LIBRO DE DH Y DIH - DINÁMICA

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DINMICA ESPACIAL DEL secuestro en

Colombia 1996-2007

Vicepresidencia de la Repblica

Dinmica espacial del secuestro en Colombia 1996-2007Francisco Santos CaldernVicepresidente de la Repblica

Carlos Franco

Director Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la Repblica

Toms Concha Snz

Coordinador rea de Polticas Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Vicepresidencia de la Repblica

Anne-Sylvie Linder

Coordinadora del Observatorio de DH y DIH Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH

Camilo Echanda Luis Gabriel Salas Salazar

Investigadores Observatorio de Derechos Humanos y DIH Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH

Anne-Sylvie Linder Viviana Bolvar Bautista

Coordinacin Editorial Observatorio de Derechos Humanos y DIH Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH Fotografa

Abba & Magenta Grupo Creativo Ltda.Diseo, artes

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www.grupomagenta.net ISBN 978-958-9438-18-3Distribucin gratuita. Est permitida la reproduccin total o parcial del texto, citando la fuente.

www.derechoshumanos.gov.co/observatorio/ [email protected] Calle 7 No. 6-54 Publicacin electrnica. Bogot, Colombia, Enero de 2009.

ndiceIntroduccin 1. 2. 3. Interpretaciones acerca de los altos niveles de secuestro en Colombia Tendencias recientes en la evolucin del secuestro Relacin entre la dinmica del secuestro y la evolucin de la confrontacin armada Dinmica regional del secuestro 10 23

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4.

Sinopsis 104 Anexos Dinmica espacial del secuestro en Colombia (1996-2007) 1. Geografa general del secuestro 113 113 125 125 2.2. Distribucin del secuestro guerrillero y sin autor establecido 2.3. Distribucin de los secuestros de las autodefensas y la delincuencia comn 139

1.1. Distribucin de los secuestros selectivos e indiscriminados 2. Geografa del secuestro de acuerdo con los responsables

2.1. Distribucin del secuestro guerrillero (FARC y ELN)

153 3. Relacin entre la dinmica espacial del secuestro y la confrontacin armada 167

3.1. Comparacindelospatronesgeogrficosdelsecuestroy la confrontacin armada

167 3.2. Comparacin de la distribucin de los secuestros y las masacres 1815

En Colombia

entre 1962 y 2007,

se han registrado aproximadamente

45.427 secuestros.

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IntroduccinEn Colombia entre 1962 y 2007, se registran aproximadamente 45.427 secuestros. El secuestro extorsivo, ya sea con fines econmicos o polticos, ha sido el de mayor impacto en el pas. Se ha podido establecer que de los anteriores, 27.235 son extorsivos y 18.129 son simples.1 El 52% del total de secuestros ocurri entre 1996 y 2007, lo cual pone de presente la existencia de una elevada concentracin en estos doce aos. Pese a que el secuestro tuvo alguna expresin desde mediados del siglo pasado, coincidiendo con el perodo de La Violencia, es en los aos ochenta que experimenta una tendencia ascendente y la guerrilla es la que generaliza esta prctica reconocida por la legislacin internacional como crimen de guerra. Las estadsticas disponibles muestran cmo, sin lugar a dudas, Colombia fue a partir de finales de la dcada de lo ochenta y por varios aos uno de los pases con mayor nmero de secuestros, no slo en el contexto latinoamericano sino tambin a nivel mundial. En 1987, la cifra de secuestros de Italia era superior al de Colombia pero desde 1988, cuando en Colombia aumentaron a un ritmo acelerado, se ubic por debajo y la diferencia se fue haciendo cada vez ms grande. Hacia finales de la dcada de los noventa, los secuestros realizados en el pas llegaron a representar alrededor del 45% de los que se registraron en el planeta, ocupando el primer lugar en Amrica Latina, seguido por Mxico, Brasil y Guatemala. Los secuestros en Estados Unidos son muy inferiores a los de nuestro pas, mientras que la poblacin es significativamente superior. Venezuela tambin registr niveles muy inferiores a los de Colombia, sin tener en cuenta que algunos de estos hechos fueron llevados a cabo por organizaciones irregulares colombianas. El Per tuvo niveles casi diez veces menor a los de Colombia.2 Entre 2000 y 2007, el secuestro registra en el pas una disminucin estimada en 85%, al pasar de 3.572 casos en el primer ao, cuando se registra el pico ms elevado, a 521 que corresponde al nivel ms bajo de las ltimas dos dcadas. Identificar las causas de crecimiento del secuestro desde finales de la dcada de los ochenta, as como el consiguiente descenso que se1 El secuestro extorsivo se define como aquel en el cual se retiene a una persona con el propsito de exigir cuantas de dinero o ejercer presin por su posicin en la actividad pblica o poltica respectivamente y crear temor a cambio de la libertad. El secuestro simple, es aquel en el que no median intereses, ni ventajas, ni utilidades de carcter econmico y poltico; stos por lo general son propiciados por desacuerdos familiares internos y violaciones de custodia de menores. Es necesario aclarar que Fondelibertad incluye tambin como secuestro simple aquellos casos cometidos por los grupos armados ilegales en el marco de la confrontacin armada, pero que por motivos diferentes culminan en la liberacin inmediata de la persona que fue secuestrada. Lo anterior suele ocurrir en el caso de los retenes ilegales o cuando se plagia selectivamente. Las cifras son de la embajada de los Estados Unidos y la Fundacin Pas Libre.

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viene registrando en los ltimos aos, es el propsito principal del presente estudio. El anlisis de las tendencias de corto y largo plazo, as como de su expresin territorial permitir desarrollar la hiptesis central que gua el presente documento: la dinmica del secuestro en Colombia se encuentra determinada en gran medida por la confrontacin armada y la actuacin de sus principales protagonistas. La investigacin que se centrar en analizar los cambios en la dinmica del secuestro, con nfasis en el periodo 1996-2007, busca facilitar la adopcin de medidas y el diseo de polticas tendientes a disminuir su impacto en la sociedad por parte de los tomadores de decisiones y en general de los gobernantes e impedir que se vuelva a escalar. No se puede desconocer que las estadsticas sobre la evolucin del secuestro en el pas presentan muchas carencias. Sin embargo, es importante reconocer que en los ltimos aos han mejorado sustancialmente, gracias a que los criterios de las diferentes agencias y organizaciones que se dedican a su anlisis han tendido a unificarse. Con el estudio propuesto, se pretende brindar algunos elementos bsicos para contribuir al anlisis de la dinmica del secuestro en el pas. En particular, se examinar la fuente ms importante sobre el tema (informacin del Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal (Fondelibertad), que cuenta con datos desde 1996.3 En un trabajo reciente Anlisis espacial de las muertes violentas en Colombia 1990-2005, elaborado por el Observatorio de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, se pudo establecer que en el pas la distribucin espacial de los homicidios no es aleatoria, sino que existe un patrn caracterizado por la concentracin, la persistencia y la difusin. El presente documento dedicado a lo que por sus dramticas connotaciones y coincidencias con el homicidio se ha llamado la muerte en vida,4 pretende demostrar que la dinmica espacial del secuestro presenta estas mismas caractersticas y que existe una relacin muy estrecha con la confrontacin armada y la actuacin de grupos organizados de violencia. Mediante el manejo de bases de datos y la utilizacin de los avances recientes en el campo de la cartografa computarizada, que han hecho posible relacionar las manifestaciones de violencia con otras variables en el espacio geogrfico, se pretende:3 El Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal, estuvo adscrito primero al Departamento Administrativo de la Presidencia de la Repblica, luego al Ministerio del Interior y finalmente hoy es una dependencia del Ministerio de Defensa Nacional. Sobre el particular, Antanas Mockus seala que el secuestro puede parecer mucho menos grave que el homicidio: la persona puede recobrar la libertad, reintegrarse a la familia, recuperar incluso su carrera pblica. Pero el secuestro puede ser mucho ms grave que el homicidio: permite la manipulacin estratgica. El secuestrador busca hacer responsables a las familias de las vctimas o a los organismos legales de la suerte del secuestrado y obligarlos a asumir el costo de recuperarlos pagando el rescate, en dinero y en concesiones polticas. El Tiempo, 2 de febrero de 2008, El secuestro Subproducto de la guerra fra?.

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secuestro en Colombia 1996-2007

Identificar las tendencias de corto y largo plazo en la evolucin del secuestro en Colombia entre 1996 y 2007, estableciendo los momentos de mayor algidez, as como los de menor intensidad. Identificar los patrones de concentracin, persistencia y difusin de los secuestros en el espacio geogrfico. Determinar la incidencia de la confrontacin armada y la actuacin de organizaciones al margen de la ley en la dinmica global del secuestro en los niveles nacional, departamental y municipal. Establecer comparaciones entre la dinmica espacial y temporal del conjunto de secuestros y la de aquellos llevados a cabo por cada uno de los grupos responsables (guerrillas, autodefensas, bandas), a fin de establecer cual de ellos tiene mayor peso en la explicacin de las tendencias generales. Establecer la posible relacin entre las tendencias y patrones observados en los secuestros registrados sin autor establecido y los que presentan los secuestros realizados por los autores identificados, principalmente la guerrilla. Finalmente, se pretende explicar la tendencia descendente de los secuestros registrada a partir de 2001, que se relaciona, por una parte, con la mayor accin de la Fuerza Pblica contra los grupos armados ilegales a partir de 2002, y, por otra parte, con la violencia desatada entre 1998 y 2001 por los grupos de autodefensa para impedir la consolidacin del dominio territorial de los grupos guerrilleros en amplias regiones del pas. El estudio se encuentra dividido, fuera de esta introduccin y de una sinopsis que se presenta al final, en cuatro secciones. En la primera, se exploran algunas interpretaciones acerca de los altos niveles de secuestro que se registraron en Colombia hasta comienzos de 2000. En la segunda, se describe la evolucin reciente en las diferentes modalidades de secuestro, se determina la participacin de las organizaciones armadas en cada una de ellas y se comparan las variaciones a travs de los doce aos entre el conjunto del pas y cada departamento en particular. En la tercera, se analizan los cambios en la dinmica del secuestro, haciendo nfasis en las dimensiones estratgicas que la actividad adquiere en medio de la confrontacin armada. En la cuarta, se profundiza en el anlisis de la dinmica del secuestro en el mbito regional que, como se ha sealado, responde en lo fundamental al desarrollo de las estrategias y las tcticas de los protagonistas de la confrontacin armada para alcanzar sus objetivos.

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1. Interpretacionesacerca de los altos niveles de secuestro en Colombia

Las primeras interpretaciones que, desde la perspectiva de la teora econmica del crimen, procuran encontrar explicaciones a la elevada magnitud del secuestro en Colombia, atribuyen sus causas, fuera de los factores asociados con el elevado monto de los rescates que convierten al secuestro en una actividad de altsima rentabilidad, a las dificultades que se presentan en la administracin de justicia y la elevada disposicin a pagar por parte de la sociedad. A la luz de la teora econmica del crimen (Becker 1968), los actores que cometen infracciones contra la ley penal realizan un clculo racional de alternativas que les permite, despus de haber sopesado las ventajas y desventajas de sus actos ilegales, obtener el mximo beneficio con el mnimo costo (riesgo de ser capturados, procesados y condenados) en la obtencin de un resultado particular (North 1991). La realizacin de secuestros en Colombia se encuentra asociada principalmente a actores armados organizados (guerrillas, narcotrfico, autodefensas y bandas delincuenciales), que han recurrido a esta prctica, convencidos de su efectividad en el logro de sus objetivos, sin que exista un riesgo sustancial que opere como factor de disuasin. De hecho, las organizaciones que recurren al secuestro cuentan con una considerable experiencia que les permite desempearse hbilmente en todas las etapas de un plagio y evadir la accin de las autoridades, que concurre a reducir an ms el costo del mismo.10

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secuestro en Colombia 1996-2007

Las limitaciones de la administracin de justicia se expresan en la baja probabilidad que representa para quienes llevan a cabo los secuestros, ser capturados y posteriormente condenados, que es en el pas de tan slo el 2%. 5 Segn la Fundacin Pas Libre, el nivel de impunidad frente al delito del secuestro, en el momento en que se comienza a registrar la tendencia creciente hacia finales de los aos noventa, se estima en alrededor del 80%.6 Los altos niveles de impunidad que rodean esta conducta punible se convierten de manera clara en un factor decisivo que estimula a sus autores, por cuanto stos sopesan de manera consciente la obtencin de altos beneficios frente al riesgo muy bajo de ser castigado por infringir la ley. 7 A partir de la informacin de Fondelibertad, contenida en los grficos No. 1 y 2, se tiene que el 53% de los secuestros registrados entre 1996 y 2007 tuvo una finalidad econmica, mientras que el 7% fue extorsivo poltico.8 La distribucin de las vctimas segn su actividad u ocupacin indica que los ms afectados son los comerciantes, los ganaderos y agricultores, los menores de edad, los funcionarios pblicos, los miembros de la Fuerza Pblica y los polticos. La categora denominada otros es bastante elevada y en buena medida incluye vctimas de las que no se sabe su actividad u ocupacin. Del total de los pagos realizados, el 28,1% fue por la liberacin de profesionales, el 22,6% por comerciantes, el 11,3% por ganaderos, el 7,9% por menores de edad, el 15,2% por otros y del restante 14,9% no se tienen informacin.9

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Olga C. Gmez, Causas econmicas del secuestro en Colombia Trabajo de grado presentado al Departamento de Economa de la Universidad Javeriana 1995. Francisco Santos. Legislacin Antisecuestro. En: Memorias Seminario Internacional de Violencia, Secuestro y Terrorismo, Bogot, Mayo de 1997. Santos expresa en un grfico que de los 2.507 secuestros cometidos entre 1995 y 1996 se produjeron 33 sentencias. Esto significa un porcentaje de impunidad de 86.32%. A partir de informacin de la Fundacin Pas Libre y la Fiscala General de la Nacin en los ltimos aos el porcentaje de impunidad al parecer habra aumentado al ubicarse alrededor del 90%. Daniel Meja. El secuestro en Colombia: una aproximacin econmica en un marco de teora de juegos. En Economa Crimen y Conflicto. Universidad Nacional de Colombia, Bogot 2001. Es importante tener en cuenta que el desarrollo reciente de los conflictos con mltiples actores, la proliferacin de secuestros y la extorsin ha hecho que sea difcil de distinguir cundo un secuestro es realizado por mviles polticos y cuando por mviles econmicos. Tampoco es claro establecer cuando lo realiza la guerrilla o las bandas de delincuencia comn, pues ha habido una articulacin de las redes de finanzas de las guerrillas y los grupos de autodefensa con los circuitos de la delincuencia comn. Es sabido que la delincuencia comn realiza secuestros con el propsito de venderlos posteriormente a las organizaciones guerrilleras, que cuentan con la capacidad de mantener en cautiverio a las vctimas y adelantar las negociaciones para obtener un pago. Departamento Nacional de Planeacin Direccin de Estudios Econmicos. Archivos de Economa, El secuestro en Colombia: Caracterizacin y costos econmicos Mara Eugenia Pinto Borrego, Ivette Ma. Altamar Consuegra, Yilberto Lahuerta Percipiano, Lus Fernando Cepeda Zuleta, Adriana Victoria Mera Sotelo. Documento 257, 9 de Junio de 2004. Este estudio seala que en cuanto a los costos econmicos del secuestro, los comerciantes son el grupo de poblacin que permanece mayor tiempo en cautiverio; por ese motivo, es el sector que ms aporta a la prdida de capital humano asociado con el tiempo de cautiverio (36%); vale la pena poner de presente que el 81,3% de esta prdida, se concentr en tres sectores: comerciantes, ganaderos y profesionales.

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Para dimensionar los beneficios obtenidos del secuestro en Colombia, basta con tener en cuenta que entre 1996 y 2003 este delito le report a los grupos armados al margen de la ley y a la delincuencia comn ingresos por $162.709,6 millones de 2003, es decir, US$56.5 millones. De stos, el 43.9% los recibi las Farc, el 20.2% el ELN, la delincuencia comn el 5.2%, las autodefensas el 0.4%, otros grupos el 15.5% y del restante 14.9% se desconoce su receptor.10 De otra parte, es importante considerar que los rescates de las autoridades no son muy altos, representan en promedio para el lapso de los ltimos doce aos el 19%, y esta situacin tambin constituye un incentivo para los autores de los secuestros.11 La situacin de los secuestrados por aos muestra que la proporcin ms baja de rescates se registr en 1998 con 12%, pero en los ltimos aos ha ido mejorando y en 2007 alcanza su nivel ms alto con 26%. En 2001, 2002 y 2006, la proporcin se elev por encima del 20%, mientras que las proporciones ms bajas se registraron entre 1997 y 2000, periodo durante el cual se produjeron los niveles ms elevados de secuestros de tipo extorsivo poltico, lo que pudo haber incidido en estos porcentajes. Grfico No. 1

Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica.

10 El secuestro en Colombia: Caracterizacin y costos econmicos. Op. cit. 11 La metodologa utilizada tiene el problema de que la situacin de los secuestrados de un ao determinado puede cambiar en el curso de los aos siguientes.

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secuestro en Colombia 1996-2007

Grfico No. 2

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica. * Excluye a una enorme cantidad de vctimas cuya actividad se desconoce.

Sin embargo, se debe subrayar que la probabilidad de que se produzcan rescates ha mejorado y que esto en los ltimos aos se aplica ms a las vctimas en poder de la delincuencia comn. En efecto, a partir de 2002 el porcentaje de rescatados en poder de la guerrilla ha venido disminuyendo: despus de alcanzar el 58% en 2001, cae al 23% en 2006. En promedio para el periodo estudiado, el 43% de los rescatados corresponde a personas mantenidas en cautiverio por la guerrilla. Como se puede observar en el grfico No. 3, la proporcin de liberados es alta, que de cierta manera revela la existencia de una disposicin a pagar por parte de la sociedad. El promedio anual entre 1996 y 2007 es del 57%, y la tendencia es descendente entre 1998 y 2002, se incrementa hasta 2005 y vuelve a caer desde 2006. De otra parte, la proporcin que incluye los denominados cautivos corresponde al 13%. La situacin actual de estas personas no se conoce, sin embargo, se podra suponer que en su mayora son liberados a cambio del pago econmico, algunos son rescatados y otros asesinados. Las ms bajas proporciones corresponden a los muertos con 5%, liberacin por presin militar con 3% y fuga con 2%. Cabe anotar que es posible que entre los secuestrados se cuenten aquellos que fueron asesinados,13

sin que la intencin fuera obtener el pago de un rescate (casos de ajustes de cuentas que fueron errneamente incluidos como secuestros).12 Grfico No. 3

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

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La pregunta de por qu las vctimas del secuestro y la extorsin han acabado por creer que la alternativa de pagar es ms razonable, es explorada en algunos trabajos acadmicos.13 En este sentido, es importante aclarar que ni desde el punto de vista social ni desde el individual, se trata de una estrategia ptima (la de pagar); sin embargo, en las circunstancias que vivi el pas, en las que los grupos al margen de la ley parecan incontenibles, esta decisin lleg a ser la mejor alternativa disponible debido a la concurrencia de varios factores, pero principalmente al hecho de que pueden llegar a obtener una certidumbre muy alta (fruto del aprendizaje), respecto de las limitaciones del Estado para protegerlos. Los estudios concluyen que en el caso colombiano, los agentes que aceptan pagar la extorsin, estn actuando en forma econmica: en lugar de recorrer12 Las Farc son el grupo con el mayor nmero de casos de muerte de secuestrados; por ese motivo son los causantes del 29.3% de la prdida de capital humano asociado con la muerte de un secuestrado durante su cautiverio. Le siguen en su orden los casos sin establecer (27%) y la delincuencia comn (16%).El grupo que mantiene en cautiverio a los secuestrados durante un lapso mayor tambin son la Farc, por ese motivo este grupo es el que mayor incidencia tiene en la prdida de capital humano para el pas (38,8%). Le siguen en su orden los casos sin establecer (25.3%) y el ELN 19,6%. El secuestro en Colombia: Caracterizacin y costos econmicos. Op.Cit. 13 Boris Salazar y Mara del Pilar Castillo. La hora de los dinosaurios: conflicto y depredacin en Colombia. CEREC-CIDSE. Bogot, 2001.

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las vas estatales, preferirn negociar con el agente directo de la amenaza violenta. La negociacin puede ser considerada ventajosa para ambos lados: el amenazado recibe la seguridad de continuar con vida, de realizar sus actividades econmicas y conservar su prestigio a cambio de un pago monetario a quien pueda proveer la seguridad, es decir al actor directo de la violencia, mientras que ste incrementa su poder econmico y consolida sus ganancias territoriales y su capacidad de control sobre la poblacin civil.14 No obstante, los cambios producidos recientemente en las condiciones de seguridad del pas que se expresan en la reduccin del secuestro, parecen haber puesto lmite a la fuerza econmica inercial que traa la negociacin directa entre agentes de la sociedad y grupos armados ilegales para auto reforzarse y mantenerse en el tiempo. En las circunstancias actuales, slo una decisin colectiva - en trminos de no pagar capaz de reordenar las racionalidades individuales en funcin de la racionalidad colectiva permitir incidir sobre el futuro de la confrontacin y cerrar definitivamente las posibilidades a los grupos armados al margen de la ley de lograr fortalecimiento econmico y por lo tanto militar.15 Otros autores sostienen que el secuestro ha sido una actividad puente entre la ilegalidad y la confrontacin armada y una fuente expedita de recursos.16 Es preciso anotar al respecto que las actividades ilegales y la criminalidad organizada se mueven con lgicas distintas de las economas de guerra, porque obedecen a fenmenos y relaciones diferentes. Lo que la guerra crea a partir de actividades ilegales, como el secuestro, son mercados de violencia que responden al desarrollo de las estrategias y las tcticas blicas en medio de la confrontacin.17 En Colombia, pese a que el secuestro se registra como un mercado ilegal desde los aos de La Violencia, como una expresin del bandolerismo y tambin haya sido recurrente en el narcotrfico, es la guerrilla quien se14 Boris Salazar y Mara del Pilar Castillo. Pagar o no pagar el dilema de los ricos ante la violencia en Colombia documento de trabajo del CIDSE, Universidad del Valle No. 24, junio de 1996. Jon. Elster. El secuestro en las guerras civiles. Documento reparado para el taller Tcnicas de violencia. Oslo, 20 y 21 de agosto de 200. 15 Antanas Mockus seala que cada secuestro exitoso, cada rescate militar fallido, o cada liberacin ampliamente difundida por los medios de comunicacin constituyen un premio para quienes lo utilizan como mtodo. Por lo tanto, la nica solucin es no cooperar con el secuestrador. El Tiempo, 2 de febrero de 2008, El secuestro Subproducto de la guerra fra?. 16 El secuestro en las guerras actuales se ha transformado en un mercado multinacional. Los seguros para ingenieros, tcnicos y ejecutivos de multinacionales en zonas de conflicto se convirtieron en un estmulo para su prctica, pues ha encarecido los rescates y se ha convertido en una transaccin normal entre negociadores que multiplican su capacidad de pago en moneda extranjera y sin regateos. Mercenarios internacionales y expertos en seguridad se han convertido en negociadores para las compaas aseguradoras. De acuerdo con Pax Christi, la mayora de los ejecutivos extranjeros de alto perfil que trabajan en Amrica Latina estn cubiertos por este tipo de seguro. De los gerentes locales empleados por inversionistas extranjeros, se estima que cerca del 50% est asegurado tambin y el porcentaje de extranjeros asegurados en Colombia es mucho mayor que el mencionado. 17 Javier Guerrero. Mercados de violencia, mercados ilegales y guerras civiles en Amrica Latina en los aos noventa: tesis para el estudio etnogrfico de las economas de guerra. Revista Palimsestvs No. 3 de 2003. Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia.

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encarga de transformar esta actividad en un mercado de violencia. Es as como por cuenta de la participacin de este actor a partir de la dcada de lo ochenta, comienza a escalarse, tal como se observa en el grfico No. .18 Grfico No. 4

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Fuente: Polica Nacional-Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

El concepto mercado de violencia puede contribuir a explicar las formas como se entrelazan fenmenos de diferente origen y naturaleza, que emplean la coercin, la amenaza y el terror con diferentes fines, pero cuyos productos convergen en el mercado y se convierten en bienes o actividades transables. Los mercados ilegales se parecen a los mercados de violencia, pero para que estos ltimos sean sostenibles deben estar inscritos o ser producto de la confrontacin. De aqu que las ganancias en las economas de guerra tengan un carcter instrumental y no sean un fin como ocurre en las actividades ilegales y el crimen organizado.1918 En la dcada de los setenta, las cifras indican que en promedio se secuestraban anualmente 55 personas, en los ochenta se pasa a 296 casos anuales y en los noventa esta cifra se cuadriplica y llega 1.508 casos anuales en promedio. 19 Georg Elwert. Mercados de violencia y poltica de ayuda e intervencin, en Martn Kalulambi Pongo, Perspectivas comparadas de Mercados de violencia, Bogot, Alfaomega, 2003.

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Mauricio Rubio en una reciente investigacin seala que tanto desde el punto de vista del agresor, como el de la vctima, como de las autoridades que buscan enfrentarlo, la pretensin de asimilar el secuestro a una actividad puramente econmica no resiste un anlisis serio. Tampoco parece adecuado para este autor establecer una tajante distincin entre los secuestros econmicos y los polticos. En buena parte de los casos, como lo demuestra la experiencia colombiana, se da una compleja y variada mezcla de mviles y repercusiones, que no son slo econmicas, ni slo polticas. La consolidacin del secuestro con cautiverio de la vctima y prolongada negociacin del rescate- requiere altos niveles de organizacin, respaldados por una ideologa comn. En este sentido, no es una coincidencia que la expansin del secuestro en Amrica Latina se haya dado en forma paralela a la de los grupos guerrilleros.20 De acuerdo con este anlisis, en Colombia el M-19 habra tenido una influencia determinante sobre las dems guerrillas en materia de secuestros. El M-19 apareca como el grupo a ser imitado por cuanto con unos pocos golpes muy certeros haba logrado no slo acumular recursos econmicos considerables, sino que haba demostrado capacidad para dialogar en sus trminos con el gobierno y haba tenido una difusin, un cubrimiento meditico y una publicidad difciles de imaginar para cualquiera de las dems agrupaciones subversivas.21 En trminos escuetos, la guerrilla rural y dogmtica querra tambin, a partir de ese momento, transitar el sendero trazado por los guerrilleros urbanos.22 En todo caso, no se puede perder de vista que las Farc empezaron a realizar retenciones (eufemismo empleado por los grupos guerrilleros para referirse al secuestro) en forma sistemtica como recurso de financiacin, cuando los ndices en el pas eran muy bajos y que el papel jugado por esta guerrilla fue determinante en la propagacin de este delito, que despus se expandi por cuenta de la participacin de otros grupos guerrilleros, el narcotrfico y la delincuencia comn.23 De otra parte, es indiscutible que en la conformacin de los grupos de autodefensa pes mucho la amenaza del secuestro de las Farc, y

20 Mauricio Rubio. Del rapto a la pesca milagrosa. Breve Historia del secuestro en Colombia. Universidad Externado de Colombia, Bogota, 2006. 21 Rubio seala como paradjicamente uno de estos golpes, la toma de la Embajada de Repblica Dominicana, marc para el M-19 el inicio de una nueva etapa: prcticamente se abandonaba la estructura urbana, bastante menguada, y se iniciaban las acciones rurales. 22 La transicin que, por esa poca, estaba dando el M-19 en franca contrava a la de los dems grupos, orientando sus acciones hacia el campo, refleja la otra cara de lo que Rubio denomina el dilema del guerrero: es ms fcil y seguro operar en las reas rurales pero, simultneamente, es all dnde son ms escasos los recursos para financiar la guerra. As, mientras las guerrillas rurales miraban hacia las ciudades impresionadas por el xito de la guerrilla urbana, esta ltima se refugiaba en el campo. 23 Fernando Cubides destaca la forma deliberada como los grupos guerrilleros se empean en desconocer su participacin en la mayora de los casos y apelan al eufemismo o al silencio. Mientras que el ELN ensaya una justificacin en las finanzas y algunos ejemplos internacionales son los argumentos, las Farc eluden cualquier referencia as fuera eufemstica a dicha prctica. En ninguna de las dos organizaciones, se tienen muestras de que se haya considerado lo que significa el secuestro como delito de lesa humanidad, las simpatas que les enajena, la clase de enemigos que por fuerza les hace adquirir. En rojo y gris: La dialctica de la confrontacin armada en Colombia y sus costos sociales, en Colombia,conflicto armado, perspectivas de paz y democracia, Miami, Universidad Internacional de la Florida, 2001.

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fue justamente en el Magdalena Medio, donde se organizaron los primeros grupos en los aos ochenta.24 Tambin es importante tener en cuenta que hacia comienzos de la dcada de los ochenta, poca de gran protagonismo del M-19, las guerrillas de las Farc, el ELN y el EPL introdujeron modificaciones muy importantes en sus estrategias, que se expresan en dos nuevas conductas: hacer presencia en zonas con mayor potencial estratgico y llevar su accionar hacia las zonas urbanas. En el caso de las Farc, a partir de la Sptima Conferencia celebrada en 1982, esta organizacin adopt una estrategia de crecimiento basada en el desdoblamiento de los frentes existentes; se determin, entonces, que cada frente sera ampliado, hasta conseguir la creacin de uno por departamento. Para lograr la expansin territorial, la diversificacin de las finanzas se constituy en uno de los objetivos prioritarios dentro de la agenda del movimiento subversivo. En cuanto a los determinantes financieros que hicieron posible el aumento de los frentes, la coca en la primera mitad de la dcada de los ochenta juega un papel decisivo. Los recursos derivados de su explotacin le permitieron a la guerrilla consolidar la presencia de nuevos frentes en Meta, Guaviare y Caquet. As mismo, las Farc se vinculan a esta actividad en los departamentos de Putumayo, Cauca, Santander y en la Sierra Nevada de Santa Marta. En cumplimiento de las decisiones adoptadas en la Sptima Conferencia, las Farc, cuyos ncleos iniciales de expansin nacieron en zonas de colonizacin, presentan en los aos ochenta cambios importantes. Es as como comienzan a quedar inscritas en zonas que experimentaron transformaciones en actividades vinculadas a la ganadera (Meta, Caquet, Magdalena Medio y Crdoba), la agricultura comercial (zona bananera de Urab, partes de Santander, sur del Cesar), e incluso en zonas de explotacin petrolera (Magdalena Medio, Sarare, Putumayo) y aurfera (Bajo Cauca antioqueo y sur de Bolvar). Tambin se fueron situando en reas fronterizas (Sarare, Norte de Santander, Putumayo, Urab) y en zonas costeras (Sierra Nevada, Urab, occidente del Valle del Cauca), que registraban niveles importantes de actividades relacionadas con el contrabando. Al mismo tiempo que se registraba esta importante expansin en el mbito rural, se identifican las ciudades y en particular a Bogot como centro del eje de despliegue por la cordillera oriental. En este contexto el accionar a nivel urbano adquiere una categora estratgica.

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24 Carlos Medina (1990). Autodefensas, paramilitares y narcotrfico en Colombia. Origen, desarrollo y consolidacin. El caso de Puerto Boyac, Bogot, Editorial Documentos Periodsticos.

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secuestro en Colombia 1996-2007

En lo concerniente al ELN, esta guerrilla surge en Santander hacia mediados de los aos sesenta, y poco a poco se expande al sur de Bolvar y el nordeste antioqueo. El frente Camilo Torres nace en 1967 en lmites entre Santander y Cesar, pero en 1968 es duramente golpeado. Sin embargo, en 1969 llevan a cabo los primeros secuestros. A raz de la operacin Anor en 1973, el ELN qued bastante disminuido.25 En la segunda mitad de los aos setenta, alrededor de unos 35 o 40 guerrilleros se desplazan del rea de Simit, en el sur de Bolvar, pasando por Sabana de Novillos en el sur del Cesar, se sitan en la cordillera y comienzan a desarrollar un trabajo poltico-organizativo, con la comunidad motilona y con la poblacin campesina de esa rea del pas. El ELN crece sobretodo entre 1983 y 1989 y en esos aos el frente Camilo Torres, uno de los ms antiguos de la organizacin, se desdobla en varios frentes, entre ellos el Jos Manuel Martnez Quiroz, que tiene la tarea de ir copando la parte centro-nororiental del pas.26 Los dilemas que enfrentaban por aquella poca los grupos guerrilleros de origen campesino para tener acceso a los recursos urbanos haban sido sufridos en carne propia por el ELN. La experiencia de Anor dejaba claro que hacer caer todo el peso del financiamiento del esfuerzo de guerra sobre la poblacin lugarea poda poner en riesgo la supervivencia de un grupo. Adems que, incluso cuando se adoptaba la opcin financiera del secuestro rural, esta prctica tena un lmite. Por otra parte, el febrerazo de 1977, cuando casi la totalidad de sus cuadros urbanos fueron detenidos en Bogot hizo evidente que las operaciones subversivas en la ciudad requeran una tecnologa y una estructura organizativa, muy distintas a las de los grupos armados mviles en el campo.27 La manera como el ELN enfrent estos dilemas fue orientando su accin hacia la economa petrolera: por medio de la extorsin directa a las empresas constructoras del oleoducto de Cao Limn desde mediados de los aos ochenta y por otra parte, con el llamado clientelismo armado, o sea la asignacin mediante amenazas de recursos fiscales, en particular regalas petroleras.28 Los cambios que se registraron posteriormente al interior de la organizacin armada, no se explican slo a partir de la obtencin de recursos y comprenden aspectos relacionados con la definicin de nuevos objetivos estratgicos. En 1983, tuvo lugar la denominada Reunin Nacional de Hroes y Mrtires de Anor, en la que el grupo guerrillero, decidi doblar sus estructuras armadas existentes.

25 En esa operacin militar la comandancia del ELN qued desperdigada y aislada en la zona del ro Nech, en el Bajo Cauca antioqueo, al punto que demor casi tres meses en reunirse de nuevo para reorganizarse. As lo reconoci el propio Manuel Prez, sacerdote espaol, fundador y uno de los comandantes del ELN, muerto en febrero de 1998. 26 Ver Carlos Medina, Ejrcito de Liberacin Nacional -ELN- Una Historia, Mimeo, Santaf de Bogot, 1993. 27 En particular, la necesidad de mimetizarse y pasar desapercibido, esencial para sobrevivir en el medio urbano, era especialmente difcil de asumir para combatientes rurales, en uniforme, permanente y visiblemente armados. El entrenamiento que recibe, y las aptitudes que debe desarrollar un guerrillero rural, militares en esencia, tienen dimensiones casi antagnicas a las de su contraparte citadina. Rubio (2006) Op. Cit. 28 Andrs Peate (1999). El sendero estratgico del ELN: del idealismo guevarista al clientelismo armado, en: Deas, Malcom y Llorente, Mara Victoria (comps.), Reconocer la guerra para construir la paz, Bogot, Editorial Norma - Cerec - Universidad de los Andes.

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En ese entonces, la organizacin contaba con los frentes de guerra denominados nororiental y noroccidental. El primero contaba con las estructuras Domingo Lan en la regin del Sarare y Camilo Torres en la parte del Magdalena Medio de los departamentos de Santander y Cesar. El segundo corresponda a la estructura Jos Antonio Galn en Antioquia. En cuanto al EPL, que se haba constituido en 1967 como el brazo armado del partido comunista y, siguiendo la experiencia china, buscaba ante todo hacer presencia en las zonas rurales para lograr el apoyo campesino, cuestiona definitivamente esta orientacin en el mismo momento en que el M-19 est ocupando la embajada de Repblica Dominicana. En la dcada de los ochenta, la presencia del EPL se concentr en zonas de desarrollo agroindustrial, en particular en Urab; en regiones con capas de campesinos y colonos, que a su vez empezaban a constituirse en focos de expansin de nuevos grupos de terratenientes, como Urab y Crdoba; y en el Viejo Caldas. Ampli tambin su influencia en Antioquia y en zonas de Putumayo, as como en Norte de Santander; departamento donde coexisten explotaciones petroleras y reas de colonizacin. En los centros urbanos, tuvo alguna tradicin desde la dcada de los setenta en las ciudades, en especial en Medelln. El EPL firm con el gobierno de Belisario Betancur un acuerdo de cese al fuego en 1984 que utiliz, al igual que las Farc, para expandirse hacia nuevas zonas e incrementar el nmero de combatientes en sus filas, aprovechando la ausencia de iniciativa de la Fuerza Pblica en su contra. El accionar del EPL que se expresa en un alto nmero de secuestros se reanud a partir de la segunda mitad de la dcada de los ochenta, despus de la toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y del asesinato de scar William Calvo. Una indagacin en materia de actores de secuestro durante los aos ochenta, cuando esta prctica cambia por completo de tendencia, muestra que, entre las organizaciones guerrilleras, la que cuenta con la mayor participacin fueron las Farc (35%) seguidas por el M-19 (10%); en tanto que EPL y ELN tuvieron en ese periodo una responsabilidad mucho menor (3% cada uno), pese a constituirse en organizaciones de ms antigedad que el M-19 y, por lo menos en el caso del ELN, haber dispuesto, en la poca, de un mayor aparato militar.29 Los secuestros del M-19 durante este periodo fueron realizados principalmente en Cauca, Caquet, Valle y algo en Antioquia. El EPL, a su turno, intensific los plagios ms que todo en Antioquia y Crdoba, que fueron el escenario principal de su accionar. En el caso de las Farc, esta guerrilla supera ampliamente los secuestros realizados por los autores identificados y desconocidos, en varios departamentos: antiguos territorios nacionales (donde es seguida de cerca por el ELN), Santander, Huila, son los primeros30; les sigue, con cifras menos altas, Meta.29 El anlisis descriptivo de los ndices de secuestro en la dcada del ochenta se encuentra en Fernando Cubides, Ana Cecilia Olaya y Carlos Miguel Ortiz. (1998) Los departamentos y el secuestro. En La violencia y el municipio colombiano 1980 - 1997, Bogot, Universidad Nacional - Centro de Estudios Sociales. 30 Estos departamentos coinciden con ser, junto con el Valle, los de mayor nmero total de secuestros en el intervalo.

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En Crdoba son superadas por el EPL, en Cauca por el M-19, en Valle por la delincuencia comn, en Antioquia por la categora autor no establecido, en el Cesar por autor no establecido y por el ELN. Es muy baja su actividad de secuestro en Bogot y en Magdalena, territorios donde prima la delincuencia comn, y muy baja en Norte de Santander (donde encabeza el ELN). La participacin de la llamada delincuencia comn fue prcticamente tan importante como la del conjunto de las organizaciones guerrilleras.31 Era ms considerable, en el Distrito Capital, en primer lugar; y en los departamentos, por orden descendente, de Valle, Santander, Antioquia, antiguos territorios nacionales y - de manera incipiente - en Nario. Llama la atencin, una vez ms, el caso del Valle, que presenta ndices relativamente altos, sin que se asocien directamente con la guerrilla, sino con otros protagonistas, organizados o no; una desagregacin de los datos muestra mayor concentracin en los municipios del norte del departamento. La altsima cifra de secuestros sin autor establecido en algunos departamentos como Antioquia (mayor all que las cifras de cualquiera de los actores diferenciados) y Valle, estaran sugiriendo el peso muy significativo que desde los aos ochenta comienza a tener en estos dos escenarios la actuacin del crimen organizado, particularmente del narcotrfico en la realizacin de los plagios. Una mirada a la geografa del secuestro hacia finales de los aos ochenta y la primera mitad de los noventa, muestra que el 80% de los casos se registra en 13 departamentos: Antioquia 22%, Valle 8.2%, Cesar 7.6%, Cundinamarca 7.%, Santander 7%, Norte de Santander 5.5%, Cauca %, Meta 3.8%, Huila 3.3%, Magdalena 3.1%, Bolvar 3.15%, Crdoba 2.7%, y Sucre 2.5%. En departamentos como Vichada, Guaina y Amazonas, donde tradicionalmente no se registraban secuestros, se comienzan a presentar algunos casos. Los departamentos donde se comienzan a elevar los plagios a partir de 1990 son: Nario, Guajira, Casanare, Quindo, Sucre y Magdalena. En estos escenarios, el incremento del secuestro se produce paralelamente con la expansin de la guerrilla, aportando una clara muestra de cmo la incursin de este actor en nuevos territorios va acompaada del incremento de los plagios. Tambin aument el secuestro, aunque en proporcin menor en Tolima, Cundinamarca, Atlntico, Santander y Arauca. Fuera de constituir una de sus principales fuentes de financiamiento, la guerrilla recurri al secuestro en las regiones donde incursionaba por primera vez para atemorizar y de esta forma abrir paso al cobro regular de la extorsin.32

31 Cabe sealar que de la misma manera como la delincuencia adopta prcticas de la guerrilla, la subversin adquiere procedimientos tpicos de la delincuencia comn. Es as como en varias zonas del pas, estructuras de la guerrilla comienzan a actuar como redes de secuestro y extorsin. 32 En el caso colombiano, la capacidad de secuestrar parece estar directamente relacionada con el grado de control que sobre el territorio tienen los grupos que realizan los plagios e inversamente relacionada con la existencia de otras fuentes de financiacin como el narcotrfico. De lo anterior, se podra deducir que el secuestro como fuente de financiacin es sustituto de otras fuentes. Ver Informe sobre los avances contra el secuestro 2002-2006. Coyuntura de Seguridad No. 17 de la Fundacin Seguridad & Democracia.

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En definitiva, lo que permite explicar la elevada magnitud que a partir de los aos ochenta alcanza el secuestro es ante todo la dinmica de la confrontacin armada y los propsitos de los grupos irregulares orientados a la ampliacin de su base territorial, la obtencin de recursos y el control sobre las poblaciones. Sin lugar a dudas, la confrontacin armada transform el secuestro en un mercado de violencia que responde al desarrollo de las estrategias y las tcticas de sus protagonistas. As mismo, se ha visto que el secuestro ha generado patrones de imitacin e innovacin por parte de organizaciones al margen de la ley que lo hace persistir como delito en Colombia.

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2. Tendenciasrecientes en la evolucin del secuestro

El anlisis de las estadsticas recientes de secuestro, a partir de la base de datos de Fondelibertad construida entre 1996 y 2007, permite describir la evolucin reciente en sus diferentes modalidades, determinar la participacin de las organizaciones armadas en cada una de ellas y comparar las variaciones a travs de los doce aos considerados, entre el conjunto del pas y cada departamento en particular. Aunque el intervalo estudiado sea, por dificultad de fuentes, insuficiente para inferir tendencias de largo plazo, los aos que lo constituyen fueron muy importantes en otras dimensiones, tanto de la violencia como de la vida poltica nacional.23

Grfico No. 5

Grfico No. 6

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Fuente:Fondelibertad(ambasgrficas) Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

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Grfico No. 7

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

Como se aprecia en el grfico No. 5, entre 1996 y 2007 se registraron en Colombia 23.666 secuestros (incluye secuestros simples, extorsivos, a la Fuerza Pblica y aquellos casos sin establecer), de los cuales 6.863 fueron cometidos por las Farc, 5.407 por el ELN, 3.909 por la delincuencia comn, 1.163 por las autodefensas, 699 por la disidencia del EPL, 101 por otros grupos guerrilleros y 310 por familiares de las vctimas. En los restantes 5.214 casos, no se ha podido establecer a quien corresponde la autora de los plagios. En el grfico No. 6, se advierte que la guerrilla es responsable del 56% de los secuestros, la delincuencia comn del 16% y los grupos de autodefensa del 5%. De otra parte, el 1% de los secuestros son llevados a cabo por familiares de las vctimas. En cuanto al 22% restante, no se pudo establecer la autora de los plagios. En cuanto a las motivaciones de los autores de los secuestros, en el grfico No. 7 se observa que la extorsin econmica representa el 53% de los casos, la finalidad poltica se reconoce en el 7% y en el 0% restante se desconocen los propsitos. Los secuestros cometidos contra miembros de la Fuerza Pblica representan el 3%. En el grfico No. 8 se presenta una primera aproximacin a la dinmica de los secuestros extorsivos. Los secuestros extorsivos fueron 15.235, mientras que 5.134 personas fueron secuestradas con fines simples. Cabe recordar que el secuestro extorsivo en Colombia se explica principalmente por dos causas. La primera de tipo poltico, que busca no slo el dominio del territorio, a travs de la presin sobre los cargos y finanzas pblicas, sino tambin, incidir en las decisiones25

del Estado. La segunda, de tipo econmico, busca ante todo una fuente de recursos para financiar las actividades del grupo armado que recurre a esta prctica.33 Grfico No. 8

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

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Las Farc son el grupo armado ilegal que ms secuestra con fines extorsivos en el pas. Durante el perodo estudiado, esta organizacin plagi a 5.162 personas, que representan el 34.4%. No obstante, el ELN con 3.580 secuestros participa con el 23.8%. Por su parte, la delincuencia comn llev a cabo 2.327, que representan el 15.5%, el EPL 620 (4%) y las autodefensas 615 (4%). En el resto de los casos, no se pudo establecer la autora de los secuestros extorsivos. La mayor proporcin de secuestros simples en el pas se encuentra asociada con la confrontacin armada; por ese motivo, los grupos armados ilegales son los principales responsables de este tipo de plagio (40%). Los secuestros simples que no tienen relacin con la confrontacin armada fueron realizados en su gran mayora por la delincuencia comn (25%) y por familiares (0,5%), mientras que del restante 30% no se tiene informacin.33 Es importante sealar que a partir de finales del mes de mayo de 2003, Fondelibertad tom la determinacin de unir los secuestros que aparentemente tienen motivacin poltica con aquellos que tienen una motivacin econmica, agrupndolos en la categora de secuestros extorsivos.

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La distribucin del conjunto de secuestros a nivel departamental permite determinar el grado de concentracin en las diferentes circunscripciones del pas. Entre 1996 y 2007, alrededor del 80% de los secuestros registrados se concentra en 14 departamentos: Antioquia 18%, Cundinamarca 10%, Cesar 9%, Valle 6%, Santander 6%, Meta 5%, Bolvar %, Tolima %, Magdalena 4%, Norte de Santander 4%, Cauca 3%, Casanare 3%, Sucre 3% y La Guajira 2%. A partir del grfico No. 9, se pueden identificar los cambios en la concentracin departamental de los secuestros en cinco diferentes sub-periodos. Entre 1997 y 1998, en plena etapa ascendente de los secuestros por cuenta de la mayor participacin de la guerrilla, el 80% de los plagios registrados en el pas se concentra en 13 departamentos: Antioquia 19%, Cesar 10%, Cundinamarca con Bogot incluido 7%, Santander 7%, Norte de Santander 6%, Valle 6%, Meta 5%, Bolvar 5%, Magdalena %, Casanare, Cauca, Caquet y Tolima, con 3% respectivamente. Entre 1999 y 2000, que corresponde al periodo ms crtico, a los elevados niveles de secuestros realizados por la guerrilla se suman los que cometieron los grupos de autodefensa, la delincuencia comn y el conjunto sin autor establecido que registran una tendencia ascendente. La distribucin de los secuestros no presenta cambios significativos; alrededor del 80% de los secuestros se concentra en 13 departamentos, de los cuales 12 corresponden a los mencionados para el perodo anterior. Los departamentos donde se presentan los aumentos ms significativos y que explican la tendencia general del secuestro a nivel nacional son: Antioquia, Valle, Santander, Cundinamarca, Bolvar, Boyac, Caldas, Tolima, Norte de Santander, Sucre, Magdalena y Risaralda. Entre 2001 y 2002, se produce un cambio en la tendencia de los secuestros, la disminucin que se comienza a observar se relaciona fundamentalmente con la perdida de participacin de los plagios sin autor establecido, puesto que la guerrilla sigue registrando altos niveles. Los departamentos que explican la cada en los secuestros en buena medida coinciden con los que venan presentando una elevada concentracin en los periodos anteriores. Las reducciones ms significativas se registran en Santander, Valle, Norte de Santander, Cundinamarca, Antioquia y Bolvar. De otra parte, cabe destacar que Cesar, La Guajira, Tolima y Choc experimentan un aumento considerable, as como en la participacin porcentual con respecto al periodo anterior. Entre 2003 y 2004, el secuestro se sigue mermando, pero a diferencia de lo que ocurri en el periodo anterior la tendencia descendente se encuentra determinada principalmente por la reduccin de la participacin de la guerrilla. Los departamentos donde se producen las reducciones ms significativas son Antioquia, Cesar, Valle, Bolvar, Casanare, Santander, Magdalena, Sucre, Tolima, La Guajira, Caldas y Norte de Santander. De aqu que se produzca un cambio importante en la participacin departamental con respecto a lo observado en los intervalos anteriores. Es as como el 80% de los secuestros se concentra en 14 departamentos, entre los cuales Cundinamarca con el 15% es el que cuenta con la mayor participacin, le siguen Antioquia 14%, Cesar 7%, Meta 6%, Cauca, Tolima y Magdalena cada uno con 5%, Santander, Valle y Huila con 4% respectivamente y Nario, La Guajira, Sucre y Choc cada uno con el 3%.27

Grfico No. 9

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Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

Entre 2005 y 2006, se registran niveles bajos de secuestro, debido a la continuacin en la cada de los plagios perpetrados por la guerrilla que registran la posicin ms baja de los ltimos diez aos. La reduccin se expresa en el conjunto de los departamentos, excepto en Vichada y Guaviare. Los departamentos donde se registran las disminuciones ms apreciables en el intervalo son Antioquia, Cundinamarca, Cesar, Magdalena, Santander, Huila, La Guajira y Cauca. As mismo, se produce nuevamente un cambio en la distribucin del 80% de los secuestros, Cundinamarca con el 14% cuenta con la mayor par2

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ticipacin seguido por Meta 11%, Antioquia 9%, Tolima 8%, Cauca 7%, Valle y Nario cada uno con el 6% y Norte de Santander, Bolvar, Caquet, Santander, Casanare y Magdalena con el 3%, respectivamente. Al considerar la variacin de los secuestros a nivel departamental entre 2000 y 2007, que son respectivamente el ao pico y el ms bajo en la serie reciente, se descubre que en todas las circunscripciones se produjo un descenso y en Quindo, Vichada, Guaviare, San Andrs, Amazonas y Vaups en el ltimo ao no se registr ningn caso. Con reducciones en los secuestros superiores al 90% aparecen Bolvar, al pasar de 248 a 7, Caldas de 94 a 6, Cesar de 281 a 6, Sucre de 71 a 1, Casanare de 106 a 7, Antioquia de 683 a 51 y Santander de 305 a 10. Con reducciones entre el 81 y 90% figuran Crdoba, al pasar de 1 a 2, Norte de Santander de 15 a 20, Valle de 25 a 38, Magdalena de 10 a 16, Boyac de 52 a 10, La Guajira de 6 a 5, Meta de 113 a 17 y Huila de 63 a 8. Con reducciones que van del 50 al 80% se encuentran Cauca, al pasar de 87 a 18, Nario de 83 a 34, Caquet de 67 a 19, Cundinamarca con Bogot incluido de 383 a 51, Risaralda de 48 a 14, Choc de 47 a 18 y Atlntico 30 a 10. Tolima, al pasar de 125 a 74, Putumayo de 18 a 12 y Arauca de 35 a 31, registran disminuciones que van del 10 al 40%. Es importante sealar que la distribucin municipal del conjunto de secuestros entre 1996 y 2007, que se presenta en el mapa No. 1, muestra que la tercera parte de los casos se produjo en veinticinco escenarios preponderantemente urbanos, en los cuales en promedio por ao se realizaron ms de 12 plagios. Por una parte, en Bogot, Cali y Medelln, donde habita el 25% de la poblacin colombiana, se concentra el 11% de los secuestros. Y si se consideran los secuestros que se registraron en veintids escenarios ms, se tiene que el 33% de los plagios se llevaron a cabo, adems de los tres centros poblacionales mencionados, en Valledupar, Villavicencio, Santa Marta, Bucaramanga, Aguachica, Cinaga, Ibagu, Ccuta, San Lus, Yopal, Buenaventura, Riohacha, Barrancabermeja, Curuman, Florencia, Neiva, Yarumal, Popayn, Agustn Codazzi, Cocorn, Fundacin y Ocaa.3434 Es importante sealar que la distribucin municipal del secuestro presenta diferencias notables con el homicidio. Si bien es cierto que la distribucin de homicidios y secuestros tiene un claro nfasis en el mbito urbano, tiende a ser mayor la concentracin de los homicidios en este tipo de escenario. Es as como en Medelln, Bogot y Cali, se concentra el 30% de las muertes violentas ocurridas en el pas entre 1990 y 2005. Y si se consideran los homicidios registrados en veintids escenarios ms, se tiene que el 50% de las muertes violentas del pas se produjo en centros urbanos, donde reside el 43% de los colombianos.

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Fuente Fondelibertad Fuente Cartogrfica: IGACProcesado Y Georeferenciado:Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica.

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El grfico No. 10 permite apreciar la dinmica del secuestro de acuerdo con los grupos que los realizaron, de donde se infiere que las Farc registraron los mayores niveles de secuestro entre 1998 y 2002, que corresponde a los aos durante los cuales estuvo vigente la Zona de Distensin para adelantar el proceso de paz entre el gobierno del presidente Pastrana y esta organizacin ilegal. Grfico No. 10

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

Entre el pico registrado en 2002 y el nivel ms bajo en 2007, los secuestros de las Farc disminuyeron en un 88%, al pasar de 984 a 121. La dinmica en los plagios realizados por el ELN muestra una tendencia ascendente hasta 2000 y 2001, aos en los cuales con un nmero de casos prcticamente igual, se registra el pico mximo. La reduccin de los secuestros atribuidos al ELN entre 2001 y 2007 es del 97%, al pasar de 915 a 28. El EPL, que registra los niveles ms elevados entre 1998 y 2000, en los ltimos siete aos muestra una cada en picada estimada en 99%, al pasar de 173 en 2000 a 1 en 2007. El grfico No. 11 muestra que la dinmica general del secuestro guarda una estrecha relacin con la actuacin principalmente de la guerrilla. Pese a que los secuestros perpetrados por la subversin no parecen ser la causa del pico del total de secuestros en el ao 2000, la tendencia ascendente entre 1997 y31

1999, as como la descendente entre 2002 y 2007 se encuentran integradas a la conducta de este actor armado. Grfico No. 11

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH

Tambin es importante destacar, como se infiere de la comparacin de los grficos No. 9 y 12 y los mapas No. 1 y 2, la elevada participacin de la guerrilla en los secuestros. De aqu que en veinte departamentos del pas, ms del 50% de los secuestros que se registran entre 1996 y 2007 corresponden a secuestros de la guerrilla. En Vaups, Guaviare, Choco, Vichada y Csar la participacin del secuestro de la guerrilla es superior al 70%. En Caldas, Guaina, Sucre, Norte Santander, Bolvar, Arauca, La Guajira, Caquet, Antioquia y Putumayo la participacin de los plagios cometidos por la subversin es superior al 60%. En Nario, Cundinamarca, Risaralda, Boyac, Santander y Cauca la participacin de los grupos guerrilleros en los secuestros es superior al 50%. Cabe decir que la menor participacin inferior al 30%- de la guerrilla en los secuestros se presenta en Bogot, Atlntico, Crdoba y Amazonas. Finalmente, con una participacin entre el 0 y 50%, se encuentran Huila, Tolima, Valle, Magdalena, Quindo, Casanare y Meta.

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secuestro en Colombia 1996-2007

Grfico No. 12

Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

Es importante tener en cuenta que la participacin de la guerrilla en la realizacin de los secuestros podra ser mayor a la que se ha podido establecer en los diferentes escenarios, en razn a que como ya se ha anotado, es una prctica recurrente que la subversin encargue a las bandas de delincuentes comunes la realizacin de los plagios a cambio de un porcentaje del rescate, en tanto que las estructuras guerrilleras se ocupan del cautiverio y de nego33

ciar la extorsin. A partir de la informacin disponible, se ha podido constatar que el secuestro guerrillero tiene una relacin muy estrecha con la dinmica general del secuestro a nivel nacional y en buena parte de los departamentos del pas.

Fragmento del poema Libertad escrito en 1942 por el poeta francs Paul Eluard y traducido del texto original en francs, tomado de Posie et vrit 2.

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Fuente Fondelibertad Fuente Cartogrfica: IGACProcesado y Georeferenciado:Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica.

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Fuente Fondelibertad Fuente Cartogrfica: IGACProcesado y Georeferenciado:Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica.

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En lo concerniente a las autodefensas, estos grupos registran una clara tendencia ascendente en la realizacin de secuestros a partir del ao de conformacin de las AUC en 1997 y hasta 2001.35 La disminucin de los plagios entre 2001 y 2006, estimada en un 97%, al pasar de 226 a 11, es resultado de la desmovilizacin de las estructuras de las autodefensas en el marco del proceso de paz que adelant el Gobierno Nacional.36 Grfico No. 13

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La dinmica del secuestro de las autodefensas, tal como se observa en el grfico No. 13, se encuentra integrada a la dinmica global, pese a que existe una divergencia por cuanto se registra el pico mximo en el ao 2001. Es importante tener en cuenta que de acuerdo con las autoridades, es posible35 Estos secuestros en parte se encuentran en la orbita de lo que se conoce como desaparicin forzada. En efecto, la ausencia de la persona presume una prdida de libertad por lo que en trminos estadsticos se registra como cautivo; sin embargo, el objetivo en muchos casos es producir la muerte de la persona. 36 Los secuestros perpetrados por este actor que tambin pueden perseguir fines econmicos y polticos, se llevan a cabo para el reclutamiento forzado de nios -segn las autoridades 99 en los ltimos 10 aos- y tambin con fines sexuales. En cuanto a los secuestros de tipo extorsivo, uno ampliamente difundido fue el del venezolano Richard Boulton, hijo del empresario de aviacin Henry Boulton, secuestrado el 15 de julio de 2000 y liberado en 2002 tras el pago de un rescate de cuatro millones de dlares.

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que exista subregistro en la cuantificacin de los secuestros, pues por cada caso denunciado se calcula que dos habran quedado en silencio. En todo caso, con la evidencia disponible, que atribuye a los grupos de autodefensa la responsabilidad sobre el 5% de los secuestros registrados en el pas, se pone en duda la supuesta lgica de proteccin a la que estas organizaciones armadas han apelado para justificar su presencia en varias regiones, donde habran sido la respuesta a una demanda de seguridad para luego establecer un dispositivo de confianza. En efecto, al considerar la experiencia de las zonas bajo presin de los grupos de autodefensa, se descubre que en cambio de acabar con una situacin de inseguridad y desconfianza, este actor contribuy a alimentarla, recurriendo, entre otras prcticas violentas, al secuestro. En cuanto a la situacin de los secuestrados de las autodefensas, el Gaula logr rescatar 187 de los 1.163 casos registrados, 13 se fugaron y 129 fueron asesinados, incluso despus de haber pagado un rescate. Segn los investigadores de la Fiscala, ser difcil encontrar vivo a alguno de ellos, pues en las versiones libres, los desmovilizados han confesado haber asesinado a los retenidos. Y sobre los dems, que segn Fondelibertad son 25, no se sabe si murieron o si estn en alguna parte.37

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37 Como el mismo Salvatore Mancuso lo revel en enero de 2007 en una diligencia ante un fiscal de Justicia y Paz en Medelln, no tenamos secuestrados, los retenidos fueron dados de baja en su mayora, dijo con frialdad. Los justific con el argumento de que eran guerrilleros o auxiliares de la guerrilla.

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Grfico No. 14

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Como se advierte en el grfico No. 1 y el mapa No. 5, la mayora de los plagios ocurrieron en escenarios de fuerte presencia de las autodefensas. Entre 1996 y 2006, el 70% de los secuestros se llev a cabo en los departamentos de Casanare, Antioquia, Santander, Meta, Cesar, Magdalena, Caquet, y Bolvar. Adems, la participacin de este actor en los plagios a nivel departa39

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mental es algo significativo en Casanare con 30%, Crdoba (17%), Caquet (11%) y Arauca (10%). En cuanto a los secuestros cometidos por la delincuencia comn, a partir de 1997, comienzan a ser superados por los que realiza por la guerrilla. La superioridad de los plagios de la subversin se mantiene hasta 2003. Con la cada del secuestro de la guerrilla, las bandas de delincuencia comn a partir de 2004 vuelven a realizar el mayor nmero de plagios. Es importante tener en cuenta que entre 2004 y 2007, los secuestros imputados a la delincuencia, que siguen superando los que realizan cada uno de los grupos guerrilleros, se redujeron en un 36%, al pasar de 419 a 244. Grfico No. 15

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Como se puede observar en el grfico No. 15, la evolucin de los secuestros perpetrados por bandas de la delincuencia comn no se encuentra integrada a la dinmica global. Sin desconocer la relacin que existe entre la guerrilla, que subcontrata con la delincuencia comn la realizacin de la primera fase de los secuestros, la evidencia disponible sugiere que las bandas de secuestradores aumentan su participacin en la realizacin de plagios en los momentos en que los grupos guerrilleros la disminuyen. Esta conducta estara evidenciando que la delincuencia comn aprovecha las oportunidades que se abren en los momentos en que los actores ms organizados como la guerri41

lla, abandonan los espacios donde ejercan un cierto monopolio en cuanto a la prctica del secuestro. Grfico No. 16

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La distribucin de los secuestros perpetrados por la delincuencia comn, que se presenta en el grfico No. 16 y el mapa No. 6, pone de presente la elevada concentracin (alrededor del 70% de los plagios en el lapso de doce aos) en Antioquia, Bogot D.C., Valle, Santander, Tolima, Cundinamarca, Meta, Magdalena, Cauca y Cesar. Es importante subrayar que la mayor participacin de la delincuencia comn se registra en los escenarios, donde la participacin de la subversin en el secuestro global es especialmente baja, como en los casos de Atlntico y Bogot D.C. o se encuentra por debajo del 50% como en Quindo, Amazonas y Valle. En lo concerniente a los secuestros sin autor establecido, en su conjunto presentan un comportamiento integrado a la dinmica global que, como se ha visto, se encuentra determinada por la actuacin de la guerrilla. Como se observa en el grfico No. 17, estos secuestros registran una tendencia creciente a partir de 1997 y alcanzan su punto ms elevado en 2000. La cada en el conjunto de estos plagios en 2001 es de tal magnitud que explica la disminucin del secuestro que se produce a partir de ese ao a nivel nacional. Entre 2000 y 2007, estos secuestros se redujeron en un 88%, al pasar de 1.068 a 126. Grfico No. 17

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Grfico No. 18

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Es importante llamar la atencin sobre la distribucin de los secuestros sin autor establecido en el grfico No. 18, que corrobora la existencia de una elevada focalizacin de estos plagios en los departamentos con elevada actuacin de la guerrilla. Antioquia registra el mayor porcentaje (17%), Cundinamarca (15), Meta (9), Cesar (6), Santander (6), Magdalena (5), Valle (5), Tolima (5), Bolvar (), Cauca () y Norte Santander (3). Qu tan estrecha es la relacin de los secuestros sin autor establecido con la guerrilla, es un interrogante que en buena medida se absuelve al comparar el mapa No. 7 con el45

mapa No.2, al descubrir que los municipios donde ocurren los secuestros sin autor identificado corresponden en buena medida a escenarios donde prima la actuacin de la guerrilla. Sin embargo, es importante destacar que cerca del 30% de los secuestros sin autor establecido se registr en las capitales de los departamentos mencionados, Bogot, Medelln, Villavicencio, Santa Marta, Cali, Bucaramanga, Valledupar e Ibagu, donde no necesariamente la presencia territorial de la subversin es alta. Sobre el particular, cabe sealar que la obtencin de recursos por parte de la subversin no se limita a la territorializacin de sus estructuras armadas y de aqu que las prcticas de extorsin y secuestro tengan dimensiones menos territoriales o desterritorializadas y se apliquen con bastante frecuencia en el rea urbana o en escenarios donde la base territorial no es requisito indispensable para garantizar el xito de la estrategia guerrillera.38 Resulta muy diciente que la participacin de los secuestros sin autor establecido sea tan significativa en Bogot y en departamentos como Atlntico, donde la actuacin de la guerrilla al parecer se encuentra subregistrada.

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38 ric Lair (2001). Colombia, una guerra contra los civiles. Revista Colombia internacional. Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de los Andes. No.49-50.

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Al finalizar la dcada de los noventa, surgen nuevas modalidades de secuestro, entre stas los secuestros indiscriminados en retenes ilegales o pescas milagrosas.39 Si bien es cierto que existen indicios dispersos de secuestros de este tipo perpetrados por la guerrilla desde mediados de los aos sesenta, es slo a partir de 1998, que se generaliza su prctica y se registra un rpido crecimiento hasta 2002.40 Grfico No. 19

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An cuando, como ha sealado Mauricio Rubio, el secuestro indiscriminado parece ser una expresin de la llamada democratizacin de la actividad, caracterizada por el aumento de los plagios que recaen en personas con menor capacidad econmica, es importante anotar, como se aprecia en el grfico No.19, que los niveles ms elevados se registran en 2001 y 2002 en el preciso momento en que los secuestros selectivos muestran su cada ms fuerte.39 Es difcil saber quien acu el trmino pesca milagrosa, sin embargo, s es posible determinar cuando: a finales de marzo de 1998, a raz de dos retenes ilegales con secuestros masivos realizados en un mismo fin de semana por las Farc y el ELN en la va al Llano y la Troncal del Oriente, que comunica el interior del pas con la Costa. 40 Los antecedentes de los secuestros masivos se remontan a 1965, cuando un comando de lo que seran las Farc atac la poblacin de Inz y secuestr a los pasajeros de un bus, y tambin a 1972 cuando el ELN atac la poblacin de San Pablo y secuestr a los principales gamonales del pueblo. Cabe anotar que entre estos dos hechos existe una diferencia importante y es que en el segundo los secuestros se realizaron sobre un grupo identificado.

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Los altos niveles de secuestros indiscriminados se registran cuando se produce la brusca cada de los secuestros sin autor establecido y comienzan a descender los que realiza en forma selectiva la guerrilla. Tampoco se puede perder de vista que el aumento de los secuestros indiscriminados por parte de la guerrilla coincide con el momento en que los grupos de autodefensa intensifican los asesinatos indiscriminados y las masacres para lograr el predominio en las regiones afectadas de tiempo atrs por los secuestros selectivos de la subversin. Grfico No. 20

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Una primera aproximacin a la geografa de los secuestros indiscriminados, a travs del grfico No. 20 y del mapa No.8, demuestra que es en el periodo 2000-2003 en que se registra la mayora de estos plagios. Adems, el 60% se concentr en Cesar, Antioquia, Magdalena, Bolvar, Sucre y La Guajira, departamentos fuertemente impactados por las autodefensas y donde la guerrilla recurre a los secuestros masivos para tratar de compensar la prdida de control de los espacios donde contaba con las redes para realizar secuestros selectivos. Es importante tener en cuenta que los grficos y mapas que se presentan adjuntos slo tienen en cuenta los secuestros indiscriminados realizados en retenes ilegales. La denominacin secuestro masivo incluye no solamente los que se realizan en forma indiscriminada en los retenes ilegales sino tambin los que se dirigen hacia un objetivo especfico. Entre los secuestros masivos que generaron mayor conmocin, se destacan primero los perpetrados por el ELN en 1999. El 31 de mayo de ese ao ocurre el secuestro de 150 personas en la Iglesia La Mara en Cali; el 12 de abril, el secuestro de 46 personas que viajaban en un avin de la compaa Avianca que cubra la ruta Bogot-Bucaramanga; el 6 de junio, el plagio de nueve personas en la cinaga del Torno, en la costa Atlntica. En el ao 2000, el ELN secuestra a 70 personas en el Kilmetro 18 de la va Cali-Buenaventura y las autodefensas plagian a 22 integrantes de la comunidad indgena Wido en Tierralta (Crdoba). En el ao 2001, las Farc secuestran a 15 personas en el Edificio Torres de Miraflores en Neiva. En 2002, las Farc plagian a 12 diputados de la Asamblea departamental del Valle y el ELN lleva a cabo los secuestros de 26 turistas en la Ensenada de Utra en Baha Solano (Choc) y de 17 personas en la vereda Penjamo, troncal del Caribe, jurisdiccin del municipio de Dibulla (La Guajira).

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Por ltimo, es importante llamar la atencin sobre los anexos que se presentan al final del estudio, en los cuales se expone la dinmica espacial del secuestro entre 1996 y 2007. Las series de mapas no cumplen una simple funcin descriptiva, sino que constituyen una pieza insustituible del anlisis.41 Se elaboraron series de mapas correspondientes al periodo 1996-2007, en las que con facilidad se identifica la existencia de patrones en la distribucin espacial del secuestro. En efecto, las series muestran que en la evolucin de la geografa del secuestro se presentan patrones de concentracin, persistencia y expansin, dinmica que se encuentra fundamentalmente explicada por la presencia de los grupos irregulares que promueven esta actividad.42 Adicionalmente, a partir de la cartografa disponible se establecen comparaciones entre los patrones geogrficos del secuestro, la confrontacin armada y otras manifestaciones de violencia como las masacres. Tambin se realizan comparaciones entre los patrones de los secuestros con autor conocido y los secuestros registrados sin autor establecido, con el propsito de sugerir posibles relaciones. Cabe anotar que un estudio publicado recientemente corrobora, a partir de la utilizacin de mtodos economtricos, lo que se puede apreciar en las series de mapas, es decir que existe una correlacin positiva y significativa entre la confrontacin armada y el secuestro.43 Particularmente la presencia de grupos guerrilleros, tiene un efecto muy significativo en los altos ndices de secuestro en los municipios. Esto sugiere que los grupos irregulares no solamente son un factor muy importante en la ocurrencia de los plagios, sino tambin que el cumplimiento de sus objetivos estratgicos de control territorial estn acompaados del recurso a esta prctica. Como se puede observar en la cartografa elaborada en este estudio, la dinmica espacial del secuestro tiene una relacin muy estrecha con la actuacin de las Farc. Lo anterior resulta un poco obvio, puesto que las Farc es la guerrilla que a partir de los aos noventa, cuenta con la presencia ms amplia que trascienden las fronteras municipales. De aqu que sea la presencia particularmente de esta guerrilla, la que incrementa la probabilidad de que exista secuestro en un municipio.

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41 Se elaboraron en lo fundamental dos tipos de mapas, los ms comnmente utilizados representan los incidentes teniendo en cuenta el rea municipal (polgonos) y los que se construyen a partir de la tcnica del repeat address mapping (RAM) y la estimacin de Kernel que permiten hacer frente a las limitaciones que presentan los mapas de polgonos. En particular los mapas de Kernel permiten la identificacin de lugares con una elevada concentracin de eventos o focos facilitando las comparaciones de los patrones geogrficos de concentracin. 42 Los patrones de expansin de la violencia pueden clasificarse de dos formas: a) relocalizacin, cuando la violencia deja una regin y se ubica en otra. Es decir que se produce un desplazamiento por causas que podran obedecer al aumento de la presencia de fuerza pblica, el agotamiento de las rentas ilegales o la consolidacin territorial por parte de un actor ilegal; b) difusin, cuando la violencia se expande desde un foco hacia zonas contiguas, pero en el foco persiste la violencia (Cohen y Tita, 1999). 43 Fabio Snchez, Ana Mara Daz y Michel Formisano. Conflicto, crimen violento y actividad criminal en Colombia. En: Las cuentas de la violencia en Colombia. Editorial Norma y Universidad de los Andes, 2007.

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3. Relacinentre la dinmica del secuestro y la evolucin de la confrontacin armada

Como se ha visto, a partir de la dcada de los ochenta comienza a escalarse la prctica del secuestro por cuenta de la actuacin principalmente de la guerrilla y su dinmica global queda atada a la conducta de este actor en el53

desarrollo de la confrontacin armada, tal y como lo sugiere el grfico No. 21. As mismo, la geografa del secuestro tiene una elevada correspondencia con los escenarios afectados por la confrontacin armada, tal como se observa en el mapa No. 9. Grfico No. 21

Fuente: Fondelibertad, Das Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la Repblica

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El objetivo principal del presente captulo consiste en describir la dinmica y las dimensiones estratgicas del secuestro, al estar asociado al propsito de lograr el dominio territorial, a travs de la presin ejercida sobre las personas que ocupan cargos pblicos e interfiriendo en las decisiones sobre la inversin pblica local.44 As mismo, a travs del secuestro se busca afectar la gobernabilidad y los mecanismos democrticos de eleccin. En este sentido, los registros ms elevados de plagios de funcionarios y dirigentes polticos coinciden con los44 Los secuestros simples perpetrados por los actores armados tambin tienen carcter estratgico, cuando permiten constatar identidades y evitar el ingreso a una determinada zona de personas consideradas como enemigas o cuando los casos de secuestros masivos permiten seleccionar un grupo de personas de acuerdo con su nivel de ingreso o importancia poltica. Este caso se dio con el secuestro de los diputados de la Asamblea del Valle, llevado a cabo por las Farc en 2002, luego del cual fueron liberados funcionarios, asistentes y secretarias de dicha entidad, que no pertenecan al grupo que interesaba a la guerrilla.

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momentos previos a la eleccin de alcaldes en marzo de 1988, las elecciones de los meses de marzo y mayo de 1990 y octubre de 1994 y 1997.45 Otra dimensin que se debe tener en cuenta es el secuestro de miembros de la Fuerza Pblica y de dirigentes polticos, con el propsito de presionar el intercambio de guerrilleros privados de la libertad y la desmilitarizacin de parte del territorio como en los casos de Cartagena del Chaira (Caquet) durante el Gobierno Samper o Florida y Pradera (Valle) en la actual administracin. El recurso sistemtico al secuestro, que es un smbolo claro de la degradacin de la guerrilla, ha sido un medio de presin en el mbito regional por cuanto su intensificacin es la etapa previa a la expansin territorial. En sentido contrario la actual cada en los plagios es una expresin inequvoca del repliegue de las estructuras armadas de la subversin.46 Hacia comienzos de los aos ochenta, el incremento de los secuestros realizados por la guerrilla llev a sectores del narcotrfico a organizar aparatos armados propios para neutralizar la extorsin de los grupos subversivos. La creacin del movimiento Muerte a secuestradores (Mas), ilustra muy bien este proceso. Surge en 1981 cuando no se haba producido todava la ruptura entre los carteles de Medelln y de Cali. El precedente fue el aumento de las presiones de la guerrilla sobre los narcotraficantes y el factor desencadenante fue el secuestro de Marta Nieves Ochoa, hermana de varios de los integrantes del cartel de Medelln, los hermanos Ochoa, ocurrido el 12 de noviembre de 1981.47 Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo Rodrguez Gacha, quienes lideraron en los aos ochenta la expansin territorial del narcotrfico, mediante la compra masiva de predios rurales, fueron los impulsores del Mas en el Magdalena Medio, que para aquel entonces era uno de los escenarios ms afectados por los secuestros de las Farc. A partir de 1982, la accin de este grupo de justicia privada se expresa en que las muertes se incrementan dramticamente, mientras que los secuestros comienzan a mostrar la tendencia contraria.48 El objetivo de los grupos al servicio del narcotrfico era impedir que se siguieran cometiendo secuestros y para ello atacaron a los integrantes de las redes de apoyo de la guerrilla y, sobre todo, a pobladores inermes que hacan pasar como bases sociales de la subversin, evitando el enfrentamiento directo con las estructuras armadas. Utilizando la tctica de golpear su eslabn ms dbil, las Farc fueron expulsadas de la zona sur del Magdalena Medio, donde los secuestros se redujeron casi

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45 El secuestro de carcter poltico, que en 1988 tuvo entre sus vctimas a lvaro Gmez Hurtado quien fuera plagiado por el M-19, se convierte en una prctica a la que no solamente recurre la guerrilla, sino tambin el crimen organizado para ejercer presin sobre el Estado e incidir en sus decisiones. 46 Daniel Pcaut (2008). Las Farc: fuentes de su longevidad y de la conservacin de su cohesin. Revista Anlisis Poltico N0. 63, Universidad Nacional de Colombia. 47 Una lluvia de volantes fue lanzada desde una avioneta, el 2 de diciembre de 1981, en el estadio de Cali, donde algunos miles de hinchas que presenciaban un encuentro de ftbol, leyeron el mensaje del Mas, en el cual se haca referencia al paralelismo entre el incremento de los secuestros cometidos por la guerrilla y el uso de espacios de apertura en el Gobierno de Betancur, y prometan actuar en contra de los responsables. 48 Informacin de la Consejera para la Paz de la Presidencia de la Repblica.

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hasta desaparecer. La efectividad de lo que se conoci como el modelo Puerto Boyac hizo que grupos seleccionados del Mas, ayudaran a entrenar a otros semejantes en Crdoba, Urab, Putumayo y la regin del Ariari en el Meta.49 En las zonas donde los narcotraficantes invirtieron en tierras, buscaron evitar la extorsin de la guerrilla y los intentos de secuestro. Lo anterior coincidi con la generalizacin del Mas en las zonas rurales y en lo esencial este esquema qued apropiado por un ala del cartel de Medelln cuando se produce la ruptura con el cartel de Cali, liderada en lo fundamental por Gonzalo Rodrguez Gacha. Hacia finales de la dcada de los ochenta, el ELN es la organizacin guerrillera que registra el mayor nmero de secuestros, de los cuales una parte importante persigue objetivos de tipo poltico y propagandstico.50 Esta modalidad de secuestro se convirti en un instrumento de presin, que en el mbito local y regional le permite a la guerrilla intimidar a funcionarios del Estado, dirigentes polticos y candidatos a alcaldas y concejos, con el propsito de ejercer influencia en los poderes locales en las reas donde tiene presencia. Entre 1989 y 1996, los secuestros de la guerrilla fueron sobrepasados por los que se originaban en la delincuencia comn y las organizaciones al servicio del narcotrfico. Cabe anotar que los narcotraficantes recurren al secuestro con los ms variados fines: con objetivos puramente polticos; como sustituto del comercio de droga en perodos de iliquidez; para financiar sus guerras contra el Estado o como un mecanismo corriente para cobrar deudas.51 Los secuestros llevados a cabo por el narcotrfico a travs de las estructuras armadas a su servicio fueron muy elevados durante este lapso. Entre 1989 y 1991, secuestros entre otros de Diana Turbay, Francisco Santos, Maruja Pachn, Beatriz Villamizar y Marina Montoya, fueron perpetrados por Pablo Escobar, con el fin de imponer la no extradicin de narcotraficantes y las condiciones ms favorables para el sometimiento a la justicia colombiana de los miembros del cartel de Medelln.52 La elevacin del secuestro hacia comienzos de los aos noventa, tambin coincide con la escalada de acciones de la guerrilla desatada en el pas como respuesta a las operaciones desarrolladas por las Fuerzas Militares contra49 Alejandro Reyes. (1991). Paramilitares en Colombia: contexto, aliados y consecuencias, en: Anlisis Poltico, nm. 12, enero-abril 50 En el mes de febrero de 1988, el ELN secuestr 26 personas, de las cuales 21 lo fueron por motivos polticos; alcaldes, funcionarios municipales y periodistas que recibieron instrucciones para que se construyeran en garantes de la limpieza en el proceso de eleccin popular de alcaldes que se realizara en el mes de marzo. 51 El caso estudiado por Rubio en el trabajo citado es el de Pablo Escobar, por cuanto se especializ en la realizacin de secuestros. Su capacidad para tomar rehenes, esconderlos de las autoridades o de terceras partes interesadas y cobrar por su liberacin fue un elemento central de su poder. Lleg a ser no slo el secuestrador ms importante de Medelln sino, cnicamente, una de las instancias a la que recurran las vctimas para ayudarles a negociar y solucionar algn plagio especfico. As mismo, Escobar habra estado detrs de varios secuestros y asesinatos de narcotraficantes importantes. 52 Con respecto a los secuestros perpetrados por Los Extraditables, se produjo la muerte de Diana Turbay el da 24 de enero de 1991 en momentos en que miembros de la Polica intentaban rescatarla. La liberacin de Francisco Santos y Maruja Pachn el da 20 de mayo del mismo ao, cierra una larga cadena de acciones terroristas con el sometimiento a la justicia de los jefes del Cartel de Medelln. Ver: Gabriel Garca Mrquez, Noticia de un Secuestro, Editorial Norma, 1996.

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el Estado Mayor de las Farc en Uribe (Meta). Los altos niveles de violencia guerrillera en 1991 no slo se expresaron en la realizacin de mltiples aten