Nos corresponde vivir un mundo cada vez más sorprendente por sus invenciones o sus descubrimientos.

No estamos en el mundo lento y parsimonioso en el que las verdades duran mucho tiempo y se vuelven valiosas en la tradición.

Sino que vivimos en el mundo en el que bastan meses para volverse obsoletas, estar fuera de circulación y en el que todo lo viejo es mirado con sospecha.

No es el mundo del libro sino el de los iPad, Blackberry, iPhone y el laptop. Universo en el que las relaciones están marcadas por el tiempo y la velocidad.

Nuestros jóvenes viven “interconectados” y sus relaciones sociales son distintas.

La alteración hormonal de la adolescencia está bombardeada por medios de comunicación sensualizados… no basta con un discurso inocentón de “esto es malo”.

Los ritmos de vida, los gustos y las realizaciones son distintas.

Eliminar las barreras especio-temporales entre el profesor y el estudiante.

Flexibilización de la enseñanza. Ampliación de la oferta para el estudiante. Favorecer tanto el aprendizaje

cooperativo como el autoaprendizaje. Individualización de la enseñanza. Potenciación del aprendizaje a lo largo de

toda la vida. Interactividad e interconexión de los

participantes en la oferta educativa.

- Ayudar a comunicarse e interaccionar con su

entorno a los sujetos con necesidades educativas especiales.

crear nuevos entornos formativos, en los cuales la interacción no sólo se establezca entre el estudiante y los materiales, y entre los estudiantes y el profesor, sino que se amplían

estas opciones con la interacción con otros estudiantes, tanto sean estos de su entorno inmediato como ajenos al mismo, y la interacción con expertos de contenidos ubicados fuera del aula.

Acceso y recursos innecesarios por parte del estudiante.

Falta infraestructura administrativa específica.

No tener personal técnico de apoyo. Se requiere mucho dinero para el costo y

adquisición de equipos con calidades necesarias para desarrollar una propuesta formativa rápida y adecuada.

Poca formación para poder interaccionar en un entorno telemático.

Adaptación a la Nueva Tecnología.

Las actividades en línea gasta mucho tiempo.

Muy poca comunicación entre las personas. Toma más tiempo y más dinero el desarrollo que la distribución.

No todos los cursos y contenidos se pueden distribuir por la web y falta de experiencia educativa en su consideración como medio de formación.

Hoy se asiste a lo que se puede llamar el retorno del destino, que se expresa bajo la forma de lo imprevisible y del presente puro.

Esta nueva intensidad del instante explota hacia todas las direcciones: desde los videoclips hasta los juegos informáticos, desde las manifestaciones deportivas hasta las fiestas tecno, pasando por la astrología.

Un universo de rituales, placeres e imaginarios compartidos sustituye la ideología del progreso centrada en el individuo

Un mundo que, como diría Pierre Bourdieu , está caracterizado por la precariedad; concepto.

Según Bauman, ésta recoge la experiencia combinada de inseguridad, de incertidumbre y de desprotección.

Como dice el filosofo catalán Jordi Pigmen, las virtudes cristianas tales como: fe, esperanza y caridad, se manifiestan metamorfoseadas en esquizofrenia, depresión y narcisismo.

En ese mundo y con el hombre que allí está es que debemos cumplir nuestra misión “de colaborar en la obra de la evangelización y en la formación de buenos obreros del evangelio”.

No son pocos los desafíos que nos plantea esta situación y a los que, con honestidad, no estamos enfrentando.

Es probable que muchas de las manifestaciones de desidia, deserciones, proyectos frustrados e inquietudes comunitarias que hoy se tienen en nuestra Iglesia, sean fruto de no comprender-y mucho menos responder a- las características del hombre y del mundo de hoy.

Considero que hemos querido responder con herramientas, instituciones y experiencias “obsoletas” a las tareas de hoy.

Todas nuestras estructuras y la manera como vivimos nuestro compromiso catequético deberían ser cuestionados desde la efectividad frente a los problemas de hoy.

No son los mismos problemas de ayer, ni los que enfrentaron, por ejemplo nuestros padres.

“Hemos logrado ser seres exitosos, pero incompletos. Es muy probable que sea precisamente esa incompletitud la

responsable de la desazones y ansiedades que alteran nuestra existencia cotidiana en el mundo de hoy…Quizás

tendría sentido que comenzáramos a ver hermanos y hermanas a nuestro rededor. Quizás sería positivo intentar

creer en las posibilidades de armonía entre distintas verdades. Quizás nos beneficiaría atrevernos a creer que la

tierra tiene alma y que todo es vida. Quizás sería bueno aceptar que no hay razón alguna para desterrar la intuición,

la espiritualidad y la conciencia del reino de la ciencia. O, para decirlo con las palabras de Goethe “si buscamos solaz

en el todo, debemos aprender a descubrir el todo en la parte más pequeña, porque nada es más consonante con la

Naturaleza que el hecho de que pone operación en el detalle más pequeño aquello que pretende en el todo. Comprender.”

MAX-NEEF M., Del saber al comprender: Navegaciones y Regresos, Revista Universidad Nacional: Palimpsestus,

Número 5, Bogotá 2005-2006, Pág. 97

Hemos alcanzado un punto en nuestra evolución humana, caracterizado por el hecho de que sabemos mucho, sabemos muchísimo, pero comprendemos muy poco.

La navegación que hemos escogido ha sido piloteada por la razón y nos ha llevado al puerto del saber.

Ha sido una navegación asombrosamente exitosa; jamás en toda nuestra existencia hemos acumulado más conocimiento, más saber, que durante los últimos cien años.

Estamos celebrando la apoteosis de la razón; sin embargo, en medio de esta tan espléndida celebración, súbitamente nos asalta la sensación de que algo falta.

Podemos alcanzar conocimiento, saber, sobre casi cualquier asunto que nos interese.

Guiados por nuestro querido métodocientífico, estudiar todo lo que se puede estudiar —desde una visión teológica, antropológica, biológica, bioquímica, sicológica— sobre un tema humano llamado amor.

Usted ha estudiado todo lo que se puede saber sobre el amor, pero solo va a comprender el amor el día en que se enamore.

El comprender es el resultado de la integraciónmientras que el saber es el resultado de la separación y de la fragmentación.

Solo puedo pretender el comprender aquello de lo que soy parte.

Mientras sigamos diciendo “yo estoy aquí y la naturaleza está allá”, “estoy aquí y las problemáticas sexuales o violentas de los jóvenes está allá”, acumularemos mucha información en estadística, diseñar muchos cuadros, pero nunca vamos a comprender realmente de qué se trata y qué es lo que realmente ocurre.

Finalmente, hemos alcanzado el punto en que estamos tomando conciencia de que el conocimiento, el saber, no es suficiente.

Debemos aprender a comprender, a fin de alcanzar la completitud de nuestro ser.

Es probable que estemos comenzando a darnos cuenta de que el saber sin comprender es hueco y de que el comprender sin saber es incompleto.

Precisamos, por lo tanto, emprender por fin la navegación hasta aquí pospuesta, pero para poder iniciarla debemos enfrentar el desafío de un cambio de lenguaje. Ya lo decía Einstein: “No es posible resolver un problema utilizando elmismo lenguaje que dio origen al problema”.

Hay que implementar acciones diferentes hasta ahora para conseguir resultados distintos.

Juzgar la realidad desde la comprensión. La educación no puede mantenerse

estática, tradicional, anacrónica sin riesgo de fracasar en su objetivo.

Necesitamos urgentemente formar catequistas capaces de leer de nueva forma su papel y responsabilidades en este contexto.

Esta es una tarea inaplazable, urgente, necesaria.

Es muy optimista posición y bastante realista con los tiempos que se corren, seguro que como observan muchos no todos tienen acceso a todos los adelantos tecnológicos, menos aún en la forma rápida en que suceden pero hay que tomar decisiones también rápidas, dado que ya no hay dudas de que no habrá vuelta atrás, entonces el futuro es hacia aquello que no va a retroceder y está en marcha, cambiar los símbolos y renovarlos o modificarlos con nuevas y mejores opciones harían el cambio más llevadero de la otra manera tal vez los alumnos tengan mejores respuestas para este tipo de elementos primarios, si nos detenemos a mirar más detenidamente se escribe cada vez menos en los cuadernos, y ni que hablar de los pizarrones.

Mientras no exista un cambio cultural en la escuela, el uso de móviles será un tema difícil de incluir. Tenemos que asimilar que los móviles no sólo son los smartphones sino las tablet y todo nuevo medio que permita conexión a redes e internet. Hay que orientar los cambios en las escuelas para que no se transformen en traumas y negaciones sin sentidos.