Los cuatro libros clásicos de Confucio

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Los Cuatro Libros Clasicos

Confucio

600 AC

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Los Cuatro Libros ClasicosConfucio

c© 600 AC Confucioc© 2007 de la edicion AlfaEpsilon

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Capıtulo 1

Primer Libro

Es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras ac-ciones. En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremosalcanzado el estado de perfeccion que nos habıamos propuesto.

Desde el hombre mas noble al mas humilde, todos tienen el deberde mejorar y corregir su propio ser.

¿No serıa mas eficaz lograr que fueran innecesarios los juicios?,¿No resultarıa mas provechoso dirigir nuestros esfuerzos a la elimi-nacion de las inclinaciones perversas de los hombres?

Para conseguir que nuestras intenciones sean rectas y sincerasdebemos actuar de acuerdo con nuestras inclinaciones naturales.

Cuando el alma se haya agitada por la colera, carece de esta for-taleza; cuando el alma se halla cohibida por el temor, carece de estafortaleza; cuando el alma se halla embriagada por el placer, no puedemantenerse fuerte; cuando el alma se halla abrumada por el dolor,tampoco puede alcanzar esta fortaleza. Cuando nuestro espıritu sehaya turbado por cualquier motivo, miramos y no vemos, escuchamosy no oımos, comemos y no saboreamos.

Raras veces los hombres reconocen los defectos de aquellos aquienes aman, y no acostumbran tampoco a valorar las virtudes deaquellos a quienes odian.

Lo que desapruebes de tus superiores, no lo practicas con tus

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subordinados, ni lo que desapruebes de tus subordinados debes prac-ticarlo con tus superiores. Lo que desapruebes de quienes te han pre-cedido no lo practiques con los que te siguen, y lo que desapruebesde quienes te siguen no lo hagas a los que estan delante de ti.

No dar importancia a lo principal, es decir, al cultivo de la in-teligencia y del caracter, y buscar solo lo accesorio, es decir, lasriquezas, solo puede dar lugar a la perversion de los sentimientosdel pueblo, el cual tambien valorara unicamente las riquezas y seentregara sin freno al robo y al saqueo.

Si el prıncipe utiliza las rentas publicas para aumentar su riquezapersonal, el pueblo imitara este ejemplo y dara rienda suelta a susmas perversas inclinaciones; si, por el contrario, el prıncipe utiliza lasrentas publicas para el bien del pueblo, este se le mostrara sumiso yse mantendra en orden.

Si el prıncipe o los magistrados promulgan leyes o decretos in-justos, el pueblo no los cumplira y se opondra a su ejecucion pormedios violentos y tambien injustos. Quienes adquieran riquezas pormedios violentos e injustos del mismo modo las perderan por mediosviolentos e injustos.

Solo hay un medio de acrecentar las rentas publicas de un reino:que sean muchos los que produzcan y pocos los que disipen, que setrabaje mucho y que se gaste con moderacion. Si todo el pueblo obraası, las ganancias seran siempre suficientes.

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Capıtulo 2

Segundo Libro

La situacion en que nos hallamos cuando todavıa no se han desar-rollado en nuestro animo la alegrıa, el placer, la colera o la tristeza, sedenomina centro”. En cuanto empiezan a desarrollarse tales pasionessin sobrepasar cierto lımite, nos hallamos en un estado denominado.armonico.o .equilibrado”. El camino recto del universo es el centro, laarmonıa es su ley universal y constante.

Cuando el centro y la armonıa han alcanzado su maximo gradode perfeccion, la paz y el orden reinan en el cielo y en la tierra, ytodos los seres alcanzan su total desarrollo.

El hombre noble, cualesquiera que sean las circunstancias en quese encuentre se adapta a ellas con tal de mantenerse siempre en elcentro. En cuanto conseguıa una nueva virtud, se apegaba a ella, laperfeccionaba en su interior y ya no la abandonaba en toda la vida.

Mucho mas excelente es la virtud del que permanece fiel a lapractica del bien, aunque el paıs se hay carente de leyes y sufra unadeficiente administracion.

El camino recto o norma de conducta moral debemos buscarlaen nuestro interior. No es verdadera norma de conducta la que sedescubre fuera del hombre, es decir, la que no deriva directamente dela propia naturaleza humana.

Quien desea para los demas lo mismo que desearıa para sı, y no

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hace a sus semejantes lo que no quisiera que le hicieran a el, esteposee la rectitud de corazon y cumple la norma de conducta moralque la propia naturaleza racional impone al hombre.

La perseverancia en el camino recto y la practica constante de lasbuenas obras, cuando han alcanzado su prado maximo de perfeccion,producen optimos resultados; del mismo modo, el fiel cumplimientodel deber dara lugar a beneficios sin lımite, siendo su causa unasfuerzas de naturaleza sutil e imperceptible.

Existen cinco deberes fundamentales, comunes y tres facultadespara practicarlos. Estos deberes se refieren a las cinco relaciones sigu-ientes: las relaciones que debe existir entre el prıncipe y los subdi-tos, entre el padre y sus hijos, entre el marido y la esposa, ntre loshermanos mayores y los menores, y entre los amigos. El recto com-portamiento en estas cinco relaciones constituye el principal debercomun a todos los hombres.

Para el buen gobierno de los reinos es necesaria la observanciade nueve reglas universales: el dominio y perfeccionamiento de unomismo, el respeto a los sabios, el amor a los familiares, la consid-eracion hacia los ministros por ser los principales funcionarios delreino, la perfecta armonıa con todos los funcionarios subalternos ycon los magistrados, unas cordiales relaciones con todos los subdi-tos, la aceptacion de los consejos y orientaciones de sabios y artistasde los que siempre debe rodearse el gobernante, la cortesıa con lostranseuntes y extranjeros, y el trato honroso y benigno para con losvasallos.

Si antes de ponernos a hablar determinamos y escogemos previ-amente las palabras, nuestra conversacion no sera vacilante ni am-bigua. Si en todos nuestros negocios y empresas determinamos yplaneamos previamente las etapas de puesta actuacion, conseguire-mos con facilidad el exito. Si determinamos con la suficiente an-telacion nuestra norma de conducta en esta vida, en ningun momentose vera nuestro espıritu asaltado por la inquietud. Si conocemos pre-viamente nuestros deberes, nos resultara facil su cumplimiento.

El que no es fiel y sincero con sus amigos, jamas gozara de la

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confianza de sus superiores.Cuando el hombre prudente es elevado a la dignidad soberana, no

se enorgullece ni envanece por ello; si su posicion es humilde, no serebela contra los ricos y poderosos. Cuando el reino es administradocon justicia y equidad, bastara su palabra para que le sea conferidala dignidad que merece; cuando el Reino sea mal gobernado, y seproduzca disturbios y sediciones, bastara su silencio para salvar supersona.

Todos los seres participan en la vida universal, y no se perjudi-can unos a otros. Todas las leyes de los cuerpos celestes y las queregulan las estaciones se cumplen simultaneamente sin interferirseentre sı. Las fuerzas de la naturaleza se manifiestan tanto haciendodeslizar un debil arroyo como desplegando descomunales energıas ca-paces de transformar a todos los seres, y en esto consiste precisamentela grandeza del cielo y de la tierra.

El sabio pretende que sus acciones virtuosas pasen desapercibidasa los hombres, pero dıa por dıa se revelan con mayor resplandor;contrariamente, el hombre inferior realiza con ostentacion las accionesvirtuosas, pero se desvanecen rapidamente.

La conducta del sabio es como el agua: carece de sabor, pero atodos complace; carece de color, pero es bella y cautivadora; carecede forma, pero se adapta con sencillez y orden a las mas variadasfiguras.

Controlate a ti mismo hasta en tu casa; no hagas, ni aun en ellugar mas secreto, nada de lo que puedas avergonzarte.

Sin ofrecer bienes materiales el sabio se gana el amor de todos;sin mostrarse cruel ni encabezado, es temido por el pueblo mas quelas hachas y las lanzas.

La pompa y la ostentacion sirven de muy poco para la conversionde los pueblos.

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Capıtulo 3

Tercer Libro

Si el hombre sabio observa una conducta displicente, no inspi-rara respeto; si se limita a estudiar, sus conocimientos no seran pro-fundos. Debeis ser siempre sinceros, fieles y actuar con buena fe. Noentableis amistad con personas de virtud o conocimientos inferioresa los vuestros. Si teneis algun defecto, procurad corregirlo.

La cortesıa que debe presidir nuestras actuaciones cotidianas sefundamenta principalmente en el respeto y comprension hacia todos.

Se puede calificar de ”hombre superior .El que primero pone enpractica sus ideas, y despues predica a los demas lo que el ya realiza.

La verdadera ciencia consiste en conocer que se sabe lo que real-mente se sabe, y que se ignora lo que en verdad se ignora. En estoconsiste la verdadera sabidurıa.

Aprende a escuchar sin descanso para disipar tus dudas; mire tuspalabras, para que nada de lo que digas sea superfluo; solo de estemodo lograras evitar todo error. Observalo todo, para prevenir losdanos que pudiera ocasionarte una insuficiente informacion. Contro-la tus acciones, y ası no tendras que arrepentirte con frecuencia deellas. En cuanto hayas conseguido que tus palabras sean normalmenterectas, y no debas arrepentirte con frecuencia de tus acciones, serasdigno del cargo que ocupas.

Conocer lo que es justo y no practicarlo es una cobardıa.

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El hombre superior no discute ni se pelea con nadie. Solo dis-cute cuando es preciso aclarar alguna cosa, pero aun entonces cedeel primer lugar a su antagonista vencido y sube con el a la sala; ter-minada la discusion, bebe con su contrincante en senal de paz. Estasson las unicas discusiones del hombre superior.

Los hombres ambicionan las riquezas y los honores, pero si noes posible obtenerlos por medios honestos y rectos, deben renunciara estos bienes. Los hombres huyen de la pobreza y de las injurias,pero, si no pueden evitarse por caminos honestos y rectos es precisoaceptar estos males.

Los defectos y faltas de los hombres dan a conocer su verdaderavalıa. Si examinamos con atencion las faltas de un hombre, llegaremosa conocer si su bondad es sincera o fingida.

Observad a los sabios para comprobar si vosotros poseeis sus vir-tudes. Observad tambien a los perversos para meditar en vuestrointerior si estais libres de sus defectos.

Los que controlan en todo momento sus actos, raras veces sedesvıan del camino recto.

Una virtud nunca puede subsistir aislada; siempre ha de hallarseprotegida por otras virtudes.

El hombre prudente es parco en el hablar pero activo en el obrar

Cuando empece a tratar con los hombres, escuchaba sus palabrasy confiaba en que sus acciones se ajustarıan a las mismas. Ahora,al tratar con los hombres, escucho sus palabras y al propio tiempoobservo sus acciones.

No he conocido a ningun hombre que obrara siempre de acuerdocon sus principios. Yo no hago a los demas lo que no quisiera queellos hicieran conmigo.

El que sabe mantener un porte digno aun cuando se halla entresus amigos, conseguira que sus mas ıntimos amigos sientan un granrespeto hacia el.

Lo unico que yo ambiciono y deseo es no caer en la necesidad devanagloriarme por mis virtudes y por mi inteligencia, y no pregonarmis buenas acciones.

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Un hombre digno debe ayudar a los necesitados, pero no aumentarlos bienes de los ricos.

Es mejor amar la verdad que el frıo conocimiento de la misma;es mejor complacerse en la practica de la verdad, que el simple amorhacia ella.

Estarıa dispuesto a ejercer cualquier oficio si con el pudiera obten-er grandes riquezas por medios honrados; si por el contrario, paraenriquecerse debiera emplear medios deshonestos, preferirıa seguir enla pobreza dedicandome a mis actividades favoritas.

No he hallado todavıa ningun hombre santo; como maximo solohe logrado conocer a algun hombre sabio. No comprendo como puedehaber hombres que actuen sin saber lo que hacen.

Quienes son prodigos en exceso y se entregan al lujo, facilmentese vuelven orgullosos.

Cuando el hombre se halla cerca de la muerte, sus palabras sonsinceras y veraces.

Es posible lograr que el pueblo siga al hombre bueno, pero nuncase le podra forzar a que le comprenda.

En general los hombres aman mas la belleza corporal que la vir-tud.

Cuando uno no ha alcanzado todavıa la perfeccion en el servicio delos hombres, ¿Como es posible que sea digno de servir a los espıritus?

¿Que es la muerte? Si todavıa no sabemos lo que es la vida, ¿Comopuede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?

Tan malo es pasar de la medida como no alcanzarla.

En publico, comportate siempre como si estuvieras ante un per-sonaje muy distinguido; cuando debas dar alguna orden al pueblo,muestra el mismo respeto y dignidad como si estuvieras ofreciendo elgran sacrificio. No quieras para los demas lo que no quisieras para ti.

El hombre bondadoso es mesurado al hablar. El hombre noble esel que nunca sientes pesar ni temor. Solo el que cuando se examina ensu interior no encuentra nada malo puede verse libre de todo pesar yde todo temor.

Resulta totalmente imposible gobernar un pueblo si este ha per-

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dido la confianza en sus gobernantes.

Buscar ante todo la rectitud de nuestras palabras, y ajustar luegonuestra conducta a ellas. Obrar siempre de acuerdo con la justicia,para perfeccionarnos cada dıa en su realizacion. Las inquietudes in-teriores provienen de desear la vida de quienes se ama, mientras quese desea la muerte de aquellos a quienes se podıa, ya que ello es comodesear al mismo tiempo la vida y la muerte de alguien. El hombreperfecto no pone su maxima aspiracion en las riquezas.

Reflexionar con calma antes de adoptar ninguna determinacion,no cansarse nunca de obrar el bien, y tratar cada asunto segun con-venga.

Lo primero que debe mirar el jefe es que su conducta sea sencilla,recta y justa en todo momento; detener siempre en cuenta los consejosde los demas hombres, ha de controlar en todo momento sus propiosactos, y nunca debe mandar despoticamente.

El medio mas eficaz para combatir nuestros vicios y malas incli-naciones consiste en no combatir los vicios y malas inclinaciones delos demas antes de haber eliminado los propios.

¿En que consiste la bondad? En amar a todos los hombres. ¿Enque consiste la ciencia? En conocer a los hombres. El noble no expresanunca su parecer sobre las cosas que no comprende. Busca la maximaprecision en sus palabras; esto es lo mas importante.

Si quien gobierna no es justo, aunque ordene que se practique lajusticia no sera obedecido.

Cuando el pueblo es tan numeroso, ¿Que puede hacerse en subien? Hacerlo rico y feliz. Y cuando sea rico ¿Que mas puede hacersepor el? Educarlo.

Quien se controla a sı mismo y por el bien, no tendra dificul-tad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse ası mismo, le resultara imposible ordenar la conducta de los demashombres.

¿Cual es la esencia de un buen gobierno? No resolver los asuntoscon precipitacion y no buscar el propio provecho.

Si todos los habitantes de nuestra aldea sienten afecto hacia un

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hombre, ¿Que debemos opinar de el? Este hecho no resulta suficientepara emitir un juicio sobre dicho hombre.

El hombre vulgar es vano y orgulloso, aun cuando su posicion nosea elevada. Se halla muy cerca de la perfeccion el hombre que esconstante, paciente, humilde y mesurado en el hablar.

Aun cuando se abre, deben imponerse castigos cuando convenga.La fidelidad no es contraria a una justa correccion.

El que habla en exceso y sin cordura raras veces pone en practicalo que dice. El hombre noble nunca teme que sus palabras superen asus obras.

No debe afligirnos el que los hombres no os conozcan. Lo lamentablees que no seais dignos de ser conocidos por los hombres.

La prudencia aconseja no indignarse cuando los hombres nos en-ganan, no entristecerse cuando son infieles. El hombre prudente preve siem-pre estas eventualidades.

El que de nino no ha respetado a sus hermanos ni a sus padres,en la edad madura no ha echo nada provechoso, y al llegar la vejezno ha muerto, es un hombre despreciable.

¿Que es lo mas importante para alcanzar una conducta correcta?Ser sincero en todo momento y mantener siempre la palabra dada.Procurar que aun el menor gesto refleje la dignidad interior, y nocometer ninguna accion asombrosa. Si obras ası, tu conducta sera ad-mirada en todos los lugares, aun entre los pueblos barbaros. Por elcontrario, si no eres sincero, si faltas a tus promesas, si tus gestos noson dignos o tus acciones son deshonrosas, tu conducta sera despre-ciada tanto en una ciudad de 10.000 familias como en un villorrio de35 vecinos.

El hombre que no medita y obra con precipitacion, no podra evitargrandes fracasos.

No he hallado a nadie que amase las virtudes con la misma inten-sidad con que se ama la belleza corporal.

Sed rıgidos con vosotros mismos, pero condescendientes con losdemas. De este modo os vereis libres de toda envidia y resentimiento.

El hombre que no examina cada dıa en su interior lo que debe hac-

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er, lo que debe imitar, lo que debe aconsejar, y lo que debe reprochar,no hara nada bueno en su vida.

Cuando permanecen muchas personas reunidas durante todo undıa, no todo lo que se comenta es justo y equitativo. Es muy frecuentese hable sobre cosas vulgares y que abunden las conversaciones necias.

El noble no da credito a las palabras por la sola autoridad dequien las pronuncia; tampoco rechaza la verdad aunque provenga deuna persona ignorante.

La inconstancia y la impaciencia destruyen los mas elevados propositos.

Cuando la muchedumbre desprecia a alguien, debeis examinarcon objetividad su conducta antes de emitir vuestra opinion. Tam-bien cuando la multitud aclama a alguien, es preciso contemplar conimparcialidad sus obras antes de aprobarlas.

El hombre puede ensalzar las excelencias de la virtud, pero lavirtud no puede proporcionar prosperidad y fama al hombre.

Solo puede ser calificado como ”vicioso .el que comete un actodeshonroso y no se corrige.

El noble solo busca la verdad y no se aferra con ciega obstinaciona su criterio.

Transmitid la cultura a todo el mundo, sin distincion de razas nide categorıas.

Las palabras han de expresar con fidelidad nuestro pensamiento.

Los ministros de un prıncipe virtuoso deben evitar tres faltas:la petulancia, consistente en hablar cuando nadie les ha pedido suopinion; la timidez, que consisten no atreverse a expresar su opinioncuando se les invita a ello; y la imprudencia, que consiste en hablarsin haber observado antes el estado de animo del prıncipe.

Solo los hombres de profunda inteligencia y los necios de mentemas obtusa permanecen invariables.

Si se mata una gallina, ¿Para que utilizar un cuchillo, que sirvepara matar bueyes?

Si respetais vuestra propia persona y a todos nuestros semejantes,nadie podra despreciaros; si sois generosos, os ganareis el afecto delpueblo; si sois sinceros, nadie desconfiara de vosotros; si todos vue-

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stros actos os aproximan al bien, vuestro merito sera grande; el amora los hombres es la mejor arma para gobernar con eficacia.

Aun las profesiones mas humildes son dignas de respeto.

Puede calificarse como .amante del estudio ”quien cada dıa adquiereun conocimiento nuevo, y cada mes retiene lo que ha aprendido.

No os avergonceis de preguntar para resolver vuestro dudas, ymeditad las respuestas que os hayan sido dadas.

Los hombres vicioso procuran disimular sus faltas con aparienciasde honradez.

Basta una sola palabra acertada del noble para que se le considereentendido sobre una cosa, pero tambien basta que cometa un soloerror para que se diga que no sabe nada. Por consiguiente, el nobledebe vigilar mucho sus palabras.

El buen gobernante debe ser generoso sin caer en la prodigalidad;debe cobrar los impuestos suficientes para llevar una vida digna, sincaer en la codicia; su porte debe ser digno y grave, sin dejarse llevarpor una vana ostentacion; debe tener autoridad, sin que su mandosea despotico; debe exigir con cautela la colaboracion del pueblo enlos trabajos publicos, para no suscitar su resentimiento.

Realizar cuanto sea para el bien comun, ¿No es esta la mejor for-ma de generosidad? Desear unicamente las riquezas necesarias para lapractica de las virtudes propias de su dignidad, ¿Puede esto llamarsecodicia?”Si sus propiedades particulares no son demasiado grandesni demasiado pequenas, si se ocupa de los asuntos que no son ni muyimportantes ni muy insignificantes, si se mantiene a cierta distanciade los hombres sin despreciar a nadie, ¿No es esto la dignidad exentade orgullo? Si cuida su aspecto exterior, si es equilibrado y ecuanimeen todos sus actos, el pueblo entero lo respetara sin experimentartemor, ¿No consiste en esto la autoridad libre de despotismo? Si soloutiliza el trabajo de los subditos para realizar lo que es razonable-mente necesario, ¿Quien podra experimentar resentimiento?

Los cuatro vicios relativos al gobierno son los siguientes: no in-struir al pueblo y ocultarse la verdad, lo cual recibe el nombre de”tiranıa ”; exigir una conducta perfecta a todos los iudadanos sin

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informarles previamente sus obligaciones, lo que recibe el nombre de.opresion ”; no tener prisa en dar las ordenes y pretender luego quese cumplan en el acto, lo que representa una grave injusticia; buscarsiempre el propio provecho, lo que recibe el nombre .egoısmo ”.

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Capıtulo 4

Cuarto Libro

Si la ganancia o el provecho se anteponen a la justicia, los subdi-tos nunca estaran satisfechos y el prıncipe se hallara en un peligroconstante.

Si los hombres con canas pueden cubrirse con vestidos de seday comer carne, si los jovenes de negros cabellos dejan de padecerhambre y frıo, la vida del reino sera prospera. No ha existido ni unsolo prıncipe que obrando ası haya dejado de alcanzar autoridad sobresu pueblo.

Si un rey no gobierna con rectitud, es decir, si no colma de ben-eficios a su pueblo, es porque no quiere y no porque no pueda.

Si un prıncipe se entristece por las desgracias de su pueblo, lossubditos tambien sentiran pesar por las tristezas de su prıncipe. Siel prıncipe se alegra con la felicidad de su pueblo, y hace suyas laspenalidades de sus subditos, no tendra dificultad alguna en su gob-ierno.

Si tu amas con locura las riquezas, no debes hacer otra cosa quecompartirlas con el pueblo.

Lo que hacen los gobernantes es luego imitado por el pueblo. Nopuedes, por consiguiente, acusar ahora al pueblo de su proceder nicondenarle por ello, pues ha imitado lo que habıa aprendido de suprıncipe; ha devuelto que se le habıa dado.

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El noble que pretende fundar una dinastıa no aspira a ser elevadoa la dignidad Imperial, sino que se limita a preparar el camino parasus descendientes; si la voluntad del cielo le es propicia, sera elevadoel mismo a la suprema dignidad.

La sabidurıa y la prudencia de nada sirven si no se presenta unaocasion propicia; los buenos arados nada pueden por sı solos, si no sepresenta una estacion favorable.

Es preciso obrar con rectitud sin pensar en las consecuencias. Nodebemos omitir el cumplimiento de nuestros deberes, ni realizarlosantes de tiempo.

Quien pretenda someter a los hombres por la fuerza de las armasno alcanzara la sumision de sus corazones; por esto, la violencia nun-ca es suficiente para dominar a los hombres. Quien conquista a loshombres por la virtud, consigue que todos se sometan a el sin reservasy con corazon alegre.

Las desgracias, al igual que la fortuna, solo llegan cuando lashemos buscado con nuestros actos.

Cuando el cielo nos envıa calamidades, podemos superarlas; cuan-do las hemos buscado nosotros mismos, sucumbiremos ante ellas.

Quien no haya sentido nunca compasion hacia los demas no es enverdad un hombre, tampoco puede ser considerado verdadero hom-bre quien jamas haya experimentado los sentimientos de verguenzay aversion; el que no posea los sentimientos de abnegacion y respetono puede ser considerado verdadero hombre; quien no distinga lo ver-dadero de lo falso, lo justo y lo injusto, no es un hombre.

Nada es mas digna de admiracion en un hombre noble que el saberaceptar e imitar las virtudes de los demas.

Lo que hagais, a vosotros os pertenece; yo solo debo responder demis propios actos.

Para la pensante un reino no son suficientes ni las fortificacionesque se construyan, ni los obstaculos naturales que representan lasmontanas y los rıos, ni la abundancia de armas. a mejor defensa deun reino consiste en la decidida voluntad de sus habitantes, la cualse conquista mediante un gobierno humanitario y justo.

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Quien ocupa un cargo publico y no puede cumplir con sus obliga-ciones debe dimitir.

Si un medicamento no altera el organismo del enfermo, tampocoproducira la curacion.

No puede ser bueno quien solo piensa en acumular riquezas; nopuede ser rico quien solo piensa en practicar el bien.

Si los maestros ensenan con claridad los deberes a todos los ciu-dadanos del reino, estos viviran entre sı en concordia y armonıa.

La generosidad consiste en repartir las riquezas entre los necesi-tados; la rectitud consiste en buscar el camino del bien a los descar-riados; la bondad es la virtud que debe poseer el emperador paraganarse el afecto de todos sus subditos.

En este mundo solo se pueden seguir dos caminos: el del bien o eldel mal; no existe otra posibilidad.

Los reinos pequenos imitan a los poderosos, pero se averguenzande recibir ordenes de ellos y no quieren acatarlas.

Los reinos perecen a causa de su interna descomposicion antes deque los demas reinos los ataquen.

Buscais el camino recto a lo lejos y lo teneis junto a vosotros.Creeis que el bien consiste en la realizacion de cosas difıciles, cuandono es mas que realizar con rectitud las cosas faciles.

Cuando se emprenden guerras para conquistar nuevos territorios,los campos quedaran cubiertos por los cuerpos de las vıctimas.

No puede pensarse en ningun mal mayor que en la perdida delmutuo afecto y carino entre padres e hijos.

Hay hombres que tienen fama de grandes creadores porque nuncanadie les ha refutado sus endebles argumentos. Uno de los principalesdefectos de los hombres consiste en pretender erigirse en modelo delos demas.

Las normas de conducta son inmutables, todos los Santos hanobrado de conformidad con sus principios.

Cuando el prıncipe empieza a imponer castigos a sus funcionar-ios sin que hayan cometido delito alguno, los ministros prudentes seapresuran a abandonar el reino.

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Si el prıncipe es justo, nadie sera injusto; si el prıncipe es bonda-doso, nadie sera cruel.

Es preciso que los hombres conozcan el mal para poder evitarlo yentregarse a la practica del bien.

Quien divulga las acciones viciosas de sus semejantes construyesu propia ruina.

El hombre noble conserva durante toda vida la ingenuidad e in-ocencia propias de la infancia.

El hombre sabio, en cuanto ha alcanzado una virtud, se aferrafuertemente a ella y ya no la pierde jamas; en cuanto ha perfecciona-do al maximo la virtud adquirida, la guarda cuidadosamente en suinterior como fuente inagotable de energıa.

Las palabras en sı mismas son inocuas, pero sus consecuenciaspueden ser funestas si son despectivas.

Quien ama a los hombres, es amado por ellos; quien los respeta es,a su vez, respetado. Supongamos que habiendose portar con nosotrosde una forma descortes o grosera; si somos prudentes, lo primero quedebemos preguntarnos es si con anterioridad hemos cometido algunadescortesıa con dicha persona o si hemos sido injustos con ella; suactitud hacia nosotros debe de tener algun fundamento. Caso de quelleguemos a la conclusion de que no hemos cometido ninguna injusti-cia contra tal persona, sino que nos hemos mostrado siempre con ellabondadoso y corteses, debemos seguir analizando las posibles causasde actitud descortes o grosera. Si somos prudentes, debemos reflex-ionar si hemos cometido la menor incorreccion en nuestra conducta.En el supuesto de que tampoco hayamos cometido incorreccion algu-na, entonces la descortesıa o groserıa del ofendido carece totalmentede fundamento y el hombre prudente, ante tal situacion, debe con-cluir: .este hombre no es mas que un extravagante y un necio; en nadase diferencia de una bestia, en cuyo caso, ¿por que debe preocuparmela actitud o actos de una bestia? ”.

Gozar de prestigio y de consideracion es una de las cosas que loshombres ambicionan con mas ardor.

El primer mas importante de la piedad filial consiste en honrar a

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nuestros padres como es debido. La mejor prueba de este amor a lospadres consiste en procurarles el sustento necesario.

No lo pudo hacer por medio de palabras, porque el Cielo no habla.El Cielo manifiesta su voluntad a traves de los meritos y buenasacciones de los hombres. Esta es la unica manera con que manifiestasu voluntad. El Cielo de a traves de los ojos del pueblo; el Cielo huyea traves de los oıdos del pueblo.

El Cielo gobierna los acontecimientos del mundo sin ser visto; estaaccion oculta del Cielo es lo que se llama .El destino ”.

Jamas he oıdo que un hombre que no actuara con rectitud lograseenderezar a los demas. Menos aun podrıa lograr que los demas fueransinceros quien observara un comportamiento hipocrita.

Los ministros se conocen por las personas a quienes acogen en sucasa cuando estan en la corte, y por las casas en que se alojan cuandoestan fuera de ella.

Para que pueda trabarse una verdadera amistad, es preciso pre-scindir de la superioridad que puedan otorgar la edad, los honores,las riquezas o el poder. El unico motivo que nos debe incitar a laamistad es la busqueda de las virtudes y el mutuo perfeccionamiento.

El superior debe honrar y respetar la sabidurıa de sus subditos, yel inferior debe mostrarse respetuoso y cortes con sus superiores, enatencion a la dignidad que ostentan; respetar la dignidad y honrar alos sabios son dos manifestaciones de un mismo deber.

Quien para permanecer fiel a sus principios rechaza ser elevado auna condicion honrosa permanece feliz aun sin honores. Quien parano apartarse del recto camino rechaza unas rentas permanece gozosoen su pobreza.

La naturaleza humana no es ni buena ni mala. Segun esto, la bon-dad o malicia de los hombres es algo posterior a la propia naturalezahumana en su origen. Si el hombre posee la capacidad de obrar, esnecesario que poseıa tambien una norma para dirigir sus actos.

Si el supremo bien del hombre consistiera en conservar la vida,no harıa otra cosa que dedicarse a descubrir y practicar todo aquelloque pudiera prolongarla. Si el mas temible mal del hombre fuera la

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muerte, investigarıa y practicarıa todo lo que pudiera alejar o evitarleeste mal. Hay cosas que amamos mas que la vida, ası como hay otrasmas temibles que la muerte; este es un sentimiento comun a todoslos hombres.

El camino recto es como una ancha avenida; no es difıcil encontrar-lo cuando se busca, ero los hombres no se esfuerzan por descubrirlo.

Cuando el sabio, una determinacion, es imposible que el pueblopenetre en los verdaderos motivos de la misma. Cuando un prıncipese ve rodeado por hombres perversos, aduladores y servirles, ¿Acasopuede gobernar con acierto y eficacia?

Cuando el Cielo quiere conferir a alguien una difıcil mision, antespone a prueba la fortaleza de su animo y el equilibrio de su mente conlas dificultades de una vida dura; fatiga sus musculos y todo su cuerpocon rudos trabajos, que ponen a prueba su resistencia; mortifica sucarne y su piel con los rigores del hambre y del frıo; les somete alas mayores privaciones de la miseria; determina que no tengan exitoen sus empresas para que se enfrenten con el fracaso. De este modo,el cielo estimula sus virtudes, fortalece su cuerpo y les hace aptospara afrontar las dificultades con que tropezaran en el cumplimientode su alta mision. La dificultad es lo que mas estimula al hombrea vencer sus deficiencias y superarlas. Solo cuando se han padecidotoda clase de privaciones y trabajos, solo cuando se ha visto el rostrode la miseria, solo entonces es posible conocer a fondo la naturalezahumana.

El hombre cumple la voluntad del Cielo cuando se esfuerza enperfeccionarse a sı mismo.

Si buscais encontrareis, si sois negligentes lo perdereis todo. Elque busca lo que esta en su interior lo descubrira y lo alcanzara;el exito de esta busqueda es seguro, una ley invariable garantiza laadquisicion de lo que se busca. Si, por el contrario, buscamos lo queesta fuera que nosotros, todos los esfuerzos resultaran infructuosos.

El origen de todas las acciones se encuentra en el interior de nue-stro ser. Si reflexionando sobre nuestros propios actos descubrimosque son conformes con nuestra naturaleza racional, experimentare-

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mos la mas intensa satisfaccion.

El hombre no puede dejar de arrepentirse de sus faltas. Si unasola vez se arrepiente de no haberse arrepentido de sus faltas, ya novolvera a tener motivos de arrepentimiento.

El pueblo no valora el merito de un buen gobernante. El buengobernante encamina al pueblo hacia el bien con su sola presencia suaccion es oculta e imperceptible como la de los espıritus. El influjode su virtud se hace sentir por todas partes, como el de las sutilesfuerzas del cielo y de la tierra. La influencia de un buen gobernanteno tiene lımites.

Los ejemplos de bondad penetran con mayor profundidad en elcorazon de los hombres que las buenas palabras; es mas facil obtenerel afecto del pueblo obrando con rectitud y aconsejandole rectamente,que mediante una administracion eficaz y unas leyes justas. El pueblodesconfıa de las leyes y de la administracion; el pueblo ama los buenosejemplos y los acertados consejos. Con unas leyes justas y una ad-ministracion eficiente, se consigue aumentar las rentas del reino; conbuenas ensenanzas y buenos ejemplos, se conquista l corazon de lossubditos.

Las penas y privaciones agudizan la inteligencia y fortalecen laprudencia.

Nadie debe comer sin haberselo ganado.

Los caminos del sabio son elevados e inasequibles. Sus actos puedenser admirados, pero no imitados.

El carpintero habil no se hace torpe para poder ser imitado porcualquiera de sus ayudantes.

Quien se abstiene de lo que no debiera abstenerse es mejor que seabstenga de todo; el que trata con frialdad a quienes debiera tratarcon ternura acabara tratando con frialdad a odo el mundo; quienesavanzan precipitadamente tambien retrocederan con la misma pre-cipitacion.

Es preferible desconocer los libros historicos, que aceptar incondi-cionalmente cuanto en ellos se refiere.

Dar muerte a un pariente proximo de otro hombre es el crimen

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que mas funestas consecuencias provoca.Yo no hago el menor caso de las murmuraciones y crıticas de los

hombres.Para que nuestras palabras esten siempre conformes con la equidad,

es preciso evitar la excesiva familiaridad con quienes nos rodean; elmutuo respeto es la mejor defensa contra las palabras descorteses ygroseras. Si el hombre culto habla cuando deberıa allar, todos quedanperplejos ante sus palabras; si, por el contrario, el hombre culto callacuando deberıa hablar, todos quedan desconcertados ante su silencio.

Las mejores palabras son aquellas que encierran un profundo sig-nificado y, al mismo tiempo, resultan comprensibles para todo el mun-do.

El mayor defecto de los hombres consiste en preocuparse arrancarla cizana de los campos ajenos, descuidando el cultivo de sus propioscampos.

El mejor medio para alcanzar las virtudes de la justicia y laequidad consisten en dominar las pasiones. Quien se deja dominarpor las pasiones es muy difıcil que obre con justicia y equidad.

Todo hombre debe cumplir con su deber, prescindiendo de lo quelos demas pueda decir de su conducta. Quienes actuan unicamentepara merecer la aprobacion de los demas hombres pueden ser consid-erados como aduladores del mundo; estos son los hombres de virtudaparente que en la actualidad son considerados como los mas honra-dos.

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Indice general

1. Primer Libro 1

2. Segundo Libro 3

3. Tercer Libro 7

4. Cuarto Libro 15

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