Los Enemigos Del Tuboducto

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  • LOS ENEMIGOS DEL TUBODUCTO (OLEODUCTOS , GASODUCTOS,

    ETC ..( Co nsi d erac i ones ap licab les 1 P roye cto , construccin y exp l ota cin de

    u n a ins 1 ci tra ns po rte este ti po)

    Por Fernando M ALDONADO ARCO , Dr. 1. 1.

    C. D. 656.56

    Creo que se deja sentir la ne-cesidad de contar con una pa-labra que, en trminos generales,se refiera a las conducciones otransporte por tubera, sin quehaga referencia al tipo o clase deproducto que por ella circula,ya que esto es secundario almedio en s y prcticamente stees el mismo para todos ellos. As,en Espaa hablamos de Oleo-ductos, Gasoductos y hasta seconcreta al trmino de Eueloduc-tos, Etilenoductos, cte. Dada lamultiplicidad de productos queya hoy da se pueden transportarpor este medio (no slo toda clasede lquidos y gases, sino hastaslidos en polvo o suspensin), lle-garamos a una diversificacinabsurda de nombres en funcinde lo que circula por dentro paraun mismo medio o instalacincaracterstico.

    El mundo de habla inglesa loresuelve con Pipeline. Yo pro-pongo la adopcin de la palabraTUBODUCTO, que me pareceexpresa la caracterstica principal.Ser una conduccin o transportede algo por tubera.

    Cuando se quiera especificarms se puede aadir la palabraque refiere lo transportado; as,Tuhodueto de crudo, de fuel, degas. cte.

    Despus de sta descubierta alcampo del lenguaje, paso a lasconsideraciones aplicables a unainstalacin de este tipo que anun-cia el ttulo de este trabajo y quetras sta justificacin denominarde este modo: TUBODUCTO.

    Estas consideraciones las apli-car slo a la instalacin quepresenta unas caractersticas sin-gulares dentro de la Industria,es decir , al largo tubo y su trazao zona de servidumbre.

    Dentro de la organizacin deexplotacin de un TUBODUCTOse pueden contemplar instalacio-nes como las de carga o descargade buques-tanques, tanques dealmacenamiento en cabeza y cola,estaciones de bombeo , regulacin,etctera , similares a cualquierotras no relacionadas con l, peroste en s es una instalacin sin-gular, en cuanto a que con menos,o sobre el metro de anchura, sedesarrolla quizs en cientos demiles de metros de longitud y so-meramente enterrada en toda cla-se de terrenos, que, adems, usual-mente no son propiedad de laCompaa propietaria de la ins-talacin.

    Una instalacin de este tipohay que coincidir en que presentaaspectos originales por s y aditivay concretamente con mayor mo-tivo en Espaa, donde hasta elmomento no se han prodigado,pero que, en relacin con susposibilidades y ventajas comomedio original de transporte y elejemplo que podemos tomar deotros pases industrializados es-pero tengan un cierto porvenir.

    Las consideraciones que har acontinuacin pudiera servir, ensu da, a las personas que se en-frenten con el Proyecto , ejecucino explotacin de instalaciones deeste tipo y complementariamente

    a consideraciones tcnicas msgenerales a modo de anecdotario,fruto de la experiencia.

    Los enemigos del tubo (intrn-secamente hablando y, en contra-posicin a los humanos, una vezenterrado) son tres: MUNDO,DEMONIO Y CARNE.

    MUNDO

    Por, este enemigo entiendo a lanaturaleza y sus fuerzas ms omenos desatadas.

    Un TUBODUCTO padece ensu construccin y conservacinproblemas equivalentes a los deotra vas de transporte (carreterao ferrocarril), e inciden sobre l,concretamente en Esparza, las di-ficultades de esta terrible orogra-fa de la que gozamos y padece-mos, rgimen pluviomtrco pocouniforme y desforestacin con losconsecuentes arrastres, etc.

    Los problemas ms importan-tes, y por orden de esta impor-tancia que se presentarn, son:corrimientos de tierra , erosionesen mrgenes de arroyos , erosionesen laderas.

    As, la eleccin de traza parael proyecto se presenta ya comoun serio problema que hay queresolver bien, considerando dosfactores contrapuestos, economade instalacin (huir de las cotasaltas, de terrenos rocosos, inac-cesibles o difciles, pero estables)y problemas de conservacin de latraza y de la misma tubera quese presentarn despus. No so

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  • pueden dar normas fijas, pero lapresencia de especialistas (Gelo-gos o Geotcnicos) en esta fase esimportante. En general hay quehuir del trazado a media ladera,en cuanto se detecten los menoressntomas de existencia de desliza-mientos o corrimientos de tierra.Habr por tanto grandes zonas deterrenos en formacin , donde lasolucin cara de ir poi, las cum-bres o divisorias de aguas seruna necesidad. El ahorro puedeser un despilfarro cualquier da,ya que una ladera que se deslizapuede suponer cientos o an mi-les de metros de tubera hecha unautntico churro y, consecuen-temente, un gran derrame o fuga,con consecuencias no slo econ-micas, sino tambin psicolgicas(comprese a un descarrilamientoo choque de trenes) y de difcily larga reparacin con posibledesabastecimiento a la instala-cin a que se sirve.

    Adems de una eleccin ade-cuada y cuidadosa de la trazahabr que considerar en la cons-truccin de un TUBODUCTO laejecucin de drenajes en numero-sos puntos y laderas . En generallos posibles deslizamientos hayque evitarlos drenando los te-rrenos; aqullos, una vez ini-ciados (miles de ton de tierra mo-vindose), difcilmente se contie-nen con muros u otras obrasy stas es ms econmico hacerlasen el momento de la construccin(presencia de mquinas y tcnicossobre el terreno), que despus enexplotacin , que, adems, puedeser tarde . Deben incluirse, pues,en el proyecto.

    Sobre los cruces con arroyos,vaguadas , torrenteras , etc., mu-chas veces secos y algunas fu-ribundos, all igual que en ros yvas fluviales ms importantes,debe considerarse que al ejecutarla obra se rompen las mrgenesy se presentan luego en stas lospuntos dbiles del relleno pordonde ataca fcilmente el agua.La restitucin de mrgenes debe

    ser generosa en altura y general-mente se debe prever la coloca-cin de gaviones o ataguas desacos. Es muy tpico el cruce delTUBODUCTO normal a una to-rrentera, en la que son de preverfuertes arrastres que en seguidadescubrirn el tubo: unos simplesgaviones colocados paralelos a latubera aguas abajo mantendrnel recubrimiento a la altura de sucara superior.

    Cuando la pista cae por la lneade mxima pendiente de unalarga y empinada ladera, taladay desforestada por la misma cons-truccin del TUBODUCTO, esuna va libre para el agua, quetoma en ella considerable veloci-dad, producindose fuertes ero-siones longitudinales y paralelasal tubo y muchas veces sobre la

    a zanja, descubrindolo yarrollando el revestimiento.

    La ejecucin de pequeos re-saltes o canalillos con el mismoterreno en sentido diagonal a latraza cada 15 20 m, evita esteproblema, canalizando con hormi-gn ligeramente el peso sobre lazanja , para evitar que penetrepor sta el agua y corra interior-mente, con los mismos nocivosefectos para el revestimiento. Lacolocacin de ataguas de sacosen la zanja antes de enterrar eltubo , debe prodigarse bastantepara evitar este efecto.

    En general , por tanto , hay queprever no slo que no resulteafectada o rota la tubera en s,sino la simple contingencia deque el revestimiento se mantengaintacto , ya que cualquier cosaque lo afecte facilitar la labordel enemigo posterior.

    La faceta ms importante delequipo de Conservacin de unTUBODUCTO es la de las obrasciviles, que hay que realizar con-tinuamente y especialmente encampaas de verano , para laconservacin d.e la traza. Unaprevisin de especialistas en estecampo y una mnima maquinariatodo-terreno son de prever, de

    plantilla y propiedad de la Em-presa, pues no siempre se puedencontratar estos servicios y maqui-narias con la prontitud nece-saria.

    DEMONIO

    Califico de este modo a laaccin de la corrosin externasobre la tubera.

    El problema es grave, y apartede que puede acortar extraordi-nariamente la vida de la instala-cin, la presencia de poros y fugaspueden representar una situacinde descrdito y conflictiva con loslabradores y propietarios.

    Las previsiones principales aconsiderar son dos, que se comple-mentan: una buena y pronta(yo dira que previa) instalacinde PROTECCION CATODICA vun adecuado y no escatimadoREVESTIMIENTO , con una co-rrecta aplicacin y un muy cuida-doso trato (concretamente me re-fiero a la restitucin en zanja,tajo ltimo del montaje y que sepresta a no darle la debida impor-tancia).

    Existe cierta tendencia a cousi-derar a la proteccin catdicacomo un complemento a poste-riori o seguro a largo plazo de laproteccin que da el revesti-miento.

    Aun no negndole cierta lgicaa esta consideracin , mi consejoes que el proyecto de proteccincatdica se desarrolle simult-neamente o aun previamente alde tendido de la tubera (tomn-dolo con el tiempo suficiente parasolventar problemas con los pro-pietarios sobre postes y lneaselctricas para alimentacin delos transformadores-rectificadores,que tanto pueden retrasar suejecucin), de modo que se puedair dejando bajo proteccin a lostramos que se van enterrando.poniendo en servicio sucesiva-mente los puestos rectificadores(con la conveniente instalacin de

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  • bridas aislantes, no hay inconve-niente para la continuacin de lostrabajos ('e soldadura, cte.).

    Sobre revestimiento yo diraque es necesario elegir no slo unbuen revestimiento, sino el ade-cuado para cada terreno (hay latendencia a uniformizar por co-modidad de proyecto y construc-cin), de modo que igual que seelige una traza, previos los tra-bajos cartogrficos o de planime-tra area, de acuerdo ms biencon los considerados del enemigoanterior (EL MUNDO), se hagancomprobaciones de este trazadoprevias o (lo anteproyecto, conmedidas de resistividades del te-rreno y hasta anlisis y compro-baciones de su naturaleza qu-mica (creo que en un proyecto deeste tipo tienen algo que decirlos Gelogos y hasta Qumicosy Bacterilogos), ya que la natu-raleza de los componentes delterreno puedan influir en el tra-zado definitivo de proyecto ydesde luego en el tipo de revesti-miento adecuado a cada zona.Del mismo modo que en lospuntos singulares: cruces decarreteras, ferrocarriles, arroyos,se suele proyectar doble revesti-miento, en el caso de recubrimien-tos a base de encintado, debepreverse este tratamiento en de-terminadas zonas o bien un mayorespesor en el caso de un revesti-miento en caliente o hasta cam-biar de un tipo a otro buscandosiempre el ms idneo a la natu-raleza del terreno, tanto fsicacomo qumicamente considerado.Pero no slo estimo debe reflejarseen el proyecto, sino que se debenprever las oportunas clusulas enel contrato, con la firma ejecutoradel mismo, que permitan la sufi-ciente flexibilidad para, va en laejecucin, si se da con una vetade terreno de determinadas con-diciones no previstas en el Pro-yecto por pequea que sea, seaplique en ella el revestimientoadecuado en calidad y cantidad.

    Una consideracin que creo im-

    portante he de hacer sobre el re-vestimiento a base de encintado,tan extendido en este tipo deobras y es que, en general, seconcreta y fija mucho ms laatencin sobre la calidad de lacinta primera a base de polieti-leno, con una imprimacin o pe-gamento bituminoso que se adhie-re al tubo y se minimiza la im-portancia de la cinta externa,proteccin mecnica de la ante-rior, generalmente a base de uncartn embreado a veces armadocon fibra de vidrio.

    Hay que resaltar, evidentemen-te, aunque sin dar lugar a deta-llarlo, la importancia de una cali-dad adecuada de la cinta de po-lietileno (buenas caractersticasdielctricas, buen material de basey buen espesor y calidad de la im-primacin o pegamento que, conuna buena limpieza previa de latubera y una adecuada tensinen su aplicacin, den lugar a unaperfecta y permanente adherencia.

    No ser yo el que aconseje eco-nomizar en este material, msbien lo contrario, pero mucho

    os indicara que, despus degastar bastante en l, se tratarade ahorrar en el ms econmicomaterial secundario de recubri-miento que sirve de proteccinmecnica del anterior y que debeelegirse de suficiente espesor ybastante armado.

    El uso de este ltimo encintadoprotector y su funcionalidad es-tn ntimamente ligados con unaoperacin que me consta se tienetendencia a descuidar en su eje-cucin y en su supervisin y quees la de la colocacin de la tube-ra en zanja y sobre todo la resti-tucin de tierras a sta, una vezpasado el tubo ya revestido y pro-tegido. No se cree, hasta que nose hace la prueba, el poco tamaoy la poca altura que necesita unapiedrecita para. golpeando sobresu recubrimiento protector, pro-ducir una minscula y casi invi-sible perforacin en el revesti-

    o de cinta plstica, perfo-

    racin que slo el chispmetrodetectara, pero que enterradoel tubo ah qued y ser un puntode inicio para. la corrosin y unposible poro y fuga en el futuro.

    Este tajo de cola en el tren demontaje del relleno de zanja espara el contratista una verdaderatentacin el hacerlo mal y rpido(una vez enterrado no se sabe sise hizo mal y corre prisa al serel remate para ir dejando obraterminada), y por parte del clientees un tajo tan poco tcnico, quetienta a no vigilarlo o dejarlo enmanos de personal poco respon-sable. Craso error, no hay msremedio que sacrificar a una per-sona responsable en esta nimiatarea de supervisar que la m-quina vierta las tierras de formaadecuada y previa una seleccino cribado de stas, al menos enuna primera capa. En caso con-trario no sera de extraar que alcabo de cierto tiempo, en las zo-nas donde esto se descuid, apa-reciera el Demonio de la co-rrosin, curiosamente agrupadoslo en la mitad superior de latubera.

    Esta seleccin de tierras delpropio terreno la necesidad delaporte de tierras de otras zonas enalgunos casos, con sus repercusio-nes econmicas y que aparecentan ntimamente ligados al tipode revestimiento usado, aclara,espero, la correlacin que antesdeca entre el revestimiento a ele-gir y la naturaleza no slo qumi-ea., sino tambin fsica del terreno.

    CARNE

    El tercer enemigo, y no el msdespreciable, es el hombre. Elhombre generalmente armado demquina retroexcavadora, zanja-dora, explanadora, cte., y que seconcreta en propietarios, arrenda-tarios, contratistas por cuenta departiculares o lo que suele serms grave y difcil de atajar porcuenta de Organismos Oficiales:

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  • Obras Pblicas, Instituto de Colo-nizacin, Comisara de Aguas,etctera, que abancalan, expla-nan, hacen canales, carreteras,lneas elctricas, dragan, extraenridos, cte., todo ello, afortunada-mente para el campo y el pas engeneral, en mayor medida cadada, pero que en el caso particu-lar que tratamos buenos doloresde cabeza dan, ya que lo que unTUBODUCTO quiere es el inmo-vilismo y su mejor lecho es eldesierto (pero sin vientos que al-teren el perfil del terreno).

    Estos dolores se palan algo.-

    -Colocando el mximo de indi-cadores posibles , descendiendodel usual hito kilomtrico, en laszonas en que se prevean estascontingencias a hitos hectom-tricos o en todos los puntos do-minantes y marcando los vrti-ces (puntos en que el TUBO-DUCTO cambia de direccin).

    -Dndose a conocer lo ms po-sible con propietarios , Ayunta-mientos, Guardia Civil, etcte-ta, y procurando que la trazadel TUBODUCTO figure enla mayor parte de los planosque manejan los OrganismosOficiales de las distintas Pro-vincias y que suelen servir parala ejecucin de sus proyectos.

    -Organizando un adecuado Ser-vicio de vigilancia . Segn miexperiencia y despus de mu-chas pruebas (incluso helicp-tero), recomiendo la creacinde un Servicio de celadores, queviviendo en pueblos o caserosa lo largo de la traza se repar-tan sta, efectuando un nmerode recorrido al mes de su zona,a pie o en caballera , que de-pender de' lo tranquila questa sea (distancias entre 12 y16 kms son normales). Apartede tener la Direccin un conoci-miento peridico (envan par-tes segn un modelo ) del estadode toda la traza, presentan la

    ventaja de que en la zona todoel mundo los conoce en estafuncin y acuden a ellos, coninformaciones muchas veces va-liosas, propietarios, labradores,pastores, etctera.

    Pero estos dolores que causael tubo y a los que lo explotan,este tercer enemigo, el hombreauxiliado por la tcnica, vienenmuchas veces aumentados y co-rregidos por unos planteamientosiniciales, de proyecto y ejecucinde tipo Jurdico y humano quedebo citar.

    Usualmente un TUBODUCTOno compra el terreno por dondepasa, sino que, con carcter oficial,se le conceden unos derechos so-bre una zona de servidumbre,necesaria para su construcciny posterior mantenimiento, quesuele tener un ancho entre 10 m y20 m. Estos derechos traen apa-rejados una serie de obligacioneso restricciones para los propieta-rios, que continan sin embargoejerciendo su propiedad sobre elterreno. As, por ejemplo, en l nopueden edificar ni plantar rboles,aunque generalmente s puedenhacer labores de arado y siembra.La Compaa propietaria del TU-BODUCTO paga usualmente unacantidad global y en una solavez a cada propietario por estederecho o servidumbre e indem-niza por los rboles o cultivo quehaya que talar y los daos decualquier otra naturaleza que sele produzcan al propietario en laejecucin de la obra.

    Desgraciadamente la Reglamen-tacin no contempla (quizs por lanovedad del medio) con la sufi-ciente amplitud este tipo de vade transporte y se suelen acome-ter las obras sin un amparo legalsuficiente, dando lugar a nume-rosos incidentes durante stas,que pueden retrasarlas o desfasarlos tajos con los inconvenientestcnicos y econmicos que estosupone y que hace que se resuel-van los casos segn se van pre-

    sentando, a mayor o menor pre-cio y generalmente adems conevidente injusticia, ya que alpequeo propietario (el ms hu-milde y ms necesitado y el quepeor sabe defenderse) se le con-tenta con poca cosa y el granterrateniente que sabe y puedepleitear, si es necesario, suele sa-car tajada ante los inconvenien-tes que la amenaza de un parnen las obras supone.

    As se puede llegar, por ejemplo;a que a un propietario se le pa-guen los rboles talados a 500pesetas y al colindante con l(rboles de igual calidad) a 2.000pesetas. Lo peor de esto es lasituacin deteriorada que puedendejar para el futuro de cara a laexplotacin y conservacin, al en-contrarse con propietarios resen-tidos que niegan su colaboracin,por ejemplo, para los accesos azonas aisladas de la pista o trazadel mismo a travs de sus fincas,o que vendan sin indicar o adver-tir al nuevo dueo nada sobre laservidumbre que tiene la finca,con el peligro que supone estedesconocimiento, cte.

    Mis recomendaciones sobre esteaspecto es que las gestiones legalesse realicen con la antelacin sufi-ciente y la amplitud necesaria,de modo que al llegar a la fasede ejecucin est todo resueltoy, si es posible, por una va regla-mentaria de actuacin normali-zada, evitando el compadreo y laimprovisacin. Que, por otro lado,se contemple la necesidad de ejer-cer una servidumbre no slo sobrela pista en s, sino tambin sobrelos accesos necesarios a la mismay determinados por el previo pro-yecto (es interesante en la resti-tucin conseguir acuerdos parainstalar portones en muchos cer-cados, a fin de poder dar el m-ximo de continuidad al posiblerecorrido sobre la propia pista)y que estas servidumbres comple-mentarias se reglamenten y seejerzan en el mismo documentode concesin que la servidumbre

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  • principal sobre la pista o traza delTUBODUCTO.

    Para terminar , qu duda cabeque este tercer enemigo secombate tambin con una ampliagestin personal y humana derelaciones cordiales del personaldirectivo y tcnico de la instala-cin con las Autoridades locales,propietarios, cte., de los pueblosy caseros prximos a la traza.

    Sin ms enemigo que researen contra de la utilizacin de estemoderno, eficaz, descongestio-nante y discreto medio de trans-

    porte, que no contamina, ni altera Sotelo, participando en el montajeel paisaje, ni produce ruidos, es- de la Refinera de Puertollano ypero, a cuenta de tan grandes en 1965 se hizo cargo del Oleoductovirtudes, por no citar otras mstcnicas (bajo coste de explota-cin, cte.), comience a gozar ennuestra Patria del esperado favory desarrollo para aquellos pro-ductos a los que se puede aplicar,que son cada da ms,

    EL AUTOR

    Fernando Maldonado de Marco,Doctor I. I., curs sus estudios en Mlaga-Puertollano,, de dicha En-la E. T. S. de Madrid, terminando presa, cuyas instalaciones remat,en 1963. Ingres ese mismo ao puso en marcha y dirige desde en-en la Empresa Nacional Calvo tonces como Ingeniero Jefe.

    En nuestro pas, todava en pleno desarrollo,cada espaol consumi en 1970 unos 1,6,3 kilos deplstico, cifra importante, segn informa la Agra-pacin Nacional Autnoma de Industrias de Pls-ticos (A.N.A.I.P.).

    En el informe se estudia, documenta y expone lasituacin actual y futura del tema, que viene aconcretarse en las siguientes conclusiones :

    1, La aparicin y desarrollo de los materialesplsticos ha constituido una revolucin en el mun-do del envase y embalaje por :

    a) Campo de aplicacin prcticamente ilimi-tado.

    b) Resolucin, mediante su empleo, de grancantidad de problemas y necesidades.

    e,) Utilidad de su uso, para el productor y elconsumidor final, por sus cualidades de comodi-dad, higiene, economa y esttica.

    2. El uso de estos materiales se ha impuesto,crece y no existen motivos razonables que se opon-gan o limiten su utilizacin para enea-es v em-halajes porque :

    a) 5e utilizan para contener alimentos desdehace aos en la mayora de los pases.

    b) Los alimentos envasados en plsticos consti-tuyen hoy da una importantsima parte del total.

    c) Los pases ms desarrollados tienen legal-mente reglamentado su uso.

    3. El uso de envases de materiales plsticospuede aumentar el volumen de las basuras doms-ticas, pero no entorpece su recogida ni su trata-miento porque :

    a) El peso total de envases de plstico en Es-paa supone un dos por ciento del peso total delas basuras del pas.

    b) La incidencia de estos materiales en el costede eliminacin de basuras es aproximadamente deun dos por ciento,

    e) La combustin de materiales plsticos noproduce contaminacin y su alto poder calricopuede contribuir a aumentar la rentabilidad de loshornos de incineracin de basuras, por aprovecha-miento del calor.

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