Los Montes de León: «montaña media» - Saber.es · ... son estas tierras de clima rudo, ......

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Puente romano sobre el Río Turienzo, «El Puente Valimbre».

El Río Tuerto en Sopeña, cerca de Astorga, abre su valle en la fértil vega que recoge esta foto tomada desde Celada. Cho-peras, tierras de lúpulo, remolacha, alubias, etc., constituyen sus principales aprovechamientos. Al fondo Astorga, San Ro-

mán y parte de San Justo.

Aunque en los 1.328,5 Km ' (el 8,5% del total provincial) que ocupa este territorio secontemplan espacios tan dispares como las sierras de La Somoza o La Cepeda y las

feraces vegas del alfoz de Astorga (San Justo), se puede generalizar diciendo que, unavez atravesada esta histórica ciudad en dirección a Galicia, Sanabria o Asturias,

cualquier viajero se percata de la aparente monotonía del paisaje, pasando éste, en lamayoría de las ocasiones, inadvertido.

Y si este viajero es medianamente conocedor de los avatares de estas tierras,rápidamente suele preguntarse algo incrédulo: ¿Y es ésta la zona que conoció el

esplendor de la minería aurífera del Imperio Romano, que sufrió los envites de lastropas visigodas y musulmanas, que fue despoblada y nuevamente repoblada por losreyes astur-leoneses, que era cruzada por la importante Vía de la Plata que usaron

también los rebaños trashumantes, que invariablemente fue testigo de lasperegrinaciones a Santiago, que se hizo famosa en todo el país por el buen trajín de sus

arrieros, etc.? ¿Acaso, bajo la blanca mirada delmítico Teleno, son estas tierras de clima rudo, suelos escasamente fértiles y extensos

montes alfombrados de urces, las que soportaron tanta historia y sobreviven ahora enuna duradera atonía ante un futuro poco sugerente?

No obstante, el interés que estascomarcas poseen se presenta atractivo

desde cualquier perspectiva y, porsupuesto, desde la Geografía las hacen

merecedoras de contínuos estudios.Solamente a partir de un profundoconocimiento del territorio con sus

limitaciones y del hombre que lohabita se pueden plantear proyectos de

desarrollo integral y de ámbitocomarcal. La paradójica marginalidadde Maragatería y Cepeda en el centro

de la provincia no se reducirá conactuaciones puntuales.

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El Alto Valle del Ayo. del Cabrito constituye uno de los espacios más atractivosy solitarios de la Sierra del Teleno. Su aspecto de valle glaciar desaparece cuandoa él confluye el Ayo. de la Llagouza. El caudal constante que durante todo el añodiscurre por el Cabrito asegura el del Río Duerna en todo su valle medio.

Los Montes de León: «montaña media» y «áreade transición»

1. UN MEDIO FISICO DESUAVES SIERRAS YVALLES ESTRECHOS DEFONDO PLANO

El espinazo que suponen losMontes de León, desde la sierrade Pozo Fierro (1.531 m.) en LaCepeda hasta el Teleno (2.188m.) al Sur, y que marca la divi-soria de aguas entre la cuencadel Sil-Miño (El Bierzo) y la delEsla-Duero (La Meseta Leone-sa), está compuesto por un sus-trato de rocas muy antiguas,principalmente pizarras y cuarci-tas. Estas rocas duras experi-mentaron, en el transcurso delos tiempos geológicos, una seriede plegamientos, roturas y enra-samientos erosivos que motiva-ron el relieve actual de formasviejas y alomadas.

Las grandes fallas del plega-miento hercínico rompieron lasestructuras plegadas en su mis-ma dirección, es decir, de W a Ey, posteriormente fueron reacti-vadas durante las últimas fasesde la tectónica alpina (haceaprox. 3 ó 4 millones de años),son las que determinan la direc-ción de los cauces principales;así los ríos Jamuz, Duerna, Tu-rienzo, Jerga y Argañoso, pre-sentan esa dirección hasta suconfluencia con el Río Tuerto,verdadero colector de toda estaregión. Este hecho geográficointeresa en función de la orien-tación ya que la localización depueblos y terrazgos depende, enmuchos casos, de si están a la so-lana o a la umbría de un valle.

Por otra parte, los largos pe-ríodos de actividad erosiva sonlos causantes de que las líneas decumbres se enrasaran y presen-ten en la actualidad un aspecto

alomado con vertientes convexasy culminaciones planas; en estesentido, el Teleno responde a es-te esquema: si se asciende a éldesde Molinaferrera, Filiel oBoisán, la cima sólo es visiblecuando prácticamente se culmi-na y, una vez allí, la línea decumbres se abre al horizonte co-mo una superficie de bloques ro-cosos suavemente ondulada.

Todos los materiales arranca-dos de las sierras son los queconforman en las zonas bajas losdepósitos de «raña», denomina-dos en la región con el expresivotérmino de «chano» o «chana».En contraposición a las «peñas»de las sierras, estos interfluviosplanos se componen de cantos,gravas y arenas procedentes delas cuarcitas, y de arcillas que

son producto de la descomposi-ción de las pizarras. Allí dondela deforestación eliminó la cu-bierta vegetal, el tránsito de losfondos de valle a las superficiesde «chano» se realiza a través decárcavas y «barreras» como pue-de observarse en La Veguellina,Sueros, en el «Puente de Pria-ranza» o, desde el ferrocarril aLeón, en los barrancos de Nistaly Barrientos, llamadas por aquí«torcas».

En resumen, lo que hacia eloeste son sucesivos escalonesque determinan el fuerte encaja-miento de la red hidrográfica yla individualización de la fosaberciana, hacia el este es un sua-ve desnivel que, desde los corda-les serranos pasando por los cha-nos, muere en la vega del Orbi-

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go cerca de La Bañeza. Esta di-ferencia en la pendiente a ambasvertientes de los Montes de Leónes la que originó, en los alboresdel Cuaternario, las grandescapturas de los ríos, o sea, quelos cursos de la vertiente bercia-na, al tener que salvar mayordesnivel, erosionaron aguas arri-ba llegando a captar las cabece-ras de los que discurrían hacia lacuenca del Duero: el Río Turien-zo, por ejemplo, no tiene la ca-becera que le corresponde por-que fue capturado por el Arro-yo de Prada el cual, unido alCompludo, forma el Río Me-ruelo.

En relación con los materialesgeológicos de la zona, es obliga-da la mención referida al oro,sobre todo por lo que este pre-ciado metal influyó en la inter-vención antrópica sobre el me-dio desarrollada por los roma-nos en los primeros años de laera cristiana. De las vetas decuarzo aurífero que por exuda-ción afloraron entre las cuarci-tas y pizarras durante los plega-mientos y movimientos tectóni-cos, el oro se concentró portransporte y disolución químicaen todos los depósitos que aquíse encuentran. Esta es la razónpor la cual los aureanos del Im-perio, aprovechando la gratui-dad de la mano de obra esclava,explotaron los aluviones y terra-zas de los ríos así como los sedi-mentos rojos de la «raña» y losestratos del Mioceno; precisa-mente el color rojizo de estosmateriales se debe igualmente alos óxidos de otro mineral con-tenido en las pizarras, el hierro.

Con los numerosos estudiossobre la minería romana que es-tán publicados, con las informa-ciones de otros investigadores(D. Francisco Alonso Otero) y,sobre todo, a partir de nuestrasexcursiones por el campo, creono exagerar si afirmo que, prin-cipalmente el Alto Valle delDuerna y el Turienzo están pla-gados de vestigios de explotacio-nes mineras romanas. Las másespectaculares y conocidas son

«Las Moraceras» de Priaranza,las «coronas» de Quintanilla,Boisán y Luyego, «La Miédola»de Santa Coloma y Pedredo, y«La Fucarona» de Rabanal delCamino. Igualmente hay explo-taciones o al menos restos de ca-nales para el lavado de oro (los«carriles» de La Cabrera) en LaMaluenga, Andiñuela, Villali-bre, Prada de la Sierra, La Ve-guellina de Cepeda, El Ganso,etc. Pero, además de lavar sedi-mentos, los romanos se atrevie-ron con el duro cuarzo para ex-traer el oro nativo. Hasta la mis-ma cumbre del Teleno llegaronlos aureanos reventando, porpresión de agua y calentamientocon fuego, los diques de cuarzoaurífero. Es más, en los magní-

ficos ejemplos de glaciarismoque quedan en la vertiente nortede esta sierra, los romanos re-movieron y lavaron buena partede las morrenas acumuladas porlos hielos cuaternarios, convir-tiéndolas en alineaciones de«murias», este es el caso delArroyo de Peña Bellosa y delArroyo de Peña Cetrera.

Muchos topónimos como«murias», «fucarona», «cabuer-cona», «corona»; «miédola»,reflejan las formas del terrenosque subsisten de aquel laboreominero; asimismo, los hay quepudieran hacer referencia a tra-bajos complementarios de estasexplotaciones como son, porejemplo, los relativos a las

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torga se pasa a los 844 mm. deVillameca y a los aproximada-mente 1.000 mm. que se midenen Manzanal del Puerto, Bra-ñuelas y Molinaferrera.

Un bello ejemplo de la crude-za invernal de estas sierras estárecogido en el Diccionario deMadoz (1845-1950) en el epígra-fe dedicado al Puerto de Manza-nal: «lo que se dice puerto seráde largo poco más de una legua;no carga tanto la nieve como enel de Foncébadón, y raras vecesse pone intransitable cuando laestación no es muy cruda».

Los cepedanos y maragatosmás ancianos recordarán cuan-do, para alimentar en inviernolos numerosos rebaños de ove-jas, se hacía imprescindible atro-par «ramón» de roble en otoñoy almacenarlo en «fullacos» (Ce-peda) o «feijes» (Maragatería)arriba de la «tinada», el pajar ola «talamera».

Son, por lo tanto, las lluviasy nieves que durante el inviernollegan con las borrascas atlánti-

cas las que permiten que este ro-ble del país, también llamado«melojo» y «rebollo», sea la es-pecie mejor aclimatada a lascondiciones de transición. Demanera general, oscilando arri-ba y abajo de los 1.000 metrosde altitud, se puede reconocer ellímite entre el robledal y el enci-nar. Entre Santa Catalina y elGanso se observa perfectamenteel paso de una formación arbó-rea a otra a través de una estre-cha franja de bosque mixto.

El matiz mediterráneo del cli-ma se reconoce en el período es-tival. Los meses centrales del ve-rano registran un déficit acusa-do de precipitaciones así comounas temperaturas medias quesuperan los 20° C, llegando lasmáximas, registradas en las ho-ras centrales del día cuando lainsolación es más alta, a los 35°

C como ocurre en Villameca.La consecuencia inmediata de

esta situación es la aridez climá-tica y la sequía edáfica, agraván-dose esta última por lo imper-meable de los suelos arcillosos

El «Furco Chico» entre Luyego y Priaranza es un excelente ejemplo de amaro-na» en la margen izquierda del Río Duerna. El sistema de explotación aurífera quelos romanos utilizaron en este caso es la «ruina montium», es decir, derrumbarlos sedimentos por medio de agua a presión. El matorral que hoy lo coloniza es

un denso jaral.

«ferrerías»: Molinaferrera,Ferreras de Cepeda, etc.

Del mismo modo, persisten,sobre todo en Maragatería, ape-llidos que evocan cierta relacióncon las actividades auríferas;uno de los más sonoros y exten-didos es el de Geijo. Al margende otros significados que puedatener, un «geijo» es un trozo decuarzo, dicho más claramente,un «canto» de color blanco; los«geijos» abundan, destacandosobre el suelo parduzco, cerca delas «lucernas» o pozos excava-dos en la roca madre, eviden-ciando por sus aristas que no sonproducto de la fragmentaciónnatural de los agentes erosivos.

2. UN CLIMA DEMATICES ATLANTICOSY MEDITERRANEOS QUECONDICIONA LAVEGETACION Y LOSSUELOS

La altitud media de estas co-marcas oscila entre los 1.000 y1.100 metros y es el factor topo-gráfico que en mayor medida influye en las condiciones climáti-cas. No pcdemos olvidar quetradicionalmente los Montes deLeón eran considerados como la«Raya de Castilla» y, a partir deellos, todos los elementos geo-gráficos como el relieve, la vege-tación y el clima comienzan acambiar de signo y, por consi-guiente, a modificar el paisaje.Esta cuestión es la que funda-menta la calificación de este es-pacio como «área de transi-ción».

Los 10,5° C de temperaturamedia anual que se registran enlos observatorios meteorológi-cos de Astorga y Villameca es-tán a caballo entre los 11,5° C

de La Bañeza o los 13° C dePonferrada, y los 8 ó 9° C de lasOmañas y la Montaña de Luna.

Las diferencias con las zonascolindantes, e incluso dentro deMaragatería y Cepeda, son másreveladoras estudiando los datosde precipitación: de los 470 mm.registrados anualmente en As-

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que no acumulan en profundi-dad la humedad de las lluvias in-vernales. El efecto medio-am-biental de esta consecuencia sedesborda si los incendios fores-tales se prodigan. No obstante,tanto el roble como la encina es-tán perfectamente aclimatados aestas circunstancias, incluso alfuego el cual jugó un papel im-portante en la economía agrope-cuaria tradicional, fundamental-mente a la hora de abonar cam-pos, abrir «bouzas» en el montey crear pastos. Por el contrario,el pino no posee un sistema deraíces tan potente como el delroble para poder rebrotar des-pués de un incendio.

En relación con la agricultu-ra, las variaciones climáticas queexperimenten mayo y junio sondecisivas en la cosecha anual,tanto por las temperaturas comopor las precipitaciones. Precisa-mente por el hecho de tratarse deun área de «montaña media» noes infrecuente el efecto devasta-dor de las heladas tardías. Cuan-do el cereal ha brotado y el sue-lo se halla empapado por las úl-timas lluvias, la secuela de unahelada se traduce en un levanta-miento de las raíces motivadopor la congelación de la capa su-perior del suelo; esto, a la larga,deriva en que el cereal se seca sincrecer. No digamos ya, las con-secuencias que una helada tardíapuede ocasionar en los frutales,sobre todo en el más común, elmanzano.

En otro sentido, si esos dosmeses de primavera vienen de-masiado secos, el centeno se«apalambra» por falta de hume-dad y no espiga.

3. LA DEFORESTACIONY LA COMPETENCIAENTRE EL PINAR Y ELBREZAL

Aunque ya indicamos que lavegetación potencial de estas co-marcas es el roble y, por debajode los 1.000 metros aproximada-mente, el encinar, la realidadcontemporánea aparece muy

distinta. Pensemos que los yaci-mientos arqueológicos de lostiempos de la minería romana yanteriores nos indican la presen-cia abundante en estas tierras deciervos, rebecos, cabras monte-ses, osos, jabalíes..., es decir,una caza mayor que suponemosvivía en densos bosques de robley encina, y en los abedulares delas altas cumbres.

La deforestación ha sido prác-tica constante y habitual hastamediados del siglo XIX. Es lógi-co pensar que la tala de árbolesen la época romana estuviera li-gada a la minería aurífera y,posteriormente, su persistenciase debió sin duda a dos hechosconcretos: primero la necesidadde roturar para sembrar centenoy abrir pastos y, en segundo lu-gar, el complemento económicoque suponía la venta de leñas.En las líneas que el Diccionariode Madoz (1845-50) dedica a lospueblos de Escuredo, S. Feliz de

las Lavanderas, Villarmeriel,Morriondo y Ferreras se alude alcarboneo y al «...corte de made-ras de roble que llevan al merca-do de Astorga».

Los matorrales son productode esas continudas talas y rozasque sucesivamente iban debili-tando la profundidad de los sue-los; así pues, los piornales y bre-zales compuestos por urces «ne-gra» y «albar», «carqueixa»,«codejo» y varios tipos de esco-bas, son las formaciones sustitu-tivas del robledal, mientras quelos matorrales de jaras, tomillosy demás especies aromáticas for-man el escalón inferior al en-cinar.

Reducidos pues, tanto el ro-bledal como el encinar, a espa-cios comunales muy bien salva-guardados por el Derecho Con-suetudinario, los brezales pasa-ron a ocupar el lugar que el ro-ble tenía en la economía tradi-cional: el carbón vegetal se ela-

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En de esta b mada cerca de Montealegre se aprecian la «urznegra» (Li lea australis), un brezo enano (Erica umbellata) y, con flor amarilla, la«carqueixa» (Chamaespartium tridentatum). Hacia el fondo aparece el «piornal»de escoba blanca (Cytisus multiflorus) que coloniza las antiguas tierras de centeno.

A las afueras del Lagunas de Somoza aún pueden verse carboneras de encina co-mo estas. En la Cepeda el carbón vegetal se elaboraba con los «tuérganos» de lasurces aunque el sistema de fabricación era igual que en resto de los Montes de León.

3.a) Muchas de las repoblacio-nes que aún se realizan en lassierras más altas nunca medra-rán como es debido por dos ra-zones: el brezo crece más rápi-damente y ahoga las pequeñas

plántulas y el viento alcanza enestos pisos montanos velocida-des que impiden el crecimientode masas arbóreas; sin duda, es-te es el dominio climácico delmatorral espinoso.

boraba con los «tuérganos» (ce-po o raíz seca de la urz) y el ra-maje del brezo, las «urces» pro-piamente dichas, se empleabanpara leña de consumo y venta,así como para hacer escobas.Hasta hace pocos lustros era co-mún en Astorga la imagen de lasurceras de Manzanal, Ucedo yotros pueblos, vendiendo, casapor casa y en las tahonas, ma-nojos de urces.

La generalización del carbónmineral para las «cocinas econó-micas» y, sobre todo, la llegadadel gas butano, hicieron desapa-recer esta actividad al tiempoque los montes comenzaron aponerse intransitables por sudensidad,

A mediados de los años 40, lainiciativa estatal por medio delICONA comenzó a rentabilizarlas extensas landas de brezosque, según este organismo, eranimproductivos, sustituyéndolospor bancales sembrados de pi-nos. De esta intervención antró-pica tan rápida e importante sur-gieron los pinares de Manzanaly Brañuelas, los del «Monte dela Marquesa» y Foncebadón, losdel «Cueto S. Bartolo» y laSierra de Quintana... y con elloslos incendios y las plagas (proce-sionaria), desapareciendo igual-mente, de manera radical (porley), los rebaños de caprino.

Los pinares de Tabuyo delMonte y todo el conjunto pina-riego de la Sierra del Teleno notienen nada que ver en su origen,gestión, aprovechamiento y con-servación con los anteriores. Es-tos, por su importancia paisajís-tica y económica (producción deresinas para aguarrás) merecenla consideración de modelo deexplotación forestal.

Tres son las cuestiones que sepueden extraer, según nuestrocriterio, de las repoblaciones depinos: 1. a ) La mayor parte de lasmanchas existentes no recibenlos cuidados selvícolas necesa-rios; 2. a) Hay «claros» en cier-tos montes en los que el roblecrece entre los pinos; su recupe-ración hay que potenciarla, y

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Población y poblamiento:reflejos de un pasado

histórico muy vital

1. PERDIDA DEPOBLACION YENVEJECIMIENTO:EFECTO PATENTE DELOS PROCESOSMIGRATORIOS

Como ocurre en todas lasáreas de montaña que no han ex-perimentado una profundatransformación turística, estastierras de la Somoza y Cepedasufrieron un fuerte descenso desu volumen poblacional. Con-cretamente, de 27.708 habitantescensados en 1950 se ha descendi-do a 13.149 en 1986, sin compu-tar la población urbana de As-torga en ninguna de las dos fe-chas. En líneas generales puedeafirmarse que se ha perdido enestos 36 años más de la mitad dela población. El ejemplo másabrumador de esta reducción deefectivos demográficos lo osten-ta el municipio de Brazuelo queen 1986 sólo tenía la cuarta par-te de la población de 1960 (1.417hab.), adquiriendo así la calific-ción de ser el primer municipioen descenso poblacional entredichas fechas de los 211 que con-forman la provincia.

Bien es cierto que si lascorrientes migratorias fueronpaulatinamente despoblando to-das las montañas del país, enMaragatería provocaron mayo-res sangrías por se ésta una zo-na donde sus moradores hanmostrado tradicionalmente cier-ta movilidad a causa de las du-ras condiciones de vida que elmedio les imponía. Este es elplanteamiento básico del que na-cen y en el que se enmarcan lasantiguas prácticas de la arriería,la participación de maragatos en

todas las corrientes migratoriastanto hacia el extranjero como alas áreas industriales del país,etc.

Son pocas las familias mara-gatas que no tengan parientes enHispanoamérica (Cuba, México,Argentina o Venezuela) descen-dientes de aquella oleada de fi-nales del pasado siglo y princi-pios del actual para hacer «lasaméricas» y regresar como ricosindianos; o en Madrid donde sehan dedicado en buen número anegocios de alimentación (carni-cerías y pescaderías). Tal veztenga fundamento lo de que elcomercio de pescado en Madridestá dominado por maragatos.

Hace pocos meses nos comen-taba el señor Moisés de Andi-ñuela que sus hijos mayores,afincados definitivamente enMadrid y con varias pescaderíasde su propiedad, lamentabandurante sus vacaciones en el pue-blo el penoso estado de las fin-cas que tantos trabajos les lleva-ron. En este sentido es ahoracuando comienza a notarse unpaulatino desarraigo de la po-blación. Los hijos de los que tie-nen media vida en Viforcos, Ra-banal, Abano o Vanidodes, y laotra media en Madrid, Bilbao,Munich (Alemania) o Puebla(México), ya están insensibiliza-dos para comprender la vida tra-dicional de estos pueblos y, lomás triste, las dificultades sufri-das por sus ancestros cuando sevieron obligados a emigrar.

El resultado actual de los su-cesivos procesos migratorios seconcreta en que el conjunto dela población es viejo y no por-que los ancianos sean numerosossino porque son los únicos. Las

generaciones de jóvenes son re-ducidas y los pocos que no emi-gran se integran en el modelo-ti-po de familia actual, es decir, fa-milia de uno o dos hijos, siendodifícil en muchos aspectos el sos-tenimiento de una prole numero-sa como era tradicional en todasestas tierras.

Sin embargo, en las pirámidesde población se observa cómo laestructura del municipio de SanJusto de la Vega presentan unporcentaje de jóvenes muy supe-rior al que en el mismo año te-nía el de Luyego. Evidentemen-te, la proximidad del primero ala ciudad de Astorga y su fértilvega son los factores que estánreteniendo a los jóvenes que, da-da la actual situación laboral delpaís, comienzan a no desechar laposibilidad de quedarse en susrespectivos pueblos y a revitali-zar las explotaciones agropecua-rias de sus padres. Estos facto-res no se manifiestan en los mu-nicipios serranos lo que motivauna desarticulación mayor en lasestructuras demográficas.

Asimismo, de 53 habitantespor Km' en el municipio de SanJusto se pasa a 26 en el de Vi-llaobispo, 16 en el de Villamejily 7 en el de Villagatón, es decir,cuanto más nos alejamos de As-torga y de la Vega del Tuerto ladensidad poblacional desciendey el envejecimiento se muestramás elevado. Por lo tanto, As-torga es en parte el punto de re-ferencia que rige la distribucióndemográfica de toda el área.

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La Sierra de Quintana del Castillo y Villarmeriel con dirección O-E aparece como el primer relieve importantehacia La Omaña y Luna. Al norte de ella se encaja el valle de Valdesamario. Actualmente, buena parte de

esta sierra se halla abancalada para pinares o tapizada de brezos aunque persisten, en los vallejos másinaccesibles, vetustas matas de roble que nos indican épocas de mayor frondosidad.

2. UNA GRANDIVERSIDAD DEASENTAMIENTOS QUESE AJUSTAN A LOSHECHOS HISTORICOS YA LOSCONDICIONANTES DELMEDIO

Existe una serie de factoresque conjugados entre sí de for-ma diversa han propiciado unagran diversidad de asentamien-tos. Desde el emplazamientomás antiguo que es el castroprerromano de Pedredo hasta elmás reciente, el Barrio de La Es-tación en Brañuelas, el pobla-miento se caracteriza por serconcentrado.

Generalmente el emplaza-

miento de los pueblos serranosse localiza a media ladera y a lasolana, y no en el fondo de va-lle, mientras que los núcleos devega suelen ocupar los escalonesde las terrazas intermedias de losríos.

La explicación del primer ca-so cuyos ejemplos más represen-tativos son Piedras Albas, Bus-nadiego, Lucillo, Villalibre, LaMaluenga, Rabanal Viejo y Ra-banal del Camino, se puede en-contrar en las limitaciones queimpone el medio para su mejoraprovechamiento: como ya sedijo anteriormente los valles sonestrechos y de fondo plano loque justifica que se reserven pa-ra unos pocos prados de siega y,antiguamente, para linares; por

otra parte, las vertientes van per-diendo inclinación conforme seasciende lo cual facilita el asen-tamiento de todo el caserío y elterrazgo de secano.

Los pueblos de vega desdeSueros hasta Barrientos pasandopor Villamejil, San Román, SanJusto y Nistal como más signifi-cativos, al emplazarse en lasterrazas de la margen izquierdadel Río Tuerto evitaban el ries-go de inundación que existía an-tes de la construcción del Panta-no de Villameca (1947) y, porotro lado, ocupaban una situa-ción equidistante entre el rega-dío de la vega y el secano de «loschanos».

Al margen de estos dos tiposgenerales de asentamientos, hay

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ejemplos de otros muchos comoson los pueblos barrio de Mara-gatería (Santiagomillas con susdos barrios; Tejados y Tejadi-nos; el Val de San Román consu Barrio de Quintana; Requejoy Corús; Curillas con Monforti-no y Penilla), el típico pueblo devalle encajado cuyas calles vansiguiendo las curvas de nivel (LaSilva y Labor del Rey, ya desha-bitado este último), el pueblopolinuclear (Los Barrios de Nis-toso con Tabladas, Villar y Nis-toso), etc.

Si a todos estos tipos de asen-tamientos se les contempla a tra-vés del tamiz de la historia, co-mienzan a perfilarse las formasconcretas que actualmente pre-sentan los núcleos.

El Camino de Santiago o tam-bién llamado Camino Francés esel que determina el plano de pue-blo-calle que tienen Murias deRechivaldo, Castrillo de los Pol-vazares, Santa Catalina, El Gan-so, Rabanal del Camino, Fonce-badón y Manjarín, forma queposteriormente ha sido alteradaen algunos casos por la construc-ción de la carretera (Santa Cata-lina y Rabanal). La Calle Real,eje natural de Rabanal del Ca-mino, dejó de ser funcionalcuando la carretera desvió la tra-vesía al sur del pueblo.

Del mismo modo, la diferen-cia de caserío tanto en construc-ción como en infraestructura va-ría si en el pueblo había o nomuchos vecinos dedicados a laarriería. Es sabido que una casade arriero, además de estar me-jor edificada y poseer más co-

Casa tradicional. Filiel.

El pueblo minero de La Silva,aunque geográficamente debe incluirse en laMontaña Berciana, pertenece al municipio de Villagatón. Su localización en un

valle encajado justifica que el caserío esté salpicado en torno al fondo delmismo. El contraste bioclimático de las dos vertientes es claro: en primer plano

el robledal de la umbría y, a la solana, los «chaparros» de encina con unmatorral de jaras.

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rentables servicios (bares, gaso-lineras, etc.) que ofrecían estosnúcleos desaparecieron o se ins-talaron a la vera de la nuevacarretera. Lógicamente, se tratade una concesión más en favordel progreso y las comunicacio-nes.

La trashumancia tenía en laCepeda el ramal más

occidental de acceso a lospastos de La Omaña y Luna.Aún hoy día los rebaños de

merinas que suben desdeAstorga y San Justo

pernoctan en Ferreras.Primavera-verano de 1985.

Calle Real de Rabanal del Camino.

modidades, tiene como elemen-tos imprescindibles el «corra-lón» central donde se enjalma-ban y cargaban las recuas de mu-las, y las habitaciones corres-pondientes para los criados y losalmacenes.

La típica casa de labranza, deapariencia más humilde, premia-ba el espacio dedicado a las cua-dras para el ganado de labor ydoméstico, y el pajar. Los reba-ños de ovejas y cabras se reco-gían en las casas de cuelmo queaún existen en las afueras de lospueblos (Lucillo, Brazuelo,etc.).

Todas las características pro-pias de cada núcleo se resumenen los materiales empleados enlas construcciones tradicionales.El paso del adobe y la teja a lamezcla de tapial y adobe y, fi-nalmente, a la casa con muro depiedra y techo de paja o pizarra,se reconoce todavía en La Cepe-da adentrándonos por la carre-tera a Pandorado, coincidiendofundamentalmente con los dis-tintos sustratos litológicos.

En este siglo se produjerondos acontecimientos que han in-fluido en la estructura de algu-nos núcleos: el ferrocarril a LaCoruña y la carretera N-VI. Por-queros, Vega de Magaz y, prin-cipalmente, Brañuelas con sucargadero de carbón extraido enla cuenca del Río Tremor, hancrecido hacia sus respectivas es-taciones. Hoy en día el Barrio deLa Estación de Brañuelas regen-ta la centralidad del pueblo puesallí se localizan el Ayuntamien-to, el consultorio médico, elcuartelillo de la Guardia Civil,etc. Por otra parte, los pueblosde Pradorrey, Combarros, Ro-drigatos de la Obispalía y Man-zanal del Puerto que durante dé-cadas obtuvieron las ventajas deser atravesados por la carreteraMadrid-La Coruña (N-VI), des-de que el nuevo trazado los evi-tó a finales e los 60 y principiosde los 70, se encuentran margi-nados de toda actividad genera-da por el tráfico de la misma: lospequeños pero, al fin y al cabo,

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De una economía de autosubsistencia a la actualsostenida por jubilaciones y ayudas de la

Administración

1. DECADENCIA DE LATRADICIONALECONOMIAAGROPECUARIA Y SUREPERCUSION EN ELPAISAJE

Si exceptuamos los espaciosrenovados de los regadíos delTuerto y la explotación forestalde Tabuyo del Monte, el territo-rio restante se nos muestra enuna profunda decadencia econó-mica donde los efectos de la es-casez de posibilidades y la emi-gración no facilitaron una mo-dernización de las estructurasagrarias. En muchos lugares seha pasado del arado romano altractor mientras que en los mu-nicipios serranos de Maragateríay Cepeda esa emigración forzo-sa determinó que del arado tira-do por la yunta se pasase alabandono.

Lo que en Geografía se deno-mina técnicamente como «aban-dono de las tierras» y al sentirecologista se puede aparecer co-mo una oportunidad de recupe-ración del estado clímax de laNaturaleza, para el viejo cepeda-no o maragato sólo provoca unarotunda exclamación: «¡Bah, to-do el campo está perdido!».

Este abandono generalizadoque anteriormente vimos cómorepercutió también en los mon-tes con la desaparición del car-boneo, se reconoce de igual ma-nera en estos tres aspectos: a) ladisminución del cultivo de cen-teno, b) el desuso de las norma-tivas comunales y c) la reducciónde la cabaña ganadera y la su-presión de ferias y mercados.

El centeno, eje indiscutible dela economía tradicional, ocupa-ba las parcelas de secano donde

el barbecho era imprescindible yde ahí que éstas, las de menorproducción, hayan sido las pri-meras en abandonarse con loque la superficie dedicada a estecereal descendió más de la mi-tad. Por otra parte, los diversosusos para los que se utilizaba es-te cereal han quedado reducidosa dos: corte en verde para el ga-nado («ferraina») y molido parapienso.

Las actividades comunales di-rigidas por el concejo, órgano deGobierno que para convocar alos vecinos compartía con laIglesia el uso del campanario por

medio de la escalera exterior almismo, han desaparecido casi ensu totalidad. La vecera, porejemplo, antiguamente reserva-da para los ganados de trabajo,aún persiste en algunos puebloscomo Villar de Golfer para elovino. Se puede decir que lapráctica del colectivismo agrope-cuario reglamentada en las orde-nanzas concejiles abarcaba to-das las facetas de la vida tradi-cional: Desde lo relativo a los es-pacios comunales como las«bouzas», las «dehesas conceji-les» o los «montes cotos» consus respectivos aprovechamien-

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e

tos, hasta lo que se refiere a lastareas de conservación y limpie-za contempladas en las «facen-deras».

Y, por último, la ganaderíaque siempre fue un pilar funda-mental de la economía maraga-to-cepedana, no se libró del re-troceso generalizado promovidopor la emigración y por las con-secuencias de los cambios estruc-turales experimentados por elsector primario durante la déca-da de los 60 en todo el país.

Las ferias de Lucillo y SantaColomba que se celebraban to-dos los lunes, alternándose de lasiguiente manera: el primer ytercer lunes de cada mes en Lu-cillo y el segundo y cuarto enSanta Colomba, han desapareci-do y lo mismo le ocurrió a la deSueros (segundo lunes de cadames), dedicada básicamente abovino. El mercado comarcalcelebrado los martes en Astorgaque también era feria de gana-do, se ha reducido a un merca-do local de hortalizas y vende-dores ambulantes. Asimismo,las ferias comarcales que se rea-lizaban el segundo lunes de ene-ro y el tercero de septiembre enAstorga, se han perdido en fa-vor de las de León; la labor deltratante-intermediario con unmedio de transporte modernocomo el camión, contribuyó aello.

En el aspecto estadístico, esrevelador también el cambio y lareducción experimentados en el

El Sangüiñal(1.723 m. dealtura) es elpico de laSierra delTeleno del quenace elcortafuegos quedelimita la zonade caída de losproyectiles delCampo de Tiroy los Pinares deTabuyo delMonte. Debajode la manchade pinos sereconocen lasminas romanasde «LasMoraceras».

subsector ganadero. De los2.788 bueyes que había en todala comarca incluida Astorga en1950, apenas quedará muestraen la actualidad y, de las casi70.000 cabezas de ovino que secomputaron en ese año descen-dió el número total a 40.780 enel censo de 1982, es decir, entreesas dos fechas el ganado lanarha experimentado una reduccióndel 40%.

El reestructurar y relanzar lavocación ganadera, sobre todode ovino y caprino, de estas co-marcas es una tarea que ahora seestá emprendiendo con ayudasde las administraciones públicasy que se presenta prometedora.

2. LOS RASGOSDIFERENCIADORES DELVALLE Y VEGA DELTUERTO

A raíz de los regadíos creadoscon el embalse de Villameca, laCepeda Baja y la Vega del Tuer-to experimentaron idénticatransformación que todo el con-junto de los Regadíos del Orbi-go y Páramo Leonés en el que seintegran. No obstante existenvarios pueblos como Sueros yVillamejil en los que la exigenciade la concentración parcelariano se ha producido y el minifun-dio dificulta el pleno desarrollode un regadío moderno.

La remolacha azucarera, in-troducida en las vegas de los cur-sos medios de los ríos leoneses a

comienzos de siglo, era junto ala patata el principal cultivo delos regadíos. En 1985 existían581 Has. dedicadas a la remola-cha, siendo los municipios deValderrey y S. Justo los másproductivos.

Pero a partir de los años 50fue cuando un nuevo cultivo in-dustrial, el lúpulo, se incorporóa los regadíos leoneses y, concre-tamente, en la parte de Vega delTuerto que se estudia en este fas-cículo, comienza a extenderse en1955, teniendo su mayor auge enlos últimos años de la década delos 70 cuando el consumo de cer-veza se eleva. En 1985 la super-ficie ocupada por este cultivo erade 126 Has., destacando los mu-nicipios de S. Justo con 95 Has.y el de Villaobispo con 18 Has.,incluyéndose toda la produccióndel área en la región lupulera delOrbigo.

Hay que tener presente que elmonopolio de este cultivo lo os-tentan la Sociedad de Fomentode Lúpulo con sede en Madrid,la cual mediante contratos regu-la la producción según la deman-da interior del sector cerveceroque es su único consumidor. Lasexpectativas de futuro del lúpu-lo dependen de la plena integra-ción de España en la CEE don-de su precio es sensiblementemenor. La búsqueda de un cul-tivo alternativo ya comienza apreocupar a los agricultores detoda la región.

3. ENTRE ELDESENCANTO Y ELPROTECCIONISMOESTATAL

Como reflexión final y al mar-gen de la potencialidad agrícolade la Vega del Tuerto y de laatracción comercial de Astorgacomo centro de servicios, pode-mos preguntarnos lo siguiente:¿De qué viven los maragatos ycepedanos y por dónde se enca-mina el futuro de estas comar-cas?

Dada la elevada edad mediade la población, las pensiones

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La TextilMaragata en elVal de SanLorenzorepresenta launión entre latradiciónartesanal y lamodernizaciónindustrial,especializada enla elaboraciónde cobertores ymantas.

por jubilación adquieren cadavez mayor peso específico comobase de la economía rural. Aun-que las posibilidades del mediofavorecen el desarrollo forestal yganadero la realidad es qué ape-nas rigen la economía de la zo-na aunque sí la enmascaran.

Asimismo hay que pensar quelas ideas, reiterativas por cierto,sobre la recuperación económicay el final de la situación de mar-ginación, basadas en ese de-sarrollo silvopastoril, en la di-vulgación de las característicasculturales, históricas y de paisa-je para atraer turismo, o en elsimple hecho de buscar un uso aeste espacio, no nacen en su ma-yoría de la inquietud de los pro-pios maragatos y cepedanos sinoque son promovidas por las Ad-ministraciones del Estado y, co-mo suele ocurrir con frecuencia,al transformarse en actuacionesse contradicen entre sí, por lomenos desde el punto de vista dela Geografía: el Campo de Tirodel Teleno y la Comarca de Ac-ción Especial.

Dejaremos a un lado la polé-mica, bastante activa a princi-pios de esta década, sobre lacreación y ampliación del Cam-po de Tiro ya que no entra en elesquema conductor de este tra-bajo de investigación desarrollarcuestiones de Geopolítica, pero,considerando, hoy por hoy, alCampo de Tiro como un hechocasi irreversible y que el área ca-

lificada como de «alta peligrosi-dad» ocupa más de 200 Kms/2en la Maragatería, podemos es-bozar brevemente las consecuen-cias que de él se derivan:

—En primer lugar, la estruc-tura de la propiedad de la tierraha sido modificada radicalmen-te con las expropiaciones del Mi-nisterio de Defensa llevadas acabo a partir de febrero de 1981;aunque sólo el 2% de los 61Kms./2 expropiados eran depropiedad particular, el resto noson exclusivamente montes deUtilidad Pública sino que inclu-ye todo el terrazgo comunal de-dicado a cereal y pastos; no obs-tante, los vecinos pueden seguirutilizando estas tierras para pas-tos y caza cuando no se realicenmaniobras pero en ningún casopodrán labrarlas. Al margen deque haya o no vecinos que quie-ran aprovechar esos terrenos, suutilización depende, evidente-mente, de la frecuencia con quese realicen las maniobras.

—De todo esto se desprende,en segundo lugar, que con laubicación del Campo existe unaincompatibilidad de usos pues esobvio que las dificultades seacrecientan para que la caza sereproduzca de forma natural, secríen rebaños extensivos en bue-nas condiciones o crezcan man-chas de bosque en equilibrio.

—Y, en tercer lugar, no sepuede pasar por alto el deterio-ro del medio que conlleva la rea-

lización de «ejercicios tácticos»,tanto de tiro como de movimien-tos de tropas, sobre todo moto-rizadas: La vegetación, los ejem-plos geomorfológicos (formasglaciares, pedreras...), la faunaterrestre y piscícola, y los restosde la minería aurífera de los ro-manos son los elementos másafectados por el uso militar deeste espacio.

El valor intrínseco de toda elárea del Campo de Tiro, desdeel punto de vista de la Geogra-fía como un saber científico ycultural, es incuestionable. Queunos lo tengan en cuenta y otroslo menosprecien es una cuestiónque se sale del propio ámbito delquehacer geográfico y se debateen la misma concepción que elhombre tiene del rnundo actual.

Para terminar debemos con-gratularnos y reconocer desdeaquí la labor realizada a travésde tres importantes proyectos:El Plan de Comarca de AcciónEspecial, las ayudas que se tra-mitan a partir de la Ley de Agri-cultura de Montaña y la recientey fructífera experiencia de laOficina de Promoción Comarcalde Maragatería.

El primero de ellos ha hechoposible una mejora imporantede las infraestructuras y los ser-vicios tratando de solventar lasdeficiencias en vías de comuni-cación, abastecimiento de aguasy alcantarillado, alumbrado pú-blico, etcétera. Hay que elogiarigualmente la creación de laMancomunidad de La CepedaAlta formada por los municipiosde Quintana del Castillo y Villa-gatón; la unión mancomunadade ayuntamientos con poca po-blación y mucha extensión faci-lita la implantación de unos ser-vicios a los que individualmentesería difícil acceder. Por otraparte, la Ley de Agricultura deMontaña protege el medio y am-para las iniciativas particularesque, por las especiales condicio-nes del mismo, no pueden gene-rarse sin un impulso fuerte delexterior.

El logro más importante con-

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seguido por la Oficina de Pro-moción Comarcal de Maragate-ría para los pueblos de Luyego,Boisán, Priaranza y Quintanillade Somoza, ha sido la puesta enfuncionamiento, en el pasadomes de enero, de la SociedadCooperativa Agropecuaria deMaragatería; el número de gana-deros que se integra en la mismapara acogerse a las ventajas decomercialización de ovino queésta les ofrece, aumenta día adía.

La renovación del Plan de Co-marca de Acción Especial, lacreación de otras oficinas depromoción comarcal, la cons-trucción de los pequeños embal-ses de Escudero y Villagatón, laagilización de las concentracio-nes parcelarias y la apertura dela carretera de Pandorado entreLa Utrera y Escuredo son losprincipales proyectos sobre losque actualmente gira el desarro-llo de Maragatería y Cepeda. Sise desaprovechan estas condicio-nes que ahora están surgiendo,se perderían tal vez las últimasoportunidades para una recupe-ración demográfica y económicaa todas luces necesarias.

BIBLIOGRAFIA

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Noroeste de España. Atlas. Madrid, 1974.

Delineación y Dibujos: Francisco Pelayo Somoano, Miguel Angel Luengo Ugidos, Angel Arias García y OlgaCastrillo.

Procedencia de las fotos: José Vicente Luengo Ugidos, Benito Alvarez González, José Ignacio Izquierdo Mi-siego, Juan Ignacio Plaza Gutiérrez, Miguel Angel Luengo Ugidos y Paisajes españoles.

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POBLACION DE MARAGATERIA Y CEPEDA (1950/1986)

Municipios y lugaresde población 1950 1986

CASTRILLO DE LOS POLVAZA-RES (1) ............................................... 748 341Castrillo de los Polvazares ............... 260 86Murias de Rechivaldo ....................... 121 89Sta. Catalina de Somoza ................. 174 41Valdeviejas ......................................... 193 125BRAZUELO ........................................ 1.415 339Bonillos ............................................... 89 22Brazuelo ............................................. 294 62Combarros ......................................... 260 70Canso (El) .......................................... 130 35Pradorrey ............................................ 147 49Quintanilla de Combarros ................ 144 19Requejo de Pradorrey ....................... 57 16Rodrigatos de la Obispalía ............... 84 42Veldedo ............................................... 210 24LUCILLO ............................................ 1.797 567Boisán ................................................. 199 43Busnadiego ........................................ 48 10Chana de Somoza ............................ 209 78Filial ..................................................... 270 117Lucillo ................................................. 468 170Molinaferrera ..................................... 342 77Piedras Albas ..................................... 155 5Pobladura de la Sierra ..................... 106 67LUYEGO ............................................. 2.215 1.018Luyego ................................................ 399 157Priaranza de la Valduerna ................ 571 267Quintanilla de Somoza ..................... 239 80Tabuyo del Monte ............................ 594 389Villalibre de Somoza ......................... 242 69Villar de Golfer ................................... 170 56MAGAZ DE CEPEDA •....................... 1.951 707Benamarías ........................................ 252 83Magaz de Cepeda ............................. 277 138Porqueros ........................................... 437 121Vanidodes .......................................... 292 70Vega de Magaz ................................. 411 210Zacos ................................................... 282 85QUINTANA DEL CASTILLO ........... 3.030 1.459Abano ................................................. 167 53Castro de Cepeda ............................. 140 49Donillas ............................................... 96 88Escuredo ............................................. 211 72Ferreras ............................................... 338 275Morriondo ........................................... 141 95Palaciosmil ......................................... 97 40Quintana del Castillo ........................ 308 117Riofrío ................................................. 519 274San Feliz de las Lavanderas ............ 298 75Veguellina de Cepeda (La) ............... 173 85Villameca ............................................ 298 142Villarmeriel ......................................... 244 94RABANAL DEL CAMINO (2) ......... 1.177 164Andiñuela .......................................... 151 49Argañoso ............................................ 80 3Foncebadón ...................................... 138 6Labor de Rey ..................................... 39 Maluenga (La) .................................... 83 21Manjarín ............................................. 73 —Prada de la Sierra ............................. 165 6Rabanal del Camino ......................... 182 42Rabanal Viejo ..................................... 67 10Viforcos ............................................... 199 27SAN JUSTO DE LA VEGA ............. 3.051 2.570Celada ................................................. 268 147Nistal de la Vega ............................... 660 523San Justo de la Vega ....................... 1.251 1.214San Román de la Vega .................... 872 686

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Municipios y lugaresde población 1950 1986

SANTA COLOMBA DE SOMOZA . 1.430 435Murias de Pedredo ............................ 191 47Pedredo ............................................... 108 34San Martín del Agostedo ................ 170 67Santa Colomba de Somoza ............ 328 102Santa Marina de Somoza ................ 79 33Tabladillo ............................................ 136 33Turienzo de los Caballeros ............... 181 59Valdemanzanas ................................. 110 23Villar de Ciervos ................................ 127 37SANTIAGO MILLAS ........................ 1.006 420Morales del Arcediano ..................... 146 59Oteruelo ............................................. 109 34Piedralba ............................................. 90 43Santiago Millas ................................. 371 151Valdespino de Somoza .................... 290 133VALDERREY ..................................... 2.034 900Barrientos y Santa Ana .................... 484 214Bustos ................................................. 141 39Carral y Villar ..................................... 370 188Castrillo de las Piedras ..................... 337 241Cuevas ................................................ 55 15Curillas, Monfortinoy Penilla ............................................... 248 98Matanza ............................................. 151 14Tejados y Tejadinos ......................... 140 56Valderrey ............................................ 108 35VAL DE SAN LORENZO ................. 1.314 897Lagunas de Somoza ......................... 232 59Val de San Lorenzo ........................... 760 664Val de San Román ............................ 322 174VILLAGATON .................................... 2.979 1.231Barrios de Nistoso (Los),Tabladas y Villar ................................ 475 137Brañuelas y La Estación ................... 890 478Culebros ............................................. 205 98Manzanal del Puerto ......................... 180 70Montealegre ...................................... 153 112Requejo y Corús ................................ 220 86Silva (La) ............................................ 244 134Ucedo ................................................. 243 42Valbuena de la Encomienda ............ 84 15Villagatón ............................................ 285 59VILLAOBISPO ................................... 1.414 836Brimeda ............................................... 287 160Carneros ............................................. 230 184Carrera de Otero (La) ....................... 288 156Otero de Escarpizo ............................ 238 133Sopeña de Carneros ......................... 240 114Villaobispo ......................................... 131 89VILLAMEJIL ....................................... 2.147 1.265Castrillo de Cepeda ........................... 437 249Cogorderos ........................................ 248 191Fontoria de Cepeda .......................... 151 90Quintana de Fon ................................ 142 52Revilla ................................................. 52 9Sueros de Cepeda ............................ 813 462Villamejil ............................................. 304 212

( -1 Despoblados.(1) En la actualidad este municipio está incluido en el de

Astorga.(2) En la actualidad este municipio está incluido en el de

Santa Colomba de Somoza.

FUENTE: Censo de la población de España, 1950,I. N.E.Padrón municipal, 1986. Diputación Provin-cial de León.