Libertades de la comunicacion según el Tribunal de Estrasburgo (Freixes Sanjuán)

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    EL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS Y LAS LIBERTADESDE LA COMUNICACIN

    Teresa Freixes SanjunCatedrtica de Derecho ConstitucionalPresidenta del Instituto Europeo de Derecho

    Trabajo publicado en la Revista de Derecho Comunitario Europeo n 15, 2003.

    SUMARIO:

    I- EL CARCTER INTEGRADOR DE LA LIBERTAD DE EXPRESIN.

    II - LOS CONTENIDOS DE LA COMUNICACIN EN LA JURISPRUDENCIA DELTRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS1.- El presupuesto: La libertad de expresin como fundamento de las sociedadesdemocrticas.2.- Las garantas: La necesidad de justificar los lmites y el respeto del secreto profesional.:El test de los lmites. El secreto profesional de los informadores.3.- Los lmites sustantivos: La pertenencia a las fuerzas armadas o a los cuerpos de polica.Los secretos oficiales y las informaciones confidenciales. La proteccin de la moral. Elorden y la seguridad pblica. La garanta de la autoridad e imparcialidad del poder judicial.La proteccin del honor. La proteccin de los derechos ajenos en la publicidad comercial.El respeto a las creencias religiosas. La condicin de funcionario pblico. La prohibicinde manifestaciones racistas. La proteccin de la propia imagen.III - LOS SOPORTES TCNICOS DE LA COMUNICACIN EN LAJURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS1.- El presupuesto: El rgimen de autorizacin previa en los medios audiovisuales.2.- Las manifestaciones: El mbito de la libertad de antena. La libre circulacin de loslibros sin consideracin de fronteras. El derecho a la creacin de medios de comunicaciny las restricciones a los monopolios. El derecho a la permanencia de los medios decomunicacin sin injerencias de las autoridades.

    I - EL CARCTER INTEGRADOR DE LA LIBERTAD DE EXPRESINCuando se trata de realizar un acercamiento a los problemas jurdicos relacionados con laslibertades de la comunicacin hay que tener en cuenta dos elementos: Por una parte, elcontenido de la comunicacin, es decir, el mensaje. Por otra, los soportes tcnicos quepermiten la difusin de esos contenidos, es decir, los medios de comunicacin.

    El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) cuenta con una importante doctrina,tanto sobre el contenido de la comunicacin como en relacin con los soportes tcnicos, yaque ambos componentes se encuentran insertos en el art. 10 del Convenio Europeo deDerechos Humanos (CEDH), bajo el rtulo genrico de la libertad de expresin.

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    El Art. 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos1, fundamento de la jurisprudenciadel Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre las libertades de la comunicacin, tienepor objeto la proteccin de la libertad de expresin y de la libertad de informacin sininjerencias de las autoridades y sin consideracin de fronteras. Sin embargo, el propio art.10 CEDH permite el establecimiento de ciertos lmites a estas libertades, los cuales han de

    estar previstos por la ley, adems de constituir medidas necesarias en una sociedaddemocrtica para la seguridad nacional, la integridad territorial, la defensa del orden, laprevencin del delito, la proteccin de la salud o de la moral, la proteccin de la reputacino de los derechos ajenos, impedir la divulgacin de las informaciones confidenciales o paragarantizar la autoridad y la imparcialidad del poder judicial. Adems, en este art. 10 CEDHtambin se constata la posibilidad de que los Estados puedan someter a las empresas deradiodifusin, cinematografa y televisin, a un rgimen de autorizacin previa. Con elloconstatamos rpidamente que este art. 10 contiene una regulacin normativa de complejaestructura jurdica, puesto que reconoce derechos, posibilita lmites e instaura garantas.

    Cuando el TEDH aplica el art. 10 del Convenio, en el que se incluye dentro de la libertad

    de expresin tanto la libertad de opinin como la libertad de recibir o comunicarinformaciones o ideas, no utiliza los trminos libertad de expresin y derecho a lainformacin en forma indistinta sino que considera que, atendiendo al contenido del primerprrafo del art. 10 CEDH, la libertad de expresin comprende tanto la libertad de opinincomo la libertad de informacin. As en el Asunto "Sunday Times" contra el Reino Unido2,tras sealar que la libertad de expresin es uno de los pilares fundamentales de lassociedades democrticas aade que "a esta funcin de comunicacin se aade el derechodel pblico de recibirla", derivando del derecho del pblico a recibir informacin lalibertad del comunicador para emitirla. De este modo, al separar conceptualmente lostrminos libertad de expresin y derecho a la informacin, si bien englobando el segundoen el primero, el TEDH incide en se debe distinguir cuidadosamente entre "hechos" y"juicios de valor": En el Asunto Lingens contra Austria3 constata que "Mientras que larealidad de los primeros puede probarse, los segundos no son susceptibles de prueba" y

    1 Artculo 10 CEDH. Libertad de expresin.1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresin. Este derecho comprende la libertad de opinin

    y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia deautoridades pblicas y sin consideracin de fronteras. El presente artculo no impide que los Estadossometan a las empresas de radiodifusin, de cinematografa o de televisin a un rgimen deautorizacin previa.

    2. El ejercicio de estas libertades, que entraan deberes y responsabilidades, podr ser sometido aciertas formalidades, condiciones, restricciones o sanciones, previstas por la ley, que constituyan

    medidas necesarias, en una sociedad democrtica, para la seguridad nacional, la integridad territorialo la seguridad pblica, la defensa del orden y la prevencin del delito, la proteccin de la salud o dela moral, la proteccin de la reputacin o de los derechos de terceros, para impedir la divulgacin deinformaciones confidenciales o para garantizar la autoridad y la imparcialidad del poder judicial.

    2 STEDH de 26 de abril de 1979. Fue objeto de un segundo pronunciamiento sobre la aplicacin del art.50 CEDH (relativo a la concesin de una satisfaccin equitativa) de fecha 6 de noviembre de 1980. Apartir de estas sentencias cambi la regulacin del "comptent of court". Hay que sealar que lassentencias analizadas en este trabajo comprenden las emitidas por el TEDH sobre el art. 10 CEDH hastafinales del ao 2001.3 STEDH de 8 de julio de 1986. A partir de esta sentencia los tribunales austracos aplican el CdigoPenal teniendo en cuenta la doctrina del TEDH. Advertimos que los comentarios acerca de los efectosproducidos a nivel interno por las sentencias del TEDH son los apreciados expresamente por el Comit deMinistros del Consejo de Europa y publicados por este rgano bajo el rtulo "Incidentes des arrts ou des

    affaires 1959-1998. La pgina web oficial del Tribunal Europeo de Derechos Humanos contiene laversin ntegra de estas incidencias. Asimismo indicamos que, cuando no incorporamos comentarioalguno sobre tales efectos, es debido a que no constan en las verificaciones del Comit de Ministros.

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    constituyen meras ideas u opiniones. Esta jurisprudencia es reiterada en numerosos casoscomo en el Asunto Oberschlick contra Austria4 y el Asunto Schwabe contra Austria5.Adems, la libertad de expresin, "no se aplica solamente a las "informaciones" o ideasque se reciben favorablemente o se consideran inocuas o indiferentes, sino tambin a lasque ofenden, hieren o molestan" (Asuntos Lingens, Castells contra Espaa6 y Open Door

    y Dublin Well Woman contra Irlanda7

    ) porque as lo exigen el pluralismo y la mentalidadamplia propios de una sociedad democrtica.

    Por otra parte, aadiremos que el TEDH entiende los soportes tcnicos a travs de loscuales se difunden los contenidos en forma amplia, como as lo demuestra el hecho de queen el Asunto Mller y otros contra Suiza8y otros realice esta reflexin al incluir dentro dela libertad de expresin las "informaciones e ideas de forma artstica"; que, en los AsuntosBarthold contra Alemania9, Casado Coca contra Espaa10, "Marktintern" Verlag GmbHy Klaus Beermann contra Alemania y Jacubowsky contra Dinamarca11, incluya lapublicidad comercial en el mbito de la libertad de expresin e informacin; y que en losAsuntos Groppera Radio y otros contra Suiza12, Autronic AG contra Suiza13 y

    Informationsverein Lentia y otros contra Austria14, incluyera la denominada libertad deantena en el mbito de la libertad de expresin. Adems, el TEDH tambin incluye dentrodel mbito del art. 10 CEDH la cinematografa (Asunto Wingrove contra el Reino Unido15y Asunto Otto-Premminger contra Austria16), la propaganda poltica (Asunto Piermontcontra Francia17) y el derecho a crear medios de comunicacin (Asunto Radio ABC contraAustria18).

    De este modo, para el TEDH la libertad de expresin tiene un carcter integrador queincluye diversos mbitos, presentado un contenido muy vasto y diversas manifestaciones:opiniones, informaciones, crtica poltica e ideolgica en sentido amplio, manifestacionesartsticas y publicidad comercial. Y ello mediante todo tipo de soportes tcnicos, segn losdistintos medios de comunicacin como la prensa, radio, televisin, cinematografa, vdeo,obra artstica, fotografa y redes informticas. El contenido del mensaje y los soportestcnicos que lo transmiten son objeto, pues, de las sentencias de este Tribunal, que los vaincorporando a su doctrina conforme los avances tcnicos y las costumbres sociales vancreando nuevas acepciones y mtodos para la transmisin de todo tipo de contenidos.

    4 STEDH de 23 de mayo de 1991. El Tribunal Supremo austraco adapt la interpretacin del delito dedifamacin a los criterios que se exponen en esta sentencia.5 STEDH de 28 de agosto de 1992.6 STEDH de 23 de abril de 1992. La "exceptio veritatis" es admitida en relacion con las injurias afuncionarios pblicos en ejercicio de sus cargos a partir de esta sentencia.7

    STEDH de 29 de octubre de 1992. Mediante una reforma constitucional y, posteriormente, la adopcinde una ley, en Irlanda se puede obtener informacin sobre la interrupcin del embarazo en el extranjero.8 STEDH de 24 de mayo de 1988.9 STEDH de 25 de marzo de 1985.10 STEDH de 24 de febrero de 1994.11 STEDH de 23 de junio de 1994.12 STEDH de 28 de marzo de 199013 STEDH de 22 de mayo de 1990. Suiza cambi las ordenanzas federales como consecuencia de estasentencia permitiendo la captacin de emisoras extranjeras mediante el uso de antenas parablicas.14 STEDH de 24 de noviembre de 1993. Austria liberaliz la radiodifusin local y regional tras uncomplicado proceso que comprendi varias sentencias de la Corte Constitucional y las correspondientesreformas legislativas.15 STEDH de 25 de noviembre de 1996.16

    STEDH de 20 de setiembre de 1994.17 STEDH de 27 de abril de 1995.18 STEDH de 20 de octubre de 1997.

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    II - LOS CONTENIDOS DE LA COMUNICACIN EN LA JURISPRUDENCIADEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS

    1.- EL PRESUPUESTO: LA LIBERTAD DE EXPRESIN COMOFUNDAMENTO DE LAS SOCIEDADES DEMOCRTICAS

    Una gran parte de la argumentacin del TEDH en torno a la libertad de expresin, alconferirle el amplio carcter integrador que hemos verificado, se realiza alrededor de laconstatacin de que la libertad de expresin constituye uno de los pilares fundamentales dela democracia. Desde la sentencia en el Asunto Handyside contra el Reino Unido19, elTEDH, tras afirmar que "su funcin supervisora impone el Tribunal prestar una atencinextrema a los principios propios de una sociedad democrtica", ha dejado sentado que "Lalibertad de expresin constituye uno de los fundamentos esenciales de tal sociedad, una delas condiciones primordiales para su progreso y para el desarrollo de los hombres". A

    partir de esta sentencia, cada vez que el TEDH ha tenido que aplicar el art. 10 CEDH, lareferencia a la libertad de expresin como fundamento de la democracia ha sido constante.

    As, desde esta perspectiva, el TEDH confiere a la libertad de expresin la connotacin degaranta de la circulacin de las informaciones que, en una sociedad democrtica,constituyen la base de la accin poltica y proporcionan a los ciudadanos las informacionesnecesarias para la creacin de una opinin pblica libre. Ejemplos de esta funcingarantista de la libertad de expresin los podemos constatar en el Asunto Castells sobre lalibertad de expresin de los parlamentarios como representantes electos de la poblacin, enel Asunto Bowman contra el Reino Unido20 en relacin con la propaganda electoral y en elAsunto Piermont, relativo a la libertad de expresin de los candidatos en las elecciones.

    Por otra parte, la configuracin de la libertad de expresin como fundamento de lademocracia, segn el TEDH, obliga a proteger la fuente de las informaciones y,subsiguientemente, el secreto profesional de los periodistas, puesto que sin esta proteccinsobre las fuentes la libertad de informacin quedara completamente desfigurada (AsuntoGoodwin contra el Reino Unido21).

    Sin embargo, pese a tan rotundas afirmaciones, el TEDH ha considerado que el art. 10CEDH no impone obligaciones positivas a los estados en el Asunto Guerra y otros contraItalia22. En este asunto se dilucidaba si exista un derecho a la informacin por parte de los

    ciudadanos sobre el riesgo de una catstrofe medioambiental. El TEDH, reafirmando queel art. 10 CEDH prohbe que los gobiernos puedan impdir la recepcin de lasinformaciones, declara que la libertad de informacin no se puede entender comoimponiendo a un estado obligaciones positivas de bsqueda y difusin "motu propio" (sic.)de las informaciones.

    19 STEDH de 7 de setiembre de 1976.20 STEDH de 19 de febrero de 1998.21

    STEDH de 27 de marzo de 1996. Los tribunales britnicos tienen en cuenta la doctrina de estasentencia en relacin con el secreto profesional de los informadores.22 STEDH de 19 de febrero de 1998.

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    2.- LAS GARANTAS: LA NECESIDAD DE JUSTIFICAR LOS LMITES Y ELRESPETO DEL SECRETO PROFESIONAL

    Tal como se dispone en el segundo apartado del art 10 CEDH, la libertad de expresin seencuentra sujeta a ciertos lmites, que se describen en el propio artculo. Ahora bien, stos

    lmites, estn a su vez sujetos a condiciones, cuyo incumplimiento constituye unatransgresin de los derechos comprendidos en la libertad de expresin. El TEDH, por suparte, ha sentado una doctrina consolidada al respecto. Tambin ha abordado el secretoprofesional de los informadores como una garanta de la libertad de expresin.

    El test de los lmites

    Tambin en este punto es el Asunto Handyside el que sienta las bases de toda lajurisprudencia posterior. En efecto, tras argumentar que la libertad de expresin esfundamento esencial de la sociedad democrtica el TEDH hace derivar de talconsideracin que "esto significa especialmente que toda formalidad, condicin,

    restriccin o sancin impuesta en la materia debe ser proporcionada al fin legtimo que sepersigue". Estando enumeradas las finalidades que, previstas en la legislacin interna, elConvenio considera como legtimas a los efectos de limitar la libertad de expresin, seimpone desde esta sentencia el anlisis sobre si las limitaciones estn o no justificadas a laluz del Convenio teniendo en cuenta que han de ser compatibles con una sociedaddemocrtica. A partir de este punto, el TEDH elabora un "test" que aplica siempre que seencuentra ante injerencias de las autoridades: La limitacin o injerencia ha de estar previstaen la ley, ha de estar justificada en una finalidad legtima, ha de ser necesaria en unasociedad democrtica y debe ser proporcionada a la finalidad legtima perseguida.

    En este contexto, hay que sealar que el TEDH, mediante el Asunto del rgimen de lalengua en la educacin en Blgica23, ha establecido la teora del margen de apreciacin,puesto que son los estados quienes pueden legislar sobre la interposicin de los lmitesconcretos y sobre la configuracin del propio lmite o injerencia (Asunto Powell y Raynercontra el Reino Unido24, entre otros). De este modo, el TEDH define el margen deapreciacin como el terreno discrecional que se ofrece a las sociedades democrticas paradecidir sobre la extensin de la injerencia, y aqu hay que manifestar que, a tenor de losarts. 17 y 18 CEDH25, la interposicin de los lmites no tiene un carcter obligatorio sinoque son las autoridades internas quienes han de decidir sobre su interposicin yconfiguracin. Adems, este margen de discrecionalidad no es ilimitado ni absoluto ypuede ser controlado por el propio TEDH, tal como lo hace en prcticamente todas las

    23 STEDH del 23 de julio de 1969. Posteriormente a la sentencia, ha dado una respuesta parcial alproblema planteado trasladando a la regin neerlandesa 6 municipios de la periferia de Bruselas, peromanteniendo las facilidades legales anteriormente acordadas a los habitantes francfonos de estosmunicipios.24 STEDH de 21 de setiembre de 1990.25 Art. 17 CEDH. Prohibicin del abuso de derecho.Ninguna de las disposiciones del presente Convenio podr ser interpretada en el sentido de implicar paraun Estado, grupo o individuo, un derecho cualquiera a dedicarse a una actividad o a realizar un actotendente a la destruccin de los derechos o libertades reconocidos en el presente Convenio o alimitaciones ms amplias de estos derechos o libertades que las previstas en el mismo.Art. 18. Limitacin en el uso de las restricciones de derechos.

    Las restricciones que, en los trminos del presente Convenio, se impongan a los citados derechos ylibertades, no podrn ser aplicadas ms que con la finalidad para la cual han sido previstas.

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    sentencias en las que tiene que verificar la adecuacin de las medidas estatales en relacincon los derechos garantizados por el Convenio.

    El secreto profesional de los informadores

    El TEDH ha considerado en el Asunto Goodwin contra el Reino Unido26 que la proteccinde las fuentes periodsticas es una piedra angular de la libertad de prensa. Por ello, elderecho interno aplicable al secreto profesional de los informadores ha de tener un altogrado de precisin y previsibilidad y las injerencias de las autoridades pblicas, inclusojudiciales, slo pueden justificarse por un imperativo preponderante de inters pblico.

    3.- LOS LIMITES SUSTANTIVOS:

    A partir de las construcciones jurdicas generales que acabamos de exponer, el Tribunal

    Europeo ha precisado en numerosas sentencias el alcance de la libertad de expresin,puntualizando los lmites que puede presentar el ejercicio del derecho. En este sentido, lapertenencia a las fuerzas armadas, el orden pblico, la salvaguarda de la autoridad delpoder judicial, el respeto al honor y la intimidad en la crtica a las autoridades, laproteccin de los derechos ajenos en la publicidad comercial, la pertenencia a la funcinpblica, la proteccin de la moral y la seguridad nacional han sido abordados en lostrminos que siguen:

    La pertenencia a las fuerzas armadas o a los cuerpos de polica

    Partiendo del reconocimiento de la seguridad nacional y de la seguridad pblica comopotenciales lmites a la libertad de expresin enumerados en el art. 10.2 CEDH, el TEDHha abordado el lmite de la pertenencia a las fuerzas armadas o policiales, delimitando laintensidad de la injerencia desde diversas consideraciones.

    Para el TEDH el funcionamiento eficaz de un ejrcito difcilmente se concibe sin reglasjurdicas destinadas a impedir que sea minada la disciplina militar, en particular medianteescritos. Sin embargo, el TEDH afirma categricamente que el art. 10 CEDH no se detieneen la puerta de los cuarteles (Asunto Grigoriades contra Grecia27). El fondo del asuntoverta sobre un proceso por insultos al ejrcito derivados de una carta mediante la cual el

    procesado se declaraba objetor de conciencia por entender que el ejrcito destrua lapersonalidad.

    Por otra parte, el TEDH considera que con la interposicin de ciertos lmites, justificadospor las peculiaridades del mbito castrense, no se trata de privar de la libertad de expresinsino nicamente de reprimir el abuso en que haban incurrido en el ejercicio de esa libertad(Asunto Engel y otros contra los Pases Bajos28).

    26 STEDH de 27 de marzo de 1996. Los tribunales britnicos han adoptado los criterios del TEDH sobreel secreto profesional.27

    STEDH de 25 de noviembre de 1997.28 STEDH del 8 de junio de 1976. Esta sentencia cambi primero los usos y posteriormente la legislacinsancionada militar en los Pases Bajos.

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    Adems, en el Asunto Vos y Gubi contra Austria29, se trataba de la prohibicin, por partedel Gobierno, de una revista publicada por una asociacin de soldados. En la sentencia, elTEDH puntualiza que la libertad de expresin tiene el mismo valor para los militares quepara los otros individuos y que la crtica, la proposicin de reformas en el ejrcito y laincitacin a utilizar los medios legales de reivindicacin, no originan ningn peligro a la

    disciplina militar.

    El Asunto Rekvnyi contra Hungra30 incide sobre las actividades polticas por parte demiembros de fuerzas policiales. La Constitucin de Hungra prohibe, desde unamodificacin de 1993, que los miembros de los servicios de polica y seguridad estnafiliados a partidos polticos o que realicen actividades polticas. El sindicatoindependiente de polica interpuso un recurso ante el Tribunal Constitucional alegando queesta reforma constitua una grave violacin de los derechos constitucionales de losfuncionarios de polica, recurso que el Tribunal Constitucional rechaz por considerar queno era competente para anular una disposicin de la propia Constitucin. El TEDHconsider que exista una injerencia prevista legalmente, que tena la finalidad de

    despolitizar la polica en una etapa de transicin a la democracia desde un rgimentotalitario y que el margen de apreciacin del estado, para asegurar la transicin pacfica ygarantizarla con la neutralidad poltica de la polica no constitua una violacin delConvenio.

    Los secretos oficiales y las informaciones confidenciales

    Teniendo en cuenta que el art. 10.2 CEDH permite interponer lmites impidiendo ladivulgacin de informaciones confidenciales, el TEDH ha abordado estas cuestiones endiversas sentencias.

    El TEDH afirma en el Asunto Hadjianastassiou contra Grecia31 que la pertenencia a lasfuerzas armadas comporta la existencia de deberes y responsabilidades especficos quecomprenden la obligacin de reserva en todo lo que afecta al ejercicio de sus funciones. Eneste caso, un oficial militar en activo haba divulgado datos militares declarados secretos,de importancia menor, a una sociedad privada de armamento.

    En el Asunto Vereniiging Weekblad Bluf!contra los Pases Bajos32el TEDH se pronunciotra vez acerca de los secretos oficiales y de su mbito de aplicacin. Se trataba de unasinformaciones publicadas por una revista satrica acerca de actividades ilegales cometidas

    en el mbito de los servicios secretos y el TEDH confirm, efectivamente, que lademocracia puede exigir la existencia de medios de informacin que operen secretamente.Desde esta perspectiva, el TEDH remite a las leyes internas, permitiendo que se puedadistinguir tambin entre informaciones declaradas secretas o confidenciales, categoras quetienen un grado de reserva diferente. Desde este orden de consideraciones, en este casoconcreto, que se produjo jurdicamente tras la publicacin reiterada de las informacionescontrovertidas, el TEDH consider que cuando aquello declarado confidencial haba sido

    29 STEDH de 19 de diciembre de 1994.30 STEDH de 29 de mayo de 1999.31 STEDH de 16 de diciembre de 1992. A partir de esta sentencia se modific el Cdigo penal militar

    griego.32 STEDH del 2 de febrero de 1995. El Gobierno de los Pases Bajos dio una amplia difusin al contenidode esta sentencia.

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    suficientemente divulgado, no se poda imponer "a posteriori" la obligacin de mantenerloen secreto.

    Desde otro orden de consideraciones el TEDH abord el problema de si los datos fiscaleseran o no confidenciales y, por lo tanto, no divulgables, en el Asunto Fressoz y Roire

    contra Francia33

    . El Cdigo Penal francs castigaba la difusin de datos con la finalidadde proteger la intimidad de los contribuyentes, pero por otra parte el derecho francsautoriza la difusin de informaciones sobre la renta y el patrimonio. El TEDH considerdesproporcionada la sancin ya que las informaciones sobre el patrimonio y las rentas nose pueden insertar en la vida privada. En este caso los datos haban llegado a losperiodistas en forma annima por correo y el medio de comunicacin los public en elcontexto de un conflicto social en el que tal difusin poda considerarse de inters general.

    La proteccin de la moral

    La proteccin de la moral aparece tambin en el art. 10.2 CEDH como un posible lmite ala libertad de expresin, que tambin ha sido analizado y contextualizado por el TEDH.

    El Tribunal Europeo parte de la consideracin de que "no se puede encontrar en el derechointerno de los Estados contratantes una nocin europea uniforme de la moral" y que "lasautoridades del Estado se encuentran en principio mejor situadas que el juez internacionalpara pronunciarse sobre el contenido preciso de estas exigencias, as como sobre lanecesidad de una restriccin o sancin". En consecuencia, el art. 10.2 CEDH reserva a losEstados contratantes un" margen de apreciacin" que se concede tanto al legislacinnacional como a la autoridad judicial (Asunto Engel y otros, ya citado, entre otrassentencias).

    Pero este margen de apreciacin no atribuye a los estados un poder ilimitado sino que, talcomo ya hemos constatado, el margen de apreciacin va a ser objeto de una estrictasupervisin europea. Para ello, a tenor de la ya copiosa jurisprudencia del TEDH, hay queanalizar si las restricciones o sanciones procuraban una proteccin de la moral que lashiciera necesarias en una sociedad democrtica. A este respecto el Tribunal ha prestadoespecial importancia a un elemento ya tenido en cuenta por la autoridad judicial interna,como es el destino de la publicacin. As, en el Asunto Handyside, el TEDH constat queel denominado "pequeo libro rojo del cole" se diriga primordialmente a nios yadolescentes de doce a dieciocho aos y estaba redactado en forma asequible y con

    informaciones por lo general exactas y con frecuencia tiles. No obstante, en las partesdedicadas a sexualidad o consejos a los alumnos, contena frases o prrafos "que losjvenes que atraviesan una fase crtica de su desarrollo podran interpretar comoimpulsndoles a entregarse a experiencias precoces o dainas para ellos o, incluso, acometer algunas infracciones penales". Adems, segn el TEDH, el contenidoantiautoritario del libro haca que los ciudadanos fieles a los valores morales tradicionalesconsiderasen que el libro agravaba la tendencia a "depravar y corromper" que otras partesde la obra contenan, impulsando a los adolescentes a no seguir las orientaciones de suspadres y educadores. Por ello el TEDH consider correcta la decisin de los juecesingleses retirando la obra del mercado.

    33 STEDH de 21 de enero de 1999.

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    En el Asunto Muller y otros se examina la demanda contra el Estado suizo por parte de ungrupo de artistas que haban expuesto cuadros considerados obscenos por un sector deciudadanos. El TEDH deba determinar si la condena y el secuestro cabran dentro de loslmites que enuncia el art. 10.2. En ambos casos hay que examinar si la medida estabaprevista por la ley, persegua una finalidad legtima y era necesaria en una sociedad

    democrtica. Respecto de la condena hay que sealar que el Cdigo Penal suizocomprenda como actos obscenos la publicacin de actos deshonestos y los calificabacomo perseguibles, por lo que esta medida estaba prevista en la ley. Esta injerencia, segnel Gobierno suizo tena la finalidad de proteger la moral pblica, por lo que la condenapersegua una finalidad legtima. Ms problemtico era examinar si esa medida aparecacomo necesaria en una sociedad democrtica: segn los demandantes los cuadrosimpugnados reflejaban una concepcin de la sexualidad que no se ajustaba a la moralsocial imperante, pero se deba tener en cuenta su significado simblico puesto que setrataba de obras de arte. El TEDH entiende que la necesidad de la medida debe ser"imperiosa" (Asunto Lingens) y que los Estados tienen un cierto margen de apreciacin alrespecto. En este caso no se tomaron medidas para limitar el acceso a la exposicin: estaba

    abierta a todo el pblico y se pretenda atraerlo, no se fijaba un lmite de edad ni se cobrabaentrada alguna. Por lo que, y despus de examinar los cuadros, el TEDH entiende que lostribunales suizos tuvieron motivos para considerar necesaria la medida y no infringieron elart. 10 del CEDH. Sobre el secuestro de los lienzos, los demandantes alegaban que noestaba previsto por la ley porque el Cdigo Penal suizo impona la destruccin de las obrasobscenas; no obstante el TEDH entendi que se puede dar por cumplido el Cdigo Penal sise retiraba de la vista del pblico la obra controvertida a travs de cualquier procedimiento.Respecto a la necesidad en una sociedad democrtica, a pesar de que, en realidad, lasautoridades de Friburgo impusieron su concepcin de la moral a todo el pas (lo cual esopuesto al Convenio si se tiene en cuenta la notoria divisin de opiniones en esta materia),el TEDH aleg un principio de Derecho, comn en los Estados contratantes, que permitesecuestrar "las cosas cuyo uso se ha considerado ilcito y peligroso para el inters pblico"(Asunto Handyside), para considerar la medida como no opuesta a una sociedaddemocrtica.

    En otro supuesto, el Asunto Open Door y Dublin Well Woman, el TEDH considerdesproporcionado que, para proteger la moral social imperante en Irlanda, las autoridadesinternas prohibieran que se proporcionara a las mujeres informacin alguna acerca de laposibilidad de abortar en el extranjero, en especial porque la prohibicin no tena en cuentani la edad ni el estado de salud de las interesadas ni sus razones para solicitar consejossobre la interrupcin del embarazo. El TEDH reconoce a las mujeres de Irlanda el derecho

    a recibir informaciones acerca de las posibilidades de interrupcin del embarazo en elextranjero, considerando extralimitada la prohibicin impuesta al respecto por lasautoridades irlandesas sin tener en cuenta las circunstancias que podan afectar a cada caso.En este caso, el Tribunal haba considerado que la proteccin del derecho a la vida delnasciturus constitua una finalidad legtima pero que en una sociedad democrtica, elpluralismo exige que se tengan que aceptar incluso las informaciones que disgustan o queno se comparten o que molestan.

    Por otra parte, en el Asunto Bowman contra el Reino Unido34, el TEDH lleg a laconclusin de que no es compatible con el Convenio prohibir la difusin de informacionescontrarias a la interrupcin del embarazo durante una campaa electoral, incluso si para

    34 STEDH de 19 de febrero de 1998.

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    ello no se utilizan los medios estrictamente previstos en la legislacin electoral concreta,puesto que la ciudadana tiene derecho a estar informada sobre la posicin que las fuerzaspolticas y los candidatos tienen sobre tales materias.

    El orden y la seguridad pblica

    El art. 10.2 CE tambin incluye al orden y la seguridad pblica como potenciales lmites ala libertad de expresin. Con relacin a la configuracin de este lmite, el TEDH haabordado diversos asuntos, casi todos ellos relacionados con situaciones de conflicto.

    En el Asunto Piermont contra Francia35, se trataba de perfilar los lmites a la libertad deexpresin en la Polinesia francesa, en una campaa electoral complicada por lasmanifestaciones organizadas por grupos ecologistas e independentistas locales. Para elTEDH, incluso en tales circunstancias, no se podan evocar razones de orden pblico pararestringir la propaganda electoral, la libertad de expresin de los candidatos ni su

    participacin en las manifestaciones. Dado que se trataba de la expulsin del territorio deuna europarlamentaria, el TEDH reafirm la posicin que haba adoptado en el AsuntoCastells sobre la proteccin de la libertad de expresin de los representantes elegidosdemocrticamente.

    Por otra parte, en el Asunto Zana contra Turqua36, el TEDH debe abordar el caso delsecuestro de una publicacin por unas declaraciones en las que no se condenabasuficientemente las matanzas habidas en una zona del territorio donde se haba declarado elestado de excepcin. El TEDH justifica los lmites a la libertad de expresin en estos casosporque la difusin de estas declaraciones poda alentar a los terroristas.

    En el Asunto Okuo contra Turqua37 el TEDH se pronunci acerca de una entrevista enprensa en la que un abogado expona fundadamente sus opiniones acerca del problemakurdo y por la que haba sido condenado como autor de propaganda contra la unidadindivisible del estado. El carcter de la libertad de expresin como pilar fundamental de unestado democrtico, que comporta la aceptacin de las informaciones o ideas quemolestan, chocan o inquietan, es alegado por el TEDH para, hacindose tambin eco de lasdificultades que las autoridades turcas pueden encontrar en la lucha contra el terrorismo,pero teniendo en cuenta el carcter ponderado de las apreciaciones del Sr. O., considerardesproporcionada la sancin impuesta al demandante y considerar que se haba violado elConvenio.

    35 STEDH de 27 de abril de 1995.36 STEDH de 25 de noviembre de 1997.37 STEDH de 8 de julio de 1999. Con esta fecha el TEDH dicta sentencia en 10 asuntos contra Turquarelacionados con el art. 10 CEDH. La tcnica utilizada por el TEDH, examinando conjuntamente diversosasuntos que, estando todos ellos relacionados con los lmites de la libertad de expresin en relacin con laseguridad y el orden pblico, le permite matizar las diversas circunstancias que rodean los hechos y laaplicacin del ordenamiento jurdico turco delimitando la aplicacin del margen de discrecionalidad del

    estado en relacin con las exigencias de las sociedades democrticas y el principio de proporcionalidad.Este conjunto de sentencias es muy importante para apreciar los matices que el TEDH establece enrelacin con la aplicacin del art. 10 CEDH.

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    Similares argumentos condujeron al TEDH a apreciar violacin del Convenio en losAsuntos SreK contra Turqua n 2 y 4 38 y en el Asunto Srek y zdemir contra Turqua.En estos tres casos el demandante era el propietario de una revista (Srek) que en el tercerasunto present la demanda ante el TEDH conjuntamente con el redactor (zdemir). Entodos ellos exista una condena penal por el delito de propaganda contra la indivisibilidad

    del estado, a la que se superpona la identificacin en la revista de diversos funcionariosencargados de la lucha contra el terrorismo que haban cometido actividades ilegales(Srek n 2) y la publicacin de entrevistas a miembros y/o dirigentes de organizacionesarmadas o comunicados de tales organizaciones (Srek n 4 y Srek y zdemir). Para elTEDH, en Srek n 2 se haba violado el Convenio porque el derecho turco no ofreca la"exceptio veritatis" y, en los otros dos casos, porque al ponderar el derecho a lainformacin de los ciudadanos con las exigencias de la lucha antiterrorista, la condena alos periodistas apareca como desproporcionada.

    Por el contrario, en los Asuntos Srek n 1 y 3 contra Turqua, el TEDH apreci el margende discrecionalidad de los estados en las medidas a adoptar en la lucha contra el

    terrorismo, considerando que la apologa de la violencia que se contena en las cartaspublicadas por la revista del Sr. S. no es compatible con el Convenio. En ambos casos elTEDH otorg una especial importancia a la terminologa y los contenidos de laspublicaciones incriminadas.

    Problemas parecidos originaron la sentencia del TEDH al Asunto Arslan contra Turqua39donde se aborda el secuestro de un libro, precedido de un prlogo dedicado a losproblemas de los kurdos en Turqua, en aplicacin de la legislacin antiterrorista. En estecaso, el TEDH considera que la medida es desproporcionada porque, por una parte, en elterreno poltico se pueden interponer muy pocos lmites a la libertad de expresin y, porotra parte, el impacto sobre la seguridad nacional es menor cuando las ideas se plasman enun libro que si se expresan en los medios de comunicacin. Similar argumento seencuentra en el Asunto Karata contra Turqua40, originado por la publicacin de un librode poesa revolucionaria, que el TEDH considera de escasa divulgacin y, porconsiguiente, poco efecto apologtico entre la poblacin. Tambin consider el TEDH queexista desproporcin en la limitacin porque el efecto del mensaje emitido era muyreducido en el Asunto Gerger contra Turqua41 originado por la prohibicin impuesta a unperiodista de dirigir la palabra en un acto poltico de la oposicin, al que acuda un escasonmero de personas, conmemorativo de la ejecucin de tres estudiantes de extremaizquierda.

    En el Asunto Ceylan contra Turqua

    42

    el TEDH se enfrenta a un asunto originado por lademanda de un sindicalista que publica un artculo cuyo fondo consiste en advertir que,con la excusa de las medidas antiterroristas derivadas del problema kurdo, se tomanmedidas contra la clase trabajadora en su conjunto. El artculo termina con una llamada ala movilizacin de todos los demcratas contra el estado opresor. El TEDH afirm en estecaso que cuando las expresiones vertidas en una publicacin incitan a la violencia, lasautoridades nacionales tienen un margen de apreciacin ms amplio. En el caso, el artculo

    38 SSTEDH de 8 de julio de 1999. Hay cuatro asuntos Srek contra Turqua sentenciados en la mismafecha, as como el caso Srek y zdemir, tambin contra Turqua.39 STEDH del 8 de julio de 1999.40

    STEDH del 8 de julio de 1999.41 STEDH del 8 de julio de 1999.42 STEDH del 8 de julio de 1999.

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    era virulento y contena una crtica extrema, pero no incitaba a la violencia. Adems, elautor lo escribi como dirigente sindical. El TEDH consider desproporcionada la condenaque se haba dictado, de un ao y varios meses de crcel con las anexas de destitucincomo dirigente sindical y prohibicin de actuar en poltica.

    El problema kurdo est tambin en el origen del Asunto Ergogdu contra Turqua43

    en elque la condena por delito contra la indivisibilidad del estado impuesta a un periodista porpublicar informaciones criticando la poltica gubernamental en la lucha contra elterrorismo y la accin de civiles integristas, pero sin incitar a la violencia, fue consideradapor el TEDH como desproporcionada y no compatible con el art. 10 CEDH. Similaresargumentos los podemos encontrar en el Asunto Sener contra Turqua44.

    En el Asunto Chipre contra Turqua45 el TEDH consider como violacin del Convenio laexcesiva censura a que eran sometidos los manuales destinados a la educacin primaria dela comunidad grecochipriota.

    Los lmites impuestos para garantizar la autoridad del poder judicial

    La defensa de la autoridad e imparcialidad del poder judicial aparece como uno de losposibles lmites a la libertad de expresin en el art. 10.2 CEDH. El TEDH lo ha analizadoen numerosas sentencias.

    En primer lugar hay que sealar que para el TEDH las palabras "autoridad e imparcialidaddel poder judicial" deben entenderse, en el contexto del Convenio, como la garanta de lapreeminencia del derecho (Asunto Knig contra Alemania46), puesto que tal autoridadrefleja especialmente la idea de que los tribunales constituyen los organismos adecuadospara apreciar los derechos y las obligaciones jurdicas y decidir sobre las diferencias yconcordancias que el pblico considera como tales, considerando que ello estdirectamente conectado con la consideracin pblica sobre el poder judicial, sobre suaptitud para juzgar y su capacidad de infundir respeto mediante sus actuaciones.

    En el Asunto Sunday Times se discute la orden de la Cmara de los Lores en ejercicio defunciones judiciales, imponiendo a este peridico la no publicacin de un artculo sobre losnios de la talidomida en una primera sentencia. En el Asunto Sunday Times n2 contra elReino Unido y en el Asunto Observer y Guardian contra el Reino Unido47 el TEDHanaliza la prohibicin de publicar las memorias de un ex polica en las que se explicaban

    determinadas actuaciones de los servicios de seguridad, alegando las reglas del"comptempt of court" (asunto sub-iudice combinado con desacato o presiones sobre eljuez). En ambos casos se trata de una injerencia de los poderes pblicos, basadaespecficamente en la garanta de la imparcialidad y autoridad del poder judicial, que hayque examinar a la luz del art. 10.2 del Convenio. Se ha de examinar, pues, si la injerenciaest prevista en la ley, si est inspirada en fines legtimos y si es necesaria en una sociedaddemocrtica para alcanzar esos fines. El "comptempt of court" es una institucin del

    43 STEDH de 15 de junio de 2000.44 STEDH de 18 de julio de 2000.45 STEDH de 20 de mayo de 2001. Se trata de uno de los escasos asuntos iniciados por una demanda

    interestatal.46 STEDH de 28 de junio de 1978.47 Ambas sentencias son del 26 de noviembre de 1991.

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    "common law" y para determinar si tal institucin es necesaria en una sociedaddemocrtica para garantizar la autoridad del poder judicial (el trmino necesidad analizadosegn el Asunto Handyside), hay que tener en cuenta que el Estado tiene un margen dediscrecionalidad que no es ilimitado, no bastando la buena fe para justificar las medidasconcretas. El TEDH entiende al respecto que la catstrofe de la talidomida preocupaba a la

    opinin pblica y sta tiene derecho a recibir una informacin adecuada y el TEDH"concluye que la injerencia no corresponde a una necesidad social tan imperiosa comoprimar el inters pblico sobre la libertad de expresin en el sentido que entiende elConvenio", y adems considera que "esta restriccin se revela como no proporcionada alfin legtimo que persigue; no era necesaria tal restriccin en una sociedad democrtica paragarantizar la autoridad del poder judicial" (Asunto Sunday Times).

    Y en cuanto a las informaciones que se pretendan desvelar acerca del funcionamiento delos servicios secretos britnicos, es notorio que se trata de un tema de amplio interspblico que slo puede ser limitado en forma proporcionada, por lo que el TEDHconsider que no guardaba esta exigencia de proporcionalidad la persistencia de las

    autoridades internas en prohibir que la prensa divulgara informaciones que se contenantambin en un libro al que no se haba puesto trabas para su adquisicin (Asunto Observery Guardian y Sunday Times n 2).

    Por otra parte, en el Asunto Prager y Oberschliek contra Austria48, el TEDH,considerando que la prensa constituye uno de los medios democrticos para asegurar elbuen funcionamiento de la justicia, entra a examinar hasta qu punto los medios decomunicacin pueden formular crticas a los jueces. En este asunto, donde se acusaba a unjuez de prevaricacin, el TEDH afirm que tales acusaciones tenan que estaracompaadas de una justificacin pertinente, puesto que no se podan lanzar infundiossobre la actuacin de las autoridades judiciales ya que los jueces, por razn de su deber dereserva, no podan reaccionar por s mismos.

    En el Asunto Haes et Gijsels contra Belgica49, por el contrario, el TEDH considerlegtima la crtica severa, incluso desde una perspectiva poltica, sobre los jueces. Elargumento esgrimido en el caso se centraba en que el inters pblico de la noticia (laactuacin judicial en un proceso que haba levantado una gran expectacin) originaba laprevalencia del derecho a la informacin que tiene la sociedad.

    Los denominados "juicios paralelos" tambin han sido abordados por el TEDH en elAsunto Worm contra Austria50, centrado en un caso de corrupcin poltica. Para el TEDH

    hay que vigilar que no se produzca una influencia abusiva de la prensa sobre unprocedimiento penal, puesto que la prensa no puede tratar de destruir la presuncin deinocencia, garantizada por el art. 6 CEDH, para inclinar la opinin de los jueces. El TEDHconsider que la prohibicin de los "pseudoprocesos" en los medios de comunicacin,durante los procesos judiciales, no es contrario al Convenio.

    En el Asunto Allenet de Rivemont contra Francia51, incidiendo en mismo problema, elTEDH consider que mientras un asunto est "sub iudice" no se puede afirmarpblicamente que el acusado, parte en el proceso, es instigador de un asesinato. Para el

    48 STEDH de 26 de abril de 1995.49

    STEDH de 24 de febrero de 1997. La sentencia fue ampliamente difundida en Blgica.50 STEDH de 29 de agosto de 1997.51 STEDH de 10 de febrero de 1995.

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    TEDH la presuncin de inocencia no impide las informaciones sobre las investigacionespenales, pero hay que proporcionarlas con discrecin y reserva. De esta forma, lasdeclaraciones pblicas de un Ministro del Interior y de la polica, efectuadas sin ningunareserva y sealando a un individuo como instigador de un asesinato no son admisiblesdesde la perspectiva del Convenio porque violan el derecho a la presuncin de inocencia.

    En el Asunto Du Roy y Malaurie contra Francia52 el TEDH consider desproporcionadala prohibicin absoluta de informar que se haba impuesto a las partes demandantes sobreun litigio penal (en los litigios penales no se puede imponer la restriccin absoluta) porquetena acumulada una demanda civil en relacin con un caso de malversacin de fondos, porparte de personajes polticos, que tenan que haberse destinado a la construccin devivienda social.

    El problema de la mafia y sus posibles vinculaciones con determinados miembros de lafiscala italiana subyacen en el Asunto Perna contra Italia53 donde un periodista escondenado al divulgar pretendidas conexiones que se justificaran por la existencia de un

    "juramento de fidelidad" que tambin vinculara a los "arrepentidos" sobre cuyasdeclaraciones la fiscala y la judicatura fundamentaran las causas judiciales abiertas contramiembros de la mafia. El TEDH consider que incluso tratndose de unas manifestacionesfuertes y provocadoras, la funcin que debe cumplir la libertad de expresin en unademocracia convierte en desproporcionada la sancin impuesta por la condena.

    La proteccin del honor

    El art. 10.2 CEDH permite la instauracin de lmites fundamentados en la proteccin de lareputacin, lmite que ha sido analizado por el TEDH en numerosos asuntos, relacionadosbsicamente con la crtica poltica.

    En el Asunto Lingens los artculos controvertidos tenan como fondo una discusin polticaposterior a las elecciones y el Sr. Lingens pona de relieve el problema de la actitud atomar ante el pasado nazi de determinados polticos austracos. Para el TEDH la sancinque se le impuso, constituy de hecho una censura, puesto que "una condena as amenazadisuadir a los periodistas de participar en la discusin pblica de cuestiones que interesan ala vida de la sociedad". El TEDH, adems, afirm que "se debe distinguir cuidadosamenteentre hechos y juicios de valor; mientras que la realidad de los primeros puede probarse,los segundos no son susceptibles de prueba". De todo ello se deduce que la injerencia en la

    libertad de expresin del Sr. Lingens "no era necesaria en una sociedad democrtica para laproteccin de la reputacin ajena: fue desproporcionada con la legtima finalidadperseguida". La proteccin del honor de los polticos tambin fue abordada por el TEDHen el Asunto Oberschlick contra Austria54. En este caso el TEDH reafirm con totalcontundencia que la crtica a un poltico es ms amplia y puede ser mucho ms profundaque la crtica ejercitada sobre un ciudadano que no tenga esa condicin. La misma doctrina

    52 STEDH del 3 de octubre de 2000.53 STEDH de 27 de julio de 2001.54

    STEDH del 1 de julio de 1997. Como consecuencia de esta sentencia fueron anulados los procesosinternos previos y se repiti el juicio.

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    se encuentra en el fondo de la sentencia al Asunto Lopes Gomes da Silva contra Portugal55y en el Asunto Feldek contra Eslovaquia56.

    Por otra parte, el Asunto Castells plantea la posibilidad de exigir que se permita la pruebade veracidad en un juicio interno en el que se acusa al Sr. Castells de injurias al Gobierno

    por haber publicado un artculo exigiendo responsabilidades por determinados asesinatoshabidos en el Pas Vasco durante la denominada transicin a la democracia en Espaa. ElTEDH entiende que en determinadas circunstancias, y mucho ms cuando se trata de lalibertad de expresin e informacin de un poltico elegido por el pueblo, los lmites a estosderechos deben ser entendidos en forma estricta y justificarse muy severamente, por lo queel TEDH determina que el Gobierno hubiera tenido que permitir que el Sr. Castells probarala veracidad de sus informaciones.

    En el Asunto Thorgeir Thorgeirson contra Islandia57 se consideran de inters pblicoinformaciones relativas al funcionamiento poco correcto de algunos policas. Dado que elartculo objeto del recurso no aluda a las fuerzas policiales en general y se afirmaba

    incluso que la mayor parte de los policas actuaban dentro de la legalidad, no podaentenderse, como lo haban hecho las autoridades internas, que se trataba de un ataquecontra la reputacin del conjunto de la polica. Con relacin a las crticas a los funcionariospoliciales, el TEDH ha considerado en el Asunto Janowski contra Polonia58, que aunque lacrtica en relacin con las autoridades polticas tiene mayor amplitud que con relacin a losparticulares, en el caso de autos, en un enfrentamiento entre el demandante y los agentes depolica, por una discusin sobre venta ambulante, los insultos proferidos en pblico contralos funcionarios eran de una tal magnitud justificaba la condena inferida. El TEDH hautilizado argumentos similares en el Asunto Andreas Wabl contra Austria59 donde setrataba de expresiones injuriantes en relacin con una intervencin de la polica conocasin de una manifestacin en los alrededores de un aeropuerto.

    Por otra parte, en el Asunto Schwabe contra Austria60, el TEDH admiti que no habalesin contra el honor y la buena reputacin cuando del texto de los artculos incriminadosse deduca que no se comparaban las conductas de las personas en ellos aludidas, sino quela comparacin se estableca ante la respuesta dispar que un cargo poltico otorg a cadauno de ellos: el condenado por conduccin alcohlica, miembro del mismo partidopoltico, obtuvo un trato ms favorable que otro poltico de la oposicin del que slo sesaba que haba provocado un accidente bajo los efectos del alcohol. El periodista nointentaba comparar ambos accidentes sino denunciar la postura discriminatoria del cargopblico, por lo que el TEDH entendi que no exista lesin alguna en la reputacin de las

    personas.El Asunto Tolstoi Miloslawsky contra el Reino Unido61 tiene como objeto dilucidar si lacuanta de una indemnizacin impuesta por difamacin era o no correcta, desde la

    55 STEDH de 28 de setiembre de 2000.56 STEDH de 12 de julio de 2001.57 STEDH de 25 de junio de 1992. La sentencia fue ampliamente difundida entre los jueces y tribunalesislandeses.58 STEDH del 21 de enero de 1999.59 STEDH de 21 de marzo de 2000.60

    STEDH de 28 de agosto de 1992.61 STEDH de 13 de julio de 1995. Una reforma legal cambi las competencias de los tribunales deapelacin teniendo en cuenta la doctrina de esta sentencia.

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    perspectiva del Convenio. El TEDH consider que estas indemnizaciones deben serprevisibles y contar con suficientes garantas para no derivar en desproporcionadas.

    El Asunto Bladet Tromso y Stensaas62 no incide en la crtica poltica sino en el honor de uncolectivo, el de los cazadores de focas, cuyas actividades haban sido duramente criticadas,

    como ilcitas y de innecesaria crueldad con estos animales, en la prensa. El TEDH, sobre labase de la funcin de la prensa en una sociedad democrtica, estimando que legtimamentela reputacin ajena poda constituir un lmite a la libertad de expresin, aleg que lalibertad de prensa comprenda tambin el recurso posible a una cierta dosis de exageracin,incluso de provocacin. Por otra parte, si bien hay que tener en cuenta el margen deapreciacin de los estados, el TEDH afirma que la sancin impuesta a los periodistas eradesproporcionada y, por consiguiente, no era necesaria en una sociedad democrtica.

    Una serie de demandas cruzadas entre diversas personas que haban participado en unintenso debate pblico originado por las conclusiones de una comisin de investigacinsobre la actuacin policial en la ciudad de Bergen han dado pi a la sentencia del TEDH en

    el Asunto Nilsen y Johnsen contra Noruega63. El fondo de la cuestin incida en laveracidad de las alegaciones en torno a la violencia policial que eran consideradas como unataque a la honorabilidad de las fuerzas de polica, que las calificaban de falsasacusaciones. Para el TEDH las expresiones litigiosas, pronunciadas en un debate pblicoriguroso, no justificaban la intensidad de la injerencia limitativa a la libertad de expresin yeran desproporcionadas.

    Un problema de malversacin de fondos en un sindicato de profesores, seguido de unacondena por difamacin, dio origen a la sentencia del TEDH en el Asunto Constantinescucontra Rumania64 en el que el TEDH consider, ponderando los elementos en presencia,que una condena de multa por proferir expresiones insultantes no era desproporcionada nicontraria al Convenio.

    Otra querella por difamacin est en el origen del Asunto Bergens Tidende y otros contraNoruega65, si bien el problema comenz con una serie de informaciones sobre los erroresmdicos, explicados directamente por las vctimas, que se estaban cometiendo en unestablecimiento de ciruga esttica y que mermaron considerablemente la reputacinprofesional del centro mdico. El TEDH advirti que los hechos relatados, acompaadosde fotografas, eran fidedignos aunque posean cierta crudeza, de tal forma que no se podaacusar a la publicacin de actuar con falta de equidad y que, en consecuencia, la condenaimpuesta a los informadores violaba el art. 10 CEDH.

    Por otra parte, en el Asunto Fuentes Bobo contra Espaa66, donde un presentador detelevisin es despedido y, tras haber realizado manifestaciones crticas hacia laorganizacin y gestin de la televisin pblica en diversos programas de radio, condenadopor deslealtad y ofensas hacia la empresa, el TEDH, atendiendo a que le fue impuesta lamayor sancin posible de acuerdo con la legislacin espaola y teniendo en cuenta que lasexpresiones emitidas en un programa de radio se insertaban en el marco de ese conflictolaboral, consider desproporcionadas las sanciones y contrarias al art. 10 CEDH.

    62 STEDH de 20 de mayo de 1999.63 STEDH de 25 de noviembre de 1999.64

    STEDH de 27 de junio de 2000.65 STEDH de 2 de mayo de 2000.66 STEDH de 29 de febrero de 2000. La sentencia definitiva es del 29 de mayo de 2000.

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    Las crticas vertidas sobre la actuacin de varios funcionarios forestales, que demandaronpor difamacin a un periodista, originaron la sentencia del TEDH al Asunto Thoma contraLuxemburgo67. El TEDH, teniendo en cuenta el tono mesurado del contenido del reportaje,consider desproporcionada la condena impuesta a su autor.

    En un contexto totalmente diferente, pero ligado a la libertad ideolgica externa, el AsuntoJerusalem contra Austria68 plantea el problema de si la orden de retracto emitida contrauna concejala del municipio de Viena que defenda que se subvencionara a lasasociaciones dedicadas a luchar contra las sectas porque stas tenan un "carctertotalitario" y manifestaban "tendencias fascistas". El TEDH consider desproporcionada lainjerencia en la libertad de expresin de la componente de la corporacin municipal.

    La revelacin de relaciones extramatrimoniales incluyendo una terminologa que se podaconsiderar ofensiva desde un punto de vista lingstico corriente, dio origen a una condenade un periodista por injurias que, en el Asunto Tammer contra Estonia69, el TEDH

    consider adecuada por entender que con tal injerencia se estaba protegiendo el respeto dela vida privada.

    La proteccin de los derechos ajenos en la publicidad comercial

    La proteccin de los derechos ajenos, contenida en el art. 10.2 CEDH, ha sido abordadacomo un posible lmite a la libertad de expresin por el TEDH, en relacin con lapublicidad comercial.

    En el Asunto Barthold, el demandante, veterinario en Hamburgo, haba hecho unasdeclaraciones a un peridico indicando la necesidad de que hubiera un servicio deurgencias nocturno en la ciudad, cubierto por turno rotatorio entre los diversos colegiadose indicaba que en su clnica s dispona de tal servicio; la necesidad del servicio la deducade la gran cantidad de llamadas a su clnica solicitando sus servicios por la noche. LaAsociacin Pro Honore le demand civilmente acusndole de competencia desleal y deincumplir las normas deontolgicas de la profesin que prohiben hacer publicidad. ElTEDH consider las declaraciones del Sr. B. como la expresin de una "opinin" y lacomunicacin de "informaciones" sobre un tema de inters general y que un criterio tanrgido, como el aplicado por los rganos internos a la forma de abordar la publicidad de lasprofesiones liberales, no cuadra con la libertad de expresin y considera que las

    restricciones impuestas al caso no son proporcionadas al fin legtimo perseguido ni, portanto, necesarias en una sociedad democrtica para la proteccin de los derechos ajenos.

    Un criterio ms matizado fue el expresado por el TEDH en el Asunto Casado Coca, dondese trataba de la publicidad de los abogados. En este caso el TEDH, reafirmando que lapublicidad comercial entraba en el mbito de proteccin del art. 10 CEDH, consider quela regulacin de los Colegios de Abogados en Espaa, limitando muy estrictamente lasinformaciones publicitarias de los colegiados, estaba evolucionando en forma aperturista y,en aras de esa evolucin y del margen de discrecionalidad para la construccin de lainjerencia, no consider que se estuviera violando el Convenio.

    67

    STEDH de 29 de marzo de 2001.68 STEDH de 27 de febrero de 2001.69 STEDH del 6 de febrero de 2001.

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    En el Asunto "Markintern" Verlag GmbH y Klaus Beerman, por otra parte, donde unaconsumidora reclamaba por no haber conseguido la devolucin de un producto comprado auna empresa de venta por correo, el TEDH reitera que las informaciones comerciales estnincluidas en el art. 10.1 CEDH y que, en consecuencia, cualquier restriccin a las mismas

    debe cumplir con las condiciones establecidas en el art. 10.2 del mismo. En este sentido,tras reconocer que la proteccin de los derechos ajenos puede constituir una finalidadlegtima, declara que corresponde al juez interno determinar en cada caso cules son lasinformaciones comerciales legtimas discerniendo asimismo aqullas que no lo son.

    Por otra parte, en el Asunto Jacubowsky contra Alemania70, en el que se examinaba laadecuacin con el Convenio de la prohibicin de una circular comercial alegando que sudifusin comportaba competencia desleal contraria a las buenas costumbres, el TEDHconsidera que el margen de apreciacin de los estados justifica que las prohibicionesreiteradas de los tribunales internos, declarando la existencia de tal competencia desleal,constituyen una injerencia legal compatible con el Convenio.

    El Asunto VGT Verein Gegen Tierfabriken contra Suiza71 permite al TEDH afirmar laviolacin del Convenio en un caso en el que se impidi a una asociacin protectora deanimales por la emisin de un espot publicitario en el que comparaba las condiciones deuna granja con las de los campos de concentracin.

    El respeto a las creencias religiosas

    A partir de los lmites previstos en el art. 10.2 CEDH en relacin con la proteccin de lamoral y la proteccin de los derechos y libertades de terceros, el TEDH considera que elrespeto a las creencias religiosas puede tambin constituir un lmite a la libertad deexpresin.

    As, en el Asunto Winrove contra el Reino Unido72, el TEDH justifica, aplicando la teoradel margen de apreciacin de los estados, la existencia del delito de blasfemia y,subsiguientemente, la no autorizacin de un vdeo, pese a constituir un caso claro decensura previa, por la intensidad de la profanacin de las convicciones religiosas.

    Por otra parte, en el Asunto del Instituto Otto Preminger contra Austria73, tras afirmar quela libertad de religin exige que se tolere la crtica, el TEDH considera que esta libertad no

    da cobertura a los insultos proferidos en una pelcula, incluso si no existe, un conceptoeuropeo general sobre el significado de la religin en la sociedad. Otra vez es el margen deapreciacin de los estados quien fundamenta la posicin del TEDH para justificar lasinjerencias de los poderes pblicos (secuestro y confiscacin de una pelcula) en defensade las creencias religiosas.

    La condicin de funcionario pblico

    70 STEDH de 23 de junio de 1994.71

    STEDH de 28 de junio de 2001.72 STEDH de 25 de noviembre de 1996.73 STEDH de 20 de setiembre de 1994.

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    La pertenencia a la funcin pblica puede, en determinadas circunstancias, originar lmitesa la libertad de expresin, derivados de la mencin a la seguridad nacional que efecta elart. 10.2 CEDH. Estos lmites, que fueron aceptados claramente en los primeros aos de lavigencia del Convenio, han sido matizados posteriormente por el TEDH, en concordanciacon los cambios habidos en Europa tras la cada del muro de Berln y la transicin de los

    estados de Europa central y oriental hacia sistemas democrticos.

    As, en el primer caso dictaminado por el TEDH (Asunto Glasenap contra Alemania74) lademandante, alemana que fue privada de su puesto como profesora interina en un centro deenseanza por negarse a declararse contraria a la poltica del KPD y difundir una cartacriticando la aplicacin de la reglamentacin alemana sobre el acceso a la funcin pblica,alega violacin de la libertad de expresin ante la Comisin por considerar que el art. 10del Convenio ampara su libertad de expresin como docente. El TEDH seala que hay quepuntualizar si de lo que se trata es de proteger la libertad de expresin en el sentido del art.10 del Convenio y entonces la autoridad cometi una injerencia dentro de ese mbito o deproteger el derecho de ingreso en la funcin pblica que no est garantizado por el

    Convenio. De los hechos se deduce que el ingreso en la funcin pblica es el centro delproblema que se ha sometido al Tribunal. La autoridad competente slo tuvo en cuenta lasopiniones de la demandante para ver si cumpla con las exigencias legales para sunombramiento como funcionaria interina y, en consecuencia, el TEDH entiende que no hahabido injerencia en el sentido del art. 10 y que no se ha violado el Convenio.

    Otra sentencia del TEDH, el Asunto Kosiek contra Alemania75, incide en el mismoaspecto, es decir, en el lmite a la libertad de expresin que puede suponer la pertenencia ala funcin pblica. El demandante, funcionario interino del Ministerio de Educacinalemn ha sido cesado varias veces por su pertenencia al partido NDP, consideradoopuesto a la Constitucin. Haba sido, en el pasado, parlamentario de este partido y escritodos libros defendiendo su ideologa. El caso era polmico en tanto en cuanto el propioministro del Land reiter pblicamente incluso en la televisin que el Sr. Kosiek no eracontrario a la Constitucin y que as lo demostraba su actuacin parlamentaria durantecuatro aos. El Gobierno alemn aleg otra vea que el artculo 10 no era aplicable al casopuesto que, en realidad, lo que se quera proteger era el derecho de acceso a la funcinpblica, derecho que no reconoce el Convenio. El TEDH consider que no podapronunciarse acerca de un derecho no incluido en el Convenio.

    Sin embargo, en el Asunto Vogt contra Alemania76, el TEDH realiz un punto de inflexinen esta doctrina inhibicionista, puesto que consider excesivamente riguroso que una

    profesora de lengua extranjera perdiera su medio de subsistencia por pertenecer al partidocomunista.

    En el Asunto Wille contra Liechtenstein77 el TEDH va ms all. Se trata de un caso en elque el demandante, presidente de un alto Tribunal, dicta una conferencia que es publicadaposteriormente por la prensa en la que expone sus posiciones sobre los conflictos entrerganos constitucionales y que, como consecuencia, recibe una comunicacin escrita, decarcter privado, del Prncipe de Liechtenstein por la que ste le manifiesta que no le va aproponer para ningn otro cargo pblico. El TEDH, recordando que el derecho de acceso a

    74 STEDH de 28 de agosto de 1986.75

    STEDH de 28 de agosto de 1986.76 STEDH del 26 de noviembre de 1995.77 STEDH de 28 de octubre de 1999.

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    los cargos pblicos no se encuentra dentro de los garantizados por el Convenio, afirma porotra parte que pese a ostentar la condicin de funcionario, el demandante no perda elderecho a la libertad de expresin y, subsiguientemente, la injerencia del Prncipe eradesproporcionada y contraria al Convenio.

    Las manifestaciones racistas

    Con la cobertura de la clusula del art. 10.2 CEDH sobre los lmites basados en la defensadel orden y la prevencin del delito, el TEDH ha abordado las manifestaciones racistascomo lmites a la libertad de expresin.

    As, en el Asunto Jersild contra Dinamarca78, originado por la condena judicial a unperiodista por un programa de informaciones sobre las organizaciones neo-nazis, el TEDHconsider que no se poda castigar la emisin de este programa cuando el espritu delmensaje emitido era crtico hacia el racismo.

    La proteccin de la propia imagen

    Otro mbito en el que se ha tenido que pronunciar el TEDH es el del conflicto entre lalibertad de expresin y el derecho a la propia imagen, encuadrado en la proteccin de losderechos ajenos que es considerada como un lmite potencial a la libertad de expresin enel apartado 2 del art. 10 CEDH.

    As, en el Asunto News Verlags GmbH & CoKG contra Austria79 el TEDH se enfrent a laprohibicin absoluta de publicar la fotografa de un presunto miembro del partido neo-naziprocesada por el envo de una serie de cartas-bomba que haban herido gravemente adiversas personas. El afectado haba alegado la proteccin del derecho a la propia imagenofrecida por la legislacin austraca en conexin con su derecho al proceso justo y lapresuncin de inocencia y la revista recurri las sentencias judiciales que le impedanefectuar la mencionada publicacin. El TEDH consider que la prohibicin absoluta depublicar tal fotografa, con el argumento de proteger a una persona contra la difamacin ygarantizarle la presuncin de inocencia era desproporcionada.

    III - LOS SOPORTES TCNICOS DE LA COMUNICACIN EN LA

    JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOSAl examinar la doctrina del TEDH acerca de los medios de comunicacin, como soportestcnicos de los contenidos de la comunicacin, nos encontramos ante dos situaciones. Poruna parte, ante lo que se ha denominado la libertad de antena, es decir, el derecho aconectar con cualquier soporte tcnico preexistente, a los efectos de poder recibir loscontenidos emitidos por ese medio. Por otra parte, ante el derecho a crear librementemedios de comunicacin, lo que implica el rechazo a la persistencia de los monopolios dela comunicacin que todava hoy existen en ciertos sectores.

    78

    STEDH de 23 de setiembre de 1994. Como consecuencia de esta sentencia se reabri el juicio contra elSr. Jersild.79 STEDH de 11 de enero de 2000.

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    1.- EL PRESUPUESTO: EL RGIMEN DE AUTORIZACIN PREVIA EN LOSMEDIOS AUDIOVISUALES

    La configuracin de estas dos variables resulta, en cierto sentido, dificultada por la

    clusula del art. 10.1 CEDH cuando permite que los estados puedan someter la creacin demedios a un rgimen de autorizacin previa. Sin embargo, la interpretacin que el TEDHha realizado de estos regmenes de autorizacin, justificados en la poca en que lossoportes tcnicos eran mucho ms limitados que hoy en da, ha evolucionado conforme losavances tecnolgicos han ido permitiendo un panorama mucho ms abierto en lacomunicacin.

    A estos efectos el TEDH considera (Asunto Groppera Radio y otros contra Suiza80) quedicho rgimen autorizativo tiene su origen en la necesidad de controlar adecuadamente elnmero reducido de frecuencias disponibles y las importantes inversiones que comporta elestablecimiento de emisoras, adems de la reserva del poder poltico de la actividad de

    radiodifusin. No obstante, la evolucin de las concepciones y del progreso tcnico y, enespecial, la aparicin de la transmisin por cable, han originado la abolicin de numerososmonopolios estatales y la aparicin de radios privadas a menudo locales. De esta manera,para determinar hasta qu punto los Estados pueden mantener el rgimen de autorizacin ybajo qu condiciones, el art. 10 CEDH debe ser interpretado en su conjunto, no siendocorrectas las interpretaciones aisladas de sus apartados, lo cual impone que el rgimen deautorizaciones deba tambin someterse a las exigencias del apartado 2 del art. 10 CEDH.

    2.- LAS MANIFESTACIONES: LIBERTAD DE ANTENA Y NOCONSIDERACIN DE FRONTERAS, DERECHO A LA CREACIN DEMEDIOS Y RECHAZO DE LOS MONOPOLIOS EN LA COMUNICACIN

    El Consejo de Europa ha configurado polticas activas para garantizar la libertad decomunicacin en relacin con el derecho a recibir y difundir informaciones. As, porejemplo, en la Conferencia ministerial europea sobre la poltica de comunicaciones demasa (Praga, diciembre de 1994) adopt una Declaracin y un Plan de accin paracontrolar las concentraciones de medios y garantizar la transparencia, as como paraevaluar las consecuencias de la utilizacin de las nuevas tecnologas en la comunicacin.De ah que quepa distinguir, en relacin con los soportes tcnicos de la comunicacin, elmbito de la libertad de antena y la libertad de creacin de medios.

    El mbito de la libertad de antena

    Para el TEDH, desde este orden de consideraciones, la libertad de expresin va asuponer la garanta del derecho a captar las emisiones cuyo origen se sita en un estadodistinto al del receptor .

    En el Asunto Groppera Radio y otros, los recurrentes denuncian la prohibicin deretransmitir por cable en Suiza los programas de Sound Radio difundidos desde Italia. Lasociedad emita tambin por ondas hertzianas pero pretendan utilizar el cable para cubrir

    80 STEDH de 28 de marzo de 1990.

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    una zona montaosa donde existan "zonas de sombra". El TEDH afirma que laradiodifusin de programas por va hertziana y su retransmisin por cable se incluyen en elderecho del art. 10.1 CEDH. Por lo que hay que comprobar si la injerencia de la autoridades compatible con el Convenio. Para ello hay que tener en cuenta que el propio Conveniopermite que los estados dispongan un rgimen de autorizacin para las empresas de

    radiodifusin. Desde esta perspectiva, para valorar el carcter no excesivo de lasinjerencias, el TEDH determina que hay que valorar, de un lado, las exigencias de laproteccin del orden internacional de las telecomunicaciones y los derechos de los demsy, de otro, el inters de los quienes quieren retransmitir por cable los programascuestionados. La prohibicin impuesta por las autoridades no poda ser entendida comouna censura previa o como control sobre los contenidos de los programas, sino que era unamedida adoptada contra una Estacin que las autoridades podan razonablementeconsiderar como una verdadera estacin suiza operando desde el otro lado de la fronterapara escapar el sistema legal de telecomunicaciones en vigor.

    Por otra parte, en el Asunto Autronic AG contra Suiza81 se trata de que la administracin

    suiza ha subordinado al acuerdo del Estado emisor el otorgamiento de la autorizacin derecibir con ayuda de una antena parablica emisiones televisadas provenientes de unsatlite sovitico de telecomunicaciones. Para el TEDH la actividad de Autronic AG entraen el mbito del art. 10 CEDH y es necesario examinar si la injerencia es legtima yconcorde con el mismo. El TEDH invoca el Convenio Europeo sobre TelevisinTransfronteriza de 5 de mayo de 198982, por el que varios estados miembros autorizan lacaptacin de emisiones televisadas, no codificadas, emitidas por satlites detelecomunicacin, sin exigir el consentimiento del pas en que est situada la estacin quealimenta al satlite. Para el TEDH, la naturaleza de las emisiones cuestionadas, nocodificadas, destinadas a los telespectadores de la Unin Sovitica, no permite calificarlascomo no destinadas al pblico en general. Adems, no es admisible el argumento delGobierno suizo de que slo la prohibicin absoluta de la captacin no autorizada de lasemisiones de los satlites de telecomunicacin permite asegurar el secreto de lascorrespondencias internacionales, puesto que es constatable que no existe riesgo de que seobtengan informaciones secretas a travs de las antenas parablicas83.

    La circulacin de los libros sin consideracin de fronteras

    Desde otro presupuesto, el de la libertad editorial sin consideracin de fronteras, el TEDHse pronunci en el Asunto Asociacin Ekin contra Francia84 considerando que la

    prohibicin de difundir en Francia un libro titulado "Euskadi en guerra" por razones deorden pblico, era contraria al Convenio por contraria al art. 10.1 de ste cuando disponeque los derechos que en l se reconocen se han de poder ejercitar "sin consideracin defronteras".

    81 STEDH de 22 de mayo de 1990.82 Se trata de un Convenio del Consejo de Europa, compatible con la Directiva "Televisin sin fronteras"de la Unin Europea, abierto a la firma de los estados en 1989 y que entr en vigor en 1993.83 Ello no obstante, recientemente ha sido comprobado, mediante la denuncia pblica de un ciudadano

    norteamericano que, cuando los servicios secretos utilizan satlites comerciales para la transmisin deinformacin, s es posible captar estas comunicaciones desde antenas parablicas convencionales.84 STEDH de 17 de julio de 2001.

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    El derecho a la creacin de medios de comunicacin y las restricciones a losmonopolios

    En el Asunto Informationsverein Lentia y otros contra Austria85 los recurrentes se quejande no poder crear y explotar cada uno una estacin de radio, y uno de ellos tambin de

    televisin, ya que la legislacin austraca instaura un monopolio de radiodifusin. ElTEDH recuerda que el art. 10 CEDH autoriza a los Estados a reglamentar un sistema deautorizaciones o licencias para organizar la radiodifusin en su territorio, en particular susaspectos tcnicos. Pero tambin exige que las autorizaciones estn sujetas a las garantasestablecidas en el apartado 2 del citado art. 10 CEDH. Desde este orden de consideracionesel TEDH constata que las injerencias litigiosas estaban previstas en la ley y que sufinalidad ha sido reconocida como legtima, pero lo que plantea dudas es su necesidad enuna sociedad democrtica. En este sentido, el TEDH considera que gracias a los avancestcnicos, las restricciones no pueden hoy fundarse en consideraciones vinculadas alnmero de las frecuentas y de los canales disponibles. Por otra parte, es un hecho lamultiplicacin de las emisiones extranjeras destinadas al pblico austraco y la decisin del

    Tribunal Administrativo de reconocer la legalidad de su retransmisin por cable. Adems,varios estados de dimensiones comparables a Austria tienen un rgimen de coexistenciaentre el sector pblico y el privado organizadas segn modalidades variables. Comoconsecuencia, para el TEDH las injerencias son desproporcionadas a la finalidadperseguida y, por tanto, no necesarias en una sociedad democrtica.

    Insistiendo en los argumentos expuestos en las anteriores sentencias sobre el sistemaaustraco relativo a los medios audiovisuales, el TEDH, en el Asunto ABC contraAustria86 ratifica que no puede ser considerado hoy da compatible con el Convenio unsistema que solamente admita la creacin de una o dos emisoras libres de radio.

    En el Asunto Tele 1 Privatfernsehgesellschaft mbH contra Austria87 el TEDH consideraque especial situacin orogrfica de Austria justifica que la televisin por ondasterrestres est reservada a la cadena estatal ORF, al mismo tiempo que exige elpluralismo y la introduccin de la televisin privada en los soportes tcnicos del cable ydel satlite.

    El derecho a la permanencia de los medios de comunicacin sin injerencias de lasautoridades

    Desde otro orden de consideraciones el Asunto zgr Gndem contra Turqua

    88

    tienecomo objeto el acoso (desde destruccin de instalaciones a suspensiones administrativasy secuestro de ejemplares) sufrido por un peridico, y sus periodistas y distribuidores(incluidos secuestros y asesinatos, adems de condenas penales), que conduce a ladesaparicin de la publicacin. El gobierno turco alegaba que este medio decomunicacin serva de cobertura a la organizacin terrorista PKK y el peridico

    85 STEDH de 24 de noviembre de 1993. A partir de esta sentencia y tras dos sentencias del TribunalConstitucional, se reform el rgimen jurdico de los medios de comunicacin audiovisuales en Austria.86 STEDH de 20 de octubre de 1997.87 STEDH de 21 de setiembre de 2001.

    88 STEDH de 16 de marzo de 2000.

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    afirmaba que el gobierno toleraba las agresiones de que era objeto la publicacin,cuando no las realizaba directamente. El TEDH consider que el estado no habatomado las medidas de proteccin ni efectuado las investigaciones para preservar lalibertad de expresin del peridico y que muchas de las condenas judiciales y medidasadministrativas acordadas por las autoridades pblicas eran desproporcionadas, an

    siendo legtimo el objetivo perseguido, ya que en los artculos controvertidos, ansiendo muy crticos hacia la poltica gubernamental, no se adverta exaltacin alguna dela violencia.