LECTIO DIVINAEsta manera de encontrarnos con la Palabra de Dios, es muy fructífera, APRENDAMOS LOS PASOS:

LECTIO DIVINA

“Entre las muchas formas de acercarse a la Sagrada Escritura hay una privilegiada al que todos estamos invitados: la Lectio divina o ejercicio de lectura orante de la Sagrada Escritura. Esta lectura orante, bien practicada, conduce al encuentro con Jesús-Maestro, al conocimiento del misterio de Jesús-Mesías, a la comunión con Jesús-Hijo de Dios, y al testimonio de Jesús-Señor del universo. Con sus cuatro momentos (lectura, meditación, oración, contemplación), la lectura orante favorece el encuentro personal con Jesucristo al modo de tantos personajes del evangelio: Nicodemo y su ansia de vida eterna (cf. Jn 3, 1-21), la Samaritana y su anhelo de culto verdadero (cf. Jn 4, 1-42), el ciego de nacimiento y su deseo de luz interior (cf. Jn 9), Zaqueo y sus ganas de ser diferente (cf. Lc 19, 1-10)... Todos ellos, gracias a este encuentro, fueron iluminados y recreados porque se abrieron a la experiencia de la misericordia del Padre que se ofrece por su Palabra de verdad y vida. No abrieron su corazón a algo del Mesías, sino al mismo Mesías, camino de crecimiento en “la madurez conforme a su plenitud” (Ef 4, 13), proceso de discipulado, de comunión con los hermanos y de compromiso con la sociedad”(n. 249)Quiere decir “Lectura guiada por el Espíritu de Dios”. El mismo Espíritu que guió las páginas de la Escritura, acompaña también ahora al lector para que comprenda a fondo cada página, percibiendo el “hoy” de un Dios que le habla a su corazón, a su comunidad, a su pueblo. Es así como “El Espíritu de la verdad los introducirá a la verdad total” (Jn 16, 13).La Lectio Divina, es verdaderamente “capaz de abrir al fiel no sólo el tesoro de la Palabra de Dios sino también de crear el encuentro con Cristo, Palabra divina y viviente”. (Benedicto XVI).

PASOS DE LA LECTURA ORANTE DE LA SAGRADA ESCRITURA

1. LECTIO (Lectura):Lee atentamente el Texto, desde el principio hasta el final, re-leerlo y volver a hacerlo una vez más.Se pregunta QUÉ DICE EL TEXTO?.Suscita la cuestión sobre el conocimiento de su contenido auténtico; sin este momento, se corre el riesgo de que el texto se convierta sólo en un pretexto para no salir nunca de nuestros pensamientos.Abarca el momento de la lectura atenta del texto bíblico. Puedo ayudarme con estas preguntas u otras similares: Qué dice el pasaje bíblico?, Quién Habla?, Cuáles temas o argumentos trata?, cuáles son los personajes allí implicados?, cuál es el contexto? (persecución, sufrimiento, alegría, esperanza…?, cuáles son los sentimientos de los actores?

2. MEDITATIO (Meditación):

Ubica el texto en tu vida, QUÉ TE DICE EL TEXTO? En tu circunstancia particular después de meditar; es la respuesta que damos a la lectura-reflexión-encuentro con la Palabra de Dios.Cada uno personalmente y comunitariamente, debe dejarse interpelar y examinar, pues no se trata ya de considerar palabras pronunciadas en el pasado, sino en el presente. Comprende el momento de la meditación sobre el texto bíblico. Aquí el orante profundiza, interioriza el sentido de las palabras, las escenas, los personajes o la frase más impactante. Debe penetrar en el corazón de la palabra o expresión más diciente.

3. ORATIO (Oración):Brota espontáneamente, el hecho de levantar la voz hacia Dios. QUE DIGO AL SEÑOR? Como respuesta a su Palabra. La oración como petición, intercesión, agradecimiento y alabanza, es el primer modo con el que la Palabra nos cambia. Incluye el momento en el cual se ora con el texto. Con la oración se responde a Dios, a su invitación o a su cuestionamiento. Para orar mejor se puede responder a las preguntas Que me hace decir el texto? Cómo le responde mi corazón al Señor ? ; se trata de expresar los sentimientos, las decisiones, la confrontación hecha por el texto a mi mente y a mi corazón.

4. CONTEMPLATIO (Contemplación-Acción):Es buscar hacer vida la Palabra de Dios, es asumir las enseñanzas de Jesús en actitudes y compromisos concretos, el objetivo es revestirse de Cristo. QUE CONVERSION ME PIDE EL SEÑOR?Aceptamos como don de Dios su propia mirada al juzgar la realidad y nos preguntamos qué conversión de la mente, del corazón y de la vida nos pide el Señor? “No os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que seáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que agrada, lo perfecto” (Rm 12,2).

Encierra el momento del enamoramiento de la Palabra. Permite llevar a la vida los ecos, las resonancias y las decisiones de la Oración. Qué decisión me sugiere el texto?, Cuál cambio debo asumir?, Qué acción me sugiere?; en este momento se debe formular un compromiso de vida.