo SN dominadp-iqfnedia-tamente por O (sujeto : [SN, O]). por su parte, el" objeio directo será el!L A9mi¡ado inmediatamente por."V. (objetó directo = iSN, Vl). tr,tayoresdificultades presenta la tarea de definir mediante este miimo procedimientola noción de objeto indirecto, como se discutirá en el sexto rupituto.

Qgg_ep¡gr¡f{Begágútil_d. §st}djo.*dpJas tuncignes consisté en analizarlos rasgos flexivos de cada constituyenlé para de'ese modo poder establecersu relación con las demás unidades de la oraci6n. Este procedimiento, queresulta básico en*las" fe4guas.quq-presp.¡tep-,d€pltnació-n, puede aplicaisetambién en algunos casos al español. $sí, pa¡a.la deteminición-detsuietose*qtip"n§e.,¡p,rndqrpqte a-su-conrp¡daagia-con el,sy y pete-Ja. distináOne{tlr§*9}ism--difstg-Eindtqptq,sg,r-ggurre a*las pruebas.de.ti_o,rrqniqatiza-ción v pasividad.

1.6. Los «peppr-Es TEMArrcos>>

Trgdigiqfi-almeqte, la§fu¡lsigasssi&tástrisas han recibido una definición no-cional que les atribuía características de ípdqlc*§qfl4ntica: .El.salelo era ellgggltJg¿dg laacciónyerbal,elobjeto designabaal «paciente>> o al <<tema>r, etc.sin embargo, tal caracterizacilntropiezaá menudo con gravés problemas:

21. Dadaunaestructuraa¡bórea, un nudoAdomina aB siysól<isiel caminodeAaBsóloincluye ramas descendentes. Un nudo A domina inmediatamente á un nudo B si y sólo si A domin¡a B y entri ambos hay una sola rama.

Page 15: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

38 LA srNTAxIs

(35) a. Elsoche fue remolcado por la grúa.b. Q! aao. tuvo una gran acogida.

". rd,lih,distribuyó lgi prqer-eñ_a-i.-du"Lu., o. oLd. Se distribuyeroi-ibi frlsiil,il|rürmr. u-,,

En cada una de las oraciones de (jr).se,ha.subrayado.el.sintagma quq.de-§:mpe¡a la función de..sujeto, Sólo en_(35c) es pósibte.atribuñ a estq;un-ción el".carácterde*q3gsnfp,¡'.dgl.ve¡bo. En todos loq demác_§as-os, eiiü.-tofeprcssrlta-más.5ie¡Ja-¡oción semántica"de slpáiiáiá¡r"_q.«ima".r'E'iñde oraciones de Qlrhd) es especialmente significativo: -e.!_ca¡4_§io Oe--s¡jeto

1".q.l¡4"¡andrfi cadd}}sciés._sqmá¡rtica.de...pqc!ente¿,ifr ióiéntáaápói᧧ /os programas dg{acte-en .ambas oraciones. ne'áno pueden exrraerse

::.^"^r-1":::^T,:s: ^gI unrambio en

.ta función-sintóctica desempeñada. porun consntuyente-no".supone.necesariamente alterar la relación semeitliiáque,mantie4e_con.er verbo; y, por ro tanto, (u) no es posible defidr'i;;nrnctones smtáctrcas a,,tuavés de este tipo de relaciones,semánticas básicas.Asl pues, se trata de nociones distintas, que sólo accidentalmert"

"oin.láái,con el fin de diferenciarlas, denominarémos paperes temálicos (p. t.) a tasunidades rymánticas.del lipo de <<agente» o .,paiiqnte".

La divergencia entre conceptos como el dé sujáto y el de «agente» pro_viene de su distinta naturaleza. El de funcíón ei on toncepto éstructurqt,ps,!t+d9 de, la,.ponfigyración forml qüe .adopta ra oracióri. poi,u p"rt",lps paPe,leq temáticpS tig1en,Un."ontenido léxico:semántico gvidente. ta se-mejanza que existe entre ambos es que se trata de nociones relacionales:ser sujeto es ser «sujeto-de-una-oración», mientras que ser (<agente» implicaser «agente-de-una-acción". LqS. papeles .temáticos iqn indis[ensables .a,la

l^o:1, 9.,:Hbür in-terpretación semántica .a las oraciones.' Comparemos(35b) y (35c): en ambos casos se trata de oraciones activas con un verbotransitivo, pero sólo en la segunda existe un «agente de la acción». a" di¿:rencia estriba en las contrapuestas caracterlstiás semánticas de los verbostener y distríbair. Por lo tanto, el lexicón habrá de contener la especificaciónde los papeles temáticos que cada predicado asigna a los argum"nior qutselecciona. Así, el verbo distribuir aparecerá carictenzado con el siguienieesquema temático (en donde el guión indica el lugar ocupado por el-propioverbo):

(36) distribuirSN

Iagente]SN

Itema]

. 12, Para un estudio y crasificación de este tipo de nociones, cf. Fillmore (196g), Grubcr(1976) y Jackendoff (1972).

LA sINTAxrs 39

Dadalainformación de (36), la posición ocupada por el argumento los pro-pramos del acto en (35c, d) recibirá el p. t. de <<temar. En general, todo SNüebe recibir un papel temático del núcleo predicativo del que depende. Losasignadores de papeles temáticos son el verbo, el adjetivo, la preposicióny, én alguno§ casos, el nombre:

(37) a. Luis abrió la puerta.b. Estaba harto de aquella historia.c. Luis abrió la puerta c,ot una ganzún.d. La venganza de María fue cruel.

En (37a) el verbo abrir asigta el p. t. de .<paciente» a su argum enfo la puer-rc. En (37b), el cornplemento aquella historia recibe su marca temática deladjetivo harto (se considera que la preposición de es un mero marcador sin-táctico desprovisto de contenido predicativo).8 La preposición can otorgacn (37c) el p. t. de <<instrumenta» a'una ganaia. Por fin, en (37d), el sustan-tivo deverbal venganza asigna el p. t. de <<agente» al sustantivo María. Nin-guna regla sintáctica puede modificar la asignación de p. t. realizada a partirde la información contenida en el lexicón. Ese es el motivo de que, pese ala distinta función sintáctica que desempeña en (35c, d), el SN los pragra-

' mas del acto posea el mismo p. t, La imposibilidad de alterar la estructuratemática de las oraciones convierte a la sintaxis en una proyección de lastlependencias léxicas.

EI ejemplo de (38) constituye una muestra de la importancia que la no-ción de papel temático desempeña a la hora de interpretar la estructura sin-táctica de la oración:

(38) La invitación del gobernador provocó muchos problemas.

Este enunciado tiene dos interpretaciones. se trata, por lo tanto, de un casode homonimia: es posible considerar el complemeito er gobernad,or comoagente o paciente de Ia acción de iniitar. o, en términos-fr.¡ncionales idén-ticos a los utilizados por la gramática latina, debe elegirse entre una inter-pretación de genitivo subjetivo u objetivo. No se trata de un ejemplo dehomonimia léxica, ya que todas las piezas léxicas que integran el inunciadotienen una interpretación unívoca. fampoco

"s poiible at ib,rir el fenómeno

23. Las gramáticas del español suelen recoger la falta de autonomía semántica de estaprcposición. El Esbozo (RAE, 1973, pp. 440A\ señala trece usos diferentes para esta uni-oaor algunos tan poco relacionados como «propiedad» y «tiempo en que suceáe una cosa».rara Alcina y Blecua (1975, p.835), «la preposición de s6lo alcanza su plénitud de significadocuando, además de la palabra que introducJ, se considera la palabra ón la que se relaciona:c¡ segmento lde torosl no marca por sf mismo la relación qqe será wa en urdi de toros y otracn habla¡on de toros»-

Page 16: La sintaxis, Hernanz y Brucart.

40 LA srNrAxis

a homonimia estructural: la relación estructural entre el complemento delgobernador y el substantivo deverbal invitación que funciona como núcleodel §N es en ambos casos la misma. un modo debtorgar a (3g) dos análisissintácticos diferentes consiste en mencionar explÍcitaminte el papel temáti-co del complemento del nombre. como deriváao ¿el preaicaao invitar, elnúcleo-nominal otorgará a su complemento una marca temática de .,agente,(en la interpretación de genitivo subjetivo) o de <<paciente» (en Ia de- geni-tivo objetivo). Mediante esta estrate-gia, las dos intirpretaciones de (3s) re-cibirán una representación distinta: u

(39) a. [sN [»u, la][¡[N invitación][sr [r de][sN el gobernador]lll(agente)

b. [sN [o* la][t[N invitación][sr [r de][sN el gobernadorJ]Jl(paciente)

Por lo tanto, las representaciones sintácticas han de contener tambiénuna indicación de los papeles temáticos recibidos por los argu-ertos áe iuoración.

1.7. srsrer,rAs DE REGLAs y NrvELEs DE REpREsENrecróN sr¡.mÁcnce

En-los apartados anteriores hemos concebido la gramática como un sis-tgla d9 regJas capaz de generar todas las oraciones-de una lengua, dotán-"dolas a la vez de una descripción estructural que especifique .icuZles son loselementos con los que se ha construido la oración y cuaes su orden, su dis-posición, las relaciones que mantienen entre sí y cuantos otros datos grama-ticales hagan falta para determinar el modo como la oración se empléa y seentiende, (chomsky y Miller, 1963, pp.60-61). La aplicación de lis reglasde. la gramática da lugar a las repres-entaciones. Todá oración tiene, comomínimo, tres niveles fundamentales de representación: el fonético, el sintác-tico y el semántico. No obstante, no4s nlcesario limitar el concepto ae ,e-presontación al estadio final de cadí componente de ta grainatica. de he- ,

cho, cada regla modifica Ia representación que l" ri*" á""Lnñil; .;;-vierte en otra distinta. Toda óración, por ló tanto, tendra oou ,u¡ír"r"ná-ción inicial o, que se toma como axioma de partida de cualquier giamática,y tantas representaciones sucesivas como reglas se trayan apticaaá

. 24.. Enadelante, por motivos de economía tipográfica, para exponer las estructuras sintác-ticas alternaremos los diagramas arbóreos con lojparéntesis etiqueiados. gr.,* ¿, "* "-liásistema d€ representación gráfica no altera el anáüsis, dado qüe se trata de meras variantesgráñcas. Por los mismos motivos, sólo se especificará la estructura temática a" Us or"cionescuando sea pertinente para el desarrollo de la argumentación.

47LA SINTAXIS

Tomemos la descripción estructural de la oración (40), establecida segúnlos criterios del análisis de la X:

(40)

NVttpresidente dimirió.(agente)

o

^'--SN SV

-^-- |

DetñV

-La estructura de (40) resulta de la aplicación de ras cinco reglas que seindican a continuación (para simplificar las reglas y las representáciones, enadelante no incluiremos el símbolo de la concatenación éntre elementos):

Las reglas de (a1) se denominan categoriales o sintagmáttcas. su objetivoes crear la estructura de la oración a partir del símbol,o inicial o. paia ob-tener la representación de (40) debe añadirse una regla de incerción léxicaq1"'

-a parfir de la información categorial proporcionada por aquéllas, per-

mita insertar algunas de las unidades almacenadas en el leiicon án cada unode los nudos terminales. La inserción de las piezas léxicas ha de hacerse deforma que no se conculquen los requisitos téiicos o semánticos de cada uni-dad. En (40), por ejemplo, no podrían inserirse los predicados tener o decir,que subcategorizan complementos dependientes de V. La presencia de dj.miür,_por otra parte, obliga a otorgar al sujeto el p. t. de <iagente», por loque deberá "élegirse un substantivo [+nuuexo] pira ocupai tal poJición.secuencias como La rana dimifió o El coche ¿¡m¡i¡a serlan inaceptábl., po,la dificultad de concebir los respectivos sujetos como «agentes de la acción».Asimismo, la elección de la forma presidente para ocupár la posición de nú-

el

(4L) Regla aplicada Rep res entac ió n o b ten i da

olo sN svl[olsN Det Ñ] svllolsx Det ñ][sv V]llo[sN Det tñ N]llsv VlllolsN Det [ñ N][sv[? v]l]

i.ii.

ltl.tv.v.

O+SNSVSN-+ Det ñSV+ VN-» NV+V

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42 LA srNTÁxrs

cleo del sN sujeto impone los rasgos [+uascurruo] y [+slNculan] al ar-tículo determinado.

La aplicación de las regras categoriares y de insercrén léxica da lugar ala representación sintáctica denominada estructura profunda (Ep). En"estenivel, todas las oraciones presentan una disposició'fija de los constituyen-tes sintácticos. En lengua: .oT9 el español o el inglés, se considera que elorden básico es sujeto-verbo-objeto. Hay, sin embaigo, lenguas con ordena-mientos básicos diferentes: un-ejemplo áe eflas

", "i¡uponZs, que se ajusta

al patrón sujeto-objeto-verbo. Los motivos para adopiai un orden fijo ón raEP son varios. Por una parte, tar supuesto iimprifica .or.i¿"ruui"-árr"lá,reglas categoriales de la gramática, ál reducir ioda la variedal á"

"r,*"tu-ras sintácticas a un único patrón subyacente. Además, etto permite asignarlos papeles temáticos a unas posiciones estructurares fijas, objetivo imiosi-ble_de cumplir si se generaran directamente todos los órdenes sintácticosposibles. Comparemos las oraciones de (43):

(43) a. Quiere una explicación.b. ¿Qué quiere?

En (43), los sintagmas subrayados desempeñan idéntico papel temático conIespectg al predicado querer. sin embargo, ocupan posiiiónes airtini"r. iIIas reglas categoriales generaran ambas*estructuras, el predicado deberíaotorgar el p. t. de «tema» a.la posición preverbal

"r.uno, casos y a la post_

verbal en otros: Eso obligaría imarcar tbdos ros yerbos transitivJs der áspa-ñol con una doble estruciura temática en el lexicón, yu qr"

"1-r"nomeno es

absolutamente regular. La sorución más fácil consisíe "r'"rpii"u, "l

cambiode orden de (a3b) por medio de una regra sintáctica, lo q""';;n; la n.c"si-dad-{q complicar la estructura temática de las piezas réxicas.

-'si las dos oraciones dé'(43) presentan un olden idéntico de elementos

en Ia EP, Ia asignación del p. t. de <<tema>> puede hacerse en ambos casosa la posición posverbal:

(45) a. . Quieres una explicación.(tema)

b. Quieres qué.(tema)

Posteriormente''habrá que. trasladar el pronombre interrogativo a su posi-ción preverbal. Los mecanismos que cumplen esta función-son las transfor-maciones. se trata de reglas que tienen como única misión el traslaao aelas categorías sintácticas desde su posición en Ia Ep hasta el tuga, qu" o"r-pan superficialmente. A diferencia de las reglas categoriales, laitransforma-ciones no siempre son indispensabres para

*g"n".u, una oración: (45a), por

LA SINTAXIS

eiemplo, no precisa de regla transformacional alguna, puesto que el orden

áL sui "lementos

es el que aparece en la realización fonética de la oración.

Con el fin de identificar la procedencia de cualquier unidad trasladada

oor medio de una transformación se adopta la teoría dc la huella. Esta con-'vención especifica que cualquier entidad trasladada deja una huella (r) en

el lugar ocupado anteriormente.s Para marcar unívocamente la relación en-

re cada huella y su correspondiente unidad desplazada se coloca un subín-

dice común en ambas:

(46) ¿Quéi quieres r;?

La ventaja principal de la teoría de la huella e§ que permite mantener en

las representaciones posteriores a la EP toda la información estructural, te-

mática y funcional contenida en ese nivel subyacente. De (46), por ejemplo,

ouede deducirse que el pronombre interrogativo trasladado al frente de laoración desempeña el p. t. de <<tema, del predicado querer, así como la fun-ción de objeto directo de ese mismo verbo.

Una prueba adicional a favor de la presencia de las transformaciones en

el modelo gramatical la presentan oraciones como la de (47):

(47) ¿Quéi [o dice María que [o Antonio quería r,']l?

En (47), el pronombre interrogativo que aparece al principio de la oraciónno depende ni temática ni funcionalmente del predicado pnnc;ipal decir,sino de querer. Con la teoría de la huella y el mecanismo de las transforma-ciones esta relación queda satisfactoriamente recogida. En cambio, si hubie-ra que generar esa unidad directamente en su posición superficial resultaríamucho más difícil marcar tal dependencia, pues habrla que perrnitir que al-gunos argumentos aparecieran fuera del ámbito de su oración. El carácterregularizador de las transformaciones permite, por lo tanto, obviar este pro-blema.

O Del mismo modo, la teorla transformacíonal facilita la generación de las oracio-nes que presentan constituyentes discontinuos. En las reglas sintagmáticas todas lascategorías complejas aparecen distribuidas linealmente unas tras otras, de modo quelas ramas de loi indicadores sintagmáticos nunca se entrecruzan. No obstante, algu-nas oraciones presentan constituyentes escindidos en dos o más segmentos:

(48) a. Ltis sabía que su hermano no vendrta,b, ¿Sabía Ltús que su hermano no vendría?

25. En lo sucesivo, utilizaremos el símbolo , para representar la huella de una categoríatrasladada por transformación. Seguimos así la convención adoptada comúnmente en los traba-.jos de gramática generativa.

43

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EI constituyente en cursiva de (ag) es er sv de la.oración. En er primer ca§o, apa-rece como una secuencia continua dispuesta tras el sujeto t*-á-í.ri,?-la rega quereescribe el símbolo inicial O). En cambio, ," 1+SU¡ .r, *ir_o .ir;;g*; se presentadividido en dos partes ."p*adas po, "r

.rjrio. liffi,"-,"ñil;#ffirs ordena-mientos en la Ep, el componente de reglai categoriales ,"ri,rtuk" "noilnrro"o,,

pro-lijo y complicado' por ei contrario, ri;;;;;;* que er orden que presentan Iosconstituyentes de (48b) es el resultaáo O" ápfi*, una transformación de movimiento

Í]|";:.t:"H;f"'l'ui der verbo;;; p"ñ;;ión der "j;;;); il;'rür,"d d.,upu-

1.8. Er ¡{oosro GRAM¡ncAL

EI componente sintáctico que acabamos de esbozar forma un mecanismocomplejo que consta.dg ¡res üpos distintos q" rq;i,l;;-ütffia"., qu"crean las estructuras básicas a partir der sfmbolo iniciar o; la de inserciónI6xica, que introduce er materiár rexico-en-ros in¿ica¿áres .i*frari"o., yIas transformaeionars, que permiten

"t trurru¿oili".,]".

"liá"j'nur rurr,Ia posición que ocupan iupórficiarm"o," "ol"r-o;ñ;;;"#iiipu"r.ionde las dos primeras ilases de reglas r" outi"r" ra Ep de ras o¡aciones, nivelde representación que refleja ruí a.p"ná.r.iur t"reti"ur';;* ;'i;r"dicadod3 ca-da oración y s,s argumentos. Finarmente, el componente hansforma-cional permite obtenerfi-Es, r.pr"r";r*i¿; sintáctica final de la oración.En virtud de la teoría de Ia huerü,

"tt" ,iiii*o nivel acumura toda ra infor-mación conteniira en los éstadior á. r"pÁütación anteriores. De esta for_ma, la Es puede sérvir de *tr"¿u

"-rí, i"rr*il;^ffi;;Lí;s fonoró-gco v semántico. Er esquema de (49), ampiación d"r;-;ñ;;;io-rot".ior-mente en (6), refleja la disposición iáiernJ det modetoi;;;;;,'

LA SINTAXIS

' Lexicón+

RR categoriales+

R de inserción léxicaJ

Estructura profunda (Ep)+

RR transformacionalesJ

Estructura superficial (ES)

+ RR sémánticasJ

IS

(4e)

45 ,,

Como puede deducirse de (49), la ES queda configurada cor-no la encru-cdada del modelo. A través de este nivel de representación, la sintaxis vin-cula los dos elementos básicos de la lengua: el sonido y el significado.

EJERCICIOS

LA SINTAXIS

Aporte algún tipo de regla gramatical que esté sometida a excepcio-nes.

Demuéstrese que el siguiente esquema de organigación de una gra-mática es inadecuado. Apórtense pruebas eápíricas.

Lexicón+

Fonologla

-r:-"Sintaxis Semántica

1.

a2.

a. 3.

4.

5.

6.

Con respecto a otras oraciones en las que aparece el verbo mirar,Ias construcciones del tipo ¡Mira que faltar esa respuestal son alta- .

mente irregulares:

(i) *¡Miro que fallar esa respuesta!(ii) *¡Tú mira que fallar esa respuesta!(üü *¡Miraba que fallar esa respüesta!

Describa las restricciones ¿ que está sometido este tipo de oracio-nes. ¿Cómo puede acoger la gramática estas construciiones de dis-tribución tan defectiva?

Demuéstrese gue, en sentido estricto, la siguiente afirmación no esverdadera: «La oracién El pollo estd listo para cornei es ambigua».(Recuérdese ta definición de oración que se despren<Ie del te;to.)

Cftense algunas normas del español gue no son seguidas por algu-nos hablantes.

Coméntese la siguiente definición de «gramátic» y señálense cuálesson los factores que influyen en ella:

<<Gramática es el arte que enseña a hablar y escribir según el usode los varones doctos, por cuya autoridad se prueban sus precep-tos». (Benito Martlnez Gómez Gayoso, t743; cit. en Gómei Asen-cio, 1981, p. 18.)

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46 LA STNTAXTS

o 7 ' Apórtense pruebas que muestren que el aprendizaje der léxico y elde la sintaxis se rearizan mediante procedimientos"distinüs.

8' ¿cómo evitará la gramática ra generación de las siguientes repre-sentaciones sintácticas?

(i) *Este libro consta.(ii) *Luis llegó una mesa.(iii) *María está harra de.

9. utilícese el criterio de expansiónpara determinar los constituyentesde la. siguiente oración:

oEse programa de radio acoge una audiencia muy numerosa>).

10. cítense tres procedimientos recursivos presentes en cuarquier len-gua natural.

11' Apórtense ejemplos de ambigüedad réxica y de ambigüedad estruc,tural. Propóngase para estos últimor * unáliri, qo" á'if"..*ie ade-cuadamente cada una de las lecturas.

12, Compfuense;las siguientes definicione s de sujeto:(i) "PI sylgto e¡ la persona, animal o cosa que realüa Ia ac_' ción del verbo»;(ü) «El sujeto es er constituyente que mantiene relación de

concordancia de persona y número con el verbo».Demuésrrese que (ii) es preferible a (i).

13. Apórtese algrín ejemplo que demuestre que función y papel temáti-co han de definirse comonociones diferentes.

r-A sINTAxIs 4'l

-;¡,c 11959). Sobre morfología y léxico pueden consultarse OAronoffl'iáiir' Bosque (1983), OBotha (1968), lGruber {1976), iJackendoff);;;;i. Mattñews (1.976), oScalise (1984) y OSelkirk (1932). Et anátisis de

ir'f n^ iiil, "*puirto en Chomsky (1970), OJackendoff (1977) y Radford

(1981, caP' 3)'

BBUocRATfA

casi todos los manuales de üngüística inc-luyen uno o varios capfturosque tratan.de lo-s probremas que ácabamos de desarrolur. Eniir:ro. *¿,19g9ryn1fables figuran- oAkmajian, Demers y Harnish (i%ri, Btecua(LeBz),._T9*En v R""d3il gei+¡, grtpi; rú",;ü'A.i áldjl, r,r",uhews (1981), Robins (1964), iro¡o'(rms¡

" yu"r,

", ri. qtbüi."lntr" losmanuales clásicos debeT d,"lr:_lJoomriei¿ (1933), o crroril§- (tñt, WAs,1975, 1981, 1985), Hockett (1e58), rerp"rrun'[íJ+t sú; iie)iÍr.r*-