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    La militancia en la era de la incertidumbre poltica Vctor Hugo Militello

    La condicin por la que atraviesa la militancia en el perodo actual es la incertidumbre, la desorientacin, la precarizacin de sus figuras.

    Qu ha pasado?

    Muy simplemente: un universo poltico se ha desplomado a nuestras espaldas, unas formas histricas de producir consistencia poltica, un sistema de orientacin, una figura subjetiva del militante, en fin, un paradigma para organizar la intervencin colectiva se ha esfumado, cesado, agotado y ningn otro ha venido a reemplazarlo.

    Ahora bien qu es un universo poltico? Como mnimo es un sistema de articulacin de principios genricos, axiomas de organizacin y postulados para la accin, que crean las condiciones para pensar las dimensiones de la estrategia y las tcticas de la prctica, que la habilitaban para operar a nivel de lo nacional y lo internacional, dimensiones espaciales de la prctica que no siempre estn abiertas, a disposicin de la militancia, como si fueran una sustancia que la historia nos provee.

    El espacio en el que se despliega una poltica es efecto de la potencia de la consistencia de esa misma poltica.

    No hay, por ejemplo, una situacin poltica internacional para una poltica de emancipacin si ella misma no ha creado un sujeto que la configure, que la nombre, que sea capaz de intervenir efectivamente en ella. Lo que siempre hay, en todo caso, es una situacin histrico-social internacional, un sistema de poder mundial, relaciones de fuerza entre clases, naciones, alianzas continentales, pero no necesariamente una poltica de emancipacin internacional. La poltica no se deduce de lo histrico-social, ni est garantizada su existencia por nada efectivamente existente.

    La entrada de un universo poltico en el elemento de su oscurecimiento nos deja completamente confundidos, hasta tal punto que apenas si podemos musitar lo que ha ocurrido. Es entonces cuando todas las palabras y categoras de la tradicin en la que nos inscribamos empiezan a flotar en la nada, tienen una vigencia sin significado, se transforman en espectros desvinculados de cualquier presente. Y no podemos determinar a ciencia cierta qu queda y qu es arrojado al basurero de la Historia.

    Cul es el sistema que se ha agotado? Bsicamente, se ha agotado el marxismo-leninismo-maosmo, por nombrar los modos fundamentales en que la poltica de emancipacin ha existido, entendido como la poltica del proletariado, no como una filosofa de la historia, ni como una crtica de la economa poltica, una crtica de las ideologas o como fuere que cada uno piense al marxismo. Quiero decir, la cesacin de esta poltica no es terica, no se trata en absoluto de si Marx se equivoc o no en la teora del valor, si Lenin err en la formulacin del concepto de Imperialismo o si Mao interpret incorrectamente el materialismo dialctico, o lo que fuera. Mucho menos se trata de si las clases existen o no, si la clase obrera ha sido reemplazada por una nueva figura, o si el capitalismo ha dejado de apestar como apest desde su nacimiento. No est all lo fundamental.

    Y en qu consista esta poltica de emancipacin, qu era este universo? Esquemticamente, se trataba de una (o unas) poltica centrada en el partido (o peor, en el ejrcito rojo cuando fue el caso) que representaba a la clase obrera o a las clases populares (pues clase como categora para la poltica es algo que slo puede ser representado, adems de ser una categora circulante buena para todo, digamos- entre

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    la Historia, las Ciencias Sociales y la poltica), que dispona del programa como modo esencial de la subjetivacin, que propona al militante profesional o cuadro como figura subjetiva del militante, que se autodefina como vanguardia. Y todo para tomar el poder del Estado y socializar la propiedad privada de los medios de produccin.

    Todo eso ces y se agot. Parece poca cosa, pero no lo es, si bien nuestra descripcin es bastante esquemtica, ni an as puede desvalorizarse lo que todo ello signific como sistema de construccin y orientacin.

    Y quin determina y a partir de qu su cesacin y agotamiento?

    Aqu se abren dos cuestiones.

    1) Las formas en las cules se vienen desplegando las luchas reales en los ltimos 40 o 50 aos ya no verifican el dispositivo mencionado, ms bien se han desarrollado a una profunda distancia de l. Casi sin excepcin, se han desplegado por fuera de partidos y sindicatos y, an ms, muchas veces tambin contra ellos. Es decir, los pueblos, en su presentacin ms radical, sancionan el agotamiento.

    2) Todo lo dicho ha ocurrido, efectivamente, hubo revoluciones lideradas por partidos y ejrcitos revolucionarios que tomaron el poder del Estado y suprimieron la propiedad privada de los medios de produccin y el resultado no fue ninguna emancipacin de la humanidad, ni siquiera una superacin del capitalismo, sino en muchos casos el resultado fue la creacin de una maquinaria estatal desptica, paraltica, criminal y burocrtica. Y no desestimemos la dimensin criminal para sustituirla por la mera burocratizacin, pues ninguno de nosotros dira que Videla o Pinochet eran burcratas (que lo eran) sino criminales, Stalin o Pol Pot tambin lo fueron. Aqu es la historia de la poltica la que nos obliga a constatar la consumacin.

    Y aqu quisiera abrir una digresin. No se trata de afirmar, al menos para m, que se puede transformar el mundo sin tomar el poder del Estado, como hiciera Holloway, ni mucho menos que deberamos renunciar a la superacin del carcter privado de los medios de produccin.

    Y si no se trata de ello es porque en primer lugar debemos redefinir qu se entiende por transformar el mundo, luego porqu es necesario un balance de la famosa toma del poder, sobre todo para evaluar en qu consiste exactamente el poder del Estado, de qu es realmente capaz, y, finalmente, porque es necesario determinar el carcter efectivamente poltico de la cuestin de la propiedad ( o impropiedad) de los medios de produccin, quiero decir, no hay dudas de que se trata de una cuestin fundamental para la poltica de emancipacin, el asunto es ms bien si tiene un carcter poltico intrnseco, no sea cosa de que estemos fundando una poltica en un elemento que en s mismo no lo es, que es lo que creo que pas y colabora a despolitizar la vida de las masas, a sustraerle su capacidad poltica, mientras se hace algo por ellas, algo que representa sus intereses; pues un Estado puede nacionalizar o socializar ( ms all de la diferencia entre estos trminos) todo lo que quiera sin la menor intervencin de nadie.

    Pues lo que constituye en nosotros mucho ms que una mera sospecha- y que aqu apenas si podemos esbozar- es que aqul dispositivo no poda hacer algo muy diferente de lo que hizo, ni lo podra hacer en el futuro.

    El tener al Estado como norma y objetivo de la accin poltica termina conformando a esa accin en torno a lo estatal. El revolucionario de Estado termina, siempre, ms parecido al Estado que a la Revolucin. Fin de la digresin.

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    Entonces qu nos queda si un universo poltico consistente y bien sabido ha colapsado?

    Nos queda un recomienzo. Nuestra tarea es refundar una poltica de emancipacin por fuera de las lgicas capitalistas y de dominacin. Pero tambin a distancia de las polticas de emancipacin legadas.

    Y sobre qu bases?

    Teniendo a la vista la efectividad de las luchas, el modo en el que ellas se van instituyendo, y apelando a algunos pensadores que la van formalizando, dira lo siguiente:

    1) Partir de la igualdad tal como la piensa Rancire, esto es, no como un objetivo o un programa a realizar, sino como el principio que organiza la prctica poltica aqu y ahora Es el principio de justicia, poltico en s mismo, que se ha expresado como horizontalidad.

    2) Mantenerse firmemente a distancia del Estado, tanto en las lgicas de construccin como en el sistema de alianzas. Es el principio de autonoma de la poltica de emancipacin respecto a las polticas de dominacin que organizan la vida de las masas. El principio de distancia, ligado a la autonoma de la poltica verdadera o poltica de emancipacin (en el sentido en que no se reduce jams a ser la expresin de otra cosa, sea ella Lo Social, La Historia. La Economa, El Derecho o lo que sea), ha sido desarrollado sobre todo por Alain Badiou.

    3) Afirmacin de lo Comn (Lo impropio?) como nueva posibilidad de lo colectivo. Se trata de la creacin de un espacio pblico no estatal, como dijera Paolo Virno.

    4) Sostenimiento de lo Universal por sobre las reivindicaciones particularistas e identitarias, forma hegemnica de las polticas sistmicas actuales, para tener, al menos, una comunidad de principios y perspectivas. No significa que el elemento particular deba desaparecer, sino que debe estar atravesado y abierto por lo Universal, o para todos y/o cualquiera.

    De la articulacin de estos elementos puede surgir, o ms bien YA va surgiendo, la forma de un nuevo universo para las polticas de emancipacin.

    Pero esto no significa que hemos encontrado la frmula para la victoria definitiva, si tal cosa existe, ni siquiera si est a nuestra disposicin una renovada significacin de lo que es la victoria, se trata apenas de un recomienzo, apenas y, a la vez, ni ms ni menos.

    Se trata, al menos para quin escribe estas lneas, de volver a ser comunista sin ser ya marxista .Es posible? Ser peor que ser marxista sin ser ya comunista en su prctica cotidiana como, creo, ocurre con los partidos de izquierda revolucionarios actuales?

    Un compaero anarquista me dira: es lo que intentamos desde siempre!!!.

    Y yo le respondera: si claro, es verdad, pero fue el anarquismo una poltica real? O tan slo el deseo, a veces heroico, de convertir una filosofa en poltica? Podemos estar tan seguros que se mova por fuera de la representacin?

    Pero esa es ahora otra cuestin, que slo nos advierte que, en la actualidad, no es posible hacer poltica sin preguntarse acerca de qu es lo que ella es.

    Son las consecuencias de la desaparicin de un Universo y de su sustitucin por una forma de nihilismo desesperado que nos gobierna a todos. Su nombre es democracia parlamentaria.

    Ahora bien, la incertidumbre no es slo defeccin, es tambin la forma que adquiere la posibilidad de abrir algo nuevo que no puede ser pensado bajo un viejo sistema de

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    referencias, el espacio para pensar lo que los saberes institudos no pueden contener ni nombrar.