LACESTERIAEN LAS COMARCASDE - UAM

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NARRIA n.? 43 LA CESTERIA EN LAS COMARCAS DE NAV ALCARNERO y SAN MARTIN DE VALDEIGLESIAS M.' Reyes HERRERO GARCIA Elisa BARCELO GARCIA 53

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NARRIA n.? 43

LA CESTERIA EN LASCOMARCAS DENAVALCARNERO ySAN MARTIN DEVALDEIGLESIAS

M.' Reyes HERRERO GARCIAElisa BARCELO GARCIA

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Cesto de una sola asa, elaborado separadamente del borde , lo cual fac il ita eltrabajo. Se emplea para guardar y transportar productos en el mundo rural ,aunque puede soportar menos peso que el anterior. Cadalso de los Vidrios.

1.- INTRODUCCIONA) METODOLOGIA EMPLEADA

11.- ARTESANIA DE LA CESTERIAA.- Antecedentes Históricos

de la ces teria en general.B.- Ceste ría en la provinc ia

de Madrid.C.- Cestería en las comarcas

de Navalcarnero y SanMart ín de Valdeiglesias.1. Datos hist óricos

t .a. Bib liográficos1.b. De transm is ión ora l.

2. Producción actua l2.a. Materias primas ve­

getales empleadasen la elaboración deescobas .2.a.1. Artesanos2.a.2. Talle res2.a.3. Materias pri­

mas ut ilizadas2.aA . Instrumental

2.a.5. Técn icas deelaboración

2.a.6. Producción2.a.? Sit uac ión so­

cioeconómica2.b. Esparto y otra s es­

pecies vegetalesque se pueden tren­zar o trabajar en es­piral.2.b.1. Artesanos2.b.2. Talleres2.b.3. Materias pr í­

mas ut i liza­das y adquisi­

ción .2.bA. Instrument al2.b.5. Técnicas deelaboración2.b.6. Producción2.b.? Situación so-

c ioecon órníca2.c. Mimbre y ot ros rna-

ss

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teriales trabajadosen cesteria entrete­j ida o de varas.2.c.1. Artesanos2.c.2. Talleres2.c.3. Materias pri­

mas util izadas2.c.4. Instrumental2.c.5. Técnicas de

elaboraci6n2.c.6. Producci6n2.c.7. Situaci6n so­

cioecon6mica3. Posibilidades de mejora

3.a. Nivel de vida3.b. Producci6n3.c. Comercializaci6n3.d. Incremento del

empleo111.- CONCLUSIONESIV.- BIBLlOGRAFIA

1.- INTRODUCCION

En esta revista se trata del estudio yprospecci6n de los artesanos ces te­ros ex istentes en estas dos cornar­cas del suroeste de la provinc ia deMadrid , abarcando los sigu ientespueblos:

En la comarca de Navalcarnero:Aldea de l Fresno, El Alama, Arroyo·mo linos, Batres, Brunete, Casarru­buelos , Cubas, Fuenlabrada, Griñ6n,Humanes de Madrid , Moraleja deEnmed io , M6stoles, Navalcarnero,Quijorna, Serran illas del Valle ,Sevilla la Nueva , Torrej6n de laCalzada , Torrej6n de Velasco,Villamanta, Vi llamant illa, Villanuevade la Cañada, Villanueva del Pardillo,Vi llanueva de Perales , Villa de lPrado y Vil lavic iosa de Od6n .

En la comarca de San Mart in deValde iglesias: Cadalso de losVidrios , Cenicientos, Colmenar delArroyo, Chap ineria, Navas del Rey,Pelayos de la Presa , Rozas dePuerto Real y San Mart in de Valde i­gles ias .

El estudio está enfocado abuscar las pos ib les mejoras o larehab ilitaci6n de la cesteria en lascitadas comarcas, as i como a lnten­tar recuperar todos los datos queaún queden sobre el tema en lostre inta y tres pueblos en sequ i­miento .

Para ll evar a cabo este estudio la

A.- METODOLOGIA EMPLEADAfue la sigu iente

1) Documentación bibliográfica

Ante todo se recopil aron todoslos datos historiográficos pos ib les

sobre cesteria, as i como sobre laslocalidades citadas, en todas las bl­bliotecas especializadas de Madr id.

2) Documentación etnográfica

Basados en estos datos se prepar6un cuestionario sobre el t rabajo ces­tero, flexible para las diversas ma­ter ias pr imas. Este contenia todo lorelativo al tema, el instrumental, lamateria prima tanto en su obtenci6ncomo en su preparaci6n, la manu­factura de las piezas cesteras, laeconomfa, y el oficio, abarcandosexo y edad del artesano así comola transmisi6n de la técnica.

Por fin se prospectaron los pue­bias, rastreando las artesanias encada locali dad y finalizada la pros­pecci6n de las dos comarcas, seprocedi6 al estudio de los artesanoshallados. Los viajes de campo rea­Iizados tenian como fin la recogidade datos etnográficos, complemen­tados con material gráf ico.

11.- ARTESANIA DE LA CESTERIA

La palabra cesteria, en sent idores tring ido , impli ca unicamente laelaboración de cestos; no obstante,en una acepci6n más amp lia , abarcacua lquier ti po de pieza realizada enfi bras vegeta les .

La real izac i6n de esta act ividadno se li mi ta a los cesteros prop ia­mente dichos. pero es el nombremás divulgado y se da por hechoque inc luye a los demás. A lo largode la historia variedad de artesanoshan trabajado las materias vegeta ­les, como los cordeleros (elabora­ban cuerdas), estereros (reali zabanesteras), esparteros (trabajaban elesparto), albarderos (manufactura­ban las albardas para los animales),jalmeros (fabricaban útiles ruralesde cáñamo y de esparto), cabestre­ros (t renzaban los " cabestros" ocuerdas de cáñamo). sil leros("echaban" los as ientos a las sillas),palmeros (que trabajaban la palma).etc ...• qu ienes ten ian sus respecti­vos gremios . Entonces el trabajoera muy espec ializado ante la grandemanda. Util izaban distin tos ti posde fi bras vegetales: esparto,mimbre, hoja de palma , paja de di­versos cerea les , c áñamo , etc ...

Hoy en dla no existe esa variedadde of ic ios cesteros. y el mismo art l­fi ce reali za un poco de todo lo quesea demandado.

En este estudio se contemplanpiezas elaboradas como serijos ,escobas, garrafas y bote lla s forra-

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das, o cestos; elaborados enmimbre, esparto, pita, y aprovechan­do materiales proporcionados por lavegetación de matorral del lugar,que es lo único que queda actual­mente a nivel artesanal.

A.- Antecedentes históricosde la cestería en general

Vemoss igu iendoaBign iaKuoni (1 )como antropólogos y arqueó logoshan co incldldo en deducir que eltrab ajo de materias vegeta les pre­ced ió al invento de la alfareria y deltej ido. Con ellas se ataban los út ileslIticos a sus enmangues; se anuda­ban y torsionaban hasta crearcuerdas, que más tarde se trenza­rlan, y finalmente se elaboraríanrecipientes.

Asl, la necesidad de transportar yconservar líquidos, antes de la in­venc ión alfarera, lIevaria a imper­meab il izar con arc illa los recipien­tes cesteros. Y sería la técn icacestera del cos ido en espira l la queprop ic ió el más antiguo método decreac ión cerámica : una larga t ira debarro que enro llada sob re si mismairía dando forma a las paredes delvaso .

La cesteria, como materia orgá­nica que es, se conserva muy exce p­cionalmente. Por ello los hallazgosson contados en el Neollt ico : KatalHüyük en Turqu ia, El Fayum yBadari en Egipto, o los yacimientoslacustres suizos.

En la Peninsu la Ibér ica los másant iguos datos sob re cestería seencuentran representados en laspinturas rupestres levantínas, concestos, cuerdas y bozales dibujadosen la cueva de La Araña (Valencia),los abri gos de Alb arracín (Teruel), yde Cañete (Cuenca), o en el Molero(Castellón).

Pero el más espectacu lar hallazgoces tero del Neoli tico ibérico es lacueva de Los Murc iélagos (Granada),donde varios cadáveres se ataviabancon tún icas , gorros, co lgantes,cestos y calzado, todo ello de espar­to. Los trenzados con tínuos másant iguos que se conocen aparec ie­ron aquí.

Tamb ién se puede dec ir , que lostrenzados vegetales en adornos ysímbo los de pos ic ión social, hansido los precursores de la apariciónde joyas en muc hos pueblos .

La ceste ría no se ha abandonadonunca a lo largo de la hist ori a. Asise sabe que la " sporta" , actualespu erta hecha en esparto, ti ene unprobable origen ibérico.

El térm ino " cesta" der iva del lati n" ci sta, ciste lla " , originado a su veza través del gr iego " Kisti, ki sti s" .

Ya era famoso en épocas cartag i­nesa y romana , el " Campus esparta­rius " de Murc ia y Almería, con ex­portaciones a Itali a ya en el sig lo 111a.C.

Los musulmanes tambíén aporta­ron sus novedades a la cestería; yen la actua lidad , en la España rural,aún es una labor frecuente.

B.- La Ceste ría en laprovin ci a de Madrid

La información conocida, a lolargo de la historia, sobre cesteríamadrileña se refíere por lo general,como es obvio, a la capital. Intere­santes son los datos que nos pro­porc iona Miguel CAPELLAMARTINEZ (2), con el extracto si­guiente.

Un Ordenam iento Real de 1289que regulaba derechos y deberes devarios of ic ios , entre ellos silleros,es el más antiguo documento sob reces ter ia en Madr id.

En los " Libros de Acuerdos delConcejo Madr ileño " (3), entre 1464 y1485, ya se citan los of ic ios decabestreros, albarderos y esparte ­ros.

En Madr íd, los gremios comotales no exist iero n hasta el sig loXVI, si bien si habla cofradias. Asi,en 1622 se conocen 37 gremíossegún un manusc rito ; entre ellosestaban cabestreros, estereros ,palmeros, jalmeros y silleros . En1636 se suma a los anteriores, entreotros, el de esparteros,

En 1722, los grem ios de Madr idcap ital llegaban a 100, y entre lasnovedades con respecto al sig loanterior destaca el de cesteros. Deesta manera, el grupo dedicado alcáñamo y al esparto se componíade 5 grem ios: jalmeros y albarderos,cabestreros , cesteros, este reros depalma, y esparteros.

El número de indivi duosapun tados a los grem ios de fibrasvegetales en 1776 era de 118: 14cabestreros, 16 cesteros, 10 estere­ros, 31 esparteros, 18 jalmeros y 29sille ros de paja.

En el sig lo XIX los gremios deMadrid se dividian en dos: los 5mayores y los menores, además de156 industrias varias. Entre losgrem ios menores estaban esparte ­ros, ces teros y pali lleros, estererosde palma , cabestreros y jalmeros; yfo rmando parte de las industriasvarias encontramos a cabes treros,

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LAMINAN.04Art esano de Torrejón de Velasco, con la aguj a empleada en esto s tipos de tra­bajos cesteros. Es de hierro forjado, y fue confeccionada por el herrero de Ca­sarrubuelos. La punta, es curvada, se la conoce como ..aguja de lengua de pá­jaro».

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silleros de paja , cord eleros y sog ue­ros , documentados en 1827.

En el año 1848 conocemos laexistencia de 6 esparteros, 4 cabes ­treros, 8 cesteros, 21 co rdeleros ysogueros, 6 jalmeros, 43 silleros depaja .

El siglo XIX es el de la ext inciónde los gremios .

Dos de los más famosos grem iosa lo largo de estos siglos, fueron losde espa rteros y de cabestreros.

Sabemos que en 1655 ya había 47artesanos esparteros que ten iansus negocios en la CI Esparteros ,todavia asl denominada. Variasveces se les intentó apartar, delcen tro de la c iudad , a los arraba les,por .temor a los incendios. En elsig lo XVIII los esparteros tras lada­ron las principa les fábricas fuera dela c iudad, a pueb los de prov inc ia.

La calle de Cabestreros es igual­mente conocida por el grem io quealll se establec ió , llegando sunombre hasta nuestros días .

Tamb ién hemos encontradovarias referencias a cosechas defibras vegetales en la provincia deMadrid . Según el "Censo de Frutosy Manu facturas de 1799" (4), elcu lt ivo de cáñamo en la provinc iaproporcionaba una cosecha anualde 6.942 arrobas , pagándose a 60reales la arroba. Esta materia eramuy empleada por cabestreros yotros oficios.

En el año 1861 (5) funci onaba enla provinc ia una fábrica de corde lesde cáñamo, contando con 3 opera­rios . Y según el mismo documento,en ese mismo año , la provinc iaprodujo 11.657 reales de vellón, encuanto al esparto.

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LAMINA N.o 1.- Dos escobas artesanales, ambas atadas en un solo ramo . Lade la izquierda está elaborada en ..rebanlllo», materia inferior en calidad y resul­tado s prácticos, a la de la derecha, realizada en ..cabezuela", material másapropiado para una buena escoba.

Ya en el sig lo XX, un Servicio delEsparto , perteneciente al Ministeriode Industria, Come rcio y Agricu lturaa princ ipios de los años 50, a travésde varias publicaciones, nos propor­ciona informaci6n sobre estamateria vegetal en la prov inc ia deMadrid.

De esta manera conocemos lascosechas de esparto y albardln en1948 (6). El albard ín, es también unagramínea, pero de calidad inferioren alto grado; por ello era ut ili zadaprinc ipalmente para relleno de lasalbardas de los animales. En esteaño se culti varon 8.483 has. deesparto, con la recogida de1.737.709 kgs. en la provinc ia madri­leña; en cuanto al albardín, lashectáreas cu lt ivadas fueron 180, y81.000 kgs . la producci6n to tal.Sumando ambas tenemos 8.663has. y 1.818.709 kgs.

Madr id, es en cuánto a terrenodedicado al esparto en 1948, lanovena provinc ia de España. Pordelante de ella están por orden deimportancia: Murcia, Albacete,Granada, Almería, Jaén, Málaga,Alicante y Toledo, todas ellas impor­tantes en esta f ibra vegetal , quedan­do por detrás Valenc ia, Cuenca,Guadalajara , Ciudad Real, C6rdobay Caste ll6 n.

En mejo r lugar queda Madr id encuanto a Kgs. de espa rto producl-

do en ese año . Fue la sép tima des­pués de: Murcia, Albacete, Grana­da , Almer ía, Jaén y Toledo; los dospues tos ganados llevan a Alican tey Málaga al octavo y déc imo puestorespect ivamente.

De interés para nues tro estud ioes ver como se distribuye el terrenoded icado al cultivo de esparto ,dentro de la provincia de Madrid, en

"1948. Los part idos judic iales deTorrelaguna - al norte de la provin oci a- y de Alca lá de Henares -aleste-, tenían menos del 1% desupe rf ic ie emp leada en estamater ia. A con t inuac i6n , el part idojud ic ial de Getafe - al sur- ded i­caba el 2,7% de su superf icie al es­part izal; y por últ imo, la zona másimportante en atoc hal de la prov in­cia era, y aún sigue siéndolo , elsureste , donde el part ido jud ic ial deChinch6n emp leaba dell al 10% desuperficie espart izal. No se hacereferencia al suroes te mad rile ño.

Sobre la siguiente cosecha 1949·50 (7), en Madr id se cu lt ivaron 11.647has. con la recog ida de 2.232.941 kgsy el total de ambas fue de 11.969has. y 2.361.641 kgs. En un año, elaumento fue import ante. En esteaño es cuando por única vez se citaa uno de los pueb los en estudio ,Mora leja de Enmed io, con unacosecha de esparto, y que másadelante veremos.

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Las provincias con más produc­c ión que Madrid en 1949-50 son:Murcia, Albacete, Alrnerla, Granada.Zaragoza y Toledo.

En cuanto a la distribución delespa rto salido de monte en lacampaña 1949-50 para Madrid(1.998.921 kgs.). se emp learon :1.766.000 kgs . en papel . 118.921kgs. para saquerio , en hilados20.000 kgs .. y lo que más nosinteresa 10.000 kgs . para capachosy 84.000 kgs . en út iles agríco las.

En esta misma campaña. laprovinc ia de mayor consumo de cor­delería en forma de "fíletes recor­chados" (2 hilos. que se presenta­ban en bob inas al peso). fue Madrid .

Como hemos pod ido observar. elesparto se utilizaba bastantemenos en la artesanía (capachos oútensil ios aqrlcolas), y en muchamayor cantidad en la industria(pasta de papel de alta cal idad . cera.fi bra textil es decir hilados paraarpillera. o en menor medidalevaduras alimentic ias. lej ías sulf lt l­cas, plás ticos. aceite de esencia yfertilizantes) (8).

Los datos más rec ientes. acercadel número de empresas artesanas,en relac ión con la cestería enMadrid . son de 1984 (9) e indicanque hay: 5 que se ded ican al tej ido amano mediante telares o máquinasacc ionadas manua lmen te . de capa­chos, fundas para botellas y otros.en paja. espa rto . jun co. mimbre.palma, rafi a y coco; 7 que con fec­c ionan co rdeles, soqas.... conesparto . cáñamo, estopa ysim ilares ; 4 ded icados a la cesteríay las escobas; y 67 a la fabr icac iónen ser ie de mueb les diversos conjunco. mimbre y caña . son condiferencia los más abundantes.

NOTA S

(1) KUON I, Bign ia " Cesteria trad ic io­nal ibérica" Ed. de l Serbal Mad rid . 1981

(2) CAP ELLA MARTl NEZ. Miguel " Laindustria en Madr id. Ensayo nistcnoo­critico de la fabr icación y artesan lamadrileñas " Artes Gráficas y Ed.•Tomo I(S. XII·XVII) y Tomo 11 (S. XVIII·XX).Madrid . 1963.

(3) MILLARES CARLO. A. - ARTIL ESRODR IGUEZ , J . " Libros de Acuerdos delConcejo Madrileño " Tomo I (1464·1485).Ayuntamiento de Madrid. 1932.

(4) SERRERA CONTRERAS. Ramón W" Lino y c éñemo en Nueva España"Madr id .

(5) SECCION DE FOME NTO DE LAPROVINCIA DE MADRID " Memoria de1861" 1862. Madr id págs. 64 y 78

(6) MINISTERIO DE INDU STRIA Y CO,

MERCIO " El esparto y su economia"Serv ic io del esparto. Madrid . 1950.

(7) MINISTERIO DE INDUSTRIA Y CO­MERCIO " Estudios y experiencias sobreel esparto " Servic io del esparto . Madrid ,junio 1951.

(8) SOLER , A.·GUZMAN, G. " Cantribu­ción al estudio del esparto español "Mu rci a, 1951

(9) CAMARA DE COM ERCIO E INDUS·TRIA DE MADRID " Bolsa artesana"Mad rid , diciembre 1984.

C.- Cestería en las Coma rcas deNavalcarnero y San Martín deValdeígl esi as

Las refer idas com arcas no sonzonas medr ileñas tradicionalmentecesteras pero. com o en otrosmuchos lugares. esta labor era unamás de las que abarcaba el autoa­bastecim iento de las zonas rural es.

Pronto se perdió este carácter. ensu mayor parte deb ido a la cercaníaa Madrid capita l. donde el aprovls io­namiento era muy fác il.

A ésto se une que el cult ivo ycosecha de materias vegetalesuti lizadas en cestería no se obtle­nen prácticamente en esta zona,salvo algunas mimb reras como másadelante veremos .

El esparto. con producción lrnpor­tante en la prov incia de Madr id amitad de nuestro sig lo cuando erala novena de España en extensiónde cult ivos y kilos cos echados (10).en nuest ras dos comarcas no seproduce hoy en dia, y muy poco enel pasado .

Vamos a comenzar por los datoshistóricos de esta s localidades,para segu ir con los informes actua­les. y acabar con las pos ibil idadesde mejora respecto al futuro.

1. DATOS HISTORICOS

l .a . Bibliográficos

Al no tratarse de una labordes tacada ni en gran escala. y nohaberse declarado por su funciónde autoabastec im iento, las reteren ­cias a nivel histórico sobre lacesteri a son muy escasas en losmunici pios de nues tro estudio.

Los prim eros datos que hacenreferencia a materias vegeta les utill­zadas en cestería. concretamenteen la comarca de Navalcarnero, apa­recen en t iempos de Felipe 11, en elsig lo XVI. (11). En aquella época.varios pueblos incl uidos en nues trainvesti gaci ón - Batres, Casarrubue-

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los y Cubas, en concreto- , se pro­veian de sal en las denominadassalinas " Espart inas"; c laro topó­nimo que indicaria la presencia deespartizales o atochales. Es más,incl uso nos dan el dato de su localí­zación , " a tres leguas" de Casarru­buelos. Si a ello añadimos que losterrenos sali t rosos son muy propi ocios para el crecimiento de lasatochas, podríamos creer en laposible existencia de espart izalesen el siglo XVI, de los cuales hoy noquedaría nada.

Más tarde, sabemos que en Serra­nil las del Valle -de la mi smacomarca- , se tejían sogas deesparto en la primera mitad delpasado sig lo (12).

Después , a fines del siglo XIX en1891, una publicación dedicada almun ic ip io de Navalcarnero (13),cita: " Existen también en esta villa(...) tres este rerías que sirven a estapob lac ión y a muchas inmediatas" .Es de interés al in form arnos delcomercio , con abastecim ientocestero, en la comarca.

Ya a mitad de nuestro sig lo, en1951, aparecen los únicos dato sque hemos encontrado sobre lacosecha de esparto pert eneci ente auno de los pueb los en estud io. Setrata de Moraleja de Enmedio ,también de la comarca deNavalcarnero, don de en 1949-1950se cult ivaron 80 has. de esparto,recogién dose 20.000 kgs. de dichamateria prima (1 4).

Como la fecha es cercana en elti empo, pregu ntamos a los lugare­ños sobre el tema. El result ado fueque negaban la información. Posl­blemente ésto ref leje que el espartono tuvo ning ún peso específ icopara los habitan tes del lugar, y lohan olv idado por completo.

En ningu no de los pueb los de lacomarca de Navalcarnero quedarest o, en la actualidad, de aquélloque las fuentes hist oriográf icas nosrefi eren. Salvo en el caso queveremos a cont inuación, tratándosede un material distinto, el mim bre, ylocali zado en la segunda com arcaen estudio, San Mart ín de Valdei­glesias.

Corresponde a un libro ded icadoa Cadalso de los Vidr ios en 1945 (15).donde se nos dice: " los mim bresson habilidosamente trabajados poralgunos artesa nos de la localidad,que con struyeron cestos altos, c ilin­drlcos, para la vend imia; otrospequeños (covanillos); aguaderas; yforran garrafas. Ambas plantas (elmimb re jun to con el jun co para atarlos churros), son usadas tambiénpara rell eno de los albardoneros" .

Es importante que nos confirmela elaborac ión en el pasado deces tos de vendimi a, necesarios enel lugar durante el oto ño inclusohoy (aunque ya veremos estacues t ión más adelante), además deaguaderas y el relleno de lasalbardas para los animales . Estareferenc ia es la única de la queexi ste alguna act ividad viva en laactualidad - los cestos devendim ia- , y que pos terio rmenteexpondremos.

NOTAS

(10) Iden (6).(11) VIÑA S Y MEY, C·PAZ , R. « Relecio ­

nes Historlco-Geoqret tco -Es tedistico­Topog ráfico s de lo s Pueblos de España,hechas p or inicia tiva de Felipe tt». Pro­vinc ia de MADRID. C.S.I.C., Madrid 1949.

(12) MIÑI ANO y SEDOYA, S. ..Diccio ­nario Geográfico-Estadistico de Españay Portug al», Tomo 8, Madrid 1827, pág .226.

(13) GASCON , Juan Feo. " Nevetcer­nero "1981 , pág . 77.

(14) Iden (7)(15) SOX MAR IA·CO SPEDAL, Antonio

" Geografía Médic a de Cadalso de losVidrio s " . Mad rid , 1945. pág_15.

l. b. De transmisión oral

En nuestros viajes de campo porlas dos com arc as, para la recog idade datos etnográf ios, pudimoscomprobar como, en la mayoría delos pueblos, los ancianos del lug arrecordaban a artesanos que habíantrabajado la ces tería, tant o en eco ­nomía única como subs idiaria. Peroal mor ir no tuvieron cont inu ado resy, con ell os, acabó la labor en susrespectívas localidades, perduran­do sólo en la memoria de los másanc ianos.

Estos artesanos o familias ente­ras, dedicados a las arte sanías ve­getales, trabajaban la verdaguera yel esparto sob re todo. Eran ceste­ros, banasteros, esparte ros, «ech a­ban.. el asiento a las sill as, los co­noc idos como silleros , y vendíansus productos por la comarca y losalrededores. Sus cestos, cubert e­ros y piezas para los an imales, eranmuy demand ados antaño. He aqui,seguidamente, algunos de estos arotesanos ya fa llecidos .

En Bat res, aún recuerdan a uncestero llamado ..Basilio.., que mu­rió hace ya var ios años. Traba jabael mimbre y la verdaguera que élmismo recog ía cerca del río. Elabo­raba cestas para el mercado o parallevar la ropa a lavar al río. No vivía

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LAMINA N.o 2La escoba de la izquierda es de «panlzo.., atado con una trenza de esparto; y enla parte superior el «panizo.. aparece doblado y remet ido , formando un asiderodecorativo. La de la derecha, de «amarguill o.., es uno de los más frecuentesmateriales para escobas que hemos hallado; y en este caso se ata en dos ra­mos inferiores, para ampliar el campo de acción del barrido. Además lleva unpalo de agarre.

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de ello ya que trabajaba para él ypara sus amigos , y nadie continuósu traba jo en el pueblo.

Una fam ilia ya desapareci da, seded icaba a elaborar cestos para larecogida de los produ ctos de lahuerta , en Aldea del Fresno. Estoscestos. fabricados en varas desauce o de mimb re, se vendían enlos pueblos de la com arca.

De igual manera un sillero deMás toles . que trenzaba los asien­tos con mat eria les vegetales, mur ióhace poco s años .

En Navalcarnero , antes de laGuerra Civi l, un banastero real izabacest as, canastos, canastillas...• deverdaguera que trabajaba a medi ococer.

Y, de" este mismo puebl o, eranmuy dema ndados 10 5 cestos del" t ia Pecll la" , no sólo aqul , sino, así­mismo , en otros pueb los de 10 5 alre­dedores; los ancianos de la zonasuelen citarle. Desde diversos luqa­res iban a comprarle sus " piernas"de esparto -grandes t iras de 1metro de ancho por el largodesead o, que se cortaban a gustodel comprador - , con las cualescerraban 105 rediles de las ovejas; 1pierna era igual a 6 estacas, y cadaestaca se clavaba a 2,5 m. de distan-

c ia aprox imadamente . Los redilestenían capacidad de hasta 150 ó 160cabezas de ganado. El " t ia Pecilla "compraba la materia prima en es·parterías de la Cava Baja de Madrid.

" Crispin" y " Filipín" eran dosces teros de Torrejón de la Calzada,que trenzaban espa rto. Hace 30 ó 40años que murieron. La misma mate­ria la trabajaba all í el " tío Marcial " ,ex-pastor ya reti rado que se ha tras­ladado a Parla.

En Vil/a del Prado, un ces tero lla­mado " Ságola" hac ia ces tos altosde mimbre para la recog ida de lauva, hace unos 50 años .

Por último, en las Rozas dePuerto Real, el " tío Gavilán" , yafall ecido, elaboraba dos tipos decest os rectangulares: para cucha­ras y para cuch arones.

En el Museo de Vil/amanta, en suparte dedicada a la Etnolog ia, seconservan varias piezas de espartoy un ces to de t iras de madera.Todos estos obj etos fueron ut ili za­dos antiguamente en el pueblo,aunque se ignora su lugar de origeny por lo tanto de elaboración, asícomo sus autores .

Por otra parte, se ha podido cons­tatar que en casi todos 10 5 pueb losvisit ados el abastecimíento de ces-

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LAMINAN.· 3Botellero o funda de garrafa. Elaborado en pita , trenzada en cinco ramales .Luego estas pleitas de cinco ramale s se cos ían unas a otras, formando el cuer opo del recip iente al que fuesen destinadas. Asa trenzada en tres ramales.

tos y sus der ivados, en un porcen­taje muy alto, se llevaba a cabo através de la venta ambulante de losgitanos o " quincall eros". Estospregonaban por las calles suscestos de mimbre -o de varas desauce que hac ian pasar pormimbre- y sus sillas con asientostrenzados en materias vegeta les, ylos vend ían por las casas .

El material lo obtenían recogién­dolo en el campo y los arroyos delos cam inos que en ocas iones corta­ban clandest inamen te de mimb re­ras cu ltivadas o de terrenos part i­cu lares. Desde hace unos diezaños , esta venta ambu lante de losgitanos, ha desaparec ido cas i porcompleto en las dos comarcas.

Por último, y en tercer lugar, dlre­mos que no s610 los gitanos eranambulantes en sus ventas, sino queartesanos de Geta fe o de la zona

toledana del esparto -Borox,Méntrida, Guadamur, etc ...- reco·rr ian estos pueb los vend iendo sero­nes, aguaderas, espuertas , etc ...

En Humanes de Madrid , " elCasqu illo" , procedente de Boro x,era quien abastecía al pueb lo dematerias vegetales.

Así mismo, hoy en día, un arte ­sano procedente de Geta te, vendeen Serranillos del Valle, muebles demimb re y objetos de esparto .

En genera l , s610 queda de estavent a ambu lante , algún vendedor decestos en los mercados itinerant es,que una vez por semana se instalanen estos pueb los.

Es más, cuando necesitabanalguna pieza de materia vegeta lsiempre pod ían recurri r a Madridcapita l o a la zona de Toledo , sin sertan impresci ndible disponer decesteros propios . Así la pita o el

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esparto como materias primas lacompraban en estos lugares, y dealpargatas se abastecian en Madr id.

2. PRODUCCION ACTUAL:

Son muy pocos los artesanos decestería que cont inúan vivos , en laslocalidades que esta revista abarca;y menos aún los que todav ía elabo­ran piezas. En ningún caso viven deello , y más que nada lo siguen real i­zando por entretenimiento.

Ante la diversidad , que ennues tra investi gaci ón hemos ha­llado, deb ida sobre todo, tanto a losdiferentes materiales empleados,como a las diversas piezas efec ­tuadas, hemos divid ido los datosact uales en tres grandes bloques.Estos se basan sobre todo, en lamateria prima utilizada:

a.- Materias veget ales emp lea­das en la elaboración de es­cobas.

b.- Esparto y otras especies ve­getales que se pueden tren­zar o trabajar en esp iral.

c. - Mimbre y demás materialesuti lizados en cestería entre­tejida.

Vamos a ver cada uno de estost res apartados, en todos susaspectos.

2.a. Materias primas vegetalesempleadas en la elaboración deescobas.

En zonas rurales como éstas ,donde los patios y rediles para elganado son frecuentes, el uso deescobas está muy extend ido .

Se elaboran con diversas matas oarbus tos, cuyas ramas se atanempleando la misma materia primau otra .

2.a.1. Artesanos

Hemos contactado con variospueb los donde los lugareños seconstruian sus prop ias escobascomo , Casarrub uelos, Griñón,Cadalso de los Vidri os, Torrejón deVelasco, Moraleja de Enmedio , etc ...

Es una tarea muy frecuente ent relos anc ianos del campo, y abundanen el su roeste madri leño .

Pero en todos los casos, salvoexcepción , son fabri cadas para usopro pio; cada uno se fabrica lassuyas.

La excepción corresponde a unartesano de Torrejón de Ve/asco,

quien de vez en cuando las elaborapor encargo a gente de su mismopueb lo. Se llama Rufino Serrano, yti ene ya 83 años.

La mayoria de estos creadoresson los que traba jan también conesparto o mimbre.

2.a.2. Talleres

No existe un talle r ni un lugar es­pecial para realizar estos objetos,en ninguno de los casos estudiados.

Simplemente hay que atar lasmatas o ramas recogidas, y la laborse puede hacer en cualqu ier lugarsin acondic ionamient o especial.

El trabajo se reali za en la casa, elpat io , o, como muchas vecesocurre, en la calle mientrascaminan , o en el campo tras reco­gerlo.

2.a.3. Materias prima s utilizadas

Lo más frecuente es el uso del"amarguillo" o del " rebanillo" ,cuyas ramas se lían con soga depita , de la misma que sirve para atarlas alpacas de la paja.

La pita se obt iene en Madridcapita l o en ti endas que desde lacapita l lo traen , y viene presentadaen forma de rollos .

Corr ientemente sólo ut ilizan unamate ria prima para sus escobas,pero también enco ntramos casoscon mayor variedad en los materia­les de fabricación. Esta es la cir­cuns tancia del único art íf ice quecob ra por estos objetos , comoantes indicamos. Elabora dos tiposde escobas, ambas atadas con pita :las de " cabezuela" y las de" rebanill o", este último material depeor calidad que el primero. (Lámi­na nO1).

Además de las escobas de" cabezuela", " rebanill o" y " amar­guillo " , se fabr ican en "panizo"atado con esparto trenzado en lia detres ramales, y las llamadas" blancas". Las " blancas" eran delmismo amarguil lo ante rior, perohabiendo eli minado de él toda lasim iente previamente ; de ahl sunombre. (Lámi na nO 2). A estassemillas se las denomina" cabezas" por locali zarse al bordede las ramas.

En la comarca de San Martin deValdeiglesias las encontramos de" tomillo blanco" , matorral que secri a mucho en aquellas localidades.(Lámi na n° 7).

Todas estas plantas son recog i-

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das en el campo , cerca de arroyos,cuando crecen ; es dec ir , cuando nohay sequía que lo impida comosuele ocurrir en la comarca de Na­valcarnero, o en la época del verano .

2.a.4. Instrumental

Sólo es necesaria una navaja pa­ra cortar las ramas del matorral: yse ata posteriormente, emp leandoúnicamente las manos como út il.

2.a.5. Técnicas de elaboración .

El material , tras ser cortado conla navaja, se sacude, hasta eliminarla mayor parte posible de lassemillas.

Posteriormente se emparejanbien todas las ramas, y se procede asu atado, dando cinco o seis vueltascon cordeles de esparto o pita.

Al atarlo se puede dejar solamen­te un ramo, o separar el conjunto endos o tres bloques, que adornan yamplian el campo de acción de laescoba. (Lámina nO 2).

Muchas de ellas se decoran conespejos, en la parte superior deagarre. Raramente llevan palo , ypara la operación de barr ido esnecesario agacharse. Aunque enocasiones las encontramos conast il de madera para ayudar y hacermás fácil la limpieza.

El " panizo" es un material que sepresta a terminar la escoba con unadorno más fino , y trabajado en laparte super ior con el mismo" panizo". (Lámina nO 2).

2.a.6. Producción .

En ninguna ocasión laproducción es fija e importante. Laselaboran solamente si necesitanuna escoba para su prop io uso o élde un conocido; cuando existemateria prima porque la sequia noha impedido su crecimiento; y apro­vechando, que el t iempo acompañela salida al campo para su búsqueda.

2.a .7. Sit uación socioeconómica.

El artesano que cob ra por susescobas, solamente las realizacuando se las encargan vecinos yconocidos.

Pide por las de " rebanillo" ochoduros, y diez duros por las de" cabezuela", de cal idad superior.

Todos estos hombres t ienen másde 55 años, y viven del pastoreo, de

la agricultura, o de pensiones de laSeguridad Social. La escoba ni es,ni ha sido nunca un ingreso subsi­diario, ya que todo el mundo escapaz de hacerse la suya prop ia.

2.b. Esparto y otras especies vege·tales que se pueden trenzar o traba·jar en espiral

2.b.1. Ar tesanos.

Correspondiente a este apartadohemos localizado algún artesanoaún vivo. En la mayoria de los casoshace bastantes años que abando­naron por completo la labor. Elresto raramente lo realizan, y másbien para no aburrirse, siendo hastaahora dos los encontrados en estecaso .

Todos ellos son o eran pastores,y la cestería se enmarcaba en unamás de las artesanías pastorilesque en sus ratos libres confecciona­ban.

En casi todos los casos, estoshombres no se encuentran en cond i­ciones fisicas de segui r trabajandola act ividad en estud io . Uno de losmot ivos es su avanzada edad ,muchos ent re los 70 y 85 años . Ot rade las causas es su enfermedad;uno de los que locali zamos estabapostrado en cama , y otro, estabamedio ciego por cu lpa de la mala luzde petróleo con la cual , durantemuchísimos años , debió trabajar elesparto durante las noches.

2.b.2. Talleres.

No existe ningún taller para estaartesanía en los pueblos estudiados.Todos los artesanos localizados seubícan en la comarca de Navalcar­nero .

Un pastor de 57 años , uno de losmuy escasos artífíces que aún lotrabaja, real iza sus piezas a ratoslibres, mientras cu ida de susovejas. Otro simp lemente cuandose aburre, se sienta en el pat io desu casa a trabajar alguna f ibravegetal.

No se neces ita , como se ve, unlugar preparado especialmente, conestructuras aprop iadas, para estacestería. Se puede real izar en elcampo, en un patio, etc ...

2.b.3. Materias primas utilizadas yadquis ición .

El esparto, la principal materiaprima utilízada, se compraba por

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LAMINA N.o 5.Dos serij os , de espadaña. El material se ha ido trenzando y cos iendo po sterio r mente las trenzas entre si.

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arrobas en Borox , Guadamur, uotros pueb los de la prov inc ia deToledo, asi como en esparterias dela Cava Baja de Madrid.

Aparte de la anteriormentecitada, se empleaban tambiénberceo y espadaña, enrolladas enesp iral ; asi como pita o junci a, quecon mayor frecuencia se trenzaban.

Los serijos , realizados en berceoo espadaña, enro llados en esp iral,eran cos idos con junci a, esparto opita, esta última teñida en colores osin teñ ir. Las esteras las elabo rabanen berceo o en esparto. Tamb iénforran aún hoy garrafas con pita.(Lámina nO 3).

Salvo el esparto, adqu ir ido enToledo y Madr id cap ital , el mate rialera recogido en el campo, cerca delos arroyos.

Como todos eran pastores, lotrenzaban frecuentemente reciénarrancado, aún fresco , por su mayorflexi bil idad; y así no neces itabaninguna preparación especial. Encambio , si esperaban a trabajarlomás adelante , después de cortado,si lo compraban fuera, o era neceosario prepararlo y ablandar lo antesde mane jarlo. Esto ocurría frecuen­tement e con el esparto y la espad a­ña.

2.bA. Ins trumental.

Son pocos los útiles que se nece-

sitan , siendo asimismo, muysenc illos:

Navaja: Herramienta empleadapara cor tar la plant a enel momen to de su reco­gida. Ut il izan una nava­ja corriente.

- Dos pied ras: Estos cantos sirvenpara golpear el material "vegetal y ablandarlo. Nodebentenerningunafo~

ma especial y emp leanlos que encuentran en elcampo.

- Agu ja: Con ella cosen las piezas,enhebrando materiatambi én vegetal. Sonmás o menos grandes ,depend iendo de lo quecosan , comprend idasentre doc e y veinte cen­tímetros de largo. Tam­bién se util izan, ademásde las rectas , las curva­das en la pun ta como laconoc ida " de lengua depájaro" . Un herrero deCasarrubuelos las forja­ba para toda la comarca,según la pet ición del de­mandante. (l.á rnlna 4).

Lezna: La lezna ayuda en el co­sido , al posibil itar abrirhueco en el trenzado,para int roducir por él laaguja.

Como antes vimos , cas i todos losmateriales se trabajan frescos. Pero

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LAMINA N.o 6Dos serijos, de pita . Los asien tos est án hech os con pie les . La pila emp lead a enel cosido del esp iral, ha sido teñid a en rosa, verde y malva, y va formando romobos combinando los co lores. El asa tamb ién es de pita.

cuando no era asi, había que fl exibi­lizar la materia para poder asi man i­pularla posteriormente.

La espadaña se manten ía secán­dose al sol, a lo largo de seis o sietedías, tras lo cua l era remo jada du­rante dos días, para hacer la mane­jable y poderla trabajar . En inviernoresultaba bastante difícil lograr susecado.

Por su part e, el esparto , tras com­prarlo en la provincia de Toledo oen la ciud ad de Madr id, ya no llega­ba fresco al artesano. Lo mismoocurría si no le trenzaban nada másarrancar lo.

Para ablandarle, se remojaba du­rante quinc e o veinte días en un ca l­dero sin fuego, sólo lleno de agua ;operación conocida como «coci do» ,

Posteriormente, y siguiendo conel espa rto , se cogen dos cantos, ose apoya el material en una piedra ylo go lpean con la otra móvil. Estaforma de flex ibi l izar el esparto esconoc ida como «machacar.., y serealiza dur ante el t iempo necesariopara ablandarlo y poderlo man ipu­lar.

Como las cant idades eran peque­ñas, bast aba con un caldero u ollapara «cocer.. todo el mate rial ne­cesario. Hoy en día práct icamenteno se realiza.

2.b.5. Técnicas de elaboración:trenzado.

El esparto es trenzado formando«Iias» de cinco o siete ramales, o«pleitas.. de nueve, trece o veint iúnrama les. «Lía.. y «pleit a.. son lastrenzas de espa rto, depend iendo deque estén compuestas por más omenos ramales. Los ramales se for­man con cuatro o cinco briznas deespa rto.

Las trenzas comp onían tiras, quese iban enrollando en la cinturasegún se elaboraban, para evita;que al co lgar llegasen al sue lo y elpastor las pisase anda ndo.

La labor era realizada mientrascam inaba n cu idando los rebaños; ylos ramales siempre son impares,en número, única pos ib ilidad detrenzarlos.

Más tarde, aprovechaba n la no­che para coser las piezas. Las lias opleitas se unían unas a otras, ut i l i­zando para ello una aguja enhebra­da con un co rdel compuesto de doso tres hojas de esparto. En la tarea sealumbraban con luz artif ic ial de pe­tróleo, muy perj udicial para la vista.

El berceo, por su par te, se trenza­ba en tiras de nueve ramales nor­malmente , mid iendo unos tres de­dos de anchu ra.

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Cuando se quería conseguir unapieza de color distinto al de lasplantas, se teñían los manojos an­tes de realizar el objeto; pero en es­tos pueblos hemos comprobadomuchas veces, era al revés. La pie­za, ya terminada, se sumergía enagua donde previamente se habíandisuelto unos polvos. Los polvoseran del color deseado por el com­prador, ya que el teñido sólo se rea­lizaba por encargo. La pieza en re­mojo se cocía al fuego , hasta con­seguir el tono solicitado.

- La técnica de espiral, consis­te en unir varias br iznas o f ibras, eirlas enrollando. Se emplea sobretodo, en espadaña o en paja, aun­que también otros materiales sir­ven. Según se van enrollando sobresí mismos se cosen , con el mismomaterial u otro, como la juncia; alcoserle, se impide que se desparra­me el material , y el cesto toma cuer­po y consistencia.

2.b.6. Producción

La producción es mínima, ya quelos escasos artesanos que aún loefectúan, dedican sus piezas a usopropio o a peticiones de algún com­promiso.

En otros t iempos sí vendían susmanufacturas.

Los ser ijos, elaborados con es­parto, berceo o espadaña, trenza­dos o en espiral , eran cosidos me­diante pita, juncia o el propio espar­too(Lámina n.o 5).

Unas piezas que ya no se elabo­ran son las esteras de berceo, o es­parto. Formaban combinacionescomplicadas con estrellas y círculos;estos últimos se conseguían enro­llando lias. Muchas de ellas se te­ñían en colores según el deman­dante deseaba.

Tampoco se elaboran ya alforjas ,rejeros para labrar, rodones -losúlt imos son serij itos bajos-, yotros.

Aún encontramos botelleros o fo­rros de garrafas, hechos con pitaanudada en forma de "punto de pe­lota" . El nombre del tej ido de pitaes muy descript ivo de su apar ienc iaexterna.

2.b.7. Situación socioeconómica

Como hemos podido comprobar,la cestería de estos materiales, noinfluye económicamente en nlnqu­no de sus artífices . Sobrev iven gra­cias a pens iones de la Segur idadSocial o al pastoreo.

No hace demasiados años el ar­tesano de Torrejón de Velasco, ven­día sus serijos, a cinco duros; y susesteras las cobraba a cinco o diezduros, dependiendo del tamaño.

Las piezas llevan muchas horasde trabajo, a veces días, y con losprecios por ellas pagados, no lnte- .resa dedicarse a ello en la actuatí­dad.

A modo de ejemplo. Un pastor,nos contó como de joven , vivía enToledo y allí vendía sus cornpl lca ­das alfombras, combinando estre­lIas y círculos. Cada una de ellas lesuponía mes y medio de trabajo;con ello comprobamos su nula ren­tabilidad. Las vendía en la plaza deZocodover a extranjeros, pero des­de que se trasladó a la provincia deMadr id, dejó de hacerlas.

2.c. Mimbre y otros materialestrabajados en cesteríaentretejida.

Por tratarse de tierras propicias yde abundante agua, el mimbre secr ia bien en la comarca de San Mar­tín de Valdeiglesias, y, como ya vi­mos históricamente, fue desde anti ­guo empleado. Su fin era muy con­creto, cestos para la recog ida delas vides principalmente, en estacomarca de importantes vinos. Lauva necesitaba muchos recipien­tes , y el mimbre se prestaba muybien a ello .

Desde hace unos doce años , estacestería ha decaído casi totalmen­te. Se ha ido eliminando el mimbreen favor de la goma, para los cestosde vendimia, porque en el modernomaterial , las uvas no pierden líqu i­do al comprimirse unas sobre otras,y así pesan más al final.

2.c.1. Artesanos

Encontramos, en la comarca deSan Martín de Valde iglesias, a tresartesanos que de vez en cuando tra­bajan el mimbre. Viven en Cenicien­tos , Cadalso de los Vidrios y SanMartín de Valdeiglesias.

Además hemos contactado conotros ex-cesteros, que han abando­nado completamente esta tarea, yajubilados. También tenemos refe­rencias de dos gitanos -uno en ca­da una de las comarcas- que ven­den cestos.

2.c.2. Talleres

Prácticamente en este apartadono existen talleres cesteros. Dos delos artesanos trabajan, lo poco quehacen , al arre li bre, cuando hace

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buen t iempo, en pequeños terrenosde su prop iedad ut il izados comopatios.

El cestero de Cenicientos es elúnico que lo elabora balo-techado,en su prop ia casa . Uti liza su cua rtode estar, sin ninguna prepa rac ión oestructura espec ia l. En la bañera desu casa remoja el poco mimbre quenecesit a pelar.

2.c.3. Materias primas utilizadas yadquisición .

Trabajan el mimbre obten ido enlas mimbreras de la comarca , o ensus prop ios terrenos. A esta mate ­ria la denom inan "madera" en SanMartin de Valdeiglesias.

Anteriormente compraban elmimbre a aquellos que lo cultiva­ban, cuando había suficiente de­manda de sus productos artesanos.Hoy en día sólo se recoge en los te­rrenos, de mimbreras silvest res, delos prop ios artesanos. Ni las cu idanni las plantan, simplemente aque lloque naturalment e crece, lo "van po­dando". "Podar" es corta r las varasde mimbre de las mimbreras . Por ladecadencia actual, ya tampoco secompra ni se vende el mimbre enestas locali dades.

Los cesteros gitanos, sabemosque además del mimbre traba janlas varas de sauce. Son parec idasal mimbre, pero más oscuras, y pue­den ser peladas igualmente. ..Pelar "es arrancar la corteza de la vara deque se tr ate.

Los cestos de varas de sauce sonmeno s duraderos que los de mim­bre; y sus autores, según los luga re­ños , trat an de pasarlos por verda­dero mimbre.

Actualmente las mimbreras, po­co trabajadas o abandonadas porcompleto sin cu idar ni podar, enve­jecen paulat inamente, hasta ser in­servibles para la cestería.

2.c.4. Instrumenta l

- Tijera s de podar: Son de gra n taomaño , y sirven para corta r las va­ras de mimbre, en el mom entode la recogida.

- Palo dob lado en V: Para pelar elmimbre cuando está húmedo.

- Maza de madera : A la que deno­minan ..machota" . Con ella gol ­pean el entrete jido del mimbre,para apelmazarlo y que tomeconsist encia. (Lám. n.o 12).

- Palo de madera : Se util iza comopunzón , ya que lleva una puntaen uno de sus extremos. Con élse abre hueco en el entretej ido ,para ir insertando el cordón

superior de l remate del cesto. Enalgún caso uti lizan con tal fin unsimple cl avo de hierro , en lug ardel palo de madera. (Lám. n.? 16).

- Navaja: En forma de tranchetecurvo , como aque llos con losque se cortan los racimos de uvaen la vend im ia. Con ella se sec­cionan , por el interior del cesto ya bise l, las varas de mi mbre yarematadas, es dec ir, sus restos osobrantes.

Además de los anteriores inst ru­mentos, hallamos como uno de losartesanos, con una piedra o canto,golpeaba el cu lo del cesto que ela­boraba. De esta forma buscaba quela base tomara cuerpo y se endure­c iese.

El cestero de Cenicientos, el úni­co que no' sólo trabaja el mimbre«sin pela r" , sino también "pelado",util iza la bañera de su casa comopoza para el remo jo de las varas co­mo indicamos antes.

2.c.5. Técnicas de elaborac ió n.

En Cadalso de los Vidrios y SanMartin de Valdeiglesias trabajan elmimbre "sin pelar" . Solamente enCenicientos se entremezcl a mimbre«petado- con mimbre «sin pelar" , enlas cestas.

En ningún caso se trabaja elmimbre llamado ..but t» o cocido ,tan difundido en Madrid capital yotros lugares.

El material se comenzaba a reco­ger en agosto, cuando el autor Que­ría tener tiempo para elaborar loscestos de vendimia, y vender los coneste mot ivo a f ines de sept iembre.

En cambio, muy frecuentementese esperaba hasta noviembre, fe­cha en la que hoy en día recogen lopoco a trabajar, porque para enton­ces , con las heladas, las hojas sehabían ya caído ; y se evitaban el te­ner que quitarlas, aparte de que asíno se ensucia el sue lo de los pat ios.

Tras la recogida se arrancan losbro tes de las ramas, denom inados..hij os" o "nietos" , y se amo ntonan.Anta ño el montón era muy gra nde, ylas varas se remo jaban a cu bos deagua , para evitar que se secasen eimpidi eran trabajar el mimbre blan­do. Actualmente no es necesario ,ya que la ex igüa cantidad evita quese seque antes de haber finalizadode entretejer toda la materia primadisponib le.

El mimbre que se va a pelar, debepodarse en marzo. En estas fechasla savia está paral izada y las hojasse han caído, por ell o es fác il des ­cortezarlo . De todas formas este

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LAM INA N.o 8Inst rument al necesario para el trabajo cestero del mimbre sin pelar. Grandes tl­j eras de podar, una maza de madera, la navaja curva para los cortes a bise l, yun clavo de hierro para abri r hueco en el entre tej ido, siendo frecuente halla r unpalo de madera con el mismo fin.

LAMINA N.o 9Cesto de mimbre sin pela r, con doble asa, lo que imp lica que ambas se vantrenzando a la misma vez que el borde. Este sistema aguanta mucho peso, ypo r ello era el ces to empleado antigUamen te para la vendimia. San Mart ín deValdelgl esi as.

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LAMINA N.o 11ELABORACION DE UN CESTO DE MIMBRE. 1.0 PASO. El artesano real iza ellan da, mediante una cruz inicial formada por un aspa , y cada uno de sus brazoscompuestos, a su vez, por 4 varas . Alrededor del aspa vemos como entrecruzavaras mas finas, hasta completar la bas e.

LAM INA N.o 12

ELABORACION DE UN CESTO DE MIMBRE. 2.0 PASO. Tras termi nar el landa,el cestero ..empila desde la base.., es decir , ..pincha.. -en el lateral de l landadel cesto- 32 varas cortadas a bise l, que con la ..machota.. go lpea para dob lar­las y darlas la lorma de la pared, adem ás de consistencia.

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mimbre resulta menos curado queél de noviembre - trabajado sin pe­lar siempre- , y los ces tos son muocho menos resistentes, aunque másdecorativos. Las varas remo jadas sepasan por el palo doblado en V, t i·rand o con fuerza, hasta arranc ar lacorteza.

Después de eliminar los ..hi jos»,hay que seleccionar las ramas porlongi t udes. Amontonadas en el sue­lo , se van extrayendo, cad a vez lasde mayor largura, agarrándolas porlas cogotas...Coqotas» son las ca­bezas o partes superiores de las va­ras de mimbre.

Las más larg as se emplean enlos radios , guías o pilares del cesto,que son los que parten desde lamisma base; las medianas sirvenpara el entramado que se ent recru­za con los pilares anteriores; y lasmás peq ueñ as y delgadas cosen elcu lo de l recipiente.

Los cestos se elaboran part iendotodos de tre inta y dos varas comoesqueleto, desde la base, repart í­das en dos cruces de ocho ram ascada aspa. De éstas, para const itu irel asa, suben hasta arr iba ocho,agrupadas en dos tramos de cuatrovaras a cada lado. A esta labor sedenomina "empilar el asa ». Las pa­redes se construyen, entrecruzandocon los pilares vert icales nuevas va· .ras en sent ido hor izontal. El bordese remata enrollando dos ramales- formado cada uno por varios sa r­mientos- que se remeten en lasparedes de l cesto, y cruzados entresí, forman un cordón de ado rno(Lárn. n.o 11 a 16).

Si las asas son dos y lateral es enlugar de una cruzada, se elaboranjunto al remate del borde; labor máscomplicada que la del asa aisladadel cordón, que cruza de lado a lado.

Finalmente el sobrante de las va­ras lo cortan a bisel por el interio r,con la navaja, y así queda escondí­do en el interior del cesto.

2.c.6. Producción.

Actualmente es muy baja, ya quecomo antes apuntábamos, las es­puertas de goma han sustituido almimbre en la vend im ia.

El artesano de Cada /so de /0 5 Vi·dr ios , só lo elabora cestos por en­cargo, y para entretenerse. Su pro­ducc ión más elevada no excede dedieciséis o diec is iete cestos al año .

El resto só lo producen paraam igos y compromisos, ya que lafuncional idad del cesto de mimbrepara vend im ia, se ha perdido. Erade paredes rectas y una so la asa.

Para prop io uso o alg ún encaro

guillo, realizan cest as de bas ura pa­ra el est iérco l, con do s asas; o tamobién cest it as de un asa para gu arodar cosas.

Ot ras formas se han perdido to­talmente, como las cest as para la­var la ropa en el río, o los seronesde mimbre para animales.

2.c.7. Situa ción socioeconómica

Ninguno de los art esanos vive dela cestería. Su sustento es, comoen los apartados anteriores, delcampo o de las pension es de la Se­guridad Soc ia l, al estar jubil ados.

La cestería só lo es un pasat iem­po, lo que queda de la labor a la queantaño dedi caron gran parte de suvida .

Como muestra de los bajos pre­cios, citaremos lo que cobra uno delos artesanos por sus cestos. Poraquellos que le encargaban , cuan­do el demandante aporta la materiaprima, cobra 150 pesetas en con­cepto de mano de obra, por unahora y med ia de trabajo en cadacesto. Si el material lo aporta élmismo, el prec io sube a 400, 500 ó600 pesetas, según el cesto y qu ienlo haya ped ido. Como observamosel traba jo de hacer el cesto, suma­do al realizado para cortar, limpi ar ypreparar la materia prim a, no estásufic ientemente pagado. Prob able­mente con ellos morirá esta artesa­nía, en sus respect ivos pueb los.

3. POSIBILIDA DES DE MEJORA

Observando detenidamente losdatos citados con anterioridad lle­gamos a la conclusión de que másque hab lar de posibil idades de me­jora, ya que és tas son escasís imas,hay que hacer un balance de lascausas que impiden un desarrollode esta act ividad, en la zona quenos ocupa.

3.a. Nivel de vid a

Es curioso comprobar que una ar­tesanía, del orden de la cestería,que requi ere muchas horas de tra­bajo , -para la recogida de la plan­ta , preparación de ésta, elabora­ción de la pieza...- , esté tan pobre­mente remunerada; además hayque tener en cuenta que en la mayo­ría de los casos la materia pr ima vaincluida en el precio de la rnanuíac­tura.

Obviamente ésto es una razón depeso, para comprender que de sub­sis t ir la cestería, comportaría un ni-

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vel de vida muy bajo en la actuali­dad.

Si bien, en tiempos pasados eraposible subsist ir económicamentecon esta labor, en la actualidad nodeja de considerarse una «utopía»,debido a los escasos beneficiosque aporta. En este sentido, la po­blación joven, ante otras perspec­tivas económicas ofrecidas por laindustrialización no se dedica a es­tos menesteres.

Esta es la caus a principal por lacual, en nuestro recorrido por lasdos comarcas estudiadas, no he­mos encontrado ningún artesanomenor de 55 años. A ello se une eléxodo rural del campo a la ciudad,en busca de otro t ipo de trabajo me­jor remunerado.

3.b. Producción

Junto a la baja producción de lazona en útiles cesteros, aún en lostiempos en que había más deman­da de este t ipo de trabajo, encontra­mos una gran decadencia en los úl­t imos años, provocada por lamisma industrialización.

Esta ha producido una serie decambios en la producción , en dosverti entes.

1) Aparición de nuevos mate­riales como el plást ico , la goma, oel caucho, que han desbancado ver­tig inosamente a los tradic ionalescomo el mimb re, el esparto , etc.Hay que hacer hincapié en el uso dela goma , que en comarcas como lade San Martín de Valdeiglesias ·- importante zona vin íco la- hareemplazado al mimbre. No obstan­te, el empleo de la goma ofrece unaserie de desventajas, como porejemplo, evitar que respire la uvamientras está deposi tada en las es­puertas. Debido a ello, no puedemantenerse más de un día la uvadentro, ya que en ese caso comen­zaría a fermentar, con los proble­mas san itarios que supondría.

2) La mecan izac ión del campo,es dec ir, el cambio de los animalespor las máqu inas en la agr icu ltura.Consecuencia de ello es la desapa­ric ión de toda una ser ie de piezasconfeccionadas para animales,-como son los serones, las agua­deras , los front iles, los mosqueros,las albardas-, porque los ani­males para los que iban destina ­das , no existen ya.

Ambos factores han elim inado lafuncionalidad de muc has piezas ,así como los objetos en sí, y conellos a los artesanos que se ded ica­ban a elaborarlas .

Otro gran probl ema para la bajaproducción de objetos cesteros es,la falta de mat eria prima necesaria.También en ésto ha infl uido y sigueinfluyendo la industrializac ión, lacual ha provocado y provoca la pre­sencia de una gran cant idad de des­perdicios y vertidos, procedentesde las zonas más populosas e in­dustralizadas. En nuestro caso, losgrandes desagües de Alcorcón yMóstoles, afectan a la zona en estu­d io , sobre todo a la comarca de Na­valcarnero; por esta causa, cadavez crecen meno s las materias pri­mas cesteras, neces arias paramantener la artesanía, en las ori llasde los ríos y arroyos, como son eljunco, el berceo y la espadaña.

La ext inción de muchos arroyosantiguos, - con motivo de nuevospantanos, por ejemplo, o de los úl ti ­mos años de sequía- , trae cons igoque muchas plan tas dejen de desa­rro llarse ante la ausencia de agua ;entre ellas las ut i lizadas comomaterial en cestería, también seven afectadas.

Junto al bajón cuant itat ivo, en­contramos también un importantebajón cual itativo, en la materia pri­ma, de la art esanía vegetal que nosocupa. Es un círcu lo vic ioso, al notrabajarlas , los sarm ientos, varas yramas, no se podan ni se cuidan .Con el tiempo, mimbreras y ato­chas van envejeciendo , y sus brotesson cada vez de peor cal idad , has tallegar, poco a poco , a con vert irse laplanta en inservible para la ces te­ría.

3.c. Comercialización

Como resu ltado directo de la ba­j ís ima producción . nos encon tra­mos con una comercia lizac ión cas inu la. Va dir igida práct icamente ensu mayo r parte , a los enca rgos devecinos y conocidos, o a la recog i­da de la uva; sob re todo lo últ imo ,en la comarca de San Martín de Val­deiglesias, lo cua l indica que es ad­qu ir ida en el mismo pueblo, y entrelos amigos que lo hayan so lic itadoal cestero. Aunque, como anter io r­mente indicamos, la goma hayasustitu ido al mimbre en los úl t imosdoce años .

Es más , estos pueblos tradici o­nalmente se han abastecido muyfác ilmen te de utens ilios cesterosen otros lugares, por lo que no eranecesario contar con un artesa node esta labor en cada munici pio. Laproxim idad y buenas comunicac io­nes con la ciudad de Madrid, y conla cercanísima provinc ia de Toledo

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ELABORACION DE UN CESTO DE MIMBRE. 3.° PASO. «Empil adas» las varasde la pared, éstas se sujetan entre sí, atadas por la parte superior; y el artesanose lo coloca entre sus piernas. Tiene dos manojos de mimbre en el suelo a cadalado -uno blanco pelado y otro marrón sin pelar- de los que echa mano al en­tretejer. MANUEL RECAMAL, Cestero de Cenicientos.

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ELABORACION DE UN CESTO DE·MIMBRE. 4.° PASO. El cestero inici a el en­tretej ido de las paredes, agrupando las 32 varas -de 2 en 2- en 16 pilares, porlos cua les entrelaza varas de mimbre pelado y sin pelar alternativamente. Asíformará un dibujo de damero.

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ELABORACION DE UN CESTO DE MIMBRE. 5.° PASO. El artesano comienza atrenzar el asa. Para ello, 2 grupos de 4 varas - ccempiladas desde la base o-- sehan dejado afrontados a cada lado. Le vemos trenzar uno de estos grupos, queluego retorcerá con él de enfrente y doblará. dando forma al aside ro.

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ELABORACION DE UN CESTO DE MIMBRE. 6. PASO. Finalizada el asa, el arte­sano empieza a trenzar al borde, ayudándose con el palo de madera -comopunzón- , para ir abriendo hueco en el entretejido, y poder insertar las varassobrantes de la pared en un cordón fina l decorativo.

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(Mént rida, Borox...), conv irt ió a es­tos lugares en abastecedores de lonecesario, entre ello de cestoscomo ya indicamos con anteriori­dad .

Así mismo los gitanos, en sus re­corridos de pueb lo en pueb lo, se de­dicaban a la venta amb ulante deelementos cesteros, como una sal í­da a su economía mísera. Proveíande estas piezas a las comarcas enestudio, y ayudaban también a lamenor exis tenc ia de cest eros, pro­piament e dichos, a t iempo comple­to, afincados en los munic ipios queestamos investi gando. Los gitanosno compraban la mat eria prima , larecogían a su paso y abaratabancostes.

Otra posibi lidad de conseguirpiezas cest eras sin tener un artíf iceen la local idad, era acudi r a feriaspara obtenerlas all í. Es una de lassalidas que se han utilizado muchoen estos pueblos, ante esta au­sencia. Entre otras vis itaban las fe­rias de Torr ijos (Toledo), Carranque(Tole do)...

3.d. Posibilidades de incrementode empleo

Sinceramente, no creemos quesea viable , tal y como está plantea­do actua lmente el tema.

Como medio de vida, la cesteríade la zona no tien e sa lida , ni mate ­ria prima suficiente úti l. Sus cono­cedores son de avanzada edad, y sincon t inuadores, en ningún caso, enlos más jóvenes. Estos últ imos not ienen el más mínimo alic iente enuna labor in fravalorada y pagada In­f im ament e, cuy as manufacturashan perdido su ut il idad, y nadie lascompraría si se pidiese por ellas suverdadero coste en trabajo hum a­no.

Los ún icos objetos de artesaníavegetal que t ienen demanda en losúltimos años , en genera l, son losmuebles de mim bre; pero en ningu­no de los treinta y tres pueblos enestud io se rea lizan, ni han si do nun­ca tradic ionales.

También podría intentarse au­mentar la producción de cestospara vend im ia, en la comarca deSan Martín de Valdeigl esias , y pos­teriormente exportarlos a zonas vi·níco las esp añolas , creando cana­les comerci ales nuevos. Pero la go­ma aparece com o el gran hánd icap.

Las cooperativas no son una po­sib i lidad real, en unos lugares don­de nadie vive de la cest ería; y dondela produ cc ión es mínima , ante la es­casísima demanda. No exist e la in-

fraestructura necesaria , ni la de­manda de productos, producción ocomerc ializac ión , que lo impulsase.

111. CONCLUSIONES

Cons ideramos que, por todo loexam inado en el presente estudio,la cestería no es una artes anía vía­ble en la actualidad , en las dos co­marcas que estudiamos.

Las causas son la inexi stenciade infraestruct ura para su realiza­ción, con ausencia total de talleres;falta de artesanos en act ivo que vi­van de la labor; ausencia de gentejoven en esta tarea, ya que la med iade los artesa nos conocedores deltema es altís ima, entre los 57 y los85 años; y hay una imposibili dad deque muchos anc ianos puedan en­seña r a jóvenes, debido a su preca­ria salud y prob lemas físicos.

Es más, si en algún caso lo ante­rior se pudiese llevar a cabo, choc a­ría con el problema de la falt a de jó­venes a los que enseñar, ya que es­ta artesan ía ha perdido la ut il idadde sus piezas; y además, está tanmal pagada, que los jóvenes sabenque no es una posible salida econ ó­mica.

Para volver a poner en act ivo laartesania ces tera en el suroeste deMadr id, seria necesari o cambiarmuch as cosas a un nivel más alto:- fomentar la elaboración de pie-

zas que se puedan comerc iali ­zar, como muebles de mimbre ocest itas deco rat ivas; a la vez quese crea la concienci a públ ica deque esta artesanía se debe pa­gar en su justo valor, y no lo queactua lmente ocurre: si se vendeal precio correspondiente, s im­plemente no lo comp ran ybuscan el plás t ico o la goma;mucho más insanos y menos be­lios;

- crear canales de comercia liza­ción a nivel provinc ia l, regional onacional, para poder saca r losproductos que se elaborasen ,del restr ingido campo de un arotesano y los conocidos de supueb lo.

En esta s cond ic ion es, la laborpodría interesar económicamente alos jóvenes y la' materia prima nosería un inconveniente, ya que sepodría traer de zonas cercanas , elespa rto desde Toledo -o incl usoMurcia y Almería- o el mim bredesde Cuenca y Guadalajara.

Esperamos que con el t iempo laconciencia púb lica cambie, y se re-

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valorice el concepto que, sobre estaartesanía, actualmente existe.

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