Lechner - Especificando La Politica

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Especificando la política* Escrito por Lechner, Norbert Lunes, 21 de Julio de 2008 19:00 INTRODUCCIÓN Durante largos años la "razón de ser" de la política no fue objeto de controversia; la política era la forma "natural" del conflicto social acerca del desarrollo de la sociedad. Tenía un ámbito institucional claramente delimitado; eran prácticas políticas las que se referían al gobierno, al parlamento, a los partidos y, en términos generales, al Estado. Sólo en momentos de crisis se veía desbordado el marco institucional de la política y se vislumbraban sus condiciones sociales. Hoy asistimos a un doble proceso de cuestionamiento. Un proceso de despolitización impulsado no sólo por los regímenes militares en el Cono Sur sino, sobre todo, por la ofensiva neoconservadora contra la política en tanto creación deliberada del futuro de la humanidad(1). Y un proceso de politización de la vida cotidiana que desestructura "desde abajo" la institucionalidad política y, por ende, los "actores consagrados"(2). En resumen, el momento actual se caracteriza por una lucha abierta sobre los límites entre lo político y lo no-político. La definición social de lo que es “política” forma hoy día un terreno privilegiado de la lucha de poder y de esta reestructuración del "hacer política” dependerá en buena medida lo que será la sociedad futura. En este contexto intentaré especificar una concepción de la política en torno a cuatro ejes. I. El orden: leyes naturales o construcción social La definición de lo que es "política" depende, en primer lugar, de nuestra concepción de “sociedad”. Si concebimos la sociedad como un orden natural que evoluciona según una legalidad inmanente entonces no hay lugar para la política en tanto disposición social sobre las condiciones materiales de vida. La condición de posibilidad de la política es considerarla como un momento de la producción y reproducción de la sociedad por ella misma. II. Técnica e interacción. Entre quienes afirman la construcción histórico-social del orden la política suele ser visualizada frecuentemente como una "tecnología social". Tal visión conduce a actuar sobre las interacciones sociales como si fuesen una naturaleza inerte. Aquí propongo, al contrario, considerar la construcción de acciones recíprocas y, particularmente, la determinación recíproca de los sujetos como el núcleo central de la práctica política. III. Acción instrumental y expresión simbólica. La política es, por cierto, acción instrumental que apunta a determinado objetivo según un cálculo de medios y fines. También es expresión simbólica de una vida en común. Prefiero destacar esta segunda dimensión: la política en tanto ritual de reconocimiento recíproco en una identidad colectiva. IV. Subjetividad y formalización. Una de las principales razones del desencanto con las formas modernas de la democracia es la distancia que siente el individuo frente a la fuerte formalización de la "escena política". La 1 / 15

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Lechner - Especificando la política, en La conflictiva y nunca acabada cnstrucción del orden deseado

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00INTRODUCCIN Durante largos aos la "razn de ser" de la poltica no fue objeto de controversia; la polticaera la forma "natural" del conflicto social acerca del desarrollo de la sociedad. Tena un mbitoinstitucional claramente delimitado; eran prcticas polticas las que se referan al gobierno, alparlamento, a los partidos y, en trminos generales, al Estado. Slo en momentos de crisis sevea desbordado el marco institucional de la poltica y se vislumbraban sus condicionessociales. Hoy asistimos a un doble proceso de cuestionamiento. Un proceso dedespolitizacin impulsado no slo por los regmenes militares en el Cono Sur sino, sobre todo,por la ofensiva neoconservadora contra la poltica en tanto creacin deliberada del futuro de lahumanidad(1). Y un proceso de politizacin de la vida cotidiana que desestructura "desdeabajo" la institucionalidad poltica y, por ende, los "actores consagrados"(2). En resumen, elmomento actual se caracteriza por una lucha abierta sobre los lmites entre lo poltico y lono-poltico. La definicin social de lo que es poltica forma hoy da un terreno privilegiado dela lucha de poder y de esta reestructuracin del "hacer poltica depender en buena medidalo que ser la sociedad futura. En este contexto intentar especificar una concepcin de la poltica en torno a cuatro ejes.I. El orden: leyes naturales o construccin social La definicin de lo que es "poltica" depende, en primer lugar, de nuestra concepcin desociedad. Si concebimos la sociedad como un orden natural que evoluciona segn unalegalidad inmanente entonces no hay lugar para la poltica en tanto disposicin social sobrelas condiciones materiales de vida. La condicin de posibilidad de la poltica es considerarlacomo un momento de la produccin y reproduccin de la sociedad por ella misma.II. Tcnica e interaccin.Entre quienes afirman la construccin histrico-social del orden la poltica suele servisualizada frecuentemente como una "tecnologa social". Tal visin conduce a actuar sobrelas interacciones sociales como si fuesen una naturaleza inerte. Aqu propongo, al contrario,considerar la construccin de acciones recprocas y, particularmente, la determinacinrecproca de los sujetos como el ncleo central de la prctica poltica.III. Accin instrumental y expresin simblica.La poltica es, por cierto, accin instrumental que apunta a determinado objetivo segn unclculo de medios y fines. Tambin es expresin simblica de una vida en comn. Prefierodestacar esta segunda dimensin: la poltica en tanto ritual de reconocimiento recproco en una identidad colectiva. IV. Subjetividad y formalizacin.Una de las principales razones del desencanto con las formas modernas de la democracia esla distancia que siente el individuo frente a la fuerte formalizacin de la "escena poltica". La

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00formalizacin de las relaciones sociales distancia a los hombres entre s. A la vez, sinembargo, me parece ser indispensable para que la subjetividad pueda expresarse.No est dems insistir en el carcter tentativo de estas reflexiones que no pretenden ofreceruna definicin taxonmica de lo que es "la poltica".I. EL ORDEN: LEYES NATURALES O CONSTRUCCIN SOCIAL1.1. Para determinar el "status" de lo poltico hemos de analizarlo junto con la concepcin desociedad.Una larga tradicin concibe la sociedad como un orden natural. La convivencia humana ensociedad estara regida por leyes propias, independientes de la voluntad humana. Porconsiguiente, el establecimiento y la sobrevivencia de una sociedad dependera de que losmiembros conozcan y obedezcan su "legalidad".La visin de la sociedad como orden natural implica distintos referentes. Uno es la duracindel orden social. El status quo es puesto bajo la egida de leyes eternas, inevitables einmutables, que la actividad humana ha de obedecer so pena de desencadenar el caos. La sociedad no sera pues un producto histrico ni una produccin social. Los cambiossociales son aproximaciones a la verdadera naturaleza o interferencias y desviaciones;siempre se refieren a un mismo y exclusivo principio de ordenamiento. No hay lugar para unatransformacin del orden establecido. Es decir, podramos perfeccionar los mecanismos demercado o distorsionarlos, pero no podramos modificar las "leyes del mercado". Un orden natural es espontneo. No surge la pregunta por su "razn de ser"; la cuestin de suconstitucin. Para el naturalismo, la economa es como es la naturaleza: un hecho pre-socialque no requiere legitimacin. Puede traerbeneficios a unos y desgracias a otros, pero no porque la economa/naturaleza sea buena omala, sino como consecuencia de la accin de los hombres libres (que pueden o no obedecera las leyes naturales) e ignorantes (que a falta de un saber total siempre corren riesgos). Se alude a un orden armnico en el sentido que las leyes naturales son generales, vlidaspara todos y bajo todas circunstancias, e impersonales. Y en el sentido que las leyes no soncontradictorias entre s, de modo que permiten a los hombres tener decisiones y conductascoherentes. Es lo qu simboliza la "mano invisible" del mercado. La visin naturalista suponeas un orden autorregulado. Su funcionamiento no depende de leyes positivas, decisionessoberanas, controles administrativos, deliberaciones colectivas, la observancia de costumbreso deberes religiosos. Vale decir: en la economa de mercado la asignacin de recursos y trabajo no tendra lugar por medio de regulaciones polticas sino por el mismo intercambio de mercancas. En este sentido, la idea de un mercado autorregulador implica no slo unaeconoma separada e independiente de la poltica sino, a fin de cuentas, la desaparicin de lapoltica. 1.2. Sin entrar en la construccin epistemolgica de tal concepcin, hemos de recordar el supuesto subyacente. La visin de la sociedad como orden natural remite a determinadaconcepcin de la realidad. Se toma la realidad como una materialidad preexistente a suformacin social. Es decir, se identifica "real" y "natural" de modo que la realidad social estaraestructurada por leyes de causalidad, inteligibles de manera anloga a las ciencias naturales.Conociendo estas regularidades, la realidad social sera calculable, esto es, controlable. Elorden natural no sera una fuerza ciega que se impone a espaldas de los hombres sino elnico orden totalmente transparente, al menos en principio. Para que un conocimiento de este

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00tipo pueda guiar las relaciones sociales ha de suponer una realidad objetiva, esto es unvoca.Las afirmaciones tericas no seran intento de estructurar la realidad social sino eldescubrimiento de estructuras ya preexistentes.1.3. Para el individualismo metodolgico, la sociedad es una suma de unidades homognease invariables que se relacionan entre s segn reglas unvocas (mercado). El inters por cuantificar y calcular el proceso social lleva a suponer la existencia de sujetos constituidos de una vez para siempre como unidades uniformes. Con este supuesto funciona la manoinvisible de Adam Smith a diferencia del bellum omnium contra omnes de Hobbes. SegnHobbes, los individuos devienen sujetos (propietarios privados) por medio del Leviatn. Alcontrario de lo que supone la connotacin peyorativa de los neoliberales, el Leviatn es lafuente de la libertad individual. A travs del Estado-representante se constituye la unidad delos representados en tanto "sociedad civil"(3). Para Adam Smith, en cambio, la integracinsocial de los sujetos por medio del mercado est asegurada de antemano por la definicinsocial de los sujetos. Su argumentacin supone que el propio inters privado es ya un interssocialmente determinado. Por consiguiente, se puede realizar solamente en el mbito de lacondicin que fije la sociedad y con los medios que ella ofrece; est ligado por consiguiente ala reproduccin de estas condiciones y de esos medios(4). La sociedad aparece como unorden natural que asigna a cada cual su "rol" objetivo para la reproduccin del conjunto.La concepcin liberal de la sociedad como un orden natural es replanteada hoy por losneo-conservadores. Hayek, por ejemplo, acepta que el orden social es un producto de lasrelaciones sociales entre los individuos, pero sin que obedezca a algn diseo humano. Noes una creacin teleolgica (constructivista) sino un orden espontneo. Similar a Adam Smithafirma un orden propietario preconstituido que precede las transacciones entre los individuos.Ahora bien, si las normas de la conducta social ya existen desde siempre entonces slo faltadescubrirlas y obedecerlas.Al suponer una realidad objetiva como horizonte de la accin humana se da por determinadala finalidad del proceso social. La sociedad no podra decidir los objetivos de su desarrollo.Pues bien, si las metas de la sociedad ya estn definidas objetivamente, entonces los mediospara realizarlas son a su vez requisitos tcnicamente necesarios (en el sentido de necesidadcausal). Es decir, si el mercado y las relaciones capitalistas de produccin son una realidadobjetiva y dejan de ser objeto de discusin y decisin poltica, entonces tambin requisitosimplcitos como el "libre mercado del trabajo" son "imperativos tcnicos" que no cabe cuestionar. (Recuerdo los anlisis de Marcuse sobre el hombre unidimensional y de Habermassobre la tcnica como ideologa). Para que funcione sin distorsin el automatismo delmercado hay que restringir al mximo las decisiones polticas en tanto interferenciasarbitrarias. Una vez ajustada la organizacin social a la economa de mercado no habra, pordefinicin, poltica.1.4. La perspectiva materialista enfoca, con distintos matices, la sociedad como un ordensocial e histricamente construido. Slo tal enfoque da cabida a una concepcin de la polticacomo prctica social.Comienzo recordando la experiencia que me parece fundamental en toda reflexin sobre la vida humana: la discontinuidad(5). No tomamos conciencia de la vida a travs de ladiscontinuidad con los animales, discontinuidad con el Otro, discontinuidad de la vida misma:la muerte? A la experiencia de discontinuidad parecen estar vinculadas las fuerzas con quemoldeamos la vida cotidiana: la angustia, la violencia, el erotismo, etc. Todas estas pasionese instintos se alimentan del deseo de continuidad y an de fusin. La antigua idea de la

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00inmortalidad es el esfuerzo de pensar la continuidad hasta en la muerte misma. Todaafirmacin de la vida es una bsqueda de continuidad dentro de lo discontinuo.La constitucin del ser en la discontinuidad determina la vida social. Podemos pensar lasociedad y el sujeto como dos formas de dar continuidad al ser. Construir esa continuidad enla discontinuidad es la poltica. Es lo que se opone a lo fugaz y ftil, ordenando ladiscontinuidad. Lo que crea lo comn, lo contiguo, lo contrario.Difcil esfuerzo de pensar sociedad, sujeto, Estado y poltica en conjunto como "momentos" deun mismo movimiento. A partir y dentro de la divisin social se construyen formas de continuidad. Surge as la cuestin del orden: dialctica de unidad y divisin.1.5. Se habla de "poltico" en analoga a polis; lo poltico se refiere a polis como atltico aatleta. La dificultad es que la polis no es un referente contemporneo y que la reconstruccinhistrica del concepto de polis no pareciera servir a la definicin moderna de poltico(6). Esequvoco hablar de poltica o Estado antes del pleno desarrollo del capitalismo en el siglo XIX.Recin entonces, encontramos la fragmentacin del proces social en mbitos relativamenteindependientes. Se pretende definir estos mbitos a travs de las funciones que cumplentales "subsistemas" economa, estado, esttica o religin, etc.-) para el "sistema general".Pero, cabe objetar, el "todo" no es necesariamente la suma de las partes. Por qu nosuponer que estos "mbitos" sean diferentes formas de constituir el todo, o sea formas que seda la produccin y reproduccin de la sociedad por ella misma?Quiero referirme brevemente a la distincin de economa y poltica. Distincin no significaseparacin. La economa no es una naturaleza previa y separada de la organizacin social.En este sentido fue malentendida la metfora marxiana de base y superestructura. La crtica de la economa poltica destaca, al contrario, la definicin social de la reproduccin material.Es justamente una crtica a la teora liberal que toma la produccin capitalista de mercancascomo una verdad eterna y relega la historia al campo de la distribucin.El liberalismo propone: 1) "separar" la economa mercantil como relaciones presociales y 2)organizar las relaciones sociales como relaciones mercantiles. Paradojalmente es la utopadel laissez-faire (la idea del mercado autoregulador) con su perspectiva anti-estatista yanti-poltica la que genera la concepcin moderna de la poltica en el siglo XIX. Por un lado,recordemos la ruptura revolucionaria que significa el auge del capitalismo industrial, arrasandocon todo lo establecido, quebrando los lmites entre los estamentos, entre permitido yprohibido, entre racional y loco, entre normal y enfermo, entre sagrado y profano, entre virtudy vicio. El fin abrupto del Antiguo Rgimen simboliza el desmoronamiento de un orden social(y no solo de un tipo de rgimen poltico). El desmoronamiento de los lmites hacen de esoslmites un problema. La determinacin de los lmites sociales forma desde entonces el meollode la lucha de clases.Por otro lado, el liberalismo econmico que apunta a un "gobierno mnimo" ha de confiar al"intervencionismo estatal" la realizacin de la "libertad del mercado". Para ajustar la vidasocial a la economa mercantil recurre a la poltica. La poltica ha de organizar las relacionessociales en funcin de la economa de mercado. Los liberales visualizan la poltica como unmercado poltico, donde la competencia procurara -mediante una "mano invisible"- laarmonizacin de los intereses en pugna. De este modo, la sociedad liberal asumeafirmativamente el conflicto (en tanto competencia intra-sistema) y lo institucionaliza comombito especfico.En esta perspectiva histrica, la poltica surge en el siglo XIX como forma de conflicto sobre ladistribucin.

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00La distribucin, empero, hay que entenderla en un sentido lato. No se trata solamente de ladistribucin de los medios de produccin y de la fuerza de trabajo, o sea de la formacapitalista de la produccin material de la vida. En un sentido amplio, la lucha poltica sobre ladistribucin concierne toda la delimitacin y el ordenamiento de las discontinuidades entre loshombres.El problema de la produccin y reproduccin de los lmites sociales me parece ser central al"hacer poltica" y requiere un anlisis mucho ms detallado. Por ahora, slo insino laintuicin subyacente: creo que la poltica es la lucha por ordenar los lmites que estructuran lavida social, proceso de delimitacin en que los hombres, regulando sus divisiones, seconstituyen como sujetos.II TCNICA E INTERACCINLa Poltica como Tcnica.La poltica moderna, a partir de Maquiavelo, descansa en el clculo de posibilidades. Ladistincin de necessit y fortuna es la distincin entre lo calculable y, por ende, controlable o,al menos, aprovechable por la virt y el acontecer azaroso que slo cabe enfrentar contemeridad. La fortuna deyiene una categora residual en la medida en que se concibe larealidad social gobernada por "leyes" de tipo causal. El anlisis poltico se centra en el clculode la necesidad. La necessit es aquella objetividad de la estructura social (y, sobre todo, dela naturaleza externa) que se impone a la voluntad humana. En este sentido hablar Marx del "reino de la necesidad. Lo caracterstico de la concepcin tcnica es analizar esa necesidaden trminos de causalidad. Lo posible es lo factible tcnicamente.Me parece oportuno recordar a Maquiavelo porque de l provienen tres problemticas quesiguen presentes en el actual debate sobre la poltica.2.1.1. El problema de la racionalidad definida por la accin calculada. Accin racional es laactividad que se gua por un clculo medio-fin. Para que Maquiavelo pueda afirmar determinadas reglas tcnicas de gobernar ha de suponer que la realidad social se desarrollasegn determinadas regularidades. En la medida en que el curso del mundo est sometido aciertas leyes, la poltica puede apoyarse en el clculo. El conocimiento tcnico del polticodescansa en la calculabilidad del mundo. La decisin poltica deviene racional en tanto ya noconfa en la constelacin oportuna de los astros, la fortuna, sino calcula correctamente la"correlacin de fuerzas". Si las fuerzas sociales no obedecen a un destino inexorable ni a suscaprichos sino a regularidades entonces es posible concebir una ciencia de la poltica, basadaen la racionalidad formal(7).El clculo formal supone la existencia de "leyes sociales" y su conocimiento. La polticaracional descansa pues en el conocimiento ms completo posible de la realidad social. Se opone a la ignorancia como fuente de la coercin y la arbitrariedad. La necesidad que seimpone como fuerza ciega a mi voluntad es lo que no s; si conozco las necesidades puedocalcular su desarrollo y aprovecharlas. Cuando no conozco todos los elementos de lasituacin mi decisin deviene arbitraria; es una apuesta que confa en que la necesidadexterna concuerde con mi voluntad.Este enfoque remite a un saber total como horizonte utpico, la utopa tecnocrtica consisteen una sociedad transparente. Un conocimiento cada da ms completo permitiraaproximarse a un clculo/control total de la realidad. A partir de ese concepto lmite se niega

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00le que no es susceptible de clculo formal: el azar, la sorpresa, el sueo y la imaginacin, lainnovacin, en fin, lo imprevisible e imposible. De ah surgen dos problemas. Por un lado, lalibertad del Otro(8). Concibiendo la accin racional como una intervencin externa sobre unanaturaleza inerte, cmo dar cuenta de una accin recproca? Por otro lado, la determinacinde lo factible. El clculo formal define el horizonte de lo posible, pero no delimita quposibilidades son factibles.2.1.2. El problema de la libertad, concebida como afirmacin de la virtud frente a la necessit.En una de las frases ms tpicas de su pensamiento Maquiavelo exclama: "...en gente comonosotros, todo llena de miedo, miedo al hambre, miedo a la crcel, no puede y no debe haberlugar para el miedo al infierno(9) . La adversidad del mundo (la miseria econmica y laviolencia fsica) amenaza la vida del_ hombre. Este, en peligro de muerte, ha de usar inclusoel mal para afirmar la vida. Maquiavelo moraliza as la necesidad; es por y frente a lanecesidad que hay una verdadera decisin libre. Slo asumiendo la vida an al precio delinfierno, hay libertad.Se insina en Maquiavelo el anlisis que realizar posteriormente Marx. La libertad supone lareproduccin material de los hombres y es por referencia al derecho a la vida que se definela moral de una decisin. Pero en Maquiavelo predomina an una concepcin individualistade la libertad. Yo soy libre en tanto no dependo del Otro, o sea en que puedo calcular ycontrolar al Otro. Al definir la accin racional por el clculo, hago del Otro un objeto de clculo.El Otro hace parte de ese sistema de necesidades al cual yo me tengo que imponer. Ahorabien, el Otro en su libertad se sustrae a mi clculo; es imprevisible. Para eliminar loimprevisible hay que aniquilar al Otro o bien condicionar su libertad, de modo que su accinsea previsible. Donde ello no es posible, se establece una accin recproca cuyo desarrollo noes calculable. El caso tpico es la guerra. No es casual que Maquiavelo ponga la guerra bajo el signo de la fortuna. Es ella quien decide las batallas. No es posible planificar la guerra. La guerra y la poltica tienen en comn ser interacciones no calculables. Pero esta misma imprevisibilidad hace buscar una formalizacin que acote el campo de las conductas permitidas(o sea, explicativas respecto a reacciones del otro).2.1.3. El problema de lo posible como delimitacin del campo de la poltica. Podemos ver enla trada -virt, necessit y fortuna- un intento de trazar las coordenadas de la poltica en tantoarte de lo posible. La virt no es una ambicin ilimitada; topa con "la fuerza de las cosas".Esas fuerzas objetivas se resisten a la voluntad de poder de los hombres. Estos, sin embargo,aprenden a conocer esas fuerzas y a usarlas para sus propsitos. Pero tambin esta"tecnologa social" tiene lmites. Existe un factor de riesgo que Maquiavelo llama fortuna. Setrata de los efectos secundarios, no intencionales o paradojales de nuestra accin; se trata dela historicidad de las condiciones ceteris paribus de nuestro clculo. Cada constelacin esnica (novedosa), exigiendo re-definir lo necesario y lo posible. Hay pues siempre, a falta deun conocimiento perfecto, un factor de inseguridad que hace problemtica la delimitacin de loposible.Un intento de determinad lo posible es la afirmacin de Marx que "la humanidad se proponesiempre nicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemossiempre que estos objetivos slo brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se estn gestandolas condiciones materiales para su realizacin" (Prlogo de 1859). Lo posible estara determinado por la maduracin de las condiciones materiales en el sentido que cualquierobjetivo futuro ha de ser construido a partir del presente. Se trata da un rechazo a la utopa entanto meta no factible. Pero junto a esta determinacin general de las condiciones de

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00posibilidad vemos en Marx un intento por precisar la necesidad de determinado objetivo; en elseno de la sociedad burguesa se desarrollan las condiciones materiales para la solucin de suantagonismo. El anlisis del movimiento real presente permite definir una meta qua solucin yesa solucin futura hace de los problemas actuales una transicin hacia esa meta. Si sedecide por determinada solucin-meta, entonces a la vez se decide sobre lo posible en tantomedios necesarios para aquel fin.Hay pues una doble determinacin; el futuro posible determinado por el presente (elantagonismo apunta a la solucin) y el presente posible determinado por el futuro (laaproximacin a la meta).Similar problemtica volvemos a encontrar en Max Weber. La ciencia, dice Weber, no puedeensear a nadie qu debe hacer sino nicamente qu puede hacer. Lo que se puede hacer eslo que se puede calcular como relacin medio-fin; es el campo de la poltica como accinracional. Mediante ese criterio de racionalidad el imperativo poltico es: se debe hacer lo quese puede hacer - lo factible. Lo que no se puede hacer -la utopa- tampoco se debe quererhacer(10).De este modo, el objetivo social es delimitado por el estudio de factibilidad. A partir deldescubrimiento de las "leyes" que rigen a las acciones sociales se define cules objetivos sepueden hacer. La voluntad elije el objetivo; la ciencia informa si ste es factible, o sea,racional. Pero como el anlisis es imperfecto, Weber acepta que una meta irracional se revelefactible. Su categora del carisma tipifica aquella poltica que, invocando un objetivo fijado demodo voluntarista, tenga xito.Estos enfoques excluyen la utopa en tanto objetivo no factible; esto es, como metadiscontinua respecto a las condiciones presentes. Lo posible est determinado por lacontinuidad. Si, en cambio, nos fijamos en la discontinuidad presente, entonces la continuidadsera algo a construir. Y tal continuidad se podra construir solamente por medio de unreferente no sometido a la discontinuidad. La utopa sera ese principio trascendental (o puntoarquimdco) a partir del cual podemos ordenar la divisin social. Franz Hinkelammertpropone pues concebir la utopa como concepto lmite. La poltica implica la utopia,justamente por excluirla como objetivo posible. Slo por referencia a un ideal imposiblepodemos delimitar lo posible. Es decir, no podemos pensar lo que es posible sino dentro deuna reflexin sobre lo imposible. No hay "realismo poltico" sin utopa. La Poltica como interaccinUna concepcin de la poltica como tcnica supone un sujeto previamente constituido queacta sobre las relaciones sociales en tanto regularidades conocidas. Poltica sera la accinde un sujeto; atributo o emanacin de una naturaleza previa que no cambia esencialmente poresa accin. La poltica es concebida a la imagen del trabajo del hombre sobre la naturaleza;esto es, como una accin fundamentalmente instrumental.Volver sobre el carcter instrumental de la poltica en el siguiente captulo. Antes quieroesbozar una concepcin de la poltica como interaccin, que de cuenta de su construccinsocial, Al destacar la interaccin quiero insistir en la constitucin recproca de los sujetos. Esteenfoque, esbozado por Marx en La ideologa alemana, ha vuelto a ser objeto de recientesinterpretaciones de modo que me limito a algunos apuntes.2.2.1. Nunca hay slo un sujeto. Sera el caso lmite donde los hombres se relacionan entre sde modo directo (asociacin libre de productores libres) y donde, por tanto, no habra

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00"sociedad" propiamente tal. La ausencia de tales "relaciones sociales directas", al contrario,induce a vincular la poltica al ordenamiento de una sociedad dividida en un aspectoespecfico: la constitucin recproca de los sujetos. Como primera tesis afirmara que el sujetono se constituye positivamente y "hacia dentro" para establecer luego relaciones "haciaafuera". Se trata un solo y mismo proceso.Presumo que un sujeto se constituye por delimitacin a otro. A travs del establecimientoconflictivo o negociado de los lmites entre uno y otro, los sujetos se ponen recprocamente.En esa delimitacin hacia afuera, diferencindose de lo ajeno, se constituye hacia dentro,apropindose de lo propio. Los intereses o valores comunes (solidaridad) slo existen en tanto se distinguen de otros (divisin). Quiero decir: no es posible construir una unidad sin construir simultneamente las diferencias con el otro respecto al cual se afirma uno.2.2.2. Este enfoque pareciera subyacer tambin al pensamiento militar trabajando sobre elantagonismo amigo-enemigo. (La administracin Reagan es un ejemplo de ese enfoque que atravs de la "construccin" de un enemigo externo busca cohesionar la integracin social). Setrata, en efecto, de una lucha; pero no entre sujetos "naturales". Es una lucha sobre laformacin misma de los sujetos, lucha por delimitar/articular los lmites sociales. La lucha noes pues algo posterior ni previo a los sujetos, los sujetos se constituyen, se des y rehacen pormedio de la lucha.2.2.3. Esta lucha se encuentra condicionada, pero no predeterminada por las divisionesestructurales en la sociedad. Incluso las divisiones econmicas conforman slo un marco lareproduccin material de la sociedad dentro del cual se des- y recomponen los sujetos(11).Como destac Gramsci, los hombres toman conciencia de las contradicciones estructurales atravs de delimitaciones ideolgicas. La realidad material slo deviene relacin social en tanto"aparece" como significacin. (Es cierto que no existe vida social sin reproduccin material;pero "qu vida vale la pena ser vivida" es una definicin cultural. Hay un lmite despus delcual la sobrevivencia fsica deja de ser vida humana).La constitucin de los sujetos es un proceso fundamentalmente ideolgico porque la realidadsocial es ambigua. No sabra explicar esa ambigedad. Presumo que toda produccin material es a la vez una produccin de significados, pero esos sentidos intrnsecos a las prcticassociales no son unvocos. No es un asunto de opacidad/transparencia y, por lo tanto, no setrata de acumular conocimiento para "saber exactamente lo que pasa". La ambigedad de larealidad social se sustrae a un conocimiento exacto (o aproximadamente exacto); requiereinterpretacin. La interpretacin, interseccin de concepto y metfora, es un acto creativo;tiene lugar una "construccin social de la realidad" en el sentido que "la realidad" es a la vezuna objetivacin material y simblica de la actividad humana.2.2.4. Si la realidad es ambigua y, por ende, sujeta a distintas interpretaciones, el problema esla elaboracin de cdigos interpretativos. Falta (me falta) saber ms sobre esa creacin ytransmisin de cdigos interpretativos. En todo caso llamo la atencin sobre los anlisis deldiscurso ideolgico y de los aportes de la psicologa y lingstica bajo el punto de vista: de laconstitucin de sujetos(12). Por ahora, dira que los cdigos culturales son ejes articuladoresque estructuran la ambigedad. A modo de ilustracin: no son los Derechos Humanos, porejemplo, valores o smbolos vacos, o sea sin contenido determinado, cuya significacin vara segn el cdigo interpretativo? Slo dentro de un contexto adquiere significado preciso unsmbolo(13) . Es decir, es posible determinar el significado de los Derechos Humanos slo porreferencia al conjunto de valores articulados sobre determinado principio que los ilumina. LosDerechos Humamos son un valor presente en el discurso liberal y marxista, pero su

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00significado vara si el principio estructurador es la libertad econmica o la emancipacin social(Hablando de lo mismo, no se dice lo mismo).2.2.5. Los cdigos interpretativos parecieran ser elaborados sobre una tensin entre utopa einterdiccin. Vemos en las religiones primitivas como en cosmovisiones racionales que lo sagrado es menos una afirmacin positiva que un interdicto. Georges Bataille ha puesto enrelieve que lo sagrado designa simultneamente el interdicto y su transgresin. Tiene unadoble cara: por un lado, lo puro y fasto, por el otro, lo impuro y nefasto. Simultneamentelugar de atraccin y de repulsin. La constitucin de sujetos pareciera descansar bsicamentesobre prohibiciones/exclusiones, como forma de delimitar un mundo esencialmente infinito. Lavida es un exceso, una desmesura, que hay que someter a normas (lmites) para que noaniquile lo creado. La actividad espontnea, sin lmites, deviene autodestructora (Calgula).Ahora bien, el interdicto no significa abstencin. La delimitacin no radica en la prohibicinmisma (lo sagrado o el ideal) sino en marcar las prcticas sociales como transgresin (ver3.3.)2.2.6. Todo sujeto se constituye por medio de otro: distincin del otro y reconocimiento por elotro. No basta afirmar lo propio; es necesario delimitar lo propio y lo ajeno. Slo por referenciaa lo ajeno adquiere perfil lo propio. En este sentido, bien se dice que no se conoce a s mismoquien no conoce a su adversario. Comentando la derrota de la unificacin italiana Gramsciindica, que Mazzini, a diferencia de Cavour, no conoca las tareas de su enemigo y, por ende,no poda determinar las propias. Gramsci no alude a un problema de informacin. Quieredecir, que las tareas, los intereses, las utopas, los interdictos, no se plantean unilateralmentesino en la confrontacin crtica con las tareas del Otro. El proyecto socialista no seautogenera; se construye por oposicin al proyecto burgus, absorbiendo sus demandas. Laestrategia popular, partiendo de un actor establecido, enfatiza la expansin. Subestima encambio la paradoja que para incorporar y articular lo ajeno sobre lo propio es indispensablehaber constituido lo propio en contraposicin con lo ajeno. En este sentido, la crisis de laizquierda latinoamericana es tambin una crisis de la derecha carente de proyecto al cualoponerse.Esta delimitacin frente al Otro no significa escisin. Es necesario el reconocimiento por elOtro. En este sentido cabra discutir la concepcin de autonoma como la presenta, porejemplo, Jos Aric(14). "Opino que el movimiento obrero solamente se puede constituircomo tal si logra escindirse del conjunto de la sociedad: vale decir, si se ve a s mismo con supropia identidad y diferenciado el conjunto de la sociedad". Tal nocin de autonoma no secompatibiliza con la construccin de una voluntad nacional-popular: "la fuerza que surge como animadora de un propsito de transformacin no aparece como una fuerza externa a la nacin,sino como la prolongacin de la nacin misma, como lo que representa a la nacin". Enefecto, como seala el mismo Aric, la izquierda revolucionaria corre peligro "que su extremaseparacin del conjunto del cuerpo de la nacin la convierta en algo extrao yextremadamente vulnerable". Si es as, cabe cuestionar/matizar las usuales consignas deautonoma.2.2.7. Recin ahora, apoyndonos en la dialctica de lo general y lo particular, de unidad ylucha, me parece posible especificar la referencia de la poltica al Estado. Dicho en trminossimplistas: la poltica es un conflicto de particularidades y el Estado es una forma degeneralidad. Tal distincin no implica separacin ni subsuncin. No podemos pensar lapoltica sin referencia a una forma que sintetice a la sociedad ni podemos pensar el Estado sinreferirnos a una sociedad dividida.

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00Ninguna sociedad dividida (y toda sociedad histricamente conocida es una sociedad dividida)puede reconocerse a s misma y acta sobre s misma de modo directo. A falta de lo queMarx llama relaciones sociales directas, la sociedad slo puede afirmarse y organizarse quasociedad por medio de un referente fuera de ella. Es por medio de una representacinexteriorizada y objetivada de s misma que la sociedad se constituye como tal.La determinacin recproca de los sujetos requiere un referente comn. No hay lmites nilucha sobre lmites donde no hay un lugar de encuentro. Suponiendo una relacin de discontinuidad entre los hombres, la continuidad ha de ser creada. Una forma es el Estado. Laforma Estado es la instancia de totalidad social respecto a la cual se reconocen los sujetosentre s y cada cual a si mismo. Dicho esquemticamente: toda poltica se refiere al Estado en tanto 1) ella trabaja sobre lasdivisiones en la sociedad; 2) el ordenamiento de las divisiones sociales remite a una totalidady 3) esa totalidad es representada por la forma Estado. Cuando Gramsci afirma que el partidoha de tener un "espritu estatal" alude a esa necesaria referencia a lo general, no solamentecomo tendencial universalizacin de los intereses particulares (corporativos) sino comoconstitucin misma de lo particular.III. ACCIN INSTRUMENTAL Y EXPRESIN SIMBLICA3.1. Hoy da, aparece "natural" que el buen funcionamiento del "sistema econmico" sea elobjetivo de la lucha poltica. La economa pareciera ser la finalidad "en ltima instancia detoda poltica y, particularmente, del "intervencionismo estatal". Cabe recalcar pues lo yarecordado inicialmente: si bien no existe vida social sin reproduccin material es recin larevolucin capitalista en el siglo XIX la que desprende la reproduccin material como "sistemaeconmico" de la organizacin social y que, a la inversa, moldea la vida social en funcin deuna economa de mercado.En la medida en que la economa de mercado aparece como "base natural" del proceso socialse olvida igualmente el carcter histrico de la racionalidad que acompaa y expresa laeconoma mercantil. Con la produccin capitalista de mercanca lo racional es identificadocon l clculo formal de medio-fin, particularmente el clculo expresado en dinero o capital.En esta perspectiva, Max Weber interpreta la historia de Occidente como el proceso deracionalizacin formal del mundo. Impersonalidad y objetividad de la racionalidad formalhacen de los valores materiales un asunto privado o tico y la misma racionalidad materialdeviene una categora residual.Recuerdo a Weber porque junto a tematizar la racionalidad formal percibe lcidamente cmoella conduce a una formalizacin de las relaciones sociales y cmo tal formalizacin terminapor sustituir lo real por una realidad fabricada, muy vulnerable por las masas (la irracionalidadde valores materiales). Despus de Weber, la racionalidad formal se ha impuesto a tal puntoque se habla de un sistema uni-dimensional. An sin suscribir afirmacin tan rotunda, hemosde reconocer que la racionalidad formal es el principal cdigo interpretativo de la realidad,marginalizando otras interpretaciones. La formalizacin crea en efecto un tipo deuniversalidad que difcilmente puede alcanzar un tipo de racionalidad material. Pero lacontinuidad creada es slo eso -formal- y no supera las divisiones en la sociedad. Constatamos as una profunda escisin entre la racionalidad formal y la experiencia cotidiana.3.2. Durante largo tiempo el desarrollo del proceso de produccin capitalista descansabasobre una cultura cotidiana. Gramsci conceptualiza esa "socializacin" moral-intelectual del

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00capital en su teora de la hegemona. La correspondencia entre modelo de acumulacin yhegemona que caracteriza el "fordismo" de los aos 30 pareciera haberse roto en los 70. Lamercantilizacin fctica de todas las relaciones sociales entra en contradiccin con las normasde conducta social. La orientacin normativo-simblica de la sociabilidad se opone al comportamiento exigido por el clculo formal. De hecho, la angustia de los hombres porsuperar la discontinuidad en alguna experiencia colectiva ofrece una resistencia (por larvada,no menos tenaz) a reducir las relaciones sociales a relaciones mercantiles. Para evitar esas"distorsiones" e "interferencias" en la libertad del mercado, el proyecto neoconservadorpretende "descolgar" el sistema econmico de la dimensin normativo-simblica. Se renuevaas el intento liberal de sustraer la reproduccin material a la organizacin social y de suponerlos procesos econmicos como relaciones pre-sociales.Esta escisin entre procesos macro-sociales y experiencia cotidiana provoca una concienciapatolgica(15). Los problemas prcticos son reducidos a problemas tcnicos, solucionablespor un clculo formal. Tiene lugar una regresin a estadios pre-universalistas de conciencia(esquema amigo-enemigo) para asegurar un mnimo mbito de certidumbre y solidaridad. Necesidades no asimilables por la racionalidad formal son reprimidas y auto-censuradas. Surgeun culto a lo inmediato, lo autntico y lo ntimo para compensar la subjetividad frustrada. Paracolmar sus sentimientos de angustia e impotencia frente a un mundo hostil los hombres seinmunizan contra una realidad que les aparece como encarnacin del Mal. Estaimpermeabilizacin frente a lo real (prdida del principio de realidad) da lugar a distintasformas de locura desde el escapismo esotrico al terrorismo, pasando por las diversasalucinaciones sobre el peligro marxista.3.3. En este contexto es urgente insistir que la poltica no es solamente accin instrumentalsino tambin expresin simblica. Frente a una sobrevaloracin de su dimensin cognoscitiva (calculabilidad) hay que destacar su dimensin normativa y simblica, regulando yrepresentando las relaciones sociales.La poltica como comunicacin simblica ha sido poco estudiada(16) no obstante ser elsmbolo tan importante como el trabajo en la apropiacin humana del mundo. Me referir ados estructuras simblicas fundamentales en la accin poltica: el ritual y el mito.Intentando especificar lo poltico qua ritual me apoyo nuevamente en Georges Bataille. Cabe presumir que la muerte y, particularmente, la muerte violenta es uno de los principales signosde la discontinuidad y, por consiguiente, objeto de un interdicto fundamental en todo ordensocial. Ahora bien, prohibicin no significa abstencin. Significa transformar las prcticasprohibidas en transgresiones y, de este modo, someterlas a lmites. Las relaciones socialesson reguladas, ritualizando las transgresiones. Esto es: el interdicto de la muerte hace de laviolencia y del conflicto una transgresin. No se elimina pues la violencia y la lucha (tareaimposible) sino que son incorporadas al orden, ritualizndolas como transgresiones queafirman la vigencia del interdicto. La poltica est llena de ceremonias rituales (al igual que elderecho) que encauzan el ejercicio de la violencia y dan forma a los conflictos de modo queno destruyan la convivencia. Cuando la lucha deja de ser vivida como una transgresinritualmente reglamentada del orden colectivo, surge la violencia mortal. La muerte devieneobjeto de un clculo formal (costo-beneficio), dando al terrorismo y a la guerra moderna sucarcter inhumano.Presumo que la poltica en tanto ritual es una afirmacin de la vida colectiva. Lo vemos msclaramente en actos masivos como las elecciones o manifestaciones, pero tambin en la"puesta en escena" que rodea la actividad de un jefe de gobierno. Casos como estos no

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00pueden ser explicados en trminos de la racionalidad formal y, de hecho, frecuentemente sondenunciados como "irracionales" o simple "show". En efecto, de manera deliberada o no tienelugar un montaje teatral que recuerda las ceremonias rituales. Tal escenografa no es simple"manipulacin de las masas". Los actos polticos masivos son rituales que actualizan elsentimiento de colectividad. Se invoca la pertenencia a un orden, presente o futuro, a partirdel cual adquiere sentido la convivencia. A travs de los rituales se constituye colectividad y,por ende, continuidad: continuidad en el espaci (reuniendo a quienes pertenecen a un mismoorden), continuidad en el tiempo (conmemorando la persistencia del orden colectivo). En estas"liturgias del poder" la colectividad se festeja a si misma. Es una forma de transformar elpoder en orden. Aunque aparezcan como exaltacin de un lder, este slo simboliza laconfianza del colectivo en si mismo de saber afirmarse en el mundo. Ms que acciones instrumentales, destinadas a lograr determinado fin, tales actos de masas representan un fin ensi. Ello implica que no pueden ser sustituidos por mecanismos de clculo formal (informtica,encuestas de opinin, etc.) ni por las relaciones impersonales del mercado. Implica tambin laobsolescencia de los rituales institucionalizados, cuando ya no logran invocar lo colectivo.Considerando esta constitucin del "nosotros" como lo especfico de la poltica, tambin unacto folklrico, una huelga o una misa se transforman en actos polticos. Independientementede su contenido, toda forma de ritual supone la conciencia de un poder colectivo. En estaperspectiva, habra que explorar nuevas formas de politizacin de la vida diaria. 3.4. El ritual poltico confirma y actualiza un orden colectivo, representado simblicamente enun mito. El mito organiza una cosmovisin que ordena y da sentido a la vida social; a travsdel mito el individuo (el fenmeno singular) se inserta en un orden. El dolor la muerte son"socializadas mediante una concepcin del mundo que les asigna su lugar en el procesosocial. La secularizacin moderna socava la fuerza del mito, racionalizndolo en mitosprofanos como el progreso o el desarrollo. Juan Enrique Vega ha destacado la relevancia delos mitos revolucionarios" sin los cuales no es posible comprender los procesos de liberacinen Amrica Latina(17).El mito es una forma simblica de disposicin sobre el mundo. Llamo la atencin sobre el mitofundacional de la poltica moderna: la soberana popular. La soberana popular simboliza lareivindicacin de los hombres a determinar sus condiciones de vida. Tal creacin consciente ycolectiva del futuro de la humanidad es, como denuncian los neoconservadores, un mito. Enefecto, la nocin de soberana popular no es operacionalizable. En este sentido sonjustificadas las objeciones (de derecha e izquierda) a la democracia; ningn tipo dedemocracia asegura la identidad de la voluntad de todos con la voluntad general. Pero tales denuncias no tocan el problema de fondo. La soberana popular es un mito, pero un mitonecesario. Es necesario un concepto-limite, un horizonte utpico fuera de la sociedad, comoreferente para pensar y organizar la sociedad. El postulado de la soberana popular vuelveuna tarea inteligible que los hombres dispongan sobre el mundo. En otras palabras: lareferencia al mito de una sociedad sujeto de su desarrollo es la forma que permite elegir entreel infinito nmero de posibilidades de ordenar el presente. Es el principio legitimatorio de todadecisin poltica (de que sea posible decidir). El ataque neoconservador a la soberanapopular no concierne pues solamente los "lmites de la democracia" sino que cuestiona laposibilidad misma de que todos los hombres -la sociedad- decidan sobre sus condiciones devida.IV. SUBJETIVIDAD Y FORMALIZACIN

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:004.1. La racionalidad formal supone una formalizacin de las relaciones sociales, que excluyela subjetividad. Caracterstico de la formalizacin es justamente prescindir de los atributospersonales de los participantes y de sus valores materiales. No contempla la subjetividad entanto espontaneidad (no se puede formalizar un fenmeno no conmensurable y nocalculable).La formalizacin pone distancia. Las relaciones sociales se apoyan en situacionesperfectamente codificadas segn normas previamente establecidas y adecuadamenteinteriorizadas por cada actor(18). A esta formalizacin de las relaciones sociales, vinculada ala creciente organizacin burocrtica de la actividad poltica, se imputa parte de lo que seexperimenta como "crisis de representacin". El ciudadano se siente distanciado del parlamento y del gobierno, el militante del partido; la relacin de representacin se vuelveformal en el sentido de ficticia.A esta atrofia de la subjetividad por la formalizacin burocrtica responde la consignasocialista de la "desestatizacin de la poltica". Similar argumento, baja otro signo, esgrimenlos gobiernos neoconservadores para impulsar la privatizacin de los servicios pblicos. En elprimer caso, se invoca la soberana popular como legitimacin para recuperar un poder socialenajenado. En el segundo, se invoca la libertad econmica y la iniciativa privada, paradevolver al mercado las decisiones usurpadas por la poltica. La subjetividad significa, en un caso, la espontaneidad de los hombres libremente asociados y, en el otro, la libre disposicinde cada cual sobre su propiedad privada. En ambos casos se postula, desde posicionesantagnicas, una abolicin de la formalizacin. Ahora bien, no hay poltica sin formalizacin.4.2. Hay y habr formalizacin de las relaciones sociales mientras haya discontinuidad. Ladistancia que lamentamos es la experiencia de la discontinuidad. La divisin en la sociedad (osea, la ausencia de relaciones sociales directas) es vivida como distanciamiento individual yseparacin de los otros. Los otros representan respecto a cada individuo lanormatividad/normalidad de la sociedad. Esta no-identidad de lo particular y lo generalprovoca un sentimiento de culpabilidad. Soy culpable porque soy diferente de los dems;diferencia que me distancia como impuro y trasgresor respecto a la pureza del interdicto quecohesiona la comunidad. La culpabilidad se alimenta de la distancia que se percibe respecto alas normas generales: la conviccin no consciente de que la vida est sometida a un grandiseo y de desconocer ese plan general. La pregunta intima por aquel diseo siempre ilisibleque pone en escena la vida cotidiana no encuentra respuesta. La opacidad del carcter social del orden produce angustia: La angustia por lograr lacontinuidad, por fusionar lo separado aumenta con la atomizacin de la sociedad.Paradojalmente, mayor es la atomizacin social y mayor la tendencia a refugiarse en laprivacidad. Si bien se percibe el peligro que conlleva la privatizacin propia a la atomizacin,se pretende recuperar la sociabilidad justamente en el mbito privado(19). A la vez que serechaza la sociedad atomizada/uniformada como el Mal, se genera una subjetividad culposaque busca confesarse en la intimidad. Marginalizados en y por el proceso social, losindividuos pretenden superar las distancias sociales mediante un culto a la autenticidad.Creen que la espontaneidad asegura la unidad -un solo corazn- que las instituciones nologran. En otras palabras, creen de que detrs o debajo de la formalizacin se encontraraalguna relacin natural, una subjetividad pura, que habra que liberar de su crcelinstitucional.4.3. Creo que la subjetividad no se opone sino que supone la distancia y la formalizacin delas relaciones sociales. Slo formalizando la delimitacin entre Uno y Otro se abre el campo

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00de la diversidad subjetiva.No existiendo una igualdad material entre los hombres, slo puede haber una unificacinformal. Toda relacin social es -ms o menos- formalizada. Ahora bien, la formalizacin noslo separa, tambin comunica. En una sociedad dividida, toda comunicacin implica una formalizacin de las discontinuidades. Eso es el objeto de la prctica poltica; basta recordar su carcter de ritual (el ritual es un modo de formalizar la divisin en tanto transgresin). Formalizacin son tambin las reglas de cortesa cuya importancia para el dilogo y la disputa polticos no necesito destacar. Restringiendo la reaccin espontnea, la cortesa permite establecer relaciones sociales sin poner en juego los valores personales. No se trata pues de abolir la formalizacin en nombre de la subjetividad. (En una sociedad que no requiererelaciones formalizadas, tampoco habra subjetividad: la espontaneidad de cada uno notendra lmites). El problema es crear relaciones formales de modo tal que las formas noexcluyan expresar esa diversidad social.ResumenTiene lugar un desplazamiento de los lmites entre lo poltico y lo no-poltico o -ms exacto-una pugna por larvada no menos radical acerca de lo que legtimamente es "la poltica". Larelevancia de este conflicto radica en el supuesto que la transformacin de todo orden polticoimplica una regeneracin del "hacer poltica". Con este propsito se intenta bosquejar unmarco referencial para repensar la poltica en torno a cuatro ejes: 1) El orden: leyes naturaleso construccin social; 2) Tcnica e interaccin; 3) Accin instrumental y expresin simblica; y4) Subjetividad y formalizacin. [*] Documento de Trabajo Programa FLACSO-Santiago de Chile, Nmero 134, enero 1981. Ponencia presentada al Taller sobre estado y poltica en Amrica Latina del Departamentode Estudios Polticos del CIDE, Mxico. [1] Lechner,Norbert: El proyecto neoconservador y la democracia; ponencia del seminario"Los nuevos procesos sociales y la teora poltica contempornea" del Instituto deInvestigaciones Sociales de la UNAM. Oaxaca abril 1981. A publicarse en Crtica & Utopa Nr.6. [2] Nun, Jos: La rebelin del coro, en Nexos, Mxico 1981. [3] Un buen resumen presenta Pereyra, Carlos: Configuraciones: teora e historia, Edicol,Mxico 1979, (cap. XIV). [4] Marx, Karl: Elementos fundamentales (Grundrisse), Siglo XXI Mxico 1971, t.I, p.84. [5] Bataille, Georges: El erotismo, Tusquets Ed. Barcelona 1979. [6] Miller, Eugene F.: What does "political" mean? en The Review of Politics 42/1, enero 1980. [7] Sobre este desarrollo ver Habermas, Jrgen: Theorie und Praxis, Suhrkamp Frankfurt1974; Wolin, Sheldon: Poltica y perspectiva, Amorrortu Buenos Aires 1973 y mi artculo: Lateora y la prctica de la poltica, en Estudios Sociales Centroamericanos 25, CSUCA enero-abril 1980. [8] Flisfisch, ngel: El fundamento racional de la accin y la libertad del otro, Materiales deDiscusin N 13 de FLACSC-Santiago, abril 1981. [9] Historia Florentina, citado por Manent, Pierre: Machivel ou la dfaite de l'universel, enContrepoint 17, Paris abril 1975. [10] Respecto a las implicancias metodolgicas del tema debo mucho a las discusiones con

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  • Especificando la poltica*Escrito por Lechner, NorbertLunes, 21 de Julio de 2008 19:00Franz Hinkelammert. Ver entre sus trabajos: La metodologa de Max Weber y la derivacin deestructuras de valores en nombre de la ciencia, en Hoyos, G.(ed.): Epistemologa y poltica, CINEP Bogot 1980. [11] Cfr. Przeworski, Adam: El proceso de formacin de clases, en Revista Mexicana deSociologa 1978, nmero especial; y Compromiso de clases y Estado en Europa Occidental yAmrica Latina en Lechner(ed): Estado y poltica en Amrica Latina, siglo XXI Mxico, 1981. [12] Ver, entre otros, Laclau, Ernesto: Poltica e ideologa en la teora marxista, Siglo XXIMadrid 1978; De pola, Emilio: Populismo e ideologa. A propsito de Laclau, en En Teora 4,Madrid 1980 y Landi, Oscar: Sobre lenguajes, identidades y ciudadanas polticas, en Lechner(ed.): Estado y poltica en Amrica Latina, Siglo XXI Mxico 1981. [13] Cfr. Leach, Edmund: Cultura y comunicacin, Siglo XXI Madrid 1978. [14] Entrevista con Jos Aric en Qu Hacer? N 7, DESCO Lima 1980. [15] Cfr. la obra colectiva preparada por Jrgen Habermas: Stichworte zur geistigen Situationder Zeit, Suhrkamp Frankfurt 1979, especialmente el artculo de Albrecht Wellmer. [16] Edelman, Murray: The Symbolic Uses of Politics, University of Illinois Press 1974 (6.ed.). [17] Vega,Juan Enrique: Amrica Latina - La conquista del reino de este mundo, enPease,Henry (ed.): Amrica Latina 80: democracia y movimiento popular, DESCO Lima 1981. [18] Recuerdo la obra de Erwing Goffman, por ejemplo Ritual de la interaccin, Ed. TiempoContemporneo Buenos Aires 1967. [19] Javeau, Claude: Sur le concept de vie quotidienne et sa sociologie, en CahiersIntemationaux de Sociologie 68, Pars enero-junio 1980.

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