Letras Verdes No. 07

21
Dossier: Reflexiones sobre interculturalidad Especial gráfico: Camuflage natural El arlequín de limón en peligro Golfo de México: Las lecciones de un desastre Foto: Alejandra Toasa Diversidad Espacio de encuentro Hacia una cultura de paz Edición Nro. 7 ISSN 1390 - 4280 Septiembre 2010

Transcript of Letras Verdes No. 07

Page 1: Letras Verdes No. 07

Dossier:Reflexiones sobre interculturalidad

Especial gráfico:Camuflage natural

El arlequín de limón en peligro

Golfo de México:Las lecciones

de un desastre

Foto

: Ale

jand

ra T

oasa

DiversidadEspacio de encuentro

Hacia una cultura de paz

Edición Nro. 7 ISSN 1390 - 4280 Septiembre 2010

Page 2: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes

No.7 > Septiembre de 2010 3

Reflexiones sobre territorio e identidad de género en Bolivia

El arlequín de limón:una joya en extinción

La cogobernanzaen el borde del Estado

Pensar la naturaleza:la naturaleza para “nosotros”y para los “otros”

La agonía de Puyango:agua, minería y contaminación

Del antropocentrismo y el naturalismo, a otras racionalidades y ontologías

Una reflexión sobrela interculturalidaddesde la Antropología

Diversidades visiblese invisibles

Las lecciones del derrame de Luisiana en voz de dos expertos

Un día de acciónpor la biodiversidad

Camuflaje natural

FLACSO Sede Ecuador

Director: Adrián Bonilla

Programa de EstudiosSocioambientales

Coordinador: Teodoro Bustamante

Revista Letras VerdesISSN No. 1390 - 4280

Coordinadora de la revista:Anita KrainerEquipo editorial Letras Verdes:Jorge Aguilar Muñoz, Maytté Gavilanes,Diana Hinojosa, Mónica Orozco,Alejandra ToasaColaboradores:Jorge Aguilar Rodríguez, Ernesto Erazo, Consuelo Quiñónez, Luis Tonato,Christian ChasiDiseño y diagramación:Carl Schweizer

FLACSO-Ecuador:La Pradera E7-174 y Diego de AlmagroPBX: (593-2) 3238888Fax: (593-2) [email protected] www.flacso.org.ecQuito, Ecuador

Nota:Letras Verdes es un espaciode opinión abierta.El equipo Coordinador-Editorno se responsabiliza por la opiniónexpresada en los artículos.

“El rostro de Oyacachi”En la foto se observa una parte de uno de los tres tótems que fueron construidos en la comu-nidad de Oyacachi, provincia de Napo, Ecuador. El objetivo de los artesanos fue mostrar la cercanía de la gente con su medioambiente.Foto: Alejandra Toasa

Nuestra Portada

03

07

11

14

18

20

22

25

28

32

35

Dossier

Crónica

Especial gráfico

Actualidad

Análisis

Crónica

Investigación

Ensayo

Reseña de libros

Agenda ambiental

C R É D I T O S

E D I T O R I A L

Í N D I C E

Pensar en la interculturalidad implica ubicarse en el límite, en la fronte-ra que divide a una cultura de otra, que marca relaciones y formas bien diferenciadas de concebir al mundo. De lo contrario, no se podrían ex-

plicar, por ejemplo, los tratamientos y los significados que cada cultura otor-ga al medio ambiente que le rodea, ni las relaciones de interdependencia que se generan en una u otra región de la Tierra.

Pero, a estas alturas del siglo XXI, ni el más ingenuo pensaría en la existencia de culturas prístinas, sino más bien en sinergias, mixturas ricas, entre cultu-ras. La globalización hace que el intercambio cultural sea cada vez más veloz e intenso; sin embargo, ese proceso no está libre de barreras sociales e ideo-lógicas. Por esta razón, cada vez hay más voces que demandan la aplicación de la interculturalidad en los más diversos campos de la actividad humana, como la educación, la salud y la explotación de recursos naturales.

En este número ofrecemos a nuestros lectores una mirada amplia de lo que implica vivir la diversidad natural y cultural como base para concretar un diálogo global entre culturas, entre saberes, una propuesta que va más allá del ideal de respeto y la tolerancia hacia el otro diferente.

Lcda. Diana HinojosaEquipo Letras Verdes

Estimados/as lectores

Letras Verdes

En la antigüedad de Occidente

En la Grecia antigua, la naturaleza era concebida como un elemento inabordable, salvo por el intento del conocimiento que era insuficiente y lleno de temor. No había intersección entre sociedad y naturaleza, puesto que los seres humanos funcionaban como espectadores, como estáticos beneficiarios o perjudicados por los avatares del mundo natural, determinados a su vez por el designio o ánimo de los dioses (Federovisky, 2007). La naturaleza era concebida en movimiento, de acuerdo a ciclos y a una combinación

D O S S I E RDiversidad cultural y natural

Del antropocentrismo y el naturalismo,a otras racionalidades y ontologías

ResumenEl 2010 ha sido declarado por las Naciones Unidas el Año de la Biodiversidad, paradóji-camente en este año se ha producido uno de los mayores desastres ecológicos en el pla-neta, aún peor que el ocasionado por Exxon Valdez, en 1989, en las costas de Alaska. El 20 de abril, la plataforma de alta mar Deepwa-ter Horizon explotó y se hundió en el Golfo de México, generando una fuga de petróleo de gran magnitud que ha puesto en peligro cien-tos de especies marítimas, además de aves neotropicales migratorias. Este incidente, pese a quedarse en nuestra retina, pareciera una situación aceptada como gaje del progre-so y la modernidad. Sin embargo, debería ser un detonador para abrir un espacio de refle-xión mundial y vislumbrar cómo se relaciona el pensamiento ambiental y el mito del progreso en la civilización llamada Occidental, a la luz de la comparación con otras ontologías y raci-onalidades ambientales no hegemónicas.

Foto: Alejandra Toasa La gente y su relación con la naturaleza, plasmado en un tótem, Oyacachi, Ecuador.

Ivette Vallejo y Didier Sánchez*

* Ivette Vallejo Real: Ph.D. en Ciencias Sociales-Estudios comparados de las Américas. Profesora asociada del Programa Estudios Socioambientales, FLACSO-Ecuador, [email protected] Sánchez: Biólogo, candidato a Máster en Estudios Socioambien-tales en FLACSO-Ecuador, [email protected]

“Si el siglo XIX habría enterrado a Dios y el XX, según se dice, ha borrado al hombre,

¿hará el XXI desaparecer la Naturaleza?....”.“Más allá de la naturaleza y la cultura”

Philippe Descola, 2002

Page 3: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 54

Letras Verdes

Organum o Indicaciones relativas a la interpretación de la naturaleza. Esta nueva concepción del mundo, es antagónica al teocentrismo de la anterior fase medieval, pero al mismo tiempo es complementaria, siendo su merecida sucesora. Bacon, contrapuesto al observacionismo aristotélico, cristaliza la idea de que el hombre persigue dominar a la naturaleza como condición para su supervivencia. El dominio de la naturaleza presupone, entonces, el conocimiento de las vinculaciones y procesos naturales.

El ser humano, contagiado del positivismo baconiano, se revuelca en su emancipación y da rienda suelta a su imaginación. Al fin de cuentas, el ser humano occidental es la imagen de Dios, por lo que empieza la búsqueda del cielo en la misma tierra. Fruto de ello es la importancia que recibe la tecnología, la ciencia, el capitalismo, primero mercantilista y luego industrial, y sus retoños bastardos: el crecimiento económico, el confort, el bienestar material, entre otros.

El avance de las doctrinas kantianas y hegelianas desemboca en una mirada pragmática en la relación entre el hombre y la naturaleza. Se concebía que para reproducir sus vidas, los hombres debían mantenerse en un ininterrumpido proceso de intercambio con la naturaleza. Había, entonces, que conocer las formas de las sustancias naturales para que el hombre pueda efectuar transformaciones.

El Romanticismo A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, emerge el movimiento romántico, principalmente en Alemania e Inglaterra, para luego contagiar al resto de Europa. Se constituye en reacción al racionalismo y la razón neoclásica, al anteponer los sentimientos y la admiración por la naturaleza. Este movimiento re-espiritualiza a la tierra y sus seres vivos e inertes.

El Renacimiento, desde una mirada contemplativa, concibe al mundo de la naturaleza como un paisaje a conquistar. No obstante, a medida que la producción agrícola y la generación de excedentes avanzan -conforme a la exigencia de la satisfacción de necesidades humanas- surgen contradicciones en la intersección entre sociedad y naturaleza, obligando a modificar algunos de los aspectos “observacionistas” impuestos por Aristóteles. La naturaleza, entonces, deja de ser vista como un universo inabordable e insondable y pasa a ser aquello que permite la supervivencia, comenzando a establecerse normativas sobre el entorno inmediato. Nace el criterio de naturaleza como un “recurso” que puede ser transformado en lo que resulte más provechoso (Federovisky, Segio, 2007). En el pasaje del Renacimiento a la Revolución Industrial -y siguiendo el materialismo dialéctico, el tránsito del feudalismo al capitalismo- detona varias controversias que son la base central de la apropiación de los recursos naturales y su distribución al interior de las

sociedades. La Revolución Industrial abre, así, una fase de interferencia en el equilibrio de la naturaleza.

La sociedad científica y la Revolución Industrial gene-ran un período caracterizado por el examen empírico de todo aquello que el observacionismo había esta-blecido durante siglos. Los inicios del XIX sitúan una fase de coalición conceptual entre el creacionismo y la empiria. El siglo XIX vive también la división de las cien-cias en compartimentos, con programas científicos diferenciados basados en la división entre naturaleza y cultura, que delimita los campos de dedicación de las ciencias de la naturaleza y las ciencias de la cultura. Así, el divorcio entre humanistas y naturalistas se ha-

Ilustración: Carl Schweizer

DO

SS

IER

Dive

rsid

ad c

ultu

ral y

nat

ural

Letras Verdes

de cuatro elementos, según Aristóteles e Hipócrates, relacionados con las estaciones del año. El mundo podía permanecer eternamente atado a aquellos ciclos siempre y cuando los seres humanos no enojaran a los dioses. En el plano filosófico y ontológico, la naturaleza prefiguraba como contorno de la sociedad, de lo cual sólo se esperaba obtener aquello que fuera otorgado. “La naturaleza era lo ajeno, lo externo, lo desconocido, lo que se guiaba por leyes que no estaban al alcance de la humanidad” (Federovisky, 2007: 36). Imponía incógnitas, enigmas y cierta condición de inmodificabilidad, fue lo que empujó la actitud observacionista de Occidente durante varios siglos.

Y Dios creó el mundoEn el Antiguo Testamento se nos cuenta que el Dios judeo cristia-no creador de todo lo que pode-mos observar, delega muy pronto sus funciones de administrador de los bienes terrenales al hom-bre, para que él sea su mayordo-mo y maneje todo el mundo físico de la mejor manera. Este suceso extraordinario otorga al hombre la potestad de usufructuar, de la manera que él vea conveniente, todos los recursos del planeta: aire, agua, montañas, bosques, animales, plantas. Y es preci-samente en este punto donde inicia parte del pensamiento de la civilización occidental.

Este supuesto dominio encar-gado se mantuvo a través de la constitución de la Iglesia Católi-ca, entidad que dirigió la aten-ción de los creyentes hacia la búsqueda de la salvación eterna. Entre los siglos XIII y XIV se hacía énfasis en el propósito de cono-cer mejor a Dios, bajo el entendido de que todas las cosas de la tierra y de la vida se vinculan con la reali-dad trascendental.

El Humanismo y la Revolución CientíficaEntrando al siglo XV, la preconcepción religiosa migra hacia la corriente conocida como Humanismo, doctrina arraigada en el Renacimiento y que ayuda a definir este período. Nace del re-descubrimiento de los clásicos griegos como Aristóteles y se caracteriza por el antropocentrismo; es decir, concebir al hombre como el centro del universo, gracias a su imagen y semejanza con Dios y a la razón de la que es dueño. No obstante, es con el Humanismo que el ser humano

regresa su atención a los fenómenos naturales y a la misma naturaleza. Ello se aprecia en la pintura, con artistas como Durero, quien trata de reconstruir a la naturaleza en sus obras, o como Leonardo da Vinci, quien tomaba de referente los diseños de la naturaleza para sus inventos mecanicistas.

Si antes la Iglesia guiaba a la población en la búsqueda de respuestas espirituales, al buscar la perfección en el más allá; el Humanismo positivista ofrece respues-tas materiales aquí en la Tierra gracias a la ciencia. No hay que preocuparse más de la muerte, ya que la

ciencia y la tecnología terminarán con ella, y la trascenderán. En al-gún momento, sin embargo, se rompe el equilibrio que mantenía al Humanismo y al Renacimiento como una amalgama, y los sepa-ra irreconciliablemente. El ascen-so económico e intelectual de la burguesía, el crecimiento de las ciudades, el aumento del comer-cio, la dispersión del poder entre Estados, monarcas y autoridades seculares, el desarrollo de la bu-rocracia, todos estos aspectos son expresiones de la expansión del occidentalismo. Y, como lo vislumbra Huntington (1996), su principal germen de transmisión fue la tecnología: el desarrollo de la navegación oceánica y la invención de nuevas armas para conquistar las nuevas tierras des-cubiertas, el Nuevo Mundo.

Si en el Renacimiento se veía a la Tierra como un animal vivo, un vasto organismo cruzado por ríos, como venas que circulan el cuer-po vivo; en la Revolución Cien-tífica del siglo XVII, el empirismo reinante rivaliza y se opone al racionalismo, la nueva arma del método científico. En este tiempo

renace el atomismo de Demócrito, que permite la des-cripción matemática y mecánica del Universo.

Un fiel servidor del atomismo mecanicista es Des-cartes. El filósofo ponderaba que la Tierra y la vida, incluidos los seres humanos, tenían una hermosa efi-ciencia puramente mecánica.

El tránsito del conocimiento cuaja cuando aparece la figura predominante de Francis Bacon, personaje que proclama una nueva doctrina: “el conocimiento es poder”. Este pensador y científico, a través de su utopía, “La nueva Atlantis”, explica la potencialidad de rehacer a la naturaleza de acuerdo a los deseos y necesidades humanas. En 1620 escribió: “la naturaleza sólo se somete mediante la sumisión”, en el Novum

El ascenso económico e intelectual de la

burguesía, el crecimiento de las ciudades, el

aumento del comercio, la dispersión del poder

entre Estados, monarcas y autoridades seculares,

el desarrollo de la burocracia, todos estos

aspectos son expresiones de la expansión del

occidentalismo.

DO

SS

IER

Diversidad cultural y natural

Page 4: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 76

En la información difundida se ven los esfuerzos por detener el derrame, pero es claro que existe fe en la tecnología, que cuesta millones, y que, contradictoria-mente, se obtiene a través de la explotación patológica de recursos; es decir, estamos inmersos en un ciclo que se autoreplica, precisamente debido a que nuestra civi-lización occidental sufre de “autismo cultural“, como lo sostiene el historiador Thomas Berry.

bría consumado. Mientras tanto, con la nueva expan-sión colonial de las potencias europeas en el XIX se acumulaba cada vez más informaciones sobre las ma-neras en que muchos pueblos no modernos concebían sus relaciones con el mundo natural.

A través de la mutación que sufren los naturalistas, la contemplación avanza a un análisis pormenorizado de la intersección sociedad-naturaleza. Varias figuras son claves en este análisis; entre ellas, Humboldt, Linneo, Mendel y Darwin. Este último llega a demoler las teo-rías catastrofistas y deterministas.

En este período se abren paso conceptos claves como el de la “selección natural” que posibilita un análisis se-rio del vínculo entre seres vivos y entorno, lo que inicia con la Ecología y el estudio de las interrelaciones com-plejas entre los organismos y el mundo.

La contemporaneidad enlos preceptos de Occidente Retomando el evento de la Deepwater Horizon, algo es seguro: la tierra se ve aún como la bodega de ma-teria prima para acceder al prometido progreso, tan buscado por la especie del homo economicus.

Foto: Alejandra ToasaEn el Parque Nacional Yasuní, Amazonía ecuatoriana, las comunidades construyen sus viviendas con materia prima de la naturaleza.

DO

SS

IER

Dive

rsid

ad c

ultu

ral y

nat

ural

CulturaEl Dictionary of Anthropology (Winick, 1964) define cultura como todo lo que no es biológico, como lo que es transmitido socialmente. Incluye los patrones de comportamiento artístico, social, ideológico, religioso y el uso del ambiente. Afirma que la cultura no es genética sino aprendida. Este aprendizaje es colectivo, social, no individual. Es tradición heredada que se trasmite, principalmente, a través del lenguaje.

Tan relevante definición necesita ser actualizada a la luz de los continuos procesos de cambio cultural que viven las sociedades, sobre todo en respuesta a los nuevos contactos entre personas de distintas culturas. “Las culturas son como nubes, sus límites siempre están cambiando, acercándose o separándose…a veces combinando para producir nuevas formas desde las anteriores aunque completamente diferentes” (traducción de la autora) (UNESCO, 2009:55).1

La definición de UNESCO recupera la “porosidad” de las culturas, su condición “contagiosa” sin límites definidos. Los textos clásicos sobre la historia cultural perduran, pero las culturas, en sí mismas, no son estáticas. Las consideradas prístinas o puras realmente no lo son, porque han mantenido y mantienen interacciones con otras culturas que las cambian mutuamente.

De acuerdo con el informe de UNESCO, esas interacciones toman tres formas: préstamos o cultural borrowings, a través de los cuales una cultura se apropia de una práctica, técnica o conocimiento que mejoran lo suyo tradicional; intercambios entre dos o más culturas por medio de los mercados y viajes, que pueden crear interdependencias mutuas; e imposiciones que resultan de conflictos, guerras y conquistas, que desencadenan procesos de asimilación y dominación. Aunque éticamente distintas, todas estas formas han impactado significativamente, en muchos casos de manera fructífera, sobre las formas de expresión cultural (UNESCO, 2009:55).

D O S S I E RDiversidad natural y cultural

Una reflexión sobre la interculturalidaddesde la Antropología

ResumenEl término interculturalidad aparece en di-versos medios de comunicación, se debate en conferencias y cursos académicos, se lo menciona en los comunicados de la Asamblea Nacional, del Ejecutivo y en los discursos in-dígenas, incluso se lo aborda en el cine.El término es usado como eje transversal de los programas de conservación de los recur-sos naturales auspiciados por la cooperación internacional, quienes enfrentan el desafío de implementar esos ejes sin entender bien qué es la transversalización o la intercultu-ralidad. Si bien el significado del término no está claro para intelectuales, su comprensión y aplicación presenta aún mayores dificulta-des para los equipos técnicos ambientales. Mirar la interculturalidad desde la Antropo-logía es pertinente porque, como explica Poblete (2007), para explorar su significado hay que empezar con la cultura, y una de las disciplinas más explícitamente orientadas al análisis de este concepto es la Antropología.

Ilustración de la Pachamama. Fuente: http://2.bp.blogspot.com/_wxFIlNgub74/SnW3WbOZkwI/AAAAAAAAAS8/h3g3DmfaPcM/s400/pachamama.jpg

Susan Poats*

* Antropóloga, Ph.D. Corporación Grupo Randi Randi, Quito, Ecuador. En este artículo resumo mi análisis de cómo la Antropología descifra la interculturalidad cuando se trata de aplicar en la gestión ambiental, [email protected] Texto original: “Cultures are like clouds, their confines ever changing, coming together or moving apart…sometimes merging to produce new forms arising from those that preceded them yet differing from them entirely.”

En el siguiente número leala segunda parte de este artículo:“Del buen vivir y la tierra sin mal“.

Referencias bibliográficasDescola, Philippe (2002). Antropología de la Naturaleza, Lima: IFEA.

Federovisky, Segio (2007). Historia del Medio ambiente. La transformación de la naturaleza: de mundo ajeno y amenazante a espacio por conquistar. Buenos Aires: Estación Ciencia.

Huntington, Samuel (1996). The clash of civilizations and the remaking of world order. New York: Simon & Schuster.

Page 5: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 98D

OS

SIE

RDi

vers

idad

cul

tura

l y n

atur

al La Antropología Ambiental yla Ecología Política feministahacia la interculturalidadSi bien los estudios tradicionales antropológicos y et-nográficos son excelentes fuentes de información sobre las relaciones de mujeres y hombres con su ambiente natural, no privilegian el análisis diferenciado de usos y conocimientos por género, no consideran la posibilidad de que mujeres y hombres, de cualquier grupo cultural, pueden necesitar diferentes opciones ambienta-les para lograr su sobrevivencia. Esto cambia con la Ecología Polí-tica Feminista (Rocheleau et al., 1996), la misma que incorpora la teoría feminista a lo ambien-tal. Hoy hay suficiente evidencia (Cuvi, Poats y Calderón, 2006; Poats, Cuvi y Burbano, 2007; Paulson, Poats y Arguello, 2009) que la investigación antropo-lógica sobre lo ambiental, sin un enfoque de género, resulta débil, incompleta e insuficiente en cuanto al conocimiento que genera. La tarea conceptual que sí está pendiente en la Antropo-logía Ambiental es la de relacio-nar la Ecología Política Feminista con la interculturalidad, para entender bien las relaciones de género que influyen en las deci-siones de los grupos humanos al momento de seleccionar o re-chazar los conocimientos prove-nientes de distintas culturas para la gestión de ecosistemas. Esta tarea conducirá, como bien de-nomina Catherine Walsh (2009), a “interculturalizar” la gestión social de los ecosistemas.

¿Qué dice la Antropolo-gía sobre interculturalidad y qué implica interculturalizar?Al parecer el término “comunicación intercultural” fue introducido por el antropólogo Edward Hall en los cin-cuenta. Pero en una mirada rápida a los índices de va-rios libros de la Antropología cultural de los años 70 y 80 del siglo XX no se encontró la palabra intercultural. Tampoco aparece en el Dictionary of Anthropology que contiene más de 10.000 entradas. Parece que el térmi-no fue introducido en la Antropología tempranamente, pero no fue utilizado sino desde la década de 1990. Lo que sí hay con frecuencia es el término “cross cultural” en relación con propuestas analíticas comparadas.

En 1982, Andreas Fuglesang escribió sobre la comuni-cación cross cultural advirtiendo que las personas de las comunidades locales logran una compresión que trasciende su medio cultural cuando perciben que los problemas de otras comunidades están inextricable-mente conectados con los suyos. Planteó que la tarea de la comunicación para el desarrollo es la de expandir estos espacios de solidaridad entre comunidades has-

ta lograr un diálogo global con-tinuo entre las culturas de todo el planeta (Fuglesang, 1982:10).

Xavier Albó (2002) fue uno de los primeros antropólogos andi-nos que ha explorado el signifi-cado de la interculturalidad. So-stiene que el término aparece en la Antropología Andina desde la década de 1980 y que se utiliza cada vez más, pero, según Albó, “ni se define ni menos aún se analizan sus diversas facetas…el concepto de interculturalidad sigue siendo la gran incógnita” (Albó, 2002:83). El discurso so-bre la interculturalidad surge dentro del debate sobre lo plu-rinacional y lo multicultural, té-rminos que se mezclan también sin mucha aclaración.

Dicho discurso suele iluminar las tensiones entre el deseo de formar un conjunto “pluri” y el interés en delimitar, iden-tificar y discriminar las dife-rentes culturas. Albó enfatiza que hoy es más común que una persona pertenezca no solo a uno, sino a varios grupos cul-turales. Para él, la intercultu-ralidad y la globalización pre-sentan una tensión entre una cultura planetaria con un len-guaje simbólico común, pero que: “exige mayor respeto a tan-

tas formas de ser distintas” (Albó, 2002:39).

Albó critica la investigación antropológica por no estu-diar las culturas dominantes o la cultura e identidad mestiza. Aprovecho para continuar en esta línea de crítica constructiva. Considero que la Antropología ha producido conocimiento sobre todo de la gente más pobre, la subordinada. Ha hecho énfasis en el campe-sinado de escasos recursos (tierra y capital), ha estu-diado más a los hombres que a las mujeres y ha privile-giado a los pueblos indígenas. Esto ha provocado dos tendencias que no ayudan mucho a promover la inter-culturalidad. Una es el empleo constante de estereo-tipos de las individualidades y especificidades en los

Si bien los estudios tradicionales son

excelentes fuentes de información sobre las

relaciones de hombres y mujeres con su ambiente natural, no privilegian el análisis diferenciado de

usos y conocimientos por género, no consideran la

posibilidad de que mujeres y hombres, de cualquier grupo cultural, pueden

necesitar diferentes opciones ambientales

para lograr su sobrevivencia.

Las respuestas socioculturales

(como ropa, techo y organización social)

ayudan a articular nuestra especie al ambiente. Las respuestas fisiológicas

y socioculturales implican que la mayoría de los ajustes humanos

son reversibles y que la humanidad tiene

enorme flexibilidad para acomodarse a los cambios del entorno que le rodea.

Si lo intercultural siempre ha existido ¿por qué necesitamos crear un eje transversal de interculturali-dad en los proyectos ambientales? Quizás el sentido sea tratar con las imposiciones en situaciones en las cuales varias culturas interactúan sobre un mismo recurso (árboles, bosques, ecosistemas) y donde una domina -económica, científica, gubernamental o socialmente- sobre las demás e impone su forma de gestión y uso, restringiendo otros usos o formas.

Diversidad cultural y biodiversidad:de la Ecología Cultural a la Antropología EcológicaEn un estudio comisionado por UNESCO, Claude Lévi-Strauss, padre de la Antropología moder-na, argumentó que la protección de la diversidad cultural no debe restringirse a la preservación del status quo; es la diversidad en sí la que debe salvarse y no solo la forma externa, visible con la cual cada período ha vestido tal di-versidad (Levi-Strauss, 1952:60, citado en UNESCO, 2009). Des-de entonces se ha generado un extenso discurso sobre las inter-conexiones entre la diversidad cultural y la biodiversidad y sus múltiples interdependencias. Recientemente el discurso se ha focalizado en la valoración cultural de la biodiversidad y la dependencia estratégica de ambas: la diversidad cultural es tan esencial para la humanidad como la biodiversidad lo es para la naturaleza (UNESCO, 2009).

En 1999, Darrell Posey, an-tropólogo estadounidense, ayu-dó a construir el escenario para valorar el conocimiento indíge-na local sobre el funcionamiento del ambiente natural y las múltiples maneras de percibir e interactuar con la naturaleza. Esto reposicionó la conceptualización de la relación entre cultura y naturaleza en un multi-variado continuo de interacciones en el cual no se establecen jerarquías (Posey citado en UNESCO, 2009).

Se han desarrollado varias aproximaciones antro-pológicas a los recursos naturales, ecosistemas o la naturaleza. Emilio F. Moran (1979) describió el campo de estudio sobre la adaptabilidad humana, el cual a-yuda a entender qué quiere decir gestión social de un recurso o ecosistema. Este tipo de investigación tra-ta de explicar las múltiples respuestas de las pobla-

ciones humanas a sus entornos. El énfasis está puesto sobre lo que él llama la plasticidad de las respuestas fisiológicas y socioculturales a cualquier ambiente. Señala que las respuestas socioculturales (como ropa, techo y organización social) ayudan a articular nuestra especie al ambiente. Las respuestas fisiológicas y so-cioculturales implican que la mayoría de los ajustes humanos son reversibles y que la humanidad tiene e-norme flexibilidad para acomodarse a los cambios del entorno que le rodea (Moran, 1979:7-8).

Para Moran, cultura es el co-nocimiento aprendido que sirve para interpretar la experiencia y generar comportamiento, es el mecanismo humano primordial para adaptarse. La Antropología Ecológica, en la cual se inscribe Moran, incorpora mucho más la Biología, así como teorías y me-todologías de las ciencias “du-ras” (Moran, 1979:53-54).

El concepto de ecosistema con-fiere un marco conceptual y una unidad de análisis más satisfac-torios a este grupo, que la rela-ción comportamiento-estruc-tura social o ecología cultural propuesta por Julian Steward. La Antropología Ecológica se distancia de las aproximaciones etnoecológicas, etnobotánicas o de la etnociencia, orientadas al análisis de las percepciones culturales del mundo natural y de cómo las personas ordenan tales percepciones en sus idio-mas. Según Moran, éstas últi-mas se concentran en entender cómo la gente etiqueta el mun-do que le rodea, mientras que la Antropología Ecológica se con-centra en cómo se lo usa.

Lo que hoy llamamos la gestión social es lo que Moran llamaba

choices; es decir, las decisiones que los grupos hacen, guiados por sus culturas, para adaptarse a los cambios o aprovechar las oportunidades ambientales para mejorar sus posibilidades de supervivencia. La gestión es la habilidad de seleccionar entre lo heredado que aún sirve y lo que ya no sirve.

Otra parte es la gestión intercultural; esto es, el mane-jo y selección de los préstamos e intercambios entre múltiples culturas. Una última parte constituye las im-posiciones de otras culturas. Actualmente en la ges-tión social de ecosistemas predomina la tecnología oc-cidental o científica de origen noratlántico, que suele ser, desafortunadamente, impuesta.

DO

SS

IER

Diversidad cultural y natural

Page 6: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 1110

2 Texto original: “Interculturality is an ongoing discovery, a perpetual wondering, the recognition that the other is not a void to be filled but a plenitude to be discovered….There cannot be intercultural competency without a cultural competency that allows us to realize where we speak from, our bias, what makes our point of view different from the other’s point of view.…The intercultural encounter is very much about overco-ming one’s own resistances, becoming aware of one’s ethnocentrism or even racism, and starting to discover the possibility of radically different existential choices”.

World Report (UNESCO)

La interculturalidad es un descubrimiento continuo, una maravilla perpetua, el re-conocimiento que lo otro no es un vacío a llenar sino una plenitud a descubrir… No puede haber competencia intercultural sin competencia cultural que permita reconocer desde donde hablamos, nuestros sesgos, lo que hace nuestro punto de vista diferente del punto de vista del otro….

El encuentro intercultural tiene mucho que ver con la superación de las resistencias propias, reconociendo nuestro etnocentrismo o hasta racismo, e iniciar el descubrimiento de la posibilidad de decisiones existenciales radicalmente diferentes (traducción de la autora) (UNESCO, 2009:46).2

Referencias bibliográficasAlbó, Xavier (2002). Iguales aunque diferentes. Hacia unas políticas interculturales y lingüísticas para Bolivia. 4ta edición actualizada. Cuadernos de Investigación 52. La Paz: Ministerio de Educación, UNICEF y CIPCA.

Cuvi Sánchez, María, Susan V. Poats y María Calderón, eds (2006). Descorriendo velos en las Ciencias Sociales. Estudios sobre mujeres y ambiente en el Ecuador. Quito, Ecuador: EcoCiencia y Abya Yala.

Fuglesang, Andreas (1982). About understanding. Ideas and observations on cross cultural communication. Uppsala: Dag Hammarskjold Foundation.

Moran, Emilio F. (1979). Human Adaptability: An introduction to ecological anthropology. California: Duxbury Press.

Paulson, Susan (1998). Desigualdad social y degradación ambiental en América Latina. Quito: Abya Yala y Programa Bosques Arboles y Comunidades Rurales Ecuador del FAO.

Paulson, Susan, Susan V. Poats y María Argüello, eds. (2009). Huellas de género en el mar, el parque y el páramo. Quito: EcoCiencia, Corporación Grupo Randi Randi y Abya Yala.

Poats, Susan V., María Cuvi Sánchez y Adriana Burbano Tzonkowa, eds. (2007). Tejiendo redes entre género y ambiente en los andes. Quito, Ecuador: Corporación Grupo Randi Randi, Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán y Abya Yala.

Poblete Melis, Rolando (2007). Educación intercultural: teorías, políticas y prácticas. La migración peruana en el Chile de hoy. Nuevos escenarios y desafíos para la integración. Documento de investigación, no publicado. Programa de doctorado en ASC, Universidad Autónomo de Barcelona.

Rocheleau, Dianne, Barbara Thomas-Slayter y Esther Wangari, eds. (1996). Feminist Political Ecology: Global Issues and Local Experience. Londres y New York: Routledge.

UNESCO (2009). Investing in cultural diversity and intercultural dialogue. UNESCO World Report. Paris.

Walsh, Catherine (2009). Interculturalidad, estado, Sociedad. Luchas (de) coloniales de nuestra época. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar/Ed. Abya-Yala.

Winick, Charles (1964). Dictionary of Anthropology. New Jersey: Littlefield, Adams and Co.

DO

SS

IER

Dive

rsid

ad c

ultu

ral y

nat

ural cuales se hace énfasis sobre características negativas,

pobreza, o se ridiculizan y menosprecian a ciertos gru-pos sociales. Estas actitudes frenan e impiden la pues-ta en marcha de procesos interculturales. La otra es la ausencia casi total de conocimiento sobre el “otro”; es decir, sobre quienes administran, dominan, abusan, gobiernan o acopian. Son muy escasos los análisis y estudios antropológicos sobre las percepciones y valores de profesionales, técnicos, administradores, vendedores, compradores o adinerados, con respecto a los ecosistemas forestales andinos.

Albó afirma que el ideal de interculturalidad, más que una simple tolerancia, consiste en convivir con quien esdistinto con un mínimo de respeto, aunque, en reali-dad, la meta debería ir más allá: buscar relacionarse de manera positiva y creativa, generar un enriqueci-miento mutuo entre todos los actores, sin perder la identidad cultural de quienes interactúan. Ésta de-bería ser la meta para los equipos a cargo de intercul-turalizar la gestión social de los ecosistemas.

El conocimiento sobre las relaciones entre culturas específicas y su entorno ambiental es una base para elaborar análisis comparativos que llevan al análisis intercultural, pero si se detiene en la fase analítica no llega a ser interculturalidad ni a interculturalizar, por-

que no se involucran directamente actrices y actores en el intercambio de conocimientos culturales sobre dichos ambientes para lograr un mutuo aprendizaje y la producción de nuevos conocimientos culturales que permitan la supervivencia de cada cultura. No da como resultado el empoderamiento o cambio de las estruc-turas de gestión en los más altos niveles ni se abre la posibilidad de participación con mayor incidencia y va-loración en la gobernanza colectiva de esos sistemas.

Para cerrar esta reflexión sobre la interculturalidad, la Antropología y la gestión social de ecosistemas, cito al reciente World Report de UNESCO (Vea recuadro).

Ecuador diversoTrece millones de personas viven en Ecuador, territorio caracterizado por poseer una mega diversidad biológica y cultural. En el país conviven población blanca, mestiza, indígena y afro ecuatoriana. Los pueblos indígenas se asientan en las cuatro regiones geográficas del país. La población afro ecuatoriana se asienta en la provincia de Esmeraldas, en la Costa, y en la provincia de Imbabura, en la Sierra, por efectos de la migración existen también importantes asentamientos afro ecuatorianos en Quito y Guayaquil.

Los territorios que limitan con Colombia han recibido en los últimos años refugiados y desplazados campesinos e indígenas. Debemos considerar que los pueblos awa kwaiker, siona, secoya y shuar se asientan en los dos territorios.

El proceso de reconstitución de la identidad en los pueblos indígenas de los últimos años ha denominado, en términos políticos, a la pertenencia identitaria de las comunidades como “pueblos” y a la pertenencia a una comunidad sociolingüística “Nacionalidad”. (Haboud/Krainer/Yánez 2006).

D O S S I E RDiversidad cultural y natural

Diversidades visibles e invisibles

Foto archivo personal: Verónica SantaféFiesta del solsticio de verano en el Templo de Arte, Pululahua, Ecuador.

Anita Krainer*

* Ph.D. en Sociolingüística. Profesora investigadora de FLACSO-Ecua-dor, [email protected] Lengua de la nacionalidad Waorani, Amazonía ecuatoriana.

Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas 2007

Gonoy 13 1. Nani owoyomo Madani weka nenanipa wena may ne yngi, amaympa aye Godo apenebaymipa wayede beye tomaa nani kegay, tededo, nekoo, manomay impa ante, tomao kete nani yewenmo aye nani tedepamo ante nani ñoño keweñomo aye pemo waoka inga nemaympa.

Waotededo1

Artículo 131. Los pueblos indígenas tienen derecho a revitalizar, utilizar, fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones orales, filosofías, sistemas de escritura y literatura y a atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas y mantenerlos.

Page 7: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 1312

Las zonas de alta diversidad biológica

en muchos casos coinciden con una alta diversidad lingüística

y cultural.

DO

SS

IER

Dive

rsid

ad c

ultu

ral y

nat

ural

2 Para mayor información acerca de los movimientos y organizaciones indígenas, consultar www.codenpe.gov.ec

Diversidad desde la historiaEn la historia colonial muchos pueblos indígenas desaparecieron. Actualmente, los que se encuentran ubicados en la floresta tropical amazónica y del Pacífico están siendo acosados por las empresas transnacionales, lo que afecta sus territorios, sus comunidades, estilos de vida y formas de organización y producción, situación que los coloca en riesgo de extinción.

La incidencia de los pueblos indí-genas en la economía nacional es fundamental. Durante la coloniza-ción española fueron el soporte de la industria textil, de la actividad agro exportadora, de las actividades de extracción del caucho y quina. El mercado interno de alimentos se sustenta básicamente en la produc-ción indígena de la Sierra. A pesar de la incidencia de los pueblos indígenas en la economía nacional han sido invisibilizados y segregados por el Estado.

En este contexto, el proceso de recuperación de la tierra, iniciada en la década de los setenta dinamizó el movimiento indígena, la organización indígena em-pezó a trabajar por reivindicar sus derechos como un interlocutor válido frente al Estado. (Krainer, 2010)

El boom petrolero de los setenta ayudó para que el Es-tado ecuatoriano cumpliera con las demandas de las organizaciones indígenas especialmente en temas re-lacionados al desarrollo rural.

En la década de los ochenta, el movimiento indígena consolidó sus estructuras organizativas, establecien-do relaciones y coordinación entre los pueblos indí-genas del Ecuador en torno al territorio, la educación en lenguas y culturas propias, salud diferenciada y al ejercicio de sus derechos colectivos.

En la década de los noventa, el movimiento indígena centró su accionar en interpelar al Estado sobre los factores estructurales que provocan la pobreza y la exclusión. Iniciándose un proceso, al que se sumaron varios movimientos sociales.

Diversidad natural y culturalLa diversidad natural (biodiversidad) se relaciona con la diversidad lingüística y cultural por el hecho de que las zonas de alta diversidad biológica en muchos casos coinciden con una alta diversidad lingüística y cultural y, lamentablemente, al igual que la diversidad lingüís-tica y cultural también la biodiversidad se considera amenazada. La transposición entre zonas de alta di-versidad biológica y zonas de alta diversidad lingüísti-ca ha llevado a un nuevo concepto llamado “diversidad

biocultural”, argumentando que “una mejor relación futura con la naturaleza se puede realizar basa-da en el reconocimiento y conser-vación de la diversidad humana” (Bolom Ton, 2008: 33). Existe una muy estrecha vinculación entre na-turaleza y humanidad, entre la di-versidad cultural y ambiental y una enorme importancia del conoci-miento tradicional en el manejo de los recursos naturales.2

Walsh (2008) subraya, que des-de la filosofía o cosmovisión in-dígena, la naturaleza es ser vivo (con inteligencia, sentimientos, espiritualidad), y los seres hu-manos son elementos de ella. La naturaleza, tanto en el concepto de “buen vivir” como en el “bien

estar colectivo” de los afrodescendientes, forma parte de las visiones ancestrales enraizadas en la armonía integral entre humanos y naturaleza, una armonía que la sociedad occidentalizada ha perdido. Es fundamen-tal fomentar espacios para reflexionar, analizar y evi-

Foto: Anita KrainerParticipante en el foro “Voces de la diversidad”.

denciar los vínculos y relaciones entre las diferentes diversidades, en especial entre la ecodiversidad, etnodiversidad y logodiversidad (diversidad ambiental, cultural y lingüística). Se deben plantear acciones concretas que podrían y deberían emprenderse tanto desde las políticas públicas como des-de la sociedad, para disminuir las amenazas que afectan a las diver-sidades y fomentar la protección de los recursos naturales, culturales y lingüísticos. Una de las propuestas concretas va dirigida al sector de la educación, que debe ser responsa-ble para formar, educar y sensibili-zar a las generaciones futuras.

Voces de la diversidad:Una iniciativa concreta a favorde las culturas y las lenguasLa Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos de 1996 se basa en el riesgo de que en el siglo XXI pueda desaparecer el 80% de las lenguas que se hablan en el mundo, en este sentido es impor-tante promover actividades educa-tivas y comunicativas para valorar la pluralidad lingüística, sensibilizar a la población sobre la vulnerabilidad de la lenguas y mostrar los ma-teriales e investigaciones realizados por los Estados, organizaciones indígenas, cooperación internacional y ONG´s para propiciar el uso de las lenguas y su revita-lización en la comunidad, escuela y espacios públicos.

En 2008 varias instituciones se asociaron para formar un comité interinstitucional con la finalidad de impulsar la iniciativa que se denominó “Voces de la Diversidad”. La propuesta se desarrolló en noviembre de 2008, al cumplirse el primer aniversario de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y siendo ese año declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) como el Año de la Diversidad Cultural y Lingüística y por las Naciones Unidas como el Año Internacional de los Idiomas. Entonces se lanzó en Quito un ciclo de actividades: conferencias, paneles, talleres, exposiciones.

El objetivo de este ciclo de eventos fue analizar y evi-denciar los vínculos entre las diferentes diversidades, especialmente entre la diversidad lingüística y cultural y la problemática de la pérdida de las mismas, recor-dando que cada lengua es un mundo, y que la desapa-rición de una de ellas -únicas e irrecuperables- conlle-va a la desaparición de conocimientos, formas de vida, universos culturales, entre otros.

De igual manera se buscó visibilizar la diversidad lingüística y cultural del Ecuador y sensibilizar a la socie-dad en la necesidad de comprome-terse conscientemente con ella, no solo a nivel oficial y de educación formal sino en la cotidianidad.

Esta iniciativa es el resultado de un esfuerzo interinstitucional entre la Facultad Latinoamericana de Cien-cias Sociales (FLACSO), sede Ecua-dor, Fondo Internacional de Ayuda a la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, la Universidad de Cuenca, la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (DINEIB), el Ministerio Coordinador de Patrimonio Natural y Cultural, el Ministerio de Educación y Cultura, el Instituto Iberoamericano del Pa-trimonio Natural y Cultural (IPANC) del Convenio Andrés Bello y la Coo-peración Alemana.

Después del lanzamiento, el ciclo de eventos “Voces de la Diversi-dad” estuvo presente en diferentes actividades tanto en Quito como en otras ciudades ubicadas en el inte-rior del país, invitado por el Estado

ecuatoriano, ONGs y Naciones Unidas, entre otras ins-tituciones. El ciclo de evento también tuvo presencia en el ámbito internacional. Así, por ejemplo, en abril de 2009 Voces de la Diversidad participó en un en-cuentro internacional en Alemania, en noviembre de 2009 estuvo presente en La Paz, por invitación del go-bierno de Bolivia, y en junio de 2010 llevó su muestra itinerante a la Universidad de Viena, en Austria, con la proyección de desarrollar actividades similares en países como Perú, México, Colombia y otros.

La Declaración Universal de los

Derechos Lingüísticos de 1996, se basa en el riesgo de que en el siglo XXI pueda

desaparecer el 80% de las lenguas que se hablan en el mundo,

en este sentido es importante promover

actividades educativas y comunicativas para valorar la pluralidad

lingüística.

Referencias bibliográficasKrainer, Anita (2010). “La educación intercultural en Ecuador: logros, desafíos y situación actual”. En: Construyendo Interculturalidad: Pueblos Indígenas, Educación y Políticas de Identidad en América Latina, GTZ-ZIF, Frankfurt, Alemania.

Haboud, Marleen, Anita Krainer y Fernando Yánez (2006). Estado de Situación de Educación Intercultural Bilingüe en Ecuador. Barcelona: Institut Catala de Cooperación Iberoamericana.

Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.Disponible en: http://www.un.org/esa/socdev/unpfii/es/declaration.html

DO

SS

IER

Diversidad cultural y natural

Page 8: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 1514

A C T U A L I D A D

Las lecciones del derrame de Luisianaen voz de dos expertos

Fuente: www.vidamrr.blogspot.com Foto: Gerald Herbert AP

El equipo de la Revista Letras Verdes entrevistó a dos expertos para conocer los impactos sociales, económicos y ambientales tras la explosión de la

plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México, a cargo de la firma British Petroleum (BP) que generó el peor derrame de petróleo en la historia de los EE.UU.

El derrame se registró el pasado 20 de abril y hasta el cierre de esta edición aún no era completamente con-trolado. En la explosión e incendio 11 trabajadores de

la plataforma murieron y otros resultaron heridos. Fo-tografías e información de los medios de prensa mues-tran que hasta ahora el impacto del vertido de crudo en la vida marina ha sido devastador.

La causa del derrame parece haber sido una falla en el dispositivo para evitar explosiones, lo que abrió dudas sobre la operación de BP.

Pero más allá de estos cuestionamientos, el desas-tre del Golfo de México ha llevado a pensar que este es sólo un anticipo de lo que será la era del petróleo degradado, una época caracterizada por la creciente dependencia de fuentes de energía problemáticas o ubicadas en zonas de alta vulnerabilidad ambiental.

Foto aérea de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México, poco después de la explosión.

Entrevista realizada a: Marc Le Calvez y Ernesto de la TorrePor: Jorge Aguilar y Mónica Orozco*

* Jorge Aguilar: Agrónomo, estudiante de la Maestría de Estudios Socioambientales, FLACSO-Ecuador, [email protected]ónica Orozco: Periodista, estudiante de la Maestría de Gobernanza Energética, FLACSO-Ecuador, [email protected]

La dependencia del petróleo alienta su búsquedaen zonas de alto riesgo ambiental

Entrevista a Marc Le Calvez

AC

TU

AL

IDA

D

Foto: Archivo editorial

¿El derrame de petróleo en el Golfo de México es, como ano-tan algunos académicos, sólo un anticipo de lo que será la era del petróleo difícil de con-quistar en alta mar, Alaska o el Ártico?

Este postulado es coherente con la evolución del mercado pe-trolero. Tomando como antece-dente el caso de la plataforma Ixtoc I de Pemex el 3 de junio de 1979, sólo basta con indicar que esta explosión ocurrió a 45 metros bajo el mar, el actual derrame de petróleo de BP en el Golfo de México se encuentra a 1,5 kilómetros de profundidad. La explotación petrolera se reali-za hoy día en zonas donde no se podía explotar hasta hace solo unas décadas. En base a esta evolución y a la dependencia de la comunidad internacional hacia este recurso, es de temer que se repitan este tipo de catástrofes en otras regiones del planeta. A pesar de la importancia del de-rrame en el Golfo de México, otros actores como Brasil confir-maron nuevamente su interés en desarrollar el campo petrolífero de Tupi a 250 kilómetros de la co-sta; esta decisión se enmarca en la política petrolera brasileña que se sustenta en la explotación off shore. Los hechos nos demues-tran que la conciencia en rela-ción con los riesgos de la activi-dad petrolera en zonas geológi-camente sensibles no supone el fin de estas prácticas.

¿Qué ha generado esta bús-queda de petróleo en zonas más riesgosas?

Si bien varios elementos explican la presente situación -evolución de las tecnologías empleadas en aguas profundas, descubrimien-

to de nuevos campos petrolí-feros en alta mar (caso Tupi en Brasil por ej.)- la búsqueda de petróleo en zonas más riesgosas está directamente relacionada con el consumo, es decir, con la dependencia de la comunidad internacional hacia el petróleo.

¿Cuáles son las consecuencias de esta tendencia?

El paradigma de seguridadenergética se centraba en elabastecimiento de hidrocarbu-ros para la comunidad interna-cional, hoy en día nuevos ele-mentos conforman este paradig-ma, en particular la preocupa-ción por el impacto de las ener-gías fósiles en el medio ambiente y el interés por el desarrollo sos-tenible o las fuentes de energía renovables que podrían redefinir la matriz energética internacio-nal. Sin embargo acompaña este proceso, en paralelo, una exten-sión de la “frontera petrolera”. Es imprescindible que se logre un punto de encuentro entre dos categorías de interés: económi-co y ambiental. Hasta el momen-to, cada Estado determina el tipo de explotación petrolera que realiza en su territorio, mientras se podría considerar la creación de un proceso colectivo, multi-lateral, para determinar la per-tinencia de explotar en aguas profundas; es decir, las conver-saciones sobre la suspensión de este tipo de explotación no tienen que limitarse únicamente a un ámbito nacional sino sobre todo internacional.Un primer paso en esta orien-tación podría corresponder a la conformación de una entidad internacional de remediación ambiental que trate catástrofes como la del Golfo de México.

Entrevista 1

Hoja de vida

Profesor asociado en el programa de Estudios Socioambientales de FLACSO-Ecuador. Actualmente es candidato al doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad la Sor-bonne Nouvelle en París y realiza investigaciones sobre el tema ener-gético, en particular en la región latinoamericana.

En base a la dependencia de la comunidad internacio-nal hacia el petróleo, es de temer que se repitan este

tipo de catástrofes en otras regiones del planeta.

Page 9: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 1716

¿Cuáles son las lecciones que deja el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon?

Las circunstancias indican que el riesgo cero no existe en la perforación ni en la explotación de petróleo en condiciones difíciles. El 2 de abril de 2010, el Presidente Barack Obama defendió las explotaciones costa afuera afirmando que las plataformas petroleras actuales no podían causar ningún derrame. Tras la catástrofe en el Golfo de México, revisó su posición declarando la sus-pensión de las futuras perforaciones que contemplaba su administración. ¿Cuánto tiempo durará esta mora-toria? A mediano y a largo plazo las lecciones no han de ser radicales sino que han de orientarse hacia el establecimiento de nuevas exigencias de seguridad y la implementación de controles más estrictos. A pesar de la magnitud del hundimiento de la plataforma Deep Water Horizon, la mayoría de los actores que se benefi-cian de una situación geológica privilegiada en térmi-nos energéticos no consideran poner fin a sus planes de explotación petrolera en aguas profundas.

¿Existe una solución alternativa frente a la búsque-da de petróleo en zonas de más riesgo geológico o con más alto riesgo ambiental y, si la hay, por qué actualmente los países o las empresas no las consi-deran como parte de sus estrategias?

La dependencia de la comunidad internacional hacia el petróleo combinada al componente altamente geo-político que gira alrededor de dicho recurso explican que no haya una sola solución alternativa a la búsque-da frenética de hidrocarburos. No existe ninguna otra fuente de energía susceptible de desplazar al petróleo como primera fuente de energía en la matriz energética mundial actual, la solución debe ser plural y radicar en el desarrollo de múltiples otras fuentes de energía que combinándose puedan competir e ir sustituyendo poco a poco a este recurso no renovable. Enfocándonos en la región andino-amazónica los es-fuerzos de parte de los países productores de petróleo en materia de cambio de matriz energética todavía -se puede decir- son muy limitados.

La vida marina afectada por el derrame del GolfoEntrevista a Ernesto de la Torre

Foto: Archivo editorial

¿Cuán manejables son los de-rrames de crudo en el mar?

Hoy, el manejo sustentable de los recursos naturales exige un trabajo preventivo muy serio. El manejo de los riesgos es un punto que tiene que estar con-siderado en toda la ingeniería de cualquier proyecto petrolero. El punto crítico ocurre cuando no se toman las suficientes pre-visiones de los riesgos, eso se evita con adecuados planes de contingencia. En el caso de Bri-tish Petroleum, al parecer, es un error de operación.

¿Cuándo se podrá remediar completamente el derrame en el Golfo de México?

Eso no es posible, pasarán más de 1 000 años y eso seguirá allí.

¿Tenía BP un plan de contin-gencias de riesgos?

Eso es muy difícil saber. Evi-dentemente esta información está restringida este momento porque los daños son inmensos

y los costos que van a tener que pagar hacen difícil que la infor-mación se transparente.

Los datos sobre cuánto se ha derramado tampoco es clara.

Si es 5 000 o 10 000 barriles es irrelevante. El daño ambiental es inmenso independientemente de la cantidad vertida. El pro-blema crítico de los derrames petroleros en alta mar es que los hidrocarburos que son más den-sos que el agua se van al fondo y son imposibles de manejar. Los hidrocarburos que son más lige-ros que el agua y que se van a la parte exterior se podrán reme-diar y limpiar fácilmente.Recordemos el derrame que ocurrió hace algunos años en Papallacta. Ahí, todavía hay cru-do en el fondo de la laguna.

En cuanto a la remediación, ¿cuál es la solución técnica?

En el caso de Papallacta, la so-lución planteada fue vaciar la la-guna, limpiar piedra por piedra,

Entrevista 2

Hoja de vida

Ingeniero, Máster en Metalurgia Extractiva y Medio Ambiente en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, decano de la Facultad de Ingeniería Química y Agroindustria de la Politécnica Nacional y jefe del Depto. de Metalurgia Extractiva.

AC

TU

AL

IDA

D

La cantidad de oxígeno en el agua de mar es pequeña,

es una cantidad de 8 a 9 miligramos por litro y esa cantidad es la clave

de la vida, solo esos 8 y 9 miligramos por litro son

los que hacen que la fauna marina sobreviva. Pero

cuando hay hidrocarburos disueltos, éstos comienzan a competir con el oxígeno y a destruirlo y eso tiene un

gran impacto en lavida acuática.

hacer un barrido de dos o tres metros de profundidad, sacar ese material, lavarlo con detergentes biodegra-dables, incinerar el desecho y finalmente volver a po-ner las piedras en la laguna. Pero el costo de este pro-ceso era demasiado alto. En el mar eso es impensable.

¿Cómo evalúa usted las técnicas de limpieza aplica-das en el Golfo de México?

Los hidrocarburos que tienen densidad menor que el agua son relativamente fáciles de recuperar. Pero lo que se disolvió o se fue al fondo pasó a ser parte de los materiales disueltos; el problema está en que la canti-dad de oxígeno en el agua de mar es pequeña, es una cantidad de 8 a 9 miligramos por litro y esa cantidad es la clave de la vida, solo esos 8 y 9 miligramos por litro son los que hacen que la fauna marina sobreviva. Pero cuando hay hidrocarburos disueltos, éstos comienzan a competir con el oxígeno y a destruirlo y eso tiene un gran impacto en la vida acuática.

¿Qué tipo de impacto?

Se daña la cadena trófica, el crudo que vaya al fondo del oceano va a afectar los arrecifes de coral, el fitoplancton, el zooplancton que son la cadena alimenticia de muchas especies, pueden acabarse especies o producirse mutaciones relaciona-das con los químicos.

¿Cuáles son los planes de contin-gencia que deben aplicarse para evitar este tipo de eventos?

Están relacionados con los errores de operación. Por ejemplo, si una válvula se rompe, se prevé que otra válvula esté trabajando en paralelo.

¿Cómo se explica una falla de esta naturaleza en una gigante petro-lera como BP?

El manejo ecológico es un problema crítico, no se trata de si son grandes o pequeñas empresas, sino de las normas operativas que un país exige para aprobar una operación.

¿Cómo está el país en materia de prevención de riesgos?

Somos totalmente vulnerables, ven-tajosamente aquí no hay todavía operación en alta mar. Los planes de contingencia son frágiles y eso mostró el derrame de Papallacta, la gente que vive allí puede contar cuánto tiempo demoraron las de-cisiones que debieron tomarse in-

mediatamente. Los planes de contingencia deben ser planes articulados, no de pa-pel; a veces se pone “llamar al jefe de seguridad”, pero ni siquiera se tiene el número telefónico para contactarlo.

¿Por qué en casi cuatro meses de derrame no se ha podido frenar totalmente el vertido de crudo?

Es una estructura que tiene una gran presión y por eso no se puede tapar, BP intentó poner una especie de ca-puchón para luego absorber el crudo hasta una cisterna, pero no funcionó. Es un tema que está asociado a las con-diciones operativas, presión de gas y fluido y que hacen que el crudo no sea fácil de contener. El derrame en el Golfo de México nos lleva a repensar las actividades ex-tractivas petroleras mar afue-ra debido a que la profundi-dad y el agua que le rodea al pozo hacen que la actividad sea mucho más compleja.

Foto: Patrick SemanskyFuente: www.vidamrr.blogspot.com

Crudo de baja densidad derramado en el Golfo, foto tomada el 27 de abril de 2010.

AC

TU

AL

IDA

D

Page 10: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 1918

C R Ó N I C A

Un día de acción por la biodiversidad

Foto: Alejandra Toasa

munidades del pueblo shuar de la zona (cerca de 90 comunidades), que cosechan estas semillas y las lle-van a Bomboiza para el intercambio. Entre las plantas usadas por el pueblo shuar están el piripri, que, según María Angelita Hua “se usa untándolo en el brazo de los bebés para que caminen rápido y engorden, si no se le unta, el niño podría no llegar a caminar”. Otra va-riedad de piripri se usa para la bronquitis de los niños. Existen también plantas rituales que, según la creen-cia shuar, si se tienen en la huerta favorecen la produc-ción. En la exhibición se observaron: escansel, que se usa para tratar infecciones; jengibre, para las hemo-rragias; y cúrcuma, para condimentar los alimentos.

Las semillas de plantas silvestres y domésticas se usan para hacer artesanías, especialmente joyas como

La mujer Shuar, Bomboiza, Ecuador.

Alejandra Toasa*

* Bióloga, estudiante de la Maestría de Estudios Socioambientales, Flacso-Ecuador, [email protected] El ISPEDIBSHA cuenta con el apoyo de la Dirección Nacional de Educa-ción Intercultural Bilingüe (DINEIB) y ha sido reconocido por el CONEA como un instituto de calificación A.

IntroducciónA pesar del proceso de colonización impulsado por el actual modelo de desarrollo, todavía se conservan algunas prácticas tradicionales de los pueblos en su relación con la naturaleza. Este es el caso del pueblo shuar que habita en la Cordillera del Cóndor, en la pro-vincia ecuatoriana de Morona Santiago, un lugar me-gadiverso y con grandes riquezas naturales en cuanto a flora, fauna y recursos minerales. En este esfuerzo por conservar su cultura y naturaleza, el propio pue-blo shuar ha tomado protagonismo en la transmisión de sus conocimientos, a través del Instituto Supe-rior Pedagógico Intercultural Bilingüe Shuar-Achuar(ISPEDIBSHA1), con el apoyo de la Misión Salesiana y la Cooperación Técnica Alemana (GTZ).

Un pueblo generosoPartiendo de Quito, en un viaje de aproximadamente una hora en avión hasta el Aeropuerto de la Toma en Loja y luego de tres horas en auto, se llega a Bomboiza, un pueblo del cantón Gualaquiza, en Morona Santiago, al sur del Ecuador. En este sitio se encuentra el ISPE-DIBSHA, este instituto abrió las puertas a visitantes de varias partes del mundo el 15 y 16 de mayo de 2010, con el fin de dar a conocer las formas tradicionales de vida de los pueblos shuar y achuar.

Al llegar a las instalaciones del ISPEDIBSHA, la prime-ra imagen fue la de un coliseo con un cartel en el que decía: “Feria de saberes y sabores del pueblo Shuar”, luego irrumpió una danza indígena propia de la se-rranía ecuatoriana, más tarde aparecieron varios jóve-nes vestidos con los trajes típicos del pueblo shuar y con sus rostros pintados. Los hombres vestían faldas a rayas y portaban lanzas; las mujeres, en cambio, ex-hibían un largo vestido azul, collares de mullos y ac-cesorios, a modo de tobilleras, de semillas. Alrededor del patio del coliseo se encontraban los stands. Allí, hombres y mujeres shuar mostraban las plantas que este pueblo produce en sus chacras o extrae del bos-que para uso alimenticio, curativo, ritual y ornamental; entre ellas, hierbas, bejucos y árboles.

La feria se lleva a cabo cada año desde hace tres años y su objetivo es el intercambio de semillas entre co-

aretes, pulseras, collares, etc. El achiote se puede en-contrar en nueve variedades y lo utilizan en la alimen-tación, pero se usa sobre todo para colorear la piel de los Shuar, las cerámicas como las ollas que contienen la chicha, y las artesanías; también hay variedades de camote, usado para endulzar la chicha. Entre las plan-tas frutales está el Shimi, que es una fruta pequeña con forma de ovo, de color negro, con una semilla gran-de y poca comida. Esta fruta se come después de ca-lentarla y sacar su corteza, tiene un sabor muy dulce.

Se realizó una premiación como reconocimiento a la variedad de productos, productos en desuso y pro-ductos raros, y tuvo lugar un intercambio general de semillas, plantas y conocimientos que permite renovar el material florístico y sus usos en las comunidades.

A la hora del almuerzo nos esperaba un bufet de comi-da shuar cuya oferta era un ayampaco de pescado (que

consiste en pescado mezclado con trozos de palmito envuelto en hoja de bijao), yuca, palmito y pollo.

Fuera de las instalaciones del ISPEDIBSHA está el Cen-tro Etnobotánico, donde se cultivan las plantas domés-ticas y silvestres utilizadas tradicionalmente por los pueblos shuar y achuar, para la seguridad alimenta-ria de estos pueblos, pues una de las intenciones del Centro Etnobotánico es conservar y restituir el material florístico que se maneja en las Ajas shuar2 de las fa-milias de la región, con énfasis en las plantas de uso medicinal y alimenticio. Al momento, hay 361 especies de plantas colectadas en 29 comunidades de la zona.

De vuelta en las instalaciones del ISPEDIBSHA está el Orquideario. Allí se observa una gran variedad de or-quídeas y bromelias de la zona que se mantienen en un hábitat adaptado para su conservación. El objetivo de este lugar es la concientización sobre la importan-

cio de producción que se conservan prácticamente intactas; esto es, que antes de entrar visitantes y guías shuar debían cumplir con un ritual: tomar chicha de un pilche y después pasar sobre una fogata casi apagada de la que aún se desprende humo, colocada a la en-trada del Aja. Cuatro mujeres y un hombre servían de guías en el recorrido. Una de las mujeres explicaba la importancia de cada planta para el pueblo shuar, otra se encargaba de la limpieza del Aja mientras cantaba en lengua nativa, otra, la dueña del Aja, explicaba la importancia de mantenerla limpia y de cantar durante la limpieza como en la visita3.

La fiesta de despedida organizada por el pueblo shuar incluyó bailes tradicionales, frutas nativas y ayampa-cos servidos sobre mesas alrededor de una fogata, lo que demuestra la generosidad del pueblo shuar y su predisposición a ser conocidos como un pueblo que desea mantener sus costumbres intactas.

cia de estas plantas en el ecosistema, pues sirven de alimento para varias especies de animales y permiten interacciones ecológicas con los agentes polinizado-res. En el caso de las bromelias son plantas que alojan las larvas de diversas especies de ranas y, además, son indicadores biológicos; es decir, su presencia in-dica que un ecosistema es sano.

Lo más interesante es que todas estas instalaciones son manejadas por los estudiantes del ISPEDIBSHA, incluso los más pequeños participan en la administra-ción de los recursos que albergan las instalaciones del centro, de esta manera se garantiza la transmisión y la conservación de los conocimientos tradicionales de los pueblos shuar y achuar. Al día siguiente se realizó una visita a un Aja shuar. Para los visitantes fue una ex-periencia mágica, pues significó observar tradiciones enfocadas a la relación de las personas con su espa-

CR

ÓN

ICA

Foto: Alejandra Toasa Danza tradicional Shuar

2 El Aja shuar es lo que, en el mundo occidental, se conoce como una chacra, (un terreno de producción familiar), el Aja pertenece a una mu-jer, quien se encarga de su cuidado.

3 Para los shuar, las plantas son seres vivos y deben ser cuidadas como bebés en crecimiento, por lo que se les canta para mantenerlas vivas.

Page 11: Letras Verdes No. 07

Camuflaje natural

El mimetismo o camuflaje natural es la habilidad que poseen algu-nos seres vivos para asemejarse a los elementos de su entorno, y ser imperceptibles frente a sus poten-ciales predadores o, a su vez, ayu-dar a los cazadores a conseguir ali-mento sorprendiendo a sus presas cuando las asechan. Un ejemplo de estos mecanismos es la homo-cromía, una forma de ocultación visual en la que toman los colores e incluso la forma y textura del en-torno, así tenemos: los insectos hoja, la mantis de la orquídea, etc.

1. LagartijaFoto: Diego CarrascoDescripción: Una lagartija disimula su pre-sencia al posarse en una hoja del mismo color que su piel, Archidona, Ecuador.

2. RanitaFoto: Héctor PabónDescripción: La piel de esta rana se mime-tiza con las cortezas de los árboles para su protección, Barrancabermeja, Colombia.

3. Casa de hormigasFoto: Alejandra ToasaDescripción: Un grupo de hormigas constru-yen su casa en el tronco de un árbol y así pa-san desapercibidas, Limoncocha, Ecuador.

4. Insecto hojaFoto: Alejandra ToasaDescripción: Un insecto que además de lle-var los colores de su entorno tiene forma de una hoja con lo cual consigue protegerse de sus depredadores, Yanayacu, Ecuador.

5. NidoFoto: Alejandra ToasaDescripción: Un ave protege su nido mimeti-zándose con su entorno, Yanayacu, Ecuador.

6. PajaritoFoto: Alejandra ToasaDescripción: Un ave cazadora que se mezcla con su entorno, Yanayacu, Ecuador.

7. Hojas secasFoto: Alejandra ToasaDescripción: Una rana se asemeja a un par de hojas secas, Limoncocha, Ecuador.

8. RocaFoto: Alejandra ToasaDescripción: Un sapo de color gris sobre una roca, San Vicente, Ecuador.

9. Arbolito que se mueveFoto: Ana GómezDescripción: Una lagartija en el tronco de un árbol, cuyo color se asemeja al de su piel, Chapultepec, México.

10. CamuflashFoto: Ana Gómez Descripción: La estructura de la casa de unas hormigas en la pared de una construc-ción de la ciudad, Chapultepec, México.

11. Caracol de hojasFoto: Diego CarrascoDescripción: Este bicho pequeño, luego de posarse y perforar la hoja, utiliza la fibra de la hoja para ir creando esa casa que lleva encima, Quito, Ecuador.

11

93

Letras Verdes

108

4

2

6

1

5

7

Page 12: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 2322

A N Á L I S I S

Reflexiones sobre territorio e identidadde género en Bolivia

Foto: Camilo CárdenasMujer de pollera en Copacabana, Bolivia.

Ana Rosa López*

* Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social, Máster en Acción Política y Participación Ciudadana, y en Planificación [email protected]

Tierra y territorio están íntimamente vinculados a la población indígena del país y, más profundamente, a la labor de la mujer campesina, puesto que, por lo general, es ella quien debe enfrentarse con dobles y hasta triples jornadas laborales en el campo, a lo que se suma el cuidado de animales, la administración del hogar, la educación y manutención de los hijos cuando el hombre debe salir en busca de mejores condiciones de vida. Lamentablemente, y muy a pesar del enfoque de género y de sus avances en el país, este esfuerzo no se contabiliza en las estadísticas económicas del Estado y, sin embargo, la tierra-mujer no deja de producir nunca. No puede, no debe.

¿De indias a campesinas?La Reforma Agraria de 1952, impulsada por el ahora extinto Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), es uno de los primeros hitos históricos relevantes en cuanto a la problemática agraria, la tenencia de la tierra y la territorialidad en Bolivia.

IntroducciónTierra y territorio se traducen en el espacio vital no sólo de los hombres que siembran y cosechan parcelas, sino también de las mujeres que en la mayoría de los casos se ven forzadas a abandonarlas debido a la pobreza y al olvido o indiferencia del Estado.

ResumenEl presente trabajo analiza la relación entre identidad cultural femenina y el territorio en Bolivia. Se reflexiona sobre la Reforma Agra-ria, la Ley de Participación Popular y el nuevo Estado Plurinacional.

1 Indígena que trabajaba en una finca y estaba obligado a servir al propietario durante una semana, a cambio del permiso que éste le daba para sembrar una fracción de su tierra. (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Disponible en: www.rae.es).

A través de esa revolucionaria medida, el país tuvo que reconocer no sólo la existencia de un territorio nacional prácticamente desconocido en términos de uso y ocupación adecuados de la tierra, un territorio abandonado por el Estado en cuanto a fortalecimiento e impulso agroindustrial y pecuario; sino también la existencia de una población campesina hasta enton-ces recluida en la discriminación y la exclusión social. Los indios dejaron su condición de pongos1 y pasaron a ser llamados campesinos. También se les confirió el título de propiedad de una tierra que debería ha-berles dado la oportunidad de alcanzar un mejor nivel de vida, pero que, en la práctica, los aisló del crecimiento urbano, obligándolos a migrar.

Por otra parte, la Reforma Agra-ria no logró evitar a fondo la concentración de la propiedad de la tierra en unas pocas manos y la formación de oligarquías territoriales y latifundistas, especialmente en el Orien-te boliviano. En este proceso de cambio, la mujer y el enfoque de género -concepto inexistente en aquellos años- no consiguie-ron ningún papel protagónico, ningún reconocimiento social ni político-público. La pobla-ción femenina permaneció en el anonimato durante varias déca-das más; con muy pocas excep-ciones, puede afirmarse que su rol dentro de la historia del país se inició con la recuperación de-mocrática en 1982.

A pesar del nulo reconocimien-to de la presencia y trabajo de la mujer en las luchas por la rei-vindicación de la tierra y el te-rritorio, el género femenino no ha sido pasivo y ha contribuido, desde su obligado silencio, a la recuperación de la tierra como un patrimonio cultural y étnico de los pueblos indígenas, así como a crear una base territo-rial de organizaciones sindi-cales y emprendimientos sociales y económicos -a pequeña escala-, que le han permitido integrarse y hacerse visible. Un ejemplo claro de ello: la creación de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas

Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” a co-mienzos de la década de los ochenta.

Es así que la mujer ha luchado contra la discriminación de género en diferentes ámbitos territoriales. No po-demos olvidarnos, por ejemplo, de las palliris, mujeres mineras que hicieron de los oscuros socavones su pan diario, su espacio vital; de las mujeres cocaleras, que al igual que los hombres defendieron y aún defienden a rajatabla los sembradíos de la hoja milenaria para no perder sus fuentes de trabajo y sus hectáreas que tam-

bién son su territorio de vida; de las mujeres gremialistas, que hacen de las calles su territorio laboral y que es, a la vez, escue-la, comedor, dormitorio y cuarto de juegos de sus hijos.

Si se trata de definir territorio desde un enfoque de género, la mujer boliviana lo ha hecho y lo sigue haciendo con la imagi-nación que le brinda su propio instinto de supervivencia; terri-torio se entiende, así, como el espacio físico y simbólico que le permite a la mujer desenvol-verse como madre de familia y trabajadora a tiempo completo.

Las faldas dela democracia A partir del restablecimiento democrático del país a princi-pios de la década de los ochen-ta, la tierra y el territorio se han consolidado como fuentes de conflictos y enfrentamien-tos a lo largo y ancho del país. Los cruentos enfrentamientos por la tenencia de la tierra en las comunidades indígenas de los Laimes y Cacachacas, en el occidente del país, han teñido de sangre múltiples veces el acontecer nacional y han puesto en evidencia que el enfoque de género no ha alcanzado todavía el nivel práctico de la temática de tierra y territorio, puesto que las mujeres de estas comuni-

dades terminan siendo las víctimas de estos conflic-tos: viudas y huérfanas de territorio y familia.

La invasión de reservas forestales, la contaminación de tierras, la burocrática titulación de tierras o la toma “ilegal” de terrenos por parte de los miembros del ahora conocido Movimiento Sin Tierra son otros ejemplos de los conflictos socioambientales generados a causa del territorio. Detrás de cada uno de

A pesar del nulo reconocimiento de la

presencia y trabajo de la mujer en las luchas por la reivindicación de la tierra y el territorio, el género

femenino no ha sido pasivo y ha contribuido, desde

su obligado silencio, a la recuperación de la tierra

como un patrimonio cultural y étnico de los pueblos

indígenas, así como a crear una base territorial de

organizaciones sindicales y emprendimientos sociales y

económicos.

AN

ÁL

ISIS

Page 13: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador24

estos hechos aparecen las mujeres como las primeras víctimas territoriales; sus necesidades se diluyen en la falta de atención por parte del Estado y se convierten en un conflicto más sin resolver.

El discurso del enfoque de género no alcanza para cubrir las carencias en varios aspectos. Aunque todos los emprendimientos apuntan al “empoderamiento” de las mujeres, sustantivo traducido del inglés “empowerment” -que busca recuperar la autonomía de las mujeres mejorando su acceso a los recursos y a los medios de producción, a la información, educación y capacitación y, sobre todo, propiciando su participación y poder de decisión- las mujeres siguen a la deriva en cuanto a la tenencia de la tierra se refiere.

La Ley boliviana del Servicio Nacional de Reforma Agraria o INRA aprobada en 1996 contiene en su artículo tercero un único parágrafo en el que se señala textualmente: “El Servicio Nacional de Reforma Agraria, en concordancia con el artículo sexto de la Constitución Política del Estado y en cumplimiento a las disposiciones contenidas en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, ratificada por Ley 1100 de 15 de septiembre de 1989, aplicará criterios de equidad en la distribución, administración, tenencia y aprovechamiento de la tierra en favor de la mujer, independientemente de su estado civil”. Sin embargo, la realidad no tiene parágrafos y sigue representando para la mujer campesina una serie de obstáculos y dificultades que le impiden ejercer el derecho de trabajar la tierra para sobrevivir.

Feminización municipalCon el devenir de los diferentes gobiernos democráticos, el enfoque de género se ha cristalizado en una temática transversal evidente y necesaria, tierra y territorio no son la excepción. Por ello, cabe continuar este análisis mencionando las leyes de Participación Popular (1994) y Descentralización Administrativa (1995), dos normas que en su momento se plantearon como revolucionarias y que, sin duda alguna, dieron una nueva fisonomía territorial al país.

A partir de la aprobación e implementación de dichas medidas, el gobierno local se ha convertido en la unidad territorial más importante de la planificación del desarrollo en el país. En términos de género, la participación popular ha dado poder de decisión y de actuación a las mujeres bolivianas, quienes hasta hacía 50 años atrás no contaban ni con el derecho de ser nombradas como campesinas.

La presencia de las mujeres se ha hecho notoria en los municipios, ya no se habla sólo de concejalas o de alcaldesas, se menciona a las mujeres en puestos administrativos y/o directivos claves, en comités de vigilancia, en organizaciones territoriales de base, no solo como representantes de género, sino comunales y políticas. En buenos términos, el municipio -entendido como un territorio administrativo delimitado- le ha dado protagonismo espacial y territorial a la mujer.

Estado plurinacional Como resultado de los últimos acontecimientos políticos y democráticos que ha vivido el país, se ha establecido un nuevo Estado de condición Plurinacional e Integral que debería conferirle a la territorialidad nuevas dimensiones, especialmente en cuanto a la identidad étnico-cultural del territorio y al uso y ocupación solidarios, equitativos y comunitarios de la tierra.

Este escenario es un caudal de desafíos y oportunidades para el enfoque de género en cuanto a tierra y territorio se refiere. El papel territorial de la mujer y su participación activa dentro de la nueva concepción estatal esperan una mayor estimulación y, sobre todo, atención individualizada, con tal de reparar el largo daño que por omisión ha postergado el desarrollo equitativo de una nación cuyas entrañas -no hace falta sustentarlo con teoría- están hechas de mujer.

Foto: Andrés GavilanesLa relación de mujer-territorio se reproduce en otros países. Foto: mujer trabajadora de Chibuleo, Ecuador.

Referencias bibliográficas

▸ Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria. Bolivia, 1996.

▸ Ley de Participación Popular.Bolivia, 1994.

▸ Ley de Descentralización Administrativa.Bolivia, 1995.

AN

ÁL

ISIS

El arlequín de limón:una joya en extinciónPor: Paula Peña

C R Ó N I C A

Page 14: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 2726

‘Estos malignos y pestilentes animales…son detestables por su cuerpo frío, su palidez, esqueleto cartilaginoso, piel desagradable,

aspecto feroz, ojos calculadores, olor irritante, voz chillona, moradas miserables y terrible veneno”. Así describió el naturalista sueco Carl Von Linneo en 1758 a los anfibios (Linneo, citado por Wells, 2007: 1). En la actualidad la reputación de sapos y ranas ha mejorado considerablemente, pero todavía existen aquellos que tienen una idea equivocada de estos animales. Lo que estas personas no saben es que las ranas y sapos son elementos de extrema importancia en los ecosistemas naturales, la medicina y la industria turística.

Los anfibios mantienen el equilibrio trófico, ya que son fuente de alimento de peces, reptiles, aves y mamíferos; y, además, al alimentarse de insectos, los anfibios son importantes controladores de plagas. Por otra parte, los seres humanos hemos podido sacar beneficios de estos pequeños animales. Existen sapos que secretan ciertas sustancias químicas que han sido utilizadas como analgésicos y antibióticos. Los sapos también son utilizados en investigaciones que tratan de encontrar la cura de enfermedades. Al tener la piel sensible actúan como bioindicadores y nos alertan sobre cambios en el ambiente que en algún momento afectarán a todos los seres vivos, incluyendo el ser humano.

Y aunque estos animales son parte esencial de nues-tro planeta, las ranas y sapos de todo el mundo están desapareciendo (IUCN et al., 2009). Son varias las causas que se han propuesto para explicar este fe-nómeno, entre éstas: el cambio climático global, enfermedades, alteración y destrucción del hábitat, contaminantes químicos, especies introducidas, incre-mento en la radiación ultravioleta, lluvia ácida, comer-cio ilegal, o interacciones complejas.

Como en el resto del mundo, las ranas y sapos ecuatorianos también están desapareciendo. Según Santiago Ron y otros investigadores, el 30,5% de los anfibios en el Ecuador se encuentran en alguna categoría de amenaza. En nuestro país viven 479 especies de anfibios, siendo el tercer país con mayor diversidad de anfibios en el mundo y el primero si se considera el número de especies por unidad de superficie (Coloma, 2005). Es preocupante el estado

Los Atelopus representan uno de los grupos más diversos del neotrópico, existen 89 especies formalmente reconocidas, distribuidas desde Costa Rica hasta Bolivia y en Guyana Francesa. Están desde el nivel del mar hasta páramos sobre los 4 500 msnm. Las especies de Atelopus son terrestres y arborícolas, diurnas, de movimientos lentos, a menudo coloridas, y viven cerca de riachuelos y ríos.

En 2003, investigadores del Museo de Zoología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), lo-calizaron una población silvestre de una nueva especie de Atelopus en la provincia de Morona Santiago, en las orillas del río Napinaza en el suroriente ecuatoriano. Se determinó la importancia de realizar estudios eco-lógicos en esta especie, con el objetivo de establecer

por el que atraviesan las ranas en nuestro país, ya que el 40% de las especies ecuatorianas son endémicas y si se extinguen se perderán para siempre.

Uno de los ejemplos más dramáticos de pérdida debiodiversidad en el mundo son las ranas arlequín o jambatos, del género Atelopus. Especies de ranas arle-quín han declinado en todos los hábitat y altitudes en los que se distribuyen (La Marca et al, 2005).

De acuerdo con La Marca, el 81% de las especies de Atelopus atraviesan procesos de declive. En el Ecua-dor, existen 21 especies de Atelopus formalmente descritas; de ellas, por lo menos 16 sufren procesos de declive. La mayor parte de las declinaciones deAtelopus se han dado en hábitats no alterados. Una de las causas más importantes para este tipo de de-clinaciones parece ser la quitridiomicosis; esta es una enfermedad infecciosa causada por el hongo quítrido Batrachochytrium dendrobatidis (Pessier et al., 1999)1.

1 Hay varias corrientes de pensamiento acerca de la quitridiomicosis, enfermedad infecciosa causada por el hongo quítrido. Una señala que el hongo no estaba antes en ciertos lugares y que, cuando llega, acaba con todo. Otra, en cambio, anota que el hongo siempre estuvo y que el cambio de clima hace que los sapos sean más sensibles a éste.

CR

ÓN

ICA

programas de conservación que se aplicarán en el futuro.

Esta nueva especie, conocida como arlequín de limón, es una rana negra con franjas amari-llas, esta coloración advierte la producción de sustancias tóxicas desagradables para las especies depredadoras.

El arlequín de limón también es llamado wampucrum que quiere decir “ranita colorida muy venenosa” en shuar.

Cuando son adultos los machos miden cerca de 33 milímetros (mm) y las hembras 44 mm. Se encuentran activos durante el día, se los puede observar caminando cerca de ríos y ri-achuelos o escondidos entre grietas y raíces; lugares en don-de consiguen su alimento que consiste principalmente en hor-migas y pequeños escarabajos. La actividad de estos pequeños anfibios es influida por la hu-medad, a menudo son más ac-tivos después de lluvias suaves.

Los machos de esta especie de-fienden territorios en las orillas del río y llaman la atención de las hembras con fuertes cantos y con señales que realizan con sus coloridas extremidades. La mayor parte de ranas y sapos se co-munican únicamente mediante cantos, pero las ranas arlequín, que viven cerca de ruidosos ríos, mueven sus coloridas patas para llamar la atención de las hembras y para proteger su territorio.

En época reproductiva las hembras bajan de las la-deras hacia el río, el macho abraza a la hembra y per-manecen juntos días o semanas hasta que la hembra encuentra un lugar ideal para poner los huevos. Estos cientos de huevos se desarrollan y se convierten en renacuajos que después de algunas semanas se con-vertirán en pequeñas ranitas arlequín.

La población de la rana arlequín de limón del Río Napi-naza se encuentra fuertemente amenazada por varios factores, y es necesario tomar medidas urgentes para evitar su desaparición. Esta especie está distribuida en zonas ganaderas o agrícolas.

Desde hace algún tiempo los bosques donde viven estas ranas han sido destruidos para convertirlos en terrenos agrícolas. Además, en la población se han encontrado algunos individuos enfermos y parece que la quitridiomicosis es un factor que está afectando a esta población, pese a su importancia para el equlibrio ecosistémico. Científicos de la Pontificia Universidad

Católica del Ecuador han estu-diado esta especie durante va-rios años. El resultado de estas investigaciones ha sido que el número de individuos ha dismi-nuido considerablemente, en el año 2010 queda menos del 10% de la población que vivía en la zona en el año 2005.

Es preocupante el estado en el que se encuentra la población de la rana arlequín de limón ubicada en el río Napinaza, y es por eso que se han establecido varios programas para tratar de conservar esta especie.

Así, se está tratando de con-servar los bosques en los que viven, también en el Centro de Investigación y Conservación de Anfibios (CICA), en la Universi-dad Católica, se estableció un programa de manejo ex situ en el que se mantienen machos y hembras de Atelopus con el fin de reproducirlos. Es posible que en un futuro se los pueda rein-troducir, si los factores que los amenazan disminuyen.

Referencias bibliográficasColoma, L. A (2005). Anfibios de Ecuador. Quito, Ecuador: Museo de Zoología, PUCE. Disponible en: <http://www.puce.edu.ec/zoologia/vertebrados/amphibiawebec/anfibiosecuador/index.html (Visitado en 2007)

IUCN, Conservation International y Nature Serve (2009) Global Amphibian Assessment. Disponible en: <www.globalamphibians.org

La Marca E., et al. (2005). Catastrophic population declines and extinctions in neotropical harlequin frogs (Bufonidae: Atelopus). Biotropica 37: 190–201.

Linnaeus, C. 1758. Systema naturae. (10ma ed.) Suiza: Uppsala.

Lötters, S. (1996). The neotropical toad genus Atelopus, Colonia, Alemania: Checklist-Biology-Distribution. M. Vences & F. Glaw Verlags.

Pessier, A. P., et al. (1999). “Cutaneous chytridiomycosis in poison dart frogs (Dendrobates spp.) and white´s tree frogs (Litoria caerulea)”. Journal of Veterinary Diagnostic Investigation, 11: 194–199.

Ron, S. R., et al. (2008). Lista Roja de los Anfibios de Ecuador. Quito, Ecuador: Museo de Zoología, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Disponible en: <http:www.puce.edu.ec/zoologia/sron/roja/

Wells, Kentwood D. 2007. The Ecology and Behavior of Amphibians. Chicago: The Chicago University Press.

El número de ranas arlequín ha disminuido

considerablemente, en el año 2010 queda menos del 10% de la población

que vivía en la zona en el año 2005. Es preocupante

el estado en el que se encuentra la población de esta especie del río

Napinaza, y es por eso que se han establecido varios programas para tratar de conservar esta especie.

CR

ÓN

ICA

Foto: Diego AcostaArlequín de limón (atelopus sp).

Sobre la autora: Paula Peña es bióloga de la Pontificia Universidad Católica. En la actua-lidad realiza un estudio poblacional de dos especies de ranas arlequín con el fin de de-terminar las amenazas que enfrentan. [email protected]

Foto de la página 25: Diego Acosta

Page 15: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 2928

I N V E S T I G A C I Ó N

La cogobernanza en el borde del Estado:las apuestas del proceso organizativo awá en el Ecuador

Foto: Juan Pineda

IntroducciónLos procesos organizativos de los pueblos indígenas y las apuestas por la autonomía, las alianzas, la legitimidad de sus representantes e instituciones y la transformación de sus condiciones de vida se desenvuelven en panoramas complejos, llenos de contradicciones y de matices, de pragmatismos y obstáculos y también llenos de esperanza.

El territorio awá está en la frontera norte del Ecuador, entre Carchi, Esmeraldas e Imbabura, y es una de las zonas de mayor diversidad mundial3 y donde también convergen territorios afro ecuatorianos, proyectos de monocultivos de palma de aceite, empresas extractivas (legales e ilegales) e incluso, eventualmente, grupos armados al margen de la ley (Naizot y Pineda, 2009).

Esta investigación toma como entrada teórica el paradigma de la gobernanza, que permite tener una visión de conjunto a la vez que identifica ejes de

Un niño awá talla su arco de palma de Chonta. Comuninadad Palmira de Toctomí, territorio awá ecuatoriano.

Juan Pineda*

* Máster en Estudios Socioambientales en FLACSO-Ecuador. Asistente de Investigación en el Programa de Estudios Socioambientales. [email protected] El tema fue analizado por el autor en su trabajo de Tesis de Maestría en FLACSO-Ecuador.2 La FCAE (Federación de Centros Awá del Ecuador) es la institución que representa a los awá frente al Estado y otras etnias. Impulsa proyectos de desarrollo y uso sustentable de recursos.

3 Hot Spot del corredor Darién-Chocó http://www.biodiversityhot-spots.org/xp/hotspots/Pages/default.aspx y http://www.ithaca.edu/faculty/rborgella/environment/biodiversity_hotspot.pdf

ResumenEl presente trabajo es una síntesis de la in-vestigación sobre el sistema de gobernanza en el territorio awá del Ecuador.1 Las princi-pales conclusiones giran en torno a las ca-racterísticas de la dinámica participativa, los conflictos, los enfoques de la cooperación en la zona, la ausencia del Estado y el impacto que estos factores tienen en la legitimidad de la FCAE2, en el uso, regulación y conservación del territorio y en la consolidación de un sis-tema de gobernanza ambiental.

análisis claves como interacciones entre los actores, legitimidad, participación y autonomía. El paradigma de la gobernanza, en su perspectiva analítica4, enfatiza en las interacciones de gobierno (entre el Estado, la sociedad civil, el mercado) y busca entenderlas incluso en ausencia del Estado, o en los contextos donde las instituciones estatales casi no llegan, pero donde los actores locales interactúan y establecen acuerdos para gobernar y administrar sus territorios.

Actualmente, en el paradigma de la gobernanza existen algunas propuestas analíticas de las interacciones, de las cuales resaltan tres. Por un lado Crozier et al. (1975) y Camou (2001) proponen analizar el equilibrio entre las demandas sociales y el procesamiento de éstas por parte del Estado. Por su parte, Fung (2006) plantea el análisis de la participación como factor que configura la legitimidad, la eficiencia y la justicia de un sistema de gobernanza. Finalmente Kooiman (2005) analiza los modos de la gobernanza según la distribución del poder entre el Estado y los actores sociales. En este sentido, distingue tres modos principales: en el modo de la gobernanza jerárquica el poder está concentrado en el Estado; en la cogobernanza, el poder está compartido entre el Estado y los actores; y en la auto gobernanza los actores concentran el poder y son autónomos en la mayoría de sus decisiones y acciones.

El proceso organizativo awá: una síntesisEl pueblo awá del Ecuador actualmente tiene ya tres décadas de haber iniciado su proceso organizativo en

el cual se pueden distinguir ciertas etapas de carácter diverso que resumiré a continuación. Una primera etapa está marcada por el inicio del proceso organi-zativo en la década de los ochenta y por la lucha que se dio en torno a la apropiación legal del territorio y a la conformación de una federación de comunidades, a posteriori la FCAE. Si bien, se debe reconocer el “im-pulso” inicial de Jaime Levy5 a este proceso organi-zativo, la apropiación del territorio fue un “proyecto

Foto: Juan Pineda

Foto: Juan Pineda

La cotidianidad de una familia awá en la comunidad de Palmita de Toctomí, territorio awá ecuatoriano.

Territorio awá del Ecuador. Comunidad de la Union, Carchi. Al fondo se observa el río Mira, atravezando el territorio y rumbo a Colombia.

4 Existe otra perspectiva de enfoque prescriptivo que ha derivado en nociones de “buena” gobernanza asumiendo estándares universales de evaluación como aquellos propuestos por el Banco Mundial y reto-madas por USAID.

INV

ES

TIG

AC

IÓN

5 Miembro del Cuerpo de Paz en aquel entonces.Posteriormente fue director de la UTEPA (Unidad Técnica del Plan Awá, programa de la Cancillería ecuatoriana) y actualmente es director de la Fundación Altrópico.

Page 16: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 3130

político” que cohesionó los intereses de la gran mayoría de comunidades y líderes awá de aquel entonces. Desde el inicio se crearon espacios de interacción entre las diferentes comunidades y la FCAE, como las asambleas semestrales. La asamblea es la máxima autori-dad territorial y es el canal de participación mediante el cual las bases comunitarias inciden y regulan el accionar de la FCAE y direccionan el proceso organi-zativo en general.

Una segunda etapa de este pro-ceso, con una mayor duración, estuvo marcada tanto por las alianzas con ONGs de coopera-ción y conservación, como por la implementación de proyec-tos. Sobresale el proyecto CAI-MAN6 financiado por USAID, con intervención en varias áre-as de Ecuador y con una dura-ción en territorio awá de cinco años. CAIMAN fue la “sombri-lla” de varios subproyectos, la mayoría de ellos enfocados en la conservación del territorio y en lograr un uso sostenible de algunos recursos renovables. La FCAE y algunas comunidades recibieron apoyo sustancial en capacitación técnica en siste-mas de información geográfica, realización de planes de manejo, inventarios biológi-cos, forestería, entre otras cosas. Durante esta etapa también se registraron algunos conflictos (inducidos por empresas madereras) que alteraron los ecosiste-mas y el “equilibrio político” al deslegitimar a la FCAE frente a sus bases comunitarias.

En una tercera etapa se han dado cuatro iniciativas importantes en el territorio. Por un lado, desde 2007 se lleva a cabo otro proyecto importante denominado Gestión Integrada de Territorios Indígenas, ejecutado por WCS y financiado por USAID. Por otro lado, se ha generado un conflicto entre la FCAE y algunas comuni-dades a raíz de la alianza de dichas comunidades con una empresa minera para construir una carretera para la explotación de oro, desobedeciendo los mandatos de la FCAE. También, desde el 2008 se ha consolidado un nuevo espacio de participación denominado Conse-jo de Gobierno Ampliado que reúne cada dos meses a

los presidentes comunitarios, la FCAE y algunos cooperantes. El último evento es la iniciativa de articulación con el proceso awá de Colombia y la realización de dos congresos binacionales.

Las complejas relacionesen el territorio awáUn análisis del sistema de go-bernanza en el territorio awá im-plica poner la atención en las re-laciones entre las comunidades y la organización FCAE y entre la FCAE y las ONGs de apoyo. Este análisis se hace especialmente a la luz de la participación, los conflictos, la legitimidad y la au-sencia del Estado ecuatoriano.

Durante la segunda etapa del proceso organizativo awá en que la presencia de las ONGs de cooperación fue mayor, la rela-ción de la FCAE y dichas ONGs se hizo bastante cercana hasta el punto que la FCAE empezó a adoptar el modelo de gobernan-za propuesto por las ONGs.

El objetivo no es hacer juicios de valor al respecto, sino más bien indicar las consecuencias que esta adopción implica. Para muchas ONGs, la gobernanza se enmarca en las nociones de “buena” gobernanza. Dentro de

esta línea, la consolidación y evaluación de un sistema de gobernanza pasarían por procesos generales a to-dos los contextos, y de la misma forma, los proyectos se asumirían como mecanismos eficaces para consoli-dar los procesos organizativos.

La prioridad que tienen los proyectos para las ONGs también ha pasado a ser prioridad para la FCAE. Durante la segunda etapa del proceso organizativo, la FCAE tuvo una orientación “hacia afuera”, consideran-do a los proyectos como una herramienta suficiente para administrar y “gobernar” el territorio.

En esta fase se implementaron varios proyectos que no interesaron a las comunidades como la reserva de la vida, o que no lograron articular los intereses políticos y crear compromisos firmes por parte de las comuni-dades, como por ejemplo los proyectos de aprovecha-miento forestal o de creación de planes de manejo de las comunidades. Cuando aparecieron conflictos por el uso y administración de los recursos, el liderazgo político de la FCAE empezó a ser cuestionado por las mismas comunidades federadas.

A pesar de los conflictos que convergen en la zona y presionan al territorio y al proceso organizativo, los awá del Ecuador han

podido mantenerse en pie y le apuestan, cada vez de forma más enfática, a la unidad de toda su etnia, re-articulándose

con sus hermanos colombianos para proteger

el territorio de proyectos como la minería y la

palmicultura que “asechan” permanentemente sus

recursos y amenazan sus modos de vida.

6 Conservación en áreas Indígenas Manejadas. cfhttp://spanish.ecuador.usembassy.gov/latest_embassy_news/press-release/pr_012407.html

INV

ES

TIG

AC

IÓN

Por otro lado, los espacios de participación, en especial la asamblea, presentan deficiencias dados los tipos de comunicación que se generan. El poder de las comunidades ha quedado reducido a un poder de veto o aprobación de propuestas/proyectos elaboradas por la FCAE y las ONGs de cooperación, mientras que la elaboración participativa de propuestas, con modos comunicativos de mutua receptividad7, no es una dinámica que ocurra en las asambleas o los consejos de gobierno ampliado. Los bajos niveles de escolaridad y los altos índices de pobreza en la zona como resultado de la ausencia del Estado tienen también una incidencia directa en este problema.

La dificultad que ha tenido la FCAE en frenar los conflictos por intereses extractivos y en consolidar propuestas de planificación del uso de los recursos, refleja ciertos límites en la legitimidad de la FCAE frente a sus comunidades. A pesar de todo, la FCAE aún es vista como una institución legítima e importante para la defensa territorial frente a otras etnias y el Estado.

La consolidación de un sistema de cogobernanza estable en el territorio ha sido el propósito del proceso organizativo; no obstante, la ausencia del Estado y las diferencias de poder entre los actores que convergen en el territorio, hacen difícil pensar en la cogobernanza. La estabilidad de la gobernanza debe estar respaldada por el Estado, que no solamente podría brindar una garantía para la institucionalización de los acuerdos y compromisos, sino también garantizar la horizontalidad de las relaciones entre actores cuando las diferencias de poder son grandes.

Finalmente, es importante resaltar que a pesar de los múltiples conflictos que convergen en la zona y

presionan el territorio y el proceso organizativo, los awá del Ecuador han podido mantenerse en pie y le apuestan, cada vez de forma más enfática, a la unidad de toda su etnia, re-articulándose con sus hermanos colombianos para proteger el territorio de los proyectos extractivos y productivos como la minería y la palmicultura que “asechan” permanentemente sus recursos y amenazan sus modos de vida. Si bien en algunos casos ciertas comunidades “sucumben” ante las presiones externas y toman medidas “desesperadas” para transformar sus condiciones de vida (alianzas con empresas a cambio de carreteras o plantas eléctricas), el proceso organizativo como un todo se mantiene firme y sigue su ruta buscando la mejor forma de defender el territorio y garantizar la permanencia indefinida del pueblo awá.

Foto: Juan PinedaUn niño awá juega en el trapiche de madera. Comunidad Palmira de Toctomi, territorio awá ecuatoriano.

Referencias bibliográficasCamou, Antonio (2001). “Estudio preliminar”. En: Los desafíos de la gobernabilidad, Antonio Camou (ed.): Pp.15-58. Ciudad de México, México: FLACSO-IISUNAM

Crozier, Michel, Samuel Huntington, Joji Watanuki (1975). The Crisis of Democracy. Report on the Governability of Democracies to the Trilateral Commission. New York, USA: New York University Press.

Fung, Archon (2006). “Varieties of Participation in Complex Governance”. Public Administration Review, December 2006, Special Issue: 66-75.

Kooiman, Jan (2005). “Gobernar en gobernanza”. En: La gobernanza hoy: 10 textos de referencia. Agustí Cerrillo (Trad.): Instituciones y Desarrollo Nº 16: 57-82.

Naizot, Anne-Lise y Juan Pineda (2009). Estudio de impacto social de las amenazas territoriales en los centros Guadualito y Balsareño, territorio awá. Ibarra, Ecuador: FCAE.

7 cf. Fung (2006)

INV

ES

TIG

AC

IÓN

Page 17: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 3332

E N S A Y O

Pensar la naturaleza:la naturaleza para “nosotros” y para los “otros”

Foto: Municipio de Orellana

pueblo, los demás y la realidad del mundo social y na-tural, estableciendo la frontera entre el propio ser y los otros. La cosmovisión de un pueblo supone la elabora-ción colectiva de representaciones e interpretaciones también sobre la naturaleza, esto determina prácticas sociales que regulan los comportamientos individua-les y colectivos frente al entorno natural. La clasifica-ción de plantas y animales es un aspecto más de la objetivación social de la naturaleza, proceso por el cual cada grupo elige ciertos elementos del ambiente y determina diferentes modos de relacionarse con él.

La cultura es la primera construcción que orienta los procesos de adaptación del ser humano frente a su entorno, dotando de significado a los

elementos de su medio ambiente1. En sentido general, podemos comprender a la cultura como una creación simbólica específicamente humana, que permite trascender la herencia biológica.

El humano encuentra respuestas culturales a sus ne-cesidades, a las contingencias del medio que se en-cuentran “culturalmente modeladas” (Guerrero Arias, 2002:46). Cada grupo construye, define y selecciona determinadas prácticas y representaciones sobre su

Comunidad Nantip

Regina Ricco*

* Estudiante de la Maestría de Estudios Socioambientales, Flacso-Ecuador, [email protected] Cada grupo resuelve tensiones medioambientales para garantizar su reproducción y permanencia (Guerrero Arias, 2002:40). Esto supone concebir a la cultura como un proceso adaptativo desencadenado por el conocimiento simbólico. Sin embargo, la visión adaptativa de la cultura supone ciertas restricciones. Las representaciones, interpreta-ciones y prácticas no siempre son adaptaciones. La cultura es arbitra-ria, de otro modo, el humano queda reducido a un animal instintivo, esclavo de las restricciones del medio ambiente. La concepción adap-tativa nos limita para comprender prácticas que, por ejemplo, dañan el ecosistema, desde las prácticas “ecocidas capitalistas” hasta compor-tamientos depredatorios de diferentes pueblos indígenas.

ResumenMientras que la separación occidental natu-raleza/cultura convierte a la primera en obje-to de exploración al definirla negativamente como parte de la realidad que existe inde-pendientemente de lo humano, para otros pueblos supone un conjunto de interacciones donde el hombre es un elemento más.

La frontera entre “naturaleza y cultura”, siempre ha sido ob-jeto de reflexión. Este binomio fue abordado de diversas ma-neras a lo largo de la historia y ha sido mistificada en todas las culturas. La relación hombre y naturaleza expresa tensión, es una relación conflictiva que se resuelve por diferentes medios y construcciones, por ejemplo, el relato mítico (Eliade, 1999:33).

En la cosmología occidental la naturaleza es definida ne-gativamente como esa parte ordenada de la realidad que existe independientemente de la acción humana. Muchos pue-blos permanecen indiferentes a esta división, ya que atribuyen a las entidades que nosotros llamamos “naturales” ciertas características de la vida social, “animales, plantas (…) poseen un alma es decir una intencio-nalidad subjetiva, (…) muchos pueblos no se entienden nece-sariamente enfrentados a la na-turaleza” ni siquiera como algo diferenciado, sino como parte de ella: lo humano, la biodiver-sidad, los climas, lo espiritual y otros (Descola, 2001:30).

Esta oposición que define la cultura como todo lo que no es naturaleza siempre constituyó parte de las narrativas sobre la cultura en Ciencias Sociales, que, al igual que la natu-raleza, se construyó en oposición a otros referentes, sobre todo desde el discurso científico. La distinción entre ciencias de la naturaleza y cultura, la división de método y objeto entre ciencias, es un proceso que se desarrolla desde el Siglo XIX y no ha dejado de profun-dizarse. Esta temática reaparece en la actualidad en la Antropología como preocupación central, esta discipli-na ha hecho de esta frontera una parte constitutiva y central de sus preocupaciones. Según Descola, siem-pre se ha buscado privilegiar “una u otra vertiente de la oposición polar: o bien la naturaleza determinaba la cultura, o bien la cultura daba un sentido a la naturale-za” (Descola, 2001:29).

Para algunos académicos, las interacciones huma-nas con su medio “constituyen el fundamento de las prácticas sociales y la explicación de lo social” (Ri-val, 2004:97). Ingold (1993 en Rival, 2004: 97,99), por ejemplo, analiza las interacciones concretas donde lo humano y lo no humano, configuran “un único mundo

social”. En tanto, Bloch (1992 en Rival, 2004: 97) menciona que los elementos naturales funcionan como metáfora de lo social. Estos trabajos académi-cos sostienen que en las socie-dades cazadoras, recolectoras y horticultoras los elementos na-turales y los humanos “consti-tuyen un mismo ámbito social”. No obstante, la presencia o au-sencia del “esquema dualista” es cuestionado desde las mis-mas filas de la Antropología, no solo para pensar nuestra sociedad sino “otras”. Descola menciona que estos sistemas no son hegemónicos; pero sí dominantes, aunque cada uno de ellos convive con la expre-sión discreta de los otros (Descola, 2001:49).

La idea de que en las socie-dades tradicionales el ser hu-mano se concibe como parte de la naturaleza y establece una relación armoniosa con ésta es puesta en jaque en innumera-bles casos donde por diferentes factores, por ejemplo la pre-sión por recursos, contradice la imagen del “buen salvaje” ami-gable con su medio. Rival dis-cute la “concepción dualista” y propone comenzar a pensar la naturaleza no como metáforas de las categorías sociales, ni ver

la acción y percepción de la relación humano - natura-leza como un “reflejo de la sociedad” (Rival, 2004:97). Ilustra esto cuando analiza la percepción del creci-miento en los Huaorani (ver recuadro).

Descola menciona cuatro grandes tipos de ontologías, “sistemas de propiedades de los seres existentes, que sirven de punto de anclaje a formas cosmológi-cas, modelos de vínculo social y teorías de la alteridad (…) que permitiría describir, clasificar y hacer inteligi-ble las relaciones que los humanos mantienen entreellos y con los no humanos” (Descola, 2001:35). Estos son: a) La concepción occidental de la naturaleza, la mirada “naturalista”, producto de varias tradiciones intelectuales que confluyen en la suposición de que la naturaleza existe independientemente del sujeto. El mundo de la naturaleza es diferente del mundo huma-no, el orden humano es todo lo que el orden material no es. En términos antropológicos podemos caracte-rizar a esta concepción como “antropocéntrica”. Al respecto, Descola menciona que “el naturalismo crea

EN

SA

YO

En la cosmología occidental la naturaleza es definida

negativamente como esa parte ordenada de la realidad que existe

independientemente de la acción humana...Pero para algunos académicos, las

interacciones humanas con su medio “constituyen el

fundamento de las prácticas sociales y la explicación

de lo social”. Así, analizan las interacciones concretas

donde lo humano y lo no humano, configuran “un

único mundo social”.

Page 18: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 3534

un dominio ontológico específico, un lugar de orden y necesidad donde nada ocurre sin razón o una causa ya sea originada en dios o inmanente en el tejido del mundo, (…) es nuestro propio modo de identificación y permea tanto nuestro sentido común como nuestra práctica científica” (Descola, 2001:109). b) La “visión animista” supone que la subjetividad de la natura-leza es igual a la humana, pero habita en una esfera propia de existencia. El hombre es un orden más en el universo, comparte el alma con otros órdenes, pero no la materia. Los elementos de la naturaleza tienen similares conflictos frente a los del ser humano. c) La “concepción totemista” señala que no existe división con la naturaleza, la cual es una esfera más del mun-do social. Los hombres y mujeres se dividen en clanes que se identifican y comparten la identidad con el te-rritorio, plantas, animales y otros elementos del orden natural. d) En la “concepción analógica” existe la idea del “alter ego” que habita en otro ser, que puede ser un animal, una planta, un sitio. Lo que supone co-nexiones con diferentes esferas de la realidad, diver-sos órdenes y mundos (entre ellos, el natural) que no se ven, pero que se manifiestan en la vida humana.

El modo en que los grupos humanos piensan esta relación es diverso y complejo, la forma en que se piensa y se vive la naturaleza sufre profundas transformaciones. Cultura y naturaleza son construcciones dinámicas expuestas a una realidad en cambio constante. Comprender cómo los grupos se relacionan simbólica y materialmente con su medio permite entender por qué en algunos casos se entienden a la tierra, los animales, las plantas y los hombres como parientes y, en otros, se piensa la naturaleza exclusivamente en término de territorios y recursos al servicio del hombre.

EN

SA

YO

Referencias bibliográficasDescola Philipe (2001). Antropología de la Naturaleza. Lima: IFEA.

Eliade Mircea (1999). Historia de las creencias y las ideas religiosas. Madrid: Alianza Editorial.

Guerrero Arias (2002). La cultura: estrategias conceptuales para entender la identidad, la diversidad, la alteridad y la diferencia. Quito: Abya Yala.

Rival Laura, (2004). El crecimiento de las familias y de los árboles: la percepción del bosque en los Huaorani, en Tierra Adentro, Territorio Indígena y Percepción del entorno, Alexandre Surrallés y Pedro García Fierro, editores. Copyright: Los autores y Grupo Internacional sobre Asuntos Indígenas (IWGIA).

2 Expresión que popularizó Bird- David, quien sostiene que los caza-dores recolectores consideran a su medio ambiente como donante y su economía, basan su distribución y relaciones de propiedad en función del don (Rival,2004:115).

E N S A Y O

La agonía del Puyango:agua, minería y contaminación

Foto: Cristina Paredes

este material se pone en contacto con factores climáti-cos (lluvia, viento) se da origen a los llamados drenajes ácidos de roca. Estos productos pueden parar en las cuencas de los ríos o se lixivia hacia las capas freáti-cas, contaminando fuentes subterráneas de agua.

En los procesos de concentración de metales se em-plean reactivos potencialmente tóxicos que incluyen: mercurio, cianuro, sulfuros, sulfatos, cinc, entre otros. Estos son mezclados con agua y materiales previa-mente molidos que contienen los metales (mena). Las reacciones químicas separan los metales de los mate-

Sobre la relación entre la minería y el aguaExiste una relación compleja entre el agua y la activi-dad minera, especialmente con la minería metálica, pues requiere de grandes cantidades de agua para la obtención de los metales deseados. El líquido que se usa en estos procesos puede ser reutilizada, tratada o vertida a los causes naturales sin tratamiento alguno. La contaminación del agua de los ríos abarca grandes extensiones, ya que los elementos contaminantes se distribuyen a lo largo de la cuenca.

Durante el proceso de exploración, especialmente de yacimientos secundarios, se dragan lechos de ríos, se alteran sus cursos y se levantan sedimentos que pue-den contener metales pesados (plomo, cromo, cadmio, entre otros), estos alteran la calidad inicial del agua.

El proceso de explotación de metales a cielo abierto o subterráneo requiere remover toneladas de rocas que posteriormente se depositan en escombreras. Cuando

Contaminación del Puyango por residuos de extracción minera,al sur de Ecuador.

Martha Guerra y David Zaldumbide*

* Martha Guerra: ingeniera Agroforestal, estudiante de la Maestría en Estudios Socioambientales, FLACSO-Ecuador, [email protected] Zaldumbide: economista, Maestría en Estudios Socioambien-tales, FLACSO-Ecuador, [email protected]

ResumenLa actividad minera en Zaruma y Portovelo ha causado impactos negativos tanto en los eco-sistemas como en la salud de las personas. Los impactos visibles en la cuenca del Río Puyango se relacionan con las formas de pro-ducción y la ausencia del Estado ecuatoriano en el control de las actividades desarrolladas desde fines del siglo XIX en esta región.

Page 19: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 3736

Referencias bibliográficasAME (2009). Municipio de Portovelo. Disponible en:http://www.ame.gov.ec/frontEnd/municipios/mainMunicipios.php?idMunicipios=204&idSeccion=124821 (Visitado enero de 2010)

Asamblea Constituyente (2008). Constitución del Ecuador. Registro Oficial N.- 449 del 20 de octubre del 2008.

Chacón, Juan. (1986). Historia de la Minería en Cuenca. Cuenca: Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Cuenca.

DIGESA (2006). Evaluación de resultados de metales pesados del monitoreo del río Puyango – Tumbes y tributarios, efectuados por los sectores públicos del Perú y Ecuador, desde el año 2001 hasta marzo del 2006. Disponible en: www.digesa.sld.pe/pw_deepa/pdf/4233-2008.pdf (Visitado enero 26 de 2010).

DIGESA (2008). Evaluación de resultados físico - químico y microbiológico del monitoreo de las aguas del Rio Puyango – Tumbes y tributarios, efectuados por los sectores públicos del Perú y Ecuador, del año 2007 hasta julio de 2008. Disponible en: www.digesa.sld.pe/pw_deepa/pdf/Inf_1729_Rpuyango.pdf (Visitado enero 26 2010).

Encalada, Marco (Ed) (1991). Potencial Impacto ambiental de las industrias en el Ecuador. Quito: Fundación Natura

Fernández Caliani, J.C. (2003). Aspectos geoquímicos y mineralógicos del drenaje ácido de minas. En: Mineralogía Aplicada, Galán, E. (Ed.), Síntesis, Madrid, p. 251-265.

Folchi, Mauricio (2003). El beneficio del cobre por ‘vía húmeda’ y su impacto en el medio ambiente: Chile, 1904-1990. Simposio de Historia Ambiental Americana. Santiago: Universidad de Chile, Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: http://www.historiaecologica.cl/rmineria2.PDF (Visitado en octubre de 2009).

IDRC (2003). “Minería contaminación y salud en Ecuador”. Salud enfoque ecosistémico 12. Disponible en: www.digesa.sld.pe/pw_deepa/pdf/4233-2008.pdf (Visitado en enero 26 de 2010).

Sandoval, Fabián (2001). La pequeña minería en el Ecuador. IIDE, WBCSD. Disponible en: http://www.iied.org/pubs/pdfs/G00721.pdf

PRODEMINCA (2000). Monitoreo Ambiental de las áreas mineras en el sur del Ecuador. Quito: Ministerio de Energía y Minas del Ecuador.

riales inertes produciendo lodos o relaves que en algu-nos casos se almacenan en construcciones realizadas para el caso o son conducidos a las cuencas de ríos o al mar. (Encalada, 1991; Fernández, 2003; Folchi, 2003).

Hay que resaltar que los impactos ambientales de la minería pueden ser diferenciados, dependiendo de la tecnología, el clima, la geografía o el tipo de extrac-ción. La mitigación de impactos ambientales de una mina en un bosque húmedo tropical amerita de un tipo de tecnología diferente al de una mina en un desierto.

Sobre la contaminaciónen la cuenca del Río PuyangoLas actividades mineras de Zaruma y Portovelo se desarrollan en la parte alta de la cuenca del río Puyan-go, a orillas de los ríos La Calera y Amarillo. La explota-ción minera utiliza el agua como un recurso, pero tam-bién como un sumidero. Esto último trajo problemas para todo lo que rodea a las instalaciones mineras.

Las fuentes de contaminación están ampliamente di-fundidas a lo largo de los ríos tributarios de la cuenca. Así, en el río La Calera se asienta la gran actividad de procesamiento mineral, en el río Amarillo están mi-nas en desuso e instalaciones abandonadas, y en las zonas montañosas de ambos ríos se encuentra gran cantidad de plantas pequeñas. (PRODEMINCA, 1999: 100). De hecho, en el 2008 se determinó que existen 22 fuentes de contaminantes relacionadas con la ac-tividad minera en la zona, además de dos puntos de vertimiento de aguas residuales y la presencia de un botadero de residuos sólidos. (DIGESA, 2008: 15-17).

Los impactos de la actividad minera en zonas fluviales deben ser entendidos en el ciclo estacional de los ríos; es decir, en época seca y lluviosa. En las mediciones hechas a lo largo de la cuenca, en varios épocas del año, entre 1996 (PRODEMINCA, 1999) y 2008 (DIGE-SA, 2006; 2008) se determina la presencia de plomo, cobre, cromo, mercurio, arsénico, cadmio y coliformes termotolerantes, en aguas superficiales y sedimentos, en niveles mayores a los permitidos para el consumo humano. (DIGESA, 2008: 17-18). Estos resultados son congruentes entre todos los estudios efectuados en la zona por instituciones como el Ministerio de Energía y Minas del Ecuador (2006), la Fundación Salud Ambien-te y Desarrollo (1999 y 2003) y la Organización Interna-cional de Energía Atómica. (DIGESA, 2006).

En época lluviosa, las fuertes corrientes permiten que los metales se diluyan más rápidamente y los sólidos se depositen a mayor distancia, mientras que en el periodo seco ocurre lo contrario. La zona que muestra peores mediciones y, por lo tanto, peores condiciones ambientales, es la ubicada en la intersección de los ríos La Calera y Amarillo. (PRODEMINCA, 1999: 110).

En amplias zonas de la cuenca de río Puyango las aguas se han vuelto hostiles. “En extensos tramos del río, la

calidad del agua y de los sedimentos es tal que se ha erradicado toda forma de vida superior […]”. (PRODE-MINCA, 1999: 100). En la parte superior de la cuenca se han encontrado hasta 13 especies de fauna acuáti-ca invertebrada, mientras que como confirmación de la contaminación, en la confluencia del río La Calera con el río Amarillo la fauna es inexistente, además de mostrarse un incremento en la incorporación de meta-les en la biota río abajo. (PRODEMINCA, 1999: 113). El mercurio es un ejemplo de este hecho porque se bio-acumula: se concentra a medida que organismos con-taminados, ascienden en la cadena trófica; de tal for-ma que un pescado grande atrapado río abajo puede contener mercurio. En Portovelo y Zaruma, donde los moradores observan un río agonizante y desolado, la población no utiliza sus aguas más que como cloaca. Mientras que los moradores de zonas bajas dependen en gran medida de la generosidad diezmada del río, y paradójicamente, dichas personas necesitan más del río en la estación seca, justo cuando las aguas tienen los peores niveles de contaminación. (IDRC, 2003: 3).

En 1998, el fenómeno de El Niño permitió observar un hecho interesante. Las fuertes inundaciones causadas en ese año removieron los sedimentos y prácticamente descontaminaron la cuenca del río Puyango. (PRODE-MINCA, 1999: 110), pero luego las actividades mineras continuaron. “El efecto de limpieza del fenómeno de El Niño ilustra cómo al limitar las descargas de las ac-tividades mineras significativamente, se puede lograr una rehabilitación parcial de la cuenca de Puyango, en pocos años”. (PRODEMINCA, 1999: 100). Incluso, luego de las inundaciones se halló nuevamente fauna en las zonas en las que existía antes mayor contaminación (PRODEMINCA, 1999: 113), pero la vida no duró mucho.

Este recorrido por las diferentes modalidades de la ex-plotación minera en Zaruma y Portovelo, muestra que el Estado ecuatoriano no ha controlado esta actividad y que como resultado de ello, la cuenca del río Puyango está contaminada y la población ha sido afectada. Los antecedentes de esta contaminación se remontan un siglo atrás. ¿Qué se puede esperar de la nueva política de explotación minera a gran escala?, por lo menos, se debería asegurar la recuperación de los pasivos am-bientales creados, justicia para empezar nuevas for-mas de contaminación responsables.

Foto: Cristina ParedesContaminación del río Puyango producto de la explotación minera, al sur de Ecuador.

EN

SA

YO

EN

SA

YO

Page 20: Letras Verdes No. 07

Letras Verdes Letras Verdes

Programa de Estudios Socioambientales - FLACSO sede Ecuador No.7 > Septiembre de 2010 3938

A G E N D A A M B I E N T A L

• The GREEN Expo 2010 Del 28 al 30 de septiembre de 2010 en México.Más información: www.thegreenexpo.com.mx

• Cumbre Climática de Cancún organizada por las Naciones Unidas - COP16Del 29 de noviembre al 10 de diciembre de 2010 en la ciudad de Cancún, MéxicoMás información: www.cumbrescambioclimatico.org

• XIV Congreso Sociedad Mesoamericana para la Biología de la ConservaciónDel 8 al 12 de noviembre de 2010 en San José, Costa RicaMás información: www.congresosmbc2010.net

• I Congreso Latinoamericano (IV Argentino) de Conservación de la BiodiversidadDel 22 al 26 de noviembre de 2010 en San Miguel de Tucumán, ArgentinaMás información: http://www.biodiversidad2010.com.ar

• XII Congreso Internacional: Desarrollo Local en un mundo global y Cuarto Simposio: La cuestión ambiental y el desarrollo local: Las Agendas Locales 21 – Eumed.neDel 3 al 22 de diciembre de 2010, modalidad virtualMás información: [email protected] [email protected]

• Un debate sobre biodiversidad En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, el pasado 19 de mayo se realizó en FLACSO-Ecuador el foro Biodiversidad y Bienestar Humano en Quito, Ecuador. Organizaron el evento: FLACSO-Ecuador, su programa de Estudios Socioambientales, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM).En este encuentro participaron Anita Krainer, FLACSO; Max Lascano, Programa Socio Bosque; Emilio Orbe, Junta Parroquial de Chical, y otros expertos en la temática.

• Un foro sobre turismo en Áreas ProtegidasEn el marco de actividades del proyecto WCS-FLACSO, en marzo de 2010 se realizó el foro Ecoturismo y Turismo Comunitario, en la ciudad de Francisco de Orellana, Ecuador. Como resultado de esta actividad, surgió la idea y la necesidad de hacer un evento alrededor de esta temática en Quito. Así fue como el pasado 1 de junio se llevó a cabo en FLACSO el foro Turismo y Áreas Protegidas, ¿Una opción viable y compatible? El foro generó una serie de reflexiones y preguntas en torno varios temas como la función del turismo como motor de desarrollo local, la capacidad del turismo (especialmente de las empresas) para auto regular sus impactos, las dimensiones de la sostenibilidad en el tema del turismo, etc.

• Foro: “Diversidad y Derechos de la Naturaleza”A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, el Ministerio del Ambiente del Ecuador y el Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, realizaron el 3 de junio en el Hemiciclo de la FLACSO, un intercambio sobre diversidad y los derechos de la naturaleza vistos desde la nueva Constitución ecuatoriana.

• FLACSO organizó el foro Desarrollo, Identidad y PueblosDel 7 al 9 de julio se realizó el Congreso Desarrollo, Identidad y Pueblos Indígenas en la FLACSO. En el encuentro se trataron temas como: etnicidad y desarrollo, pluralismo jurídico, derecho de los pueblos indígenas, etc. Participaron: Pablo Palenzuela, Universidad de Sevilla; Pierre Beaucage, Universidad de Montreal; Nina Pacari, magistrada de la Corte Constitucional del Ecuador y otros.

• Un foro sobre la reserva YasuníEl pasado 11 de junio se realizó en Francisco de Orellana, Ecuador, el foro Educación Ambiental en el Ámbito de la Reserva de Biósfera del Yasuní, organizado por FLACSO, Wildlife Conservation Society (WCS) y el Comité de Gestión de la Reserva de Biósfera del Yasuní. Entre los ponentes se contó con la participación de representantes de UNESCO, el Gobierno Municipal Francisco de Orellana, Gobierno Autónomo Provincial de Orellana, el Programa de Educación Ambiental Marino Costero (PEAMCO) y WCS, quienes enfatizaron sobre la importancia de la educación ambiental.

• Encuentro sobre ambiente y culturaCon motivo de la celebración de un año más de provincialización de Chimborazo, el Consejo Provincial de Chimborazo, FLACSO Sede Ecuador, el Programa Regional BioAndes de Ecociencia y el Grupo de Trabajo en Páramos del Ecuador –GTP, realizaron el foro Ambiente y Cultura. El encuentro, que tuvo lugar en Riobamba el pasado 15 de junio, trató temas relacionados con la interculturalidad, la revalorización cultural, el diálogo de saberes, la sensibilización ambiental e intercultural en centros educativos y se compartieron experiencias de Ecuador, Perú y Bolivia. Las conferencias temáticas estuvieron a cargo de los ponentes Mario Ruales, del Ministerio Coordinador de Patrimonio Natural y Cultural; Anita Krainer, de FLACSO-Ecuador; Ursula Groten de BioAndes/Ecociencia, entre otros.

• La Selva de PapelEl pasado 22 de julio en FLACSO-Ecuador se presentó el libro La Selva de papel, ITT y Políticas de Protección a los pueblos no contactados. Intervinieron en esta iniciativa: Milagros Aguirre, Fundación Alejandro Labaka; Fander Falconí, coordinador del Doctorado en Economía del Desarrollo de FLACSO-Ecuador, y el periodista Franklin Vega.

• Un taller binacional sobre desarrollo sostenibleEl 22 y 23 de julio de 2010 se realizó el Segundo Taller Binacional Colombia y Ecuador: Vecinos y Socios en el Desarrollo Sostenible. Organizaron el encuentro: FLACSO-Ecuador, sus programas Estudios de la Ciudad y Estudios Socioambientales y Fundación Natura Regional. En el encuentro se analizaron los avances de la agenda colombo-ecuatoriana en materia de desarrollo sostenible. Participaron: Ricardo Montenegro, encargado de Negocios de Colombia en Ecuador; Socorro Ramírez, Universidad Nacional de Colombia; Sandra Garcés, María Fernanda Mora y Juan Pineda, programa Estudios Socioambientales de FLACSO, entre otros.

• Foro de educación, salud e interculturalidad en FLACSODel 26 al 28 de agosto pasado se hizo el seminario internacional Educación, Salud e Interculturalidad. El encuentro fue organizado por FLACSO-Ecuador, su programa en Estudios Socioambientales, la ONG Espacios Libres Pro Salud, el Colegio Pachamama y la Embajada de Suiza. Entre los temas abordados estuvieron: salud ambiental, educación ambiental e intercultural, aprendizaje sano e interactivo y el aprendizaje cooperativo. Participaron Anita Krainer, de FLACSO; Veronique Gorris, del Colegio Pachamama; Rudolf Buehlmann, sicólogo; y otros.

E V E N T O S

UCUMAMAYAYA I, Patrimoniogenómico y saberes locales de pueblos y nacionalidades del Ecuador

Autor: Pablo Morales MalesAño de publicación: 2008

Este libro es una compilación de va-rias ponencias llevadas a cabo en el marco del conversatorio Patrimo-nio Genético y Saberes Locales del Ecuador, en mayo del 2007. El texto busca construir un espacio de de-bate bajo la perspectiva de la defen-sa de los pueblos de Sudamérica, que se encuentran en un estado de “indefensión”, por falta de normati-vas y de mecanismos tecnológicos y científicos efectivos para la biopro-tección del patrimonio genómico y de los saberes locales.

Ecuador, el país de la mayor me-gadiversidad del planeta en com-paración con su extensión, ha sido visitado por científicos de diversas épocas, quienes descubrieron en este espacio las respuestas a dile-mas importantes para la ciencia. Esto también se han hecho en otros países y territorios ancestrales.

Las investigaciones han beneficiado a la humanidad, pero los países pro-pietarios de la riqueza no han recibi-do una retribución. Tampoco cuen-tan con la posibilidad de demanda debido a sólidos monopolios que coartan el poder de las instituciones responsables. Se hace necesario concientizar acerca de la pérdida de la biodiversidad para establecer una defensa soberana.

Disponible en Abya Yala y Librería FLACSO Ecuador.

R E S E Ñ A D E L I B R O S

Conflictos étnicos y etnonaciona-lismos en las Américas:Reportes de Investigación

Autora: Natividad Gutiérrez ChongAño de publicación: 2009

Se trata de una publicación hecha por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y Abya Yala, cuyo ante-cedente es la discusión y el debate generados en el panel Viejos y Nue-vos Nacionalismos, realizado en el marco del Primer Congreso de Ética y Filosofía Política, en la Universi-dad de Alcalá de Henares, España, en septiembre de 2002.

Este libro ofrece un conjunto de ca-sos sobre la particularidad del con-flicto étnico en las Américas que no es separatista ni involucra injeren-cia armada a gran escala, pero es violento, numeroso y frecuente. En todos estos casos se encuentra una confluencia de actores y diversos in-tereses. La conflictividad étnica ata-ñe a la situación de los migrantes triques de la mixteca oaxaqueña, conflictos interétnicos entre comu-nidades huicholes en la frontera sur de Durango y otomíes de Hidalgo, masacres genocidas y conflictos agrarios en distintas partes de Mé-xico y Guatemala, desplazamientos forzosos en Colombia, formas de reivindicación autonómica de indí-genas mapuches del sur de Chile, activismo político internacional por la conservación del Ártico, profesio-nales mayas e indígenas con múlti-ples identidades étnicas en el espa-cio urbano de la ciudad de México.

Disponible en Abya Yala y Librería FLACSO Ecuador.

Fortalecimiento de Organizacio-nes Indígenas en América Latina:Construyendo Interculturalidad:Pueblos Indígenas, Educación y Polí-ticas de Identidad en América Latina

Autores: Dra. Juliana Ströbele-Gregor,Dr. Olaf Kaltmeier, Dra. Cornelia Giebeler.Año de publicación: 2010

Este libro explora la importancia y el impacto de la Educación Intercul-tural Bilingüe (EIB) para el reconoci-miento de la pluralidad étnica y la multiculturalidad en las sociedades latinoamericanas con presencia de pueblos indígenas.

El libro se divide en cuatro sec-ciones; la primera sección discute la relevancia social y política de la Edu-cación Intercultural Bilingüe. La se-gunda se enfoca en las perspectivas poscoloniales y el concepto de la in-terculturalidad. La tercera sección, se exploran las diferentes prácticas de la educación intercultural bilin-güe en diversos ámbitos regionales. Finalmente, la cuarta sección ofrece propuestas y perspectivas para polí-ticas educativas en el Siglo XXI. Ani-ta Krainer describe el desarrollo de la educación intercultural en Ecua-dor y analiza los logros y desafíos, enfocando la situación actual con el gobierno de Rafael Correa. Wal-ter Gutiérrez explica los cambios en la Educación Intercultural Bilingüe bajo el gobierno de Evo Morales, y pone de relieve que urge una desco-lonización de la educación.

Disponible en: htttp://www.gtz.de/de/weltweit/lateinamerika-karibik/regionale-themen/27671-htm

Page 21: Letras Verdes No. 07