La Unción Profética Pastor Pedro Legrand Escuela para Profetas Guatemala, 12 de enero del Año De La Revelación

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Salmos 92:10 (RV60) Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco. La unción que Dios derrama sobre nosotros es para hacer cosas que no podemos hacer por nosotros mismos, nos habilita en las funciones que debemos desempeñar. Vemos que el búfalo es un animal muy fuerte, que ante las tormentas no retroceden, eso quiere decir que al ser ungidos con aceite, de una forma sobrenatural Dios traerá una fuerza que no tenemos. La palabra nos habla de una mujer que era esposa de uno de los hijos de los profetas, que se encontraba en una situación difícil porque el acreedor quería llevarse a sus hijos en pago de la deuda que su esposo tenía con el. Esta mujer es figura de la iglesia que necesita solventar deudas pero lo hará a través del aceite. 2 Reyes 4:2-3 (LBLA) Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Y ella respondió: Tu sierva no tiene en casa más que una vasija de aceite. [3] Entonces él le dijo: Ve, pide vasijas prestadas por todas partes de todos tus vecinos, vasijas vacías; no pidas pocas. 2 Reyes 4:6 (LBLA) Y sucedió que cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo ella a un hijo suyo: Tráeme otra vasija. Y él le dijo: No hay más vasijas. Y cesó el aceite. 2 Timoteo 2:20-21 (LBLA) Ahora bien, en una casa grande no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro, y unos para honra y otros para deshonra. [21] Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra. Al analizar estos pasajes vemos que había necesidad de buscar vasijas las cuales las representamos nosotros, diseñados para estar llenos y no vacíos, pero para llegar a ser vasos de honra debemos limpiarnos de toda contaminación y así prepararnos para que el Padre nos pueda usar como vasos de honra en Su casa, pero el vaso debe tener aceite fresco. Esto quiere decir que debemos vaciarnos de nosotros mismos y dejar que Él sea quien nos llene con Su aceite. El pasaje de Timoteo nos deja ver que hay diferentes tipos de vasos, lo que tipifica las posiciones en las que podemos servir dentro de la congregación y sea cual sea, debemos desempeñarla con excelencia, pero no con una excelencia humana, sino una excelencia en el Espíritu. ¿Para qué sirve la unción? 1. Para consagrar a alguien o algo para el servicio de Dios, apartándolo o dándole un lugar especial para una función determinada. El Señor designó primeramente a los cinco ministerios y entre ellos el profético; Dios le dijo a Jeremías que lo había escogido y santificado desde antes de nacer, y de la misma forma nos escogió a nosotros por Su misericordia y nos apartó por medio de la unción.. Lucas 4:17-21 (LBLA) Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: [18] EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO

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PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACION DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS; [19] PARA PROCLAMAR EL AÑO FAVORABLE DEL SEÑOR. [20] Cerrando el libro, lo devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en El. [21] Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura que habéis oído. Para esto fue consagrado nuestro Señor Jesucristo y nosotros también, pues la unción manifiesta tu función. 2. Para habilitar a alguien o algo para ejercer la función para la que fue creado, según los propósitos de Dios, por ejemplo, cuando una persona aprende a manejar vehículo necesita una licencia que lo avale o habilite, así es la unción que nos habilita pues es la licencia para funcionar, de acuerdo al propósito de Dios. Mateo 3:16-17 (LBLA) Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre El. [17] Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido. Mateo 4:17 (LBLA) Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Jesús era Dios desde que nació, pero no estaba habilitado sino hasta que el Espíritu Santo descendió sobre Él. Es necesario que aprendamos a discernir cuál es la unción que reposa sobre nosotros primeramente y luego a discernir a las personas que cubrimos, pues si no lo hacemos nos podemos perder de enormes bendiciones que el Señor tiene determinadas para nuestras congregaciones. Cuando Dios comienza a manifestar la unción que hay en una persona debemos ayudarle, pues debemos anhelar que nuestros hijos sean más grandes que nosotros. El aceite en el templo tenía dos funciones: alumbrar y ungir Éxodo 35:28 (LBLA) y las especias y el aceite para el alumbrado, para el aceite de la unción y para el incienso aromático. El alumbrar es figura de la revelación que ilumina nuestros ojos. La palabra unción se traduce del H4886 mashach que significa untar, ungir, aplicar un líquido; en el idioma griego se traduce del G5545 chrisma que significa cualquier cosa que se unta, ungüento. De estas palabras se derivan Mesías y Cristo que quieren decir ungido. Podemos decir entonces que la unción es la capacitación sobrenatural o gracia, la presencia manifiesta del Espíritu Santo operando sobre una persona o grupo de personas para el servicio de la obra de Dios. Propósito de la unción profética:

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Sirve para interpretar, declarar y dar a conocer la voluntad, el consejo de Dios para una situación o tiempo determinado. La idea es dar a conocer, por medio de la boca de un hombre, el corazón de Dios, pensamientos espirituales con palabras espirituales, es decir que no podemos hablar de nuestro corazón, sino de parte de Dios. 1 Corintios 2:12-13 (LBLA) Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, [13] de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales. Es espíritu del mundo es un espíritu de engaño, por el cual muchos se distraen para ir en pos de lo que se ve; por eso es necesario que el Espíritu Santo nos enseñe a hablar, enseñar, predicar y profetizar. La unción en el antiguo y nuevo pacto. En el Antiguo Testamento la unción profética venía sobre los profetas cuando Dios quería comunicar algo y ellos esperaban que viniera la palabra. 1 Reyes 18:1 (LBLA) Y sucedió que después de muchos días, la palabra del SEÑOR vino a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y enviaré lluvia sobre la faz de la tierra. En el antiguo testamento la unción caía sobre tres tipos de personas: 1. Sacerdotes: Éxodo 30:30 (LBLA) Y ungirás a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que me sirvan como sacerdotes. 2. Reyes: 1 Samuel 10:1 (LBLA) Tomó entonces Samuel la redoma de aceite, la derramó sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo: ¿No te ha ungido el SEÑOR por príncipe sobre su heredad? 3. Profetas: 1 Reyes 19:16 (LBLA) y a Jehú, hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo, hijo de Safat de Abel-mehola, ungirás por profeta en tu lugar. No obstante hoy tenemos un mejor pacto con mejores promesas: 1 Juan 2:20 (LBLA) Pero vosotros tenéis unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis. 1 Corintios 3:16 (LBLA) ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Juan 7:38 (LBLA) El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.”

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Cuando dice la escritura que de nuestro vientre brotarán ríos de agua viva, se refiere a la unción que nos habilita para soltar la palabra que Dios ha puesto en nuestro vientre. La unción desciende sobre nosotros: Hechos 2:2-4 (LBLA) De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, [3] y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. [4] Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. La evidencia del Espíritu está en hablar, no sólo lenguas, sino también el profetizar como podemos ver en el siguiente verso: Hechos 19:6 (LBLA) Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban. Dios nos quiere habilitar para profetizar y edificar a Su iglesia. La unción profética puede ser individual o colectiva: 1 Corintios 14:31 (LBLA) Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados. Esto nos demuestra que todos tenemos la oportunidad de profetizar. Salmos 133:1-2 (LBLA) Cántico de ascenso gradual; de David. Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. [2] Es como el óleo precioso sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende hasta el borde de sus vestiduras. Este verso nos habla de la necesidad que haya unidad entre nosotros, con armonía, es decir unánimes, siguiendo el mismo propósito. La unción profética produce una atmósfera profética en la que los milagros se manifiestan: 1 Samuel 10:10 (LBLA) Cuando llegaron allá a la colina, he aquí, un grupo de profetas salió a su encuentro; y el Espíritu de Dios vino sobre él con gran poder, y profetizó entre ellos. Dios está derramando un fluir profético sobre nuestra casas y este nos debe despertar para que fluyamos en aquello para lo cual Dios ha determinado.