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Título original: La traviesa Molly y su pequeño NicoCuento infantil

Jennifer Gaitán

© Vivian Lizeth Amaya© Laura C. RoncalloImpreso en Colombia, 2014

La traviesa Mollyy su pequeño icoN

La traviesa Mollyy su pequeño icoN

Idea original Jennifer Gaitán FajardoHistoria Vivian Lizeth Amaya P. Ilustrado por Laura Roncallo

“Este libro fue creado para todas aquellas madres que a pesar de no tener alas de libertad encuentran la felicidad y el camino en la sonrisa de sus hijos.”

Vivian Amaya

Molly era una elefanta que vivía en la selva y le gustaba mucho correr por todas partes, su lugar favorito eran los campos lavanda porque eran

grandes coloridos y olían muy rico.

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un día Molly se aprovecho de los demás animales de la selva al tomar su comida después de que ellos se habían

esforzado por conseguirla

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Primero se comió las zanahorias del conejo Pepe

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Después las hojas de Juana la jirafa

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Le quitó las bananas a Jaimito el miquito

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Y desocupó el estanque de Paco el pez

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Pero como si no fuera suficiente, Molly dejaba cáscaras de fruta por todas partes;

esto disgustó a todo los animales

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Un día Pepe el conejo caminaba por la selva, cuando de repente se cayó al suelo

al pisar una de las cáscaras de banana que Molly tiró al suelo

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Después de esto, todos los animales decidieron que Molly merecía un castigo,

entonces la enviaron lejos, a los campos de bambú en las afueras de la selva, allí ella ya

no podría hacer de las suyas.

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Pasó un tiempo y Molly notó que su pancita crecía, era porque un pequeño venía en

camino. En ese momento ella tuvo tiempo para reflexionar sobre sus acciones.

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Molly se dio cuenta de que había actuado mal y decidió

cambiar por su pequeño Nico.

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Un día Nico salió a jugar y se encontró una zanahoria, le pareció curiosa y la recogió, vio a lo lejos a Pepe el conejo, quien se encontraba

clasificando sus zanahorias, el pequeño elefante nunca había visto una, entonces le preguntó:

— ¿Qué es eso? ——Una zanahoria! —

Contestó Pepe, son deliciosas dijo

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— ¿Qué tienes en tu trompita? ——La encontré en el camino debe ser una de tus zanahorias—

Dijo el pequeño elefante Nico— ¡Gracias! — Respondió Pepe el conejo,—Era la que me faltaba aunque puedes conservarla—Pepe le dio la zanahoria al pequeño elefante en

recompensa por su honestidad

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— ¿Y tu de donde vienes?, no te avía visto por aquí — Dijo Pepe el conejo

— Me llamo Nico, vivo en los campos de bambú con mi mami Molly, ¡quizás la conozcas! —

El conejo Pepe le dijo a Nico que el campo de bambú es para los animales que se portan mal y él era un elefante bueno y debería quedarse

a disfrutar de toda la selva con los otros animales, Nico no le presto mucha atención y

siguió caminando

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Nico llegó donde Juana la jirafa; ella estaba saltando al lado de un árbol, a Nico le pareció

curioso y le preguntó— ¿Qué haces? —

Juana le dijó que su comida favorita eran las hojas altas de los árboles pero que eran difíciles

de alcanzar, entonces Nico decidió ayudarla, juntos lograron alcanzarlas y en recompensa

Juana le regaló algunas de sus hojas

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Nico siguió adentrándose en la selva y entre los árboles escuchó ruidos, al mirar al cielo

vio en un árbol a Jaimito el miquito que parecía preocupado

— ¿Qué te sucede? —Preguntó Nico

— Tengo mucha sed y quisiera ir por agua pero mis bananas están muy pesadas ¿podrías cuidarlas por mí? —

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¡Claro! Respondió. Nico se sentó junto a las bananas mientras Jaimito volvía, al poco tiempo regresó y muy agradecido le dijo que si quería

un poco de agua también, Nico estaba un poco sediento, Jaimito le indicó el camino para llegar al estanque donde vivía Paco el pez; él le diría

donde podía tomar el agua más fresca

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Al llegar allí notó que un pez había quedado atrapado en un empaque plástico

— ¡Tú debes ser Nico! —Dijo Paco

—Todos en la selva hablan mucho de ti, ¿podrías ayudarme? —

Nico usó su trompita para sacar a Paco del empaque plástico y en recompensa Paco le

mostró donde podía tomar el agua más fresca.

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Después de tan agitado día Nico fue nuevamente con su mamá y le mostró toda la

comida que consiguio. Molly pensó que al igual que ella el pequeño elefante había tomado sin permiso la comida de los otros animales y se

apresuró a regañarlo

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Nico le contó a Molly que el conejo Pepe le dijo que el campo de bambú es para los animales que se portan mal y él era un elefante bueno

y debería quedarse a disfrutar de toda la selva con los otros animales, Molly se sintió triste y

culpable de que nico estuvieraen el campo de bambú y recordó lo mucho que le gustaban los

campos de lavanda

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En ese momento llegó Juana la jirafa y muy alegre le preguntó:

— ¿Te gustaron mis hojas? —Entonces Molly lo miró extrañada; Juana le explicó que Nico le prestó su ayuda y ella

decidió obsequiarle algunas de las hojas que habían conseguido juntos

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Al poco rato llegaron el conejo Pepe y Jaimito el miquito quienes venían a visitar a Nico

después de que también les había ayudado; Molly se sintió un poco apenada pero al mismo tiempo muy orgullosa de su hijo. Pasó el tiempo

y Molly al fin cumplió su castigo, entonces decidió pasar por el estanque porque hacía

mucho tiempo no lo visitaba y tenía sed, cuando llegó vio a Paco el pez

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—Tiempo sin verte —dijo Paco, Molly sonrío,

—Hace tiempo vi a Nico. Él me ayudó cuando estaba en apuros—

En ese momento Molly recordó que Nico no solo había ayudado a Paco sino que también había hecho amigos y había

conseguido su comida al trabajar y brindar su ayuda para conseguirla

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Molly se dio cuenta de que no había sido ella quien le había enseñado a Nico a hacer las cosas bien, sino que fue Nico quien con

sus acciones le demostró que ayudando a los demás es como se consigue lo que quiere de

manera justa y sin romper las reglas. Ella se sintió muy orgullosa de Nico y nunca volvió a comerse la comida de los demás sin permiso

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Impulsada por Nico, Molly decidió hacer algo especial por los otros animales, así que despues de disculparse con cada uno de forma sincera, ella recogió toda las cáscaras de fruta que tiró

al suelo para arreglar el desastre que ella misma provocó para que así nadie mas se lastimara

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Los animales vieron las buenas intenciones de Molly; entonces la disculparon, y cada uno se

ofreció a compartir su comida con ella y su hijo Nico; de esta forma nunca más tuvieron que

tomar la comida sin permiso.

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Aunque el campo de bambu siguio allí, no fue el hogar de Molly y Nico nunca mas.

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Este libro fue realizado a partir de los resultados obtenidos en el proyecto de maestría en psicología clínica y de la familia, de la Universidad Santo Tomas; desarrollado en la reclusión de mujeres de Bogotá, a partir de la experiencia de madres e hijos en condición de privación de

libertad pertenecientes al convenio 125 ICBF-INPEC, con la colaboración del cuerpo de custodia y vigilancia INPEC, profesionales INPEC, ICBF y Fundación Padre Damian.

Titulado “Construcción narrativa de paisajes adaptativos entre madres, hijos e institución como sistema complejo” desarrollado por la psicóloga Jennifer Alexandra Gaitán Fajardo, investigadora interventora y las psicólogas Dora Isabel Garzón de Laverde y Rosa Elena Duque García, asesoras de investigación, proyecto que pretende entender la relación madre - hijo en situaciones cercanas

al caos desde el reconocimiento de las posibilidades y los recursos del entorno.

Para la investigación contar historias tiene sentido puesto que nos hacemos co-constructores de la realidad en nuestros relatos. La relación madre-hijo es tan fuerte que permite trascender

la dificultad, permitiendo la emergencia de relatos alternos de cambio, adaptación y autoorganización, que surgen a partir de la presencia del niño.