Ahora los ladrones dan lecciones morales. La Lista Falciani con los nombres de miles de evasores y millones de euros defraudados que ayer se empezaron por fin a publicar, no es ms que la ensima y ms escandalosa evidencia de una conducta que escuece casi tanto como el robo. A saber, que los que nos han calentado la oreja durante la crisis con sus monsergas moralizantes y nos exigan esfuerzos sobrehumanos a los dems, son los mismos que tienen sociedades fantasma para evadir capitales. Nos lean la cartilla los que tienen la suya en el HSBC de Ginebra.Se llenaban la boca de patriotismo los que nos tienen ms patria que su cuenta bancaria en Suiza, Andorra o cualquier paraso fiscal. Cuatro mil espaoles, ricos, ricachos, famosos, privilegiados, le quitaban la cartera a su pas mientras agonizaba en el suelo. Estos son los que luego se cuadran con la palabra Espaa y llevan la banderita en el cuello del polo. Los de la ley y el orden. Se les hincha el pecho para cantar Suiza, patria querida. Son legin y su divisa, Todo por la pasta.Para muestra, un botn, o mejor dicho, un Botn. El finado presidente del Banco de Santander, el que nos peda sacrificios para superar la crisis, clamaba contra el realojo de familias desahuciadas en casas vacas, deca que los bancos no haban tenido la culpa del crack financiero y aseguraba que haba llegado la recuperacin, ese Botn, Don Emilio, tena 2000 millones de euros en la sede suiza del HSBC.l y tantos otros empresarios y banqueros se han hartado de repetirnos que habamos vivido por encima de nuestras posibilidades, que si no podas afrontar tu hipoteca no haberte metido, que trabajemos ms y cobremos menos y resulta que son ellos los que viven por encima de nuestras posibilidades, se enriquecen porque trabajamos ms y nos pagan menos, nos quitan la casa y an nos cobran la deuda pero no pagan la que tienen con la sociedad.No solo ellos, tambin los gobiernos nos pedan ejemplaridad y nos ajustaban el cinturn al cuello, pero abran la mano con el ladrn del cuello blanco y corbatn de doble nudo. El PSOE ese que indultaba banqueros- permiti a los evasores de la lista regularizar sus fraudes sin multa ni reprobacin. El PP, que ahora les critica por aquello, les regal una amnista fiscal. A quin quieren engaar. Montoro amedrenta con inspecciones solo a quienes desafan al gobierno, pero Falciani ha contado que la Agencia Tributaria pona trabas a su investigacin. Nos piden que empujemos el coche mientras vemos al Frmula 1 de Alonso que nos pasa como una rayo camino de los Alpes y no porque le guste el esqu.Nos dan lecciones de tica los que carecen de ella. Habla de ejemplaridad el rey que se fue de cacera, se enriqueci a nuestra costa y permiti que lo hicieran su yerno y su hija. Nos piden responsabilidad los que no asumen ninguna por los ERES y la Grtel. Habla de patriotismo el PP de la caja B y del tesorero que se llevaba el dinero a Suiza. Se envuelven en la bandera los Pujol de los escndalos de corrupcin y cuenta en Andorra.Se erige en referente moral el gobierno que crea una redaccin paralela de periodistas para hacerles la campaa electoral en la televisin pblica. Critica la reforma laboral del gobierno y da lecciones de libertad, la SER que acaba de echar a siete trabajadores, seis de ellos mujeres, algunos por motivos de disciplinarios, para abaratar contratos. Dicen que Hacienda somos todos, los que hacen amnistas. Llaman terrorista al que altera la paz social, los que han acabado con ella.Por lo mismo es reprobable que Monedero creara una empresa para pagar menos a Hacienda mientras critica los manejos de la casta o que Tania Snchez autorizara los contratos pblicos de su hermano con su firma. Por supuesto que no son comparables ni en el fondo ni en la cuanta a la Grtel, los Eres, las tarjetas de Bankia o las cuentas en Suiza como tratan de hacer creer el bipartidismo y su aparato de propaganda con malvola insistencia. Pero los que dicen que vienen a regenerar el sistema no pueden caer en sus errores ni hacerse las vctimas como han hecho Rajoy, Ana Mato, Artur Mas o la Infanta.Tienen que asumir su responsabilidad, dar sus explicaciones y dejar paso a otros, si se convierten en obstculo para el cambio en lugar de ser palanca. No necesitamos ms lecciones sino conductas ticas.